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Etiqueta: extrema pobreza

Cómo se reparte el queque

Oscar Madrigal

El Banco Central anunció con gran satisfacción que el PIB, la producción de bienes y servicios del país, creció el año pasado un 7,6%, el más alto de los últimos años. Recibimos la noticia con una gran sonrisa porque eso significa que la riqueza en Costa Rica aumentó considerablemente en el 2021. El pastel o el queque creció y ahora es mucho más grande que hace un año, lo cual debería convertirse en mejores condiciones para toda la sociedad.

En otras palabras, de ese pastel que creció tanto, a los diversos sectores sociales debería corresponderle una tajada mayor o más grande.

Sin embargo, las estadísticas oficiales señalan que el desempleo el año pasado fue del 15% y que antes, en el 2019, era del 12,2%; somos el segundo país con mayor número de desempleados de Latinoamérica. La sonrisa se empieza a desdibujar.

La parte del pastel que corresponde a salarios no crece y según un estudio del grupo neoliberal Academia de Centroamérica, es que TODOS los salarios disminuyeron durante la pandemia, es decir, la tajada del queque que les correspondería a los trabajadores, especialmente de la empresa privada, es más pequeña. El aumento de la riqueza no se vio reflejada en mejores salarios. La sonrisa ya desapareció.

Y definitivamente desaparece la sonrisa al saber que el 26% de nuestros compatriotas en 2021 vive en pobreza y que casi 400.000 HOGARES viven en pobreza y 6.3% en extrema pobreza. La pobreza en el 2021 (año del 7,6% del PIB) es la segunda más alta desde que se hacen esos estudios en el país. La tajada del queque de la riqueza nacional producida en ese año es trasparente para este grupo de compatriotas.

Como puede deducirse, la riqueza creada por todos nosotros (los obreros que producen la piña o el banano, los trabajadores de las zonas francas que producen los instrumentos médicos, los consumidores que requieren de los productos, los que invierten, etc.) no se distribuye con equidad y en beneficio de todos los sectores. Las tajadas en las cuales se parte el queque son muy desiguales.

La economía, se deduce del dato del crecimiento del PIB, se ha reactivado. Los candidatos a presidente se refieren con mucha frecuencia a que, por ejemplo, para reducir el desempleo, primero hay que reactivar la economía. Sin embargo, los hechos indican que eso no es suficiente. Es necesario cambiar la forma en que se reparte el queque, la forma en cómo se distribuye la riqueza creada por todos.

Las teorías del derrame, -que parecen pregonar la casi totalidad de candidatos-, no alcanza a los que más necesitan en justicia. Es necesario introducir algunos cambios en la redistribución del PIB, de la riqueza generada. No estamos ni a nivel de la teoría del goteo porque los salarios están prácticamente congelados y las trasferencias sociales absolutamente desfinanciadas.

José María Villalta, el candidato del Frente Amplio, propone en su programa una serie de medidas para cambiar radicalmente la forma en que se reparte el queque, para que cada una de esas tajadas se redistribuya de manera que se vayan rompiendo las grandes brechas sociales que hoy nos hacen ser uno de los países más desiguales del mundo.

En una reunión con los empresarios ha insistido en que es necesario que los sectores que se dejan una parte muy grande del pastel, como las zonas francas, contribuyan con la sociedad a través del pago de un impuesto del 15% sobre las utilidades. Esta propuesta no genera desocupación ni salida de empresas porque hacia esa meta avanza el mundo, tal y como piden EEUU y la OCDE.

Esta y otras propuestas es lo que necesita el país para crear riqueza con una justa distribución.

Las personas con discapacidad en lucha por nuestros derechos – 29 DE MAYO, DÍA NACIONAL

Luis Fernando Astorga Gatjens

Hace algunos años, en conversación con el entonces diputado, Alberto Salom Echeverría le planteé que en Costa Rica no existía un día nacional de las personas con discapacidad (como en otros países latinoamericanos) y que sería bueno que se aprobara una ley que lo proclamara.

El diputado Salom se interesó en mi idea y eso hizo que también le propusiera como fecha posible, el 29 de mayo, ya que es la fecha que en 1996 fue promulgada la «Ley 7600 de Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad». Esta ley –como es sabido—es la principal referencia en el país, en el ámbito normativo de los derechos de las personas con discapacidad; aún cuando la distancia entro lo escrito y lo aplicado es abismal en aspectos sustantivos.

El legislador Salom convirtió esta idea en un proyecto que fue aprobado por la Asamblea Legislativa el 16 de octubre del 2008, mediante la Ley Nº 8671. Desde entonces y hasta el presente, los 29 de mayo se celebra el Día Nacional de las Personas con Discapacidad. Esa es su historia.

Sin embargo, ya antes que se iniciara esta devastadora pandemia, había pocos avances que reconocer y muy pocos motivos que celebrar para las personas con discapacidad y, con la pandemia, todavía hay mucho menos que recordar. Todo lo contrario. Es seguro que se ha dado un significativo retroceso en materia de derechos de las personas con discapacidad, en todos los campos. Ya cuando podamos mirar la pandemia por el retrovisor y se realicen estudios sobre esta involución, se podrá cuantificar y calificar en todas sus duras dimensiones.

Tanto en el Gobierno como en esta Asamblea Legislativa, este es un tema relegado, de valor meramente simbólico. Ah, pero si es bueno sacarse la foto con personas con discapacidad, por motivos meramente utilitarios para el usufructo político (o quizás sea mejor decir: politiquero). Se hace algún ruido con alguna ley poco trascendente o se anuncia un programa, cuyo impacto en la vida de las personas con discapacidad es tan limitado como efímero. Realmente, no existe una conexión política entre el peso poblacional del sector (18, 2 % de la población nacional adulta, ENADIS 2018) y el alcance, real y efectivo en su atención.

La pobreza y extrema pobreza, y la desigualdad, afectan en forma desproporcionada a las personas con discapacidad. El aislamiento social ha aumentado significativamente ante la enorme brecha digital que las afecta. El derecho a la salud se ve menoscabado cuando las autoridades en este campo, desatienden los argumentos del CONAPDIS, de diciembre del 2020, en la necesidad de priorizar algunos grupos de personas con discapacidad en la vacunación anti-covid, por su grado de vulnerabilidad. La educación que nunca ha sido ni inclusiva ni de calidad, para este sector, hoy con seguridad es más esquiva. El desempleo asociado a discapacidad que siempre ha exhibido cifras muy altas con certeza en presente, serán más elevadas. La seguridad social para las personas con discapacidad es una aspiración hasta ahora postergada y lejana; nunca una realidad tangible y concreta. Y la participación política completamente marginal, casi igual que cero.

Nada o muy poco que celebrar…

Es por eso que muchas personas con discapacidad y muchas otras sin tal condición, que nos cansamos ante la apreciación diagnóstica descrita, decidimos avanzar por un camino propio. Es esta justa y buena razón que nos ha impulsado a crear el PARTIDO FUERZA SOLIDARIA.

Queremos mediante este proyecto que las personas con discapacidad seamos protagonistas políticos de nuestros propios procesos en función de nuestros intereses, aspiraciones y sueños.

Esa es y será nuestra principal contribución en un día, donde la solidaridad y la inclusión social, deben ser guía y propósito de acción justiciera.

(28 de mayo del 2021)