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Etiqueta: FAO

La OCDE y el agro: algunas precisiones

Luis Felipe Arauz

Profesor universitario y exministro de Agricultura y Ganadería (2014-2018)

Con fecha 19/05/2020 se publicó en Surcos Digital, un artículo de Henry Picado, expresidente de FECON, titulado “La OCDE y la tercera reforma neoliberal del agro en Costa Rica”. En el mismo, luego de dar su opinión sobre las implicaciones políticas de la incorporación de Costa Rica en la OCDE, la cual no comparto, pero como cualquier opinión, se respeta, entra a analizar aspectos del agro. En este último tema, cae en una serie de imprecisiones que, por respeto a los lectores de Surcos Digital, me veo en la obligación de aclarar.

En primer lugar, el autor se refiere al tema de registro de plaguicidas sin conexión alguna con la OCDE, incluso omite la recomendación que nos hizo la OCDE de incrementar el área dedicada a la agricultura orgánica. El nuevo reglamento para el registro de plaguicidas se empezó a trabajar desde antes que la misión de la OCDE evaluara nuestras políticas agrícolas. Con OCDE o sin OCDE siempre habríamos cambiado el reglamento. ¿Por qué? Porque el reglamento de 2007 (aún vigente, ya que el nuevo está esperando el fallo a un recurso sin fundamento científico presentado ante la Sala IV) resultó en un entrabamiento tal, que en 10 años no se había podido registrar casi ningún producto de última generación, de menor toxicidad y de menor dosis que los anteriores. Este rezago ha resultado en la aplicación de grandes volúmenes de plaguicidas en nuestro país. Baste un ejemplo. El control de la sigatoka en el cultivo del banano, con los productos actualmente disponibles, requiere de aplicar 2,5 kg por hectárea de fungicida cada 6 días. Esto da 146 kg por hectárea por año. Con productos de última generación, con dosis de 0,075 a 0,375 kg por hectárea cada 10 días, se aplicaría entre 2,7 y 13,7 kg por hectárea por año. Esto representa una disminución de más de 90% en el uso de plaguicidas. Otro caso, de los pocos que se lograron registrar con el reglamento viejo, es un producto para combatir nematodos dañinos de las raíces, que se usa en dosis 30 veces menor y es 133 veces menos tóxico, o sea una carga tóxica 4000 veces menor, que el producto usado antes, que por cierto yo mismo prohibí. Por otra parte, es falso que con el nuevo reglamento no se evalúen los temas toxicológicos o ambientales. Ningún producto que se vaya a aplicar en el campo tiene una evaluación más laxa con el nuevo reglamento que con el vigente. El tema es amplio y complejo, da para un artículo exclusivo para ese tema para explicar los detalles, como lo he hecho anteriormente (ver, por ejemplo: https://www.larepublica.net/noticia/registro-de-plagu-icidas-modernizacion-impacto-ambiental-y-algunas-aclaraciones), pero don Henry lo toca con una gran ligereza.

Un segundo tema que se trata no solo con ligereza sino con evidente confusión conceptual en el artículo del Sr. Picado es el tema de la “agricultura climáticamente inteligente”, el cual erróneamente confunde con el tema de “Agricultura 4.0”. Empiezo por este último concepto: la llamada “Agricultura 4.0” se refiere al uso eficiente e integración de diferentes tecnologías para la obtención y procesamiento de información, aplicables a la agricultura. No tiene nada que ver con drones fumigadores, aplicación de más agroquímicos, o la promoción de biología sintética u organismos genéticamente modificados. Ese uso eficiente de las tecnologías de información más bien permite usar los insumos con precisión y disminuir el uso de insumos y agua, y al mismo tiempo aumentar la productividad. En resumen, busca reducir el impacto ambiental y mejorar el impacto económico y social de la agricultura, mejorando la sostenibilidad de la actividad. Este tema no se planteó en el proceso de la incorporación de Costa Rica a la OCDE.

La OCDE sí nos hizo recomendaciones en el tema de la relación de la agricultura con el cambio climático, que las podríamos resumir en que continuáramos por la ruta que ya habíamos iniciado como país, fortaleciendo los mecanismos financieros para extender a otras áreas las acciones que ya había empezado Costa Rica en ganadería y café. En el informe de la OCDE no se habla explícitamente de “agricultura climáticamente inteligente” (ACI), aunque al hablar de balancear productividad, mitigación y adaptación al cambio climático, está hablando implícitamente de ese concepto, pues efectivamente de eso se trata. El concepto, presentado por la FAO en 2010, se refiere justamente a una agricultura productiva, que capture carbono o reduzca emisiones de gases de efecto de invernadero, y que se adapte al cambio climático. Si uno ve el libro de consulta la FAO del 2014, que desarrolla el concepto (http://www.fao.org/climate-smart-agriculture-sourcebook/concept/es/), no se promueve una mayor aplicación de plaguicidas, ni la deforestación ni el uso de organismos genéticamente modificados (OGM). En Costa Rica, un ejemplo de ACI, es la estrategia de ganadería baja en carbono (http://www.mag.go.cr/bibliotecavirtual/L01-11006.pdf), en la cual no se materializa ninguna de las amenazas que menciona el artículo de don Henry. Por el contrario, aumenta la arborización en los potreros, reduce el uso de fertilizantes, aumenta la productividad, mejora el uso del agua y aumenta la biodiversidad. En otros países, en especial en los Estados Unidos, sí se ha incorporado el uso de los OGM en la ACI. Esta diferencia de enfoque con Costa Rica no pasó inadvertida en la conferencia de las partes (COP21) de cambio climático de París 2015, lo que motivó una publicación al respecto (http://www.iatp.org/blog/201512/the-clever-ambiguity-of-climate-smart-agriculture) por parte de la ONG Instituto para las Políticas de la Agricultura y el Comercio.

Concluyendo, tanto la modernización del registro de plaguicidas como la agricultura climáticamente inteligente son temas que el Ministerio de Agricultura y Ganadería venía promoviendo desde antes de las recomendaciones de la OCDE, simplemente porque hacerlo ayuda a la agricultura y al ambiente, como lo he demostrado con seriedad, aportando datos y documentos.

Fortalecer la producción de granos básicos, una decisión acertada frente a la pandemia

German Masís Morales

El Ministro de Agricultura y Ganadería ha anunciado una inversión de 2.800 millones de colones para apoyar al sector de granos básicos en el fomento de la producción y en el fortalecimiento de la seguridad alimentaria.

Esta iniciativa impulsada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería en conjunto con el Consejo Nacional de Producción permitirá incrementar el área de producción en 3.400 has y la producción nacional de frijol en 1.900 TM adicionales a partir de la próxima cosecha 2020-21.

El plan incluye tres proyectos, el primero de los cuales consta de la inversión de 1.200 millones provenientes de la Comisión Nacional de Emergencias, para la compra y distribución de semilla certificada de arroz y frijoles entre más de 3.000 productores de las regiones Chorotega, Huetar Norte y Brunca.

Según el Presidente Ejecutivo del CNP la semilla se entregará a los productores con menos de 4 Has de tierra, que representan el 60% de la fuerza productiva nacional. Por su parte en el segundo proyecto, el Instituto de Desarrollo Rural inyectará 800 millones adicionales para aumentar la compra de frijol nacional por medio del programa de Abastecimiento Institucional (PAI).

El tercer proyecto con aporte de 250 millones del FODESAF, que serán invertidos en la compra de dos cámaras de refrigeración, una en la zona norte y otra en la zona sur del país, para el almacenamiento de granos en condiciones adecuadas, que permitirá conservar cerca de 30 mil quintales de grano en espacios de almacenamiento climatizados con los que se garantice la calidad del producto.

Según manifestó el Ministro Alvarado, “estamos decididos a fortalecer la producción de granos básicos, mediante la transferencia de tecnología, el uso de semillas certificadas y mejoras en las condiciones de comercialización para beneficiar a las familias productoras y a los consumidores”. (mag.go.cr, Noticias,9-5-2020).

Este nuevo plan de las instituciones del sector agropecuario podría ser similar al Plan para la Producción Nacional de Alimentos Básicos, ejecutado durante la II Administración de Oscar Arias, originado en los problemas de escasez y altos precios de los alimentos provocado por la crisis económica mundial del 2007-08 que derivó en una crisis de abastecimiento de alimentos.

En esa oportunidad el Gobierno promovió el aumento de la producción y la productividad del arroz, el frijol y el maíz blanco en las regiones antes mencionadas, con una inversión cercana a los 20 mil millones de colones y en donde el abastecimiento de semilla se consideró un requisito indispensable sobre todo si se parte del principio de elevar la productividad, pues no se puede pretender la ampliación de las áreas de siembra si no se cuenta con la semilla necesaria para ese fin (Sector Agropecuario,2008)

Respecto a la ejecución de aquel plan, se cuestionaba que la crisis de abastecimiento surgía del desestimulo a la producción de granos iniciada hace dos décadas, el cual redujo sustancialmente los programas de investigación y transferencia, disponibilidad de infraestructura y el acceso a los programas crediticios.

El Plan de Alimentos anterior logró un éxito relativo en el aumento de la producción y la productividad del arroz y del frijol en un período de dos años, cuando se suspendió su ejecución, pero demostró que se puede elevar la productividad y mejorar la producción de granos, actividad tradicionalmente relegada, con la introducción de tecnologías de producción y manejo postcosecha apropiadas a las unidades de producción familiar. (Masís, G. Revista Ambientico Nª178,208).

Con el anuncio del nuevo plan de granos básicos, el ministro está siendo consecuente con los comentarios vertidos en su red social personal sobre el apoyo a la producción para el mercado interno y a la legítima preocupación por la seguridad alimentaria de la población, pero también es congruente con el pronunciamiento de la FAO sobre los efectos de la pandemia en la seguridad alimentaria en América Latina, cuando afirma que “para garantizar la oferta de alimentos básicos, es clave mantener el funcionamiento de las explotaciones agropecuarias, con especial atención a la agricultura familiar campesina, facilitar el transporte y acceso económico a insumos productivos (semillas, fertilizantes, piensos, etc.) y a maquinaria e infraestructura”. (FAO, Boletín, 27-4-2020).

Educar a la FAO: ¡una imperiosa necesidad!

21 de Marzo de 2019

Día Internacional de los Bosques

En 2012, la Asamblea General de la ONU proclamó el 21 de marzo como Día Internacional de los Bosques. El objetivo: generar conciencia sobre la importancia de los bosques. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), organizadora del Día, eligió Los bosques y la educación como el tema para 2019; y pone énfasis en la importancia de “invertir en educación sobre los bosques”. Pero, ¿qué quiere decir la FAO con “educación sobre los bosques”?

A partir de lo que el WRM ha aprendido de las comunidades, la FAO debería reflexionar, al menos, sobre los siguientes 10 puntos:

  1. Las plantaciones no son bosques

La definición de bosque de la FAO considera que los bosques son básicamente “un conjunto de árboles”. Esto ignora las interconexiones vitales con otras formas de vida. Con esta definición, la FAO ha promovido activamente el establecimiento de muchos millones de hectáreas de plantaciones industriales de árboles, principalmente de especies exóticas, especialmente en el Sur global.

  1. Los bosques no pueden ser reducidos a lo forestal

En inglés “forestry” (forestal) es muy similar al sustantivo “forests” (bosques). Los promotores de las plantaciones usan indistintamente el término, de manera que engañan a la población. Bajo el término forestal se incluye todo lo relativo a la plantación industrial de árboles. De ahí que la FAO argumenta que es posible “plantar” bosques. La realidad es que sólo es posible plantar árboles, no bosques. Cuando la FAO creó un “Departamento Forestal” (y no un Departamento de Bosques), demostró la prioridad que tiene el concepto “forestal” en sus políticas.

  1. Plantar monocultivos de árboles no asegura el futuro

El mensaje de la FAO para el Día Internacional de los Bosques en 2013 fue “Planta un árbol, planta nuestro futuro”. Pero, ¿el futuro de quién? Los monocultivos a gran escala promovidos por la FAO amenazan la vida de las comunidades rurales porque tienen impactos devastadores, como la invasión de tierras comunitarias fértiles, el consumo masivo de agua y el uso de insumos tóxicos. Son un motor de la deforestación y una falsa solución a la crisis climática.

  1. Las plantaciones no protegen ni rehabilitan el agua y los suelos

La FAO transmite el mensaje de que las plantaciones de monocultivos de árboles pueden “proporcionar una serie de servicios sociales y ambientales”, entre ellos la “protección del suelo y el agua”. Sin embargo, cuando la FAO eligió el tema Bosques y Agua para el Día Internacional de los Bosques 2016, su video solo mostraba bosques; el video excluyó intencionalmente imágenes de plantaciones industriales de árboles que agotan las fuentes de agua y degradan los suelos.

  1. Los bosques no son solo un conjunto de árboles que almacenan carbono

Las conversaciones internacionales sobre el clima han reducido los bosques a meros depósitos de carbono. La FAO promueve esta visión reduccionista. En su Día Internacional de los Bosques de 2015, puso énfasis en la función de los bosques y los árboles como tan solo depósitos de carbono. Este concepto allanó el camino a los programas de “carbono de los bosques”, mediante los cuales se apropian de los territorios y criminalizan a las comunidades que dependen de los bosques. La única solución segura y urgente a la crisis climática es dejar los combustibles fósiles bajo tierra.

  1. Las plantaciones de biomasa no benefician a los pueblos ni a los bosques

Los documentos de la FAO argumentan que con las actividades forestales, bien hechas, “el sector de la producción de energía y otros sectores saldrían muy beneficiados”. Pero las plantaciones a gran escala de biomasa para energía destruyen las tierras y los bosques de los pueblos y benefician a los intereses empresariales. Por lo tanto, la pregunta acerca del beneficio para la producción de energía es: ¿para qué y para quién?.

  1. Las plantaciones industriales de árboles aumentan el acoso y la violencia sexual contra las mujeres.

Entre los impactos invisibles de las plantaciones industriales de árboles y la tala industrial de bosques se encuentran el acoso y la violencia sexual contra las mujeres. Si bien la FAO ha elaborado algunos documentos sobre mujeres y bosques, éstos no abordan dichos abusos.

  1. El Manejo Sostenible de Bosques no detiene la pérdida de bosques

La FAO afirma que ayuda a los países a “manejar sus bosques de manera sostenible”. Sin embargo, el antiguo y destructivo modelo de tala industrial permanece escondido detrás del concepto de Manejo Sostenible de Bosques (MSB) de la FAO. Al promover el MSB, la FAO -al igual que los esquemas de certificación, como FSC– permite que continúe la tala industrial.

  1. La industria forestal no es una buena asesora para el cuidado de los bosques

La FAO recibe asesoramiento del llamado Comité Consultivo de Industrias Sostenibles de Base Forestal (ACSFI). Sus miembros provienen principalmente de la industria forestal, responsable de la deforestación y el acaparamiento de tierras.

  1. Las comunidades que dependen de los bosques saben cómo cuidarlos

Las comunidades que dependen de los bosques tienen un profundo conocimiento sobre ellos. La FAO debe re-aprender acerca de los bosques y de los dañinos impactos de la industria forestal a partir de lo que pueden enseñarle las comunidades que dependen de los bosques y otras comunidades afectadas por esta industria.

¿Qué más crees que la FAO debería aprender sobre los bosques?

 

Enviado a SURCOS por Yiski.

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Buscan eliminar plaguicidas altamente peligrosos en cultivos del café

Entrega especial de Viernes Científico

  • Investigación del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (Iret-UNA) promueve el uso de tratamiento alternativos al uso de plaguicidas altamente peligrosos, que ponen en riesgo la salud de los productores y el ambiente

 

Laura Ortiz C./Periodista UNA

Costa Rica importa cerca de 12 millones de kilogramos de ingredientes activos de plaguicidas por año, la mayoría proviene de China, India y Estados Unidos, de esa cantidad, cerca del 80 por ciento se considera Plaguicidas Altamente Peligrosos (PAPs), es decir, pueden causar graves daños a la salud y el ambiente, tanto de forma aguda como crónica.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la red PAN (Pesticide Action Network), han propuesto la reducción en el uso y la prohibición gradual de los PAP como una demanda mundial ante los riesgos para la salud y el ambiente que ocasionan estas sustancias químicas.

Desde el Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (Iret-UNA) se desarrolla el proyecto “Alternativas para la reducción y eliminación del uso de PAPs”, financiado por el Programa de Nacionales Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) y basado en el “Enfoque estratégico para el manejo de sustancias químicas (SAICM)”.

“A nivel internacional el fin es buscar controles y alternativas efectivas para los productores, con el propósito de abandonar por completo el comercio y empleo de estos plaguicidas y reemplazarlos por alternativas más seguras y agroecológicamente más sustentables. En el proyecto, lo que hicimos fue diagnosticar el uso, las prácticas agrícolas riesgosas y las alternativas de menor impacto en salud y ambiente a lo largo de todo el ciclo de vida de los PAPs (importación, regulación, distribución, uso y disposición de residuos), en los cultivos de café y piña que se desarrollan en el país”, dijo Fernando Ramírez, investigador del Iret-UNA y coordinador del proyecto.

Según el Censo Nacional Agropecuario realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en el 2014 se reportó que a nivel nacional se siembran 82.511 hectáreas de café y 37.644 de piña, de acuerdo con el diagnóstico realizado por el Iret-UNA, en promedio se utilizan 2,37 kilogramos (kg) de ingrediente activo PAPs por hectárea por año (i.a/ha/año) en la producción de café y 29,52 kg i.a/ha/año en el cultivo de piña, este último dato, tras un análisis en Pital de San Carlos, Alajuela.

Contra la roya

Una de las enfermedades más importantes que enfrentan los cultivos de café en el país es la conocida como “roya”, ocasionada por el patógeno Hemileia vastatrix. De acuerdo con el Centro de Investigaciones en café (Cicafé), durante muchos años los caficultores han controlado la plaga por medio de diferentes prácticas, una de ellas el empleo de fungicidas químicos sintéticos, pero el abuso de estas sustancias, ha producido incrementos en los costos de producción, riesgo de aparición de fungorresistencia, contaminación del ambiente, destrucción de la fauna beneficiosa y riesgos contra la salud pública.

Para este estudio se trabajó en dos fincas cafeteras de manejo convencional, la primera ubicada en Santa Lucía de Barva de Heredia, y la segunda en Pirrí de Alajuela.

En ambas fincas los ensayos se hicieron para evaluar la eficiencia contra la roya de los productos alternativos Bacillus subtilis, caldo bordelés, extracto de árbol Melaleuca alternifolia, caldo sulfocálcico y el hongo Lecanicillium lecanii, comparado con la eficiencia de tres fungicidas catalogados como PAP (triadimenol y epoxiconazol + piraclostrobina) y un sintético catalogado como no PAP (trifloxistrobina + ciproconazole). Se evaluó la incidencia y severidad de roya 30 días después de la aplicación de los tratamientos, los cuales se aplicaron en cuatro ocasiones durante el ciclo del café.

De acuerdo con la investigación, en lo referente a las alternativas, la que dio mejores resultados, es decir menor incidencia y porcentaje de hojas con menos lesiones, fue el extracto comercial de té + fungicida no AP, sin embargo, es el más costoso de todos y por lo tanto poco accesible para los productores.

En la finca El Cántaro, independientemente del tratamiento ya sea químico o alternativo, no hubo diferencias significativas en los rendimientos, lo que concluye que estos últimos pueden incorporarse en el manejo fitosanitario de la roya.

Según los resultados, el caldo sulfocálcico + Lecanicillium lecanni, fue el de mayor rendimiento, a pesar de que la incidencia alcanzó un 26 por ciento a finales de setiembre, este tratamiento tuvo un costo de 116.000 colones/ha, mucho menor al costo del tratamiento con extracto comercial del árbol de té + fungicida no AP, pero más costoso que los tratamiento químicos. El uso de caldo sulfocálcico +Lecanicillium lecanii constituye una opción para el manejo efectivo de la roya del café.

Además de Ramírez, en este estudio participaron las investigadoras Silvia Luna, Martha Orozco y Stephanie Williamson. Estos resultados fueron presentados el pasado 27 de abril en un taller regional denominado “Alternativas para la reducción y eliminación de plaguicidas altamente peligrosos en el cultivo de café”, donde participaron productores y representantes de organizaciones públicas y privadas relacionadas con la producción.

En Costa Rica se utilizan 21 plaguicidas conocidos por ser extremadamente o altamente peligrosos según la clasificación de la OMS.

¿Qué es un PAP?

Un plaguicida se considera altamente peligroso si:

  • Tiene toxicidad aguda alta o extrema.
  • Puede causar muerte por inhalación.
  • Tiene toxicidad crónica (efecto a largo plazo).
  • Cumple con más de uno de los siguientes criterios: persistente, tóxico para organismos acuáticos y/o bioacumulable.
  • Es altamente tóxico para las abejas.
  • Está incluido en convenios ambientales internacionales.

 

***Para mayor información comuníquese con Fernando Ramírez, investigador del Iret-UNA (8812-2914) o con la Oficina de Comunicación de la UNA (2277-3660.

 

*Imagen de portada con fines ilustrativos.

Enviado a SURCOS por UNA Comunicación.

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Aclaración sobre “premio” de FAO sobre pesca ilegal

Lo que expresamente se está premiando es la adhesión a un tratado que vendría a combatir la pesca ilegal en el futuro. Se premió en total a los 34 partes firmantes del llamado Acuerdo sobre medidas del Estado rector del puerto, las cuales representan a un total de 61 países (incluidos los de la Unión Europea).

Nuestro país está lejos de ser reconocido en la lucha por la pesca ilegal pues:

  • En 6 años pasamos del puesto 35 en 2011 a 130 a nivel mundial en 2016 en el índice de Salud de los Océanos, y mientras descendemos 95 puestos, el MAG por medio de INCOPESCA es responsable de burlar el principio precautorio y ponernos en vergüenza mundial por la exportación de aletas de tiburón, y como si faltara más hoy se insiste en un proyecto de pesca de camarón por arrastre que terminará con acabar, con el fondo marino y su diversidad (FECON,11-3-16).
  • En INCOPESCA no ha habido asomo de ninguna reforma integral de esta institución, que es incapaz de hacer una buena gestión del mar, como reconoce el MAG ante sus propias limitaciones para controlar la pesca de palangre, incumpliendo el decreto 38681. El Ministerio de Agricultura reconoce que de las reglas emitidas desde el 2014 para la pesca de palangre, a la fecha son pocas las que se cumplen. Según consigna una nota del Diario Extra del 25 Febrero, 2016: para la protección del atún y especies afines, el MAG reconoce que no hay capacidad para ejecutar las acciones dispuestas en el decreto debido a la lejanía y escaso personal. Otro que punto en el que no hay cumplimiento es en el establecimiento de dispositivos de control satelital en las embarcaciones nacionales de palangre, que pescan atún, corvina, tiburón, entre otras especies. No obstante, estas continúan recibiendo el combustible a un precio preferencial. Combustible que se usa para pescar ilegal en la isla del Coco y para trasegar droga.
  • Además para aumentar la vergüenza mundial la aleta de tiburón martillo exportada pudo ser pescada ilegalmente en la Isla del Coco y con combustible subsidiado. Así lo denuncio la Federación Ecologista en marzo del año pasado (FECON, 11-3-15). Esta paradoja se hace especialmente grosera cuando se constata que quienes en el SINAC han autorizado la exportación de las aletas son quienes no logran proveer a los guardaparques de Isla del Coco de los medios necesarios para lograr meter a la cárcel a quienes violan las leyes que resguardan este sitio patrimonio mundial de la Humanidad. Tampoco hay que olvidar que estas embarcaciones han recibido o reciben aún subsidios para combustible del INCOPESCA lo cual es un doble premio a estas malas conductas de este sector pesquero que nada tiene que ver con la pesca artesanal.
  • Según la FAO, Costa Rica figura entre los mayores exportadores de aletas de tiburón. Entre 2008 y 2011, el país exportó más de 300 toneladas anuales. Desde el punto de vista ecológico, los datos de la FAO (2014) significan que la matanza de tiburones en el país (solo para exportar sus aletas) puede haber llegado –utilizando números conservadores y considerando solo el dato de las 300 toneladas anuales–a 660.000 tiburones al año. (Estado de la Nación, 2015)
  • El ministro del MAG es el responsable político de la exportación de la aleta de tiburón, acción por la cual debería compartir el “galardón” de enemigo mundial del tiburón junto con el Presidente Solís ( FECON, 23-11-15).
  • Este gobierno es responsable además solicitar el aumento 7000 toneladas adicionales de atún que se sobrexplota y se regala en nuestras aguas. (Semanario Universidad, 19 -7- 2014). Según denunció el biólogo Enrique Ramírez Guier la falta de políticas y manejo de las pesquerías, que ha llevado a una caída en el 50% de los desembarcos de productos pesqueros en los últimos 10 años. Mientras esto ocurre, la flota internacional de cerco atunero se ha llevado aproximadamente 25.000 toneladas de atún al año con un valor de mercado de $70 millones (atún de enlatado) y un valor potencial (atún fresco) para la pesca con anzuelo para pescadores nacionales de $250 millones, pagando esa flota solo el 0,6% del valor potencial del atún que se llevan a otros puertos( Ver articulo completo).

 

*Imagen con fines ilustrativos tomada de http://feconcr.org/

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¿Se extingue la agricultura en Costa Rica?

Mauricio Álvarez M.*

Se extingue la agricultura en Costa Rica

Hacerle honor a las personas que entregan su vida al cultivo de la tierra, a mujeres, hombres, niños y niñas, labriegos sencillos recita el himno nacional, es reconocer nuestra falta de agricultura, el casi exterminio del pequeño productor bajo la dictadura de la agroindustria que acapara nuestras tierras y beneficia a unos cuantos y ni siquiera sus frutos son para el consumo nacional, atentando contra nuestra seguridad alimentaria.

Los datos son contundentes el 60% de la producción nacional de nuestro país es para la exportación de banano, piña, café, aceite de palma, plantas, follajes, flores, yuca y melón (FAO, 2012). Todos producidos como monocultivos que contribuye a que seamos el primer lugar mundial en importador de plaguicidas o venenos (FAO, 2010). Lejos de nuestros competidores en América tropical como Colombia, Ecuador, Honduras o Brasil.

Es mucho veneno

Sí, es la mejor palabra que puede describir a los plaguicidas y otras sustancias de origen sintético utilizados en la agroindustria. Ampliamente asociados a múltiples problemas a la salud, como: cáncer, deformaciones en fetos, problemas de aprendizaje, alergias, intoxicaciones agudas y por tanto la muerte. Responsables también de contaminación de cuencas, hoy hasta son responsables de muerte en el mar.

Según estadísticas de la FAO en 2010 Costa Rica consumió: 24,56 Kilogramos de ingrediente activo (el compuesto químico que ejerce la acción plaguicida) por hectárea al año (i.a/ha/año), le sigue Colombia con 14, 50 y China con 17,81.  Mientras, en fertilizantes según los datos del Banco Mundial estamos en los primeros lugares del mundo de mayor de consumo de fertilizantes superando 5 veces el promedio mundial, Costa Rica tiene un promedio de consumo de 705 kg mientras el rango mundial ronda los 141 kg por hectárea de tierra cultivable, lo cual nos coloca por encima de cientos de países y regiones.

Eso demuestra que estamos forzando a la agricultura de nuestro país a llegar a un umbral de producción – contaminación, a ganar más dinero con un creciente daño ambiental que se vive a corto, mediano y largo plazo.

Los estudios sistemáticos del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (IRET) y estadísticas globales demuestran que el uso y abuso de venenos agrícolas ha aumentado significativamente en Costa Rica, sin haber aumentado las áreas agrícolas en el país. El agotamiento de la frontera agrícola explica el abuso de venenos. La cantidad de agrotóxicos importados por Costa Rica ha aumentado 3,14 veces desde 1977. Sólo en plaguicidas importó 184.817 toneladas de ingrediente activo entre 1977 al 2006.

Además, la importación de insecticidas, fungicidas y demás venenos está dentro de los principales 15 productos importados y generó en 2011 unos egresos al país por 136.6 Millones de US$  (PROCOMER, 2011), todo ello a costa de un gran despojo y una creciente concentración de tierras en pocas compañías.

Nos quedamos sin tierra

Veamos un ejemplo: el 60% de la producción de palma aceitera está en manos de transnacionales y grandes cooperativas.  Con una agresiva pero silenciosa expansión pasó de 57,000 hectáreas en 2010 a 67,562 en 2013 a un estimado de 71,500 has para el cierre del 2014. En Banano el 52% de la producción está en mano de transnacionales (Chiquita, Dole, BANDECO), lo demás lo siembran productores independientes que le venden a las transnacionales que exportan y comercializan.

En crisis nuestra seguridad alimentaria

Mientras entregamos nuestras mejores tierras a transnacionales para la exportación de postres estamos importando los principales productos de consumo cotidiano: los frijoles comunes, el arroz con cáscara, el maíz amarillo, el frijol de soya y el trigo.

Un cálculo del 2008 aseguró que necesitaríamos unas 283 mil hectáreas adicionales de maíz blanco (16000) y amarillo (150000), fríjol (41000) y arroz (76000) si se quiere abastecer la demanda nacional, pero cómo asegurarnos nuestros granos básicos si toda nuestra tierra está concentrada en agro negocios de exportación (Baltodano p EN, 2008).

En 2008 se declaró la crisis de los alimentos a nivel mundial, y hasta el gobierno neoliberal en Costa Rica, responsable histórico de esta ruina, reconoció la importancia de recuperar nuestra soberanía alimentaria no sólo por el aumento de los precios sino por el desabastecimiento de los alimentos en el mundo.

Esta crisis debió servir para tomar conciencia de la urgencia de superar la era de los agrotóxicos y la mega agroindustria, y apuntar seriamente a recuperar nuestra soberanía alimentaria y gestión justa y sostenible de las tierras cultivables.

No hace falta alimento ni producción. Hace falta justicia y equidad en el campo. Hay muchas formas de controlar plagas sin necesidad de usar venenos químicos.  Son cada vez más las familias que están mejorando sus ingresos, su salud y el ambiente con la agricultura orgánica que en pocos años crece rápidamente para convertirse en una opción más justa y popular.

*Presidente Fecon y profesor UCR

 

Enviado a SURCOS Digital por FECON.

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Las razones de la rabia patronal contra la Ley Procesal Laboral

En Costa Rica siempre han mandado los patrones, al punto que en una época, un pequeño grupo de terratenientes y ricos comerciantes se reunía y decidía quién sería el presidente de la República que gobernaría para ellos.

Durante buena parte del periodo republicano, no hubo legislación laboral y los contratos de trabajo se firmaban directamente entre el trabajador y su patrono, que era el que imponía los términos de la contratación a su favor.

En la década de los 40, esa situación comenzó a cambiar como resultado de la crisis económica y las ideas de avanzada que llegaron al país con el conocido resultado de la promulgación del Código del Trabajo y las Garantías Sociales. Esos grandes pasos en materia de justicia social permitieron que prevaleciera la paz social por varias décadas.

En los últimos 30 años las condiciones socio – económicas han cambiado y el nivel de vida de una parte de la población trabajadora se ha deteriorado severamente, haciendo que el Código del Trabajo aprobado hace 71 años resulte hoy insuficiente para proteger a las personas trabajadoras.

En la Costa Rica de hoy, tres de cada diez patronos incumple con el pago del salario mínimo en Costa Rica, según un estudio elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

La situación se agrava en las zonas rurales, en las que el incumplimiento del salario mínimo supera en 66% superior el de las zonas urbanas, afectando principalmente a los trabajadores agrícolas, debido, entre otras causas, a la baja sindicalización.

Mientras tanto, cerca de medio millón de trabajadores no reciben sueldo cuando se ausentan por enfermedad y a casi 400 mil asalariados no se les pagan las vacaciones.

El 14,5% de las personas ocupadas, principalmente en la agricultura, la construcción y el trabajo doméstico, no están cubiertas por el seguro social.

Detrás de esas cifras está el sector más retrógrado de la clase patronal costarricense que no paga salario mínimo, que despide trabajadores cada tres meses sin responsabilidad patronal, que echa a las obre ras que se embarazan.

Es de esa manera como amasan sus fortunas los dueños de las plantaciones de cítricos, piña y otras frutas, así como algunos empresarios de la construcción.

Son esos empresarios los que con rabia vociferan contra el levantamiento del veto sobre la Ley Procesal Laboral del Presidente Solís, ya que se trata de una ley que viene poner remedio a la explotación inmisericorde de la fuerza de trabajo, actualizando el Código de Trabajo de 1943 y haciendo valer los derechos humanos laborales.

Levantar el veto a la Ley Procesal Laboral fue la mejor decisión que pudo tomar el Presidente Solís, aunque para la cúpula empresarial sea inadmisible que un presidente deje de obedecerles y se ponga del lado de los trabajadores.

En esta batalla por los derechos laborales, es justo reconocer el papel que ha jugado un sector lúcido del sindicalismo costarricense, así como la valentía de la fracción parlamentaria del Partido Frente Amplio y de algunas y algunos diputados del PAC.

Manuel Rodríguez Acevedo, secretario general; Tyronne Esna Montero, secretaría de Relaciones Públicas. 17 de diciembre de 2014

 

Información enviada a SURCOS Digital por Divulgación Sitrapequia.

Gobernar la tierra en beneficio de las mujeres y los hombres

Gobernar la tierra en beneficio de las mujeres y los hombres

Una guía técnica para apoyar la gobernanza de la tenencia de la tierra responsable y equitativa en cuanto al género. Una producción de la FAO.

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Gobernar la tierra en beneficio de las mujeres y los hombres

 

Material compartido mediante SURCOS Digital por Flor Abarca Alpízar.

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¡Prohibido pescar camarón!

Prohibido pescar camarón

Dr. Freddy Pacheco

LAS DISPOSICIONES ACTUALES resultan en una PROHIBICIÓN de pescar camarón en Costa Rica, por lo que el mercado se abastecería exclusivamente de camarón importado que es PESCADO USANDO LAS TÉCNICAS QUE PROHÍBEN SU PESCA EN AGUAS TICAS. Su valor será mayor y los únicos beneficiarios serán los pescadores de otros países, MIENTRAS LOS CAMARONEROS COSTARRICENSES no tendrán ese fuente de ingresos.

A la Sala IV, en términos marinos, “LA EMBARCARON” con la resolución tomada a la ligera y oyendo solo una parte de la historia. Es hora de tratar de corregir el entuerto, y para ello existen (como anotamos en forma resumida a continuación) técnicas pesqueras que permiten reducir significativamente el desperdicio. En NINGÚN OTRO PAÍS del planeta se ha prohibido su pesca… (esto hemos de valorarlo) pues aunque sea con técnicas de arrastre, tampoco es que con su relativamente pequeño tamaño, las redes usadas jamás estarían arrasando con toda la fauna marina…, como algunos interesados lo han afirmado.

«En 2002, la FAO se alió con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial para lanzar un proyecto quinquenal dirigido a reducir las capturas no deseadas en la pesca del camarón.

Como organismo ejecutor, la FAO gestiona las actividades del proyecto en el terreno, trabajando con la industria camaronera, los pequeños pescadores, los organismos nacionales y regionales de pesca para introducir nuevas tecnologías y métodos de pesca que permitan capturar tan solo los peces deseados y de un cierto tamaño, dejando escapar a los más pequeños y a las otras especies, como las tortugas marinas La FAO proporciona aparejos para el arrastre modificados y lleva a cabo talleres con los pescadores y armadores para explicarles su uso adecuado y los cambios en las técnicas de pesca. Al mismo tiempo, la Organización apoya la realización de experimentos con buques equipados con sensores de alta tecnología y monitores submarinos que evalúan la eficacia de las nuevas redes de arrastre.

Excelentes resultados

“Ya se han obtenido excelentes resultados, con una reducción de los descartes de hasta en un 50 por ciento en algunos casos”, explica Jeremy Turner, del Departamento de pesca de la Organización de la ONU.

Ello no solo beneficia a los ecosistemas locales y a la población de peces –permitiendo que los bancos pesqueros sean más productivos-, sino que también significa un ahorro para los pescadores, que ya no tienen que perder tanto tiempo seleccionando y procesando las capturas.

La situación en Asia es sin embargo más complicada. Allí los salarios de los pescadores a veces no superan un dólar EE.UU. al día, por lo que las capturas incidentales a menudo no se descartan.

Los armadores permiten a la tripulación venderlas para el consumo humano o la acuicultura. “Representa una importante fuente de ingresos para ellos, por lo que es necesario tenerlo en cuenta además de entregarles la nueva tecnología”, asegura Turner.

Los países en los que la FAO está ejecutando el proyecto incluyen Bahrein, Camerún, Colombia, Costa Rica, Cuba, Filipinas, Indonesia, Irán, México, Nigeria, Trinidad y Tobago y Venezuela. En esta iniciativa participa también el Centro para el desarrollo de la pesca en el Sudeste asiático (SEAFEC, por sus siglas en inglés).

Las modificaciones de las redes de arrastre para camarones que promueve la FAO – La eficacia de estas tecnologías puede variar en función de las condiciones locales.

Dispositivos reductores de las capturas incidentales

Son modificaciones de los aparejos de pesca diseñadas principalmente para excluir las capturas accidentales en las redes de arrastre del camarón. Estos dispositivos ayudan además a excluir otro tipo de especies animales, así como a otros restos flotantes en superficie.

Dispositivos de exclusión de especies jóvenes y descartes

Diseñado para excluir a los peces pequeños –normalmente ejemplares jóvenes o de especies no comerciales- de las redes de arrastre, resultando en una captura de camarones adultos y de peces de mayor tamaño».

 

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