La periodista, fotógrafa y escritora francesa Laurène Daycard, publicó su artículo Feminicidio, radiografía de un crimen multiforme en el cual introduce una nueva perspectiva analítica del concepto tradicional asignado a un acto femicida.
Mediante este artículo, la autora aborda el feminicidio como un fenómeno complejo y multifacético que va más allá del simple homicidio de mujeres por una pareja sentimental.
Daycard analiza el feminicidio no solo desde una perspectiva legal, sino también sociocultural, señalando cómo las estructuras de poder, la desigualdad de género y la violencia sistemática contra las mujeres contribuyen a la realización de este crimen. También la autora argumenta que el feminicidio debe entenderse como una manifestación extrema de la violencia patriarcal, y que su prevención y erradicación requieren un enfoque integral que involucre cambios en la sociedad, el sistema judicial y las políticas públicas.
Por otra parte, destaca la importancia de reconocer las diferentes formas que puede tomar el feminicidio, ya sea en el ámbito doméstico, laboral, sexual o en el contexto de violencia organizada, lo que convierte a este crimen en un fenómeno multiforme como lo colocó en el título de su obra.
Le invitamos a descargar este archivo adjunto que introduce un énfasis en la necesidad de visibilizar y cuestionar las narrativas y las prácticas que normalizan o minimizan el feminicidio, así como en la urgencia de un enfoque interdisciplinario para abordarlo. Así como también, leer este llamado a la acción para enfrentar dicho crimen de manera efectiva, reconociendo su complejidad y tomando medidas estructurales en todos los niveles de la sociedad.
Descargue el PDF con el artículo completo de Laurène Daycard publicado por Le Monde Diplomatique.
La Comisión Internacional de Juristas de América Latina realizó una entrevista con Ana Marcia Aguiluz Soto, quien es la directora regional para América Latina de American Friends Service Committee.
Durante este, se desarrollaron 5 apartados relacionados a la temática “La violencia contra las mujeres”. En primera instancia se consultó sobre la situación actual de la violencia contra las mujeres en Latinoamérica.
Ana Marcia comenta que, según las Naciones Unidas, una de cada tres mujeres en el mundo sufre o ha sufrido algún tipo de violencia. Ahora bien, recalca la relevancia de entender las nuevas formas de violencia, más allá de la violencia “tradicional”. A esta refiere la violencia: sexual, institucional, el acoso callejero, la falta de acceso a servicios de salud y la obstétrica. También comenta que existe una violencia estructural la cual se basa en las brechas entre hombre y mujeres. Algunos datos al respecto que menciona Ana Marcia son que al día de hoy se requieren 131 años para alcanzar la paridad de género, así como para cerrar las brechas legales se requieren 286 años, en términos de representación en puestos de poder 140 años, esto según el Foro Económico Mundial
Seguidamente se le consultó sobre cuáles medidas se pueden implementar para eliminar la normalización de la violencia contra la mujer. Ella comenta que es importante entender que existe un sistema y este es patriarcal. Es a este al que hay que atacar, en donde se busque cambiar patrones culturales, establecidos en instituciones que lo replican como: el sistema educativo, la iglesia y los medios de comunicación. Estos espacios se dedican a establecer roles predeterminados para hombres y mujeres, el comportamiento de cada uno de esos roles, desarrollar sesgos y estereotipos.
Asimismo, se le consultó por cuáles medidas legales pueden ser más efectivas para reducir la impunidad en casos de violencia de género y feminicidio. Ana Marcia comenta que sobre todo deben ser medidas de prevención, en las cuales se trabaje en los patrones culturales, asimismo, paralelamente deben existir leyes que penalicen conductas de violencia. En esta línea, se le preguntó sobre cambios legislativos o iniciativas para combatir la violencia de género en línea. Ella comenta que hay que comenzar por tipificar las conductas de violencia de género ante las nuevas formas de violencia, posteriormente realizar una revisión de las normas existentes y por último trabajar con las grandes empresas de tecnología para contribuir a la educación de la población.
Finalmente, se le consultó sobre el rol de las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil en la prevención de la violencia de género. A lo cual respondió que estas actúan como contrapeso social, ya que denuncian todas las problemáticas. Por otro lado, comenta la labor de sensibilización, que busca un mundo igualitario y un mundo justo, que sea realmente inclusivo.
Denunciamos que es una burla a la justicia la condena al policía Jarol Perdomo Sarmiento, único acusado de este vil asesinato
17 de febrero, 2024.
El 7 de febrero del 2021, bajo custodia policial, fue vilmente asesinada la estudiante lenka de enfermería, Keyla Patricia Martínez Rodríguez, en las celdas de la UDEP N°10 ubicada en La Esperanza, Intibucá.
Organizaciones y personas, a nivel nacional e internacional, manifestamos nuestra profunda solidaridad con la madre doña Norma y su familia. Así, nos unimos para denunciar que el pasado miércoles 14 de febrero el Tribunal de Sentencia de Siguatepeque emitió la arbitraria sentencia contra el policía Jarol Perdomo Sarmiento, como único acusado de un feminicidio de esta naturaleza en el cual tienen que estar implicados la cadena de mando, un Tribunal que claramente ha demostrado tendencia a encubrir y proteger a los responsables de este crimen.
Han pasado 3 años de este infame feminicidio. Perdomo fue condenado a cinco años, de los cuales en este mes de abril cumplirá 3 años en prisión y los dos años restantes de la sentencia los podrá pagar en efectivo a razón de diez lempiras diarios ($0.41 dólares). Quedará libre bajo la calificación de homicidio imprudente, a pesar de que las autoridades en el 2021 hicieron caso omiso a la recomendación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, quienes instan a tipificar este crimen como feminicidio agravado de acuerdo con los lineamientos del Protocolo de Minnesota, en un escenario de sistemáticos feminicidios que también han quedado en la impunidad.
Nos preocupa que a la familia de Keyla se le ha negado contar con un justo acceso a la justicia y a la información completa y oportuna, los cuales son derechos humanos inalienables. Pese a eso, sus raíces lenkas, como pueblo originario de Honduras, les ha dado la determinación de seguir luchando ante las instancias que sean necesarias exigiendo JUSTICIA PARA KEYLA para que sus asesinos y cómplices no queden libres ni en impunidad.
Las organizaciones y personas firmantes hacemos un llamado al gobierno hondureño, al Ministerio de Derechos Humanos y al poder judicial para que se haga justicia pronta a este vil feminicidio.
¡Justicia para Keyla!
Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos
Consejo Consultivo:
Argentina Adolfo Pérez Esquivel Premio Nobel de la Paz, Stella Calloni Corresponsal de la Jornada en Buenos Aires; Colombia Rubiel Vargas Secretario Ejecutivo Nacional del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos de Colombia (CPDH), María Cardona Mejía Defensora de Derechos Humanos, Dr. Mario Hernández ÁlvarezCoordinador Doctorado Interfacultades en Salud Pública Universidad Nacional de Colombia, Víctor Osorio Cadena Presidente del Sindicato Nacional Memoria Viva; España Ana Andrés Ablanedo Defensora de Derechos Humanos de Soldepaz Pachakuti, Ricardo Sánchez Andrés miembro de la junta de la (ACP) Asociación Catalana por la Paz – miembro de la Asamblea de Internacional de (Comunistes de Catalunya) y miembro permanente del consejo de Solidaridad de la Ciudad de Manresa, María Victoria Fernández Molina Candidata a Doctora en Derechos Humanos, Estados Unidos James Patrick Jordan Coordinador Nacional de la Alianza por la Justicia Global y Eduardo García Activista de la Alianza por la Justicia Global e integrantes del Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos capítulo Estados Unidos, Suiza José Manuel González López, Gerardo Romero Luna y Mariella Bauer integrantes del Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos capítulo Suiza; Venezuela Hugo Alberto Nieves Integrante del Movimiento Político – Social VAMOS, Zuleima Vergel Guerra Vocera Nacional del Movimiento Político – Social VAMOS de Venezuela, Indhira Libertad Rodríguez Red de Colectivos La Araña Feminista, José Miguel Gómez García Movimiento Internacional de la Economía de los Trabajadores, , Ali José Álvarez Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos – Movimiento Cultural Campesino Los Arangues Venezuela; Ecuador Abg. Franklin Columba Cuji Presidente de la Unión de Organizaciones Sociales Interculturales del Sur de Pichincha UOSISP de Ecuador; Bolivia Rodolfo Machaca Yupanqui Strio. General de Confederación Sindical Única De Trabajadores Campesinos de Bolivia – CSUTCB; Palestina Jamal Juma Coordinador STOP The WALL; Guatemala Ana Laura Rojas Padgett integrante de la Red de Integración Orgánica – RIO; Panamá Ligia Arreaga Integrante de la Alianza por un mejor Darién – AMEDAR; Brasil Gizele Martins del Movimiento de Favelas de Rio de Janeiro; Perú Betty Izaguirre Lucano Coordinadora General del Movimiento Alfa y Omega, Percy Katari Integrante de la Comisión de Comunicación del Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos, Director Internacional de ComuniSur, Impulsor del Frente Comunicacional Antiimperialista de Nuestra América, Responsable de la Secretaría de Países Andinos de Conaicop; Chile-Wallmapu – Territorio Mapuche Onesima Lienqueo Fundadora de la Red por la Defensa de la Infancia Mapuche;Honduras Coordinador General Christopher Castillo de laAlternativa de Reivindicación Comunitaria y Ambientalista de Honduras ARCAH; México Eduardo Correa Senior Profesor de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México – UACM, Dr. José Enrique González Ruiz Profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México – UNAM, Dr. José Rafael Grijalva Eternod Doctor en Derechos Humanos, Dr. Felix Hoyo Arana Profesor de la Universidad Autónoma de Chapingo; Daniela González López Coordinadora Internacional del Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos, Soledad Ortiz Vásquez Consejera General del Comité de Defensa de los Derechos de la Mujer – CODEM, Claudia Tapia Nolasco Consejera General del Comité de Defensa de los Derechos de la Mujer – CODEM, Lic. Hugo Aguilar Promotor y Defensor de Derechos Indígenas, Miguel González Muciño Director del Centro Cultural Las Jarillas, Arturo Díaz González Organización Proletaria Emiliano Zapata – Frente de Organizaciones Sociales de Chiapas OPEZ – FOSICH, Lic. Jocelyn García Fondón Integrante del Secretariado Técnico del Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos; Costa Rica Orlando Barrantes Cartín Coordinador General del Movimiento de Trabajadores y Campesinos MTC – Costa Rica.
Organizaciones integrantes:
Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos: Soldepaz – Pachakuti de España; Observatorio de Derechos Humanos Capítulo Suiza, de Suiza; Observatorio de Derechos Humanos Capítulo EU, Alianza por la Justicia Global, SOA Watch – Observatorio por el Cierre de las Escuela de la Américas de Estados Unidos; Movimiento Político – Social VAMOS de Venezuela,Red de Colectivos La Araña Feminista, Movimiento Internacional de la Economía de los Trabajadores, Movimiento Cultural Campesino Los Arangues de Venezuela; Colombianas y Colombianos por la Paz, Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, Observatorio de Paz, Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, Sur Occidente Colombiano Antonieta Mércury; Sindicato Nacional Memoria Viva de Colombia; Red de Integración Orgánica – Rio – Por la Defensa de la Madre Tierra y los Derechos Humanos de Guatemala; Comisión Multisectorial del Uruguay; Unión de Organizaciones Sociales Interculturales del Sur de Pichincha (UOSISP) de Ecuador; Confederación Sindical Única De Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB); Alianza por un mejor Darién – AMEDAR de Panamá; Movimiento Alfa y Omega de Perú; Movimiento de Favelas de Rio Janeiro Brasil, Red por la Defensa de la Infancia Mapuche Chile-Wallmapu – Territorio Mapuche Campaña Popular Palestina contra el Muro de Apartheid (Stop the Wall), Coalición de la Defensa de la Tierra Palestina Unión Palestina Campesina (Palestinian Farmers Union) de Palestina; Alternativa de Reivindicación Comunitaria y Ambientalista de Honduras (ARCAH) de Honduras; Comité de Defensa de los Derechos de la Mujer (CODEM), Instituto Mexicano de Desarrollo Comunitario (IMDEC), Centro de Atención en Derechos Humanos a la Mujer y el Menor Indígena (CADHMMI) y Centro Regional Indígena en Derechos Humanos “Ñuu-Savi” (CERIDH), Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural de Oaxaca (PRO – OAX), Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra en San Salvador Atenco (FPDT-Atenco), Taller del Sur, Colectivo de Mejoramiento Barrial de la Ciudad de México – Centro Cultural Las Jarillas, Colectivo por la Paz en Colombia desde México (COLPAZ), Frente de Organizaciones Sociales de Chiapas (OPEZ – FOSICH), Colectivo Ocho Trueno, Comité Universitario de Solidaridad con el Pueblo Palestino (CUSPPA), Colectivo Insurrección Visual, Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ), Centro Libre de Experimentación Teatral y Artística (CLETA – UNAM) de México; Costa Rica Movimiento de Trabajadores y Campesinos MTC; Frente Comunicacional Antiimperialista de Nuestra América y ComuniSur referentes internacionales de comunicación popular.
Adhesiones de más organizaciones y personas a nivel nacional e internacional
Organizaciones:
España (Palma, Baleares): Ensenyants Solidaris. Costa Rica: Asociación Costarricense de Derechos Humanos (ACODEHU), Bloque de Vivienda, Código Rosado-CR, Confederación Unitaria de Trabajadores (CUT), Departamento Ecuménico de Investigación (DEI), Partido Obrero Socialista (POS), Partido Revolucionario de las Trabajadoras y los Trabajadores (PRT), Unidos por la Caja, Buen vivir, Red de Mujeres Rurales de Costa Rica. El Salvador: Asociación Magisterial Inclusiva de El Salvador (AMIES), Equipo Ventana Abierta, Santa Marta. Honduras: Asociación para una Ciudadanía Participativa (ACI PARTICIPA), Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH), Red Nacional de Defensoras de los Derechos Humanos en Honduras. México: Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CLETA-UNAM), Colectivo Totlahtol Yoltok (Nuestra palabra vive)-Orizaba, Partido Obrero Socialista (POS).
A nivel personal:
Daniela González López (Observatorio de DDHH de los Pueblos). Bolivia: Ana María Vargas Sandoval. Colombia: Andrea Neira Cruz. Chile: Cecilia Castillo Nanjarí, Inés Pérez Cordero. El Salvador: Irma Díaz (AMIES), Luis Bonilla, Teresa Pérez. España: Pedro Polo Fernández. Costa Rica: Alejandra Bonilla Leiva, Alejandra Cordero Corrales, Allen Cordero Ulate, Ana Cecilia Jiménez Arce (ACODEHU), Ana Franzen, Ann Marie Saidy (Código Rosado), David Morera Herrera, Dennis Calix, Edison Valverde Araya (mensajero del Buen Vivir), Efraín Álvarez Briones, Fanny Reyes Ortiz, Grace Solano (PRT), Guadalupe Urbina Juárez, Javier Carvajal Monterrey, Juliana Gil Ortiz, karol Montero Rony, Laura Barrantes Blanco, Natalia Solís Rojas y Rebeca Murillo Arias (Unidos por la Caja, Olga Coronado Calvo, Óscar Leiva Cerrato, Pablo Hernández (POS), Silvia Regina de Lima Silva (DEI), Fabiola Bernal Acebedo, Fanny Reyes Ortiz, Magda Solís Alpízar, Marbella Martín Fragachán, Marielos Muñoz Solórzano (Bloque de Vivienda), María Trejos Montero, Marilyn Morris Zúñiga, Yamileth Monterrey López. Honduras: Camila Benítez Ramírez, Cristopher Castillo (ARCAH), Hedme Castro (ACI PARTICIPA), Iris Isabel Rivera, Miriam Miranda (OFRANEH), Moisés David Cáceres Velázquez, Nidia Fonseca Rivera, Osiris Villalobos, Yéssica Yamileth Trinidad Elvir (Red Nacional de Defensoras de los DDHH en Honduras) Guatemala: Egil Galindo Ovalle, Delmi Georgina Arriaza Pontoza. México: María Ramos Casiano, Lucía Morales Celestino y Alexander Lara Hernández (Colectivo Totlahtol Yoltok). Nicaragua: María Félix Arauz Reyes. Perú: Eduardo Arboccó Gallardo. Venezuela: José Amesty Rivera.
Pronunciamiento de la familia de Keyla Martínez Rodríguez
15 de febrero, 2024, Intibucá, Honduras
El 7 de febrero del 2021, bajo custodia de la Policía fue vilmente asesinada la estudiante de enfermería, Keyla Patricia Martínez Rodríguez, en las celdas de la UDEP N°10 ubicada en La Esperanza, Intibucá.
Han pasado 3 años desde que ella no está con nosotros. Este miércoles 14 de febrero 2024 conocimos la sentencia por parte de las autoridades del Tribunal de Sentencia de Siguatepeque, después de un largo juicio en el que claramente había una inclinación a favor del único imputado en este feminicidio. Lo han condenado a cinco años, de los cuales en el mes de abril cumplirá 3 años en prisión y los dos años restantes de la sentencia los podrá pagar en efectivo a razón de diez lempiras diarios ($0.41 dólares). Así, quedará libre bajo la calificación de homicidio imprudente, después de haberse burlado de la recomendación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, de tipificar como feminicidio de acuerdo con los lineamientos del Protocolo de Minnesota.
Como familia nos sentimos decepcionados y defraudados con la injusticia hondureña, tristes por la muerte de nuestra querida Keyla que como muchas otras han quedado en la impunidad y sus verdugos están libres con carta blanca para seguir delinquiendo en el país.
Desde el principio denunciamos muchas irregularidades en el proceso. Como víctimas y personas que no tenemos los recursos económicos suficientes para cubrir los costos legales, no tuvimos un justo acceso a la justicia ni a la información completa y oportuna.
Agradecemos a todas las personas, colectivos y organizaciones populares y de Derechos Humanos, a nivel nacional e internacional, que nos acompañan solidariamente en esta tragedia familiar.
Como desde tiempos de la invasión colonial, nuestra sangre Lenka nos impulsa a seguir luchando ante las instancias que sean necesarias exigiendo JUSTICIA PARA KEYLA y que sus asesinos y cómplices no queden libres ni en impunidad.
La justicia hondureña nos queda mucho a deber y recordemos que la muerte violenta
de mujeres incrementa día a día y las autoridades no hacen nada para protegernos.
¡Justicia para Keyla!
Frente a esta injusticia Norma Rodríguez, quien es la madre de Keyla Martínez, denuncia la complicidad del sistema judicial hondureño, al mismo tiempo que señala la ineficiencia del Estado frente a la violencia feminicida. Norma Rodríguez hace un llamado a las organizaciones sociales a formar parte de esta denuncia, y hace énfasis en sus raíces Lencas, las cuales la instan a tener fortaleza y seguir luchando para que se haga justicia. https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=1452566315656404&id=100019267502591&sfnsn=wa&mibextid=VhDh1V
Este concierto reúne distintas artistas amorosas para recaudar fondos para los costos legales del juicio por el feminicidio de María Tacsan tras anulación de sentencia absolutoria.
Apoyemos a la familia en este nuevo proceso legal para exigir ¡justicia para María Tacsan!
«Tengo 47 años, nací en Costa Rica, producto de una relación entre mi madre tica (de 35 años) y mi padre hondureño (de 63 años). De pequeña me decían que era «hija natural», porque mis padres no se casaron y no convivían juntos. Soy la menor de 13 hermanos y hermanas, la mayoría de los cuales no conocí por ser hijos de diferentes mamás», cuenta la abogada costarricense Marcia Aguiluz en el artículo «¿Qué significa ser mujer en Centroamérica?»
Como feminista y defensora de los derechos humanos, Aguiluz da un panorama crudo y certero de los muchos males, discriminaciones y violencias que azotan a las mujeres de la región.
Pero también pregunta y se pregunta, no solo en busca de respuestas sino para intentar empoderar a las mujeres y generar cambios. Sociales y personales.
Si pudiera desbaratar el patriarcado, dice, lo primero que desbarataría sería «la culpa que tenemos las mujeres y que llevamos en el cuerpo. La culpa de no ser perfecta. La culpa de no ser amada si no soy de tal manera. La culpa de tener hijos. La culpa de no tener hijos. La culpa de irme de mi casa. La culpa de quedarme. La culpa de trabajar fuera de casa. La culpa de quedarme en casa».
¿Cómo las violencias determinan a la mujer centroamericana?
En términos de homicidios, feminicidios, robos, los delitos tradicionales, Centroamérica claramente es una de las regiones más violentas del mundo.
A las mujeres la violencia nos cruza, nos atraviesa en el alma y lo vivimos de miles de formas.
Las cifras son escandalosas. Algunos ejemplos: sólo en 2022 hubo 1.128 feminicidios a nivel regional; en Guatemala entre enero y abril de 2022 se documentaron 1.013 casos de violación de niñas y adolescentes, y en Nicaragua cada 2 horas ocurre un caso de violencia sexual, alrededor de 15 por día.
Está además, la violencia del rol que se nos impone.
Lo digo siempre con mis amigas: ¡qué jodido!, ¿verdad?: cuando sos niña le debés obediencia a tus papás; cuando te casás, se la debés a tu marido; cuando eres madre a tus hijos y cuando envejecés, a tus papás porque tenés que regresar a cuidarlos.
¿Cuándo es el momento en que las mujeres somos libres?, ¿por qué siempre tenemos que estar al servicio de alguien más? Es tremendamente violento si lo ves en una línea de tiempo: ¿cuándo es el momento de nosotras?
Al hacer ese análisis en una mujer rural, en una que vive en Honduras, en una mujer lesbiana o trans, en una mujer migrante o con discapacidad, el panorama es aún más tremendo.
¿Y qué pasa con el estereotipo de la centroamericana voluptuosa, alegre, colorida? ¿Existe, convive?
Uno de los grandes problemas de los estereotipos es que nos imponen una forma de actuar.
Que se diga que la mujer centroamericana es alegre, que siempre está contenta, nos pone en un pedestal en el que es difícil caminar, aún cuando sea un estereotipo positivo. Tampoco nos da libertad, porque no tenemos derecho a enojarnos o a quejarnos.
El estereotipo de que la mujer centroamericana siempre está contenta también puede ser perjudicial, opina Aguiluz. Getty Images
Durante algunos años nos han hablado de que Costa Rica es el país más feliz del mundo y eso tiene su carga. Las trabajadoras de maquilas en Honduras ganan un salario que ni siquiera paga la canasta básica, pero aún así tienen que estar alegres.
¿Tenemos las condiciones para ser verdaderamente felices? ¿o se nos encasilla para que no rechacemos lo que nos está haciendo infelices?
Dices que te sientes profundamente centroamericana, ¿cómo es esa identidad?
Una identidad que hemos construído a lo largo de las amistades, de la lucha, los afectos, las rabias que nos da la injusticia de ver los comunes denominadores de los gobiernos, no importa si son de derecha o de izquierda.
Tenemos tantas raíces en común, a la vez tantos desafíos y una élite muy mezquina, ¿verdad?
Muchas veces hemos llorado. Yo conocí a Berta Cáceres (líder y activista indígena), trabajé con ella y recuerdo cuando me llamaron el día que la asesinaron en 2016 para decirme «mataron a Berta» y vos decís, pero ¿qué es esto?
Para mí ser centroamericana es sentir en la piel el dolor, los desafíos, las luchas y también las alegrías de mis hermanas y hermanos centroamericanos. Yo los siento en mi corazón y los vivo en mi piel.
De niña te decían que eras hija natural, ¿cómo te marcó?
Muchísimo porque siempre me hizo sentir menos.
Tenía una hermana mayor y ella era la hija del matrimonio, era la importante y todos los demás hermanos y hermanas hijos de mi papá, éramos de otra categoría.
Crecí con el inconsciente de que necesitaba ser más y debía destacar para ser digna de ser hija de papá. Por supuesto, una de pequeña no racionaliza, pero cuando lo veo en retrospectiva, sin duda alguna marcó muchísimo.
¿Se cuestiona aún que las mujeres que podamos tomar decisiones respecto de nuestra vida, sexualidad, maternidad?
Hay tres claves que guían mi trabajo como defensora: la lucha por la dignidad, por la igualdad y por la libertad, que no son iguales para todas las personas.
Como feminista no puedo decirle a una mujer «usted tiene que salir a trabajar y no hacerle la comida a su marido». Es una imposición violenta.
El tema es que las mujeres sean libres para decidir. Si su libre elección es quedarse en casa y tener diez hijos, aplaudo esa elección. Si quieren ser madres es maravilloso, pero de una manera consciente, no con la carga, la culpa y la señalización de que tiene que ser de esa manera.
La muerte de Berta Cáceres en 2016 tuvo un impacto regional e hizo que surgieran muchas preguntas sobre lo que estaba pasando en Centroamérica. Getty Images
Que las mujeres decidan lo que quieren para sus vidas, démonos esa posibilidad.
¿Cómo te has liberado en tu vida personal?
Es una lucha diaria. No llega un momento en el que uno dice: me liberé de todo esto.
Quizás empecé a transformarme hace unos 20 años, pero hace unos diez me convertí al feminismo y lo digo con orgullo: soy feminista.
Creo que es la primera liberación: reconocerme como una persona que cree en ciertas cosas.
Y antes que eso, la liberación de mí misma. He sido tremendamente estructurada, con metas muy claras y roles asumidos, y me llegó el cuestionamiento interno de decir, ¿qué es lo que hace que quiera esto?, ¿por qué cuando tenía 29 años dije es hora de formar una familia o me voy a quedar solterona? Y en efecto, lo hice.
Luego llegó el momento en el que pensé, esto no es lo que yo quiero.
Así que tomé decisiones que he considerado liberadoras, como un cierto estilo de vida familiar, criar a mis hijos bajo ciertos valores, crear una relación distinta con mi mamá.
Las mujeres tenemos esta cuestión con nuestras madres, donde les ponemos un peso muy grande.
Mi mamá era servidora doméstica, no tuvo acceso a la educación y yo crecí cuestionándola. ¿Por qué permitió esto? Una de mis liberaciones ha sido honrar eso, reconocer su fortaleza y que hizo lo mejor que pudo con lo que tenía.
¿Y con los hijos cuál ha sido la liberación?
Tengo mellizos, un niño y una niña, y hoy los crío equivocándome todo el tiempo y pidiéndoles disculpas, que no es cosa fácil, porque en los primeros años de sus vidas tenía que ser la mamá perfecta.
Era mi concepción, y el mensaje que les estaba dando les generó ansiedad porque en ese nivel de perfección también era tremendamente exigente.
¿Qué estoy haciendo colocándoles un ideal de mujer que no existe?, me pregunté.
Ser la mamá que se levanta a la hora perfecta, que se acuesta a la hora perfecta, que cumple las 50 tareas del día, que va al trabajo, le va bien y además es amorosa, tiene un costo personal enorme.
Entonces fue rebobinar y decir no, no, perdón, perdón, no soy la mamá perfecta. Y conversar con ellos desde la imperfección, algo tan simple como decirles, bueno, resulta que yo también tomé licor cuando era adolescente, también me enamoré de una persona, hice estupideces.
Creo que la peor trampa que nos ha jugado el patriarcado a las mujeres es este ideal de perfección que también estaba transmitiéndole a mis hijos y que no existe.
En el artículo te refieres al aborto en Centromérica, donde es ampliamente penalizado, ¿el cuerpo de las mujeres le sigue perteneciendo a otros?
Nunca ocurrió de otra manera en Centroamérica. Ningún país permite el aborto libre, solo en algunos está permitido en situaciones extremas.
Hace poco en Costa Rica tuvimos el caso de una niña de 12 años que tuvo una bebé y el presunto violador, que era su padrastro, parece que la secuestró. No solamente hay una bebé desaparecida, sino una niña de 12 años con una hija y el sistema no detectó que había un problema.
El aborto es un tema que genera divisiones y debates en Centroamérica. Getty Images
Los datos de violencia sexual son atroces. Decir que se quiere proteger la vida del feto es el discurso fácil.
Las estadísticas donde existe aborto seguro muestran que se hacen en etapas tempranas, que bajan las cifras de mortalidad materna, ocurren menos en mujeres adultas y si se acompaña de educación sexual y políticas de prevención, disminuyen.
Si el objetivo fuera reducirlos, las políticas serían de otra naturaleza, pero en Centroamérica son punitivistas, y la penalización es claramente castigadora: ¿cómo se atrevió usted a desafiar el mandato de maternidad?.
Cuando algunas personas dicen ‘es que las mujeres lo van a agarrar como deporte’, yo digo: ¿qué te hace pensar que las mujeres somos tan estúpidas, tan irresponsables?, porque si las creyéramos sujetas pensantes, tendrían la inteligencia para decidir qué es lo mejor para sus vidas.
Los grupos que se oponen al aborto se han apropiado de los conceptos de protección de la vida y de la familia, ¿cómo lo han logrado?
Es uno de los de los grandes desafíos, las narrativas que estos grupos han creado, porque quién va a estar en contra de la vida. Han tenido la habilidad de desarrollar en palabras sencillas temas muy complejos.
Recientemente aprobaron en Perú un proyecto de ley que le otorga protección al feto, derecho a la vida, a la salud, al desarrollo de la personalidad, una serie de cosas que uno dice, pero ¿qué es esto tan absurdo?, ¿en qué momento empezamos con estos retrocesos tan fuertes?
Y por lo menos en Centroamérica lo vinculo a la presencia fuerte de grupos fundamentalistas en la política y al desdibujamiento del Estado laico.
Antes podíamos tener a las Iglesias, la católica y algunas evangélicas, manifestando sus opiniones, pero ahora los tenemos en los partidos, están construyendo política pública. Y las élites políticas entendieron que tienen mercados cautivos y han generado alianzas fuertes con estos grupos, donde ellos también han pedido sus cuotas.
También hablas de la violencia que sufren las mujeres defensoras de los derechos humanos y las mujeres políticas, ¿se las ataca en su escencia más que en su labor?
Tiene que ver con con su identidad de mujer, con su cuerpo, con las palabras que usan. Los ataques son personales, se les va a cuestionar en relación a su personalidad.
Menciono el ejemplo de una diputada costarricense que es gordita, que decía que se lo pensaba antes de sacar una foto comiéndose un postre, porque si la mostraba iban a venir cientos a atacarla, a decirle que por ser gorda no tenía derecho a comerse ese postre.
Hay un impacto psicológico distinto, y es difícil desprendernos cuando están atacando lo central: nuestro cuerpo o nuestra familia.
En el caso de mujeres defensoras, la mayoría de los ataques son amenazas: ‘le vamos a hacer esto a tus hijos’ ¿Y qué hace uno cuando le dicen eso? Deja lo que sea.
Planteas que en las labores de cuidado la brecha sigue siendo inmensa y mencionas «la carga mental», ¿cómo la describirías?
Es toda la labor de gerencia y logística que hay que hacer para lograr algo. Ese tiempo que gastás en pensar y coordinar.
Algo tan sencillo como la entrada a clases de los hijos en febrero; pues desde que salen de vacaciones en diciembre, estoy pensando en qué fecha necesito pagar la matrícula, comprar los útiles, a dónde voy a conseguir los uniformes, si tienen el bulto escolar, y lo tengo que pensar dos meses antes para que estén listos, a diferencia del padre que sabe que van a entrar a clases en febrero.
Esto está completamente invisibilizado y las mujeres somos parte del problema, de cómo lo asumimos y cómo nos cuesta soltarlo también.
Si pudieras desbaratar algo del patriarcado, ¿qué sería lo primero en echar abajo?
Desbarataría la culpa que tenemos las mujeres y que llevamos en el cuerpo. La culpa de no ser perfecta. La culpa de no ser amada si no soy de tal manera. La culpa de tener hijos. La culpa de no tener hijos. La culpa de irme de mi casa. La culpa de quedarme. La culpa de trabajar fuera de casa. La culpa de quedarme en casa.
Imagínate un mundo libre de culpas para nosotras, es que sería maravilloso.
Esta entrevista fue elaborada para la versión digital de Centroamérica Cuenta, un festival literario quese celebró en República Dominicana entre el 16y el 21 de mayo.
Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos, Colectivo de Solidaridad con el Pueblo de Honduras en Costa Rica, Asociación Costarricense de Derechos Humanos-ACODEHU
Invita:
Domingo 5 de febrero
Foro Internacional JUSTICIA KEYLA ¡No más impunidad! (Virtual)
Martes 7 de febrero
Plantón 10 am Frente a la Corte de Justicia Tegucigalpa (Presencial)
¡No más feminicios en Honduras! ¡No más impunidad!
El día lunes 7 de febrero, 2022, familiares de Keyla Martínez, organizan una vigilia en homenaje a Keyla, al cumplirse un año de impunidad y encubrimiento de pruebas y de hechos en torno al atroz feminicidio cometido dentro de las celdas la Estación Policial N°10, La Esperanza, Intibucá. Esta actividad forma parte de la campaña internacional justicia para Keyla, no más feminicidios en Honduras, impulsada a partir del 28 de diciembre, 2021, por el Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos, la Asociación Costarricense de Derechos Humanos-ACODEHU y el Colectivo de Solidaridad con el Pueblo de Honduras – CR.
En esteacto se suman de manera incondicional la Red de Defensoras de los Derechos Humanos de Honduras. También, participan integrantes del Cuerpo de Paz y de COPINH, Red de Defensoras de Intibucá, Salvador Zúñiga y otras organizaciones, colectivas, colectivos y comunidad, en general.
Durante la vigilia un grupo de valientas jóvenes con amor, fuerza y creatividad, elaboraron una hermosa gigantografía con la imagen de Keyla para recordar y reafirmar que Keyla está presente, ahora y siempre, en una de las paredes de la posta policial de La Esperanza, Intibucá, siendo víctimas de amenazas por parte de dicha policía, inclusive, contra miembras del Copinh.
Nos unimos a la familia de Keyla y a la Red de Defensoras de los Derechos Humanos de Honduras para condenar que, en un acto de memoria y exigencia de JUSTICIA como éste, la policía utilice, una vez más, la violencia machista y misógina al punto de querer borrar un rostro que está y seguirá estando presente en nuestra lucha.
Pueden borrar el rostro de Keyla Martínez, pero no podrán silenciar a quienes exigimos, a nivel nacional e internacional justicia para Keyla y castigo a los autores directos y todos los responsables de su muerte, incluidos los funcionarios cómplices en la cadena de mando.
Asociación Costarricense de Derechos Humanos (ACODEHU) y Colectivo de Solidaridad con el Pueblo de Honduras colectivodesolidaridadhn@gmail.com
Compartido con Surcos por Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos, La Asociación Costarricense de Derechos Humanos (ACODEHU) y el Colectivo de Solidaridad con el Pueblo de Honduras.
El próximo 6 de febrero de 2022 a la 1:00 pm (hora Centroamérica y México), se realizará el foro para exigir: Justicia para Keyla y todas las víctimas de feminicidio. La transmisión se realizará vía Facebook Live. Se contará con la participación de:
Norma Evelin Rodríguez (Honduras), madre de Keyla Martínez.
Adriana Guzmán Arroyo (Bolivia), Amara, integrante de la organización feminismo comunitario antipatriarcal
Bernardita Santiago López (Suiza), feminista, activista comunicadora popular de radio lora, Suiza.
Ana Cecilia Jiménez Arce (Costa Rica), presidenta ACODEHU, colectivo de solidaridad con el pueblo de Honduras en Costa Rica.
A un año del feminicidio de Keyla Patricia Martínez, seguimos exigiendo justicia, que se castigue a todos los asesinos materiales, pero principalmente a los actores intelectuales. No más impunidad.
Este martes 28 de diciembre a las 7 de la mañana hora de Honduras se realizará una entrevista con Norma Rodríguez, madre de Keyla Martínez. Estará también Lilith Calix, abogada del equipo legal.
Escuche la conversación mediante Radio LORA desde Suiza: http://www.lora.ch