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Etiqueta: filosofía

«Filosofía, literatura y juventud» se transmitirá en vivo el 18 de julio – en Alternativas

El programa Alternativas 1201, iniciativa del Colectivo Reflexión-Acción, invita al público a su panel “Filosofía, literatura y juventud”, que se realizará el viernes 18 de julio de 2025, a las 18:00 horas (UTC -6).

En el espacio participarán:

  • Ana Liz Rojas, bibliotecóloga del MCJ y docente de la UNED.

  • Antony Cordero Valverde, bachiller en Filosofía con énfasis en Artes y Letras (UNA), académico e investigador.

  • Kattia Arroyo Guerra, profesora de Filosofía.

  • José Torres Calderón, estudiante de Enseñanza de la Filosofía.

  • Luis Ángel Salazar Oses, profesor jubilado de Filosofía y Educación (UCR-UNED).

La actividad podrá seguirse en directo por Facebook Live, YouTube y Spotify. Además, será retransmitida por Radio Guanacaste 106.1 FM, Radio Soberanía y Radio Revolución.

El panel forma parte de la propuesta “Pensar libremente para construir un país y un mundo integralmente mejores”, que promueve el programa Alternativas.

Maquiavelo: filósofo y padre de las ciencias políticas

«La muerte de Nicolás Maquiavelo», Cesare Dell’Acqua, óleo sobre lienzo, 1848

Breve biografía del autor de «El príncipe»

Juan Jaramillo Antillón

Era el paradigma de un filósofo político y, como tal, él estudió de forma objetiva (y se puede decir que hasta científica) el arte de hacer política y cómo gobernar un Estado. Para esto, lo que hace es poner por escrito su experiencia de la cruda realidad que le tocó conocer y vivir en ese tiempo.

La teoría política de Maquiavelo es un saber pragmático de la época. No se trata de saber cómo debe ser el poder, sino cómo es y cómo funciona en la sociedad. No es un pensador inmoral, sino realista.

En su época, Italia estaba dividida políticamente en múltiples Estados, pero la realidad es que eran cuatro (Roma, Florencia, Venecia y Milán) los que dominaban el panorama.

Tal vez se comete una injusticia cuando a una acción o acto que es considerado oscuro, tramposo o amoral (o una persona que se comporta así) se le llama “maquiavélico”.

Eso era debido a que Maquiavelo, según la experiencia que tenía, describía lo que sucedía en la Roma Pontificial, en ese tiempo bajo el papado de Alejandro VI, uno de los Borgia, y en el tiempo de una gran crisis moral de la Iglesia Católica.

Esta fue la época en que Maquiavelo se desenvolvió como Secretario de una cancillería de Florencia. Describió los sucesos políticos del tiempo que le tocó vivir, y en el cual el Estado absoluto era el fin y, para ello, el medio era el poder.

Para Nicolás, el único objetivo del príncipe era hacer que el país fuera fuerte y se mantuviera unido, lograr establecer la paz y el orden y expulsar al invasor extranjero.

Para alcanzar este fin, cualquier medio sería satisfactorio. De ahí que se diga que fue invención de él que “el fin justifica los medios”, pues eso es lo que Maquiavelo argumenta cuando dice que un gobernante, al querer alcanzar sus más altos propósitos, no siempre debe considerar racional el ser moral.

El príncipe, asegura Nicolás, no debe preocuparse por ser calificado de cruel si utiliza la crueldad para mantener unidos y fieles a los súbditos.

Toda nueva dominación implica peligros y, para conjurarlos, no deben evitarse los actos de crueldad. Un príncipe debe ser a la vez amado y temido, pero más vale lo último. 1

La realidad es que él era un pragmático, y describió lo que vio en el gobierno de parte de los príncipes o jefes de Estado en sus escritos, en especial en su libro El príncipe, concebido como un manual para la educación de los gobernantes.

En él se aconseja cómo llegar al poder y conservarlo, y se basó en el desalmado y cruel César Borgia (hijo del papa Alejandro VI) y su manera de hacer política y gobernar, basado en la realidad de los problemas que existían en ese tiempo. Allí describe Maquiavelo los hechos tal como se presentan en la misma realidad y no como meras especulaciones de la política.

Era un estudioso no solo de los problemas políticos de su tiempo, sino también de la psicología y conducta de figuras como Alejandro VI, su hijo César Borgia, Catalina Sforza, Carlos y Luis (reyes de Francia), Maximiliano de Austria y Fernando de Aragón.

Es interesante que él señalara que “la naturaleza debe ser considerada como una totalidad viviente regida por principios propios o intrínsecos, es un mundo por sí misma, independiente de la imaginación humana y debe admitirse tal y como es, reconociendo su objetividad”.

Para Maquiavelo la superioridad de la ciencia era un hecho, pues se relacionaba más con la experiencia que las creencias.

En realidad, él era una persona correcta y culta, un hombre del Renacimiento, y por eso, a fin de cuentas, afirmaba que la política sin la guía de ciencia y sin las normas de la moral, era sólo egoísmo, codicia, crueldad y hasta podía llegar al terror.

En alguna parte se puede ver que él pensaba que el ideal es un príncipe sabio más que bondadoso o virtuoso, y cuya sabiduría política es una especie de conocimiento que debe ser técnica, positiva y, sobre todo, pragmática, para ser obedecido por el pueblo, porque el fin del poder político es lograr el orden y esto no es realizable si no existe un efectivo poder de mando.

Maquiavelo creía que el mejor régimen político es el que se logra con una República bien estructurada (con instituciones que gestionen y canalicen los conflictos), y que consiga integrar las dos fuerzas contrapuestas, el pueblo y los grandes (nobleza y clero), siendo estos dos últimos los que buscan dominar al pueblo. Espera que se consiga integrar a ambos sectores de la sociedad, permitiendo que el conflicto se mantenga dentro de la esfera pública.

En su libro Discursos señala que ninguna de las formas de gobierno, ya sean las buenas, como la monarquía, la aristocracia y la democracia, o las malas, como la tiranía, la oligarquía y el gobierno licencioso, logra equilibrar adecuadamente los intereses de los diferentes grupos en el régimen, los que los convierte en inherentemente inestables.

La monarquía con facilidad se convierte en tiranía, el régimen aristocrático, en oligarquía, y el democrático, en licencia.

Nicolás o Nicolai Maquiavelo nació en Florencia, Italia, en 1469 y murió en 1527.

Escritor, filosofo, político y diplomático, fue un de las grandes figuras del renacimiento. Era hijo de un abogado pobre, pero de una familia antigua de la aristocracia de Florencia. Como emisario de esa República, viajó y estuvo en las cortes de Francia, Alemania y otras ciudades italianas, y pudo apreciar la conducta y realizaciones de los gobernantes de los diferentes países o repúblicas en esa época.

Aconsejaba a los príncipes, que

no hay nada más difícil de emprender, ni de resultados más dudosos, ni de más arriesgado manejo en el campo de la política para un gobernante, que ser el primero en introducir cambios o disposiciones importantes, aunque vayan en beneficio de la mayoría, porque el introductor tiene por enemigos a todos los que se benefician de todas las instituciones viejas, y por tibios defensores a todos aquellos que sí beneficia el cambio; la razón de esto es el temor a lo nuevo debido a la incredulidad de los hombres, quienes no creen de verdad en cosa alguna nueva, hasta que la ratifica una experiencia firme, ya que han sido antes engañados muchas veces por los políticos.

La mejor descripción que se ha hecho sobre la tuberculosis y su evolución, la dio Maquiavelo.

Él afirmaba: “Los médicos dicen de la tisis que, en los principios, es fácil de curar, pero difícil de reconocer. Pero, en lo sucesivo, si no la conocieran en sus principios, ni le aplicaran remedio alguno, se hace, en verdad, fácil de conocer, pero difícil de curar”.

Sucede lo mismo con los problemas del Estado: si se conocen anticipadamente, los males que pueden manifestarse pueden resolverse, pero no habiéndolos conocido, se agravan y remediarlos es muy difícil. 2

Maquiavelo tuvo sus tiempos de sufrimiento.

Cuando la familia de los Medici regresó triunfante a Florencia, derrotando a la Republica, no le perdonaron a Maquiavelo el ser miembro de la misma y, por orden de ellos, fue cesado de todos sus cargos, acusado de traición y encarcelado.

Fue, además, condenado a muerte, pero milagrosamente, por el prestigio que tenía, fue indultado y se retiró un tiempo de la política. Ya no tuvo un papel importante en el gobierno, falleciendo tiempo después.

Referencias

Maquiavelo señalaba, cuando lo criticaban por aconsejar “la crueldad”, que él no presentaba la crueldad como un “valor humano”, sino como una realidad existente y que forma parte de la vida política a la que, por lo tanto, hay que tener en cuenta.

2 Yo creo que esto también se aplica para muchos problemas que tenemos que resolver en nuestras vidas.

Bibliografía

Chabod, Federico. (1994). Escritos sobre Maquiavelo. México. Ed. Fondo de Cultura Económica.
Echandi, Gurdián Marcela. (2011). Panorama histórico-filosófico del Renacimiento en Italia. San José. Editorial UCR.
Geymonat, Ludovico. (1975). Storia del Pensiero Filosófico e Scientífico. Volume II. Milano. Garzanti Editore.
Magee, Bryan. (1999). Maquiavelo- Historia de la Filosofía. Barcelona. Art: Blume. R.L.
Navarro, Luis. (1952). Maquiavelo. Obras Políticas. Buenos Aires. Librería El Ateneo.
Wikipedia. (2025). Nicolas Maquiavelo. Vía Google. Wikipedia la enciclopedia libre. 1/2/2025.

Publicado originalmente en https://www.meer.com/es/92690-maquiavelo-filosofo-y-padre-de-las-ciencias-politicas
Compartido con SURCOS por el autor.

Reseña: En el Centenario de la Guerra de 1856 por Luis Barahona Jiménez

El día de hoy recordamos a Luis Barahona Jiménez, el cual nace en 1914 y fallece en 1987, escritor y filósofo egresado de la Universidad de Costa Rica en Filosofía y Letras. También, recibió premios en historia y desempeñó cargos diplomáticos en varios países.

Recientemente, el 5 de septiembre de 2024, se publicó uno de sus escritos por medio de Azur Revista Centroamericana de Filosofía, titulado “En el Centenario de la Guerra de 1856”, escrito en su tiempo en Madrid en 1956, precisamente 100 años después de la campaña en contra de William Walker y los filibusteros.

Este escrito aplica las disciplinas de filosofía e historia de manera experta para plasmar un retrato muy bien realizado e interesante del contexto sociopolítico de la época, y cómo influyó en los imaginarios y el recuerdo de lo sucedido alrededor de este conflicto que tanto marcó al país. Esto, con el fin de concluir acerca de un destino histórico como costarricenses plasmado por los hechos que se conmemoran, extrayendo sus mensajes de actualidad histórica, en palabras del propio autor en la primera página.

El texto está dividido en varias secciones, la tierra, el hombre, los hechos, Costarricenses, Compatriotas, Nuestro destino histórico, y A propósito de la parroquia de piedra, todas llenas de valiosos conocimientos filosóficos sobre los orígenes y construcciones alrededor de este hecho crucial.

Les invitamos a leer este artículo y empaparse de este conocimiento, el cual aun cuando viene del pasado aporta información valiosa para cualquiera a quien le interese conocer más su entorno.

Lenguaje y filosofía

Por Arnoldo Mora

Como nota aclaratoria inicial de estas reflexiones, deseo explicar el sentido semántico del término “lenguaje” que he creído conveniente usar en estas líneas. “Lenguaje” es la traducción del término “Sprache” empleado por el último Heidegger, dado que “Sprache” puede ser traducido en castellano por lengua, lenguaje, idioma. El término “lenguaje” me ha parecido más amplio y neutral, pues con él solemos denominar la facultad de expresar simbólicamente mediante sonidos articulados nuestros pensamientos, órdenes y sentimientos. Refiriéndose al desarrollo actual de la filosofía, Heidegger dice que se ha operado un cambio de rumbo (el término alemán es “Kehre”, que inicialmente significa el pronunciado cambio de rumbo en un camino, lo que los costarricenses solemos denominar como “curva”). Hoy vivimos una revolución en la filosofía y, con ello, en la cultura universal, si aceptamos la definición de filosofía dada por Hegel, según la cual la filosofía no es más que la conciencia lúcida del momento histórico que vive la humanidad. Esa “revolución” consiste en reducir toda la realidad humana en su nivel ontológico al lenguaje; la esencia-existencia objetiva , o mejor dicho objetivada, del hombre, es el lenguaje, para la conciencia en el sentido epistemológico (Bewusstsein) sólo existe aquello que entra dentro del ámbito del lenguaje, aquello que puede ser expresado mediante el lenguaje; lenguaje y realidad se identifican, hasta el punto de que el conocimiento-dominio de la Naturaleza se expresa dando nombre a las cosas, como en el bíblico Génesis o en Cien Años de Soledad; razón por la cual cada ciencia emplea un lenguaje específico (“términos técnicos”) , normalmente de raíces etimológicas griegas o latinas, para expresar su interpretación de la realidad (la “taxonomía” de Lineo, por ejemplo).

Quien ha desarrollado al máximo esta concepción ha sido uno de los mayores filósofos del lenguaje de nuestro tiempo como es Ludwig Wittgenstein. Proviniendo de la Escuela de Viena (Wiener Kreis) grupo de pensadores judíos de principios del siglo XX que, partiendo de las ciencias físicomatemáticas crearon la filosofía de las ciencias actual, Wittgenstein tomó distancia de ellos al mantener los principios epistemológicos de la objetividad científica, pero dentro de una ontología de raigambre hegeliana. Wittgenstein ve el lenguaje como expresión de la esencia de lo humano; el hombre es lo que habla, por lo que el lenguaje de esta manera se concibe como una totalidad hegeliana. De ahí que no podamos expresar ningún discurso en torno a la realidad sino es construyendo un universo simbólico; lo que de allí escape sólo puede ser aludido con el silencio, cosa que Wittgenstein considera el ámbito propio de la mística, por la que él manifestaba un hondo respeto. El otro gran filósofo actual del lenguaje es Jacques Dérrida, que se ha hecho célebre por ser el creador del método denominado “deconstrucción” tan en boga hoy en día. Dérrida se sitúa en las antípodas de Wittgenstein, pues parte de la experiencia existencial del lenguaje como creación de nuestra sensibilidad ante lo real y de nuestra voluntad de reconocimiento ante el prójimo. Más que expresar una realidad objetiva que denominamos “verdad”, el lenguaje nace de la necesidad vital de abrirse al otro a fin de construir una comunidad axiológicamente digna. Como soñaba Levinas, también para Dérrida el lenguaje es la única respuesta frente a la violencia. Tal es la razón de ser de la política. La política es el triunfo de la voluntad de poder que se humaniza para evitar que la violencia sea la “Weltétoffe” o materia prima de que está hecha la naturaleza humana (Hobbes). El lenguaje, por ende, no es natural sino cultural en el sentido heideggeriano del término, lo que funda igualmente la libertad como creatividad infinita al decir de Nietzsche. Wittgenstein y Dérrida tienen en común el que ambos definen al ser humano como aquello que se da en el ámbito del lenguaje, el hombre es lo que habla, por lo que sólo escudriñando el devenir histórico del lenguaje podemos responder a la pregunta o cuestión fundamental de la filosofía y de todo el quehacer humano: ¿qué es el hombre?) (Kant). Pero el énfasis en ambos es diferente: mientras Wittgenstein se centra en el habla natural, es decir, en el lenguaje que se emite en sonidos, Dérriba da prioridad a la escritura, es decir, a su expresión gráfica. Las reflexiones que siguen acusan la huella de estos filósofos, pero enriquecidas con los aportes de la filosofía de la historia de inspiración hegeliano-marxista.

Suelo decir que las mayores revoluciones que han cambiado cualitativamente el devenir del homo sapiens en el tiempo se originan y se expresan en el lenguaje. A continuación, esquematizo lo dicho. La subespecie sapiens superó (derrotó) al neanderthal debido a que desarrolló un lenguaje articulado que le permitiría expresar lógicamente toda su concepción del universo (Weltanshauung”), cosa que el neanderthal, a pesar de tener un cerebro de mayor volumen, no lo logró, debido a que el cerebro del sapiens es más complejo. Con el desarrollo de la escritura surgen las civilizaciones egipcia gracias a escritura jerogrífica, a la china gracias a la escritura ideográfica y a la sumeria, cuna de la cultura occidental, gracias al escritura cuneiforme. La escritura posterior logra crear el lenguaje alfabético en que la grafía no es de objetos (jerogrífica) ni de ideas (china) sino de fonemas que combinan ruidos (25 consonantes) y sonidos (5 vocales), con lo que la escritura alfabética se impuso. De ahí en adelante se hizo claro que los escritos se convierten en actos fundantes de grandes culturas de la historia; así, la producción literaria de Homero en el siglo X a.C. da origen a la cultura occidental; las religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islam) son religiones del libro (biblia hebrea o Antiguo Testamento para los judíos, biblia cristiana que incluye Antiguo y el Nuevo Testamento, y el Coram para los mahometanos). La modernidad surge gracias a que Gutenberg crea el libro. Lo que se entiende por “democracia”, gracias a la revolución inglesa, la independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa, sólo se logra porque de antemano se ha dado un significativo progreso en la alfabetización de sus pueblos.

Hoy asistimos a una de las más grandes revoluciones posteriores al surgimiento del homo sapiens, cual es la creación de la inteligencia artificial (AI). Este portento se debe a que la tecnología de la comunicación ha creado un lenguaje no natural, es decir, que no recurre a grafías de sonidos sino a un lenguaje matemático; de este modo, se ha pasado de la abstracción física o natural a la matemática, es decir, formal que permite realizar operaciones a un nivel infinitamente superior al lenguaje fonético. Así como la imprenta fue el artefacto que posibilitó la fabricación masiva de libros, algo equivalente se ha logrado en la segunda mitad del siglo pasado con la computadora. Para orgullo nuestro, Costa Rica no se ha quedado atrás; la fabricación de la primera computadora hecha en la región ( la legendaria “Matilde”) se debió al talento de los maestros de la Facultad de Ingeniería de la UCR, liderados por el director Orozco de la Escuela de Ingeniería con el apoyo del decano Sagot y del Rector Carlos Monge; de mi parte, espero que un día no lejano el país les reconocerá haber sido los gestores de este inconmensurable avance tecnológico, cuyas implicaciones en todos los campos del quehacer humano, como la cultura y la política, está apenas en sus albores. La creación de este lenguaje matemático no sólo permitirá al hombre salir al espacio infinito del Universo, sino desarrollar más la tecnología inspirada en la física cuántica (nanotecnología) y cambiar, incluso, nuestro concepto de política, pues el poder no provendrá más de le la fuerza bruta (militar) ni de la acumulación egoísta de capital, sino del avance del conocimiento… Con eso habremos cumplido el sueño de Marx, para el cual el hombre, mientras siga construyendo la historia por métodos violentos no ha pasado de la prehistoria. El sueño de los bíblicos profetas se habrá cumplido: la paz será el estado natural del ser humano.

Principios básicos de la ética socioambiental y animal – foro

Se inicia el conversatorio con la pregunta: ¿Cómo nos relacionamos con el resto de animales? ¿Cómo pensamos nuestra relación con ellos? Se exponen los siguientes temas:

Ética animal

La ética animal es un campo de estudio que cuestiona cómo nos relacionamos con los animales. Este cuestionamiento ha estado presente en diferentes períodos de la historia, tanto de manera colectiva como individual.

Filosofía y especismo

La filosofía, al estar ligada a la lógica y ciertas nociones, nos genera cuestionamientos sobre nosotros mismos. Es ineludible pensarnos como animales sin considerar nuestra relación con otros animales.

Un concepto importante en este ámbito es el especismo, que describe la discriminación que los seres humanos ejercen sobre los animales. En particular, el especismo de carácter antropocéntrico establece una diferencia tajante entre nuestra vida y los valores que sustentan nuestra existencia en comparación con la vida de los animales. Otro tipo de especismo se manifiesta cuando valoramos de manera desigual la vida de distintos animales.

Comportamientos humanos hacia los animales

Los comportamientos humanos hacia los animales están ligados a la discriminación. Es crucial visualizar este tipo de discriminación e incorporarlo en nuestro léxico. La ética animal se centra en la consideración moral de los animales y en cómo nos consideramos a nosotros mismos, ya sea obviando o acentuando nuestra naturaleza animal.

Reconocimiento de los derechos de la naturaleza

El derecho es un orden normativo de la conducta humana, al igual que la religión y la moral. Tiene dos características fundamentales: es una construcción social que responde a los intereses de una sociedad y, por definición, es antropocéntrico. Esto nos permite exponer tres aspectos sobre cómo el sistema jurídico ve a la naturaleza y a los animales:

Carácter antropocéntrico: La regulación de los animales y la naturaleza se ha dado tradicionalmente en función de los intereses humanos. La utilidad y el valor de un animal o un sistema se entienden como derivados del Artículo 50 de la Constitución Política, donde el derecho al medio ambiente se interpreta como el derecho de las personas a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.

Categorización jurídica: El medio ambiente y los animales no humanos se consideran «bienes muebles», es decir, objetos.

Derecho ambiental: A mediados del siglo XX, surgió un cambio de paradigma con los derechos humanos de tercera y cuarta generación, lo que llevó a la necesidad de una mejor legislación para proteger la explotación de la naturaleza.

En Costa Rica, la perspectiva especista está presente en la educación, como se evidencia en ejemplos didácticos simples. No hay legislación en el mundo que otorgue a los animales derechos plenos y fundamentales. Aunque algunas legislaciones los reconocen como “seres sintientes”, esto no genera un impacto significativo. Hoy en día, es más común hablar de veganismo, esencial para la defensa y reivindicación de los animales. Sin embargo, también es necesario abordar el uso y la experimentación con animales en lugares como Rusia.

Cambio de paradigma

Surge la pregunta: ¿tener más leyes implica un cambio de paradigma? Si algunos animales están protegidos y otros no (por ejemplo, los animales en peligro de extinción como el tucán o el leopardo, frente a animales productivos como los cerdos, vacas y gallinas), esto demuestra que el derecho sigue regulando en función del valor que tienen para los seres humanos. Por lo tanto, se requiere primero un cambio cultural para que exista un cambio en el paradigma legal y en la información y los mensajes que recibimos desde niños.

Hoy en día, hay más conciencia que hace 50 años. Sin embargo, hay situaciones que pueden parecer éticamente incorrectas pero legalmente permitidas, como la tala en proyectos de “desarrollo” o en propiedades privadas.

Reflexión sobre el consumo de carne

¿Es normal, natural y necesario comer carne? Ha sido una práctica común durante siglos utilizar a los animales como alimentos o para vestimenta. Sin embargo, en la actualidad, no es necesario por razones éticas. El cuerpo necesita proteínas, las cuales se pueden obtener de fuentes vegetales. Surge la pregunta: ¿son más importantes mis preferencias gastronómicas que la vida del animal al que se le está despojando?

Religión y superioridad humana

¿Qué opinan sobre el papel de la religión en la concepción de superioridad del ser humano sobre los animales? Las religiones no son un argumento de peso ni fuente racional en este debate, y existen diferencias significativas entre ellas (por ejemplo, los hindúes han vivido años sin consumir carne).

¿Una filosofía feroz?*

James Dinarte Arias

El título de esta exposición pone un carácter sarcástico de la elección del lema de nuestro congreso que es gracias al poema  «Democracia» de Rimbaud de: «Iluminaciones», 1874 que comentó la profesora Laura Llevadot de la Universidad de Barcelona quien publicó un artículo en el blog Rumor de las multitudes y el cual recomiendo revisar. El subtítulo de filosofía en tiempos de crisis es un intento por poner el énfasis en la coyuntura costarricense y las humanidades.

La profesora menciona lo siguiente “el poema de Rimbaud no nos habla de la necesidad de la filosofía para la democracia, sino de la filosofía feroz que la democracia, en su propia jerga, profesa” y hace pasar por la única forma de pensar en el contexto socioeconómico. Si es necesario interpretar el poema como un presagio de nuestra época no es algo que podamos realizar en nuestra ponencia, sino que se busca analizar si nuestra capacidad de pensar puede influir en la cotidianidad.

La elección del título de esta actividad busca poner en duda el papel que nuestra filosofía tiene en la sociedad. Pido disculpas si decir filosofía costarricense no posee algún asidero confiable, pero espero que se entienda mi idea. Las diferencias entre teoría y práctica son claras y no es relevante para esta exposición decidir cuál caracteriza con más propiedad a la filosofía.

En primer lugar, procederemos a comentar las secciones del poema y cómo dialogan con el supuesto de que la filosofía en nuestro país está entre la teoría y la práctica. Es necesario aclarar en el desarrollo de esta ponencia si hay algún conflicto entre la teoría y la práctica y si no, argumentar cómo pueden trabajar hacia el mismo objetivo. Suponiendo que haya algún objetivo.  Finalmente partiremos de lo que asegura Vattimo sobre el papel de quien filosofa en la sociedad y su relación en nuestro contexto.

  1. «La bandera avanza hacia el paisaje inmundo, y nuestra jerga ahoga el tambor.

La imagen de una marcha militar que se impone sore un terrible fondo es escandalosa. Las marchas militares pueden llevarse a cabo en un territorio que ha sido sometido o en una ciudad que albergue las principales bases de ese ejército. En el artículo de la profesora Llevadot se menciona que el contexto político del poema de Rimbaud sucede dentro de la comuna de Paris y el proceso que posibilitó.

En nuestro caso el contexto costarricense difiere del de la comuna parisina, poseemos una democracia representativa que con sus tres poderes nos ubica como un país destacable a nivel mundial. Pareciera que el endulzamiento de nuestra forma de gobierno es el paisaje inmundo en el que este desfile, lamentablemente ha sido el terreno fértil para la injusticia que acepta como definitivo el estado de la sociedad costarricense. La bandera sigue avanzando a pesar del terrible paisaje.

Vemos como el tambor es ahogado por una jerga incesante, se calla el redoble y no se aprecia la percusión que orienta la marcha del desfile. Si la democracia agasajada por este desfile es una versión llevada a menos de la forma de gobierno es solo un paso necesario para poder oír a la jerga que ahoga el tambor. ¿Pero quién oye la jerga y quien la pronuncia?

El sonido de la jerga retumba en los tímpanos en lugar del tambor y hace perder el ritmo de la marcha. Vemos cómo quien participa del desfile no solo celebra lo que la bandera resulta en la marcha, sino que también participan dando grandes gritos que comunican sus intenciones. Es en este momento en que se ve cómo la filosofía feroz es un mote que caracteriza al pensamiento que se instala en la comodidad de lo normalizado ya sea de forma consciente u omisión que colabora a este paisaje inmundo

Ahora apuntamos a este debate entre el compromiso social de la filosofía y su rigorosa trabajo teórico como el quid de este coloquio. Podríamos dividir el debate entre quienes defienden lo teórico y otras personas defienden lo práctico. Es necesario aclarar que no se pretende desprestigiar a la filosofía académica de la cual nace cualquier proceso de educación media o algún proyecto de divulgación. Mencionamos que se busca ver el trabajo de la filosofía en tiempos de crisis.

  1. «En los centros alimentaremos la prostitución más cínica. Masacraremos las revueltas lógicas.

Anteriormente decíamos que este debate entre la relevancia de lo práctico y lo teórico en la filosofía. Puede que este debate, como todos los otros debates, se convierta en una ocasión para que los interlocutores demuestren sus habilidades retóricas y se impongan frente a su contrincante. Si redujéramos el problema a la necesidad de que alguien tenga la razón no llegaríamos al objetivo de esta ponencia. Para defender un enfrentamiento ya tenemos a las personas que creen que las humanidades, en nuestro caso la filosofía, ya no tienen nada que decir hoy en día.

Volviendo al poema, nos enfocamos en el término prostituir en su segunda acepción en el diccionario de la RAE que se define como la acción de disminuir la grandeza de algo. Curiosamente, en el ensayo de Schopenhauer Sobre la filosofía en la universidad se pone como epígrafe un pasaje de la República donde el divino Platón menciona por qué la filosofía ha sido ejercida por los hombres equivocados. Lo leo a continuación:

«El descrédito de la filosofía se debe a esto: a que
no se la cultiva con dignidad; pues no deben dedicarse
a ella los bastardos, sino los hombres rectos.»
Platón, República, VII, 535c.]

Si hay personas dignas para hacer filosofía se lo dejo a otras personas para que respondan a esta incógnita. Claramente hay numerosos testimonios de filósofos que han sido cómplices del estatus quo de su tiempo y han rebajado, si lo hay, el prístino estado que la filosofía tiene en la sociedad. ¿Es necesario pedirle a la filosofía alguna condición pura que la lleve a ser considerada como la sabiduría primera que reflexiona sobre la realidad? La respuesta es un tema que ocuparía otro coloquio para llegar a un acuerdo común sobre el papel de la filosofía. A pesar de este debate infinito creemos que la filosofía puede tener un relevancia social y las ponencias que veremos en esta actividad son un ejemplo de la tensión que hay entre lo teórico y lo práctico. En este coloquio proponemos una complementariedad. En la última oración del verso que comentábamos la voz poética dice que se masacraran las revueltas lógicas. Si antes mencionábamos que de alguna manera se puede disminuir el estado puro u original de la filosofía ya podemos observar cómo actúa ese pensamiento ya desbocado a lo irracional.

Las revueltas lógicas, esa ruptura con la forma tradicional de ejercer el pensamiento es una forma de resumir un posible objetivo de este coloquio. Es claro que la filosofía posee una tradición que no puede ignorar y el hacerlo supone traicionar la forma en que se ha realizado la disciplina. No se niega la rigurosa tradición, sino que se busca cambiar la lógica entendida en su forma más básica como alguien que tiene una manera de analizar y actuar en un situación.

Buscar una revuelta lógica para que la forma en la que la filosofía actúa en la sociedad debe ser masacrada. Quien masacra y quien recibe esta acción es algo que se debe comentar.

Buscar una revuelta lógica para que la forma en la que se piensa  cómo actuar en la sociedad debe ser masacrada. Quien masacra y quien recibe esta acción es algo que se debe comentar. 

Finalmente, el estudiantado de filosofía no se puede representar por estas líneas. Todavía falta discutir este tema.

*Universidad de Costa Rica
Facultad de Letras
Escuela de Filosofía
I Coloquio Estudiantil
Ponente: James Dinarte Arias

Los griegos de la antigüedad – Su legado en la civilización de occidente

Rafael Sanzio; La escuela de Atenas, c. 1511

Juan Jaramillo Antillón

Se ha señalado, no sin razón, que la organización de lo que se llamó civilización occidental y su cultura descienden de la obra y realizaciones de los griegos de la antigüedad. Lo extraordinario es que Grecia, una pequeña nación, relativamente pobre, montañosa y árida, situada en la Europa Mediterránea del sur, con una población relativamente escasa si se compara con los pueblos que la rodeaban, haya dejado una huella cultural tan profunda. Los grandes pensadores griegos que vivieron hace 2,500 años dieron lugar a nuestras ideas modernas de medicina, política, historia, filosofía, ciencia, matemática, arte, teatro, comercio, deportes, etc.

Todo lo anterior, a pesar de que la sociedad griega era tremendamente belicosa. Estaba dividida en ciudades-Estado, que eran cada una, una unidad política con tierras de cultivo a su alrededor y cuyos campesinos sembraban y recogían la cosecha para alimentar a la ciudad. A la cabeza de cada ciudad había un consejo o gobernador y, en algunas, hasta un rey. El problema es que estas ciudades-Estado se pasaban continuamente guerreando entre sí, hacían componendas entre ellas para atacar a la que antes había sido su compañera. La conquista era una de las características de estas guerras, así como la obtención de esclavos como mano de obra barata. Incluso eran atacadas o atacaban a países vecinos. Por esa razón, sus ciudades estaban rodeadas de grandes murallas.

Si se analizan cuidadosamente los logros de las ciudades-Estado, se verá que entre más autoritaria y militarizada era, menos aportaba a la creatividad no guerrera y a la cultura general. Ejemplo de esto Esparta, donde los niños desde los 7 años eran aparatados de sus familias y entrenados para las guerras, de hecho, todos los ciudadanos eran guerreros. En cambio, Atenas, donde se fomentaba el conocimiento general entre la población, fue el crisol del conocimiento humano de su tiempo en la Tierra.

Todo lo anterior, dio lugar a una historia llena de triunfos y fracasos y, hasta se podría decir que, a fin de cuentas, la griega era una civilización inmadura e inestable. Pero, a pesar de lo anterior se impuso a civilizaciones más antiguas y llenas de tradiciones como es el caso de la existente en Persia, Babilonia, y Egipto, todas diez veces mayores en su tamaño geográfico y población. El Dr. Erwin Schrödinger, uno de los padres de la mecánica cuántica señala:

No es posible liberarnos de la aplastante influencia de los pensadores griegos de la antigüedad, ignorar el pasado es no sólo indeseable, sino simplemente imposible. Uno no necesita conocer las doctrinas y escritos de los grandes maestros de la antigüedad, de Platón o de Aristóteles, no necesita haber nunca oído sus nombres, para estar, sin embargo, bajo el hechizo de su autoridad. Su influencia no sólo se ha dejado sentir sobre quienes aprendieron de ellos en la antigüedad y en los tiempos modernos; todo nuestro pensamiento, las categorías lógicas en las que se mueve, los esquemas lingüísticos que utiliza (ya que por consiguiente lo dominan), es en cierto grado elaboración y, en lo fundamental, el producto de los grandes pensadores de la antigüedad.

La fantasía y la realidad de ese pueblo, sus dioses, sus gobernantes y guerreros, fueron descritas inicialmente por el escritor y poeta Homero, que vivió y escribió sus poemas heroicos la Ilíada y la Odisea, hace unos 900 años a. C., La primera trataba del rey Agamenón de Grecia, del guerrero Aquiles y la conquista de Troya (situada en lo que hoy es Turquía), en un lado del Helesponto y cobrando por el paso de todas las naves que viajaban al mar Negro. Dejando de lado el cuento del rapto de Helena, la esposa del rey Agamenón por Paris hijo del rey de Troya, la realidad es que la guerra los griegos la hicieron para apoderarse del estrecho que dominaba Troya y evitar los cobros y, al final, destruyeron a Troya en el año 1200 a. C.

El segundo poema, cuenta las aventuras que por diez años vivió el guerrero Odiseo (Ulises) después de combatir en Troya y tratando de regresar a su país.

Por la misma época, otro poeta, escritor y agricultor llamado Hesíodo, contemporáneo de Homero, en su libro, Teogonía, nos hablaba del origen del universo y de los dioses griegos. Y en Los trabajos y los días describía la Grecia de su tiempo; las dificultades para trabajar, en especial en el campo, y el gran valor del trabajo que mantenía a la ciudad. A diferencia de Homero, que le daba gran valor al estar guerreando, Hesíodo pregonaba la importancia de la paz para poder trabajar, producir y progresar.

Por siglos se consideró que los relatos homéricos eran solo cuentos y fantasías y que nunca había existido la ciudad de Troya y sus guerras. Sin embargo, el comerciante alemán Heinrich Schliemann, sí creía que esos poemas eran parte de la historia de los griegos. Estudió arqueología, aprendió griego y viajó a Turquía en 1870 y, excavando en un sitio, encontró las ruinas de Troya.

La realidad es que, posteriormente a estas figuras, un grupo de personas, inteligentes y audaces, se negaron a continuar creyendo en esos dioses peleones y los sacerdotes que decían representarlos en la Tierra, y trataron de encontrarle una explicación más lógica y racional a los fenómenos que naturales. Ellos llegaron a la conclusión de que el ser humano no tiene más que dos medios para conocer las cosas: mediante los sentidos, viendo los objetos, o deduciéndolos mediante la inteligencia; en ambos casos adquirir el conocimiento era un acto de razonar y por ello dieron tanto valor a la mente o cerebro. Ya el médico Alcmeón de Crotona miembro de la secta de Pitágoras, había señalado que el cerebro era el centro de la inteligencia. Algo que después el «padre de la medicina», Hipócrates, había confirmado ampliamente en el tiempo de Platón y Aristóteles, de quienes fue amigo.

Estas personas fueron llamadas pensadores y dieron lugar con sus estudios y análisis a lo que se llamó «Filosofía» del griego fileîn, amar, y sofía, sabiduría. Ellos trataban de encontrar con sus estudios la verdad de por qué suceden las cosas. Así pues, la filosofía dio lugar también a la ciencia. La filosofía con carácter de ciencia tiene como fundamento que el hombre no posee el conocimiento de las cosas, sino que tiene que indagarlo, lo que significó una búsqueda permanente por un grupo genial de pensadores griegos, comenzando con Tales, Anaximandro, Alcmeón, Heráclito, Jenófanes, Parménides, Leucipo y Demócrito, Sócrates, Hipócrates, Platón, Aristóteles, Epicuro y muchos más. Por supuesto, China tuvo pensadores de igual talla como Lao Tse, Confucio y la India con Buda, en lo que respecta a Asia, pero ninguna nación tuvo tantos y tan valiosos pensadores en un lapso de solo dos siglos, aproximadamente del VI al IV a. C.

Notas

Asimov, I. (1995). The Greeks: A Great Adventure. Boston: Ed. Houghton Mifflin, C.
Bochenski, J. M. (1986). Introducción al pensamiento filosófico. Barcelona: Editorial. Herder.
Bowra, C. M. (1967). La Grecia Clásica. Países Bajos: Time-Life International.
Bowra, C. M. (1983). La Atenas de Pericles. Madrid: Alianza Editorial, S. A.
Capelle, W. (1972). Historia de la Filosofía Griega. Madrid: Editorial, Gredos.
Coplestone, C. (1969). Historia de la Filosofía. Grecia y Roma. Vol. I. Barcelona: Editorial Ariel.
Durant, W. (1978). The Story of Philosophy. Nueva York: Ed. Simon & Schuster.
Werner, C. (1962). La philosophie grecque. París: Ed. Payot.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Alternativas. Olimpiada Filosófica y su aporte al desarrollo de la educación costarricense

El 12 de enero del 2024 a las 6:00 p.m. se estará transmitiendo en diferentes plataformas digitales y radioemisoras el programa “Olimpiada Filosófica y su aporte al desarrollo de la educación costarricense” el cual fue elaborado por el Colectivo Reflexión-Acción “Alternativas”.

Dicho programa contará con la participación de un panel destacado en el ámbito de la filosofía costarricense.

Cuando un gran filósofo se limita a desempeñar el papel de un político ordinario, la filosofía está muerta. El suicidio de Habermas

 Paolo Becchi

La reciente declaración firmada, entre otros, por Jürgen Habermas, último exponente de la «Escuela de Fráncfort», reivindica, tras las «atrocidades» cometidas por Hamás y la respuesta israelí, la existencia de ciertos «principios que no deberían cuestionarse», y que serían «la base de una solidaridad correctamente entendida con Israel y los judíos en Alemania». El argumento es, en esencia, el siguiente: dado que el objetivo de la acción de Hamás sería «eliminar la vida judía en general», criticar la reacción israelí sería de hecho imposible sin caer, intencionadamente o no, en una posición antisemita. Por eso la solidaridad es con Israel y los judíos de Alemania: porque -se acaba sugiriendo- atacar a Israel es también atacar a los judíos alemanes, es atacar a los judíos como tales. Un argumento que un Robert Habeck podría esgrimir, y también lo ha hecho, pero de un filósofo, y de uno del calibre de Habermas, habríamos esperado algo más. Por ello, nos permitimos hacer algunas observaciones críticas.

Acusar de antisemitismo a cualquiera que critique a Israel, a cualquiera que apoye los motivos palestinos, es un recurso que a menudo ha demostrado su eficacia retórica, pero que no deja de ser moralmente vergonzoso. Esto ya lo había observado, mucho mejor que yo, el filósofo, judío, Jacques Derrida, que había hablado en ¿Qué mañana? de una «trampa mortal»: «no me parece justo negar a nadie -incluido yo mismo- el derecho a criticar a Israel o a una comunidad judía en particular con el pretexto de que esto podría parecerse o ser funcional a una forma de antisemitismo». Y añadió: «Lo peor a mis ojos, desde mi punto de vista, es la apropiación y sobre todo la instrumentalización de la memoria histórica. Es perfectamente posible y necesario, sin implicar la menor forma de antisemitismo, denunciar esta instrumentalización, así como el cálculo puramente estratégico -político o no- que consiste en servirse del Holocausto, utilizándolo para tal o cual fin». Una lección, diría yo, que Habermas debería saber, sobre todo porque estuvo en diálogo filosófico con Derrida.

No se trata, pues, de negar que el antisemitismo no pueda seguir siendo hoy un problema, una plaga, ni, por supuesto, que deba tolerarse. Pero hay que ser lo suficientemente honesto y lúcido para asumir la responsabilidad que conlleva acusar a alguien de antisemitismo y privarle así de su libertad de expresión y de crítica. No se puede tener miedo a criticar todas las posturas que adopta Israel, y no se puede privar a la gente del derecho a ponerse, si quiere y si cree que es lo correcto, del lado de los palestinos. La persecución contra los judíos durante el nacionalsocialismo no fue sólo contra los judíos, sino contra esa idea de humanidad, de dignidad humana, que les fue negada a los judíos y que hoy como ayer debería ser universalmente defendida kantianamente.

En cambio, Habermas cae en la «trampa mortal». Con su «principio de solidaridad», que de hecho ha ocupado el lugar del «principio de dignidad humana», Habermas ha acabado justificándolo todo en los últimos años: desde la guerra en Ucrania, y el necesario apoyo a Zelens’kyj con el continuo envío de armas, hasta la lucha contra quienes consideraban ilegítimos los encierros y las vacunaciones forzosas: Putin es un criminal y quienes protestan contra la política pandémica del gobierno son negacionistas y conspiradores de extrema derecha que deberían ser (casi) ilegalizados. A veces, si la «solidaridad» no es aceptada por la población, el Estado, esta es la conclusión de Habermas, tiene que imponerla. ¡Devuélvannos a Horkheimer y Adorno y la Dialéctica de la Ilustración!

Así muere, o más bien está muerta, la ‘Escuela de Frankfurt’: de la crítica de lo existente se pasa a su justificación incondicional. Pero ¿cómo puede Habermas ignorar que la reacción de Israel está más allá de cualquier posible ‘proporcionalidad’? Más allá de la posible «intención genocida», ¿cómo puede Habermas no ver que Israel ha aprovechado la oportunidad para completar la limpieza étnica de Palestina, por tomar prestado el título del libro del historiador israelí Ilan Pappé, que comenzó con la formación del Estado de Israel? ¿Cómo puede olvidar que Noam Chomsky, otro distinguido judío, lo ve de la misma manera? Según las cifras más recientes publicadas por la ONU, la guerra en curso ha costado la vida a más de 10.000 palestinos, el 68% de los cuales eran mujeres y niños. La cifra de muertos para Israel ronda los 1.200, entre ellos 31 niños. ¿Vamos a negar la desproporcionalidad de estas cifras?

¿No tuvo siempre cuidado Habermas de distinguir el si del cómo de la guerra, insistiendo en el funcionamiento de un principio de proporcionalidad necesario para evitar sacrificios de civiles? ¿No había escrito, en el caso de la Guerra del Golfo, que nunca es posible apoyar una intervención militar que emprenda un bombardeo indiscriminado? ¿No fue Habermas el filósofo que pensó en una «paz perpetua», según el modelo kantiano de libre unión entre Estados? ¿Acaso esa paz requiere primero, como condición, la justificación de la violación de los derechos humanos en la Franja de Gaza?

Reflexión ante el fallecimiento del pensador italiano Nuccio Ordine

José Manuel Arroyo Gutiérrez comparte con SURCOS la siguiente nota:

Ha muerto inesperadamente el pensador italiano Nuccio Ordine. En un mundo tan extraviado, Ordine ha sido una mente iluminadora y un guía certero en medio de tanta confusión y mentira.

Comparto un par de párrafos de su ensayo clásico: “La utilidad de lo inútil”.

“… no es cierto que en tiempos de crisis económica todo esté permitido… que las oscilaciones de la prima de riesgo puedan justificar la sistemática destrucción de cuanto se considera útil por medio del rodillo de la inflexibilidad y el recorte lineal del gasto… (y) la obsesión por los presupuestos… El fármaco de la dura austeridad…, en vez de sanar al enfermo lo está debilitando aún más de manera inexorable… la razón (por qué) las empresas y los estados han contraído tales deudas… (son) corrupción… fabulosas retribuciones de ex políticos, ejecutivos, banqueros y super consejeros… (hacen que) quienes paguen sean sobre todo la clase media y los más débiles…”. (pág. 10).

“El saber constituye por sí mismo un obstáculo contra el delirio de omnipotencia del dinero y el utilitarismo. Todo puede comprarse, es cierto. Desde los parlamentarios hasta los juicios, desde el poder hasta el éxito: todo tiene un precio. Pero no el conocimiento: el precio que debe pagarse por conocer es de una naturaleza muy distinta. Ni siquiera un cheque en blanco nos permitirá adquirir mecánicamente lo que sólo puede ser fruto de un esfuerzo individual y una inagotable pasión. Nadie, en definitiva, podrá realizar en nuestro lugar el fatigoso recorrido que nos permitirá aprender. Sin grandes motivaciones interiores, el más prestigioso título adquirido con dinero no nos aportará ningún conocimiento verdadero ni propiciará ninguna auténtica metamorfosis del espíritu.” (pág. 15).

Imagen: https://www.avvenire.it