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Etiqueta: Historia Patria

El chavismo, un discurso sin patria y sin historia

José Luis Amador.

Por José Luis Amador MSc.

Una de las características del discurso chavista es la negación y tergiversación de la historia y los valores patrios. Proclamar que el país es una dictadura y convencer a la ciudadanía de que nada existe y hay que empezar de cero, es apenas un ejemplo. Esto le permite atacar las instituciones y debilitar los poderes de la República que le estorban en sus pretensiones autocráticas.

Para ello tiene a su haber la desinformación histórica que campea en gran parte de la población y especialmente en algunos sectores de su base social. Cosechamos el resultado de años de ausencia de educación cívica de la ciudadanía y un vacío enorme en el fortalecimiento de memoria histórica.

Súmese a ello que los partidos políticos tradicionales habían venido haciendo una utilización abusiva y superficial de la historia y la tradición, cuando no era que habían echado por la borda los valores de patria y solidaridad, a cambio de una visión economicista y utilitarista del país. “Mi partido y mi patria son mis amigos y mis negocios”.

No menos impactante fue el trabajo de erosión interna, generado desde ciertos sectores académicos, que, en nombre de la crítica científica, terminaron socavando la figura de héroes nacionales como Juan Santamaría o Juanito Mora. Esa visión fue interpretada por el pueblo como una negación de la existencia misma de estos héroes.

Así, el edificio ideológico que sostiene la identidad nacional quedó descuadrado, y el terreno abonado, abriendo espacio para un discurso chavista, a-histórico, carente de luces ciertamente, pero con un poder mediático descomunal, capaz de atacar viralmente la base de nuestra identidad y cohesión social.

En el espacio político, ya teníamos antes una derecha apátrida, que optó por los negocios y convirtió los partidos en maquinarias electorales, pero que se valía del discurso patrio para ganar adeptos, ahora tenemos una derecha ignorante, ayuna de todo interés real en nuestra historia y nuestra ancestralidad.

Nos toca ahora retomar las tareas de re-construcción de la nación y la identidad. Son las viejas tareas de Omar Dengo, Carmen Lyra, García Monge y tantos otros, “para recordarles a los que vienen que no son hijos de las peñas, que tienen precursores abnegados e ilustres y una tradición estimable que conocer, respetar y proseguir” (García Monge al pie del Monumento Nacional. 15 de setiembre, 1921).

En este momento, son pocos y quizá demasiado dispersos los actores sociales, (políticos, artistas, académicos, religiosos, periódicos, formadores de opinión) que alimentan un discurso de revitalización de los elementos de identidad patria y procuran enfrentar y neutralizar el discurso de negación histórica de la arremetida chavista.

Es urgente que los sectores humanistas del arte, la política y la intelectualidad, unan esfuerzos para enfrentar esta visión negacionista de la historia y la cultura, a efecto de trabajar juntos en la reconstrucción del edificio ideológico y espiritual de la patria, fundamentados en la solidaridad humana y no en otra cosa

Cabe señalar que este es casualmente, el talón de Aquiles del discurso chavista: No tiene concepto de Patria, no tiene sentido de solidaridad, no conoce la costarriqueñidad, es un discurso improvisado desde la ideología de un funcionario de tercera del Banco Mundial, que solo sabe servir a sus financistas y a unos cuantos empresarios.

El supuesto líder chavista no tiene las luces para generar un concepto de patria, mucho menos esa Tercera República, de la que habla. No tiene la consistencia ideológica y espiritual que eso requiere y esperamos, no la obtenga jamás.

El discurso chavista pretende haber abolido la historia, pero cuidemos que no nos robe nunca la misión sagrada y permanente de construir la patria, el futuro y la esperanza.

El filibustero William Walker huye ante la acción de las Repúblicas Centroamericanas lideradas por Costa Rica. Ilustra un momento heroico y luminoso de nuestra historia, pero hay muchos, la mayoría de ellos, anónimos.

Ante el 177 aniversario de la Fundación de la República

(Intervención de Vladimir de la Cruz, en el acto cívico oficial, organizado por la Dirección Regional de Educación de San José Central, en el marco de los actos conmemorativos del 177 aniversario de la Fundación de la República de Costa Rica, celebrado el domingo 31 de agosto del 2025, frente al busto del Dr. José María Castro Madriz, ilustre fundador de nuestra República, ubicado en la Avenida Central, calle 4, ciudad de San José.)

La noticia de la Declaración de Independencia de Guatemala, del 15 de setiembre de 1821, llegó a Cartago, capital entonces de la Provincia de Costa Rica, el 13 de octubre.

El 11 de octubre de 1821 la Diputación de León, a la cual pertenecíamos, también así lo había resuelto, corrigiendo lo acordado en esa Diputación el 28 de setiembre, cuando conocieron la Declaración de Guatemala.

Entre el 13 y el 28 de octubre se conocieron estos documentos en distintos lugares del país, que se hicieron representar el 29 de octubre de 1821, en Cartago, para definir el rumbo de Costa Rica.

Así, en el Ayuntamiento de la ciudad de Cartago, se proclamó la Independencia absoluta del gobierno español, el 29 de octubre de 1821, aceptando de seguido la Constitución y las leyes del Imperio Mexicano, por la felicidad y verdadero interés de la entonces Provincia de Costa Rica, situación que no se materializó, al desaparecer el Imperio Mexicano en 1823.

De esa forma iniciamos el camino de nuestra vida independiente hace 204 años.

De seguido procedimos a nombrar, una serie de nueve breves gobiernos, desde el 12 de noviembre de 1821 hasta la instalación de la Asamblea Constituyente del 6 de setiembre de 1824.

Por iniciativa del Acta de Independencia de Guatemala, del 15 de setiembre, se convocó a un Congreso centroamericano para decidir el punto de independencia general absoluta y fijar, en caso de acordarla, la forma de Gobierno y ley fundamental que debía regir. Así, se produjo la Asamblea Constituyente de las Provincias Unidas del Centro de América, el 22 de noviembre de 1824, que dio origen a la República Federal de Centroamérica.

En la República Federal nos constituimos como el Estado Libre, desde 1824 hasta 1838, cuando el jefe de Estado Braulio Carrillo nos separó de la Federación, considerando que para ese momento no había un sentimiento de nación y de federación centroamericana.

Aun así, mantuvimos la condición de Estado, como forma organizativa política hasta el 31 de agosto de 1848, cuando el Dr. José María Castro Madriz, junto con el ministro de Relaciones y de Gobernación, Joaquín Bernardo Calvo, siguiendo la decisión del Congreso de la República, del 30 de agosto de 1848 decretó, ese 31 de agosto, un día como hoy, hace 177 años, la República, como nueva denominación de Costa Rica, en su “condición de cuerpo político, soberano e independiente”. De esa forma el título de ESTADO de Costa Rica se sustituyó por el de República de Costa Rica, que es lo que hoy celebramos.

Con la nueva denominación no se afectó la condición del cuerpo político soberano e independiente que teníamos desde la disolución de la República Federal, ni se alteró la constitución interior de la estructuración y organización institucional de los Poderes Públicos (el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial), que teníamos desde 1825, desde hace 200 años, cuando así se establecieron, constituyendo el sólido Estado de Derecho que desde entonces vivimos, con estos poderes independientes, soberanos y autónomos entre sí, cada uno con funciones que se les han respetado propias, exclusivas e indelegables.

Es importante destacar que la decisión del Congreso de declarar la República obedeció a una solicitud que había hecho una mayoría de Municipalidades, en ese sentido.

Con la Declaración de la República se afirmaron los principios de soberanía, de libertad y de independencia de Costa Rica, y en tal concepto el de nación libre, soberana, independiente y dueña de sus derechos.

Ante la decisión de la Declaración de la República, el 10 de octubre de 1848, el cuerpo eclesiástico de Costa Rica, se dirigió al presidente José María Castro Madriz, para que gestionara la creación de la Diócesis de Costa Rica, para romper la dependencia que tenía la iglesia costarricense con la de León de Nicaragua, considerando que al declarar la República, la Iglesia costarricense no debía depender de otro Estado, lo que se logró en el gobierno de Juan Rafael Mora Porras, el 28 de febrero de 1850, con la Bula “Christianae religionis auctor” del Papa Pío IX, fortaleciendo la Independencia de Costa Rica en el plano religioso.

Al recordar la Declaración de la República exaltamos con ella los valores fundamentales del sistema democrático, cuales son entre otros, Igualdad, Libertad, Fraternidad, Tolerancia y Respeto para las distintas ideas, personas, derechos y libertades, Orden, Honestidad, Solidaridad, Pluralismo político, Justicia Social, Bien Común, Legalidad, Justicia, Participación Ciudadana.

La importancia del régimen republicano es el respeto al Estado de Derecho, que es el respeto a la independencia, autonomía y soberanía de los Poderes Públicos, que es el sometimiento de las Autoridades Políticas a lo que la Constitución y las Leyes les obligan y permiten hacer, es el respeto al ejercicio pleno de los Derechos y Libertades de los ciudadanos.

Al Dr. José María Castro Madriz le reconocemos y recordamos también como el gobernante que impulsó la instrucción pública, particularmente su preocupación por la educación de mujeres; el que impulsó reformas educativas y las relaciones internacionales; el que decretó la erección de la Universidad de Santo Tomás, el que propuso el establecimiento del Hospital San Juan de Dios, el que propuso fundar una Escuela Normal encargada de formar maestros; el impulsor de la construcción del ferrocarril a los puertos de Limón y Puntarenas.

También lo recordamos como magistrado y presidente de la Corte Suprema de Justicia, como diputado y presidente del Congreso, como jefe de Estado, como presidente de Estado y como presidente de la República, como Rector de la Universidad de Santo Tomás, como Maestro Masón y gran pensador y reformador liberal.

Al Dr. José María Castro Madriz también le debemos la actual Bandera y Escudo Nacional.

Especialmente le recordamos por su paso por la prensa con la publicación del periódico semanal “El Mentor Costarricense”, que marcó los senderos luminosos de la marcha del periodismo costarricense, de las libertades de prensa, de información, de pensamiento, de educación y de la opinión pública.

El Dr. Castro Madriz decía que “la opinión pública debe ser el oráculo de un gobierno libre y popular; que no puede conocerse bien si no es expresándose bajo los auspicios de la augusta libertad de prensa, y que tampoco puede ilustrarse si no es con la publicación de los pensamientos y el debate de los escritos, de los que resulta triunfante la verdad”.

Procuraba que los periódicos instruyeran al pueblo en sus deberes y le informara sobre los aconteceres más importantes de la marcha del Gobierno. Los periódicos los consideraba constructores de la Patria.

Frente a las críticas periodísticas que se le hacían dijo: “Quiera Dios que durante mi presidencia sean saciadas las hambres de libertad de prensa para que mis sucesores encuentren calmados los ánimos y encauzado, por sí solo, este derecho incontrovertible del hombre a un plano de más elevadas miras…”

“Quiero que mi Patria, ya que no puede ser temida por su fuerza, sea considerada por su justificación y cordura, de modo que sobre cualquier agravio que se le infiera, recaiga el anatema del mundo civilizado. No tenemos escuadras, tengamos la simpatía de las naciones. La civilización del siglo ha definido la libertad política y religiosa, elevándola a dogma de paz y de ventura. Como tal la conozco y sabré acatarla y sostenerla”.

“Creo que la expresión de la verdad, aún la más amarga, conviene al gobernante que como yo, tiene el valor de abdicar ante ella sus errores, y el sincero deseo de tomarla por base de sus actos. Creo, en fin, que toda discusión ordenada y comedida ilustra, y que el lenguaje sólito de las malas pasiones, contra un gobierno que por su legitimidad y rectitud abunda en medios morales de defensa, es impotente”.

“La libertad de la prensa es un derecho consagrado por la ley, y como tal debo respetarlo, cualquiera que sean las consecuencias que de su ejercicio para mí resulten. Quizás su acción en estos momentos no sea favorable para mi Gobierno, desde luego que contra él se esgrimen con no disimulada furia sus armas; pero esa libertad es una de las que a la nación más honran, y andando el tiempo, de las que más habrán de aprovecharle; y entre lo que creo que le conviene a la nación y lo que me conviene a mí, como jefe de ella, yo no vacilo. Primero y ante todo la nación, y primero el derecho de los ciudadanos a ella, que lo que pudiera convenirme a mí en esta jefatura transitoria, que mucho me honra, pero que para mi corazón y mi espíritu tiene poco de placentero, y sí mucho de mortificante, puesto que, ejecutando el bien, según mi conciencia, me expongo a cosechar en perjuicio personal mío males sin cuento. Que sea así en buena o mala hora; pero mi mano no suscribirá jamás nada que pueda ser atentatorio contra derechos que están consagrados por las costumbres, a menos que estos pudieran tener carácter manifiestamente dañino a la moral social, como quedan todavía algunos, cuya desaparición debemos confiar, sin embargo, antes que a nuestra acción coercitiva, a la marcha depurativa y lenta, pero siempre segura, de los tiempos. Para esos somos, antes que mandatarios, educadores de un pueblo que entró hace poco en la pubertad y cuyo espíritu debemos fortalecer adiestrándolo en el ejercicio amplio de sus capacidades sociales, y no debilitarlo, escamoteándole la facultad de realizar, en todos sus campos y con entera plenitud, los que la ley le consagra como legítimos derechos suyos”.

La Independencia proclamada en Cartago el 29 de octubre de 1821 se dispuso jurarla en cada pueblo, por lo que se devolvió la noticia para que los ciudadanos la juraran, y se hicieran “adictos a la libertad”.

Hoy no se acostumbra jurar la Independencia al conmemorar estas fechas, como la de la República, aspecto que se debiera retomar desde el Ministerio de Educación y de los Poderes del Estado, para promover mayor compromiso con la Democracia, la Libertad, la Soberanía, la Justicia Social, la Paz y el Desarrollo Nacional, juramento que gobierno y ciudadanos lo deben realizar, así como el saludo a la Bandera que se lleva a cabo en ceremonias o actos cívicos como éste que estamos realizando. La primera Jura ante la Bandera costarricense se realizó el 8 de junio de 1823.

El Juramento es el compromiso que se adquiere de servir a la Bandera con honestidad y lealtad contra sus enemigos, contra quienes la amenacen y actúen en su contra; para servir al gobierno si llama en su defensa.

El Juramento es la afirmación ante los Héroes y Próceres de la Patria del recuerdo de su memoria cuando se izó por primera vez como símbolo de patriotismo, de identidad nacional, como escudo de la Independencia Nacional y en memoria de los que cayeron combatiendo por la Libertad, la Independencia y la Soberanía Nacional.

Hoy al recordar al Dr. José María Castro Madriz, en esta gloriosa fecha, con el corazón henchido, afirmamos:

¡Viva la Independencia de Costa Rica!

¡Viva la República de Costa Rica!

¡Vivan siempre los valores políticos de La República!

Puede leer el discurso en el mismo acto de Guiselle Alpízar Elizondo, viceministra Académica del Ministerio de Educación Pública.

El mes de enero en nuestra Historia Patria

Vladimir de la Cruz

Todos los meses del año, en cada uno de sus días, está cargado de recuerdos y eventos históricos, que podemos considerar importantes o destacados. No hay día en que no haya sucedido algún evento, suceso o acontecimiento, digno de destacar, relacionado especialmente con fechas tradicionales patrias, con las efemérides o con situaciones o datos de personajes que han destacado en nuestra historian política, económica o cultural. Veamos algunas relacionadas con este mes de enero que inicia.

El 1 de enero de 1700, de acuerdo con los libros parroquiales y documentos de la época, se estimaba la población de Costa Rica en 19.293. Se estima que a la llegada de Colón la población podría oscilar entre 500.000 habitantes y un millón de personas. El impacto de la conquista y la colonia, por diversas causas provocaron una catástrofe demográfica.

A principios del siglo XIX se estimaba la población en 30.000 habitantes, en los días de la Independencia, 1821, y de la fundación del Estado de Costa Rica, en 1824, teníamos alrededor de los 61.000, al fundarse la República de Costa Rica, en1848, teníamos 95.127, en los días de la Guerra Nacional contra los filibusteros teníamos alrededor de los 100.000. En 1892 se constatan 243.000, en 1927 la población era de 471.524, en 1950 había 800.875 habitantes y el niño millón se logró en 1956. En 1973 nos aproximábamos a los dos millones con 1.871.780 habitantes y en el 2000 nos acercamos a los 4 millones con 3.910.179 habitantes, para tener hoy 5.212.000 habitantes.

En 1823 se instaló la Segunda Junta superior Gubernativa en Cartago, que gobernó hasta el 14 de marzo de 1823 siendo presidida por José Santos Lombardo. En 1851 el Estado estableció el monopolio de licores, en el primer gobierno de Juan Rafael Mora Porras. En 1872 fue inaugurado el Muelle de Hierro de Puntarenas.

En 1888 abrió al público, bajo la dirección de Joaquín Bernardo Calvo, el Registro Civil. Desde entonces el registro de los costarricenses de nacimientos, matrimonios, divorcios, muertes y nacionalizaciones lo lleva a cabo esta Institución hoy es una dependencia de Tribunal Supremo de Elecciones. Antes de esta fecha el registro de costarricenses se realizaba en los Libros parroquiales.

El 2 de enero de 1865 el padre Francisco Calvo Castillo, fundó la Primera Logia Masónica en San José con el nombre de “Caridad”. El Padre Calvo fue el Capellán del ejército nacional en la lucha contra los filibusteros norteamericanos en 1856-1857. A él se le debe el libro de los caídos en esos combates, hoy mejorado en sus datos. Fue uno de los grandes impulsores del movimiento liberal costarricense entre 1870-1890.

En 1878 llegó al pañis el Dr. Bernardo Augusto Thiel Hoffman, segundo Obispo de Costa Rica, quien también se ligó a la Logia Masónica, e hizo importantes estudios de las culturas indígenas de Talamanca.

En 1890 nació el arquitecto José María Barrantes. A él se le debe entre 1928 y 1950 innumerable cantidad de escuelas, urbanas y rurales, así como el edificio del antiguo Aeropuerto Internacional de la Sabana, hoy Museos de Arte Costarricense, algunos templos o iglesias católicas.

En 1915 nació el padre Benjamín Núñez Vargas, quien fundó y dirigió la Confederación Costarricense de Trabajadores Rerum Novarum, en la década de 1940. Participó como Capellán del ejército de Liberación Nacional, en la guerra de 1948, llegando a ser ministro de Trabajo de la Junta Fundadora de la Segunda República, 1947-1948. Fue alto dirigente del Partido Liberación Nacional y Rector fundador de la Universidad Nacional.

El 3 de enero de 1857, el Vapor San Carlos cayó en manos del Ejército Nacional, en su lucha contra los filibusteros norteamericanos, quedando desde ese momento el río San Juan en control del ejército nacional. En 1861 se restrenó el Teatro Mora con el nombre de Teatro Municipal. En 1910 murió asesinado el Limón el último Cacique o Rey de Talamanca.

En 1977 se declaró al pájaro Yigüirro como Ave Nacional.

El 4 de enero de 1945 falleció el tres veces presidente de Costa Rica, Ricardo Jiménez Oreamuno, de los períodos 1910-1914, 1924-1928 y 1932-1936. En la campaña electoral de 1939 intentó participar aliado a los comunistas, liberales y masones contra la candidatura de Rafael Ángel Calderón Guardia, para evitar la derogatoria de las leyes liberales de 1882-1888. Apoyó en víspera de su muerte la Reforma Social de 1943.

El 5 de enero de 1912 murió Víctor Guardia gran militar destacado en la lucha contra los filibusteros norteamericanos.

El 7 de enero de 1858 el presidente de los Estados Unidos, James Buchanan, calificó como un error que se hubiera capturado a William Walker, en su intento de invadir nuevamente a Centroamérica.

En 1871 se emitió la Constitución Política en el gobernó de Tomás Guardia Gutiérrez, Constitución que llegó hasta 1948 con algunas interrupciones.

En 1928 el gran piloto Charles Lindbergh, que había cruzado por primera vez el Atlántico, llegó en visita a Costa Rica promoviendo a la Pan American Airways Company, motivo por el cual produjo protestas de los grupos nacionalistas que había en esos años.

En 1968 fue inaugurado la Escuela Normal Superior de Heredia, que luego se integró a la Universidad Nacional.

En 1940 nació el presidente Miguel Ángel Rodríguez Echeverría. También fue diputado y ministro.

El 10 de enero de 1900 nació el presidente Teodoro Picado Michalski. También fue diputado y ministro de Educación.

El 11 de enero de 1857 Juan Rafael Mora Porras hace su Proclama con motivo de la toma de los vapores del río San Juan.

El 12 de enero de 1886 Franklin Chang Díaz viajó al espacio en el transbordador Columbia, en una misión que duró 14 días. Ha sido el astronauta que más viajes realizó.

El 13 de enero de 1874 el padre Francisco Calvo fundó la Sociedad de Artesanos impulsando la organización obrera nacional.

El 13 de enero de 1885 fue sepultado en el Cementerio General el gran presidente y Benemérito de la Patria, Juan Rafael Mora Porras, quien había sido fusilado en Puntarenas el 30 de setiembre de 1860. Todavía se le debe el Funeral de Estado.

El 14 de enero de 1888 se fundó el Colegio Superior de Señoritas, como parte de la gran reforma educativa que impulsó Mauro Fernández.

El 15 de enero de 1888 nació la gran escritora de narrativa infantil Carmen Lyra, militante comunista, impulsora de organizaciones y luchas sociales, organizadora del primer Primero de Mayo, como día internacional de los trabajadores que se celebró en Costa Rica en 1913 y de la primera Confederación General de Trabajadores, de 1913. Fue una importante dirigente comunista desde 1931 hasta su muerte en el exilio en México, durante el período de la Junta Fundadora de la Segunda República, que le impidió morir en Costa Rica.

El 16 de enero de 1785 nació en Cartago Pablo Alvarado Bonilla, precursor y prócer de la Independencia de Centroamérica. El primer grito de independencia en la región, el 15 de setiembre de 1808 en cierta forma se le debe a él. Fue diputado por Costa Rica en la Asamblea Constituyente establecida en Guatemala, donde como estudiante de medicina se ligó a lucha por la Independencia de Centroamérica.

El 16 de enero de 1856 los vapores filibusteros en el Puerto de la Virgen caen en manos de las tropas costarricenses.

El 17 de enero de 1857 se reúnen en el vapor San Carlos, en Granada, Nicaragua, los generales José Joaquín Mora Porras, Tomás Martínez, José María Cañas y Gustavo Adolfo Zavala para combinar el plan de la campaña militar contra los filibusteros en ese primer semestre de 1857, que culmina con la rendición de Walker el 1 de mayo.

El 17 de enero de 1899 nació el quinto Obispo de Costa Rica, Monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez, gran historiador eclesiástico, uno de los gestores de la Gran Reforma Social de 1943.

El 17 de enero de 1918 nació el escritor Fabián Dobles Rodríguez, Premio Nacional de Cultura Magón, 1968.

El 18 de enero de 1839 Braulio Carrillo conmutó la pena de muerte a Joaquín Mora Fernández, hermano del jefe de Estado Juan Mora Fernández, quien había sido acusado de conspirar contra su gobierno.

El 18 de enero de 1855 Gran Bretaña pide informe acerca de la ayuda en armas y municiones que envió para prepararse en la lucha contra los filibusteros norteamericanos.

El 19 de enero de 1951 falleció el gran educador, arqueólogo, abogado, naturalista Anastasio Alfaro González.

El 19 de enero de 1969 falleció el filósofo, periodista y político, catedrático de la Universidad de Costa Rida, Abelardo Bonilla Baldares.

El 20 de enero de 1881 nació Joaquín García Monge, gran educador, promotor cultural, escritor, director de la Escuela Normal de Heredia, ministro de Educación y director de la Revista Repertorio Americano desde 1919 hasta 1958, y del periódico Adelante publicado en esos años posteriores a la Guerra Civil, “para darle voz a los que no tenían voz”.

El 21 de enero de 1909 nació en Alajuela el gran escritor Carlos Luis Fallas, gran dirigente sindical de la Huelga Bananera de 1934, y dirigente comunista. Fue regidor municipal y diputado en 1944. Fue declarado Premio Magón en 1965 y Benemérito de la Patria.

El 22 de enero de 1832 Rafael Francisco Osejo asumió la Presidencia del Poder Legislativo.

El 22 de enero de 1913 se fundó la primera Confederación General de Trabajadores de Costa Rica, organizadora del primer desfile del Primero de Mayo, como Día Internacional de los Trabajadores.

El 23 de enero de 1857 los ejércitos centroamericanos, en lucha contra William Walker, nombran provisionalmente un Estado Mayor del Ejército Aliado, dirigido inicialmente por el General Florencio Xatruch.

El 24 de enero de 1991 fue creado el Museo Sabanero en Liberia.

El 25 de enero de 1825 fue emitida la Ley fundamental Interina del Estado de Costa Rida, que derivaba de la Constitución Federal de Centroamérica. Con ella se crearon los poderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo, que cumplen este año 200 años de existencia. También se creó la Corporación Municipal de San José.

El 26 de enero de 1882 falleció Nicolás Gallegos Castro, Rector de la Universidad de Santo Tomás, de 1875 a 1876. Igualmente, en 1949, fue declarado Benemérito de la Patria el presidente León Cortés Castro.

El 27 de enero de 1917 Federico Tinoco Granados al darle el golpe de Estado al presidente Alfredo González Flores, se declaró presidente provisional de la República.

El 28 de enero de 1932 falleció uno de los más grandes presidentes liberales del país, Bernardo Soto Alfaro, impulsor de la gran reforma educativa con su ministro Mauro Fernández, creador de Liceo de Costa Rica, del Colegio Superior de Señoritas, el Instituto de Alajuela del Museo Nacional de Costa Rida y de la Biblioteca nacional.

El 28 de enero de 1950 fue creado el Banco Central de Costa Rica, que cumplirá su 75 aniversario.

El 29 de enero de 1825 el Congreso Constituyente declaro que Nicoya y Santa Cruz se consideraban agregadas a Costa Rica.

El 29 de enero de 1826 José Zamora Castro, intentó una conspiración para acabar con la Independencia y someter de nuevo a Costa Rida la dominación española, intento que fracasó.

El 31 de enero de 1840, bajo el gobierno de Braulio Carrillo, el Papa Gregorio XVI aceptó que el Estado de Costa Rica disminuyera los días feriando de carácter religioso en el país.

El 31 de enero de 1925 se aprobó la Ley de Accidentes de Trabajo, ley que el movimiento de los trabajadores venía luchando desde 1908.

El 31 de enero de 1930 nació el gran educador, ensayista, historiador de arte y etnohistoriador, Luis Ferrero Acosta, en Orotina, Alajuela.

En 1938 nació el gran poeta turrialbeño Jorge Debravo.

Compartido con SURCOS por el autor.