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Etiqueta: impuestos

Organización Interseccional Pro Derechos Humanos ante la grave crisis económica y social que estamos viviendo

Comunicado de la Organización Interseccional Pro Derechos Humanos CR

El sistema económico capitalista vigente ha entrado en una etapa donde los contrastes entre clases sociales se han agravado, de tal manera que estamos señalados como uno de los países más desiguales del mundo.

Con la crisis sanitaria, estas diferencias se han profundizado y la tasa de desempleo ha crecido a niveles históricamente nunca vistos. Los sectores de la diversidad sexual y de género, especialmente las mujeres trans, son uno de los sectores de los más golpeados por carecer de oportunidades de educación y empleo.

El descontento ha crecido, especialmente cuando se anunciaron medidas dirigidas contra los trabajadores y el pueblo en lugar de instruir a las direcciones tributarias para que realicen la función efectiva para recaudar los fondos necesarios dejados de percibir por las ganancias de empresarios, y fundamentalmente porque estas medidas no se han dirigido hacia eliminar la elusión, la evasión, la exención y la mora en el pago de los impuestos de empresarios poderosos, tanto locales como transnacionales.

El anuncio del posible préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la manera de conseguir fondos para el pago de la deuda interna; han provocado con mucha razón el descontento popular. Descontento alimentado, en cierta manera, por oportunistas politiqueros, y noticias falsas, pero que realmente es un descontento sentido y justificado.

La violencia en los bloqueos y ante las Oficinas Presidenciales nos preocupan como Organización, especialmente porque no entendemos que suceda, ahora que se ha llamado a un diálogo nacional. Nos parece que ningún grupo debe negarse a participar ante el llamado presidencial, porque, quien se niegue cerrará las puertas de la credibilidad a sus planteamientos sin embargo también se debe dar participación activa de la sociedad civil.

El presidente, en su alocución referida a los bloqueos de carreteras, anunció que eliminaba la propuesta original, sin embargo, no ha mencionado que no se va a solicitar el préstamo al FMI, tampoco que se ha dejado de pensar en la posibilidad de venta de empresas del Estado, pues no incluyó, por ejemplo, en la lista, no vender la Fábrica Nacional de Licores. Pero rescatamos su llamado a la conversación o diálogo, y nos parece que las negativas de algunos sectores a conversar son injustificadas y solo perjuicio pueden causar a la paz social, ya tan lastimada.

Destacamos eso sí, que ya en las primeras conversaciones se ha logrado que se busque financiamiento al aguinaldo y los aumentos de los empleados públicos.

Creemos que se debe encontrar alternativas al préstamo del FMI, por ejemplo, como la que se ha sugerido de conseguir un préstamo de las reservas económicas y de las inversiones efectivas que mantiene en el exterior el Banco Central, a sabiendas que el sector financiero nacional también es parte del Sector Público Costarricense, además que es el Banco Central de Costa Rica el ente público que se encarga de la emisión y administración de los billetes y monedas.

Y en todo caso los objetivos principales de las conversaciones son investigar y poner denuncias contra elusores y evasores de impuestos. Ya sabemos que este procedimiento es muy lento, la investigación no es fácil, empresas y empresarios esconden sus maniobras minuciosamente. Además, una vez descubiertos y acusados los procesos judiciales duran bastantes años, pero ese camino hay que recorrerlo como una manera de evitar que se siga produciendo este desfalco fiscal que nos perjudica a todo el pueblo. Debe hacerse que los auditores fiscales con los que cuenta el Ministerio de Hacienda efectúen la labor de una forma efectiva para cobrar la cifra millonaria que aún se encuentra pendiente de recuperar y a su vez que esas empresas regulen su situación tributaria eficientemente.

Si el Gobierno necesita más ingresos no debe de ninguna manera cargar impuestos a quienes menos tenemos. Los impuestos deben ser cobrados para quienes tienen más ganancias de sus negocios. Debe revisarse las exenciones que dejan un hueco fiscal considerable.

Sobre los gastos nos parece adecuado, de forma perentoria, la revisión del costo de alquileres, tal y como se está haciendo. Pero a un plazo muy corto hay que construir los tantas veces planeados edificios propios para las diversas oficinas estatales.

Sí a la justicia tributaria.
Adelante siempre adelante.
San José, 13 de octubre de 2020.

El Telar # 20. Resistencia popular ante el FMI y políticas neoliberales del gobierno de Costa Rica

Ante el avance de diversas políticas de corte neoliberal del gobierno de CR y un posible acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que plantea nuevos impuestos sin justicia tributaria y pretende la venta de instituciones públicas, el país vive días de mucha agitación social y política.

Por ello en la edición #20 de El Telar, se analiza este panorama desde la perspectiva crítica de diversos sectores populares.

Compartimos el enlace para escuchar el programa:

https://archive.org/details/el-telar-20-resistencia-popular-ante-el-fmi-y-politicas-neoliberales-8-10-20

 

Compartido con SURCOS por Diego Molina.

Protesta y movilización social en tiempos de pandemia: algunas tendencias, características y preguntas

Este análisis que fue remitido a SURCOS y compartimos fue elaborado por los doctores en Sociología Allen Cordero y Manuel Barahona junto a la bachiller en Economía Priscilla Sibaja. Cordero es director de la Escuela de Sociología de la Universidad de Costa Rica y Barahona es catedrático jubilado de la Universidad Nacional. Sibaja realizó la asistencia de investigación. El contenido es responsabilidad de sus firmantes y se produce en el espacio académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).

Allen Cordero, Manuel Barahona, Priscilla Sibaja

Introducción

«Sin duda la etapa histórica que se ha abierto tanto a nivel nacional como internacional en virtud de la pandemia de Covid-19 presenta retos inéditos para la comprensión de la sociedad. Algunos de ellos muy urgentes y otros que se asoman e insinúan en el camino. Las dimensiones sociales en juego son contundentes. Algunas teorías y nociones buscan dar respuestas a la comprensión de esta situación, pero de seguro, será necesario echar mano de enfoques novedosos para intentar comprender lo que emerge, incluyendo elementos de continuidad y ruptura. Muchos retos teóricos, analíticos y descriptivos aguardan a quienes desde las Ciencias Sociales nos interesamos por los movimientos sociales.

Este artículo intenta un acercamiento a la comprensión de las tendencias y alcances en la movilización y protesta social en Costa Rica en la coyuntura abierta por la pandemia del COVID19 ocasionada por el SARS-CoV-2, al declararse en Costa Rica el primer caso positivo el 6 de marzo del 2020. Inicia con un breve estado del arte de la protesta social, resumido en el reflujo preexistente en la misma.

En un segundo momento, se revisan las cifras de la base de datos del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad de Costa Rica (UCR), sobre protesta social para el período marzo–septiembre de 2020, complementada con una sistematización propia de noticias sobre protesta social derivados de medios de comunicación y redes sociales.

Finalmente, se traza una tipología de los movimientos sociales, tratando de ordenar para el análisis los actores/actrices de los movimientos y sus móviles, ello con miras a dar cuenta de sus alcances en término de incidencia.

Se subraya que este es un análisis en construcción pues evidentemente mucho puede suceder en el futuro inmediato y mediato en términos de la dinámica de los movimientos sociales.

Hemos cerrado la revisión de materiales para este texto el domingo 4 de octubre en horas de la mañana en el contexto de la lucha contra el pago de más impuestos. Este movimiento empezó el domingo 20 de septiembre y ha sido el más fuerte desde el inicio de la pandemia, gestándose originalmente como una protesta de clases medias de Santa Ana y alrededores, revestida de banderas blancas y tricolores. Desfilaban en carros lujosos y decían que ya no podían pagar más. El movimiento continuó como una campaña política de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (UCCAEP) y los medios de comunicación tradicionales y más influyentes decían unos y otros que ya no podían pagar más. Para el pasado miércoles 30 de septiembre, el Movimiento de Rescate Nacional llamó a una jornada de desobediencia civil. Se convirtió en una verdadera jornada nacional. Incluso en las primeras horas de esta jornada las cámaras patronales le hicieron un guiño a la lucha. Por ahí del medio día de ese miércoles, la UCCAEP se deslindó tajantemente de las protestas, dijo que estaba de acuerdo con los objetivos, pero no con la forma. Los sindicatos mientras tanto no sabían qué hacer. Hoy, domingo 4 de octubre, este proceso altamente complejo no ha terminado y es claro que no se agota con el tema de no más impuestos. Para la próxima semana, el martes 6 de octubre, concretamente se ha anunciado nuevas jornadas de protesta ahora sí con participación sindical. Pero hemos decido hacer un corte acá, considerando que el material presentado es abundante para sistematizar y analizar. Esto con el objetivo de brindar elementos para tomar las mejores decisiones y orientar las acciones que correspondan».

Puede descargar el documento de la investigación en el siguiente enlace:

Frente Autónomo Regional de Lucha de los Barrios del Sur insta a sumarse a la lucha contra acuerdo con el FMI

El Frente Autónomo Regional de Lucha de los Barrios del Sur (Desamparados, Paso Ancho, Río Azul) le invita a unirse a la concentración este viernes 9 de octubre a las 4:30 p.m. en la isleta frente al cementerio de Desamparados, contra el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, por no permitir que se cobren más impuestos y la no venta de instituciones públicas.

Foto de la actividad este viernes en Desamparado:

Enviado a SURCOS por Édison Valverde Araya.

Protesta debe conducir a un proyecto viable de nueva sociedad

Gerardo Morales García

La protesta de la calle en estos momentos tiene, al parecer, como máximo objetivo bloquear las principales carreteras del país y medir fuerzas con la policía, que intenta desbloquear los puntos críticos.

El enfrentamiento con la policía ya deja un saldo bastante abultado de heridos y detenidos. Además de una buena cantidad de daños materiales a vehículos particulares y del Estado. Y la violencia crece conforme pasan los días y no se ve ninguna opción de diálogo y entendimiento.

El COVID-19 ha pasado a un segundo plano. No importa ya el contagio ni las alertas. Los fallecimientos siguen aumentando, pero eso ya no es el punto central de reflexión.

Hay algo preocupante en esta coyuntura. La lucha inmediata es contra el Ejecutivo, y en particular contra la figura del Presidente. No es contra un sistema económico determinado ni siquiera contra un modelo de desarrollo ni su sistema político. O al menos no explícitamente en tanto el adversario no son las cámaras empresariales, el capital, ni tampoco quienes evaden y eluden impuestos. Esos ven los acontecimientos desde sus casas y mansiones. Sin mayores sobresaltos.

Tampoco el objetivo es el rediseño del Estado o la estructura jurídica del Estado o puntos críticos de la democracia como sistema político. La consigna genérica es “no más impuestos” con la consiguiente ambigüedad de un discurso que puede ser defendido también por los responsables históricos de la desigualdad económica y social del país. No más impuestos piden también quienes deberían contribuir más con la economía nacional, quienes pagan salarios bajos y tributan lo mínimo. Los mismos que adeudan grandes sumas a la seguridad social y que ven, repito, los acontecimientos desde sus casas, porque el problema pareciera no ser con ellos.

Con esto quiero enfatizar que la agenda de la protesta y la estrategia puede repetir lo mismo de siempre: hay violencia creciente, daños al patrimonio del Estado, heridos, detenidos y hasta muertos. Pero no se pasa de ahí. El sistema que genera desigualdad sigue igual, los salarios siguen hacia la baja, la calidad de vida se deteriora y la pobreza se mantiene o crece con la pérdida de empleos.

Es decir, se protesta pero no se profundiza en un proyecto viable de nueva sociedad, de nuevos tipos de convivencia social, de nuevas reglas del juego. Eso no interesa porque a la larga la política de corto plazo, la reivindicación inmediata, no da para pensar en algo mucho más fuerte y viable.

En lo particular me duele que de pronto un movimiento contestatario se convierta en un callejón sin salida, en un movimiento ritual que no logra trascender su propio impulso. Y que el objetivo central sea la violencia per se y no algo que convoque realmente a un cambio radical del sistema. Presumo que nuestras revoluciones serán siempre conservadoras, donde el oportunismo y la consigna de corto plazo terminan generando más frustración en los sectores vulnerables, que nunca se benefician realmente con nuestras revueltas de bloqueos y quema de patrullas de la fuerza pública, fuerza pública a la cual le exigimos, en otros momentos, que nos cuide del crimen organizado y de la delincuencia.

Se que mi visión no es la ortodoxa de los revolucionarios profesionales, de los líderes que prometen el cambio con petardos y bulla pero que al final no logran conjuntar los intereses de la ciudadanía como en otros tiempos si lo pudo hacer un Manuel Mora con su capacidad organizativa y negociadora.

Como no me siento representado plenamente ni por el gobierno ni por los líderes que han asumido la estrategia del bloqueo y la quema de patrullas, no me queda más que esperar a que las partes se sienten realmente a negociar una salida que nos ayude a todos a respirar dignamente en algún momento. Y que más temprano que tarde podamos soñar realmente con un nuevo proyecto de sociedad. Un proyecto donde no se tenga que recurrir a préstamos de usura o a la reducción del Estado social.

Se qué hay muchos intereses en juego, desde los electorales hasta el simple revanchismo camuflado. Y que ya uno está bastante curtido como para no caer en el pecado de ingenuidad.

Y como todavía puedo pensar libremente, sin directrices de nadie, me tomo el derecho de expresar mi opinión en esta hora realmente difícil, con varias pandemias en desarrollo.

Alucinaciones fiscales en pandemia

Luis Andrés Sanabria Zaniboni

Un gobernante que se esconde detrás de verdugos pagados pronto olvida qué es la muerte
Juego de Tronos – George R.R. Martin

Tras la publicación de la propuesta de negociación del gobierno ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), se presentaron una serie de polémicas que dejaron a primera vista un gobierno “huérfano” de todo apoyo; diputados y diputadas, sectores empresariales, sindicatos, medios de comunicación, ciudadanos y ciudadanas entre otros reaccionaron con indignación, sin embargo, la presencia de algunos esos sectores no pueden ser abonado a una señal de solidaridad con los y las desfavorecidas. Para abordar estos hechos tan convulsos y confusos, se hace necesario poner de frente la ley 9635 de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas para preguntarnos ¿Qué intereses nos llevaron a esta encrucijada?

Cuando vemos el camino hacia atrás de la implementación de la ley 9635 observamos una serie de compromisos y deudas pendientes con actores claves; algunos sectores cooperativos, los sectores financieros, los agroexportadores, los exportadores (zonas francas), además los evasores y elusores, esta lista no pretende ser exhaustiva, sino simplemente esbozar esos sectores que tuvieron al menos un trato preferencial en la conformación de esta ley y hoy se muestran al menos en silencio.

Por otro lado, la promesa del gobierno de turno fue continuar una ruta que estaba marcada por la creación o aumento de impuestos, reforma del empleo público y la consolidación de la regla fiscal. Todas estas promesas encontraron un freno ante la emergencia sanitaria, pero los números de las finanzas públicas empiezan a quedarse cortos.

Ante este escenario y la contracción económica, se ha visto como un salvavidas “oportuno” acudir al Fondo Monetario Internacional, que representa un tipo de alucinación de buenas intenciones, especialmente dado que es un organismo reconocido por su interés en la reestructuración de los Estados, en beneficio de los sectores dominantes del país, mediante la promoción de la privatización y la desregulación en aras de reducir el Estado, y privilegiar las condiciones de sectores con vínculos financieros internacionales (bancos, agroexportadores/exportadores).

Con esta idea del FMI, asistimos a una oleada de manifestaciones en las calles y una fila de “especialistas” y “técnicos” explicando los pormenores de las posibles medidas, una consigna se consolidó “no más impuestos”. Esta apuesta refleja por un lado el desencanto generalizado de la población por la administración económica-financiera del país, sin embargo, esconde otra alucinación, que todos y todas pagamos los mismos impuestos.

Alguna vez hemos sigo expuestos a ese negocio de dudosa reputación de la pirámide, donde nos prometen altos retornos por nuestra inversión, sin embargo, ese juego sólo beneficia al operador inicial, y dura hasta que “la gota derrame el vaso”. Así el gobierno de turno asemejo a un Esquema Ponzi (sistema de pirámide) empaquetó con promesas a diversos actores a cambio de su apoyo en distintas etapas, prometiéndoles que serían recompensados.

Lo que sucede es que los operadores de esta pirámide fiscal están quedando solos, dado que la capacidad de negociación les ha quedado corta, y hoy enfrentan la desnudez de sus intenciones, sectores agroindustriales, financieros y exportadores (zonas francas) son los operadores que sedujeron a través de esas alucinaciones a diversos actores que la cancha era igual y que “todos estarían pagando impuestos”.

El gobierno de turno intentó al igual que otros antes de él, vendernos esa alucinación de “equidad” tributaria con pesudo-reflexiones técnicas, y legitimar el actual estado de la coyuntura a través de esquemas tributarios que procuran según el discurso del sacrificio, expoliar a las personas de a pie, para así blindar por algunos años más a los sectores privilegiados.

Es evidente el tono de indignación detrás del “no más impuestos” ante la propuesta llana y sencilla de sobrecarga a través de los impuestos regresivos, sin embargo, una vez caída la pirámide, si miráramos con cuidado, al día de hoy no todos pagamos impuestos. Existen sectores de este país que han logrado convertirse en la “excepción a la regla” y hoy procuran seguir defendiendo esa posición, cobijados de una falsa “indignación”, es decir otra alucinación.

Es válido que pregunten, ¿entonces qué?, tal vez debamos corregir el pronombre relativo, y empezar a cuestionar Quiénes. Sigue la tarea vigente por visibilizar y denunciar esas actividades económicas que hoy siguen gozando de privilegios, esas ganancias que suman en las cuentas de sus titulares al margen de cualquier obligación, esos sectores financieros que acumulan ganancias y endeudan con sobregiros a las personas, esos sectores productivos que se encuentran al margen de cumplir con su responsabilidad corporativa, pero también esas omisiones postergadas convenientemente que han permitido eludir o evadir los impuestos.

¿Por qué mencionamos esto? Estos sectores se han localizado en un país que les ha dado las condiciones para sus operaciones (exoneraciones de impuestos, programas de apoyo institucionales, marco institucional y seguridad jurídica, inversión pública en diversas dimensiones) que representan acciones de política pública que han privilegiado sus actividades y protegido sus ganancias, pero para hoy se hace insostenibles ante las brechas socioeconómicas que han propiciado y los cambios estructurales que enfrenta la economía de nuestro país.

La simple frase “no más impuestos” sigue siendo una consigna de indignación, sin embargo, es un deber estar alertas y hacer las diferencias de quienes son, porque como lo sostenemos hoy, hay sectores y personas de este país que siguen sin pagar sus impuestos, beneficiándose de esquemas opacos o privilegios “trasnochados”, y esa factura debe se cobrada.

HAY ESPACIO DE MEJORA (I)

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Las reacciones que se presentaron frente a la propuesta del Gobierno sobre la negociación con el FMI, revelan que “la escucha” que el Gobierno impulsó, no cumplió sus propósitos.

Desde este mismo espacio se habían advertido las limitaciones evidentes que tenía tal propuesta (“Por un verdadero acuerdo nacional”, http://notasaltema.blogspot.com, 13 de agosto de 2020). Se señaló que los aspectos fiscales no pueden verse independientemente de los temas de la reactivación económica y de la generación del empleo. Pero el Gobierno insistió en sacar primero lo del Fondo.

NEGOCIAR. La enseñanza es que, para llevar una propuesta al Fondo, es necesario negociarla. Y para negociar se requiere que el Gobierno se siente, de manera simultánea, con representantes legítimos de los distintos grupos sociales, económicos, productivos, laborales, cooperativos, solidaristas, en fin, de los distintos estamentos que representan las diversas fuerzas del país.

Sólo así, los sectores se comprometerán a aceptar el reparto de las cargas. Porque lo que está de por medio en esta discusión, no es la propuesta técnica, en sí misma. Lo que se trata es de balancear las cargas del ajuste, de forma que el aporte mayor lo pongan los que más tienen.

PLAZOS E IMPACTOS DEL AJUSTE. Como el reparto del costo es el centro del problema, conviene que el Gobierno explique con claridad por qué en su propuesta pide un ajuste de 6% del PIB en un año. Pregunta: ¿habrá espacio para “apretar menos”, aunque el ajuste tome más tiempo? ¿Es esto factible? En la de menos, un ajuste “más llevadero”, puede facilitar la negociación y el acuerdo nacional. Pero la información la tiene el Gobierno y debe compartirla.

De igual forma, las propuestas deben venir acompañadas de la medición del impacto en los distintos sectores de la sociedad. Ojalá hecho por terceros independientes y de aceptación de las partes. Esto ayudaría muchísimo a ordenar la discusión. El país tiene gente que lo sabe hacer. Y lo pueden hacer rápido, si se comparte la información.

CONCLUYO. Se necesita entrar a una negociación cuanto antes. Para llevarla a buen término, conviene discutir/aclarar los plazos máximos posibles para el ajuste (¿menos de 6% del PIB en un año?), los impactos en los sectores y compartir la información con todos los negociadores. Sería ideal tener un garante externo.