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Etiqueta: inclusivo

Personas con discapacidad: más pobres, desiguales y aisladas que nunca antes

Luis Fernando Astorga Gatjens
luferag@gmail.com

Cuando la vida es difícil para cualquier persona, es más difícil aún para las personas con discapacidad. Ésta es una premisa que se cumple con rigor en esta dura época marcada por la irrupción devastadora del coronavirus.

Se preguntaba mediante un amplio reportaje contextualizado en la realidad española, la periodista María José Carmona: ¿Por qué todo es más caro para las personas con discapacidad? A lo largo de su trabajo muestra cómo casi todo (bienes y servicios), tienden a ser más costosos para las personas con discapacidad y sus familias.

Sean personas ciegas o sordas, personas con discapacidad intelectual o con discapacidad física, deben adquirir productos que otras personas sin discapacidad no requieren o tienen que adquirir productos a un precio mayor, que cuentan con algún dispositivo que mejora o asegura la accesibilidad.

La reportera pone como ejemplo ilustrativo el hecho de que las personas ciegas, se vean obligadas a adquirir un iphone, en virtud de que cuenta con una tecnología denominada Voiceover, que lee en voz alta todo lo que pasa en la pantalla del celular. Pero –como bien destaca–: Es un iphone y cuesta mucho dinero. Y esto es aplicable a los diferentes tipos de discapacidades, a partir de necesidades específicas.

Esta situación la caracterizó muy bien el Premio Nobel de Economía, Amartya Sen que mostró cómo en Inglaterra, las personas con discapacidad para tener un nivel de vida similar a las personas sin discapacidad, debían incurrir en una serie de gastos adicionales. En un estudio que realizó a finales de la década de los noventa del siglo anterior, el economista indo-británico, mostró cómo esta situación generaba mayores condiciones de pobreza en las familias con miembros con discapacidad.

A conclusiones similares llegó el sueco, Bengt Lindqwist, ExRelator de Naciones Unidas sobre Discapacidad, al destacar el círculo vicioso entre pobreza y discapacidad: “La pobreza genera discapacidad y la discapacidad produce pobreza”.

Las malas condiciones de limitada higiene y hacinamiento que genera la pobreza y extrema pobreza, y la falta de acceso oportuno a servicios de salud, son condiciones idóneas para que los niños adquieran enfermedades discapacitantes. Igualmente, las actividades laborales riesgosas son una causa de accidentes que dejan secuelas discapacitantes. Con ello se ejemplifica la parte de la ecuación que fija que las condiciones de pobreza pueden ser generadoras de discapacidad.

Las personas con discapacidad tienen menores posibilidades de acceder a un empleo, aun cuando cuenten con alguna formación académica o técnica. Los prejuicios existentes y otras barreras generan esta injusta situación discriminatoria. Asimismo, cuando un integrante de la familia tiene una discapacidad, en muchas ocasiones otro miembro de la familia debe convertirse en su cuidador o cuidadora; con lo cual dos miembros pueden quedar excluidos de la actividad laboral remunerada. El resultado concreto es una menor disponibilidad de recursos económicos y con ello, se cumple la parte de la ecuación que expresa que la discapacidad produce pobreza.

Así las cosas, cuando se unen menores ingresos y mayores gastos, ambos generados por la discapacidad, se incrementa en forma notoria, las condiciones para que las personas con discapacidad enfrenten mayores condiciones de pobreza y desigualdad social. Eso quedó patentado en los resultados de la Encuesta Nacional sobre Discapacidad (ENADIS 2018), al comparar mediante cifras cómo la pobreza afecta en mayor medida a las personas con discapacidad.

Ahora bien, este fenómeno se hace más grave aún en tiempos de crisis económica y social, como la que enfrenta la sociedad costarricense a raíz de la pandemia de la covid-19.

En mayo del año anterior, la ONU emitió un informe que caracteriza la situación de las personas con discapacidad ante la pandemia. “La crisis mundial de la covid-19 está profundizando las desigualdades preexistentes, revelando el alcance de la exclusión y poniendo de manifiesto que es imprescindible trabajar en la inclusión de las personas con discapacidad. Las personas con discapacidad —1.000 millones de personas— son uno de los grupos más excluidos de nuestra sociedad y se encuentran entre las más afectadas por esta crisis en cuanto a muertes. Incluso en circunstancias normales, las personas con discapacidad tienen menos probabilidades de acceder a la atención sanitaria, la educación y el empleo y de participar en la comunidad. Tienen más probabilidades de vivir en la pobreza, están expuestas a tasas de violencia, abandono y abuso más elevadas y se encuentran entre los grupos más marginados de cualquier comunidad afectada por una crisis. La covid-19 ha agravado aún más esta situación, al afectar de manera desproporcionada a las personas con discapacidad, tanto directa como indirectamente”.

Al concluir el año 2020, tal es la apreciación diagnóstica de una realidad todavía no investigada ni revelada en toda su preocupante dimensión.

El principio de soluciones ante tan vasto problema social de exclusión, que afecta a la mayoría de las personas con discapacidad y sus familias, está claramente definido en la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (ONU, 2006), que el Estado costarricense ratificó mediante la ley 8661. No por casualidad esta norma internacional tiene como uno de sus tres ejes el de desarrollo social inclusivo y accesible.

Sin embargo, al examinar la aplicación de las disposiciones de este tratado vigente desde septiembre del 2008, en nuestro país, el panorama es desolador. Después de 12 años de su entrada en vigor, ya se tendrían que mostrar resultados tangibles y concretos, en el mejoramiento de las condiciones de vida de las personas con discapacidad. Pero la distancia entre lo que dicta este instrumento jurídico y las políticas públicas que posibiliten la inclusión social de este sector poblacional de más de 600 mil personas, sigue siendo enorme.

Lo más grave es que con el Gobierno de Carlos Alvarado no sólo

 no se han dado avances, sino todo lo contrario: El retroceso es el horizonte más seguro para la mayoría de las personas con discapacidad. Las graves reducciones presupuestarias que se aplicarán en este 2021, afectarán severamente políticas públicas que debían beneficiar a este sector poblacional. Y antes que se señale al coronavirus como principal culpable de esta situación, es oportuno y necesario aclarar que esta situación se empezó a manifestar mucho antes de que la covid-19 arribará a nuestro país. Lo que hizo la pandemia fue agravar y desnudar el estado de cosas preexistentes.

Para que esta injusticia social y la creciente exclusión, no se extiendan como una ancha sombra, a las personas con discapacidad y sus familias, en alianza con otros sectores, no les quedará otro camino que movilizarse y luchar. ¡Sin acción organizada, no hay derecho!, tal es la consigna imprescindible en este año del Bicentenario de Nuestra Patria.

(4 de enero, 2021)

Cooperativa propicia la inserción social y la rehabilitación

  • Pacientes con enfermedades mentales o discapacidad intelectual ofrecen hortalizas orgánicas en una tienda abierta al público
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Unas 3000 lechugas al mes son producidas de manera hidropónica por los asociados de la cooperativa de Servicios Múltiples de Usuarios del Hospital Nacional Psiquiátrico (COOPESI R.L.).

Las barreras que impiden el acceso a la educación y al trabajo digno son difíciles de derribar para las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental. Conscientes de esas dificultades, un grupo de pacientes del programa diurno en el Hospital Nacional Psiquiátrico (HNP) se unió durante el año 2011 para crear una cooperativa que favorezca su desarrollo inclusivo.

Lilia Uribe, actual directora médica del HNP, fue la promotora de este proyecto, después de que, junto a un grupo de profesionales de Terapia Ocupacional como Gustavo Vargas, Olger León, Maura Briceño y Melisa Lizano, intentaran durante años apoyar a los usuarios para que desarrollaran destrezas laborales que les permitieran encontrar empleo.

“Tuvimos cero éxito por el estigma existente hacia ellos”, comentó la doctora. Así que sus esfuerzos se dirigieron a convertirlos en sus propios empleadores mediante una cooperativa.

De esta forma hoy cuentan con un proyecto de invernadero donde producen lechuga, cebollino y apio hidropónicos de alta de calidad, crujientes y orgánicos. Entre las camas de piedra y arena no solo crecen nutritivas lechugas, sino también sus deseos de superación. En una pizarra grande llevan el control de lo que se siembra en cada cama, el riego con sales y nutrientes, el lavado y el empaque.

Daniel Jaén, quien siembra y cuida las lechugas durante su mes y medio de crecimiento comentó que tuvo una enfermedad mental fuerte, ataques de pánico, ansiedad y un historial de medicación psiquiátrica, pero desde hace dos años que pertenece a la cooperativa ha tenido resultados muy positivos. “Me he sentido muy bien, hemos aprendido de disciplina y buenos hábitos de trabajo”, comentó.

Dentro de la finca del Hospital también tienen una gran diversidad de cultivos como: albahaca, maracuyá, maíz dulce amarillo, vainica, culantro, berenjena, papaya, y frijoles. El gerente de la cooperativa, Álvaro Gutiérrez, menciona que también producen lombricompost y tierra arreglada, así como plantas ornamentales y medicinales

Jorge Alonso Campos, otro de los asociados, ha tenido la oportunidad de representar a la cooperativa en distintas ferias del país. “Aquí he aprendido sobre el compañerismo, tener confianza en los compañeros y uno mismo. Lo que más me gusta es la hidroponía”, explicó.

Gracias a la cooperativa los pacientes han aprendido sobre hábitos laborales como autocuidado, puntualidad y cumplimiento. Saben que es una ocupación que les genera ingresos así que se les ha visto más independientes, con mejor capacidad de tomar decisiones, le encuentran un sentido a la vida y eso hace que se sientan mejor, expuso la terapeuta Francini Jiménez.

Desde sus inicios la cooperativa ha sido apoyada en el proceso de conformación y formalización por el área de Promoción del Instituto Nacional de Fomento Cooperativo (INFOCOOP) y ahora recibe asesoría en identidad cooperativa por parte del departamento de Educación y Capacitación.

Apertura de la tienda

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A pesar del duro trabajo aún falta para que pasen de percibir ganancias simbólicas a un salario digno. Por eso están expandiendo su negocio. Anteriormente los frutos de su esfuerzo los estaban vendiendo entre los pacientes y el personal del Hospital.

Pero desde mediados de año decidieron abrirse al mercado local mediante una tienda ubicada en el parqueo del Hospital. Allí el visitante es atendido por Mariana Abarca, a quien su carisma la convierte en toda una experta en servicio al cliente; ella le ofrecerá las más frescas hortalizas al mejor precio. La tienda está abierta de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 2:00 p.m.

*Para mayor información comuníquese con la periodista Lucía Ramírez al 2256 2944 ext. 2758 / correo electrónico: lramirez@infocoop.go.cr

 

Enviado a SURCOS Digital por INFOCOOP.

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UCR aboga por universidad inclusiva

Encuentro inicia este martes y está abierto al público

 

Eduardo Muñoz Sequeira,

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

UCR aboga por universidad inclusiva
El Encuentro Caminando hacia una universidad inclusiva propone cambios institucionales para convertir a la universidad pública en centros inclusivos para toda la población. Para Gabriel Salas Mora, estudiante de Agronomía, cumplir con las prácticas agrícolas implica un desafío mayor que para el resto de sus compañeros de carrera, pero recibe apoyo del personal docente de las estaciones agrícolas para su movilización en los campos (foto Rafael León).

Este martes 10 y miércoles 11 de noviembre dará inicio el Encuentro Caminando hacia una universidad inclusiva, como parte de un proyecto de Acción Social «Fortalecimiento de un currículo universitario inclusivo y sensible a las diferencias de género».

La inauguración está programada a las 8 a.m., con la presencia de la Dra. Nora Garita Bonilla, directora del Centro Investigación en Estudios de la Mujer (Ciem-UCR), y del Dr. Bernal Herrera Montero y la Magister Ruth de la Asunción Romero, vicerrectores de Docencia y Vida Estudiantil, respectivamente.

El encuentro iniciará con la conferencista invitada, magister Ana Carcedo Cabañas, quien hablará sobre Los Balances de la igualdad de género en la UCR, esto a las 10 a.m. Carcedo es presidenta de Cefemina, asociación no gubernamental. Tras un receso, a la 1:30 p.m, la magister Teresita Ramellini Centella, directora de la Escuela de Psicología, disertará sobre el Género e inclusión académica.

El primer día terminará con una mesa redonda con representantes de las universidades públicas para discutir sobre Desafíos y buenas prácticas para la inclusión en las universidades estatales. Esta se realizará el día martes, a las 3 p.m. Para el día miércoles se realizarán otras mesas redondas relacionadas con la inclusión de poblaciones específicas.

Una universidad crítica

El proyecto «Fortalecimiento de un currículo universitario inclusivo y sensible a las diferencias de género» fue concebido como un espacio para el pensamiento crítico del personal vinculado con la enseñanza, la investigación, la acción social y administración universitaria.

La idea es impulsar reformas curriculares que promuevan la inclusividad y la equidad de género. Estos sirven de insumos para determinar el estado de la igualdad y la equidad de género en materia curricular, investigación y acción social, que han sido de utilidad en la redacción de pasados informes de la Rectoría sobre el Balance de la Igualdad y Equidad de Género. El propósito de dichos reportes es que sirvan de insumos para la elaboración de políticas institucionales que fomenten la universidad pública inclusiva.

La inclusividad universitaria atraviesa en todos sus ejes la vida institucional con aportes directos en materia de derechos humanos, específicamente en lo relacionado a la visibilización de las categorías de género, etnia, orientación sexual e identidad de género, nacionalidad, discapacidad, entre otras, explicó la magister Sylvia Mesa Peluffo, quien es la coordinadora del proyecto y organizadora del Encuentro.

Este encuentro es organizado por el Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (Ciem-UCR). La inscripción se realiza el mismo día de su asistencia. Cada sesión iniciará a las 8 a.m., y concluirá a las 5 p.m. Ambos días se convoca a las personas interesadas al auditorio del edificio de Educación Continua, en la Ciudad de la Investigación.

¡Anote!

Para el encuentro Caminando hacia una universidad inclusiva se contará con la participación de panelistas de todas las universidades estatales e invitados de México, El Salvador y Cuba.

La programación del día miércoles es la siguiente:

8:30 a.m

Mesa “La inclusión de las personas en condición de discapacidad”

10:15 a.m

Mesa “Diversidades sexuales e inclusión”

1:30 p.m

Mesa “Diversidades étnicas e inclusión”

3:30 p.m.

Acto de clausura


Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Ejes de una política económica transformadora

Ideas para ir creando condiciones para el surgimiento de nuevas relaciones sociales incluyentes y responsables

Sergio Reuben Soto
Sergio Reuben Soto.

 

Sergio Reuben Soto

 

Presentación

I.- La necesidad de remplazar las relaciones sociales que dan pie a nuestras sociedades, es cada día más patente. Los resultados de las más recientes elecciones en distintos países de América Latina y, en general en el resto del mundo, ponen en claro la importancia que los pueblos le están dando a una transformación sustantiva de las instituciones sociales, políticas y económicas que definen el actual modelo de organización social de sus países.

Pero no sólo es ese resultado el que ha puesto de manifiesto este deseo; el reclamo desde diferentes sectores, foros ciudadanos y movimientos sociales del deterioro de los valores éticos que aseguran una convivencia más pacífica, participativa, equitativa, cooperativa y solidaria, en una parte del empresariado nacional y residente, así como en una parte de los funcionarios públicos, es otra de las manifestaciones elocuentes de esta necesidad.

Por otra parte, las dificultades que ha encontrado en los últimos años nuestras organizaciones sociales para superar indicadores de bienestar, de convivencia, de modernidad, de igualdad, fundamentales para brindar a todos los ciudadanos de ambos sexos las oportunidades que los avances científicos y técnicos ofrecen a la humanidad, ponen de manifiesto las limitaciones administrativas, de gestión, de emprendimiento, de organización, que padecen nuestras sociedades.

Asimismo, y no por ello menos importante, las justas y ya históricas pretensiones de los pueblos por impulsar una sociedad más armónica con la naturaleza, más coherente con las necesidades de la biosfera y con una explotación racional de los recursos naturales existentes y más responsable con las futuras generaciones, están siendo amenazadas por un sistema de producción y consumo, cuya racionalidad vital inherente responde únicamente a indicadores de acumulación de riqueza.

II.- Desde Marx, han sido múltiples los científicos, filósofos, historiadores, sociólogos y economistas que reconocen las relaciones sociales que organizan la producción y el reparto del producto colectivo de una sociedad, como las medulares, cuando no fundamentales, del conjunto de relaciones que regulan el comportamiento social.

De esta manera, me parece importante elabora un ejercicio de formulación de políticas económicas que busquen generar algunas condiciones especiales en el sistema de relaciones capitalistas que regulan la producción y la distribución del producto social en nuestros países. Condiciones especiales que abran oportunidades para el surgimiento de nuevas relaciones sociales menos determinadas por las necesidades de la acumulación de capital.

No pretendemos con ella, como podrían pensar algunos, definir una propuesta exhaustiva y completa de un modelo económico a implantar. Muy lejos está nuestra postura de una pretensión preponderante de este género. Más bien pensamos que será la iniciativa privada individual, la inventiva y creatividad de nuestros ciudadanos, hombres y mujeres, desde sus distintas actividades, posiciones y creencias en la sociedad, las que se encargarán de engendrar las nuevas relaciones sociales que darán pie a la sociedad más justa e inclusiva con que sueñan.

Ese libre albedrío, esa creatividad e innovación patentes en nuestros ciudadanos con todas sus diversidades culturales, están enmarcados (como ha sido desde los inmemoriales tiempos en que la humanidad se organizó en hordas) en unas relaciones sociales históricamente definidas, que aseguran una coherencia interna básica de toda la organización.

El problema en que se debaten nuestras sociedades americanas –y, creemos nosotros, una inmensa mayoría de sociedades en el mundo contemporáneo– es que el conjunto de relaciones sociales que definen hoy día esa coherencia interna de las normas de convivencia, está limitando (cuando no impidiendo) el debido desarrollo (ajustado a las condiciones actuales de la humanidad) de la iniciativa y de la creatividad individual y colectiva.

La forma en que se organiza la producción social y su reparto entre la sociedad, está determinada de manera importante por la propiedad de los medios de producción en los que los ciudadanos, hombres y mujeres, aplican su trabajo físico e intelectual. Hoy día, son los dueños de estos medios, basados en criterios asociados fundamentalmente con la maximización de las tasas de retorno de sus inversiones, los que determinan la orientación en los próximos ejercicios económicos, que le darán a esos medios y al excedente generado por ellos en ejercicios anteriores. De esta manera, la lógica del capital, o de los medios de producción y trabajo apropiados privada o corporativamente, define un proceso de producción y de distribución del producto social típico, exclusivo, especial; influido sustancialmente por la forma en que esos medios se orienten y se utilicen según las decisiones adoptadas por sus dueños y por sus dueñas.

Esas decisiones, sin embargo, no siempre responden a los intereses y necesidades de la sociedad en su totalidad, especialmente cuando los intereses corporativos controlan las fuerzas de la competencia en el mercado. Así, esta lógica del capital que determina el uso de los recursos productivos de las sociedades, tiende a cierto plazo, con movimientos contradictorios, a rompimientos del proceso productivo y al uso ineficiente e ineficaz de esos recursos según los mejores intereses colectivos. Estos rompimientos en el proceso productivo y el uso ineficiente e ineficaz de los recursos escasos de nuestras sociedades, resultan en crisis económicas que provocan pobreza, miseria y descontento social y limitan seriamente la capacidad de nuestra sociedad de garantizar a los pobladores de su territorio, las condiciones de vida básicas correspondientes a la época.

Presentamos pues, en seguida, los ejes principales que buscan definir las políticas económicas, monetarias y fiscales que favorezcan el surgimiento de relaciones sociales más equilibradas. Con ellos se busca reorientar la estructura de relaciones de producción de nuestras sociedades, de manera que la lógica del capital ejerza una menor influencia en la organización productiva y de reparto del producto social, y así liberar la iniciativa privada de nuestros trabajadores y trabajadoras, de nuestros empresarios y empresarias, públicos y privados, de las limitaciones que ahora impone el capital; para que puedan desarrollar las nuevas relaciones sociales que definirán una sociedad más justa, equitativa, equilibrada, ecológica, responsable con el ambiente y con las futuras generaciones.

Propuesta de ejes principales

1.- Un mercado libre, con regulación estatal allí donde la concentración de capital genere efectos sociales adversos. El mercado, la iniciativa privada y la competencia –en el marco de las relaciones de producción existentes– suelen generar efectos sociales positivos, pero la lógica del capital tiende al control corporativo de éstos eliminando su capacidad de orientar efectiva y eficazmente los recursos escaso entre las necesidades sociales. Allí donde el mercado falla el Estado deberá intervenir, para proteger los intereses del trabajador, de los consumidores y, en general los intereses del común. El Estado velará por el reconocimiento de externalidades, actuará en contra de prácticas monopólicas, e intervendrá para que los agentes de mercado (productores y consumidores) tengan acceso a información completa y fidedigna entre otros objetivos.

2.- Equilibrio dinámico del gasto público. El gasto y la inversión públicos, tanto del gobierno como de las empresas e instituciones estatales, será programado en función de las condiciones de la economía nacional. El propósito fundamental de éste gasto e inversión será a) una adecuada redistribución del excedente nacional y de los aumentos de la productividad, b) acciones anti cíclicas de la acumulación de capital a escala nacional e internacional, c) pertrechado de medios de producción y trabajo para el Estado y sus empresas e instituciones, d) fortalecimiento e impulso del sector de economía social y e) impulso y fortalecimiento de las MIPYMES.

3.- Un sistema tributario justo y responsable. El sistema tributario deberá cumplir tres funciones: a) una función de redistribución de la riqueza, basada en un sistema tributario progresivo y capaz de generar recursos suficientes para que el gasto y la inversión pública favorezcan la igualdad de oportunidades para toda la población, b) una función interventora, basada en la capacidad de los tributos para influir en las decisiones individuales con efectos sociales negativos (impuestos a la contaminación, impuestos al consumo de productos dañinos para la salud, exoneraciones para actividades económicas generadoras de empleos de calidad, etc.)

4.- Democratización de la producción: impulso y fortalecimiento del sistema de economía social. Adecuación del sistema tributario para favorecer el establecimiento y desarrollo de empresas comunitarias, cooperativas y colectivas. Adecuación del sistema de compras estatales para darle más posibilidades de participar en las licitaciones públicas a las empresas de este sector. Orientar el sistema bancario del estado por medio de la banca de desarrollo para apoyar a estas empresas. Reorientar el sistema estatal y paraestatal de promoción de exportaciones y captación de recursos externos para favorecer a este sector. Crear un sistema de educación que abarque los distintos niveles de la educación pública, desde la primaria hasta la superior, que forme a los estudiantes en el aprovechamiento de las oportunidades abiertas por el Estado y la empresa privada. Creación de una institución nacional para la transformación empresarial, que apoye técnica y legalmente a aquellos empresarios y trabajadores que transformen su empresa en una del sector de la economía social.

5.- Legislación para regular e impulsar empresas de capital mixto, privado y público, en aquellos sectores estratégicos para el desarrollo sustentable del país, particularmente en proyectos de gran envergadura en infraestructura vial y de transportes, portuaria, energética y de innovación técnica y científica.

6.- Desmercantilización de la producción de bienes y servicios fundamentales. Fortalecimiento y desarrollo de las empresas e instituciones públicas existentes. Estudio para la reestructuración administrativa y directiva, de manera que su desarrollo responda mejor a las necesidades futuras del sector que atienden y a la optimización de la calidad de los servicios o bienes que producen.

7.- Diálogo permanente, responsable y transparente con el sector privado, tanto con las cámaras empresariales como, y particularmente, con los empresarios organizados de sectores productivos afectados por la nueva política económica. Apoyo a las empresas que decidan convertirse en parte del sector solidario.

8.- Apoyo y fortalecimiento de la micro, pequeña y mediana empresa MIPYMES. El apoyo a este sector buscará a) favorecer el empleo formal en estas empresas, b) favorecer las relaciones comerciales e industriales con empresas grandes nacionales y transnacionales y con el sector maquilero, con el objeto de generar encadenamientos productivos, c) favorecer con su desarrollo, la competencia en aquellos sectores donde el mercado se encuentre dominado por pocas empresas privadas, d) orientar a estas empresas hacia la formación de “complejos” cooperativos y colectivos de algunos servicios administrativos, exportadores, financieros, entre otros.

9.- Una política monetaria responsable orientada hacia el bienestar general. Búsqueda de un equilibrio beneficioso para los trabajadores, entre la cantidad de dinero disponible y el valor real de la producción. Una política cambiaria realista que favorezca el aumento de la capacidad de compra de los trabajadores. Una política monetaria orientada hacia la creación de empleo y de la inversión.

10.- Fortalecimiento de una contabilidad nacional que contemple las externalidades sobre el ecosistema, la producción doméstica históricamente no visibilizada por la desigualdad de género, las producciones artísticas. El reconocimiento del aporte económico de estas actividades implica trascender la lógica del capital, que solo considera valiosa la producción que genera ganancia monetaria.

 

Enviado a SURCOS Digital por el autor.

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