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Etiqueta: Julian Assange

Assange, periodista valiente y guerrero revolucionario

Mg. José A. Amesty Rivera

Nos alegramos, nos conmovimos y confortamos ante la noticia repentina de la liberación de Julian Assange, sin embargo, nos turbamos sobre los posibles acuerdos con EEUU y el destino final del periodista.

La página de WikiLeaks en X (Twitter), publicó un comunicado el domingo 23 de junio 2024, para detallar los acontecimientos más recientes que llevaron a Assange a salir del Reino Unido. Explicó que Assange salió de la prisión de Belmarsh, la mañana del 24 de junio, después de pasar 1.901 días detenido. Abordó un avión en el aeropuerto de Stansted y se espera que aterrice pronto en Australia.

Recordemos quién es Julian Assange y el porqué de su arresto y prisión.

Julian Assange nació el 3 de julio de 1971 en Townsville, Queensland, Australia. Programador, activista, formaba parte del grupo de hackers subversivos internacionales. Experto en los lenguajes de programación Haskell y Ocaml, Assange desarrolló el programa de cifrado Rubberhose, que sirvió de base para TrueCrypt. También contribuyó al desarrollo de FreeBSD y PostgreSQL. En 1995, creó Strobe, el primer escáner de puertos gratuito y de código abierto.

Posteriormente, co-inventó el concepto de cifrado deniable Rubberhose, un paquete de programas para GNU/Linux diseñado para proporcionar negación plausible ante el criptoanálisis coercitivo. Este sistema fue concebido originalmente como una herramienta para los trabajadores de derechos humanos, que necesitaban proteger información sensible, como listados de activistas y detalles sobre abusos cometidos. Además, Assange es autor o coautor de software libre, incluyendo el programa de almacenamiento en caché NNTP Usenet y Surfraw.

En 2006, fundó WikiLeaks, una organización sin fines de lucro destinada a revelar información clasificada y documentos confidenciales al público, de la que es editor y portavoz. Assange afirmó que WikiLeaks publicó más documentos clasificados, que toda la prensa mundial combinada. Participó en numerosas conferencias y apareció en medios internacionales. Viajó constantemente y trabajó en el vídeo «Collateral Murder» en Islandia.

En WikiLeaks, junto a varios activistas, publicaron más de 10 millones de documentos clasificados, proporcionados por fuentes anónimas. EEUU se encontró de pronto con un medio que revelaba los más oscuros secretos filtrados desde el Pentágono, sobre sus masacres en Irak y Afganistán, y sobre sus torturas en la cárcel de Guantánamo, además de correspondencia confidencial del gobierno y sus embajadas en todo el mundo.

En 2010, Assange fue designado por los lectores de la revista Time, como personaje del año, y el semanario Newsweek, lo definió en 2012 como uno de los personajes más revolucionarios. Precisamente en 2010, cuando WikiLeaks alcanzó su mayor popularidad, con sus filtraciones explosivas, Suecia reclamó la detención de Assange por dos acusaciones falsas, una por la violación de una mujer y otra por acoso sexual, durante una visita a Estocolmo para dar una conferencia. Esos cargos serían abandonados con el tiempo.

¿Por qué, Assange fue arrestado y encarcelado?

No olvidemos, que todo inicia cuando publicó documentos clasificados que detallaban los crímenes de guerra estadounidenses en Irak y Afganistán, incluido un video que mostraba un helicóptero militar Apache, estadounidense en Bagdad, matando a 12 civiles, incluidos dos periodistas de Reuters. WikiLeaks tituló el vídeo «Asesinato colateral». Lo publicó a través de su plataforma en el año 2010. Este material puso al descubierto las operaciones asesinas y hegemónicas del gobierno de los Estados Unidos en ultramar, lo que siempre se había sabido, pero tan solo, hasta que apareció este video, fue que se pudo comprobar.

En resumen, más adelante, WikiLeaks sacó a la luz, en 2010 y 2011, miles de archivos oficiales sensibles, sobre las campañas militares y los crímenes cometidos por el Departamento de Defensa estadounidense, en sus invasiones a Irak y Afganistán.

Assange estaba ya acusado en EEUU, por 18 delitos de espionaje e intrusión informática, luego de que la página web de WikiLeaks, expusiera presuntos crímenes de guerra perpetrados por Estados Unidos.

En julio de 2010, el portal publicó 70.000 documentos confidenciales sobre las operaciones de la coalición internacional en Afganistán; en octubre de ese año se publicaron 400.000 sobre la invasión estadounidense en Irak y un mes después 250.000 cables diplomáticos de EEUU, enfrentándose en un principio a una pena de hasta 175 años de prisión.

Todos estos documentos revelaron múltiples crímenes de guerra cometidos por EEUU y sus aliados en las invasiones contra países de Medio Oriente. La crisis que este audiovisual ocasionó internacionalmente y el descrédito inmenso para la Casa Blanca en su momento, fue gigantesca.

A partir de este instante, la captura de Julián Assange se convirtió en la prioridad primera, del gobierno estadounidense. Fue entonces cuando el creador de WikiLeaks pidió asilo en la embajada de Ecuador en Inglaterra, en donde permaneció siete años. De allí fue sacado a la fuerza en el 2019 y llevado a una prisión de alta seguridad y dura, de Belmarsh en Londres.

Las autoridades estadounidenses acusaron a Assange en virtud de la Ley de Espionaje de 1917, que según los expertos significa que podría ser condenado a 175 años de prisión.

Finalmente, Assange ha salido en libertad, por un lado, gracias a las gestiones, campañas y denuncias de muchas organizaciones y a las gestiones de abogados, amigos, entre muchas otras gestiones de ayuda para con Assange como: organizadores de base, defensores de la libertad de prensa, legisladores y líderes de todo el espectro político, hasta llegar a las Naciones Unidas.

La libertad le ha costado declararse culpable, de un delito de violación de la Ley de Espionaje estadounidense, por el que fue condenado a una pena, ya cumplida, de unos cinco años de prisión.  

Es decir, esta liberación, significa que es probable que Assange llegue a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, que le permitiría enfrentar una sentencia de 62 meses, equivalente al tiempo de su detención en Belmarsh.

Se declarará culpable de un delito grave ante una corte de Estados Unidos, como parte de un acuerdo que le permitirá quedar en libertad, según revelaron documentos judiciales, más específicamente se declararía culpable, ante un juez federal estadounidense, de un solo cargo de conspiración, por obtener y revelar información relacionada con la defensa nacional ante un tribunal federal estadounidense en Saipán, en las Islas Marianas del Norte del Pacífico.

En fin, el fundador de WikiLeaks, el periodista Julian Assange, llegó a un acuerdo de culpabilidad con el gobierno de Estados Unidos, que podría permitir su liberación en un futuro próximo, según documentos judiciales recién presentados. Esto se logró porque, en el Tribunal Superior de Londres, hubo una audiencia de apelación, por parte de Assange, la cual fue aprobada.

Según informes de los medios estadounidenses, se espera que el fundador de WikiLeaks, regrese a su país de origen, Australia, luego del procedimiento judicial a finales de esta semana. La esposa de Julian Assange, Stella Assange, anunció que su esposo abordó un vuelo fuera del Reino Unido.

Ahora, según expertos judiciales, Assange está libre, pero no se ha hecho justicia, ya que; la justicia sería que Assange, recibiera un indulto total e incondicional y una indemnización millonaria del gobierno estadounidense, por el tormento al que le sometieron con su encarcelamiento en Belmarsh, a partir de 2019, su encarcelamiento de facto en la embajada ecuatoriana a partir de 2012, y su encarcelamiento y arresto domiciliario a partir de 2010.

Por cierto, que, ante la inesperada liberación de Assange, el expresidente de Ecuador Rafael Correa, al ser preguntado sobre el papel del Gobierno de Lenín Moreno en esta situación con Assange, Correa lo tachó «de una vergüenza mundial que pasará a la historia». Actuó «no solo atentando contra la institución centenaria del asilo, sino directamente contra la Constitución ecuatoriana», declaró, agregando que «es el primer Gobierno en la historia, que da permiso para que una fuerza pública extranjera entre a su embajada, en este caso, para detener a un asilado político.

En este sentido, los juristas y abogados expertos señalan, además, que quedan en veremos, los siguientes aspectos:

Que Estados Unidos introdujera cambios jurídicos y políticos concretos, que garantizaran que Washington no podría volver a utilizar su poder e influencia en todo el mundo, para destruir la vida de un periodista extranjero por informar sobre hechos incómodos para él, y en que presentara una disculpa formal a Julian Assange y a su familia.

Detener y procesar a las personas cuyos crímenes de guerra expuso Assange, y en detener y procesar a todos los que contribuyeron a arruinarle la vida por denunciar esos crímenes. Esto incluiría a toda una serie de agentes y funcionarios gubernamentales de numerosos países y a varios presidentes estadounidenses.

Una bienvenida y honores de héroe por parte de Australia a su llegada, y una seria revisión de la servil relación de Canberra con Washington.

Disculpas formales a Assange y su familia por parte de los consejos editoriales de todos los medios de prensa, de la corriente dominante que fabricaron el consentimiento para su viciosa persecución (incluyendo y especialmente The Guardian) y la destrucción completa de las reputaciones de todos y cada uno de los periodistas sin escrúpulos que ayudaron a difamarlo a lo largo de los años.

Finalmente, en rueda de prensa, la organización WikiLeaks, con sus portavoces abogados/as, señalaron que, Assange sacrificó su libertad por la libertad de expresión, tuvo que declararse culpable, es la criminalización del periodismo.

A su vez, agregaron que, no tiene precedentes en EEUU, utilizar la ley de espionaje, para procesar penalmente a un periodista o un editor. En los más de 100 años de historia de esta ley, nunca se había utilizado de esta manera. Ciertamente, tenemos la esperanza de que nunca más se utilice de esta manera.

Nadie debería pasar un día en prisión por dar al público información importante y de interés periodístico. Definitivamente, era de interés público tener esta información y Assange la compartió abiertamente. Ojalá este sea el final, no solo del caso contra Julian Assange, sino también del caso contra el periodismo.

Todos los partidarios del periodista estamos absolutamente encantados, después de una negociación muy larga y compleja con el Gobierno de EEUU, de haber llegado a este acuerdo que le permitió regresar a Australia como un hombre libre.

No obstante, para obtener su libertad, Julian Assange se declaró culpable de conspiración, para cometer espionaje, por haber hecho públicos crímenes de guerra estadounidenses, abusos contra los derechos humanos e irregularidades en todo el mundo.

Fuentes:

https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/12493/Julian%20Assange.

https://x.com/Stella_Assange/status/1805393089819033890

https://espanol.almayadeen.net/noticias/politica/1876002/julian-assange-logra-acuerdo-con-ee–uu–para-quedar-en-libe.

«Assange está libre, pero no se ha hecho justicia«, Caitlin Johnstone.

https://t.me/canal_novaterra.

Correa: «Si los crímenes que denunció Assange hubiesen sido los de Rusia o China, ya tendría un monumento en Washington«, Prensa Bolivariana, junio 25, 2024.

El informe-Podcast de Chris Hedges, Salvaste a Julian Assange, 26 de junio de 2024.

«Era hora: Julian Assange recupera su libertad«, Santiago O’donnell y Guido Vassallo, https://www.lahaine.org/mundo.php/era-hora-julian-assange-recupera.    

«Assange es hombre libre tras cita con la justicia estadounidense«, Colarebo Internacional, 26 junio, 2024.

https://www.lahaine.org/mm_ss_mundo.php/wikileaks-assange-sacrifico-su-libertad

Assange, el azar y la necesidad

Baltasar Garzón / infoLibre

La verdad es que nunca sabes qué te puede deparar la vida. A finales de 2006, entró en mi Juzgado, el número 5 de la Audiencia Nacional, una denuncia firmada por la Associació per la Recuperació de la Memoria Histórica de Mallorca. Relataban torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones que tuvieron lugar durante el franquismo. Seguirían muchas más. En ese mismo año, un periodista australiano llamado Julian Assange había fundado una agencia llamada WikiLeaks. No nos conocíamos y ninguno de los dos podíamos saber lo que las acciones iniciadas entonces por cada uno de nosotros iban a marcar nuestra vida futura. Aunque creo que, cada cual por su lado, ambos podíamos intuir que el camino respectivo no iba a ser fácil.

En mi caso, recuerdo que en 2008, el entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, me dijo: “Baltasar, has destapado la caja de los truenos y te va a traer consecuencias muy negativas para ti, pero has hecho lo que debías”. Alfredo era un buen político, de los que se echan de menos en estos tiempos, y una buena persona.

No sé si alguien avisó a Assange. El año 2010 pasó a la historia de la web, por las impresionantes filtraciones de documentos de WikiLeaks. Empezando por el vídeo Collateral Murder en que se ve cómo soldados estadounidenses disparan en Bagdad desde un helicóptero a dos periodistas de Reuters y varios civiles, incluido un niño, para conmoción del mundo.

De julio a octubre de aquel año, se hicieron públicos miles de documentos en relación con las guerras de Irak y Afganistán con escandalosas revelaciones, y en noviembre, cinco periódicos internacionales reciben más de 200.000 cables diplomáticos del Departamento de Estado USA. La gestión de la política exterior norteamericana se muestra desnuda y pestilente ante el mundo.

Mundo paralelo

Como tantos millares de ciudadanos, me sorprendí e indigné con lo que contaba WikiLeaks, pero yo también tenía mis propios problemas. En mayo de 2010, el Consejo General del Poder Judicial me había suspendido de funciones después de que el Tribunal Supremo admitiera a trámite sendas querellas de la más rancia ultraderecha de este país, por haberme declarado competente para instruir los crímenes del franquismo. A la vez, se abrían otras dos causas contra mí en el Alto Tribunal, una por la interceptación de las comunicaciones de los principales responsables de Gürtel en la prisión y otra más, absurda e inconsistente aparte de referida a hechos prescritos, por unos cursos en la Universidad de Nueva York, donde estaba como investigador invitado en materia de terrorismo.

Por cierto, en la documentación publicada por WikiLeaks, también aparecían los pactos entre la embajada estadounidense en Madrid y el fiscal jefe de la Audiencia Nacional para acabar con los procedimientos que se referían a Guantánamo que yo dirigía. Se trataba de “doblarme el brazo” (sic).

Mientras, en una carambola propia de los manejos del país más poderoso de occidente, la Fiscalía sueca había emitido una orden de detención contra Assange por unos inverosímiles abusos sexuales, que más bien parecían la excusa para llevarlo a EEUU. Los dos, en la distancia y sin relación alguna, vivíamos en un mundo paralelo en que dominaba el absurdo: nos veíamos atrapados en una telaraña que se iba enredando más y más hasta no dejar escapatoria.

La vida sigue

Como saben, en 2012 el Supremo Tribunal español decidió acabar con mi carrera profesional por el asunto Gürtel. Del caso del franquismo fui absuelto ya que el ruido que se había provocado hizo que los magistrados y los políticos que les jaleaban tuvieran precaución ante las reacciones. Pero me quitaron de en medio. Creo que a los jefes del otro lado del océano también les gustó la idea. A fin de cuentas, estaba enredando mucho con Guantánamo y otras hierbas judiciales. Poco importa que, en 2021, el Comité de Derechos Humanos de la ONU determinara que la sentencia proferida contra mí había sido parcial, arbitraria, sin doble instancia y que mi condena estaba falta de previsibilidad penal.

Como mi vida es la Ley, constituí en unión de varias personas comprometidas en las mismas luchas una Fundación pro derechos humanos y jurisdicción universal y un despacho de abogados en 2011 y 2012, respectivamente. Pero también, instituciones como la fiscalía de la Corte Penal Internacional me permitieron trabajar como asesor del fiscal Moreno Ocampo; en Colombia, como asesor de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA; en Ecuador, como coordinador de la Veeduría Internacional a la Reforma de la Justicia y, en Argentina, como presidente del Centro de Derechos Humanos de categoría dos de la UNESCO.

El hilo rojo

Conocerán una leyenda china que refiere que un hilo rojo invisible une a las personas destinadas a conocerse. Este hilo nunca desaparece y permanece constantemente atado a sus dedos, a pesar del tiempo y la distancia. Creo que eso nos pasó a Julian Assange y a mí.

Assange estaba sometido a un proceso de detención y entrega a Suecia, en el que se percibía la mano oculta de USA. Recuerden que el país nórdico había colaborado con este en las denominadas “rendiciones”, uno de los temas desvelados por WikiLeaks. Julian se entregó a las autoridades de Londres y estaba en libertad bajo control electrónico, que quebrantó refugiándose el 19 de junio en la embajada de Ecuador en la capital británica.

“Defender a Julian ha sido siempre un ejercicio de lo mejor que te ofrece el Derecho, la posibilidad de combatir por la integridad de un inocente y, más aún, de defender valores democráticos fundamentales para todos”.

La noticia recorrió todas las redacciones del planeta. Una pequeña república latinoamericana, gobernada por un presidente progresista, Rafael Correa, se enfrentaba al todopoderoso EEUU. La lucha se percibía titánica.

En ese contexto, a primeros de julio, estando en Bogotá, recibí una llamada de mi buen amigo y excelente periodista Chechu Yoldi, con el que había compartido largos años de amable confrontación, él como periodista en la Audiencia Nacional y yo como juez. Eran tiempos en los que se cumplían las normas del respeto y entendimiento entre prensa y justicia.

Dolores Delgado le había aconsejado que me llamara porque, al parecer, tenía un mensaje de Julian Assange que me tenía que transmitir. Me dijo que este quería contactar conmigo para proponerme que me hiciera cargo de la coordinación de su defensa a nivel internacional. Quedé en que viajaría a Londres. Lo hice y acepté asumir el reto de su defensa en los momentos más delicados, cuando se le denostaba por los cargos artificialmente montados en Suecia.

Consecuencias

Nuestra primera entrevista fue sumamente cordial, nos entendimos desde el primer momento, a pesar de la situación tan adversa en la que estaba, enfrentado a Gran Bretaña y USA. Mi aceptación tuvo dos condiciones, hacerlo pro bono (es decir, sin cobrar, por mera vocación) y libertad de criterio jurídico. Siempre las respetó, hasta el día de hoy. Junto con Garret Pierce, somos los dos abogados que hemos estado desde el principio hasta ahora. Además de su esposa, Stella Assange.

Mi primera impresión fue la de un hombre con unas firmes convicciones, completamente seguro de que lo que había hecho estaba bien y de que jamás se doblegaría. Eso me gustó, pero era consciente de que, de nuevo, mi decisión me traería consecuencias.

El asilo se le otorgó por el gobierno ecuatoriano el 16 de agosto de 2012. Recuerdo que para acceder a la misión diplomática había que sortear un primer círculo de periodistas que rodeaban la embajada, y posteriormente, un segundo círculo de policías británicos que, por aquel entonces, incluso amenazaban con entrar a la fuerza en la misma.

Al salir llovía sin cesar. Una de esas lluvias de agua fina tan típica de Londres. Los periodistas me rodearon e hice mis primeras declaraciones a favor de Julian. Hoy, doce años más tarde, escribo una nueva declaración a favor de este aguerrido informador.

Tres días después, el 20 de ese mes y año, me convocó el Secretario General de la OEA para comunicarme que estaba cesado como asesor de la Misión de Paz de la Organización en Colombia. Le pregunté cuál era la razón y respondió: “tu trabajo es excelente, pero Estados Unidos me impone tu cese por haberte hecho cargo de la defensa de Julian Assange”. Le dije “oponte, convoca la asamblea de Estados”. “No puedo -contestó-, más del 60% del presupuesto está a cargo de USA”. Así terminó mi tiempo en la OEA. ¡Viva la libertad de elección de abogado!

De nuevo en la trinchera

Pero ninguna presión por importante que fuera me iba a desviar de mi objetivo en la defensa de Assange. De nuevo estábamos en la trinchera. Era un caso muy claro de vulneración de la libertad de expresión y de intento de eliminar al mensajero para que no pudiera seguir adelante y, por eso, defender a Julian ha sido siempre un ejercicio de lo mejor que te ofrece el Derecho, la posibilidad de combatir por la integridad de un inocente y, más aún, de defender valores democráticos fundamentales para todos. En la vida debes asumir retos y enfrentarte a quienes pretenden avasallarte. Ceder por miedo es aceptar que los canallas tienen razón. La razón de la fuerza, claro, y hay que confrontarlos.

La causa se estancó por años. Conseguimos pronunciamientos favorables de diversos organismos internacionales, destacando una intachable resolución del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que consideraba que la situación a la que se había llevado a Assange en su persecución debía calificarse como de detención arbitraria. Adicionalmente, también se consiguió archivar la causa sueca, una mera investigación preliminar de la Fiscalía sin sustento, que fue cerrada en el momento en que articulamos una toma de declaración en la embajada.

Todo ese trabajo jurídico implicaba viajes constantes, prácticamente semanales, a Londres. Días y días, sábados y domingos incluidos. Vuelos continuos e interminables; horas encerrados en ese minúsculo piso de la capital británica. Litigamos a nivel jurisdiccional en múltiples países e instancias internacionales. Un equipo brillante con personas de diversas nacionalidades y distintas especialidades que nos nutríamos en cada reunión. Siempre bajo la atenta mirada de Julian, quien escuchaba atentamente, para luego dar siempre una opinión final, que demostraba una gran capacidad de comprensión de materias que cualquiera podría pensar que no dominaría. Todo lo contrario, siempre me ha sorprendido su brillantez para lidiar con la complejidad jurídica de su causa.

Angustias y vicisitudes

Mientras, el protagonista de esta historia mantenía largos años de encierro, en la embajada de Ecuador, primero gracias al asilo concedido por Rafael Correa que sería levantado arteramente más tarde por su sucesor, Lenin Moreno, más pendiente de las órdenes del presidente supremo del norte que de cumplir con la ley.

Fue el 11 de abril de 2019 cuando la administración ecuatoriana de Moreno cometió una flagrante traición a los postulados más básicos de la institución del asilo. Entregó a una persona protegida, simplemente para lograr desbloquear un crédito internacional. Un acto por el que será recordado siempre el mandatario ecuatoriano.

A partir de ese momento, el asunto se centró en la solicitud de extradición de Estados Unidos, inicialmente por un cargo informático y, a continuación, por cargos bajo la temible Ley de Espionaje. Además, saltó entonces el caso, judicializado a día de hoy en la Audiencia Nacional, relativo al presunto espionaje para la CIA de la empresa española que proveía seguridad a la embajada ecuatoriana en Londres.

Durante estos años hemos padecido muchas angustias y muchas vicisitudes, hemos sido vituperados, investigados de la manera más sucia, hemos pasado jornadas aciagas y pocas alegrías, aunque también hemos agradecido defensas importantes, como las de infoLibre, con Jesús Maraña al frente, pero nuestra resistencia era la de Julian y a ella nos debíamos: estaban en juego los valores de la democracia y eso, amigos, son palabras mayores que nadie debe dejar de lado. Y aquí, en España, nuestro equipo, liderado por el abogado Aitor Martínez, sigue tratando de demostrar que, con Assange y todos nosotros, se quebrantaron todos los límites del derecho en favor de la mal llamada “Razón de Estado”.

Desde 2019, la dedicación ha sido constante a un tema que parecía no tener fin. Han sido más de cinco años de proceso de extradición en Reino Unido, viendo cómo Julian se consumía en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, conocida como la “Guantánamo británica”.

El azar y la necesidad

Finalmente, el acuerdo que este 26 de junio de 2024 se ha ratificado ante la jueza Ramona Villagómez Manglona en las Islas Marianas del Norte, un Estado libre asociado con EEUU, supone que se ha reducido a un cargo de los 18 que pesaban sobre Julian, y se da por cumplida la sentencia con el tiempo privado de libertad durante el proceso de extradición. Con ello, se reivindica el ejercicio de la libertad de prensa, tras haber informado sobre hechos muy graves que afectan a todos los habitantes de este planeta. El sacrificio ha sido enorme, pero el resultado es importante.

Julian Assange ha llegado a Camberra (Australia), su tierra natal, ha respirado por primera vez en casi catorce años el aire de la libertad. Podrá abrazar sin barreras a sus hijos y su esposa y se encontrará arropado por los suyos. En cuanto a mí, no puedo dejar de pensar en que hay una extraña concatenación de hechos en mi existencia y en la suya. Como pasa con la vida de todos y que, en ocasiones, se evidencia de manera sorprendente.

Verán, ese hilo rojo del que les hablaba se agazapaba tras muchas penurias, pero si los magistrados de la Sala II del Tribunal Supremo, solos o en compañía de otros, no hubieran deseado acabar con mi tarea, la historia de WikiLeaks quizás habría sido otra. No se habría puesto en evidencia a EE.UU. ni dado un toque de atención sobre el peligro que corre la libertad de informar. Sin el esfuerzo de tantos profesionales del derecho que hemos trabajado en el caso en los cinco continentes, y sin las voces indignadas de tantos miles de personas en todo el orbe, Assange posiblemente estaría cumpliendo condena perpetua, o vete a saber si esperando turno en el corredor de la muerte de algún penal norteamericano.

Todos debemos reflexionar sobre en qué lado de esta historia nos hemos posicionado. En mi caso, afirmo que he estado en el correcto. Pero es cierto lo que hace miles de años apuntaba Demócrito: «Todo es fruto del azar y la necesidad».

Fuente: https://www.infolibre.es/opinion/ideas-propias/assange-azar-necesidad_129_1827250.html

Imagen: https://www.elmundo.es

Somos el periodista Assange y somos o ¿seremos espías? si lo decide Londres

 Por Laura Martínez Quesada, Periodista

En esas tardes de lluvia intensa de setiembre de 2007, mi vientre embarazado amenazaba con disparar el botón de la blusa contra cualquier persona que se me pusiera al frente en la oficina de la dirección del Semanario Universidad. Allí llegó Vicky Luna, excompañera de canal cuando hacíamos noticias fuertes. Ella escuchó la rápida conversación con el estimado Vinicio Chacón. Hablaba sobre las amenazas para que no publicáramos el Memorando del Miedo por parte de uno de los autores de ese documento, que en síntesis era un chantaje para que promovieran el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos en la campaña para el decisivo referendo del 7 octubre de 2007.

Comentamos frente a Luna que lo publicaríamos porque era un documento de interés público. La amenaza de inminente demanda también llegó en forma de carta a la entonces rectora, Yamileth González, a quien le agradecí su respeto por nuestra labor. Vicky solo llegó a regalarme algo muy práctico para los recién nacidos, unas camisetas y calzones de la Red Point (la tiendita queda cerca de la U), que le agradecería toda la vida. Y no se equivocó. Claro, como buena periodista, Luna captó la tensión sobre lo que conversábamos y después ella lo escribiría en las redes sociales de entonces porque el artículo del Memorando salió y fue la bomba, como era de esperar. También salió disparado como una bomba bebé, que de previo me daba cada vez más patadas alborotadas, supongo, por mis obstinadas luchas por tirar la publicación del documento. Un famoso columnista de Llorente, amigo de uno de los autores, según me contaron, consideraba la publicación de la delineada estrategia como el jodido robo de un hacker de una conversación privada entre pares, Sánchez y Casas del gobierno de Óscar Arias. Le respondí al reconocido periodista en un artículo y, posteriormente, el Tribunal Supremo de Elecciones nos dio la razón; se trataba de un documento de interés público. Y ni les cuento que el autor que dimitió un año después se fue a la Fiscalía para activar una investigación contra el periódico que permitiera dar con la persona malévola que me hizo llegar el Memorando. Por dicha, no llegó a más porque alegué los intentos de violar el sagrado derecho de reservarnos nuestras fuentes cuando haya riesgos.

Ese argumento usado en el caso del Memorando sobre el hacker perverso y los “documentos privados”, casi como un secreto de Estado, son a los que se siempre se recurre para que la verdad no salga a luz pública, la luz que necesita el pueblo para tomar decisiones, como en aquella oportunidad durante el referendo.

Ahora que salen las noticias sobre el futuro de Julian Assange, sorprende cómo pasó de ser el periodista australiano a un peligroso megalómano hacker, a quien el Gobierno estadounidense acusa de espionaje basado en una ley de 1917, que usaría por primera vez contra un comunicador.

Un periodista, cuyo crimen fue facilitar con información a través de los WikiLeaks, las verdades sobre los crímenes de guerra en Irak y Afganistán: la cantidad mayor de personas civiles asesinadas, ¡upps!, por algún error (horror), la corrupción y los encubrimientos que se habrían hecho en el manejo de la política exterior estadounidense.

Esa información fue publicada por renombrados medios de comunicación como el alemán Der Spiegel, el estadounidense New York Times o el británico The Guardian. Periodistas de esos medios hicieron revelaciones como las conexiones entre los servicios secretos de estadounidenses y los talibanes, matanzas de civiles o que a los prisioneros les vendaban los ojos, los electrocutaban, maniataban y golpeaban, que se produjeron asesinatos extrajudiciales y que 63% de las personas muertas en Irak eran civiles.

Y para que no olvidemos los periodistas, el video que WikiLeaks tituló “Asesinato colateral”, el cual mostraba como dos helicópteros estadounidenses mataban como en el juego de “Call of duty” a 12 civiles en Bagdad, entre ellos a dos corresponsales de la agencia inglesa Reuters. La reconocida agencia internacional solicitó en diversas ocasiones que le dieran el video y siempre se les negó. ¡Gracias WikiLeaks por esas imágenes, gracias Assange por dejarnos conocer esta historia y gracias por garantizar el derecho a la información de las personas!

Esas revelaciones les dieron galardones a los periodistas de estos medios, que hoy olvidan que Assange se pudre en una cárcel en Londres, cuando ni siquiera ha sido condenado porque se encuentra en prisión preventiva, en aislamiento total en una celda a la que solo llevan a personas de alta peligrosidad, donde no lo dejan hablar con nadie y solo sale a un patio por menos de una hora diaria.

Assange, con un historial de depresión suicida, ha sido perseguido por más de diez años y está a las puertas de ser juzgado por lo que debe hacer un periodista: denunciar los abusos del poder y difundir información de interés público. La escritora italiana, Oriana Fallaci, lo dijo en uno de sus libros que en mi época devorábamos: el periodista debe estar siempre contra el poder.

A las puertas de una extradición que busca silenciar su voz y condenarlo por 173 años, los periodistas estamos en riesgo de ser acusados de espionaje por revelar la verdad a la que tiene derecho la ciudadanía. Por eso, estimadas Yanancy Noguera y Giselle Boza, la voz jurídica de apoyo a la publicación del Memorando, pronunciémonos y digamos: Somos Assange, el periodista y no somos espías.

 

Fuente: https://semanariouniversidad.com/opinion/somos-el-periodista-assange-y-somos-o-seremos-espias-si-lo-decide-londres/

Campaña Solidaridad con Julian Assange

El Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos solicita su apoyo y solidaridad con Julian Assange, víctima de persecución por los gobiernos de Estados Unidos y de Reino Unido en el caso WikiLeaks.

Culpado por difundir verdades ocultas, penado porque enfrentó a los que quieren imponer el oscurantismo a toda la humanidad.

Desde hoy y hasta el 15 de septiembre pueden adherirse, a nivel personal o como organización o colectivo, a la carta solicitando su liberación.

Solicitamos que se sumen a la causa mediante este enlace.

Carta abierta de la madre de Julian Assange al mundo

20-12-21

«Hace cincuenta años, cuando di a luz por primera vez como madre joven, pensé que no podía haber dolor más grande, pero pronto lo olvidé cuando sostuve a mi hermoso bebé en mis brazos. Lo llamé Julian. Ahora me doy cuenta de que estaba equivocada. Hay un dolor más grande.

El dolor incesante de ser la madre de un periodista galardonado, que tuvo el valor de publicar la verdad sobre los crímenes gubernamentales de alto nivel y la corrupción.

El dolor de ver a mi hijo, que intentó publicar verdades importantes, manchado a nivel mundial.

El dolor de ver a mi hijo, que arriesgó su vida para denunciar la injusticia, inculpado y privado del derecho a un juicio justo, una y otra vez.

El dolor de ver a un hijo sano deteriorarse lentamente, porque se le negó la atención médica y sanitaria adecuada en años y años de prisión.

La angustia de ver a mi hijo sometido a crueles torturas psicológicas, en un intento de romper su inmenso espíritu.

La constante pesadilla de que sea extraditado a los Estados Unidos y luego pasar el resto de sus días enterrado vivo en total aislamiento.

El miedo constante de que la CIA pueda cumplir sus planes para asesinarlo.

La ola de tristeza cuando vi su frágil cuerpo caer exhausto por un mini derrame cerebral en la última audiencia, debido al estrés crónico.

Muchas personas quedaron traumatizadas al ver una superpotencia vengativa que usa sus recursos ilimitados para intimidar y destruir a un individuo indefenso.

Quiero dar las gracias a todos los ciudadanos decentes y solidarios que protestan globalmente contra la brutal persecución política que sufrió Julian.

Por favor, sigan levantando la voz a sus políticos hasta que sea lo único que oirán.

Su vida está en sus manos». REENVIALO, MULTIPLICALO DE MANERA INFINITA

~ Christine Ann Assange

Extradición de Assange: una decisión vergonzosa y peligrosa de Londres

17.06.22 – Riccardo Noury*

Después de los tres años, dos meses y cinco días de encarcelamiento que pasó Julian Assange en la prisión de máxima seguridad de Londres, precedidos por los seis años, nueve meses y 23 días que pasó como perseguido dentro de la embajada de Ecuador en Londres, la ministra del Interior británica, Priti Patel, ha tomado una decisión vergonzosa y peligrosa, dando el visto bueno a la solicitud de extradición presentada por Estados Unidos.

Assange, por lo tanto, se arriesga a terminar su vida en una prisión de Estados Unidos, cumpliendo una sentencia anormal (hasta 175 años de prisión) por delitos de espionaje, dictada al final de un juicio injusto y después de un período de confinamiento solitario.

Hay una enorme paradoja en esta historia de persecución política y judicial: los que cometieron crímenes de guerra siguen andando libres y quizás escribiendo memorias en las que se reivindican y se jactan de ellos. Quienes los denunciaron, haciendo pública una información de interés general, se arriesgan a ser los únicos que paguen.

Los recursos internos y los recursos ante el Tribunal de Justicia Europeo continuarán, por supuesto. Hoy no ha terminado. Pero hoy, esta fecha del 17 de junio de 2022 debe quedar marcada en el calendario como un día peligroso: el día en que el gobierno británico dijo que el periodismo de investigación es un delito, el día en que se sentó el precedente de que un gobierno opuesto a la libertad de prensa puede perseguir a «periodistas enemigos» en el territorio de otros estados para entregarlos.

*Riccardo Noury

Riccardo Noury es el portavoz de Amnistía Internacional Italia desde 2003, organización de defensa de los derechos humanos de la que es miembro desde 1980. Escribió «No soportamos la tortura» (Rizzoli Libri Illustrati, 2001), “Poesie da Guantánamo” (2007), “La cabeza en otra parte” (Infinito Edizioni, 2020), “La misma pelea, la misma razón” (People Pub, 2020) y “Molla chi verdugo. El lento final de la pena de muerte en EEUU” (Infinito Edizioni, 2022). Es coautor de “Un error capital” (Ediciones Cultura de Paz, 1998) y “Srebrenica. Justicia denegada” (Infinito Edizioni, 2015). Editó “Los olvidados. Las que no se fueron tras la pandemia” (Infinito Edizioni, 2020) y “Las mujeres de Minsk” (Infinito Edizioni, 2021). Desde 2003 es responsable de la edición italiana del Informe Anual de Amnistía Internacional. Escribe, a través de sus blogs, en el Corriere della Sera, el periódico Fatto, Focus on Africa, Article 21 y Pressenza.

Fuente: https://www.pressenza.com/it/2022/06/ok-allestradizione-di-assange-da-londra-una-decisione-vergognosa-e-pericolosa/

Compartido con SURCOS por José Rafael Quesada.

Imagen: GETTY IMAGES

Stella Morris habla sobre la pretendida extradición de Julian Assange a EE.UU

Manifestante contra la extradición del fundador de Wikileaks, Julian Assange a Estados Unidos. GETTY IMAGES

Stella Morris, actual pareja de Julian Assange, pide que se tomen en consideración las razones por las cuales se le debería negar la extradición a Estados Unidos. 

Julian Assange, fundador de Wikileaks enfrenta una posible sentencia de 175 años de prisión si es extraditado a EE.UU.

Por lo que mantiene su lucha legal y política, con la finalidad de evitar aceptar la solicitud de un país que solicita su entrega por acusarle de obtener información confidencial de defensa, después de la publicación de miles de documentos filtrados sobre las guerras de Afganistán e Irak.

EEUU: RETIREN LOS CARGOS CONTRA JULIAN ASSANGE

10 de diciembre 2021: El Tribunal Superior de Londres dictamina que Julian Assange puede ser extraditado a EEUU. Los jueces aceptaron las escasas garantías ofrecidas por Estados Unidos sobre las condiciones en las que sería retenido allí. Desde Amnistía Internacional vamos a continuar hasta el final la campaña por la retirada de cargos de este periodista. Por favor firma esta petición.

A Julian Assange, fundador de Wikileaks, podrían condenarlo a hasta 175 años de cárcel. Assange está detenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en el Reino Unido, por una petición de extradición que presentó EEUU, por publicar documentos a los que tuvo acceso. Está acusado de divulgar documentos secretos, que entre otras cosas informaban de posibles crímenes de guerra que cometió el ejército de EEUU. 

Lo que hizo Assange es el trabajo habitual de los periodistas de investigación y no debería castigarse. La persecución de Julian Assange es un ataque a la libertad de expresión.

Si extraditan a Julian Assange o lo trasladan a EEUU, estaría seriamente expuesto a sufrir violaciones de los derechos humanos, incluidas unas posibles condiciones de detención que podrían equivaler a la tortura o los malos tratos, como la reclusión prolongada en solitario.

Recientemente se ha sabido que la CIA consideró la posibilidad de secuestrar o matar a Assange mientras estaba refugiado en la embajada de Ecuador, lo que hace dudar de los planes que tiene EEUU para Assange si lo extraditan.

El tribunal británico ya ha dicho que el estado de su salud mental de Julian Assange es frágil, que lleva muchos meses recluido en la prisión de máxima seguridad y que podría suicidarse si ingresa en una cárcel estadounidense con condiciones penitenciarias deficientes.

No hay tiempo que perder: el Tribunal Superior de Londres está decidiendo si accede o no a la petición de Estados Unidos de extraditarle. Firma para impedirlo y para pedir que se retiren los cargos de espionaje y otros cargos conexos contra Julian Assange derivados de sus actividades periodísticas y de investigación.

Juzgar a Assange es un claro intento de amedrentar al resto de profesionales de los medios de comunicación que denuncian y hacen públicos los trapos sucios de los gobiernos. Y tenemos derecho a saber.

¡FIRMA!

 

Texto tomado de: https://www.es.amnesty.org/actua/acciones/eeuu-assange-libertad-feb20/#ai-accion-firma

Impulsan campaña de firmas por libertad para Assange

“Julian Assange ha sido arrestado, ya no está en la Embajada de Ecuador. Julian Assange ahora enfrenta la posibilidad de ser extraditado a los Estados Unidos por publicar informes que se le entregaron como periodista, y esos informes revelaron corrupción sistemática en el gobierno y crímenes de guerra”.

Con esta introducción, se promueve en todo el mundo una campaña por la libertad de Assange. Puede leer el texto completo en inglés en el siguiente enlace, asimismo, firmar y compartir si lo desea.

http://chng.it/6WJBj8q7

Compartido con SURCOS por Fabiola Bernal Acevedo.