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Etiqueta: justicia ambiental

Comunidades de la Zona Sur fortalecen oposición al relleno sanitario en Osa tras pronunciamiento de SETENA

En un esfuerzo conjunto que destaca la fuerza de la organización comunitaria, las comunidades de Salamá, Santa Rosa, Venecia, Finca Puntarenas y otras zonas aledañas al proyecto en Osa celebran un avance significativo en su lucha contra el relleno sanitario propuesto por Nova Tierra Energy S.A. El 28 de noviembre de 2024, la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (SETENA) reconoció formalmente su apersonamiento al expediente administrativo del proyecto Centro de Transferencia Tecnológica Ambiental Ka Meat, otorgándoles derechos de participación activa en el proceso.

Según el pronunciamiento oficial de SETENA, los vecinos ahora serán notificados sobre cualquier movimiento relacionado con el expediente D1-0815-2022-SETENA. Este reconocimiento llega tras la presentación de más de 400 firmas en rechazo al proyecto, reflejando un rechazo colectivo hacia una iniciativa que, según los opositores, compromete seriamente la biodiversidad única del área y viola leyes nacionales como la Ley Forestal y la Ley de Aguas.

La movilización comunitaria, respaldada por organizaciones ambientales y líderes locales, resalta la importancia de garantizar procesos de desarrollo responsables, que prioricen la conservación del medio ambiente y el respeto por los derechos ciudadanos. Mientras las comunidades se preparan para nuevas manifestaciones y acciones legales, el caso pone de manifiesto la necesidad de transparencia y participación pública en proyectos de gran impacto ambiental.

La decisión final sobre el futuro del proyecto ahora recae en la Municipalidad de Osa. Las próximas semanas serán claves para determinar si la voz de las comunidades prevalece frente a intereses económicos privados.

Campaña para la salida del ministro de Ambiente

En Costa Rica, movimientos ecologistas y grupos socioambientales han lanzado una campaña de recolección de firmas para exigir la salida del ministro de Ambiente, Franz Tattenbach. Esta iniciativa denuncia que la gestión de Tattenbach ha permitido ecocidios que amenazan el patrimonio natural del país.

La campaña busca motivar a la ciudadanía a unirse en defensa del ambiente y la democracia. Exige la participación activa de las personas para alzar la voz en nombre de los recursos naturales de Costa Rica y detener lo que consideran una gestión perjudicial para el medio ambiente.

Los principales pronunciamientos de la campaña son los siguientes:

  1. Responsabilizar al ministro por el ecocidio permitido en Costa Rica.
  2. Solicitar un voto de censura en la Asamblea Legislativa.
  3. Exigir que el Presidente actúe y deje de ser cómplice de esta situación.
  4. Alertar a la comunidad internacional sobre la falta de compromiso ambiental en el país.
  5. Reafirmar el compromiso de luchar por el derecho a un ambiente sano y una vida digna.

Puede firmar de manera digital o apoyar como organización. Si desea firmar a título personal, puede hacerlo en el siguiente formulario: https://forms.gle/11rYdmgdp5PEewSx6.

Las organizaciones que deseen agregar su firma y logo pueden registrarse en el siguiente enlace: https://forms.gle/ZVxBKKgc9xc9Pprd8.

Además, la campaña invita a recolectar firmas físicas en comunidades. Regístrese para obtener más información: https://forms.gle/tJvVAcpsEiz3Qk798.

Información compartida con SURCOS por Fabián Pacheco.

Proponen monitoreo comunitario ante envenenamiento de ríos en Puntarenas

La Alianza de Comunidades por la Defensa del Agua en Puntarenas ha emitido una alerta ante el envenenamiento ilegal de los ríos con el fin de extraer camarón.

La organización hace un llamado a la población a participar en el monitoreo comunitario para denunciar estas prácticas que atentan contra las fuentes de agua y la vida.

Cuidemos nuestras fuentes de agua y vida.

Manifiesto en defensa de la vida y los derechos de las y los ambientalistas. El vil asesinato del compañero luchador Eugenio Androvetto Villalobos

Parlamento Cívico Ambiental de Costa Rica

Acuerdo 37-24

El vil asesinato de un compañero luchador: Eugenio Androvetto Villalobos. ¿Cuántos más?

En un mundo donde la explotación de los recursos naturales y la degradación del medio ambiente son problemas urgentes, las y los ambientalistas emergen como los valientes defensores de nuestra Tierra. Sin embargo, muchos de ellas y ellos enfrentan un peligro mortal en su lucha por proteger los ecosistemas y promover la sostenibilidad. Este manifiesto se alza en memoria de aquellas y aquellos que han perdido la vida en su búsqueda de justicia ambiental, en particular por el vil asesinato de Eugenio Androvetto Villalobos y en solidaridad con las y los que continúan enfrentando amenazas. Así, como el foro cívico ambiental más grande con que cuenta el país actualmente, manifestamos:

  • Las personas ambientalistas, que arriesgan todo para preservar nuestro planeta, han sido víctimas de violencia y represión. Su sacrificio no debe ser en vano. Este manifiesto honra la memoria de quienes han caído en el cumplimiento de su deber y afirma que sus vidas fueron un testimonio del coraje y la determinación para proteger lo que es esencial para nuestra supervivencia.
  • La justicia ambiental no es solo una cuestión de protección del medio ambiente, sino también de garantizar que quienes luchan por ella puedan hacerlo sin temor. La injusticia que enfrenta una o un ambientalista es una injusticia contra toda la humanidad. Exigimos un compromiso global para asegurar que los derechos de las y los defensores del medio ambiente sean respetados y protegidos.
  • Hacemos un llamado a la comunidad internacional, a los gobiernos y a las organizaciones de la sociedad civil para que redoblen sus esfuerzos en la protección de las y los defensores ambientales. Es imperativo implementar medidas de seguridad eficaces, proporcionar apoyo legal y garantizar que los responsables de la violencia sean llevados ante la justicia.
  • Instamos a todos las y los ciudadanos a educarse sobre la importancia del activismo ambiental y las amenazas que enfrentan quienes defienden la Tierra.La sensibilización pública es crucial para construir un entorno en el que el activismo ambiental sea valorado y respetado, no perseguido.
  • Condenamos enérgicamente todas las formas de violencia y represión contra las y los defensores del medio ambiente. La persecución, intimidación y asesinato de ambientalistas son crímenes atroces que atentan contra los derechos humanos fundamentales y la justicia social. Las fuerzas y entidades responsables de tales actos deben rendir cuentas.

La muerte de una o un ambientalista es una pérdida irreparable, pero también un llamado urgente a la acción. Que el sacrificio de estos y estas valientes no sea olvidado ni en vano. Avancemos con determinación, en memoria de quienes han dado sus vidas por un futuro más justo y sostenible para todas las personas.

Exigimos al Poder Ejecutivo y al Poder Judicial que no escatimen los recursos para esclarecer este horrendo crimen y hacer justicia contra los responsables.

Asimismo, hacemos un llamado vehemente a las señoras y señores diputados de la Asamblea Legislativa para que actúen ahora y se comprometan a la ratificación del Acuerdo de Escazú que representa un paso importante hacia una mayor justicia ambiental y protección de los derechos de las personas, que como Eugenio, ponen en riesgo su vida en la defensa y protección de la casa común.

¡Por la vida, por la justicia, por el planeta, actuemos ya!

Aprobado por las organizaciones que constituyen el Plenario del Parlamento Cívico Ambiental* el 30 de julio del 2024.

Por el Parlamento Cívico Ambiental:

Bernardo Aguilar González. Presidente
Yahaira Rojas Jiménez. Vicepresidenta
Oscar Moya Cantero. Primera Secretaría
Carmen Caballero. Segunda Secretaría

* Solicitaron que se consignara su abstención en la votación de este acuerdo las organizaciones Asociación ACH2, la Asociación de Desarrollo Integral Magnolias, la Asociación Ecoturística Corcovado-Bijagua, la Federación Costarricense de Pesca y la Red Costarricense de Reservas Naturales. Solicitó que se consignara su voto en contra la Fundación Sombrilla del Bosque.

Organizaciones del Parlamento Cívico Ambiental

  1. Asociación Costarricense de Hidrógeno-ACH2
  2. ACEPESA
  3. ADI Magnolias
  4. Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica-ASOMOVE
  5. Asociación Costas de Surf
  6. Asociación de Mujeres AMICREO
  7. Asociación Defensoría del Pescador y de Promoción de la Pesca Responsable
  8. Asociación Ecoturística Corcovado-Bijagua
  9. Asociación PEDAL
  10. Asociación Plataforma de las Organizaciones de la Sociedad Civil ODS Costa Rica
  11. Asociación Pro Defensa del Rio Ocloro
  12. Asociación Proyecto Camino Verde
  13. Asociación Regional Centroamericana para el Agua y el Ambiente. ARCAA
  14. Asociación Regional por la Transformación Social y Ecológica (ARTES)JUSTECO
  15. CEDARENA
  16. Clínica Jurídica CIAD de la Universidad Fidélitas
  17. Coalición Ambiental Costa Rica
  18. Colectivo Trueque
  19. Cruzando Fronteras
  20. Escuela Socioambiental de Caraigres
  21. Federación Costarricense de Pesca
  22. For the Oceans Foundation
  23. Fortech S.A
  24. Fundación de Parques Nacionales
  25. Fundación Laberinto para el Desarrollo Integral de la Persona Humana
  26. Fundación One Sea
  27. Fundación Operation Rich Coast
  28. Fundación Sombrilla del Bosque
  29. Fundación XTREMAS
  30. Hidrobag
  31. Organización Regenerativa Matzù Insigne
  32. Movimiento Ciudadano PYMES CR
  33. Observatorio Ciudadano del Agua Río Cañas
  34. Pastoral Ecológica de la Iglesia de La Soledad
  35. Programa de Gestión Local UNED
  36. Red Costarricense de Reservas Naturales
  37. Red de Jóvenes por el Agua Centroamérica Capítulo Costa Rica
  38. Red de Juventudes y Cambio Climático de Costa Rica
  39. Sociedad Mesoamericana para la Biología y la Conservación
  40. Universidad de Costa Rica
  41. Universidad Nacional

El porqué de nuestro quehacer colectivo y solidario

Ítalo Fera Fallas. Escuela Nacional Socioambiental.

Recientemente un texto de Luigi, teólogo de esa teología de la liberación de los 60s y 70s, me volvió a cargar de energía y me inspiró para fundamentarme con su concepción y sentido de vida.

Junto con la riqueza del conocimiento y la metodología de vida, la formación en y con el nuevo Movimiento Humanista, M.H., que inició en la cuna de la Patria Grande de la Argentina de los 60s, con Mario Rodríguez Cobos, conocido como Silo.

Esas dos Escuelas de VIDA han sido la mía y la de muchos jóvenes y adultos de entonces, desde finales de los 60s del siglo pasado y en todo el mundo.

Quiero argumentar histórica y sociológicamente del porqué mi razón de lucha por la Paz, no violencia activa, la justicia social y ambiental.

Lo que pienso que nos une a nuestro sector de sociedad civil social, laboral y ambientalista en el mundo.

Porque y nuestras raíces para sobrevivir la humanidad con justicia entre nosotros y con la naturaleza, en esta «casa de todos».

Vivimos en una sociedad que incentiva el tener y el poseer. Cuando el espíritu comunitario se pierde, con todas sus necesidades materiales exacerbadas por la publicidad y demás, se nos convierte en consumidores insaciables. Sabemos que muchas de esas necesidades, sino todas, son inducidas por la economía del mercado publicitario, la comunicación subliminal, los efectos de patrones de referencia y de demostración conductual que transmite la publicidad y las imágenes/audios de estas pantallas.

De hecho, estamos presenciando una desintegración progresiva de las colectividades, de tejidos sociales y de articulaciones entre pueblos y comunidades en casi todas las sociedades del globo. Crisis y colapso del voluntariado histórico quo nos hizo diferentes, nos hizo fraternos, solidarios y cooperativos. Incluso de esa célula social, aún fundamental, que es la familia y su procreación natural.

Todo esto es parte de una específica estrategia de mercado neoliberal que inicia desde el inicio antes del capitalismo.

Individualiza las necesidades para vender más.

Nos hacen creer que para vivir bien, ser exitoso y feliz, no se puede prescindir de un teléfono celular, un automóvil, una computadora propia, etc… Y así, llenan nuestras vidas de cosas materiales, vendiéndonos el sueño de una felicidad que siempre depende del último objeto que podamos comprar.

Ya desde principios de esta civilización occidental, el humanismo con la naturaleza y con los seres humanos, enseñó desde las comunidades de pueblos (los subversivos de entonces) perseguidos por el Imperio romano, a aprender a vivir tres actitudes que son complementarias:

La capacidad de perder, de acoger y de dar.

Son disposiciones exigentes para vivir contracorriente.

A nadie le gusta «perder», especialmente cuando se trata de seres queridos y de su propia vida.

Al inicio de esta civilización, hace unos dos milenios, seguir una causa contra el sistema socio político dominante, era causa de deshonor para la familia, que corría el riesgo de perder los beneficios y derechos adquiridos dentro del Imperio romano. También requería coraje para romper con todo y unirse a una causa de justicia social, enfrentando malentendidos, persecución e incluso tortura y hasta muerte en el circo romano

Sin embargo, el perder está relacionado con la capacidad de amar y entregarse a la causa de la armonía, la justicia socio ambiental y el bien común.

Sólo se puede perder en nombre de un proyecto mayor y que descubre lo esencial de la vida.

Aún atrás de esta civilización occidental cristiana, nuestros pueblos originarios le llamaron a esa esencia de VIDA, el Buen Vivir, así con mayúscula. Consiste en encontrar la verdadera felicidad, un significado diferente para la vida, una nueva familia con el todo natural y social de los pueblos.

Los que aprenden saben perder y no acumular también son capaces de acoger y de dar un vaso de agua y compartir el pan con los necesitados. Renunciar a uno mismo es, por lo tanto, la condición que abre a la capacidad de acoger y dar: esta es la lógica del amor, que se preocupa más por el bien de los demás, qué incluso por lo propio.

La lógica de acumulación del esclavismo/capitalismo, es poseer muchas cosas para desarrollar el poder. Acumular para uno mismo o en colectivo, es un obstáculo insuperable para el encuentro y la acogida mutua: lleva a cerrar las puertas, por ambición sin límites, por la por avaricia, la codicia enfermiza, el miedo y disfrute de las «mieles» del poder económico y político.

Las mejores tradiciones populares nos enseñaron a juntarnos, de ahí las primeras «Juntas» de beneficencia, etc.

Nos enseñaron a dar y recibir en colectivo, en comunidad y en el barrio/pueblo.

Al contrario, el sistema socio político, desde temprana edad, nos ha acostumbrado a recibir, guardar y acumular.

Y así, desde la infancia nos vuelve egocéntricos, egoístas e incapaz de convivir y de compartir. Sino para qué el negocio multimillonario de los seguros público y/o privados, la economía multinacional de hegemonía financiera bancaria y demás que hoy se impone en el mundo.

Actualmente, más que nunca, los niños están en el centro de las atenciones de sus familias, TV, Cine, videos, etc. quienes los educan llenándolos de cosas materiales y haciéndolos depender de lo que tienen. Se vuelven incapaces de una vida comunitaria, de resiliencias y de lucha personal y colectiva. Ciegos por la competencia desenfrenada, egoístas a las necesidades de los demás e indiferentes a las relaciones sociales, preparados a desechar y comprar lo nuevo, (residuos por el mundo).

Tal como lo enseñan las leyes del mercado.

Para nosotros los socio-ambientalistas el sentido de las cosas materiales no es de ser acumuladas como garantía de un futuro que no sabemos cómo será, sino de ser compartidas con todos los seres vivos Llámese todos los bienes y servicios de flora y fauna.

Las cosas no nos pertenecen. «Venimos sin nada y sin nada nos vamos».

Los socio-ambientalistas disponemos de ellas como instrumentos para el bienestar agro alimentario saludable, de la, actividad silvopastoril, de una agro industria sostenible, del eco turismo, turismo rural y urbano, uso y disfrute de los espacios públicos, construcción y manejo de corredores socio biológicos, con nuestras mejores tradiciones históricas y populares, los valores e identidades no depredadoras.

Es otra lógica, otra visión de vida que lleva a eliminar de nuestro de vocabulario los pronombres «yo», «tú», en favor del «nosotros socio ambiental»: Pensar, sentir y actuar en plural, y ya no en singular.

Porque somos las relaciones socio ambientales que construimos.

Como dijo ese célebre y testimonial obispo qué recorrió las favelas y precarios en Recife, Brasil, esa práctica no utilizada y abandonada hoy día por esa jerarquía eclesial:

«La madre de todas las violencias es la injusticia»

O sea, la única alternativa para que este mundo sobreviva en una paz duradera y real, es la distribución de las enormes riquezas acumuladas por unos pocos en el mundo y con sus «socios» menores de cada país y sus gobiernos.

Buen Vivir Costa Rica apoya las demandas campesinas por justicia social y justicia ambiental

El pasado 29 de marzo de 2023, Buen Vivir Costa Rica asistió a la manifestación nacional agropecuaria y campesina convocada por diversos sectores, entre ellos, el sector agropecuario costarricense.

“Yo apoyo a las mujeres productoras”, fue una las consignas en rótulos que cargaba una manifestante.

Otro ciudadano preguntó: “Chaves (Rodrigo Chaves) ¿Qué vamos a comer, cemento y varilla en menosprecio del ambiente y el patrimonio arqueológico?”.

“Exigimos el NO a la Alianza del Pacífico, para proteger los intereses de los agricultores costarricenses”, fue otra de las demandas escritas en un cartel en dicha manifestación.

Entre consignas de defensa a los productores nacionales y en favor de la seguridad alimentaria, la marcha fue una fiesta cívica en la cual diversas organizaciones y personas de todo el país manifestaron su descontento con las políticas públicas del Gobierno en torno al sector agropecuario.

Si desea ver el vídeo puede acceder al siguiente enlace:

 

Información compartida con SURCOS por Édison Valverde Araya.

Agua, lucha y justicia ambiental en el corazón del Caribe

El pasado miércoles 29 de marzo, el proyecto de radio “Voces y Política” estrenó un programa titulado “Agua, lucha y justicia ambiental en el corazón del Caribe”, con la participación de Flory Salazar Vargas, docente de Trabajo Social.

Según el Instituto de Acueductos y Alcantarillados, la región sur de la ruta 32, la cual va desde el cruce de Río Frío hasta Siquirres, es la segunda región que produce más agua del país y que representa una futura reserva estratégica.

Además, entre las luchas sociales más importantes se encuentran las de Guácimo, Pococí y Siquirres que han estado ligadas a la defensa de esta zona, clave para la continuidad del abastecimiento del recurso hídrico. Por ello, las municipalidades han emitido planes reguladores y distintas formas de protección destinadas a estas áreas.

De igual forma, el Poder Ejecutivo ha emitido tres decretos para la protección de esta zona: dos de ellos asociados a la creación de la Reserva Forestal Cordillera Volcánica Central, y el otro a la zona protectora de los acuíferos de Guácimo y Pococí. También existe un proyecto para declarar estos últimos como ley, y no solo como decreto. 

En este sentido, tal como comenta la docente Flory Salazar Vargas, la Escuela de Trabajo Social en conjunto con el Programa Kioscos Socioambientales de la UCR, tiene distintos proyectos comunitarios en la Ruta del Agua.

Se trata de una zona que depende del monocultivo con pocas posibilidades laborales y, además, representa una zona de mucha migración tanto interna como externa de personas que buscan mejores condiciones de vida. 

Como parte de los diversos objetivos del trabajo dirigido al Caribe Norte, se encuentran la educación ambiental, el desarrollo de capacitaciones solicitadas por las comunidades y la generación de diagnósticos. Es importante mencionar que las condiciones de virtualidad provocadas por el COVID-19, permitieron la extensión de los distintos proyectos hacia otros territorios y, por tanto, aumentaron la cobertura de la población beneficiada. 

Otra de las líneas desarrolladas ha sido el trabajo con Asadas sobre sus necesidades directas de capacitaciones, derechos laborales y sobre cómo poner denuncias ambientales. Según Salazar, las asadas han sido primordiales en la defensa del agua. 

Asimismo, la Ruta del Agua nació como esfuerzo conjunto por parte de distintos actores interinstitucionales (como el MINAE y la UCR, Recinto de Guápiles) y organizaciones comunitarias (por ejemplo, el Consejo Local del Agua), que busca articular los diversos proyectos dentro de la zona y donde una de sus preocupaciones principales es la conservación del recurso hídrico.

En Argentina de Pocora de Guácimo, se encuentran las fincas agro-ecoturísticas donde se pueden visitar ríos y cascadas, pero también que facilitan talleres, siembran alimentos y procesan cultivos, los cuales pueden ser adquiridos por las personas que los visiten. La intención de los talleres es educativa, además del consumo de los productos elaborados en la zona. 

Estas comunidades apuntan a un turismo de aproximación dirigido a población local y nacional, y no a una población masiva, es decir, que se trata de un turismo comunitario donde las fincas no dependan de una sola actividad (concepto contrario al monocultivo).  

Este tipo de turismo enfocado en la localidad permite la construcción de la identidad comunitaria y abre la posibilidad de sentirse vinculado al entorno y que, por tanto, la comunidad quiera luchar por preservar los bienes comunes: se trata de una organización comunitaria que vela por el bienestar individual y el bienestar colectivo. 

Por otro lado, una línea fundamental de trabajo que las estudiantes de Trabajo Social han llevado a cabo con las comunidades ha sido la gestión comunal del agua en las asadas de la zona Norte (ya que cada zona tiene distintas dinámicas y condiciones de vida). Una de dichas asadas es la de Barrio del Bosque, donde el trabajo se ha enfocado en descubrir cómo las personas se involucran con la conservación del agua.

Es importante mencionar que, anudado a esto, las estudiantes han identificado otras necesidades de la población que responden al abandono estatal de la zona y que necesitan ser abordadas desde una perspectiva ecosocial, como la repitencia y la exclusión educativa en la niñez. 

Como parte de los desafíos que enfrenta tanto el trabajo comunal universitario y las comunidades con las cuales se trabaja, es el constante ataque en contra de la Acción Social de la Universidad de Costa Rica. Otro reto significativo que menciona la docente es la necesidad de comprensión y sensibilidad por parte de la Escuela de Trabajo Social y la Universidad en general, de la importancia del aporte de este tipo de proyectos para con las comunidades en condiciones de vulnerabilidad.

La información sobre los distintos proyectos de agro-ecoturismo del Caribe Norte pueden encontrarlo en los siguientes enlaces:

  1. Proyecto “¡Jale aquí cerquita!”: https://lilac-orange-c1bm3p.mystrikingly.com/.
  2. Turismo en mi Comunidad: https://www.facebook.com/profile.php?id=100087901245140&locale=de_DE 
  3. Asociación Ruta del Agua: https://www.facebook.com/RutaDelAguaCR.
  4. Asociación Agroecoturística de la Argentina: https://www.facebook.com/asoaeta21.      

Link de acceso al programa: https://fb.watch/jI3AJcxZr8/

Un encuentro de caminantes por una casa común recuperada y protegida

Ítalo Fera Fallas

Este domingo 26 de marzo fue nuestra actividad de caminata y limpieza en la microcuenca alta del Río Cañas.

Nos encontramos en los territorios del Cacique Acserí, recorriendo trillos y caminos, a los pies de los cerros de Tarbaca y otros, ahí donde bajan las aguas de ríos y quebradas al Valle Central.

Fuimos con la mirada puesta en limpiar las partes altas del Río Cañas, que nos regala todos los días esa generosa riqueza del más precioso y codiciado recurso natural que aún nos queda: El agua, que sí, se agota y se sigue acaparando por unos pocos.

Repetimos un encuentro, una vez más, entre caminantes comunales voluntarios y vecinos de varias comunidades de Desamparados, Paso Ancho y Aserrí, unidos para vivir la paz, cosechar la fuerza y disfrutar con alegría en el seno de nuestra Madre Tierra.

Personas que estamos organizadas y otras no organizadas, voluntarios permanentes y otros que se unen, todos construyendo el sueño de llegar a ver que nuestros ríos lleguen sanos y limpios al mar.

Nuestro ideal y propósito será seguir la lucha socio ambiental por recuperar las comunidades de esa irracional y permanente contaminación a los fecundos y prodigiosos hijos e hijas de nuestra Madre Tierra: Sus cuerpos de agua, nacientes, quebradas y ríos que nacen y recorren los últimos tacotales y bosques, los reducidos siembros de granos, tubérculos, hortalizas y otros cultivos, gracias a los campesinos y labriegos sencillos que aún se mantienen ligados a la tierra.

Son ellos y ellas, que con su lucha cotidiana logran salvar los sanos alimentos que nacen de las tierras cansadas. Se enfrentan muchas veces solos contra la acumulación codiciosa de unos pocos acaudalados, para que pueda llegar a nuestras mesas la comida de todos.

Hicimos una pausa y a la orilla de las aguas aún limpias de las cataratas de “El Chiflón”, agradecidos del gustoso esfuerzo realizado, con fraternidad compartimos el refrigerio con lo que cada uno llevó.

Dialogamos e intercambiamos los propósitos de nuevas actividades para continuar el camino de visitas, unidos y organizados.

Estamos claros que somos las mayorías de pobladores, de todos los rincones del país, seguiremos construyendo la Patria Grande y convencidos que juntos lograremos la justicia ambiental y social ansiada.

Compartimos fotos de la caminata, el momento del refrigerio compartido y la limpieza de la microcuenca alta del Río Cañas, Salitrillos y Tarbaca de Aserrí. Cataratas del Chiflón.

Participamos en unidad representantes de grupos y asociaciones: Voluntarios del Buen Vivir, Asocuenca Aserrí, Asociación Ecologista Desamparadeña, Escuela Socio Ambiental de Caraigres, Observatorio Ciudadano del Agua Río Cañas.

Con la fuerza y patriotismo del General Cañas, con su río a su nombre y tantos otros ríos que irrigan nuestro terruño tico… ¡Seguiremos!

Le invitamos a ver la galería fotográfica.

La cuarta transformación en México: Justicia ambiental, seguridad y derechos humanos

Este próximo sábado 22 de octubre en el programa Alternativas se conversará sobre el tema “La cuarta transformación en México: justicia ambiental, seguridad y derechos humanos”. Como panelistas del conversatorio se tendrán a: 

  • Ana Laura González; ambiente. 
  • Domingo Albarrán; seguridad. 
  • Natalia Pérez; derechos humanos. 

Si desea sintonizar este Programa siga la transmisión por medio de Radio 16, 1590 AM, o por medio del Facebook y YouTube Live de Alternativas. 

El Acuerdo de Escazú; Una oportunidad de mirar hacia el mar

Silenny Calderón-Montero, Bióloga Marina1
silenny1111@gmail.com

1Escuela de Ciencias Biológicas, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad Nacional, Costa Rica

El 2022 suma otro año en la lucha para amortiguar el cambio climático y sus efectos, los acuerdos y rutas de acción son firmados por las grandes naciones que se codean con la esperanza de detener el reloj climático. La urgencia por un actuar humano tipo “cardumen o colmena” para referirnos a la acción conjunta se ve reflejada en los objetivos y metas ambientales que se plantean en los diversos textos. Lo que ratifica un pensamiento integral, utilizado plenamente en la naturaleza, cada persona u organismo tiene un rol social que es necesario para el funcionamiento del engranaje natural de la vida en este planeta.

Nos recuerda el hecho de que en la naturaleza los procesos son armónicamente dependientes unos de los otros y cíclicamente todas las piezas participan. Es el caso de los peces que se agrupan de forma perfectamente coordinada y sintónica, como si fuese una sola mente abstracta y común de gigantescas proporciones. Lo mismo ocurre en la organización biológica que mantienen las abejas, al conformar estructuras ordenadas que no surgen de posiciones azarosas de sus miembros, sino que cada uno conoce y ocupa el lugar preciso.

Los objetivos establecidos en el Acuerdo de Escazú fungen como pilares para la construcción de una Costa Rica más azul, a la vez que, funcionan como eslabones de una cadena que impulsa un desarrollo más sostenible; el acceso a la información ambiental, la participación pública en la toma de decisiones y el acceso a la justicia ambiental. (Bárcena et al., 2021). Donde un objetivo es dependiente del otro.

Si la población no está informada, es porque la información no ha sido divulgada o distribuida de manera eficaz, y es probable que ni siquiera haya llegado a la ciudadanía. por lo que no va haber suficiente participación en la toma de decisiones y la población no será representada correctamente. “No se puede querer o proteger algo que no se conoce, con lo que una no se siente identificada”. Al no contar con la participación ciudadana es más fácil que sea transgredida la justicia ambiental, en especial sí hablamos de países sometidos a la corrupción. En contraste con lo que podría esperarse al defender los derechos ambientales abrigados por una alta participación de la ciudadanía.

Aspectos como la gestión de los recursos marinos, la falta de datos, el ordenamiento pesquero, el manejo de las pesquerías, la situación socioeconómica de los y las pescadoras y sus hogares son temas de importancia que aún no se han abordado con la seriedad del caso en nuestro país. El acceso a la información científica es limitada y se desconocen cuáles son las plataformas o puntos de acceso para la población en general. Aún en la comunidad científica muchas veces hay que pagar ciertos costos para poder tener acceso a información veraz y de fuentes confiables que estén relacionadas con nuestra región. Lo anterior hace referencia a una problemática muy actual: la desinformación, que lamentablemente termina en la mala toma de decisiones en cuanto al manejo de los recursos naturales por parte de los gobiernos.

Un claro ejemplo es la pesca de arrastre. Actividad extractivista que los gobiernos insisten en reactivar, vinculado a los intereses personales de unos pocos, y escudándose en la falta de estudios actuales para el área, pero, sin  tomar en cuenta los registros de información existentes desde hace décadas por investigadores que como Blanco, (2007) consideran que toda la población de camarones se encuentra sobreexplotada desde 1976 y que debe cesar por completo la actividad de pesca de arrastre en el Golfo de Nicoya, no solo por la inexistencia del camarón, sino por el daño que causa sobre la fauna de acompañamiento (FACA) y el fondo marino durante su extracción. Se ha fallado en dar alternativas laborales o de sustento a todas aquellas personas que se dedicaban a esta actividad, y que actualmente se encuentran sin trabajo o con subsidios simbólicos, desmejorando evidentemente su situación y la del cantón de Puntarenas (Murillo, 2018 citado en Obando Campos, 2021).

Otro caso es la pesca de atún. Nuestro recurso marino es prácticamente regalado a embarcaciones de bandera extranjera y vendido a precios desorbitares en los mercados internacionales. Mientras, son intangibles los supuestos beneficios para el estado costarricense, nuestros(as) pescadores(as) viven en medio de la pobreza y el abandono a la espera de políticas ambientales que permitan el desarrollo sostenible de nuestras propias flotas pesqueras.

Ya no hay peces en el mar para que nuestra flota artesanal pueda vender a un buen precio. Los buques pesqueros han arrasado con el recurso disponible y tampoco han dejado a los peces jóvenes para que puedan reproducirse dándole continuidad a la población. Es por eso, que los y las pescadoras deben adentrarse cada vez más en mar abierto para traer el sustento a sus hogares, sus pequeños motores no podrán jamás compararse con las gigantescas embarcaciones de exportación atunero, ni a las redes de kilómetros que utilizan para su faena. El país ni siquiera cuenta con embarcaciones de éstas dimensiones, tampoco con la infraestructura necesaria abastecer la industria como muelles, puertos, centros de acopio o recibidores.

Así mismo, el estado se ha empeñado por mantener vigente y sin modificación la legislación que administra el único recurso marino nacional de potencial económico significativo, el recurso atunero (Pacheco, 2005). En 2002, Incopesca otorgó 54 licencias, por lo que se estima que pudieron haberse pescado cerca de 108.000 toneladas de atún, con un valor superior a 60.000 millones de colones, de los cuales se recaudó apenas 193 millones de colones. De esas 54 licencias, el 50 por ciento se otorgaron gratis, sin pago alguno, gracias a los «incentivos» que forman parte de la Ley de pesca; que permite a los barcos extranjeros registrados en Costa Rica vender al menos 300 toneladas de atún a empresas enlatadoras o procesadoras instaladas en el país a cambio de ese permiso, sin embargo, en el año 2000, diez de este tipo de descargas fueron hechas por barcos que no habían solicitado siquiera licencias para pescar el atún tico (Pacheco, 2005).

Ni Incopesca, ni nadie tiene la posibilidad de determinar cuánto atún se pesca, dónde se ha pescado y en qué sitio se ha descargado, incluyendo alta mar. Es Imposible conocer exactamente hasta dónde llega ese incomprensible «incentivo», o según el interés nacional, hasta qué niveles se estará sobreexplotando el recurso atunero (Pacheco, 2005). Según la ley de pesca y acuicultura de costa rica N° 8436 en el Artículo 51, del producto que se obtenga por los cánones por concepto de registro y licencia de pesca de los barcos atuneros con bandera extranjera, así como de las multas y los comisos generados por la pesca que realicen esos barcos en aguas de jurisdicción costarricense, le corresponderá:

  1. a) 25% a la Universidad de Costa Rica (UCR), para financiar el funcionamiento, la docencia, la acción social y la investigación del Centro Regional Universitario con sede en Puntarenas.
  2. b) 25% a la Universidad Nacional (UNA), para financiar el funcionamiento de la carrera de Biología Marina de su Escuela de Ciencias Biológicas, cuya sede es en Puntarenas; también para el establecimiento, el desarrollo y la protección de un sistema de reservas científicas, marinas y terrestres en el Golfo de Nicoya y las zonas adyacentes.

Todo lo anterior deja al descubierto que a quienes se está «incentivando» es más bien a las transnacionales pesqueras vinculadas a plantas procesadoras instaladas en otros países, beneficiarias directas del pésimo manejo de los recursos naturales costarricenses. Perjudicando a su vez, a sectores claves como la educación, investigación, la organización y la protección ambiental. Sin mencionar aspectos como la vulnerabilidad social de los sectores costeros dependientes de los recursos marinos, y la falta de transparencia por parte de las instituciones y ministerios públicos.

Ya que, es ante la complicidad de los funcionarios del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (encargados de velar por que se cumplan los lineamientos del transporte marítimo, y quienes regulan los cánones a cobrar por licencias de pesca y su registro, basados en el cálculo de la capacidad de acarreo real en toneladas) que los atuneros obtienen sus registros anuales reduciendo ”mágicamente” su capacidad real, y claramente, pagando menos por tonelada de registro anual. (Pacheco, 2005).

Ejemplo de ello; el buque Pamela Ann, con bandera de Nicaragua, al que se le cobra por un tonelaje de 420 ton, pero que logró descargar de una sola vez 914 ton. Así mismo, El buque Capt. Joe George de Panamá, es capaz de reportar 420 toneladas de registro y descargar, de una sola vez, 991 toneladas; el Tuna, también de Panamá, se registra con una capacidad neta de 409 y descarga 1.329 ton; al Taurus I, de Venezuela, se le cobra cual si fuera de 441 toneladas, permitiéndosele multiplicar su capacidad al descargar 1.053 toneladas. Y así por el estilo con todos los demás grandes extractores. (Pacheco, 2005).

A paso lento se investigan mejores técnicas que puedan beneficiar nuestras flotillas pesqueras. Un mejor aprovechamiento de los recursos, la reconversión hacia artes de pesca más selectivas y amigables con el medio, el ordenamiento espacial marino y la generación de datos son pasos importantes hacia la protección. Tal como la adopción de la técnica de Greenstick, para la pesca de atún aleta amarilla (Thunnus albacares) aplicada por USA, y en la cual se realizan hasta ahora las primeras investigaciones por parte de Incopesca con miras al ordenamiento espacial atunero (decreto N.º 38681-MAG-MINAE, (Alpízar et al., 2019).

Ante la generación de información de carácter ambiental, los costos por estudios y la falta de ellos a pesar del gran territorio protegido y nuestra enorme diversidad por m2, se vuelve vital la creación de fondos e incentivos por parte del gobierno para la realización de estudios y la generación de información de peso académico, así como su posterior transferencia tecnológica a través de la divulgación de los resultados y experiencias obtenidas.

Otro ejemplo relacionado con la importancia de la generación de datos biológicos se ve reflejado en la población de cocodrilos americanos (Cocodrilo acutus) y la administración que se le podría dar. Pues existe un conflicto que inicia cuando ambas especies (humano-cocodrilo) hacen uso del mismo hábitat para vivir. Pérdidas económicas como la muerte de animales domésticos, sociales como playas que no pueden ser utilizadas por el ser humano debido a la presencia de cocodrilos y un cambio a nivel cultural de las personas que perciben a la especie como una competencia o amenaza son solo algunas de las consecuencias que acarrea la falta de información con respecto a un tema de índole ambiental (Hernández-Jiménez, 2013 citado en Chavarría, 2020).

Algunas actividades como la pesca, el turismo y recreación, además, de establecimientos humanos en las orillas de los ríos, donde hay presencia de cocodrilos, aumentan las probabilidades de que se produzca un ataque al ser humano, dado que el reptil defenderá su territorio, o buscará alimento fácil que brindan los turistas y que ha sido asociado por parte de este animal con la presencia del ser humano (Valdelomar et al., 2012 citado en Chavarría, 2020). La caracterización del hábitat del C. acutus en el Pacífico Central es importante, ya que va a generar información sobre los sitios que más suelen utilizar los cocodrilos de acuerdo a sus requerimientos alimentarios, reproductivos y los sitios de descanso, presentes en el hábitat potencial para esta especie (Hernández-Hurtado et al., 2011 citado en Chavarría, 2020).

Al determinar el estado de las diferentes poblaciones y su proporción de sexos se podría generar un nuevo mercado económico basado en la explotación sustentable y el manejo de las poblaciones de cocodrilo en cautiverio, como es el caso de México específicamente en Chiapas, Sinaloa y Tabasco (Ross, 2011) donde existen granjas que cultivan especímenes para su aprovechamiento comercial de la mano de investigaciones que aseguran la continuidad saludable de la especie silvestre y con un enfoque interdisciplinario sobre el cual debería basarse la conservación de estos reptiles.

Costa Rica es una excelente plataforma para la propulsión tecnológica y económica a nivel ambiental. Si se educa a la población local acerca de la riqueza natural que posee es probable que los diferentes objetivos planteados para el cumplimiento de los acuerdos relacionados con el cambio climático, como el Acuerdo de Escazú, sean más fáciles de cumplir. Ya que todos tenemos derecho a un ambiente sano y al desarrollo sostenible de nuestra sociedad.

En el campo de acuicultura también hemos ido desarrollando alternativas a la sobreexplotación de los mares, mediante la implementación de tecnologías limpias que van de la mano con la generación de información biológica. Concretamente en la producción de juveniles de peces de Pargo mancha (Lutjanus guttatus) para su cultivo en granjas marinas por MARTEC, una empresa de mano inversora extranjera, gracias al desarrollo tecnológico que fue gestado por la Universidad Nacional (UNA) y el Parque Marino del Pacifico en acción conjunta.

Lo mismo ocurre con las primeras granjas ostrícolas del país, ubicadas en el Golfo de Nicoya. Donde los y las pobladoras se ven beneficiadas por la generación de estudios y el desarrollo tecnológico en el cultivo y producción de semillas de ostra (Crassostrea gigas) por parte de dos laboratorios de producción marina que forman parte de la UNA en Puntarenas. Y que es cultivada en aguas del Golfo por asociaciones de desarrollo que fomentan el crecimiento de la economía local a partir de la creación y fortalecimiento de las capacidades y cooperaciones interinstitucionales (Quesada et al., 2019).

Finalmente, y en otro orden de ideas, siendo costa rica un país “verde” debería ser fácil el acceso a la denuncia ambiental. Sin embargo esto no es del todo cierto, partiendo del hecho de que la naturaleza nos pertenece a todas y todos, y que tenemos derecho a desenvolvernos en un ambiente sano y a la prevención de su deterioro, la mayoría de las veces las personas  que se ven expuestas a contaminación o injusticias ambientales son aquellas más vulnerables, con baja escolaridad y poca solvencia económica, por lo que no pueden acceder a información, leyes o abogados con facilidad para exigir las reparaciones ambientales que les corresponden por derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado (Constitución Política Costarricense).

En conclusión, la participación ciudadana y la toma de decisiones, no puede darse desligada al acceso de la información o a la justicia ambiental. Para propiciar una verdadera revolución azul hace falta nuestra integración social como “un todo”. El verdadero desarrollo que soñamos para nuestra Costa Rica empieza por exigir que el eje conductor de nuestras políticas y decisiones sea el aprovechamiento de la abundancia y la riqueza natural de manera sostenible y con buenas prácticas. Así mismo, el Estado debe garantizar la educación ambiental como un pilar en la transformación académica, así como brindar soluciones a personas que dependen de los recursos naturales frágiles como la pesca. Se deben fomentar alternativas económicas que reflejen los esfuerzos realizados durante años en materia ambiental, y en definitiva se requiere con urgencia de la ratificación de tratados y acuerdos como el de Escazú, que buscan la participación ciudadana para el fortalecimiento integral de la protección del medio ambiente.

Referencias BIBLIOGRAFICAS

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Chavarría T, R. (2020). Hábitat potencial y uso de hábitat del cocodrilo americano (Cocodrilo acutus) y su relación con la vulnerabilidad de cinco poblados del Pacífico Central de Costa Rica ante posibles incidentes humano-cocodrilos. Proyecto de graduación presentado como requisito parcial para optar al grado de Licenciatura en Manejo de Recursos Naturales. Facultad de ciencias exactas y naturales, Universidad Nacional, Costa Rica.

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Quesada-Céspedes, R., Arias-Valverde, S., Pacheco-Urpí, O., Zúñiga-Calero, G., Pacheco-Prieto, O., Vega-Bolaños, H., Calvo-Vargas, E. & Berrocal-Artavia, K. (2019). Retos de la acuicultura marina litoral: Caso cultivo de ostras en el Golfo de Nicoya, Costa Rica. En Y. Morales-López (Ed.), Memorias del I Congreso Internacional de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional, Costa Rica, 2019 (e212, pp. 1-9). Heredia: Universidad Nacional.

Obando Campos, A. A. (2021). ¿Qué pasó luego de la paralización de la pesca de arrastre? Transformaciones en los medios de vida de los pescadores artesanales y semi industriales a partir de las políticas marino pesqueras en el Golfo de Nicoya, Costa Rica. Tesis de maestría en Investigación en Estudios Socioambientales. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO Ecuador.

Ross, J. P. (2011). Conservación y gestión de los cocodrilianos en México. Quehacer Científico en Chiapas1(11), 7-11.

Tabash Blanco, F. A. (2007). Explotación de la pesquería de arrastre de camarón durante el período 1991-1999 en el Golfo de Nicoya, Costa Rica. Revista de Biología Tropical, 55(1), 207-218.

 

Imagen ilustrativa.