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Etiqueta: lucha social

¡El bicentenario de la vergüenza!

Ing. Carlos Vega. Luchador Social Grecia

En Costa Rica hoy es un día de reflexión sobre la Patria que heredarán nuestros hijos, nietos y sus descendencias.

Ponemos sobre la mesa la reflexión del compañero Abogado Oscar Madrigal, material que nos llega gracias al esfuerzo de SURCOS DIGITAL (https://wp.me/p6rfbZ-fYW).

Con esta radiografía, sobre la herencia de los desgobiernos durante estos últimos 50 años, la pregunta actual es: ¿En este mes de la Patria y el bicentenario, hay algo qué celebrar?

Nada que celebrar, mucho de qué avergonzarnos en esta fecha, y por lo tanto, mucho por lo que Luchar.

Hoy el rostro de nuestra Patria está carcomido por la corrupción generalizada, no hay día que no salga un escándalo en que nos enteramos de robos en sumas multimillonarias, y como esto es recurrente, ya pasa desapercibido ante los ojos de la ciudadanía.

Para cubrir el hueco que este estado de cosas ha dejado, nos endeudan en sumas cercanas, a los $40 mil millones de dólares, o sea, el que está por nacer lo hace cargando con una DEUDA ETERNA que anda por un estimado de ₡5 millones, o, sea, sería la DEUDA ETERNA per cápita, que como lo señalan los informes del BID más de $3 mil millones de dólares al año se esfuman en corrupción, despilfarros etc etc etc.

Hoy, al arribar al bicentenario, la clase política empresarial responsable del DESASTRE FISCAL, también responsable de haber destruido la seguridad social en sus desgobiernos, de haber creado una verdadera fábrica de pobres y la mayor desigualdad en América Latina y fuera de nuestro continente, de condenar a nuestros hijos, nietos y sus descendencias a vivir en una sociedad sin derechos, saca pecho con su patrioterismo barato, y nos envuelve en su fiesta electorera y futbolera, para adormecernos y continuar con su OBSCENA y ETERNA FIESTA, que pagamos con más impuestos, salarios congelados durante los próximos 10-20 años y más.

¡Y ni que decir de las pensiones hasta los 65 años que luego aumentarán hasta los 70 años con menos plata a recibir!

Pueblos originarios inquilinos y perseguidos en su propio país.

Este no es un cuadro apocalíptico para Costa Rica, es la realidad con la cual arribamos al bicentenario, verdad que a muchos incomoda, por eso, agradecemos a profesionales como Oscar Madrigal por sacarnos de la verborrea patriotera y ponernos los pies en la tierra.

Costa Rica: ¡Bicentenario para avergonzarnos!

¡NADA que celebrar, mucho por lo que LUCHAR!

Solidaridad internacional con el pueblo Cabecar de China Kichá

El pasado 04 de septiembre, desde el territorio liberado: «Casa de los Pueblos», construido sobre las ruinas de Bonafont (empresa extractiva de agua), distintas personas, pueblos y organizaciones expresan su rechazo al desalojo de Sá Ka Duwé Senaglö y en respaldo a las compañeras recuperadoras cabécares.

En el enlace adjunto pueden conocer el mensaje de solidaridad con el pueblo de China Kichá: https://www.facebook.com/111882987093775/posts/365380905077314/

Privatización de electricidad y Estado Social de Derecho

Luis Fernando Astorga Gatjens

Han pasado 135 años. Eran las seis y cuarto del 9 de agosto de 1884, cuando muchos habitantes de San José y de poblados aledaños, se concentraron en algunas calles de la metrópoli costarricense, para ser testigos de un acontecimiento histórico: La inauguración del alumbrado público.

La luz llegó e iluminó a algunas calzadas para regocijo de quienes presenciaron el acontecimiento y, en general, para los habitantes del país. Y por supuesto, se trató de un acontecimiento histórico ya que San José fue la tercera ciudad del planeta en contar con ese primigenio servicio, codeándose con Nueva York y París, y convirtiéndose en la primera ciudad latinoamericana en contar con ese tipo de alumbrado.

Pero las cosas no se quedaron ahí: Unas décadas después, el país siguió marcando la historia al crear en 1941 la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) y ocho años después, con la nacionalización del servicio de electricidad y, luego, con la fundación del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) mediante la Ley N° 449. En el artículo uno de la ley de creación del ICE se indica que “la responsabilidad fundamental del Instituto, ante los costarricenses será encauzar el aprovechamiento de la energía hidroeléctrica con el fin de fortalecer la economía nacional y promover el mayor bienestar del pueblo de Costa Rica.”

Esta impronta progresista, que buscó que el país contara con energía eléctrica propia para impulsar el desarrollo económico y social, se enmarcó dentro del vigoroso impulso de un Estado Social de Derecho (ESD), que tuvo en la década de los cuarenta del siglo pasado, un periodo estelar.

Desde su fundación, hemos sido testigos de que el ICE, ha buscado avanzar en un derrotero de matriz diversa y sostenible que tiene como fuentes de la producción de energía eléctrica, la hídrica, la geotérmica, la eólica, la solar y la biomásica, a la par de una parte pequeña de generación térmica. Se trata de una matriz muy exitosa que ha permitido una cobertura eléctrica de 99,4% de los hogares costarricenses. Es, asimismo, un modelo único en el mundo; el cual en los último años, ha tenido un significativo reconocimiento internacional.

Sin embargo, lo que ha sido exitoso para Costa Rica y la mayoría de sus habitantes, ha sido visto con mucha avaricia e incomodidad por quienes en el país y fuera de él, ven a los servicios prestado por el Estado como un obstáculo y desafío para sus intereses privados y sus negocios.

A estos grupos, representantes del gran capital transnacional o de aquí, les ha incomodado el ICE y por eso, desde siempre, han buscado desprestigiarlo de mil maneras, para apoderarse de la producción eléctrica y convertirla en otro de sus rentables negocios. Así las cosas, en el año 1990 la Asamblea Legislativa aprobó la Ley 7200 mediante la cual se autoriza la generación eléctrica autónoma o paralela. Este va a constituirse en el primer ñangazo al pastel de la venta de electricidad, por parte del sector privado.

Estos avariciosos grupos privados –fuertemente ligados a las cúpulas políticas que han controlado al Estado costarricense–, han impulsado leyes como éstas (la 7200) en su sueño de privatizar el campo de la producción y venta de la electricidad. Lo han logrado hasta el presente, en forma limitada, gracias a la lucha y la resistencia social pero nunca han cejado en sus afanes privatizadores.

El “combo” del ICE, impulsado por el Gobierno de Miguel Ángel Rodríguez, formó parte del plan privatizador, pero fue derrotado por un pueblo con ADN progresista, en las calles y otros escenarios de la lucha social y política, en el año 2000. No obstante la derrota infligida, esos grupos plutocráticos han seguido sus antidemocráticos empeños y a través de diputados de distintos períodos legislativos, han buscado ampliar su dominio privado en la electricidad, al mismo tiempo reducir el tamaño y alcance del ICE.

En el presente, con un gobierno de corte neoliberal como el de Carlos Alvarado y una Asamblea Legislativa con muchos diputados y diputadas, que convirtieron esa doctrina en catecismo, el esfuerzo privatizador da un gran salto a través del impulso de una reforma a la citada Ley 7200, en su artículo 3, que aparece en el expediente legislativo N° 22.601.

Esta mala iniciativa forma parte del proyecto neoliberal de destruir lo que queda, en instituciones y servicios públicos que emergieron con el desarrollo del Estado de Bienestar, que el pueblo y algunos líderes impulsaron desde la década de los cuarenta del siglo anterior y que los agoreros con su consigna: “Más mercado y menos Estado”, quieren borrar de la faz de la sociedad costarricense.

Forman parte sustancial de ese genuino Estado Social de Derecho, la salud pública universal prestada a través de la Caja, la educación pública impulsora de movilidad social, algunos avances en materia laboral, los planes de vivienda, algunos programas de seguridad social que han beneficiado a grupos sociales específicos (entre otros), así como los servicios de electricidad que ofrece el ICE, a partir de principios de solidaridad y subsidiariedad.

Se trata de derechos sociales y económicos que están presentes en la Constitución Política, y en normas nacionales e internacionales (tratados de derechos humanos ratificados por el país), que hoy, con esta voraz arremetida, la administración Alvarado Quesada y algunos diputados, pretenden socavar. Desde la década de los ochenta del siglo anterior, el Estado Social de Derecho ha venido siendo atacado en distintos flancos, con el fin de beneficiar a grupos económicos poderosos del país y a transnacionales, a quienes no les importa en absoluto el bienestar del pueblo sino sus negocios y las ganancias que puedan obtener a partir de ellos.

Este gobierno y muchos de los diputados que apoyan estas nefastas propuestas, no se han percatado de lo que ha venido sucediendo con el neoliberalismo en América Latina, que al fracasar –estrepitosamente– como doctrina económica y social, está retrocediendo paso a paso en distintos países de la región.

Un ejemplo concreto del fracaso de la propuesta de reformas energéticas fracasadas, que se han dado a la luz de esta doctrina, destructora de la justicia social, se ha dado en México. En el Gobierno anterior, presidido por Enrique Peña Nieto fue aprobada una reforma completamente entreguista para el sector privado (mexicano y transnacional), que alcanzó una votación mayoritaria, con sobornos a legisladores de la empresa brasileña Odebrecht. El entreguismo y la corrupción le ganó, en esa ocasión, la partida a la soberanía energética de la nación azteca.

Sin embargo, esta negativa reforma centrada en un recurso fundamental para su propio desarrollo económico y social, como es la electricidad, el actual gobierno que preside, Andrés Manuel López Obrador la ha empezado a desmontar con el amplio apoyo del pueblo mexicano que lo que vio con la citada reforma, es corrupción transnacional y en algunos miembros de sus élites, y, por supuesto, aumento del costo de la electricidad.

Ya algunos de los impulsores de esta reforma energética que jamás traería beneficios para las mayorías de Costa Rica, se amparan en que siendo ahora miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), tal es camino que debemos seguir como país. Falso, completamente falso. México que es un connotado miembro de OCDE está siguiendo el camino contrario, marcado por la dignidad y la independencia.

De la misma manera, que al pueblo costarricense le costó mucho construir su Estado Social de Derecho también le costó avanzar en su proceso de soberanía energética; entendiendo a ésta como la capacidad que tiene un país de gestionar la producción de la energía que consume.

En este presente pandémico, ambos procesos –arraigados en las mejores tradiciones progresistas del pueblo costarricense–, están seriamente amenazados. La responsabilidad histórica de quienes queremos a este hermoso país nos dicta que debemos luchar por frenar la arremetida.

Cuando rindamos cuentas a nuestros hijos y a nuestros nietos, y a las futuras generaciones, debemos decir que, en el Bicentenario de la Patria, hicimos lo que nos correspondía y no permitimos que el país se vendiera al mejor postor, para el beneficio exclusivo de unos pocos mercaderes que debemos echar del templo de la inclusión y la justicia social.

Juez dictó resolución a favor de terrateniente y ordena desalojo de mujeres indígenas de China Kichá

Producto de la demanda contra la Asociación de Desarrollo Integral de Reserva Indígena de China Kichá, el Juzgado Civil, de Trabajo y Familiar de Buenos Aires dictó resolución a favor del terrateniente y ordena el desalojo de las mujeres indígenas de China Kichá.

Según la resolución, dado que el 26 de febrero del año 2020 «un grupo de personas indígenas -los demandados- procedieron a invadir la propiedad citada anteriormente, ocupando la casa de habitación y el corral como se informó que se trataba de un proceso de recuperación territorial y desde ese momento don Danilo fue desalojado del terreno y sus actividades agrícolas se vieron interrumpidas«.

El juez señala que la toma del terreno a nombre de Danilo Badilla Román se dio «de una forma ilegal», por lo que declaró con lugar la demanda interpuesta y se ordenó «a los demandados restituir el terreno dentro del plazo de tres días a partir de la firmeza de la sentencia y deberán desalojar -si es que así ocupan tierra- bajo pena de ordenarlo utilizando la fuerza en caso de omisión«. El juez no toma en cuenta el derecho indígena sino solamente la normativa de un interdicto de posesión, pues, dice el juez, Badilla demostró tener efectivamente posesión del terreno.

Para conocer el caso completo se invita a descargar el pdf a continuación:

Los otros juegos

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

La imagen dura unos segundos porque a la producción de la televisión internacional poco le importan las acciones afirmativas, las protestas simbólicas, los actos reivindicativos. Más aún en un escenario amplificado en el que las audiencias alcanzan miles de millones en todo el planeta.

En primer plano, durante una exhalación, lo que dura el ojo reteniendo la imagen, aparece la atleta estadounidense Raven Saunders en la ceremonia de premiación de la disciplina de lanzamiento de bala. Con una distancia de 19,79 metros, Saunders se hizo acreedora de la medalla de plata.

Allí, justamente al momento de colgarse la presea en su pecho, levanta las manos cruzadas y las suspende durante unos segundos en el aire, quizá los segundos que le tomó a la producción de la señal internacional decir: “vamos a otra cosa”. Y fueron a otra cosa. Y la acción simbólica no volvió a aparecer en pantalla. Al menos en la transmisión en vivo.

El gesto de la mujer reivindicaba la lucha contra la depresión y colocaba en primer plano la condición de las personas afroamericanas y de los colectivos LGTBI a nivel global. Una interseccionalidad que Raven representa y por la que ha experimentado discriminaciones durante muchos años, al punto de haber intentado acabar con su vida luego de los Juegos Olímpicos de 2016.

La imagen duró unos segundos, su lucha, acaso, le tome toda su vida.

Lo que no pudo editar ni evitar la televisión internacional fue el gesto con que la gimnasta costarricense Luciana Alvarado cerró su participación en su rutina.

Pie al piso, puño en alto y la cabeza inclinada en reverencia hacia atrás, hizo un homenaje al movimiento “Black Lives Matters” que tomó auge luego del asesinato de George Floyd en Estados Unidos en 2020.

“Todos somos iguales y todos somos hermosos e increíbles” diría Alvarado al preguntársele sobre la acción final de su ejercicio, un acto bien planificado, incorporado de modo que la organización, a menudo inmaculada para estas cosas, no levantara resquemores por su significado político.

Levantó su puño como miles de puños levantados en el mundo.

Lo que no deja de ser político es el permanente sentido de humanidad cuando la persona decide simplemente ser. La disruptividad de algunas, porque han sido mujeres las de las acciones, ha sido quizá la marca registrada de los recién terminados juegos y quedó patentada una vez más con un acto de representación de la diversidad.

Contra las protestas de sus propias competidoras y entrenadores adversarios, Japón mostró por primera vez la participación de una atleta transgénero.

La neozelandesa Laurel Hubbard formó parte de la Halterofilia, actividad en la que no pudo pasar más allá de la primera fase con tres resultados negativos. Las protestas de sus contrincantes se basaban en una supuesta ventaja que tendría por su configuración muscular. “La terapia de transición rebaja las diferencias físicas y coloca a todos en un nivel parecido” han comentado algunos especialistas en estos temas.

Luego de su participación, Hubbard ha considerado retirarse del deporte. Durante años tuvo que soportar las protestas y negativas para que su participación fuera efectiva. Pero también sus tratamientos contra los dolores musculares le han mermado su potencia física para los pesos que debe levantar.

Sin embargo, otros kilos más importantes fueron superados por ella. Su trabajo fue hecho: visibilizar el derecho de los y las atletas transgénero a participar en los juegos olímpicos.

De ahora y en adelante, todas, todos, tendrán participación.

Al momento de escribir esta nota, se conoce de la presencia de cerca de diez mil personas provenientes de países africanos, asiáticos, suramericanos y caribeños en la frontera entre Colombia y Panamá. Algunos grupos ya han ingresado a Costa Rica por su frontera sur. Buscan transitar la región para llegar a Estados Unidos como destino final. Con suerte, serán reconocidos y reconocidas en los países de tránsito y aún en el destino, si es que lo logran, como personas refugiadas.

Desde los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro 2016, el Comité Olímpico Internacional consideró prestar atención a este tema y conformó un equipo especial con personas refugiadas, representando a esa población.

En una cifra que crece, a junio de 2021 alcanzó 84,2 millones a nivel global, según la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidad para los refugiados (ACNUR).

Una evidencia de que el ritmo depredador de sistemas políticos, religiosos, heteronormativos y los impactos de la acción de modelos económicos sobre el medio ambiente que provoca desastres y desplazamientos poblacionales ha venido en aumento, lo marcan justamente los cambios cuantitativos de este equipo olímpico entre unos juegos y otros: de 10 atletas en Río, pasó a 29 en Tokio.

El rostro de la joven siria Yusra Mardini ha sido tal vez el más representativo de este particular conjunto. Nadadora olímpica en las dos últimas ediciones, se convirtió en deportista de alta competencia luego de salvarse, salvar a su hermana y a un grupo de personas que buscaban refugio en las costas mediterráneas y estuvieron a nada de morir ahogados.

Ese fue quizá su mejor representación en el agua: preservar la vida.

Las historias compartidas nos reflejan esas otras marcas, los otros tiempos, las otras luchas, otras biografías que quizá no inundarán de gloria los abordajes mediáticos globlales por sus triunfos deportivos. Tal vez sus objetivos personales fueron otros: visibilizar, sensibilizar, acercar.

En estos, los otros juegos, lo han conseguido.

Foro de Solidaridad: resistencia, criminalización y violencia

El viernes 06 de agosto del 2021 se llevará a cabo el FORO de SOLIDARIDAD sobre las resistencias en nuestros territorios y denunciando la criminalización y la violencia que se enfrenta.

Recientemente la Coordinadora de Lucha Sur Sur presentó el «Informe de agresiones y violaciones a los derechos humanos contra los Pueblos Originarios de la zona sur de Costa Rica, enero – diciembre de 2020”, que recopila y analiza detalladamente los hechos sucedidos durante uno de los años más violentos que han vivido las personas involucradas en procesos de recuperación de tierra-territorios. Esta nueva etapa de recuperaciones iniciaron luego de que en el año 2010 fueron sacados a rastras de la Asamblea Legislativa varios líderes de Pueblos Originarios que exigían la votación de un Proyecto de Ley sobre Autonomía Indígena; y decidieron construir sus procesos de autonomía desde sus territorios.

Para profundizar el tema se puede ingresar en el siguiente enlace con la siguiente nota periodística en audio: https://bit.ly/3A3lh1h

FB de la Coordinadora de Lucha Sur Sur: https://www.facebook.com/CoordinadoraLuchaSurSur

Presentan:

  • Gustavo Oreamuno – Asociación de Iniciativas Populares Ditsö y Coordinadora de Lucha Sur Sur.
  • Lesner Figueroa – Clan Tuadiwák. Concejo Ditsö Iríria Ajkönúk Wakpa, Autogobierno de Salitre.

Hora:

  • 10 a 11:30 hs Guatemala
  • 11 a 12:30 hs México
  • 13 a 14:30 hs Argentina

Se podrá sintonizar por medio de Facebook Live – Al toque Foro Latinoamericano

 

Publicación en FB de Red ALFORJA: https://bit.ly/3lBJoQO

Resistencia de los campesin@s de la Zona Sur

A 6 años de la heroica RESISTENCIA de los campesin@s de la Zona Sur de las fincas Changuena y Térraba en Palmar Sur, territorios recuperados por el pueblo.

Hoy recordamos con mucho entusiasmo la dura y heroica batalla sostenida durante 17 días de la TOMA DEL PUENTE, sobre el Río Grande de Térraba en Palmar de Osa para hacer visible la lucha por la tierra y la defensa de los derechos humanos y la justicia social en la Zona Sur y del pueblo costarricense.

Con esta gesta campesina derrotamos al Sr. Óscar Echeverria Heigol miembro de la UCCAEP y a todos sus cómplices de la agresión contra la familia CAMPESINA SUREÑA. Hoy continuamos en pie de lucha y VIGILANTES del cumplimiento de los acuerdos y trámites expropiatorios de las Fincas Térraba y Changuena y a las espera de que el JUZGADO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO del Segundo Circuito judicial de Goicoechea PONGA EN POSESIÓN al Instituto de Desarrollo Rural (INDER),y que se inicien todos los procedimientos administrativos y legales para asignar la tierra a las familias de agricultores (as) que ahí viven y trabajan la TIERRA.

Lugar ESPECIAL y destacado reconocemos en esta lucha patriótica a todos nuestros aliados de MOVIMIENTO SOCIAL de nuestro país que con su valioso apoyo solidario a todos los niveles nos dieron el ánimo suficiente para enfrentar y sostener la lucha por la DIGNIDAD campesina y de todo NUESTRO PUEBLO.

Hoy los recordamos con mucho cariño y les aseguramos de que NO LOS OLVIDAREMOS.

«Sin tierra no hay pan, y sin pan. ¡NO HAY PAZ»!
COALICIÓN DE LUCHA DE LA ZONA SUR (CLZS)

¡Hasta pronto hermanos!

Zona Sur 31 de Julio del 2021.

BENEMÉRITA

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Recientemente, justo en medio de una discusión acalorada acerca de la representación de la mujer deportista y su invisibilización por la narrativa hegemónica masculina a propósito de las Juegos Olímpicos desarrollados en Japón, fueron anunciadas en Costa Rica 14 mujeres como Beneméritas de la patria.

Representantes de distintos campos y actividades políticas, sociales y culturales, son quizá un punto distante en una sociedad que todavía hoy discute el tipo de vestimenta que una mujer debe llevar en una actividad deportiva o si es bueno para el espectáculo industrial del entrenamiento que mujeres deportistas de élite muestren su humanidad, su miedo, su incertidumbre por encima de la disciplina que realizan y las obliga a la perfección constante.

El anuncio de las 14 mujeres Beneméritas prácticamente pasó desapercibido en el medio nacional salvo algunas consideraciones vertidas en redes sociales a favor y en contra acerca de sus logros y sus biografías. Confieso que, en estos tiempos, escuchar algunos nombres incluidos en una lista así, me llena de satisfacción por lo que hicieron, lo que aportaron en sus luchas personales y colectivas, por su trabajo incansable, por lo que significan en una sociedad como esta.

Quisiera recordar en esta oportunidad un breve pasaje compartido, para mi dicha, con una de ellas. Para presentarla me valgo de la querida poeta costarricense María Montero que la resume así:

“Soy la gran Virginia Grütter, ¿la recuerdas?
la que escupe tabaco en las esquinas
y está ronca de pegar gritos
y camina como una estela pintarrajeada y tambaleante”

Exactamente ese esencia del personaje, como se suele decir en las artes escénicas respecto a la construcción del papel de parte de quienes les interpretan, es lo que guardo en mi memoria como resultado de ese breve encuentro con la gran Virginia, esa poeta y actriz descomunal de nuestra historia artística.

Era octubre de 1991. La fecha no tendría nada de especial si no contextualizamos y la ubicamos en la gran jornada que librábamos entonces las cuatro universidades públicas por defender nuestro presupuesto.

Eran otros tiempos. Eran los primeros años de fiereza neoliberal en Costa Rica y a un Ministro de Hacienda, fiel representante del monetarismo y las ideas sobre la reducción del Estado (de esos abundan ahora y siguen estando en los poderes Ejecutivo y Legislativo, por cierto) se le ocurrió la genial idea de meterse con las universidades públicas. Y nos encontró. Vaya que nos encontró.

Ahí nos tuvo en las calles de San José por varias semanas. Cerca de 20.000 universitarias y universitarios le hacíamos visitas diarias a sus oficinas ubicadas en las inmediaciones del Hospital San Juan de Dios. Eran marchas multitudinarias, alegres, artísticas por toda la ciudad capital. Que lograron al menos contrastar, retrasar con mística, el gran músculo del pensamiento economicista en boga.

Por aquellos días, en la vieja Facultad de Ciencias Sociales de la UCR, instalamos un “comando de lucha”: La Radio 24 de Abril sonaba desde el 4 piso, ubicada en los ventanales de las asociaciones estudiantiles. Desde allí se informaba a la comunidad universitaria el curso de los acontecimientos. Las aulas se convirtieron en talleres de confección de mantas, pancartas, consignas. A la entrada del edificio, una tarima convocaba tanto discursos políticos como propuestas de arte, de toda expresión posible.

Cerca de esa tarima, una tarde de octubre de 1991, esa estela de pintorrejeos y voz profunda se acercó para solicitarme un cigarro y café. Los conseguí en el acto. Sus risas rebeldes de esa tarde y su rostro ya curtido me han acompañado todos estos años, desde entonces, en mis recuerdos sobre mis primeras intromisiones en varias luchas que he acompañado.

Termina mi querida María su texto:

Soy yo
la del cuerpo grabado en la piedra
la que consume sus ojos en la arena
la que ya no puede hablar de amor tan fácilmente.

La Grütter, como el medio literario y cierto sector político la llama familiarmente, acaba de ser condecorada por un país que se está quedando sin memoria. Hoy, Virginia, más allá de tu benemeritazgo que obligará a las nuevas generaciones a conocerte, las luchas continúan aún más fuertes contra esto que ya no no solo es fiera sino torbellino insaciable por terminar con todo lo que del Estado Social se encuentre a su paso. Universidades públicas incluidas.

Más allá del merecido reconocimiento estatal a Virginia Grütter, permanecen intactas otras formas de aprender de sus luchas personales, buscando, encontrando, liberando. Ese personaje, tantas veces encarnado en su vida como si fuera una puesta teatral en la que participara como actriz principal, es el que devela su anchísima estatura a la vuelta de los años.

Me quedo con el recuerdo de esa tarde de octubre. Me quedo con su vozarrón fuerte, su carcajada insolente, su alma profundamente maquillada por la ternura y la permanente vocación de rebeldía y de lucha, la igualdad, la apuesta por la cultura. Dice Jenny, mi compañera de vida, que recuerda haberla escuchado en esa tarde invitarme a su casa a leer poesía. Ahora, a la vuelta del tiempo, con toda seguridad le hubiera aceptado la invitación. Y mucho café.

Benemérita, pero sobre todo la Grütter. ¿Cómo no despedir este recuerdo con uno de los textos más evocadores de su biografía?

Tú llegarás oliendo a madrugada
a musgo y a camino.

Traerás aún hojas desconocidas
enredadas al pelo
y no estarás cansado.

Pero yo besaré
tus ojos de cóndor
hasta secar la última lágrima,
la última gota de sangre,
y con ramos de veranera y de bellísima
limpiaré la pólvora
que aún quede entre tus manos.

Imagen: http://www.antoniomiranda.com.br/iberoamerica/costa_rica/virginia_grutter.html

Sobreseimiento definitivo para estudiantes que se movilizaron en defensa de educación superior pública

A finales del año 2019, estudiantes de universidades públicas se movilizaron en defensa de la educación pública y contra las políticas neoliberales.

Las protestas fueron reprimidas por la Fuerza Pública. De aquellas manifestaciones, varias personas resultaron detenidas y procesadas en vía judicial.

SURCOS recibió la noticia de que el grupo de estudiantes recibieron el sobreseimiento.

El POR TANTO dice:

“De conformidad con lo expuesto y artículos 311 y 312 del Código Procesal Penal, se ordena el sobreseimiento definitivo de NATALIA TAPIA ALVAREZ, MARIA SILENY VÁSQUEZ OROZCO, ABRAHAM CISNEROS QUESADA, ANTONIO MORA CASTRO, JAVIER CARVAJAL MONTERREY, IXMUCANE HERNÁNDEZ MORALES y ANDRÉS SOLÍS APONTE, por INCENDIO Y OTRO, en perjuicio de LA SEGURIDAD COMÚN Y OTRO. Se ordena el levantamiento de cualquier medida cautelar que se le hubiere impuesto a los imputados, a las sociedades o sus bienes materiales, de existir alguna y si otra causa no lo impide. Se resuelve sin especial condenatoria en costas. Se ordena al Ministerio Público disponer de la evidencia secuestrada, de haberla. En caso de que deba ser destruida y/o devuelta, se le previene a la Fiscalía proceder con su ejecución e informar a este despacho una vez hecho lo que corresponda legalmente con ella. NOTIFÍQUESE.- José Pablo León. Juez Penal”

Análisis del estallido político

Por Carlos Meneses Reyes

 I.-Tras dos meses de manifiesta actividad popular en el desarrollo del Paro Nacional, corresponde ubicar los derroteros tomados por el movimiento de protesta, resaltando los virajes del mismo, en los objetivos de un fin propuesto.

Cual doloroso trámite de un parto para la sociedad colombiana, el resultado de las situaciones y efectos producidos son múltiples. Comenzando que por la injerencia de una magistrada de pretender condicionar la realización de manifestaciones y protestas, propios de un Paro Nacional a “permisos” por conceder; la decisión de la Alcaldía de Bogotá de revocar la autorización a los organizadores o Comité Nacional de Paro (CNP), de instalación de tarimas de oradores en la plaza de Bolívar; la actitud de dilación en el reconocimiento y trato de representatividad del Comité de Paro Nacional (CPN); designaron, desde el primer día, el propósito de darle a la protesta social, un tratamiento contra insurgente.

Blandieron el uso y aplicación constitucional, de dientes para afuera, como lo asimila la jerga popular, de protección y defensa de los derechos humanos y del derecho a la protesta y el condicionamiento de las armas oficiales, al uso de la fuerza a manera de distinción, proporcionalidad y el no uso de armas letales.

En total impunidad y mentira, han galopado sobre un estado de cosas inconstitucional (eci) y aplicado, con toda clase de calificaciones, estigmas, a cada una de las novedosas formas y contenido de las protestas que las jornadas callejeras han suscitado.

Se aplicó la más feroz arbitrariedad de las fuerzas armadas y el uso desmedido de la fuerza policial, sin distinción y con aplicación de salvaje insidia contra la juventud, en primera línea, en valeroso ejemplo de contención a los instrumentos de una dictadura en ejercicio.

Demasiados hechos políticos se han sucedido, que resumen toda la actividad del Paro Nacional. La constante manifiesta de la contra parte gubernamental ha sido: la de no conversar, de no dialogar, con los organizadores del Paro; como tampoco con los actores de concentraciones, manifestaciones y bloqueos.

Sin voluntad política para escuchar y reconocer las reclamaciones populares, primó la respuesta oficial y el uso de los efectos mediáticos. En respuesta, sobrevinieron las acciones de bloqueo, como expresión de la protesta popular. Estos bloqueos se generalizaron hacia las vías de acceso a las ciudades y carreteras de transito nacional, como resultado de la vinculación al Paro del sector de transportistas. En sucesión inusitada, las movilizaciones programadas resultaron superadas por las acciones de emprender de hecho, en las vías públicas; demostrándose la falta de capacidad y carencia de dirección del CNP ante la fuerza de los acontecimientos masivos que deparaba el accionar de las masas en el Paro Nacional.

La cadena de sucesos en el desenvolvimiento del Paro Nacional superó las figuras de estereotipos que sobre la protesta se tenía en Colombia. Pronto afloró que no se centraba en el contenido de pliegos de peticiones, reivindicaciones no cumplidas, o propuestas de carácter gremial o sindical y por ello la iniciativa del movimiento sindical colombiano, en ruta a niveles de escaños alcanzados, quedó superada por la exigencia de los sectores populares, palmariamente difundidas, lo cual conllevó a la connotación de carácter político del Paro; con el ítem, que su no reconocimiento político e intervención, en el caudal de la lucha popular, por parte de los movimientos políticos de oposición y del no rechazo de estas colectividades a las políticas de hegemonía oligárquica contra insurgentes aplicadas, ha derivado en un divorcio de lo programático partidario con lo coyuntural expuesto.

Las organizaciones políticas y partidos de oposición, por lo coyuntural de lo inmediato del debate y aspiraciones electorales, relegaron los vínculos que tienen con la lucha política por opción o vocación de poder, apartando o dejando a un lado la respuesta a los conflictos que agobian al movimiento popular colombiano, en lo económico, político, social, ecológico, con agenda propia y contradicciones subsistentes, hacia alcances de transformación estructurales.

Hablar de divorcio de las colectividades políticas de oposición, centra la discusión en la supremacía de la suerte de la vía electoral, cuando ello en modo alguno estaba en juego. Esto redunda en la resonancia al espíritu político de la dirigencia sindical, gremial, de organizaciones sociales; lo cual trajo como resultado la capitulación al leguleyismo santandereano, por parte de la Dirección del Comité de Paro. Se reemplazó así, la dinámica de la lucha y resistencia popular contra las medidas fascistas y dictatoriales, por la presentación de proyectos de ley, ante el corruptivo Congreso de la república y en momentos en que este asomó, como el principal enemigo de las luchas populares en Colombia y generador de tantos males.

El carácter comúnmente conocido o tradicional de Paro Cívico Nacional Indefinido, derivó en la huelga política, en el Paro Político Nacional (PPN). Ello explica la cortedad de manejo de la dirección del CNP, al aceptar la no capacidad representativa nacional de la mayoría de los sectores afectados, protestantes y manifestantes. Pero los cuadros sindicales no tuvieron la capacidad de dar el salto cualitativo a la caracterización política de la protesta y no quedarse en el mero calificativo de “estallido social”. Por ello la Dirección del Paro, se plegó a las estrategias de dilación y desconocimiento de la contra parte gubernamental. La contradicción suscitada en el seno de las organizaciones, movimientos, partidos y sectores sociales de la Asamblea de Delegados, no fue suficiente para otorgar una línea de trabajo a aplicar a la Dirección Nacional de Paro (DNP), con miras a superar las limitables de participación y asistencia, ante los efectos del rebrote político efervescente popular; manifestado en multiplicables sectores, de fuerzas regionales y de la sociedad civil, ante los cuales no tenía ni cubría alcance direccional.

 II.- En cuanto a los movimientos y/o partidos de oposición, no cualificaron con su soporte y participación de dirección y asistencia política al movimiento sindical en Paro Nacional; centrando todo su esfuerzo en lo participativo electoral. Ni siquiera asumieron el ejercicio “De la participación democrática de los partidos políticos”; desde el punto de vista de tema o asunto de recurrir a el cabildo abierto en los municipios; para en la práctica, superar las talanqueras o reparos impuestas a las expresiones de democracia directa participativa o “democracia de las calles”.

Se conoce que la reglamentación de lo constitucional, por parte de los hacedores de leyes narco para estatales, han relegado y desechado la naturaleza y eficacia practica de esos mecanismos de participación directa. Obvio que pesa la existencia de un congreso mayoritario narco oligárquico paramilitar, en el manejo estatal y gubernamental y en el recorte de inspiraciones del constituyente primario. No obstante, ello no es óbice para que sea la conducción política la que asume la superación de esos entuertos, de desconocer la cumplimentación y uso de participación de todos esos mecanismos constitucionales de democracia directa y no representativa. Comenzando por el voto mismo, en franca y total degradación, con un sistema electoral corrupto y de casino que aún a costa del desarme y desmovilización de una fuerza insurgente, lo mantienen sin asomo de implementación de los Acuerdos de La Habana y el Teatro Colón. Todo por el culto al electorerismo, también conocido como “cretinismo parlamentario”; cuando la esencia de la participación electoral en Colombia incluye el elemento material de superar la corrupción, clientelismo, compra venta de votos; el terror y el engaño, ínsito, propio y connatural del sistema electoral corrupto, que atornilla a todo lo espurio y falso de la llamada “democracia” colombiana.

 III.- La desigualdad social es más violenta que cualquier protesta. El número de reivindicaciones y cambios estructurales que fueron surgiendo durante el trazado y desarrollo del Paro Nacional, demostró la dinámica del mismo y la ausencia confusionista de objetivos.

Con militarización y violencia el gobierno nacional obstaculizó la negociación.

El gobierno desvirtuó el carácter pacífico de la protesta. Demostró que al sistema nada le importa eso. Arremetió en forma salvaje y desmedida. La acometida con el uso indiscriminado de disparos a los manifestantes, apoyados de civiles armados, resaltó en lo desigual del conflicto en escena; evidenciando la aplicación y el uso del paramilitarismo en lo urbano. Por ello se plantea que el tratamiento dado a la protesta fue contra insurgente.

A lo gubernamental afectó la irrupción de descontento, cual expresión política, sin depender de movimiento político orientador. Tanto el origen del conflicto actual como su no solución, implica que el único responsable de los efectos, en todos los planos, por resultado del Paro Nacional, es el actual gobierno del sub presidente Duque. La protesta generalizada y radicalizada surgió, por incompetencia e ineficacia gubernamental, en lo conocido como desgobierno, cual estallido de resistencia al régimen imperante y al modelo económico neoliberal. Allí radica la esencia de la protesta y el meollo del asunto a resolverse.

A la fecha se puede afirmar que el asunto, como materia y motivo a resolverse es de resultado y esencia originaria de motivación política, como protesta interminable y en escala, que suscitó el Paro Nacional desde el 28A, en forma creciente, ascendentes, de espiral imparable. No se registra antecedente que la represión policial-militar pueda dar al traste con esta clase de protesta política.

Por el contrario, se ha demostrado que aún sin un organismo de dirección activo, los enfrentamientos continúan en muchas ciudades capitales de departamento y la lluvia de reclamaciones y exigencias regionales, aumentan.

El gobierno le apuntó al desgaste de las dirigencias y de los manifestantes. Al enfrentamiento de estos con los sectores sociales en receso y población afectada por las acciones y movimientos de protesta. Descargó toda su culpa e ineficacia en la conducción gubernamental de solución al asunto, bajo la premisa de la dilación, la negación a la violación de los derechos humanos, la no condena a la violencia policial, lo cual redundaba en el camino explicito para el desmonte del Escuadrón de la Muerte Policial-Esmad, la reforma y cambio estructural de la actual policía militarizada y la apertura a un Nuevo Pacto social en Colombia.

 IV.- Los fines esenciales constitucionales del Estado han sido colocados en entredicho. El ejercicio de la soberanía popular en forma directa, vilipendiada. Violado el derecho a la vida y aplicado de facto el recurso de la muerte, con el asesinato, el desaparecimiento físico y tortura a los jóvenes. El trato y protección a ciudadanos, sin discriminación a marginados, minorías, pueblos autóctonos, fue desconocido. Los derechos sociales, económicos y culturales, mancillados; así como no reconocer, el carácter inalienable de los bienes y servicios públicos, a ojos vista privatizados y objeto de la furia inclemente de la indignación generadora de repulsa colectiva, en una acción que podría considerarse- en el imaginario popular- de descalificación y no empoderamiento de protección, como propio, hacia la cosa pública.

Así la situación, transcurridos dos meses de protestas no reconocidas e imparables; todo en Colombia está por darse. La Resistencia, continúa. No se requiere de una inteligencia preventiva para que el establecimiento acepte que días de mayor radicalización se darán y en vísperas del festejo de la primera independencia nacional y la lucha por la segunda independencia definitiva se está abriendo con mayor intensidad. Transitamos por la segunda oportunidad y bajo la premisa que “no hay mal que dure cien años, ni país que lo resista”.