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Etiqueta: medio ambiente

Las universidades públicas ante al cambio climático

MBA Lic. Bach. Luis G Martínez Sandoval
Académico Universitario Titular
Carreras Comercio Exterior, Administración Aduanera
Sede Central UTN www.utn.ac.cr
Especialista en Relaciones Económicas y Políticas Internacionales,
MBA Administrador de Empresas énfasis Mercados Globales y Negocios Internacionales.
Ex Funcionario Banco Mundial IFC – Ecuador- y, América Latina,
Escritor, Científico Social

luis.martinez.sandoval@gmail.com

Luis G. Martínez Sandoval.

La Tierra es nuestro hogar y el daño a la Madre Tierra es irreversible. Los límites del crecimiento (Meadows:1972) han sido superados y hemos talado el árbol de la ciencia del bien y del mal.  El Huerto del Edén creado por Dios para que el ser humano lo “labrara y lo guardase” (Génesis: 2:15) no solo está devastado y destruido sino también hemos eliminado los querubines (Génesis: 3:24) que con sus espadas encendidas guardaban el árbol de la vida.

Hoy, a veintitres años del Siglo XXI y la Tierra con más de 8 mil millones de seres humanos guiados por la sociedad capitalista hiperconsumista global como las sociedades de economia planificada que depredan sin límites los seres vivos de los reinos biológicos, la academia e investigación científica debe dar las respuestas a los problemas desde los centros de educación superior universitaria pública.

Las Universidades Públicas ante el cambio climático tienen la responsabilidad de asumir el liderazgo para crear seres humanos diferentes, que le hagan frente al calentamiento global inducido por: los seres humanos cuyos impactos (IPCC: 2023) son generalizados y severos con emisiones globales que alcanzarán su punto máximo antes de 2025 en las trayectorias alineadas a 1.5 °C y que son producto de la quema de combustibles como el carbón, petróleo y gas. La detonación de más de 2.500 bombas nucleares o dispositivos con carga atómica desde 1945 a nuestros días encabezados por EUA, ex URSS y Francia. La deforestación de selvas y bosques, el excesivo uso de fertilizantes, los residuos y  la ganadería.

Este cataclísmo guiado por ese “atlas del sufrimiento humano y una acusación incriminatoria del fallido liderazgo climático” obliga a  las universidades públicas a cumplir con la Carta de la Tierra y sus pilares: Respeto y Cuidado de Vida, Integridad Ecológica, Justicia Social y Económica, Democracia, No violencia y Paz para cuidar la Pachamama, o Madre Tierra. Están llamadas a liderar, guiadas por sus principios de la conservación, mejoramiento del medio ambiente y el fomento del desarrollo sostenible.

Desde la academia, la extensión, la acción social, la investigación, el movimiento estudiantil y el Consejo Universitario deben contribuir en la búsqueda de soluciones concretas y de corto plazo a los desafíos del cambio climático. Esa es su razón de ser en el Siglo XXI dado, que tienen el deber de desarrollar programas especiales para construir sociedades guiadas por la responsabildad social ambiental y la economía circular. Asimismo, deben estimular la indagación y la construcción de nuevos conocimientos y el impulso del modelo de desarrollo socio económico autosostenible.

En este momento crítico de la humanidad, las universidades públicas tienen el compromiso de hacer suyo el gran mensaje del Jefe indio Seattle, de la tribu Suwamish (1854) y la Carta de la Tierra (lanzada formalmente el 29 de junio de 2000) y sus pilares, para no solo ayudar a enfrentar el cambio climático sino la gran soledad espiritual que permea al ser humano, desde que perdió su misión de labrar y guardar el Huerto del Edén y proteger el árbol de la ciencia del bien y del mal y el árbol de la vida.

La pesadilla petrolera

Freddy Pacheco León

De 1920 a 1975 se perforaron 18 pozos profundos en la zona sur de Limón: 17 terrestres y uno marítimo.

En 14 pozos se obtuvieron muestras de petróleo y gas metano, que no nos dicen nada de las cantidades y calidades, que se podrían explotar comercialmente. La inversión en los procesos de exploración, son tan cuantiosas, que para el Estado costarricense sería imposible embarcarse en un proceso semejante, por lo que habría que dar concesiones a los foráneos interesados.

Ellos, de acuerdo con nuestra deficiente ley de Hidrocarburos, se llevarían hasta el 85% del valor del petróleo extraído, en caso de que éste fuere explotable. Mientras tanto, otras de las amenazas que son vitales para Costa Rica, son las ambientales. Factor innegable, fundamentalmente por el valor intrínseco de la biodiversidad y el paisaje, y porque el principal atractivo turístico de nuestro país es el todavía limpio contexto ambiental.

Lo que no puede desdeñarse, es que, al ser el turismo la principal fuente de divisas extranjeras y de empleo, no tiene sentido invertir en una actividad, como la petrolera, que eventualmente pudiere a afectar sensiblemente, el desarrollo turístico.

¡Es tan malo el «negocio», que cuesta entender cómo todavía hay costarricenses promoviendo algo tan nefasto para el país!

Día Mundial Sin Vehículos

José Luis Pacheco Murillo

Hoy se debería celebrar un día importante para todo el mundo, pero como muchas otras cosas importantes en algunos de los países pasa inadvertido.

El 22 de septiembre se celebra el Día Mundial Sin Vehículos, una efeméride que pretende promover una conciencia ecológica en los ciudadanos del mundo, contribuyendo al cuidado de la salud de las personas y del medio ambiente.

El uso del carro nos facilita la vida al poder trasladarnos con comodidad de un sitio a otro, pero el incremento de la cantidad de vehículos circulando en las grandes ciudades aumenta significativamente su huella de carbono, ocasionando daños irreparables a la capa de ozono.

En el Día Mundial Sin Vehículos se anima a las personas a dejar el vehículo aparcado y usar vías de transporte alternativas, solo por un día, para generar conciencia medioambiental. Y quién sabe, puede que alguien reconozca que ir caminando, en bici o en transporte público le genera muchos más beneficios que inconvenientes.

Debe quedar claro que son carros y motocicletas los vehículos que deben parquearse por un día.

Todos los otros medios de transportes alternativos son saludables, caminar, patinetes, correr, escúter y por ello nos ayudan a mantener buenas condiciones de salud.

Tomemos conciencia de lo importante que es disminuir la utilización de los vehículos unos y de caminar más o de usar más la bicicleta.

Dios quiera que hagamos lo posible por extender lo que podamos hacer este día en la celebración del Día Mundial Sin Vehículos, a muchos días más en el año.

«Este sentir es por lo nuestro». Comunidad La Gamba

“Este sentir es por lo nuestro. Y lo nuestro es tangible: son nuestros recursos naturales, son nuestros bosques, son nuestros mares, son nuestras ballenas” -Marcos Villegas Castro.

Como parte de la temporada de Tertulias 2023: «Sol Lucet Omnibus», el viernes 25 de agosto se transmitió la décima Novena Tertulia: «Importancia de los Servicios y Actividades no Esenciales (SANE) en el Parque Nacional Piedras Blancas para la comunidad de la Gamba de Golfito», en vivo desde Golfito.

La tertulia fue llevada por:

  • Ronald Moya Díaz – Presidente Asociación Desarrollo Integral La Gamba, Golfito.
  • Gilberto Cerdas Franco – Guía Turístico y Miembro Comité Turismo La Gamba, Golfito.
  • Marcos Villegas Castro – Secretario Asociación Desarrollo Integral La Gamba, Golfito.

Como anfitrión participó: 

  • Régulo Solís Argumedo – Jefe de la Sede Dr. Celedonio Ramírez R. de la UNED de Guápiles.

En primer lugar, antes de comenzar la tertulia, se presentó un audiovisual corto donde Maritza Sánchez Porras, vecina de la Comunidad de la Gamba, comenta que desde hace 3 meses, la comunidad fue preparándose para el tercer festival ambiental, el cual celebran cada año. Asimismo, en este Festival Ambiental participan diversas comunidades con talleres sobre cómo cuidar el medio ambiente, y con la oferta de sus productos.

De regreso a la tertulia, Régulo comenta que la comunidad de La Gamba se encuentra adyacente al Parque Nacional Piedras Blancas, quien ha manifestado interés en participar de los beneficios sociales y económicos que genera un Parque Nacional. En ese sentido, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación tiene figuras que permiten la participación de la comunidad en la gestión de las distintas áreas de vida silvestre.   

Como forma de introducción al proceso que ha llevado a cabo la comunidad para lograr establecer la concesión para gestionar los servicios y actividades no esenciales, Marcos Villegas aborda el contexto histórico. En este sentido, menciona que desde el año 1994, surgió un movimiento ambiental que estuvo siempre respaldado por las asociaciones de desarrollo, denominado “Movimiento socioambiental para el desarrollo”. 

Durante esa época, expresa Marcos, dieron luchas importantes contra una compañía forestal canadiense que iba a instalarse en el Golfo Dulce para construir un astillero de árboles de melina. La comunidad logró detenerla gracias a una iniciativa civil. Posteriormente, el flagelo de la deforestación, en 1997, con grandes compañías nacionales que buscaban despoblar totalmente la Península de Osa y también, a través de los comités de vigilancia de los recursos naturales, las comunidades dieron la lucha y lograron minimizar esos daños.

Asimismo, participaron en mitigar las medidas en contra de la fauna. Las comunidades como grupos organizados, se dieron la tarea de gestar un desarrollo autóctono. Desde ese momento, vislumbraron la posibilidad, con la creación del Parque Nacional Piedras Blancas, de crear una figura de manejo compartido, una cogestión del área silvestre protegida que estaba creándose para que las comunidades participaran de sus labores; inclusive de protección.

De este modo, las comunidades realizaron visitas a otros lugares donde se desarrollaban experiencias similares, para visualizar e implementar algo similar. Sin embargo, hoy en día, Marcos señala que las comunidades no lo han podido lograr, y siguen viendo los parques nacionales muy lejos de constituir un desarrollo para ellas. Por ello, la meta de la Asociación de Desarrollo Integral La Gamba es hacer esto realidad: que estos sean gestores activos de la sociedad civil en el manejo de un área silvestre, la cual es patrimonio de toda la humanidad. 

Antes del 2020, año que comenzó la denominada figura de los servicios no esenciales, la comunidad ya había comenzado a celebrar el festival ambiental con el fin de concientizar a la población así como invitar a los personeros del área de conservación para que les ayudara en dicha gestión. Los festivales ambientales continuarán siendo organizados, según señala Ronald, hasta que la figura de servicios no esenciales y el manejo compartido sea una realidad para la comunidad La Gamba.

Bajo la misma línea, según Ronald Moya, Marino Ballena se constituyó como Parque Nacional y con los servicios compartidos con el MINAE gracias a una ley vigente con la cual, la comunidad La Gamba podría luchar por acceder a obtener los servicios no esenciales. De igual forma, Gilberto añade que las personas que tienen microempresas y proyectos se verían muy beneficiadas, a través del desarrollo del turismo en la zona.  

A modo de ejemplo de experiencias similares en el eco-manejo comunitario, Régulo menciona al Refugio de vida silvestre Gandoca Manzanillo y el Parque Nacional Cahuita, las cuales tienen años de ser gestionadas por las personas de la comunidad de forma exitosa, pero desconocida para personas externas. 

Según Régulo, uno de los mitos que lograron desmentir al visitar dichas áreas protegidas es la creencia de que, si las comunidades vecinas llegan a ser gestoras, las áreas van a sufrir un deterioro.

Al contrario, lo que encontraron en Manzanillo y en Cahuita fueron zonas altamente protegidas y debidamente gestionadas con un mantenimiento de primer orden las cuales generan empleo e invierten en la comunidad. Además, el aporte voluntario al ingresar, debidamente registrado, es un presupuesto que permite cuidar de las zonas. Conocer experiencias como estas es importante porque son las evidencias que se tienen en pro del ambiente.  

Ahora bien, en cuanto a la posición que tiene el Sistema Nacional de Áreas de Conservación respecto a las gestiones hechas por la comunidad La Gamba, Marcos comenta que no existe una gestión con las comunidades para que estas puedan agilizar el proceso y poder acceder a los servicios no esenciales. Aún existe el mito entre las instituciones de que las comunidades tienen mentalidad de “banana república”, a quienes no se les considera como gestores de su propio desarrollo. Esa también es una lucha que las comunidades están dando. 

Otro reto presente es el interés por la privatización del Parque y la compra de tierras por parte de empresas grandes, lo cual erradicaría a la comunidad. 

Tal y como Marcos señala, a pesar de los constantes intentos de entes externos por apropiarse de los recursos, existe una gran conciencia entre las personas vecinas de que los recursos naturales son de todos, y que hay que defenderlos. Y que si bien es importante abrirse hacia cosas nuevas, hay que hacerlo con mucho cuidado.

En este sentido, Rolando hace un llamado a las universidad públicas para que apoyen  a las comunidades en estas luchas.

Para poder avanzar, señala Marcos, es necesario sacudir la inutilidad institucional, no solo del SINAC sino también del gobierno municipal, el cual debe tomar en cuenta que los recursos naturales son la base de todo cantón, así como establecer políticas que fomenten la participación de las organizaciones y la población en este tipo de temas.

Por su parte, la comunidad La Gamba ha hecho su parte, al organizar campamentos juveniles en el parque, jornadas de protección con los guardaparques, limpiar los senderos, visitar y proteger el Pez Aguja y al avistamiento de ballenas y tortugas. 

Tal y como señala Gilberto, la lucha por los servicios no esenciales no es solo para la comunidad La Gamba, sino para todo el pueblo de Golfito y de sus alrededores, para que traiga desarrollo y sensibilización a las nuevas generaciones y que participen activamente de su gestión. Pueden ver detalles en los espacios virtuales de la UNED:

YouTube: https://www.youtube.com/c/unedguapiles16/live

Facebook: https://www.facebook.com/unedguapiles/live 

 

Imagen ilustrativa.

Estudio de la Universidad Nacional revela que el 90% del total de plaguicidas que usa Costa Rica son altamente peligrosos

El Instituto de Investigaciones en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional publicó un informe técnico en dónde demuestran que Costa Rica es un alto consumidor de plaguicidas considerados altamente peligrosos: las sustancias usadas en la agricultura convencional más aplicadas en los campos costarricenses, como mancozeb, glifosato, 2,4-D, clorotalonil, diazinon, clorotalonil, paraquat, diuron, etoprofos, clorpirifos, oxamil, entre otras, se consideran de alta peligrosidad.

Los criterios para identificar los Plaguicidas Altamente Peligrosos (PAPs) son: alta toxicidad aguda, efectos tóxicos a largo plazo (crónicos) para el ser humano, alteración endocrina, peligro ambiental, riesgos para los servicios ecosistémicos (por ejemplo, toxicidad para las abejas) y aquellos que son causa de una alta incidencia de efectos adversos graves o irreversibles. Algunos de estos criterios se encuentran como regulaciones internacionales manifestadas en los convenios de Estocolmo, de Rotterdam y el Protocolo de Montreal.

El Dr Fernando Ramírez, autor de este estudio, demostró que de los 10 plaguicidas más usados en el país, 8 son PAPS, y el 90% del total de plaguicidas que usa Costa Rica cumplen con las características para considerarlos PAPs. Con base en la evidencia científica reconocida por organismos internacionales y nacionales especializados en el tema, sobre la peligrosisdad que presentan ciertos plaguicidas, se hace necesario un cambio en la legislación existente para aplicar los criterios de precaución e incorporar criterios de exclusión que permitan cancelar y no autorizar más registros de plaguicidas considerados PAPs, buscando el bien común de protección y respeto de los derechos humanos a la salud y el medio ambiente.

Ramírez destacó que: “el uso de los PAPs, por las características que poseen, representa un grave riesgo a la salud humana y al medio ambiente, y vulnera un conjunto de derechos humanos, como son el derecho a la vida, al disfrute del más alto nivel posible de salud, a la protección de los niños, de los trabajadores y al derecho constitucional de tener un medio ambiente sano y equilibrado, y a una alimentación adecuada, entre otros. Esto lo han reconocido los relatores especiales de derechos humanos de las Naciones Unidas en el tema de sustancias químicas y desechos peligrosos”.

Explotación de gas ¿Otra vez?

Observatorio de Bienes Comunes

Una vez más, el gobierno de turno vuelve a esgrimir la propuesta de explotación de gas en Costa Rica, para muestra dos noticias:

El presidente Chaves propone levantar inventario de gas natural para debatir sobre su explotación – El Finaciero.

Según Chaves, las reservas de gas natural de Costa Rica se valoraron hace 40 años en $400.000 millones. El Paiscr

Ante este escenario, vale la pena reflexionar el por qué la clase política y económica de Costa Rica, vuelven una y otra vez a esta misma «oportunidad», ya la UCCAEP había pronunciado a inicios del 2023 argumentos similares

UCCAEP propone al Gobierno legalizar exploración de petróleo y gas natural en Costa Rica mediante decreto. – Semanario Universidad

Abundan las interpretaciones, sin embargo a partir de la publicación de la organización ecologista Bloque Verde «Ambientalistas opuestos a la extracción de gas, piden al gobierno buscar potenciar energía solar y eólica«, queremos invitarles a repensar las implicaciones que tienen este tipo de propuestas en nuestro País, desde elementos tan básicos como no tener capacidad instalada en la institucionalidad, cómo que muchos de los datos que se manejan no tienen ninguna fiabilidad.

¿Por qué en un contexto de crisis ecológica surgen una y otra vez estas propuestas extractivistas? Les invitamos a reflexionar sobre las implicaciones que tienen estas actividades en nuestros territorios, pero también a problematizar porque a la clase política y económica les sigue resultando atractivo sacar estos proyectos a la discusión pública.

Nuestra historia, ha demostrado que estas actividades extractivistas en ecosistemas tropicales son altamente dañinas, y la mayoría de sus consecuencias son irreversibles. Sumado a esto, en un mundo que habla de la transición ecológica, ¿por qué nos aferramos a tecnologías que nos impiden profundizar los cambios en las formas de producción y consumo?

Les compartimos esta infografía con algunas pistas para el debate y la reflexión sobre la exploración de gas natural.

Crucitas ya no aguanta más posposiciones: en la ciencia y la técnica están las repuestas

Pronunciamiento del Colegio de Geólogos de Costa Rica

Costa Rica se ha demorado muchos años para decidir cuál será la solución más sostenible para resolver la grave crisis que produce la minería ilegal de oro en Las Crucitas de Cutris, situación que amenaza con perpetuarse, pero que tampoco es ajena a otras regiones del país.

El Colegio de Geólogos de Costa Rica reitera a la opinión pública su profunda preocupación por los actuales acontecimientos en la comunidad de Las Crucitas y que, nuevamente, ocupan el interés y amplias publicaciones de los medios de comunicación colectiva.

Para la opinión pública es claro que la extracción ilegal de oro está causando graves daños al medio ambiente, a la salud pública, la seguridad social y a la soberanía de las comunidades adyacentes donde se encuentran los yacimientos minerales. Dichos problemas se reflejan directamente en el cambio del uso de suelo, cambio en el paisaje, inadecuado uso de agentes químicos que siguen contaminando los ríos y acuíferos existentes.

Hoy en día, aunque el caso Crucitas mantiene la atención de los medios de comunicación colectiva, lo real es que esta extracción ilegal se realiza en otros cantones, tales como, Abangares, Montes de Oro, Cañas, Tilarán, Orotina, San Mateo, Atenas y Osa, entre otros, todo producto de la falta de políticas claras e integrales para que el país atienda este desafío como un todo.

Como lo demuestra la evidencia científica, el uso del mercurio está dañando, de manera inmediata a los coligalleros que tienen contacto directo con el químico a través de la piel, la absorción por vías respiratorias y su ingesta por el consumo de las aguas contaminadas de la zona.

Estos trabajadores también están expuestos a los riegos propios de una actividad minera que, de la forma como la vemos, fue prohibida en el mundo entero desde hace muchos años atrás. Son mujeres y hombres que no tienen las condiciones mínimas de higiene, salud y seguridad. Todos ellos, laboran en condiciones que lesionan sus derechos fundamentales y las garantías sociales que el gobierno debe promover en todo el territorio nacional y en cualquier actividad productiva que se lleve a cabo. Adicionalmente, se ponen en peligro las relaciones sociales con la población de Las Crucitas, por cuanto hay un grupo de individuos que han aprovechado la extracción ilegal para cometer delitos que afectan la seguridad y la tranquilidad de los pobladores.

Mientras hubo intervención policial en la finca Vivoyet, al menos las personas que hacen extracción ilegal se mantuvieron fuera de dicha finca. A estas alturas, resulta obvio, que los constantes recorridos de la Fuerza Pública, solamente han mitigado parcialmente los efectos indeseables de la minería ilegal. Es urgente el establecimiento de políticas mineras apegadas a la ciencia, la técnica y a la industria que son ampliamente conocidas en el mundo, pero que, por razones estrictamente políticas no han sido posibles en Costa Rica. Así como nadie duda del consejo de un experto cardiólogo cuando del corazón se trata, tampoco deberían despreciar el conocimiento geológico, única ciencia que comprende, integralmente este tema.

Cada día que transcurre sin control por parte del Estado, se producen efectos acumulativos, concatenados y sinérgicos en el ambiente y en la sociedad, por lo que se hace necesario resolver esta situación en el corto plazo, utilizando soluciones sostenibles, proactivas y eficaces, adaptadas al uso de los recursos propios del subsuelo.

El Colegio de Geólogos de Costa Rica reitera su posición en la necesidad de explotar los yacimientos minerales de forma sostenible, con tecnología de punta, en cumplimiento con la ley, y de forma amigable con el medio ambiente.

Finalmente, nuestro colegio, está deseoso de compartir propuestas técnico-legales viables para el país y el medio ambiente.

Reiteramos nuestra total disposición para asesorar a los poderes del Estado en implementar políticas públicas y estrategias de desarrollo para optimizar el aprovechamiento del recurso existente, todo con miras a definir una ruta que logre el beneficio de las comunidades cercanas adyacentes y del país en general.

MBA Geo. Arnoldo Rudín
Presidente
Colegio de Geólogos de Costa Rica

Sicariato ambiental en ADN de quienes asechan la institucionalidad y el ambiente

Juan Francisco Campos
Agosto 04 – 2023

¡Basta ya! con del velo verde sobre la realidad ambiental del país, y si todavía queda tiempo, profundicemos la denuncia y exijamos del Estado, su obligación ineludible con la vida ecológicamente sana en esta Nación; según lo demanda la Carta Magna y el bloque de legalidad aún vigente. A la vez, si el gobierno de la República, “enchompipado” en sus intereses también odia hasta la referencia a las crisis que padecemos1 pues es claro que, otros son sus propósitos; en vista de las elevadas cifras de violencia social y la destrucción ambiental de la situación cuyos estragos cunden en este país, es un deber aceptar que, el fondo se observa lejos y a las autoridades es a quien menos interesa. Por esto y mucho más, es hora de que, por ejemplo, los cientos de asesinatos durante el presente año en su mayoría calificados como “ajuste de cuentas” y los más de 10 mil incidentes ambientales del 20222, para algo diferente o “más que noticias” deben servir.

Respecto a los incidentes (quejas y denuncias) registrados sólo en un año por parte de cuatro entidades estatales y que, como describe el medio informante, “más del 90% corresponden a perdida de la biodiversidad causada por acciones humanas”; estos, son efectivos hechos de impacto negativo sobre el ambiente. Pensemos por lo tanto en miles de actividades, obras o proyectos en desarrollo; los cuales, bajo la eficiente aplicación de la legislación ambiental (Ley Orgánica del Ambiente, Ley de Biodiversidad) y así prevenir sus daños, deberían haber sido evaluadas por parte del Órgano responsable. Además, informa la Contraloría Ambiental3 que, de las 6318 denuncias ingresadas durante el mismo año 2022 al Sistema Integrado de Trámite de Denuncias Ambientales (SITADA), la Setena sólo investigó (atendió) la insignificante cifra de 28 denuncias de ese total. Este dato específico, es un detalle en apariencia asociado a lo establecido en el Reglamento General de Evaluación de Impacto Ambiental, en cuanto a su deber de cumplir el trámite correspondiente, sólo de las denuncias sobre casos que abrieron expediente en esta Institución evaluadora, aunque no hayan concluido con la obtención de la Viabilidad Ambiental (Capítulo V -Reglamento General).

Sin embargo, dicho detalle es al mismo tiempo relevante y significativo, si en atención a esas denuncias anuales y el tratamiento que reciben algunas por parte de la Setena, con los mismos datos oficiales inferimos que, la evaluación de impacto ambiental (EIA) de actividades, obras o proyectos en concordancia con la Constitución (Artículo 50), ley Orgánica del Ambiente (Artículo 17) y Reglamento (D.E. 31849 y reformas) se está violentando tanto por acción como por omisión. Vale preguntar hasta aquí ¿De cuál otro instrumento técnico científico diferente y superior a la EIA, dispone el Estado costarricense para forjar el desarrollo ambientalmente sostenible y por consiguiente garantizar la vida saludable en este territorio? También ¿Por qué si está vigente el cuerpo normativo que establece y regula la EIA, la práctica demuestra que estas obligaciones no se están cumpliendo?

Es fácilmente constatable que, casi desde la promulgación del cuerpo de normas citado, experimentados especialistas en derecho ambiental, de buena fe le han señalado algunos errores u omisiones necesarias para honrar la debida progresividad y obvio mejoramiento, pero que nunca han tenido eco por parte de las autoridades competentes de hacerlo efectivo. En su lugar, sí han llevado a cabo muchas reformas reglamentarias y leyes de naturaleza netamente regresivas (Ej. zonas francas, caminos, torres de telecomunicaciones); especialmente durante los últimos diez años. En esta línea, se encuentra hasta hoy el nuevo Reglamento4 que, sólo espera unos días para entrar en vigencia; por su parte y quizás en meses, también habrá nueva ley según el expediente legislativo No. 23.213.

De manera que, esa es la principal razón por la cual, la Institución Rectora de la EIA (Setena), hoy yace agonizante frente a los daños ambientales que seguirán en aumento y multiplicando la fuerza destructiva de los eventos naturales extremos. Mientras tanto, el caballo troyano llamado reactivación económica y efectivamente neo extractiva; la cual, no es y tampoco será nunca sostenible ni inclusiva, continuará la concentración y exportación de toda la riqueza que generan nuestros recursos hasta su extinción. Consecuentemente, acrecentando los estragos apuntados junto a más desempleo, la precarización del trabajo y el desfinanciamiento institucional de la salud pública, tanto como otros servicios sociales. Así repitan desde el gobierno, que el espíritu conservacionista lo llevan en su ADN.

Decíamos que la Setena sólo espera el “disparo” final de su defunción, y por ende, retroceder institucionalmente 30 años en el proceso de la EIA, pues desde la creación de la llamada CONEIA, su antecesora adscrita al entonces MIRENEM (Decreto No. 23783-1994), fue constituida como Órgano técnico de desconcentración máxima; y así sucede. En lo inmediato el primer paso ya ejecutado, es la derogación de su Reglamento General de la EIA mediante el Reglamento de Evaluación, Control y Seguimiento Ambiental (RECSA). Luego seguirá la eliminación de su máxima instancia colegiada para la toma de decisiones conocida como comisión plenaria, así como, la desaparición como Institución de desconcentración máxima, por medio del proyecto de ley referido. Es decir, algo sui géneris, primero reglamentan y luego adecuan la Ley. Tómese en cuenta también que, aunque con otra función y quizás alcances menores pero complementarios, una similar situación se proyecta contra el SINAC, CONAGEBIO y otras imprescindibles entidades comprendidas en ese proyecto de ley del expediente anteriormente citado. Se ha informado que, dicho proyecto cuenta con el respaldo mayoritario de diputados. Obviamente nada extraño en el poder de la República donde hace años, la representación del pueblo es una aberración por parte de tales mayorías.

Además, desde la primera intervención oficial a la Setena decretada durante la administración Chinchilla5 y las diferentes acciones regresivas cada vez más severas por parte de las administraciones Solís, Alvarado y la actual; se propusieron su “modernización y remozamiento” a toda costa, especialmente del ambiente, principal capital a conservar mientras contribuya a su mercantilismo. Vale puntualizar que, durante estos años, el número total de la planilla laboral de la Setena se ha mantenido en un promedio de 80 a 90 funcionarios. De ellos, los profesionales técnicos encargados de la EIA y distribuidos en tres departamentos técnicos, ha sido inferior a 50 para cubrir la demanda del fundamental servicio evaluador para todo el país, lo cual, entre los años 2014-2019 era de aproximadamente 2300 proyectos, obras o actividades por año; por lo tanto, es notable que, el recurso humano siempre fue insuficiente para el cumplimiento cabal.

Sin embargo, las preocupaciones reales por esa “modernización institucional”, se debe decir, no ha sido para mejorar la labor institucional y la normativa específica; sino, en unos casos para eliminar los procesos evaluativos y con los otros que dejan, debilitarlos; a esto último le llaman “adelgazamiento (reducción)” según informe 2021 -pg.19. Y para ello, además de preponderar la economía procesal más una supremacía indebida de la ley 8220; en julio del 2019, se ejecutó la reforma reglamentaria más regresiva hasta ese momento hecha, mediante el Decreto Ejecutivo No. 41.815, con el cual, se relegó el proceso para el 54% de los trámites de EIA que hasta dicho momento se presentaban; según los datos aportados por el propio gobierno6,7.

Pero esa no fue la única medida tomada en la misma línea, lo cual, se puede observar en los informes anuales de labores 2021 y 2022, donde encontramos que, para esos dos años, la cantidad de expedientes recibidos por la institución fue de 1962 y 2199 respectivamente8,9. De la primera cantidad no recibió la EIA el 65% (1276), de la segunda el 60% (1317); obviamente como efecto directo de la reforma reglamentaria. Las restantes cantidades de cada año y que mayoritariamente representan la aplicación del instrumento de evaluación D1, sí recibieron el proceso, pero previamente adelgazado. La prioridad repetidamente expuesta, ha sido y es reducir los costos económicos, así como los tiempos de tramitación en lo que queda para atender; casi todo convertido en ligeros trámites administrativos.

Estos son resultados de la “modernización” en la que como dicen falazmente sus promotores y jefes, prevalece el compromiso de construir una mejor SETENA. También, por medio de la cual “Uno de los objetivos más importantes que hoy nos direccionan es trasladarnos a de un modelo de EIA de escritorio a un sistema de seguimiento ambiental…” Y, “Siempre buscando cumplir con los objetivos de la institución, logrando automatizar y simplificar trámites, sin caer en regresión ambiental”. “Existe una SETENA que se ha modernizado, se actualizado tanto en estructura como a nivel de conocimiento del personal, donde los funcionarios tienen claro las aplicaciones a la EIA, y lo importante de acatar lo que establece la Ley 8220, las competencias institucionales, cuyo resultado es una institución comprometida con los objetivos de desarrollo sostenible y con un servicio de calidad al usuario”. Como se dijo en un artículo anterior, tanta claridad existe en estos funcionarios sobre las aplicaciones a la EIA y el compromiso institucional que, su jefe, hace pocos meses expuso ante diputados y representantes comunales del cantón de León Cortés que, “la Setena no es quien hace esta evaluación”.

En fin, informes oficiales como los referidos, leídos con detenimiento nos permiten comprobar el mar de deficiencias y contradicciones internas en la gestión de esta institución pública, la cual, posee encargo de las más altas responsabilidades científicas y técnicas para el país y el Planeta. Así mismo, las verdaderas intenciones de sus actores (propios y foráneos), a pesar de que, la ciudadanía, cada día más, ejercita su derecho fundamental de participación como defensor del ambiente por medio de la denuncia; no obstante, el riesgo e indefensión que le acarrean y que no dudamos, por las acciones oficiales y los grupos de interés que en ellas encuentran apoyo, se multiplican. La difamación, el hostigamiento, el asesinato y por ende, la violación de derechos humanos, son hechos de la vida actual en este país y no inventos de quien quiera dañar su imagen internacional. Los pueblos aborígenes, aunque no los únicos, padecen de estos hechos en los que domina la atención oficial negligente y la impunidad.

Indicamos antes que, las cifras son elocuentes y lo repetimos, el SITADA reportó 6318 denuncias ambientales para el 2022 y por su parte la Fiscalía Adjunto Agraria Ambiental 2358; y aunque desconocemos si en la primera cantidad está contemplada la segunda, seis mil o más denuncias y sus posibles daños ambientales, implica una situación crítica y alarmante. Sin embargo, la participación reportada sobre ello por parte de la Setena, sin duda que es la de mirar para otro lado. Una conducta que, aunque no es nueva, responde a la política pública continuada por el actual gobierno, cuyo mejor ejemplo a ese nivel, es la oposición a ratificar el Acuerdo de Escazú10,11; mientras que, a nivel de la Setena, resulta evidente su constante manipulación y cuando no, la oposición a cumplir lo que debe con los mecanismos de participación pública.

En estos días y como sucede con frecuencia con las autoridades de la Setena, obligados por la Sala Constitucional tendrán que llevar a cabo una Audiencia Pública en el cantón de León Cortés, por los vicios cometidos en la Viabilidad Ambiental al proyecto de gasificación de residuos en ese territorio; asunto denunciado por la comunidad movilizada como una férrea y digna Defensora del Ambiente12. En el Caribe Sur limonense, una situación similar se presenta, con el Plan Regulador Costero de Talamanca13, territorios donde ya conocemos las maniobras institucionales cómplices con los intereses privados, cuando se trata de Audiencias públicas. No obstante, abrigamos la esperanza de que, algún día se haga realidad lo que con frecuencia es señalado por la Sala Constitucional sobre el tema de la participación ciudadana; tema trascendente del Acuerdo de Escazú:

“…este Tribunal ha potenciado el derecho que tiene la población de participar en aquellos asuntos que sean de su interés y que involucren la afectación al ambiente. Sobre el particular se ha indicado, que la participación ciudadana en los asuntos ambientales abarca 2 puntos esenciales: el derecho a la información relativa a los proyectos ambientales, o que puedan causar una lesión a los recursos naturales y al medio ambiente, y la garantía de una efectiva participación en la toma de decisiones en estos asuntos. Por ello el Estado costarricense no sólo debe invitar a la participación ciudadana, sino que debe promoverla y respetarla cuando se produzca” (Sentencia Constitucional No. 6922-2010).

Referencias:

  1. https://observador.cr/9-homicidios-en-12-horas-mientras-chaves-niega-crisis-expertos-advierten-que-es-una-ola-inedita-de-inseguridad/
  2. https://www.elpais.cr/2023/06/16/delitos-de-tala-en-areas-de-proteccion-encabezaron-denuncias-denuncias-ambientales-en-2022/
  3. https://www.contraloriaambiental.go.cr/doc_/doc_1675347061.pdf
  4. https://www.presidencia.go.cr/comunicados/2023/02/65-de-proyectos-de-bajo-impacto-ambiental-que-ingresan-a-setena-ya-no-requeriran-viabilidad
  5. http://www.pgrweb.go.cr/scij/Decreto37675
  6. https://www.presidencia.go.cr/comunicados/2019/06/setena-da-pasos-firmes-hacia-su-digitalizacion-2/
  7. https://www.elfinancierocr.com/economia-y-politica/setena-digitaliza-tramite-para-proyectos-de bajo/RGIHZBASF5CILG6LIRSLANI45Q/story/
  8. https://www.setena.go.cr/Downloads/documentos/Transparencia/InformesInstitucionales/Informes/Informe%20Gestion%20SETENA-2021%20(FINAL).pdf
  9. https://www.setena.go.cr/Downloads/documentos/Transparencia/InformesInstitucionales/Informes/Informe%20Final%20SETENA-2022.pdf
  10. https://www.dw.com/es/presidente-electo-de-costa-rica-descarta-acuerdo-ambiental-de-escaz%C3%BA/a-61680313
  11. https://semanariouniversidad.com/pais/acuerdo-de-escazu-entra-en-vigor-sin-el-pais-que-le-dio-nombre/
  12. https://observatoriop10.cepal.org/es/jurisprudencia/sentencia-la-sala-constitucional-la-corte-suprema-justicia-resolucion-num-11236-2023
  13. https://www.elpais.cr/2023/08/03/plan-regulador-costero-de-talamanca-irrespeta-humedales-para-poner-estacionamientos-y-zonas-turisticas/

Imagen ilustrativa, UCR.

Repensar el desarrollo

Mauricio Ramírez Núñez

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

En un mundo donde el concepto de desarrollo se ha desviado hacia un modelo desmedido y destructivo, es fundamental reflexionar sobre cómo replantear esta lógica suicida y encontrar una alternativa que proteja nuestra vida y el planeta. Para lograrlo, es necesario superar la mentalidad lineal y egoísta que solo busca el beneficio individual y económico a corto plazo.

Una de las propuestas es la organización de las comunidades en cooperativas o juntas del bien-vivir. En lugar de enfocarse en un desarrollo abstracto que solo piensa en el crecimiento económico, se debe buscar el bienestar de las personas y el equilibrio con el ambiente. Con asesoría y apoyo, las comunidades pueden ser parte activa en la búsqueda de soluciones a sus problemas, y las ganancias obtenidas se distribuirían de manera justa entre sus miembros, bajo una lógica de ganar-ganar.

Además, es esencial dar prioridad y acompañamiento a las pequeñas y medianas empresas nacionales. Esto es una lección impuesta por la realidad, no por la ideología. Una auténtica banca para el desarrollo podría impulsar sectores estratégicos y fomentar la solidaridad y cooperación entre las empresas, en lugar de promover la competencia despiadada. Asimismo, es fundamental crear redes productivas locales y nacionales que promuevan el intercambio comercial en el ámbito regional. Esto permitiría apoyar a los sectores vulnerables y estratégicos para el país, como la agricultura y la pesca, en busca de seguridad y soberanía alimentaria.

La clave para transformar este sistema destructivo radica en una revolución cultural y ciudadana, en otras palabras, en un salto de conciencia colectivo, un despertar que inicia con la educación. Es imperativo crear una conciencia más profunda sobre la urgencia de cambiar nuestra forma de vida y relación con los recursos naturales. Debemos reconocer que la explotación irracional de estos recursos es insostenible y nos conduce hacia un colapso planetario inevitable. Parte del desafío es combatir la cultura del consumismo, que fomenta la acumulación innecesaria de bienes y promueve un estilo de vida insostenible. La solución no está en dejar de consumir, sino en hacerlo de manera responsable y consciente, priorizando productos locales y sostenibles.

Producto de esta lógica de vida heredada desde hace varios siglos, el ser humano se ha convertido en una fuerza geológica capaz de alterar todos los ciclos naturales del planeta de varias maneras:

Explotación irracional de recursos naturales: El modelo actual de desarrollo global, basado en la extracción y uso desmedido de recursos, conlleva graves problemas ambientales y climáticos. Esta explotación irracional de recursos demuestra cómo la actividad humana puede alterar los ciclos naturales de la Tierra debido a la falta de consideración hacia estos aspectos en los cálculos económicos. El resultado de esto ha sido que las decisiones y acciones humanas afectan directa y negativamente al ambiente en su totalidad, convirtiendo esta afectación en un búmeran que se regresa a quien lo lanza, en forma de eventos climáticos cada vez más extremos y extinción masiva de especies, comprometiendo toda posibilidad de vida actual y futura en el planeta.

Competencia empresarial y crecimiento global sin ética: existe una incompatibilidad del modelo económico basado en la competencia empresarial y el crecimiento global con la sostenibilidad y la vida misma. Esta mentalidad de búsqueda de beneficios a cualquier costo ha llevado a la sobreexplotación de recursos y a la alteración de los ciclos naturales de los ecosistemas, el objetivo debe ser armonizar estos opuestos para crear un camino compartido donde desarrollo no sea sinónimo de desplome global. Vaya paradoja.

Consumismo y desarrollo insostenible: la cultura del consumismo y el actual enfoque de desarrollo no es sostenible. Esta actitud de consumo excesivo y derroche de recursos contribuye a la alteración de los ciclos naturales del planeta y pone en peligro la supervivencia de las generaciones futuras.

Se requiere un cambio en la mentalidad y en el concepto mismo de desarrollo, buscando una economía más local, autogestionada, social y comunitaria, anclada a la economía global y las nuevas tecnologías. Esta propuesta tiene como objetivo encontrar un equilibrio con los ciclos naturales del planeta y evitar la agudización del colapso eco-social. Nos corresponde volver a ponernos en sintonía con la naturaleza, después de tantos años de habernos desarmonizado y de dejar de vibrar en su misma frecuencia por creernos superiores a ella. La humanidad hoy actúa como una fuerza geológica capaz de alterar los ciclos naturales del planeta de manera negativa. La falta de consideración hacia el planeta, el consumismo desmedido y la explotación de recursos sin control están llevando a la vida en general hacia un camino insostenible y autodestructivo.

Es necesario replantear el modelo de desarrollo y buscar un modus vivendi más armonioso con el entorno para preservar la vida en el planeta. En definitiva, la tarea por delante es enorme, pero no podemos evadir nuestra responsabilidad. No estamos aquí para satisfacer intereses personales o privilegios de unos pocos. Es hora de actuar en conjunto, buscando un modelo económico y social que nos permita coexistir en armonía con todos los sistemas vivos y con nosotros mismos, garantizando una mejor calidad de vida para todos sin comprometer el futuro de las próximas generaciones ni el de otras especies. El desarrollo no debe ser un enemigo, sino una herramienta para construir un mundo sostenible y justo para toda la vida presente en el planeta.

UCR, Voz experta: Participación ciudadana en materia ambiental

Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

A propósito de una reciente sentencia

¿Se trata de un «principio» o de un «derecho»?

Recientemente se conoció el voto 11236-2023 del 12 de mayo del 2023, relativo a una viabilidad ambiental otorgada por la Setena para un relleno sanitario en Miramar de Montes de Oro.

Como ya viene siendo costumbre cuando se trata de un proyecto cuestionado, la Setena optó por otorgar esta viabilidad el 14 de diciembre del 2022.

En su voto, la Sala Constitucional consideró que la no celebración de una nueva audiencia pública previa por parte de la Setena “resulta violatorio al derecho reconocido en el referido Artículo 50 de la Constitución”, anulando la viabilidad ambiental otorgada.

Un esfuerzo de cuatro integrantes de la Sala por una palabra

Si bien es de saludar esta decisión de la Sala, pero ante todo, la persistencia y valentía de la recurrente, este voto denota también una división interna dentro de la Sala, al evidenciarse un sostenido esfuerzo semántico por parte de la Sala para referirse a la participación ciudadana en materia ambiental como un “principio” y no un “derecho”.

Entre las primeras referencias a su propia jurisprudencia, la Sala remite al voto 1163-2017, en el que, haciendo a un lado más de 20 años de jurisprudencia, optó por no reconocerle más a la participación ciudadana en materia ambiental la calidad de derecho.

Sobre tan desconcertante conclusión que se leyó en el párrafo V del voto 1163-2017, resulta oportuno recordar que fue objeto de tan solo dos votos salvados: cinco magistrados/a en aquel momento (2017) consideraron que ir en contra de la jurisprudencia de la misma Sala Constitucional y del juez interamericano, y de toda la evolución observada internacionalmente desde 1992 para consolidar la participación ciudadana en materia ambiental como un derecho, no ameritaba mayor explicación.

Esta verdadera “involución” jurisprudencial desde el 2017 no ha dado lugar a rectificación alguna por parte del juez constitucional.

La participación ciudadana puesta en contexto

Con el fin de no causar mayor sonrojo al provocado por esta decisión del 2017, nos permitimos remitir a la OC-23 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos publicada en el año 2018, que precisa que:

«231. Por tanto, esta Corte estima que, del derecho de participación en los asuntos públicos, deriva la obligación de los Estados de garantizar la participación de las personas bajo su jurisdicción en la toma de decisiones y políticas que pueden afectar el medio ambiente, sin discriminación, de manera equitativa, significativa y transparente, para lo cual previamente deben haber garantizado el acceso a la información relevante».

En consonancia con lo dictaminado por el juez interamericano, el Acuerdo de Escazú refiere a la participación del público como un “derecho”.

Calificativos contra la recurrente y jurisprudencia interamericana

Como detalle, encontramos en el voto 11236-2023 la siguiente afirmación por parte del Secretario General de la Setena (Resultando, punto 3):

Lo que menciona la recurrente es una expresión temeraria que pone en tela de duda la labor del Departamento de Evaluación Ambiental y de la SETENA misma”.

Más allá del efecto que pueda tener el intento de descalificar a una recurrente, ninguno de los argumentos de la Setena (ni de la empresa) encontró eco en los magistrados constitucionales.

Precisamente, en cuanto a las preocupaciones generadas por un proyecto, en una sentencia del 2022 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (caso Baraona Bray contra Chile del 24 de noviembre del 2022), precisó que:

96. Además, la Corte recuerda que la participación representa un mecanismo para integrar las preocupaciones y el conocimiento de la ciudadanía en las decisiones de políticas públicas que afectan el medio ambiente y aumenta la capacidad de los gobiernos para responder a las inquietudes y demandas públicas de manera oportuna, ayuda a construir consensos y a mejorar la aceptación y el cumplimiento de las decisiones ambientales. Además, la participación pública facilita que las comunidades exijan responsabilidades de las autoridades públicas para la adopción de decisiones y mejora la evidencia y la credibilidad de los procesos gubernamentales”.

En esta sentencia, el juez interamericano integró de pleno el Acuerdo de Escazú al corpus juris interamericano. Tuvimos la ocasión de explicar en un artículo publicado en abril del 2023 en este mismo espacio que:

“/…/ no cabe duda que desde su adopción en el 2018, el Acuerdo de Escazú contribuye, desde ya, a enriquecer sustancialmente el corpus juris del juez interamericano, permitiéndole precisar y consolidar el alcance de las obligaciones que tienen los Estados en la materia. Esta sentencia ya debería interesar a todos los Estados del hemisferio americano que integran el sistema interamericano de derechos humanos” (Nota 1).

El persistente temor ante la participación ciudadana en materia ambiental

En un estudio del 2014, el jurista Álvaro Sagot Rodríguez cita una decisión del 2012 de la Sala Constitucional en la que se lee que:

«En este sentido, el derecho ambiental no podría conducir a una tiranía de la participación ciudadana» (sic) (Nota 2).

No cabe duda que la participación ciudadana en materia ambiental crispa de manera singular a algunos en Costa Rica.

En ese sentido, no está de más recordar que en el 2008, la única ley aprobada por la Asamblea Legislativa y vetada por parte del Poder Ejecutivo en el período 2006-2010, fue la “Ley para Fortalecer los Mecanismos de Participación Ciudadana en materia ambiental ”. Una influyente cámara empresarial en su informe de labores para el 2008 indicó que:

Así mismo, para finales de año UCCAEP ejerció la presión necesaria para que el Presidente de la República vetara la Ley Ambiental. Para ello se publicaron una serie de artículos de opinión y a través de varios representantes se tuvo presencia mediática en torno a la posición del sector empresarial con respecto a la Ley aprobada por la Asamblea Legislativa” (p. 36).

Esta crispación también quedó evidenciada durante la discusión relativa al Acuerdo de Escazú, a partir de argumentos cuestionables de la misma agrupación, así como de audios y escritos circulados por algunos juristas, y de una “nota”, ahora famosa, redactada por una magistrada de la Sala Constitucional en marzo del 2020 (véase voto 06134- 2020 que la contiene).

Conclusión

Más allá de la facilidad con la que algunos frenan iniciativas votadas por la Asamblea Legislativa, en su voto concurrente a la sentencia 11236-2023 (-párrafo VII-) los magistrados Hubert Fernández, José Rafael Garita y Paul Rueda indicaron que la participación ciudadana en materia ambiental es un derecho, al expresar que:

la participación es un derecho de raigambre fundamental, puesto que es una expresión del principio democrático del Estado social de Derecho que busca facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan”.

Ojalá que, inspirándose en esta valiosa opinión, el resto de la Sala Constitucional logre rectificar pronto. En relación con el Acuerdo de Escazú, y al hecho que la mayoría de la Sala persistió en no hacer ninguna referencia a este instrumento, recientemente los juristas Rafael González Ballar y Mario Peña Chacón concluyeron en un artículo, que:

“… a partir de la sentencia interamericana Baraona Bray vs Chile, el Acuerdo de Escazú ingresó al bloque constitucional costarricense como fuente y estándar internacional en materia de derechos humanos y medio ambiente”.

__________________________

Nota 1: Véase BOEGLIN N., “Acuerdo de Escazú, viento en popa: Corte Interamericana de Derechos Humanos lo incorpora, mientras persiste insólita ausencia de Costa Rica”, Portal de la UCR, edición del 10/04/2023, disponible aquí.

Nota 2: Véase SAGOT RODRÍGUEZ A., “(In) justificaciones constitucionales que han permitido regresiones ambientales”, Revista Judicial, Número 114 (Diciembre 2014), pp. 61-93 disponible en este enlace (en el que la referida cita se puede leer en p. 93).

NdA: una versión más extensa de este texto se encuentra disponible en este enlace