El Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense SEC condena las situaciones de presión y sometimiento de estrés vividas por los estudiantes y docentes con la aplicación de las pruebas FARO y sus factores asociados.
Consideramos que hubo poca planificación y queda en evidencia la larga duración en su ejecución, la extensa cantidad de ITEMS (621), principalmente al tratarse de estudiantes de quinto grado, que no están acostumbrados a este tipo de dinámica. Así mismo, señalamos que estas pruebas han sido un gasto excesivo económico y de insumos innecesario, que además ha ocasionado una alta carga de estrés en estudiantes y personal docente desde su proceso de entrega a las Direcciones Regionales para su distribución, quienes se llevaron muchas horas para recibirlas luego. El SEC siempre ha creído en los procesos evaluativos en aras de garantizar la mayor calidad de la enseñanza continua, sin embargo, en situaciones como la expuesta con estas pruebas no están respondiendo con los objetivos previstos cualitativos para tornarse en algo punitivo sobre el personal docente. Por medio de la Junta Paritaria, estaremos solicitando explicaciones al MEP respecto a la aplicación de estas pruebas, por la falta de conocimiento técnico con que fueron planificadas, haciéndolas carentes de validez y una pertinencia muy ajena a lo que se requiere para la ejecución de procesos estandarizados que permitan identificar las necesidades y aspectos para mejorar la educación pública de nuestro país. El MEP debe comprender que la educación debe ser un proceso motivador positivo para el alumno, que lo sensibilice y provoque felicidad además de amor a la enseñanza y no lo contrario, provocando exclusión.
El pasado viernes 12 de noviembre, Ermida Agüero Ugalde indica que recibió una denuncia de una persona encargada legal, referente a la aplicación de las pruebas Faro que se aplicaron a los estudiantes de quinto grado, indica su preocupación en razón de considerarla una práctica abusiva, en contra de los derechos de niños, niñas y adolescentes, por ser supuestamente tan extensa.
Dado a lo anterior el encargado legal solicita en el acto, la suspensión de dicha prueba, por considerarse contraria a brindar un espacio físico y mental sano para las personas menores de edad que han sido sometidas a dicha prueba.
A lo cual la señora María Elena Fournier, estando de acuerdo con esta denuncia responde indicando que Costa Rica se enarboló, una vez más…, la bandera para ofrecer tributo a la nueva forma de esclavitud del capitalismo salvaje, esta vez contra las y los niños como los y las adolescentes de Quinto grado de las Escuelas y Décimo de secundaria de Costa Rica.
Menciona que las pruebas faro son producto del sistema neoliberal para convertirnos en enclaves para la esclavitud, para la mano de obra barata, pero que pueda leer y escribir, ojalá con conocimientos en inglés y con futuros salarios de miseria.
Indignada indica que se supone que todavía vivimos en una sociedad en dónde se respetan los Derechos Humanos, pero parece que no y que todo lo estamos vendiendo, como dice la canción de Dionicio Cabral, que en paz descanse,-todo se vende- estamos vendiendo al ICE, a la CCSS, a las universidades públicas, Fanal, Recope, las Áreas Silvestres Protegidas, ASP del SINAC-MINAE, todos los activos del Estado que nos protegen y pueden tener ganancias, pero estamos viviendo el peor de los saqueos, y la educación no escapa de esta entrega por parte de personas privadas, funcionarias y funcionarios públicos que siguen los mandatos del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, FMI, el BID, las transnacionales farmacéuticas, agroquímicos, de los monocultivos de la muerte y de los postres, del envasado del agua, refrescos, la privatización del agua, nunca hemos vivido un tiempo tan deprimente, tan triste, tan entreguista, si Juanito Mora, Cañas… estuvieran vivos se avergonzarían en la clase de costarricenses que nos hemos convertido.
El pasado viernes, el MEP y sus jerarcas han violentado y atropellado sus más sagrados Derechos, el MEP y el sistema los ha agredido física, sicológicamente y espiritualmente, todo por una prueba del sistema neoliberal, sin sentimientos, sin dignidad, dejándolos sin descansar, sin alimentarse, con las manitas casi dormidas, agotados…esto es la neo-revolución industrial, es esto lo que el Ministerio de Educación Pública, MEP está promoviendo.
María Elena propone el plantear la denuncia en una Corte Internacional de Derecho Humanos.
Para cerrar su comentario la señora María Elena pregunta a las y los funcionarios públicos jerarcas que violentaron los Derechos de las y los Niños/Adolescentes:
¿Les gustaría a ustedes que les trataran igual a lo que sucedió hoy, metidas en un aula más de 4 horas respondiendo a 300 preguntas, sin desayunar, sin descansar, quizás hasta con dolor de cabeza, enfermos, etc., les gustaría señora Ministra Cruz, señoras y señoras tomadores de decisiones políticas del MEP ser tratadas así?
Para: Despacho de ministra y viceministra y Auditoría de Servicios del MEP Defensoría de los Habitantes Cc. UNICEF-CIDH
El día viernes 12 de noviembre las personas estudiantes de quinto grado de la Educación General Básica de Costa Rica fueron expuestas por primera vez a la última prueba de las evaluaciones denominadas FARO, en las asignaturas de español, ciencias y matemática. La última prueba se hace llamar Factores Asociados y pretende evaluar las condiciones en las cuáles viven y estudian dicha población estudiantil. Sin embargo, a criterio de personal docente y administrativo, madres y padres de familia esta última prueba excedió por mucho los límites físicos, psicológicos y emocionales de aproximadamente 70000 niñas y niños con edades entre 10 y 11 años.
Se afirma lo anterior, dado que dicha prueba dio inicio a las 9 am y estaba programada para ser realizada en un lapso de 3 horas, sin poder hacer recesos y con la instrucción de que era obligatorio completar la totalidad. Además, debían permanecer en el aula con el cubrebocas durante todo este lapso y solamente podían salir a tomar agua o al servicio sanitario; incluso, un porcentaje significativo la desarrollaron en aulas que no cuentan con las condiciones idóneas bio-sanitarias. Cabe mencionar que, en las pruebas anteriores de asignaturas básicas, a las 3 horas tenía que ser retirada por la persona docente, sin excepción alguna.
Reafirmamos que el Ministerio de Educación Pública (MEP) ha atropellado los derechos de las niñas y de los niños al someterles a cuestionarios de FARO exhaustivos que, aunque han sido diseñados para 3 horas, exceden dicho lapso entre 1 y 2 horas más, debido a su complejidad y extensión desmedida, incoherente totalmente con las condiciones y necesidades de la población infantil. También, nos preocupa que la vivencia en los centros educativos se da en un clima de tensión e incertidumbre ya que todas las personas involucradas fueron expuestas a un requerimiento más allá de los lineamientos y protocolos que el MEP ha establecido durante la pandemia.
Esta evaluación denominada Factores Asociados se divide en 4 folletos: 1. Tronco común (36 ítems y debían completar 190 respuestas) con el fin de evaluar el trabajo docente en pandemia, uso de la tecnología, conexión a clases en Teams, además de un censo socioeconómico con cuestionamientos sobre su familia y calidad de vida; 2. Español (26 ítems y 183 respuestas); 3. Matemática (16 ítems con 106 respuestas); 4. Ciencias (15 ítems con 142 respuestas). Los folletos de materias específicas refieren al desempeño del docente de cada materia.
Consideramos inconcebible que desde el propio MEP se diseñen herramientas que contienen preguntas hasta con 30 posibles respuestas; situación que condiciona al personal docente a leer una por una a fin de disminuir el cansancio y la tensión estudiantil en tanto tenían que dar 621 respuestas al contar algunos ítems con opción de respuestas múltiples.
Este cuestionario paradójicamente se presentan con la supuesta intención de identificar factores sociales y educativos que podrían afectar el desempeño y resultados estudiantiles en las pruebas FARO; no obstante, ante su extensión y alto grado de complejidad, el personal docente y familiares de las personas menores de edad confirman que muchas tuvieron serias complicaciones por agotamiento, estrés y ansiedad: vómitos, temblores en las manos, taquicardia, frustración, angustia y cansancio extremo. A lo anterior se suma que era la última prueba consecutiva de cuatro, donde el malestar y la angustia de las familias aumentaba al ver que sus niñas y niños no salían del centro educativo a la hora programada (12 mediodía).
Una directora manifiesta al Semanario Universidad que esta situación es de “injusticia” pues en el centro educativo que administra las y los menores de edad salieron cerca de la 1 p.m., negándoles el MEP el derecho a descanso o recesos. Las personas estudiantes afirman tener dolor de manos ya que rellenar cada círculo en la hoja de respuesta debe hacerse con firmeza para que quede constancia de la misma.
Instamos a la articulación de los diferentes sectores interdisciplinarios y comunidades educativas para indagar sobre las motivaciones estructurales de donde se derivan las pruebas FARO y su conexión con iniciativas similares en otros países de la región, en un escenario de constantes atropellos a las comunidades educativas, incluyendo al magisterio nacional, agudizados a raíz de la pandemia COVID19.
Es lamentable que, pese al impacto inhumano en la población estudiantil, la viceministra de educación plantea que supuestamente “A nivel internacional, este tipo de factores se analizan precisamente para explicar cómo es que los estudiantes alcanzan ciertas calificaciones”, y reitera que los cuestionarios se seguirán aplicando (próxima programación para décimo año el 8 y el 13 de diciembre del año en curso) siendo indiferente ante la situación antes expuesta.
La población estudiantil que será expuesta a este tipo de cuestionarios es de 170000 estudiantes de quinto y décimo año en total según datos del Semanario Universidad. Dichas pruebas tienen un costo monetario para el MEP de 2560 millones de colones. Es importante recalcar que durante los dos últimos años 2020 y 2021 las fechas y los niveles educativos asignados inicialmente han sufrieron cambios, provocando a nivel estudiantil un clima de incertidumbre y ansiedad; en especial, en quinto y sexto grado, y décimo y undécimo año. Así, estas pruebas constituyen en sí mismas un factor determinante durante la pandemia que incrementa la ansiedad, estrés y depresión estudiantil.
Es preocupante el manejo de la información que el MEP ha mantenido en torno a las pruebas FARO, además de inestable, ambiguo y confuso en cuanto a la precisión de lineamientos administrativos y de las habilidades a evaluar y de los contenidos en que las personas estudiantes necesitan prepararse más.
Respaldamos el proceder de directoras, directores y docentes conscientes y sensibles a la niñez quienes, como garantes de la seguridad integral de las personas estudiantes, sintieron la necesidad ética de tomar decisiones protegiendo la integridad física y emocional del estudiantado ante un proceso claramente inhumano, insensible y antipedagógico. De igual manera, madres y padres de familia se sumaron a la actitud respetuosa y humana de muchos centros educativos agradeciendo su identificación con el alumnado ante la crisis y agotamiento extremo que ocasionó esta directriz impuesta desde las autoridades educativas.
Afirmamos que independientemente de que los cuestionarios tengan o no un carácter evaluativo, causaron en la comunidad estudiantil un conjunto de efectos que reflejan una clara violación a los Derechos Humanos de las y los niños por parte de las autoridades del MEP.
Exigimos al Ministerio de Educación Pública de Costa Rica: NO MÁS ATROPELLOS A LA DIGNIDAD E INTEGRIDAD DE LAS NIÑAS Y DE LOS NIÑOS ESTUDIANTES Y MAGISTERIO NACIONAL Comunidades educativas de Costa Rica
Firmas responsables: Ana Lorena Dávila Cubero Trabajadora social María Trejos Montero Maestra jubilada
Se invita a ver el programa de APSE Noticias, con un repaso de las noticias más importantes a nivel apsino y nacional con la edición del pasado 4 de noviembre en donde se hablaron los siguientes temas:
– APSE convoca a la VIII Asamblea General Ordinaria y a las actividades virtuales paralelas
– Más de la mitad del personal docente sufre alto nivel de cansancio emocional
– MEP y CCSS firman acuerdo para solucionar problema de morosidad gracias a presión sindical.
– Proyecto de ley de Erwen Masís busca perjudicar a la clase trabajadora de RECOPE. Conversamos con Manuel Rodríguez Acevedo, Secretario General de Sindicato Sitrapequia
Desde mi comprensión, las autoridades del Ministerio de Educación Pública (MEP) son las que más mal han manejado la pandemia. Rayan en la incapacidad.
Es comprensible que como a la mayoría de la humanidad, nos tomara de manera desprevenida la aparición de la pandemia; pero resulta inaudita la incapacidad de la ministra del ramo para desarrollar medidas que garantizaran el acceso a la educación, y un bajo nivel de contagio entre estudiantes y su planilla laboral, máxime conociendo la experiencia que se desarrollaba en Asia, Europa y Estados Unidos de América.
Para solo dar dos datos, el MEP se decantó por una experiencia educativa televisiva desarrollada por una empresa privada, descartando la experiencia que Canal 13 tenía en ese campo. La firma de un convenio con el Instituto Costarricense de Electricidad para facilitar el acceso a internet para el estudiantado, se firmó casi un año después de que lo hiciera la Universidad de Costa Rica.
Las autoridades del MEP apostaron por la presencialidad si o si, no tenían un plan b, y me parece que siguen sin tenerlo. La movilidad que supone el que cientos de miles de estudiantes, docentes, personal administrativo y familiares se trasladen a los centros educativos aumentó el nivel de contagios, tanto para la primera ola como la segunda. Solo así, la ministra se vio obligada en primera instancia a recurrir a una virtualidad precipitada y excluyente, y para la segunda ola, a suspender el periodo lectivo; tuvo un año para preparar a la institución y no lo logró.
Lo que resulta aún más paradójico, es que para esta tercera ola, no solo toman la decisión de mantener la presencialidad, sino que reducen el distanciamiento de 1.8 a 1 metro, y además omite que la mayor parte de la plana administrativa y docente solo está vacunada con una dosis, y que el total del estudiantado no está vacunado. Por si la señora ministra no lo sabe, también existe el COVID largo, y miles de estudiantes van a quedar con afectaciones y discapacidades de por vida, hasta el día que mueran.
Por lo pronto, el SARS-CoV-2 y en particular la cepa Delta, le dan las gracias a la ministra por entregarle noveles cuerpos humanos para reproducirse.
La pandemia del COVID-19 ha puesto en evidencia varios problemas sociales y económicos, como la vulnerabilidad de las pymes, el crecimiento del empleo informal y la importancia de la brecha digital, que aunque han estado presentes en el desarrollo del país de los últimos años, la crisis económica asociada a la emergencia sanitaria ha revelado sus verdaderas dimensiones.
Los efectos generados en el país por motivo del COVID-19, han tenido severas repercusiones en el sector económico, turístico, social y educativo, en este último caso, el Ministerio de Educación Pública (MEP) se ha visto forzado a establecer planes y estrategias de emergencia que le permita mantener el contacto con el 1,2 millón de estudiantes incorporados al sistema educativo público.
Para continuar con el vínculo entre docente-estudiante, el MEP habilitó una cuenta de correo electrónico a un total de 1.154.227 alumnos matriculados en el curso lectivo 2020, con la idea que aquellos que cuenten con dispositivos tecnológicos y conectividad a internet lograran continuar su proceso educativo por medio de la plataforma de Microsoft Teams.
Sin embargo, muy pronto los registros oficiales del MEP indicaron que de ese total de cuentas habilitadas, únicamente 147.705 usuarios se reportaban como activos en la plataforma.
El principal objetivo de las autoridades educativas en este momento era no perder el rastro de los estudiantes desde niveles de preescolar hasta incluso educación abierta, pese a estar luchando contra un fuerte enemigo: la brecha digital. (CR.Hoy,4-5-2020)
Un año después en esta semana, el MEP logró identificar a los 425 mil estudiantes sin conectividad a Internet, a partir del Censo Inicial del curso lectivo 2021, realizado entre febrero y marzo, que incluyó la variable conectividad.
El resultado de un primer diagnóstico, en mayo de 2020, había arrojado que 535 mil estudiantes del país no tenían conectividad en sus hogares. Esos resultados preliminares evidenciaron la necesidad de depurar la información y planificar estrategias de atención individualizada para los estudiantes.
El dato recolectado por el MEP era incluso inferior a la estimación realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) en su Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) de los años 2019 y 2020, que ubicaban a casi 500 mil estudiantes que no tienen acceso a internet en sus hogares o solo lo pueden hacer mediante dispositivos móviles, como teléfonos celulares de sus padres o tutores.
Durante el 2020, el MEP recurrió a la estrategia de educación a distancia Aprendo en Casa, con componentes virtuales y materiales, que dejó al descubierto la brecha digital en la educación pública.
En agosto del año anterior, el MEP remitió al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT), a la Superintendencia de Telecomunicaciones (SUTEL) y al Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), el informe con el dato actualizado (324 mil) de los estudiantes que no contaban con internet en sus hogares. De ellos, 215.936 se ubican en los estratos de bajos ingresos que son los definidos por el MICITT para ser incluidos en los proyectos financiados con cargo a FONATEL. De hecho, 70% de esos estudiantes están en los niveles más bajos de pobreza.
El MEP solicitó atender a estos 215 mil estudiantes, para que fueran los nuevos beneficiarios del Programa Hogares Conectados y de esa manera los 147 mil hogares donde residen esos estudiantes fueran contactados por las operadoras de telecomunicaciones que aceptaran la invitación de SUTEL a formar parte del Programa.(Mep.go.cr,24-5-2021)
En consecuencia, los 535 mil estudiantes identificados sin acceso a internet hace un año, los 425 mil sin conectividad identificados en la actualidad y a 215.936 ubicados como beneficiarios del programa Hogares conectados, son los sujetos concretos de la brecha digital, que han visto afectada su vinculación al sistema educativo el curso lectivo anterior y actual.
Son en su gran mayoría estudiantes de escuelas y colegios públicos, originarios de centros educativos de las zonas rurales, de barrios populares y urbanos marginales, que en nueve de las 27 regiones educativas no alcanzan ni el 50% de la conexión a Internet, es la otra Costa Rica con acceso limitado a la educación virtual que restringe el derecho a la educación a un sector importante de la población en diferentes regiones del país.
“La falta de conectividad en los hogares ha impedido una educación a distancia equitativa, y se ha convertido en uno de los obstáculos relevantes para llevar la modalidad virtual a todas personas estudiantes en tiempo de pandemia”, dijo la Ministra de Educación, Guiselle Cruz. (Cr-Hoy,24-5-2021)
Es una realidad, que a pesar de los esfuerzos para atender vía digital a estudiantes, muchos de ellos se han quedado al descubierto, sin acceso real y eficiente al proceso educativo. De una población escolar de alrededor de 1 millón, se estima que solo cerca del 43% ha tenido acceso a la plataforma educativa señalada por el MEP, mientras el otro 57% ha tenido que seguir su proceso por WhatsApp, recursos digitales offline y medios impresos. Asimismo, entre el 30% y 40% de estudiantes no ha tenido acceso a equipo electrónico y conectividad a Internet, situación mucho más común en las poblaciones más vulnerables y rurales.
Como agravante, muchas de estas niñas y niños viven en condiciones de pobreza extrema, afectados por la falta o la pérdida de empleo por parte de sus padres, madres o cuidadores, padecen distintos tipos de violencia y quedan expuestos a serios problemas sociales. El MEP ha informado que se ha perdido el rastro a cerca de 91,000 niñas y niños desde que inició la pandemia, lo cual implica un serio riesgo de exclusión del sistema educativo durante este año
Este momento difícil, debe ser una oportunidad para innovar y seguir avanzando en las acciones que el país ha emprendido para acabar con la exclusión escolar. Debe ser un momento clave para tomar decisiones enfocadas en acabar con las desigualdades educativas, fortalecer los nuevos modelos de educación presencial y también virtual. Estamos claros que la pandemia ha acelerado muchos procesos y cambiará la educación para siempre. Esto puede ser una gran oportunidad para mejorar aún más la calidad y disminuir la inequidad en el acceso a la educación. (Delfino.cr,12-10-2020)
Una de las soluciones al problema de conectividad de los estudiantes, es el proyecto de alfabetización digital que pretende utilizar recursos del Fonatel para proveer de equipo y conexión a internet a hogares de las zonas rurales, sin embargo algunos especialistas consideran que este proyecto no resolvería la brecha digital existente en el acceso a las tecnologías de comunicación y a la educación de los sectores de escasos recursos.
Según la CEPAL, “los países de América Latina y el Caribe han adoptado medidas para impulsar el uso de las soluciones tecnológicas y cautelar la continuidad de los servicios de telecomunicaciones. Sin embargo, el alcance de esas acciones es limitado por las brechas en el acceso y uso de esas tecnologías y las velocidades de conexión”.
“La diferencia entre los estratos económicos más altos y más bajos condiciona el derecho a la educación y profundiza las desigualdades socioeconómicas. Para garantizar una educación inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de todo el ciclo educativo, se debe aumentar no solo la conectividad y la infraestructura digital sino también las habilidades digitales de maestros y profesores, así como la adecuación de los contenidos educativos al ámbito digital”, subrayó la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL. (CEPAL, Informe especial covid-19, # 7,2020)
La brecha digital en la educación, es una de las mayores expresiones de la desigualdad social y económica vigente y uno de los mayores desafíos de equidad del desarrollo nacional, el cual se ha agudizado durante la pandemia y demanda una solución integral e impostergable.
Ahora resulta que «la culpa» de que la curva de contagios suba, es de los maestros y las maestras, quienes desde hace meses piden clases virtuales y medidas consensuadas.
Lo mismo habían dicho antes de los Empleados Públicos, en general.
Es parte de la campaña mediática de ‘satanización’ de la clase trabajadora estatal. En fin, nada nuevo.
Según los y las desinformadores oficiales, ahora es culpa de los y las docentes, porque estos se van «en masa de vacaciones a nuestras playas» (sic). ¿Es en serio?
Y así lo escriben en redes y en público… Y hasta algunos altos cargos administrativos del MEP lo repite en públicas reuniones y conversaciones entre vacunadas.
Por favor, no creamos este tipo de imbecilidad malintencionada.
Tampoco decimos que todo se haya hecho mal, al contrario aplaudimos los esfuerzos y aciertos anteriores del Ministerio de Salud, respecto de la Pandemia.
Pero hay una tercera ola y está golpeando muy duro y hay muchas quejas entorno a la rapidez del proceso de Vacunación. Y los/las más golpeados son generalmente, los/las más pobres y vulnerables. Las instrucciones oficiales acá, pasaron de versátiles o francamente confusas, a contradictorias.
Reconozcamos que estamos en un mal momento del manejo de la Pandemia o Sindemia. Y dejemos las reacciones infantiles mejor, para después de las Elecciones Nacionales. Antes que los intereses partidarios y electorales, o económicos particulares, hay prioridades nacionales y de Salud Pública.
Volvamos a las contradicciones. Francamente, qué esquizofrenia la del discurso oficial del Gobierno de turno.
Porque si Usted tiene la plata para irse a USA a vacunar, no hay problema… Váyase aunque solo le alcance para una dosis, o más bien, regrese contagiado. Literal. Vaya, gaste afuera. Usted puede, otros no… Son todos casos reales.
Mientras en Costa Rica, si Usted va a un zona turística local pero de lujo, ‘5 Estrellas’, hasta tal vez lo vacunan de gratis aunque no se parte de los dos primeros Grupos de riesgo… ¿Será sólo desinformación? No lo creo.
En las zonas menos afortunadas, a veces se nos obliga a llevar un diagnóstico privado (que usualmente cuesta 20 mil colones), que demuestre su condición de salud, para así ingresarlo al próximo tercer grupo de riesgo.
¿No me cree? Ok… Pura vida.
Volvamos al tema del Turismo local. Porque claro, «hay que apoyar al Empresario Turístico», nos decían en Semana Santa. Pero parece que apoyan al gran empresario, no al pequeño ni al mediano.
¿Pero los maestros «come-huevos» (sic) hipotécamente no tienen derecho a vacaciones? ¿Y adónde irían? ¿Al Hotel ‘5 Estrellas’?
¿Y si defienden ese el derecho a las vacaciones, sería «antipatriótico» o irresponsable?
¡Qué hipocresía!
Porque en ese razonamiento clasista, los y las maestras seguramente son responsables además, de la gran brecha digital entre los estudiantes más pobres y el resto, del país. Claro…
Lo que realmente es indignante, es el atribuir, – la valiente, cívica y racional decisión de los Sindicatos del Magisterio de denunciar y protestar, contra la cabezonada del MEP de impartir clases solo presencialmente-, a toda esta calumnia organizada.
La posición del Magisterio era otra: Era volver a las clases virtuales para aplanar la curva, y de forma consensuada. Y combinar modalidades y tratar de reducir la brecha en la conexión digital.
Y por cierto, francamente la tardía decisión del MEP (y de las otras autoridades que reaccionan a la defensiva) de suspender el curso en ambas modalidades, se debe también al temor a la presión sindical organizada.
Lástima que tristemente, sea una decisión tan tardía la del MEP.
Tal vez se hubiesen podido evitar algunas víctimas innecesarias entre los y las docentes.
Y por favor, no crean todo lo que dicen o insinúan de los y las Maestras.
No se trata de ‘idealizarlos’ tampoco, pero sí al menos, de ser más justos/as.
Dicho conjunto escultòrico compuesto por un campesino, una campesina y un niño, doblados arando el surco, representan bastante bien a gran parte de nuestra Costa Rica, la de origen campesino, que muestra arraigo con la tierra y con ciertos elementos simbòlicos que evocan mucho de lo bueno, de lo que nos caracteriza como pueblo: trabajo tenaz y sencillo, semilla que darà fruto abundante producto del esfuerzo y dedicaciòn de hombres y mujeres, sustento dignamente ganado y una gran fertilidad que viene del amor y el cuidado a travès de la familia. Hace màs de 500 años nuestros abrigenes obtenìan su sustento, de la tierra mayoritariamente y ocasionalmente del mar. El mestizaje del cual somos herederos, ha permitido construir una patria que en pocos meses celebrarà el Bicentenario, en el cual ni hombres ni mujeres campesinas parecieran estar invitados.
Tan poco significado tiene el campesinado costarricense, ese que nos da de comer y que ha sido fragua de la democracia costarricense, que dicho monumento fue retirado en diciembre de 2012, habiendo sido presa del vandalismo terrible de unos pocos, la indiferencia de muchos, blanco de orines y heces de perros y otros bichos, lienzo de grafittis y tòrrido refugio para fugaces aventuras amorosas nocturnas. Han pasado 9 años de su retiro y muchas promesas rotas que auguraban su restauracion pronta. Hasta un alcalde ahora metido a precandidato ofreciò recursos para que el retiro de la obra fuera breve.
Para colmo de males, una vez màs, estamos en presencia de otra grave y horrorosa omisiòn por parte del MEP al no inluir dicha celebraciòn en el Calendario Escolar, ello a pesar de que hay una ley de la repùblica que asi lo establece (Ley 4096). Dicha ley fue dictada el 11 de mayo de 1968.
Les comparto estas lìneas en medio del escenario màs espantoso ocasionado por la pandemia, que ha traido muerte, destrucciòn, dolor, sufrimiento y angustia al pueblo cotarricense y al mundo entero. Y ello significa ni màs ni menos que el aparato productivo y el empleo decente y de calidad no escapan ante tan atroz panorama. Si los polìticos de turno, ayer y hoy ya no les importa el agro costarricense, el agro profundo que nos da arroz, frijoles, maìz, chayotes, yuca, papas, cebollas, frutas y otros; les invito para que ustedes y nosotros sì seamos capaces de reivindicar a nuestros agricultores. La crisis ocasionada por el COVID tiende a profundizarse y la produccion de alimentos podrìa tornarse critica en los proximos meses. Alimentos nutritivos y frescos junto a la leche y otros productos, podrian escasear y con ello experimentar una descomunal escalada de precios y que el fantasma del hambre aparezca grotesco e inmisericorde. Hoy por hoy, producto de polìticas agrìcolas equivocadas y erràticas, el paìs tan sòlo produce la mitad de lo que consume. Vergonzosamente hay que importar alimentos en un paìs verde, con un buen règimen de lluvias, tierra feraz y con conocimientos ancestrales. Por eso resulta temerario pensar en cerrar el CNP y eliminar el Programa de Abastecimiento Institucional, que constituyen uno de los ùltimos refugios del agricultor y campesinado costarricense.
Vean que curioso, el Censo Nacional Agropecuario fue en 2014. Antes de èste, el ùltimo fue en 1984. Todos sabemos lo importante que resulta para un paìs la existencia de censos que muestran datos y estadisticas oficiales y que conribuyen al diseño de politicas pùblicas y a tomar decisiones. Este año correspondia hacer censo y se ha anunciado por parte de autoridades gubernamentales que no se llevarà a cabo, al no presupuestar recursos para su financiamiento.
En cuanto a producciòn de alimentos si comparamos los datos entre ambos censos (2014 y 1984) la cantidad de terreno dedicada a maiz, frijoles, papa, cebolla, yuca y otros tuberculos ha venido en descenso, a contrapelo de una agricultura de exportacion (flores, follajes, naranja, piña, frutas y banano) que compite por ese mismo terreno con la produccion agroalimentaria. Eso tiene que llamarnos a reflexion.
El promedio de edad –en 2014- del agricultor costarricense fue de 53,9 años. Ojo costarricenses, pueden cotejarlo con pagina 41 del VI Censo Nacional Agropecuario. De modo que el 38% de la fuerza laboral en el campo, ese que produce alimentos, oscila entre los 43 y 59 años. Hombres y mujeres que ven sacrificada muchas veces su vida por el efecto de las plagas, los malos precios, los efectos del cambio climatico y el nefasto contrabando en nuestras fronteras de productos como papa y cebolla, denunciados una y otra vez donde el esfuerzo de autoridades fronterizas y aduaneras, pareciera no ser suficiente y se ven superados por el afàn desmedido de ganancias de malos costarricenses y un inescrupuloso espìritu de obtener ganacias a como de lugar. Nuestros campesinos no merecen ser tratados como una corronga y folclòrica alegorìa de las pinturas de Fausto Pacheco o un lejano recuerdo sumido en virtuosas letras en Juan Varela, el Sitio de las Abras o cuentos de Carlos Salazar Herrera. Son personas de carne y hueso a quienes tambièn debemos de cuidar, de ellos dependerà nuestra sobrevivencia y en un plazo mucho màs corto de lo que muchos suponen.
Esta crisis sanitaria y econòmica ya empieza a mostrar un nuevo rostro y es crisis alimentaria, si no tomamos medidas. Debemos cuidar la producciòn de nuestros alimentos y ademàs a quienes los producen. El campo ya no puede ser màs el gran ausente en los grandes debates nacionales. Antes de la pandemia, en 55 paìses 183 millones de personas se encontraban en situacion de inseguridad alimentaria. Esta cantidad según FAO, puede haber aumenado en un 82%. En varios paìses caribeños su aparato productivo solo era capaz de cubrir el 40% de sus necesidades alimenticias, lo demàs constituìan importaciones de alimentos, pagàndolas muchas veces mucho màs caras.
La pobreza y desempleo en el paìs han crecido. Si no hacemos lo suficiente estaremos condenando a muchas familias de costarricenese al hambre y a la sub-alimentacion, con lo cual estarìamos a las puertas de una desnutriciòn que hace varias dècadas gracias a asertivas politicas de nutriciòn y educativas, ya habiamos superado. Vivir en el campo y producir alimentos no deben ser sinònimo de pobreza. Ante el aumento de la desigualdad, el funcionamiento de la economìa debe evitar ambos, de manera que la prosperidad y los avances sociales sean para todos.
Requerimos pues, inteligencia, valor y sapiencia por parte de nuestras autoridades, partidos políticos y sus representantes. El bien común debe ser el sano motor de la política y de la economía. Hoy más que nunca la solidaridad y la lucidez deben ser las armas con que gobernantes y ciudadanos podamos seguir construyendo una meta y un destino común. La pandemia y su atención han consumido importantes recursos de la producción nacional.
Hemos sido testigos en estos 15 meses, como en lo social y económico se ha acelerado un peligroso y desgarrador proceso de exclusión y desigualdad, generando mayor concentración de la riqueza. Ante la pandemia, en víspera de la celebración del cacareado bicentenario, no a todos nos ha ido igual, negarlo, es ser cómplice de silenciosas y perniciosas injusticias. En el mundo el 1% de la población mundial se ha hecho mucho más rico de lo que era y el 99% restante resulta ser más pobre. Por eso no nos debe sorprender posiciones como las de Biden en EEUU, el FMI, el Banco Mundial recomendando a los países que con carácter transitorio graven los capitales para poder ayudar a los que menos tienen.
La pandemia nos lo está enseñando. “Un desarrollo tecnológico y económico que no deja un mundo mejor y una calidad de vida integralmente superior, no puede considerarse progreso” La solidaridad nos dice el papa Francisco, “no debe ser sólo una virtud, sino un modelo operativo de la economía; y que la fraternidad no sea una simple aspiración, sino un criterio de gobernabilidad nacional e internacional”.
La situación del agro costarricense y de nuestro campesinado puede sufrir penosas consecuencias, pues bien dice el papa emérito Benedicto XVI “el estar sin trabajo o la dependencia prolongada de la asistencia pública o privada, mina la libertad y la creatividad de la persona con graves daños en el plano psicológico y espiritual” 25 Caritas in Veritate
El gobierno no debe perder de vista que el impacto del COVID y su atención, ha ocasionado una caída de 2,2% en el PIB. Estas cifras traducidas en destrucción de empleos, significa que 475 mil costarricenses ya no tienen empleo pues la tasa de desempleo aumentó en algunos momentos hasta un 24,4%. Con estos miles de costarricenses y sus familias son víctimas de una gran indolencia por parte de cúpulas políticas y de grandes empresarios. El tejido social se desgarra y no se está haciendo lo suficiente para evitarlo. Ello, agravado con un 25% de la fuerza productiva afectada con reducción de sus jornadas y en consecuencia.
Todo esto alimenta una terrible sensaciòn de frustración, soledad y desesperaciòn, o sea una peligrosa desmoralización que puede hacer al pueblo presa fácil de quién sabe que insondables intereses.
Como sociedad no debemos caer en una especie de “nostalgia superficial y triste, que lleve a copiar y comprar, en lugar de crear y producir y dar espacio a una autoestima nacional muy baja” 51. Fratelli tutti, advierte el papa Francisco a inicios de octubre del a pasado, ya en plena pandemia. Con sentido de urgencia hay que dignificar a nuestros agricultores con acciones efectivas y no con sórdidos discursos cada 15 de mayo que a nadie convencen.
En los últimos 3 años hemos sido testigos del desmantelamiento del estado de derecho en una forma acelerada. Mucho de los logros históricos de los últimos 100 años, que como pueblo hemos alcanzado, han ido desapareciendo uno a uno tras sendos mazazos. El campo ha sido una de esas víctimas. Nuestros agricultores al igual que Ulises en La Odisea, no deben dejarse atrapar por sonoros cantos de sirena, con que una y otra vez tratan de endulzarlos y disimular de esa manera la incapacidad en la búsqueda de soluciones a los problemas que agobian al agro costarricense.
Aún hay chance para que el presidente y su equipo muestren algo de liderazgo y nos convenzan que, en sus manos, verdaderamente la política es una herramienta para mostrar “capacidad y visión para anteponer el interés y bienestar de las personas” tal y como reza su programa de gobierno, ofrecido a la ciudadanía.
El abrazar la Costa Rica del Bicentenario más que un eufemismo, es una nueva oportunidad de oro para –con humildad- escuchar y ver…y gobernar para todos, sobre todo para los que menos tienen. Hay crispación, furia y rabia. Los problemas se han acumulado y golpean a los de siempre. Debemos de entender que no son las guerras ni las enfermedades la principal causa de muerte, sino el hambre y el desamparo.
Hoy, más que estar ante un fracaso económico, estamos ante un saqueo exitoso por parte de algunos cuantos.
El agro merece más que eso. Hoy es un buen momento para que nuestro homenaje sea el de pedir perdón por ese olvido y no reconocerle su aporte a la construcción de la patria y sobre todo de que nuestra salud y nutrición depende de ellos.
Por eso ante el descuido y el olvido, la estulticia de quienes tuercen la historia y hacen una pésima lectura del presente y futuro de la patria, se asemejan a “apretar aguacates, pretendiendo madurarlos” como decía don Pepe.
Identificar a la población preescolar, escolar y colegial que no regrese a las aulas en el primer mes del curso lectivo 2021 y ejecutar acciones claras para lograr su retorno es fundamental para evitar la exclusión de niñas, niños y adolescentes en condición de mayor vulnerabilidad socioeconómica, afirma Roxana Rodríguez, directora del Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia de la Universidad Nacional (Ineina-UNA).
Para ello, la especialista considera que el Ministerio de Educación Pública (MEP) debe mantener una constante vigilancia, con el apoyo de otras instituciones como el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) y las municipalidades, de manera que se trabaje coordinadamente para promover la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo.
“Particularmente es preocupante la exclusión de las niñas y las adolescentes en pobreza, quienes son más vulnerables a la sobrecarga de tareas domésticas y a la explotación sexual”, advierte la especialista.
En su criterio, el regreso a las clases presenciales es clave, tomando en cuenta que la modalidad virtual adoptada debido a la pandemia, ha evidenciado de una forma muy clara las brechas sociales y educativas que ya existían en el país, donde miles de personas menores viven en pobreza o en pobreza extrema.
“Si hay exclusión de cualquier tipo, hay un incumplimiento del Estado de velar por el disfrute de los derechos contenidos en la Convención de los Derechos del Niño”, ya que la exclusión produce por sí misma el no disfrute de muchos derechos, advirtió la especialista de la UNA.
Presencialidad necesaria
La enseñanza a distancia ha visualizado la inequidad de acceso a los bienes sociales, entre ellos la tecnología. Tomando en cuenta las grandes diferencias que hay en el país en materia de tecnología, Rodríguez afirma que la presencialidad en las aulas de escuelas y colegios favorece una reducción en la exclusión educativa, especialmente de estos sectores más vulnerables socialmente.
La especialista llama la atención, además, sobre el hecho de que la familia no siempre cuenta con las herramientas para apoyar el proceso de aprendizaje; los docentes, como profesionales, son más efectivos en esta tarea.
En el caso de las familias de sectores en vulnerabilidad social, la escasez de herramientas es notoria. Una encuesta del programa Estado de la Nación -citada por la académica del Ineina- muestra que la probabilidad de que la familia afirme estar muy preparada para apoyar a los menores en sus tareas escolares es 2,4 veces más alta cuando tienen educación secundaria completa y universitaria, que cuando tiene secundaria incompleta o menos.
Pero hay más argumentos a favor de la presencialidad, sobre todo, porque –subraya Rodríguez- el aprendizaje es un proceso integral, que no incluye solo el contenido curricular sino las interacciones que el estudiantado tiene con sus pares y sus docentes.
En ese sentido, entre las principales ventajas de la asistencia presencial a la escuela destacan las siguientes: la escuela es un ambiente rico y amplio de interacciones con pares que permite a las personas menores formar su identidad personal y social; la inmersión presencial estimula el desarrollo de funciones ejecutivas, es decir, control de comportamientos, atención, memoria, elaboración de metas, planeación, entre otras; los centros educativos son factores de protección contra la violencia hacia los niños, niñas y adolescentes.
¿Qué significa volver a la escuela?
Desde el punto de vista del desarrollo, la directora del Ineina recalca que la escuela es un espacio vital y socializador. ¿Quién no recuerda alguna anécdota de la escuela, sus mejores amigos, los partidos de futbol, jugar en el recreo, las risas, las historias de docentes que marcaron diferencia? “La escuela marca la vida emocional de los niños, de ahí la importancia de interacciones positivas que les permita aprender no solo contenidos curriculares, sino sobre sí mismos y sobre valores sociales, tales como la tolerancia, el respeto y la colaboración, entre muchos otros”.
¿Y qué dicen los niños y las niñas? El Ineina -adscrito al Centro de Investigación y Docencia en Educación (Cide) de la UNA- elabora una consulta a las personas menores de edad sobre qué significa para ellas volver a la escuela. “Creo que tendremos una mejor respuesta escuchando sus opiniones sobre lo que significa volver a clases”, dice la académica de la UNA.
La evidencia, por su parte, indica que el acceso a una educación de calidad promueve grandes beneficios en la población menor de edad, tanto en el aprendizaje como en su desarrollo emocional y social. A estos beneficios tienen derechos todas las personas menores; la exclusión implica incumplimiento de derechos fundamentales garantizados por normativa nacional e internacional.
Es por eso que la directora del Ineina llama a la reflexión. “Como sociedad no podemos permitir que las personas que viven en las condiciones más vulnerables, especialmente los niños, las niñas y adolescentes, sean más golpeados por la crisis financiera y de salud que enfrentamos. Esta situación nos llama a cuestionarnos y decidir qué clase de sociedad somos: una que sacrifica y olvida a las personas que menos tienen, o una sociedad solidaria que protege a quienes más lo necesitan”.
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Nuevos retos para la primera infancia serán transmitidos por el programa Café Nacional, de Trece Costa Rica Televisión.
Luego de un exitoso primer año de actividades, el Plan Virtual de Fomento a la Lectura regresa este 2021 con nuevos retos y dinámicas para la primera infancia, así como para adolescentes y padres y madres de familia que quieran sumarse a esta iniciativa, liderada por el Ministerio de Educación Pública (MEP), la UNED y socios estratégicos.
Con el fin de incluir a más poblaciones estudiantiles, este año se suma el Departamento de Educación de la Primera Infancia (DEPI), con retos cada lunes que estarán disponibles en las redes sociales de las instituciones participantes y en el programa Café Nacional, de Costa Rica Trece Televisión.
Los días miércoles serán publicados vídeos de promoción de lectura creados por escritores y colaboradores, en tanto, los viernes se asignará un reto dirigido a diferentes poblaciones estudiantiles e incluso a la familia en general, pero utilizando únicamente literatura costarricense, informó María del Pilar Sánchez Madrigal, coordinadora del Departamento de Documentación e Información Electrónica del MEP y parte del equipo gestor del PVFL.
Cabe recordar que cada semana se publican tres retos: lunes, miércoles y viernes. Estas dinámicas están disponibles en las páginas de Facebook del MEP (Vida Estudiantil), de la UNED y de socios estratégicos como el Sistema Nacional de Bibliotecas (SINABI), Fundación Leer, Club de Libros, Amigos del Aprendizaje (ADA) y Carretica Cuentera, entre otros.
La propuesta incluye además aniversarios especiales relacionados con el hábito de la lectura y homenajes a personas escritoras de nuestro país, mediante de retos y videos, que pueden ser compartirlos con toda la comunidad nacional, siguiendo el #leyendoencasa o #leoymecuido, acción que puede realizarse en cualquier sitio, respetando siempre los protocolos sanitarios contra el COVID-19.
El Plan Virtual de Fomento a la Lectura nació dentro de la estrategia denominada “Aprendo en Casa”, liderada por el MEP, con el apoyo de la UNED y Costa Rica Televisión, en abril del año pasado, cuando fueron suspendidas las lecciones presenciales en el sistema educativo a raíz de la pandemia.
Al respecto, el rector de la UNED, Rodrigo Arias Camacho, acotó que este año seguimos presentes con nuestros recursos, así como con el apoyo de diferentes profesionales para apoyar al Ministerio de Educación Pública con nuestra reconocida producción académica y editorial al servicio de la población costarricense».
De acuerdo con cifras del Departamento de Bibliotecas Escolares y Centros de Recursos para el Aprendizaje del MEP, durante el año pasado fueron publicados, 57 vídeos y 108 creados por diferentes colaboradores, escritores, bibliotecólogos escolares y entidades del Ministerio de Educación Pública.
Dentro de las instituciones y empresa privadas colaboradoras con el MEP durante el 2020 y que seguirán este año, se encuentran: