El Asalto «Neocon» a la Razón
Por Jiddu Rojas Jiménez
«Ser Cultos para ser Libres», escribió José Martí (1853-1895).
El panorama nacional e internacional es apocalíptico.
Veamos. Compañeros de Izquierdas, avalando de buena fe, al ideólogo ultranacionalista ruso Dugin y a su primitivo «esencialismo» étnico; recién su hija, –una periodista rusa–, es vilmente asesinada en un atentado por los enemigos de Putin.
Mientras, el Ejército de Ucrania, con el apoyo de la OTAN, se autobombardea su propia planta nuclear en Zaporiyia, tomada hace meses por Rusia. Y los medios internacionales en silencio. Como callaron frente a los abusos brutales contra la población rusa o «novorusa», por los Batallones Paramilitares de Neonazis Ucranianos, en el Donbass durante años. Otro desastre nuclear es posible, y a gran escala, y a nadie parece importarle. La Guerra sigue.
¿Está cerca el fin del Mundo? ¿Es ésta una especie de «Danza Macabra» global entre súper-potencias? Costa Rica no es ajena a esta deshumanizada tragedia global, ni su crisis económica global, como no lo es tampoco, a la crisis capitalista climática y planetaria en ciernes.
Veamos el avance local de la irracionalidad. Mientras en Costa Rica, un casi-casi Diputado PAC (antes partido Neoliberal «Light» en lo económico, pero adalid «progre» de los Derechos Humanos de la Población LGTBIQ+) se sienta a escuchar al Vocero del odio. Pero no es cualquier Diputado, es el Primer Lugar por San José, escuchando de buena fe, al folclórico discurso de A. Laje. Casi nada.
¿Ser tolerantes con los intolerantes? Por favor. Claro, en el otro extremo está el facilitarle el papel de «mártir» al vocero del Odio. Agrego como síntoma cultural: Agustín Laje mismo, –con su discurso nefasto de odio–, dando tranquilamente charlas en Farmacia, en plena UCR.
Sumemos a los Antivacunas y sus pasadas «conspiraciones»; la creciente moda anti-ciencia y su correlato de pseudo «libertad de empresa». Sumemos. Más la «rezadera» impuesta como norma en el Magisterio, y soportada hasta en sus pasadas Huelgas en plena calle… Huelgas, –aclaro–, justas contra la Contrarreforma Fiscal Neoliberal del fenecido Gobierno CAQ (ex PAC), apoyada descaradamente por el Bipartidismo, los «Libertarios», los Fundamentalistas y otros Neoconservadores. La confusión ideológica así, quedó servida e instalada colectivamente. Sobre todo en los sectores populares, que seremos precisamente los más afectados, con la futura destrucción del Estado Social de Derecho.
Sumémosle que a la normal propaganda anticomunista tipo 1980s, tenemos a un minúsculo grupo sectario de izquierdas, que vociferara, y que defiende descaradamente al régimen de Daniel Ortega so pretexto del Antimperialismo; o que aplaude ciegamente, todo lo que hace o deshace Maduro y Diosdado en la Venezuela cercada, después de la partida física de Hugo Chávez (con «z»).Incluso le reclaman a Mujica, Boric, AMLO, o Petro, o Lula, o Xiomara o Castillo, el tomar sana distancia de Daniel Ortega y su régimen. Flaco favor le hacen a la Izquierda Democrática.
Es un tiempo social muy opaco para nuestra Patria, no sólo por la Contrarreforma económica Neoliberal impuesta como respuesta a la crisis, sino por la creciente Hegemonía del discurso ‘Neocon’ o Neoconservador, versión tica, que está a la derecha de la derecha Neoliberal, de la derecha Liberal.
Sin embargo, la retórica ‘Neocon’ nos confunde, y sus dotes de populismo seducen a los más incautos.
Mientras, los Troles del nuevo Gobierno Populista de Derechas de turno, nos roban las armas ideológicas, y nuestras banderas de denuncia y crítica social, con su nueva demagogia dizque «anti-elitista».
Mientras los mismos troles oficialistas, sin asco, envenenan con un Anticomunismo jurásico a las masas, y promueven sutilmente la destrucción del Estado Social de Derecho, en provecho evidente de los grandes intereses nacionales e internacionales.
Mientras, la agenda macro-económica Neoliberal avanza no muy sutilmente, y el servilismo Geopolítico al Imperialismo se profundiza, junto a la falta de Soberanía Nacional.
Incluso el discurso populista de derechas, sube de tono autoritario localmente.
Le hemos regalado acaso, el concepto-valor de ‘Patria’ a la derecha apátrida Neoliberal, y a la extrema derecha populista y demagógica.
Y el valor de «Vida» a los Fascistas y NeoFascistas de la Necropolítica.
No nos educamos políticamente, junto a los sectores populares. No con sistematicidad, al menos.
Las distracciones políticas, y las provocaciones como falsos «clivajes» electorales, se nos imponen mediáticamente o en redes sociales, en un mar de desinformación. No se discute lo esencial para salvar al Estado Social de Derecho.
Los sectores populares, por mientras, están muy ocupados sobreviviendo económicamente día con día a la crisis; y aún más alienados y envilecidos por los medios de comunicación; confundidos y aturdidos por el fanatismo religioso; asustados por la ola de inseguridad ciudadana; con justa rabia (sin canalizar) por la desigualdad social creciente; indignados frente a la corrupción y los políticos de turno; con una economía destruida por la Pandemia; cansados de las mentiras institucionales; con un Poder Legislativo, Judicial y Ejecutivo desprestigiados adrede; y cargando una despolitización histórica atroz, y repitiendo ‘lugares comunes’ y prejuicios.
No se vislumbra «Pueblo Político» (Helio Gallardo) todavía; hay de momento sólo una gran «masa» reaccionaria. Eso ni es Ciudadanía, ni es Pueblo con consciencia «para sí». Que se entienda: Popular no es Populista.
Nos alejamos así, más de «Nuestra América» (Martí), y de los rumbos políticos lúcidos y progresistas de los Pueblos de América Latina.
Alguien va a «pagar» esta especie de «malestar de la cultura» a «lo Tico», esta irracionalidad colectiva y gigante, en la actual Costa Rica desarmada de ideas y esperanzas:
Y la manipulación y la desinformación colectivas, señalan y acusan en su libreto a las Izquierdas, al Progresismo, a la Ilustración, a la Racionalidad Sustancial, a la Academia, a la Universidad Pública, a la «alta Cultura», obviamente al Estado Social de Derecho y sus instituciones en crisis; incluso al Feminismo, a la lucha por los Derechos Humanos, a la población LGTBIQ+, y a la lucha por salvar el Planeta; o sea, a los valores republicanos, pluralistas, democráticos y humanistas, etc., como el «enemigo interno» principal.
Es la «inversión axiológica» colectiva, entre víctima y victimario (Franz Hinkelammert).
Peor aún y a manera de autocrítica: Una vez satanizada la pasada capacidad de hacer alianzas electorales democráticas, por la defensa estratégica del Estado Social de Derecho, sucede algo aún peor, y no es de gratis:
Sucede la creciente desconexión y la habitual fragmentación, entre el referente mayoritario político/electoral de izquierda, frente a los movimientos sociales y las clases populares. Triste verdad.
Es el «Apocalipsis» de la ‘Razón Sustancial’ y del Pensamiento Crítico, como criterios de verdad, de la subjetividad política popular en construcción. Es el triunfo local, tal vez momentáneo, del Tánatos sobre el Eros.
En realidad, la verdadera «conspiración» pareciera ser otra: es embrutecernos.Es matar nuestra lucidez colectiva y de clase.
Es olvidar o desconocer la Crítica (Marxista y Keynesiana) a la Economía Política y al Capitalismo Global, despreciar a las Ciencias Sociales, al Humanismo y a la Cultura, y a la Ilustración en general, y así destruir las posibilidades del Pensamiento Crítico, y de cualquier futuro embrión de ‘praxis’ popular de liberación política.
Vacunarnos así, preventivamente, pero contra la Libertad, la Igualdad, la Equidad y la Justicia Social, frente a las crisis económica y política, nacional y global, que se avecina. Por eso el filósofo Herbert Marcuse decía del Fascismo, que era una «contrarrevolución preventiva». Vamos como sociedad y como democracia, en ruta de impacto; mientras algunos y algunas, sólo aplauden.
Por eso, al menos es indispensable estratégicamente, el no perder la tradicional vinculación moderna, el «logos» –tan Jacobino–, entre «Razón Sustancial» y Revolución (o transformación social y democrática).
Si la Razón (‘Sustancial’, no sólo ‘Instrumental’) no acompaña a las justas luchas sociales, sus efectos políticos serán sólo seguras, derrotas populares.
«Ser Cultos para ser Libres», sentenció el prócer cubano José Martí.
Y recuerde al filósofo existencialista (no marxista) francés, Albert Camus:
«El Anticomunismo es el comienzo del Fascismo».
Gracias.