Articulación de Movimientos Sociales rinde homenaje a periodistas nicargüenses en su día
Compartido con SURCOS por Juan Carlos Cruz Barrientos.
Escrito el . Publicado en Cultura, Derechos.
Compartido con SURCOS por Juan Carlos Cruz Barrientos.
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SURCOS recibió el siguiente comunicado de prensa:
Bogotá, 23 de febrero de 2023. La República de Colombia, liderada por su Jefe de Estado Presidente Gustavo Petro Urrego, ha registrado con repulsión las medidas tomadas de manera arbitraria por el jefe de gobierno de la hermana y sufrida República de Nicaragua contra ciudadanos de su país cuyo único delito ha sido defender la democracia, el derecho a la crítica y los derechos humanos universales.
Colombia, que en las últimas décadas ha luchado sin desmayo por alcanzar la paz, mucho más ahora que se propone ser potencia mundial de la vida, rechaza los dictatoriales procederes de quien hace traer a la memoria los peores momentos de la dictadura de Anastasio Somoza que el sandinismo logró superar.
Tras haber exiliado de manera sorpresiva e inhumana a conciudadanos suyos, algunos reconocidos por sus luchas por la comunidad internacional, todo ello haciendo uso de vulgares medidas de policía, queda en la sagrada tierra nica quien logró señalar que afuera nunca. Así las cosas, el señor Obispo de Matagalpa y Estelí, monseñor Rolando Álvarez, rehusó salir del país. Lección para el mundo y para el actual jefe de gobierno de Nicaragua. De contera, la patriótica decisión del señor Obispo, fue respondida con una condena de veintiséis años de prisión.
Colombia llama al mundo entero a que reaccione. Por lo pronto pedimos a la Presidenta de Comité Internacional de la Cruz Roja, Mirjana Spoljaric, que solicite autorización para visitar a los que siguen detenidos. Víctimas son. El Derecho Internacional Humanitario los cobija. Acreedores se han hecho del derecho internacional general.
El autoritarismo que se ha impuesto en la hermana república ha infringido normas ius cogens. Aquellas de las cuales se ha definido que son imperantes, inderogables, absolutas, perentorias, inmutables en esencia. Precisamente aquellas de cuyas violaciones debe conocer la Corte Penal Internacional. Al señor Fiscal de la Corte se le pide tomar cartas en tan alarmante asunto.
De otra parte, la Cancillería de Colombia busca entrar en contacto con quienes, habiendo sido abusados por el poder intolerante de Nicaragua, quisieran acceder a la nacionalidad colombiana. Mucho nos honrarían.
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Los abajo firmantes expresamos nuestra preocupación por las recientes acciones del gobierno de Nicaragua y nos solidarizamos con los ciudadanos nicaragüenses a los que se les ha despojado de su nacionalidad.
El 9 de febrero de 2023 el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, después de modificar la Constitución de Nicaragua, despojó de su nacionalidad a 222 presos políticos, incluyendo jóvenes universitarios, militantes políticos, líderes campesinos, sacerdotes y periodistas. El 15 de febrero se despojó a otros 92 nicaragüenses de su nacionalidad, entre los cuales se encuentran el escritor y premio Cervantes de literatura Sergio Ramírez y la reconocida poeta Gioconda Belli. Estos hechos violan el derecho humano fundamental a tener una nacionalidad y la prohibición a que se prive arbitrariamente de ella a cualquier ser humano, consignada en el artículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el artículo 20 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
En los últimos años al menos dieciocho universidades han sido canceladas arbitrariamente como una forma de control ante la rebelión estudiantil de 2018 que dejó 328 muertos, cerca de 2 mil heridos y cientos de detenidos. El gobierno de Daniel Ortega ha cancelado también el estatus legal de más de 3 mil organizaciones no gubernamentales, incluyendo aquellas que defienden los derechos humanos y de las mujeres. Veintiséis medios de comunicación han sido cerrados y más de doscientos periodistas han debido exiliarse. Por si fuera poco, desde 2018 se prohíbe la entrada a organismos internacionales de derechos humanos, incluyendo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Exhortamos a la comunidad internacional a que se pronuncie y asuma un papel activo en todas las acciones que puedan llevar al cese de los abusos y las violaciones a los derechos humanos cometidos por el régimen Ortega-Murillo. Exhortamos también al gobierno nicaragüense a que detenga la represión contra su pueblo.
Para sumar su firma envíe su nombre al correo ocr@urukeditores.com o al WhatsApp 8393-0561.
Escrito el . Publicado en Derechos.
José Luis Pacheco Murillo
Lo sucedido en Managua, Nicaragua con la decisión del gobierno de Ortega Murillo de expulsar 222 prisioneros políticos y despojarlos de su nacionalidad nicaragüense, es lamentable, triste y especialmente inaceptable por parte de la comunidad internacional.
El hecho de haberlos detenido y cercenarles sus derechos civiles ya era motivo suficiente para repudiar no solo la decisión sino al régimen mismo.
Esas personas tenían sueños e ilusiones para su país, diferentes a las del régimen opresor. Querían poner su granito de arena para la construcción de una Nicaragua libre y soberana y hacer de sus ciudadanos, hombres y mujeres libres, con un futuro esperanzador. El régimen los despojó de sus sueños y esperanzas. Les reprimió y les robó la libertad.
Hoy, como si la nacionalidad fuera un tema de papeles, los hace apátridas y los abandona en el mundo. Eso se devolverá como una mole de nacionalismo y sacudirá los cimientos de la patria.
Lo que ha sido y sigue siendo inexplicable es el silencio cómplice de los países que deberían alzar la voz y actuar consecuentemente con los principios que dicen profesar de democracia y libertad. Es tiempo de acción y no de volver caras y cerrar ojos. Es tiempo de tomar decisiones sobre esas relaciones “diplomáticas” que avergüenzan porque permiten estas violaciones y estas acciones en contra de ciudadanos que lo único que querían era lo mejor para su país.
Mi solidaridad para con esos ciudadanos del mundo que han sido liberados y con aquellos que aún siguen presos a expensas de un régimen opresor y tiránico.
Mi solidaridad con el pueblo nicaragüense que repudia estas acciones y que desea el fin de esta pesadilla Ortega Murillo.
Dios quiera que pronto acabe y que Nicaragua vuelva por la senda de la democracia, de la Paz y la libertad.
Escrito el . Publicado en Derechos, Madre Tierra.
El próximo jueves 02 de febrero a las 9:00 a.m. se realizará una audiencia en el local de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en San José, relativo al tema de los territorios indígenas y el canal interoceánico, esto por una denuncia interpuesta por organizaciones nicaragüenses contra el gobierno de Nicaragua.
Entre las motivaciones para oponerse a este proyecto se encuentra que atenta contra la soberanía nacional, que contaminaría el lago Cocibolca, que es una reserva nacional de agua potable, y más.
¡Viva Nicaragua libre! ¡No a la expropiación de tierras a pueblos indígenas y campesinos!
Escrito el . Publicado en Derechos.
El pasado 03 de enero de 2023 el programa “La Mesa Redonda”, presentado por Sergio Marín Cornavaca, invitó a participar al historiador Vladimir de la Cruz, en busca de situaciones de similitud entre Costa Rica en alguna situación como la actual en Nicaragua, que requiere de alianzas políticas para lograr una reforma a la Ley Electoral y la observación internacional en los procesos electorales, con el fin de establecer, si es posible, una salida democrática e institucional a la crisis política de Nicaragua.
Puede ver el programa completo en el siguiente enlace: https://fb.watch/hQEmUjWXWz/
Compartido con SURCOS por Vladimir de la Cruz.
Escrito el . Publicado en Análisis, Derechos.
“La libertad solo para los simpatizantes del gobierno, solo para los miembros de un partido —por muy numerosos que sean— no es libertad. La libertad es siempre la libertad de quienes piensan diferente. No se trata de un fanatismo de la ‘justicia’, sino que lo que hay de revitalizante, sanador y purificador en la libertad política depende de esta esencia y pierde sus efectos cuando la ‘libertad’ se convierte en privilegio».
Rosa Luxemburgo”.[1]
Juan Carlos Cruz Barrientos, comunicador social.
Entre las variadas reflexiones que hay en el seno de la oposición nicaragüense, se plantea la cuestión de que si Daniel Ortega es igual o peor que Somoza, la respuesta que se dé al respecto, resulta insuficiente para explicar la situación de Nicaragua y menos aún para buscar alternativas superadoras, ya que una respuesta posible es que “Somoza era mejor”, con las implicaciones que eso tendría para la acción política democrática. Y es que reducir lo político a la esfera personal, puede resultar útil básicamente como recurso propagandístico, pero no ayuda a emprender transformaciones raizales. La política, en tanto que dimensión del ejercicio del poder, no se explica a partir de personas, sino como expresión de relaciones entre fuerzas sociales.
Puede resultar de mayor utilidad caracterizar políticamente al régimen y hurgar en la cultura política que lo sustenta. El cuanto a la caracterización nos preguntamos ¿estamos frente a un régimen autoritario o totalitario? Guy Hermet ve en los autoritarismos un amplio espectro de situaciones políticas en las que los “poderes estatales se concentran en manos de individuos o grupos que se preocupan, ante todo, por preservar su destino político de los peligros de un juego competitivo que no controlan totalmente»[1] De manera que la esencia del autoritarismo es la tendencia a monopolizar el poder político, por su parte Kryzhanouski lo diferencia del totalitarismo porque los sistemas totalitarios tienden a controlar toda la vida social, y no solo la actividad política[2].
De acuerdo con esa última diferenciación, es posible afirmar que en Nicaragua hubo una transición del autoritarismo al totalitarismo por parte del régimen, en tanto que no hay esfera de la vida nicaragüense que no esté bajo su control.
Hanna Arendt establecía una precisa distinción entre regímenes autoritarios y totalitarios. Según la pensadora alemana, el autoritarismo restringía la libertad, mientras que el totalitarismo la suprimía. El núcleo del totalitarismo como concepto radicaba en que los dominados quedaban bajo el arbitrio absoluto de quien ejercía el mando. Y ni siquiera se veía al Estado como principal detentor del poder. Arendt consideraba que eran más bien el partido, provisto de una concepción del mundo, y su líder quienes buscaban legitimar su dominación con una gran narrativa ideológica vinculada a la «sociedad sin clases», por un lado, o a la «superioridad de la propia raza y del propio pueblo», por el otro. (Merkel,2017).
En cuanto a la cultura política que sustenta al régimen, es posible identificar por un lado la tradición política autoritaria de la izquierda bolchevique y por otro, el caudillismo latinoamericano. Nuestro punto de vista es que el régimen nicaragüense resume ambas culturas políticas y que sobre esto nos parece relevante profundizar, teniendo presente que el gran desafío que tiene ante sí la oposición de izquierda y progresista en Nicaragua, es procurar una transición del totalitarismo a la democracia plural y participativa.
En ese sentido, tomamos como punto de partida para la presente reflexión el confinamiento por razones de conciencia de la excomandante guerrillera Dora María Téllez, quien junto con otras figuras históricas del sandinismo y liderazgos de las fuerzas opositoras, guardan prisión en las mazmorras de la dictadura.
Frente a lo que hoy sufre Dora María y meses atrás Hugo Torres, otra figura histórica del sandinismo muerto como resultado del maltrato carcelario, un sector de las izquierdas, como el que agrupa el Foro de Sao Pablo, justifican y respaldan a Ortega, mientras otros, se repliegan al campo de la indiferencia o directamente a la derecha, para condenar sin más, el derrotero seguido por ese proceso.
El hecho de que la Sandinista fuera la última revolución triunfante en el mundo y que concitara tanta ilusión en tanta gente, impone un esfuerzo por explicar la experiencia sandinista, desde la perspectiva de otra izquierda que no legitima las formas totalitarias del ejercicio del poder, en contra de quienes, en cuyo nombre se ejerce ese poder.
Lo que estamos viendo en Nicaragua es la toma del poder, por parte de una familia y sus allegados, que se han rodeado de privilegios y arrogado potestades absolutas, dando lugar a un régimen totalitario que interpela a las izquierdas y las incita a volver sobre el debate iniciado en los albores de la revolución rusa sobre democracia y socialismo. Ese es el llamado que vienen haciendo diversos intelectuales progresistas y de izquierda, desde el ascenso de Ortega al poder a partir del 2006.
Raúl Zibechi es una de las voces que se han levantado para increpar a esa izquierda (…) a la que “no le incomoda el régimen porque no quiere mirarse en ese espejo, en ningún espejo que les devuelva su obsesión por el poder. Esa izquierda que cacarea “golpe” cada vez que le propinan un revés político, que acusa a la derecha de sus propias limitaciones, prefiere mirar para otro lado cuando se trata de Nicaragua y de las presas y presos políticos torturados en nombre de una “revolución”, que sólo existe en su imaginación”.
Por supuesto que no se trata de hurgar en el arsenal ideológico de la derecha para analizar lo que ocurre en Nicaragua ni para cuestionar la actitud de las izquierdas, sino de retomar una línea de pensamiento y práctica política democrática desde la izquierda revolucionaria, que tienen en Rosa Luxemburgo uno de sus exponentes más representativos en toda su producción intelectual, pero particularmente con su texto “La revolución rusa”, cuyos cuestionamientos cobran renovada vigencia en la realidad de Nicaragua y su gobierno auto llamado “cristiano y socialista”.
En La Revolución Rusa, Luxemburgo escribió:
“…cuanto más democráticas las instituciones, cuanto más vitales y potentes se presentan las pulsaciones de la vida política de masas, tanto más directa y total resulta su eficacia, a despecho de las insignias anquilosadas del partido, listas electorales perimidas, etc. Es cierto que toda institución democrática tiene sus límites y sus ausencias, (…) pero el remedio inventado por Trotsky y Lenin, la supresión de la democracia en general, es aún peor que el mal que se quiere evitar: sofoca, en efecto, la fuente viva de la que únicamente pueden surgir las correcciones de las insuficiencias congénitas a las instituciones sociales, una vida política activa, libre y enérgica de las más amplias masas.”[3]
Para Luxemburgo sin una ilimitada libertad de prensa, sin una vida libre de asociación y de reunión, es totalmente imposible concebir el dominio de las grandes masas populares.”[4] ¨Para ella sin elecciones generales, libertad de prensa y de reunión ilimitada, lucha libre de opinión y en toda institución pública, la vida se extingue, se torna aparente y lo único activo que queda es la burocracia.”[5]
Entre las múltiples manifestaciones de totalitarismo de la dictadura orteguista, sobresale el inhumano encarcelamiento y aislamiento que sufre la revolucionaria Dora María Téllez, bajo el cargo de “traición a la patria” que recuerda la ignominia de los juicios stalinistas contra la disidencia. Lo mismo cabe afirmar del excomandante guerrillero Hugo Torres, que murió en prisión como resultado del maltrato carcelario y de Víctor Hugo Tinoco, otra figura histórica del sandinismo, que sufre todo tipo de privaciones a pesar de su delicado estado de salud.
Al respecto Raúl Zibechi[6] escribió: “Las izquierdas del mundo tienen una enorme deuda teórica y política porque nunca miraron de frente el estalinismo, como si ese régimen no hubiera salido de las propias entrañas de la revolución rusa. Comprender cómo se llegó a ese régimen feroz y criminal encabezado por Stalin, requiere evidentemente mirarse en el espejo, sacar conclusiones serias que no pueden consistir en echar todas las culpas al enemigo, como suele hacerse siempre desde ese sector.
En diferentes escalas de aplicación, una buena parte de las izquierdas heredan del stalinismo un conjunto de rasgos como el monopolio de un partido único, la condena y persecución del pensamiento crítico bajo cargos de “desviaciones”, “traidores”, “agentes del imperialismo”, etc. y el desconocimiento de los derechos civiles, que han sido naturalizados como parte del programa revolucionario.
Otras derivaciones stalinistas son el culto y la “fe” en los dirigentes que ascienden a la categoría de “indispensables” y la justificación absoluta de cualquier error en nombre de la causa “superior” del socialismo.
De ahí derivan tres comportamientos de las izquierdas: la primera es la idea de que para que cambie el estado de cosas se necesitan figuras mesiánicas; la segunda es la idealización de las revoluciones anteriores sin estudiar ni aprender críticamente de sus errores y la tercera, el desdén de los movimientos sociales con un origen distinto a la corriente dominante en el poder. Este desdén hacia los movimientos sociales, fácilmente se torna en descalificación de todos aquellos actores sociales y sujetos políticos, que como nuestros pueblos indígenas y poblaciones afrodescendientes, no estaban consignados en los manuales soviéticos[7].
Visto por Isabel Rauber, se trata de una izquierda “forjada en tiempos de predominio del dogmatismo estéril y paralizador, sin márgenes para albergar, contener y proyectar distintas miradas o propuestas, esa izquierda partidaria de núcleo comunista mayoritario, equiparó la defensa de la revolución socialista de octubre con el alineamiento incólume irrestricto y absoluto a las definiciones provenientes de Moscú y de sus organizaciones internacionales, sintiéndose convocada a imponerlas en todo lugar como “la única” verdad revolucionaria. Y así lo hicieron no solo con sus organizaciones y posicionamientos políticos, sino también a través de publicaciones, academias, el arte… (…) sino con el conjunto de las izquierdas de siglo XX.[8].
Estamos por lo tanto ante una herencia de que busca, además de mesías, “tierras prometidas” que encarnen lo que los comunistas aprendieron a ver en la Unión Soviética. Eso es lo que algunas izquierdas quieren ver en la Nicaragua de Ortega y Murillo.
Como destacó Pierre Broué, “El estalinismo, al eliminar cualquier posición alternativa, al no permitir la existencia de críticas internas en nombre de una disciplina vertical y autoritaria, hizo del Partido Bolchevique y de las instituciones bolcheviques máquinas burocráticas de muerte. El vocabulario hacia el enemigo interno aparece en casi todos sus discursos. Las organizaciones contrarrevolucionarias se convierten en aparatos donde surge un nuevo catecismo en torno al “marxismo-leninismo”, brota una nueva religión, un dogma. Sus detractores se convierten en los enemigos directos, y más peligrosos. Aparecen frases como “desviación de derecha”, “desviación de izquierda”, “desviación pequeñoburguesa” o “influencia socialdemócrata” (Broué, 1997, p. 600-601)[9].
Pero todo apunta a que las izquierdas han cerrado los ojos esa tradición y la historia se sigue repitiendo desde 1917. Esta suerte de legitimidad ideológica y política del autoritarismo, el verticalismo y la lógica militar de orden y mando, han encontrado tierra fértil en sociedades, como las latinoamericanas, con tradiciones autocráticas y autoritarias, condición que complica el tránsito a sociedades más democráticas.
En pueblos que han vivido por años regidos por el modelo cultural y espiritual “superior – inferior”, “mando – obediencia”, no es sencillo invertir las relaciones de poder en sus prácticas cotidianas. Más bien lo “natural” es aceptar y reproducir esas relaciones en las que suele haber una figura que encarna una suerte de “hombre-dios”.
En nuestra América, esa matriz ha prevalecido, desde la colonia, dando como resultado sociedades altamente desiguales y polarizadas entre las élites y pueblos, con burocracias administrando las desigualdades para que el estado de cosas se mantenga. Es así como el proceso por el cual nuestras sociedades pasaron de sociedades cacicales prehispánicas, al modelo de dominación colonial y luego al dominio neocolonial administrado por las élites criollas, está marcado por el autoritarismo y las relaciones de sumisión.
Si la izquierda quiere prevalecer como posibilidad civilizatoria debe cuestionar y extirpar las simientes totalitarias que han sobrevivido en sus entrañas. Eso pasa por comprender y trascender el stalinismo así como los paradigmas eurocéntricos, antropocéntricos, patriarcales y economicistas que marcaron a la mayoría de las izquierdas durante el siglo XX.
Recordando a Salvador Allende, “La revolución es aprovechar lo mejor que otros hicieron y lo mejor de nuestra historia, de nuestro pueblo, para cimentar el futuro. La revolución no es arrasar y destruir. Es construir y levantar con una nueva mentalidad una patria más amplia y generosa para todos los chilenos”.[10]
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Bibliografía
Broué, Pierre.(1992). El Partido Bolchevique. Primera edición: En francés, en 1962; En castellano, en 1973 por Editorial Ayuso, Madrid. Traducción: Ramón García
Luxemburgo, Rosa (1918). Crítica de la Revolución Rusa. [trad.] José Aricó. Buenos Aires: La Rosa Blindada, 1969. pág. 113. Estudio preliminar de Georgy Lukács.
_1918. Ob. Cit. pág. 118.
_1918. Ob. Cit. pág. 119
Luxemburg, Rosa (1974) “Zur russischen Revolution”, En: Gesammelte Werke, vol. 4, Berlin: Dietz, p. 359.
Merkel, Wolfgang. Por qué perduran los regímenes autoritarios. NUSO Nº 267 / Enero – Febrero 2017.
Rauber, Isabel. (2021). La época histórica de la izquierda entre el sueño revolucionario, la ideología y el pragmatismo político. Derroteros indo-afro-latinoamericanos. En: Una mirada crítica desde la izquierda. Colección Grupos de Trabajo. CLACSO. Buenos Aires. Agosto de 2021
Yauheni Kryzhanouski Del autoritarismo ruso a la guerra en Ucrania. Sin Permiso 11_12_22. Tomado de: ttps://aoc.media/analyse/2022/11/22/de-lautoritarisme-russe-a-la-guerre-en-ukraine/.
Zibechi, Raúl. Las izquierdas ante Dora María Téllez. Periódico La Jornada Viernes 02 de diciembre de 2022. P 15
[1] Guy Hermet, “El autoritarismo”, en Madeleine Grawitz, Jean Leca (dirs), Tratado de ciencia política. Vol. 2: Los regímenes políticos contemporáneos, París, PUF, 1985, p. 271.
[2] Yauheni Kryzhanouski Del autoritarismo ruso a la guerra en Ucrania. Sin Permiso diciembre 11, 2022.
[3] Luxemburgo, Rosa (1918). Crítica de la Revolución Rusa. [trad.] José Aricó. Buenos Aires: La Rosa Blindada, 1969. pág. 113. Estudio preliminar de Georgy Lukács.
[4] Luxemburgo, Rosa (1918). Ob. Cit. pág. 118.
[5] Luxemburgo, Rosa (1918). Ob. Cit. pág. 119
[6] Zibechi, Raúl. Las izquierdas ante Dora María Téllez. Periódico La Jornada Viernes 02 de diciembre de 2022. P 15
[7] Para ahondar en la visón soviética del mundo, ver el texto de Afanasiev “Fundamentos del comunismo científico” (1977), publicado por Editorial Progreso de Moscú, que resume y proyecta claramente las posiciones del PCUS y de la izquierda comunista o revolucionaria del siglo XX”.
[8] Rauber, Isabel. (2021). La época histórica de la izquierda entre el sueño revolucionario, la ideología y el pragmatismo político. Derroteros indo-afro-latinoamericanos. En: Una mirada crítica desde la izquierda. Colección Grupos de Trabajo. CLACSO. Buenos Aires. Agosto de 2021
[9] Broué, Pierre. (1992). El Partido Bolchevique. Primera edición: En francés, en 1962; En castellano, en 1973 por Editorial Ayuso, Madrid. Traducción: Ramón García Fernández. Esta edición: Marxists Internet Archive, marzo 2012. Digitalización: Martin Fahlgren, 2012.
[10] Salvador Allende. Visita presidencial al Congreso Nacional de Colombia, Bogotá. 30 de agosto de 1971
Escrito el . Publicado en Análisis, Aportes para el desarrollo.
Desde que en representación de Costa Rica, el heroico general José María Cañas uniera su firma a la del señor Máximo Jerez, representante de los intereses nicaragüenses, en el tratado de límites de 1858 conocido por sus nombres, la bahía Salinas, bordeada por costas de ambos países, es una bahía donde la soberanía es compartida por ambos países. En sencillo, es una bahía tico-nica.
Así, es incorrecto decir que una u otra nación «tiene derechos de navegación” en sus aguas, pues con ello se podría interpretar incorrectamente, que uno de los dos Estados tiene más derechos soberanos que el otro, cuando no es así. Ahora bien, como el límite descrito en el Tratado Cañas-Jerez de 1858, termina en el centro de bahía Salinas, el árbitro general Alexander cumplió satisfactoriamente la tarea de ubicar el punto geográfico que marca ese punto central, tal y como quedara documentado en su Laudo N°5 y fuere consignado en los respectivos libros de actas. Como parte de esa trascendental tarea, el experto designado por el presidente Grover Cleveland, describió la línea recta que separa «la boca» de la bahía con el mar abierto del océano Pacífico fuera de la bahía. Línea recta a partir de la cual determinó, mediante un genial mecanismo, el centro de la misma.
Decisión técnica importante fue ubicar en sendos accidentes geográficos en ambos litorales, los puntos entre los que corre esa importante línea, desde PUNTA ARRANCA BARBA en Nicaragua, a «la parte más Occidental de la tierra inmediata a PUNTA ZACATE» en Costa Rica. Para los costarricenses, y muy especialmente para los vecinos y autoridades de la zona, es menester tener muy claro que desde punta Zacate hacia la izquierda, las aguas que bañan la costa son exclusivas del mar territorial costarricense, donde ejercemos plenos derechos de soberanía, pues, reiteramos, están fuera de la compartida bahía Salinas.
Como ello es conocido con ese nivel de detalle desde hace 122 años, fecha de publicación del laudo Alexander N°5, autoridades nicas y ticas no pueden alegar desconocimiento de algo tan fundamental. Situación similar se presenta a partir de la extremidad de punta Arranca Barba, desde donde se marca el extremo norte de las aguas comunes de bahía Salinas. Más allá del cual, las aguas son exclusivamente nicaragüenses.
Esperamos con esta breve nota prevenir cualquier acción indebida generada por la desinformación que inexplicablemente todavía exhiben, ciudadanos de ambos países vecinos, para que se reafirme el respeto tanto del Tratado Cañas Jerez, como del Laudo Cleveland y los laudos arbitrales del general Edward Porter Alexander.
Escrito el . Publicado en Derechos.
Nicaragua. Luego de más de 14 meses de total incomunicación entre Tamara Dávila y su hija, el día sábado 20 de agosto de 2022, finalmente fue permitida una visita en El Chipote. La misma fue otorgada cinco días después de que Tamara iniciara una huelga de hambre para exigir el cumplimiento del derecho de las visitas, y dos días después de que hicimos pública esta decisión.
Esta primera visita se logró después de solicitudes verbales constantes ante las autoridades de la Dirección de Auxilio Judicial, la interposición de siete recursos judiciales, gestiones adicionales en todas las instancias y numerosas campañas impulsadas por personas y grupos solidarios.No hay ninguna justificación legal para que se le negara a una niña de 6 años ese derecho durante más de 14 meses, ya que las visitas y la comunicación son derechos contenidos en las leyes nacionales y convenciones internacionales, como los mencionados en la conferencia de prensa del 18 de agosto.
Tamara envía el siguiente mensaje, “Estoy feliz de ver finalmente a mi hija, esto debió haber sucedido desde el primer día como es nuestro derecho. Una sola visita no es suficiente. Exijo que se permitan de inmediato visitas y llamadas regulares de todos los hijos e hijas menores con discapacidad a sus madres y padres presos políticos, incluyendo a quienes se encuentran fuera del país”
Durante la visita encontramos a Tamara fuerte, digna y feliz por el encuentro con su hija. Sin embargo, nos preocupa que a pesar de que en la visita anterior había reportado un aumento en las cantidades de la cominida, estas condiciones cambiaron inmediatamente al finalizar las visitas, por lo que ha tenido una pérdida de peso notable, que incrementó debido a la huelga de hambre que comenzó el 15 de agosto.
Continuamos demandando:
Agradecemos todas las muestras de solidaridad y el cariño durante este doloroso proceso. Este logro no hubiese sido posible sin el apoyo y los esfuerzos conjuntos de todas y todos.
¡Libertad inmediata, incondicional y con garantías políticas para todas las personas presas políticas!
#LibertadaYa #ExigimosVisitas #QueLesPermitanComunicarse # NoMasAislamiento
Escrito el . Publicado en Derechos.
La tarde del 2 de agosto de 2022 se apersonaron a las instalaciones de Radio Vos Matagalpa, una delegación de TELCOR y la Policía Nacional donde realizaron una revisión de los equipos de transmisión.
Después de la supervisión, se notificó la cancelación de la licencia a Radio Vos para transmitir en frecuencia modulada.
Esta radio de corte feminista poseía el compromiso de defender los derechos de la ciudadanía y a su vez daba espacio a voces de sectores menos escuchados. Lastimosamente, después de 18 años al aire se procede con su cierre bajo petulancias del TELCOR, acusando a Radio Vos de no cumplir con el artículo 41 de la Ley General de Telecomunicaciones.
¡Respeto a los derechos humanos de todas las personas!
Imagen ilustrativa tomada de: https://microfono.info/