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Etiqueta: niñez

Trabajo forzoso se ha incrementado en los últimos 5 años, según la OIT

Millones de personas se encuentran atrapadas en trabajos forzosos, incluso en sistemas de esclavitud moderna. (Foto: Cortesía)

Por María Núñez Chacón

Los trabajadores migrantes tienen más de tres veces de probabilidad de realizar trabajos forzados, lo que les pone en una situación de gran vulnerabilidad.

La pandemia creó grandes perturbaciones en los mercados del trabajo; la baja en los ingresos de las personas provocó un mayor endeudamiento; se dio un marcado aumento de la servidumbre por deudas; y, finalmente, el deterioro en las condiciones laborales de muchos trabajadores propició, en los casos más extremos, el trabajo forzoso.

De hecho, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló recientemente en su informe “Estimaciones mundiales sobre la esclavitud moderna, trabajo forzoso y matrimonio forzoso” que unos 50 millones de personas viven en situación de esclavitud moderna (al 2021), de estas, 28 millones realizan trabajos forzados y 22 millones están atrapadas en matrimonios forzados.

Y es que el número de personas en situación de esclavitud moderna ha aumentado considerablemente en los últimos cinco años, pues para el año 2021 había 10 millones más de personas en situación de esclavitud moderna en comparación con las estimaciones mundiales de 2016.

De acuerdo con Noortje Denkers, especialista de Migración Laboral y Movilidad Humana de la OIT para América Central, Haití, Panamá y República Dominicana, la agencia de Naciones Unidas nota con mucha preocupación que el número de personas que está atrapada en la esclavitud moderna va en aumento, asimismo, alerta que siguen siendo las mujeres, niños y niñas quienes están más vulnerables ante esta situación.

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“Cuando lo vemos desde la óptica migratoria, el trabajo forzoso es mucho más frecuente, las personas migrantes tienen tres veces mayor riesgo de trabajo forzoso, las cifras muestran que, de cada 1.000 migrantes, 13,8 están en trabajo forzoso y para el caso de personas no migrantes, de cada 1.000, 4,1 están en esta situación”, explicó Denkers en entrevista con UNIVERSIDAD.

¿Esta realidad mundial, con qué incidencia se presenta en los países centroamericanos?

—Las crisis que estamos viviendo han generado coyunturas que facilitan la profundización del trabajo forzoso y Centroamérica no está exenta de ellas. Una crisis global, como la que ocasionó el COVID-19 y el cambio climático han tenido un fuerte impacto en temas de empleo y educación, aumento de la pobreza extrema, migración forzosa, inseguridad e incremento en las denuncias de violencia de género.

La combinación de estos factores incrementa el riesgo de la esclavitud moderna o el trabajo forzoso, y quienes están en condiciones de vulnerabilidad se ven más afectadas, por ejemplo, quienes están en pobreza, trabajadores de la economía informal, niños y niñas.

¿Qué implica el trabajo forzoso o la esclavitud moderna?

—Cuando pensamos en el trabajo forzoso pensamos en personas encadenadas, encerradas de un edificio, pero debemos entender que la realidad es distinta, hay a quienes les decomisan su pasaporte en el trabajo, lo que les impide la movilización o salir del país en el que trabajan. Eso es un indicador muy común del trabajo forzoso.

También, hay a quienes les retienen sistemáticamente el salario, o les dicen que tienen una deuda por haberles dado el trabajo y la personas sigue trabajando sin recibir su sueldo. También, aquellos que sufren algún tipo de coacción, confinamiento, violencia física o sexual y la privación de necesidades básicas.

Todas estas cosas suceden a nuestro alrededor, no hay que ir muy lejos.

¿En qué sectores es más frecuente encontrar condiciones de trabajo forzoso o esclavitud moderna?

—La mayoría está en servicios, en la industria manufacturera, en la construcción, agricultura y en el trabajo doméstico, esos son los cinco sectores que concentran más a las personas que están en trabajo forzoso. Y la mayoría de los casos de trabajo forzoso, 86%, se dan en el sector privado.

¿Cuáles son las acciones que deberían tomar los países para luchar contra la esclavitud moderna?

—La OIT recomienda en su informe que, para prevenir el trabajo forzoso, es esencial respetar las libertades y derechos de las personas trabajadoras, lo que incluye la libertad sindical y a la negociación colectiva, que les permiten ejercer una voz colectiva y defender sus intereses, así como negociar un trabajo seguro y decente.

Otra medida es ampliar la protección social para que las personas no se encuentren en situación de vulnerabilidad y que tengan acceso a seguridad básica de ingresos y puedan rechazar cuando les ofrezcan un trabajo abusivo, o abandonar aquellos empleos que tengan esa tendencia. Es necesario promover la contratación equitativa, incluyendo el reclutamiento de migrantes, que les prevenga de prácticas abusivas y fraudulentas.

Es fundamental que los servicios públicos sean capacitados y fortalecidos para detectar las infracciones laborales e indicadores de trabajo forzoso y que desarrollen procesos de reparación para las personas donde la prevención falló.

 

Trabajo periodístico de María Núñez Chacón del Semanario Universidad, compartido con SURCOS por Maikol Hernández.

El fuego de la Patria nos invita a ser luz

Corina Rodríguez López. Imagen: INAMU

Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas

Al tenor de la celebración del CC1 aniversario de la Independencia de Costa Rica, las autoridades nacionales nos han propuesto conmemorar, con nuestra mente puesta en la frase: El fuego de la Patria nos invita a ser luz.

¡Y qué mejor oportunidad reviste la ocasión para rememorar a una gran educadora ramonense, de esas que destacan para bien en la historia costarricense; que penosamente el olvido y la indiferencia de varias generaciones de intelectuales, académicos, educadores y políticos han mantenido en el ostracismo patrio! Ostracismo patrio donde con gran ingratitud, para conveniencia de algunos pocos, hemos enviado a algunos costarricenses a una especie de limbo o purgatorio. Me refiero a la gran e ilustre educadora ramonense Corina Rodríguez López, cuyo momento de reivindicación histórica ha llegado. Tan insigne y señera ha sido su figura, que merece estar al lado de Carmen Lyra, Emma Gamboa y otras egregias figuras patrias de la educación y de las letras. Al lado de Carmen Lyra por su sensibilidad social, capacidad de lucha, de denuncia, de propuesta y ser flamante llama de luz eterna, que ilumina, guía y orienta; que no consume nunca su propia energía. Y al lado de Emma Gamboa por su ternura, amor a la educación, amor a los niños, a las letras y a la naturaleza.

Corina Rodríguez participó en el desfile del 15 de setiembre de 1922 –hace 100 años- ante el Monumento Nacional, en el Parque Nacional, y de ello nos deja constancia de lo que vivió y sintió en aquel entonces. En una Costa Rica rural, agrícola, de pocos núcleos urbanos, donde campeaba muchas veces la injusticia social, a pesar del sudoroso esfuerzo de miles de costarricense que con su trabajo tenaz desde siempre, tratan de sacar avante a su familia y obtener el pan con dignidad. Para ella –Corina- “decir niño es sinónimo de ternura, esperanza y amor”. Pues su alma se compungía al mirar infantes desnutridos, en muchos lugares del país; sí, maltratados y olvidados por sus progenitores, como si estas pobres e indefensas criaturas fueran las culpables de penas y angustias de hombres y mujeres insensatos. Para estos últimos, los niños son un obstáculo, un tropiezo, un estorbo.

Desde esas décadas, años veinte y treinta; en nuestra patria, empiezan a incubarse las grandes trasformaciones que nos harían un país diferente; la preocupación por la niñez, sobre todo la niñez desvalida y desamparada, fue una constante en esta valerosa mujer, que a pesar de sufrir persecuciones, humillaciones  e incomprensión, siempre se mantuvo altiva luchando por la creación de lugares para niños abandonados, que tuvieran atención médica oportuna, y de esa manera robárselos a la muerte, producto de parásitos y enfermedades contagiosas; y fue además beligerante luchadora contra el alcoholismo que desde ese entonces como hoy en día, carcome a la sociedad costarricense. Sabía que esos niños requerían ternura, techo, un pedazo de pan, abrigo y escuela para ser felices. Ya hace 100 años nos hablaba de la insana presencia de niños en tabernas y arrastrados injustamente a la cárcel; muchos de ellos harapientos vendedores de periódicos, limpiabotas y otros menesteres en nuestras pocas ciudades y ambos puertos existentes.    

Desde que poseo memoria siempre he escuchado en diversos discursos de autoridades y políticos, que “los niños son el futuro de la patria”. ¿Pero qué es lo que verdaderamente debemos entender como patria y niñez y no caer en vanos eufemismos? Doña Corina nos lo muestra con gran claridad desde hace 100 años.

Hoy por hoy, hay en el país 960 mil niños (0-12); son poco más del 18% de la población. De esa cantidad el 41% son pobres. Miles de niños y de niñas que nacen en uno de los 10 países más desiguales del mundo. ¡Esto a todos debería de preocuparnos!

Ante el dolor y sufrimiento de miles de niños costarricenses, no hay adulto alguno que escape a su responsabilidad de no contribuir a hacer del país un lugar más seguro, bonito multicolor y alegre para ellos. Así como necesitan alimentos, también requieren de cuentos y aventuras. Por eso, coincidimos con Corina que no es suficiente acordarnos de ellos sólo el 15 de setiembre.

Todos, absolutamente todos, estamos llamados a servir a los niños, como lo hizo ella. Luchó por la niñez y su patriótico aporte, al lado de otros grandes costarricenses, contribuyó de manera significativa a la creación del PANI, el 15 de agosto de 1930.

Cierro mi participación, con el pensamiento y palabras de Corina proclamadas hace 100 años: “la independencia será un mito mientras haya hombres esclavos de los vicios. La independencia no existirá jamás, mientras haya ebrios, enfermos y mendigos… mientras haya juventudes sin ideales y sin aspiraciones”.

Hoy es un momento oportuno para encender la llama del patriotismo en nuestros corazones y empujar fuerte hacia las transformaciones que necesita el país, para que este sea más justo, más solidario y la niñez ocupe un lugar especial. Así las marchas, desfiles y entonación de himnos patrios cobran un mayor sentido y honraremos mejor de esa manera, a tan grandes costarricenses y particularmente ramonenses como Corina Rodríguez López, que ya no resultará más una extraña, para las generaciones de ramonenses por venir.

14-IX-22

 

Imagen tomada de INAMU.

Invitación al programa “Memoria, Verdad y Justicia: Niñez Desaparecida en El Salvador”

Hoy miércoles 6 de julio, se extiende una invitación a escuchar el programa Voces y Política, donde el tema principal es “Memoria, Verdad y Justicia: Niñez Desaparecida en El Salvador”, a partir de las 5:00pm.

Se entrevistará a integrantes de Pro-Búsqueda (Organización Defensora de Derechos Humanos de El Salvador), conjuntamente con sobrevivientes, víctimas y familiares de personas menores de edad desaparecidas durante el conflicto armado.

Puede escuchar el programa por 96.7 FM en Radio Universidad o sintonizar a través del Facebook de Radio Universidad de Costa Rica y el programa Kioscos Socioambientales.

Exigimos al MEP respeto a nuestra niñez

SURCOS comparte la siguiente información

El Ministerio de Educación Pública (MEP) atropella los derechos de las niñas y de los niños al someterles a cuestionarios de FARO de más de cuatro horas de duración.

En un contexto donde días atrás más de 70.000 estudiantes de quinto grado de primaria y 7.000 de colegios privados académicos, humanísticos o científicos se sometieron por primera vez a las pruebas FARO en Matemáticas, Español y Ciencias, el día de hoy 12 de noviembre, las y los estudiantes de quinto grado realizaron los cuestionarios de “Factores Asociados”. Su extensión y alto grado de complejidad provocó extremo agotamiento, tensión y crisis emocional en la población infantil, saliendo estudiantes a vomitar ante dicho estado de agotamiento y estrés. El estudiantado se vio obligado a responder cuatro cuestionarios con cubrebocas, incluso en aulas que no tienen buenas condiciones bio-sanitarias. Además, no estaba preparado para eso.

Reconocemos y avalamos el proceder de directoras, directores y docentes conscientes y sensibles a la niñez quienes sintieron la necesidad ética de tomar decisiones protegiendo la integridad física y emocional del estudiantado ante un proceso claramente inhumano. De igual manera, madres y padres de familia se sumaron a la actitud respetuosa y humana de muchos centros educativos agradeciendo su identificación con el alumnado ante la crisis y agotamiento extremo que ocasionó esta directriz impuesta desde las autoridades educativas.

Dichos cuestionarios paradójicamente intentan identificar factores sociales y educativos que podrían afectar el desempeño y resultados estudiantiles en las pruebas FARO.

Es inconcebible que se diseñen desde el propio MEP herramientas que contiene hasta preguntas con 30 respuestas; las cuales las personas docentes tenían que ir leyendo una a una, donde niñas y niños de entre 10 y 11 años de edad se les somete a tener que dar 600 respuestas.

El malestar y la angustia de las familias aumentaba al ver que sus niñas y niños no salían del centro educativo a la hora programada (12 mediodía). Una directora manifiesta al Semanario Universidad que esta situación es de “injusticia”, pues en el centro educativo que administra las y los menores de edad salieron cerca de la 1 p.m., negándoles el MEP el derecho a descanso o recesos. El estudiantado alude a su dolor de manos de estar respondiendo los cuestionarios tan extensos.

Instamos a articularnos diferentes sectores interdisciplinarios y comunidades educativas para indagar sobre las raíces y motivaciones estructurales de donde se derivan las pruebas FARO; máxime cuando la propia viceministra de educación plantea que “A nivel internacional, este tipo de factores se analizan precisamente para explicar cómo es que los estudiantes alcanzan ciertas calificaciones”, siendo indiferente a los efectos nefastos causados en el estudiantado, personal docente y administrativo de los centros educativos a su cargo. Así mismo, reitera que los cuestionarios se seguirán aplicando.

Afirmamos que independiente de que los cuestionarios tengan o no un carácter evaluativo, causaron en la comunidad estudiantil un conjunto de efectos que reflejan una clara violación a los Derechos Humanos de las y los niños por parte de las autoridades del MEP.

Ministerio de Educación Pública de Costa Rica:

NO MÁS ATROPELLOS A LA DIGNIDAD E INTEGRIDAD

DE LAS NIÑAS Y DE LOS NIÑOS ESTUDIANTES

Comunidades educativas

Costa Rica

 

Información compartida a SURCOS por María Trejos Montero.

¿Nos conmueven estas cifras?

Óscar Madrigal

Según el último Informe del Estado de la Educación:

En materno y guardaría en 2019 los alumnos en pobreza eran el 36.2% y en 2020 aumentaron a 41%.

En preescolar en 2019 eran 36.6% y en 2020 41,9%.

En primaria en 2019 fueron 37.3% y en 2020 43,6%.

En secundaria en 2019 eran 30,9% y en 2020 40%.

¿Qué país tenemos? Si antes de la pandemia mucho más de un tercio de los estudiantes o alumnos de todos los niveles vivían en pobreza y con la pandemia resulta que más del 40% de todos los niños, niñas y adolescentes del país viven en pobreza, resulta que tenemos un país que condena al segmento más importante de la población a vivir en la pobreza.

¿Qué país estamos construyendo? Con estas cifras no resulta difícil concluir que para ese enorme grupo social sus posibilidades de un futuro mejor están muy reducidas. Estamos perpetuando el círculo de la pobreza.

Y lo dramático es que no son cifras; son niñas, niños, adolescentes, con rostro humano, personas, que viven pobremente, muchos en la miseria. Un grupo, no mayoritario, viven de los “diarios” que reciben en los centros educativos, entre los alimentos 600 gramos de carne, que deben alcanzar para todo el mes y, en muchos casos, para toda la familia.

El año pasado 27.254 estudiantes pidieron paquetes de alimentos, pero el MEP se los negó por falta de recursos.

Mientras tanto, hoy mismo la prensa informa que Costa Rica alcanzó un superávit primario de más de ¢100 mil millones para gran conformidad con el FMI.

Es la Costa Rica del Bicentenario para desgracia de muchos.

Observatorio vigilará acceso a derechos humanos de niños, niñas y adolescentes

Conocer la condición de vida, el desarrollo integral y el acceso a los derechos humanos de la niñez, la adolescencia y la juventud en el país es el objetivo del Observatorio Interuniversitario de Derechos de Niñez y Adolescencia (OBINA), proyecto en el que participan la Universidad de Costa Rica (UCR), la Universidad Nacional (UNA) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED).

A través del trabajo articulado de las instituciones participantes, el OBINA—adscrito al Instituto de Investigación en Educación (INIE-UCR)—permitirá establecer y mantener un sistema de datos actualizados, con análisis de indicadores y metodologías que respondan a la realidad nacional, con el fin de ser una guía para el desarrollo de la política pública en niñez, adolescencia y juventudes.

Asimismo, el Observatorio contribuirá a orientar el desarrollo social integral de esta población, desde su reconocimiento como sujetos de derecho.

Aporte del INEINA

Por la Universidad Nacional, participa en el proyecto el Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia (INEINA-UNA), mediante el aporte de las personas académicas Ana Arguedas Ramírez, Rolando Barrantes y Miroslava Bonilla en comisiones de trabajo.

Ana Arguedas participa en la Comisión de Indicadores e Investigaciones, la cual tiene como meta el levantamiento y actualización de información estadística e investigaciones sobre derechos de la niñez y la adolescencia.

Rolando Barrantes da su aporte en la Comisión de seguimiento de políticas públicas de niñas, niños y adolescentes, cuyo objetivo es definir e implementar las estrategias de posicionamiento e incidencia en la agenda nacional sobre niñez y adolescencia, a partir de la información que genere el Observatorio.

Miroslava Bonilla trabaja en la Comisión de Núcleo de políticas públicas de niñas, niños y adolescentes y enlaces entre proyectos de niñas, niños y adolescentes de las Universidades, la cual tiene como propósito la implementación de un núcleo de política pública de niñez y adolescencia y desarrollar enlaces estratégicos entre los proyectos de investigación y acción social de la UNA, la UNED y la UCR, relacionados con el tema de derechos de la niñez y adolescencia, en función de la relación entre la universidad pública y la sociedad.

Por parte de la UCR las entidades participantes en el proyecto son el Estado de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia (EDNA), el Coloquio Internacional sobre Humanidades, Derechos Humanos y Diversidad Sexual (EEG), el Programa Interdisciplinario de Estudios de la Niñez y la Adolescencia (PRIDENA), y la Red Interinstitucional para la Niñez y la Adolescencia en Costa Rica (RINA). La UNED participa en el Observatorio por medio de la Cátedra de Psicopedagogía, en representación de la Escuela de Ciencias Sociales y Humanidades.

Para la académica del Ineina Miroslava Bonilla, el OBINA es un proyecto interuniversitario de alto impacto para la sociedad en el tema de los derechos de las personas menores de edad. Con su implementación –afirma- se logrará potenciar un nivel de conocimiento, crítica y recomendaciones de solución sobre la situación de la niñez y la adolescencia en Costa Rica, que favorezca un adelanto cualitativo sobre la planificación de la política pública y de las prioridades de investigación, como aporte de las universidades a una población que—por su condición etaria—requiere inevitablemente de un compromiso conjunto.

En el marco del lanzamiento del OBINA, el próximo miércoles 19 de mayo a partir de las 4 p.m. se realizará el foro «Retos para la garantía de los derechos de la niñez y la adolescencia en el contexto de pandemia por la COVID-19», con la participación de las personas especialistas Kathya Rodríguez Araica, directora de Niñez y Adolescencia de la Defensoría de los Habitantes; Rocío de la O Díaz, fiscala adjunta de atención de hechos de violencia en perjuicio de niños, niñas y adolescentes; Gabriela Valverde Murillo, directora de Vida Estudiantil del Ministerio de Educación Pública (MEP), y David Granados Fallas, de Generación del Bicentenario. El evento se transmitirá por Facebook Live en la página del Instituto de Investigación en Educación (INIE-UCR) https://www.facebook.com/inie.ucr/

Las personas interesadas pueden obtener mayor información sobre el OBINA en https://www.facebook.com/Observatorio-Interuniversitario-de-Derechos-de-Ni%C3%B1ez-y-Adolescencia-554028052161451

***Mayores detalles con periodista Oficina de Comunicación 8334-4150.

Programa Alternativas: “Niñez costarricense: realidad y perspectivas”

Hoy 04 de diciembre a las 6:00 pm el Programa radial Alternativas discutirá acerca de “Niñez costarricense: realidad y perspectivas” con los siguientes invitados:

– Magaly Gutiérrez, licenciada en Educación Preescolar.

– Gabriel Rodríguez, licenciado en Trabajo Social.

– Gustavo Jiménez, sociólogo, docente e investigador de la Universidad de Costa Rica.

– L. Eduardo Alfano, médico cirujano, especialista en pediatría. 

– Cynthia Ramírez, licenciada en Trabajo Social. 

Puede sintonizar el programa en Radio 16, 1590am o por medio del Facebook de Radio 16

UNA por la niñez

En conmemoración del Día del Niño y la Niña, la Universidad Nacional (UNA) ha preparado las siguientes actividades académicas:

Lunes 7 de setiembre 3 p.m.
Conferencia: Literatura para la niñez durante los primeros tres años de vida.
Expositor: Carlos rubio, escritor de literatura infantil y académico de la UNA.
Dirigido a: Madres, padres y personas cuidadoras de niños y niñas.
Organiza: División de Educación Básica del Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE-UNA).
Unirse a la reunión Zoom:
https://us02web.zoom.us/j/81788865908?pwd=ZFlaUVhGUUx6d2JRMUViQlM4TjVXQT09
ID de reunión: 817 8886 5908

Código de acceso: 172835
*Espacio limitado (100) personas. La conferencia se compartirá posteriormente en YouTube.

Miércoles 9 de setiembre 2 p.m.
Seminario virtual: Hacia UNA Política de Niñez y Adolescencia: fortaleciendo el compromiso social universitario transversal e integrador.
Acerca del evento: UNA avanza hacia oficializar su compromiso transversal con las personas menores de edad con su propia Política de Niñez y Adolescencia, conscientes de que la atención oportuna y apropiada de niñas, niños y adolescentes es fundamental en el desarrollo nacional y que esta tarea no se puede dejar al azar.
Expositores (as):
Francisco González, rector de la UNA.

Marianela Rojas, rectora adjunta UNA.
Pablo Chaverri, académico Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia (INEINA).
Idalia Alpízar, académica Centro de Estudios Generales UNA.
Moderadora: Katia Isabel Castro, académica Escuela Ecuménicas de Ciencias de la Religión, UNA.
Unirse a la reunión Zoom:

https://una-cr.zoom.us/j/94480293967
ID de reunión: 944 8029 3967

Facebook Live: Vicerrectoría de Extensión

***Mayores detalles con periodista Oficina de Comunicación 8334-4150.

 

*Imagen ilustrativa.

Enviado por UNA Comunicación.

Experiencias adversas en la infancia en tiempos de pandemia

Isabel López Ulloa*

Para nadie es un secreto que el contexto actual que estamos afrontando, cambió casi por completo la cotidianidad en que nos desenvolvíamos y alguno que otro plan por el que con tanto esfuerzo trabajamos. Pero, sin duda alguna hay cierta población de nuestra sociedad que es mucho más vulnerable, como lo son las personas menores de edad víctimas de experiencias adversas, en las que las implicaciones de esta situación son muy particulares y su riesgo aumenta en el confinamiento.

Cuando se expone el término “experiencias adversas en la infancia”, hace referencia a una persona menor de edad víctima de múltiples factores de riesgo y de las condiciones de vida en las que se desarrolla; cobrando importancia el impacto sociopolítico y estructural de problemas letales como la violencia y pobreza, que se han sostenido a través de la historia de nuestro país, por un sistema patriarcal y neoliberal.

Hay que reconocer que la adversidad es un tema inherente a la naturaleza humana, pero en el Estado recae la responsabilidad política de asegurar que los derechos y deberes de las personas menores de edad se cumplan, principalmente el derecho a la integridad personal, articulo 50 en el Código de la niñez y la adolescencia “Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a que se respete su integridad personal, física, psicológica, cultural, afectiva y sexual. No podrán ser sometidos a torturas, tratos crueles y degradantes” (p. 10).

En mi opinión, es elemento clave pensar en el escenario que enfrentan las personas funcionarias de instituciones como el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Ministerio de Educación Pública (MEP), Ministerio de Salud (MS), Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), que trabajan brindando servicios sociales para la intervención de las personas menores de edad en sus distintos programas sociales. Y que, tengo certeza que esfuerzos se siguen trazando desde la institucionalidad pública para atender a las personas menores de edad, no obstante, el sistema se vuelve insostenible; por debilidades como la burocracia, duplicidad innecesaria de funciones, sobrecarga laboral, falta de talento humano y capacitación, falta de recursos y herramientas tecnológicas; aspectos que deben mejorar en algunas de las instancias mencionadas, incluso priorizarlo en tiempos de pandemia.

¿Por qué la urgencia de revisar las estructuras institucionales? Hay que comprender que mientras la adversidad no se atienda, mayores probabilidades de multiplicarse. Según Academia Americana de Pediatría (2015), existen tres tipos de estrés, pero hay que prestar mayor atención al estrés tóxico: “puede ocurrir cuando un niño vive adversidades fuertes, frecuentes o prolongadas, como abuso físico o emocional, negligencia crónica, enfermedad mental o abuso de sustancias por parte de sus cuidadores, exposición a la violencia o el peso acumulativo de dificultades económicas en la familia, ante la falta de un sostén adecuado por parte de los adultos que lo rodean. Este tipo de activación prolongada de los sistemas de respuesta al estrés puede perturbar el desarrollo de la arquitectura cerebral y otros sistemas de órganos y aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el estrés y de deterioro cognitivo una vez que la persona ya se ha adentrado bien en la vida adulta”. (P. 3).

A lo mejor si el Estado no escatimara en mejorar la inversión e igualara la distribución de la riqueza, la historia fuera otra. Pero, no podemos obviar las realidades cercanas que nos atañen y menos en tiempos donde abrirnos a la solidaridad es un acto de humanidad imprescindible.

A su vez es desesperanzador, cuando en medio de una pandemia la violencia suscita y hay víctimas menores de edad desarrollándose en un entorno violento, factor de riesgo grave. Al ser experiencias vividas a edades muy tempranas, inclusive desde el período prenatal y durante los primeros años de vida; son tan perjudiciales para el correcto desarrollo cerebral de los niños y niñas. El problema radica, que desde ahí se desprenden consecuencias psicológicas y físicas a largo plazo durante la vida adulta.

En otras palabras, siguiendo la Academia Americana de Pediatría (2015), “Los adultos que han sufrido experiencias infantiles adversas en sus primeros años de vida pueden ver reducidas sus capacidades como padres o tener conductas de inadaptación en la crianza de sus hijos (…) Todo esto puede afectar negativamente a la paternidad y perpetuar una exposición continua a experiencias infantiles adversas a lo largo de las generaciones, mediante la transmisión de cambios epigenéticos en el genoma” (p. 5). Por ello, la urgencia de contar con recursos y estrategias reales, para la atención menos burocrática y más humana.

Ahora bien, ¿Cómo aumenta el riesgo en los niños, niñas y adolescentes que viven factores de riesgo en medio del confinamiento social? Para esta pregunta hay dos escenarios que le permitirán comprender de una forma más clara esta problemática. Imagine usted, andar de paseo por un bosque y encontrarse con una pantera, de inmediato las glándulas suprarrenales iniciaran el proceso para liberar cortisol y las glándulas adrenales secretaran la adrenalina, un mecanismo de hormonas de estrés, que le permitirá huir y buscar un lugar a salvo. Ahora imagine este otro escenario, encontrarse en un lugar encerrado con esa pantera todos los días, que lo ataca y no puedes acudir a pedir ayuda porque en el exterior existe un virus que llegó a cambiarte la dinámica y ahora no puedes ir a espacios seguros, como lo solía ser la escuela, guardería o alguna red de apoyo familiar o comunal.

Y este contexto de la pandemia se vuelve aún más preocupante cuando se encuentran estos escenarios: madres, padres u otro representante legal, que perdió su empleo o tuvo recorte de horas laborales, el abusador pasa más tiempo en casa, las redes de confianza en el entorno familiar inmediato son nulas, existe normalización del maltrato físico y verbal, la carencia económica provoca falta de alimentos, falta de servicios básicos y de recursos tecnológicos. La cual agudiza la incidencia de la violencia doméstica y la convivencia con abusadores en casa; según Poder Judicial (2020), en el primer trimestre del 2020 ingresaron en Juzgados de Violencia Doméstica un total de 14.513 solicitudes, no obstante, aún es pronto señalar estadísticas, pero debido al confinamiento hay mujeres que en este momento no pueden denunciar, en el caso de niñas y niños víctimas de algún tipo de abuso se les limita la capacidad para denunciar; ya que la escuela por ejemplo suele ser un lugar seguro para que los menores revelen algún tipo de abuso.

Por otro lado, se encuentra el acceso limitado o nulo a la educación en esta nueva normalidad, debido a las condiciones socioeconómicas que vive esta población en riesgo, seguir el ritmo de una educación virtual, específicamente aquellos hogares que no cuentan con electricidad, internet, computadora e incluso porque la persona encargada es analfabeta, es imposible. A esto se le suma, la carencia económica que limita adquirir materiales para la educación y que viven en condiciones de vivienda no aptas, ya sea por las condiciones de infraestructura que en muchas ocasiones son inhabitables, no les permite un aprendizaje pleno afectando la concentración y disciplina en el estudio.

Conviene subrayar, que las instituciones que trabajan para las personas menores de edad deben promover mayores estrategias para que servicios esenciales como la salud y servicios sociales, derecho a la educación con acceso a internet, derecho al juego, ocio, recreación, el derecho a no ser objeto de ningún tipo de violencia en el hogar, derecho de ser escuchado, derecho de protección inmediata, deberían ser estrictamente derechos asegurados, sin exclusión alguna.

En definitiva, todas las personas menores de edad deberían tener asegurado una respuesta inmediata para atender sus experiencias adversas, siendo una implicación política mejorar los programas de atención a la infancia y la adolescencia. Asimismo, una responsabilidad de toda la ciudadanía de proteger y denunciar cuando conozcamos que algún niño, niña o adolescente esté viviendo episodios traumáticos.

Para esto, se considera pertinente y necesario fortalecer los mecanismos de coordinación interinstitucional, brindar atención integral a las personas menores de edad y sus familias con modelos de atención que se pueda cumplir, regular la carga laboral de los colaboradores para mejorar los servicios sociales, supervisión cualitativa en los procesos de atención social, innovar con herramientas tecnológicas y disminuir procesos burocráticos.

Es urgente que el Estado brinde herramientas inmediatas para la atención de las personas menores de edad que experimentan un estrés tóxico causado por eventos de alta intensidad, frecuencia y cronicidad; y que mientras el sistema de protección a la niñez se haga más robusto, se reducirán los programas de apoyo y recuperación en un futuro. Necesitamos que los niños y niñas sean atendidos a tiempo.

¡Desmitifiquemos la violencia!

* Trabajadora Social

Referencias

Academia Americana de Pediatría (2015). Las experiencias infantiles adversas y las consecuencias del trauma para toda la vida. Disponible en https://www.aap.org/en-us/Documents/ttb_aces_consequences_spanish.pdf

Código de niñez y adolescencia (2003). Disponible en https://www.acnur.gorg/fileadmin/Documentos/BDL/2014/9503.pdf

Observatorio de violencia de genero contra las mujeres y acceso a la justicia (2020). Violencia doméstica. Disponible en https://observatoriodegenero.poder-judicial.go.cr/soy-especialista-y-busco/estadisticas/violencia-domestica/

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UNA: Campaña por la niñez vulnerable en tiempos de pandemia

Motivar el aprendizaje de niños y niñas en edad escolar y fortalecer las buenas relaciones con sus familias, en tiempos de pandemia, es el objetivo de la campaña «Aprendamos juntos todos los días un ratito», organizada por entidades que protegen los derechos de la niñez, entre ellas el Ineina-UNA.

Escribir la historia de los abuelos, realizar un viaje imaginario, dibujar, reflexionar en familia, son parte de las actividades que promueve la campaña “Aprendamos juntos todos los días un ratito”, orientada a motivar el aprendizaje de niños y niñas en edad escolar y fortalecer las buenas relaciones entre los menores y sus familias, a través del aprendizaje en conjunto.

Desarrollada en el marco del Núcleo de Trabajo en Violencia hacia los niños, niñas y adolescentes, en el cual participan diversas que protegen los derechos de las personas menores de edad, la campaña está dirigida a las poblaciones más vulnerables, las cuales se han visto más rezagadas y con mayor dificultad para mantenerse activas en este contexto de aislamiento ante la pandemia de la covid -19.

Aprendamos juntos todos los días un ratito brinda diferentes actividades para fortalecer la lectura, la escritura, el dibujo, la memoria, la imaginación, el pensamiento matemático en los niños y niñas, además de actividades para el desarrollo socioemocional de las niñas y los niños, ya que el desarrollo de la resiliencia es fundamental en esta emergencia mundial.

A través de la promoción de distintas actividades, la campaña viene a motivar el aprendizaje de los niños y niñas de edad escolar, convirtiéndose en un apoyo para que las familias puedan crear espacios de aprendizaje desde sus casas.

La población meta son niños y niñas de edad escolar, entre los 6 a 11 años, así como padres, madres y cuidadores de estos menores en edad escolar.

Por parte del Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia de la Universidad Nacional (INEINA-UNA), los académicos Miroslava Bonilla y Rodolfo Vicente, son los representantes en el Núcleo de Trabajo en Violencia hacia los Niños, Niñas y Adolescentes.

También participan DNI Costa Rica, Patronato Nacional de la Infancia (Pani), Fundación Ser y Crecer, Si Callas, Permites, NO al Maltrato Infantil CR., World Vision Costa Rica, Aldeas Infantiles SOS, Costa Rica, Afapac – Familia y Projusticia, PRIDENA – Universidad de Costa Rica y Cosecodeni.

Se insta a las familias a compartir las actividades que realicen como producto de esta campaña, en secretaria@dnicostarica.org

***Mayores detalles con periodista Oficina de Comunicación 8334-4150.