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Etiqueta: nosara

Los pueblos más bonitos en el contexto del desarrollo turístico nacional, expresión del turismo sostenible

German Masís

En octubre del 2022, el sitio El Viajero Fisgón.com de España, que a través de los años ha identificado los pueblos más de bonitos de España y de otros países de Europa, señaló los 7 pueblos turísticos más bonitos de Costa Rica:

  1. Puerto Viejo de Talamanca
  2. Tortuguero
  3. Bribri
  4. Santa Teresa
  5. Mal País
  6. Montezuma
  7. Nosara

En las características atribuidas al país, la publicación afirmaba que “todos conocemos las virtudes naturales de Costa Rica, un país de una belleza y de una riqueza no comparables con ningún otro país del mundo. Allí el turismo es una forma de vida: Parques naturales, playas, volcanes… y también pueblos con encanto, que es de lo que vamos a hablar y hemos hecho una selección de siete”, que los describía de la siguiente manera.

  1. Puerto Viejo de Talamanca

A 212 kilómetros de la capital costarricense, San José, se encuentra este municipio en la costa atlántica. Se trata de un popular destino turístico conocido en la comunidad del surf por tener la más grande y poderosa ola en Costa Rica, llamada ‘Salsa Brava’. También es un sitio de hermosas playas, como Playa Chiquita, Playa Negra y Punta Uva, que son algunas de las más espectaculares de Costa Rica, y que se pueden encontrar entre Puerto Viejo y Manzanillo.

  1. Tortuguero

Como su propio nombre indica, este lugar tiene mucho que ver con las tortugas, y es que es famoso por el desove de tortugas en sus playas. También existen cantidades de monos, ranas, iguanas, peces, cocodrilos, manatíes, pumas y muchas otras especies de animales.

  1. Bribri

Muy cerca de la frontera con Panamá encontramos este reducto indígena de Costa Rica, de obligada visita y en el que podrás disfrutar de grandes tesoros naturales como la Cascada de Volio. Tiene algo más de 7.000 habitantes y lleva el nombre precisamente de Bribri porque así se llama la etnia indígena que lo habitaba y que aún hoy lo hace en parte.

  1. Santa Teresa

Se trata de un pueblo muy pequeño, pero con mucho que ofrecer, como sus playas de arena blanca por un lado, y decenas de actividades de carácter natural. Otra de las mecas del surf del país gracias a su particular oleaje.

  1. Mal País

Otra pequeña aldea playera, muy cerca de la ya mencionada Santa Teresa, aunque en este caso, Mal País es mucho más tranquila y menos desarrollada. Mal País ha conservado su ambiente sereno, incluso mientras los pueblos cercanos se han vuelto más comerciales. Si quieres evitar las grandes multitudes, este es el lugar perfecto.

  1. Montezuma

Otro de los pueblos que no puedes perderte es el de Montezuma, que en su origen fue una pequeña población de pescadores. Se encuentra dentro de altos acantilados y una jungla donde los riachuelos vierten sus aguas en arcos perfectos para crear las increíbles cascadas de Montezuma. En el centro de la ciudad, los turistas pueden deleitarse con sus encantadoras casas de madera, así como su vibrante vida. Hoy Montezuma conocido por su actitud bohemia y sus residentes artísticos.

  1. Nosara

Nosara es una comunidad de playa tranquila, ideal para los amantes de la naturaleza. Está situada en un lugar muy particular, porque allí es donde las tortugas se encuentran con los monos. Se trata también de un rincón sereno y virgen de Costa Rica, que ha disfrutado tanto de la protección del sistema de parques nacionales, como de los esfuerzos de los ciudadanos locales que mantienen las playas impecables y aseguran cientos de hectáreas de bosque de protección intercaladas con desarrollo en pequeña escala.

En el momento de esa publicación, diversas personas dejaron comentarios acerca de la escogencia de esos lugares, en donde uno de ellos argumentaba que la lista se queda demasiado corta, Costa Rica es demasiado lindo para decir que 7 lugares son los mejores, que en realidad éste es un país único en el mundo, donde cada rinconcito es un paraíso bendecido.

Otro indicó que Costa Rica tiene lugares extraordinarios y bellos, sitios específicos y muchos pueblos que son muy lindos.

Otro señaló que le parece más una lista turística costeña y los pueblos que no tienen mar quedan fuera, que también son maravillosos con sus valles ríos y montañas.

Otro más, agregó que habría que esclarecer lo que se conoce como un pueblo, pero habría que aceptar que en el sitio y la publicación prevalece la concepción de los pueblos en España, con sus características físicas, geográficas y culturales que han permanecido por siglos.

Muchos otros comentaristas se vieron motivados a señalar otros 7 pueblos que debieron haber sido incluidos tales como:

Zarcero, San Gerardo de Dota, Puerto Jiménez, Atenas, San Isidro de Heredia, Santa Gertrudis de Grecia, La Suiza de Turrialba, Dominical

Puerto Jiménez de Golfito en la Zona Sur, Hojancha y Tilarán en Guanacaste, Copey de Dota, Manzanillo en Limón, Santa Elena en Monteverde de Puntarenas, Bajos del Toro Amarillo en Sarchí.

Otro mencionó sus 7 cantones favoritos: Hojancha, Zarcero, Tilarán, San Gerardo de Dota, Barva Heredia, Puerto Viejo y Juan viñas, en este caso enfatizando en la figura política-administrativa de los cantones, aunque no todos los son.

Otros señalaron pueblos específicos de gran importancia turística como:

La Fortuna de San Carlos, Puerto Jiménez, Sarchí, Monteverde, Pejibaye de Jiménez, Bijagual, Bagaces, Nandayure, Zarcero, Pueblo nuevo de Parrita, Tucurrique, Rio Frio, Sarapiquí y Pérez Zeledón.

Esa publicación abrió la discusión sobre los pueblos más bonitos de Costa Rica, que podría conducir a resultados y selecciones diversas, señalando los pueblos más pintorescos, de mayor belleza escénica por sus playas, montañas, ríos, cascadas, por sus edificaciones históricas, por su cultura o por la gente que los habita.

No obstante, los comentarios de algunos interesados en el turismo y en los lugares de interés turístico, también apuntaban de alguna manera al desarrollo turístico y al reconocimiento a nivel nacional o internacional del papel del turismo y a los modelos de desarrollo turístico presente en las diferentes zonas del país.

Probablemente la permanencia de pueblos bonitos en las diferentes zonas está ligado a un turismo de conservación de las bellezas naturales y de las culturales locales, con paisajes casi idílicos y una belleza escénica que han variado poco a través de los años.

Mientras que el desarrollo de polos turísticos está más asociado a la concentración de servicios turísticos, a la diversificación de la oferta de sitios de interés y servicios, a la generación de ingresos de esa actividad y a la integración de la población a la misma, propósitos que pueden coincidir o no con la existencia de los pueblos bonitos.

La participación del turismo en el desarrollo social y económico de las diferentes regiones y cantones del país, es determinado por la distribución de la producción y el valor agregado de actividades como el alojamiento y servicio de comidas, lo que se expresa en un análisis que el Banco Central realizó recientemente en el que San José, San Carlos, Alajuela, Santa Cruz, Montes de Oca, Puntarenas, Quepos, Carrillo, Pérez Zeledón, Liberia, Escazú y Garabito, son los cantones de mayor aporte a la generación de valor en la actividad turística.

La mayoría de ellos se reconocen por su desarrollo turístico de acuerdo con la inversión en la actividad turística, al desarrollo empresarial y de la infraestructura hotelera y no por la presencia de pueblos bonitos, (que probablemente los tiene), en los que por lo general sólo se menciona la Fortuna de San Carlos, Manuel Antonio y Monteverde.

Por el contrario, entre los cantones a los que se atribuye bajo valor de la actividad turística, se encuentran San Mateo, Acosta, Los Chiles, Turrubares, Abangares, Zarcero, Jiménez, Hojancha, Tarrazú, Guácimo, Coto Brus, Alvarado, San Isidro de Heredia, Parrita, Guatuso, León Cortés y Puriscal, sin embargo, éstos conservan muchos de los pueblos más pintorescos, de gran belleza escénica y cultura autóctona, en los que el turismo es una actividad incipiente asociada al turismo rural o al agroturismo, en manos de la micro y pequeña empresa familiar y asociativa.

En esos cantones, existen pueblos pintorescos y de gran belleza como Labrador de San Mateo, Palmichal de Acosta, Bijagual de Turrubares, Barbacoas de Puriscal, Capellades de Alvarado, Pejibaye de Jiménez, Concepción de San Isidro de Heredia, Laguna de Alfaro Ruíz, Hojancha, las Juntas de Abangares, Esterillos de Parrita, Katira de Guatuso y Caño Negro de los Chiles, que sin duda están entre los pueblos más bonitos.

Por su parte, el índice de progreso social de los 32 Centros de Desarrollo Turístico elaborado por el Instituto Costarricense de Turismo y el Centro para la Competitividad y el Desarrollo Sostenible en el año 2021, vincula con más claridad la belleza de ciertas zonas que se han desarrollado turísticamente por sus atractivos naturales y su cultura local con el progreso social de la población de los lugares, ubicando en los primeros lugares a La Fortuna, Monteverde, San Vito de Coto Brus, la zona de los Santos, Turrialba, Dominical, Punta Islita, Santa Teresa, Limón, Bijagua, Puerto Jiménez, Bahía Drake, Tortuguero, Caño Negro, Pérez Zeledón, Cahuita y Sámara.

Esos lugares también han sido identificados como pueblos bonitos y lugares de gran belleza escénica por sus montañas, volcanes, cascadas, playas, por la actividad agropecuaria, la cultura local y el trato de sus pobladores y no por la inversión en infraestructura o por los servicios turísticos masivos de que disponen.

En el debate sobre los pueblos bonitos y la conservación de la belleza natural y cultural está involucrado definitivamente el modelo de desarrollo turístico que se quiera seguir promoviendo en las diferentes zonas del país y donde el turismo sostenible e incluyente, es la opción que las comunidades y los pobladores rurales quieren impulsar para mantener los pueblos bonitos que generan recursos junto a otras actividades y en los que los recursos se distribuyan entre todos sus pobladores.

 

Imagen ilustrativa UCR, Parque Nacional Tortuguero.

Día de Parques Nacionales: Mujeres defienden Refugio Silvestre Ostional

Desde 1986, cada 24 de agosto se promueve la reflexión sobre la conservación y respeto a los ecosistemas que resguardan

Cada año millones de tortugas marinas desovan en las costas costarricenses. Una de esas especies es la tortuga lora que a lo largo del año ocupan el Refugio Silvestre Ostional, en Nosara, una zona amenaza por el impulso inmobiliario que presiona sobre los ecosistemas costeros. Foto: Anel Kenjekeeva, UCR.

Cada año las playas costarricenses se llenan de vida con la llegada masiva de cinco de las siete especies de tortugas marinas del mundo, que desovan en nuestros litorales para continuar el ciclo de la vida.

Una de las especies de este reptil marino es la tortuga lora, que se observa en el Pacífico, especialmente en Refugio Nacional de Vida Silvestre Ostional, en la Península de Nicoya, que aunque arriba durante el todo el año, incrementa su presencia en la temporada de lluvias.

Sin embargo, pese a los discursos oficiales de un país verde, la sobrevivencia de las tortugas lora está amenazada por el embate de intereses hoteleros que tras la decisión del Tribunal Contencioso Administrativo, el 1 de junio de este año, aceptó la medida cautelar para suspender el Reglamento para el otorgamiento de permisos de construcción en la zona de amortiguamiento en dicho refugio.

Mientras el Poder Judicial dicta sentencia ante el proceso judicial interpuesto por un grupo de desarrolladores turísticos, un grupo de mujeres lideradas por Mariela Fuster Volio y Katherine Terrel dieron los primeros pasos para conformar la Colectiva Defiendo Ostional, que tras un llamado abierto reunió a personas preocupadas por los ecosistemas de esa zona.

“No somos una agrupación feminista, pero casualmente solo se unieron las mujeres. Por mi parte, me he reunido con otras organizaciones comunitarias de distritos aledaños para llamar la atención sobre la problemática que enfrentamos, como una forma de contribuir”, dijo Fuster.

La activista, quien migró a Nosara años atrás, convirtió en su hogar aquel sitio, y ve con preocupación el auge de construcciones en los linderos y dentro del área protegida. Por ello, asumió esta lucha como parte de su compromiso con esta comunidad, explicó.

Somos un grupo de mujeres migrantes nacionales y extranjeras que nos reunimos luego de una marcha organizada por Katherine Terrel. Era mucha la gente que quería protestar, y así fue como nos conocimos. A partir de eso surgió la posibilidad de agregar más personas, pero vemos que es un tema que interesa más a la gente que llegamos de otros lugares.  Se corrió la voz de una reunión para ir esbozando otras líneas de acción, y solo se presentaron mujeres”, acotó.

En este momento, la comunidad, y el futuro del Refugio Nacional de Vida Silvestre Ostional, está en manos de los jueces de la República, quienes en una primera instancia le dieron la razón a la Municipalidad de Nicoya, al dictar un reglamento para regular las construcciones en el lugar.

Sin embargo, la apelación presentada por los empresarios fue acogida. “Estamos esperando la sentencia, y como todo esto es muy preocupante. También la Asociación Cívica de Nosara y esta Colectiva, así como personas de otras regiones hemos formado una coalición de lucha para proteger este refugio silvestre único en el mundo”, prosiguió Fuster.

Apoyo UCR

Fuster y Terrel son las líderes de este movimiento, tras de ellas hay un grupo de mujeres que tomaron la bandera de la defensa ecológica ante los embates del desarrollismo turístico y la urbanización descontrolada que ha ido arrasando las zonas costeras.

“Aunque tuviéramos un reglamento en vigencia, la realidad es que las construcciones aquí van a mil por hora, sobre todo en la zona conocida popularmente como el Sueño Americano, habitada principalmente por extranjeros que han construido viviendas de lujo y han ido urbanizando”, detallaron.

Sin embargo, en otras partes de Nosara abunda el desempleo, ha incrementado la inseguridad ciudadana, el transporte público es sumamente deficiente y los trabajos informales reciben pagas muy bajas; “sobre todo se refieren a labores de limpieza y mantenimiento de las mansiones construidas por migrantes extranjeros”, aseguró Fuster.

Aunque en este distrito la Asociación Cívica de Nosara emprende acciones de desarrollo comunal,  el propósito de las mujeres de esta colectiva fue emprender una campaña informativa ante la desinformación o datos inexactos relativos al reglamento en cuestión.

Para lograr su cometido, la Colectiva Defiendo Ostional solicitó el acompañamiento del Observatorio de Bienes Comunes, proyecto de Acción Social de la Universidad de Costa Rica (UCR), para definir el modelo de organización comunitaria idóneo para sus objetivos. Como un primer acercamiento se realizó un taller con personas de Nosara, cuyos resultados arrojaron que la preocupación sobre el futuro ambiental es palpable, pero que también existen distintos enfoques sobre cómo abordarlo y que existen muchos vacíos en la comunidad sobre el tema, manifestó el Lic. Luis Sanabria Zaniboni, coordinador del Observatorio.

La conservación de los ecosistemas que sustentan la reproducción de las tortugas Lora en el Refugio de Vida Silvestre Ostional enfrenta intereses de la comunidad de Nosara y de los desarrolladores urbanísticos y turísticos; en los últimos años han proliferado construcciones dentro y alrededor de los línderos de dicho sitio, único en el mundo por el desove masivo de este reptil marino. Foto: Anel Kenjekeeva, UCR.

“Ellas nos contactaron este año y en ese primer taller identificamos desafíos muy complejos. En Nosara confluyen personas de Nicoya, migrantes nacionales e internacionales, que conforman una comunidad que entiende de manera diferente en qué consiste el reglamento; e incluso esta es una dinámica que va más allá del mismo y de la organización comunitaria”, continuó Sanabria.

“Nuestra labor como Observatorio es apoyar a las mujeres a concretar un espacio reconocido entre las mujeres y las demás personas de Nosara; así como el nivel organizativo para la toma de decisiones”, prosiguió. De acuerdo con Sanabria, es palpable que existe gran presión acerca  del desarrollo urbano sobre los ecosistemas costeros.

En este sentido, la líder Fuster Volio coincidió con esa apreciación, ya que aseguró que en otras zonas de la costa guanacasteca ya enfrentan desastres ecológicos ante el crecimiento inmobiliario y turístico descontrolado; “Nosara es de los pocos que aún sobreviven y tenemos que defender no solo el Refugio Silvestre, sino otras especies y sus entornos”, criticó.

En tanto, la Colectiva Defiendo Ostional sabe que los problemas de Nosara no solo son la protección de las tortugas Lora; existen múltiples necesidades no resueltas pese a la presencia de áreas sumamente desarrolladas y catalogadas como de lujo. “Aquí necesitamos un buen alcantarillado, porque con cada temporal nos inundamos, resolver el asunto de los caminos, el futuro del agua potable y el resguardo de las aguas subterráneas, y generar empleos. Y sin intención de criticar, pero aquí muchos extranjeros están metidos en este negocio de bienes y raíces, y son quienes tienen sus construcciones dentro de los linderos”, detalló la líder.

“Necesitamos una comunidad motivada, sin importar las nacionalidades o las procedencias; pero la mayoría de las personas están luchando por sobrevivir ante las múltiples necesidades cotidianas por la pobreza que afecta a gran parte de las personas habitantes de Nosara”, indicó Fuster.

El Observatorio de Bienes Comunes es un proyecto de Acción Social del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) y el programa Kioscos Socioambientales, creado en enero del 2020. Su trabajo consiste en generar espacios de diálogo sobre los conflictos socioambientales relacionados al origen, propiedad y gestión de los bienes comunes.

Mediante monitoreos, talleres en comunidades, articulación con proyectos similares de acción social e investigación, el Observatorio genera información oportuna y vínculos de articulación para evidenciar el estado de los bienes comunes en Costa Rica, así como la gestión democrática de los mismos.

Los bienes comunes se refieren no solamente a la riqueza natural que pertenece a todas las personas; como el agua, las semillas, los bosques y los ecosistemas. También se incluyen los bienes culturales relacionados con los saberes y prácticas colectivas como las técnicas de cultivo, las lenguas, el software libre, entre otros. Además, están los bienes comunes sociales que trata sobre la democratización de los espacios, como el educativo, la salud y la organización colectiva para la discusión y toma de decisiones.

Es decir, los bienes comunes no solo aportan los medios elementales para la vida, también proporcionan medios para alimentarnos, comunicarnos, educarnos y transportarnos, entre otros aspectos.

 

Eduardo Muñoz Sequeira
Periodista, Vicerrectoría de Acción Social, UCR