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Etiqueta: organizaciones comunales

Encuentro de organizaciones comunales y sociales en San José para abordar la crisis del agua

Por Jose Daniel Gamboa Araya

En una iniciativa conjunta, diversas organizaciones comunales y sociales se reunieron el 19 de marzo en San José para abordar la preocupante crisis que enfrentan las comunidades debido a la escasez de agua. El encuentro tuvo como objetivo principal diseñar un Plan de Lucha y Movilización para hacer frente a esta situación apremiante.

Durante la reunión, se discutieron los desafíos y dificultades que enfrentan las comunidades debido a la falta de acceso al agua potable, así como las posibles soluciones y estrategias para abordar este problema de manera efectiva. Los participantes compartieron experiencias, conocimientos y propuestas con el fin de encontrar soluciones sostenibles y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.

La Federación de Uniones Cantonales y Zonales de San José lideró esta importante iniciativa, que contó con la participación activa de representantes de diversas organizaciones y sectores de la sociedad civil. La colaboración y el trabajo en equipo fueron fundamentales para identificar las necesidades más urgentes y establecer acciones concretas para enfrentar la crisis del agua en la región.

Este encuentro demuestra el compromiso de las organizaciones comunales y sociales de San José con el bienestar de sus comunidades y su determinación para encontrar soluciones a los desafíos que enfrentan. Se espera que el Plan de Lucha y Movilización resultante de esta reunión contribuya significativamente a mejorar la situación del acceso al agua en la región.

Asistencia para proyectos comunitarios y seguridad humana (APC)

La Embajada del Japón, invita a las organizaciones comunales, a concursar por asistencia financiera no reembolsable para la consecución de proyectos que impacten el desarrollo humano y sostenible de las comunidades. 

Para más información para acceder a los siguientes enlaces http://www.cr.emb-japan.go.jp/itpr_es/apc.html o japon-apc@sj.mofa.go.jp

Fecha límite 31 de mayo.

 

 Compartido con SURCOS por Ítalo Fera Fallas.

Economía social solidaria: alternativa productiva ante la crisis

Leonardo Garita Alvarado / SURCOSDigital.com

Desde tiempo atrás es común escuchar entre los movimientos sociales y las comunidades el concepto de Economía Social Solidaria (ESS), esta es una forma organizativa que se basa en la autogestión, la participación y, claro, en la solidaridad. La ESS está ligada a las formas ancestrales de producción, gestión de los recursos y distribución de los beneficios; no es algo nuevo.

Según Yasy Morales Chacón, docente de la UCR, coordinadora del Programa de Economía Social Solidaria de la Vicerrectoría de Acción Social, “la ESS corresponde prácticas socioeconómicas y políticas que están orientadas por valores y principios que motivan la convivencia, la participación democrática, la autogestión, la corresponsabilidad, la copropiedad de los proyectos auto gestionados, la solidaridad, la cooperación, el respeto, entre otros valores y principios».

Las iniciativas de la ESS responden a la necesidad nata de los seres humanos de agruparse para sobrevivir y en este caso para el desarrollo de procesos productivos, y de la comercialización de bienes o servicios. Así se busca el bienestar común antes de la acumulación de recursos, evitando la explotación ni del ser humano ni de la naturaleza.

La ESS es una alternativa política “contraria a los valores del individualismo y la competencia que corresponden al sistema capitalista en el que estamos inmersos e inmersas y desde el que se nos ha educado” indicó Morales.

Los intercambios solidarios como el trueque, el comercio justo sin intermediación, la interacción directa entre productores y consumidores, son algunas de las prácticas que engloba la ESS que, en el país, se desarrolla en sectores como las artes, cultura, producción agropecuaria, artesanía, turismo rural, servicios alimentación, alimentación y las finanzas solidarias.

Alternativa ante la crisis

Desde abril anterior y en marco de la afectación por la pandemia de la COVID19, desde la Mesa de Intercambio Solidario, espacio de confluencia de diferentes proyectos e instituciones ligadas a la ESS como lo son las Asociaciones de Desarrollo, Cooperativas, Asociaciones, Centros Agrícolas Cantonales, Sociedades Civiles, Asociaciones Solidaristas, Sindicatos, Fundaciones y ASADAS, se han planteado una serie de propuestas para hacerle frente a la crisis.

Con esto se busca “favorecer la producción agropecuaria nacional con políticas de estímulo”, “sostener y aumentar la inversión pública como una fuente de trabajo y de dinamización de la economía”, e “identificar las unidades productivas de la economía social solidaria, tanto del sector formal como del informal, que están siendo afectadas por la crisis; categorizarlas según el grado de afectación y elaborar un plan de acción (…) para responder en tres momentos: corto, mediano y largo plazo”, según se planteo desde el Consejo Consultivo ampliado de Economía Social Solidaria.

Dos iniciativas ante la pandemia de COVID19

Los sectores de la economía social solidaria son diversos, van de la comercialización de bienes, productos agrícolas, culturales y artísticos, hasta los servicios. Este es el caso de la iniciativa de la conformación de una cooperativa de mujeres taxistas que se encuentra en trámites, que busca visibilizar y articular la participación de las mujeres en el sector de transporte modalidad taxi.

“Nuestro proyecto lleva intrínseco el tema de género y todas las desventajas que esto genera, hemos recibido mucho apoyo institucional y es por eso que tenemos proyectado que en un plazo no menor de 2 meses estaremos completando el trámite de inscripción ante el INFOCOOP, institución que nos ha estado acompañando técnica y legalmente”, mencionó Leda Mora Morales, abogada y notaria pública, integrante de la Junta Directiva del Consejo de Transporte Público, en representación del Sector Taxi

Grupo de mujeres taxistas en una de las mesas de trabajo para la formación de la cooperativa. Foto: Leda Mora Morales

Esta cooperativa busca enfocarse en la oportunidad de negocio de “brindar un servicio de transporte especializado para mujeres y grupos vulnerables como personas con discapacidad y personas mayores”, así como “apoyar en la transición hacia la renovación de la flotilla de taxis por una flotilla eléctrica, de acuerdo a lo establecido en el Plan Nacional de Descarbonización y en mitigación de los efectos negativos del Cambio Climático con el uso de energías limpias y combustibles no contaminantes”, según se lee en los objetivos de la iniciativa.

Otro ejemplo productivo y de intercambio es la Red de Consumo y Producción Orgánica de San Isidro de Heredia, es una idea que se viene gestando por la necesidad manifiesta de consumir productos amigables con el ambiente. Según indica Abelardo Builes Restrepo “Hasta el momento podríamos hablar de unas 11 o 12 fincas y hogares alrededor de unos 45 en lo que tengo conocimiento, pero va en aumento; la economía solidaria y hasta de trueque es una necesidad que aumentó con la pandemia”.

Reunión del comité central de la Red de Consumo y Producción Orgánica de San Isidro de Heredia, sobre los alcances y las necesidades. Foto: Abelardo Builes Restrepo

Esta red se encuentra en conversaciones con el MAG la conformación de una asociación como economía de grupo, posiblemente bajo la figura de cooperativa según mencionó Builes, que en su caso aporta microorganismos para el control de insectos y enfermedades y también abonos orgánicos y a la vez el intercambio de conocimientos en producción orgánica.

Finca de producción orgánica Pinar del Río de la Red de Consumo y Producción Orgánica de San Isidro de Heredia

Sin duda, la ESS propone y plantea una alternativa solidaria, desde las personas y las comunidades para hacerle frente a la crisis; solo es posible imaginar un futuro promisorio en el trabajo cooperativo, colaborativo, democrático y auto gestionado.

Imagen ilustrativa: Yasy Morales Chacón, Programa de Economía Social Solidaria de la Vicerrectoría de Acción Social

La participación involucra y moviliza, la participulación desmoviliza las comunidades en la lucha contra la pandemia

Miguel Sobrado

En un artículo anterior señalé que la pandemia se propagaría si no se involucra a las comunidades en su control y mencioné la experiencia del Hospital sin Paredes de San Ramón en los 70s. Algunas personas me han pedido que de mayores detalles sobre el método utilizado para descentralizar la actividad institucional involucrando e incorporando a las comunidades activamente en la lucha contra la pandemia en su dimensión más amplia incluyendo la generación de ingresos.

En primer lugar mi propuesta no pretende transformar de la noche a la mañana el sistema de Ebais, sino recuperar en una primera instancia la experiencia ramonense en forma de proyecto piloto que pueda ser extendido en las organizaciones comunales que lo demanden.

El problema de las palabras gastadas

Casi todas las políticas sociales mencionan la importancia de la participación de las comunidades y beneficiarios para el logro de sus metas. Pero, aunque mencionamos la misma palabra, ¿estamos hablando de lo mismo? Pues no y la diferencia es sustancial en cuanto a los resultados.

Las diferencias de enfoque en la aplicación de la salud comunitaria en la Costa Rica de los 80s las destacó la antropóloga norteamericana Lynn Morgan en su libro “La política de atención primaria en Costa Rica” traducido y publicado por CENDEIS en 1997. Señala la Dra. Morgan que el sector primigenio inspirado en el Hospital sin Paredes, procuraba involucrar a las comunidades desde el diagnóstico de la situación de la salud, en la elaboración de los planes de acción y su ejecución.

El grupo que le sucedió en el poder, aunque aceptaba nominalmente el concepto de participación comunal lo ubicaba en un papel pasivo dependiente, esto es de apoyo y colaboración a las acciones definidas por los técnicos y autoridades.

Esta diferencia generó prácticas diametralmente opuestas en el involucramiento y resultados de la acción de la comunidad. Mientras que en la experiencia del Hospital sin Paredes se fusionaba y enriquecía el conocimiento sobre la salud y se obtenían resultados extraordinarios que integraban a la comunidad con el Hospital, en otros casos la “participación” comunal se limitaba a prestar servicios de limpieza. Lamentablemente este concepto de participación fue el que prevaleció en el montaje de los Ebais por parte de CCSS.

Aunque en la Ley de reforma del sector salud de inicios de los 90s del siglo pasado exigía la participación comunal en los Ebais, el concepto de participación como ayuda pasiva no pegó en las comunidades. Las evaluaciones realizadas por la CCSS, señalan esta de manera reiterativa, pero esto no ha sido suficiente para revisar su aplicación. Ahora, con la pandemia la realidad se impone y el manejo centralizado de la pandemia están poniendo en evidencia la necesidad de descentralizar y de incorporar aunque sea poco a poco a las comunidades.

Procedimiento que le permitió conseguir la participación de las comunidades, previniendo, curando y generando ingresos en las comunidades

  1. Visita a las comunidades donde se les informaba de las limitaciones de personal del Hospital y se les invitaba a organizarse en Comités de Salud locales, para poder brindar una mejor atención sanitaria.
  2. Las comunidades que aceptaban y se organizaban, debían: a) nombrar una “enfermerita” de la comunidad que trabajara con el Comité de Salud y b) destinar una habitación en una casa o local comunal para ser utilizada para las reuniones del Comité y la atención a los pacientes, cuando llegaran los médicos.
  3. La enfermerita debería prepararse en un curso que impartía el Hospital para reconocer los síntomas más frecuentes y llena una boleta de cada familia, casa por casa.
  4. La información recogida por la enfermerita era analizada por el equipo médico y el Comité de Salud local. Sobre la base de este diagnóstico se fijaban las prioridades de trabajo de salud, tanto de las tareas que tocaban al equipo médico como a la comunidad.
  5. El equipo médico le entregaba a cada Comité un plano de las viviendas de su comunidad que se fijaba en una pared. El comité colocaba en cada vivienda “banderas” de colores de acuerdo con la sintomatología.
  6. En el Hospital la información, de los cinco cantones que cubría el Hospital, era procesada manualmente, ya que no existían computadores, por un médico especialista en estadísticas, de tal forma que manejaba un censo actualizado de salud.
  7. El análisis de la salud que realizaba la comunidad no se limitaba a lo preventivo y curativo, sino que también incluía el concepto de bienestar e ingresos.
  8. En este sentido la participación de la comunidad, no se limitaba a actuar sobre las causas inmediatas de las enfermedades gastro intestinales, tales como la carencia de agua potable o letrinas, sino que incluía el problema de caminos, el mercadeo de los productos o la tenencia de la tierra.
  9. Producto de la gestión de los 161 comités de salud creados por el Hospital sin paredes se crearon múltiples cooperativas de servicios múltiples, comités de vecinos para resolver el problema del transporte e incluso gestiones ante las municipalidades locales para expropiar y repartir tierras ahí donde los terratenientes no pagaban salarios mínimos y los hijos de los peones sufrieran desnutrición.
  10. Se trata de una experiencia impulsada desde el Hospital, que le permitía al equipo médico tener una visión y conocimiento sobre la realidad que no tenían en sus oficinas, pero que al mismo tiempo operaba con gran iniciativa local basada en la autonomía plena de las comunidades. Un contexto de cogestión en que no cabía la participulación institucional.

Santa María de Dota 21 de julio de 2020

Imagen: Actividad participativa con la comunidad para evaluar las condiciones de salud. Documental de Víctor Ramírez sobre el Hospital sin Paredes.

Igualdad de oportunidades en la educación en contexto de la pandemia

Luis Muñoz Varela[1]

En marzo de 2020, de un día para otro la vida cotidiana costarricense amaneció enmarcada en un cuadriculado de emergentes temores, ansiedades, incertidumbres, restricciones. Había llegado una amenaza invisible de la que, según lo apuntaron la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las autoridades sanitarias de diversos países del mundo y los informes de investigación de distintos centros e institutos científicos especializados, nada se sabía. Un virus al que se le dio por nombre Covid-19, originado por zoonosis y cuyas causas se atribuyen a los desequilibrios provocados en la naturaleza por la depredación de los recursos naturales y la destrucción humana de los ecosistemas. A cien años de la “gripe española”, la pandemia del coronavirus Sars Cov-2 se había instalado planetariamente.

En Costa Rica, al tiempo que se establecieron las medidas sanitarias y diversas restricciones dictadas por el gobierno (confinamiento en casa, restricción a la movilización vehicular, cierre de diversos establecimientos comerciales, paralización de múltiples actividades económicas y productivas, el teletrabajo), también llegó, lógicamente, la pérdida de empleos, la reducción de la jornada laboral, la clausura de ingresos para pequeños negocios y empresas; la crisis económica.

La llegada de la pandemia trastocó y puso en estado de quiebra toda la “normalidad” en la que se vivía hasta inicios de marzo. Las primeras reacciones estuvieron determinadas por una ambivalencia entre cuidarse de los contagios y respetar las medidas sanitarias, o si aventurarse a seguir en las mismas dinámicas de la vida cotidiana tal como se hallaban definidas y estructuradas hasta ese momento. Pronto dicha ambivalencia quedó resuelta, al irse tomando conciencia de la gravedad de la situación y, sobre todo, a partir del momento en que las autoridades de gobierno establecieron medidas drásticas cuyo desacato implicaba penalizaciones de diversa magnitud.

Trascurridos poco más de dos meses desde la aparición del primer contagio de Covid-19 en Costa Rica, los acontecimientos ocurridos en este tiempo han revelado con claridad varios aspectos importantes y, por cierto, algunos de ellos también bastante preocupantes.

En primer lugar, seguramente quepa destacar las capacidades de respuesta desplegadas por las instituciones del sistema de salud del país; capacidades de organización hospitalaria, de competencias y solidez profesional del personal médico y de enfermería; de acervo de conocimiento científico y de capacidad tecnológica instalada en materia de salud; la seriedad asumida por las autoridades de salud en el ámbito de la gestión para controlar y contener la propagación de los contagios. La pandemia, en resumen, ha puesto de manifiesto el valor y la importancia de contar con un sistema de salud pública bien articulado y con capacidades de cobertura universal. La sociedad costarricense despertó de una especie de modorra y de indolencia en la que estaba, para empezar de pronto a comprender que hay instituciones a las que se debe proteger, cuidar y defender.

Asociado a este aspecto positivo, la pandemia también vino a transparentar, por otra parte, una realidad nacional de profunda desigualdad social y económica. Aunque ya claramente se percibía esta situación desde hace mucho tiempo, sin embargo, había pasado a quedar marginada de la sensibilidad social e institucional del país; se había normalizado. La pandemia no solo ha venido a poner de manifiesto de manera clara y contundente la magnitud de las desigualdades sociales prevalentes en Costa Rica, sino que, además, las profundiza aún más y las coloca en un plano de incremento y de reproducción en una proyección de largo plazo.

Al respecto, valga la ocasión para hacer una pequeña exposición de las cifras que dan cuenta de las desigualdades sociales en Costa Rica. Según informa el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), al año 2019, la tasa de pobreza en el país abarca al 20,98% de los hogares, distribuida en 15,14% de hogares en condición de pobreza no extrema y de 5,84% en pobreza extrema. La zona rural es la que presenta la mayor tasa de hogares en pobreza: un 24,17% frente a un 19,77% en la zona urbana. Por regiones de planificación, la distribución de las tasas de pobreza es como se presenta en la siguiente tabla:

Tabla 1: Tasas de pobreza de los hogares en Costa Rica, año 2019

Región de planificación

No pobres

Pobres

Total

Pobreza no extrema

Pobreza extrema

Central

83,01

16,99

12,68

4,32

Chorotega

79,74

20,26

14,84

5,42

Pacífico Central

70,21

29,79

20,67

9,11

Brunca

69,65

30,35

21,11

9,24

Huetar Caribe

70,76

29,24

20,34

8,90

Huetar Norte

72,41

27,59

18,70

8,89

Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos. Encuesta Nacional de Hogares, 2019a.

El término pobreza indica que los hogares están en una situación tal “cuando su ingreso per cápita es menor que el costo per cápita de una canasta de bienes y servicios, requeridos para mantener un nivel mínimo de subsistencia”. (INEC, 2020, p. 35). Se trata de una canasta básica de bienes y servicios de necesidad elemental para la subsistencia: alimentación, salud, agua potable, energía, vivienda, educación. Por su naturaleza básica, esta canasta no incluye bienes y servicios tales como dispositivos tecnológicos, computadoras, tabletas, conectividad a internet.

El término pobreza extrema, por su parte, salvando la obviedad, indica un estado socioeconómico en el que los hogares se encuentran en una situación de carencias múltiples que les impide el acceso a vivienda, alimentación, salud, higiene, servicios de agua potable y electricidad. Se trata de hogares en los que, lógicamente, el acceso a la educación y a la permanencia en el sistema educativo presentan serias y ostensibles limitaciones.

La población tipificada como no pobre, por otra parte, está conformada por hogares que, en general, cuentan con una solvencia económica al menos suficiente para tener cubiertas las necesidades básicas de alimentación y salud, vivienda, educación. Sin embargo, esta es una población altamente heterogénea, desigual en la disposición de ingresos y en el acceso a bienes de índole tecnológica como una computadora o la conectividad de internet, así como a los diversos servicios que hoy son indispensables para solventar los requerimientos de la vida actual.

Por diversas razones (monto de los ingresos, lugar de residencia, estabilidad del empleo), el hecho de tipificar como un hogar no pobre no significa que se cuente con suficientes bienes y servicios. En este mayoritario grupo social de los hogares no pobres está incluida una importante cantidad de ellos en los que las probabilidades de pasar a formar parte de los hogares en condición de pobreza son bastante altas.  

De conformidad con las cifras expuestas en la tabla 1, las regiones más afectadas por la pobreza y la pobreza extrema son, en orden de mayor a menor, la Brunca, la Pacífico Central, la Huetar Caribe y la Huetar Norte. Todas estas regiones se caracterizan por ser mayoritariamente rurales y, salvo en el caso de la Huetar Norte, por ser también costeras. Con las obvias diferencias, puede decirse que, en general, en estas regiones, las actividades económicas están básicamente definidas por la agricultura, la ganadería, la agroindustria de monocultivo, la pesca, el turismo y los servicios.

Sobre la base de los principios de igualdad de oportunidades, calidad de la educación, inclusión y no discriminación, establecidos en las políticas educativas costarricenses del último cuarto de siglo, puede decirse que, en general, en todo el territorio nacional se hace necesario desarrollar acciones de política, institucionales y programáticas, para que la aplicación de estos principios conduzca, en efecto, a crear las capacidades que se requieren para reducir las desigualdades sociales y avanzar en el establecimiento de condiciones para el logro del bienestar social y el buen vivir.

Las anteriores diferencias por regiones de planificación indican que las acciones y esfuerzos por emprender no pueden ser desarrollados por medio de políticas, programas y estrategias de aplicación homogénea. Cada región amerita la atención que de manera específica demandan las propias realidades sociales, económicas, culturales e institucionales que les caracterizan. Esto también vale de manera especial para la educación.

A fin de complementar la información anterior y contar con un panorama un poco más amplio acerca de la situación socioeconómica en que se encuentran los hogares en Costa Rica, en la siguiente tabla se presentan las estadísticas sobre ocupación, desempleo, subempleo y de empleo informal.

Tabla 2: Tasas de ocupación, desempleo, personas ocupadas con subempleo, personas ocupadas con empleo informal, por regiones de planificación, año 2020.

Región de planificación

Tasa de ocupación[2]

Tasa de desempleo[3]

Porcentaje de personas ocupadas con subempleo

Porcentaje de personas ocupadas con empleo informal[4]

Central

58,7

12,3

11,4

45,8

Chorotega

46,8

15,2

12,8

44,6

Pacífico Central

52,4

9,1

16,3

54,1

Brunca

45,7

16,1

15,0

53,9

Huetar Caribe

50,9

12,0

9,9

43,4

Huetar Norte

54,7

11,7

18,6

53,7

            Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos, Encuesta Nacional de Hogares 2020.

Tal como se puede observar, estas cifras develan, aún con mayor claridad, la magnitud crítica de la desigualdad social y de la precariedad e inestabilidad socioeconómica en la que se encuentra una significativa proporción de los hogares costarricenses.

La región Brunca sigue siendo la que presenta la situación más desfavorable, al exhibir la menor tasa de ocupación y la mayor de desempleo. Sin embargo, en este caso, la región Chorotega, que en los datos de la tabla 1 ocupaba la segunda mejor posición, registra ahora como la segunda de las regiones más afectadas por los bajos niveles de ocupación y los mayores de desempleo. La explicación de esta diferencia puede que resida en el hecho de que, al ser las tasas una representación de magnitudes promedio, no pueden dar cuenta de la intensidad específica en la que se distribuyen las desigualdades sociales al interior de cada región.

En general, incluso en un caso como el de la región Central, que en todos los aspectos considerados en las estadísticas del INEC aparece siempre ocupando las mejores posiciones, cabe presuponer que la magnitud de las desigualdades sociales intrarregionales es aún mayor y más intensa de lo que reflejan las cifras estadísticas.

En el actual contexto de la pandemia y de la crisis económica devenida y agudizada por ella, en materia de empleo, desempleo, pobreza y pobreza extrema, la información difundida por distintas fuentes oficiales señala la configuración de una situación que pasa a ser dramática en todo el territorio nacional. Las repercusiones económicas de la crisis sanitaria vienen a incrementar la crítica situación en la que ya de por sí se estaba antes de que ella apareciera y, en este momento, se incrementan por miles los hogares que afrontan múltiples dificultades para poder agenciarse la subsistencia del día a día.

En su informe anual 2019, Unicef- Costa Rica señaló que 470 mil niñas, niños y adolescentes viven en condición de pobreza en nuestro país. La crisis económica que ya enfrentábamos se agrava ahora por los efectos del COVID- 19 ante el aumento drástico del desempleo. (Guardia, 2020).

Según es obvio, se trata de una situación que, al mismo tiempo, desencadena afectaciones múltiples en lo que concierne a la educación. Una vez declarada la pandemia, las autoridades del Ministerio de Educación Pública (MEP) tomaron la decisión de suspender el curso lectivo presencial en todos los centros educativos del país, para pasar a implementar la modalidad de educación virtual a distancia.

A tal efecto, a fin de identificar de manera aproximada cuáles son las posibilidades que tienen las distintas poblaciones estudiantiles del país para hacer frente a los requerimientos que plantea la dinámica de la educación virtual a distancia, se presentan en la tabla 3 los porcentajes de viviendas que, por regiones de planificación, cuentan con disposición de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) de necesidad básica para atender la educación virtual a distancia.

Tabla 3: Porcentajes de viviendas que cuentan con diferentes TIC, por regiones de planificación, año 2019

Región de planificación

Con teléfono residencial

Con teléfono celular

Computadora

Tableta

Servicio de internet en la vivienda

Central

39,1

96,2

55,1

21,9

88,3

Chorotega

20,7

95,8

38,0

9,2

82,5

Pacífico Central

20,0

96,1

36,0

9,8

88,1

Brunca

15,5

96,3

37,9

6,8

83,6

Huetar Caribe

11,6

96,4

29,1

8,3

82,8

Huetar Norte

16,1

96,1

29,9

7,7

80,3

Fuente: Instituto Nacional de Estadística y Censos. Encuesta Nacional de Hogares 2019b.

Tal como refieren las estadísticas, el teléfono celular es el dispositivo TIC que en mayor proporción existe en los hogares de Costa Rica. Todas las regiones de planificación registran una tasa de más de 95% de las viviendas que cuentan con al menos un teléfono celular. Caso contrario lo es el de la telefonía residencial o fija, cuyas tasas son muy inferiores y la más alta de ellas ocurre en la región Central (39,1%), siendo ésta prácticamente el doble de la que presentan las regiones Chorotega y Pacífico Central, las dos regiones que, en este aspecto, ocupan la segunda y tercera posición.

Las estadísticas sobre la disposición de internet en las viviendas, por su parte, indican que, en todas las regiones de planificación, más del 80% de los hogares cuenta con acceso a este servicio. Las mayores proporciones las tienen la región Central y la Chorotega. Sin embargo, este dato es inespecífico; no refiere si la conexión es por la vía del servicio celular de datos móviles, o por la de la conexión fija. Es muy probable que sea lo primero.

En lo que respecta a la disposición de computadoras en los hogares, las cifras son bastante bajas y únicamente la región Central presenta una proporción ligeramente superior a la mitad de las viviendas. En las regiones Huetar Caribe y Huetar Norte, en más de las dos terceras partes de los hogares no se cuenta con una computadora. Y en lo referente a tabletas, que constituye otra herramienta de necesidad básica para atender los requerimientos de la educación virtual a distancia, las cifras son aún menores. Únicamente en la región Central superan levemente el 20% de los hogares, mientras que en las demás regiones se ubican por debajo del 10%.

Costa Rica ha desarrollado legislación, diseñado políticas y establecido programas para asegurar los principios de igualdad de oportunidades, calidad de la educación, inclusión y no discriminación. Las poblaciones estudiantiles cuentan con el acceso a los servicios de los programas de Alimentación y Nutrición (PANEA) y de Transporte Estudiantil (PTE), así como a los apoyos que brindan el Fondo Nacional de Becas (Fonabe) y el Programa de Transferencias Monetarias Condicionadas Avancemos. Asimismo, de más reciente creación, también está la estrategia “Yo me apunto con la educación”, que tiene por finalidad brindar atención especial a los centros educativos de las comunidades que afrontan mayores niveles de pobreza, desigualdad, exclusión y marginación social.

Este conjunto de iniciativas y de acciones está asociado con el principio fundamental de la solidaridad, que junto con los de igualdad de oportunidades y de inclusión y no discriminación es constitutivo de los derechos humanos y, en particular, del derecho humano a la educación. En su enunciado formal, el principio de solidaridad establece que, en su conjunto, la institucionalidad del Estado y de la sociedad tienen el deber y la responsabilidad ineludibles de proporcionar las condiciones y proveer la dotación de los recursos necesarios para garantizar una educación de calidad que cumpla con los principios de “acceso universal”, “no discriminación” y de “igualdad de oportunidades y de trato”. En este sentido, declara la UNESCO (2016): “ningún país que se comprometa seriamente con la educación para todos se verá frustrado por falta de recursos en su empeño por lograr esa meta”.

Más allá incluso de la dotación de recursos, que son imprescindibles, el principio de solidaridad remite esencialmente a la creación y facilitación de las condiciones que permitan el acceso a la educación en igualdad de oportunidades y no discriminación. En situaciones especiales causadas por desastres naturales, guerras, crisis sanitarias, crisis económicas, el principio de solidaridad involucra la creación y sustentación de las condiciones que faciliten a las comunidades y a las poblaciones estudiantiles más afectadas poder protegerse de los daños y pérdidas que acontezcan en el marco de la coyuntura de crisis.

Se trata de afectaciones que, de no atenderse con la prontitud, alcance de cobertura y calidad que se requiere, pueden pasar a convertirse en pérdidas cuyo impacto en el incremento de la inequidad y la desigualdad social tendrá efectos que se proyectarán a largo plazo, con todas las implicaciones negativas que harán derivar para el conjunto en general de la sociedad.

La pandemia llegó de repente y obligó a las autoridades de gobierno a tomar medidas de emergencia. El establecimiento de estas medidas representó una quiebra abrupta de la “normalidad” de la vida cotidiana y de todas las actividades asociadas a ella. En materia de educación, la suspensión del curso lectivo en su modalidad presencial y su conversión a educación virtual a distancia dejó en condiciones claras de desventaja a una diversidad de poblaciones y sectores estudiantiles. Además, al tiempo que se suspendía el curso lectivo, las medidas sanitarias establecidas para contener y frenar la propagación de la pandemia (confinamiento, distanciamiento social, restricción vehicular, cierre de lugares públicos), afectaron diversas actividades económicas y productivas, de la misma manera que una cantidad significativa de familias han visto restringidas o incluso canceladas las posibilidades para agenciarse la subsistencia.

En este momento, aún cuando no existan evaluaciones de por medio respecto del trabajo que se le asigna a la población estudiantil para realizar en sus hogares, lo cierto es que hay un sector mayoritario de estudiantes que, al carecer de las condiciones necesarias para atender los requerimientos de la educación virtual, ha quedado en una clara desventaja en relación con otros sectores que sí cuentan con esas condiciones. Esta es una situación que obliga a hacer un esfuerzo amplio de análisis, en articulación y convergencia interinstitucional y multisectorial, a fin de identificar y definir las acciones inmediatas y estratégicas que permitan dar contención a las afectaciones y allegar los apoyos que contribuyan a atender y solventar en la mayor medida posible las carencias.

Las desventajas no tienen que ver únicamente con la no disposición del equipo y la conectividad. También intervienen en ellas factores como el desempleo de las jefaturas de familia, la necesidad de contribuir con la búsqueda de lo necesario para satisfacer las necesidades básicas; la carencia de una alfabetización adecuada en el hogar, que imposibilita brindar acompañamiento a las hijas e hijos en sus menesteres escolares. Se trata de carencias y desventajas “corrosivas” (Nussbaum, 2012) que, de no tomarse en consideración, inevitablemente repercutirán en un deterioro presente y a futuro del bienestar social para muchas familias y de oportunidades para distintos sectores de estudiantes.

Este panorama crítico plantea la necesidad urgente de que los diversos actores involucrados en el campo de la educación (académicos, institucionales, organizaciones de la sociedad civil, municipalidades, organizaciones productivas, colectivos de mujeres, asociaciones locales) contribuyan a buscar alternativas de atención y respuesta a esta difícil y problemática situación. La academia universitaria, en particular, la comunidad investigadora vinculada al campo de la educación se encuentra interpelada para desarrollar las acciones de investigación, análisis y reflexión sobre lo que acontece, a fin de identificar posibles soluciones y a hacer que éstas se canalicen y se pongan a disposición de las autoridades del MEP y de las demás instituciones que puedan estar convocadas a participar en la articulación y la convergencia de los esfuerzos.

La medida adoptada de establecer la modalidad de educación virtual a distancia requiere ser evaluada de manera urgente. En esta evaluación deben participar estudiantes, docentes y madres y padres de familia. Es preciso realizar consultas localizadas, contextualizadas, en cada una de las comunidades y regiones del país. Es imprescindible conocer de qué manera las poblaciones estudiantiles, la planta docente y las familias han asumido los requerimientos de la educación virtual a distancia; cómo se ha llevado a cabo la dinámica de la “mediación pedagógica” y con qué disposición de equipo se ha contado.

Esta evaluación es necesaria y muy importante, en la medida que sus resultados permitirán identificar las dificultades que se hayan tenido, hacer los ajustes pedagógicos que se requiera, brindar capacitación a la planta docente que se haya visto más limitada para el desarrollo de su trabajo, coordinar con las instituciones y empresas prestadoras de servicios de internet para asegurar la plena cobertura nacional de este servicio.

Según se ha indicado por parte del MEP, la proyección es retornar al curso lectivo presencial a partir del próximo mes de agosto, después de concluido el período de vacaciones de medio año. El cumplimiento de esta proyección, sin embargo, depende de diversos factores y la mayoría de ellos son externos al sistema educativo y a las competencias del MEP. El comportamiento de la pandemia es incierto y el regreso a los centros educativos, además, no se podrá llevar a cabo sin el establecimiento de diversas medidas de control y vigilancia sanitaria. Este es otro aspecto en el que las autoridades educativas habrán de implementar capacitaciones al personal docente y administrativo, para lo cual desde ya se tendrían que estar desarrollando las acciones correspondientes.

De igual manera, la decisión de retornar al curso lectivo presencial, ya sea en agosto próximo o después, es una decisión que requiere de un análisis minucioso acerca de todos los factores implicados, especialmente aquellos que tienen que ver con la disposición de ingresos de los hogares, el empleo, al menos una mínima estabilidad económica de las familias.

Esta es una dimensión de la situación de crisis que no puede ser obviada y que exige una atención cuidadosa. De no tratarse con el cuidado y la atención que amerita, se estaría empujando a una proporción amplia y diversa de sectores estudiantiles a una situación de mayor desigualdad que la que ya existía antes de la llegada de la pandemia. Esta decisión, en último término, debe estar basada en un plan de contingencia y de recuperación que, como ya se indicó, demanda una formulación de políticas que puedan ser ejecutadas por medio del accionar de una plataforma de articulación y convergencia multisectorial e interinstitucional.

Referencias bibliográficas

Asamblea General de las Naciones Unidas. (1989). Convención sobre los Derechos del Niño. Madrid: UNICEF. Recuperado de: https://www.un.org/es/events/childrenday/pdf/derechos.pdf

Guardia Donato, Diana. (2020). ¿Qué pasa con la infancia costarricense durante la cuarentena? Semanario Universidad, 06 de mayo de 2020. Recuperado de: https://semanariouniversidad.com/opinion/que-pasa-con-la-infancia-costarricense-durante-la-cuarentena/?fbclid=IwAR0Iz_GV18pQxGgpiZykAyHZyLQFg_x6B3Wte9RoODJvFGikFZsZMJAtpc0

Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2019a). Encuesta Nacional de Hogares. San José: INEC. Recuperado de: https://www.inec.cr/pobreza-y-desigualdad/pobreza-por-linea-de-ingreso

Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2019b). Encuesta Nacional de Hogares. San José: INEC. Recuperado de: https://www.inec.cr/otros-temas-ciencia-y-tecnologia/tecnologias-de-informacion-y-comunicacion-en-hogares

Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2020). Anuario estadístico 2016/2018. Compendio de estadísticas nacionales. San José: INEC. Recuperado de: https://www.inec.cr/sites/default/files/documetos-biblioteca-virtual/reanuario2016-2018.pdf

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Programa Estado de la Nación. (2019). Informe Estado de la Nación 2019. San José: Servicios Gráficos AC. Recuperado de: https://estadonacion.or.cr/wp-content/uploads/2019/11/informe_estado_nacion_2019.pdf

Nussbaum, Martha C. (2012). Crear capacidades. Propuesta para el desarrollo humano. Barcelona: Paidós. Recuperado de: https://es.scribd.com/document/361404680/Crear-Capacidad-Martha-Nussbaum

 

[1] Investigador del Observatorio de la Educación Nacional y Regional (OBSED), Instituto de Investigación en Educación (INIE), Universidad de Costa Rica. Mayo de 2020. C.e.: luis.munoz@ucr.ac.cr

[2] “Porcentaje de la población ocupada respecto a la población en edad de trabajar.” (INEC, 2020). La población en edad de trabajar es la que tiene 15 años y más.

[3] “Porcentaje de la población desempleada respecto a la fuerza de trabajo. (INEC, 2020).

[4] “Porcentaje de la población ocupada con empleo informal respecto al total de ocupados.” (INEC, 2020).

Foto del Semanario Universidad. Estudiante de Sixaola, Limón.

UCR: Estudiantes de la Sede de Occidente ofrecen apoyo a organizaciones comunales

El Sol Brilla para Todos, que atiende a adultos con discapacidad, es una de las organizaciones beneficiadas con este TCU. Foto Grettel Rojas Vásquez.

El TCU Apoyo a Entidades Comunales de la Sede de Occidente permite que los estudiantes pongan sus conocimientos al servicio de organizaciones no lucrativas y que trabajen de la mano con diferentes poblaciones.

Según la profesora Jeannette Morales, encargada del proyecto, actualmente se está colaborando con organizaciones sociales como “El sol brilla para todos” (para personas adultas con discapacidad) y “Hogar diurno coraje y esperanza” en San Ramón, con la “Asociación de cuidados paliativos de Palmares”, y con el hogar de ancianos y la biblioteca pública de Atenas.

Morales explicó que este proyecto ofrece en primera instancia apoyo administrativo “estas organizaciones en general carecen de recurso humano, muchas veces solo están las juntas directivas y no tienen el sustento administrativo para poder ordenarse”.

Señaló que los estudiantes inscritos colaboran con la definición de planes estratégicos, reglamentos, procedimientos, ofrecen asesoría legal y les ayudan a conseguir recursos. En el área de informática se colabora con sistemas de información y con sistemas para llevar el control de activos fijos, ya que estas organizaciones reciben donaciones y ayudas pero no cuentan con los sistemas adecuados para registrarlos.

El proyecto también ofrece capacitaciones a funcionarios y a la población atendida y sus familias. Por ejemplo, los estudiantes ofrecerán talleres sobre la ley 7600 a funcionarios de “El sol brilla para todos” y a los beneficiarios y sus familias.

Karen Rojas Rojas, Directora del El Sol Brilla para todos, calificó de “gigantesco” el aporte que ofrecen los estudiantes por medio del trabajo comunal.

Ahorita nos están ayudando con la promoción de la institución, con una página web y con talleres de psicología, son apoyos muy importantes porque son herramientas que nosotros no tenemos y es una forma de aprovechar el recurso”.

Los estudiantes inscritos también tienen la oportunidad de participar en actividades recreativas, lo que les permite interactuar con los beneficiarios.

Frida Xirinachs, estudiante de Informática Empresarial, está inscrita en este de TCU. Ella señala que su proyecto principal lo desarrolla con el “Hogar diurno coraje y esperanza”, organización con la que trabaja en la elaboración de una base de datos que permitirá registrar la cantidad de adultos mayores que tiene el distrito de San Juan de San Ramón, dicha base es un requisito solicitado por el IMAS a estas organizaciones para subir de categoría.

Además, Frida colabora con actividades recreativas que se realizan en diferentes organizaciones. “Me gusta mucho el TCU, me permite relacionarme con las personas beneficiadas y con los compañeros. Con el TCU he aprendido a mejorar la comunicación para trabajar con diferentes tipos de poblaciones”.

Frida considera que este tipo de proyectos le ayudan a tener un conocimiento integral de la sociedad, ya que muchas veces los estudiantes de Informática Empresarial trabajan en proyectos que requieren poca interacción social.

Grettel Rojas Vásquez

Periodista, Sede de Occidente

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Gran Festival del Agua: La Argentina de Pocora, Guácimo

En una información enviada a SURCOS por Rafael López Alfaro publicada en el Periódico El Guapileño, se informa que:

“Los días 21 y 22 de julio, la junta directiva de la Asociación Administradora del acueducto y alcantarillado sanitario de la Argentina, Barrio El Carmen y Pocora Sur; en conjunto con la comisión para la gestión participativa del recurso hídrico de la Argentina realizaron “El Primer Festival del Agua, Argentina 2017”.

Donde se planteó lo siguiente:

Objetivo General: Lograr alianzas instucionales para la compra del terreno de recarga  acuífera, con la participación activa de las organizaciones comunales, mediante actividades sociales que propicien incidencia y compromiso social para la protección del recurso hídrico.

Objetivos específicos:

Realizar encuentro con jerarcas de instituciones públicas para demostrar la importancia del recurso hídrico de la Argentina y protegerlo a través de la obtención del área de recarga acuífera, para conservarlo para siempre.

Lograr incidencia comunal a través de un informe de labores de la comisión y un reconocimiento a los fundadores de la comunidad con la participación de las organizaciones comunales, desarrollando actividades culturales, deportivas, recreativas u otras”.

 

*Imagen tomada de www.uned.ac.cr

El tema del recurso hídrico es una prioridad para la UCR

  • 1500 organizaciones comunales abastecen de agua a 1,3 millones de personas

El tema del recurso hidrico es una prioridad para la UCR
Encuentro de comunidades en Defensa del Agua.

“Lo más preciado que tenemos es el agua, porque sin agua no hay vida”. Con estas palabras, doña Ana Martina Tensio Cordero, Guarco de Cartago, quien pertenece a la Comisión del Rio Purires, ha trabajado durante 8 años en proyectos de reforestación en la microcuenca, limpieza del río y en general, en la protección del medio ambiente en su comunidad.

Al igual que doña Ana Martina, muchas mujeres y hombres han jugado un papel fundamental en sus comunidades. Así lo revela un estudio de la Fundación Avina, que muestra la participación de 1500 organizaciones comunales de servicio de agua, quienes abastecen de ese recurso a 1,3 millones de personas. https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/15b21056e4f0cd99?projector=1

En el marco de la celebración del Día Mundial del Agua del 22 de marzo, la Universidad de Costa Rica (UCR) realizó el Encuentro de Comunidades en Defensa del Agua, donde organizaciones y líderes comunales comprometidos con el recurso hídrico se dieron cita en la sede Rodrigo Facio, en un espacio de intercambio de experiencias y posibles líneas de trabajo conjunto.

Cinthia Hernández Gómez, gestora ambiental de la UCR, señaló que esta iniciativa busca fortalecer las capacidades de las organizaciones mediante un diálogo-aprendizaje sobre las buenas y malas prácticas en defensa del recurso hídrico.

Durante el encuentro, las organizaciones y representantes comunales analizaron el aporte de las ASADAS en el desarrollo del país, la necesidad de fortalecer sus capacidades mediante la capacitación, la inclusión de nuevos actores, entre ellos, los jóvenes para sensibilizarlos y convertirlos en futuros activistas que contribuyan a la protección del recurso, la equidad de género, entre otras.

Por su parte, representantes de la Alianza Nacional para la Defensa del Agua (ANDA), instaron a las organizaciones y demás grupos comunales a formar parte de ANDA, como una plataforma ciudadana que promueve un modelo de gestión integrada, participativa y ambientalmente sostenible del recurso hídrico.

Leonidas Villalobos, del norte de Esparza Puntarenas, representa la Asociación Pro-cuenca del Río Jabonal en el cantón de Esparza y la Asada de Sabana Bonita, enfatizó que la protección del medio ambiente y el recurso hídrico es su objetivo principal para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona.

Un total de 32 organizaciones comunales participantes en el Encuentro, recibieron capacitación sobre comunicación, resolución de conflictos, gestión de cuencas, gestión comunitaria del agua, derecho humano al agua y saneamiento y se realizó un conversatorio con autoridades de gobierno sobre “Desafíos institucionales para el reconocimiento del derecho humano al agua en Costa Rica”.

Rio Jabonal foto UCR
Rio Jabonal: Miembros de la Asociación Pro-cuenca del Río Jabonal en Esparza.

Iniciativas pro agua UCR

Desde sus diferentes especialidades del conocimiento, además, en diversas sedes y recintos, la UCR desarrolla amplia investigación en materia de recurso hídrico, se imparten carreras, cursos y a través de la acción social se ha logrado una gran incidencia en las comunidades.

Las áreas de investigación y acción social son muy diversas. Algunas entes trabajan desde la gestión integrada, apoyando acueductos comunales por medio de TCU, tal es el caso de la Escuela de Geografía; Aguas Seguras de la Escuela de Ingeniería Civil.

En las sedes y recintos trabajan la temática del recurso hídrico junto con las comunidades, en el mejoramiento de las características del recurso, por medio de la identificación de la calidad del agua, mejorando las condiciones y calidad físico química y microbiológica del recurso. Se brinda apoyo para la implementación de tecnologías limpias, biojardineras, ayudando a fortalecer las capacidades de las comunidades y turismo ecológico.

Aunado a las labores de extensión, la UCR trabaja internamente. Los docentes en las aulas universitarias, la experiencia ganada desde la Unidad de Gestión Ambiental y la incidencia que se desarrolla a lo interno de la Universidad, por medio de campañas de sensibilización con la comunidad universitaria y la vinculación con la realidad nacional.

En esta materia, la UCR cuenta con proyectos de cosecha de agua de lluvia, que se utiliza en algunas residencias de los estudiantes, en el módulo lechero de Turrialba y el Edificio de Ucagro.

En general, diferentes escuelas, centros de investigación y estudiantes de la Sede Rodrigo Facio y demás sedes y recintos a lo largo del país, trabajan el tema del recurso hídrico con el fin de promover el derecho humano al agua.

 

Si desea conocer más información sobre proyectos que desarrolla la UCR para la protección del recurso hídrico, favor contactar a la periodista Rebeca Madrigal al teléfono 25113564.

 

Enviado a SURCOS por Lic. Otto Salas Murillo, Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR.

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UCR: Estudiantes de administración pública ayudan a diseñar políticas cantonales

Paola Guzmán Pérez,

Periodista CICAP, UCR

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Fotografía muestra visión general del auditorio del Centro de Investigación y Capacitación en Administración Pública (CICAP) – foto Laura Rodríguez Rodríguez.

A través de un trabajo conjunto entre la Universidad de Costa Rica (UCR) y organizaciones comunales, más de 100 estudiantes de Administración Pública han capacitado a 1.200 líderes comunales y brindado acompañamiento en el diseño de proyectos de base comunitaria, tales como asociaciones de desarrollo, uniones cantonales de desarrollo y federaciones de uniones cantonales.

Lo anterior se ha logrado por medio del Programa de Desarrollo Municipal (PDM) que funciona en el Centro de Investigación y Capacitación en Administración Pública (CICAP) de la UCR y el Trabajo Comunal Universitario de la Escuela de Administración Pública. El trabajo ha permitido vincular a los más de 110 estudiantes en el desarrollo de proyectos de alcance nacional.

Durante el último año, los estudiantes se enfrentaron a proyectos relacionados con el desarrollo de planes estratégicos en diversos temas municipales, la elaboración de políticas públicas cantonales con metodologías participativas y la colaboración en actividades de gestión de proyectos de alta complejidad.

Desde su creación en el 2014, el PDM funciona como laboratorio para que los estudiantes puedan poner en práctica los conocimientos adquiridos en sus cursos, y ayudar a la resolución de problemas y casos reales de las organizaciones relacionadas al ámbito municipal y comunal.

Con el acompañamiento de funcionarios especializados en el trabajo con el sector municipal y comunal, los estudiantes han tenido la oportunidad de apoyar la creación de nuevos esquemas de servicios y participar en proyectos de alcance nacional.

Entre los proyectos más significativos se encuentran el desarrollo del Centro de Investigación e Innovación para el Desarrollo de la Municipalidad Montes de Oca, y el Plan Nacional de Desarrollo de la Comunidad (PNDC), elaborado con y para las comunidades en conjunto con todas las Federaciones de Uniones Cantonales, la Dirección Nacional de Desarrollo de la Comunidad (DINADECO) y la Confederación Nacional de Asociaciones de Desarrollo de la Comunidad (CONADECO).

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Estudiantes de Administración Pública de la Universidad de Costa Rica participaron durante el 2016 en una diversidad de proyectos.

También, como parte del Programa Nacional de Capacitación para el Régimen Municipal, impulsado por del Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM), los estudiantes han asumido parte de la gestión de proyectos de capacitación para funcionarios municipales.

Esfuerzos conjuntos

Sumado a los proyectos que desarrolla el PDM, gracias a una alianza con la Escuela de Administración Pública, los estudiantes que matriculan el Trabajo Comunal Universitario “Empoderamiento de la Sociedad civil para potenciar el desarrollo local” (TC-462), también pueden participar en la capacitación y acompañamiento de líderes comunales para el desarrollo de proyectos específicos.

“Es un TCU que brinda nuevas experiencias y le permite a los estudiantes acercarse a la realidad comunal de nuestro país, algo que no se puede aprender desde las aulas. Este proceso les permite sensibilizarse ante esa realidad, comprender las dificultades que enfrentan los pobladores y convertirse en facilitadores de su proceso de mejora”, señaló Orlando Hernández, Coordinador del Programa de Desarrollo Municipal del CICAP.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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IV Festival Barra del Colorado consolida su lugar en la zona

  • Actividad logró avances en organización y apoyo gubernamental

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El Festival Barra del Colorado se convirtió en una actividad de peso, que captura la atención de las instituciones públicas y privadas, y para muestra es que en el marco de su cuarta edición, del 14 al 16 de octubre pasado, los miembros del consejo municipalidad de Pococí realizaron su sesión solemne.

“El Festival acercó a los regidores a estas comunidades, que también pertenecen a ese gobierno local”, contó Rafael López encargado del proyecto Empoderamiento de los grupos comunales de Barra del Colorado, del Programa Gestión Local de la Dirección de Extensión Universitaria, UNED.

Además, en la sesión solemne municipal que marcó la inauguración de la festividad, la alcaldesa Elbeth Venegas prometió que para junio del año 2017 se involucrará a las comunidades organizadoras del Festival en la consulta para establecer un presupuesto participativo que colabore con los proyectos de estas localidades.

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El Festival de esta manera atrajo este año al señor diputado Gerardo Vargas Varela que representa a la provincia de Limón, así como al director regional del Ministerio de Cultura, el señor Jaime Chacón, a representantes de la fuerza pública, guardacostas y representantes de la empresa privada.

“También contamos con la participación de la señora Vivian Solís, hermana del presidente de la República, Luis Guillermo Solís y quien colabora con Coopesolidar, cooperativa que promueven la pesca responsable. Ella participó en el Foro de la Mesa de diálogo social comunitaria: La situación actual de la pesca del camarón y su impacto en la economía local de Barra del Colorado. La cooperativa llevó a pescadores de Guanacaste y del Pacífico Sur y Central para que compartieran su experiencia”, explicó López.

El Festival

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El Festival de Organizaciones Barra del Colorado es una actividad que nació en el año 2011 y ha sido una herramienta para que las comunidades aledañas construyan procesos y puentes para el desarrollo. También el Festival ha servido de pretexto para la articulación del trabajo entre organizaciones locales y asimismo los jóvenes tienen un espacio para incidir en la gestión local.

“En aquel año, jóvenes, organizaciones, su gente pidió la colaboración de la Universidad Estatal a Distancia y empezamos un proceso de fortalecimiento de capacidades organizativas, que dio como resultado el desarrollo del Festival, que hoy cuenta con el apoyo y la colaboración de diversas instituciones públicas y privadas”, finalizó Rafael López.

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Enviado a SURCOS Digital por Rafael Eduardo López Alfaro.

Fuente original de información: http://www.uned.ac.cr/

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