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Etiqueta: OTAN

Una fotografía sencilla del momento

Juan Carlos Durán Castro
Dirigente Sindical SIFUPCR

Febrero 2023

¿Qué hay realmente detrás de la visita de la General Comandante del Comando Sur a Costa Rica? Más allá del «apoyo financiero» para combatir el narcotráfico en el país, si realmente un balance objetivo del tema de las drogas desde lo estructural-global al narcomenudeo es indicativo de un perfecto fracaso, y mientras tanto, se desploma la inversión social en los países y se precarizan los derechos humanos en su conjunto en nombre de un capitalismo salvaje, antihumano y depredador del planeta.

Así las cosas, está en desarrollo una nueva política militar para Asia – Pacífico que aspira sin duda a cercar y reforzar las bases militares de EEUU de cara a China, una tarea de corte militar para la lucha hegemónica en el campo militar similar a la desarrollada desde hace años (desde la caída del muro de Berlín y la Perestroika impulsada por Gorbachov y Yeltsin), se desarrolló vía OTAN y occidente, para ir cercando a Rusia, con una dirigencia de la Unión Europea (UE) plegada al conservadurismo más rancio que se junta con el renacimiento del fascismo en muchas partes del mundo.

Parece que viene una confrontación entre China y EUA, según los analistas en el corto plazo y se habla del año 2025.

Dicho plazo guarda relación directa con las elecciones en EUA en 2024.

Escenario en el cual el manejo artificial de la economía estadounidense que según algunos datos y criterios de expertos, sortea una inminente recesión económica y se maquillan los números del empleo en EUA, obviando desde un abordaje serio la inflación y el PIB de esa potencia hiper endeudada y con la deuda interna posiblemente más grande del mundo y en manos de su archienemigo comercial chino.

Biden parece estar jugando un ajedrez peligroso, sin descartar un choque con los gurúes de la Reserva Federal (Powell), lo cual podría generar condiciones muy complejas, esto en paralelo a los globos civiles o espías, como tema distractor a las pesquisas de documentos secretos – clasificados en tres residencias de Biden.

Por otro debemos tener en cuenta que en 2025 termina periodo Xi Jinping en China y todo puede indicar que buscarán mantenerlo o buscar una figura acólita que mantenga el enfoque estratégico en lo comercial y para mantener además la política de crecimiento militar que ha venido desarrollando China en los últimos 10 años.

Todo como un reforzamiento y preparación para la disputa en los distintos campos por el mayor control geopolítico mundial de los mercados, los microprocesadores, las tierras raras y la inteligencia artificial (IA), en donde el continente americano tiene un papel relevante con el triángulo del litio y otros factores estratégicos no menores que se deben tener en consideración.

Pareciera entonces que la confrontación Rusia – Ucrania deben irla cerrando o buscarle una salida de mesa de negociaciones desde OTAN- EUA, para de alguna forma poder concentrarse en el verdadero enemigo comercial y militar, que es sin duda China.

Al final las dirigencias «políticas» que son electas en las denominadas democracias en sus distintos sabores y colores en su papel de marionetas administradoras de los verdaderos personajes que representan según expertos y expertas el 1% de la población planetaria y que concentran desde sus feudos corporativos la riqueza y con la mirada hacia otro lado, o bien, con perfiles bajos o calculados de personeros de instituciones internacionales que van desde la ONU, OI, la CIDH y otras con alcances mundiales, continentales y locales de planos nacionales, exponen a la raza humana a una escalada peligrosísima del conflicto entre Rusia-Ucrania, que podría ser parte de una táctica para generar un distractor militar en la geopolítica en disputa, pero que por tal razón no pierde nada de relevancia.

Mientras tanto no cabe duda de que están en desarrollo nuevas políticas militares que colocan al mundo al borde de una guerra nuclear en razón de una locura mercantil archicapitalista y anti naturaleza por el control de los mercados, pues los seres humanos, somos un número, somos consumidores y consumidoras.

Que estupidez y que decadencia humana, por nuestra parte optamos por darle una oportunidad a la paz y hacemos votos porque nuestro continente y nuestro país se incline hacia ese lado.

Dicho esto, deberían el movimiento sindical, social y socioproductivo del país pronunciarse y convocar alguna actividad cultural o similar llamando a la paz y todo lo que esto conlleva desde las agendas de los movimientos sociales globales.

Estas son ideas rápidas que surgen como producto de las enormes preocupaciones mientras laboramos en el hospital y nos asaltan los miedos normales y naturales de ver la gigantezca y enorme torpeza, y demás características imaginables e inimaginables, de las dirigencias mundiales, continentales y locales de todo tipo de gobierno, institución o similar.

Y entiéndase que formulamos esto sin exclusiones ideológicas de derecha o de izquierda.

Pobre humanidad que poco humana que es

José Luis Pacheco Murillo

La guerra Rusia – Ucrania hoy puede tener cambios trascendentales y podrían suponer esos cambios el inicio de una escalada en la intensidad de la misma.

La OTAN ha solicitado a sus miembros que se requiere ayudar a Ucrania en su defensa, y países como Estados Unidos y Alemania ya han dado claras muestras de responder a ese llamado enviando a Ucrania tanques pesados de fabricación occidental.

La respuesta rusa no se ha hecho esperar en el sentido de mencionar que recurrirá a armas más sofisticadas y de mayor alcance, incluso de características nucleares.

Es decir, estamos a las puertas de una tercera guerra mundial con todas las desgracias que eso significa.

Hoy Alemania tomará la decisión de cuántos tanques Leopard 2 enviará a Ucrania, pero esa decisión depende de la de Estados Unidos de cuántos tanques Abrams. Además otros países como Polonia e Inglaterra están atentos para también tomar decisiones similares.

Una guerra cuyo inicio fue motivado por las presiones de Estados Unidos y la OTAN haciendo que Ucrania hiciera lo que deseaban, para que Rusia respondiera como lo hizo y hoy el negocio de esa guerra sigue adelante con el envío de armamento pesado cuyos costos son de miles de millones de dólares que sirven para ayudar a una economía decadente como la de Estados Unidos.

Estas decisiones traerán consecuencias muy graves para el mundo entero, y es que posiblemente los aliados a Rusia también tomen decisiones para contrarrestar esa ofensiva occidental.

Debemos estar atentos a lo que está por definirse a partir de hoy y las autoridades de países de nuestra región tomar medidas para una posible recesión por la guerra que se convertirá, de una entre dos países al menos en teoría, en una donde muchos países serán actores.

Dios quiera que las decisiones que se tomen hoy y en adelante se encaminen a buscar la paz, y que quienes tienen poder político para tomarlas sepan que serán millones de muertos los que tendrán que cargar en sus conciencias. La humanidad ha aprendido poco sobre la solidaridad, el amor y la paz a pesar ONU, OEA y todas las demás organizaciones multilaterales.

Pobre humanidad que poco humana que es.

 

Enviado a SURCOS por el autor.

La construcción de un nuevo orden mundial

Gilberto Lopes, en San José
Enero 2023

La duda de Olaf Scholz:
¿Cómo puede Europa permanecer como un actor independiente en un mundo multipolar?

I

“La agresión de Rusia contra Ucrania ha puesto fin a una era”, dijo el canciller alemán, Olaf Scholz, en artículo publicado en la edición de enero/febrero de la revista Foreign Affairs: The Global Zeitenwende. Algo así como un punto de no retorno. Es también el punto de partida del Foro Económico Mundial que se reunió en Davos a mediados de enero: “el mundo está hoy en un punto de inflexión crítico”, aseguran.

La cuestión central era esta, para Scholz: ¿cómo podemos, como europeos y como Unión Europea, seguir siendo actores independientes en un mundo cada vez más multipolar?

Algo sobre lo cual ha estado hablando también el presidente francés, Emmanuel Macron, para quien Europa debía replantear su “autonomía estratégica». Según Macron, “Europa debe desempeñar un papel más activo en la OTAN, reduciendo su dependencia de Estados Unidos y desarrollando sus propias capacidades de defensa para garantizar la paz en la región”.

Del lado ruso también se analiza el problema. Fyodor Lukyanov, director del Foro de Discusión de Valdai, señaló que la visita del presidente ucraniano Vladimir Zelensky a Washington, el pasado 21 de diciembre (dejando de lado la teatralidad que la envolvió) puede representar un hito para la definición de un nuevo marco de seguridad europea.

Con Ucrania transformada en un insumergible portaviones norteamericano –como dice Lukyanov, un papel similar al que jugó Honduras en la guerra de los “contras”, montada por Washington contra los sandinistas, en Nicaragua, en los años 80’s–, el esquema de seguridad que había propuesto Putin en diciembre del año pasado ya no tiene sentido. Con el ejército ucraniano bien preparado, con el apoyo de Occidente, sobre todo de Estados Unidos, se torna irrelevante su eventual pertenencia a la OTAN, dijo Lukyanov (su argumentación puede ser vista aquí: https://www.rt.com/news/568813-lukyanov-zelensky-visits-washington/).

Una posición similar ha expresado el exSecretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger. Ucrania ha adquirido uno de los mayores y más efectivos ejércitos de tierra de Europa, equipado por los norteamericanos y sus aliados. La alternativa de neutralidad ya no es significativa, dijo Kissinger, sobre todo después de la incorporación de Suecia y Finlandia a la OTAN (el artículo de Kissinger puede ser visto aquí: https://www.spectator.co.uk/article/the-push-for-peace/). Ideas que repitió en su intervención en el foro de Davos, el 18 de enero pasado.

Los ganadores de la Guerra Fría

¿Qué época, según Scholz, es la que está llegando a su fin? En los 90’s parecía que un orden mundial más estable –resiliente, diría– se había instalado en el mundo. Se trataba del orden instaurado después de la Guerra Fría, de un mundo que percibe como de “relativa paz y prosperidad”.

La excanciller alemana, Angela Merkel, diría, en una entrevista publicada el 7 de diciembre en el medio alemán Zeit Magazine, que “la Guerra Fría nunca había de verdad terminado, pues Rusia nunca estuvo realmente en paz”.

Alemania no había podido alcanzar su objetivo de derrotar a Rusia, entonces cabeza de la Unión de República Socialistas Soviéticas (URSS), en la II Guerra Mundial. Enfrentada al resto de Europa, especialmente a Gran Bretaña, todavía una gran potencia en esos años (y que hizo lo imposible por evitar entrar en esa guerra), y luego a Estados Unidos, Alemania fue derrotada, en una guerra en la que el papel de la URSS fue decisivo.

El mundo se dividió después en dos grandes bloques. El encabezado por Estado Unidos asumió la tarea de continuar la lucha contra el que lideraba la Unión Soviética. Un largo conflicto, que duró casi 45 años, y terminó, como sabemos, con la victoria del bloque occidental y la disolución de la URSS.

Liberados los países de Europa del este, hasta entonces sometidos a la tutela soviética, un nuevo orden internacional emergió: una Europa “unida y libre” (“whole and free”, en palabras del presidente George H. W. Bush), ahora bajo la dirección norteamericana, inició la construcción de ese nuevo orden internacional.

Por un lado, se consolidaron las políticas económicas neoliberales, impulsadas por los organismos financieros internacionales, con las vastas privatizaciones en los países del este europeo, que se extendieron también por América Latina, región tradicionalmente bajo la tutela norteamericana. Fue la época del “no hay alternativa”, anunciada por una de las más puras representantes del período, la inglesa Margaret Thatcher.

Por otro lado –hoy lo vemos con claridad– se fue diseñando, bajo el liderazgo norteamericano, una nueva política exterior y de defensa, cuya punta de lanza es la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

El objetivo de la OTAN, como diría, en 1952, su primer Secretario General, el general británico de origen hindú, Hastings Ismay, era “to keep the Soviet Union out, the Americans in, and the Germans down”, muy en la línea de la política exterior británica de entonces.

Setenta años después, la decadencia británica ha permitido a Scholz decir, en su artículo, que “los alemanes tratan de ser los garantes de la seguridad europea que nuestros aliados esperan que seamos, un constructor de puentes en la Unión Europea y un defensor de soluciones multilaterales para los problemas globales”.

El sueño de Inglaterra, expresado por el general Ismay, ha quedado hecho pedazos y gran parte del resto de Europa –de mirada corta, en mi opinión– entusiasmada con la guerra contra Rusia, parece olvidar las consecuencias del último rearme alemán.

Scholz destacó el cambió de la constitución alemana, que le prohibía armar a países en conflicto, y anunció el destino de cien mil millones de euros para el fortalecimiento de sus fuerzas armadas.

Lo que pertenece a un mismo mundo debe crecer junto, diría el canciller Willy Brandt, luego de la caída del muro de Berlín. Brandt se refería a Alemania, pero se aplica a Europa como un todo, dice Scholz.

Es lo que Occidente llama “un mundo basado en reglas”. Lo que Scholz percibe como un nuevo orden, más resiliente, como un mundo de relativa paz y prosperidad, que algunos definieron como “el fin de la historia”.

La construcción de un nuevo orden mundial

II

Una catástrofe geopolítica

Scholz se lamenta de que Putin, en vez de ver la pacífica caída del Muro de Berlín y del orden comunista como una oportunidad para promover más libertad y democracia, la haya calificado como “la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX”.

La frase tiene una doble implicación. La primera es poner el fin de la URSS como una catástrofe mayor que las representadas por las I y II Guerras Mundiales. Parece un insensible error de evaluación del presidente ruso.

Pero tiene todavía otro significado, políticamente más importante para la construcción del discurso del canciller alemán: el de sugerir que el ataque de Rusia a Ucrania no es más que un paso en el esfuerzo por reconstruir la Unión Soviética.

No hace falta extenderse sobre eso para comprender el significado de lo que Scholz pretende atribuir al presidente ruso. “Cuando Putin dio la orden de ataque hizo pedazos una arquitectura europea e internacional de paz que tomó décadas construir”. “Su brutal ataque a Ucrania, en febrero pasado marcó el inicio de una nueva realidad: el retorno del imperialismo a Europa”.

La frase, tal como citada por el canciller alemán, deja al descubierto una sutil interpretación.

La cita a la que Scholz hace referencia corresponde al informe anual del presidente de Rusia a la Asamblea de la Federación Rusa (una versión en inglés de ese informe puede ser vista en la página oficial del Kremlin: http://en.kremlin.ru/events/president/transcripts/22931).

El texto citado por Scholz, en su versión en inglés, está en el sexto párrafo:

Above all, we should acknowledge that the collapse of the Soviet Union was a major geopolitical disaster of the century. As for the Russian nation, it became a genuine drama. Tens of millions of our co-citizens and compatriots found themselves outside Russian territory.

Como se puede ver, no es lo que dice Scholz, cuando, citando a Putin, afirma, entre comillas: “was the biggest geopolitical catastrophe of the twentieth century” (fue la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX).

Lo que dice el texto de Putin es: “was a major geopolitical disaster of the century”, lo que puede traducirse por “uno de los mayores desastres geopolíticos del siglo”. Un genuino drama para la nación rusa, agregó Putin. “Millones de nuestros ciudadanos y compatriotas se vieron fuera del territorio ruso”.

La clave del debate está en las palabras usadas en inglés: “the”, por un lado; y “a”, por el otro.

Stephen Frand Cohen, un erudito estadounidense de estudios rusos, afirma que Putin ha sido obsesivamente mal citado en este tema, repitiéndose la frase “The collapse of the Soviet Union was the greatest geopolitical catastrophe of the twentieth century” cuando, en realidad, lo que dijo fue que había sido “a major geopolitical catastrophe of the twentieth century” (ese debate puede ser visto aquí: https://medium.com/illumination-curated/did-putin-really-say-that-78b5f901e634).

Scholz no se hace cargo de esos detalles y cita la frase como conviene a su argumentación. Ya veremos que no es la única cita donde aplica este procedimiento. Es en este entorno que el autoritarismo y las ambiciones imperialistas de Putin “empiezan a emerger”, afirma. Cita entonces el discurso que el presidente ruso pronunció dos años después, en 2007, en la Conferencia de Seguridad de Munich. Un discurso “agresivo” donde se “burlaba del orden internacional basado en reglas como un mero instrumento de dominio norteamericano” (una versión de ese discurso de Putin, en inglés, puede ser vista también en la página del Kremlin: http://en.kremlin.ru/events/president/transcripts/copy/24034).

El fracaso del mundo unipolar

Es importante considerar la fecha en la que está hablando el presidente ruso: 2007, hace 15 años. ¿Qué es lo que dice Putin en ese discurso? Lo primero es que el modelo de un mundo unipolar, como el surgido después del triunfo de Occidente en la Guerra Fría, “no solo es inaceptable como imposible en el mundo de hoy”. Lo que está ocurriendo en el mundo de hoy –y eso es lo que empezamos a discutir– es el intento de introducir este concepto en los asuntos internacionales.

¿Y cuáles han sido los resultados?, se pregunta Putin. “Las acciones unilaterales, y frecuentemente ilegítimas, no han resuelto ningún problema”. A finales del 2001 Estados Unidos había invadido Afganistán y, en marzo del 2003, Irak. “Estamos viendo el uso prácticamente incontenible de la fuerza militar en las relaciones internacionales, un creciente desdén por los principios básicos de las leyes internacionales, que ha hundido el mundo en el abismo de conflictos permanentes. Un Estado –principalmente Estados Unidos– actuando más allá de sus fronteras, ha tratado de imponer sus políticas a otras naciones, tanto en lo económico, como lo político, lo cultural o lo educacional”.

El resultado –dice Putin, ya en 2007– es que nadie se siente seguro. “Estoy convencido de que ha llegado el momento en que debemos pensar seriamente sobre la arquitectura de la seguridad global”.

Putin hablaba de un mundo multipolar, cuya base era el crecimiento económico de países como la India, China, o los miembros de los BRICs, integrado entonces por Brasil, Rusia, India y China.

Destacó la importancia de un marco legal sobre las armas de destrucción masiva, defendió la necesidad de respetar el tratado de no proliferación nuclear, la supervisión multilateral de las tecnologías de misiles, la prevención del uso de armas en el espacio.

El discurso trata aun otros temas, pero Putin se extiende sobre el Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa, firmado en 1999. Han pasado siete años y solo cuatro países –incluyendo la Federación Rusa– han ratificado el tratado, dice Putin.

¿Qué ha ocurrido desde entonces? “La OTAN ha puesto sus fuerzas en nuestras fronteras, mientras nosotros seguimos respetando estrictamente las obligaciones del tratado y no hemos reaccionado a tales acciones”. Los países de la OTAN han declarado que no van a ratificar el tratado “hasta que Rusia elimine sus bases de Moldavia y Georgia”. Putin se refirió a la situación en Moldavia y aseguró que lo conversaban regularmente con el Secretario General de la OTAN, el español Javier Solana. No habló de la situación en Georgia.

Y recordó una afirmación de otro Secretario General de la OTAN entre 1988 y 1994, el exministro de Defensa alemán, Manfred Wörner, hecha en Bruselas el 17 de mayo de 1990: “el hecho de que estemos dispuestos a no colocar las tropas de la OTAN fuera del territorio alemán le dan a la Unión Soviética una firme garantía de seguridad”.

La expansión de la OTAN –agregó Putin– no tiene relación alguna con la modernización de la alianza, o con garantizar la seguridad de Europa. Por el contrario, “representa una seria provocación que reduce el nivel de confianza mutua”. ¿Dónde están esas garantías?, se preguntó.

Putin dijo también, en ese discurso, que “el único mecanismo que puede decidir sobre el uso de la fuerza militar como último recurso es la Carta de las Naciones Unidas”. Una afirmación difícil de conciliar con su decisión de atacar Ucrania, aunque revelaciones posteriores, sobre todo sobre las intenciones ocultas en las negociaciones de los Acuerdos de Minsk, agregan nuevos matices al escenario.

La construcción de un nuevo orden mundial

III

Visiones de un nuevo mundo

Volvamos al artículo de Scholz. En 2014 –dice– Rusia ocupó Crimea y envió tropas a Donbas “en directa violación de la ley internacional”. “Durante los ocho años que siguieron a la ilegal anexión de Crimea y el estallido del conflicto en el este de Ucrania, Alemania y sus socios europeos e internacionales del G-7 se enfocaron en salvaguardar la soberanía e independencia política de Ucrania, evitando una mayor escalada de Rusia, restaurando y preservando la paz en Europa”.

Junto con Francia –agregó Scholz– “Alemania se comprometió en el llamado Formato de Normandía, que condujo a los Acuerdos de Minsk y al correspondiente proceso de Minsk, que exigía a Rusia y a Ucrania un cese al fuego y a adoptar una serie de otras medidas. A pesar de los problemas y a la falta de confianza entre Moscú y Kiev, Alemania y Francia mantuvieron el proceso funcionando. Pero una Rusia revisionista hizo imposible el éxito de la diplomacia”.

Entonces las declaraciones de la excanciller Angela Merkel al ya mencionado Zeit Magazine dieron otra perspectiva sobre los acuerdos de Minsk. El primer acuerdo, de septiembre del 2014, dijo Merkel, tenía como objetivo “darle tiempo a Ucrania para fortalecerse, como podemos ver hoy. La Ucrania de 2014/2015 no es la Ucrania de hoy”.

Luego vino la batalla de Debatselvo, a principios del 2015, con un rápido triunfo de las fuerzas rusas, que llevaron a un segundo protocolo del acuerdo de Misnk, firmado en febrero de ese año. “Estaba claro para nosotros que el conflicto estaba congelado, que no se había resuelto el problema, pero esto dio a Ucrania un tiempo invaluable”, agregó Merkel.

Declaraciones similares hizo después el expresidente francés, François Hollande. Pyotr Poroshenko, quien asumió la presidencia de Ucrania luego del golpe de 2014, también reconoció que los Acuerdos de Minsk (en cuya negociación participó, así como Merkel) no eran más de una artimaña para ganar tiempo y fortalecer Ucrania militarmente. “Los acuerdos de Minsk, a pesar de las críticas, nos dieron tiempo para construir las capacidades de defensa ucranianas”.

Lo cierto es que el 10 de diciembre del 2019 el gobierno de Ucrania publicó un comunicado, luego de una reunión en París de los líderes de los cuatro países que dieron forma a los Acuerdos de Minsk –Francia, Alemania, Rusia y Ucrania– donde señalaba que seguían comprometidos con la completa implementación de los acuerdos y con la promoción de una arquitectura “sostenible e inclusiva de confianza y seguridad en Europa”.

La respuesta rusa fue que las declaraciones de Merkel eran “decepcionantes”. “No esperaba oír eso de la excanciller”, dijo Putin. “Pensaba que los líderes alemanes dialogaban con nosotros con sinceridad”. “La idea era llenar Ucrania de armas y prepararla para los combates. Nos dimos cuenta muy tarde”, agregó.

La visión de un nuevo mundo

Scholz afirma que “Putin quiere dividir Europa en zonas de influencia y al mundo en bloques de grandes poderes y Estados vasallos”. Afirma que “Putin no ha aceptado nunca a la UE como un actor político”. En su opinión, la UE es una unión de Estados libres, democráticos y soberanos, basados en el estado de derecho, antítesis de la “imperialista y cleptocrática” Rusia.

Es difícil encontrar en las propuestas de Putin medidas orientadas a esos fines. Aunque puedan parecer hoy completamente inviables, en 2010 Putin, entonces primer ministro ruso, hacía dos propuestas que hubiesen cambiado la cara de Europa. El 25 de noviembre de ese año la agencia alemana DW escribía sobre el tema: “No se ha secado todavía la tinta de los titulares que elogiaban como paso histórico el acuerdo entre los países miembros de la OTAN y Rusia en cuanto a la cooperación en la construcción de un escudo antimisiles en suelo europeo, cuando –después de la cumbre con la UE– se vislumbra, al fin, una integración de Moscú a la Organización Mundial del Comercio.

Por si fuera poco, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, abogaba, pocas horas después, en el diario alemán Süddeutsche Zeitung, por la integración de una comunidad económica armónica desde Lisboa hasta Vladivostok.

Desde entonces, las tensiones solo aumentaron. Deberíamos preguntarnos por qué no fue posible un acuerdo con Rusia, en los términos propuestos por Putin en 2010 o en otros términos.

Entre lo más sensible en este escenario estaba la conexión del gasoducto Nord Stream II, que se transformaría en un vínculo estratégico entre Rusia y Europa occidental. Impedir su conclusión se transformó en un objetivo fundamental de los Estados Unidos. Un día conoceremos los detalles en torno a la cancelación del acuerdo sobre ese gasoducto y sobre los posteriores atentados –atribuidos a la inteligencia inglesa– contra las instalaciones existentes, tanto del Nord Stream II (que nunca entró en funcionamiento), como del Nord Stream I, que sí funcionaba.

Una visión distinta

¿Cómo puede Europa permanecer como un actor independiente en un mundo multipolar?, se preguntaba el canciller alemán.

Cuando el Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania se reunió en la base militar aérea norteamericana de Ramstein, en Alemania, el pasado 20 de enero, el presidente francés, Emanuel Macron, se refirió al escenario europeo.

En el marco de una visita a España, sostuvo una larga conversación con el escritor español Javier Cercas, en París, publicada por el diario El País. Hay una crisis inédita en Europa, por la guerra. La respuesta debe ser una Europa poderosa, dijo el presidente francés. Una Europa que debe decidir si quiere tener su propio papel en el escenario mundial o alinearse con alguna de las dos potencias, Estados Unidos o China.

Pese al sostenido apoyo militar a Ucrania, Macron no ha dejado de señalar la necesidad de vislumbrar un nuevo orden europeo, con Rusia incluida. “Rusia es una gran nación en busca de su destino”, dijo Macron, para quien solo habrá una paz duradera con Occidente mediante el diálogo.

Europa no terminó de digerir el escenario surgido al final de la Guerra Fría; se extendió rápidamente hacia el este, pensando que todos los problemas estaban resueltos, para descubrir hoy que hay dos bloques de naciones en el grupo, con visiones diferentes sobre el futuro. Un problema que –en su opinión– no afecta solo a Europa, sino a todas las democracias occidentales, “que viven una especie de fatiga, una pérdida de referencias colectivas”.

El presidente francés tiene antecedentes políticos cercanos en los que inspirarse. En marzo del año pasado se conmemoraron los 60 años de los Acuerdos de Évian, en el que se acordó un alto al fuego en la guerra por la independencia de Argelia.

No significó la paz de inmediato, pero fue el inicio de un proceso llevado a cabo por el general De Gaulle, el mismo que visitó Argel siendo primer ministro y ministro de Defensa, en junio de 1958, donde gritó ¡Viva la Argelia francesa!

Cuatro años después, siendo presidente de la República, negoció un acuerdo y promovió el proceso de paz que lo enfrentaría con sus antiguos aliados, sobre todo los militares ultranacionalistas y los pieds-noirs, los más de un millón de colonos franceses en Argelia, opuestos a la independencia de Argelia y dispuestos a seguir con una guerra aún más cruenta de lo que había sido hasta entonces, para tratar de impedirla.

Pero era De Gaulle, extraordinaria figura forjada en la resistencia a los alemanes en la II Guerra Mundial.

La televisión española, en un programa sobre los 60 años de los Acuerdos de Évian, recordó cómo “a través de los discursos a la nación de De Gaulle se observa el giro político que experimenta, adaptándose a la realidad y al tablero internacional” de su época.

Pasó del intento inicial de retener la Argelia francesa a reconocer su autodeterminación y a confrontarse con la violenta población colonial de pieds-noirs, una vez proclamada la independencia.

Visión y coraje indispensables para forjar una nueva era, una que impida el progreso de la confrontación militar –único camino seguido hasta ahora en la crisis de Ucrania– en que se van imponiendo los pieds-noirs, sin que aparezca hasta ahora un De Gaulle capaz de ponerlos en su lugar.

FIN

La Perestroika Toma Forma de ´MONEDA´. Batalla entre Unipolarismos; el Multipolarismo avanza

Wim Dierckxsens <> Walter Formento

05.12.2022

Introducción

La pandemia, que realmente parece estar tras nuestros pasos, así como la llamada crisis climática y el conflicto/confrontación que la OTAN estableció y viene desarrollando contra Rusia (+China+India y la OCS) en Ucrania desde 2014, que además se desarrolló y profundizó en la actualidad durante todo el año 2022, son parte de la propuesta del Gran Reinicio o ´Economic Reset´ globalista, planteado por el Foro Económico Mundial de Davos y su brazo armado, la OTAN. Todo esto en el marco de su lucha para evitar un cambio civilizatorio a partir del Proyecto Multipolar, como podremos observarlo y analizarlo en este trabajo.

El Foro Económico Mundial (FEM), los Señores de DAVOS y sus CEOS, los líderes financieros y corporativos, buscan implementar de este modo un sistema parasitario que ya no tiene nada de producción y acumulación de capital real o productivo y tiene todo de apropiación parasitaria, a través de mecanismos financieros de Renta global. Esto es, emisión sin respaldo para la centralización de capital por adquisición de empresas, sin aportar a crear riqueza nueva. Por ello mismo, además, necesitan imponerse también como líderes en lo cultural y político, con la pretensión de imponer una nueva civilización pensada por y para ellos, para una elite financiera global unipolar.

Esto pretenden lograrlo creando e imponiendo el miedo/terror a nivel mundial, el cual brota de una guerra de amplio espectro y con la amenaza de poder transformarla en una guerra nuclear. A esto, le agregan la “amenaza” en modo de terrorismo de la hecatombe que significaría el “cambio climático” por calentamiento global, a partir de la emisión del dióxido de carbono de origen industrial, que puede acabar con la naturaleza, tierra y, por ende, la humanidad. Un terrorismo, del mismo modo, como ya lo intentaron, aunque sin éxito, mediante la pandemia –Covid19- a nivel mundial amenazando con que le costaría la vida a una proporción de la humanidad.

Están dispuestos incluso, en síntesis, a destruir la economía real y a aquellos seres humanos que producen la riqueza real, para poder reafirmar/imponer de este modo su carácter de Elite económica social obsoleta, como clase dominante. Todos estos son los síntomas propios de la clase dominante parasitaria, propia de un modo de producción en extinción. El intento de no hundirse y extinguirse con él es en vano, como describiremos a continuación.

El Foro Económico Mundial de los señores neo-feudales de Davos, tiene por objetivo someter a los pueblos del mundo a su liderazgo, el que asumirá cada vez más la forma de una Meritocracia a partir del monopolio Dinero, como ya se observan sus intentos claramente desde 1999-2001 y se profundizará en el futuro inmediato. Una clase que se considera a sí misma como una meritocracia, por detentar el control sobre la emisión de dinero (ej.: Reserva Federal, Banco de Inglaterra, Banco Central Europeo sin límite, pero sin respaldo en la economía real). Aunque respaldada aun en fuerza de la OTAN. Una oligarquía del dinero, que pretende “vestirse” con los ropajes de la meritocracia para disfrazar su ser una oligarquía ya parasitaria. 

Estos Señores Neofeudales pretenden además imponer un liderazgo en lo cultural, con sus propios valores e ideas-fuerza y en lo político, a partir de imponer la comunicación virtual como terreno principal y a sus corporaciones –Google/Apple/Facebook/ Amazon/Microsoft- como los garantes del mismo, con la pretensión de legitimarse como la nueva civilización.

Esta Meritocratica le plantea a la Humanidad, a los Pueblos y a las Naciones, su proyecto como inevitable, a partir del miedo/terror que causaron y siguen haciéndolo sus proyectos como: la pandemia, el cambio climático, la amenaza de una guerra atómica y lo que podrá venir. El Gran Reinicio o Economic Reset, planteado por la meritocracia compuesto por los CEOS del capital financiero globalizado (Blackrock, Rothschild, Soros, etc.) y sus grandes consorcios financieros globales, plantea este neo-feudalismo parasitario como modo de producción social donde los seres humanos hemos de estar felices con no tener nada. Un concepto occidental de la explotación de una clase por sobre otras. Sin ningún puente tendido hacia el Bien Común, como sí observamos que lo plantea el proyecto hacia una nueva civilización multipolar. Esto pone de manifiesto que no solo el capitalismo está en crisis, sino también la civilización occidental como un todo.

Pensada, concebida, diseñada y controlada-administrada por y para ellos mismos. Esta oligarquía financiera parasitaria globalista necesita imponer esta realidad virtual. Creada, administrada y monopolizada por ellos para reproducir su dominación y lograr forzar la hegemonía ideológico-cultural como imperio.

Procuran implementarlo a partir de generar miedo a nivel mundial a partir de una guerra de amplio espectro y con la amenaza de poder transformarse en nuclear, con la amenaza comunicacional de un cambio climático que puede acabar con la tierra y por ende con la humanidad, así como también lo intentaron, sin éxito, mediante una pandemia a nivel mundial amenazando la vida de muchos.

El Neo Feudalismo y el Miedo como arma letal

En el primer paso, de esta situación estratégica internacional y momento donde el multipolarismo, no solo permanece en ascenso estratégico, sino que impone su iniciativa estratégica, los Señores de Davos reaccionaron introduciendo e imponiendo la pandemia mundial de Covid-19, con el objetivo de causar e imponer el miedo o, más apropiadamente, el terror (la parálisis, la reclusión y el aislamiento en su casa y, así, la individuación en las plataformas virtuales) a escala mundial. Para de este modo paralizar, desmovilizar, “enclaustrar” para “convencer” reduciendo a los Pueblos a que solo deben y pueden en el futuro ser individuos, mediados por el terreno virtual, convertidos en público individual enclaustrado y privatizado en y por las plataformas virtuales de comunicación. Convencerlos que la pandemia era una enfermedad extremadamente mortal era el primer objetivo, para de ese modo poder aterrorizarlos, paralizarlos y, así, aislarlos de los otros, de la comunidad, para romper su ser social en comunidad política.

Los gobiernos occidentales, en primera línea, y sus «expertos» en la temática, como el doctor Anthony Fauci, hicieron todo y más para convencer y doblegar a los pueblos, a las personas de todas las edades que estaban en peligro, en alto riesgo de morir y, luego, que solo podían salvarse, y a los demás, vacunándose.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo una contribución sustancial a esta percepción al afirmar que la tasa de mortalidad por COVID era sorprendentemente alta y al divulgar que, en marzo 2020, el 3,4 por ciento de las personas que contrajeron COVID habían muerto. Estos datos de la ´posverdad´ causaron un miedo generalizado y terror a la muerte (y a matar a familiares cercanos) en casi el mundo entero.

Recién hacia finales de 2022, cuando la pandemia ya dejaba de ser la noticia de las plataformas de comunicación virtual global, es que emergieron los estudios científicos serios con cifras reales, los que antes habían sido negados por todos los medios. John Ioannidis, uno de los principales expertos en salud pública de EEUU, profesor de medicina en la Universidad Stanford, publicó recientemente una revisión de la tasa de mortalidad por infección de COVID. El profesor Ioannidis y sus coautores, revisaron estudios nacionales en 38 países para determinar sus estimaciones de la tasa de mortalidad por infección. Para las personas de 0 a 59 años (el 86 por ciento de la población mundial) la tasa de supervivencia, para aquellos que estaban infectados por COVID previo a la vacunación, fue del 99,965 por ciento. Para las personas de 0 a 69 años, que cubre el 94 % de la población, la tasa de supervivencia de casi 7.300 millones de personas fue del 99,905 %, como señala The Epoch Times de fines de octubre de 2022. Una probabilidad casi nula de morir entonces. Si la cordura y la honestidad intelectual aún existieran, estos datos serían hoy una gran noticia. El silencio, sin embargo, revela la mala intención o la instrumentación planificada con que se llevó a cabo “esta” campaña.

El fracaso de las vacunas ha sido evidente desde el principio, ya que las infecciones, las hospitalizaciones y las muertes aumentaron más bien después de que se implementaron. La resistencia contra la vacunación en muchos lugares era más grande de lo esperado y, por ello, fracasó la campaña globalista de Covid-19, sobre todo en Occidente donde el valor cultural del ´yo soy cuando no eres´ impera. Entonces, hizo falta recurrir a otra modalidad para generar miedo a nivel mundial y con una receta más violenta.

La segunda fase se da a partir de una guerra de la OTAN (las fuerzas armadas de oligarquía financiera globalistas, de Davos) contra Rusia en Ucrania. El miedo se genera aquí a partir de la amenaza de una guerra nuclear que sí podría acabar con la humanidad. El miedo nuevamente se globaliza y continua bajo otros modos. La guerra de la OTAN contra de Rusia –la OCS, UEEA, UE- desde el 2014 en Ucrania, tuvo y tiene como objetivos en el corto plazo reducir a Rusia destruir las capacidades que porta como potencia mundial e imponer la desindustrialización estructural de Alemania-Francia-Italia y la UE, al cortar el flujo de energía barata, básica para su industria y para su proyección como potencia económica estratégica. El objetivo final fue, y aun es, a partir de esta primera etapa profundizar el conflicto y los enfrentamientos para lograr la subordinación de la nación China a la voluntad de la meritocracia neo-feudal financiera global.

La guerra entre la OTAN y Rusia en Ucrania desde 2014, pero específicamente desde febrero de 2022, causo miedo mundial al instalar la posibilidad concreta de una guerra nuclear y que el fin de la humanidad y del planeta es probable y están en juego. Esto se suma, complementa y se refuerza con el tema del Calentamiento Global. Los señores neo-feudales de la oligarquía globalista ya vienen instalando el tema-y-problema de un “cambio climático” por calentamiento global a través de las Reuniones de la COP -Conferencia de las Naciones Unidas- sobre el Cambio Climático como punto de apoyo, que se impuso por primera vez en 1995 y ya va por la reunión 27 de jefes de estado en 2022, el que también pondría en peligro la sobrevivencia de la humanidad entera y la del planeta. Abriendo camino, sembrando el miedo/terror, complementando y reforzando desde antes lo que luego sería la amenaza nuclear.

Son de nuevo los Señores Neo-Feudales del Poder Financiero Global en Davos, los gobiernos de ´neo-progresistas de izquierda´ y las plataformas globales de comunicación dominantes –Facebook/CNN/FT/BBC/ TheGardian/ AlJazzera/DW/ FRANCE24/etc.- y serviles, con ecologistas ´expertos´ y ´progresistas´ de WEF que lo alimentan, para poder sembrar-y-explotar el terror comunicacional ya que lo consideran fundamental, para poder instalar e imponer la mirada legitima y la voluntad a favor del Gran Reinicio o Economic Reset como plan de acción global.

Las elecciones de 2022: la Perestroika toma forma de moneda

El resultado de las elecciones de medio término mostró lo que siempre estuvo claro: EEUU es y sigue siendo una nación profundamente dividida, fracturada y polarizada, que incluso ya asume formas de la guerra civil, como ya lo hemos señalado. Las encuestas habían mostrado mucho descontento con la actual administración, pero a la hora de la votación, el conflicto, la división y la confrontación de fondo primo y polarizo el escenario electoral poniendo de manifiesto los dos bandos, lo que salta a la vista.

Los republicanos ganaron la cámara baja o de representantes y los demócratas probablemente (a falta de la re-elección en un estado donde ningún candidato obtuvo más de 50% de los votos) el Senado o cámara alta. Apenas un día después de recuperar la mayoría en la Cámara de Representantes de EEUU, BBC informa que los republicanos han dicho que investigarán con «máxima” prioridad a la familia del presidente Biden. Los legisladores dijeron que la investigación se centraría en los negocios de Hunter Biden (el hijo del presidente) en el extranjero. Los republicanos, como parte de la confrontación por todos los medios, se han comprometido a abrir una investigación completa sobre lo que sabían los funcionarios demócratas acerca de los orígenes y los riesgos de COVID-19. En pocas palabras, a partir de enero, Biden estará en el banquillo de los acusados.

Es un hecho que los gobiernos estatales, sean republicanos o demócratas, se definen cada vez más a sí mismos, no solo en contra del otro bando, sino incluso frente a las élites nacionales del gobierno federal en Washington DC. Los gobiernos estatales de ambos bandos tienen la capacidad de hacer retroceder a los legisladores federales de turno. Los estados pueden interferir con la política educativa federal. Los estados pueden negarse a hacer cumplir las leyes federales sobre armas. Los estados pueden hacer su propia política de aborto. Los estados pueden negarse a hacer lo que se les plantea desde el gobierno central federal. Pero hay algo más importante: el conflicto, entre continentalistas unipolares y globalistas unipolares, dentro de EEUU por el control sobre el Dinero, en términos políticos se transformó en una batalla entre republicanos y demócratas.

El Banco Central de EEUU (la Fed) es una institución privada, que trabaja controlada por los grandes bancos comerciales o por los fondos financieros globales de inversión. Los bancos comerciales norteamericanos quieren mantener el control de los mercados y el comercio de energía fósil. Necesitan conservar la capacidad de establecer controles de precios y con ello mantener el control sobre las tasas de interés. La Fed ahora está en conflicto directo con los Señores de Davos y sus CEOs de los consorcios de fondos financieros como Blackrock, Templeton, etc.

Todos estos programas ´socialistas´, como la pandemia e incluida la guerra ahora contra Rusia, requieren cantidades extraordinarias de gastos y, por tanto, demandan la impresión de dinero sin límite y por ello defienden la política de la Fed de intereses bajos, cercanos a cero. También requiere apoyar al país más corrupto de Europa (Ucrania), desde donde se enfrenta a Rusia a través de su brazo-armado la OTAN. Por ello, requiere la impresión sin límites. Los bancos globalistas no pueden dejar de gastar dólares. Igualmente, el «gran reinicio» y su ´Revolución Verde´ (bajo el lema de ´evitar´ el Cambio Climático) también, requiere una emisión sin límite y, además, mantener las tasas de inflación bajas, para evitar su subida.

Aquí es donde está el conflicto entre los dos unipolarismos financieros: los bancos comerciales nacionales y continentalistas (como Bank-of-America, JPMorgan-Stanley, etc. en EEUU) y los grandes consorcios financieros globalistas como Blackrock, Templeton, Vanguard, etc.). Los primeros defienden el dólar a capa y espada y los globalistas quieren debilitar y destruirlo para poder imponer una cripto-moneda. Aquí, es cuando la Perestroika en Estados Unidos alcanza un nuevo y determinante momento y profundidad en la confrontación.

Los Señores Neo-feudales de Davos tienen como proyecto implementar e imponer una moneda digital de curso legal, emitida por su banco central (que incluso podría ser el BIS), moneda que solo existe electrónicamente (CBDC). La Fed, por presión e influencia de los intereses continentalistas norteamericanos sube más bien las tasas de interés provocando grandes pérdidas a las acciones de los consorcios globalistas (GAFAM, Blackrock, etc.). Tratase de un conflicto entre dos unipolarismos: los bancos comerciales nacionales y continentales (como Goldman Sachs o Bank of America en EEUU) vs los grandes consorcios financieros globalistas (como Blackrock, Bloomberg, etc.).

El Banco Central de Europa (BCE), el de Inglaterra (BOE), y el de Japón (BOJ): son todas entidades de control y operación del gobierno. Los bancos comerciales en la UE, el Reino Unido y Japón se verán afectados directamente al introducirse las CBDC –Cripto-ya que será el Banco Central que de manera directa manejará las cuentas, reduciendo sus funciones a un mínimo. Esto no sucederá con los bancos comerciales de EEUU, ya que la Reserva Federal esta bajo control de la banca comercial, que juntos quieren proteger su modelo de negocio. Para lograrlo se requiere la supremacía del dólar, y la misma se puede mantener literalmente aplastando –subordinando- a los otros bancos centrales. Eso es lo que están queriendo hacer, al alzar las tasas de interés. En este juego de alzas de las tasas de interés, los bancos comerciales a través de la Fed conservan el control del sistema monetario y no los señores de Davos. Es un tema exclusivo de poder.

El 9 de marzo de 2022 (6 días después que la Fed subió por primera vez la tasa de interés en 1%), el presidente Biden firmó casi en secreto la Orden Ejecutiva 14067. El plan de Biden allana el camino para ‘retirar’ el dólar estadounidense y reemplazarlo con esta nueva e inquietante alternativa: una criptomoneda manejada por los señores Neofeudales de Davos. Esta disposición prepara el escenario para: la vigilancia legal del gobierno sobre todos los ciudadanos estadounidenses; hacer desaparecer la Banca Comercial y tener un control total y directo sobre las cuentas desde la nueva banca central (que podría ser el Banco Central de Nueva York); y, además, tener la capacidad de silenciar todas las voces disidentes para siempre, al bloquear las cuentas de las personas e instituciones divergentes. Lo anterior no solo amenaza con el fin del dólar, sino además y, por encima, de todo significaría una amenaza directa a la libertad de todos y cada uno de los ciudadanos.

El 15 de noviembre, el Banco de la Reserva Federal de Nueva York publicó un comunicado de prensa muy importante. Aquí hay un extracto clave: “El Banco de la Reserva Federal de Nueva York anunció hoy que su Centro de Innovación de Nueva York (NYIC) participará en un proyecto de prueba de concepto para explorar la viabilidad de una red interoperable de dinero digital mayorista de bancos centrales y dinero digital de bancos comerciales.

Mientras tanto, a medida que la NYIC descubre cómo introducir el dólar digital, algunos estados podrían no estar muy interesados ​​​​en un dólar digital emitido por la Reserva Federal, rastreable y programable. Utah, Nevada, Wyoming y New Hampshire ya están emitiendo «gold-backs». El Senador del Estado de Tennessee plantea las fortalezas y los beneficios de un Banco Estatal Soberano inspirado en Dakota del Norte. Estamos en la hora de que las jurisdicciones estatales y locales se enfrenten a Washington y la Reserva Federal.

Las alzas futuras en las tasas de interés por la Fed hunden la economía real y llevarán al gobierno de EEUU a una situación de incapacidad de pago de sus deudas, es decir, a la bancarrota. Ni halemos de la incapacidad de pago de la deuda externa en la mayoría de los países del Sur global. Con el congreso a favor de los republicanos en la cámara de representantes (diputados), la Fed seguramente planteará poner fin a los “déficits gubernamentales», desmantelando el gobierno pero seguirá subiendo las tasas de interés en un intento de poner todo bajo el control del dólar. En esta batalla, que enfrenta a los continentalistas norteamericanos contra los globalistas unipolares, parece que podría llevar a debilitarlos y a hundirse mutuamente. Claro, que esta situación, se debe entender observándola frente al otro, a los pluriversales multipolares, el Sur Global. Los países del Sur global no se ven beneficiados con una criptomoneda globalista ni con una deuda externa impagable provocada por los continentalistas, por ello optarán con cada vez más razón por el multipolarismo.

Hacia una criptomoneda del BRICS+ basada en oro

Los BRICS Multipolares, el Sur Global, han logrado acuerdos con un cada vez mayor número de países, acuerdos comerciales por fuera del dólar, en monedas propias de cada nación y respaldadas con materias primas. El Sur Global, en otras palabras, está cada vez más conectado con el BRIC+, que especialmente entienden que las materias primas retienen valor y, como tales, están trabajando para formar una moneda propia respaldada en oro, otra materia prima. 

Existe una concepción puesta en común para formar el mercado de cambio común de la EAEU –Unión Económica EuroAsiática- que, en particular, implicaría la unificación de todos los sistemas de información de los intercambios y la nominación de precios en monedas nacionales. «La agenda incluye la transición a una nueva moneda de liquidación estable basada en una canasta de monedas nacionales y productos negociados en bolsa, así como la creación de un sistema propio de precios estable. Dichos principios deben poder aplicarse en el trabajo no solo dentro de la UEEA sino también en toda la OCS”, concluyó el Ministro de la CEE. 

Cada nuevo miembro requiere un nuevo acuerdo colectivo, lo que no es práctico y requiere otra solución. Lo harán después de convencer a un grupo de estados euroasiáticos. El premio de Glazyev es persuadir a Arabia Saudita y a otros proveedores de energía del Golfo para que acepten el nuevo medio de acuerdos comerciales. Finalmente Solo una moneda basada en oro se ajustaría a la necesidad. Llegando hasta ese punto, entonces será necesario respaldar un esquema de fijación de oro en la nueva bolsa de oro de Moscú, de tal manera que los participantes puedan retener saldos con confianza en la nueva moneda, y esto seguramente será de forma digital.

Con el dólar vendido por materias primas y/o lingotes, el valor –o poder de compra- de los dólares en relación con los lingotes y las materias primas obviamente disminuirá, lo cual hará que el dólar baje o caíga más rápidamente de lo esperado. Creemos que el proceso ya haya comenzado. Después de cincuenta y un años (1971-2022) finaliza el período en que el dólar fiduciario fue la única moneda de reserva, en un momento donde la economía estadounidense está entrando en recesión la peor combinación de eventos posible. Esta es probablemente la razón más convincente para que el gobierno de EEUU intente reducir las tensiones sobre Ucrania y desmantelar las sanciones contra Rusia.

La guerra de la OTAN-Davos en Ucrania y la derrota a la vista

En esta coyuntura observamos, a mediados de noviembre, que el ministerio de Asuntos Exteriores polaco informo sobre la explosión de Misiles en el este de Polonia, en la frontera con Ucrania. Analistas militares norteamericanos plantearon, que se trataba de un misil S-300 de la defensa antiaérea ucraniana. El presidente, Volodímir Zelenski, había “afirmado” que se trataba de un ataque de Rusia «contra la seguridad colectiva» de la OTAN, para lograr que activaran el artículo 4 de la OTAN. “Es una escalada significativa que pide una acción de respuesta», manifestó Zelensky. Dentro de las 48 horas, el Pentágono no lo confirmó, ni tampoco el gobierno de EEUU. Zelensky obviamente comprendió que la coyuntura está cambiando en su contra.

Incluso si hubiera sido un misil ruso, el artículo 5 obliga a Estados Unidos a nada. El Tratado de la OTAN también tiene un Artículo 11, que especifica que las disposiciones de la alianza se llevarán a cabo de acuerdo con las constituciones y procesos nacionales de los respectivos miembros. Eso significa en el caso de EEUU un voto mayoritario del Senado y la Cámara de Representantes de los EEUU sobre una declaración formal de guerra, que difícilmente se dará con una mayoría republicana en el congreso. Si agregamos que poco antes de las elecciones, un grupo de 30 demócratas de la Cámara envió una carta al presidente Biden instándole a seguir una vía diplomática con Moscú, es obvio que el viento no soplará a favor de Zelensky.

Para Rusia, las Operaciones Militares Especiales (SMO) han terminado. Una secuencia de ataques terroristas, dirigidos al Nord Stream 1 y 2, el puente de Crimea y la Flota del Mar Negro, finalmente demostró la inevitabilidad de ir más allá de una mera «operación militar». Comienza la CTO (Operación Antiterrorista). Eso nos lleva al tema clave del alcance y la profundidad de Electric War (Pepe Escobar), en términos de establecer lo que sería una zona de defensa completa, al oeste del Dnieper (DMZ), para proteger las áreas rusas de la artillería de la OTAN, HIMARS y ataques con misiles. Donde 100 kilometros ya no es suficiente, al menos 300 km sería la nueva medida, ya que Kiev ha solicitado artillería con este alcance. La actual campaña de des-electrificación, va mucho más allá del este del Dnieper y se extiende todo a lo largo de la costa del Mar Negro hacia Odessa.

Occidente ve claramente como Moscú finalmente está movilizando su ejército, listo para aterrizar en diciembre, mientras destruye la infraestructura eléctrica de Ucrania. El colectivo Occidente –OTAN- creía que tener la carta de poder en la guerra de Ucrania. Rusia apuesta, como recién vimos por la realidad, donde las cartas económicas son los alimentos, la energía, los recursos en general, la seguridad de los recursos y una economía estable anclada en el proyecto económico, político y militar del Mundo Multipolar. Con Moscú reuniendo tropas frescas y el general Winter a su lado, prepara la ofensiva de invierno, el ejército ucraniano puede terminar aplastado, motivo clave para que Occidente se disponga a pensar en una salida diplomática.

El gran capital financiero global vinculado a la banca financiera global –Ffig- como Blackrock, State-Street, Vanguard, etc., junto con consorcios como Cargill/Bunge/ADM, ya habían tomado control y apropiado de enormes extensiones de tierra fértil, por lo menos, en las llanuras de Ucrania desde 2014. Además, Cargill ya “tomo control” también de las terminales de granos más grandes en Ucrania. A estas empresas no les interesa la destrucción integral de Ucrania. Ahora, el nuevo paso a dar que se plantean los señores de la nueva oligarquía global neo-feudal financiera es la partición o fragmentación de Ucrania acorde con sus intereses. Recientemente el presidente Joe Biden, refiriéndose a Cargill y los otros consorcios, afirmó: son “demasiado grandes para fracasar”.

Según un informe del Times, nada menos que el presidente del Estado Mayor Conjunto de EEUU, el general Mark Milley, plenamente consciente de la creciente «fatiga» de la guerra, ya está presionando con fuerza para que la política de la Casa Blanca cambie y para que “lleve” a Kiev a la mesa de negociaciones con Rusia. El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, de visita en Kiev, afirmó que todos los países del G7 (Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), están de acuerdo en que es el momento para que Kiev se siente a negociar con Rusia.

El avance sin cesar del BRICS+

En medio de una ola de cumbres en el sudeste asiático, en Phnom Penh, Bali y Bangkok, más de doce naciones han solicitado unirse a BRICS, originalmente constituido por Brasil, Rusia, India, China en 2009. Las nuevas naciones ya postulados formalmente son Irán, Argentina y Argelia. Los que han mostrado interés ​​en convertirse en miembros son Turquía, Arabia Saudita, Egipto, Afganistán. Indonesia acaba de aplicar, en Bali. Hay una lista de espera con países observadores como Kazajstán, Emiratos Árabes Unidos –EAU-, Tailandia, Nigeria, Senegal y Nicaragua. Un nuevo G20, el viejo ya no le sirve a nadie.

Luego, están los estrechos vínculos de los BRICS con un conjunto de bloques comerciales regionales: ASEAN, Mercosur, GCC (Consejo de Cooperación del Golfo), Unión Económica EuroAsiática (EAEU), Zona de Comercio Árabe, Área de Libre Comercio Continental Africana, ALBA, SAARC y, por último, la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), el acuerdo comercial más grande del planeta. Esto conducirá inevitablemente a una segunda ola de 16 aspirantes al BRICS+, que incluirá en Asia a Azerbaiyán, Mongolia, Uzbekistán, Tayikistán, Turkmenistán, Pakistán, Vietnam y Sri Lanka. En Latinoamérica y Caribe –CELAC- encontramos a un considerable contingente integrado por Chile, Cuba, Ecuador, Perú, Uruguay, Bolivia y Venezuela. El desacople latinoamericano-caribeño de EEUU tiene condiciones cada vez más palpables. El Sur global ya se transformó en el Sujeto revolucionario de la historia.

Occidente ya no apuesta más por la globalización unipolar, sino que procura re-encadenar sus economías con países de Occidente y desplazar sus inversiones desde China, abandonando China en particular. La estructura del comercio mundial experimentaría, si ello se concreta, una división en bloques. Las empresas occidentales que trasladan sus fábricas fuera de China, sin embargo, no las reubican en EEUU sino en otros países, informa The Economist. No se trata ya de un juego de «offshoring», sino que buscan alternativas en el extranjero que conserven el beneficio de los bajos costos laborales, pero con menos controversia internacional, un movimiento llamado «friendshoring».

¿Qué países se beneficiarían del ´friendshoring´ occidental? En los empleos de baja tecnología se beneficia en primer lugar la India, pero también Indonesia y países africanos como Egipto, Marruecos y Alergia. Los principales beneficiarios de los empleos de tecnología media serían la India, Turquía y Brasil, pero también Argentina, Chile, México, Colombia, Arabia Saudita, Sudáfrica. En pocas palabras, pareciera que la estrategia unipolar global se repliega y copia todo lo que hoy realizan los BRICS. Por ello mismo todo indica que BRICS+ se reafirma más bien con el ´friendshoring´ occidental. ¿Al final, es el G7 Globalista el que podría quedar aislado y debilitado por la fuerza de avance incontenible de los BRICS+? O incluso ¿podría llegar a desintegrarse como ya de hecho le sucede al G20? Lo último parece estar en marcha.

Las estructuras de poder del Occidente o Norte Global se están desintegrando. Japón ha sido la primera nación del G7 en romper oficialmente la alianza anti-Rusia y hay una razón evidente: Japón depende del Medio Oriente para el 95% de sus importaciones de crudo. A fines de octubre, el gobierno japonés decidió seguir involucrado en el proyecto de petróleo y gas Sakhalin-1 (anteriormente dirigido por Exxon) en Rusia, ya que busca un suministro estable de energía a pesar de las sanciones internacionales sobre Moscú, informó Nikkei. De este modo, optó por debilitar oficialmente las sanciones. El Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón es accionista de Sakhalin Oil and Gas Development, que posee el 30% del operador actual de Sakhalin-1.

No solo Japón, también Alemania muestra señales de seguir por el camino de sus propios intereses. Alemania demanda y consume, al igual que Japón, energía barata para su tejido industrial. En su primer viaje al país asiático, Olaf Scholz, envía un mensaje a Estados Unidos: Alemania no va a cerrar las puertas a China. En concreto, Alemania aprobó una participación china en el puerto de Hamburgo, así como la “posible” adquisición de una empresa de semiconductores.

Según la información de Alemania, la empresa que aspiraba a adquirir la fábrica de Elmos Semiconductors, es la sueca Silex Microsystems, una filial de la corporación china Sai Microelectronics. Las críticas aumentaron en Alemania, cuando el gigante naviero chino COSCO reveló su intención de comprar una participación del 35 por ciento en una terminal portuaria de Hamburgo. El acuerdo sobre el puerto de Hamburgo finalmente tuvo éxito cuando el gabinete alemán optó por revisar la participación inicial a «menos del 25 por ciento» y al no hablar del puerto, sino de un muelle para contenedores en el puerto de Hamburgo.

El profesor Ulrich Brückner, de la Universidad de Stanford en Berlín, señala que China ha venido al rescate en el pasado y dijo que sí Scholz logra enviar una señal fuerte a los Verdes y Liberales de que China es el cambio de juego en las disputas en curso con Rusia y si lo comunica bien, entonces todos estarán felices y también habrá una fórmula para una co-participación en la empresa de semiconductores. De facto Alemania (UE) ya está integrada al BRICS+. Lo que sí quedó muy claro en la Cumbre del G20 es que la globalización y la dominación de Occidente han terminado y que el nuevo orden multipolar BRICS+ está presente. Son nuevos tiempos para la paz mundial, lo que significa el fin de la era de la OTAN-Global, y sus guerras interminables.

Hacia una nueva civilización

Estamos presenciando el fin de la civilización occidental que se desintegra ante nuestros ojos. Asistiendo a su propia Perestroika en EEUU y probablemente de Occidente como un todo. Hemos tratado, en artículos anteriores, sobre el por qué China está reacomodando su economía de exportación (con cierres económicos supuestamente por cero Covid), muy orientada hacia EEUU y Occidente hasta 2021, por otra racionalidad orientada hacia adentro y hacia el actual contexto mundial de BRICS+ que no deja de ampliarse. Desde el momento que Hong Kong se integró a la economía de la China Popular luego que, por razones de la guerra civil interna en EEUU, Trump y el partido republicano derogara su status administrativo especial, los CEO´s del capital financiero globalizado y de las corporaciones transnacionales en el país tuvieron que subordinarse a los directrices del Partido que tiene a partir de entonces el control sobre la economía como un todo.

Pareciera que el capital productivo también estaba encontrando límites en China. La era de las elevadas tasas de crecimiento en China parece un hecho del pasado. El mercado de trabajo en las últimas décadas en China se desplego en medio de la híper-financiarización y la hiperglobalización, caracterizado por una gran desigualdad de ingresos. El capital productivo, es decir primordialmente las fábricas, estimularon el crecimiento económico de China. Debido a la política de un solo hijo por mujer, se observa en el año 2000 ya la primera generación de hijos únicos alcanzando la edad adulta.

En 2008, se observó que el número de trabajadores que están por jubilarse ya era mayor que el número de jóvenes que accedían al mercado de trabajo. En otras palabras, a partir de 2008 disminuye cada vez más la capacidad de reemplazo de una generación de trabajadores por otra nueva. La reducción en la capacidad de reemplazo de fuerza de trabajo ejerce una presión alcista sobre los salarios. Los empleadores en estas circunstancias, tienen que ofrecer salarios más altos. Sin alza salarial, los jóvenes chinos a menudo rechazan los trabajos productivos que se ofrecen en las fábricas, las cuales impulsan precisamente el crecimiento de la economía.

Elevar los salarios afectaría los márgenes de ganancia de las empresas, pero él no alzarlos lleva al rechazo, cada vez más generalizado de los jóvenes a la autoexplotación. Optan por no participar y el resolver-por-cuenta-propia se transformó en su práctica real. Agréguese a esto, un reemplazo tecnológico más rápido que implica costos al alza, cuando al mismo tiempo es cada vez más difícil reducir el costo social de la fuerza de trabajo bajo contrato. Como resultado tenemos que no solo la tasa de ganancia se encuentra a la baja en China sino también la tasa de crecimiento. No hablamos todavía de un creciente costo de reemplazo de algunos recursos naturales (debido su tendencial agotamiento) por otros. Hasta hace unos años, China podría haber seguido el camino globalista de la financiarización improductiva, al que han apostado los señores neo-feudales de Davos o cambiar de racionalidad económica.

China ha optado con el BRICS+ por construir y avanzar por el camino de una nueva civilización, a partir de la filosofía del ´yo soy porque tú eres. Una racionalidad que parte y necesita partir de Una Comunidad-Mundo que incluye el Bien Común Planificado. Un Mundo donde haya lugar para Todas las Naciones y Todos los Pueblos, incluyendo asimismo a la Naturaleza. Es la opción por un Mundo donde el Sujeto Colectivo de su Historia produce para sus necesidades reales. ¡Pueblos y Naciones del mundo uníos! Sería un modo de decirlo.

A modo de conclusión

El Foro Económico Mundial de los señores neo-feudales de Davos tienen por objetivo someter a los pueblos del mundo a su liderazgo, lo que asumiría la forma de Meritocracia del Dinero, como punto de apoyo estratégico. Una clase que se considera a sí misma una meritocracia porque controla la emisión de dinero sin límite y sin respaldo en la economía real, a partir de la extra/supra territorialidad nacional de los fondos financieros de inversión global –FFIG´s- que reinan desde la derogación de la ley Glass Steagal en 1999, aunque con el costo de haber creado la guerra civil en Estados Unidos que se despliega desde 2001/08.

Esta Oligarquía/Meritocracia del Dinero le plantea a la Humanidad, a los Pueblos y Naciones su proyecto como el “único e inevitable camino a seguir” a partir del miedo/terror que generan sus iniciativas y proyectos: la pandemia, el cambio climático, la amenaza de una guerra atómica y todo lo que seguirá planteando en el futuro cercano. Países que buscan otra alternativa reciben toda clase de amenazas y sanciones. El Gran Reinicio o Economic Reset propuesto por la meritocracia, compuesta por los CEOS del capital financiero globalizado -Blackrock, Rothschild, Soros, etc.- y sus grandes consorcios financieros globales como el Banco Central de los Bancos Centrales (BIS), es el único planteo a la humanidad que puede hacerle este neo-feudalismo parasitario como modo de producción social.

Un modo donde los seres humanos deberíamos “ser felices” con solo no tener nada. Un planteo occidental de imponer una nueva modalidad de explotación de una clase por sobre otras, sin ningún registro o mirada hacia el Bien Común. Como sí lo incluye y plantea el proyecto multipolar como camino hacia una nueva civilización. No viene con amenazas y sanciones, sino es un proyecto incluyente hacia un mundo donde quepamos todos incluyendo la Naturaleza, partiendo de la filosofía de ´yo soy porque tú eres´. Esto sucede no solo porque el capitalismo está en crisis como sistema sino particularmente porque occidente esta crisis como civilización al partir de la filosofía de ´yo soy en tanto que tú no eres´.

Para enfrentar a la meritocracia neofeudal financiera es preciso un cambio de 180 grados respecto de la cultura occidental, que durante milenios partió de los intereses económicos privados en conflicto entre sí y de la explotación de una clase por sobre la Humanidad y por sobre la Naturaleza. Occidente nunca ha conocido el Bien Común en toda su historia y menos el Bien Común del Mundo. Esto último, en cambio, es la característica de los pueblos y naciones que en su historia conocieron y fueron parte del modo de producción tributario (China, Egipto y América Latina precolombina).

Donde durante milenios el Bien Común tuvo como base el ´yo soy porque tú eres´, partiendo de lo comunitario y donde no cabe el individualismo del ´pienso luego YO existo´, que históricamente (desde los griegos) ha llevado a una cadena de modos de producción donde una clase explota a la otra. Siendo ésta la base de la civilización occidental. Al no poder concebir el Bien Común y menos aún el Bien Común Mundial/Universal, los Señores Neo-feudales, que consideran tener los conocimientos y la verdad absoluta revelada como clase, estan bloqueados en su capacidad de concebir otra manera o vía que no sea la modalidad occidental oligárquica, la de imponer éste nuevo ´modo de apropiación´ de una meritocracia financiera neofeudal al mundo entero. Su impotencia es estructural porque parte de los intereses, del modo de concebir el poder y los designios de una oligarquía parasitaria y meritocratica del dinero.

Lo central y convocante del proyecto multipolar es precisamente esto, el poder dar un cambio de 180 grados a la civilización occidental al partir de un Bien Común Mundial. Ofreciendo un mundo donde haya reconocimiento, espacio y tiempo para todas las naciones y todos los pueblos sin ningún tipo de sometimiento a priori. Tratase más de una invitación de pertenecer a la Gran Comunidad Mundo propia a la filosofía histórica de China, así como la de Egipto y de la América Precolombina. Esta sola diferencia demuestra una capacidad diferencial de convocar incluyendo a los pueblos y naciones. En síntesis, ya no habrá guerra que lo detenga. El proyecto multipolar ya está entrando en la fase donde tiene y puede desarrollar sus condiciones para incluir integralmente y, por ello, lograr convocar al mundo entero, al mundo de los pueblos, naciones y regiones.

 

Imagen: https://elordenmundial.com/

De zoológicos y jardines (III – IV)

Gilberto Lopes
Noviembre 2022

El nacimiento de un nuevo mundo

Nosotros tratamos de construir relaciones con los países más importantes de Occidente y con la OTAN. Lo hemos hecho de manera absolutamente sincera. ¿Qué obtuvimos como respuesta?, se preguntó Putin. Para ser breve, recibimos un “no” en todas las áreas posibles de cooperación.

Putin ha insistido en la idea de que no se puede unir a la humanidad dándole órdenes, diciéndole “haga como yo hago”, “sea como yo soy”. Es necesario oír la opinión de todos, respetar la identidad de cada sociedad, de cada nación. Citó como ejemplo diversos organismos de cooperación, como la Unión Económica de Eurasia –integrada por Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán y Rusia–, la Organización de Cooperación de Shangai –conformada por ocho Estados miembros y cuatro observadores– o el ambicioso proyecto chino de la franja y la ruta.

En un esquema de cooperación de este tipo, Europa sería el extremo occidental de Eurasia. Pero no se ha ido conformado así esa integración. Por el contrario, confrontada con Rusia, transformada en su enemiga, la Europa actual ha consolidado su papel como extremo oriental de la OTAN.

Vijay Prashad, historiador hindú, director del Tricontinental: Institute for Social Research, publicó, en octubre pasado, un artículo en el que pasaba revista al escenario que culminó con la invasión rusa de Ucrania.

Mucho antes de la invasión de Ucrania, desde 2014, gracias a la Ukraine Security Assistance Initiative del Departamento de Defensa, Estados Unidos ofreció entrenamiento y equipos al ejército ucraniano. El monto de esa ayuda ha llegado a superar los 19 mil millones de dólares, la mayor parte de los cuales –17,6 mil millones–, otorgados después de la invasión rusa. Hoy se habla de 60 mil millones. Para dar una dimensión a esas cifras, Prashad la compara con los 3,12 mil millones de dólares del presupuesto de Naciones Unidas para 2022.

Prashad insiste en que Occidente debe dejar de bloquear las negociaciones entre Ucrania y Rusia. Nos recuerda que, en 2019, el presidente francés, Emmanuel Macron, había propuesto revisar las relaciones de Europa con Rusia, afirmando que alejar a Rusia de Europa “sería un profundo error estratégico”.

En 2020 estaba claro para Macron que las negociaciones ya no eran solo sobre los Acuerdos de Minsk, firmados en 2015 por Rusia, Ucrania, Alemania y Francia, para establecer zonas de seguridad en la frontera ucraniana-rusa. Era más que eso. Se trataba de la creación de una “nueva arquitectura de seguridad”, que no aislara a Rusia de Europa, iniciativas todas rechazadas por Washington.

En febrero de 2021 Macron desarrolla esa idea en una larga intervención en una conferencia en el Atlantic Council. La expansión de la OTAN hacia el este no va a incrementar la seguridad de Europa, aseguró.

El 7 de diciembre de 2021 Biden y Putin mantuvieron una entrevista telefónica. El presidente ruso volvió a exigir garantías de que la OTAN no seguiría expandiéndose hacia el este, ni desplegando sistemas de armas ofensivas en países vecinos a Rusia. “Washington no otorgó ninguna de esas garantías”, asegura Prashad.

El objetivo de los Estados Unidos era imponer sanciones económicas severas y sostenibles para hacer inviable la economía rusa e intensificar su apoyo militar a Ucrania, de modo que pueda ganar la guerra.

El pasado 15 de octubre Washington anunció un nuevo paquete de 725 millones de dólares en armas y asistencia militar para Ucrania, incluyendo más municiones para sus HIMARS (High Mobility Artillery Rocket Systems).

Robert A. Pape, profesor de la Universidad de Chicago y autor de un libro sobre las características de la guerra aérea, estima que el bombardeo de áreas civiles en Ucrania no va a debilitar el gobierno de Volodymyr Zelensky. Que el poder aéreo solo se ha mostrado efectivo cuando es capaz de destruir objetivos militares. Pape piensa que no es el caso en esta guerra y que a Putin solo le quedan dos opciones: aceptar una nueva cortina de hierro que separe a Rusia de Europa “o continuar peleando hasta el final, a riesgo de perder parte de Rusia”. ¿Se pretende incrementar así la seguridad de Europa (y del mundo)?

En estos días se multiplican los análisis de académicos norteamericanos sobre el escenario internacional. Entre ellos el de G. John Ikenberry, Albert G. Milbank Professor de Política y Asuntos Internacionales en la Universidad de Princeton y Global Eminence Scholar en la Kyung Hee University, de Seúl.

En su largo artículo–“Power Endures”–, publicado en la edición de noviembre/diciembre de Foreign Affairs, asegura que el orden internacional encabezado por Estados Unidos “no está en declive”. Sus más de seis mil palabras no son más que argumentos para sostener su conclusión, sin que ni una sola vez aparezca la palabra América Latina. Da por un hecho que son los pies sobre los que se yergue el poderío norteamericano. Es la única, entre las grandes potencias, que nació en el Nuevo Mundo. Las otras, como China o Rusia, están rodeados de vecinos alborotadores, que luchan por espacios hegemónicos. Los Estados Unidos no. Desde el inicio, alejado de sus principales rivales, disfrutaba de su patio trasero, de un hemisferio sin rivales.

Para Ikenberry, la narrativa de que Estados Unidos está perdiendo su papel de potencia dominante ignora las profundas circunstancias que continúan haciendo del país una presencia dominante en la organización del mundo político en el siglo XXI. Su papel descansaría no solo en la fuerza bruta, o en su pasado comportamiento imperial, sino en sus ideas, instituciones y valores.

Independientemente del acierto o no de sus evaluaciones (yo pienso que hay mucho de wishfull thinking), autores como Ikenberry dejan de lado un importante factor en su análisis: el económico.

La guerra y su rumbo incierto pero doloroso

José Luis Pacheco Murillo

Cuando en febrero Rusia invadió a Ucrania y arrancó la guerra, manifesté que sabíamos cómo empezaba la guerra, pero no sabíamos cómo acabaría. Han pasado casi ocho meses y la guerra continúa, sin embargo, estamos claros que no se trata de una guerra entre dos países solamente. Muchos otros países están involucrados directa e indirectamente, convirtiéndose así en una guerra casi mundial, no por un tema de armas, sino por un tema de relaciones políticas y fundamentalmente económicas. A todos los países ha afectado esta guerra y el manejo de la Unión Europea, la OTAN y especialmente Estados Unidos, primero con sanciones económicas sobre Rusia y luego aportando armas a Ucrania en forma abierta y sin tapujos, sin que haya tenido el resultado esperado en Rusia pero con una respuesta cruda y violenta para Europa que la ha sumido en una profunda crisis energética y con visos cercanos a una recesión, inflación galopante y la inestabilidad en los mercados financieros encaminan a la economía mundial a una grave crisis.

Estados Unidos no se ha escapado a esa crisis y hoy se debate en graves penurias financieras y con un apoyo a Ucrania que le ha costado y le costará muchísimo más caro de lo esperado.

“Las sanciones contra el petróleo y gas ruso, no solo han proporcionado más ingresos a Rusia, sino que han colocado a la industria europea en una desventaja competitiva, que obliga a cerrar empresas, favoreciendo a la industria norteamericana, además de dejar los europeos sin el vital petróleo y gas proveniente de Rusia. Sin el gas ruso, habrá mucho frio en Europa este próximo invierno. El gas que venden las empresas norteamericanas en Europa es poquísimo y se cotiza a precios altísimos.

Ya hay síntomas de una grave crisis económica en todos los países de la UE. Y con ello, se está produciendo un nuevo fenómeno político: la crisis y decadencia de los reformistas partidos socialdemócratas y el ascenso de una nueva ultraderecha en España, Italia y Francia, para citar los casos más relevantes.

Recientemente, Joseph Borrel, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad reconoció que “(…) Una parte importante de nuestra prosperidad (europea) se ha construido en torno a la energía barata que venía de Rusia y de las oportunidades de negocio con China (…)” (El País, 11/10/2022).

El 2023 se vislumbra como un año de crisis para todo el mundo y los países centroamericanos no escapamos a eso y por ello debemos prepararnos.

Dios quiera que esa guerra pronto acabe y que sus consecuencias no se hagan sentir mucho en nuestros países, que ojalá tomemos medidas desde ya para aplacar en lo que podamos ese impacto.

¿Tiene sentido?

José Luis Callaci

¿Tiene sentido discutir un hecho con personas que solo conocen una parte del mismo y se empeñan en juzgar el todo de ese hecho? ¿Que no tienen conocimientos, por ejemplo, de los antecedentes del actual conflicto entre Rusia y Ucrania?

¿La historia, los incumplimientos de acuerdos de no expandir la OTAN en las fronteras de Rusia, el Golpe de Estado del 2014 en Ucrania, los ataques genocidas a la población civil rusa que por más de 7 millones quedó atrapada por decisiones arbitrarias o inconsultas, al otorgarle su territorio, sus campos y sus ciudades a lo que hoy se llama Ucrania, los ocho largos años de interferencias a las negociaciones para encontrarle una solución pacífica al conflicto, incluidos los acuerdos de Minsk y del grupo de Normandía?

Creemos que no tiene sentido alguno hacerlo en esas condiciones. Sería cómo discutir con alguien que juzga una obra literaria habiendo leído solo un capítulo de la misma.

No fue Rusia

José Luis Callaci.

Por José Luis Callaci

Entre las personas que se esmeran por estar bien informadas son cada vez más las que se sienten molestas por tanta desinformación llena de falsedades de tal magnitud que ofenden la inteligencia.

Pero aun así logran confundir a incautos y a los que han olvidado para qué sirve el propio raciocinio o el uso de la lógica y el sentido común para sacar conclusiones con cabeza propia y acercarse más a la verdad.

Para ilustrar tal afirmación valga señalar lo que difunden los medios hegemónicos sobre el nuevo y grave conflicto que mantiene en vilo a la humanidad debido a los riesgos a que este se extienda a algo de mayores proporciones, ya que sus principales protagonistas no son solo Rusia y Ucrania sino Estados Unidos y esa Alianza Militar conocida como la OTAN que, violentando todos los acuerdos de no extender sus dominios, viene rodeando con bases militares y armas ofensivas las fronteras del gigante euro asiático.

Se vulnera con ello la seguridad de un Estado que al igual que cualquier otro le asiste todo el derecho de proteger y hacer respetar su seguridad. La causa de este conflicto armado se originó en Ucrania a partir del Golpe de Estado del 2014, alentado desde el exterior por los más enconados enemigos de Rusia.

Ahí comenzó la guerra y no con la llamada operación militar limitada del país euro asiático, como se empeñan en hacer creer los que, sin sonrojos, insisten en mostrar historias de ficción a sabiendas de que hay gente propensa a creerlas o siguen siendo víctimas de la inducida patología social conocida como ruso fobia; que se vende y aún se compra en las películas de Hollywood de héroes y villanos. Las de “siempre malos” y las de “siempre buenos”.

Han sido ocho largos años de ingentes esfuerzos en procurar, mediante el diálogo y las negociaciones, llegar a acuerdos duraderos que evitaran la escalada del conflicto. Sin embargo, estos intentos resultaron infructuosos debido a claras interferencias por parte de una de las partes que, desde los inicios, tenía una agenda diferente.

Al Golpe de Estado le siguieron los ataques sistemáticos indiscriminados y genocidas contra la población ruso parlante que venía costando la vida de decenas de miles de civiles, en una población de más de siete millones que habita una porción importante del actual territorio de Ucrania, conocido como Dombas.

El tiempo dilucidará si esta tragedia que enfrenta a dos pueblos hermanos ha sido otro intento deliberado de vencer la resistencia de Rusia a ser debilitada para que no tenga otra opción que aceptar sometimientos.

Lo que hasta ahora queda claro es que esa persistente intención de generar conflictos y guerras fratricidas en todo el mundo, para justificar intervenciones y asegurar la existencia de un mundo “unipolar” de predominante signo anglosajón, y de paso saquear riquezas, no les está funcionando con Rusia.

Sin entrar en otras consideraciones sobre esta guerra, que no es otra en esencia que la de los Estados Unidos y la OTAN contra Rusia, utilizando como mampara a Ucrania, es bueno y hasta Imprescindible conocerla completa y no solo una parte de ella. Al igual que si se tratara de una obra literaria, una teatral o hasta una película. Siempre que se quiera, claro está, acercarse más a la verdad y no caer en apresurados y lapidarios juicios basados en realidades imaginadas o inventadas, o hasta en simples chismorreos.

Las reiteradas advertencias no sólo de la parte rusa sino de connotadas figuras políticas de occidente, como las del propio ex secretario de Estado Henry Kissinger, no fueron escuchadas y se cruzó esa línea roja en claro acto de provocación a Rusia.

Esta guerra no fue Rusia quien la inició sino quienes intentan impedir la creación de un mundo multipolar en donde las relaciones entre Estados y Naciones se construyan en acuerdos de conveniencia y convivencia, sin imposiciones de ninguna de las partes. Lo que sube, baja, y lo que baja, vuelve a subir, y las verdades a veces se demoran, pero cuando afloran, suelen ser demoledoras. No fue Rusia.

El Asalto «Neocon» a la Razón

Por Jiddu Rojas Jiménez

«Ser Cultos para ser Libres», escribió José Martí (1853-1895).

El panorama nacional e internacional es apocalíptico.

Veamos. Compañeros de Izquierdas, avalando de buena fe, al ideólogo ultranacionalista ruso Dugin y a su primitivo «esencialismo» étnico; recién su hija, –una periodista rusa–, es vilmente asesinada en un atentado por los enemigos de Putin.

Mientras, el Ejército de Ucrania, con el apoyo de la OTAN, se autobombardea su propia planta nuclear en Zaporiyia, tomada hace meses por Rusia. Y los medios internacionales en silencio. Como callaron frente a los abusos brutales contra la población rusa o «novorusa», por los Batallones Paramilitares de Neonazis Ucranianos, en el Donbass durante años. Otro desastre nuclear es posible, y a gran escala, y a nadie parece importarle. La Guerra sigue.

¿Está cerca el fin del Mundo? ¿Es ésta una especie de «Danza Macabra» global entre súper-potencias? Costa Rica no es ajena a esta deshumanizada tragedia global, ni su crisis económica global, como no lo es tampoco, a la crisis capitalista climática y planetaria en ciernes.

Veamos el avance local de la irracionalidad. Mientras en Costa Rica, un casi-casi Diputado PAC (antes partido Neoliberal «Light» en lo económico, pero adalid «progre» de los Derechos Humanos de la Población LGTBIQ+) se sienta a escuchar al Vocero del odio. Pero no es cualquier Diputado, es el Primer Lugar por San José, escuchando de buena fe, al folclórico discurso de A. Laje. Casi nada.

¿Ser tolerantes con los intolerantes? Por favor. Claro, en el otro extremo está el facilitarle el papel de «mártir» al vocero del Odio. Agrego como síntoma cultural: Agustín Laje mismo, –con su discurso nefasto de odio–, dando tranquilamente charlas en Farmacia, en plena UCR.

Sumemos a los Antivacunas y sus pasadas «conspiraciones»; la creciente moda anti-ciencia y su correlato de pseudo «libertad de empresa». Sumemos. Más la «rezadera» impuesta como norma en el Magisterio, y soportada hasta en sus pasadas Huelgas en plena calle… Huelgas, –aclaro–, justas contra la Contrarreforma Fiscal Neoliberal del fenecido Gobierno CAQ (ex PAC), apoyada descaradamente por el Bipartidismo, los «Libertarios», los Fundamentalistas y otros Neoconservadores. La confusión ideológica así, quedó servida e instalada colectivamente. Sobre todo en los sectores populares, que seremos precisamente los más afectados, con la futura destrucción del Estado Social de Derecho.

Sumémosle que a la normal propaganda anticomunista tipo 1980s, tenemos a un minúsculo grupo sectario de izquierdas, que vociferara, y que defiende descaradamente al régimen de Daniel Ortega so pretexto del Antimperialismo; o que aplaude ciegamente, todo lo que hace o deshace Maduro y Diosdado en la Venezuela cercada, después de la partida física de Hugo Chávez (con «z»).Incluso le reclaman a Mujica, Boric, AMLO, o Petro, o Lula, o Xiomara o Castillo, el tomar sana distancia de Daniel Ortega y su régimen. Flaco favor le hacen a la Izquierda Democrática.

Es un tiempo social muy opaco para nuestra Patria, no sólo por la Contrarreforma económica Neoliberal impuesta como respuesta a la crisis, sino por la creciente Hegemonía del discurso ‘Neocon’ o Neoconservador, versión tica, que está a la derecha de la derecha Neoliberal, de la derecha Liberal.

Sin embargo, la retórica ‘Neocon’ nos confunde, y sus dotes de populismo seducen a los más incautos.

Mientras, los Troles del nuevo Gobierno Populista de Derechas de turno, nos roban las armas ideológicas, y nuestras banderas de denuncia y crítica social, con su nueva demagogia dizque «anti-elitista».

Mientras los mismos troles oficialistas, sin asco, envenenan con un Anticomunismo jurásico a las masas, y promueven sutilmente la destrucción del Estado Social de Derecho, en provecho evidente de los grandes intereses nacionales e internacionales.

Mientras, la agenda macro-económica Neoliberal avanza no muy sutilmente, y el servilismo Geopolítico al Imperialismo se profundiza, junto a la falta de Soberanía Nacional.

Incluso el discurso populista de derechas, sube de tono autoritario localmente.

Le hemos regalado acaso, el concepto-valor de ‘Patria’ a la derecha apátrida Neoliberal, y a la extrema derecha populista y demagógica.

Y el valor de «Vida» a los Fascistas y NeoFascistas de la Necropolítica.

No nos educamos políticamente, junto a los sectores populares. No con sistematicidad, al menos.

Las distracciones políticas, y las provocaciones como falsos «clivajes» electorales, se nos imponen mediáticamente o en redes sociales, en un mar de desinformación. No se discute lo esencial para salvar al Estado Social de Derecho.

Los sectores populares, por mientras, están muy ocupados sobreviviendo económicamente día con día a la crisis; y aún más alienados y envilecidos por los medios de comunicación; confundidos y aturdidos por el fanatismo religioso; asustados por la ola de inseguridad ciudadana; con justa rabia (sin canalizar) por la desigualdad social creciente; indignados frente a la corrupción y los políticos de turno; con una economía destruida por la Pandemia; cansados de las mentiras institucionales; con un Poder Legislativo, Judicial y Ejecutivo desprestigiados adrede; y cargando una despolitización histórica atroz, y repitiendo ‘lugares comunes’ y prejuicios.

No se vislumbra «Pueblo Político» (Helio Gallardo) todavía; hay de momento sólo una gran «masa» reaccionaria. Eso ni es Ciudadanía, ni es Pueblo con consciencia «para sí». Que se entienda: Popular no es Populista.

Nos alejamos así, más de «Nuestra América» (Martí), y de los rumbos políticos lúcidos y progresistas de los Pueblos de América Latina.

Alguien va a «pagar» esta especie de «malestar de la cultura» a «lo Tico», esta irracionalidad colectiva y gigante, en la actual Costa Rica desarmada de ideas y esperanzas:

Y la manipulación y la desinformación colectivas, señalan y acusan en su libreto a las Izquierdas, al Progresismo, a la Ilustración, a la Racionalidad Sustancial, a la Academia, a la Universidad Pública, a la «alta Cultura», obviamente al Estado Social de Derecho y sus instituciones en crisis; incluso al Feminismo, a la lucha por los Derechos Humanos, a la población LGTBIQ+, y a la lucha por salvar el Planeta; o sea, a los valores republicanos, pluralistas, democráticos y humanistas, etc., como el «enemigo interno» principal.

Es la «inversión axiológica» colectiva, entre víctima y victimario (Franz Hinkelammert).

Peor aún y a manera de autocrítica: Una vez satanizada la pasada capacidad de hacer alianzas electorales democráticas, por la defensa estratégica del Estado Social de Derecho, sucede algo aún peor, y no es de gratis:

Sucede la creciente desconexión y la habitual fragmentación, entre el referente mayoritario político/electoral de izquierda, frente a los movimientos sociales y las clases populares. Triste verdad.

Es el «Apocalipsis» de la ‘Razón Sustancial’ y del Pensamiento Crítico, como criterios de verdad, de la subjetividad política popular en construcción. Es el triunfo local, tal vez momentáneo, del Tánatos sobre el Eros.

En realidad, la verdadera «conspiración» pareciera ser otra: es embrutecernos.Es matar nuestra lucidez colectiva y de clase.

Es olvidar o desconocer la Crítica (Marxista y Keynesiana) a la Economía Política y al Capitalismo Global, despreciar a las Ciencias Sociales, al Humanismo y a la Cultura, y a la Ilustración en general, y así destruir las posibilidades del Pensamiento Crítico, y de cualquier futuro embrión de ‘praxis’ popular de liberación política.

Vacunarnos así, preventivamente, pero contra la Libertad, la Igualdad, la Equidad y la Justicia Social, frente a las crisis económica y política, nacional y global, que se avecina. Por eso el filósofo Herbert Marcuse decía del Fascismo, que era una «contrarrevolución preventiva». Vamos como sociedad y como democracia, en ruta de impacto; mientras algunos y algunas, sólo aplauden.

Por eso, al menos es indispensable estratégicamente, el no perder la tradicional vinculación moderna, el «logos» –tan Jacobino–, entre «Razón Sustancial» y Revolución (o transformación social y democrática).

Si la Razón (‘Sustancial’, no sólo ‘Instrumental’) no acompaña a las justas luchas sociales, sus efectos políticos serán sólo seguras, derrotas populares.

«Ser Cultos para ser Libres», sentenció el prócer cubano José Martí.

Y recuerde al filósofo existencialista (no marxista) francés, Albert Camus:

«El Anticomunismo es el comienzo del Fascismo».

Gracias.

Conflicto entre Rusia – Ucrania y la OTAN

Jiddu Rojas Jiménez

Quisiera compartir esta denuncia internacional, porque sé que los medios de comunicación hegemónicos (tanto locales como internacionales), y su «natural» sesgo pro-OTAN, exhiben una cobertura parcializada de la Guerra en Ucrania y muy tendenciosa. Esta grave denuncia podría pasar inadvertida sin más.

Fuente: Ucrania: Las tácticas de combate ucranianas ponen en peligro a la población civil – Amnistía Internacional (amnesty.org)

Lo anterior expresado, sin querer justificar, ni la lógica de la guerra, ni hacer apología ciega de Putin o Rusia y su Geopolítica. Eso debe quedar muy claro. No es mi intención comprar ninguna de las narrativas bélicas de ningún bando. 

Pero por favor, no me digan que hay que ser un «genio militar», para saber que, si realmente se quería defender a la población civil ucraniana de la invasión rusa, había que instalar la artillería y los puestos de mando en escuelas y hospitales con civiles o enfermos adentro. Seamos honestos. Sólo se trataba de usar como ‘carne de cañón’ y como sustento de la propaganda de guerra de Ucrania, –apoyada por la inteligencia militar de la OTAN y de Estados Unidos–, a las víctimas civiles, tanto ucranianas y novorusas atrapadas en el fuego cruzado. Así se hizo de hecho, en la propaganda de guerra y en los medios occidentales sesgados. No podemos silenciar esta atrocidad de la propaganda de guerra.

Agrego: No tendría, –tristemente–, nada de extraño, ni de increíble esta cruel noticia bélica, sino fuese porque hace muchos meses que los voceros oficiales militares de Rusia, venían señalando y denunciando lo mismo. Sin embargo, eran, o ridiculizados, o silenciados, o simplemente no tenían eco en los medios de comunicación hegemónicos, tanto internacionales o locales, que francamente son pro-OTAN y reproducen su lógica Geopolítica Imperialista.

Mientras tanto, tanto la población civil ucraniana afectada, como la población «novorusa» o rusoparlante del Donbass, Jarkov y Crimea, después de una Pandemia global, están atrapadas en un brutal teatro operativo de guerra, hambre, crisis, manejo de la corrupción, abusos, destrucción y muerte.

La lógica del Gobierno de EEUU y de la OTAN pareciera ser, pues echarle más leña a este infierno humano y expandirlo al Mundo.

Siguiendo esta lógica Imperial, ya comenzaron con las provocaciones entre Taiwán y China Popular.

¡Atención por favor con los intereses de las superpotencias en Centroamérica y el Caribe! 

Aprovecho para señalar, con todo respeto, que la próxima vez que el Señor Presidente de Costa Rica, se reúna virtualmente con el Presidente de Ucrania, Zelensky, además de condenar la Invasión Rusa, sería bueno estar mejor informado, y tratar también este tipo de denuncias bien fundamentadas, sobre crímenes de guerra y de lesa humanidad.

Lo mismo pasó (o sea nada) con las atrocidades previas cometidas por Ejército y los Batallones de Paramilitares de extrema derecha nacionalista de Ucrania, en el Donbass previos a la Invasión Rusa, y que nunca tuvieron eco en los medios. Tal vez así, respetando los previos «Acuerdos de Minsk» y los justos reclamos de la población civil rusoparlante en el Donbass, se hubiese podido evitar una guerra a mayor escala. Ya es tarde.

Por eso en el tiempo, sigue siendo muy sabia y atinente, nuestra Proclama de Neutralidad Perpetua y Activa y No Armada.

Aunque pareciera que históricamente, incluso desde su proclamación inicial, hasta la fecha, el Poder Ejecutivo, no se la toma muy en serio y se olvida de su rango constitucional. Lamentable. Tomemos nota urgente, para efectos geopolíticos y geoestratégicos en toda la Región de Centroamérica y del Caribe.

Nota de actualización:

Por último me señalan urgentemente que, –según la DW de Alemania Federal–, la funcionaria de A.I. #AmnistíaInternacional que denunció esta atrocidad ucraniana, supuestamente renunció a esta ONG internacional. Lo habría hecho frente a las protestas públicas de Zelenski y de Occidente contra Amnistía Internacional, quienes alegan que no se escuchó bien a la parte ucraniana, y se exageraron los hechos o se generalizaron eventos singulares o «accidentales». Muy bien…

Perdón, pero a mí lo que me parece es justamente lo contrario: Primero que la DW (con o sin Gobierno Socialdemócrata), y muchas otras agencias occidentales más, tienen un sesgo mediático, y segundo que, ante las pruebas de este grave crimen de guerra, la presión política, diplomática, mediática y económica contra una funcionaria decente de Amnistía Internacional, se impuso. Esa es la explicación más lógica y plausible. Muy triste.

Definitivamente y como dice el conocido refrán: en una guerra, la primera víctima es la verdad.