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Etiqueta: Pacífico

Vergonzosa contaminación hacia el Pacífico

Freddy Pacheco León

Las playas Tárcoles, Bajamar, Tarcolito y Guacalillo, son receptoras permanentes, más en época lluviosa, de los desechos que recibe el río Grande de Tárcoles, el más contaminado del istmo centroamericano.

Río receptor de las peores inmundicias captadas desde el valle central, a lo largo de los recorridos de los inmundos ríos María Aguilar, Torres, Virilla, y afluentes.

Dolorosamente, los desechos sólidos y líquidos, de los vertederos de basura, se unen a los de la deficiente planta de tratamiento del AyA en tajos de la Uruca, e incontables «aportes» directos de aguas negras, descargas de fluidos de tanques sépticos y basureros clandestinos.

¡Basurero conocido y desdeñado por las autoridades ambientales y sanitarias!, que desemboca en el mar, al lado de esas, comprensiblemente, poco visitadas playas.

El esfuerzo que buenos compatriotas hacen, por recolectar plásticos en ellas, principalmente, es poco «rentable», pues en pocos días la situación «se normaliza», en virtud de que no es un asunto de visitantes cochinillos, sino de los residentes metropolitanos, que estamos a unos 70 u 80 km de la desembocadura del río, cerca de la boca del golfo de Nicoya.

Cabe mencionar, que la barda instalada para recoger desechos plásticos hace un año, con la participación de un organismo de la ONU, y empresarios privados, recogió una tonelada de plásticos en 12 meses, pero que ello no es suficiente, pues no se capturan partículas menores, ni los lixiviados de la basura, así como las aguas negras, desechos de tanques sépticos ni los contaminantes, que salen de la planta Los Tajos del AyA.

Pez Vela: Sin Evidencia Científica de Sobre-explotación

Helven Naranjo-Madrigal. Post-Doctor en Ciencias Pesqueras
Consultor e investigador interdisciplinario*

Sobre el tema se comparte la siguiente video-presentación:

Puntos Relevantes

Para realizar una adecuadamente evaluación del stock de Pez Vela y determinar el tamaño y la condición del stock se debe tener una muestra representativa de las descargas pesqueras y captura/liberación de pesca recreativa que abarque toda el área geográfica en la que se distribuye el stock de Pez Vela en el Pacífico Oriental Tropical.

En el 2013 la Comisión Interamericana del Atún Tropical no pudo establecer la condición y tendencias de la población de Pez Vela debido a grandes vacíos de información en datos de captura. Hasta la fecha no existe evidencia científica de que el stock de Pez Vela este sobre-explotado o sufra de sobrepesca.

Estudios sobre probabilidad de captura con datos de la flota de mayor capacidad pesquera (flota de cerco) demuestran que el grueso de captura se da en el área comprendida entre el sur de México y Nicaragua, por lo cual, cualquier estudio sobre abundancia debería usar datos de asignación espacial y temporal del esfuerzo que abarquen dicha área.

Para fines de evaluación y manejo pesquero es poco relevante intentar hacer estimaciones locales de abundancia relativa (no estandarizada) en un área reducida del Pacífico de Costa Rica para manejar un recurso altamente migratorio.

La abundancia relativa estimada en estudio de autores con filiación a una ONG en Costa Rica fue construida con datos no representativos del Pacífico de Costa Rica. Además, son estimaciones de abundancia relativa sesgada y no cumplen con el supuesto de proporcionalidad entre la abundancia relativa estimada a nivel anual y la biomasa anual del recurso al ignorar dinámicas de las flotas, el recurso y ambientales.  Por lo tanto, los resultados no deben ser usados para influir en políticas de gestión pesquera o protección de Pez Vela.

La prohibición a la comercialización de Pez Vela que promueve la ONG carece de fundamento científico; pondría en riesgo la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de los grupos de pescadores de comunidades vulnerables; limitaría el acceso a productos marinos de bajo costo a consumidores y estimularía la generación de políticas bajo procesos distorsionados de gobernanza fomentado inequidades en el acceso y uso del Pez Vela.

El proyecto de ley (expediente 23643) que declararía al Pez Vela como símbolo patrio parece haber sido impulsado en base a un escenario ficticio de agotamiento de Pez Vela y el lobby de un grupo que pretende capitalizar el beneficio económico y los derechos de acceso y uso del Pez Vela.

Se insta a los diputados a colaborar en el desarrollo de un proyecto de ley para la creación de un Centro Científico de Investigación Integrativa en Temas Marino-Costeros. Este Centro ayudaría a la generación de conocimiento científico con enfoque sistémico y de carácter multidimensional para la creación de políticas integrales y coherentes en beneficio a la sociedad y a la protección de los servicios ecosistémicos que brindan los espacios marino-costeros.

Recomendaciones de Investigación:

Cuantificar apropiadamente la acumulación de beneficio económico que ha representado la captura y comercialización de pez vela por parte de las flotas de mediana y pequeña escala que permita esclarecer el aporte socio-económico de la actividad a las familias que dependen de la comercialización del Pez Vela. También es necesario un estudio de mercado que cuantifique el beneficio que representa para el consumidor final tener opciones de consumo de pescado a un precio razonable.

Reconstruir series temporales de descargas de pez vela para llenar vacíos en los registros y obtener una muestra representativa de la variabilidad histórica de los rendimientos de las pesquerías.

Construir un modelo operativo preliminar que simule la dinámica del stock para explorar las consecuencias de potenciales de estrategias de manejo como un medio para iniciar un proceso de diálogo y consulta con grupos de interés, usuarios, entidades públicas y privadas.

Sobre inexistente área de reclutamiento: https://tdy.lol/TNpZN

Sobre Inconsistencias en Ampliación Isla del Coco: https://tdy.lol/nhaXV

*https://www.researchgate.net/profile/Helven_Naranjo
https://wiseintro.co/helvennaranjo-madrigalphd

¿Cuál es el negocio de INCOPESCA de cobrar por ver ballenas?

Vladimir de la Cruz

La Ballena está considerada como un animal marino, es un mamífero placentario, adaptado totalmente a la vida acuática. Son placentarios porque su cría en gestación se retiene, o son sostenidas, en el útero materno, por una placenta, durante el tiempo de gestación del embrión, donde es alimentado por la placenta, y permite el crecimiento dentro de la ballena madre.

La Ballena forma parte de los llamados cetáceos, entre los que se encuentran los cachalotes, las orcas, los delfines, las marsopas. En el orden de los llamados cetáceos hay unas 80 especies diferentes. De todos ellos solo cinco especies de delfines se sabe que viven en agua dulce, el resto son de agua salada, mares u océanos.

El nombre de cetáceo se atribuye al filósofo griego Aristóteles quien lo refirió a los animales marinos que tenían respiración pulmonar. Junto a la Ballena hay cetáceos con barba y hay cetáceos con dientes.

Se caracterizan entre otras cosas por su gran tamaño, siendo la más grande de ellas la Ballena Azul. Tienen una larga vida, arriba de los 60 años y pueden llegar a medir hasta unos 20 metros. Un pariente de los cetáceos es el hipopótamo, quizá por eso le encanta estar sumergido, aunque sea por poco tiempo, en el agua.

Como todos los seres vivos los cetáceos tienen sistemas de comunicación. Lo hacen moviendo los “labios” que tienen que les permite generar dos sonidos al mismo tiempo, que los especialistas clasifican como “canto”, con un sistema sensorial que se llama ecolocalización, por emisión de ondas sonoras.

Generalmente se puede pensar que este tipo de cetáceos son típicos de regiones lejanas a Costa Rica. Sin embargo, en las costas de Costa Rica, en ciertas épocas del año se pueden avistar fácilmente.

En Costa Rica son usuales los cetáceos llamados delfín manchado, el rotador, el común, el calderón menor, la orca, el calderón gris, el cachalote y el manatí, aunque pueden llegar a más de 40 tipos de cetáceos.

Las zonas donde más se pueden apreciar son la llamada Zona Económica Exclusiva del Pacífico de Costa Rica, en aguas oceánicas, y en las aguas costeras del Pacífico nacional, donde se concentran tres especies, el delfín nariz de botella o bufeo, el manchado y la ballena jorobada.

En los últimos años esta presencia de cetáceos, o de ballenas, especialmente ha sido muy importante para estimular las visitas turísticas a las regiones cercanas a donde se pueden ver estos cetáceos, contribuyendo también a estimular la educación, la educación ecológica y la educación biológica en general.

Los sitios de avistamiento, o de observación de ballenas, se han convertido en un polo de atracción turística regional y de viajes programados con ese fin en el mar. La costa Pacífica de Costa Rica es uno de los mejores lugares para estos avistamientos, y está considerada Costa Rica entre los mejores 10 lugares del mundo para estas observaciones. La más frecuentes de ver son las ballenas jorobadas, que se mueven en migración entre el norte y el sur del continente. También es frecuente ver las ballenas con sus crías.

Me ha tocado en varias ocasiones en la región de Guanacaste, acompañando a un hijo, en la pesca deportiva que le gusta, ver estas ballenas. En una ocasión vimos varias ballenas. Y, verdaderamente es una sensación extraordinaria la que se tiene al apreciar la maravilla de la naturaleza, del reino animal, y de estas extraordinarias ballenas, sobre todo cuando se quedan en un solo lugar, como si supieran que están posando para que se les aprecie o se les fotografíe o filme.

Ya las había visto hace muchos años en otra parte. Algunos de mis nietos, menores de 9 años, las han apreciado igualmente, lo que ha sido una experiencia de vida muy buena para ellos, por lo que aprenden de estos animales en videos y libros con los que se les refuerza su experiencia de vida.

Los capitanes de las embarcaciones muy rigurosamente se acercan hasta una distancia prudente que tienen regulada legalmente. Eso no impide que si se quiere nadar para tratar de oír los sonidos de las ballenas se pueda hacer, con las advertencias del Capitán de la nave. Yo no lo he hecho pero el hijo mío sí, y hasta ha grabado dentro del mar su acercamiento. En uno de esos viajes cuando mi hijo, buen nadador, se acercó lo más que pudo, entre la lancha y la ballena, para filmarla y tomarle fotos, le dije a mi nieto Julián, en ese momento de siete años, “lo que hace tu tata es muy peligroso, y la ballena lo puede golpear si da vuelta, o se mueve bruscamente”, y me contestó: “Abu, eso es lo que le gusta”, pero se puede morir en un accidente de ese tipo, le insistí, y me contestó que “moriría feliz”, a lo que no tuve respuesta ni otra pregunta, tan solo ver que todo estaba saliendo bien.

Es muy frecuente ver delfines y no pocos. Grandes tortugas también y, más raro aún, he visto, en tres ocasiones, tortugas grandes copulando a nivel de la superficie del mar.

Se pueden ver ballenas y delfines en el Parque Nacional Manuel Antonio que además se considera un hogar para estas ballenas, delfines y tortugas. En el Parque Nacional Ballena se pueden ver y apreciar las ballenas desde la playa. También se ven en la Península de Osa, considerada una de las más ricas regiones en diversidad biológica del mundo, en Golfo Dulce que es un lugar de apareamiento de ballenas, y en la Isla del Caño y en Bahía Drake.

Hay temporadas para el mejor avistamiento de ballenas del Pacífico desde la mitad de julio hasta la mitad de noviembre y desde mediados de diciembre hasta abril.

A propósito de estos avistamientos, y el flujo turístico que pueden provocar, el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (INCOPESCA) ha dispuesto cobrar 30 dólares a todos los turistas y operadores turísticos que hagan tours para ir a ver las ballenas, para lo cual hasta hay que sacar un carnet.

El INCOPESCA es la institución reguladora del aprovechamiento pesquero y de la captura de especies marinas. ¿Cuál aprovechamiento pesquero y captura de especies marinas hace? En sus barbas, en sus manos, con su posible complicidad, barcos pesqueros piratas extraen nuestra riqueza marítima, los domos de atún son brutalmente saqueados a ojos vista de INCOPESCA.

Que yo recuerde no hay una sola acción de este organismo preocupándose de cómo regular o vigilar este saqueo de nuestra riqueza marítima. ¿Habrá complicidad de esta institución en este saqueo? Esto es más importante que lo atienda INCOPESCA a que trace directrices de cobrar $30 dólares a turistas y operadores turísticos por ir a ver ballenas. Eso es un robo, un saqueo más, al bolsillo de los turistas, especialmente nacionales, y a sus escuálidos salarios que les quieren establecer, con las rebajas que se han impuesto, cuando con grandes esfuerzos pueden ir a este tipo de visitas.

En este sentido históricamente INCOPESCA no ha hecho nada, absolutamente nada, al menos públicamente conocido. Costa Rica con 1020 kilómetros de costa pacífica, y con poco más de 200 en la costa caribeña, con una proyección territorial marítima 10 veces más grande que el territorio nacional, es para que INCOPESCA, como instituto regulador de esta materia, hubiera impulsado y desarrollado políticas y acciones nacionales, desde hace mucho tiempo, desde su fundación, para efectivamente hacer un buen aprovechamiento de los recursos del mar, de haber impulsado nacionalmente, o del Estado en alianza con empresarios nacionales, una buena flota pesquera nacional, hubiera explotado racionalmente el mar, y no dejárselo a las empresas extranjeras, de distintas banderas, que llegan a nuestro mar territorial con la clara complacencia de esta Institución que nunca la he oído protestar ni quejarse de este saqueo. Quizá su regulación se limite a que traigan un poquillo del atún pescado a procesarlo en los esteros de Puntarenas para cumplir.

En la década de 1940, ante la crisis provocada por el impacto de la II Guerra Mundial, el Partido Comunista de Costa Rica, propuso una política para el suministro de alimentos del mar a la población…” Pescado a Peseta” (25 céntimos de la época) era la consigna. Más tarde, en la década de 1970, el diputado comunista, Arnoldo Ferreto Segura, preocupado por este asunto, impulsó una Ley reguladora de la actividad pesquera que se conoce con su nombre, la Ley Ferreto. No hay nada que se conozca similar de INCOPESCA preocupándose por el pueblo costarricense en políticas pesqueras.

Hasta ahorita se están preocupando por ver cómo le sacan más plata al pueblo que puede ir a turistear.

El avistamiento de ballenas NO le compete a INCOPESCA, ni a la Junta Directiva de esta institución, regularlo. Hoy quieren cobrar, esos directivos, por ir a ver ballenas. Mañana se les puede ocurrir cobrar por ir a ver los períodos de desove de los seis tipos de tortugas que llegan a Costa Rica a desovar, que quizá es más impresionante, que ir a ver las ballenas, por las miles de tortugas que vienen todos los años a nuestras costas a desovar, en el Atlántico entre marzo y noviembre, aunque suelen anidar entre abril y mayo, y las tortugas verde del Caribe que anidan entre marzo y octubre, de abril a junio, cuando es el desove de las tortugas baula, y de julio a octubre cuando se acercan a desovar las tortugas verdes.

O, en Ostional, de julio a noviembre, o en Tortuguero, a lo que debe su nombre…y así podría seguir mencionando situaciones por las cuales a algunos de los cerebros de INCOPESCA, se les pueden iluminar sus sesos, que por estar relacionados con la pesca, probablemente sean cerebros pequeños, como los de los peces, en relación al tamaño de sus cuerpos. Dicen los especialistas que el cerebro de los peces está también relacionado con sus hábitos alimenticios. En INCOPESCA el hábito alimenticio, como estamos viendo, es ver como se comen los $30 que quieren cobrarle a quienes quieran ir a ver ballenas.

El cerebro, la masa cerebral, de los peces se dice es un quinceavo de la masa cerebral de aves o mamíferos de un tamaño similar. Como todo cerebro está dividido en varias regiones. Una de esas regiones, en la parte frontal, es la parte olfativa. Esta parece ser la que han desarrollado los de INCOPESCA para oler donde sacan plata… de los turistas y de los costarricenses que quieren ir a ver ballenas.

Los de INCOPESCA huelen el dinero fácil… de los turistas, a quienes quieren extraérselo.

Por dicha la Junta Directiva de INCOPESCA o los funcionarios a quienes se les ocurrió cobrar los $30 por ir a ver ballenas no los han nombrado en Parques Nacionales, porque cobrarían por todo tipo de animales que se quieran avistar…

Si en el Reglamento para la Operación de Actividades Relacionadas con Cetáceos en Costa Rica, se obliga a los turistas y la tripulación de barcos a pagar por la observación de ballenas, es el momento para que se elimine esa norma reglamentaria, que probablemente no tenga asidero legal, de una LEY. Por Reglamento pareciera que no se pueden crear este tipo de exacciones económicas a la gente.

Con este tipo de medidas recaudatorias, o confiscatorias, no ayuda INCOPESCA a la reactivación económica del sector turístico, y menos a las condiciones gravosas de los ciudadanos, a quienes el gobierno está invitando constantemente a ir a turistear para favorecer y apoyar el sector turístico. Por el contrario, lo que es peor, es que tiende a ahuyentar a los turistas.

Es hora de que se elimine esa disposición, si está vigente, y no se siga robando de esa manera a la gente, a los ciudadanos y a los turistas parte de sus salarios o de sus ingresos.

El impacto turístico de quienes viene a avistar los cetáceos en Costa Rica es más importante que el cobro que a los turistas se les puede hacer. El avistamiento de cetáceos en Costa Rica representa la economía con mayor crecimiento de América en su ámbito turístico.

Si de cobrar se tratara, entonces, debería ser a favor del sector turístico y no de INCOPESCA, que nadie sabe para donde está bien justificado y destinado ese cobro. Y si de Parques Nacionales se trata, tampoco INCOPESCA administra los Parques Nacionales relacionados con el avistamiento de Ballenas. E, igualmente, en el Parque Marino Ballena, sería a Parques Nacionales los que le correspondería cobrar por avistar, pero no a INCOPESCA. No es de su competencia cobrar por ver ballenas. Pero, tampoco puede cobrar por el uso del mar o de las playas.

UCR: Los pastos marinos: un mundo bajo el agua por conocer

Los pastos marinos son las únicas plantas que habitan en el océano. De ellos se alimentan animales como las tortugas, los manatíes, los erizos y los peces. También contribuyen a la protección de las zonas marino costeras y a mitigar los efectos del cambio climático

En el mar se forman pastizales subacuáticos que están adheridos a los sedimentos (foto cortesía Jimena Samper).

Sin embargo, sabemos poco de ellos y podríamos asemejarlos a los pastos terrestres, pero son diferentes. Como el resto de las plantas, los pastos marinos tienen distintos componentes o estructuras, lo cual les permite realizar el proceso de fotosíntesis, gracias a la energía que aporta la luz. Para esto, absorben el CO2procedente de la atmósfera, que está disuelto en el agua.

Las algas también realizan la fotosíntesis en el mar, pero son organismos mucho más sencillos y no tienen los mismos componentes que las plantas.

En el fondo del océano se forman pastizales subacuáticos denominados praderas, que se adhieren a los sedimentos. Algunas veces quedan expuestas cerca de la costa, cuando la marea baja, y se observan como una gran alfombra verde que cubre el suelo marino.

En Costa Rica se han identificado siete especies de plantas bajo el mar, en las costas del Pacífico y del Caribe. Su estudio se ha iniciado de manera sistemática por el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar), de la Universidad de Costa Rica (UCR), ante el vacío de conocimiento acerca del tema.

“En Costa Rica, los pastos marinos han sido menos estudiados que otros ecosistemas, como los manglares o los arrecifes de coral. Estamos tratando de cambiar eso y de generar más conciencia acerca de su importancia”, expresó Jimena Samper Villarreal, investigadora del Cimar y especialista en el tema.

Antes de 1960, no existían publicaciones científicas en el país. Es a partir del 2010 cuando se empezaron a realizar estudios en el Golfo Dulce, en el sur del territorio, con la participación de estudiantes de la carrera de Biología de la UCR.

“Nosotros analizamos el tipo de investigaciones realizadas aquí. Casi todas son reportes de cuáles especies se encuentran y en dónde. Es menor el porcentaje que aborda aspectos ecológicos, como la fauna asociada”, comentó la experta.

Las primeras indagaciones se concentraron solo en los pastos marinos del Caribe, gracias a un proyecto que funciona en toda esa región, el cual desde 1999 monitorea estos ecosistemas. También se le da seguimiento a los manglares y a los arrecifes de coral.

En 2017, el Cimar logró iniciar un proyecto de monitoreo de los pastos en el Pacífico, especialmente en el Golfo Dulce. Ahí se encuentra la pradera de pastos marinos más extensa de la costa pacífica.

Especies más comunes

En el Caribe Sur de Costa Rica, que comprende Cahuita, Manzanillo y Gandoca, crecen las principales praderas de pastos marinos. “En todas estas zonas, detrás del arrecife, donde hay lagunas y es más tranquilo, se desarrollan praderas extensas de especies de gran tamaño y muy persistentes”, explicó Samper.

En esta costa, la especie dominante es Thalassia testudinum, que es la más común y la favorita de la tortuga. Luego, le sigue Syringodium filiforme, la cual tiene una forma tubular, como un espagueti, y es alimento del manatí. Ambas solo se encuentran en el Caribe a nivel mundial.

Con respecto a los pastos del Pacífico, hay bastantes vacíos de información sobre los sitios donde están presentes. Además de ser especies más pequeñas, son más efímeras y más dinámicas, y crecen muy rápido. Esa es su estrategia de vida, expresó la bióloga.

En la costa pacífica, las especies predominantes son Halophila baillonis, Alodule wrightii y Ruppia maritima. Se desconoce si actualmente existen praderas extensas de R. maritima, luego de que en 1996 desapareciera una (de 5000 metros cuadrados de extensión, aproximadamente) en bahía Culebra, Guanacaste, a raíz de una tormenta, tal y como lo documentó el investigador del Cimar, Jorge Cortés Núñez.

El pasto conocido como trébol (Halophila baillonis), pues sus hojas tienen la forma de tal planta, se encuentra tanto en el Caribe como en el Pacífico y está clasificado como vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Esta es una de las principales especies encontradas en el Pacífico costarricense.

Por su parte, la erosión costera del Caribe, consecuencia del cambio climático, ha afectado a los pastos marinos.

Cambio climático

De acuerdo con los científicos, los pastos marinos ayudan a aplacar los efectos del cambio climático, por medio del secuestro de carbono, función que realizan a través de la fotosíntesis. La tarea que desarrollan es captar el CO2 en sus tejidos y lo retienen durante cierto tiempo.

Diversas especies de organismos marinos, como los erizos, se alimentan de los pastos marinos (foto cortesía de Jimena Samper).

“Gran parte del tejido fotosintético y no fotosintético se entierra en el sedimento, donde hay poca descomposición de la materia. El sedimento atrapa el carbono que secuestra por la fotosíntesis y el que viene de la zona terrestre debido a la erosión, y ambos quedan almacenados en la capa de pastos marinos vivos. A esto es lo que llamamos carbono azul, que sirve para mitigar el cambio climático”, detalló la investigadora de la UCR.

En este sentido, no solo hay que proteger las plantas marinas para que sigan secuestrando el carbono –insistió–, sino para que, además, no emitan el que han retenido durante miles de años.

Cabe señalar que esta función del secuestro de carbono es realizada también por los manglares.

Vulnerabilidad

El principal problema que presentan los pastos marinos consiste en que necesitan la luz para realizar el proceso de fotosíntesis y, para ello, dependen de la claridad del agua. Igualmente, existen otros factores que intervienen, como las alteraciones de la salinidad del agua y de la fuerza del oleaje.

Los pastos marinos “son ecosistemas muy vulnerables que están siendo afectados a nivel mundial. Crecen en la zona costera, cerca de donde está el desarrollo humano. Si nosotros erosionamos la cuenca, cae mucho sedimento al mar, o si echamos muchos nutrientes (aguas negras o aguas residuales) se genera gran cantidad de fitoplancton, se hace más turbia el agua y ellos no pueden realizar la fotosíntesis”, explicó Samper.

La falta de información también ha incidido en que muchas veces los pastos marinos pasen inadvertidos; aunque, a la vez, estos son importantes para ciertas comunidades, sobre todo en lugares donde no hay arrecifes coralinos. Los pescadores, por ejemplo, los confunden con las algas, indicó.

Tampoco se tiene conciencia sobre las relaciones entre los pastos marinos y los organismos que se alimentan de ellos. Por esto, el Cimar organiza talleres en comunidades costeras para informar y sensibilizar a estas poblaciones acerca de la importancia de este recurso marino.

La bióloga concluyó que existen evidencias científicas de que a nivel mundial han disminuido, considerablemente, los pastos marinos, producto de las actividades humanas. Por tanto, insistió en que para lograr conservarlos es clave saber dónde se encuentran y cuáles especies hay. De ahí la necesidad de efectuar mayor investigación.

Algunas cifras
En el mundo existen entre 60 y 72 especies de pastos marinos. De ellas, 7 se han identifico en 31 sitios de Costa Rica, la mayoría en la costa del Pacífico.
En nuestro país, estas plantas cubren un área de 133 hectáreas: 97 en el Pacífico y 36 en el Caribe.

 

Patricia Blanco Picado

Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR: Descifrando oleajes únicos desde la Isla del Coco

  • El oleaje de la costa pacífica del país tiene la particularidad de venir desde Nueva Zelanda y es modificado en su trayectoria por las islas Galápagos

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Entre los participantes en la instalción y revisión en la Isla del Coco, estuvieron Maikeel Pérez (guardaparque) y Ronald Víquez (Imares) (foto cortesía de Geiner Golfín).

Los modelos matemáticos más conocidos y utilizados para predecir oleajes y tormentas alrededor del mundo tienen un coeficiente de correlación del 0,99; en otras palabras, son 99 % correctos. Sin embargo, para la costa del Pacífico de Costa Rica su efectividad ronda el 0,70.

Esto se debe a que las olas que llegan a la región entre Guatemala y Panamá inician en Nueva Zelanda y Australia, es decir, atraviesan medio planeta y se convierten así en el oleaje más distante del mundo.

En este recorrido, antes de llegar a Costa Rica, las olas se encuentran con las islas Galápagos, las cuales funcionan como un rompeolas, modifican las ondas y dejan al país dentro de lo que se denomina “zona de sombra”.

Por este motivo, investigadores de la Unidad de Ingeniería Marítima de Ríos y Estuarios (Imares) del Instituto de Investigaciones en Ingeniería (INII), de la Universidad de Costa Rica (UCR), trabajan en la medición del oleaje que llega a la costa pacífica, para poder mejorar el modelo matemático y predecir con mayor exactitud las tormentas y oleajes que afectan dicha área.

Tal estudio, titulado Medición y caracterización del clima de oleaje en el Área de Conservación Marina Cocos, ya contaba con equipos de medición colocados en el puerto de Caldera, Puntarenas, y en Cabo Blanco, en la Península de Nicoya. Ahora, se cuenta con un equipo de monitoreo AWAC en el Parque Nacional Isla del Coco para recolectar más datos sobre el comportamiento del oleaje en la mencionada zona de sombra.

Las olas del Pacífico son bastante desconocidas a nivel mundial, explicó Georges Govaere Vicarioli, director del IINI, y aclaró que el problema es que “la zona de sombra no la pueden resolver los modelos matemáticos, hay modelos que pueden resolverla, pero si se usa a todo el planeta como formato de cálculo sería demasiado lento de calcular. Entonces se usan modelos simplificados que no calculan bien la zona de sombra”.

Govaere expresó también que las primeras veces que midieron y utilizaron equipo especializado se dieron cuenta de las fallas en las ecuaciones del modelo, ya que según estas, los buzos iban a poder estar tranquilos a 20 metros de profundidad, con el sedimento firme luego de 15 metros de la superficie. Sin embargo, en la práctica se enfrentaron a sedimento suspendido -que les dificultaba la visión- y a oleajes fuertes.

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Mejores predicciones

La investigación genera conocimiento útil para la toma de decisiones acerca del desarrollo de las costas del Pacífico. “El beneficio de conocer mejor el oleaje es que podemos hacer mejores predicciones de corrientes de resaca, de oleajes sobre las playas, si hay zonas de la operación de barcos con agitación en los puertos, si en algún lado el oleaje va a rebasar las calles cercanas y también estudiar la seguridad de las estructuras”, añadió Govaere.

Un ejemplo de lo anterior es el rompeolas de Caldera, que matemáticamente debería ser correcto y soportar el oleaje, pero que en la práctica ha sido destruido casi tres veces; esto es incluso objeto de análisis internacional.

“Si queremos construir puertos, rompeolas y demás estructuras, lo primero que tenemos que hacer es entender el oleaje”, concluyó el director del INII, pues no se conoce el origen de alrededor del 30 % de este fenómeno. Esto causa que en ocasiones se esperen tormentas grandes que no llegan, o tormentas pequeñas que resultaron más fuertes de lo que se calculó.

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Luego de 36 horas de viaje, los investigadores llegaron a la Isla del Coco, punto estratégico entre las Islas Galápagos y Costa Rica (foto cortesía de Imares).

Por otro lado, las mediciones que se van a recolectar servirán para alimentar una base de datos que en el futuro podría utilizarse para otros estudios, como la investigación sobre energía undimotriz, aquella que se genera a partir del movimiento de las olas. Aunque la tecnología actual no está diseñada para soportar las condiciones del particular oleaje del Pacífico en la región centroamericana, el potencial del país para producir este tipo de energía es alto.

Los investigadores prevén recoger cada año los datos del equipo instalado en la Isla del Coco, mientras que la información obtenida por el equipo en Caldera se recibe por medio de ondas de radio, debido a la cercanía con la costa.

El proyecto Medición y caracterización del clima de oleaje en el Área de Conservación Marina Cocos está previsto para que continúe por tres años más, incluso los investigadores de Imares afirmaron que mientras tengan recursos seguirán realizando las mediciones.

Las mediciones

El equipo AWAC instalado tiene distintas formas de medir el oleaje: la primera es por medio de un sensor de ultrasonido que mide las ondas al rebotar con la superficie libre del agua; la segunda es gracias a un sensor que calcula la velocidad de partículas de agua a distintas alturas, según se mueve la partícula se relaciona con el oleaje; y la tercera forma es por medio de un sensor que valora las olas en función de si hay mayor o menor presión del agua.

Este tipo de mecanismos se consideran redundantes, ya que tienen procesos de medición de respaldo activos para evitar que se pierdan datos, en caso de que alguno falle por factores externos como, por ejemplo, un pulpo descansando encima del equipo –situación que ya ha ocurrido, comentaron los encargados del estudio–.

El proyecto ha contado con apoyo del Servicio Nacional de Guardacostas y del Cuerpo de Bomberos, además del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), por medio del grupo de guardaparques destacados en el Parque Nacional Isla del Coco, de los cuales cinco son coinvestigadores y colaboran con la seguridad del equipo instalado.

 

Francesca Brunner Alfani

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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I Feria de Economía Social Solidaria del Pacífico

El equipo de la RedESS invita a la I Feria de ESS del Pacífico, este sábado 10 de diciembre de 2016 de 8 a.m. a 4 p.m. en la Plaza del Pacífico, Puntarenas. Todo el trabajo ha sido realizado por las organizaciones que han sido parte del proceso de articulación en Puntarenas y que han estado sumando esfuerzos desde inicios de año.

En la feria participaran unas 20 organizaciones y se podrá encontrar actividades culturales y música, artesanías, manualidades, gastronomía local, productos procesados, trueke, información de turismo rural comunitario e información sobre las organizaciones de ESS del Pacífico.

¡Invitación abierta, libre y gratuita!

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Enviado por Wagner Suazo, Equipo Dinamizador, Red de Economía Social Solidaria-Costa Rica.

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UCR: El Cascanueces convocó y deleitó en el Pacífico

La puesta en escena del ballet El Cascanueces fue un éxito comunitario en varias localidades del Pacífico Central.

El Cascanueces convocó y deleitó en el Pacífico
Tanto el público como los estudiantes de Cóbano, Pochote, Liberia, Cañas y Puntarenas que participaron en la ejecución orquestal y en la puesta en escena de El Cascanueces disfrutaron el espectáculo (foto Mario Solera).

Héctor Ferlini Salazar

Periodista Sede del Pacífico

 

Como una iniciativa de la Etapa Básica de Música de la Sede del Pacífico “Arnoldo Ferreto Segura” de la Universidad de Costa Rica (UCR), en colaboración con el Sistema Nacional de Educación Musical (Sinem), se llevó a cabo recientemente un montaje especial de la obra El Cascanueces, cuya música fue compuesta por Pyotr Ilyich Tchaicovsky convocó a estudiantes de los Sinem de Cóbano y Puntarenas.

La Compañía de Ballet Maybelle F. Miller, de Orotina, y solistas de la Compañía de Ballet 6/8, completaron los elementos que hicieron posible el deleite comunitario.

En la obra original del compositor ruso, la acción se desarrolla en la casa de un juez de la ciudad de Núremberg, pero en el montaje coordinado por la Etapa Básica de Música de la Sede del Pacífico el ambiente es una casa porteña, los nombres de los personajes fueron castellanizados y la escenografía representó el entorno regional.

De acuerdo con el Mag. Mario Solera, profesor de la Sede del Pacífico y responsable de este esfuerzo, “la puesta en escena recurre a la ejecución de la música tanto en grabación como en vivo”.

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El espectáculo contó con la participación de bailarines de las compañías de ballet Maybelle F. Miller, de Orotina, y 6/8 (foto Mario Solera).

Eso fue necesario pues la partitura original es compleja y densa: la instrumentación además de usar el formato de orquesta romántica − caracterizado por una sección grande de cuerdas− agrega dos arpas, celesta, clarinete bajo e instrumentos de percusión particulares, como la pandereta y la matraca.

“Para poder conformar en la región un grupo capaz de enfrentar esta partitura, fue necesario trasladar a estudiantes de Cóbano, Pochote, Puntarenas, y Liberia y Cañas (Guanacaste). Por ello organizamos el I Campamento de cuerdas de la Etapa Básica de Música de Puntarenas,con el objetivo de ensayar durante todo el día, en seccionales y generales”, explica el maestro Solera.

De acuerdo con los objetivos de los programas de Acción Social de la Sede del Pacífico, este montaje no se queda en la presentación del ballet por sí mismo. Busca calar en las mentes de artistas jóvenes de la región provenientes de sectores sociales en riesgo y, generalmente, sin apoyo familiar para dedicar tiempo y recursos a la música.

Un elemento de gran impacto en el programa de trabajo preparatorio y en la puesta en escena de El Cascanueces fue la participación de la coreógrafa María José Solera Guevara, quien realizó su trabajo de manera voluntaria.

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El público puntarenense disfrutó de una de las funciones en las instalaciones de la Sede del Pacífico de la UCR (foto Mario Solera).

La visita de la coreógrafa y la participación en escena con las bailarinas profesionales del grupo 6/8 fue un factor de gran motivación para las bailarinas de la Compañía de Ballet Maybelle F. Miller, de Orotina. La dirección orquestal estuvo a cargo del profesor Jorge Siliézar, responsable de las cuerdas de la Etapa Básica de Música de la Sede del Pacífico.

“Participar en este tipo de actividades, promovidas y producidas por la Universidad de Costa Rica, sin duda alguna es muy significativo para artistas que cuentan con poco o nulo apoyo en el seno de sus familias, además de brindarles una experiencia formativa y artística única”, según los organizadores.

Al hacer un balance de la importancia de este tipo de actividades, se señala en un informe: “Durante la realización del III Festival de música con plectro, se pudo comprobar el impacto que este tipo de actividades artísticas logran en los habitantes de las comunidades regionales. Por ejemplo, las presentaciones de la Orquesta de guitarras Fascinatio citharis, de Alemania, y el Quinteto Espel, de Argentina, en Isla de Chira y en la comunidad Esparzol, evidenciaron la necesitad de arte que tienen estas comunidades”.

“Las caras de asombro y la actitud de total atención de las niñas y los niños de Chira al escuchar una orquesta de guitarras y tener la oportunidad de ver, escuchar y tocar un vibráfono, fue prueba de que esa actividad les impactó positivamente. Lo mismo sucedió con la presentación de estos grupos en Esparzol, cuando niños y niñas se maravillaban con la música interpretada en guitarras y con el folclore argentino”, señala el documento.

La puesta en escena de El Cascanueces buscó repetir el impacto producido por el III Festival Internacional de música con plectro, al presentarla el 5 de diciembre en la Sede del Pacífico, el 6 en Esparza y el 7 en el parque de Orotina.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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