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Etiqueta: Parque Nacional Manuel Antonio

Campaña para no permitir la construcción de una torre de condominios en el bosque de Manuel Antonio

Una campaña de firmas iniciada por la Fundación Corcovado propone “no permitir la construcción de una torre de condominios en el bosque de Manuel Antonio”.

El texto explica:

El bosque en el área de Manuel Antonio es un ecosistema altamente frágil que sustenta una diversa gama de flora y fauna. Es el hogar de varias especies en peligro de extinción, incluido el mono ardilla centroamericano y la lapa roja. Sin embargo, este bosque ahora está amenazado debido a la construcción propuesta de una torre de condominios de 16 pisos y 70 unidades.

Esta torre de condominios destruirá una porción significativa de este hermoso bosque y alterará su equilibrio natural. El tamaño de la construcción perturbará significativamente la belleza escénica de Manuel Antonio. Las vistas panorámicas de Manuel Antonio han hecho de este destino un ícono turístico y uno de los paisajes más hermosos del mundo.

El proceso de construcción por sí solo causará un daño inmenso al ecosistema, incluida la erosión del suelo y la destrucción del hábitat de muchos animales. Además, este desarrollo tendrá graves consecuencias para las comunidades locales que dependen del ecoturismo como su principal fuente de ingresos. La pérdida de un atractivo natural tan importante conducirá al declive económico y la pérdida de puestos de trabajo en la región.

Por eso, instamos a todos los ciudadanos preocupados a que firmen esta petición y exijamos que las autoridades tomen medidas inmediatas para detener este proyecto destructivo. Debemos proteger nuestro medio ambiente para las generaciones futuras y preservar nuestro patrimonio natural.

Puede unirse a la campaña con su firma mediante este enlace.

Invitación a firmar la petición para poner fin al proceso contra los funcionarios del SINAC, caso Parque Nacional Manuel Antonio

El Presidente Rodrigo Chaves y su ministro de Ambiente, Franz Tattenbach, ordenaron iniciar una investigación contra funcionarios del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC). La razón es injustificable, pues, se abrió el proceso debido a que los funcionarios no siguieron “instrucciones” para la respuesta del recurso de amparo impuesto ante la Sala Constitucional por la decisión de reducir la cantidad de aforo en el Parque Nacional Manuel Antonio.

Las instrucciones que demandan cumplir están basadas en criterios políticos sin sustento técnico, sin embargo, la conservación de las áreas protegidas es un tema técnico, no político, por lo tanto, los funcionarios de SINAC actuaron con base en su ética y deber de obediencia a los magistrados de la Sala Constitucional. 

Para firmar la petición ingrese en el siguiente enlace: https://chng.it/D2rLtyWN

 

Imagen ilustrativa, UCR.

Investigadoras UNA habían alertado al MINAE sobre visitantes en Manuel Antonio

En marzo anterior, la Comisión de Turismo de la Asamblea Legislativa invitó a las académicas Laura Porras Murillo y Grace Wong Reyes, académicas e investigadoras del Instituto Internacional en Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional, (Icomvis-UNA), a dar su opinión sobre el proyecto de ley “Reforma de los párrafos primero y segundo del artículo tercero de la ley 9885, de 24 de agosto 2020, ley que reforma la ley 5100, de 15 de noviembre de 1972, y sus reformas, Parque Recreativo Playas de Manuel Antonio, Expediente N.° 22.734”, ya que ellas realizan investigación en el parque en mención.

Debido a su preocupación por esta propuesta de ley y otros aspectos relacionados a la conservación de los recursos naturales en el parque, también se reunieron el 14 de marzo de 2023 con el señor Franz Tattenbach Capra, ministro de Ambiente y Energía (Minae) para expresar sus preocupaciones tanto en forma verbal como escriba, sobre estos aspectos. A continuación, el oficio enviado a Tattenbach:

14 de marzo de 2023
UNA-EXT-ICOMVIS-OFIC-036-2023

Señor
Franz Tattenbach Capra
Ministro de Ambiente y Energía

Estimado señor:

Reciban un cordial saludo. Este oficio tiene como propósito expresarle nuestra preocupación por las presiones a las que está sometido o potencialmente pueden darse en el Parque Nacional Manuel Antonio (PNMA): a nivel externo el proyecto de ley que pretende modificar dos artículos de la ley de creación del parque y a nivel incluye interno, aspectos relacionados con el estado de conservación de los recursos naturales que se resguardan en esa área protegida, ambos niveles están relacionados. A la vez planteamos algunas sugerencias para abordar estos temas.

En primera instancia, nos preocupa las consecuencias que potencialmente pueda causar en el parque la aprobación del proyecto de ley “Reforma de los párrafos primero y segundo del artículo tercero de la ley 9885, de 24 de agosto 2020, ley que reforma la ley 5100, de 15 de noviembre de 1972, y sus reformas, Parque Recreativo Playas de Manuel Antonio, Expediente N.° 22.734”. Leímos el proyecto de ley y es alarmante que el mismo parte de la premisa de que no existe sustento técnico que respalde algunas decisiones que se han tomado sobre la gestión del parque, específicamente: en cuanto a los días habilitados para ingreso de los visitantes y el horario. La aseveración de que no existe sustento técnico se aleja de la verdad, ya que en el Instituto Internacional en Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional, hemos generado investigación sobre las especies de fauna silvestre que tienen interacciones con los humanos y turistas en el Parque Nacional Manuel Antonio desde el año 1990 y más permanentemente desde el 2012 y los resultados de esas investigaciones han sido circulados a nivel de MINAE, SINAC, ACOPAC y administración del parque.

Hemos logrado identificar que, a mayor visitación mayor número de interacciones negativas se presentan entre el ser humano y fauna en el parque, ya que los visitantes ingresan con alimentos para su consumo y hasta finales del 2022, la comida que podían adquirir en la soda que estaba concesionada dentro del parque. Ahora y hasta que se asigna la concesión de la soda, habrá más conflictos porque los turistas pueden llevar sus alimentos al parque. En los primeros meses de este año, ya se han reportado un incremento en los conflictos por la comida que llevan los turistas. Nos preguntamos, ¿Qué va a suceder si se aprueba la ley y el sistema de flujo de visitantes (sale uno ingresa otro) deje sin límite el ingreso de turistas? Ese escenario no solo predice una situación difícil de manejar para la administración del parque, por la cantidad de afectaciones que va a sufrir la fauna silvestre, sino que también por la capacidad física de los mismos senderos y de la infraestructura turística.

El proyecto de ley menciona erróneamente la falta de sustento técnico para restringir la cantidad de visitantes y el cierre de un día a la semana, pero tampoco presenta un estudio o un sustento técnico que justifique el incremento en el número de visitantes al parque. Cabe recordar que el parque pasó de recibir máximo 800 visitantes por día hace diez años y actualmente recibe 3000 diariamente.

Somos conscientes que los ingresos que se generan en esa área protegida son de suma importancia para el SINAC, así como para el sector turismo y para el país. Sin embargo, consideramos que este último componente no debería de sobreponerse al objetivo de conservación de la vida silvestre que habita en el PNMA y que a fin de cuentas es el recurso que promueve toda la actividad turística que se genera en el parque y en la zona de Quepos.

Los resultados obtenidos han servido como justificación científica para algunas de las decisiones de manejo que han sido tomado por la administración del parque, incluyendo la prohibición para acampar dentro del parque, el cierre de un día a la semana (actualmente martes), la restricción en el ingreso de alimentos, y el no aumento de la capacidad de carga. Todas estas medidas con el propósito de resguardar los recursos naturales que deben protegerse en un área silvestre protegida como lo es el Parque nacional Manuel Antonio.

Los otros temas preocupantes y problemáticos en el Parque Nacional Manuel Antonio son varios, y algunos de los de mayor relevancia relacionados con la conservación de la fauna de esta área protegida son:

  1. Interacciones fauna silvestre-visitantes.

Desde el año 2012 el Instituto Internacional en Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional (ICOMVIS-UNA) realiza proyectos de investigación tanto dentro del parque como en el área aledaña, con el fin de conocer sobre las interacciones entre humanos y fauna y el estado de la fauna tanto a nivel ecológico como de salud.

Como parte de los resultados obtenidos en estos 10 años de investigación, hemos logrado identificar las principales presiones a las que están siendo sometidas algunas. Las interacciones entre algunas especies de fauna y turistas se han convertido en un problema que afecta tanto a los animales como a la administración de parque, ya que se tienen que dirigir los pocos recursos humanos con lo que cuentan a la vigilancia de turistas, más que a la educación y protección vigilancia de la fauna.

Como lo señalamos anteriormente, la problemática de las interacciones entre fauna silvestre y visitantes se centra en la disponibilidad de alimentos que los animales encuentran en las zonas de mayor concentración de visitantes. Por años ha habido reportes de turistas mordidos por mapaches, monos y garrobos en el área de uso público del parque, esta situación se produce porque los turistas les ofrecen comida a los animales y con el tiempo los animales se han acostumbrado a aprovechar este recurso, inclusive las crías han aprendido a tomar comida de los salveques de los turistas o a sacar del basurero restos de alimentos. Por suerte, ninguna de esas interacciones entre la fauna y los turistas ha pasado a más de un mordisco o un rasguño, ni ha pasado a la transmisión de una enfermedad, pero potencialmente si puede producirse una situación peligrosa, y podría pasar también que algún turista tome acciones legales contra el área por un incidente de este tipo.

De las múltiples interacciones identificadas mediante nuestra investigación, las que tienen relación con la comida son las que se presentan con mayor frecuencia e intensidad, y han causado problemas sobre las poblaciones de mono carablanca y mapache principalmente, quienes han cambiado su comportamiento natural debido a la presencia de alimento de origen humano en su dieta y a la insistencia de los turistas por alimentarlos de forma directa o indirecta.

En repetidas ocasiones le hemos hecho saber a la administración del parque, a las autoridades de ACOPAC, de SINAC, e incluso de los señores ministros de Ambiente que lo han precedido a usted, sobre el problema que genera el ingreso de alimentos al parque, que se ve agravado por el aumento en el ingreso de turistas que se estableció en 2019, en 1700 personas y ahora a partir de este mes incrementaron en 3000 personas por día. Más turistas significa más comida disponible dentro del parque, mayor concentración de personas en áreas específicas del parque (entrada, playas, sendero perezoso) y por ende más interacciones negativas con la fauna.

La prohibición de ingreso de alimentos y la apertura de la soda dentro del parque parecía una buena opción para disminuir el problema que genera la relación turista-comida-fauna. Sin embargo, el hecho de que la soda sea un sitio abierto, totalmente expuesto a la fauna, genera un problema: un punto de concentración de comida y turistas al cual los animales llegan y tratan de ingresar a la soda, inclusive a la cocina, pudiendo generar un problema mayor de salud.

Hace algunos años, cuando se planteó la opción de abrir la soda dentro del parque, hicimos la sugerencia a la administración del parque de construirla dentro de una “gran jaula”, o algo similar, con la idea de que los turistas ingresaran a esa “jaula” a consumir alimentos y salieran sin comida, y de esa forma los animales no tuviesen la oportunidad de entrar al recinto y, por ende, no tuviesen acceso a los alimentos ni a los turistas al momento de comer. Esta idea cobra nuevamente relevancia, ya que el problema ahora es real: los monos carablanca, principalmente, llegan a la soda atraídos por la comida, los turistas continúan ofreciéndoles comida y en los últimos meses hemos podido observar cómo los monos intentan ingresar a la cocina de la soda. Para reducir ese foco de interacciones entre visitantes y fauna silvestre, fuertemente sugerimos que un requisito para la concesión de la soda se incluya el cierre de los alrededores de la soda, como una jaula, y establecer como medida regulatoria, que los turistas consuman los alimentos solo dentro de ese espacio.

Está documentado mediante investigación científica, que el consumo de alimentos de origen humano les puede provocar a los animales silvestres: diabetes, hígado graso, caries, parásitos zoonóticos que pueden transmitirse al ser humano o viceversa, además de provocarles cambios en el comportamiento.

  1. Cierre de la visitación al parque por un día a la semana y ampliación de horarios de visitación.

Volviendo a las interacciones entre fauna y visitante, creemos que se debe mantener el decreto de cierre del parque un día a la semana y no se debe de ampliar el horario de acceso a visitantes. Y por ende creemos que el SINAC debe de procurar que no se apruebe el proyecto de ley que pretende cambiar dos de los artículos de la ley de creación del PNMA. Los animales que habitan en el parque, principalmente los que se mueven en el sector de uso público están sometidos a mucha presión por la cantidad de visitantes que llegan al parque, algunas especies que no tienen la capacidad de ajustarse a esas condiciones pueden sufrir estrés y otras, están “aprovechando” recursos extras (alimentos de los visitantes), no obstante, a fin de cuentas, esta situación les está deteriorando su estado de salud, además de la integridad del ecosistema. Tomando en cuenta que la fauna silvestre es un atractivo de gran importancia, el parque debería de mantener un horario que permita el disfrute del recurso por parte de los visitantes, pero que a la vez permita el mayor tiempo posible en “condiciones naturales” o sin visitantes a la fauna silvestre, eso implica mantener como mínimo un día cerrado a la semana para que los animales silvestres “descansen” y se “recuperen” de la presión de los visitantes y a la vez pueda contribuir al mantenimiento de los recursos en el área en el mediano plazo. El monitoreo de la fauna durante el cierre del parque por motivo de la pandemia del COVID-19, demostró que los animales vuelven a sus hábitos naturales cuando están sin presión por la visitación, dejaron de movilizarse en las áreas de mayor concentración de turistas, y su actividad dejó de concentrar su actividad en los horarios de alimentación de los turistas (hacia el mediodía).

  1. No incremento de la visitación del parque.

Como lo hemos planteado con anterioridad, es necesario que el conflicto entre la fauna silvestre y los visitantes se aborde desde varios ángulos y deben participar no solo el SINAC sino también el ente que dicta las directrices del sector turismo a nivel nacional, o sea el Instituto Costarricense de Turismo. No se debe perder de vista que no es lo mismo incentivar la actividad turística en cualquier sitio del país que en un área silvestre protegida. Originalmente las áreas silvestres protegidas fueron creadas para salvaguardar un recurso silvestre valioso y posteriormente se incorporó la parte de turismo. Creemos que en el escenario actual es factible un desarrollo turístico en las áreas silvestres protegidas, pero antes de la generación de fondos por turismo, es prioritario salvaguardar el recurso silvestre a largo plazo, que es el elemento generador de divisas económicas, y en segunda instancia el disfrute del visitante. Con un ingreso diario de 3000 personas o más al Parque Nacional Manuel Antonio, sin contabilizar en esa cantidad a niños y adultos mayores, se producirá un impacto negativo continuo y constante sobre el área protegida y un deterioro en todos los recursos a corto o mediano plazo, a la vez que se compromete el disfrute de área silvestre por parte del visitante y a largo plazo probablemente también afectará los

ingresos económicos, ¿quién querrá visitar un parque nacional deteriorado?

Según la página web del MINAE, el viceministerio de Ambiente “es el responsable de velar y promover el desarrollo de estrategias, políticas y planes que procuren la conservación de la diversidad biológica, in situ y ex situ, …”, creemos que una medida como incrementar el número de visitantes en un área físicamente limitada como es el Parque Nacional Manuel Antonio no se está promoviendo el propósito señalado en el sitio web. El ministerio debería apoyar la toma de decisiones en bases científicas y no decisiones políticas.

Es entendible que el ICT, las cámaras de turismo locales y nacionales hagan presión para que el ingreso de visitantes al parque sea ilimitado, ellos defienden su objetivo. No obstante, el MINAE es el ente responsable de salvaguardar y procurar la conservación de la diversidad biológica, por lo tanto, debe enfocar sus esfuerzos en lograrlo y no ceder ante la presión de otros entes. Es necesario que como país tengamos una visión a largo plazo para garantizar la existencia en buena forma de los recursos naturales y no ceder a las visiones corto plasistas que solo les interesa la inmediatez. En este caso el MINAE es el ente estatal que debe ser el guardián de nuestras áreas protegidas.

La importancia del Parque Nacional Manuel Antonio va en aumento, los datos que hemos recopilado el último año con cámaras trampa, muestran la presencia en el parque de especies de mamíferos medianos y grandes, tanto depredadores como presas, como pumas, coyotes, saínos, entre otros. No es sólo un parque con playas, es un ecosistema complejo que contribuye con la conservación de la biodiversidad del país.

  1. El área de uso público del PNMA es un área finita.

En varias ocasiones y también en el proyecto de ley de modificación a dos artículos de creación del PNMA se menciona que solo la afluencia de visitantes se concentra en 41 hectáreas, que es una extensión muy pequeña y por eso no hay efecto negativo, porque hay mucho terreno libre de turistas, No obstante creemos que esa forma de análisis del área de uso público del parque está errada, ya que no se está contemplando el sobre uso que se dá en un área tan pequeña, ya que un muy alto porcentaje de los turistas se concentran en el sendero Perezoso, el Paralelo, el que va a playa Espadilla y en las playas Manuel Antonio y Espadilla Sur. La presión sobre esa superficie es alta y está provocando su compactación y deterioro. Eso sin contar la capacidad logística del parque en servicios sanitarios para los visitantes.

Repetidamente hemos mencionado que ese sector de uso público del parque debería de bajársele la presión y una forma es que las diferentes instituciones públicas y privadas traten de desarrollar otros polos de desarrollo turísticos en el pacífico central. De esa forma la región tendría otras posibilidades de ingreso por turismo y el PNMA aseguraría la conservación de sus recursos naturales.

Para concluir queremos ser enfáticas y respetuosamente le solicitamos que en su calidad de ministro interponga sus capacidades para que no se apruebe el proyecto de ley que modifica dos artículos de la ley de creación del parque. En otro orden de temas, creemos que es necesario buscar alternativas para reducir la interacción entre el consumo de alimentos por parte de los visitantes y la fauna silvestre del parque, y ante ese escenario, la instalación de una estructura que aísle la soda y excluya a los animales es una excelente opción. Es primordial para la fauna silvestre y los recursos naturales del parque se les permita “descansar”, mediante el cierre del parque por un día a la semana y no incrementar el horario de visitación ni la visitación al parque. Según información difundida por la prensa nacional e internacional el año pasado, el Parque Nacional Manuel Antonio fue incluido en el documental titulado “Our Great National Parks”, y se menciona como un sitio turístico infaltable por su naturaleza. Muy respetuosamente, le solicitamos que el MINAE, como ente rector de la biodiversidad de este país siga defendiendo las áreas silvestres protegidas y sus recursos para asegurar su existencia a largo plazo.

Cordialmente,

Laura Porras Murillo, Dra
Grace Wong Reyes, Ph.D.

Cc. Señor Rafael Gutiérrez, Viceministro de Ambiente y Director SINAC
Señor Luis Sánchez, Director ACOPAC
Señor, Francisco Jiménez, Administrador PNMA

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

 

Imagen ilustrativa.

Fauna vuelve a su vida silvestre

Ante ausencia de turistas en el Parque Nacional Manuel Antonio

Desde el 23 de marzo, debido a la pandemia generada por el covid-19, el Parque Nacional Manuel Antonio cerró sus puertas en seguimiento a las medidas de mitigación ordenadas por el Ministerio de Salud contra el nuevo virus respiratorio.

En este lugar, los monos cariblanca y los mapaches se acostumbraron a obtener su comida de los turistas. “Esta situación se produce porque los turistas les ofrecen comida a los animales y con el tiempo estos se han acostumbrado, inclusive sus crías, han aprendido a tomar comida de los bolsos de los turistas, lo que ha alterado visiblemente los patrones de comportamiento de estas especies”, dijo Grace Wong, investigadora del Instituto Internacional en Conservación y Manejo de Vida Silvestre de la Universidad Nacional (Icomvis-UNA).

¿Qué pasa con esos animales ahorita? Se desaparecieron de la playa. ¿Dónde están? En el bosque, donde está su comida, porque no necesitan de las personas, es más fácil para ellos cuando hay humanos ir y robarles la comida, y hasta más divertido, pero ahora que no están no se murieron se fueron al bosque a buscar su alimento”, explicó Laura Porras, investigadora del Icomvis-UNA.

Keilyn Otárola tiene 11 años de trabajar como guardaparques en Manuel Antonio, y según cuenta es ver otro parque. “Nosotros veíamos venados, la hembra con la cría, pero nunca un macho, ahora los vemos aquí en la playa y están bien de contextura, se ven saludables. Los mapaches dejaron de salir en el día y ahora buscan salir en la noche para aprovechar que las mareas han estado altas para perseguir a los cangrejos, los monos ya no se ven en la playa, se fueron para el bosque, y los perezosos han empezado a aparecer poco a poco”.

Sin embargo, para Otárola, lo más impresionante ha sido ver saínos por el parque. “En todos estos años no habíamos tenido reportes de saínos, no sabíamos que estaban en el parque y ahora se han visto pasar por los senderos. Tenemos que ver qué pasa cuándo se reabra el parque”.

Para facilitar el monitoreo de los animales dentro del parque las investigadoras Wong y Porras, diseñaron una matriz con datos como fechar, hora, lugar y sitio dónde se observan, con el objetivo de saber cuál es el comportamiento de los animales cuando no están los turistas. “El Icomvis-UNA ha tomado datos similares desde el 2017, y esto nos permitirá hacer una comparación de un antes y un después del covid-19«. De acuerdo con Wong, el ministro de Ambiente y Energía, Carlos Rodríguez les solicitó adaptar esa matriz para que se realicen los mismos registros en otras áreas silvestres protegidas y así poder contar con insumos que les permitan analizar nuevas directrices para la visitación de los parques nacionales.

Para más información comuníquese con Grace Wong del Icomvis-UNA 8386-0584 o con Laura Ortiz de la Oficina de Comunicación de la UNA 8998-2182.

 

Enviado por UNA Comunicación.

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Guías de turismo preocupados por situación en Parque Nacional Manuel Antonio

Haciendo uso de nuestro derecho a manifestarnos de forma pacífica, GUÍAS DE TURISMO CERTIFICADOS POR EL ICT acompañados por algunos miembros de la Fuerza Roja y personas de la zona, marchamos de Plaza Vista y hasta la entrada del parque (movilizándonos ordenadamente por un solo carril), con dos propósitos fundamentales: 1. Que la comunidad se dé por enterada de la problemática que afecta el colectivo turístico con el descontrol y aplicación arbitraria de condiciones en el posible ingreso al Parque Nacional Manuel Antonio, el más visitado del país, con filas de hasta 2 horas de espera bajo el sol y una hora en el área de descanso en la entrada del Parque Nacional. 2. Que la organización llamada los 87 (Guías certificados de Manuel Antonio) entregamos esta mañana la petitoria de apertura al diálogo en puntos específicos que tienen todo que ver con la visitación y control de acceso al ASP de Manuel Antonio.

No somos ningunos revendedores ni tampoco mafiosos, NO CORTAMOS EL DERECHO AL TRÁNSITO, hicimos uso debido en una marcha pacífica de nuestro derecho a manifestar nuestra inconformidad. Quedamos a la espera de recibir replica por parte del señor ministro y autoridades afines.

¡SEPAMOS SER LIBRES NO SIERVOS MENGUADOS DERECHO SAGRADO LA PATRIA NOS DA!

 

Fuente original: https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=2380701525274947&id=100000053681943

Compartido con SURCOS por Abelardo Hernández Gómez.

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Denuncian problemática y destrucción del Parque Nacional Manuel Antonio

De acuerdo con la denuncia compartida con SURCOS Digital, según la Ley 5100, con la cual se creó el Parque Nacional Manuel Antonio, el 50% de los dineros que se recaudan por derecho de entradas a dicho parque, tienen que invertirse en el desarrollo, consolidación y mejoramiento del mismo, sin embrago, nunca se ha cumplido con esta Ley y el capital recaudado se destina para el resto de parques nacionales.

Según el comunicado emitido a SURCOS, el Parque Nacional Manuel Antonio produce 5 millones de dólares por año, de los cuales sólo se le destinan 10 millones de colones anuales, en un lugar donde ingresan cerca de 400 mil turistas por año, donde los servicios sanitarios están en mal estado, por lo que tienen varias órdenes sanitarias que ya llevan varios años sin cumplir; y existe un recurso de amparo declarado con lugar.

 

Enviado a SURCOS Digital por Enrique Soto Gómez.

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