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Etiqueta: Parque Nacional

¿Qué pasa con Limón?

Bernardo Archer Moore

Parece deslizarse hacia la mazmorra del «Waa fi du». Cahuita en riesgo de perder el beneficio comunitario de co-manejo del Parque Nacional, y todos tranquilos como si nada («laissez faire» – «dejar hacer, dejar pasar» – «don’t give a damn» – «Waa fi du»).

Mientras la población se entretiene con festivales, los opositores del sistema de co-manejo también se regocijan al ver que la Junta Directiva de la Asociación de Desarrollo Integral de Cahuita (ADIC) no puede ejercer su autoridad legal para representar al pueblo en la administración compartida del Parque Nacional.

Esto sucede por incumplimiento, no solo con los estatutos de la Asociación, sino también con la Ley de Dinadeco. Al parecer, actuar al margen de la ley se ha convertido en un hábito, por el cual la comunidad podría pagar el alto precio de perder el co-manejo del parque, una reivindicación de grandes sacrificios.

No se habrían dado cuenta de que la cogestión del Parque Nacional de Cahuita depende de la ADIC, dirigida por ellos.

Pareciera que tampoco se han dado cuenta de que la legitimación de la Junta Directiva de la ADIC es una urgencia mucho mayor que la actualización del padrón de afiliados.

¿En qué están pensando?

En medio de sus jolgorios festivos, ¿se les habrá pasado por la mente el riesgo de dejar sin sueldo a los trabajadores de la cogestión del parque? Y lo que eso significaría: dejar sin salario a más de una docena de familias de Cahuita.

Lo dudo, porque habrían actuado con mucho más sentido de urgencia.

UCR, Voz experta: ¿Por qué debemos ampliar el área protegida del Parque Nacional Isla del Coco?

Dr. Jorge Cortés Núñez, profesor de la Escuela de Biología e investigador del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar). Foto: cortesía del Cimar.

La ampliación del territorio del Parque Nacional Isla del Coco es crucial para seguir protegiendo uno de los patrimonios marinos mejor conservados a nivel mundial.

Costa Rica es un país marino, el 92 % de su superficie es mar y, de este, la mayor parte es mar profundo. El 88 % del territorio nacional está por debajo de los 500 metros de profundidad y poco más de un tercio por debajo de los 3 000 metros de profundidad.

La riqueza de nuestros mares está apenas comenzándose a conocer y lo que hemos descubierto es que la biodiversidad es extraordinaria, pero a la vez frágil. Hemos podido ver a más de 1 000 metros de profundidad, en montes submarinos, corales negros que miden dos metros de alto, los cuales calculamos que podrían tener 4 000 años de edad.

Tanto las aguas poco profundas como las más profundas de Costa Rica son muy productivas y están todas interconectadas. El Parque Nacional Isla del Coco (PNIC) es el más grande del país, no solo en área, sino también en riqueza marina y en generación de divisas. Además, la Isla del Coco es estratégica en términos geopolíticos.

El área terrestre del PNIC, la cima del volcán más grande de América Central, puede considerarse pequeña, pues tiene apenas 24 kilómetros cuadrados; es decir, aproximadamente la mitad de la Isla de Chira. Y aunque su área marina es más grande, necesita ser mucho mayor.

La Isla del Coco es un oasis verde en medio océano azul. Sus bosques son exuberantes por la cantidad de lluvia que cae allí, lo que la hace única en todo el océano Pacífico de América.

Pero la mayor exuberancia de la Isla del Coco es su mar y los montes submarinos que la rodean. El PNIC es uno de los mejor conservados biológicamente a nivel mundial y es visitada todos los años por buzos que han recorrido el mundo. Muchos lo hacen de manera recurrente, porque después de bucear en Indonesia, el Caribe y Australia, regresan a la Isla del Coco repetidas veces. Estos visitantes dejan millones de dólares en el país.

La Isla del Coco, ubicada a poco más de 500 kilómetros de la costa, le proporciona a Costa Rica un área marina gigantesca (cerca de 12 veces su área terrestre), de allí que seamos el país más extenso de América Central. Nos da fronteras no solo con Nicaragua y Panamá, sino también con Colombia y Ecuador.

El PNIC es estratégico en la conservación de especies marinas de todo el Pacífico Tropical Oriental, junto con las Islas Galápagos y otras islas de la región. Estas áreas marinas protegidas son la fuente de riqueza pesquera de la zona, porque son los criaderos que van a abastecer las áreas de pesca. De allí su gran importancia y la necesidad de conservarlas y protegerlas al máximo.

¿Y cómo se puede hacer eso? Primero, no permitir ningún tipo de pesca dentro del área marina protegida y, segundo, hacer más grande, expandir el área de protección absoluta.

El mejor regalo que podemos hacer para comenzar de forma excelente el tricentenario de nuestra independencia es ampliar el área de protección alrededor de la Isla del Coco.

¡Hagamos más grande el Parque Nacional Isla del Coco para seguir haciendo historia y grandiosa a Costa Rica!

 

Dr. Jorge Cortés Núñez Profesor de la Escuela de Biología e investigador del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR)

San Lucas: Conservación y Patrimonio ¿para beneficio de quiénes?

El Gobierno de Costa Rica ha celebrado recientemente la reapertura de Isla San Lucas a la visitación turística, tras algunas remodelaciones. El Refugio Nacional de Vida Silvestre Isla San Lucas es un territorio recuperado por el bosque seco, luego de que se inhabilitara para uso penitenciario en 1991.

Una semana atrás, la Asamblea Legislativa aprobó en segundo debate la conversión del Refugio Nacional de Vida Silvestre en un Parque Nacional, incluyendo su perímetro marítimo hasta los 6 metros de profundidad. Se pretende con este proyecto mejorar la obtención de recursos económicos “para la conservación” de la Isla bajo la categoría de Parque Nacional.

Intereses comerciales sobre el RNVS Isla San Lucas

En el año 2008, siendo ministro de Turismo, el actual diputado Carlos Ricardo Benavides presentó una propuesta de Decreto para segregar un área de 25 hectáreas del Refugio Nacional de Vida Silvestre Isla San Lucas para que la Municipalidad de Puntarenas la administrara con fines turísticos.

La fragmentación del área de patrimonio histórico y la playa Cocos, pretendía ser compensada con 210 hectáreas en el mar, un tema que ambientalmente no tenía ningún fundamento, y por lo cual se presentaron tres acciones de inconstitucionalidad que en su momento determinaron la improcedencia de su aplicación.

Parque Nacional ¿Oportunidad para las comunidades del golfo?

En el planteamiento actual, lo que se observa es un cambio de categoría de conservación, elevándose en importancia al nivel de Parque Nacional, pero con un fuerte componente de inversión en las infraestructuras como atractivo turístico, justificándose en la necesidad de aumentar la recaudación de recursos para conservar, ante el progresivo abandono y deterioro de la isla.

Para el ecologista Juan Figuerola, quien trabajó varios años junto con las poblaciones de las islas Venado, Caballo y Chira, es obligatorio evaluar la oportunidad que esto puede significar para los habitantes del golfo, que históricamente han sido excluidos de las decisiones políticas centrales y amenazados de desplazamiento.

Figuerola propuso en el 2010 la posibilidad de crear condiciones de participación prioritaria de personas locales como guías turísticos hacia la isla y en las estrategias de conservación del patrimonio natural e histórico, permitiendo que haya participación económica para estas poblaciones, que subsisten casi exclusivamente de la pesca tradicional con sus limitaciones. “La conservación no puede existir sin la gente”, concluye al consultársele sobre la creación del Parque.

Mientras tanto, el abogado Álvaro Sagot manifestó su preocupación por el componente del desarrollo en infraestructuras turísticas, al desconocer los criterios técnicos para justificar la capacidad de carga que garantice a futuro el cumplimiento del objetivo de conservación, recalcando los intereses inconstitucionales que han existido para abrir la isla al turismo y crear condiciones para beneficios particulares.

Necesidad de un enfoque de ecología social

Para la FECON es prioritario que se garantice la inclusión social de las comunidades del golfo de Nicoya en las actividades de conservación y aprovechamiento sostenible del Patrimonio Natural e Histórico de Isla San Lucas, bajo la categoría de conservación que sea.

Si el proyecto en San Lucas no logra articular las economías locales, estaría gestándose un nuevo espacio de exclusión para las comunidades de base pesquera, que necesitan integrarse en la protección del golfo, en lugar de ser invisibilizadas y tener que enfrentar la negación sistemática de su espacio de vida histórico.

 

*Imagen: Entrada a zona patrimonial de San Lucas. Foto: Francis Cordero.

UCR: Los tesoros de la Isla del Coco serán analizados desde distintas ciencias

  • En el 40 aniversario de su creación
  • Simposio internacional reúne a expertos de diversos países que han estudiado este parque nacional, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad

UCR Los tesoros de la Isla del Coco seran analizados desde distintas ciencias
La Universidad de Costa Rica ha aportado al conocimiento científico de la riqueza natural y de la conservación del Parque Nacional Isla del Coco (foto Felipe López Pozuelo).

La Isla del Coco ha sido objeto de estudio desde hace varios siglos. A finales del siglo XIX y principios del XX se llevaron a cabo las primeras expediciones científicas, con una mayor participación de científicos nacionales a partir de la década de 1980 y hasta la fecha.

Producto de esas investigaciones, el conocimiento acerca del patrimonio natural del Parque Nacional Isla del Coco creció hasta convertirse en uno de los sitios de Costa Rica más estudiados.

Para intercambiar, analizar y debatir este saber generado desde distintas disciplinas sobre la Isla y sus aguas adyacentes, la Universidad de Costa Rica (UCR) realizará un Simposio Internacional sobre la Isla del Coco, del 13 al 15 de febrero de 2018 en el auditorio de la Ciudad de la Investigación.

En la actividad participarán expertos de diferentes áreas y de diversos países como Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Argentina, México, España, Venezuela y Chile, con el objetivo de divulgar la información producida por más de 100 años de investigación científica, en su mayoría por especialistas de la UCR.

Asimismo, con este encuentro académico se busca identificar los vacíos de información y las posibles estrategias para conocer mejor dicho parque nacional desde distintos campos, expresó el Dr. Jorge Cortés Núñez, investigador del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar), de la UCR, responsable de la organización de la actividad.

De igual manera, agregó el científico, mediante el enfoque multidisciplinario, el Simposio busca acercar a los distintos sectores involucrados en el quehacer del Parque Nacional Isla del Coco, con el fin de presentar una visión integral de la importancia de la Isla.

En el simposio participarán como expositores, además de académicos, funcionarios del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), así como de la Fundación Amigos de la Isla del Coco (Faico).

En el Simposio se analizarán aspectos históricos, geológicos, meteorológicos y climáticos, ecosistemas terrestres, oceanografía física de las aguas adyacentes, ambientes y biodiversidad costera y marina, así como aspectos sociales.

Algunos de los temas que se abordarán en las ponencias son el impacto de El Niño en los arrecifes coralinos del Pacífico de Costa Rica, la evaluación y restauración del bosque de la Isla, la avifauna, las anémonas, las poblaciones de tiburones, los peces óseos de aguas profundas, la biodiversidad microbiana y el impacto de lapresión pesquera que sufre la Isla desde hace más de una década.

Este año se celebra el 40o aniversario de la creación del Parque Nacional Isla del Coco y el 20o aniversario de la declaratoria de la Isla como Patrimonio de la Humanidad.

 

Patricia Blanco Picado

Periodista Oficina de Divulgación e Información

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR: Tiburones son indicadores de la buena salud del mar en la Isla del Coco, afirman expertos

  • Abundancia de tiburones en la Isla del Coco no debe asustar, sino más bien debe alegrar

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En el Parque Nacional Isla del Coco abundan diversas especies de tiburones, lo cual es indicativo de la buena salud de los ecosistemas marinos gracias a las medidas de conservación efectivas que se han llevado a cabo en ese sitio (foto Gaspar Rabadan).

La presencia de tiburones en la Isla del Coco, más que asustar, debe alegrar, pues es indicativo de la buena salud de los ecosistemas marinos, cuyo sano equilibro se debe gracias a las medidas de conservación que se han llevado a cabo en ese parque nacional del Pacífico costarricense.

“Estos lugares remotos, prístinos y únicos son como máquinas del tiempo que ofrecen la oportunidad de observar los océanos sin la mano del ser humano”, aseguran en un comunicado los especialistas en biología marina Mario Espinoza Mendiola, del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar), de la Universidad de Costa Rica (UCR); José Carlos Hernández, de la Universidad de La Laguna, España; Edgardo Ochoa, de Conservación Internacional, Estados Unidos y Christopher Lowe, de la Universidad del Estado de California, en Long Beach, Estados Unidos.

Por lo tanto, el incidente ocurrido el 30 de noviembre pasado en la Isla del Coco, que cobró la vida de una turista estadounidense y heridas en su acompañante, es un caso aislado y el primero en la Isla del que se tenga constancia, señalan.

Los incidentes trágicos a raíz de la interacción de los buceadores marinos con tiburones son poco comunes en el mundo. Según la International Shark Attack, en el 2016 se registraron 150 incidentes a nivel global y solo cuatro de ellos resultaron en la muerte de la persona atacada.

La Isla del Coco es conocida como la “isla de los tiburones” al ser uno de los pocos “refugios” en el mundo donde aún es posible observar una gran abundancia de varias especies de tiburones, razón por la cual es visitada por miles de turistas cada año, quienes “pueden disfrutar de un mar lleno de vida y saludable, gobernado por tiburones”, agregan.

Uno de ellos es el tiburón tigre (Galeocerdo cuvier), una especie de gran tamaño y llamativa, que tiene una serie de rayas oscuras en el dorso y costados de su cuerpo. Este tiburón solitario ronda las aguas de la Isla y visita con frecuencia los diferentes puntos de buceo.

Sin embargo, expresan los investigadores, “como seres humanos tenemos que tener muy presente que siempre va a existir un riesgo asociado a ‘nadar’ con tiburones”, aunque las probabilidades de tener accidentes son muy bajas y no deberían generar miedo o impulsar acciones en contra de estos depredadores tan importantes para la salud de los mares.

UCR Tiburones son indicadores de la buena salud del mar en la Isla del Coco2
Los incidentes trágicos a raíz de la interacción de los buceadores marinos con tiburones son poco comunes en el mundo, afirman los especialistas. El ocurrido en la Isla del Coco es el primero del que se tiene constancia (foto cortesía Cimar).

Estos depredadores no se alimentan de carne humana, enfatizaron los expertos, por lo que los incidentes con humanos que se han registrado hasta la fecha han ocurrido cerca de la superficie y se deben a la incapacidad del tiburón para distinguir la silueta humana vista a contra luz, que la suelen confundir con sus presas principales como focas, leones marinos y tortugas.

Otras causas de incidentes pueden ser comportamientos defensivos o territoriales de estos animales, que pueden resultar en mordiscos ocasionales, como lo haría un perro que se siente amenazado, agregan.

Espinoza y sus colegas también manifiestan que los buceadores deben interactuar con los tiburones con respeto y nunca gobernados por el miedo. “Los tiburones no son una amenaza y es fundamental cambiar nuestras actitudes e imagen de los tiburones como símbolos de terror”, advierten.

Asimismo, indican que antes de sumergirse se debe tener pleno conocimiento de las normas estrictas que se deben cumplir, como mantener siempre la distancia del animal y estar al tanto de su comportamiento, lo cual disminuye el riesgo de cualquier tipo de incidente.

“Los incidentes con tiburones suelen estar precedidos por señales corporales evidentes, como pueden ser el posicionamiento de las aletas pectorales, rodeos agresivos o movimientos rápidos, claramente una actitud de defensa. Por ejemplo, si notamos que exhiben estos comportamientos, empiezan a darnos vuelta o investigarnos un poco más de lo usual, o si comienzan a mover su cuerpo en muchas direcciones, es mejor alejarnos y finalizar el buceo”, aseguran.

También es muy importante realizar las inmersiones con guías especializados que tengan una gran experiencia en la zona de buceo donde habiten tiburones.

“El buceo controlado y regulado debe continuar en el Parque Nacional Isla del Coco, puesto que es una fuente de ingresos muy importante que repercute directamente en su conservación y mejora”, concluyen los biólogos.

 

Patricia Blanco Picado

Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Usurpar el Chirripó con un teleférico

Osvaldo Durán Castro (*)

 

En la sesión 043-17, acuerdo 4, del 21 de febrero de 2017, el Concejo Municipal de Pérez Zeledón por “acuerdo definitivamente aprobado” con 9 votos a favor, decidió “Declarar de interés cantonal y público el proyecto del Teleférico a la cima del Parque Nacional Chirripó, por el impacto positivo que se prevé para al turismo nacional como internacional en nuestro cantón”.  El punto 2 del acuerdo es pedirle al Gobierno de la República declarar el proyecto de “interés nacional y público, para engrandecer el nombre de nuestra Patria mediante la puesta en marcha y ejecución de este proyecto, además del beneficio a los habitantes de los alrededores de la zona donde se ubica el Teleférico, mismo que impacta de manera muy positiva y nos genera un atractivo turístico a nivel mundial”.

Al terminar de leer eso temblé. Siguiendo a José Luis Sanpedro me indigné. Me acordé de César Vallejo como si sus “heraldos negros” fueran la premonición de un leñazo brutal a uno de los sitios más bellos del planeta: “Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé! Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte”. Pensé en el consumismo ilimitado del que nos advirtió Mahatma Gandhi, en la avaricia que confunde a las personas y las hace creer que el “progreso” y el “desarrollo” implican explotar sin límites la Tierra. ¡Ni siquiera se pensó en los alrededores del Parque Nacional Chirripó –PNCh-, si no directamente en su cima, su corazón, su esencia!

En esta idea puede haber una mezcla de desconocimiento y negligencia, pues la explotación comercial y turística de un parque nacional violenta todos los fines y objetivos de creación y salvaguarda del patrimonio natural del Estado. En este caso no es sólo un parque nacional. Se trata de un sitio reconocido mundialmente por su belleza y su contribución a la vida en el país y el planeta, y no por su potencial financiero. Sin importar que la moción la propusiera el regidor Hanz Cruz Benanburg, lo cierto es que otras 8 personas la apoyaron. Esto no diluye responsabilidades, sino más bien las amplía y consolida. Por ahora haré una primera entada para ir explicando por qué nunca Costa Rica y la humanidad deberíamos admitir la realización de esta idea mortalmente destructiva.

Explotación mercantil del patrimonio natural del Estado

La creación del PNCh de 50.158 hectáreas el 19 de agosto de 1975, con la Ley Nº 5773 (publicada en La Gaceta Nº 165, del 2 de setiembre, 1975), tenía –y tiene- el fin de “proteger las fuentes de agua, los bosques nubosos de altura conformados por robledales, las cuencas hidrográficas y el hábitat animales en peligro de extinción como los felinos, la danta y el quetzal”, y que desde hace años el tope fijado es de 6.000 visitas al año, precisamente por su fragilidad http://www.carrerachirripo.com/2007/02/15/el-parque-nacional-chirripo/. Hace apenas unos años, a pesar de que se limitaba la entrada, los desechos generados por la gente, como excrementos y sólidos de todo tipo, amenazaban el ecosistema. La falta de educación y la irresponsabilidad imperaban pues disfrutar de la naturaleza incluía ensuciarla.

El acuerdo del martes 21 de febrero de 2017 apunta contra los fines de protección y las condiciones de vulnerabilidad del parque, pues la “…la Municipalidad quiere montar un teleférico en el Cerro Chirripó, como una empresa mixta municipal que promueva recursos y que convierta a Pérez Zeledón en un punto de atracción turístico” http://www.crhoy.com/archivo/el-cerro-chirripo-busca-tener-su-propio-teleferico/ambiente/. Lo real es que el cantón ya ofrece muchos y variados atractivos de buena puntuación organizados en paquetes, circuitos y tours, que incluyen toda la oferta asociada con el PNCh.  Por esta razón el objetivo de convertir “…a Pérez Zeledón en un punto de atracción turístico” ya está superado. La oferta turística de una zona no mejora cuando se interviene negativamente el paisaje natural que es su principal fortaleza. Aunque se trate de una idea y de que no se cuente con el dinero por lo cual «… esperan crear alianzas con gobiernos extranjeros. Y analizarían consultar con inversionistas chinos o noruegos que deseen invertir en proyectos en esta zona», según dice el Presidente el Concejo Municipal Manuel Alfaro, es indispensable evaluar desde ya los impactos que una obra como esa tendría sobre el PNCh, su zona de amortiguamiento y en todas las áreas de protección circundantes como el Parque Internacional La Amistad, tanto en el Pacífico como en el Caribe.

El Presidente municipal indica que “… un grupo de ambientalistas se van a oponer…,…van a ver cómo nos incomodan es hora de que ese mito desaparezca”. Más allá de la elemental predicción, debemos anotar que no se trata de “incomodar” si no de evidenciar y obligar a discutir sobre los impactos negativos irreparables de una intervención como la propuesta. Un parque nacional no es un simple territorio susceptible de ser explotado turística y comercialmente como si fuera un fundo improductivo que cualquiera puede usurpar o meterle mano. Sólo si atendemos la variable o aspecto como “belleza paisajística”, la afectación negativa por edificaciones, torres, cables y cajones guindando, sería severa e irremediable. En la Patagonia chilena, por ejemplo, uno de los argumentos fundamentales contra el megaproyecto de hidroeléctricas en los ríos Baker y Pascua y sus líneas de alta tensión, fue que la belleza escénica de paisajes únicos de la cordillera de los Andes, y particular de las Torres del Paine, sería destruida con más de seis mil torres en una herida de cien metros de ancho por 2.300 km de largo (Consejo de defensa de la Patagonia chilena. ¡Patagonia sin represas! Una campaña de educación pública. S.f.).

Nada más alejado de los fines de creación y mantenimiento del Sistema nacional de áreas de conservación de Costa Rica –SINAC-, que instalar infraestructura para estimular incursiones, aunque sea controladas, que sobrecargarían el parque y su zona de amortiguamiento, que también es vital para la protección del ecosistema. Aunque fuera un mitológico “teleférico que sea amigable con el ambiente”, como dice el edil presidente, la oposición a esta idea responde a la urgencia de evitar posibles daños a los ecosistemas, en este caso del PNCh, lo cual está previsto en la legislación nacional y en general bajo el principio “in dubio pro natura” aplicable precisamente para la prevención y protección de la naturaleza, máxime cuando se trata de sistemas frágiles, como el PNCh. Hay que repetir que la abundantísima literatura científica que fundamenta la protección de ecosistemas de páramo en América Latina, incluido el cerro Chirripó, es clara en cuando a la necesidad de protección de los sistemas “principales” como un parque nacional, y de igual manera de los espacios de amortiguamiento ([1]).

De acuerdo con Mario Chacón León, agrónomo y especialista en manejo de bosques, paisajes y cambio climático, con experiencia de trabajo en 5 continentes, “la agenda verde oficial del país incluye reducir deforestación y reducir emisiones debidas a ésta. En el Estado de la Nación, por ejemplo, ya se ha señalado la construcción de infraestructura como un impulsor de deforestación y degradación de bosques. Un teleférico inevitablemente provocará emisiones durante su construcción y posiblemente incentivará expansión del desarrollo turístico, con impactos difíciles o imposibles de controlar. Además, si se llegan a tocar suelos en turberas las emisiones de carbono y metano, aumentan las emisiones del país, yendo en contra de sus metas en cambio”.  El especialista agrega que “si bien Costa Rica es un país que busca proteger ecosistemas frágiles, éstos están descuidados. Esto incluye por ejemplo humedales, turberas, aguas y las montañas altas del país que son ecosistemas críticos en donde además hay gran variedad de especies endémicas” (comunicación personal. 22 febrero 2017).

La ruina del sistema de protección de naturaleza

El acuerdo del Concejo Municipal de Pérez Zeledón no se debe revisar aislado, porque es parte de un proceso antiguo de crisis y amenazas contra el SINAC que se agrava lejos de avanzar hacia soluciones. Las cifras del descalabro de muchos parques nacionales son abrumadoras como se comprueba con Corcovado, Manuel Antonio y el mismo Chirripó. Las carencias se reconocen y funcionarios del SINAC hablan de que “son necesarias soluciones integrales”, pero nadie se planta y exige lo que corresponde. En el 2009 el informe Estado de la Nación repitió la conocida cifra de US$150 millones de deuda por no pago de tierras sumadas a parques nacionales http://estadonacion.or.cr/files/biblioteca_virtual/015/Obando_2009.pdf. En el 2015 se dijo que esa deuda era de más de ¢107.000 millones y que la capacidad de pago era de ¢1.000 millones por año http://www.nacion.com/nacional/politica/Costa-Rica-tardaria-parques-nacionales_0_1502649744.html. Se agrega a la deuda, la falta de personal, imposibilidades operativas, falta de equipamiento básico, infraestructura vieja, arruinada y hasta clausurada por orden sanitaria del Ministerio de salud, una flotilla de carros escasa y con muchas unidades destartaladas o en parqueo perpetuo, cansancio de mucho/as funcionarios honesto/as, pereza y negligencia de otro/as que apenas cumplen lo básico “sin meterse en broncas”, trabajo limitado a 8 horas diarias de lunes a viernes, e incluso acusaciones de corrupción y colusiones indebidas de funcionario/as.

Parques nacionales son rentables

El colapso financiero del SINAC contrasta el aporte económico de los parques nacionales. Según la Universidad Nacional (CINPE-UNA) y el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio) en “el año 2002 los aportes a nivel nacional de los parques nacionales y reservas biológicas fueron de aproximadamente ¢325.171 millones de colones”, de los cuales ¢246 millones de colones fueron aportados por el PNCh. http://www.inbio.ac.cr/pdf/noticia/Comunicado%20estudio%20CINPE-INBio.pdf Esto demuestra que los parques nacionales desde hace muchísimos años, podrían sobrevivir y mejorar con sus propios ingresos, pero es imposible mantener un sistema de conservación con un estilo de financiamiento que le extrae los ingresos a los parques nacionales y otras áreas protegidas y los traslada a la caja única del Estado; para que éste a su vez les cierre la llave. Es decir, el Estado mismo atenta contra el sistema de protección y conservación del patrimonio natural incluido en el SINAC.

Concesión-privatización del patrimonio natural

Pero más grave aún es la presión para imponer un modelo de “concesión de servicios no esenciales” que en la práctica es una forma de privatización del SINAC. Sin importar si son carreteras, electricidad, telecomunicaciones, servicios de salud, limpieza, lavanderías, o lo que sea, la concesión es el camino para que el Estado se declare incompetente y delegue a privados servicios que califican como “complementarios” y “secundarios”, pero que en realidad son componentes esenciales de la producción o los servicios nacionales. En el caso de los parques nacionales, este tipo de soluciones falaces refuerzan el subsidio que éstos y otras áreas de conservación le hacen a los negocios privados, muchos colocados estratégicamente cerca de sus lindero, como los hoteles de todo tipo y tamaño, e incluso las empresas que operan dentro de parques nacionales utilizando y explotando el patrimonio natural y la infraestructura pública. No se trata impedir el acceso, pero si de reconocer que el SINAC incluye muchísimos atractivos de los cuales disfrutan los turistas locales y extranjeros. Sin el patrimonio natural protegido los negocios serían limitados o inexistentes y por ende nada lucrativos. La oferta turística privada incluye y ofrece en sus paquetes y servicios los parques nacionales y otras áreas de protección por los cuales pagan los turistas y no las empresas.

Los negocios privados dentro de parques nacionales, como los promovidos por la industria del turismo, municipalidades, grupos privados, entes no gubernamentales, el Estado por medio del Instituto Costarricense de Turismo -ICT- y a veces por el MINAE mismo, que buscan “flexibilizar” el uso de los parques y promover inversiones “para lograr explotar todo su potencial” http://semanariouniversidad.ucr.cr/pais/empresarios-turisticos-impulsan-propuesta-desarrollo-infraestructura/, son la ruina del sistema de conservación del país y el triunfo de la visión mercantilista para asegurar el lucro con el patrimonio natural del Estado.

Naturaleza patrimonio de todos y todas

La naturaleza debe ser, por principio y definición, patrimonio de toda la humanidad y en este país de la sociedad costarricense, y nunca recurso para el usufructo y explotación privada. Nada mejorará, incluido el SINAC, si se permite su explotación para beneficio directo de grupos privados sin importar su origen. La virtud esencial del SINAC que se está perdiendo, es la que permite que la sociedad costarricense, en su totalidad, pueda disfrutar la naturaleza. Pero no menos riesgoso es que la atribución que ahora tiene el Estado para controlar, ordenar y dirigir la investigación científica y cualquier otra acción orientada al uso y la conservación de todo tipo de ecosistemas, también se vea amenazada con el pretexto de procurar “mayor o plena explotación” ya no solo en parques nacionales, sino también de reservas biológicas, monumentos nacionales, refugios de vida silvestre, humedales u otros.

El SINAC se creó y existe para asegurar ecosistemas únicos en el territorio nacional. Cada uno, incluidos los parques nacionales, es insustituible y exclusivo y su resguardo requiere compromiso y responsabilidad directa del Estado y de la ciudadanía. En esta sintonía, sería esperable que gobiernos locales como el de Pérez Zeledón, elevaran su talento colectivo y aseguraran prácticas en sus territorios para proteger la naturaleza, lo cual implica frenar, impedir, y obviamente no estimular proyectos que amenacen el patrimonio natural del Estado.

“Discurso ambiental” y amenazas

Costa Rica se mueve en entre el discurso verde, una etiqueta o marca comercial de “sostenibilidad” y el colapso de su sistema de áreas protegidas. Contar con el 26% del territorio nacional con alguna categoría de protección, incluido el 12.7% de parques nacionales, es ciertamente un logro de toda la sociedad costarricense. Pero el mérito es incompleto si las condiciones de cuidado son elementales o menos que eso. No es concesionando servicios ni acogiendo propuestas como construir un teleférico en el cerro Chirripó, que el sistema podrá superar su crisis.  No es juicioso que un Gobierno local suponga que invadir o explotar empresarialmente un parque nacional genere “desarrollo” cuando lo que se propicia es la vulnerabilidad de ecosistemas frágiles, únicos e indispensables para la vida. Ojalá que las autoridades de Pérez Zeledón recuperen la sensatez y que el Presidente de la República y el Ministro de Ambiente y Energía, si es que les presentan esta ocurrencia, la desechen de entrada. Si este desacierto persiste, estoy seguro de que la inteligencia colectiva de Costa Rica y de muchísima gente en el planeta será mucho más que “un grupo de ambientalistas que se oponen” al “teleférico amigable con el ambiente”.

odc-fin.

Referencias para estudio

Por el momento, en la urgencia, pueden revisarse las siguientes referencias (sin formato):

Usurpar el Chirripo con un teleferico2

[1] Le he solicitado a especialistas en biología, forestales y manejo de ecosistemas de bosque, que expliquen la importancia del páramo y los riesgos de proyectos invasivos en ellos. Por ahora incluyo algunas referencias sobre el asunto. Ver al final.

(*)Sociólogo y educador. Presidente de la Asociación PROAL-Pacuare, integrante de la Federación ecologista costarricense (FECON) y de la Red Latinoamericana de Ríos (REDLAR).

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Sala IV se trae abajo ley que disminuye áreas protegidas

  • Según FECON “Se comprende que hay una problemática que afecta habitantes de estas zonas que debe ser atendida por el Estado pero no a costa del patrimonio natural y mucho menos que se use la precariedad de sectores de la población como excusa para desplazarlos y hacer negocios con las tierras de todos para desarrollo de megaproyectos privados”

 

Quedaron sepultados, al menos por ahora, los planes para industrializar áreas protegidas, así como el megaturismo, el canal seco, la expansión de monocultivos y otros proyectos para repartirse el patrimonio natural del Estado que buscaba la Ley nº 9205 de 23 de diciembre de 2013 por medio de una acción interpuesta por FECON y El Sindicato de Trabajadores de MINAE del SITRAMINAE.

La acción declarada a lugar por la Sala Constitucional (ver texto), asegura que con la ley No.9205 se estaban titulando tierras que pertenecen al Parque Nacional Tortuguero, el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Barra del Colorado, la Zona Protectora de Tortuguero, el Humedal Nacional Cariari y El Refugio de Vida Silvestre Dr. Archie Carr.

La ley buscaba privatizar áreas silvestres protegidas para sacarlas del patrimonio del Estado y pasarlas a manos de particulares. Todo esto sin contar con los requisitos que se exigen por Ley para seguir este procedimiento.

Para poder retirar las áreas protegidas del dominio público se requiere de estudios que demuestren que el ambiente no se verá perjudicado. Sin embargo, en este caso no se realizaron los análisis correspondientes. Del expediente legislativo n° 17838, que corresponde a la ley cuestionada, se desprende la ausencia de este requisito (Ver advertencia).

El voto N° 2017 002375 de la Sala IV asegura: “Se declara con lugar la acción. En consecuencia, se anula la Ley N° 9205, de 23 de diciembre de 2013, Ley de Titulación en Inmueble Propiedad de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (JAPDEVA), declaratoria que alcanza también a la reforma de los artículos 1, inciso f), y 11, ambos de la Ley de Informaciones Posesorias, Ley N° 139, de 14 de julio de 1941, y sus reformas, operada por el artículo 17, de la legislación anulada. Esta sentencia tiene efectos declarativos y retroactivos a la fecha de vigencia de la Ley anulada, sin perjuicio de derechos adquiridos de buena fe”.

Aunque todavía está en redacción del voto completo, se pone en evidencia el incumpliendo del Estado costarricense con su obligación constitucional de proteger los bienes que sean de su propiedad, en beneficio de la colectividad.

Ley para efectos electorales. Como si fuera un acto de campaña electoral, rozando con el delito de beligerancia política, en plena etapa final de las elecciones de 2014, el 23 de diciembre, la presidenta firmó esta ley en que en pretendía resolver una problemática de miles de familias de seis cantones ubicados entre Moín de Limón y Cureña de San Carlos, en Alajuela.

Para el Presidente de FECON, Mauricio Álvarez “se trató de un acto de clientelismo político típico del Partido de Liberación Nacional, pues había un pronunciamiento muy claro de servicios técnicos de la Asamblea Legislativa advirtiendo de la inconstitucionalidad del proyecto, pero por razones de cálculos electorales de votos de 10 000 mil familias beneficiadas, fueron obviados los señalamientos del diputado José María Villalta y de los técnicos legislativos”.

Álvarez agregó que “en realidad como siempre el gobierno de turno usa a la gente para entregar títulos pero el interés es abrirle camino a otro megapuerto ligado al canal seco, la industrialización de Moín, marinas y avanzar con el megaturismo en la zona. Se comprende que hay una problemática que afecta habitantes de estas zonas que debe ser atendida por el Estado pero no a costa del patrimonio natural y mucho menos que se use la precariedad de sectores de la población como excusa para desplazarlos y hacer negocios con las tierras de todos para desarrollo de megaproyectos privados”.

FECON subraya que igual suerte correrán la Ley 9373 que pretenden suspender durante 24 meses demoliciones y desalojos a personas en zonas de Patrimonio Natural del Estado y zonas especiales que han seguido el mismo procedimiento a pesar de las mismas advertencias de los servicios técnicos (ver más).

Mauricio Álvarez, presidente FECON, 88709165

 

Imagen tomada de http://www.feconcr.org

Enviado a SURCOS por FECON.

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UCR: Curso de biología reúne a ticos y mexicanos

Estudiantes y docentes se adentran en el bosque tropical seco

Curso de biología reúne a ticos y mexicanos
Durante dos semanas, mexicanos y ticos estudiarán el bosque tropical seco en el Parque Nacional Santa Rosa (foto tomada de: www.bahiadelsolhotel.com).

 

Rocío Marín González

Periodista Oficina de Divulgación e Información

 

El estudio de la ecología y la conservación del bosque tropical seco en Centroamérica, reúne estos días en el país a un grupo de 26 estudiantes de biología, mexicanos y costarricenses, y a profesores de ambas nacionalidades.

El curso binacional, es la primera acción promovida por el Centro de Estudios Mexicanos (CEM), con sede en la Universidad de Costa Rica (UCR), inaugurado en el 2014 como parte de un convenio de cooperación suscrito entre la UCR y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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El Dr. Gustavo Gutiérrez comentó que espera que de esta rica experiencia teórica y práctica, surjan iniciativas de investigación sobre el estado de los mamíferos, los anfibios o los reptiles de ese ecosistema. Lo acompaña la Dra. María del Coro Arizmendi. (foto Laura Rodríguez Rodríguez).

Según lo explicó el Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta, director de la Escuela de Biología de la UCR, este curso de biología de campo que se lleva a cabo en el Parque Nacional Santa Rosa, es fruto del trabajo conjunto entre esa unidad académica y la Escuela Nacional de Estudios Superiores de Morelia, adscrita a la UNAM.

Utilizando diversas modalidades, las y los participantes se introducirán en el estudio de distintos organismos y especies, que sobre todo implicará un primer contacto con el bosque tropical seco para los biólogos mexicanos, no tanto para los estudiantes de la UCR, que anualmente realizan biología de campo en diferentes áreas de conservación del país. “Muchos de ellos van a tener su primera experiencia en condiciones tan áridas como las que presenta el Área de Conservación de Guanacaste”.

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Para las y los biólogos mexicanos este es su primer contacto con las condiciones áridas del Área de Conservación de Guanacaste. (foto David Bradley).

Destaca la participación de la Dra. María del Coro Arizmendi Arriaga, coordinadora del Posgrado en Ciencias Biológicas de la UNAM, quien vino acompañada de un grupo de estudiantes de maestría y doctorado. Por la UCR, encabeza el curso el Dr. Jorge Lobo Segura, quien guiará a un grupo de estudiantes destacados de cuarto y quinto nivel de la Escuela de Biología.

Muchos de los contenidos que se desarrollarán estas dos semanas de curso estarán enfocados a las ciencias básicas que debe dominar cualquier estudiante de ciencias biológicas y ambientales. La idea es que el curso de pie a que estudiantes mexicanos desarrollen trabajos de tesis en áreas de conservación del país y que estudiantes costarricenses también puedan investigar, con posibilidad de complementar sus estudios en la Escuela de Estudios Superiores de Morelia, en México.

“Esperamos -dijo Gutiérrez- que con la rica experiencia teórica y práctica adquirida, surjan iniciativas de investigación sobre el estado de los mamíferos, los anfibios o los reptiles de ese ecosistema o inclusive de un grupo más específico a nivel de especie”.

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Los estudiantes mexicanos fueron recibidos por académicos de la Escuela de Biología y del Centro de Estudios Mexicanos de la UCR. (foto Laura Rodríguez Rodríguez).

Durante la apertura del curso la Dra. Arizmendi, explicó que para el Posgrado en Ciencias Biológicas y para los biólogos de su país, realizar investigación en Costa Rica representa una gran oportunidad por su biodiversidad.

Por su parte la Dra. María Isabel Vázquez Padilla, directora del CEM, destacó este tipo de iniciativa como una de las tareas fundamentales que se propusieron desde un principio la UNAM y la UCR como parte de su proceso de internacionalización. “Tenemos que convertir esta acción en una práctica habitual y que cada vez contemos con una mayor afluencia de estudiantes interesados en este tipo de experiencia, de debería replicarse tanto en México como en Costa Rica de manera constante”.

Actualmente la UNAM cuenta con centros de estudio en universidades de diversos lugares del mundo, entre ellos China, España, Francia, Estados Unidos (California, Chicago y Texas), Canadá y Gran Bretaña, con miras a constituir una red de redes de vinculación académica, que permita construir investigación conjunta entre estudiantes y docentes.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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