En un extracto de la entrevista realizada al Papa Francisco por Bernarda Llorente, periodista de Télam, una agencia de noticias argentina, se hace mención al sueño de San Martín y Bolívar, dos luchadores que anhelaron hasta el último de sus días una Latinoamérica Unida.
El Pontífice hace un llamado a liberarse de imperialismos explotadores para conseguir la autonomía de la región y que cada Estado tenga su sentido de identidad pero que a su vez, necesite y se complemente con la identidad de sus países vecinos.
En esta entrevista exclusiva, el Papa Francisco habla de las personas jóvenes como protagonistas de la historia, la comunicación, el poder, la guerra y la unión de América Latina.
Puede acceder a la entrevista completa por medio del siguiente link:
Tras el gane de la presidencia, la nueva administración de Colombia Petro Urrego ha anunciado cuáles serán sus ejes de política exterior en orden de convertir a esta nación en una “potencia mundial de la vida”.
Entre los principios de esta nueva política exterior colombiana se destaca el respeto por los Derechos Humanos, el respeto por la soberanía, la buena vecindad y la cooperación Sur-Sur. Además, sus principales enfoques son el feminismo, el humanismo y el participativo.
Este nuevo gobierno aspira a promover la integración de Colombia con el resto de las naciones de América Latina y el Caribe, establecer una alianza con Estados Unidos para consolidar la paz y la democracia, así como redefinir la lucha contra las drogas. En este sentido, se señala que las políticas contra las sustancias ilícitas serán enfocadas en la preservación de la salud pública y en la fomentación de alternativas sostenibles frente a la criminalidad.
En cuanto al comercio, se indica que estas actividades se centrarán en promover la seguridad alimentaria y en el fortalecimiento de las industrias no extractivas. En el campo ambiental se señala que la lucha contra el cambio climático será esencial a través de la preservación y restauración de diversos ecosistemas, así como mediante la ratificación del Acuerdo Escazú.
Finalmente, se aspira a que la migración se base en un proceso seguro, ordenado y regulado que respete los derechos de las personas migrantes. Además, se propone que los puestos de índole diplomática y consular sean ocupados con personas con una amplia experiencia en el campo.
Si desea consultar con mayor detalle la propuesta realizada por las nuevas autoridades colombianas, puede consultar la infografía adjunta.
Compartido con SURCOS por Juan Carlos Cruz Barrientos.
En Viena un total de 65 países con numerosos otros como observadores y gran cantidad de organizaciones civiles, el jueves 24 de junio y durante tres días, se alinearon frente a la amenaza del uso de las armas atómicas y se comprometieron a trabajar por su eliminación lo antes posible.
Esa es la síntesis de la primera conferencia del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares (TPNW), que, con el rechazo de la OTAN y las nueve potencias atómicas, ha terminado el jueves pasado en la capital austríaca.
En todos los casos, lo común era la condena de las amenazas nucleares, de la escalada de las tensiones bélicas y del aumento de las dinámicas de confrontación. La seguridad o es de todos y para todos o no funcionará si unos quieren imponer su visión a otros,
En clara referencia a la postura de Rusia por su invasión a Ucrania y a la de los EE. UU. que a través de la OTAN sigue tensando la cuerda en una dinámica por la que pretende seguir siendo el comandante en jefe mundial en un mundo que cambió. Ya hemos entrado en un mundo regionalizado donde nadie puede en solitario imponer su voluntad a los otros.
Respiramos un nuevo clima en las relaciones
Es muy destacable el clima, trato y consideración con el que se llevaron los debates, los intercambios y las tomas de decisiones en las jornadas del TPNW. Mucha consideración y mucho respeto por los puntos de vista de otros, aunque fueran contrarios a los propios, con paradas técnicas para buscar acuerdos y similares. En general el presidente de la conferencia, el austríaco Alexander Kmentt, hizo una buena función al navegar y resolver las no pocas diferencias y percepciones diversas, consiguiendo que finalmente, con mucho tacto, se llevaran a buen puerto. Fue un ejercicio de destreza en encontrar acuerdos y una postura común. Por parte de los países había firmeza y a la vez flexibilidad frente a situaciones que se necesitaba sortear.
Observadores
La presencia de observadores y de numerosas organizaciones de la sociedad civil daba otro clima a las reuniones y los debates.
Destacar la presencia de observadores de Alemania, Belgica, Noruega, Holanda, Australia, Finlandia, Suiza, Suecia o Sudáfrica, entre otros muchos, lo que indica la atención que este nuevo ámbito esta generando en el mundo, en estos momentos tan complicados donde la confrontación la tenemos servida cada día.
Hay que destacar también que la presencia de organizaciones sociales civiles generaba un ámbito de distensión, familiaridad y conexión donde lo institucional no estaba reñido con lo cotidiano y el sentido común. Esta podría ser una de las características de la cumbre de Viena, “la cumbre del sentido común”.
Tenemos un Plan de Acción
Una de las características de la declaración final es que se adoptaba junto a un Plan de Acción con un objetivo final: la eliminación total de todas las armas nucleares.
Mientras estas armas existan, dada la creciente inestabilidad, los conflictos «exacerban en gran medida los riesgos de que estas armas se utilicen, ya sea deliberadamente o por accidente o error de cálculo», se advierte en el texto de la resolución conjunta.
Prohibir por completo las armas nucleares
El presidente Kmentt, subrayó el objetivo de “conseguir llegar a prohibir por completo todo arsenal de destrucción masiva”, afirmando que “es la única manera de tener la seguridad de que nunca será usado”.
Para ello se han planificado ya dos relevos presidenciales de la conferencia del TPNW el primero lo realiza Mexico y el siguiente Kazajstán. La próxima reunión del TPNW será presidida por Mexico en la sede de Naciones Unidas a finales de noviembre de 2023.,
El TPNW es un paso más al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), al que están adheridos muchos países. Se necesitaba salir del bloqueo y la inoperancia del TNP después de décadas en las que no ha servido para la eliminación, sino para ampliar los países y desarrollar más la sofisticación de las armas nucleares. El mismo presidente Kmentt, por su parte, resaltó que el nuevo tratado, que entró en vigor recién hace un año y medio, es un «complemento del TNP», pues no ha sido concebido como una alternativa al mismo.
En la declaración final, los países del TPNW reconocen al TNP «como la piedra angular del régimen de desarme y no proliferación», al tiempo que «deploran» las amenazas o acciones que puedan socavarlo.
Mas de 2000 participantes
Los números de los impulsores y participantes en la conferencia TPNW son: 65 estados miembros, 28 estados observadores, 10 organizaciones internacionales de N.U, 2 de Programas internacionales y 83 organizaciones no gubernamentales. Un total de más de mil personas entre las cuales Mundo Sin Guerras y sin Violencia participó como miembro del ECOSOC con representaciones de Alemania, Italia, España y Chile.
En total entre todos los asistentes en esos 6 días se superaron las 2 mil personas en los 4 eventos que se celebraron.
Creemos que se ha dado un paso muy importante en la dirección de un nuevo mundo, que seguro tendrá otros matices y protagonistas. Creemos que estos acuerdos ayudaran notablemente a su avance y concreción.
Rafael de la Rubia
3ª Marcha Mundial y Mundo Sin Guerras y Sin Violencia
Ola de Paz 24 Horas: No a la Militarización – Sí a la Cooperación 24 hourpeacewave.org. Sábado 25 junio Parte 4 UTC 19:00 – 21:00 25 de junio In English 16hs Brasil / Argentina 2 p.m. – 4 p.m. Ciudad de México / Centroamérica / Colombia – Llevaremos a cabo una manifestación continua de 24 horas que se transmitirá en vivo en un canal de Zoom que se moverá hacia el oeste alrededor de la Tierra desde las 2 p.m. en Inglaterra el 25 de junio hasta las 4 p.m. en Ucrania el 26 de junio. Habrá videos de protestas, manifestaciones, vigilias, docentes y oradores en sus escritorios. Habrá música y arte.
Participantes/ Disertantes:
Padre Alejandro Solalinde, fundador de las Casas del Migrante en Oaxaca y en otros lugares, siendo una figura muy conocida en México/ Padre Alejandro Solalinde, fundador de las Casas de Migrantes en Oaxaca y otras partes, siendo una figura muy conocida en México. Adrián Carrasco Zanini, Cineasta y cantante mexicano quien participó en algunas revoluciones de Centroamérica / Adrián Carrasco Zanini, Cineasta y cantante mexicano que participó en algunas revoluciones en Centroamérica.
Alan Fajardo, politólogo de la Universidad Nacional de Honduras, asesor del partido LIBRE actualmente en el gobierno/ Alan Fajardo, Politólogo de la Universidad Nacional de Honduras, asesor del partido LIBRE, actualmente en el gobierno.
Ismael Ortiz, coordinador de proyectos para la integración de bandas juveniles en el gobierno de Nagyip Bukele, ex guerrillero y activista en movimientos sociales en El Salvador/ Ismael Ortiz, Coordinador de proyectos para la integración de bandas juveniles en el gobierno de Nagyip Bukele, ex guerrillero y activista en movimientos sociales en El Salvador/ Ismael Ortiz, Coordinador de proyectos para la integración de bandas juveniles en el gobierno de Nagyip Bukele, ex guerrillero y activista en movimientos sociales.
Oly Millán Campos, economista y exministra de comercio exterior en el gobierno de Hugo Chavez (Venezuela), actualmente miembro de un grupo de oposición/ Oly Millán Campos, economista y ex ministra de comercio exterior en el gobierno de Hugo Chávez (Venezuela), actualmente integrante de un grupo opositor.
Claudia Álvarez es profesora – investigadora de la Universidad del Buen Vivir (Sumac kawsay, Buen Vivir) en Buenos Aires, trabajando en la Campaña por un Currículo Global de Economía Social Solidaria/ Claudia Álvarez es profesora – investigadora de la Universidad del Buen Vivir en Buenos Aires, trabajando en la Campaña por un Currículum Global de la Economía Social Solidaria.
Postal N (Imagen de Mundo sin Guerras y sin Violencia).
– Madrid, España – Rafael de la Rubia
¿Quién es responsable del conflicto?
No se sabe el número de ucranianos que han muerto, tampoco el de jóvenes rusos que fueron obligados a luchar. Viendo las imágenes, serán por miles,si sumamos a los inválidos físicos, los inválidos emocionales, los afectados con graves fracturas existenciales y los horrores que está produciendo esa guerra de Ucrania. Miles de edificios destruidos, viviendas, escuelas y espacios para la convivencia aniquilados. Innumerables vidas y proyectos truncados, así como relaciones rotas por la guerra. Ya se cuentan por millones los desplazados y refugiados. Pero la cosa no termina ahí. Ya son cientos de millones los afectados con el aumento de la carestía de la vida en todo el mundo y pueden llegar a ser miles de millones los afectados.
Muchos de esos seres humanos eran coetáneos de los albores de la vida. No se conocían, pero lucharon hasta que su vida fue cercenada. O, como muchos jóvenes ucranianos, se ocultan para no ser llamados a la guerra “… soy muy joven para morir y para matar…” manifiestan. Además, hay muchos niños, ancianos y mujeres que están viendo fracturadas sus vidas por una guerra que se dice, nadie quería.
¿A quién señalamos como responsable de tales crímenes? ¿Al que apretó el gatillo o disparó el misil? ¿Al que dio la orden de atacar? ¿Al que fabricó el arma, al que la vendió o al que la donó?¿Al que diseñó el programa informático de seguimiento del misil? ¿Al que con su discurso inflamó la sangre o al que sembró cizaña? ¿Al que con sus artículos e información falseada creó el caldo de cultivo para el odio? ¿Al que preparó falsos ataques y falsos crímenes de guerra para culpar al otro bando? Dime, por favor, a quien apuntas con tu dedo acusador. ¿Al que impasible en su puesto de responsabilidad saca beneficio de la muerte? ¿Al que inventa historias para robar a otro? Ya es de dominio público que lo primero que muere en las guerras es la verdad… ¿Serán entonces los representantes políticos los responsables? ¿Serán los grandes medios de propaganda los responsables? ¿Serán los que cierran y censuran algunos medios de comunicación? ¿O los que fabrican videojuegos donde se trata de matar al opositor?¿Será Putin el dictador de una Rusia que quiere expandirse y retomar sus aspiraciones imperialistas? ¿O será la OTAN que la cerca cada vez más estrechamente, después de prometer su no expansión, habiendo triplicado el número de países? ¿Quiénes de todos estos tienen alguna responsabilidad? ¿Ninguno? ¿O solo unos pocos?
Los que señalan a culpables sin hacer referencia al contexto en el que todo esto se hace posible, los que señalan a culpables “mediáticos”, fáciles de identificar, sin señalar a los que realmente se benefician y sacan ganancias de la muerte, los que así operan, además de cortedad de miras, se convierten en cómplices de situaciones donde vuelva a surgir algún conflicto.
Cuando se busca un responsable y se reclama castigo ¿Se repara con él el inútil sacrificio de la víctima? ¿Se mitiga el dolor del afectado? ¿Se resucita al ser querido? Y lo más importante ¿Se impide su repetición a futuro?
Si se pide castigo, se está buscando venganza y no justicia. La verdadera justicia tiene que ver con reparar el daño causado.
Mucha gente no se puede creer lo que está pasando. Es como si se hubiera retrocedido en la historia. Pensábamos que esto no volvería a ocurrir, pero ahora lo vemos más cerca porque es en la puerta de Europa donde estamos viviendo el conflicto. Estábamos acostumbrados a que los afectados fueran en guerras lejanas,tuvieran la piel de color y no fueran blancos de ojos azules. Y los niños estaban descalzos y no llevaban gorros con borlas ni ositos de peluche. Ahora lo sentimos más cerca y nos estamos volcando en solidaridad, pero nos hemos olvidado de que esto es continuación de lo que ocurre hoy o ha ocurrido antes en muchas partes del mundo: Afganistán, Sudan, Nigeria, Pakistán, R.D. Congo, Yemen, Siria,los Balcanes, Irak, Palestina, Libia, Chechenia, Camboya, Nicaragua, Guatemala, Vietnam, Argelia, Ruanda, Polonia, Alemania o Liberia.
Este no es un conflicto entre ucranianos y rusos, como no lo son los que ocurren entre saharauis y marroquíes, palestinos y judíos o entre chiitas y sunitas. El verdadero conflicto está entre los poderes que utilizan a los pueblos y a los países manejándolos, oprimiéndolos y enfrentándolos por el rédito y beneficio que obtienen de ello. El verdadero problema está en los que se lucran con la guerra, en el complejo militar-industrial, en los que quieren mantener su poder y posesión desalmada frente a las necesidades de los desposeídos del mundo, esas mayorías que todos los días luchan por construir una existencia digna. Este es un tema complejo y que está en la raíz de nuestra historia: la manipulación de las poblaciones para enfrentarlas entre sí mientras hay sectores que sacan beneficio de ello.
Recordemos que los 5 países que tienen derecho de veto en las Naciones Unidas, resultan ser también los 5 principales productores de armas en el mundo. Las armas exigen guerras y las guerras exigen armas…
Por otra parte, las guerras son restos de una etapa de nuestro pasado prehistórico. Hasta hoy, hemos convivido con ellas, casi considerándolas como «naturales», porque no suponían un grave peligro para la especie. ¿Qué problema podría producir para el género humano que un reyezuelo entrara en conflicto con otro y murieran unos cuantos cientos? De ahí se pasó a miles. Y después siguió aumentándose la escala, con el perfeccionamiento tecnológico en el arte de matar. En las últimas guerras mundiales los muertos se contaron por decenas de millones. Día a día sigue aumentando enormemente la capacidad destructiva con el arma nuclear. Ahora sí, con la posibilidad de una confrontación nuclear, ya está en peligro nuestra especie. Ahora está en cuestión la continuidad del ser humano.
Esto no nos lo podemos permitir. Es un punto y aparte que tenemos que decidir como especie.
Los pueblos estamos demostrando que sabemos unirnos y que ganamos más colaborando que enfrentándonos.
Ya hemos recorrido dos veces el planeta y les aseguro que no nos hemos encontrado a nadie que crea que con las guerras avanzamos.
Son 60 países los que ya han proscrito las armas nucleares firmando el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares (TPAN). Obliguemos a nuestros gobiernos a que lo ratifiquen. Aislemos a los países que defienden el armamento nuclear. La doctrina de la “disuasión” fracasó, pues cada vez hay armas más potentes y en más países. La amenaza nuclear no se ha eliminado, contrariamente cada vez cobra más fuerza. En todo caso, como paso intermedio, pongamos las armas nucleares en manos de unas Naciones Unidas refundadas con clara dirección hacia el multilateralismo y hacia resolver los principales problemas de la humanidad: el hambre, la salud, la educación y la integración de todos los pueblos y culturas.
Seamos coherentes y manifestemos ese sentir a viva voz para que los brutos que nos representan se enteren: Ya no nos podemos permitir más conflictos armados. Las guerras son la escoria de la humanidad. El futuro, será sin guerras o no será.
Nos lo agradecerán las nuevas generaciones.
(*) Rafael de la Rubia es fundador, en 1993, de la asociación humanista Mundo Sin Guerras y Sin Violencia.
Es importante precisar que “guerra”, hoy en día, no se refiere sólo al uso de la violencia con armas físicas (convencional). Por guerra entendemos a todas sus generaciones, hasta la quinta generación. Por tanto, trasciende al enfrentamiento entre bandos mediante el uso de armas de fuego en forma convencional, incluye también la guerra asimétrica, la guerrilla, la guerra de baja intensidad, la guerra sucia, el terrorismo de Estado, la propaganda, con inclusión de la cibernética y de la población civil, la política, las finanzas. En ella intervienen estados y grupos privados mercenarios. Ocurre en todo el planeta.
Oponerse a la “guerra” sólo cuando esta se manifiesta en la forma convencional es simplista.
Oponerse a la “guerra” sólo cuando la visibilizan los medios de comunicación privados es complicidad.
Ser no violento es diferente de ser pacifista. El pacifista en general se opone al uso de la violencia en cualquier circunstancia (y debería recurrir al término amplio de violencia). El No violento busca el mínimo grado de violencia posible, pero teniendo en cuenta que hay una gama de principios y valores tan importantes a la paz y a la vida.
Por ejemplo, el mismo Gandhi aconsejó a un campesino, durante su larga investigación en la región de Champarán, que, si un terrateniente pretendía abusar de su hija, defendiera su dignidad con una escopeta, si era necesario. La dignidad está por encima de la No violencia. Y en la Guerra Mundial, siendo la India parte del Imperio Británico, en lugar de aislarse, Gandhi optó por participar en apoyo a Inglaterra, si bien en los cuerpos de enfermería. Entendió que se luchaba contra el fascismo.
He citado muchas veces los casos de Mandela, Camilo Torres y hasta la Iglesia Católica que ha llegado a justificar la “guerra justa y la insurrección revolucionaria en el caso de tiranías evidentes”. La “paz” no es un valor absoluto. En aras de la “paz” no podemos cerrar los ojos ante el avance del fascismo.
Cierto que es de lamentar el uso de las armas en el caso Rusia – Ucrania – OTAN. Pero sería ingenuo ignorar los dos puntos anteriores. Sería como quien llega a un sitio y presencia una pelea ya comenzada, y reclama el uso de la violencia por quien en ese momento tiene el puño alzado. No se toma la molestia de averiguar qué sucedió antes, contra quién esgrimía el puño y por qué.
¿No lleva la nación de EEUU décadas, siglos, con el puño alzado contra los pueblos del mundo? ¿No ha estado impulsando la guerra en todas sus modalidades y generaciones? ¿No viene avanzando hacia un intento de control global del Planeta? ¿No es el principal enemigo de la humanidad (aunque no el único)? ¿No es una representación clara del fascismo?
La guerra es nuestro enemigo. Pero por encima de ese enemigo, está el neoliberalismo, causante de la guerra. Si se sale con las suyas, habrá un mundo unipolar, tiránico, fascista. Para llegar a la paz hay que pasar por la multipolaridad.
La Constitución Mundial para la Federación de la Tierra es el mejor instrumento para llegar allá.
Colombia vivió el domingo pasado su primer proceso electoral para escoger los futuros candidatos a la presidencia de ese país. Lo más destacable, aparte del resultado, es que fue un proceso que se vivió en “paz” y culminó sin tener que lamentar graves incidentes. Eso es de admirar, pues en Colombia hace algunos años estos procesos estaban bañados de sangre. Es un logro que ha costado mucho y un proceso que continúa hasta consolidar esa paz. Eligieron los representantes al Congreso y los candidatos a la presidencia que salieron de tres coaliciones. Ellos disputarán la presidencia próximamente.
Ya otros países han vivido esos procesos, como Perú, Chile, Nicaragua, Honduras, y quedan algunos por concluir esa elección, incluida Costa Rica.
Si bien es cierto, no en todos ha imperado la transparencia y la libertad de participación, en la mayoría se ha logrado el propósito.
Lo que sí es lamentable son las cifras de abstencionismo, las que han sido muy elevadas, incluso la del domingo pasado en Colombia que llegó al 52% diez puntos más que en Costa Rica. Y es lamentable porque con esos márgenes de abstencionismo lo que sucede es que la legalidad del gobierno queda muy debilitada y su gestión puede verse opacada por la oposición malintencionada.
Es muy importante la participación de la ciudadanía para que fortalezca la institucionalidad del país, a través de un gobierno fuerte y representativo. Además, el abstencionismo es el inicio de la despreocupación y el abrirle la puerta a cualquiera que quiera, por el populismo, dominar para luego hacer lo que no queremos y que lleguemos a lamentar.
La consigna debe ser la participación y evitar que el país sufra una debacle y lo podamos perder, como ha sucedido en otros países, cuyos ciudadanos en gran cantidad tenemos con nosotros, sufriendo y extrañando su país natal.
Dios quiera que nunca lleguemos a eso y que todos nuestros países puedan fortalecer la democracia o volver a ella.
“La misericordia y la verdad se encontraron; la paz y la justicia se besaron” (Salmo 85:10)
Álvaro Vega Sánchez, sociólogo
La concentración de la riqueza y del poder conducen inevitablemente a la injusticia y a los conflictos sociales y armados. El sociólogo Ralf Dharendorf hablaba no solo de la propiedad privada de los medios de producción sino también de los medios de poder. De ahí la doble dictadura: la del mercado por la apropiación privada de los medios de producción y la del Estado autoritario por la concentración de los medios de poder. Ambas corresponden a las formas oligárquicas de dominación que hoy se visten de democráticas, mientras irrespetan la independencia de los poderes republicanos.
La creciente desigualdad económica y la intensificación de los conflictos bélicos entre las naciones obedecen, precisamente, a los altos niveles de concentración de los medios científico-tecnológicos y de los recursos naturales más valiosos, así como los medios de ejercer poder, tanto el coercitivo físico como el ideológico psíquico-emocional. Van quedando atrás las aspiraciones esperanzadoras de un mundo globalizado, donde prevalezcan las relaciones interdependientes entre países y regiones, liberalizando el comercio justo, favoreciendo el multilateralismo y la interculturalidad, para contribuir a crear sociedades más pacíficas, equitativas e inclusivas.
El conflicto entre Rusia y Ucrania, teniendo como actores de fondo principalmente a Estados Unidos y la Unión Europea, con su brazo armado la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), nos devuelve hoy a los aciagos y tenebrosos años de la “guerra fría”. Es parte de la disputa de las potencias por concentrar poder geopolítico y económico. Algunos comentaristas del reciente discurso del presidente Biden sobre el Estado de la Nación, destacaban que, a diferencia de Trump quien había debilitado a la OTAN, uno de los méritos de Biden fue haber logrado fortalecer los vínculos con Europa y revitalizar la OTAN, en el contexto del actual enfrentamiento bélico entre Rusia y Ucrania.
Por su parte, el secretario de Estado de EE. UU, Antony Blinken, ha insistido en que “la invasión de Rusia a Ucrania es injustificada y no provocada”. Ninguna invasión puede considerarse justificada, incluyendo las muchas que ha realizado EE. UU de manera unilateral, y que ahora pareciera haberlas olvidado. Sin embargo, resulta de sentido común comprender que una potencia como Rusia se sintiera provocada por un país limítrofe como Ucrania, con reiteradas acciones políticas y bélicas de corte nazi-fascistas contra las regiones separatistas de Lugansk y Donetsk, cobrando miles de víctimas civiles, y ahora dispuesta a integrarse a la OTAN.
Aquí, lo que está en juego es la seguridad misma de Rusia, al igual que lo estuvo la de Estados Unidos con la instalación de los misiles balísticos rusos enviados a Cuba, en la década de 1960. Cabe preguntarse, ¿por qué Estados Unidos, en esta ocasión, como sí lo hiciera Rusia con Cuba al retirar los misiles que representaban una amenaza para Estados Unidos, no hizo ningún esfuerzo para que Ucrania desistiera de su intención de incorporarse a la OTAN, que representa también ahora una amenaza para Rusia? De esta manera, se hubiese dado una oportunidad a la diplomacia, es decir, al diálogo, la vía más razonable y humana de dirimir los conflictos, y evitado la pérdida de vidas tanto de rusos como de ucranianos.
Mientras el presidente Putin demandaba de los países europeos y de Estados Unidos mediar para que Ucrania desistiera de su incorporación a la OTAN, única condición para evitar la guerra, y sostenía a sus tropas en la frontera, insistiendo en que no iba a invadir, por su parte, el presidente Biden repetía con insistencia, que Rusia sí iba a invadir Ucrania. Bueno, él no estaba dispuesto a persuadir a Ucrania de no incorporarse a la OTAN, y por ello sabía que Putin, inevitablemente, invadiría Ucrania. ¿Acaso, una profecía autocumplida o todo “fríamente calculado”?
Cuando se habla de la seguridad de países y potencias lo que está en juego son los intereses geopolíticos, con sus implicaciones económicas, particularmente comerciales. Y hoy es claro que ninguna potencia puede pretender ser hegemónica. Si se quiere garantizar la paz y el progreso de los pueblos hay que erradicar los imperialismos de cualquier signo, y afirmar el derecho de soberanía de las naciones. Asimismo, buscar consensos para evitar la proliferación de armas nucleares y contener la carrera armamentista. Para ello, es fundamental crear un ambiente de distensión, diálogo y negociación, que propicie las mejores relaciones entre los países.
Lamentablemente, la “misericordia y la verdad” no se dan la mano. La compasión por las victimas más vulnerables de las guerras injustificadas, como lo son los niños, los ancianos y las personas con limitaciones funcionales, ha sido desplazada por la frivolidad de los poderes fácticos ávidos de poder y de venganza. Y la verdad se ve arrinconada por una propaganda descaradamente manipuladora. Se utilizan los más sofisticados subterfugios para vestir las mentiras y falsedades de verdades o medias verdades, a conveniencia. Hay un vaciamiento de significado y sentido de las palabras, una violación del derecho que le asiste al lenguaje de ser adecuadamente utilizado para facilitar la comunicación y la comprensión entre los seres humanos. Es la denuncia de Jeremías de la palabra vacía de los falsos profetas: “Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo; paz, paz; y no hay paz” (Jer.6:14).
La nueva geopolítica global, apunta a la necesaria distribución del poder, condición fundamental para garantizar la paz. Para ello, se requiere mucho diálogo y conversación reposada; que se dignifique la palabra. No habrá paz ni justicia si, al igual que la riqueza, el poder no se distribuye. ¿Por qué no soñar todavía con un siglo XXI donde las naciones apuesten decididamente a una mejor distribución de la riqueza y el poder: el beso de la paz y la justicia?
Fiel a su compromiso con el respeto a los derechos humanos y la dignidad de las personas, la Universidad de Costa Rica (UCR) hizo un llamado a las naciones a defender los valores fundamentales de la vida, el bienestar general de las sociedades, la solución pacífica de conflictos y el respeto a la soberanía de los Estados.
Esta excitativa se hizo mediante un pronunciamiento aprobado por el Consejo Universitario en sesión extraordinaria el pasado viernes, en el que el Órgano Colegiado mostró su preocupación por las acciones que ocurren en Ucrania, desde el 24 de febrero de 2022, las cuales han provocado la pérdida de vidas humanas y han afectado el desarrollo de esos pueblos.
Esta casa de estudios superiores reconoce la libertad, la justicia y la paz que debe prevalecer en el mundo, así como la dignidad y el respeto a los derechos humanos inherentes a todas las personas. Por este motivo, insta a los organismos internacionales y a las personas que lideran las naciones a buscar el diálogo y el arbitraje como mecanismos idóneos para la solución pacífica de los conflictos político-militares.
Asimismo, el pronunciamiento del Consejo Universitario resalta que en el mundo existen organizaciones y acuerdos internacionales cuyo propósito es la resolución de controversias por medios que promuevan la paz y el respeto de los Estados.
Finalmente, la UCR instó a la población en general a informarse de manera veraz y fiable sobre la situación que ocurre en Ucrania, así como en diferentes partes del mundo, con el fin de abrir espacios de diálogo y reflexión crítica.
Adjunto, pronunciamiento completo del Consejo Universitario de la UCR
Las guerras, se sabe cómo empiezan, pero no como terminan.
Aunque Rusia derrotara al ejército ucraniano y ocupara todo el territorio, perderá la guerra.
Se convertirá en un ejército de ocupación, odiado por el pueblo; al fin y al cabo, tarde o temprano, tendrá que regresar a sus fronteras.
El descrédito internacional de Putin es masivo. Solo algunos personajes de la ultraderecha lo apoyan, tales como Bolsonaro y Trump o partidos como Vox o el Frente Nacional francés de Le Pen; los pueblos en Europa y el resto del mundo lo repudian. La izquierda casi en su totalidad condena la acción de Putin, con algunas pequeñas excepciones.
Las sanciones económicas impuestas al régimen ruso serán devastadoras y golpearán en primer lugar, (como siempre sucede) al pueblo ruso. Rusia sufrirá grandemente con las medidas económicas.
La guerra de Putin es una guerra entre imperialistas, ese es su contenido, su carácter. No es una guerra justa, sino una guerra para resguardar un régimen con pocas libertades y manejado por camarillas y mafias. Al igual que la OTAN.
Lenin, el forjador del primer estado proletario del mundo, ante la guerra imperialista planteó la consigna de la PAZ; rompió con la II Internacional precisamente porque la socialdemocracia apoyó la guerra. La izquierda ha sido una abanderada de la paz y siempre ha repudiado las guerras inter-imperialistas que solo perjuicios y muerte traen a los pueblos.
Putin inició una guerra para salvaguardar -esa es la justificación- sus fronteras, su seguridad. El resultado parece que conducirá al efecto contrario: fortalecimiento del belicismo imperial de la OTAN, desprestigio mundial, debilitamiento de Rusia y condiciones ruinosas en su economía.
En Ucrania Putin perderá su régimen. Todo lo presagia.