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Monitor OCDE: Carencias en evaluaciones de Mideplan afectan la efectividad de programas estatales

El Mideplan invirtió unos 475 millones de colones solo en la evaluación de 15 políticas públicas y programas, entre el 2019 y el 2022. Este monto y las ganancias que se podrían obtener de la correcta implementación de estas políticas y programas podrían estar en riesgo al aplicarse las evaluaciones de forma inadecuada. Foto libre de derechos por Nasim Nadjafi / Pixabay, UCR

El país podría desaprovechar cientos de millones de colones por estas inconsistencias

Las fallas en la creación y en el uso de herramientas de control perjudican la supervisión de políticas públicas.

El Estado está compuesto por muchas entidades que tienen sus propios programas cuyo fin es organizar sus servicios, promover el desarrollo y, en términos muy generales, hacer que el país avance.

Para asegurarse de que estos programas cumplan con sus objetivos, hay que evaluarlos. Y el encargado de esto es el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (más conocido como Mideplan).

Pero aquí viene el problema: este ministerio ha presentado fallas en las guías de Términos de Referencia de los instrumentos que utilizan para evaluar los programas durante los últimos años. Así lo advierte el Monitor OCDE, instancia que sirve de enlace entre la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el país, la cual está adscrita al Centro de Investigación y Capacitación en Administración Pública (CICAP) de la Universidad de Costa Rica (UCR).

El Monitor OCDE llegó a esta conclusión tras una revisión de 26 informes de evaluación concluidos y con acceso público, que a su vez identificaron más de 510 recomendaciones, 105 acciones y 47 categorías para instituciones públicas. Tras este análisis, se determinó que un 86,3 % de las recomendaciones se concentran solo en el control de la gestión o en el ciclo corto de la intervención, es decir, en temas de presupuesto, procedimientos de trabajo y necesidades de capacitación.

En cambio, únicamente el 12,5 % trató el cumplimiento de las metas de los programas, lo que deja un reducido 1,2 % de las recomendaciones para la toma de decisiones estratégicas, objetivo final que, se supone, debería cumplir toda evaluación estatal.

En gráficos, estos son algunos parámetros analizados por el Monitor OCDE para calificar los instrumentos utilizados por Mideplan en sus evaluaciones, así como el grado de conocimiento de los diferentes actores que participan de estos procesos.

La evaluación de programas y su verdadera utilidad

La más reciente Agenda Nacional de Evaluación, que coordina Mideplan, contempla 15 intervenciones a programas estatales de diversa índole, desde el 2019. De estos, 14 fueron calificados en el cumplimiento de sus metas con una nota superior al 87,5 % y 11 de ellos incluso obtuvieron la totalidad de metas cumplidas al 2022. En todos ellos, ese ministerio invirtió una suma de 785 mil dólares (unos 475 millones de colones al tipo de cambio de este martes).

Cabe aclarar que cada una de estas evaluaciones tiene tres partes que la integran: Mideplan encabeza con un equipo supervisor del proceso, un equipo de la institución contraparte que va a ser evaluada y también un equipo evaluador externo (donde en algunas ocasiones, la UCR ha sido la entidad contratada).

Entonces ¿dónde está el problema? Según el documento Gestión pública basada en evidencia: uso de los resultados de la evaluación, realizado por el coordinador del Monitor OCDE, Esteban Mora Martínez, en muchos casos se desconoce el alcance, los requisitos y las expectativas de una evaluación, incluso antes de que esta inicie.

Además, algunos de estos análisis no aportan mayor información sobre el aprovechamiento de las evaluaciones para futuros estudios. En otras palabras, los resultados de esas evaluaciones no están dirigidos a la toma de decisiones estratégicas, por lo que no producen cambios en el diseño de los programas públicos y, por lo tanto, los problemas siguen sin resolverse.

Según Mora, Mideplan ha fallado a la hora de indagar si existe la suficiente información o los insumos en las instituciones para responder a estos instrumentos evaluativos, así como las características de los temas a analizar (por ejemplo, de dónde sale el problema que afecta a una entidad, por qué es un problema y para quiénes es un problema), lo que da al traste con la inversión de tiempo y recursos empleados en las herramientas para la revisión de los programas, aunque – según el Ministerio – estas mediciones culminen con éxito.

Esteban Mora, coordinador del Monitor OCDE: las debilidades en los instrumentos de evaluación generados por Mideplan

Y ¿por qué ocurre este “corto circuito” entre lo que se espera de los programas y lo que se obtiene? Las causas son varias, pero todas tienen que ver con el proceso de evaluación, desde la formulación de la herramienta de testeo hasta los resultados obtenidos y su utilidad real.

Mora comentó que las evaluaciones tienen varios factores adicionales que les impiden dar mejores frutos: por un lado, los escasos recursos de las entidades para aplicarlas de forma correcta; por otro lado, la falta de capacitación del funcionariado que ofrece el servicio; y a esto hay que agregar el desconocimiento de los instrumentos y las herramientas metodológicas por parte de las personas que son evaluadas, así como una limitada comunicación de los resultados y los beneficios que la ciudadanía podría obtener gracias a estos programas.

Esteban Mora, coordinador del Monitor OCDE: las razones que impiden una correcta evaluación de los programas estatales

Todos estos factores hacen que, muchas veces, el equipo evaluador del Mideplan deba reestructurar el instrumento de evaluación, así como la información histórica, para crear un instrumento que sea realmente efectivo. Pero en estos “remiendos” se pierde tiempo y dinero no solo del proceso en sí, sino (y, sobre todo) del efecto positivo que debería generar el programa o proyecto estatal

Según explica el coordinador del Monitor OCDE, este desperdicio de recursos, logística y tiempo es muy preocupante, pues los resultados de estas evaluaciones se quedan en el camino sin poder explotarse más, lo que también imposibilita a las autoridades tomar la mejor decisión sobre qué hacer con estos programas.

Esteban Mora, coordinador del Monitor OCDE: es arriesgado tomar decisiones con los errores presentes durante la confección de las evaluaciones

Si bien todo este problema puede parecer muy técnico y lejano de la vivencia de cada hogar costarricense, la realidad es que afecta a cada persona que vive en este país, ya sea porque la población no recibe el beneficio de estos programas de forma óptima o porque se está desaprovechando la inversión que se hace en ellos.

Por eso es que, según Mora, corregir este tipo de errores es esencial para que las evaluaciones permitan generar un aprendizaje en las diversas entidades evaluadas, crear conciencia ciudadana y propiciar una mejora continua de los procesos y servicios: «esto es parte de los aprendizajes que el propio CICAP ha tenido como parte de varios procesos evaluativos a nivel nacional. Por eso es que ejecutamos esta la investigación y compartimos los resultados con Mideplan y con la Plataforma Nacional de Evaluación», afirmó el investigador.

La Política Nacional de Responsabilidad Social 2017 – 2030, ejemplo de un programa sin evaluar

Para ilustrar de forma más aterrizada cómo están afectando los errores o las omisiones de Mideplan a los programas y proyectos que deberían beneficiar a la población, el coordinador del Monitor OCDE el caso de la Política Nacional de Responsabilidad Social 2017 – 2030, que ha sido impulsada a través de directrices de la OCDE.

En palabras resumidas, esta pretende que las empresas dispongan parte de sus bienes, servicios y réditos para el aprovechamiento de un proyecto de derechos humanos, medioambiente o de cualquier intervención social o económica en beneficio de las comunidades o de algunos sectores del país.

A falta de la incorporación de esta política en la Agenda Nacional de Evaluación, que coordina Mideplan, recientemente el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) debió solicitar a la OCDE un diagnóstico para determinar sus efectos y alcances, pues esta cartera intuía que el país tenía mucho por mejorar en la aplicación de esta política.

Y efectivamente, así fue. La OCDE halló que esta iniciativa alcanza solo al 70 % de todas las grandes empresas del país, que en conjunto son el 2,5 % del total de negocios en Costa Rica. El restante 97,5 % son micro, pequeñas o medianas empresas, que no están insertas dentro de esta política. Con esta información, el MEIC podría restructurar la forma como está aplicando esta política, para que tenga mayor impacto social en beneficio del país.

En buena teoría, estos resultados debieron provenir de una evaluación realizada por Mideplan, algo que no está haciendo y que afecta de forma significativa el desarrollo social y los beneficios que podría estar recibiendo la población. Si se considera que este ministerio es cocreador de esta política, el problema se vuelve aún más obvio. En palabras de Mora: “una buena política pública nace para ser evaluada”.

Los programas y proyectos públicos de la Agenda Nacional de Evaluación

Estas son las 15 iniciativas que han sido intervenidas por el Mideplan entre el 2019 y el 2021, en la Etapa III de la Agenda Nacional de Evaluación. Las herramientas utilizadas para medir su efecto en algunas de ellas han sido puestas en duda por el Monitor OCDE:

Estrategia Nacional para el Abordaje Integral de las Enfermedades Crónicas No Transmisibles y Obesidad 2013-20212

Vacunación contra el Papiloma Humano

Plan Nacional de Desarrollo Forestal 2011-2020

Estrategia “Construyendo Puentes y Sinergias”

Cooperación Internacional en Biodiversidad y Cambio Climático

Programa DESCUBRE

Promoción de la Autonomía Personal de la Personas con Discapacidad

Gestión Hacienda Pública: Carga Tributaria

Banca para el Desarrollo

Carretera Cañas-Barranca

Mercado Regional Mayorista Región Chorotega

Estrategia Sembremos Seguridad

Programa de atención déficit habitacional para la población de escasos recursos económicos

Política Nacional de Adaptación al Cambio Climático

Programa Centros Cívicos por la Paz

Los resultados de esta investigación de la UCR coinciden con los de las metaevaluaciones (las revisiones de las evaluaciones) contratadas por el propio Mideplan. Estos análisis también identificaron vacíos relacionados con la participación de otros actores, las partes interesadas, la forma en que se diseñan los términos de referencia y el uso de las evaluaciones para la toma de decisiones.

 

Pablo Mora Vargas

Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

Asistencia para proyectos comunitarios y seguridad humana (APC)

La Embajada del Japón, invita a las organizaciones comunales, a concursar por asistencia financiera no reembolsable para la consecución de proyectos que impacten el desarrollo humano y sostenible de las comunidades. 

Para más información para acceder a los siguientes enlaces http://www.cr.emb-japan.go.jp/itpr_es/apc.html o japon-apc@sj.mofa.go.jp

Fecha límite 31 de mayo.

 

 Compartido con SURCOS por Ítalo Fera Fallas.

La reactivación económica en el ámbito local y regional, ¿es posible?

German Masís

Diversos sectores políticos, sociales y empresariales han reclamado a la Administración Alvarado una estrategia o al menos una agenda de reactivación económica del país, frente a los efectos sociales y económicos de la pandemia del covid-19.

No obstante, aunque en algún momento el Gobierno actual ha mencionado la posibilidad de la reactivación económica, no ha propuesto un plan en esa dirección, pero sí impulsa actividades y proyectos a nivel local y regional, que las autoridades de varias instituciones ubican en el camino de la reactivación económica.

Estas acciones y proyectos son ejecutadas por varias instituciones como el IMAS, el INDER, el ICAA, el MIVAH, la CCSS y el CNP, implican una cuantiosa inversión de recursos y son parte de la acción institucional en cada región o de los programas de desarrollo impulsados por la presente administración en varias regiones.

En el mes de febrero, se han difundido varias informaciones con respecto a la inversión estatal en el desarrollo local y comunal en diferentes regiones del país, como parte de las acciones institucionales para el desarrollo social y productivo y la reactivación económica post-pandemia.

Se ha informado que el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) invertirá ¢1800 millones en 24 iniciativas comunales y proyectos productivos que impactará al menos a 37 mil personas a lo largo de este 2021. Se estima que la construcción de las obras y el impulso de proyectos de impacto responde a los planes de recuperación económica y desarrollo territorial impulsados por el Gobierno de la República.

La mayor inversión se da en la región Brunca (¢662 millones), seguida por San José Rural (¢436 millones); Huetar Norte (¢395 millones); Guacimal de Puntarenas (¢121 millones); Santa Cruz de Guanacaste (¢90 millones); Río Cuarto de Alajuela (¢68 millones); y Bratsi de Talamanca, Limón (¢27 millones).

Entre los principales proyectos a impulsar en la Región Brunca, la cual históricamente ha mantenido rezagos importantes en sus principales indicadores socioeconómicos, se encuentran 10 de los 14 proyectos con una inversión de ¢494 millones y 37% de los recursos económicos asignados, dirigidos a apoyar a 3.585 productores de la Zona Sur, como las siguientes:

  • Construcción y equipamiento de una planta agroindustrial para los cultivos de maíz y frijol en el Águila de Pejibaye de Pérez Zeledón.
  • Planta procesadora de hongos para la Asociación de Damas Empresarias de La Libertad de San Vito.
  • Construcción y equipamiento de un centro de acopio para la recolección y producción de miel de mariola para las mujeres de la Asociación del Corredor Biológico Alexande Skutch, en el Área de Conservación La Amistad – Pacífico.
  • Mejoras del centro de acopio y compra de equipo para producción de granos básicos para los productores de Guagaral, en el cantón de Buenos Aires.
  • Equipamiento de la Sala de Capacitaciones de la Unión de Trabajadores Agrícolas y Ganaderos del Sur (UTAGASUR), con equipo de cómputo y proyección en la Campiña de Corredores.

También, en la Región Brunca se encuentran la construcción de dos casas de salud ubicadas en Santa Lucía de Chánguena, en Buenos Aires, y en la Reserva Indígena de Altos de San Antonio del cantón de Corredores, para una inversión superior a los ¢168 millones que beneficiará a cerca de 826 personas.

En la Región Huetar Norte, alrededor de 5.590 personas se beneficiarán con la inversión de más de ¢395 millones en la construcción de un ramal del Acueducto La Virgen y El Coroso, en Los Chiles; un tanque de almacenamiento de agua de 500 m3 para Caño Negro y La Chompipera, en Yolillal de Upala; la construcción de un Centro de Formación Articulado Integral que se ubicará en Santa Rosa de Pocosol de San Carlos y una sala de terapia física, una planta de tratamiento de aguas negras y servidas y una batería de servicios completa para el Hogar de Ancianos de Bijagua de Upala.

Además, en esta misma región, se ampliará el apoyo al centro multifuncional del cantón de Río Cuarto, ya que sumará ¢68 millones en obras complementarias a dicho proyecto en el que el IMAS invirtió ¢85 millones para su construcción en el año 2017 y que beneficiará a 5.000 personas de esa comunidad.

Mientras que en Guanacaste se invertirán ¢90 millones en la construcción de un centro de formación integral, recreativo, social, cultural y educativo ubicado en El Socorro de Santa Cruz, facilitando las condiciones de vida de 125 personas aproximadamente.

Cerca de esa provincia, en Santa Rosa de Guacimal de Puntarenas, 350 personas de sus comunidades vecinas se verán beneficiadas con la construcción de un consultorio médico de visita periódica con una inversión de ¢121 millones.

Por su parte en Bratsi de Talamanca, en la región Atlántica se invertirán más de ¢27 millones en dos proyectos que tienen como objetivo promover el valor agregado en la producción de plátano en Bratsi de Talamanca, Limón, para facilitar las condiciones laborales de 104 personas aproximadamente.

Adicionalmente se menciona que en las Comunidades rurales de San José la inversión social será superior a los ¢436 millones distribuidos en cinco proyectos, entre los que destacan la construcción del edificio de la Cruz Roja en Acosta por ¢200 millones; el nuevo puesto de visita periódica de salud en La Legua de Aserrí con un presupuesto de ¢100 millones y se destinarán ¢90 millones para mejoras en la red de distribución de agua potable de Bijagual de Turrubares, estos proyectos contribuirán a mejorar la calidad de vida de 21.493 personas aproximadamente.

Todos los proyectos apuntados, representan acciones concretas con las que el IMAS contribuye al desarrollo social y productivo de algunas comunidades y en las que según el Presidente Ejecutivo de esa institución “con esta inversión buscamos oportunidades de reactivación económica e inclusión social, como el derecho a la salud, a la educación, al trabajo, y al aprovechamiento sostenible de los ecosistemas y se inscribe en la visión “del desarrollo humano sostenible como una aspiración que construimos desde el territorio y de la mano de las comunidades.”(ElPaís.cr,9-2-2021)

Igualmente, la Mesa Caribe instancia multisectorial de diálogo entre el Gobierno, las organizaciones de la sociedad civil y la empresa privada en la región Huetar Atlántica, proyecta para este 2021 una serie de inversiones en procura de mayor desarrollo, reactivación económica, fuentes de empleo y de mejores oportunidades para los habitantes de la región Caribe.

El vicepresidente Rodríguez coordinador de la Mesa citó una serie de proyectos en esa Región Caribe, que se entregarán a lo largo de este año, haciendo referencia a la pronta inauguración del puente binacional sobre el río Sixaola, fronterizo con Panamá, en el que se invirtieron $25 millones.

Asimismo, enumeró proyectos como las nuevas instalaciones del INA; la entrada en operación del Centro de Desarrollo Empresarial; la reactivación de espacios públicos financiados por JAPDEVA; los estudios de factibilidad del tren eléctrico de carga; la entrega de obras del BID cantonal 2, en Pococí, Matina y Siquirres; la inversión en obras deportivas y educativas en varios cantones; los proyectos de vivienda y la adquisición del terreno del nuevo Hospital de Limón.

El Ministerio de Educación Pública invertirá este año ₡12.800 millones, mientras que la proyección de inversión para 2021 es de ₡6.509 millones por parte del Instituto de Desarrollo Rural (INDER). El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados proyecta invertir en la región para el período 2021-2022, ₡12.000 millones.

Por su parte JAPDEVA, aprobó un primer bloque de proyectos que promueven el desarrollo de la provincia por un monto de inversión de $10.5 millones de dólares (₡6.348 millones aproximadamente). Dichos proyectos se agrupan en tres ejes: ordenamiento territorial para la atracción de la inversión, fomento del turismo a través de la intervención urbanística en las comunidades e infraestructura.

El vicepresidente afirmó que el 2021 es un año clave para la reactivación económica de la región. Hemos arado y sembrado el terreno y, con el apoyo de los clústeres, sabemos que vamos por buen camino. La pandemia nos golpeó fuerte, pero debemos seguir generando acciones que procuren una recuperación y protección del empleo” (ElPaís.cr,18-2-2021)

Así mismo, la inversión en infraestructura habitacional ha sido otra de las áreas en las que la administración Alvarado ha procurado generar alternativas de reactivación en las diferentes regiones del país, con ese propósito el Banco Hipotecario (BANHVI) aprobó nueve proyectos habitacionales en la Región Brunca, de los cuales cuatro ya han sido concluidos y cinco más se encuentran en su fase de construcción.

Dentro de los proyectos concluidos, se encuentran Kilómetro 20, ubicado en Golfito habitado por 65 familias en situación de extrema necesidad, y fue entregado en diciembre anterior por el presidente de la República y la inversión fue de ¢1.109 millones.

La población indígena, ampliamente arraigada en la Región Brunca, ha sido beneficiada con 231 viviendas, de las cuales 132 ya habitan sus casas, en poblados de los territorios Coto Brus (Ngöbe, etapa I), Salitre y en Curré (Rey Curré) de Buenos Aires de Puntarenas.

Las 99 viviendas restantes están en proceso constructivo, con diferentes porcentajes de avance. Se trata de la segunda etapa en Salitre (Buenos Aires) y en Ngöbe en Limoncito (Coto Brus); Boruca (Buenos Aires), y en Conte Burica (Golfito).

La ministra de Vivienda y Asentamientos Humanos (MIVAH), destacó que estos proyectos no solo permiten que las personas tengan una vivienda digna, sino que contribuyen a reactivar la economía. “Este es uno de los principales aportes del BANHVI a los esfuerzos por lograr la reactivación económica y contribuir con la generación de empleo” (ElPaís.cr,20-02-2021)

En el ámbito de inversión productiva regional, el Gobierno autorizó recientemente al Instituto Nacional de Seguros a donar ₡1.500 millones al Consejo Nacional de Producción para la construcción del Centro de Valor Agregado (CVAA) de la región Huetar Norte.

Este proyecto -liderado por el CNP- estará ubicado en Santa Clara de Florencia de San Carlos y beneficiará de manera directa a 2.000 Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (PYMPA) de la región, con miras a desarrollar productos con agregación de valor, tanto para mercado interno como externo.

El CVAA se pretende construir en un terreno de 24,041 m2 con una inversión total de ₡2.600 millones, de los cuales ₡1.500 millones aportados por el INS para infraestructura; ₡1.040 millones entregados por el INDER para equipamiento y el resto por el CNP.

El Centro de Valor Agregado Agropecuario contará con una infraestructura moderna, tecnología de punta y equipo profesional necesario para agregar valor a productos agropecuarios mediante su procesamiento, específicamente en cinco áreas: panificación, lácteos, frutas y vegetales, cárnicos y mínimamente procesados

El presidente Alvarado comentó acerca del CVAA que “esta iniciativa se enmarca en la estrategia del gobierno de reactivar la economía de la región por medio de la innovación, la tecnología y la capacitación del sector agrícola. (ElPaís.cr,4-2-2021)

La información sobre la inversión institucional presentada, parece revelar que la reactivación económica en las regiones y comunidades del país se encuentra en marcha y que la apuesta global del Gobierno por el aumento de la inversión pública como mecanismo de mejoramiento de la infraestructura social y productiva y de la generación de empleo, pueden ser consideradas como parte de la necesaria reactivación económica; queda por constatar si es así o si sólo son actividades puntuales de la gestión gubernamental.

 

Imagen de cabecera tomada de Semanario Universidad.

UCR mantiene apoyo a emprendimientos rurales en tiempos de crisis

La difícil situación económica que provocó este año la pandemia del virus SARS-Cov-2 hizo aún más urgente y necesaria la proyección de la Universidad de Costa Rica (UCR) para el soporte de los emprendimientos situados en áreas rurales – sobre todo las externas a la Gran Área Metropolitana (GAM) – y las costeras para apoyar con más decisión a los emprendimientos que buscan asesoría y apoyo de esta Institución.

Según datos proporcionados por la Vicerrectoría de Acción Social (VAS), este año hubo 17 proyectos vinculados con socioproductividad y originados en las Sedes Regionales, solo tres menos que el promedio de los últimos ocho años. Esto en sí mismo es un logro, máxime si se toma en cuenta las dificultades que surgieron paralelas a la pandemia. En este apartado sobresale la Sede del Atlántico como la mayor productora de este tipo de iniciativas, con un total de ocho proyectos.

Según explicó la Coordinadora del Programa de Economía Social Solidaria de la UCR, Yasy Morales, la existencia de vínculos con micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) previos a la pandemia, permitió el poder acompañar a los emprendedores a distancia, incluso cuando todavía la información era escasa sobre cómo afectaría esta crisis.

A pesar del aislamiento y los cambios que vivimos, como no poder vender productos en el mercado, ese acompañamiento por medio de mensajes instantáneos o llamadas telefónicas resultó fundamental. En algún momento estas personas tuvieron problemas incluso para recargar sus teléfonos y participar en reuniones con nosotros, porque las dificultades llegaron incluso hasta ese punto o al acceso a Internet. Entonces se les colaboró para que al menos tuvieran garantizada la conectividad”, señaló Morales.

La Coordinadora del Programa de Economía Social Solidaria admitió que la colaboración fue más allá de lo técnico y llegó incluso a lo emocional. Su equipo de trabajo preguntaba por el estado anímico de las personas con quienes colaboraban y pedían información sobre qué estaba pasando en el lugar donde desarrollaban su negocio.

“En el Programa hicimos un diagnóstico a nivel nacional y encontramos la participación de unas 153 iniciativas de Economía Social Solidaria. Entonces analizamos las condiciones de acceso a fondos, porque si la iniciativa no tiene cédula jurídica no se puede beneficiar de estos apoyos. Eso nos permitió saber las condiciones que tenían antes de la pandemia y cómo solventar las necesidades que se fueron presentando, como el transporte, la distribución de mercadería o la colocación de productos con nuevas tecnologías”, detalló Morales.

En esa misma línea, la Agencia Universitaria para la Gestión del Emprendimiento (AUGE) ofrece diferentes posibilidades para la incubación y el desarrollo de este tipo de proyectos fuera de la GAM.

AUGE también debió resolver dificultades que planteó la pandemia y lo hizo con éxito. La plataforma digital con la que contaban desde hace dos años les permitió no solo seguir operando, sino duplicar este año la cantidad de proyectos atendidos: más de 200.

“Ahora la tecnología nos permite llegar a más personas de áreas rurales. Somos testigos de que ellas buscan hacer un esfuerzo para reducir las brechas digitales y que la gente se puede integrar de forma virtual. En la balanza, esta experiencia ha sido más positiva que negativa”, señaló el Director a.i. de AUGE, David Ramírez.

El Director comentó que existen varias estrategias de apoyo a emprendimientos fuera de la GAM. La primera de ellas es Crea-C, que genera asociatividad, es decir, hace que las mipymes de zonas externas a la GAM se integren para compartir clientes y dar servicios más integrales. Pero Crea-C también trabaja con la identidad cultural, o sea, que el patrimonio e identidad de la iniciativa queda plasmado en su entorno.

Quince de los 16 proyectos existentes en Crea-C se realizan fuera la GAM, la mayoría asociados con áreas como el turismo, la artesanía o la producción de alimentos. Son emprendimientos a un nivel muy básico. Una vez asociados entre ellos, se refuerzan con recursos a través de Banca Para el Desarrollo.

Otro tipo de apoyo es “Gente Emprende”, el cual trabaja en conjunto con InnovApp, un proyecto de la Escuela de Administración Pública para fomentar el emprendimiento social en comunidades. Mediante esta alianza, se preincubaron 17 iniciativas con un enfoque de importancia productiva en sus regiones, con la idea de atraer colaboradores y recursos. Los emprendimientos que concluyen el proceso de incubación reciben al final fondos de la Organización de Estados Americanos para su desarrollo.

Finalmente, están el proyecto original de incubación de AUGE, que acompaña emprendimientos y les brinda asesoría. En este año hay nueve iniciativas de este tipo en desarrollo fuera del Valle Central que aprovechan el coaching, acompañamiento y acceso a fondos del sistema.

Foto con fines ilustrativos: Karla Richmond/ODI.
Información de Prensa Rectoría UCR

Más de 40 iniciativas provienen de la UCR en solidaridad con Costa Rica

Desde las facultades, laboratorios, institutos y centros de investigación universitarios germinan iniciativas científicas y tecnológicas que buscan fortalecer la lucha contra el COVID-19

En el campo de la innovación tecnológica, uno de los aportes de la UCR es el diseño y la construcción de prototipos de ventiladores y respiradores para atender a pacientes con COVID-19. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Nuestro país no sería el mismo si aquellas figuras visionarias que definieron la Constitución Política, hace 71 años, no hubiesen decidido invertir, prioritariamente, en la educación pública universitaria, para que de esa manera la formación de profesionales y el desarrollo de la ciencia fueran los pilares en los que se basa el progreso de Costa Rica.

Gracias a ese conocimiento universitario de calidad, miles de egresados de las universidades públicas han logrado impulsar el avance de todos los sectores de nuestra sociedad, tanto públicos como privados. Por ejemplo, en áreas como la industria y la producción de bienes y servicios, la innovación en aplicaciones tecnológicas, el desarrollo de construcciones de gran magnitud y otra que cobra especial relevancia en esta época: la salud.

Este 2020, vivimos en los embates de la pandemia por el COVID-19. Esta enfermedad ha cambiado nuestra cotidianidad y nos exige mantener un comportamiento solidario y empático, como vía para proteger la vida de todas las personas vulnerables ante el nuevo coronavirus.

Por eso, desde el inicio de esta emergencia sanitaria, la Universidad de Costa Rica (UCR) ha estado presente para aportar —mediante la ciencia, la tecnología y la innovación— proyectos que ofrezcan soluciones a la falta de dispositivos médicos, a la necesidad de obtener y procesar datos para facilitar la toma de decisiones de las autoridades, así como al faltante de opciones que ofrezcan alternativas confiables para recuperar a los pacientes, entre otros.

Aportes claves desde la academia

Más de 100 especialistas de todas las áreas del saber de la UCR se han unido en una labor multidisciplinaria para crear más de 40 iniciativas relacionadas con la pandemia actual.

Expertos en artes y letras, ciencias agroalimentarias, ciencias básicas, ciencias sociales, ingeniería y salud trabajan desde la investigación y de manera conjunta. El objetivo es crear opciones viables, que cuiden a quienes nos protegen del coronavirus y colaboren en la tarea de recuperar a los enfermos. Estos profesionales son el fruto de la educación pública universitaria.

Con 50 años de experiencia en la producción de antivenenos para combatir las mordeduras de serpientes, el Instituto Clodomiro Picado es uno de los centros de investigación de la UCR que ha colaborado en el desarrollo de dos medicamentos para tratar a personas enfermas con COVID-19. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Así, por ejemplo, entre los proyectos creados se encuentran los protectores faciales elaborados a partir de material biodegradable, que ofrecen mayor seguridad a profesionales en enfermería y medicina, policías y todos aquellos funcionarios que se encuentran en la primera línea de exposición frente al coronavirus; los ventiladores y respiradores para proporcionar asistencia a personas ingresadas en los hospitales; los hisopos necesarios para diagnosticar la enfermedad; la formulación de un medicamento a partir del plasma convaleciente de personas recuperadas; el desarrollo de modelos matemáticos para estudiar la dinámica de transmisión local del virus y que permiten a las autoridades del Ministerio de Salud tomar decisiones; y la creación de plataformas interactivas que reúnen y aportan datos importantes para definir estrategias relacionadas con la atención de la emergencia (véase Conozca cada uno de los aportes de la UCR en el marco de la pandemia).

“La naturaleza multidisciplinaria y transdisciplinaria de estos trabajos resulta esencial para completar de forma exitosa los objetivos de la UCR de mejorar la respuesta del país ante el COVID-19. En nuestro caso, hemos trabajado en identificar moléculas inhibidoras de un componente clave de los coronavirus, para poder crear drogas antivirales efectivas. Se trata de una de las iniciativas que pasaron por una evaluación científica rigurosa para recibir fondos del Espacio de Estudios Avanzados de la UCR (Ucrea)”, manifestó Francisco Siles Canales, profesor e investigador de la Escuela de Ingeniería Eléctrica, quien participa en el proyecto denominado Plataforma biocomputacional para la identificación de inhibidores de coronavirus.

Estas propuestas han visto la luz gracias a que se han unido los esfuerzos de la UCR, instituciones públicas, como la Caja Costarricense de Seguros Social (CCSS), y diversas empresas privadas, que han aportado el soporte tecnológico y logístico de forma solidaria para beneficio del territorio nacional.

“Hay que destacar la participación de actores externos a la Universidad en la gestión de estos proyectos. Son más de 49 empresas y emprendedores, así como entidades estatales que colaboran para cumplir estos propósitos. Parte de la visión que tiene la UCR es generar este conocimiento para que sea trasladado al sector industrial, el cual cuenta con la capacidad de masificar los resultados y ponerlos a disposición de las personas”, afirmó Marianela Cortes Muñoz, directora de la Unidad de Gestión y Transferencia del Conocimiento para la Innovación (Proinnova), de la UCR.

Finalmente, un aspecto importante de resaltar es que varios de estos proyectos han sido incluidos en el Repositorio de Derechos del COVID-19, el cual fue creado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) e impulsado por el Gobierno de Costa Rica. El objetivo de esta iniciativa es compartir los datos, el conocimiento y la propiedad intelectual dentro del contexto de la pandemia, para que todos los países puedan buscar soluciones y salvar la vida de las personas infectadas por el SARS-CoV-2.

CONOZCA el detalle de las iniciativas UCR en el contexto de la pandemia por COVID-19

 

Otto Salas Murillo
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

UCR acerca el «jazz» a jóvenes en vulnerabilidad social de Limón

El programa Etapa Básica de Música de la Sede del Caribe de la UCR organizó el I Campamento de Jazz 2020

Durante tres días 25 jóvenes de Limón aprendieron sobre el jazz y pulieron sus habilidades musicales, de la mano de expertos en la materia. Foto cortesía Donald Quintero.

La música encierra pasión, disciplina, libertad, energía y creatividad, entre muchas otras condiciones, pero además ofrece una oportunidad de esparcimiento y resulta una excelente aliada para mantener la mente y el cuerpo ocupados en aprender y perfeccionar las técnicas musicales que se practiquen.

De ahí que la música pueda representar un cambio en la vida de las personas y una oportunidad de oro para que los jóvenes aprovechen y descubran habilidades propias, que tal vez ni sospechan que las tienen.

Donald Quintero Sanjur, músico y profesor de la Sede del Caribe de la Universidad de Costa Rica (UCR), promueve el aprendizaje de la música como una forma de ayudar a poblaciones en riesgo social y así ofrecer opciones de crecimiento personal, en especial a los jóvenes.

Los talleres y el campamento forman parte de los esfuerzos que se realizan dentro del programa Etapa Básica de Música de la Sede del Caribe de la UCR. Foto cortesía Donald Quintero.

Quintero se unió desde el año 2018 al programa Etapa Básica de Música, inscrito en el Departamento de Acción Social de la Sede del Caribe, desde donde se impulsan actividades dirigidas a mejorar la calidad de vida de los limonenses.

Una de ellas es el Campamento de Verano Jazz Caribe 2020, que se celebró por primera vez en la ciudad de Limón del 27 al 29 de enero, y que es producto del Taller de Jazz que dirige Quintero dentro de dicho programa en la Sede del Caribe.

“Este taller se dio a conocer en poco tiempo y con muy buen suceso en las actividades de la Sede del Caribe a las que fue invitado. Luego de un año de trabajo se da la oportunidad de desarrollar un proyecto de verano, con la intención de fortalecer y expandir la idea de formar músicos por medio de la interpretación del jazz”, indicó Quintero.

La Sede del Caribe mantiene activos diversos proyectos de acción social, investigación y docencia, con los que mantiene vivos los vínculos de intercambio de conocimiento con las comunidades limonenses. Foto cortesía Donald Quintero.

El campamento surge además ante la necesidad de contar con un espacio en el que los participantes del taller puedan adentrarse en el aprendizaje del jazz, agregó Quintero, al calificarlo como una expresión artística o idioma musical, “el jazz al igual que el calipso constituyen formas musicales que se desarrollaron en ambientes con características similares y con una raíz común: África. El progreso de la música en Limón sin duda se ve enriquecido con un evento de esta índole”, afirmó.

Una de las características más importantes de este evento y que es catalogado como el objetivo principal por sus organizadores, es que se realizó en una zona de vulnerabilidad social, “logramos que exista una vía de acceso hacia los conocimientos básicos y avanzados relacionados al jazz y la improvisación musical, aplicados en todos los instrumentos que se imparten en la Sede del Caribe como la trompeta, saxofón, piano, guitarra y clarinete, entre otros, a una población en riesgo social”, comentó Quintero.

Dentro de las metas que se cumplieron resaltan también la realización de clases magistrales en las que participaron todos los estudiantes y músicos inscritos; la conformación de bandas de jazz y su presentación en un concierto abierto al público en el que se aplicaron todos los conceptos musicales que se compartieron; se actualizaron los conocimientos pedagógicos e interpretativos en el área de la improvisación, como una herramienta útil para el desarrollo creativo y de cambio social entre los jóvenes; se contribuyó con la escena musical y cultural de la zona; y se ofrecieron ambientes didácticos que permitieron a la juventud aprovechar su tiempo en actividades sanas.

“Un total de 25 personas, provenientes en su mayoría del cantón Central de Limón, se matricularon en el campamento, de los cuales 23 aprovecharon la oportunidad y culminaron con la presentación pública del repertorio que se trabajó durante los tres días. Eventos como este son determinantes para el progreso cultural de cualquier región o comunidad, debido a que permiten promover el trabajo en equipo, la solidaridad, la responsabilidad y el sentido de pertenencia, siendo la música la herramienta perfecta para el cambio”, detalló Quintero.

El profesor Donald Quintero resaltó la gran labor de Josh Quinlan, Pablo Campos, Osvaldo Vargas y Fernando Fernández, quienes fueron los los maestros invitados al campamento, “se trata de profesionales quienes trabajaron con mucha mística y motivación para compartir musicalmente con los jóvenes de Limón”, acotó finalmente.

La Casa de la Cultura de Limón acogió la presentación final del Campamento de Verano Jazz Caribe 2020. Foto cortesía Donald Quintero.

 

Otto Salas Murillo

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Estudiantes de la Sede del Caribe UCR crean método para tratar aguas residuales con quitosano

  • El quitosano se extrae de exoesqueletos de cangrejos, camarones y conchas

El quitosano proviene de la quitina que está presente en el caparazón de los camarones y otros crustáceos (foto: Archivo ODI).

Un grupo de estudiantes de la carrera de Ingeniería Química en la Sede del Caribe de la Universidad de Costa Rica (UCR), diseñó un método para tratar aguas residuales por medio del quitosano, un biopolímero que se deriva de la quitina presentes en diferentes crustáceos.

En este caso, los jóvenes universitarios usaron agua contaminada con tinte de cabello, para aplicarle el tratamiento con el quitosano.

Dicho proyecto participó en la pasada Expo IQ el 12 de julio anterior, la cual se realizó en el edificio de parqueos de Ciudad de la Investigación de la UCR.

“Usamos el agua diariamente para muchas cosas, pero aun cuando es tan importante no le damos el cuidado adecuado”, expuso la estudiante Keilyn Garita Mejía.

Garita, en conjunto con Irving Jiménez Fonseca y Gabriel Gómez García, extrajeron el quitosano de exoesqueletos o caparazones de camarones y cangrejos, que obtuvieron de marisquerías y restaurantes ubicados en Limón. De esta forma, buscaban reducir la producción de desechos proveniente de la industria pesquera que contaminan el ambiente y reutilizar lo que sería considerado como un residuo.

Irving Jiménez, Gabriel Gómez y Keilyn Garita (der. a izq.) expusieron a jueces e invitados su proyecto durante la Expo IQ del Primer Semestre de este año (foto: Anel Kenjekeeva).

El quitosano es un biopolímero que deriva de la quitina que está presente en exoesqueletos de crustáceos, sales de insectos y paredes celulares de algunos hongos, explicaron los universitarios. De hecho, este material tiene diversos usos en la industria alimentaria.

“La quitina es el segundo biopolímero más abundante en la naturaleza, después de la celulosa”, dijo Gabriel Gómez.

El proceso de extracción consistió de dos tipos de tratamiento: en primer lugar, un procedimiento físico con lavado profundo, triturado, tamizado y otros filtros, para posteriormente pasar al tratamiento químico con la ayuda de varias sustancias.

Los estudiantes lograron concluir que los camarones tienen mayor cantidad de quitina y dieron un mayor rendimiento a la hora de limpiar el agua. Por otra parte, al probar las conchas se dieron cuenta que no son una fuente suficiente de quitina que pueda ser transformada en quitosano.

Este proyecto lo desarrollaron estos tres jóvenes en el Laboratorio de Ingeniería Química con que cuenta la Sede del Caribe de la UCR en Limón.

 

Francisco Ruiz León

Asistente de Prensa Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR: Investigaciones que impactan en Limón obtienen recursos para sus proyectos

  • Profesores de la carrera de Ingeniería Química de la Sede del Caribe ganan fondos concursables de la Vicerrectoría de Investigación

El Lic. José Alberto Castillo Benavides, la M.Sc. Karina Rodríguez Mora y el Lic. Carlos Rojas Sánchez son tres profesores de la carrera de Ingeniería Química de la Sede del Caribe, quienes obtuvieron recursos de los fondos concursables para sus investigaciones (foto Hernán Chaves).

Aprovechar residuos industriales para elaborar artesanías, descomposición de sustancias que contaminan el agua y mejoramiento de la producción bananera mediante técnicas amigables con el ambiente, son los tres proyectos que podrán ver la luz gracias a que cuentan con los recursos económicos necesarios para su consecución.

Estos aportes que buscan mejorar la calidad de vida de las comunidades limonenses corresponden al trabajo de un equipo de docentes e investigadores de la carrera de Ingeniería Química de la Sede del Caribe, acompañados por otros expertos de la Sede Rodrigo Facio de la UCR.

El soporte económico proviene de los fondos concursables de la Vicerrectoría de Investigación (VI), los cuales fueron obtenidos por estas tres iniciativas una vez que concluyó el correspondiente proceso de evaluación y selección de propuestas.

La primera de ellas se denomina: Formulación de pigmentos cerámicos y materiales vítreos a partir de desechos químicos de laboratorio e industria, y está liderada por la M.Sc. Karina Rodríguez Mora, investigadora de la Sede del Caribe; le acompañan como investigadores asociados el Lic. José Alberto Castillo Benavides, también de la Sede del Caribe; la Mag. Carmen Aguilar Aguilar; y Luis Castillo, técnico en el área de soplado de vidrio de la Escuela de Química.

Este proyecto se basa en la realización de una evaluación técnica y económica para la construcción de materiales cerámicos y vítreos, a partir de desechos inorgánicos de laboratorio e industria.

El objetivo es procesar grandes cantidades de desechos inorgánicos para transformarlos en materiales con diferentes coloraciones, para que sean usados en la creación de artesanías y obras artísticas.

Este trabajo se desarrollará en conjunto con la sección de Química Inorgánica de la Escuela de Química y la Escuela de Artes Plásticas, ambas de la Sede Rodrigo Facio, así como con la Escuela de Ingeniería Química de la Sede del Caribe.

Las y los investigadores esperan poder aplicar metodologías de tratamiento y vitrificación al lodo que proviene de las lagunas de oxidación presentes en las industrias, pero también buscarán obtener pigmentos inorgánicos que producen los laboratorios de química de la UCR para incorporarlos a este proceso.

De esta forma se podrá ofrecer a los artesanos limonenses un tipo de producto con el cual dar vida a sus ideas y materializarlas mediante sus obras artísticas; asimismo, representa una opción válida de tratamiento para residuos inorgánicos, con la que se lograría minimizar su impacto en el medio ambiente.

La carrera de Ingeniería Química se imparte en la Sede del Caribe desde el año 2012 (foto ilustrativa Archivo ODI).

El segundo proyecto en obtener recursos de los fondos concursables de la VI es el que lleva como título: Evaluación de catalizadores ferromagnéticos en el tratamiento de aguas con presencia de disruptores estrogénicos.

El investigador principal es el Lic. Carlos Rojas Sánchez, de la Sede del Caribe; y junto a él están como investigadores asociados el Dr. Esteban Durán Herrera, director de la Escuela Ingeniería Química en la Sede Rodrigo Facio; la M.Sc. Karina Rodríguez Mora y el Lic. José Alberto Castillo Benavides, ambos de la Sede del Caribe.

La idea es desarrollar un proceso de oxidación avanzada (POA) que sea efectivo para poder descomponer los disruptores estrogénicos (diversos tipos de hormonas o sustancias esteroideas) que están presentes en aguas residuales; dichas sustancias se utilizan en múltiples actividades productivas.

La primera etapa de esta propuesta se plantea cuantificar la presencia de los disruptores endocrinos seleccionados para este estudio (bisfenol A y etinilestradiol), en puntos estratégicos del cantón de Limón, principalmente plantas de tratamiento de agua, para elaborar un marco de referencia que sirva para futuras investigaciones.

Este tipo de contaminación hídrica representa un enorme peligro para las personas, advierte este equipo de expertos, pues una alta concentración en el cuerpo de las sustancias citadas podría ocasionar diferentes patologías, como cáncer de endometrio o mayores posibilidades de tener ataques cardíacos, derrames cerebrales o demencia.

Finalmente, el tercer proyecto es: Desarrollo de pellets de biocarbón como medio de transporte de nutrientes y microorganismos, para el mejoramiento de suelos de cultivo de banano, propuesto por el Lic. José Alberto Castillo Benavides, investigador principal, y el Bach. César Bernal Samaniego, como investigador asociado; ambos de la Sede del Caribe.

La meta es producir pequeños cilindros conocidos como pellets, que contendrían biocarbón, y que serían aplicados en las plantaciones banano ubicadas en la región Huetar Norte, con el propósito de mejorar tanto la productividad, como la calidad de las plantas; dichos efectos serían producto del impacto del biocarbón en las tierras de cultivo, pues maximiza las características físicas, químicas y microbiológicas de los suelos.

Esta propuesta incluye recolectar la biomasa residual proveniente de la agroindustria de dicha zona, para generar el biocarbón y que sirva para transportar nutrientes y microorganismos de control biológico hacia las plantaciones de banano.

Miles de familias están involucradas directa o indirectamente a esta actividad agrícola, por lo que este proyecto les ofrecería una solución tecnológica que mejoraría sus prácticas y protegería al mismo tiempo al medio ambiente.

 

Otto Salas Murillo

Periodista Oficina de Divulgación e Información.

Hernán Chaves Navarro

Docente Sede del Caribe

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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