Skip to main content

Etiqueta: prueba

Científicos de la UCR buscan crear una prueba que detecte a personas que sufrieron COVID-19 sin saberlo

Las investigaciones ya dieron inicio

La opción no sustituye a la prueba oficial de PCR para diagnosticar la enfermedad y sus insumos pueden ser elaborados en Costa Rica

La prueba serológica complementaria que propone la UCR no detecta el virus activo, sino la respuesta del cuerpo al virus mediante los anticuerpos. Foto: Anel Kenjekeeva.

¿Es posible que una persona se haya enfermado de COVID-19 y lograra recuperarse sin saberlo (pues jamás experimentó síntomas)? La respuesta es sí. Algunas investigaciones científicas internacionales, publicadas en Alemania y Estados Unidos, respaldan esta posibilidad y Costa Rica podría no ser la excepción.

Para comprobarlo en el país, se necesitan estudios sólidos que permitan la eventual creación de una prueba complementaria al diagnóstico, capaz de elaborarse en suelo costarricense y ser de bajo costo. Precisamente, esa es una labor que ya están llevando a cabo un grupo de científicos de la Facultad de Microbiología y del Instituto de Investigaciones Farmacéuticas de la Universidad de Costa Rica (Inifar-UCR).

Ahora bien, la pregunta tal vez sea: ¿de qué sirve conocer si hay personas que tuvieron la enfermedad y se recuperaron sin percatarse? Sencillo: esta información permitiría descubrir a posibles individuos inmunes y que el Ministerio de Salud tenga datos útiles para valorar la pertinencia de las medidas de restricción.

“Será información muy valiosa para el Ministerio de Salud. Por ejemplo, el saber cuántas personas experimentaron la enfermedad, sin darse cuenta y generaron anticuerpos, podría ayudar a flexibilizar medidas de restricción, porque el peligro de volver a contraer la enfermedad disminuye”, aclaró el Dr. German Madrigal, director del Inifar-UCR.

La experiencia científica afirma que los individuos ya recuperados de una enfermedad viral son personas con bajo riesgo de reinfección. Aún no se sabe si pasa lo mismo con el SARS-CoV-2. Por lo tanto, al encontrar individuos asintomáticos recuperados del COVID-19, también se podrá analizar el comportamiento del virus a largo plazo.

Es necesario mapear a las personas asintomáticas y los que superaron el virus sin saberlo, porque aún sabemos muy poco del SARS-CoV-2. Identificar a gente que ya se recuperó ayuda a tener control de algunas poblaciones, como del personal médico”, dijo el Dr. Ismael Segura Ulate, biólogo molecular y docente de la Facultad de Farmacia e investigador del Inifar-UCR.

Esta prueba no pretende sustituir la PCR, sino ser una aliada más.

¿Cómo funcionaría?

Si todo sale bien, el equipo científico de la UCR está en la capacidad de generar una prueba complementaria que, a diferencia del examen actual que se implementa en Costa Rica, utilizará muestras de sangre. Mediante esa técnica, se calcula que de dos a tres horas se podría identificar a recuperados del COVID-19 que estuvieron en contacto con el virus sin saberlo.

La prueba serológica (sanguínea) brindaría una alternativa adicional clave. En estos momentos, para diagnosticar a un paciente con COVID-19, Costa Rica emplea un test conocido como reacción en cadena polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés). A nivel internacional, este método es uno de los más importantes porque permite obtener millones de copias de un fragmento del virus y, en este caso, saber si se trata del SARS-CoV-2.

Sin embargo, ese método tiene algunas limitaciones. Una de ellas es que detecta el virus activo en un marco de tiempo específico. En palabras más simples, hay una fecha de vencimiento. Por lo tanto, la PCR no se puede usar cuando una persona ya estuvo contacto con el virus y se recuperó, porque —muy probablemente— su sistema inmune ya eliminó el microorganismo.

“La PCR es un método que detecta la información genética cuando el virus está activo en la persona. Por lo general, esta prueba solo se aplica a pacientes sospechosos con un evidente cuadro de síntomas. Esto último quiere decir que los asintomáticos (personas sin síntomas) podrían no estar siendo contemplados”, explicó el Dr. Madrigal.

La idea de los investigadores es tener el conocimiento científico necesario para crear en el futuro la prueba complementaria, la cual no pretende sustituir a la PCR, sino que sea una aliada en el diagnóstico.

Cualquier prueba de detección tiene sus pros y sus contras. Por eso, tener pruebas adicionales genera un aporte invaluable para la salud pública nacional. Foto: Anel Kenjekeeva.

Lógica científica

Cuando nos contagiamos con un virus, el sistema inmunológico reacciona contra el microorganismo para defenderse. Así, el cuerpo humano empieza a generar sus propios soldados: los anticuerpos.

Los libros de microbiología constatan que los primeros anticuerpos en producirse para combatir el virus son los conocidos como IgM. Estos son los “guerreros” iniciales de nuestro organismo y se originan entre los cinco y siete días después del inicio de los síntomas.

Después de los IgM, se generan otras defensas invaluables, los IgG. A diferencia de los IgM, los IgG son “guerreros” de larga duración en la vida del individuo. Gracias a estos últimos, las enfermedades como el sarampión o la varicela no vuelven a enfermar a una persona, salvo si esta tiene alguna condición de fondo.

Ahora bien, la propuesta de los expertos de la UCR es encontrar en la sangre los anticuerpos IgM y los IgG contra el virus SARS-CoV-2.

Si una persona está infectada, existe la posibilidad de hallar los IgM en los primeros siete días desde que la persona inició con los síntomas. Ese es el momento cúspide, cuando la mayoría de los pacientes se presentan a los servicios médicos.

“Al aplicar la prueba serológica, y si resulta positiva, hay dos posibles escenarios. El primero es que la persona esté generando anticuerpos IgM contra el virus. Esto último es lo que daría una alerta epidemiológica”, manifestó el Dr. Madrigal.

En la investigación, el IgM es tan solo un valor secundario. Encontrar estos anticuerpos indicaría la eventual presencia activa del virus. No obstante, existe el riesgo de que no se encuentren en la persona y, aun así, el individuo esté enfermo de COVID-19. Sin embargo, estudiar los IgM es vital, pues estos podrían revelar información científica importante.

Posible inmunidad

El segundo escenario, el que guía la investigación, es usar la prueba para saber quiénes se recuperaron del padecimiento sin saberlo. Si alguien sanó, tendrá anticuerpos IgG contra el COVID-19. Estos pueden localizarse entre los días 10 y 14, cuando muy probablemente el virus fue desechado del cuerpo.

Si los IgG son encontrados, se proporcionará la oportunidad de hacer “barridos epidemiológicos”. En términos simples, es saber cómo se ha distribuido la enfermedad en función del tiempo, del lugar y de las personas.

La principal ventaja de la prueba sangre es que es más barata que la PCR y se puede hacer de manera masiva.

La prueba de sangre podría detectar las dos cosas, los IgG o los IgM. Idealmente, una prueba de este tipo debe involucrar ambos para saber cuál está presente. Las pruebas que se han desarrollado internacionalmente incluyen las dos opciones”, ahondó el Dr. Segura.

Si el resultado IgG es positivo, Costa Rica podrá conocer, con una prueba alternativa, a los que se han infectado sin saberlo y, por lo tanto, si hay menos población con riesgo de contagio. A esto se le conoce como la “inmunidad del rebaño”.

¿Cuándo se debe usar una prueba serológica? 1. Cuando se tiene dudas sobre un resultado en la PCR. 2. Para estudiar a la población general mediante una muestra significativa. Foto: Anel Kenjekeeva.

Experiencia internacional

Actualmente, Alemania y Estados Unidos están llevando a cabo este tipo de pruebas serológicas. Con base en un artículo publicado en Science, en esos territorios y en los Países Bajos se encontró que entre el 2 % y el 30 % de ciertas poblaciones ya han sido infectadas con el virus.

Los números anteriores implican que los casos confirmados por PCR son una fracción menor de la cantidad real de personas infectadas.

“Las pruebas serológicas han sido criticadas, porque muchas, por intentar salir rápido al mercado, no tienen la suficiente robustez y dan muchos falsos negativos. La sensibilidad y la especificidad no son las mejores. Además, hay que diferenciar las pruebas de detección rápidas y las ELISA. Las ELISA son pruebas más robustas, pero aún pueden dar errores. Nosotros queremos un producto que cumpla con todos los estándares de calidad”, destacó la Dra. Eugenia Corrales Aguilar, viróloga de la Facultad de Microbiología de la UCR.

Asimismo, la Food and Drug Administration (FDA) señala que la prueba de detección de anticuerpos debe considerarse como tan solo una ayuda.

“Para las pruebas serológicas se necesita estandarizar las técnicas de producción de antígeno, las variables metodológicas, la sensibilidad, la especificidad y sus valores predictivos. Además, se debe valorar su robustez y qué tan buenas serán en su uso. Aún no se pretende que la prueba sea utilizada en el ambiente clínico de diagnóstico hospitalario. Por eso, se espera que se use como una herramienta accesoria en la investigación y, si brinda buenos resultados, ya se pensará en el siguiente paso”, explicó la Dra. Corrales Aguilar.

El principal aporte de la prueba serológica es que, a diferencia de la PCR, el test es más barato y tiene el potencial de aplicarse de manera masiva.

Lo que viene

El desarrollo de la prueba dependerá de los resultados de la investigación. El Dr. Segura enfatizó que los estudios apenas empiezan y el objetivo es que sirvan para concretar la iniciativa en el ámbito clínico de ser posible.

“En esta etapa inicial estamos identificando cuál es el mejor método de detección a través de anticuerpos para el COVID-19. Una vez que hallamos determinado el método, vamos a intentar movernos a una etapa de desarrollo para aplicarlo a nivel clínico. Pero, por el momento, la etapa inicial es meramente exploratoria”, aseveró Segura.

Si se obtienen resultados satisfactorios, los científicos están en la capacidad de generar soluciones acopladas al sistema de salud costarricense, viables en términos económicos.

“Aún no sabemos cuánto tiempo durará la emergencia. Por eso, vale la pena invertir en medidas que nos ayuden a ir volviendo a la normalidad. Es dinero bien invertido cuando se alcanzan soluciones. Si la prueba, por alguna situación particular no se logra concretar, ese potencial de investigación se va a mantener. No es algo que se vaya a perder, se resguardará y se le podrá sacar provecho en el futuro cuando se tengan las condiciones”, afirmó el Dr. Segura.

En total, participan cuatro especialistas de la UCR y se espera que el proceso de investigación tenga sus primeros resultados en los próximos siete meses, siempre y cuando no se presenten contratiempos.

Conozca al equipo científico

 

Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

Sea parte de SURCOS:
https://surcosdigital.com/suscribirse/

UCR inicia aplicación de prueba de admisión

Más de 45 mil aspirantes realizarán la prueba en todo el país en setiembre y octubre

 

Patricia Blanco Picado,

Periodista Oficina de divulgación e Información

UCR inicia aplicación de prueba de admisión
Este año participarán 45 650 estudiantes en la prueba de admisión para optar al ingreso a la Universidad de Costa Rica en el 2016 (foto ilustrativa archivo ODI).

La Universidad de Costa Rica (UCR) iniciará este sábado 5 de setiembre la aplicación del examen de admisión a estudiantes interesados en ingresar a esta institución en el 2016.

El 5, 19 y 26 de setiembre elaborarán la Prueba de Aptitud Académica (PAA) los estudiantes aspirantes de primer ingreso; el 13 de setiembre los estudiantes universitarios que repetirán la prueba y del 3 al 16 de octubre los estudiantes que solicitaron adecuación en la aplicación de este requisito.

De acuerdo con la Mag. Jenny Bolaños Valerio, coordinadora del Programa Permanente de la Prueba de Aptitud Académica, adscrito al Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP), de la UCR, este año realizarán el examen 45 650 estudiantes que desean acceder a este centro de educación superior, distribuidos en 60 sedes en todo el país.

Esta es la cifra de estudiantes aspirantes más alta que se ha registrado en 55 años de realización de la prueba de admisión.

Asimismo, el jefe de la Oficina de Registro e Información (ORI), de la UCR, Mag. José Rivera Monge, insta a toda la población estudiantil inscrita a que se apreste a realizar la prueba en las fechas establecidas. “Hemos hecho todos los esfuerzos institucionales para que el proceso esté listo e instamos a todos los estudiantes para que aprovechen esta oportunidad de acceso a la educación superior pública”, expresó.

Realizan el examen distintos tipos de población estudiantil procedentes de centros diurnos, nocturnos, personas con discapacidad y de otras modalidades como bachillerato por madurez y a distancia.

En el proceso de aplicación de la prueba participan 2200 funcionarios de la UCR y de la Universidad Nacional. Para optar al ingreso de cualquiera de estas dos universidades públicas se efectúa una sola prueba.

La PAA mide habilidades intelectuales generales y no conocimiento. Evalúa dos áreas: razonamiento verbal y razonamiento matemático.

La equidad y la excelencia son los dos pilares básicos que orientan el desarrollo de esta prueba.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

Implementarán pruebas de quimiosensibilidad para cáncer de mama

Investigadores de Microbiología y el CIET hacen propuesta

Con pruebas especiales pretenden ahorrar tiempo y una mayor efectividad en tratamientos

Implementarán pruebas de quimiosensibilidad para cáncer de mama
En la UCR harán pruebas de quimiosensibilidad a 60 pacientes diagnosticadas con cáncer de mama de dos subtipos específicos: el Luminal B y el Triple Negativo, que son tumores difíciles de tratar (Ilustración tomada de Enciclopedia Medline Plus: www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish).

Lidiette Guerrero Portilla,

Periodista Oficina de Divulgación e Información

 

Con la idea de contribuir al ahorro de tiempo y a la efectividad en los tratamientos que se le aplican a las pacientes con cáncer de mama, la Universidad de Costa Rica (UCR) le ofrece al país implementar pruebas especiales de quimiosensibilidad con los diferentes medicamentos disponibles.

El objetivo es identificar cuál de los productos es el que le funciona mejor a cada paciente antes de aplicárselo y demostrar el costo-beneficio positivo, por ahorro, de implementar la terapia personalizada del cáncer.

Esto permitiría que se destinen las terapias de alto costo a los pacientes que responden a ellas exclusivamente, traduciéndose en un ahorro importante para el sistema de salud, de hasta cinco veces menos la inversión que se hace ahora en la compra de quimioterapéuticos.

La UCR ha financiado la creación de un laboratorio especializado donde se realizarán las pruebas, comenzando por el cultivo de células del tumor para probar las sustancias quimioterapéuticas y evaluar aquellas que tienen la mayor probabilidad de éxito clínico. El reporte con los resultados de la prueba se le enviará a los oncólogos tratantes.

El trabajo inicial lo desarrollará el Dr. Rodrigo Mora Rodríguez, profesor de la Facultad de Microbiología y del Centro de Investigación en Enfermedades Tropicales (CIET), quien está al frente del Laboratorio de Investigaciones en Cáncer. Trabajará con muestras de biopsias de unas 60 pacientes diagnósticadas con cáncer de mama de los subtipos el Luminal B o Triple Negativo y que han tenido su primera recaída. Estos subtipos de cáncer son de difícil tratamiento.

Implementarán pruebas de quimiosensibilidad para cáncer de mama2
El Dr. Rodrigo Mora Rodríguez lidera el trabajo que se realiza en el Laboratorio de Investigación en Cáncer del Centro de Investigaciones en Enfermedades Tropicales de la Facultad de Microbiología. Está empeñado en consolidar una red de investigación traslacional en cáncer y biocomputación de la UCR (fotocortesía Dr. Rodrigo Mora).

Desde hace 3 años junto con el Dr. Steve Quirós Barrantes, el Dr. Rodrigo Mora desarrolla una serie de investigaciones para comprender con detalle la respuesta de las células tumorales al tratamiento con sustancias quimioterapéuticas y se centran en lo que ocurre con aquellas células que sobreviven y siguen replicándose con un fuerte daño en su ADN.

Además realiza una serie de proyectos científicos básicos para el desarrollo de las pruebas in vitro que les permita caracterizar la heterogeneidad celular dentro de un tumor, ya que esta heterogeneidad tiene grandes implicaciones en el estudio de la biología celular del cáncer y en la respuesta al tratamiento. Asimismo ha ahondado en la resistencia a la quimioterapia, la predicción de la respuesta clínica, la terapia personalizada y la terapia complementaria de cáncer, con compuestos naturales.

Actualmente procuran fortalecer la red de investigación traslacional en cáncer y biocomputación de la UCR, como una gran sombrilla que cubra diferentes acciones, todo con miras a transferir rápidamente hacia la clínica médica, el conocimiento obtenido en la investigación científica.

El trabajo podría extenderse más adelante a pacientes diagnosticadas con otros tipos de cáncer de mama y hacia otros pacientes con cáncer de ovario o de colon, por ejemplo.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/

Académica estadounidense aboga por cambios en la educación de población sorda de Costa Rica

Académica estadounidense aboga por cambios en la educación de población sorda de Costa Rica
La Dra. Judith Mounty, especialista de la Universidad de Gallaudet, vino al país invitada por la UCR para asesorar al personal técnico de investigación de la prueba de admisión de esta universidad (foto Anel Kenjekeeva).

Personal de la prueba de admisión de la UCR se asesora en aplicación de tests a personas sordas y con baja audición

 

Patricia Blanco Picado,

Periodista Oficina de Divulgación e Información

 

Con una sonrisa en su rostro que la retrata como una persona cálida, la Dra. Judith Mounty es una profesional de la Universidad de Gallaudet, en Estados Unidos, con una formación multidisciplinaria en Educación, Psicolingüística y Trabajo Social.

Mounty es bilingüe, pues se comunica tanto en inglés como mediante la Lengua de Señas Americana (ASL, por sus siglas en inglés), la cual es diferente a la lengua de señas que usa la población sorda de Costa Rica.

Ella prefiere tener un intérprete de ASL a inglés cuando interactúa con personas oyentes, aunque tiene restos auditivos y puede comunicarse en un inglés fluido.

Conversamos con ella en un pequeño cubículo del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP), en el nuevo edificio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica (UCR). La Dra. Vanessa Smith Castro, directora del IIP, facilitó la estadía de Mounty en Costa Rica y su interacción con personas sordas y oyentes, además de participar como intérprete de inglés-español para esta entrevista.

Mounty vino al país invitada por el IIP para asesorar al personal técnico de investigación de la Prueba de Aptitud Académica (PAA) sobre aspectos de medición que se deben considerar en personas sordas que solicitan el ingreso a esta institución.

Su visita empezó con una conferencia sobre la salud mental, el bienestar y el desarrollo integral de las personas sordas y con baja audición, seguida de un taller de dos días sobre aspectos relacionados con la equidad y el acceso a las pruebas de las personas sordas, y de una sesión de trabajo en grupo enfocado en la PAA.

Académica estadounidense aboga por cambios en la educación de población sorda de Costa Rica2
Durante la conferencia, la Dra. Judith Mounty compartió su conocimiento y experiencias con miembros de la comunidad sorda, estudiantes y docentes (foto Anel Kenjekeeva).

“Nuestro interés es revisar la forma en que estamos haciendo las adecuaciones en la PAA dirigidas a la población sorda y con baja audición, y conocer las mejores prácticas en este campo. Nuestro equipo se esfuerza diariamente por lograr un balance entre la excelencia académica y la equidad, lo cual no es fácil”, explicó Smith.

Bilingüismo: clave desde la niñez

El bilingüismo (adquisición y aprendizaje de la lengua de señas y de la lengua oficial en modalidades oral y escrita) desde la edad temprana es fundamental para el desarrollo integral de las personas sordas y con baja audición. Esto tiene consecuencias a lo largo de sus vidas, enfatizó Mounty, quien también es psicoterapeuta y ha sido maestra de estudiantes sordos de primaria.

“El acceso total al lenguaje en etapas tempranas de la vida es muy importante porque prepara a las personas sordas para leer y escribir y luego para asistir a la universidad”, insistió.

La Dra. Mounty cree que la privación del lenguaje, la cual para los niños sordos frecuentemente significa la ausencia del acceso a la lengua de señas, puede provocar problemas de salud mental en estas personas: «La lengua de señas juega un rol importante en el desarrollo de la identidad de un niño sordo y permite la comunicación de sus sentimientos», recalcó.

Cambios en la educación

Académica estadounidense aboga por cambios en la educación de población sorda de Costa Rica3
Miembros de la comunidad sorda hicieron preguntas y compartieron comentarios a la experta estadounidense. Para ello se contó con un equipo de tres personas que proveyó la interpretación del español al Lesco y del Lesco a la Lengua de Señas Americana (foto Anel Kenjekeeva).

La especialista estadounidense no solo es una académica exitosa dedicada a la educación y bienestar de personas sordas o con baja audición, sino que también habla desde su propia experiencia. Ella es una persona sorda, está casada con una persona sorda y es madre de dos hijas: una hija sorda, quien es asistente de maestras en una escuela para niños sordos y es jugadora de voleibol del Equipo Nacional de Estados Unidos; y una hija oyente quien es estudiante de Comunicación y Relaciones Públicas y se está iniciando como intérprete de ASL.

La Dra. Mounty está convencida de que los jóvenes sordos están en capacidad de seguir una carrera, pero no están ingresando a las universidades porque no “les hemos dado un tipo correcto de educación”, que considere la visión de mundo de las personas sordas, sus habilidades y particularidades.

En las reuniones con el equipo de la PAA, la Dra. Mounty sugirió la posible implementación de un programa para personas sordas, que funcione como antesala a la universidad, para preparar a estudiantes sordos o con baja audición para el aprendizaje en la educación superior. Asimismo, que fortalezca el conocimiento de estas personas sobre el mundo, habilidades de razonamiento abstracto y destrezas académicas tanto en Lengua de Señas Costarricense (Lesco), como en español escrito.

También señaló que, en el ámbito universitario, se requiere elevar el nivel académico de la enseñanza de Lesco y de los estudios sobre sordos como una disciplina académica, y fomentar la creación de departamentos y de programas enfocados en estos temas.

Asimismo, la especialista consideró que es necesario desarrollar competencias culturales en los docentes. “Los profesores que dan clases a estudiantes sordos deben involucrarse y conocer esa cultura, lo cual va más allá de tener un uso instrumental de la lengua de señas, dar clases e irse a su casa al final del día”, manifestó.

La UCR cuenta desde 1981 con el Programa Regional de Recursos para la Sordera (Progreso), adscrito a la Escuela de Orientación y Enseñanza Especial de la Facultad de Educación, que ofrece cursos de enseñanza de Lesco y forma intérpretes de esta lengua.

La lengua de señas

Académica estadounidense aboga por cambios en la educación de población sorda de Costa Rica4

La Lingüística y la Antropología han contribuido al estudio de las lenguas de señas nativas de las comunidades sordas. Estas disciplinas, así como los estudios neurobiológicos en el campo de la educación bilingüe en personas oyentes, han proporcionado información para el desarrollo de una aproximación bilingüe para enseñar a niños sordos o con baja audición.

Las primeras investigaciones formales en Estados Unidos que pusieron a esta lengua al mismo nivel que otras lenguas orales, en términos de su gramática y sintaxis, comenzaron hace más de 50 años, con el trabajo pionero del Dr. William Stokoe. Estos estudios apoyaron el desarrollo de una visión sociocultural de lo que significa ser una persona sorda: personas con una comunidad y una cultura, en oposición al modelo médico que ve a la persona sorda como deficiente y con necesidad de ser «arreglada».

En Estados Unidos, la educación bilingüe para niños sordos o con baja audición comenzó a tomar forma en los años 80. Desde este enfoque se considera a la lengua de señas como la lengua primaria más accesible para ellos. La lengua oral y escrita (como el inglés o el español) es adquirida como una segunda lengua en forma paralela o posteriormente a la lengua de señas. Estudios sobre adquisición de la lengua y sobre neurolingüística apoyan este enfoque.

Actualmente hay tecnologías que promueven y apoyan el desarrollo de la lengua de forma bilingüe, así como la educación bilingüe para personas sordas y con baja audición.

En los programas de educación bilingüe, profesores sordos y con baja audición con frecuencia trabajan en equipo con profesores oyentes, comparten experiencias y aportan modelos fuertes de cada lengua (de señas y oral) a los estudiantes.

En Estados Unidos los programas de educación bilingüe para sordos coexisten en la actualidad con programas con un enfoque monolingüe.


Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

Suscríbase a SURCOS Digital:

https://surcosdigital.com/suscribirse/