El día 15 de marzo de 2024 el programa audio visual Alternativas presentó un espacio titulado “Regreso a clases: ¿Cómo nos cuidamos?“ el cual contó con la presencia de las estudiantes de ciencias políticas Amanda Carazo López y María Clara Navarro Mora, como moderadoras, así como de los panelistas Rafael Moya Delgado, psicólogo orientador de la UCR, Mario Valverde Madrigal, licenciado en psicología y docencia y Henrey Segundo Quesada Ramírez psicólogo experto en modificación de la conducta.
Dentro del programa se abordaron dos módulos principales primero qué es la carga académica, cuáles son sus repercusiones, qué problemas son más comunes dentro de la comunidad estudiantil y cómo se relaciona la carga académica con la salud mental. Mientras que en un segundo momento se buscó abordar qué puede hacer la Universidad de Costa Rica por el cuerpo estudiantil en estos temas, cómo puede tratarse. Durante la ponencia los temas de conversación orbitaron en torno a estas preguntas:
¿Cuáles son las repercusiones de la carga académica?
¿Qué mensaje o consejo se le puede dar a las personas de nuevo ingreso?
¿Qué tips o recomendaciones hay para las personas universitarias para lidiar con la presión, el miedo o la frustración de la sobrecarga académica o de cualquier área?
Entre las muchas recomendaciones de los expertos invitados cabe resaltar la insistencia o énfasis que presentaban en ciertos aspectos como el autoconocimiento de las habilidades, límites, gustos, pasiones y disgustos que cada persona tiene individualmente. Recordaron la importancia de que cada persona es responsable de su salud mental por lo cual debe procurarse en atenderla y definir límites en sus actividades pues todo ser humano tiene un máximo hasta donde llegar.
Diferentes agentes se reunieron en la UCR para discutir acerca de cómo diferentes acciones y movimientos sociales en materia de género- feminismo, memoria colectiva, lo LGTBT+/ Queer y otras resistencias están contribuyendo a generar cambio social en esta modernidad fluida, colonial, neoliberalizada (foto Archivo ODI).
Docentes, activistas y artistas analizan temas de género, feminismo, memoria colectiva y acción comunitaria
Con la mirada fija en analizar colectivamente cómo se desarrollan y se concretan los imaginarios políticos utópicos en las luchas actuales, el Posgrado de Psicología de la Universidad de Costa Rica-junto con otras organizaciones académicas- organizó un congreso internacional donde participaron diferentes actores del mundo académico, institucional, artístico y activista para discutir sobre los principales retos y desafíos de aquellas estructuras sociales y formas del ser que actualmente tratan de modificar ciertas arquitecturas de dominación.
Se trató del Congreso Internacional “Hacia la materialización de la ficción: agencias, resistencias y revueltas en la contemporaneidad», que se llevó a cabo este del 26 al 28 de julio en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica.
Gracias a esta iniciativa de la UCR, diferentes agentes lograron reflexionar acerca de cómo diferentes acciones y movimientos sociales en materia de género- feminismo, memoria colectiva, lo LGTBT+/ Queer y otras resistencias están contribuyendo a generar cambio social en esta modernidad fluida, colonial, neoliberalizada. Durante este espacio también se abordaron otros ejes temáticos tales como neoliberalismo, corporalidades, estudios urbanos y de-post-anti /colonialismo.
Este espacio contó con la presencia de varios panelistas internacionales entre ellos destaca la Dra. Marisela Montenegro de la Universidad Autónoma de Barcelona, quien en la siguiente entrevista aborda a detalle la importancia de los temas analizados en este congreso.
¿Por qué como sociedad debemos avanzar en materia de análisis y reflexión las luchas sociales utópicas?
El mundo contemporáneo está atravesando diversas crisis sistémicas: sociales, culturales, económicas y ecológicas, entre otras. Es necesario hacer un esfuerzo analítico para comprender cómo funcionan los mecanismos de poder y control que configuran dichas crisis con el fin de conocer su funcionamiento y sus efectos de exclusión, subordinación y violencia. Esto es, de qué manera se configuran y entrecruzan las actuales formas de dominación (capitalista, heteropatriarcal, capacitista, racista, entre otras) y los múltiples efectos que tienen dichas formas de dominación en la vida de las personas. Estos análisis no solo deben centrarse en las configuraciones actuales de las relaciones de poder, sino también en las formas de resistencias, de movilización y de búsqueda de alternativas a estas desarrolladas tanto dentro como fuera del mundo académico.
¿Existe o no un punto de encuentro mediante el cual las disidencias sexuales y de género, los procesos comunitarios, la memoria colectiva y las luchas migrantes pueden transformar o no laarquitectura de dominación hegemónica actual?
Las luchas actuales que presentan alternativas a las lógicas reproductivas del poder, aunque desarrolladas en diferentes ámbitos (memoria colectiva, feminismos, antiracismos, procesos comunitarios, etc.), tienen en común que contribuyen a visibilizar y transformar las estructuras opresiva en la actualidad. En el Congreso “Hacia la materialización de la ficción: agencias, resistencias y revueltas en la contemporaneidad” se presentaron múltiples ejemplos y propuestas de acción que promueven transformaciones sociales concretas, así como sentidos alternativos a los dominantes. Estos aportes son tremendamente valiosos en el contexto global – local actual donde las fuerzas de destrucción son tan cruentas.
¿Cuáles los principales avances y retos en materia de las luchas sociales utópicas de la región Latinoamericana?
A partir del Congreso realizado pudimos constatar que en América Latina se están desarrollando análisis y formas de resistencias en muchos ámbitos. Entre estos, son notables las reflexiones desde las perspectivas feministas que no solo analizan las formas de violencias contemporáneas que afectan diferencialmente a las mujeres, sino que también incorporan dichas perspectivas a ámbitos como el estudio de la memoria colectiva o la psicología comunitaria. En estrecha relación con los feminismos, los estudios de las disidencias sexuales y de género muestran como en América Latina este tipo de movimiento está ganando visibilidad enfrentando, sin embargo, múltiples retos. Así mismo, las perspectivas post/de/descoloniales -muchas de ellas generadas en América Latina- están permeando y complejizando los análisis de las relaciones de poder en la actualidad y están generando movilizaciones importantes para lograr la equidad tanto en el mundo como en los contextos concretos en los que se trabaja. Así mismo, las iniciativas críticas a los modelos biomédicos de la salud mental y física han ganado preponderancia en la actualidad produciendo nuevos modelos de comprensión e intervención en esta área.
En el congreso pudimos apreciar una apuesta respecto a qué tipo de conocimientos y prácticas se están gestando desde perspectivas críticas en la región. Una apuesta por trabajos que, lejos de reproducir la lógica del pensamiento científico hegemónico, que se erige a sí mismo como aséptico, neutral y deslocalizado, busca comprometerse con los contextos locales de trabajo e incidir en estos. Es decir, que reconoce la propia práctica como políticamente involucrada en las luchas contemporáneas. Un tipo de conocimiento que en muchas de las contribuciones también atendió a cómo el cuerpo, la estética, la ética, la epistemología y la política no son entes separados; sino que más bien se entrelazan de formas complejas en la praxis investigadora-activista.
Tatiana Carmona Rizo Periodista de la Oficina de Comunicación Institucional, UCR
Carolina Quirós Ferlini, psicóloga de profesión, le invita a la charla gratuita: “Cuando el duelo toque a mi puerta, ¿Estaré listo?”, la cual se estará llevando a cabo el próximo miércoles 24 de mayo a las 8:00 p.m.
Esta será una actividad en línea mediante Google meet..
La Editorial Arlekín publicó el libro “Neoliberalismo y afectos: derivaciones para una praxis psicosocial liberadora” de Helga Arroyo e Ignacio Dobles.
El libro aborda en ocho capítulos lo siguiente:
– El materialismo histórico, la psicología y los procesos de subjetividad – Sartre. Dialéctica, proyectos humanos y totalizaciones-en-marcha – Marcuse. Una revolución de los afectos, la vida para ser vivida – Sobre las afectividades – Las formas de subjetividad neoliberal – Estrategias del miedo: configuraciones, efectos – Los afectos y la psicología en la perspectiva decolonial – Conclusiones: derivaciones, implicaciones y alcances
Personas desempleadas, pertenecientes al sector informal y que se dedican a ventas en locales o servicios directos muestran una situación de salud mental más difícil durante la pandemia, según evidencia el estudio “Salud mental y relaciones con el entorno en tiempos de Covid-19”, desarrollado en conjunto por la Universidad Nacional (UNA), la Universidad Estatal a Distancia (UNED) y académicos de España.
“Afectaciones que hemos podido identificar se relacionan con reacciones de angustia, problemas de insomnio, dificultades para dormir o también el aumento de conductas de riesgo como el consumo de tabaco o bebidas alcohólicas u otras sustancias, sintomatología depresiva o asociada a la ansiedad generalizada”, afirma Raúl Ortega, académico de la Escuela del Psicología de la UNA y parte del equipo investigador.
Ortega ––psicólogo y especialista en abordaje de la salud mental en situaciones de emergencia–– explica que la actual pandemia no es solo una crisis sanitaria, sino también económica y social, donde aquellas poblaciones con mayor vulnerabilidad social se ven expuestas tanto a los rigores del cambio forzado de cotidianidad y a mayor dificultad en el acceso a los recursos de protección frente a la posibilidad de contagio, como a la pérdida de capacidad adquisitiva, de seguridad alimentaria y de calidad de vida.
Este escenario ––agrega–– puede conllevar un aumento de la inseguridad laboral, el empeoramiento de las condiciones de empleo o la destrucción del mismo, e incluso la imposibilidad de cubrir las necesidades básicas, en el caso de personas o familias en condición de pobreza, situación cuyo sostenimiento les sitúa en riesgo de padecer afectaciones en la salud integral, y específicamente en la salud mental y psicosocial, a corto, medio o largo plazo.
Factor determinante
Así lo confirman los resultados de la investigación llevada a cabo por las universidades costarricenses, en la cual se caracterizó a la población consultada en grupos según el nivel de afectación en su salud mental y se encontró que en el grupo más crítico se sitúa un 85% de las personas participantes en el estudio que trabajan en el sector informal, un 50% de trabajadoras en ventas de servicios y un 41% de las personas en situación de desempleo.
Para el psicólogo Ortega, esta situación necesita ser enfrentada no solo desde la seguridad social y el apoyo mutuo, sino también a nivel público, con acciones afirmativas realizadas hacia el apoyo a la empleabilidad y en la disminución de la vulnerabilidad de poblaciones y comunidades, y específicamente de poblaciones en riesgo, como son mujeres, personas jóvenes, o personas que tienen a cargo a otras personas.
La relación determinante entre la inestabilidad laboral y los efectos negativos en la salud integral y específicamente en la salud mental de las personas, también ha sido evidenciada en otros estudios realizados durante la pandemia en países como España, Ecuador o China, entre otros.
Realizado entre el 9 al 29 de octubre del 2020, el estudio desarrollado por la UNA y la UNED comprendió una muestra de 6786 personas con edades entre 15 y 80 años, quienes completaron un cuestionario en línea. Tiene un margen de error de 1.2% y un nivel de confianza de 95%.
Además del psicólogo de la UNA Raúl Ortega, integran el equipo de investigación Eva Carazo Vargas, psicóloga social y coordinadora; Greibin Villegas, estadístico; Harold Arias, biólogo; Nerea González, García, estadística y matemática, y Armando González, psicólogo y estadístico.
La Rectoría Adjunta y la Vicerrectoría de Investigación organizaron una propuesta integral, que incluye casi 100 iniciativas de diferentes unidades académicas con la disposición de colaborar en el combate de la pandemia.
Las iniciativas de acuerdo con Alberto Rojas, académico de la Rectoría Adjunta, se dividen en cinco ejes: Seguimiento y atención a la pandemia, Economía y producción, social, psicológico y educativo, Estudio de los efectos de las medidas para impedir la transmisión y Participación en las instancias de las CNE.
Algunas de las acciones puestas en marcha son: una red de distribución de medicamentos por parte de la Sección de Transportes, el desarrollo de un sistema de información geográfica en línea para el seguimiento a nivel nacional de casos, un sistema de vigilancia epidemiológica, el análisis de propuestas de política económica tanto del Centro Internacional de Política Económica (Cinpe), como de las escuelas de Economía y Planificación Social, una plataforma para la venta de productos y servicios de microempresas en la Región Chorotega, una estrategia de atención a pequeñas empresas y emprendimientos informales, plan piloto para un control virtual de la producción, plagas, enfermedades, uso de nutrientes y clima por medio de aplicaciones digitales. También se proponen programas de entrenamiento en casa para distintas poblaciones, donde se incluyen ejercicios para niños, baile terapéutico, programas de entrenamiento para deportistas y para personas con discapacidad, entre otros, promoción de una cultura de espiritualidad y cuidado mutuo, estrategia para enfrentar los efectos sociales y económicos de la pandemia, cursos virtuales de matemática y química para secundaria, y acompañamiento a docentes para diseñar procesos de aprendizaje en casa y otros.
Conozca cada una de las iniciativas y las Unidades Académicas que está a su cargo en el siguiente enlace: shorturl.at/evV25
"(...) los temas tratados durante el congreso serán de máximo interés no sólo para profesionales en psicología, sino también para cualquier científico social que esté interesado en aprender sobre las múltiples temáticas de interés que se tratarán durante el congreso.
“Están invitadas todas aquellas personas interesadas en aprender cómo interactúan las culturas. Todas las personas interesadas en multiculturalismo, migración, religión, procesos políticos y muchos otros temas están invitadas a asistir”(...).
La Escuela de Psicología de la Universidad de Costa Rica (UCR) reconoce la necesidad de “abrir sus paredes” para acercarse a las comunidades del país y comprender las realidad de las poblaciones, un acercamiento que se hace desde la psicología comunitaria.
El espacio señaló el impacto de las políticas neoliberales en la profundización de las desigualdades sociales
Un altar, al estilo propio de la celebración mexicana del día de muertos, trajo al presente la muerte de Tonito, un niño de dos años y de origen nicaragüense, que falleció en la localidad de Los Chiles en el año 2015. Foto: Dennis Castro.
Estudiantes, investigadores, docentes y público en general se reunieron en la Universidad de Costa Rica (UCR) para analizar por medio de investigaciones, ponencias y hasta expresiones artísticas la necesidad de articular redes de trabajo y plantear nuevas formas para el abordaje de la violencia social.
El espacio se denominó “Coloquio: Prácticas sociales violentas y subjetividad” y tuvo lugar el 27 de setiembre. La directora de la Escuela de Psicología, Teresita Ramellini, celebró la consolidación de la iniciativa y señaló la urgencia de crear investigaciones y acciones sociales que aborden estas temáticas.
“Como universidad pública nos guía el compromiso de contribuir con las transformaciones que la sociedad necesita para el logro del bien común, la consecución de justicia social, de equidad, de desarrollo integral y justicia social, de libertad e independencia plena”, afirmó la académica.
Por su parte, la directora del posgrado en Psicología, Marietta Villalobos, señalo el interés de articular redes de apoyo a partir de las experiencias de trabajo en comunidades y de plantear una reflexión crítica sobre el recrudecimiento de las tensiones entre los sectores populares y las hegemonías de corte neoliberal.
“Durante los últimos 40 años hemos visto el debilitamiento del estado social de derecho, de ahí que hoy, lamentablemente, Costa Rica ocupe el noveno lugar del mundo con mayor desigualdad económica y esto plantea un panorama muy oscuro en violencia social”, señaló.
La psicóloga comunitaria Helga Arroyo afirmó que la situación de suicidio de jóvenes en Talamanca es resultado de un “contexto de profunda exclusión y violencia”. Foto: Dennis Castro.
Rostros y escenarios de la violencia
El primer panel de discusión del espacio estuvo a cargo de la docente y psicóloga comunitaria, Helga Arroyo; la psicoanalista y coordinadora del Programa de Investigación en Violencia y Sociedad, Mónica Vul, y de la actriz, María Luisa Garita, quienes perfilaron diversos rostros de la violencia social en el país.
Arroyo compartió con los presentes reflexiones generadas a partir del trabajo que realiza en el territorio indígena bribri en el cantón Talamanca, a donde llegó desde el año 2015 por medio de un proyecto de investigación de la Escuela de Psicología.
Asegura que se acercó a la localidad para tratar de entender “lo que le estaba doliendo”, pues desde el 2014, Talamanca declaró emergencia cantonal ante la creciente tasa de suicidios entre la población joven. La localidad registró ese año 47 intentos y 11 suicidios, de las 302 muertes de este tipo en el país.
Según la académica, a partir del proceso de investigación y acción participativa, fue posible determinar que la situación es resultado de un “contexto de profunda exclusión y violencia”, como lo refleja sus índices de pobreza y la posición que ocupa en los índices de desarrollo humano y social.
Arroyo asegura que se trata de un territorio atravesado por prácticas sistemáticas de dominación, colonización y destrucción que han consolidado desigualdades sociales, políticas, culturales y económicas.
La psicoanalista Mónica Vul señala la urgencia de encontrar otras vías posibles para acercarse a las comunidades y poblaciones que enfrentan situaciones de violencia. Foto: Dennis Castro.
“Los resultados de nuestra investigación revelaron que los factores incidentes del suicidio en el territorio indígena bribri están vinculados con esta herida, una herida zanjada a través de prácticas históricas y sistemáticas de colonización, dominación y violencia”, enfatizó.
Asegura que tales acontecimientos han impuesto una dinámica de dominación que transforma sus formas de vivir y ver el mundo, un proceso histórico de violencia sistemática que los enfrenta en la actualidad a otras manifestaciones y tensiones como resultado de los procesos de globalización.
“Los jóvenes están en medio de una cultura occidental que está tratando de imponerse desde diversas prácticas colonizadoras, pero que a la vez los excluye, y de una cultura interna adultocéntrica que dice que todos los jóvenes están perdiendo su cultura”, señaló Arroyo, quien asegura que en este contexto, la muerte es vista como la forma de acabar el sufrimiento de una vida sin conexión ni existencia.
La psicoanalista Mónica Vul le dio otro rosto a la violencia desde la realidad que vive la comunidad de “El rótulo”, localizada en el distrito de Cariari, en Pococí de Limón, donde las problemáticas sociales enfrentan a su población a una serie de etiquetas sociales y abordajes de criminalización.
“Allí viven jóvenes, mujeres, niños, niñas y se producen entre ellos homicidios, ventas de drogas, intoxicaciones, adicciones a todo tipo de drogas y alcohol. Múltiples manifestaciones de violencia contra las mujeres y sus cuerpos, altercados violentos entre grupos y también suicidios”, explicó.
La actriz María Luisa Garita planteó las posibilidades que ofrece el arte, particularmente la disciplina del performace, para sensibilizar y reflexionar sobre las diversas manifestaciones de violencia social. Foto: Dennis Castro.
Frente a este escenario de violencia social, la académica señala la urgencia de encontrar otras vías posibles para acercarse a la comunidad, pero sobretodo, para escuchar y leer las realidades que viven sus pobladores en los diversos espacios de su dinámica cotidiana.
“El rótulo es la comunidad, pero es también la etiqueta de adicto, criminal, delincuente, prostituta y muchos otros, por eso planteo el cuestionamiento a los binarios, lo bueno y lo malo, la necesidad de un abordaje desde poner el cuerpo, desde la escucha, desde el estar allí”, enfatizó.
La especialista afirma que, lejos de quedarse en los datos, prefirió entrar y escuchar el sentir de la comunidad, para buscar alternativas que rompan con el discurso mediático, psiquiátrico, médico o jurídico que a su criterio “criminalizan, judicializan, patologizan lo que pasa en la comunidad” para explicar las violencias y banalizar el problema.
Finalmente, la actriz María Luisa Garita abordó un caso de infanticidio ocurrido en el país para evidenciar las posibilidades que ofrece el arte, particularmente la disciplina del performace, para sensibilizar y reflexionar sobre las diversas manifestaciones de violencia social.
A partir de la elaboración de un altar al estilo propio de la celebración mexicana del día de muertos, Garita trajo al presente la muerte del Tonito, un niño de dos años y de origen nicaragüense, que falleció en la localidad de Los Chiles en el año 2015, como resultado de golpes y torturas físicas por parte de su padrastro.
Los asistentes al Congreso fueron invitados a caminar con velas encendidas dedicadas a un niño ausente, Tonito, como parte del esfuerzo de la artista creadora por generar un espacio donde “la idea del cuerpo simbólico está ejecutando cosas”.
El altar estuvo acompañado de un intenso sonido de llanto, que irrumpió en el espacio de socialización que desarrollaban los asistentes en el marco del congreso, quienes posteriormente fueron invitados a caminar con velas encendidas dedicadas al niño ausente.
“Las palabras no son constantes, son performativas porque permiten crear una realidad y con un acto de nombrar estoy creando una realidad”, afirmó la actriz, quien reconoció su intención de generar un espacio donde “la idea del cuerpo simbólico está ejecutando cosas”.
A criterio de la artista, los estudios del performance pueden convertirse en una herramienta para analizar las temáticas relacionadas con la violencia social. En esta ocasión, se abordó “el cuerpo como archivo, como categoría de estudio que documenta algo”.
“En este caso, el cuerpo del niño se convierte en un archivo de la violencia, un archivo del despojo, un archivo de la exclusión, un archivo de la desigualdad”, concluyó Garita.
El coloquio fue organizado por la Escuela de Psicología, el Posgrado en Psicología, la Escuela de Trabajo Social, la Vicerrectora de Acción Social, el Programa Interdisciplinario de Estudios y Acción Social de Derechos de la Niñez y la Adolescencia (Pridena) y el Programa de Investigación en Violencia y Sociedad (PIVS).