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Etiqueta: pueblo palestino

El sentido político de llamar a las cosas por su nombre

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

Uno de los recuerdos que me llegan recurrentemente me lleva al Estadio Alejandro Morera Soto, observando un partido entre las Selecciones de Costa Rica y Estados Unidos.

Era domingo y entonces se jugaba en horario habitual de las 11:00 de la mañana. Me parece estar ahí porque hice parte de uno de los grupos artísticos encomendados a nuestro colegio, el Conservatorio Castella. Si la memoria no me falla habíamos dado un espectáculo de Square Dance.

Era el momento de los himnos. Al sonar el de Estados Unidos todo se paralizó y empezó lo que para mí sería una de las primeras manifestaciones contra la guerra fría que observaba en directo.

Eran los años ochenta y el gobierno del actor Ronald Reagan ordenaba el mundo junto a aliados de peso como Margareth Tatcher, entonces primera ministra del Reino Unido. Corrían los días más intensos de la guerra fría, el anticomunismo flanqueaba hasta el propio Vaticano (quien no podrá olvidar la reprimenda al sacerdote y poeta nicaragüense Ernesto Cardenal por parte del Papa Juan Pablo Segundo en el propio aeropuerto de Managua, debido a su decidida participación en los primeros años de la revolución sandinista) y la carrera armamentista predominaba.

Centroamérica era un hervidero político y social. Y Estados Unidos mantenía una actitud de predominio al financiar la compra de armas a la Contra nicaragüense, establecer una base militar en Comayagua, Honduras y buscar alianzas con gobiernos como el del salvadoreño Napoleón Duarte.

Sonaba el himno de Estados Unidos y todo se detuvo en mi memoria. Un grupo de estudiantes universitarios se saltaron la malla en gradería de sol y entraron a la cancha para desplegar una manta, ahora no recuerdo si en repudio por las actuaciones de aquel país en el contexto centroamericano o exigiendo la liberación de presos políticos en Centroamérica. Su acto duró muy poco, el suficiente para recordar que el deporte como cualquier actividad humana, está provisto de un gran sentido político.

Esta significación ha vuelto a mí en estos días, en que pienso que el silencio no puede ser opcional ante la masacre más atroz de la historia contemporánea y en la que un pueblo entero, el palestino, está siendo borrado del mapa literalmente. Es un genocidio que debe ser llamado por su nombre.

Algunos hechos reconocen esta barbarie. Se han producido justamente en el mundo del deporte y la industria cultural global.

En la vuelta ciclística a España, por ejemplo, participa un equipo denominado “Israel Premier Tech”. En algunas de sus etapas se ha visto interrumpido el paso de la caravana por algunas ciudades que completamente se han volcado a apoyar al pueblo palestino con banderas y solicitudes a la organización para que retire a la escuadra de aquel país de la competencia.

En respuesta y para mantenerse en competencia, el propio equipo suprimió el nombre de Israel de sus signos externos, camisetas y otros identificadores, para quedarse solo con la marca comercial.

De igual manera se gestó un movimiento colectivo tendiente a solicitar a FIFA cancelar el juego Italia-Israel, eliminatorio para el mundial de fútbol 2026 y que debería llevarse a cabo a inicios de semana.

El mismo Hollywood con todo y su parafernalia de industria cultural, ha quebrado su propio silencio. Un reciente filme inspirado en los últimos momentos de vida de la niña Palestina Hind Rajab, ha salido a la luz con el apoyo de figuras del cine como Brad Pitt, Joaquín Phoenix y otros más. La película recrea el drama que sufrió la niña a bordo de un vehículo alcanzado por ráfagas de más de 335 disparos, que terminaron con su vida.

Son gestos estos en el deporte y la cultura, que valen porque significan y dignifican. La humanidad no toda esta perdida, pero hay que salir a buscarla en su fuero interno.

Vale la pena.

Una odiosa narrativa

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

Dimensionar lo que implica para una población estar sumergida en una guerra que busca su exterminio, no solo es necesario, sino ético y moral.

Por eso cualquier discurso que busque descalificar ese hecho significa que es antiético, pero ante todo inmoral.

El querido amigo guatemalteco gestor cultural, director del hermoso Festival de Poesía de Quetzaltenango en Guatemala, ha contado varias veces lo que significó para él estar en el Festival Internacional de Poesía de Medellín y salir ante una multitud a hacer su presentación solicitando disculpas por Guatemala, porque ese mismo día había sido asesinado en aquel país el cantautor argentino Facundo Cabral.

Lo he recordado estos días. Mucho. He iniciado mis lecturas en este hermoso festival en Medellín, sintiendo rabia y disculpándome por el presidente de mi país, del cual he dicho que no me representa ni me siento reflejado en sus acciones.

Cuando una investidura es usada para burlarse de la forma vulgar y altanera mediante la cual este sujeto llamado presidente lo hizo del pueblo palestino y sus niños, no puede uno más que llenarse de rabia y de indignación.

En la apertura de este hermoso y entrañable festival al que fui invitado, el poeta palestino Murad Sudani, presidente de la Unión de Poetas Palestinos se refirió al horror y la muerte de más de 660 días contra su pueblo, pero particularmente contra sus niños.

Esto es sin lugar a dudas algo que este personaje presidencial nunca logrará dimensionar porque su odiosa narrativa y corta percepción y empatía por los otros, no se lo permite.

Mientras pueda señalarlo en este lugar donde estoy, la indignación me llevará a sentir rabia y pedir perdón y denunciar estas odiosas palabras de parte de un presidente que, vuelvo a señalarlo, no me representa.

Unión de Religiones y Espiritualidades convoca a jornada por la paz en Palestina

La organización Unión de Religiones y Espiritualidades ha convocado a una jornada interreligiosa de oración por la paz en Palestina, en respuesta a la crítica situación de crisis humanitaria y genocidio que enfrenta el pueblo palestino.

La actividad se llevará a cabo el sábado 28 de junio, en el Parque Central de San José, de 10:30 a.m. a 12:30 p.m., y reunirá a personas de distintas creencias en un espacio de reflexión, solidaridad y expresión artística.

El evento contará con actos culturales de música, poesía y teatro, como parte de un llamado simbólico a la paz, el respeto a los derechos humanos y el cese de la violencia en la región.

¡Hay que detener el genocidio del Estado de Israel contra el pueblo palestino! – SERPAJ

A pesar de las protestas globales y los llamados a cesar la masacre contra el pueblo palestino, Israel continúa sus ataques con total impunidad, respaldado por la complicidad de Estados Unidos.

El silencio cómplice de la ONU y el Parlamento Europeo es alarmante. La violencia escaló hasta niveles catastróficos, arrastrando al mundo hacia lo que el Papa Francisco advirtió: «Una Tercera Guerra Mundial a cuentagotas». Millones de refugiados sufren los embates de la guerra, el hambre y la desesperación, mientras la comunidad internacional mira impasible. El hambre es otra forma de guerra: silenciosa, pero igualmente letal.

Incluso dentro de Israel, sectores del pueblo judío alzan su voz contra la barbarie, gritando: «¡NO EN NUESTRO NOMBRE!». Exigiendo que se ponga fin al genocidio.

La Corte Penal Internacional ya acusó al primer ministro Benjamín Netanyahu de crímenes de guerra y genocidio. Sin embargo, él sigue bombardeando Gaza, intentando exterminar y desplazar al pueblo palestino para apoderarse de su tierra.

La comunidad internacional debe actuar ya:

1.- Exigir el cese inmediato de la guerra.

2.- Promover el diálogo como único camino hacia una paz justa.

3.- Reconstruir Gaza y garantizar dos Estados libres y soberanos.

El genocida Netanyahu debe ser juzgado por la Corte Penal Internacional. Sus crímenes no pueden quedar sin castigo.

La ONU no puede seguir paralizada por el veto de EE.UU. Es urgente convocar a la Asamblea General para frenar la escalada bélica global y poner fin a la guerra. Su responsabilidad es buscar los caminos de la Paz y el derecho de los pueblos a su autodeterminación y soberanía.

Adolfo Pérez Esquivel
Buenos Aires

¿Derrotarán los bombardeos al pueblo palestino?

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

Llama la atención que en Gaza a pesar de la destrucción causada por los bombardeos diarios del ocupante ejército israelí y el genocidio reinante, el pueblo gazatí se levanta diariamente a continuar con su vida, a poner a funcionar lo que quede de los hospitales, a continuar con la vida escolar de niños y niñas, a organizarse para hacer frente al hambre y a las enfermedades. El pueblo de Gaza no se rinde y continúa luchando por vivir.

Esto es así porque la esencia del ser humano es la solidaridad, la ayuda mutua, la colaboración colectiva.

En el libro “Dignos de ser humanos”, el autor Rutger Bregman, cuenta que en la víspera de la II Guerra Mundial, Churchil y los militares británicos esperaban el bombardeo de Londres por las fuerzas de Hitler, asumiendo que ello provocaría el caos, el pánico, que la ciudad sería un pandemonio, que millones de ciudadanos se derrumbarían mentalmente y que el Ejército no daría abasto para controlar a las masas. Todos los militares esperaban ese resultado de los bombardeos. El 7 de setiembre de 1940 Hitler bombardeo Londres con más de 80 mil bombas desapareciendo barrios enteros. ¿Cómo reaccionó la gente después? Los niños seguían jugando, los comercios abrieron, los ciclistas reaparecieron, pubs o cantinas siguieron funcionando. Por supuesto, lo que si había era mucho dolor y mucha rabia y dolor por los familiares y amigos perdidos, pero también mucha solidaridad entre todos, fueran ricos o pobres, de derecha o izquierda. La sociedad británica salió fortalecida en varios aspectos. Hitler y Churchil se equivocaron. La conclusión de un estudio fue: “no hay pruebas de que los bombardeos socaven la moral del pueblo”.

Por supuesto que los británicos devolvieron el golpe. En una sola noche bombardearon Dresde y causaron tantas muertes de hombres, mujeres y niños como en Londres a lo largo de toda la guerra. Más de la mitad de las ciudades de Alemania quedaron destruidas por completo. Churchil prefirió bombardear a la población que a objetivos militares considerando que ello diezmaría la moral de la población. Sin embargo, el comportamiento del pueblo alemán fue semejante al pueblo británico: no hubo histeria colectiva, la solidaridad entre vecinos era extraordinaria, la juventud asistía a los heridos y a los que habían perdido la casa.

Luego de la guerra se hizo un estudio para determinar si los bombardeos era una estrategia apropiada para ganar una guerra. La conclusión fue categórica: los bombardeos civiles habían sido un fiasco.

En Vietnam los Estados Unidos lanzó 3 veces más bombas de las que cayeron en Alemania y el fracaso fue aún más grande.

Hoy es claro que la capacidad de resistencia a los bombardeos civiles es una cualidad humana, que en Gaza y ahora en Líbano se está poniendo en evidencia.

El pueblo palestino está demostrando una resistencia al ocupante increíble, probando que no será derrotado ni borrado del mapa a pesar de la muerte de más de 200.000 hombres, mujeres y niños, que es la cifra aportada recientemente por la revista británica The Lancet.

El pueblo palestino vive bajo bombardeos diarios en una zona encerrada, donde no tienen agua, ni alimentos, ni medicinas, en la peor masacre humana de los últimos tiempos. Y a pesar de ello resiste.

Los bombardeos a civiles por la cúpula militar y política genocida de Israel no derrotarán al pueblo palestino, solo dejan en evidencia el carácter inhumano de una camarilla fanatizada y sedienta de sangre.

David y Goliat

La historieta «David y Goliat» de Olman Bolaños Vargas presenta una alegoría moderna del conflicto entre Israel y Palestina. En esta versión, David es un palestino llamado Dawud que enfrenta a un Goliat representado por un soldado israelí. La narrativa se desarrolla en un escenario de ocupación y destrucción, donde Dawud reclama su derecho a la tierra y a la dignidad.

La trama se centra en el diálogo entre Dawud y el soldado, quien le informa que su barrio ha sido destruido y que debe abandonar la zona. Dawud argumenta que los palestinos han sido despojados de sus tierras y que él no tiene a dónde ir. El soldado insiste en que la tierra pertenece a Israel, respaldado por la interpretación de las Escrituras judías.

Dawud, sin embargo, señala que tanto árabes como judíos son semitas y comparten raíces culturales y religiosas. La historieta resalta las contradicciones y la hipocresía del soldado, quien usa la religión para justificar la ocupación y la violencia, mientras Dawud invoca los mismos textos para defender la justicia y la paz.

El conflicto se intensifica cuando Dawud menciona la Shoá (Holocausto) y cómo los palestinos también enfrentan un genocidio a manos de los sionistas. La narrativa destaca el sufrimiento de los palestinos, con estadísticas sobre las muertes y destrucción causadas por la invasión israelí.

Finalmente, Dawud reafirma su determinación de reconstruir su hogar y su vida, simbolizando la resistencia palestina. La historieta concluye con un mensaje sobre la dignidad humana, la valentía y la lucha por la justicia, más allá de la violencia y la opresión. La historieta es una poderosa crítica a la ocupación israelí y un llamado a la resistencia pacífica y la dignidad del pueblo palestino.

Según datos de Las Naciones Unidas, a menos de un año de la invasión militar Israelí a la Franja de Gaza han sido asesinadas más de 30 mil personas palestinas, la gran mayoría civiles: alrededor de 15.000 niñas y niños y 10.000 mujeres. A estos datos se suman más de 85 mil personas heridas y se calculan unas 10.000 desaparecidas bajo los escombros de edificios. También han sido asesinadas alrededor de 300 personas entre periodistas y voluntarias de ayuda humanitaria. El ejército israelí ha sufrido unas 1.200 bajas. El genocidio de Gaza es parte del proceso de colonización realizado por los grupos sionistas que viene desde el siglo XX y se ha convertido en asedio constante hasta el día de hoy.

Compartido con SURCOS por Alberto Rojas.

El fémur cicatrizado

Oscar Madrigal

Hay una anécdota, dicen que muy conocida, de la antropóloga estadounidense Margaret Mead, cuando en una conferencia un estudiante le preguntó cuál era el primer signo que evidenciaría el inicio del proceso civilizatorio del animal humano, y la audiencia esperaba una respuesta relacionada con la primera piedra tallada o la primera lanza o el dominio del fuego, ella contestó: “El fémur que alguien se rompió y que luego apareció cicatrizado”.

Muchas cosas se pueden deducir de esa respuesta: la solidaridad, la compasión, el acompañamiento, la colectividad… El fémur roto hubiera significado la muerte, si no es que algunos renunciaron a sus labores habituales para cuidarlo, alimentarlo y otros tuvieron que sustituirlos en la colectividad, lo cual ya solo fue posible por la colaboración, la ayuda, la ternura y la fraternidad y el compañerismo del grupo.

Esa bondad y cariño, ¿lo ha perdido esta civilización? En general, creo que no. Eso es lo que nos hizo realmente humanos.

Sin embargo, cuando se analizan los diversos conflictos a lo largo de la historia y, principalmente en la actualidad, cuando deberíamos ser más civilizados, la respuesta no es tan clara.

Los conflictos actuales ahí están, en primer lugar, los de Gaza y Ucrania, pero también tenemos al frente de nuestra puerta a Haití que se desangra diariamente, así como muchos otros.

Sin embargo, sobresale por encima de todos ellos, el genocidio de Gaza, el asesinato inmisericorde del pueblo palestino, especialmente de mujeres y niños, muchos de ellos muertos por hambre, ante la mirada impotente y desesperada del mundo.

Y no se diga que reclamar el alto al fuego, el cese del genocidio y la masacre es una posición antisemita o contra los judíos. Esta excusa en la cual se ha parapetado con especial virulencia el gobierno ultraderechista y corrupto de Netanyahu ya es imposible de sostener porque incluso líderes judíos del mundo expresan su oposición a la política del corrupto gobierno de Israel.

“El líder de la mayoría demócrata en el Senado de EEUU, Chuck Schumer —el legislador de mayor rango de religión judía— ha lanzado este jueves fuertes críticas contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al que ha acusado de ser un “obstáculo para la paz” en Oriente Próximo”, como lo han dicho las noticias.

La reivindicación de un alto al fuego, de la paz en Gaza y el reconocimiento de los derechos de los palestinos, no es un asunto de los antisemitas, ni de anti-judaísmo, ni de religión; es un asunto de humanidad, de solidaridad, de volver a los huesos cicatrizados.

La solidaridad con Gaza no es tampoco un asunto de la izquierda internacional. Desde artistas como Susan Sarandon, el secretario general de la ONU, el presidente de España y hasta los judíos ortodoxos se oponen a un genocidio que se trasmite todos los días por la televisión.

La actual candidata a la presidencia de México y muy probablemente posible presidenta en sustitución de AMLO, Claudia Sheinbaum, es de origen judío. Y es de izquierda y de un partido izquierdista.

Pero el hecho es que el Estado de Israel ha venido asumiendo posiciones cada vez más de ultraderecha, hasta convertirse en un Estado dominado por las fuerzas militares. Su carácter democrático cada vez viene a menos, para convertirse en un estado supremacista racial, etnonacionalista, practicante del apartheid, conculcador de la independencia judicial, exportador de armas y aparatos de seguridad y cercenador de la libertad de prensa. Este no es el Estado de Israel que todos queremos ni ejemplo para el mundo.

“En una encuesta de 2021 un cuarto de los judíos de Estados Unidos respondió que Israel era un Estado de apartheid. Incluso el editor de Haaretz, el periódico más progresista, además de, por supuesto, sionista, lo admite. “El producto del sionismo, el Estado de Israel, no es un Estado judío democrático, sino que simple y llanamente se ha convertido en un Estado de apartheid. Se pueden decir muchas cosas al respecto, pero no se puede decir que Israel está llevando a cabo el sionismo como un Estado judío democrático”, escribió Amos Schocken en 2021”.

“La reivindicación de que Israel es una democracia floreciente en el corazón de Oriente Próximo está rebatida por los hechos. Todos los medios de comunicación de Israel, junto con editores y autores, deben enviar las historias relacionadas con asuntos exteriores y seguridad al censor jefe militar de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) antes de su publicación. Es una regulación arcaica que comenzó poco después del nacimiento de Israel. El censor tiene la potestad de bloquear por completo la historia o de redactarla parcialmente”. (Citas del libro “El laboratorio Palestino” del escritor judío Anthony Loewenstein).

De lo dicho resulta claro que Israel no puede seguir por el camino de la ultraderecha violatoria de los derechos humanos y que el Humanismo que dio forma a la civilización humana, debe retornar y formar parte de la política mundial.

Manifestación a favor del pueblo palestino, en Países Bajos

Fue realizada una manifestación a favor del pueblo palestino por parte del grupo Trabajadores por Palestina, la cual sucedió en la Estación Central de la Haya en Países Bajos, Europa.

Transcripción de las declaraciones durante la manifestación:

Queridos viajeros

Lamentamos informarle que está involucrado en genocidio.

El gobierno holandés está utilizando su voz y el dinero de sus contribuyentes para brindar apoyo político, financiero y militar a Israel en su campaña para destruir Gaza y su pueblo.

Los Países Bajos se han negado a exigir un alto el fuego.

Su gobierno holandés está haciendo todo lo posible para proteger a Israel de las sanciones de las Naciones Unidas.

También el Parlamento holandés opta por defender el genocidio.

Una mayoría del parlamento votó a favor de ignorar la decisión de la Corte Internacional de Justicia en el caso de Sudáfrica contra Israel por su genocidio.

Los Países Bajos también suministran a Israel piezas de repuesto para los bombarderos F35 que se utilizan para bombardear Gaza y sus civiles.

Su primer ministro holandés dijo a puerta cerrada:

«¿Qué podemos decir para que parezca que Israel no está cometiendo crímenes de guerra?»

Es hora de afrontar la realidad: Holanda está una vez más en el lado equivocado de la historia.

¡Es hora de hablar!

¡Muestre coraje! ¡No abandonéis Gaza!

Una nueva guerra de EUA a 20 años del genocidio occidental en Irak

Comunicado

Coincidiendo con el fin de semana del vigésimo aniversario de la criminal invasión estadounidense de Irak, se llevará a cabo una importante serie de acciones. EN COSTA RICA REALIZAREMOS UN MITIN este sábado 18 de marzo a las 11:00 pm en el Parque Central de San José, exigiendo «Paz en Ucrania: diga NO a las interminables guerras estadounidenses» y “Financiar las necesidades de las personas, no la máquina de guerra”. No a las sanciones contra cualquier país por parte de EEUU y Europa, No al Apartheid contra el pueblo palestino. Simultáneamente habrá una manifestación frente a la Casa Blanca en Washington, DC también el sábado 18 de marzo convocada por la COALICION CONTRA LA GUERRA:(https://www.answercoalition.org)

La administración Biden está decidida a intensificar la guerra de Ucrania. El objetivo real del armamento y entrenamiento masivo de las fuerzas ucranianas no tiene nada que ver con los intereses de los pueblos ucraniano, ruso o estadounidense. El objetivo, en cambio, es “debilitar a Rusia”, como afirmó el propio Secretario de Defensa de los EE. UU., incluso a riesgo de una guerra nuclear catastrófica que podría acabar con la vida en la Tierra. Un general estadounidense al mando de 50.000 soldados en el Pacífico también envió una carta a sus subcomandantes en los últimos días informándoles que cree que Estados Unidos estará en guerra con China dentro de dos años. ¡El peligro de una guerra global está creciendo! ¡El pueblo debe actuar!

Los pueblos del mundo declararon su repudio categórico a la invasión de la maquinaria militar genocida de EE.UU., al territorio de Irak, en 2003. …. condenamos la política belicista, de pillaje y terror, encarnada en la estrategia militar del llamado «occidente colectivo», establecida para imperar como una tiranía global y polo absolutista de coloniaje, según la inventada doctrina de un poder excepcional dado por la providencia; y así encadenar al mundo entero a la esclavitud.

Exigimos el fin de las políticas agresivas, hostiles, racistas, xenofóbicas, de incitación al nazi fascismo contemporáneo, que pone en peligro la seguridad internacional, nos acerca a una hecatombe termonuclear e intenta aniquilar la vertiente histórica de cambio de época. Que obstaculiza el salto histórico a un mundo de fraternidad humana, sustentado en relaciones sociales de cooperación, solidaridad e igualdad, que propicie al fin una perspectiva de paz y prosperidad colectiva sustentable y multinacional.

Durante el último año, el régimen de apartheid israelí ha intensificado su sistema de segregación, fragmentación y control para mantener su sistema de opresión y dominación colonial sobre las vidas y las tierras palestinas. Hemos observado un número devastador de asesinatos de personas palestinas a manos de las fuerzas de ocupación israelíes, entre ellos más de 30 menores de edad, así como ejecuciones extrajudiciales selectivas, como la de la renombrada periodista Shireen Abu Akleh. La política israelí de limpieza étnica se ha profundizado junto con los traslados forzosos y los actos de violencia aleatorios cometidos por colonos ilegales protegidos por las fuerzas de ocupación.

La resistencia popular continúa con la firmeza que caracteriza la vida palestina y con la fuerza y la determinación necesarias para proseguir la lucha, desde Masafer Yatta hasta Yenín y Gaza, desde Sheikh Jarrah hasta Yafa y Al-Naqab e incluso en el exilio.

Apoyar la lucha palestina nos permite reflexionar sobre la discriminación y las formas de injusticia a las que tienen que hacer frente nuestras propias comunidades y sociedades. Al mismo tiempo, aumenta nuestra determinación de luchar por un mundo justo: sin racismo, sin muros coloniales y sin impunidad empresarial.

Paz en Ucrania – ¡Negociaciones, no escalada!

Abolir la OTAN: poner fin al militarismo y las sanciones de EE. UU. a Rusia, Bielorrusia, Siria, Cuba, Zimbawe, Venezuela, Etiopía, Eritrea, Irán y muchas otras naciones

¡Financia las necesidades de la gente, no la máquina de guerra!

¡No a la guerra con China!

¡Terminen con la ayuda estadounidense al apartheid racista de Israel!

¡Lucha contra el racismo y la intolerancia en casa, no en otros pueblos!

¡Manos fuera de Haití!

¡Acaben con AFRICOM!

Liberar a todos los presos políticos: Mumia Abu-Jamal, Julian Assange, Leonard Peltier y muchos otros.

Invitan: Red de Solidaridad con Palestina CR/ Círculo Bolivariano Yamileth López/ Código Rosado CR/ Asociación Costarricense de Derechos Humanos CR ACODEUH, Juventud Vanguardista Costarricense JVC, Partido Obrero Socialista POSCR

Red de Solidaridad con Palestina de Costa Rica invita a conmemorar Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino

La Red de Solidaridad con Palestina de Costa Rica extiende la invitación para conmemorar el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino el próximo 28 de noviembre de 2020 a las 10:00 am frente al edificio Central de Correos de Costa Rica en San José. 

Para la conmemoración se llevará a cabo un acto de colocación de ofrendas florales ante la estatua de Juan Rafael Mora Porras.