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¿Derrotarán los bombardeos al pueblo palestino?

Óscar Madrigal

Oscar Madrigal

Llama la atención que en Gaza a pesar de la destrucción causada por los bombardeos diarios del ocupante ejército israelí y el genocidio reinante, el pueblo gazatí se levanta diariamente a continuar con su vida, a poner a funcionar lo que quede de los hospitales, a continuar con la vida escolar de niños y niñas, a organizarse para hacer frente al hambre y a las enfermedades. El pueblo de Gaza no se rinde y continúa luchando por vivir.

Esto es así porque la esencia del ser humano es la solidaridad, la ayuda mutua, la colaboración colectiva.

En el libro “Dignos de ser humanos”, el autor Rutger Bregman, cuenta que en la víspera de la II Guerra Mundial, Churchil y los militares británicos esperaban el bombardeo de Londres por las fuerzas de Hitler, asumiendo que ello provocaría el caos, el pánico, que la ciudad sería un pandemonio, que millones de ciudadanos se derrumbarían mentalmente y que el Ejército no daría abasto para controlar a las masas. Todos los militares esperaban ese resultado de los bombardeos. El 7 de setiembre de 1940 Hitler bombardeo Londres con más de 80 mil bombas desapareciendo barrios enteros. ¿Cómo reaccionó la gente después? Los niños seguían jugando, los comercios abrieron, los ciclistas reaparecieron, pubs o cantinas siguieron funcionando. Por supuesto, lo que si había era mucho dolor y mucha rabia y dolor por los familiares y amigos perdidos, pero también mucha solidaridad entre todos, fueran ricos o pobres, de derecha o izquierda. La sociedad británica salió fortalecida en varios aspectos. Hitler y Churchil se equivocaron. La conclusión de un estudio fue: “no hay pruebas de que los bombardeos socaven la moral del pueblo”.

Por supuesto que los británicos devolvieron el golpe. En una sola noche bombardearon Dresde y causaron tantas muertes de hombres, mujeres y niños como en Londres a lo largo de toda la guerra. Más de la mitad de las ciudades de Alemania quedaron destruidas por completo. Churchil prefirió bombardear a la población que a objetivos militares considerando que ello diezmaría la moral de la población. Sin embargo, el comportamiento del pueblo alemán fue semejante al pueblo británico: no hubo histeria colectiva, la solidaridad entre vecinos era extraordinaria, la juventud asistía a los heridos y a los que habían perdido la casa.

Luego de la guerra se hizo un estudio para determinar si los bombardeos era una estrategia apropiada para ganar una guerra. La conclusión fue categórica: los bombardeos civiles habían sido un fiasco.

En Vietnam los Estados Unidos lanzó 3 veces más bombas de las que cayeron en Alemania y el fracaso fue aún más grande.

Hoy es claro que la capacidad de resistencia a los bombardeos civiles es una cualidad humana, que en Gaza y ahora en Líbano se está poniendo en evidencia.

El pueblo palestino está demostrando una resistencia al ocupante increíble, probando que no será derrotado ni borrado del mapa a pesar de la muerte de más de 200.000 hombres, mujeres y niños, que es la cifra aportada recientemente por la revista británica The Lancet.

El pueblo palestino vive bajo bombardeos diarios en una zona encerrada, donde no tienen agua, ni alimentos, ni medicinas, en la peor masacre humana de los últimos tiempos. Y a pesar de ello resiste.

Los bombardeos a civiles por la cúpula militar y política genocida de Israel no derrotarán al pueblo palestino, solo dejan en evidencia el carácter inhumano de una camarilla fanatizada y sedienta de sangre.

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