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Etiqueta: pueblos originarios

Presente vivo, memoria que lucha: conmemoramos a Pablo Presbere y Antonio Saldaña

Observatorio de Bienes Comunes, UCR

Esta nota fue elaborada por el Colectivo Antonio Saldaña, como parte de los esfuerzos por mantener viva la memoria, el legado y las luchas de nuestros líderes y lideresas ancestrales.
Porque resistir también es recordar, escribir y compartir desde nuestras voces.

Hoy, 4 de julio, conmemoramos el Día de Pablu Presbere, símbolo de resistencia y dignidad de los pueblos originarios.

“Para el pueblo bribri, no es un aniversario lo que celebramos. Es nuestra forma de vivir. Es memoria en acción, cada día, cada río, cada palabra que guardamos.”

En el corazón del territorio, seguimos caminando con el legado de nuestros grandes líderes: Pablo Presbere y Antonio Saldaña, quienes hasta hoy, siguen retumbando como símbolo de resistencia y compromiso con la vida. No los recordamos sólo por lo que hicieron, sino por lo que somos gracias a ellos.

Para muchos de nosotros, este territorio sigue siendo un paraíso natural. Vivimos dentro de un tesoro que heredamos y cuidamos porque nuestros ancestros lucharon por él. Ese legado no está en los libros, ni en papeles; está en la montaña, en los ríos, en la medicina, en las casas, en la comida, en el idioma… en todo lo que es nuestro y que aún respiramos.

Conmemoramos a Pablo Presbere no como una fecha aislada, sino como un acto continuo de resistencia y amor. Su lucha permitió que las generaciones actuales vivamos con más dignidad, con menos miedo y con más raíz.

No es fácil explicarlo, porque no es una historia que se dice: es un sentimiento que se vive todos los días. Porque para nosotros, no basta con predicar; lo que importa es accionar. Y accionar es cuidar la memoria, guardar la cultura, proteger el idioma, fortalecer los clanes, y mantener viva la esencia bribri.

Por eso existe el Colectivo Antonio Saldaña: como un espacio para seguir tejiendo esa memoria viva. Desde nuestros territorios, acompañamos procesos comunitarios, fortalecemos el conocimiento ancestral y defendemos la dignidad del pueblo bribri frente a las amenazas del olvido, la discriminación y la imposición cultural. Nuestra labor no es académica ni institucional: es espiritual, política y comunitaria. Nos mueve el compromiso con nuestras raíces y con las generaciones que vienen.

A través de encuentros, caminatas, reflexiones colectivas y acciones de defensa territorial, el colectivo busca mantener encendida la llama de lo que somos. Cada actividad es un acto de resistencia. Cada palabra en bribri, cada historia recuperada, cada joven que decide caminar con orgullo su identidad, es parte de esa lucha. No trabajamos solos: caminamos con los mayores, con las mujeres sabias, con los niños y niñas, con quienes sueñan un territorio libre y pleno. Porque la memoria no se hereda por sangre, sino por acción colectiva.

El legado de lucha no se hereda en papeles, sino en actos

El sistema que nos rodea ha tratado de borrar este legado. Nos dicen que el idioma bribri no sirve para encontrar trabajo, que nuestras medicinas no tienen valor, que nuestras formas de vida son atraso. Nos enseñan a olvidar. Pero nosotros sabemos que no es casualidad: es parte de un sistema que busca nuestra desaparición cultural.

Hoy, no hay balas ni cadenas como en el pasado, pero hay una muerte lenta: al idioma, a la identidad, a la medicina, a la educación propia. Lo sentimos cuando a las personas jóvenes les cuesta mantener el idioma. Cuando se nos dice que el buen vivir bribri, ya no sirve. Cuando se nos empuja a abandonar nuestras formas de conocimiento por otras impuestas.

Resistencia cotidiana, memoria para cuatro generaciones

En la tradición bribri, existe una norma profunda: cada generación tiene el deber de guardar, cuidar y conservar para su cuarta generación. Lo que hoy hacemos no es para nosotros, es para quienes vendrán. Nuestros abuelos lo hicieron por nosotros. Hoy, nos toca a nosotros hacerlo también.

Por eso, seguimos luchando. Contra el olvido. Contra las empresas. Contra instituciones públicas que no reconocen nuestra existencia. Seguimos luchando para que nuestras raíces no se corten.

Celebramos porque vivimos

El día de Pablo Presbere no es una efeméride más. Es una reafirmación de vida. Un acto político y espiritual. Es recordar que no somos un pueblo vencido. Que seguimos aquí, sembrando memoria, cuidando el territorio, hablando nuestro idioma, resistiendo con dignidad.

Gracias a quienes acompañan esta lucha. Gracias a quienes nos ayudan a escribir, a quienes escuchan. Este camino no es fácil, pero está lleno de sentido. Y como decimos entre nosotros:

“No tenemos todo escrito, pero  lo guardamos en la memoria.”

Educación sin memoria propia: ¿cuál historia estamos enseñando?

Hablar del legado de Pablo Presbere y Antonio Saldaña no es sólo recordar el pasado: es exigir que su historia sea contada desde nuestra propia voz, desde la cosmovisión bribri y no como una «versión alternativa» dentro de los márgenes del sistema educativo nacional.

Cuando el Ministerio de Educación Pública (MEP) reduce nuestras memorias a un párrafo en los libros o las convierte en un relato exótico dentro de un temario oficial, lo que está haciendo es reproducir el colonialismo epistemológico. No se trata solo de lo que se dice, sino de quién lo dice y desde dónde se dice.

La historia de Pablo Presbere, por ejemplo, suele contarse desde una visión nacionalista y oficialista, donde se le reconoce como un “líder indígena rebelde”, pero sin profundizar en su rol como defensor del territorio, la espiritualidad bribri y el derecho a la autodeterminación. Es una historia despolitizada, neutralizada, vaciada de su raíz.

Esto fortalece formas sutiles (y no tan sutiles) de racismo y colonialismo, porque le dice a la niñez y juventud indígena que su forma de ver el mundo no tiene lugar en la escuela.

Que su idioma, sus luchas y sus memorias no son ciencia ni historia, sino «cultura», algo menor, anecdótico.

El resultado es una fractura profunda entre el conocimiento escolar y el conocimiento comunitario, entre la historia enseñada y la historia vivida. Esa ruptura alimenta el desarraigo, el olvido y, en última instancia, la desaparición de formas de vida que han sostenido estos territorios por siglos.

Por eso, no basta con nombrar a Pablo Presbere en el currículo escolar. Lo urgente es transformar la educación pública para que reconozca y respete las memorias desde dentro, no como añadidos, sino como parte del corazón mismo de lo que entendemos por conocimiento, historia y dignidad.

La memoria no es un favor. Es un derecho. Y su negación es otra forma de violencia colonial.

¿Quién fue Antonio Saldaña?

Antonio Saldaña fue el último rey del pueblo indígena de Talamanca, una figura de liderazgo comparable a un guía o autoridad ancestral en su comunidad. Su papel fue crucial en la defensa de la cultura, las tierras y los derechos de su pueblo frente a la expansión de intereses externos, especialmente de compañías bananeras.

Según la historia, Saldaña fue asesinado en 1910 en circunstancias no completamente esclarecidas. Se dice que fue envenenado durante una actividad social, en un acto de traición impulsado por quienes veían en su resistencia una amenaza a sus intereses económicos.

Su muerte representó un duro golpe para la lucha indígena, pero su legado sigue vivo como símbolo de resistencia y dignidad para los pueblos originarios de la región.

Comunidad Boruca despide al líder comunitario Hugo Dennis Fernández

Con mucho pesar, el día 1 de julio se dio la noticia del fallecimiento de Hugo Dennis Fernández González. De parte del Programa de Gestión Local de la UNED y de parte del equipo de SURCOS expresamos las más sinceras condolencias a su familia y a toda la comunidad Boruca.

Hugo fue un líder comunitario y egresado del Técnico en Gestión Local de la UNED. Él deja un legado invaluable en la lucha de los pueblos originarios. Como una muestra de la huella que dejó Hugo con su trabajo, hoy la comunidad de Boruca se reunió en un acto emotivo para despedirlo.

Foto: UNED

Día de la Persona Indígena Costarricense

Publicación de la UNED

Los pueblos originarios han sido guardianes del conocimiento ancestral, la biodiversidad y la identidad cultural costarricense. En esta fecha, se reconoce su legado, sus luchas y sus aportes al desarrollo del país.

Promover el respeto, la inclusión y el acceso a la educación para las comunidades indígenas es una tarea fundamental para una sociedad equitativa. El reconocimiento de sus saberes y tradiciones fortalece la construcción de un futuro más justo y diverso.

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Racismo y manifestaciones discriminatorias hacia pueblos indígenas y otras poblaciones étnico-culturales en Costa Rica

El artículo académico que le invitamos a leer es una publicación de la revista Espiga, publicada por la UNED, y escrito por Vania Solano-Laclé, Fernanda Alvarado-Leitón y María Fernanda Obando-Sánchez.

Este artículo tiene como objetivo describir las manifestaciones discriminatorias hacia pueblos indígenas y otras poblaciones étnico-culturales en Costa Rica. Para ello se analizaron los datos provenientes de la Encuesta Actualidades  2022. Los resultados evidencian una percepción de maltrato, con mayor frecuencia hacia personas indígenas, nicaragüenses y afrodescendientes. Se constata que las personas, según su autoidentificación étnico-cultural, perciben situaciones de discriminación hacia sí mismos y hacia sus familiares por su fenotipo, procedencia e identidad cultural, idioma, condición socioeconómica y género. El artículo corrobora que pertenecer a un grupo étnico-cultural minoritario en Costa Rica constituye un factor de vulnerabilidad para ser discriminado y muestra asociaciones entre condiciones fenotípicas (rasgos faciales y color de piel) de los grupos y condiciones de exclusión económica  y  educativa.  Los  hallazgos  resaltan  la  necesidad  de  incluir  la autoidentificación étnico-cultural en las investigaciones sociales, en general, y en las encuestas, en particular.

Le invitamos a informarse con este artículo acerca de estas problemáticas discriminatorias que afectan a los pueblos indígenas. 

Compartimos el enlace:

https://revistas.uned.ac.cr/index.php/espiga/article/view/5583/7957

UCR. La autoevaluación de carreras universitarias debe incluir la interculturalidad

Gira a Talamanca en proceso de Consurso a Carrera UCR.

Autoevaluación de carreras universitarias y la Declaratoria 2024 de CONARE sobre de las Universidades Públicas y los Pueblos Originarios

El avance en los procesos de autoevaluación de la calidad de las carreras universitarias en el sistema de educación superior público de Costa Rica ha sido significativo. Sin embargo, en este contexto de progreso, aún persiste una deuda crucial: la integración explícita de la interculturalidad en las revisiones o autoevaluaciones que realizan las carreras. Este llamado a la reflexión sobre el tema se enmarca en la declaración del 2024 como el Año de las Universidades Públicas con los Pueblos Originarios, un acuerdo impulsado por el Consejo Nacional de Rectores (CONARE).

Esta declaratoria, que subraya la relevancia de fortalecer los lazos entre las universidades públicas, las comunidades indígenas y otros grupos vulnerables, invita también a una profunda revisión de los mecanismos de autoevaluación y acreditación de las carreras universitarias. En un sistema que valora la mejora continua y el sello de calidad que otorgan las agencias por medio de las acreditaciones de carreras, la interculturalidad debe ocupar un lugar preponderante dentro de los criterios y estándares de evaluación. No se trata solo de una cuestión técnica, sino de fomentar un verdadero diálogo y aprendizaje mutuo entre culturas en el entorno universitario para, como bien se apunta en el texto de CONARE, “… procurar cerrar las brechas en el acceso, uso y apropiación de recursos tecnológicos y en general del derecho a la educación”.

Una inclusión incompleta

En la actualidad, los procesos de autoevaluación valoran aspectos como la diversidad curricular, entendida esta como la inclusión de una variedad de contenidos, enfoques, metodologías y actividades dentro de los planes de estudio; así como el apoyo a estudiantes provenientes de diferentes contextos culturales. Sin embargo, la interculturalidad aún no se aborda de manera explícita como parte de un criterio específico. Esto plantea una oportunidad para las universidades, especialmente aquellas carreras que ya han logrado una acreditación, de ir más allá de los requisitos actuales y comprometerse con una mejora constante en la creación de espacios inclusivos y culturalmente respetuosos y, en el fomento de diseños curriculares que integren conocimientos, lenguas y prácticas de los pueblos originarios.

La pregunta que surge entonces es: ¿qué falta para incluir la interculturalidad en los procesos de autoevaluación y acreditación de carreras? La respuesta reside en la necesidad de una visión más amplia e inclusiva de estos procesos. Aunque los manuales de las agencias acreditadoras de la mayoría de las carreras acreditadas de la Universidad de Costa Rica no mencionan la interculturalidad como un criterio central, los principios de diversidad, inclusión y responsabilidad social sí están presentes en las reflexiones curriculares que emprenden las carreras para el diseño y actualización de sus planes de estudios. Estos valores brindan una oportunidad única para que, por ejemplo, las carreras universitarias incluyan competencias interculturales en el perfil de la persona egresada y, consecuentemente, en sus actividades de formación académica.

Además de la revisión de los perfiles de egreso, las universidades deben asumir un papel proactivo en su responsabilidad social y en la evaluación de estos aspectos. Por ejemplo, analizar el estado de la vinculación con las comunidades indígenas y otros grupos vulnerables, a través de los proyectos de acción social, es una vía necesaria para generar un impacto positivo en estos sectores marginados. Análisis de la suficiencia de los programas de becas, del apoyo financiero que se otorga a estas poblaciones y conocer la percepción del personal académico y administrativo sobre la diversidad cultural, deben ser pilares fundamentales en estos procesos de autoevaluación de la calidad.

En este sentido, la Universidad de Costa Rica y las demás instituciones públicas de educación superior tienen la responsabilidad de facilitar el acceso de estudiantes de pueblos originarios a la educación superior, garantizando no solo su ingreso, sino también su permanencia y éxito académico en un ambiente que valore y respete su identidad cultural. El reconocimiento de los saberes, lenguas y prácticas de los pueblos originarios en los currículos es clave para avanzar hacia una verdadera inclusión.

Aunque la interculturalidad no se posiciona hoy como un criterio central en los procesos de autoevaluación y acreditación, hay un espacio creciente para que las carreras la integren, como un eje orientador, en sus planes o proyectos de mejoramiento continuo. Además, las carreras universitarias, al atender poblaciones culturalmente diversas, pueden resaltar estas iniciativas dentro de sus misiones y visiones institucionales, reforzando su compromiso con la equidad.

En conclusión, la inclusión explícita de la interculturalidad en los procesos de autoevaluación y acreditación de carreras no solo elevaría la calidad educativa, sino que también fomentaría la formación de estudiantes capaces de convivir en un mundo cada vez más diverso. Este es un desafío que deben asumir con responsabilidad y urgencia tanto las universidades públicas de Costa Rica como las agencias acreditadoras. Es esencial seguir desarrollando entornos educativos que respeten y valoren la diversidad, asegurando que estos aspectos sean evaluables y formen parte del concepto de calidad. De este modo, se integrarán en el proceso de mejora continua de las carreras universitarias.

Mag. Elsiana Guido
Asesora académica Centro de Evaluación Académica, UCR

Territorios tribales amenazados por gavilanes de tierras

Por Bernardo Archer Moore

Durante los últimos cincuenta años, el estado costarricense ha participado en el despojo de propiedades de la población afrocostarricense en diversas partes del país, especialmente en las zonas costeras.

Estas injusticias se han perpetrado a través de la reclamación ilegal y silenciosa de derechos de propiedad sobre sus tierras, gestionada por el ITCO/IDA, ahora INDER. En años recientes, se ha implementado un Sistema de Información de Registro de Propiedades (SIRI) que excluye la mayoría de los títulos de propiedad registrados durante la primera mitad del siglo.

A pesar de ser un delito, la apropiación indebida de tierras ajenas – antes por helicópteros y ahora por internet – es uno de los mayores problemas en los territorios tribales afro-costarricenses. Se ha convertido en un crimen organizado destinado a empobrecer a los pueblos tribales costeros.

Entre las diversas formas de depredadores, en cuanto a color, plumaje y tamaño, el peor es el ser humano de tu propia comunidad, que actúa como un peón para identificar propiedades privadas que no están registradas en el SIRI, ocuparlas ilegalmente mientras sus cómplices tramitan información falsa para legitimar el robo de la propiedad.

Por lo tanto, la delimitación de los pueblos tribales del caribe costarricense debe comenzar con el estado devolviendo las miles de hectáreas que ha confiscado y que aún están en manos del INDER.

Además, las tierras que han sido designadas como parques nacionales, refugios de vida silvestre, humedales y reservas similares deben seguir formando parte del territorio tribal, manteniendo la misma rigurosa protección ambiental. Sin embargo, deben ser administradas por el respectivo pueblo tribal, quien debe tener pleno acceso y disfrute económico de esos recursos para contribuir a la protección del medio ambiente y desarrollo socio-económico del pueblo.

A propósito de este asunto de territorio ancestral, No nos engañemos, somos descendientes de agricultores y pescadores que vivían en la costa pero cultivaban en la montaña por lo que esa era su extensión territorial.

Así que ni se les ocurra intentar defraudarnos, porque nuestros límites territoriales ya los definieron nuestros antepasados y lo conocemos.

Presentación del voto de censura al Tribunal Penal de Pérez Zeledón por absolución al asesino confeso de Jerhy Rivera

Este viernes 18 de octubre del 2024, se llevó a cabo una conferencia de prensa para divulgar un comunicado de un voto de censura que realizaron más de 900 personas y organizaciones defensoras de los derechos humanos a nivel internacional, para denunciar la absolución del asesino confeso Juan Eduardo Varela, por el Tribunal de Pérez Zeledón. 

En la lectura de este comunicado, se contó con la participación de la diputada Rocío Alfaro Molina, al igual que Fanny Reyes Ortíz, indígena Terraba; Zeidy Brugal Rodríguez, indígena Ngobe; y María Trejos Montero, del colectivo de apoyo a doña Digna Rivera, madre de Jerhy Rivera. 

Rocío Alfaro recalcó la preocupación de la fracción Frente Amplio, por un asunto que trasciende a solo un trámite judicial, y expresó su apoyo al movimiento, para que se pueda difundir, y salga a la luz.

María Trejos Montero, leyó el comunicado, en el cual se resalta la intención de los jueces de enmarcar la situación como una lucha interna entre etnias indígenas que no se ponen de acuerdo, y la inacción de estos a mantener derechos constitucionales de tierra, al mismo tiempo que mantienen la impunidad del confeso asesino.

Fanny Reyes Ortiz, integrante de la Red de Mujeres Rurales, comenta la importancia de recordar el poder hegemónico del Estado, cuya historia colonial y racista se ve plasmada en esta absolución. También, resalta el ambiente de violencia, y la complicidad entre la Fuerza Pública, y los finqueros alrededor de los territorios indígenas. Incendios provocados, amenazas sexuales a mujeres recuperadoras, disparos al aire; nada de esto ha sido castigado, en una escalada de violencia real y visible para un Estado que no hace efectiva la protección que promete a los pueblos originarios. El peligroso precedente que impone la absolución de Juan Eduardo Varela, es que se puede asesinar a un indígena de manera libre de consecuencias.

Es sumamente preocupante que los jueces no entiendan el contexto de la reivindicación de los indígenas y su derecho a la tierra, en Terraba hay una ocupación del más del 80%, si no se defienden, se perdería su cultura.

Zeidy Brugal Rodríguez resalta la lucha de la aprobación de la Ley de Autonomía Indígena, en donde sacaron arrastrados de las salas de la Asamblea Legislativa a sus compañeros indígenas, haciendo que llevaran esta lucha a lo interno, en los territorios indígenas, aplicando la autonomía y defendiendo su tierra, educación, salud, sus derechos. Al defender su buen vivir, se les trata como criminales, al protegerse ante talas ilegales, al defenderse en contra de la contaminación, el acoso a las compañeras indígenas, se les enmarca como violentos. Pero realmente, dice Zeidy, ¿quiénes son los violentos? ¿quienes se quieren lavar las manos? ¿Cómo es posible, que Costa Rica, un modelo de democracia a nivel internacional, permita que su sistema judicial deje impune estas situaciones?

Le invitamos a ver la conferencia de prensa con estas mujeres luchadoras y mantenerse al día, no dejar que esta situación se mantenga solamente en círculos de derechos humanos.

¡No más impunidad a los asesinatos! ¡Repudio al racismo! 

¡Justicia para Jerhy Rivera!

Justicia para Jehry Rivera y los pueblos originarios

En el marco de la semana de solidaridad y denuncia, se organizan diversas actividades en protesta por la absolución de Juan Eduardo Varela, asesino confeso del líder indígena Bröran de Térraba, Jerhy Rivera. La decisión fue tomada por el Tribunal Penal de Pérez Zeledón, generando indignación y movilización en apoyo a los derechos de los pueblos originarios y en busca de justicia.

Las actividades programadas son las siguientes:

  • Jueves 17 de octubre: Cine Foro «La Lucha Indígena» con la proyección de la película La Princesa Mononoke , a las 5:00 pm en la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Costa Rica.
  • Viernes 18 de octubre:
    • Plantón a las 9:00 am frente a la Sala 1 de la Corte Suprema de Justicia, para entregar un voto de censura a la magistrada Damaris María Vargas.
    • Conferencia de prensa a las 10:30 am en la Asamblea Legislativa, Piso 3, Sala de conferencias, donde se presentará el voto de censura avalado por más de 600 organizaciones y activistas de derechos humanos a nivel nacional e internacional.
  • Sábado 19 de octubre: Actividad en Térraba, cuyo objetivo es seguir visibilizando la lucha por la justicia y los derechos de los pueblos indígenas.

Las acciones son impulsadas por el Colectivo de Apoyo a doña Digna junto con estudiantes universitarios, quienes exigen una respuesta clara y justa por parte del sistema judicial. Se invita a quienes deseen participar a inscribirse al WhatsApp 84 32 65 03, indicando su nombre completo y cédula, antes del jueves 17 de octubre al mediodía.

Subcomisión de CONARE conmemora año de las Universidades Públicas para los Pueblos Originarios

Algunas de las personas participantes del Encuentro.

José Antonio Mora Calderón, Kioscos Socioambientales y Sede de Occidente UCR, coordinador de la Subcomisión de Coordinación con Pueblos y Territorios Indígenas de CONARE

El pasado jueves 3 de octubre se llevó a cabo el “Encuentro de personas académicas de Universidades Públicas vinculadas a Pueblos y Territorios Originarios”. La actividad fue organizada por la Subcomisión de Coordinación con Pueblos y Territorios Indígenas (PYTI) de CONARE y buscó que distintas personas docentes, investigadoras, extensionistas y administrativas de las diferentes Universidades Públicas, junto a representantes de pueblos y territorios originarios y estudiantes indígenas universitarios, se encontraran, compartieran sus experiencias de trabajo y reflexionaran sobre el papel de las Universidades Públicas en la articulación con las realidades que se viven dentro de los diferentes pueblos y territorios originarios de Costa Rica y la región.

Ileana Obando, quien inauguró el encuentro con un canto cabécar

La actividad, a pesar de que se llevó a cabo de manera virtual, contó con un acto cultural por parte de Ileana Obando, del pueblo cabécar y la Organización de mujeres de Chirripó Cabécar. Se tuvo la apertura por parte de la Coordinadora de la Comisión de Vicerrectores de Extensión y Acción Social, Patricia Quesada Villalobos, quien es además la Vicerrectora de Acción Social de la UCR. Además, la Comisión de Gestión de Calidad de CONARE, brindó una charla el necesario reto que tienen las Universidades Públicas en direccionarse hacia la interculturalidad.

Se construyeron esquemas sobre algunas reflexiones del trabajo que se realiza desde las Universidades Públicas en los Pueblos y Territorios Originarios.

Las distintas Universidades Públicas (UCR, UNA, UNED, ITCR y UTN) llevan a cabo procesos de diversa índole dentro de los pueblos y territorios originarios: investigación, docencia, extensión, acción social, iniciativas estudiantiles, educación permanente, acompañamiento estudiantil, entre otros, articulando con una gran variedad de sectores sociales, como lo son los Consejos de Mayores, Asociaciones de Desarrollo, estudiantes y docentes indígenas, personas agricultoras, familias y grupos organizados dentro de las comunidades, madres y mujeres indígenas, entre otras. Los aspectos que se trabajan son también diversos: desde fortalecimiento de capacidades organizativas y habilidades, apoyos en la gestión territorial, acompañamiento a poblaciones específicas, fortalecimiento de identidad cultural, emprendimientos productivos, formación en derechos humanos, investigaciones sobre agrosistemas, recuperación de saberes ancestrales, cuido de semillas, tierras y ancestralidad y más.

Las personas participantes se han planteado retos que enfrentan dentro de su quehacer, que van desde la forma en que se plantean los objetivos de trabajo, el cuidado en no reproducir prácticas extractivistas académicas, la dificultad para llevar a la práctica la interculturalidad, principalmente frente al reto que implica ser estudiante indígena, en un sistema educativo que no promueve formas de cuido y acompañamientos adecuados al estudiantado que proviene de pueblos originarios.

En definitiva, todas las actividades que se llevan a cabo desde las Universidades Públicas dentro de los pueblos y territorios originarios son financiadas por el Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), lo que deja en evidencia el papel determinante que tienen las Universidades Públicas en la generación de movilidad social y la promoción de transformaciones sociales necesarias dentro de los contextos que lo ameritan.

Las personas participantes elaboraron ilustraciones sobre su participación en distintos procesos. En este caso, el dibujo de la estudiante Lisbeth González de la UNA, quién forma parte del Movimiento Estudiantil Indígena de la UNA (MEIUNA).

Patrullaje, la película que presenta cómo afecta la ganadería a comunidades indígenas y al ambiente – este martes 13

La ganadería ilegal está devastando los bosques de la reserva indígena Indio Maíz, mientras que la violencia hacia las comunidades indígenas sigue en aumento, con un gobierno nicaragüense que continúa siendo negligente en la aplicación de las leyes que protegen tanto a los bosques como a los pueblos originarios.

PATRULLAJE resalta la resistencia de los pueblos indígenas y afrodescendientes en su esfuerzo por preservar sus bosques ancestrales en Nicaragua.

Este martes 13 de agosto a las 6:00 p.m., se presentará el documental en el Anfiteatro de la Plaza de la Autonomía, ubicado detrás de Ciencias Sociales en la UCR. Después de la proyección, se abrirá un espacio de diálogo con la participación del equipo de PATRULLAJE y estudiantes activistas.