Algunos sectores no han visto, con buenos ojos y sorprendidos, el anuncio del presidente electo de Costa Rica, Rodrigo Chaves Robles, al anunciar que nombrará un embajador costarricense en Nicaragua, ya que existen relaciones diplomáticas con este país, por lo cual debe haber un embajador en el país vecino centroamericano.
Aunque Chaves Robles aseguro que “su gobierno trabajará por lograr una integración más efectiva de las representaciones diplomáticas, con los objetivos comerciales del país”.
En este sentido, tiene consonancia la expresión anterior del presidente costarricense, con su talante de economista, priorizando los objetivos comerciales en su gestión de gobierno que apenas inicia, por encima de los políticos.
Pero lo inconsistente es que, de una lista de más o menos 107 invitados internacionales a su toma de posesión, y según lo solicitó Chaves Robles, “deben ser de países con los que hay una relación diplomática”, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra, no estaría invitado a la ceremonia.
Según Istvan Alfaro, director de protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica, “de momento la decisión es no invitarlo a él, ni a ningún otro representante”.
No obstante, lo que, si no es muy acertado por parte de Chaves, es haberse anunciado, la invitación de Juan Guiadò, el autoproclamado “presidente” interino de Venezuela, a la ceremonia de traspaso de poderes, por parte del estado costarricense, el próximo 8 de mayo 2022, y confirmado por Istvan Alfaro, director de Protocolo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica, del gobierno saliente de Carlos Andrés Alvarado Quesada.
Esta invitación obedece, quizás, a que Juan Guaidó felicitó a Chaves el pasado 4 de abril, tras la segunda ronda electoral. Afirmando que “Costa Rica ha dado una nueva demostración de institucionalidad democrática, que es por lo que luchamos en Venezuela. Felicitamos al pueblo costarricense y su presidente electo. Esperamos trabajar juntos en una agenda regional por la libertad, la democracia y los derechos humanos”.
También ha causado revuelo en sectores políticos, esta invitación de alguien que no lo reconoce nadie. Reflejando, como dicen algunos personeros políticos del país, por donde iría la política exterior del presidente Rodrigo Chaves.
También augura que la gestión de Chaves será una copia al carbón de gobiernos neoliberales arrastrados de América Latina, a los pies del imperialismo norteamericano.
Según el sociólogo Daniel Lara, en conversación con Sputnik y radio M24, con respecto a las perspectivas de un eventual cambio radical en la política costarricense, “la suerte ya se decidió en la primera ronda con la conformación de la Asamblea Legislativa”, sostuvo el sociólogo. En este sentido, “no creo que esto sea un cambio radical, ya que la composición legislativa quedó zanjada con una mayoría de 19 diputados para el Partido de Liberación Nacional (liderado por Figueres), seguido por Unidad Social Cristiana”, indicó Lara.
En términos duros, “el carácter de la Asamblea Legislativa implica que continuará con la implementación del modelo neoliberal “, aseveró. El partido de Chaves nació para estas elecciones, por lo que no tiene experiencia previa, “tiene propuestas que son tendientes a consolidar el proyecto neoliberal que se viene desarrollando en nuestro país desde hace justo 40 años, cuando se eligió al presidente Monge”, explicó. Desde entonces, “ha habido una destrucción sistemática del estado de bienestar”, concluyó.
Y es que el neoliberalismo, según el escritor, comunicador, politólogo, educador, gestor cultural y fundador y director del medio digital Culturacr.net, Geovanny Debrús Jiménez, “entendemos neoliberalismo como una nueva visión del liberalismo económico clásico que busca la privatización de las empresas públicas, la apertura comercial sin proteccionismo estatal de ningún tipo, donde la ley del mercado (y del más fuerte) impera siempre, la supuesta ruptura de monopolios y una economía basada en la menor participación del estado.
Sin embargo, el neoliberalismo no combate oligopolios, duopolios y monopolios privados cuando estos se dan porque considera que el mercado los crea, cuando en realidad es la misma acción política la que genera ventajas en la gran mayoría de casos a favor de las más grandes empresas.
El neoliberalismo defiende los intereses de esas grandes empresas, usualmente transnacionales, y se hace de la vista gorda con formas proteccionistas que la acción política genera mediante legislación beneficiosa para esos intereses”.
Por otro lado, según el investigador de la Universidad de Costa Rica, Dr. Gerardo Hernández Naranjo, en diálogo con GPS Internacional, manifiesta que el presidente electo Chaves Robles, “como los típicos outsiders y populistas, “tiene un discurso que busca centrar la atención en una élite que pintan como corrupta y un panorama en el que todo está mal, y que, por lo tanto, se requiere una mano fuerte que ponga orden y ordene”, explicó. Sin embargo, con la fuerte institucionalidad de Costa Rica y el poco respaldo legislativo, “es difícil que Chaves logre hacer realidad esa gran expectativa de cambio que ha prometido al electorado y que logró capitalizar entre los sectores inconformes”, concluyó.
Recordemos que, durante alguno de los debates, entre Chaves y Figueres, el ahora presidente electo, acusaba a José Figueres Ferrer, de populista, cuando en realidad su oferta de campaña es toda una serie de promesas populistas, al fiel calco de algunos otros presidentes latinoamericanos como el de Brasil, Jair Messias Bolsonaro, el de El Salvador, Nayib Armando Bukele Ortez, el de Chile, Gabriel Boric Font, entre otros.
Igualmente, recordemos algunas ofertas de campaña Chaves Robles, neoliberales y populistas: dentro de los primeros cinco decretos claves que haría al asumir la cabeza en el Poder Ejecutivo están: eliminar la canasta básica, bajar el precio del arroz, bajar el costo de la energía, eliminar los monopolios y permitir que los agricultores puedan importar moléculas modernas para sustituir los agroquímicos actuales.
En síntesis, este neoliberalismo y populismo, además de una inexperiencia para una gestión política de gobierno, nos llevará a seguir dando “bandazos” (tumbos, vaivenes, bamboleos, imprecisiones, contradicciones) en la política exterior e interior del gobierno entrante de Rodrigo Chaves Robles en Costa Rica.
Noticia de última hora. El canciller designado por el presidente Chaves Robles, Arnoldo André Tinoco, analiza reconocer el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro: al declarar, “los tiempos han cambiado”.
Foto de la canciller de Panamá Isabel Saint Malo de Alvarado con su homólogo chino Wang Yi durante una rueda de prensa, extraída de artículo de prensa de ABC.
Nicolas Boeglin (*)
El pasado martes 13 de junio, Panamá anunció la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Taiwán y el establecimiento de relaciones con China (véase nota de El Pais).
Como es sabido, los Estados deciden de forma discrecional si desean entablar relaciones diplomáticas y de igual forma pueden optar por cesarlas. No existe ninguna norma internacional que obligue a un Estado a mantener relaciones diplomáticas con otro. Usualmente, el cese de relaciones diplomáticas se da a raíz de una profunda crisis política entre dos Estados: la última ruptura de relaciones diplomáticas en América Latina registrada tuvo lugar en el 2014 entre Venezuela y Panamá (véase breve nota nuestra al respecto publicada en Nodal), antecedida por la ruptura de relaciones entre Colombia y Venezuela (2010) así como entre Ecuador y Colombia (2008).
Se lee usualmente en manuales de derecho internacional público o en artículos de doctrina que en el caso del establecimiento de relaciones diplomáticas, ambos Estados son requeridos, mientras que la ruptura es unilateral:
«Mientras que el establecimiento de relaciones diplomáticas requiere del consentimiento del otro Estado, la ruptura es un acto de carácter unilateral» (véase artículo de Carles Pérez-Desoy i Fages, p. 2).
En el caso del intenso juego político que libran China Popular y Taiwán, esta afirmación sufre algunas leves alteraciones en la medida en que abrir relaciones con uno de los dos significa de forma automática romperlas con el otro (algo que la literatura especializada designa por la expresión «switching recognition»). Ambos Estados asiáticos no permiten que, por alguna razón, un Estado mantenga durante un breve período de tiempo relaciones oficiales con ambos. Recientemente en Australia, en una reunión internacional sobre el comercio de diamantes, se pudo apreciar la dureza de esta cristalina exigencia (véase nota de prensa).
La ruptura con Taiwán (o con China Popular) reviste aspectos propios ya que no se asemeja a ningun otro tipo de ruptura de relaciones diplomáticas que pueda darse entre dos Estados atravesando una crisis política: se trata, de un día para otro, de cesar el reconocimiento oficial de un Estado como tal. En un caso, a una entidad que ejerce su soberanía sobre 36.188 kilómetros cuadrados; en otro, a una mayor que lo hace sobre una superficie de 9.640.011 kilómetros cuadrados.
Después de Costa Rica en junio del 2007, Panamá se separa de esta manera de los restantes Estados de Centroamérica, quiénes mantienen sus lazos con Taiwán. En la actualidad, a nivel global, son 20 los Estados que aún reconocen diplomáticamente a Taiwán, a saber:
– Belice, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay y República Dominicana, San Kitts y Nevis, Santa Lucia, San Vicente y Grenadinas en el hemisferio americano;
– así como, en el resto del mundo, Burkina Faso, Islas Marshall, Kiribati, Nauru, Palau, Salomon (Islas de), Suazilandia, Tuvalu y la Santa Sede (Vaticano).
América Latina y China Popular: Cuba seguida por un reconocimiento gradual
Vale la pena recordar que el primer Estado en reconocer en América Latina a China Popular fue Cuba, en 1960. En 1971, se adoptaría la resolución 2758 de la Asamblea General de Naciones Unidas que decidiría «restituir a la República Popular de China todos sus derechos y reconocer a los representantes de su Gobierno como únicos representantes legítimos de China en las Naciones Unidas» (véase texto completo de esta resolución). El texto fue puesto a votación ante la férrea oposición de Estados Unidos y la de sus aliados: fue adoptado con 76 votos a favor, 35 en contra y 17 abstenciones entre los que se registra a Chile, Cuba, Ecuador, México y Perú – a favor -; a Bolivia, Brasil, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela – en contra; y a Argentina, Colombia y Panamá – abstinentes).
Después del tempranero reconocimiento de Cuba, seguirían Chile y Perú (ambos en 1971), y luego Argentina y México (en 1972), así como Brasil y Venezuela (ambos en 1974), y posteriormente Colombia y Ecuador (1980) así como Bolivia y Nicaragua (1985). Nótese la progresión sostenida en América Latina bajo la forma de «duplas» anuales, posiblemente como resultado de una hábil estrategia de las autoridades diplomáticas en Beijing, causando probablemente el desconcierto de las autoridades en Taipei.
Antes de Costa Rica en el 2007, el último Estado de América Latina que había procedido a reconocer a China fue Uruguay, casi 20 años antes, en febrero de 1988: sobre el caso uruguayo, véase este muy detallado artículo publicado en el 2007.
Donaciones taiwanesas en Centroamérica y el Caribe
Se informó en su momento que el Presidente de Costa Rica para el período 2002-2006 recibió fondos de Taiwán para financiar su campaña electoral (véase nota de prensa). De la misma forma que su antecesor para el período 1998-2002, quién recibió a su homólogo taiwanés en Costa Rica en agosto del 2000 y lo condecoró (véase nota de prensa). En el 2004, el que fuera Presidente de Costa Rica entre 1998 y 2002 admitió que Taiwán también le financió su campaña con miras a ocupar la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos – OEA (véase nota de prensa). En este artículo sobre las diversas formas que tomaron las ayudas de Taiwán en Centroamérica y en el Caribe, se lee que:
«Regretfully, under both the KMT and the PDP administration, Taipei initiatives to secure connections with Central America and the Caribbean political elites have occasionally resorted to irregular practices, which have been even criticized in Taiwan. One of the countries most affected by this irregular behavior has been Costa Rica» (página 18).
En años más recientes, se indicó en el caso de un ex mandatario de El Salvador que:
«In a similar case, Francisco Flores – former president of El Salvador – is facing corruption allegations over $15 million worth of checks he received from Taiwan between 2002 and 2004. Salvadoran prosecutors issued an arrest warrant for Flores, who fled the country several months ago and is believed to be hiding in Panama» (véase artículo del Tico Times del 2014).
La efectividad de las generosas donaciones taiwanesas puede explicar el caso peculiar de Nicaragua: el 7 de diciembre de 1985, sus autoridades reconocieron a China Popular al tiempo que suspendieron toda relación con Taiwán. En 1990, la Presidenta Violeta Chamorro optó por reconocer a Taiwán, obligando a China Popular a suspender de inmediato sus relaciones con Nicaragua, situación que se mantiene a la fecha (véase nota de El Pais del 8 de noviembre de 1990). De igual manera, después de 10 años reconociendo a China, Santa Lucía optó en el 2007 por entablar relaciones con Taiwán, provocando idéntica reacción de China (véase nota de prensa en inglés). Se concluye en este estudio sobre la peculiaridad del reconocimiento que Taiwán intenta obtener que:
«The diplomatic battle between the ROC and the PRC highlights several aspects of recognition that have not been adequately addressed in the literature. As evident from the number of countries switching recognition, recognition may not always include a normative element or a deeper commitment» (página 183).
Foto del canciller de Costa Rica, Bruno Stagno Ugarte, y del Presidente Oscar Arias Sánchez, al momento de anunciar el 6 de junio del 2007 la apertura de relaciones con China Popular, extraída de nota de prensa.
En el ámbito centroamericano, el gesto de Costa Rica del 2007 contribuyó a aislarla un poco más de sus socios regionales, al tener que ausentarse formalmente en varias reuniones del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), como la que tuvo lugar con presencia de las máximas autoridades taiwanesas (véase nota de prensa del 2007). Serán de ahora en adelante dos los ausentes a este tipo de reuniones, debiendo también prever Panamá modalidades en materia de protocolo cada vez que asista un delegado de Taiwán a un foro regional al que participe Panamá.
Nótese que el Tratado Bilateral de Inversiones (TBI) entre Taiwán y Costa Rica de 1999 (véase texto) se mantiene «in force» en la base de datos de la UNCTAD (véase casilla correspondiente a este tratado la cual precisa que las partes son «1. Costa Rica 2. Taiwan Province of China«).
Embajadas de China y de Costa Rica en los últimos meses
Desde el 2007, las expectativas han crecido entre ambos Estados. En este documento elaborado por MIDEPLAN del año 2009, se detalla el «paquete» de ayuda y donaciones recibidas por parte de China, siendo el más emblemático el Estadio Nacional, donado por China a Costa Rica «llave en mano», construído por más de 800 operarios chinos, e inaugurado en marzo del 2011 (véase nota de prensa). Como en toda relación idílica que genera expectativas muy altas, el paso del tiempo puede contribuir a que la ilusión inicial dé paso a otra cosa.
Para el período 2007-2017, ya son cinco los embajadores enviados a Beijing por Costa Rica (iniciando en estos meses la primera mujer al mando de la Embajada de Costa Rica en Beijing), mientras que China cubre este mismo período con tres embajadores enviados a San José.
En el mes de marzo del 2017, se informó que el Embajador de Costa Rica en China fue cesado por falta de resultados (véase nota de CRHoy). En esa misma nota, se lee por parte del Presidente de Costa Rica una frase que posiblemente haya causado el entusiasmo del sector agroexportador y el estupor en sectores ecologistas costarricenses así como en círculos académicos preocupados por el insensato crecimiento de la producción de piña en Costa Rica desde el 2006:
“Esperar que las relaciones con esa gran potencia se mantengan y fortalezcan, que son muy buenas. Si logramos generar con China el tipo de acuerdos como el de la exportación de piña, vamos a ir muy bien” (sic).
Una nota del Semanario Universidad del mismo mes de marzo del 2017 detalla la destrucción de miles de hectáreas de bosque por parte de productores de piña, que las autoridades costarricenses ignoran en los censos oficiales (véase nota). El estudio«Expansión por omisión» del Estado de la Nación (2016) es en ese sentido más que revelador. Actualmente, Costa Rica lidera el mercado mundial de la piña con 2.126.929 toneladas exportadas: sus competidores en América Latina son Panamá, con tan solo 67.038 y Ecuador con 57.380 toneladas (véase informe de la UNCTAD 2016, p. 13). Un proyecto de más de 600 hectáreas de piña amenaza ahora sitios arqueológicos en la Zona Sur de Costa Rica (véase nota de prensa).
El comunicado de prensa de Panamá del 12 de junio y la reacción taiwanesa
En el comunicado oficial emitido por su Ministerio de Relaciones Exteriores, Panamá indica que: «A la luz de los intereses y el deseo de ambos pueblos, la República de Panamá y la República Popular China deciden otorgarse, a partir de la fecha de suscripción del comunicado, el reconocimiento mutuo y establecer relaciones diplomáticas a nivel de Embajadores» (véase texto completo del comunicado de Panamá reproducido al final de esta nota).
La reacción de Taiwán no se hizo esperar, procediendo a suspender de forma inmediata toda relación oficial con Panamá (véase comunicado de prensa de su MFA), por lo que en un segundo comunicado de prensa, con fecha del 15 de junio, Panamá dio a conocer las gestiones oficiales realizadas en favor de sus estudiantes en Taiwán, y que se lee como sigue:
“Tras el anuncio del Presidente Juan Carlos Varela Rodríguez sobre el establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República de Panamá y la República Popular China, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha realizado ingentes esfuerzos para garantizar el bienestar de los panameños que cursan estudios con becas otorgadas por Taiwán.
Tras la realización de los encuentros interinstitucionales respectivos, y el contacto con todos los estudiantes que mantienen estas becas, la Cancillería de Panamá informa que el Gobierno de la República de Panamá, a través del Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos (IFARHU), ofrecerá la colegiatura y protección a estudiantes que han iniciado sus carreras en universidades de Taiwán, hasta la culminación de las mismas.
Asimismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores reitera que como parte de establecimiento de relaciones diplomáticas, la República Popular China está en la disposición de recibir a todos los estudiantes panameños actualmente becados por Taiwán, ofreciéndoles la financiación según el estándar de la beca completa del Gobierno chino, reconociéndoles las materias ya cursadas en las universidades de Taiwán. Los panameños becados por Taiwán y no hayan iniciado aun los estudios, se beneficiarán con esta modalidad acordada.
Las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores han convocado a los padres de los estudiantes beneficiados con estas becas para una reunión informativa en conjunto con el IFARHU, donde se explicará a detalle el procedimiento a seguir. El encuentro será el lunes 19 de junio, a las 10:00 de la mañana en la sede de la Cancillería».
Tal y como se puede observar, la misma China ofrece su ayuda a los estudiantes panameños en Taiwán y «está en la disposición de recibir a todos los estudiantes panameños actualmente becados por Taiwán». Un gesto generoso sin lugar a dudas, que intenta remediar la situación de becarios panameños en Taiwán, primeros afectados por este drástico cambio acaecido.
La situación de nacionales a raíz de un sorpresivo cese de relaciones oficiales entre dos Estados
Como es sabido, la Convención de Viena de 1961 sobre relaciones diplomáticas (véase texto completo) prevé las garantías que el Estado receptor y el Estado acreditante deben respetar el uno y el otro en caso de ruptura de sus relaciones diplomáticas (véase artículos 45 y 46): estas disposiciones buscan resguardar, entre otros, el traslado del personal diplomático, así como el de los activos y de los archivos de las legaciones diplomáticas. Ninguna disposición de este instrumento internacional refiere a la situación de los nacionales de ambos Estados situados en el territorio del otro.
La angustia que viven varias familias panameñas desde la semana pasada recuerda la situación que se presentó en junio del 2007 con un centenar de estudiantes costarricenses becados en Taipei, los cuales debieron en algunos casos sufragar ellos mismos su regreso a Costa Rica al no contar con ningun apoyo de sus autoridades. En el caso de varios de ellos, les faltaba un mes para concluir sus estudios cuando se les notificó de la suspensión inmediata de su beca por parte de las autoridades universitarias taiwanesas.
Se ha intentado consultar algún artículo o trabajo de investigación público que recoja los diversos testimonios de estos estudiantes costarricenses y los de sus familias, que bien podría llevar el título «Atrapados en Taipei», sin mayor éxito a la fecha. Agradecemos desde ya a nuestros estimables lectores hacernos llegar información al respecto en caso de existir (al correo electrónico: cursodicr(a)gmail.com). En caso de no existir, se trata de una interesante veta a explorar para investigadores, que debería incluir la perspectiva jurídica y los arreglos a los que se procedió en el 2007 en Costa Rica: desconocer del día a la mañana a un Estado su calidad de Estado no es lo común para los servicios jurídicos de un aparato diplomático.
El cese de relaciones diplomáticas entre Costa Rica y Taiwán en junio del 2007 significó también la sorpresiva pérdida de empleos para 20 costarricenses participando a la gestión de diversos proyectos de la cooperación taiwanesa en Costa Rica. Para muchos becarios costarricenses, la validación de su título se atrasó varios años debido al abrupto cierre de la oficina de Costa Rica en Taipei. Con relación a trámites de ciudadanos taiwaneses en Costa Rica, el consulado de Taiwán en Panamá fue designado para asistir a los nacionales taiwaneses en Costa Rica.
Finalmente, los proyectos en curso de la cooperación taiwanesa quedaron suspendidos en Costa Rica. Leemos en esta nota de prensa regional costarricense que:
«La ruptura significa que a partir de ahora, el Gobierno debe asumir los proyectos en ejecución, como la carretera Ciudad Quesada-Sifón de San Ramón. Esta mañana trascendió que en las próximas horas empezaría el retiro de la maquinaria de la empresa constructora Sánchez Carvajal, sin embargo, la versión no ha sido confirmada aún por los representantes de la Asociación Pro-carretera, ni tampoco en la Municipalidad de San Carlos. Entre tanto, el diputado oficialista, Salvador Quirós, reiteró a Noticias En Contacto que el mandatario le aseguró que la futura vía no se verá afectada por la ruptura diplomática. Sin embargo, en estos momentos no hay certeza de donde saldrán recursos como los 50 millones de dólares que las fuerzas vivas de este cantón de San Carlos pretendían que Taiwán donara para el rediseño de la obra».
La sombra de Nicaragua en el reconocimiento de Costa Rica
La difícil situación vivida por nacionales de ambos Estados y la suspensión de proyectos de cierta envergadura como la carretera Ciudad Quesada – Sifón en la Zona Norte de Costa Rica se debe a la sorpresa que causó el establecimiento de relaciones entre Costa Rica y China a inicios del mes de junio del 2017.
En este cable confidencialhecho público por Wikileaks, se lee que Costa Rica se adelantó a reconocer a China por temores a que Nicaragua fuera el primero en la región centroamericana en hacerlo:
«On the Costa Rican side, Stagno,s Chief of Staff, Antonio Alarcon, was dispatched to Beijing to oversee the embassy opening there (although we understand he will not remain as ambassador). A confident-sounding Stagno told Ambassador Langdale on June 11 that the Arias administration expected the controversy about the sudden switch in relations to die down in a few weeks. «The decision has been made,» he stressed. Stagno asserted that the recognition timing was partly driven by regional dynamics. The GOCR was under the impression that other Central American countries, including Nicaragua, were considering recognizing China. Costa Rica did not want to be in the position of «following Nicaragua» on this issue. This was «not just about trade,» According to Stagno».
En ese mismo cable confidencial de la Embajada de Estados Unidos en San José, se indica que ni el Ministro de Seguridad de la época, Fernando Berrocal, ni el Director de Migración, Mario Zamora, fueron advertidos del gesto de Costa Rica hacia China:
«12. (C) The GOCR was clearly not prepared to face the practical consequences of its political decision to embrace China. Like Minister of Public Security Fernando Berrocal (Ref A), Zamora was kept in the dark, despite his key portfolio».
Nótese la gran cantidad de información obtenida por la Embajada de Estados Unidos de parte del señor Zamora, quién, en el 2008, sustituiría a Fernando Berrocal como Ministro de Seguridad de Costa Rica.
Fondos taiwaneses e investigaciones en Costa Rica
En el ámbito estríctamente interno costarricense, se informó en el 2012 de una investigación de la Fiscalía General de la República(FGR) sobre el destino exacto de una donación de un millón de US$ de Taiwán a Costa Rica que pudo haber terminado, según indica la nota de prensa antes referida, en las arcas de una fundación privada (véase nota de prensa). En el mismo año 2012, esta misma fundación privada también fue objeto de una investigación por parte de un juez sobre una supuesta donación proveniente de una empresa minera canadiense de memoria poco grata en Costa Rica (véase nota de prensa). En este último caso, como en el anterior, la FGR optó finalmente por archivar los expedientes, confirmando la percepción de muchos sobre su peculiar accionar cada vez que se trata de asuntos que puedan afectar a ciertos sectores políticos costarricenses.
Siempre en Costa Rica, un estudio del Dr. Constantino Urcuyo publicado en el 2014 (véase estudio) señala que luego del entusiasmo inicial, las relaciones entre China y Costa Rica se han ido deteriorando, y ello debido a la dificultad encontrada para realizar grandes obras (proyecto truncado de refinería y laborioso proyecto de ampliación de la Ruta 32): según el autor de este informe,
«la lectura china del proceso de formulación y ejecución de políticas públicas en Costa Rica no ha sido la más afortunada. Los chinos se han acercado a la jerarquía política costarricense para lograr la aprobación de sus proyectos; la cultura centralizada de su sistema político los ha llevado a pensar que los contactos a nivel de cúpulas eran suficientes, con olvido de la densa maraña burocrática costarricense y de la importancia de la sociedad civil en la decisión de estos asuntos» (p. 5).
La normativa ambiental y los mecanismos de participación ciudadana que establece la legislación costarricense son posiblemente un ámbito desconocido para quiénes estan acostumbrados desde muchos años a llevar a cabo proyectos de gran envergadura de manera expédita y sin preocuparse mayormente por sus efectos ambientales: hoy los graves problemas de contaminación que aquejan a parte de la población china así lo ponen en evidencia.
Valiéndose por una parte de la experiencia de otros Estados con Costa Rica, y por otro del entusiasmo de las autoridades de comercio exterior de Costa Rica con tratados comerciales, China logró que en el 2015, la Asamblea Legislativa de Costa Rica ratificara en primer debate el tratado bilateral de inversiones (TBI). Se trata de un instrumento que, al igual que muchos otros suscritos por Costa Rica, permitirá a empresas chinas concesionarias amenazar con una demanda internacional a Costa Rica en caso de ser necesario (véase al respecto nuestro breve estudio publicado en el OPALC en el 2015). El congreso costarricense aprobó en segundo debate el 28 de marzo del 2016 esta herramienta legal que, de ahora en adelante, podrán usar empresas concesionarias chinas.
A modo de conclusión
De forma innegable, con este nuevo reconocimiento por parte de Panamá, China consolida su posición en América Central, 10 años después de obtener similar reconocimiento por parte de Costa Rica. Mientras tanto, Taiwán deberá redoblar de esfuerzos para evitar gestos similares a corto y mediano plazo: los altos montos que destina a apoyar los órganos regionales del SICA y la cooperación que brinda de forma bilateral a Estados de América Latina y del Caribe deberán ser revisados a raiz de la experiencia reciente vivida con Panamá. Ello sin olvidarse de generosas donaciones a las campañas de posibles futuros Jefes de Estado centroamericanos.
Texto del comunicado de prensa de Panamá, con fecha del 13 de junio del 2017
A la luz de los intereses y el deseo de ambos pueblos, la República de Panamá y la República Popular China deciden otorgarse, a partir de la fecha de suscripción del comunicado, el reconocimiento mutuo y establecer relaciones diplomáticas a nivel de Embajadores.
Los dos Gobiernos convienen en desarrollar los lazos amistosos entre ambos países sobre la base de los principios de respeto mutuo a la soberanía e integridad territorial, no agresión, no intervención de uno en los asuntos internos del otro, igualdad y beneficio recíproco y coexistencia pacífica.
El Gobierno de la República Panamá reconoce que existe una sola China en el mundo, el Gobierno de la República Popular China es el único Gobierno legítimo que representa a toda China y Taiwán forma parte inalienable del territorio chino. El Gobierno de la República de Panamá rompe hoy mismo sus “relaciones Diplomáticas” con Taiwán, y se compromete a dejar toda relación o contacto oficial con Taiwán. El Gobierno de la República Popular China expresa su aprecio a la posición arriba mencionada del Gobierno de la República de Panamá.
El Gobierno de la República de Panamá y el Gobierno de la República Popular China acuerdan, a tenor de las estipulaciones de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961 y la práctica internacional, el envío pronto y mutuo de Embajadores y brindar, base de reciprocidad, toda la ayuda necesaria para la instalación en sus respectivas capitales de la Embajada de la otra Parte así como facilitar el desempeño de sus funciones.
Con la autorización de sus respectivos Gobiernos, los representantes de ambas Partes para la suscripción firman el comunicado en la ciudad de Beijing, a los trece (13) días del mes de junio de 2017, en dos ejemplares en los idiomas chino y español, siendo ambos textos igualmente auténticos.
Comunicado de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán, con fecha del 13 de junio del 2017
The ROC government has terminated diplomatic relations with Panama with immediate effect to uphold national dignity Date: 2017/06/13 Data Source: Public Diplomacy Coordination Council June 13, 2017
No. 001
The Republic of China has terminated diplomatic relations with the Republic of Panama with immediate effect June 13, in order to uphold the sovereignty and dignity of the nation. The ROC will close its embassy in Panama, recall its technical mission, and end all bilateral cooperation and aid programs. The ROC government expresses indignation and deep regret over Panama’s unilateral decision to sever diplomatic relations with the ROC and establish ties with the authorities in Beijing.
Following more than a century of diplomatic ties, the government of Panama led by President Juan Carlos Varela─disregarding the longstanding bonds of solidarity and friendship between the peoples of the ROC and Panama and the long-term assistance in many areas provided by the ROC in support of Panama’s national development─caved in to Beijing and decided to switch its diplomatic engagement toward the Beijing authorities for economic gain. In a highly disrespectful manner, it left the ROC in the dark about its decision until the final moments. The ROC government strongly condemns Panama’s act, and reiterates that it will not engage in checkbook diplomacy with the Beijing authorities.
In addition, the ROC government also vigorously protests and condemns the actions of the Beijing authorities, i.e., inducing Panama to break off relations with the ROC, interfering with the ROC diplomatic and international presence, and disrespecting the feelings of the Taiwanese people. As a constructive member of the international community, the ROC will remain committed to upholding peace and stability in the region, and will continue to promote steadfast diplomacy to expand its international participation and gain the international status it is entitled to. The Ministry of Foreign Affairs, and all of its diplomats at home and abroad, will not retreat in the face of challenges, and instead will work even harder in their firm dedication to safeguarding the national interest and protecting the people’s wellbeing. (E)
(*)Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR)
Ver la bandera de la estrella solitaria otra vez alzada en la Embajada cubana en Washington trae inevitablemente el recuerdo de quienes no pudieron asistir a una ceremonia por cuya realización, sin embargo, dieron generosamente sus vidas. Son muchos, cubanos, estadounidenses, puertorriqueños e hijos de otras tierras, los ausentes que asaltan la memoria y, vencedores del olvido, incitan a escribir estas rápidas reflexiones.
Mencionaré sólo a uno que a todos sintetiza. Carlos Muñiz Varela, quien hizo suyas y defendió hasta el último aliento dos insignias hermanas. Él tampoco asistirá, pero su presencia será imborrable, el día no lejano en que la enseña boricua se levante, libre, orgullosa y solitaria, en la capital norteamericana.
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos es ante todo una gran victoria del pueblo cubano y también de la solidaridad internacional. No se habría llegado a ese día sin la abnegada y heroica resistencia antillana frente al bloqueo económico que aún persiste y constituye el genocidio más prolongado de la Historia. Tampoco habría sido posible sin la exigencia unánime de los países de América Latina y el Caribe y de incontables amigos solidarios en Norteamérica y en otras partes.
Se pudo alcanzar este acuerdo, sobre todo, porque el continente vive una época nueva y los intentos por aislar a Cuba fueron derrotados y terminaron aislando totalmente a Washington. Hace medio siglo el Imperio forzó a todos los miembros de la OEA, salvo a México, a romper con Cuba, pero ahora, cuando reabre su Embajada en La Habana, encontrará aquí que, desde hace tiempo, todos los demás habían regresado y el poderoso vecino era quien estaba en la absoluta soledad que ahora quiere superar.
De Martí viene a los cubanos la obligación de respaldar el derecho de Puerto Rico a su independencia. Que Cuba flaquease en el cumplimiento de ese deber fue durante muchos años una de las principales demandas norteamericanas para normalizar las relaciones. De hecho, ésa fue la exigencia más duradera, pues otras condiciones igualmente inaceptables, como los vínculos con la URSS o el apoyo a los movimientos de liberación en África y Centroamérica, hace décadas fueron superadas por la historia.
Cuba nunca renunció a la solidaridad con la causa nacional puertorriqueña. No lo hará jamás y Washington lo sabe.
Por eso esta victoria cubana pertenece también a Puerto Rico y se produce cuando la isla hermana enfrenta una coyuntura definitoria, luego de que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) ha reafirmado que el caso de Puerto Rico es parte de su propia Agenda y avanza un apoyo internacional indispensable que debe hacerse cada vez más resuelto y eficaz.
El actual estatus colonial fue rechazado por la mayoría absoluta de la población en el plebiscito de noviembre de 2012 y todos reconocen que su modelo económico se derrumba y Puerto Rico sufre una profunda crisis de la que sólo podrá salir con el pleno ejercicio de la soberanía y la independencia.
Estados Unidos tiene una responsabilidad insoslayable y debe ejercerla si quiere mejorar sus vínculos con nuestro Continente. El imperio yanqui se apoderó de Puerto Rico por la fuerza en 1898 y desde entonces la trata como territorio que le pertenece, como a una posesión suya, es decir, una colonia. El presidente Obama, profesor de Derecho Constitucional, conoce que el colonialismo es ilegal y que las potencias coloniales, de acuerdo con las normas internacionales, tienen el mandato de devolver a los pueblos sometidos todos los poderes que detentan. Debe dar los pasos que le incumben para que el pueblo puertorriqueño asuma sus inalienables derechos nacionales y lo haga por sí mismo, libremente, sin intromisiones ni presiones foráneas. Debería apoyar una fórmula que cuenta hoy con muy amplio consenso, la realización de una Asamblea Constituyente en la que participen todas las corrientes de opinión boricuas y cuyos trabajos y resultados Estados Unidos se comprometa a respetar.
Hay otras cuestiones que el presidente Obama está en plena capacidad de resolver y respecto a las cuales tiene también una obligación ineludible. Poner en libertad inmediatamente a Oscar López Rivera, disponer que el FBI entregue toda la información que aún oculta respecto a los asesinatos de Santiago Mari Pesquera y de Carlos Muñiz Varela son decisiones que dependen enteramente de él y debe tomarlas ya, sin más dilación.
Estas medidas son acciones que puede emprender fácilmente ahora y están en sus manos precisamente porque Puerto Rico todavía es una colonia del Imperio que él preside. Sí se puede y él lo sabe.
* Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba de 1993 a 2013, Ministro de Relaciones Exteriores, y Embajador de Cuba en Naciones Unidas. Además, fue miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y su Buró Político.
Una ola de alegría recorre las Américas y despierta esperanzas de tiempos mejores para la comprensión y la cooperación entre los pueblos del Nuevo Mundo. La reanudación de las relaciones diplomáticas entre La Habana y Washington merece ser festejada como un avance sustantivo en la reconstrucción del equilibrio entre las naciones de Abraham Lincoln y Antonio Maceo, prohombres que encarnaron las virtudes de la justicia, la libertad, la solidaridad y las ansias de participación democrática.
El presidente Raúl Castro y el presidente Barack Obama han desafiado poderosas élites radicales al interior de sus respectivos sistemas políticos, al adoptar la valiente decisión de replantear los términos de interrelación entre ambas sociedades vecinas. Alentados por el papa Francisco y la mediación del premier canadiense Stephen Harper, Castro y Obama acordaron superar el inexcusable distanciamiento arrastrado desde la Guerra Fría. El derribamiento de los obstáculos que separan a las dos repúblicas –el bloqueo o embargo en primer lugar– llevará tiempo y trabajo, pero la travesía ha comenzado.
La realidad cambió desde que Cuba pretendía exportar la revolución armada y Estados Unidos intentaba sitiar la Isla hasta su consunción. La Unión Soviética implosionó. Washington normalizó relaciones con la China Popular y el Vietnam por lo que su obstinación ante La Habana resultaba más insensata cada día. El pragmatismo reemplazó al ideologismo en la conducción de la política internacional. Hasta la conservadora Costa Rica, al cabo de 48 años, llegó a restablecer relaciones diplomáticas en el 2009 con la mayor de las Antillas. Latinoamérica exigió unánime que Cuba asistiera por derecho propio a la próxima Cumbre de las Américas en Panamá. Y en esa coyuntura se insertó el influjo positivo del pontífice romano.
“La suya es una voz que el mundo debe escuchar”, comentó Obama en marzo último, luego de conversar con el papa Francisco en El Vaticano. El papa escribió a Castro y a Obama instándolos a entablar el diálogo constructivo y los lazos diplomáticos. Sigilosamente, reunió en Roma a delegaciones de La Habana y Washington, junto con el cardenal cubano Jaime Ortega, pláticas que prosiguieron en Canadá. Nadie se enteró de la exitosa gestión papal antes de que los mandatarios agradecieran, casi en simultáneo, sus buenos oficios. Es el mayor éxito diplomático logrado por la Santa Sede en muchas décadas.
La razón acaba por imponerse en el complejo proceso de reestructuración de los balances entre los pueblos de las Américas, por la correlación de las fuerzas que en ellos actúan. Aunque muchos costarricenses tengan dificultad en aceptarlo, la influencia del ALBA, CARICOM y UNASUR ha sido determinante en este reacomodo. Los primeros pasos de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) constituyen factor esencial en la reconfiguración del equilibrio geopolítico. Como expresó el presidente Castro, “debemos aprender el arte de convivir, de forma civilizada, con nuestras diferencias”. Y el presidente Obama dijo: “Conversaremos de frente sobre nuestras diferencias. Promoveremos nuestros valores a través del intercambio sostenido”.
Si el contexto mundial y continental evidencia cambios profundos, ciertamente el rol de Castro y de Obama debe ser valorado en todo su significado. Gracias a las peculiaridades singulares de su carácter, los gobernantes pueden influir considerablemente en los destinos de la sociedad. La oportuna gestión del papa Francisco ha cristalizado condiciones reales y voluntades dispuestas. El talento de los tres actores, junto con el premier Harper, los ha enaltecido de políticos a estadistas, en bien del porvenir de las Américas. ¿No es esto lo que enseñaba Gueorgui V. Plejánov en “El papel del individuo en la historia”?
Es temprano aún para valorar las repercusiones prácticas engendradas por la restaurada relación de Cuba y Estados Unidos en el Espacio Circuncaribe y en Sudamérica. “Todos somos americanos”, dijo en español el presidente Obama. ¿Cómo será el reacomodo de los factores en esa reorganizada ecuación política?
Costa Rica, sin embargo, ha de replantear sus objetivos de política exterior con miras a una elevación cualitativa de sus vínculos con la Isla. Desde el desembarco de Cristóbal Colón nunca fueron mejores las relaciones diplomáticas entre ambos países. ¿Disminuirán los flujos turísticos norteamericanos aquí al reabrirse el mercado de la Perla de las Antillas? ¿Cabrá en la mentalidad de Comex la exploración del mercado cubano para la producción exportable del país? ¿Recuperará el Estado las “quintas libertades” entregadas a compañías extranjeras para restablecer vuelos directos a La Habana? En fin, las oportunidades pueden ser abundantes si los buenos propósitos se logran traducir en acciones eficaces.
Hay un motivo más de celebración en las fiestas de este venturoso Fin de Año.
*Miembro correspondiente de la Academia de la Historia de Cuba
A raíz del anuncio de la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Panamá y Venezuela la semana pasada, Costa Rica ha aceptado asumir temporalmente las relaciones consulares del país vecino en Venezuela (ver nota de prensa). Se lee además que Panamá ha solicitado a Costa Rica custodiar sus bienes en Venezuela (ver otra nota de prensa al respecto). Las autoridades panameñas han procedido al cierre de sus sedes diplomáticas y consulares en Caracas después de la ruptura de las relaciones entre ambos Estados ordenadas por las máximas autoridades de Venezuela, no sin antes expresar mediante un comunicado oficial su «asombro» (ver texto reproducido del comunicado de Panamá al final de esta nota). El Ministro de Relaciones Exteriores de Panamá de gira en España interrumpió sorpresivamente su visita a Madrid a raíz de la decisión venezolana, mientras que el Canciller de Costa Rica consideró que la controversia entre ambos Estados es «estrictamente bilateral» (ver nota de prensa de Costa Rica Hoy). Vale la pena recordar que el 17 de julio del 2013, Panamá había procedido a destituir a su embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA) por declaraciones muy críticas de éste en relación a Venezuela (ver nota de prensa de La Estrella, Panamá del 17/07/2013).
EL ORIGEN DE LA CRISIS:
Más allá de lo bilateral en el sentido estricto, esta crisis diplomática se origina en gran parte en una gestión hecha por Panamá ante la OEA para convocar a una reunión de los Ministros de Relaciones Exteriores de los Estados miembros de esta organización hemisférica en relación a la situación imperante en Venezuela: esta iniciativa generó intensas consultas realizadas la semana pasada entre las distintas cancillerías de América Latina. La reunión de consulta de cancilleres de los Estados Miembros de la OEA se convoca usualmente para temas considerados de extrema urgencia para la región y exige al Estado que solicita convocarla desplegar intensos esfuerzos diplomáticos previos a la cita: por ejemplo, el 24 de agosto del 2012, Ecuador logró convocar una reunión de este tipo (con tres votos en contra de Canadá, Estados Unidos, y Trinidad y Tobago y 5 abstenciones entre las cuales Honduras y Panamá) en relación al asilo diplomático concedido a Julian Assange, fundador de la organización Wikileaks. A la cita hemisférica participaron en aquella ocasión doce Ministros de Relaciones Exteriores, dispuestos a manifestar con su presencia su solidaridad con Ecuador (Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Haití, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela) y un Vice Ministro (Guatemala). En esa oportunidad Ecuador logró además la aprobación de una resolución en relación a la amenaza proferida por las autoridades del Reino Unido en caso de concederle asilo diplomático a Julian Assange en su embajada en Londres (ver al respecto nota).
El ex Presidente de Colombia Alvaro Uribe, en campaña para ser escogido senador en las elecciones legislativas del 9 de marzo en Colombia, expresó de manera solidaria – y un tanto solitaria – su apoyo a la gestión del Presidente de Panamá. Era predecible que, pese a las «esperanzas» de la diplomacia de Panamá, esta solicitud fuese objeto de una votación en la OEA en la cual se medirían las alianzas respectivas de Venezuela y de Panamá (Nota 1): rechazada en la tarde del jueves 6 de marzo la propuesta inicial de Panamá, así como una iniciativa de la diplomacia peruana para la elaboración de informes periódicos sobre la situación en Venezuela por parte del Secretario General de la OEA (ver nota), la Declaración sobre Venezuela finalmente adoptada el pasado viernes 7 de marzo por el Consejo Permanente de la OEA (ver texto reproducido al final de esta nota) cuenta con el voto en contra de Canadá, Estados Unidos, y de Panamá. El texto viene además acompañado de notas de pie de página de las delegaciones de los dos últimos (que reproducimos de igual manera al final de este artículo). El hecho que Panamá haya votado en contra de un texto que resulta de su propia gestión ante la OEA (añadiendo una nota para explicitar su profundo desacuerdo con el texto aprobado) es indicativo del carácter un tanto precipitado de su iniciativa. La cual, según todo pareciera indicar, no fue acompañada de consultas políticas previas antes de ser oficializada por la diplomacia panameña. No es la primera vez que Panamá acompaña a Estados Unidos y a Canadá en un voto en contra en la OEA: ocurrió, por ejemplo, en el 2013 en relación a una solicitud para convocar a la OEA sobre las insólitas condiciones en las que realizó un vuelo el Presidente Evo Morales de Bolivia el 2 de julio del 2013 entre Moscú y La Paz (ver nota de prensa sobre el detalle del voto y un breve análisis publicado en La Nación el 16/07/2013 en relación a la innovación técnica realizada por las delegaciones de Estados Unidos y de Canadá). En el plano universal esta vez, Panamá fue el único Estado de América Latina en votar en contra (conjuntamente con Estados Unidos, Canadá y 6 Estados más, a saber Islas Marshall, Israel, Micronesia, Nauru, Palau y República Checa) de la resolución del 29 de noviembre del 2012 otorgando el estatuto de Estado observador no miembro a Palestina en las Naciones Unidas (ver breve análisis publicado en las páginas de la Revista Amauta).
LA PRÁCTICA RECIENTE DE LA RUPTURA DE RELACIONES DIPLOMÁTICAS EN AMERICA LATINA:
La ruptura de relaciones diplomáticas es ampliamente admitida por la práctica internacional. No se considera que violente ninguna obligación derivada del derecho internacional público. Forma parte del amplio abanico que tienen a su disposición los Estados, el cual va desde la nota formal de protestas, la llamada a consulta de un embajador (a la que recurrió por ejemplo recientemente Costa Rica en relación a declaraciones del Presidente de Nicaragua– ver nuestra modesta nota publicada en Tribuglobal el 23/08/2013), hasta la suspensión de relaciones económicas, la expulsión de agregados militares o de diplomáticos (incluyendo al jefe de misión) o, como en este caso la ruptura de relaciones diplomáticas. Estas diversas figuras permiten a los aparatos diplomáticos manifestar su malestar o su incomodidad por declaraciones, acciones u omisiones consideradas ofensivas por parte de otro Estado. El solitario apoyo del ex presidente colombiano Uribe a la gestión de Panamá recuerda que el 22 de julio del 2010, tras acusaciones de Colombia de presencia de guerrilleros en la zona fronteriza entre ambos Estados, Colombia y Venezuela rompieron sus relaciones diplomáticas. Estas fueron reconducidas como parte de los primeros gestos políticos del nuevo Presidente de Colombia Juan Manuel Santos el 10 de agosto del 2010.
Si la situación lo amerita, la ruptura de las relaciones diplomáticas se decide sin mayores preámbulos, como en el caso de Venezuela y de Panamá; o bien como ocurrió, por ejemplo, en marzo del 2008 entre Ecuador y Colombia, después de una incursión militar tipo comando de Colombia en territorio ecuatoriano (en el marco de la operación denominada «operación Fénix«). La ruptura de relaciones diplomáticas puede extenderse por más de 50 años, como en el caso de Bolivia y Chile desde 1962 (Nota 2), o bien por algunos años, como ocurrió entre Ecuador y Colombia (Nota 3) o bien por unos pocos días, como ocurrió entre Nicaragua y Colombia a inicios de marzo del 2008 (Nota 4).
CONCLUSIÓN
Es muy probable que la falta de pericia de la diplomacia panameña y la experiencia de la diplomacia venezolana y la de algunos de sus aliados en el seno de la OEA hayan permitido que la iniciativa panameña se revierta contra sus promotores: calificada como un verdadero triunfo diplomático por parte de la diplomacia de Venezuela (Nota 5), la resolución de la OEA sobre Venezuela evidencia nuevamente el aislamiento de Estados Unidos y de Canadá en el seno de esta organización hemisférica, al que concurre Panamá. Ninguno de los Estados anglófonos del Caribe (a veces llamados por Estados Unidos a alinear sus votos a los de Washington para evitar exhibir su aislamiento) consideró oportuno acompañar esta vez a Estados Unidos, lo cual constituye para la diplomacia norteamericana una señal inequívoca de sumo cuidado. El saldo final de la iniciativa panameña conlleva ahora, además del aislamiento de Panamá en relación al resto de América Latina, una consecuencia inmediata: la ruptura de las relaciones diplomáticas ordenada por Venezuela. Esta decisión viene a complicar singularmente la vida de los panameños radicados en Venezuela, así como la de los muchos venezolanos que viven en Panamá. Adicionalmente, esta ruptura de los canales políticos al más alto nivel vuelve más compleja y torna más incierta la resolución de las controversias bilaterales entre ambos Estados.
Nota 2: A raíz del desvío del río Lauca por parte de Chile, Boliviasuspendió las relaciones diplomáticas con Chile desde 1962. Chile en junio pasado ofreció a Bolivia reanudar las relaciones diplomáticas (ver nota de prensa).
Nota 3: Ecuador y Colombia procedieron a reabrir relaciones diplomáticas plenas el 27 de noviembre del 2010 (ver nota de prensa). Sus relaciones habían sido suspendidas en marzo del 2008 debido a una incursión militar de Colombia en territorio ecuatoriano, denominada operación Fénix, la cual permitió obtener, entre otros datos, información que luego sería proporcionada por Colombia a las autoridades de Costa Rica sobre contactos de las FARC en Costa Rica (ver nota de prensa).
Nota 4: En señal de solidaridad con Ecuador, Nicaragua anunció la suspensión de las relaciones diplomáticas con Colombia el 6 de marzo del 2008 (ver nota de prensa), para reabrirlas el 12 de marzo del 2008 (ver nota de prensa).
Nota 5: Para el canciller de Venezuela, Elías Jaua, se trata de “una victoria de América Latina y el Caribe» (ver nota de prensa). En un análisis publicado en España (en El Pais), se lee que: “La resolución de la OEA es el último triunfo de Venezuela en un intenso Consejo Extraordinario que se ha sucedido a lo largo de dos jornadas. El jueves, el ALBA consiguió que ni siquiera se tomara en consideración la posibilidad de una reunión de cancilleres para analizar la situación en el país o el envío de una misión mediadora, una cosecha que Maduro calificó de “gran victoria”. La inclusión en el texto definitivo del viernes del “respeto a la no intervención” o el propio título de la declaración: “Solidaridad y respaldo a la institucionalidad democrática, al diálogo y a la paz en la República Bolivariana de Venezuela” -que su delegación ante la OEA logró imponer, pese al rechazo de países como Panamá que consideraban que no expresa correctamente la intención de “brindar respaldo a la diálogo, la paz y la democracia”-, son otros ejemplos del éxito de la posición bolivariana en el Consejo extraordinario”. Ver nota de prensa.
DOCUMENTOS:
DOCUMENTO 1: Comunicado de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamádel 5/03/2014.
Comunicado- Venezuela Miércoles, 5 de Marzo de 2014
El Gobierno de la República de Panamá expresa su asombro por la decisión asumida por el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela en el sentido de romper relaciones diplomáticas con nuestro país.
Panamá solo anhela que esa hermana nación encuentre la paz y fortalezca su democracia.
Rechazamos que la iniciativa panameña constituya una injerencia en los asuntos venezolanos. Igual iniciativa fue tomada por el Gobierno de Venezuela en 1989; precisamente cuando Panamá vivía situación similar.
Tomamos una acción por la paz al promover una reunión ante la Organización de los Estados Americanos, con el único fin que coadyuvar a acercar a los diferentes actores en ese país hermano, para fortalecer la democracia y los derechos humanos; no entendemos los temores del Gobierno venezolano.
La respuesta del Gobierno venezolano a esta iniciativa de paz, ha sido pretender que la solución de sus problemas internos pasa por entrar en un conflicto internacional, lo que a todas luces es un error.
Rechazamos como inaceptables las ofensas proferidas por el presidente Nicolás Maduro en contra de nuestro país y su más alta autoridad. El lenguaje soez utilizado es impropio del Presidente de un hermano país.
La medida anunciada por el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y el lenguaje utilizado para ello, no deben constituirse una cortina de humo que pretende negar su propia realidad.
Pese a la medida adoptada por el Gobierno de Venezuela, Panamá reitera su llamado a todos los sectores de la sociedad venezolana, para que inicien prontamente un diálogo que permita alcanzar una solución entre venezolanos y hace votos para que la paz y tranquilidad sean alcanzadas.
Por encima de cualquier circunstancia, consideramos que lo fundamental es mantener el diálogo la fraternidad y hermandad de nuestros pueblos, mismo objetivo que una vez fue el sueño de Bolívar; ideales que el Gobierno Venezolano dice compartir.
DOCUMENTO 2:
Resolución del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), aprobada el 7 de marzo del 2014 en la reunión extraordinaria del órgano convocada a fin de tratar la solicitud de Panamá para considerar la situación que está viviendo la República Bolivariana de Venezuela
SOLIDARIDAD Y RESPALDO A LA INSTITUCIONALIDAD DEMOCRÁTICA, AL DIÁLOGO Y A LA PAZ EN LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA 1/ 2/
(Aprobada en la sesión celebrada el 7 marzo de 2014)
En relación con los hechos recientemente acaecidos en la República Bolivariana de Venezuela, el Consejo Permanente declara:
Sus condolencias y solidaridad con las víctimas y sus familiares, con el pueblo y el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, y hace votos para que las investigaciones tengan una rápida y justa conclusión.
Su respeto al principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados y su compromiso con la defensa de la institucionalidad democrática y del estado de derecho de acuerdo con la Carta de la OEA y el derecho internacional.
Su más enérgico rechazo a toda forma de violencia e intolerancia, y hace un llamado a todos los sectores a la paz, a la tranquilidad y al respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales, incluyendo los derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica, circulación, salud y educación.
El reconocimiento, pleno respaldo y aliento a las iniciativas y los esfuerzos del Gobierno democráticamente electo de Venezuela y de todos los sectores políticos, económicos y sociales para que continúen avanzando en el proceso de diálogo nacional, hacia la reconciliación política y social, en el marco del pleno respeto a las garantías constitucionales de todos y por parte de todos los actores democráticos.
Su interés de mantenerse informado sobre la situación y el diálogo instaurado en Venezuela.
NOTAS DE PIE DE PÁGINA
1. La República de Panamá presenta sus reservas a la presente declaración.
i. No está de acuerdo con la inclusión de la palabra solidaridad en el título de la Declaración ya que de lo que se trata es de brindar respaldo al diálogo, la paz y la democracia.
ii. Así mismo, considera que el respaldo y aliento a las iniciativas y esfuerzos del gobierno democráticamente electo de Venezuela puede interpretarse como una parcialización hacia el Gobierno, frente al resto de los actores sociales. La referencia a que continúen avanzando en el proceso de diálogo nacional se podría entender como que solo apoyamos el diálogo actual.
iii. Con referencia al último párrafo, la República de Panamá considera que la OEA debe tener una actitud más dinámica y darle seguimiento, a la situación y al diálogo nacional en Venezuela y no solamente declare su interés en mantenerse informado sobre el diálogo ya instaurado.
2. Estados Unidos apoya el llamado a una resolución pacífica de la situación en Venezuela con base en un diálogo auténticamente inclusivo. Sin embargo, Estados Unidos no puede respaldar esta declaración dado que no refleja adecuadamente el compromiso de la Organización de promover la democracia y los derechos humanos en el Hemisferio. Además, la declaración coloca a la OEA en una posición de parcialismo, lo cual no puede hacer.
Específicamente, el párrafo 2 sugiere, incorrectamente, que la supuesta necesidad de mantener el orden y el respeto por el principio de la no intervención tiene prioridad sobre los compromisos de todos los Estados Miembros de la OEA de promover y proteger los derechos humanos y la democracia. La declaración contradice el artículo 2 de la Carta de la Organización de los Estados Americanos y los principios consagrados en la Carta Democrática Interamericana.
Si bien el párrafo 4 hace referencia al diálogo, este carece de un elemento clave para solucionar los problemas de Venezuela. Para tener éxito, el diálogo debe ser genuino e incluir a todas las partes. La declaración apoya parcialmente un diálogo patrocinado por el gobierno, que ha sido rechazado por importantes sectores de la oposición.
Estados Unidos cree que el diálogo genuino requerirá la participación de un tercero que goce de la confianza de todas las partes. También exigirá el fin de todo intento de reprimir la libertad de expresión y la liberación de los presos políticos. Desafortunadamente, la declaración no promueve suficientemente estos objetivos. La OEA no puede sancionar un diálogo en el cual gran parte de la oposición no tiene voz ni fe. Solamente los venezolanos pueden encontrar soluciones a los problemas de Venezuela, pero la situación actual del país exige que un tercero de confianza facilite el debate mientras los venezolanos buscan estas soluciones.
Por último y fundamentalmente, Estados Unidos no puede concurrir con el llamado de la declaración a un «pleno respaldo de la OEA» a un proceso de diálogo orquestado por un solo actor. La OEA tiene la responsabilidad de permanecer neutral; no puede tomar partido.