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Etiqueta: resistencia

Campaña: “Una hora para Palestina”

SURCOS comparte la siguiente invitación:

Todos los sábados iniciando en febrero al 01 de mayo a las 5:00pm se estará llevando a cabo una campaña por medio de una transmisión de Facebook Live en Red de Solidaridad con Palestina/Costa Rica, lleva por nombre: “Una hora para Palestina” y tiene la finalidad de expresar al Pueblo Palestino, desde Costa Rica, amistad y solidaridad, generando atención y acciones diversas en relación a las necesidades actuales que enfrentan como Pueblo.

La invitación es para que en conjunto se destine una hora por semana al tema palestino: buscar noticias, e informaciones, imágenes, videos o expresar opiniones, oraciones, poemas, música, arte, gastronomía, folclor, luchas o gestiones que se realizan desde el mundo o Costa Rica para la solidaridad y el respeto de los derechos humanos y de la causa este pueblo que lleva 73 años en resistencia.

En el siguiente video pueden encontrar más información:

https://www.facebook.com/watch/live/?v=762816424631872&ref=watch_permalink

Adjuntamos la invitación formal al evento:

 

Imagen destacada tomada de Telesur.

Ni Revoluciones de Colores, Ni Golpes Blandos en Cuba

Lic. José A. Amesty R.v

Oficialmente la desestabilización contra Cuba, por parte de EEUU, inicia el 3 de febrero de 1962, mediante la orden ejecutiva No. 3447, impuesta por el presidente John F. Kennedy. Pero ya desde 1959, el gobierno de Eisenhower, ya había tomado medidas para restringir el comercio entre USA y Cuba, afectando las finanzas de ésta última.

Ya conocemos, que este asedio se ha materializado afectando la vida diaria de Cuba: cortes de electricidad en las principales ciudades del país y en los horarios de mayor demanda, escasez de alimentos, afectación al transporte público a trabajadores y sociedad en general, entre otras calamidades, que en general, son agresiones políticas, económicas, financieras, comerciales, tecnológicas, entre muchas otras. Un embargo total a Cuba.

Por supuesto, la injerencia ha afectado al sector de las comunicaciones y la informática, incluidas las telecomunicaciones. Esta política aberrante gringa constituye el principal impedimento al flujo de información, y al más amplio acceso a Internet y a las tecnologías de la información por parte de los cubanos, al dificultar y encarecer la conectividad en el país, condicionar el acceso a las plataformas y tecnologías, y utilizar el ciberespacio para subvertir el sistema político y jurídico cubano.

Los daños económicos ocasionados al sistema de las comunicaciones, durante el período de abril de 2018 a marzo de 2019 se estiman en más de 55 millones de dólares. La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA) continúa siendo la entidad con mayor afectación, registrando aproximadamente el 98% del monto total de los perjuicios.

Uno de los principales brazos interventores en Cuba heroica, ha sido la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional USAID, quien con el tiempo ha cambiado su papel de “asistencia económica”, a vulgar ladrona de cientos de millones de dólares, o desviados de ruta para: preparación de agentes locales, compra de supuestos periodistas y otros profesionales, subvención de grupos mercenarios, envío de propaganda ilícita, para cambiar mentes y poder financiar a los opositores al gobierno cubano, pasando por trabajo político encubierto. Y por supuesto, seguir apoyando el bloqueo económico contra la isla heroica.

Estemos atentos al cambiante mundo de la USAID, CIA, entre otras, que cambian cual camaleón, para enmascarar sus propósitos expresos de USA, quien los financia y no le importa sus métodos, para hacer colapsar la Revolución en Cuba. El enemigo no descansa, tampoco nosotros debemos descansar, para consolidar un mundo más justo y fraterno.

No es de extrañar, el papel de estos brazos gringos en la isla, en los últimos días, con la farsa de San Isidro.

Ya que sabemos que, el Buró del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado norteamericano, lanzó una convocatoria, para que las organizaciones dedicadas al negocio de promover la subversión en Cuba, presenten propuestas para crear una nueva generación de líderes independientes cubanos, llamado “líderes emergentes cubanos”, que tengan la capacidad de trabajar para transformar la sociedad cubana, desde adentro, promoviendo un desmontaje de los principios, valores y prácticas socialistas.

Este proyecto subversivo ya está en pleno desarrollo, las organizaciones que fueron beneficiadas con el presupuesto, ya están desplegando sus recursos para cautivar, engañar y manipular a determinados jóvenes cubanos que, en términos prácticos, le ofrecerán ser mercenarios al servicio de una potencia extranjera.

Fácilmente, la creación de grupos de este tipo, es factible de controlar, ya que normalmente caen en una especie de club único, proclive a autoproclamarse como los preferidos para tal fin, creen que son los “elegidos” y cometen errores de autosuficiencia.

No obstante, debemos dejar claro que la Injerencia, es la intervención en un Estado Soberano, por uno o varios Estados u organizaciones internacionales, mediante la fuerza armada u otras medidas, y sin su consentimiento. Algunos sinónimos son introducir, entrometerse o inmiscuirse, violación, intervención, invasión, derrocamiento, otros.

El sentido de esta definición, siempre tiene una carga violenta, de destrucción, nunca de ayuda. Y esta ha sido la historia de los Estados Unidos de Norteamérica en América Latina, el mundo y por supuesto en Cuba.

La larga lucha que la sociedad cubana ha sufrido y resistido, durante los últimos sesenta años de Revolución Cubana, donde se promueve un sistema de valores como la solidaridad, la igualdad, la equidad y el bienestar común, ha sido un largo proceso de aprendizaje, costoso y muy traumante para el pueblo cubano.

Esta resistencia, que se ha adquirido con formación e ideología, se ha traducido en Resiliencia, que es la “capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro”. Así mismo, “en ocasiones, las circunstancias difíciles o los traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que el individuo desconocía hasta el momento”.

El concepto ha evolucionado, superando la concepción individualista, para transformarla en una actitud comunitaria, cultural, y como la capacidad de tener éxito de modo aceptable para la sociedad, a pesar de los graves riesgos.

Estamos hablando entonces, en estos últimos días en Cuba solidaria, de una desestabilización multifacética del imperialismo, traducida entre otras armas, de una ciberguerra, concepto tan crucial que el Pentágono le dedica un comando especializado, así como los tiene para áreas geográficas. Y estamos hablando de una inversión multimillonaria, en la creación de numerosos medios e influencers digitales, con sus ejércitos de bots (es un software que sirve para comunicarse con el usuario, imitando un comportamiento humano, aunque a veces sea el de un humano de pocas palabras), que trasmiten contra la isla desde Estados Unidos.

En este sentido, el escritor cubano Abel Prieto, afirma que la mayoría de los que llegaron ante el Ministerio de Cultura Cubano, desde San Isidro, fueron impulsados a hacerlo por el ambiente creado en las redes. Este es el espacio virtual, utilizado ahora por USA, para subvertir el orden cubano, desestabilizando la armonía del país.

En general, y atendiendo al título de este breve artículo, las llamadas revoluciones de color, entran dentro de las estrategias de intervención silenciosa, que Estados Unidos, utiliza para derrocar a Gobiernos, que no comparten la visión estadounidense sobre la organización económica, política y militar de las naciones.

Así mismo, se denomina golpe de Estado blando, golpe suave, golpe encubierto o golpe no tradicional, al uso de un conjunto de técnicas no frontales y principalmente no violentas de carácter conspirativo, con el fin de desestabilizar a un gobierno y causar su caída, sin que parezca que ha sido consecuencia de la acción de otro poder.

La expresión ha sido atribuida al politólogo estadounidense Gene Sharp,​ quien, según Thierry Meyssan (periodista y activista político francés, autor de investigaciones sobre la extrema derecha), “recibió el encargo de la CIA para conducir la aplicación práctica de su investigación teórica en China”, en 1989,​ y trabajó para Israel para “crear programas de entrenamiento para jóvenes activistas con el objetivo de organizar golpes”.​ En algunas ocasiones, el golpe de Estado blando, se relaciona con el llamado lawfare (guerra jurídica o guerra judicial), cuando la desestabilización o derrocamiento del gobierno se realiza mediante mecanismos aparentemente legales.

El autor Sharp, del ensayo titulado “De la dictadura a la democracia”, describe 198 métodos para derrocar gobiernos mediante “golpes suaves”, considera que la estrategia se puede ejecutar en cinco pasos:

  • La primera etapa es promover acciones no violentas para generar y promocionar un clima de malestar en la sociedad, destacando entre ellas denuncias de corrupción, promoción de intrigas o divulgación de falsos rumores.
  • La segunda etapa consiste en desarrollar intensas campañas en “defensa de la libertad de prensa y de los derechos humanos”, acompañadas de acusaciones de totalitarismo contra el gobierno en el poder.
  • La tercera etapa se centra en la lucha activa por reivindicaciones políticas y sociales y en la manipulación del colectivo para que emprenda manifestaciones y protestas violentas, amenazando las instituciones.
  • La cuarta etapa pasa por ejecutar operaciones de guerra psicológica y desestabilización del gobierno, creando un clima de «ingobernabilidad».
  • La quinta y última etapa tiene por objeto, forzar la renuncia del presidente de turno, mediante revueltas callejeras para controlar las instituciones, mientras se mantiene la presión en la calle. Paralelamente, se prepara el terreno para una intervención militar, mientras se desarrolla una guerra civil prolongada y se logra el aislamiento internacional del país.

Las primeras tres etapas, se ensayaron en San Isidro, y se han seguido experimentando posterior a la puesta en escena san isidrina, atentos y alertas.

En conclusión, la mejor defensa de la Revolución Cubana, sigue siendo la ofensiva audaz, creativa, oportuna y pertinente.

Taller “Caminos de no violencia: experiencias de esperanza desde Servicio de Paz y Justicia Costa Rica – 30 años”

Este 14 de diciembre a las 4:00 pm se realizará el último taller ciclo 2020 del Centro Nacional de Promotoras/es de DDHH y No Violencia Activa (Cenapronova): Experiencias de Lucha No Violentas Activas en el Marco de la Conmemoración de los 30 años del SERPAJ-CR.

El evento virtual contará con relatos testimoniales de 5 mujeres en sus experiencias de lucha y resistencia No Violenta en Costa Rica.

Lunes 14 de diciembre del 2020

Hora: 4pm-6pm

Por Jitsi meet 

Enlace: https://meet.jit.si/Ciclo2020Serpaj-CR

 

Artículo: “Pedagogía de la violencia y resistencias de las mujeres. El cuerpo como territorio en disputa”

El Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) recién publicó su anuario número 11. Entre los artículos destaca “Pedagogía de la violencia y resistencias de las mujeres. El cuerpo como territorio en disputa” de la psicóloga e investigadora feminista, Mariana Alpízar Guerrero.

El artículo es una propuesta teórica y conceptual para comprender los mecanismos en que opera la violencia como pedagogía que, no sólo reprime, sino también moldea los cuerpos y les enseña cómo ser.

La autora presenta una sistematización de las resistencias macropolíticas y micropolíticas que han utilizado históricamente las mujeres “y parte de la idea de que donde existe violencia siempre ha existido también la resistencia, siendo esta última una herramienta indispensable que han usado las mujeres para apalabrar su dolor, asumir su capacidad de agenciamiento e ir recuperando su cuerpo que ha sido un territorio histórico en disputa”, expone el artículo.

SURCOS le invita a leer el artículo aquí

 

Compartido con SURCOS por Mariana Alpízar Guerrero.

Comunidades se preparan para un #25N con perspectiva comunitaria

Las comunidades de todo el país se preparan con una agenda llena de actividades en el marco del #25N – Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el próximo miércoles y siguientes días de noviembre. 

Los colectivos comunitarios y las redes locales llevarán a cabo conversatorios, talleres, paneles, presentaciones artísticas, movilizaciones, marchas y campañas informativas en las calles y en modalidad virtual. 

En Guápiles, Puntarenas y Cóbano habrá marchas organizadas por Colectiva Hijas de la lluvia y organizaciones comunitarias de Cóbano, respectivamente; en Ciudad Neilly habrá una movilización organizada por Todas somos UNA CR; mientras que la Unidad de Género de Cañas realizará una marcha virtual. 

La Alianza de Mujeres Costarricenses realizará durante todo el día plantones de resistencia patriarcal en comunidades de todo el país, y plantones feministas de resistencia antipatriarcal en Coto Brus, La Suiza, Sardinal, Barranca, San Isidro de Peñas Blancas, Palmares, Naranjo, Sarchí y San Ramón.  

Los conversatorios y talleres virtuales tratarán temas como los mitos del amor romántico (organiza Redes locales de Paquera y Cóbano), violencia en el noviazgo (organiza Red local de Prevención de la Violencia de Cartago), derecho a la vida sin violencia (organizan redes locales de prevención de Región Huetar Norte junto al Instituto Nacional de la Mujer) y un conversatorio dirigido a niñas y adolescentes en Nicoya. 

Entre otras actividades por realizarse el próximo 25 de noviembre destaca la campaña informativa de la Red local de Prevención de la Violencia de Paraíso, un cine foro sobre violencia de género (organizan las redes locales de prevención de Guanacaste), proyección virtual de danza sobre femicidios (organiza Red local de Prevención de Violencia de Garabito) y un recorrido histórico virtual sobre la eliminación de la violencia contra la mujer en el marco del COVID-19 (organiza Red local de Prevención de Violencia de Heredia). 

Durante todo el mes de noviembre las comunidades han llevado a cabo actividades en torno a la eliminación de todas las formas de violencia contra la mujer, entre ellas charlas sobre acoso callejero, distribución de información e incluso las redes locales de prevención de Región Huetar Norte divulgaron infografías con la situación de violencia en el cantón Los Chiles. 

SURCOS realizará una cobertura colaborativa del #25N gracias a las comunidades y los colectivos locales. 

Los detalles de las actividades podrá visualizarlos a continuación:

Atisbo de la realidad post Covid-19

Hernán Alvarado

            Resulta paradójico el intento de descifrar una «nueva normalidad» que no es nueva ni normal. ¿Y cuál era la vieja normalidad? ¿Se trata de una palabreja más que pretende decir mucho y no dice nada? ¿Disimula acaso que la realidad de los más ricos nada tiene que ver con la de los más pobres? ¿Cambiará eso? Claro que no. En ese sentido, la «normalidad» anterior al Covid-19, a juzgar por la mayoría, refiere a una sociedad anómala, cada vez más inequitativa, injusta e insostenible.[1] En realidad, no se sabe en qué consiste la «nueva» normalidad, ni siquiera está claro cuándo terminará esta primera pandemia global. Aún así conviene buscar un hilo de luz utópica entre sus distópicas y despóticas posibilidades.

El rostro recortado

            La mascarilla, el escudo facial, el pañuelo o la bufanda, cubren el rostro de cada vez más personas en la calle, como ya se estaba volviendo hábito en los países del sudeste asiático. Agréguese anteojos oscuros y un sombrero para obtener un disfraz parapandémico. Parecen implementos necesarios, aunque no sea seguro cuánto contribuyen a mitigar el contagio, pues suponen buenas prácticas que son poco conocidas. No obstante, la máscara se está convirtiendo en símbolo de «responsabilidad individual», sobre todo para una política pública fallida que pretende lavarse las manos.

            Esa desaparición progresiva del rostro, siguiendo una intuición de Emmanuel Levinas (1906-1995) podría significar también el debilitamiento de la resistencia. Con su rostro tapado el otro obedece, arrebatándole su atuendo a los anarquistas, para quienes representaba rebeldía. El otro es ahora un peligro invisible e impredecible y sirve de pretexto para que los algoritmos y los modelos probabilísticos tomen la escena dictando los cursos de acción, como antes ya lo hacían las aplicaciones georeferenciadas. Hay que ver, por ejemplo, cómo tratan hoy las aerolíneas a sus clientes a través de los dispositivos móviles; cuidando su quebrantada rentabilidad, atrasan sus vuelos, cambian itinerarios y paradas a última hora, no devuelven el dinero de viajes truncados y no aceptan aplicarlos a otros. ¿Y el usuario? Bien, gracias, enmascarado y calladito sigue instrucciones en fila, a dos metros de distancia.

Un rostro en la arena

            Eso calza con la borradura del sujeto, tan propio de la post modernidad. Adiós al actor social, suplantado en adelante por un agente anónimo, sin arraigo ni historia, accesorio de la máquina y esclavo del sistema. Su narrativa errática e incoherente oscila entre el individualismo rapaz y la anomia, rayanas ambas en lo absurdo, a penas compensado por un consumismo voraz que amenaza la vida de la Madre Tierra. Michel Foucault (1926-1984) había intuido, muchos años atrás, que algo extraño podía suceder, puesto que ya había sucedido antes:

El hombre es una invención cuya fecha reciente muestra con toda facilidad la arqueología de nuestro pensamiento. Y quizá también su próximo fin. Si esas disposiciones desaparecieran tal como aparecieron, si, por cualquier acontecimiento cuya posibilidad podemos cuando mucho presentir, pero cuya forma y promesa no conocemos por ahora, oscilaran, como lo hizo, a fines del siglo XVIII el suelo del pensamiento clásico, entonces podría apostarse a que el hombre se borraría, como en los límites del mar un rostro de arena.[2]

Una hipótesis radical

            El recorte del rostro propio y ajeno, su desvanecimiento masivo en el espacio urbano, tendrá impactos negativos sobre la subjetividad.[3] El otro se puede ir volviendo cada vez más abstracto, mirado de reojo por quien lo desconoce y le considera portador de la peste. El odio que destilan las redes sociales también indica ese vaciamiento de la humanidad del otro, al que se juzga in absentia, antojadizamente. ¿Será la venganza del «hombre masa» denunciado antaño por José Ortega y Gasset (1983-1955)?

            Estamos ante el triunfo del hemisferio izquierdo del cerebro cuya hegemonía progresiva, propiciada por la modernidad, podría ser la fuente, según MacGilchrits, del incremento de enfermedades mentales como esquizofrenia y autismo.[4] Las habilidades sociales dependen más bien de las facultades propias del hemisferio derecho. La comunicación, por ejemplo, depende mucho más de gesto y tono que de los mismos significantes que, no obstante, los transforma en signos. Aprendemos a ser humanos mirando el rostro de los cuidadores, verificamos los significados observando sus expresiones faciales. Basta notar que la risa es el feedback del sentido, tal como lo evidencian las bromas. Pero en pandemia la sonrisa queda confinada y, concomitantemente, el malhumor aflora y la violencia abunda.

            La «nueva normalidad» implica una comunicación reducida a significantes, con un impacto negativo sobre empatía y confianza, pues las máscaras nos aproximan más al robot que al animal, al programa más que al espíritu. Una comunicación empobrecida solo puede ser heraldo de una humanidad más pobre, en medio de su abundancia material. Peor aún, tras la mascarilla cuesta más hacerse oír y hacerse entender. Por lo demás, se le aconseja limitar su parloteo. Por ese camino, la persona quedará reducida al personaje abstracto del mercado, a vendedor o comprador, obsesionado con el cálculo de utilidades y atado al «lenguaje de las mercancías».[5] Puesto que el autoservicio tenderá a imponerse, ya no podrá hablar ni con los cajeros que también están siendo sustituidos por máquinas. De por sí que, como McGilchrits observa, el lenguaje sirve más para controlar que para comunicar.

De lo presencial a lo virtual

            El gran cambio que empuja la pandemia, consecuencia del enfoque que la OMS le ha imprimido, consiste en partir la realidad en dos. Esta resulta ser ahora bimodal, es decir, virtual y presencial. El mismo Coronavirus es más virtual que presencial, aunque sus efectos mortíferos sean tan reales como miles de cadáveres incinerados. Hasta hace poco la virtualidad era opcional y buena parte de la ciudadanía seguía ajena a las computadoras. En cambio, el uso de Internet durante esta crisis sanitaria ha aumentado, en promedio, alrededor de un 35%. El face to face disminuye mientras el screen to screen aumenta aceleradamente, cambio enorme que parece insignificante -nada más promisorio para una innovación.

            El teletrabajo y el teleaprendizaje enfrentaban prejuicios hasta en altas esferas académicas. Se había avanzado lentamente con reglamentos y protocolos.[6] Ahora se han convertido en modalidades indispensables por lo que medio mundo ha corrido a ponerse al día. En correspondencia, la brecha digital también ha quedado evidenciada y requiere ser cerrada cuanto antes. La «normalidad» que viene emergiendo implica, entonces, una digitalización y bancarización universales, escenario que iba a tardar mucho más.

            Una realidad virtual generalizada lo cambia todo. El capitalismo se volverá cada vez más automático, también más explotador, puesto que la computadora absorbe más tiempo que nada. A la vez será más volátil, más explosivo. Se puede vaticinar que sus crisis sistémicas serán cada vez más agudas y devastadoras. El teletrabajo aísla más o menos a la fuerza de trabajo, como la máscara al virus; así que puede aumentar su flexibilización y atomización.

            Sin embargo, también aumenta la conectividad virtual entre las personas, ya que el problema no está en el instrumento sino en el modo de usarlo. Esa tecnología también abre la posibilidad de un trabajo más colaborativo, más crítico y creativo, al conectar un cerebro con otros. Lo importante será aceptar que ella implica cambiar la estructura y dinámica de la organización, la tribu y el grupo, pues la cuestión seguirá siendo política: ¿cómo usar esta tecnología en red, para qué y al servicio de quién?[7]¿Servirá a la democracia cognitiva o a la manipulación mediática?

Entre el espanto y la ternura

            El manejo de la pandemia la ha convertido, como toda crisis, en un acelerador del cambio. ¿Cuál cambio? Quienes promueven la nueva normalidad celebran el retorno a lo mismo con gente más desconfiada, sometida e inmovilizada. Al decir de Franz Hinkelammert: «Cuando hoy se produce el infierno para la mayoría de la humanidad, hay otros que creen vivir en el cielo.» Sin embargo, al final todo dependerá de una conciencia social que escuche o no el llamado de supervivencia; el mandato de la vida que desemboca en el grito del sujeto. Premonitoriamente Hinkelammert alertaba sobre eso:

Se dice que en la Edad Media, y precisamente en el siglo XIV – después del estallido de la gran peste-, hubo fiestas en las cuales se bailaba hasta que el último estuviera arrasado por la muerte. Toda nuestra sociedad está bailando este baile. Hace falta interrumpirlo por lo menos un momento, para reflexionar, y ver si no es mejor enfrentar la peste para detenerla, en vez de seguir con este baile de muerte.[8]

            El avance tecnológico debe usarse para las mejores causas, más allá del enriquecimiento insaciable del 1% de la población. Pero, esa tecnología también puede ser fría y alienante, así que habrá que seguir defendiendo después cada abrazo, tanto como nuestro indispensable lazo con la trama de la vida.[9] De cierto modo, la humanidad seguirá viviendo, de aquí en adelante, al filo del abismo, «entre el espanto y la ternura».[10]

[1] El capitalismo salvaje deviene capitalismo suicida, será cuestión de tiempo, pues un crecimiento infinito en un planeta finito es sencillamente imposible, como insistía José Luis Sampedro (1917-2013).

[2] Foucault, M (1968) Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias sociales. Buenos Aires: Siglo XXI, p. 375.

[3] El concepto de «normalidad» ha sido cuestionado por casi toda psicología. En realidad, no soporta ni la primera pregunta: ¿qué diablos significa ser normal?

[4] MacGilchrist, I (2009) The Master and his Emissary. The divided brain and the making of the Western World. New expanded edition. New Haven and London: Yale University Press, chapter 12. Kindle, Loc 10255.

[5] Mencionado por Karl Marx (1818-1883) para aludir a la realidad fetichista del intercambio. Marx, K.(1980) El Capital. Crítica de la Economía Política. T I, V 1. México: Siglo XXI. 9ª, p. 63.

[6] En el 2019 se aprobó la Ley 9738 que regula el teletrabajo en Costa Rica, cuando ya lo hacían bajo esa modalidad unas 12,000 personas.

[7] No se consideran aquí los impactos sobre las comunidades rurales, donde todo lo dicho debe ser repensado pues posiblemente serán de los últimos bastiones de la resistencia contra la robotización del ser humano, amén de que garantizan la producción de alimentos y otros servicios ecosistémicos. Sobre sus realidades viene reflexionando para Surcos, entre otros, German Masís.

[8] Hinkelammert, F.J. (1998) El grito del sujeto. Del teatro-mundo del Evangelio de Juan al perro-mundo de la Globalización. San José: Editorial DEI, p.8.

[9] Hay una vislumbre esperanzadora en ElPaís.cr, del 3 de septiembre del 2020: Rafael Arias, «Bioeconomía: eje de la transformación productiva con equidad social y sostenibilidad ambiental».

[10] Según el dilema que plantea una canción de Silvio Rodríguez.

Imagen: Guayasamín y el abrazo

Decisiones políticas que atentan contra la salud y la vida

Juan Huaylupo Alcázar[1]

Es dramático para la ciudadanía costarricense que gran parte de la prensa hablada y escrita se encuentre sintonizada y sincronizada en la difusión de contenidos asociados a dar espacio preferente a la violencia delincuencial, al futbol, así como a validar como pertinentes las opiniones y decisiones de quienes dominan y de los que formal y aparentemente, nos gobiernan y representan, mientras están ausentes los análisis sobre situación y condición de los sectores más vulnerables y de los nuevos empobrecidos de la sociedad. No solo en la prensa está ausente esta reflexión y preocupación, también lo está en las vocerías gubernamentales que contradictoriamente atacan el trabajo y remuneración de los trabajadores, a la vez que repiten demagógicamente los anuncios de que juntos saldremos adelante y que todo será resuelto satisfactoriamente. Estas prácticas dejan sin contenido y significación a nuestra democracia.

El discurso del poder usa una engañosa prédica en favor de las mayorías para confundir, desmovilizar y enmascarar las acciones que convienen a los propietarios de corporaciones empresariales asociadas con la globalidad del capital. Luego, la demagogia igualitaria y de espurio nacionalismo de las palabras del gobierno, solo defiende los intereses y argumentos de quienes han privatizado la riqueza social; mientras que los otros, a los que consideran objetos del poder, son condenados a sufrir los efectos de las calamidades provocadas por las brechas económicas, sociales y políticas creadas y profundizadas por poderes totalitarios.

La pandemia ha dejado de ser una problemática sanitaria, para convertirse en el pretexto para justificar la eliminación de toda oposición y resistencia de los trabajadores, destruir la organicidad social y reavivar los añejos intentos de privatización de los activos públicos, pero también para disponer de la salud y la vida de los ciudadanos, a quienes se pretende culpar de sus propios padecimientos sanitarios y condición social. Desde esta conveniente distorsión de hechos e interpretaciones de los económicamente poderosos también se acusa a las instituciones que velan por la salud pública de ser responsables del creciente empobrecimiento al establecer las restricciones sanitarias necesarias y consistentes como prevención de la salud pública. Los empresarios, de este y otros países, se presentan como víctimas, cuando por sus exigencias y presión, son causantes del crecimiento exponencial de los contaminados y fallecidos.

Las voces, necesidades y esperanzas de los pobres, no importan a los ricos ni al poder estatal, que solo se interesan por mantener el statuo quo y la reproducción de su dominación. Así, eliminar las restricciones sanitarias son mandatos privados contra la salud pública a la vez que constituyen auténticos atentados contra los derechos humanos, y de esta manera se transparenta el desprecio hacia los otros de parte de propietarios que se imaginan dueños del país, del destino de la sociedad y de la vida. Estas prácticas del poder en Costa Rica son regresivas creaciones económicas y políticas del esclavismo y del fascismo de otros tiempos y espacios.

El apoyo de los pobres a las demandas empresariales, es el único recurso de quienes no tienen alternativas de resistencia y están dispuestos a ser sobreexplotados y ser sometidos a labores que comprometen su supervivencia cotidiana ante la precaria, excluyente y burocratizada ayuda estatal.

Las evidencias nacionales y de otros contextos han mostrado que, eliminando las restricciones sanitarias, ha habido un incremento de infectados y fallecidos por el coronavirus. No obstante, no es denunciado por la prensa y, por lo contrario, se culpa a las víctimas de no guardar las recomendaciones sanitarias, cuando en realidad son los poderes prevalecientes los causantes de las tragedias individuales y familiares.

Gran parte de los medios informativos sufren los efectos colaterales de la descomposición de sus falsedades y bodrios informativos, así como, por su evidente subordinación política, por ello se leen y escuchan menos. Estas prácticas denigran una noble profesión que expresó en diversos momentos de la historia su enfrentamiento contra toda forma de totalitarismo para defender la investigación, los derechos ciudadanos y el bien común.

[1] Catedrático en Administración Pública. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad de Costa Rica.

Imagen: https://visioncoach.es

Sin este poder desde la ciudadanía no hubiésemos logrado impedir PH San Rafael

Luis Monge, Ríos Vivos

En el año 2013, iniciamos una lucha que nos vaticinaban perdida: detener 17 proyectos hidroeléctricos, planteados al amparo de las leyes de apertura del mercado eléctrico; aprobadas en los gobiernos de José Ma. Figueres y Oscar Arias, casualmente ambos pertenecientes a familias que participan de la generación privada. Estos proyectos además serían desarrollados por grandes empresas y grupos familiares poderosos. Teníamos en contra el marco legal, a grupos política y económicamente poderosos y a la misma institucionalidad, como la SETENA, que históricamente había cumplido un papel de “facilitador” para este tipo de proyectos, al igual que la ARESEP, el ICE, las Municipalidades. Muchos nos auguraban un rotundo fracaso: “ustedes no tienen recursos, no tienen capacidades técnicas, ni legales, no tienen “patas” políticas”.

Bajo un discurso de “desarrollo”, de progreso, se justificaban estos proyectos, a las pocas personas que se les presentaron inicialmente en las comunidades. Sin embargo 6 años después somos testigos del cierre del último proyecto hidroeléctrico en la Zona Sur, el PH San Rafael. Poco a poco, gracias a la resistencia que ofrecieron las comunidades, que, integradas junto con estudiantes, artistas, profesionales, ciudadanos y ciudadanas en general, en el Movimiento Ríos Vivos, logró articular la lucha para vencer a estos proyectos.

Poco a poco, basado en la experiencia que iba desarrollando cada grupo de resistencia que se constituía en las comunidades, y con el apoyo de aliados, como Kioscos Ambientales de la UCR, la FECON, la Asociación Voces Nuestras y en un inicio incluso la Pastoral Social de la Iglesia Católica. A punta de ejercicio se tejieron músculos de resistencia: aprendimos a presentar oposiciones en la SETENA; a hurgar en estudios técnicos para ubicar la información biológica, a desarrollar herramientas de comunicación tanto a lo interno como a lo externo del Movimiento; a realizar movilizaciones en los ríos, en las calles, en la ciudades, para llamar la atención de la ciudadanía, a realizar cabildeo político con los candidatos, a presionar a las Municipalidades para lograr las moratorias, a ser expertos en tramitologías, para descubrir las múltiples irregularidades con las que se iban aprobando los avances en los proyectos hidroeléctricos; a constituir células de resistencia independientes, pero al mismo tiempo capaces de aprovechar el conocimiento y experiencia adquiridos por el Movimiento en su totalidad. Se construyeron también hermandades, nuevas amistades, relaciones que antes no existían entre personas y comunidades distintas.

Este proceso desnudó los niveles de injerencia y de corrupción que se promueve desde las empresas privadas, tramitando proyectos con estudios de impacto ambiental superficiales, sin consulta a las comunidades, e incluso manipulando con su capital a algunos vecinos; logrando permisos irregulares en las Municipalidades y la aprobación en la ARESEP y SETENA de procesos que indican claramente que dio una colusión entre las empresas y estas entidades. Lo último que nos enteremos, cuando se solicitó información respecto a lo actuado, es que no se “puede adelantar información, hasta que sea oficialmente comunicada a los interesados”; refiriéndose a la empresa: para las autoridades las comunidades, los vecinos que defendemos los ríos, no somos “parte interesada”.

Todo este conocimiento y capacidades, construido por cientos de personas, es el que permitió que hoy se nos anuncie que el gobierno decidió no otorgar la conveniencia nacional al último proyecto en ciernes, el PH San Rafael; sin esta presión social, sin este ejercicio del poder y la gobernanza que emergió de la ciudadanía, no lo hubiésemos logrado.

 

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Red de apoyo europeo a la Resistencia del PILMAIKEN

Compartimos el texto enviado por TRAWUNCHE MADRID, Coordinación de Apoyo al Pueblo Mapuche, de Madrid, España, quienes están solicitando firmas de adhesión del comunicado adjunto, que será presentado ante las Embajadas de Noruega en Europa, debido a la usurpación que está haciendo STARTKRAF (empresa estatal del Gobierno Noruego) del territorio ancestral de la comunidad Williche de Pilamaiken en los que se han encontrado hallazgos arqueológicos prehispánico, que son desconocidos tanto por la empresa como por el Estado chileno.

Solicitan amplia difusión y enviar su firma de adhesión al correo: coordinacionapoyo.pueblomapuche@gmail.com

RED DE APOYO EUROPEO A LA RESISTENCIA DEL PILMAIKEN

09 DE JULIO DE 2019 Las Redes Europeas de Apoyo a la lucha de resistencia del Pueblo Nación Mapuche, ANTE EL INMINENTE DESALOJO del control territorial que mantienen las comunidades Mapuche Williche en toda la ribera del rio Pilmaiken desde el amanecer del domingo 30 de junio, con el fin de resguardar sus espacios ceremoniales mapuche, de significación cultural y espiritual, amenazados por la construcción de los proyectos Central Hidroeléctrica Osorno y Central Rucatayo propiedad de la empresa estatal noruega Statkraft.

DENUNCIAN:

Que el Estado Noruego y su empresa Statkraft, pretende desconocer la importancia de los “hallazgos arqueológicos prehispánicos” que corresponden a un cementerio que demuestra la presencia de antepasados mapuche Williche en el territorio.

Que dichos hallazgos arqueológicos vienen a fundamentar la reivindicación territorial histórica del pueblo Williche que abarca desde Rucatayo hasta Trafún, fundamentada en estudios históricos y antropológicos.

Que las comunidades Mapuche Williche se encuentran desplegadas a lo largo de su río sagrado, resguardando sus espacios ceremoniales, con una significación cultural y espiritual. Que por lo mismo no permitirán el saqueo, ni la profanación de su Eltuwe, lo que implicaría una gravísima transgresión a su cultura.

Que Statkraft y el Estado noruego pretende emplazar sus proyectos hidroeléctricos en territorios que entran en conflicto con comunidades Mapuche Williche, negando su presencia en territorio ancestral.

Que sólo la lucha de autodefensa y movilización por parte de Pu lof en resistencia del Río Pilmaiken, ha podido paralizar la construcción de la Central Osorno, respaldados por el rechazo de 37 comunidades de la comuna del Río Bueno y la totalidad de la asociación de comunidades de Puyehue y de todo el Pueblo Mapuche.

Que Statkraft ha fomentado la división y enfrentamientos entre las comunidades Williches. Que ha levantado figuras ficticias que no desarrollan la Espiritualidad Mapuche y que permiten a Statkraft justificar la existencia de un dialogo abierto con las comunidades a cambio de asistencialismo. Que de esta forma se aprovecha de la ignorancia y de la miseria en que se ha visto sometido el pueblo mapuche por el Estado de Chile. Que Statkraft ha utilizado a personas inescrupulosas para que declaren en juicios políticos en contra de sus autoridades ancestrales.

Que manifestamos nuestro total rechazo a los proyectos de la empresa Statkraft en territorio Williche y la política extractivista del Estado de Chile.

Por todo lo anterior, EXIGIMOS al Estado Noruego:

– La retirada inmediata de su empresa Statkraft y sus proyectos Central Hidroeléctrica Osorno y Central Rucatayo de territorio Williche.

– Respeto a la cultura mapuche Williche y sus territorios ancestrales de Pilmaiken.

– Aplicación del Convenio 169 de la OIT que establece la consulta previa al conjunto de las Comunidades Williches para la implementación de cualquier proyecto económico en su territorio.

– La restitución de los territorios ancestrales al pueblo nación mapuche.

¡Fuera todos los proyectos hidroeléctricos del Río Pilmaiken!

¡KINTUANTE NO SE VENDE, SE DEFIENDE!

FIRMAN:

TRAWUNCHE MADRID (España)

SOLIDARITY GROUP FOR INDIGENOUS JUSTICE (SEATTLE)

DIDEPU, (Defensoría Internacional de los Derechos de los Pueblos) Suiza

Comité por los derechos del pueblo mapuche (Noruega)

 

*Imagen tomada del video de Youtube: Pilmaiken Williche. Memoria y Resistencia Mapuche

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