Rodrigo Aguilar Arce
El imperativo de toda organización social que forma parte del acontecer político y económico es la transformación, la modernización y el cambio.
Los sindicatos no escapan a esa realidad incuestionable y de hecho enfrentan sin número de retos producto de las grandes transformaciones ocurridas en las últimas décadas a nivel planetario.
La globalización de los mercados, los acuerdos de integración económica, la internacionalización de los capitales, la incorporación de las nuevas tecnologías a los procesos productivos y a la cultura en general son, entre otras, manifestaciones del nuevo paradigma imperante.
Las repercusiones para los trabajadores son muchas y no todas positivas; por ejemplo: los cambios ocurridos en los mercados del trabajo se caracterizan por las altas tasas de trabajo informal, trabajo precario, tercerización y pobreza; así mismo, ha propiciado la incorporación cuantitativa y cualitativa de las mujeres, pero no siempre económicamente en forma equitativa ni de respeto a los mismos derechos que asiste a los hombres; no hay la menor duda que existen pocas oportunidades de puestos de trabajo decente para una juventud que en muchos campos se siente excluida y sin futuro.
Lo constatable es que el mundo cambiado y cambiante pone en aprietos los esquemas clásicos de organización sindical, el perfil del dirigente como sus orientaciones políticas, los valores y las formas de operar.
Tomando ese escenario como telón de fondo y siguiendo las orientaciones de la CSA y la CSI la CTRN y sus principales organizaciones afiliadas han venido realizando una serie de eventos de capacitación y “encerronas”, con el convencimiento de que hay que estimular el debate interno respecto a los esquemas de trabajo que se siguen, las concepciones político-sindicales prevalecientes, sobre las estructuras orgánicas establecidas y las formas de gestión acostumbradas. El fin último es impulsar un proceso que conduzca paulatinamente a hacer modificaciones, restructuraciones y formas de pensar acordes a las exigencias de los nuevos escenarios.
La CTRN propugna por la unidad de los trabajadores/as como condición necesaria para protagonizar el perfeccionamiento de una democracia participativa.
Defiende el Estado Social de Derecho como marco jurídico indispensable para la justicia social.
Alienta políticas económicas que tengan a la persona humana como punto de partida del desarrollo y que sean justas, equilibradas y sostenibles.
Respeta el Estado de Derecho siempre y cuando tenga sustento en el respeto de los Derechos Humanos, la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres y donde las leyes laborales sean realidad y no expectativas especialmente en lo concerniente a la libertad sindical, negociación colectiva y derecho de huelga
La CTRN avala, defiende, participa y promueve la democracia política, el respeto al Estado de Derecho en el tanto que salvaguarde la libertad sindical, la negociación colectiva y el derecho de huelga como condición insustituible para el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas de sus afiliados/as y de los trabajadores/as en general; así mismo, propugna por el mejoramiento de las políticas públicas y la calidad de los servicios en beneficio de la sociedad costarricense.
La CTRN, la confederación sindical más representativa del país incide como agente político por la construcción de un mejor país con una cultura de tolerancia, el respeto de los derechos socio–laborales y la consolidación de una democracia abierta, plural, sin exclusiones, justa, equitativa y protectora del medio ambiente