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Etiqueta: Rodrigo Chaves Robles

La pensión de lujo de Rodrigo Chaves Robles

Oscar Madrigal

Cuando concluya su mandato el presidente Rodrigo Chaves recibirá una pensión de lujo de expresidentes por un monto de ¢3.907.000, cerca de 4 millones, sin haber cotizado para ella.

Cuando le preguntaron al presidente Chaves si renunciaría a la misma, contestó con evasivas para el final decir que esa pensión era irrenunciable. Sea, que a ninguna pensión se puede renunciar.

Es posible que el presidente tenga razón por aquello de los derechos adquiridos, situaciones jurídicas consolidadas e irrectroactividad de la ley.

Pero vean qué interesante compatriotas, como dice un abogado.

El presidente Chaves presenta un proyecto de ley para eliminar las pensiones de lujo, pero no incluye en ellas las pensiones de los expresidentes.

Y más interesante aún.

Las pensiones de lujo de los actuales expresidentes no pueden ser eliminadas y menos se puede renunciar a ellas, como dice Chaves, porque fueron otorgadas conforme a leyes anteriores. Pero las pensiones futuras de los futuros expresidentes (de aquí para adelante) sí pueden ser eliminadas porque no tendrían carácter retroactivo. En otras palabras, la pensión de Rodrigo Chaves como futuro expresidente sí puede eliminarse y en este caso no recibiría la pensión. Pero no lo propone. En estas circunstancias no tendría que renunciar a la pensión de lujo, sino que sencillamente no tiene derecho a ella por disposición de la ley.  

En el proyecto de ley tan publicitado contra las pensiones de lujo no propone la eliminación de las pensiones de lujo de los expresidentes sencillamente porque eso lo perjudica personalmente.

Es evidente la doble moral de Rodrigo Chaves. Vocifera contra las pensiones de lujo de otros, pero se beneficia de ellas.

Chaves al son de Trump

Freddy Pacheco León

Freddy Pacheco León

«Quien pone la música, manda en el baile», o como dijo: «Bailamos la música que haya que bailar.». Así de indigno, refiriéndose a Trump, es el mensaje, que el presidente de Costa Rica envía a Panamá, a México, y a todos los hermanos países latinoamericanos.

Y es que, sobre las irrespetuosas pretensiones del nuevo filibustero norteamericano, sobre el territorio panameño, el Chaves repitió las mentiras de Trump. Aunque parecía sobrio en su show público semanal, desde Zapote, se inventó «una negociación bilateral», ¡que no cabe!, por cierto, pues no hay nada que negociar, entre la pequeña y desarmada República de Panamá, y la gran potencia mundial, administrada desde Washington.

Para el mandatario tico, hay que negociar «sobre la influencia de China en la administración del canal», según él, ejercida mediante «un contrato desde hace unos 25 años», y sobre «las tarifas» que cobra Panamá, por el paso de los barcos.

Así, para bailar al son de Trump, miente sobre la realidad, que se conoce muy bien, y se adelanta a apoyar a los Estados Unidos en los irracionales reclamos de su presidente.

¡Claro que, a los costarricenses, nos avergüenza la actitud de nuestro mandatario!, y, por ello, humildemente, ofrecemos disculpas, aunque, por suerte, valoramos muchísimo, el acuerdo ejemplar, de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, en que se repudian las irrespetuosas intenciones de Trump, expresadas días antes de regresar a la Casa Blanca.

¿Dónde está escondido el Tribunal Supremo de Elecciones?

Dr. Oscar Aguilar Bulgarelli

Es público y notorio, como dicen los abogados, que desde el mismo día que terminó la campaña política del 2022, Rodrigo Chaves Robles empezó, sin prisa y sin pausa, la de 2026. Muchos, obnubilados por su retórica populista y vulgar, le siguieron el juego sin darse cuenta de la gravedad de lo que estaba sucediendo. Hoy a tres años de aquel mal paso dado por nuestra democracia, muchos están cayendo en cuenta de su equivocación; pero algunos siguen con la vista nublada y apoyan a Chaves, quien ahora se quita la careta y a mandíbula o quijada batiente, anuncia que “piensa” en la posibilidad de renunciar a la Presidencia de la República y lanzar su candidatura a diputado, para lo que pide a sus súbditos que voten los suficientes por su partido taxi (¿?) para sacar 40 legisladores.

No cabe duda, es una estrategia muy bien planeada con mente diabólica, por sus asesores de la misma calaña. Primero, eso de renunciar a la Presidencia, está por verse; pues dice el artículo 121, inciso 8, de nuestra Constitución Política que corresponde a la Asamblea Legislativa recibir el juramento y “conocer de las renuncies de los miembros de los Supremos Poderes, con excepción de los Ministros de Gobierno, resolver las dudas que ocurran en caso de incapacidad física o mental de quien ejerza la Presidencia de la República y declarar si debe llamarse al ejercicio del poder a quien deba sustituirlo…” , pero también de acuerdo a los incisos 9 y 10 de la CP, le corresponde a la Asamblea admitir las acusaciones que haya contra esos funcionarios y resolverlas con votación calificada de 38 votos.

Entonces, Chaves tendrá que declararse loco, esquizofrénico, bipolar o padecer de trastornos de comportamiento disruptivo y disocial, de los que ya ha dado muestras o síntomas evidentes durante estos tres años transcurridos. Sin embargo, es importante tener en cuenta opiniones como la del jurista don Manrique Jiménez que considera que basta que el presidente comunique su renuncia a la Asamblea Legislativa, como un acto de formalidad, para que tenga validez y eficacia la renuncia y que no tiene necesidad de aprobación. Bueno, son opiniones contrastantes y, por lo visto, será un tema que desatará la controversia.

Pero la verdad, la tal renuncia es lo que menos le importa al tiranuelo de Chaves, es simplemente un distractor que le permite algo más importante para su proyecto político y el de su diabólico grupúsculo: tener participación político electoral activa y pedir votos para sus papeletas de diputados que viajan en su taxi político, conducido por Pilar Cisneros como chofer con sueldo millonario de diputada, pagado por todos los costarricenses.

Entonces cabe hacer la pregunta: ¿esa participación político electoral e ilegal de Chaves, se puede parar, evitar, frenar y ponerlo en orden?, ya sabemos que de mutuo propio no lo hará, pues su vocación violadora lo lleva a atentar contra la ley y no obedecerla. La respuesta es sí, y por eso me pregunto: ¿Dónde está, donde se escondido el TSE? Veamos.

En primer lugar, el Presidente de la República, al igual que los Vice Presidentes y Ministros, entre otros funcionarios, tienen prohibición de participación político electoral, según el artículo 146 del Código Electoral que entre otras formas de participación señala que no podrán asistir a reuniones de carácter político ni “utilizar la autoridad e influencia de sus cargos en beneficio de los partidos políticos ni hacer ostentación partidaria de cualquier otro género”, y Rodrigo Chaves ha incumplido ese texto, palabra por palabra, cuando ha tenido en las oficinas de la Presidencia de la República a funcionarios a sueldo organizando partidos, su participación en la campaña por las municipalidades y para organizar acciones con miras al 2026, tal como lo han reconocido públicamente por medios de prensa, Chaves y sus funcionarios.

Pero además, el Presidente Chaves desde hace meses en reuniones públicas realizadas en Nicoya, Limón, Cartago, San Carlos y difundidas urbi et orbi por su prensa vasalla y todos los mércales en su show de noticias, habla claramente de sus deseos electorales, pide votos para elegir 40 diputados, alaba a los actuales y pide que se elijan 40 como ellos, según él…¿para qué?, para dominar el Poder Legislativo, pasar las leyes cargadas de inconstitucionalidades que ahora no ha podido, convocar una Asamblea Constituyente que él anuncia, desde ya, quiere presidir para hacer un régimen autoritario y antidemocrático al estilo Bukele, Maduro u Ortega, según sea su gusto del momento. Inclusive, en su show mediático del pasado miércoles 11 al dar respuesta a la negativa de los presidentes de los otros poderes a participar en su “show debate”, amén de su mofa y tono sarcástico, de nuevo se lanzó a la arena político electoral abiertamente; mientras el TSE sigue guardando silencio.

Todo lo anterior, tiene tres años de hacerlo abiertamente, reconozco que es en la único que Chaves no ha sido hipócrita y no ha mentido, también ante la mirada impávida del TSE. Si a los magistrados les ha dado temor de actuar de oficio, desde hace muchas semanas tienen en sus manos, varias denuncias presentadas por ciudadanos y por el presidente del PLN que, conforme a los artículos 266 y 267 del Código Electoral, llenan los requisitos de legitimación y procedimental para ser acogidos y tramitados. Porque el deber de los magistrados del TSE es, de acuerdo con el artículo 146 del Código Electoral “ordenar la destitución e imponer inhabilitación de ejercer cargos públicos por un periodo de dos a cuatro años a los funcionarios citados, cuando sus actos contravengan las prohibiciones contempladas en este articulo”, más claro no canta un gallo.

Me dirán que conforme los señala el mismo Código hay procedimientos a seguir según el artículo 269; si en efecto los hay, pero el levantamiento de ese expediente no tiene plazo y por lo tanto, pueden los señores Magistrados poner términos perentorios por la gravedad de los hechos, por su urgencia y porque todo lo denunciado es público, está en mil lugares, en los medios de comunicación y en las propias computadoras del TSE, no es nada esotérico, pues hasta en sus celulares encuentran las imágenes de estos hechos; es decir si se trabaja de verdad y se tiene el valor necesario para tomar decisiones y no se esconden de sus obligaciones; el TSE debería estar poniendo orden, aunque fuera una “jaladita de orejas” a un Presidente acosador y abusador de nuestra democracia y nuestras libertades.

Pero no, parece que están escondidos, pidiendo que no les “hagan olas” pues todo hace pensar que no saben nadar en esos mares tormentosos.

Carta a Rodrigo Chaves Robles

Sylvia Montero Mejía

Rodrigo Chaves Robles:

Comienzo haciéndole una aclaración.

No quiero romper la regla ortográfica que dicta el uso de mayúscula al inicio de una oración. Pero la verdad es que usted no merece ni mayúsculas ni mucho menos el título de presidente. Tampoco respetaré otras mayúsculas porque les quedan grandes a sus servidores.

Pues bien, chaves, ¡qué descaro el suyo!

Le ordenó hace unos meses a su ministro de seguridad, incondicional servidor, que facilitara las vías, que quitara los estorbosos puestos de control en nuestras costas y los escáneres en los puertos. Libre vía al narcotráfico. ¡Ese fue el acuerdo!

Y vuelve usted ahora a impartir órdenes con la certeza de que otra fiel “pieza”, (no digo “peón” porque esa es una palabra muy digna), el de transportes, las acataría. Le dio, sin duda, instrucciones precisas de que nada ni nadie obstaculizara la instalación de unas monumentales vallas en las principales vías de San José.

No cabe la menor duda de que sus asesores conocen y manejan muy bien esas tácticas propagandísticas. Saben cómo manipular a la gente, cómo torcer sus mentes y cómo condicionar sus reacciones para así lograr sus propósitos. Ya iniciaron sus troles su perversa campaña para el 2025.

Y no contento con abrirle nuestras costas al narcotráfico, les permite ahora a más pillos usurpar nuestras carreteras. Ha tenido el atrevimiento de manchar, de ensuciar, de embarrialar nuestras vías más transitadas, con vallas ofensivas e irrespetuosas financiadas por un negociante de controvertida trayectoria.

¡Qué descaro, chaves! ¡Es usted un perfecto desvergonzado!

¡El que tiene que irse es usted!

¡El que tiene que desaparecer de nuestro entorno es usted!

¡El que tiene que dejar de hacernos daño es usted!

Nos repugna su risa, detestamos sus palabras, aborrecemos sus insultos.

Pero como sabemos que no va a parar, no le decimos basta sino una y mil veces: ¡Que se vaya!

15 de enero de 2025

El terrorismo político expresado en las vallas publicitarias

Vladimir de la Cruz

Se han puesto vallas gigantes, en la autopista de circunvalación norte y la ruta 27 hacia Escazú, con las fotos de los rostros del Presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias Sánchez, la Contralora General de la República, Marta Acosta, el Fiscal General de la República, Carlo Díaz y el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Orlando Aguirre, pidiéndoles que “renuncien”, articulando con ello una gran campaña publicitaria, que procura mover conciencias, voluntades, confianzas públicas e institucionales, en contra de estos altos funcionarios, procurando provocar sentimientos negativos contra ellos, contra su honor y dignidad, como si fueran delincuentes públicos sujetos de persecución y de ”recompensas”, en este caso políticas, que serían lograr sus “renuncias”.

No es solo una campaña contra los altos funcionarios de Estado que presiden o dirigen instituciones claves del control político, del control administrativo institucional y del presupuestario nacional, de la persecución del crimen y de los delitos y de la ejecución de la Justicia.

Es de hecho una campaña contra las instituciones que ellos presiden o dirigen: la Asamblea Legislativa, la Contraloría General de la República, la Fiscalía General de la República y la Corte Suprema de Justicia. Son las instituciones y sus funcionarios que han sido víctimas de los constantes ataques del presidente de la República Rodrigo Chaves Robles, alegándoles que no le dejan gobernar, lo que no es cierto. No es que las instituciones o estos funcionarios no le dejan gobernar; es que no sabe gobernar en régimen democrático, bajo una división de poderes. Por eso impulsa un régimen autoritario, dictatorial, tiránico.

La Asamblea Legislativa se integra por 57 diputados electos popularmente. Los actuales fueron electos el primer domingo de febrero del 2022, cuando quedaron electos, en las mismas elecciones que colocaron al presidente Rodrigo Chaves como finalista, junto con José María Figueres, elecciones presidenciales que se resolvieron, en segunda ronda el primer domingo de abril del 2022.

En esa ocasión, el partido político con el que el presidente electo participaba sacó solo 10 diputados de los 57. Igual situación tuvo el partido Acción Ciudadana en las elecciones del 2014 y del 2018. Para este partido eso no fue una crisis política institucional que lo llevara a realizar ataques institucionales contra la Asamblea Legislativa, ni contra su presidente, ni contra las otras instituciones y funcionarios que el presidente Chaves a cada rato ataca. Este partido tuvo la capacidad de negociación política, de acuerdo a la tradición democrática nacional, con el resto de los diputados, de las distintas fracciones legislativas, para que nombraran presidente de la Asamblea Legislativa a diputados y diputadas de ese partido, en ambos períodos presidenciales.

El partido que eligió al presidente Rodrigo Chaves Robles, careciendo de historia electoral y de tradición política institucional, no tuvo esa capacidad negociadora. Sus diputados no la tuvieron. La jefe parlamentaria que pusieron tampoco la tuvo. Ninguno de sus diputados estaba en capacidad de asumir la Presidencia del Poder Legislativo. Quizá la única, de ese partido, con esa experiencia podía ser la diputada Pilar Cisneros Gallo. Esta diputada, por ser de origen extranjero, peruana de nacimiento, no podía dirigir la Asamblea Legislativa, porque para ello se necesita ser costarricense por nacimiento. Aun así, el Tribunal Supremo de Elecciones, haciéndole un favor, una cortesía institucional, permitió que, en el Directorio Legislativo Provisional, de la primera sesión parlamentaria, el Directorio que el Tribunal Supremo de Elecciones escoge e integra por vejez, por la mayor edad, de su miembros, colocó en el puesto de vicepresidenta a la diputada Pilar Cisneros Gallo. En mi opinión no podía hacerlo, porque el vicepresidente de la Asamblea Legislativa también tiene que ser costarricense por nacimiento, porque puede sustituir al presidente del Poder Legislativo y eventualmente podría sustituir al mismo presidente de la República, como sucedió en el Gobierno de Oscar Arias Sánchez, 2006-2010, cuando en el año 2009-2010, varias veces el presidente legislativo, Francisco Antonio Pacheco, le sustituyó por salidas del país que tuvo que hacer el presidente.

En los tres años que han transcurrido del gobierno de Rodrigo Chaves Robles, su fracción parlamentaria, se redujo de diez a ocho diputados, porque dos se salieron de las directrices de gobierno y de la forma como la diputada Pilar Cisneros dirige autoritariamente esa fracción.

Además, desde su elección, el presidente Rodrigo Chaves Robles enfrentó a la Asamblea Legislativa, confrontó fuertemente a los partidos políticos que habían elegido diputados, a sus dirigentes políticos e históricos, enfrentó la institucionalidad sin ninguna consideración. Incluso habló de “dinamitar” los puentes políticos que debían existir para lograr acuerdos y pactos parlamentarios. Trazó la ruta, de esa manera, de cómo quería gobernar a la fuerza, de manera autoritaria, por imposición de sus decretos ejecutivos y con la intención, como recientemente lo ha declarado, de que la Asamblea Legislativa, la Contraloría General de la República, la Corte Suprema de Justicia y la misma Fiscalía General de la República deben obedecer y actuar bajo la dirección de lo que se disponga, trace y dirija desde el Poder Ejecutivo, porque es la única manera en que se puede gobernar, cuando el Presidente de la República, según él, tiene todo el control de la institucionalidad pública.

La verdad histórica de Costa Rica es que todos los presidentes que ha habido han sabido gobernar con la independencia de los poderes públicos del Estado, y sin tratarlos de dominar de la manera como quiere hacerlo el presidente Chaves. Esta experiencia histórica se ha dado aun cuando los presidentes y sus partidos no tenían mayorías legislativas propias, de sus partidos.

La inexperiencia política y legislativa del partido, que llevó al presidente Rodrigo Chaves a encabezar el Poder Ejecutivo, hizo que no estuviera preparado para asumir el cargo. Tenía las manos vacías de proyectos legislativos, de iniciativas parlamentarias qué proponer. Eso hizo que en los primeros días de trabajo parlamentario del actual gobierno, en el 2022, no tuvieran proyectos de ley que someter a la Asamblea Legislativa, por lo que la Asamblea no trabajó, porque en las sesiones extraordinarias de trabajo parlamentario, la Asamblea Legislativa solo puede trabajar con los proyectos de ley que el Poder Ejecutivo le presenta a los diputados.

En estos tres años de trabajo parlamentario la fracción legislativa que representa al presidente de la República es la más deficiente en presentación de proyectos de ley propios. El gobierno no ha tenido una iniciativa parlamentaria que indique una ruta para el país.

Por otro lado, el gobierno presenta proyectos de ley que rozan la Constitución Política o la ilegalidad nacional, por lo que no pueden aprobarse y se le rechazan. Ante esto acude a formas para tratar de imponerlos por la fuerza, por la vía de la consulta ciudadana, del referéndum y también se le rechazan por las mismas razones inconstitucionales.

Estos rechazos, por su ineptitud gubernativa, le ha permitido al presidente montar una campaña publicitaria, agresiva, intimidatoria, irrespetuosa en todo sentido, de carácter terrorista de Estado, contra la institucionalidad democrática, contra la independencia de los supremos poderes y sus representantes, descalificándoles, tratando de que sobre todos ellos se pierda la confianza y la fe pública con la intención de montar una situación de conflicto institucional y de crisis política aguda que le permitiera llamar a un estado de excepción y gobernar a la fuerza como lo hace su amigo Bukele en El Salvador.

La Asamblea Legislativa en su función exclusiva, indelegable y propia de hacer las leyes, tiene además la de ejercer el control político sobre la marcha de la Administración Pública, sobre el ejercicio del trabajo de todos los altos funcionarios del gobierno, a los que puede llamar a rendir cuentas, aspecto que no le gusta al presidente Rodrigo Chaves.

La Asamblea Legislativa tiene como función propia, exclusiva e indelegable de nombrar ciertos funcionarios públicos, como son los Magistrados propietarios y suplentes de la Corte Suprema de Justicia, por períodos de ocho años con posibilidad de reelección continua. Esto tampoco le gusta al presidente Rodrigo Chaves, que desearía nombrarlos él directamente.

La Asamblea Legislativa tiene como función propia, exclusiva e indelegable de nombrar ciertos funcionarios públicos como el Contralor General de la República y al Subcontralor, puestos también reelegibles de manera continua. Esto tampoco le gusta al presidente Rodrigo Chaves, que desearía nombrarlos él directamente. Actualmente es el cargo que lo tiene la Controlara Marta Acosta.

La Asamblea Legislativa tiene como función propia, exclusiva e indelegable de nombrar ciertos funcionarios públicos como son los Defensores de los Ciudadanos, y otros funcionarios de Estado. Esto tampoco le gusta al presidente Rodrigo Chaves, que desearía nombrarlos él directamente.

Los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia son los que nombran al fiscal general de la República y a los Magistrados propietarios y suplentes del Tribunal Supremo de Elecciones, que tienen la posibilidad de la reelección continua. Esto tampoco le gusta al presidente Rodrigo Chaves, que desearía nombrarlo él directamente.

Cuando el Presidente de la República lo que muestra es una gran incapacidad de gobierno, de dirigir el Estado y el Gobierno, en su Poder Ejecutivo, con una agenda y una hoja vacía de ruta clara políticamente para resolver los problemas fundamentales de la población, obliga a que le rechacen acciones por inconstitucionalidades o ilegalidades, y se abran procesos de investigación judicial ante la Fiscalía General de la República, procesos que pueden llegar a la Asamblea Legislativa, para levantar su inmunidad, y a la Corte Suprema de Justicia para juzgarlo de manera definitiva, es lo que lleva al Presidente a cuestionar y demeritar a estas instituciones y sus altos funcionarios. Varias docenas de acusaciones tiene el presidente en trámite ante la Fiscalía. Hay acusaciones e investigaciones de la forma como realizaron económica y financieramente su campaña electoral, lo que tiene el Tribunal Supremo de Elecciones en trámite de investigación

Por ello los ataques constantes a las instancias públicas que tiene que ver con todo eso, la Asamblea Legislativa, la Procuraduría General de la República, la Fiscalía General de la República y la Corte Suprema de Justicia.

Por eso es que ha levantado esa campaña asquerosa, sucia, denigrante, provocando una imagen delincuencial de los altos funcionarios de Asamblea Legislativa, la Procuraduría General de la República, de la Fiscalía General de la República, de la Corte Suprema de Justicia, con las vallas que tienen las fotos de Rodrigo Arias Sánchez, de Marta Acosta, de Carlo Díaz y de Orlando Aguirre.

Es una campaña contra estas personas, en lo individual, en lo profesional, en lo institucional, en contra de su imagen pública y en contra de su imagen, su honor y dignidad, como altas autoridades de instituciones contraloras del desarrollo de la institucionalidad y la vida pública y política del país. Es una campaña que puede generar agresiones físicas, no solo verbales, contra estas personas, y cualquiera otras personas que impulsen en campañas de esa manera.

La empresa dueña de las vallas publicitarias es corresponsable de acciones de este tipo que se puedan generar contra estos altos funcionarios. La empresa publicitaria que diseñó los carteles de las vallas también es corresponsable. Estas dos empresas como los periódicos y medios de comunicación tienen la obligación legal de ver y valorar los contenidos de lo que van a publicar. No es un problema de censura, es de los alcances legales que les puedan comprometer.

En los periódicos cuando un artículo no les parece a sus directores por los contenidos que pueden provocar acciones legales, penales y civiles, obligan a que se corrijan o se rechazan para su publicación.

Si las vallas no tienen una firma responsable, de una persona, una sociedad o un partido político que asuma esa responsabilidad y acusación pública insinuada de perversa, mala, que requiera la renuncia, que se anuncia y reclama, que se hace de estos funcionarios, es claro que la fuente de esa campaña son los grupos de poder que financian esa campaña, asociados al gobierno de Rodrigo Chaves Robles, es claro que él es el primer responsable de esa campaña.

Aquí no se trata solo de la libertad de expresión que no puede tener censura. La valla en sí misma, si no hay nadie que la firme como su protesta, ni está expresando una opinión ciudadana, no es una expresión simple de libertad de opinión. La única opinión de un ciudadano, en este sentido ofensivo, intimidatorio, es la del presidente Chaves Robles, que así opera contra estos funcionarios.

Los descontentos ciudadanos en la historia nacional se dan contra las actuaciones del Poder Ejecutivo y sus funcionarios. Eso es lo que se castiga en los propios procesos electorales. Nunca ha sucedido que el descontento ciudadano se exprese contra la Contraloría General de la República o contra la Fiscalía General de la República. Ni siquiera contra la Asamblea Legislativa o la Corte Suprema de Justicia.

Contra estas instituciones sí se dan las críticas, pero no descontentos ciudadanos que tengan estas características de expresión en vallas. Esto es propio del actuar político organizado desde el Estado, el Gobierno o desde los partidos políticos.

El Poder Ejecutivo encabezado por Rodrigo Chaves Robles es el único responsable de esta odiosa y malévola campaña publicitaria. Responde típicamente a actos de terrorismo de Estado, que se ejecutan de esa manera contra ciudadanos adversos al gobernante o al grupo gobernante.

Reflejan estas vallas las formas oscuras, tenebrosas y peligrosas como se está diseñando la campaña electoral del 2025. Es el gobierno dirigido por Rodrigo Chaves el interesado en poner tenso el ambiente político nacional, es el único interesado de estar en el ambiente político, en la beligerancia electoral que lleva a cabo hablando constantemente contra todos los partidos, los líderes políticos, pidiendo votar por otros diputados de nuevos y otros partidos políticos, de hablar por sus “jaguares”. Su beligerancia política le provoca y genera, en su favor, tener un gran distractor nacional de su mala gestión gubernativa.

Estas vallas no responden, por ahora, a ninguna práctica política de propaganda de alguno de los partidos políticos existentes, que además tendrían que justificar en sus finanzas ante el Tribunal Supremo de elecciones. Los partidos políticos están más entretenidos en ver como terminan de inscribirse, que en iniciar una campaña política contra la Asamblea Legislativa, la Contraloría General de la República, la Fiscalía General de la República o la Corte Suprema de Justicia. El único interesado en esta campaña es el propio presidente Chaves porque ese es tema suyo hasta para su posibilidad de ser candidato a diputado, a partir de julio.

Lo más fácil es echarles la culpa a los otros actores políticos del país, a los otros poderes públicos que intervienen en sus acciones, frenándole las inconstitucionalidades o ilegalidades, sometiéndole a crítica pública sus acciones negativas, por ello enfrenta y ataca a todos los medios de comunicación social, a directores de programas de opinión. Es la manera directa con la cual en su forma de beligerancia política el gobierno y el presidente Chaves entran al escenario político en el 2025. Todo empieza a girar en torno a él, como él lo quiere.

Los partidos políticos siguen partidos en su interior, distraídos de la política nacional, en el furgón de cola que les pone el gobierno.

Las organizaciones sociales están peor en este escenario nacional que afecta a los trabajadores y a toda la ciudadanía.

Estamos advertidos de los tiempos electorales que vienen y del Estado Terrorista que opera.

Compartido con SURCOS por el autor.

Especialistas envían carta al presidente por sus expresiones gerontofóbicas

SURCOS comparte la carta firmada por especialistas en geriatría y gerontología:

Carta abierta al Presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves Robles

Señor Presidente:

Como médicos geriatras de Costa Rica, especialistas comprometidos con el cuidado, la protección y la dignidad de las personas adultas mayores, expresamos nuestro profundo repudio y preocupación por los comentarios de carácter gerontofóbico emitidos por usted en una reciente conferencia de prensa.

En un país que enfrenta un acelerado envejecimiento demográfico, con más del 14% de su población mayor de 65 años, es imperativo fomentar una cultura de respeto, inclusión y valoración hacia las personas adultas mayores. Las palabras que descalifican o menosprecian a esta población no solo atentan contra su dignidad, sino que también perpetúan estereotipos dañinos y una discriminación inaceptable hacia quienes han contribuido significativamente a la construcción de nuestra sociedad.

La gerontofobia no solo afecta directamente a las personas adultas mayores, sino que también debilita el tejido social, ignorando las valiosas contribuciones económicas, culturales y familiares que estas siguen realizando. Además, tales expresiones pueden socavar los esfuerzos institucionales y sociales destinados a garantizar los derechos de esta población, promovidos tanto por la legislación nacional como por acuerdos internacionales de los que Costa Rica es signataria, como la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su programa de la Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030), enfatiza la necesidad de combatir el edadismo en todas sus formas. Este esfuerzo global destaca la urgencia de erradicar los prejuicios por razón de edad y de promover una visión inclusiva que valore a las personas mayores como integrantes esenciales de nuestras comunidades.

Señor Presidente, las expresiones que descalifican o menosprecian a las personas adultas mayores perpetúan estereotipos dañinos y fomentan una discriminación inaceptable hacia quienes han contribuido significativamente a la construcción de nuestra nación como líder de la nación, sus palabras tienen un impacto profundo en la percepción y actitud de los ciudadanos hacia nuestras personas mayores. Por ello, le instamos respetuosamente a reflexionar y rectificar públicamente sus declaraciones, enviando un mensaje claro de respeto y valoración hacia esta población. Este gesto no solo sería un acto de responsabilidad y liderazgo, sino también una oportunidad para fortalecer los principios de inclusión y equidad que deben guiar nuestra sociedad.

Costa Rica ha asumido compromisos relevantes para la protección de los derechos de las personas mayores, tanto en el ámbito nacional como internacional. La Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores establece la obligación de combatir todo tipo de discriminación por razón de edad y de garantizar la plena inclusión de las personas mayores en todos los ámbitos de la vida social, económica y cultural. Sus declaraciones contradicen estos compromisos y pueden tener un efecto negativo en los esfuerzos institucionales destinados a garantizar los derechos de esta población.

Desde nuestra experiencia como médicos geriatras, estamos dispuestos a colaborar con su gobierno para continuar desarrollando estrategias y programas que fortalezcan la inclusión y el bienestar de las personas mayores y le solicitamos que, en adelante, se promueva un discurso que dignifique a todos los sectores de la población, sin importar su edad, y que fomente políticas públicas orientadas a garantizar una vida plena y respetuosa.

Señor Presidente, las personas adultas mayores no solo merecen respeto por su dignidad inherente, sino también por ser pilares fundamentales de nuestra sociedad. Es imperativo que Costa Rica continúe siendo un referente en la defensa de los derechos humanos y en la construcción de un futuro inclusivo para todos.

Atentamente,
Médicos Geriatras y Gerontólogos firmantes,
Dra. Tatiana Vindas Miranda
Dra. Krisly Arguedas Vásquez
Dra. Karen Meza Elizondo
Dr. Alexander Camacho Cabrera
Dr. Andrés Aguilar Muñoz
Dr. José Ernesto Picado Ovares
Dra. Adriana Monge Araya
Dra. Ingrid Alejandra Soto Rodríguez
Dra. Paula Benavides Zamora
Dr. Milton Gutiérrez Rodríguez
Dr. Luis Felipe Aguilar Hidalgo
Dra. Elena Gutiérrez Rodríguez
Dra. Karina Chacón González
Dra. Tatiana Vargas Fallas
Dra. Sylvia Leitón Arrieta
Dra. Grethel Carolina Alfaro Campos
Dra. Giannina Bloise Alvarado
Dra. Milena Matamoros Castillo
Dr. Gustavo Leandro Astorga
Dr. Rolando Brenes Quirós
Dra. Laura Barrantes Zúñiga
Dra. Vilma García Camacho
Dra. María José Kim Hernández
Dra. Katrin Kulzer Homann
Dra. Fanny Chaves Vargas
Dra. Paola Segura Amores
Dra. Isabel Campos Espinoza
Dra. Daniela Mora Figuls
Dra. María Isabel Monge Montero
Dr. Mauricio Quesada Rosales
Dra. Aida Molina Valencia
Dra. Hazel Jiménez Campos
Dr. Gustavo Montero Solano
Dra. Kimberly Arce Córdoba
Dra. Ana Caldwell Marín
Dra. Pilar Carmona Mena
Dr. David Avalos Chacón
Dra. Aida Ester Escobar Salas
Dra. Yendry Moreno Cordero
Dra. Yislin Solís Jiménez
Dr. Andrés Hidalgo Flores
Dra. Daianna Moreno Briceño
Dra. Natalia Ivankovich Guillén
Dr. Marcelino Lostalo González
Dra. Ana Lucía Núñez Rodríguez
Dr. Mario Alonso Rojas Chacón
Dra. Lilia Hernández Quirós
Dra. Gabriela Zamora Castro
Dra. Susana Estrada Montero
Dra. Beatriz Monterroso Cardona
Dra. María Gabriela Quesada López
Dr. Carlos Chaves Berrocal
Dr. Oscar Monge Navarro
Dr. Jefté Córdoba Granados
Dra. Alejandra Jiménez Rodríguez
Dra. Karla Araya Aguilar
Dr. Daniel Lasso Bonilla
Dr. Eli Antonio Chaves Segura
Dra. María Jesús Vega Solís
Dr. Sebastián Fallas Marín
Dra. Laura Barboza Mena
Dra. Vanessa Jiménez Porras
Dra. Natalia Villalta Calvo
Dr. José Leonardo Barboza Montes
Dra. Carolina María Alfaro Víquez
Dra. Xinia Villalobos Cambronero
Dra. María Lourdes Soto Vásquez
Dr. Manuel Chinchilla Morera
Dra. María Rodríguez Fernández
Dra. Carolina Jara Segura
Dra. Adriana Ávila Morales
Dr. Eduardo Antonio Blanco Umaña
Dra. Xinia María Jiménez Campos
Dr. José Miguel Cordero Cordero
Dr. Olman Aguirre Jaén
Dra. Yalile Muñoz Chacón
Dra. Melissa Soto Mena
Dr. Mario González Casafont
Dra. Irene Gutiérrez Jiménez
Dra. Milena Bolaños Sánchez
Dr. Carlos Manuel Fuentes Fuentes
Dra. Marielos Solís Umaña
Dra. Ana Mercedes Durán Monge
Dra. María Victoria Arguedas Astúa
Dr. Rafael Zúñiga Solano
Dr. Eduardo Antonio Blanco Umaña
Dra. Nataly Arguedas Vásquez
Dr. Fernando Morales Martínez

Imagen: UCR

Hoy aplaudimos a los Chinaokes… Pero sin olvidar

Por José Luis Amador

José Luis Amador.

Soy uno de los cientos de miles de costarricenses que cada vez en mayor número, nos manifestamos en contra del gobierno de Rodrigo Chaves por su incapacidad para enfrentar los problemas nacionales y por sus enormes vacíos y abandono en salud, educación, seguridad y otros servicios fundamentales para la población. Y encima de esto el engaño que está haciendo al pueblo, llenándolo de odio y trasladando la culpa de su ineficiencia a otros actores.

Es por eso por lo que nos ha parecido de gran importancia la utilización de los Chinaokes de Teletica, para denunciar estas enormes falencias del gobierno en servicios, como el funcionamiento de acueductos, Ebais, deficiencia en seguridad y contención del narcotráfico, bajonazo en los programas de lucha contra la pobreza, inequidad social y otros.

Los ciudadanos hace rato venimos haciendo denuncias sobre estos temas. Pero la visibilización masiva de los Chinaokes, utilizando una emisora de alto rating como Teletica Canal 7, es determinante porque la incidencia de las manifestaciones de los ciudadanos a nivel individual es muy pequeña con respecto al impacto masivo que puede tener un medio de la magnitud de Teletica sobre la teleaudiencia.

No en vano, es que este medio es tan frontalmente adversado por el aprendiz de autócrata que ocupa la silla presidencial en Zapote. Él sabe que debe tener a la gente lejos de Teletica y La Nación. Es por eso por lo que las estigmatiza como “prensa canalla” promoviendo entre los miembros de su capilla que no se expongan a la información de los medios.

La “gran prensa” Teletica, La Nación, Extra, Universidad, entre otros, a los que sumamos varios periódicos electrónicos, tienen la capacidad de confrontar sus voces con el ejecutivo convirtiéndose en un cuarto poder político.

Esa es la razón por la que consideramos a la prensa, como una poderosa y necesaria herramienta y esa es la razón, por la que defendemos la libertad de prensa.

No obstante, pese a que somos defensores de los medios y de la libertad de expresión y de prensa, no se nos olvida que Teletica y La Nación, utilizando ese enorme poder, han sido tantas veces en el pasado, herramienta de los sectores más conservadores y retrógrados del país, actuando muchas veces en contra de los intereses de los trabajadores.

Siempre a favor de los empresarios, siempre a favor de las transnacionales, tantas veces en detrimento de las entidades estatales de servicio público, látigo de opinión que ha servido para fustigar los intereses y las luchas de los trabajadores.

Hoy coinciden con nosotros, los ciudadanos sin poder, y lo celebramos, sinceramente. En esta coyuntura histórica es necesario enfrentar democráticamente al tiranuelo de Zapote, que sueña con vulnerar la Constitución y convertirse en un nuevo Bukele. En este momento tenemos que estar juntos y ojalá pudiéramos estar juntos por mucho tiempo, construyendo un país más democrático igualitario y armonioso.

Pero que sepan los grandes medios que no olvidamos cuál ha sido su papel en el pasado y hacemos un llamado a los trabajadores y a los sectores populares, a no olvidar.

Por lo pronto, sigamos desenmascarando y denunciando el doble discurso del gobierno Chaves Robles, donde se achacan las culpas a otros, pero se desatienden permanentemente los servicios sociales en seguridad, lucha contra el narcotráfico, fortalecimiento de la CCSS, y otros servicios, afectando con ello a los sectores más necesitados y vulnerables del país.

Bien por los Chinaokes.

Los aplaudimos, pero sin olvidar.

El reto del Jaguar contra los Presidentes de la Asamblea y de la Corte

Vladimir de la Cruz

Vivimos inevitablemente la sociedad de la información y del conocimiento en la cual, por todo lado, nos llegan datos procesados, mensajes de todo tipo, puntos de vista sobre temas diversos, referencias de la actualidad inmediata que vivimos. El conocimiento y la información que nos llega es mezclada. Hay que saberla distinguir para valorar lo que nos interesa y lo que hay que dejar de lado o desechar, porque no tenemos todo el tiempo del mundo para entretenernos con esos mensajes informativos.

Esa información, la generalizada del Facebook, del WhatsApp, del Instagram, del TikTok, y de otras redes digitales similares, se vuelve adictiva por lo atractiva que es y por la simpleza de contenido que trasmite.

Lamentablemente, este mundo informático y digital ha ido creando una población analfabeta, que cada vez escribe y lee menos, que reduce las palabras a signos y garabatos, de ignorantes, sin cultura alguna, ni general, ni histórica y mucho menos política. De continuar en ese camino, el peligro es que avancemos hacia una población de analfabetos por desuso, es decir, de personas que aprendieron a leer y escribir que por no practicar la lectura y la escritura se les olvida cómo hacerlo. El analfabetismo y al analfabetismo por desuso, ha aumentado.

Los analfabetas y analfabetas por desuso son más fácilmente influidos y dirigidos también, por demagogos, por demagogos populistas, quienes apelan ante ellos con prejuicios, con emociones, con miedos, sembrando esperanzas, identificándose con sus frustraciones sociales, económicas y políticas, buscando ganar su apoyo, el apoyo popular, usando recursos de oratoria desinformada, con datos errados y engaños, halagando al pueblo, al bajo pueblo, al populacho con actitudes populistas que los identifican simbióticamente.

El proceso educativo nacional, hace bastantes años empezó a aceptar prácticas que se orientaban en esas direcciones, cuando ante la lectura completa de libros y textos, introdujeron y aceptaron las prácticas de lecturas de resúmenes de libros, prácticas que llegaron a las universidades, con igual daño formativo. Hay gente que se queja de leer más de 3 minutos, menos de una página.

La información como tal, como concepto latino que es, procede del verbo latino “informare”, que significa “dar forma a la mente”. De allí instruir, disciplinar, enseñar.

De modo, que quien no lee y no escribe, o no practica la lectura y la escritura, posee menos palabras, no desarrolla su mente. Con ello disminuye su capacidad de entendimiento y comprensión de textos, libros o discursos, se aumenta su ignorancia, es decir, la ausencia completa del conocimiento y, por ello, el desconocimiento de la realidad concreta, específica. En la escuela nos enseñaban a usar el diccionario, obligado como texto escolar. Hoy los niños y jóvenes estudiantes no lo tienen a mano.

En esa época, no hace mucho, aunque pareciera una eternidad, por la descerebración que se ha producido nacionalmente, sin estas redes informativas y de comunicaciones interpersonales, existía una cultura nacional, una educación nacional, relaciones familiares más estrechas y formales, más respeto, cultivo de valores personales, familiares, sociales, cívicos. Había tiempo y disciplina de lectura.

Las personas, los niños y estudiantes, los jóvenes como los adultos y personas mayores rendían culto y respeto a las tradiciones históricas nacionales. Aun sin mucha información histórica, las fechas patrias y las efemérides nacionales tenían peso, se respetaban, su cultivaban en su enseñanza básica. Hoy, esto se va diluyendo cada vez más, y más rápidamente. No interesan estas identificaciones con el país, con la Nación, con la Patria, con su Cultura, su Historia, con su Patrimonio.

Hoy se orienta hacia un cosmopolitismo vacío, hacia la creencia de que formamos parte de una misma comunidad universal sin pertenecer en la realidad a ninguna, porque se tiende a borrar esas identidades particulares. Se impulsa una globalización por encima de las diferencias nacionales, culturales, geográficas o políticas, donde los hombres universales se venden como los modelos.

Con fuerza se venden y promocionan de la misma manera los que han servido a organismos o instituciones mundiales, o internacionales. Por ello, no son casuales los personajes al estilo de héroes de ficción como Rodrigo Chaves, quien así se presenta ante una población de analfabetas, de analfabetas por desuso, y de analfabetas políticos que se identifican con el soldado universal, arropado de presidente, capaz de resolver los problemas de la población, y de saldar las cuentas con quienes por años han engañado a ese pueblo ignorante, como él lo ha dicho, por medio de sus dictadores y tiranos que usufructuando el poder solo para ellos, sus partidos y sus camarillas han gobernado, y que “no le dejan gobernar”.

El demagogo populista siembra el engaño, confunde para vender un producto o ganar un favor. Estos demagogos no se mueven en la sociedad de la información o del conocimiento. Afirman deliberadamente con sus actos, con sus acciones, con sus discursos, la sociedad de la ignorancia desde los medios de comunicación masiva, de sus redes sociales, de las redes que pagan troles, donde la condición de ignorante la presentan como virtuosa, donde los ignorantes se sienten sabios o identificados con la sabiduría del demagogo populista, sabiduría que asumen como propia, lo que los envalentona de modo agresivo.

Los demagogos populistas procuran provocar animosidad, fuertes sentimientos identitarios, reacciones fuertes, guerreristas, confrontativas. Viven azuzando, irritando, hostigando, aguijoneando para confrontar, para embestir, para luchar, para atacar. Viven ladrando, mejor dicho, gruñendo como jaguares.

Hace una semana el animal de Zapote, el Jaguar, gruñó fuerte. Al menos así lo hizo en un spot, un corto televisivo y en redes digitales, que trasmitieron muchas veces por todos los sistemas de comunicación que manejan en la Guarida de Zapote.

El Jaguar se abalanzó directo al pecho, y a las yugulares, de los Presidentes de la Asamblea Legislativa y de la Corte Suprema de Justicia, Rodrigo Arias y Orlando Aguirre. Se lanzó violentamente, tratando de sorprenderlos, para depredarlos, para cazarlos, para eliminarlos como las figuras más importantes de los Poderes Públicos, que el Jaguar no controla y domina, para evitar que figuras como ellos, representantes y defensores de la Democracia, nazcan, se reproduzcan y aumenten, y pueda evitarse el descarrilamiento de la Democracia que se impulsa desde la Guarida de Zapote.

El ataque fue directo: “Los invito, Rodrigo Arias y Orlando Aguirre, sin asesores, en cadena nacional en Facebook o donde ustedes quieran, donde nos sentemos a conversar sobre el desempeño de cada uno de los tres poderes que presidimos”.

El ataque fue el resumen apretado de una nota que les dirigió el pasado 12 de diciembre. En ella afirmó que “la democracia no es silencio, es la claridad con que exponen, se analizan y se discuten los problemas y los medios para resolverlos”. Frase contundente que es válida para quienes también critican al Presidente, sus actos y acciones u omisiones de gestión gubernativa.

Agregó el Inquilino de Zapote que “el silencio constituye, muchas veces, complicidad con lo que está mal en nuestra patria”. Por eso nadie, ninguna persona sensata, se puede callar frente a la mala, casi nula, conducción del país.

Recordó que el miércoles 11, en su montada conferencia de prensa, “los invitó a debatir en vivo, pública y transparentemente, sobre los desafíos y cambios que debemos llevar a cabo en los poderes de la república, por los que tanto clama el pueblo”.

El pueblo no clama. El que ha estado exigiendo, clamando, gritando desbocadamente contra los poderes públicos, como la Asamblea Legislativa, sus integrantes, sus diputados y, contra la Corte Suprema de Justicia, su Sala Constitucional, la Fiscalía General de la República y sus integrantes, los magistrados o funcionarios, es el Presidente Chaves.

Para el presidente que acepten la invitación al debate es “un sublime ejercicio democrático”. Pero, él no acepta debates con los periodistas independientes, no pagados por casa presidencial, o que no tienen el guion de las preguntas obligadas que hay que hacerle, para las cuales están preparadas las respuestas y hasta los funcionarios listos a contestar.

Propuso que el debate se hiciera en la Casa Presidencial, que llamó “la casa de todos los costarricenses”, o estar dispuesto a desplazarse a cualquier otro lugar en la fecha y hora que a los Presidentes del Poder Legislativo y del Poder Judicial lo prefieran.

¿Cuáles son los “desafíos y cambios” que el presidente quiere discutir de los otros poderes? No los señaló, ni siquiera hizo una caricatura de ellos. Así no se puede ir a un debate, donde no están bien definidos los temas y las reglas del debate.

En esas condiciones el encuentro va a estar montado, para la casa presidencial, solo para servirle a él y para atacar, como lo ha venido haciendo constantemente, a los Poderes Públicos, dañar su imagen, disminuir y falsear la confianza pública ciudadana que deben tener y se les debe rendir. Para atacar especialmente a los Presidentes de la Asamblea y de la Corte y desprestigiarlos.

La carta enviada, y el spot que la promueve, son una falta de respeto a los Poderes Judicial y Legislativo. Se pasa de la raya del respeto institucional que se debe tener de la independencia y autonomía de los Poderes Públicos.

El presidente no ha entendido, en casi tres años de morar en Zapote, que los Poderes Públicos en Costa Rica tienen 200 años de existencia. No ha entendido que esos Poderes Públicos tienen funciones propias, específicas, exclusivas e indelegables. Uno, para ejecutar las leyes y acciones de gobierno que derivan de ellas, otro para aplicar las leyes y desarrollar y asegurar la justicia y, el otro, para hacer las leyes, con una función adicional propia, indelegable y exclusiva, la de ejercer control político sobre el quehacer de todos los funcionarios públicos, incluido el Presidente y su administración o gestión de gobierno. No ha entendido que la Asamblea Legislativa y el Ejecutivo son los únicos Poderes Públicos de carácter político, que podrían reunirse a discutir sobre temas políticos y electorales, como el presidente provoca. El presidente no ha entendido que el Poder Judicial, por su naturaleza no puede participar de debates políticos, donde puedan estarse mezclando, como lo pretende el presidente, temas también electorales. De la Independencia institucional que los poderes tienen, el que más independiente debe ser es el Judicial, por la imparcialidad que institucional, constitucional y jurídica tiene para poder mantener y asegurar la confianza e integridad de la función judicial encomendada ante la sociedad y la ciudadanía.

El Presidente ha venido enfatizando hacia el público analfabeto políticamente, que le sigue fanática y ciegamente, que esos poderes no le dejan gobernar; que hay que reformarlos o controlarlos con una mayoría de diputados afines a él, como está llamando a los ciudadanos a organizarse y a votar en las próximas elecciones de esa manera, contra todos los demás partidos políticos y a votar por los diputados de los llamados partidos jaguares, que llevarán ese emblema electoral, no importando el nombre que tengan.

Es el presidente quien ha venido minando las estructuras institucionales de control que públicamente existen, porque desea gobernar sin controles, entre otras cosas porque es una manera fácil de gastar dineros públicos con empresas o “socios”, o amigos empresarios del gobernante… porque lo que hay en el Gobierno, como él dijo de los otros gobiernos anteriores, es un grupo de amigos, de todo tipo de actividades empresariales, productivas, financieras y que produzcan riqueza, gobernando por medio de él.

Al presidente Chaves le urge y le es necesario despedazar, desprestigiar y hacerle perder credibilidad y confianza, ante el pueblo costarricense, a la Corte Suprema de Justicia y a la Asamblea Legislativa. Desea y trabaja para quedar como el único Poder Público válido y legitimado.

La forma en que el presidente del Ejecutivo Nacional se ha referido a los presidentes de la Corte Suprema de Justicia y de la Asamblea Legislativa es burlona, irrespetuosa, agresiva, baja pisos, intimidante. Nunca se había visto algo así en el país ni en la historia republicana que hemos vivido.

La carta, a los presidentes de la Corte Suprema de Justicia y de la Asamblea Legislativa, les fue enviada al momento en que la Asamblea Legislativa entró en receso parlamentario hasta el 6 de enero próximo.

El Presidente Rodrigo Arias Sánchez no tiene por qué responderle esa nota antes del 6 de enero. Si lo hace, ese día, será como un regalito del Día de Reyes para el inquilino de Zapote.

No están obligados los ciudadanos presidentes de estos Poderes Públicos, Rodrigo Arias y Orlando Aguirre, de aceptar el show político que, publicitariamente, quieren montar en Zapote para iniciar el año electoral del presidente Rodrigo Chaves Robles.

En ese tablao zapoteño, a lo flamenco, lo que se quiere hacer sonar es el zapateado de las botas presidenciales, que se pondrá ese día el Jaguar, donde lo que se pretende, como en los tablaos originales españoles, es que los participantes del espectáculo muestren atención y disfruten el show, en este caso del “bailongo” a la tica.

Para este espectáculo presidencial, no se han mostrado más que a dos “bailaores”, a Rodrigo Arias y a Orlando Aguirre, sin anunciar el repertorio de músicos, canciones y coreografías que Chaves tiene montadas para el jueves 9 de enero a las 2 p.m, día del baile llamado “Debate”, cuando quiere lanzarse el presidente a la arena electoral del 2025, preparando el ambiente electoral para su candidatura a diputado en las elecciones del 2026.

Bien harían los presidentes, de la Asamblea y de la Corte, de no aceptar el baile que les proponen en ese local, del Cabaret presidencial que quieren hacer funcionar ese día.

Casi se le ocurre al Jaguar, en lugar del tablao presidencial que les propone, haberlos llevado al Tablado de Zapote, a pocos metros de la guarida del jaguar, a tratarlos como toros de lidia, ya debidamente preparados para el sacrificio y muerte, como llevan a esos toros a esas plazas de toreo, a esas arenas de combate… donde está todo amañado contra los toros… como está ese debate estructurado contra los presidentes de la Corte y de la Asamblea.

Lo correcto en este momento, antes del show cabaretesco que se quiere montar, es que el Presidente Chaves se ubique correctamente en la historia republicana costarricense, en la historia de independencia y respeto que históricamente han tenido los Poderes Públicos.

El año 2025 es muy peligroso para el país, para la Patria, para Costa Rica, para su institucionalidad. Chaves procurará descarrilar el proceso histórico de la mejor manera que pueda. Para Chaves será el año en que tratará de montar su candidatura a diputado, o de sus candidatos a diputados y a presidente, a base de dinamitar todo lo que se le oponga política e institucionalmente.

La tensión política nacional será llevada al máximo posible, como nunca se ha visto, para tratar de provocar con ello la fórmula salvadora del autoritarismo militarista que se quiere instaurar en Costa Rica.

El Presidente se meterá en la campaña electoral, sabiendo que no puede hacerlo, pero sabiendo también que no hay condiciones políticas ni legales que lo puedan llevar a las sanciones máximas si se mete en la política electoral, ni que le puedan evitar su beligerancia política como lo está haciendo. Tiene el panorama despejado. Le falta iniciarlo con el show del reto al debate que ha propuesto.

A favor del presidente está que los partidos tradicionales, los que están en la Asamblea Legislativa y los que están por inscribirse para las elecciones del 2026, no tienen músculos desarrollados ni fuertes. Los partidos políticos parecieran tener una distrofia muscular, que es la enfermedad que progresivamente les ha creado debilidad y pérdida de la masa cerebral y muscular política, junto a sus militantes, partidarios y simpatizantes, que se han contagiado, cuando no se han ido a buscar otros partidos más sanos… aunque sean de populistas demagógicos, o a refugiarse irresponsablemente en el abstencionismo, como sucedió en la segunda vuelta electoral del 2022.

El discurso presidencial ante las próximas elecciones

Vladimir de la Cruz

La gente habla o se expresa cotidianamente, sin pensarlo, y quizá sin saberlo, en forma de prosa, es decir sin reglas de expresión sujetas al verso, donde las frases no riman, o son muchas veces sin entenderse, como sucede en el habla del Jaguar de Zapote, que al menos él reconoce, que no habla, que gruñe, que con frecuencia no liga su lengua con su cerebro.

El habla es la forma como se expresan ideas, pensamientos, razonamientos, por medio de los sonidos vocales que emitimos articuladamente.

Cuando hablamos discurrimos, hacemos, sin saberlo también, un discurso, como una construcción lingüística que nos permite comunicar nuestros pensamientos, de forma oral con elementos verbales y no verbales, incluso corporales.

Los discursos que hacemos, cuando hablamos, pueden ser para persuadir, convencer, entretener, intimidar o meter miedo, para amenazar, para construir una realidad, para proponer una realidad o un mundo para vivir mejor.

Los discursos son herramientas de comunicación. Generalmente se pretende que sean potentes o fuertes, y que respondan a estrategias de comunicación, los cuales pueden provocar reacciones a favor o en contra de quien los realiza. Se pueden hacer en forma oral o de manera escrita, dependiendo ante quién y dónde se hagan, de manera que pueden ser narrativos, expositivos, argumentativos, informativos y publicitarios, entre otras formas.

Con el discurso se pretende llegarle a un receptor del mismo, individual o colectivo, a grupos pequeños o grandes auditorios, pretendiendo obtener de quien lo recibe una respuesta positiva.

La clave del discurso está en el inicio para lograr que los receptores se interesen y pongan la atención debida, en el resto de lo que les quiere manifestar.

Debe procurarse que el discurso sea claro, comprensible y apto para quien se dirige. Debe procurarse credibilidad en los temas que se tratan, con sus propios desarrollos e ideas básicas.

Los discursos transmiten y exhiben comportamientos sobre temas generales como específicos. Por ello se dice o se refiere al “discurso de izquierda”, “discurso de la derecha”, “discurso de los comunistas”, “discurso de los anticomunistas”, “discurso de los populistas”, “discurso de los liberacionistas”, “discurso de los socialcristianos”, “discurso de los liberales o neoliberales”, y así se podría seguir. Con estas formas queda claro que se transmite un contenido, se comunican ideas, significados, y comportamientos políticos por el emisor respectivo.

El próximo año entramos activamente al año electoral, hacia las elecciones presidenciales y de diputados, que se realizarán el primer domingo de febrero del 2026, dentro de trece meses. Ya están encima. Así como han pasado casi tres años del gobierno de Rodrigo Chaves.

Más rápido se sentirá que pasa el tiempo hacia las elecciones. Todo lo que gire alrededor de ellas provocará esa sensación de que el tiempo vuela, lo que es cierto especialmente para los partidos y candidatos, que están sujetos al calendario oficial electoral, que ya publicó el Tribunal Supremo de Elecciones, que funciona a partir del primero de enero próximo, sin que pueda ser modificado desde esa fecha, dando toda la seguridad jurídica y electoral al proceso de las elecciones y a los partidos que van a participar.

Es claro y evidente que el Presidente Rodrigo Chaves está en campaña electoral. La legislación electoral y la Constitución Política le prohíbe al Presidente participar, en el escenario público, en asuntos políticos o electorales. Si participa comete el delito de Beligerancia Política, que si se le comprueba puede ocasionarle la suspensión de su condición de Presidente de la República.

De proceder esta situación se debe acusar al Presidente ante la Fiscalía General de la República. Por ser un Presidente de un Poder de Estado, la investigación la realiza el Fiscal General, a quien el presidente constantemente ataca, cuestiona, le hace escándalos y deslegitima. Probablemente, lo ha hecho y lo seguirá haciendo porque sabe bien, el Presidente, que el Fiscal es el primero que tiene que instruir sobre una acusación de este tipo. Por esta razón necesita debilitar esta figura institucional para provocar la desconfianza publica del Fiscal y de su Oficina, la Fiscalía.

De comprobarse los hechos, el Fiscal tiene que pasar el caso a la Corte Suprema de Justicia para que allí se proceda en lo que sigue. Por ser un Presidente de un Poder de la República el Presidente de la Corte Suprema de Justicia tiene que pasar el caso a la Asamblea Legislativa, para que levante la inmunidad legal que goza el presidente, para poderlo procesar.

De allí también, se puede entender por qué el Presidente Chaves ataca constantemente a la Corte Suprema de Justicia, a su Presidente, a la Sala Constitucional, ampliando sus ataques a la Sala Penal, a la Fiscalía como parte del andamiaje institucional de la Corte, para debilitar sus credibilidades institucionales y eventualmente procesales.

Una vez recibido el caso en la Asamblea Legislativa se tiene que integrar una Comisión Parlamentaria, encargada de conocer el caso, en lo que se llama un Ante Juicio.

La Comisión Legislativa, como todas las comisiones estudia el caso, con los trámites internos parlamentarios, y termina dando un resultado, que puede ser negativo o positivo sobre lo que se le acusa al presidente. Si el resultado es negativo, de rechazo de la acusación, el expediente pasa al archivo legislativo. Si el resultado es mayoritariamente positivo, con dictamen favorable, y negativo con dictamen minoritario, se pasa todo el expediente al Plenario Legislativo, para que todos los diputados resuelvan si se levanta la inmunidad o no.

Allí, como en las Comisiones, se dan los debates correspondientes entre los diputados y se vota el levantamiento o no de la inmunidad que tiene para ser procesado judicialmente. Personalmente, veo que no hay ambiente legislativo para levantarle la inmunidad.

En el supuesto, de lo que expongo, que se le levante la inmunidad, entonces se procede a devolver el expediente a la Corte Suprema de Justicia para que así se juzgue al Presidente.

De encontrarse culpable se procede a calificar la sanción y la máxima es destituirlo de su condición de Presidente e inhabilitarlo políticamente.

En este momento hay dos acusaciones ante el Tribunal Supremo de Elecciones, que conoce de delitos electorales contra el Presidente por beligerancia política, una de un ciudadano y otra del Presidente del partido Liberación Nacional. De igual manera, lo que disponga el Tribunal Supremo de Elecciones, tiene que pasarse por la Corte para el trámite del levantamiento de la inmunidad.

Como se puede apreciar no es tan fácil destituir al presidente por la violación constante que hace en sus intervenciones y discursos, de meterse a opinar contra partidos políticos y sobre temas electorales, lo que le está prohibido. Menos fácil es hacerlo en año electoral, por los plazos procesales de estos trámites, que pueden ser lentos. Pero, también porque un juicio así, en el año electoral, le puede ser muy útil al presidente para mantenerse activo en la campaña electoral, como gran protagonista, defendiéndose de las acusaciones que se le hagan y haciendo campaña, eventualmente para él mismo en caso de que quisiera, como se dice que aspira a ser diputado en el 2026, para lo cual tendría que renunciar a la presidencia en el mes de julio. Ya no gozaría de la inmunidad que tiene. Si se le quisiera continuar la acusación para lograr una sentencia que lo inhabilite de participar se podrían llevar en el tiempo el resto del año y el de las mismas elecciones.

La beligerancia que impulsa el presidente le permite estas discusiones y la posibilidad de su activismo político in extremis.

NO le veo posibilidades reales a procesos de este tipo contra el presidente en este momento. Lo que procede a los opositores al presidente es articular una alianza de fuerzas opositoras con una Coalición Electoral de partidos y de fuerzas sociales, cívicas, ciudadanas que lo puedan superar electoralmente en número de diputados, que es su propósito político, de lograr la mayor cantidad posible de diputados, ojalá una cantidad superior a los 29, para poder palanquear todas las reformas constitucionales y legales que le permitan volver a la presidencia en el 2030 con reelecciones consecutivas, al estilo de cómo están procediendo en Centro América y en el continente los distintos presidentes, y sus procesos electorales.

La construcción lingüística de los discursos e intervenciones del presidente está en esta lógica y perspectiva de afirmar su figura como el nombre fuerte y necesario para sacar adelante política, social y económicamente.

Sus discursos son potentes, al foro de sus ciegos seguidores, y al foro de sus intimidados opositores. Para sus discursos de los miércoles lleva un guion bien estructurado, con una buena guía de los temas que quiere tratar, de los fundamentos que los sustentas, de los actores que los justificarán y de los periodistas, ya contratados, para que le hagan las preguntas para las tienen las respuestas adobadas.

De los garabatos de sus guion, o apuntes a mano, se ve que a como habla y explica así tiene la guía. No hace frases grandilocuentes, pero sí enfatiza en los ataques, en el contenido del ataque y en los personajes por él abordados siempre de manera intimidante, baja pisos, mintiendo sobre ellos en algunos aspectos, creando con ello verdades falsas, que cuando se dicen en abundancia y repetitivamente se llegar a creer como verdades. Sus lemas han de ser: “miente, miente que algo queda” y “una mentira cien veces dicha llega a ser verdad”.

En sus discursos e intervenciones crea historia, algunas con cierta autenticidad, y hasta personajes ficticios con los cuales trata de identificarse y hasta defender…la Señora del Purral…

Tiene buen control de su comunicación no verbal, gesticular o corporal, incluso cuando se mete en el vestido del jaguar y en sus gruñidos, y sus manos actuando como garras…

Le gusta lanzar cuestionamientos provocadores. Recientemente ha aminorado los ataques personales, pero no deja de insinuar hacia quienes van dirigidos y cuáles personas se refiere, siempre burlescamente o bajándoles el piso de distintas maneras.

Hasta ahora no recuerdo que use estadísticas convincentes de su gestión. Lo que más le entusiasma son los resultados de encuestas sobre su persona. No es el presidente de citar personajes, no los necesita para sus tonterías discursivas, pero también porque debe ser de una baja cultura general. Este no sería su pecado, porque a veces quien pasa citando personajes es por la debilidad de sus propios argumentos y necesita darles la fortaleza de los personajes que cita, de manera que si actuara así, con solo quitarle las citas se quedaría sin discurso.

Quien lo está asesorando me parece que, para el genio y figura que es, lo está haciendo hasta ahora bien. Sin duda alguna el que más se cree sus discursos es él mismo. Curiosamente, no está publicando sus discursos, al menos los principales, los que le preparan y escriben, que para eso hay funcionarios especializados en los palacios presidenciales. En eso ha de ser vanidoso de publicar bajo su nombre lo que otros escriben.

Esta práctica la debe haber aprendido en los organismos internacionales en que trabajó. Allí se acostumbra que los informes y trabajos que se realizan salen con el nombre principal del director, del jefe o de la principal figura que está sobre quien o quienes redactaron el informe, el trabajo o la investigación. Si no aparece nada con el nombre del presidente como principal redactor o escritor es que no hizo nada relevante. Habría que revisar su currículum de publicaciones. De todas maneras esto no sería un pecado en esas experiencias laborales. Tan solo n os permitiría conocer el discurso, expresado en investigaciones y publicaciones hechas por el Presidente.

Estaremos atentos al discurso presidencial del candidato electoral oficial, sea cual sea, si es para presidente o para la diputación que salga de la Guarida de Zapote.

No tengo duda de que el discurso presidencial ante las próximas elecciones va a ser muy confrontativo, de pelea callejera, sin grandes contenidos, escogiendo como contrincantes a quienes vaya viendo mejor en posibilidades organizativas electorales o que empiecen a despuntar en encuestas. A todos ellos les montará sus policías políticas y represivas para buscarles cualquier lunar que tengan o haya tenido, no importa si de ahora o hace treinta, vente o diez años. Lo importante es buscar escándalos posibles descalificadores que puedan someterse acusaciones e investigaciones judiciales para limpiar el terreno electoral. Esta será, probablemente, la campaña más sucia y asquerosa electoralmente hablando de la historia reciente del país, que resultará de quienes así la orienten, la diseñen y la hagan.

Chaves y la destrucción de la neutralidad costarricense

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

La neutralidad histórica de Costa Rica ha sido un pilar fundamental de su política exterior, generando enormes beneficios para el desarrollo del país a lo largo de décadas, así como posicionando nuestro nombre en el mundo. En un contexto global marcado por crecientes tensiones geopolíticas, esta postura no solo nos ha permitido posicionarnos como un mediador confiable, sino también mantener relaciones cordiales y constructivas con diversas potencias, independientemente de sus orientaciones políticas o ideológicas. Sin embargo, nunca falta un pelo en la sopa, el gobierno de Rodrigo Chaves parece dispuesto a destruir esta tradición, tomando partido de forma innecesaria y actuando como un brazo ejecutor de los intereses de Estados Unidos en la región, lo que está dañando relaciones estratégicas que llevaban años en construcción.

Una política exterior subordinada

El alineamiento del gobierno de Chaves con las exigencias del norte es evidente. Se ha deteriorado la relación con Rusia, una nación con la que Costa Rica ha mantenido vínculos desde 1872, utilizando como excusa el conflicto en Ucrania. Tanto ha sido así, que el gobierno envió al vicepresidente Stephan Brunner a una “cumbre de paz” organizada por la OTAN en Suiza relacionada con el conflicto en Ucrania, como parte de una campaña global anti-rusa y donde no se invitó a Rusia, un gesto vacío que solo refuerza la percepción de un gobierno sin criterio propio.

Resulta curioso y hasta contradictorio que el gobierno de Chaves, que se autodefine como conservador y cristiano, critique las relaciones con Rusia, un país que comparte muchos de esos mismos valores, especialmente en lo referente a la familia tradicional, mientras refuerza los lazos con Emiratos Árabes Unidos, una monarquía federal sin tradición democrática ni fundamentos cristianos. No estoy en contra de que se fortalezcan las relaciones con Emiratos; al contrario, considero que es una decisión acertada, ya que demuestra que es posible mantener vínculos mutuamente beneficiosos con países cuyas ideologías y sistemas políticos son diametralmente opuestos al nuestro. Esto evidencia que dichas diferencias no tienen por qué ser un motivo de distanciamiento o conflicto.

A esto se suma el distanciamiento con China, con quien establecimos relaciones diplomáticas en 2007 y país que se ha convertido en nuestro segundo socio comercial, utilizando pretextos como el supuesto espionaje de Huawei con el tema del 5G y la influencia del gobierno chino. Espectáculo al que algunos medios de comunicación también se han prestado. Estas decisiones no reflejan una evaluación crítica o autónoma de nuestros intereses nacionales, sino un servilismo preocupante que ignora el contexto global y las dinámicas del Sur Global, del cual Costa Rica forma parte.

La reciente declaración de la embajada china en Costa Rica, rechazando la injerencia de Estados Unidos en nuestras relaciones bilaterales, pone en evidencia la gravedad de la situación. Mientras China muestra disposición para fortalecer vínculos, el gobierno de Chaves se presta para ser un peón en la guerra comercial de Estados Unidos contra la segunda economía más grande del mundo. ¿No es eso acaso dispararnos en el pie? ¿Cuál es el objetivo final, romper con China y volver con Taiwán por el tema de los semi conductores?

Es particularmente alarmante que estas medidas sean selectivas y contradictorias. Mientras se alega moralidad para justificar el distanciamiento con Rusia y China, el gobierno negocia sin reparos un Tratado de Libre Comercio con Israel, pese a los graves crímenes perpetrados por ese gobierno contra el pueblo palestino, algo que el propio Comité Especial de Derechos Humanos de la ONU desde noviembre de 2024 ha calificado de genocidio y a pesar de que existe una orden de captura internacional contra Netanyahu por crímenes de guerra. Este doble estándar muestra una falta de coherencia y pragmatismo en nuestra política exterior que nada tiene que ver con la tradición diplomática del país.

Las consecuencias de un alineamiento innecesario

El distanciamiento de Costa Rica de China y Rusia no solo es absurdo, sino también profundamente contraproducente. No existe ninguna razón lógica para que nos involucremos en disputas geopolíticas que no nos corresponden, especialmente siendo un país sin ejército y con recursos limitados para enfrentar posibles consecuencias económicas o diplomáticas. Rusia y China son actores clave en el escenario global de hoy, guste o no, y Costa Rica debería esforzarse por mantener relaciones constructivas con ambos en lugar de alinearse ciegamente con una potencia que busca imponer su agenda por encima de nuestros propios intereses. Podemos llevarnos bien con todos por igual en el marco del respeto y sin condicionamientos, como lo hemos hecho históricamente a pesar de las turbulencias geopolíticas. Eso es algo que no debemos cambiar por capricho político o intereses particulares de terceros.

Además, es preocupante la ausencia de una crítica seria por parte de los partidos políticos y los medios de comunicación. La falta de perspectiva crítica para cuestionar estas decisiones refleja una peligrosa indiferencia hacia la erosión de nuestra soberanía y neutralidad. Costa Rica no puede permitirse este nivel de ignorancia y complacencia en un contexto internacional tan complejo.

Recuperar nuestra neutralidad

La política exterior de Costa Rica debe regresar a sus raíces: una postura neutral, soberana e independiente que priorice el diálogo, la cooperación y el respeto mutuo. Enemistarse con potencias como China y Rusia no solo es un error estratégico, sino un acto de irresponsabilidad que amenaza nuestra posición en el escenario global. El gobierno de Chaves debe reconocer que la neutralidad no es un signo de debilidad, sino una herramienta poderosa que nos ha permitido prosperar en un mundo de tensiones y conflictos.

Es momento de que los actores políticos serios y pensantes de este país exijan al gobierno una política exterior verdaderamente soberana, guiada por los intereses de Costa Rica y no por los de otros países. La neutralidad no debe ser sacrificada en el altar de intereses ajenos; debe ser defendida como un principio fundamental de nuestra identidad y proyección internacional.