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Etiqueta: sede del atlantico

UCR: Las fincas de ganado lechero aumentan su producción gracias a técnicas dadas por la UCR

Foto: Pablo Mora Vargas / OCI, UCR

Estudios en forraje de la Lechería de la Sede del Atlántico

Los productores aseguran que obtienen al menos un 40 % más de leche con la técnica del «pastoreo rotacional flexible», que además permite un mejor aprovechamiento de los recursos

La técnica de pastoreo rotacional flexible, utilizada en la Lechería de la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica (UCR), en Turrialba, tiene por fin lograr un racionamiento adecuado de la alimentación de las vacas, lo que le permite mejorar el rendimiento de su producción lechera y, a la vez, innovar en la producción académica en esta disciplina.

Según explica Saúl Brenes Gamboa, responsable de la Lechería, este sistema, implementado en muchos lugares del mundo, busca mantener una alta oferta de forraje (el pasto con el que se alimenta a las vacas).

El proceso divide las tres hectáreas dedicadas a las vacas en producción en 27 “apartos” (término usado en el sector ganadero para hablar de las divisiones del terreno para la alimentación de las reses), cada uno dividido en dos sectores: uno para que el ganado paste en la mañana y otro en la tarde. Los animales cambian todos los días de aparto

Luego de que las vacas pastan en esa zona, el terreno se deja descansar durante 26 días para su recuperación. Al contar con 27 apartos o más (según elija el productor), se asegura que cada una de las divisiones tenga el tiempo necesario para mantener siempre una buena oferta de forraje.

Una Lechería con mucho recorrido: algunos datos

  1. Se creó hace 35 años.
  2. Está ubicada dentro del mismo campus de la Sede del Atlántico.
  3. Cuenta con una extensión de cinco hectáreas (tres son destinadas al pastoreo del ganado).
  4. Se especializa en la producción de leche en zonatropical baja.
  5. Cuenta con 20 vacas en proceso de ordeño de la raza Jerseyy de algunos cruces con otras razas.

Además, a ese ganado se suman todos los nacimientos, los de reemplazo y las vacas “secas”, que son las que se están esperando para parir nuevamente. De hecho, este último punto es unos de los factores críticos para el éxito de la lechería: cuantos más nacimientos, mayor es la curva de producción de leche.

Este se considera un proceso flexible debido a que se adapta al clima. Por ejemplo, si llovió mucho en el momento en el que se utiliza un terreno y luego de 26 días aún no se ha recuperado, este aparto puede dejarse sin utilizar por unos días para luego volver a él cuando ya esté apto. De esta forma, la finca se asegura de que la alimentación del ganado no se vea afectada.

Un aspecto importante es que el terreno destinado al ganado debe estar compuesto por un forraje que sea adecuado para el consumo del animal y no lleno de maleza. En el caso de la Sede del Atlántico se utilizan tres tipos de pastos para el consumo de las vacas: Estrella Africana (Cynodon nlemfuensis), Pasto peludo (Brachiaria decumbens) y el Mavuno, el cual es un híbrido del género Brachiaria spp.

Socialización del conocimiento

Estas prácticas, que son producto de un proceso de investigación de esta sede, se comparten de dos formas. La primera, explica Brenes, es mediante la publicación de artículos académicos que son producto de los análisis que realizan en la Lechería.

La segunda es por medio de capacitaciones a personas productoras de la zona. Según los registros de asistencia, alrededor de 148 individuos asistieron a estas formaciones en 2024. A estas actividades se les suma todo el estudiantado que realiza sus prácticas, tesis, asistencias y otras formas indirectas de vínculo con este sector productivo.

Saúl Brenes Gamboa, responsable de la Lechería: las formas de transferencia de conocimiento

En estas formaciones, la lechería busca involucrar a las familias productoras. Es decir, no sólo a quien produce, sino a su pareja e hijos. La idea es promover que la actividad se mantenga a través de las diferentes generaciones y que, de esta forma, se mantega y expanda en las zonas donde se desarrolla esta actividad agroalimentaria.

Un ejemplo de estas colaboraciones es la finca de Franz Eric Dahmen, un chileno radicado en Costa Rica desde hace muchos años y productor de leche de Pejibaye de Jiménez, en Cartago. Además, forma parte de la Cámara Nacional de Productores de Leche y es presidente de la Asociación de Productores Agropecuarios del Cantón de Jiménez.

Él explicó que llegó a las capacitaciones de la Sede del Atlántico gracias a la necesidad de poner en práctica los conocimientos adquiridos en un curso teórico del Instituto Nacional de Aprendizaje.

De acuerdo con este productor, esta interacción con la UCR le ha posibilitado entender mejor las ventajas de la rotación de pastos con la ayuda de estudiantes de la Sede del Atlántico, lo que le ha permitido a su finca incrementar la producción de leche en más un 40 %.

Franz Eric Dahmen productor: los aportes de la UCR a las fincas lecheras de la zona

Las ganancias

Los beneficios que aporta esta técnica a los productores se enfocan en un mejor uso del terreno de pastoreo, que a su vez mejora la salud de las vacas y su productividad.

Con estos resultados, se generan más utilidades para el productor. Un valor agregado es que este conocimiento se expande hacia otras personas finqueras, lo que genera un beneficio social que va más allá de los alambrados de los terrenos de producción lechera.

En eso coincide Brenes, encargado de la Lechería, quien afirma que la idea es producir la mayor cantidad de leche al menor costo posible para las fincas lecheras.

Saúl Brenes Gamboa, responsabe de la Lechería: la importancia de reducir costos de producción

Otros factores que optimizan la producción lechera

Según Brenes, en un sistema de producción intensivo (como el de la Sede del Atlántico) lo ideal es tener un balance de seis animales por hectárea, para buscar el mayor rendimiento por unidad de área productiva.

Para los productores, la calidad de la leche responde a varios factores, como el buen estado de salud de la vaca, su correcta alimentación y su genética. Esta última, de preferencia debe ser conocida por su alta producción y poca incidencia en enfermedades. Para Dahmen, la suma de estos factores da como resultado un mejor rendimiento de la producción de leche por cada vaca que pasa por este control.

Franz Eric Dahmen, productor: la rentabilidad de los aportes de la UCR en el forraje y en la producción de leche

Un dato a tener en cuenta es que el ganado consume en pasto hasta el 10 % de su peso al día, lo que equivale a unos 45 kilogramos. Este consumo incrementa hasta cinco kilos de concentrado extra cuando el animal alcanza su pico de producción de leche, un mes después de tener cría.

Otro factor muy importante en los registros es el de las “vacas añeras”. Estas son las que, después de los 9 meses de embarazo, duran solo dos meses en recuperarse y un mes más en volver a quedar preñadas.

Esto asegura que, además de parir una cría por año, todos los años la vaca tendrá un pico alto en su producción. Además, estas tienen la posibilidad de heredarle ese rasgo a sus crías, por lo que a los productores les interesa mantener este ritmo de reproducción para aprovechar ese rasgo genético.

 

Esteban Chaves Elizondo
Asistente de Agenda y Medios – OCI, UCR

Pablo Mora Vargas
Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR

UCR: Mujeres turrialbeñas enfrentan el reto de emprender con la asesoría de un Trabajo Comunal Universitario

Las empresarias expusieron sus creaciones y compartieron sus experiencias en el cierre del TCU. Foto: Pablo Mora Vargas, UCR.

Grupo de 20 microempresarias se capacitan en crear y administrar su negocio

Este proyecto de acción social de la Sede del Atlántico les permite convertir una pequeña venta artesanal en una prometedora fuente de ingresos

A Seidy Loaiza Fuentes, vecina de San Juan Norte, un pueblo en las afueras de Turrialba, siempre le ha encantado la cocina. Tenía su propia soda-restaurante, pero con la pandemia tuvo demasiadas pérdidas y no le quedó otra opción: debió cerrar su negocio. A pesar de esta situación, su espíritu emprendedor y de resiliencia la llevó a empezar a vender queques y repostería para colaborar económicamente con su familia en medio de esa crisis económica personal y nacional.

Este año, doña Seidy escuchó por medio de unas amigas que la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica (UCR) iba a llegar a su comunidad a dar “unas charlas” de emprendimiento para personas como ella. Fue así como decidió inscribirse en el proyecto Apoyo y fortalecimiento al sector empresarial del cantón de Turrialba, (más conocido como Gestionando tu Empresa), un Trabajo Comunal Universitario (TCU-786) que fomenta el emprendedurismo femenino para crear, desarrollar y fortalecer diferentes ideas de negocio.

Ella, junto con un grupo de 20 señoras, empezó a recibir los cursos que imparte este programa, liderado por la profesora Andrea Cedeño Ramírez, coordinadora de la carrera de Bachillerato y Licenciatura en Contaduría Pública en esa sede. Esta docente y un pequeño grupo de estudiantes ofrecieron capacitaciones dos veces por semana, durante cuatro semanas, en gestión empresarial. El objetivo: empoderar a las participantes con herramientas necesarias para consolidar sus emprendimientos.

La necesidad de este proyecto se identificó a través de un estudio de regionalización, que señaló la importancia de brindar apoyo a las mujeres emprendedoras de Turrialba. Cedeño explicó que el objetivo principal es dotarlas de conocimientos y destrezas en áreas como mercadeo, sostenibilidad, costos y redes sociales.

Andrea Cedeño Ramírez, coordinadora del TCU-786

El éxito del programa se refleja en la respuesta de las participantes. La docente comentó que, a pesar de los desafíos que normalmente enfrenta la asistencia en estos proyectos, en esta ocasión las participantes fueron muy constantes. Este compromiso permitió que las emprendedoras se empoderaran más fácilmente y fortalecieran sus habilidades.

Y la fórmula dio resultado. Tanto doña Seidy como varias de sus compañeras aseguraron que lo más valioso de esta experiencia fue aprender a realizar tareas propias de una pequeña empresa, como saber cuál es el valor adecuado para vender sus productos en el mercado local, tener conocimientos básicos de contabilidad e, incluso, el posicionamiento de sus creaciones y de su marca en las redes sociales.

Emprendedoras turrialbeñas opinan sobre el beneficio del TCU para sus negocios

Aprendizaje en 360°

Una de las estudiantes que matriculó el TCU es María Laura Morales Villalta, estudiante de cuarto año de la carrera de Ingeniería en Desarrollo Sostenible de la Sede del Atlántico. Para ella es muy importante que el estudiantado interactúe y aporte todo su conocimiento a las participantes.

La estudiante señaló que esta experiencia no solo beneficia a las emprendedoras, sino que también fortalece su propia formación profesional y la de sus compañeros.

Además, Morales detalló que este tipo de TCU la prepara para enfrentar los retos que se avecinarán como profesional, al tiempo que le permite desarrollar habilidades blandas, como la transmisión de conocimientos, el empoderamiento y la exposición de ideas a grupos pequeños.

María Laura Morales Villalta, estudiante de Desarrollo Sostenible en la Sede del Atlántico: sus aprendizajes en el TCU

Más allá del certificado

El seguimiento de las participantes no se detiene con la finalización de los talleres. Una vez concluida la etapa de cursos, el equipo del TCU continúa brindando apoyo y asesoría a través de redes sociales, con contenido como consejos y buenas prácticas para que las emprendedoras se mantengan actualizadas.

Otro aspecto a destacar es que el TCU se ha impartido en diversas comunidades turrialbeñas en los últimos años, lo que genera un valor agregado. Esto porque el TCU-786 no solo contribuye al desarrollo económico personal o local al fomentar el emprendedurismo, sino que también genera un impacto social significativo, al empoderar a las mujeres de la zona.

Ahora la iniciativa continúa evolucionando y su meta es expandir su alcance y fortalecer el apoyo que brinda a los diversos sitios de Turrialba para seguir con el cumplimiento de su objetivo: demostrar que la educación y la colaboración pueden ser herramientas poderosas para transformar vidas.

Finalmente, otra de las particularidades y fortalezas que ofrece esta iniciativa es la colaboración entre diversas instituciones locales, como la Municipalidad de Turrialba, el Instituto de Desarrollo Rural (Inder) y la Cámara de Comercio de Turrialba, lo que amplía su convocatoria e impacto.

Así que si usted es de la zona turrialbeña y desea conocer más sobre este proyecto o tener alguna noción de cómo llevarlo a su comunidad, puede comunicarse con la profesora Andrea Cedeño Ramírez al teléfono 2511-9228 o al correo andrea.cedenoramirez@ucr.ac.cr para tener más información.

 
Santiago Mora Rivas
Asistente de Agenda y Medios – OCI, UCR

 

Pablo Mora Vargas
Periodista Oficina de Comunicación Institucional; UCR