Ir al contenido principal

Etiqueta: sindicatos

La Marcha sobre Roma y la Marcha sobre la Fiscalía General de la República

Vladimir de la Cruz

Benito Mussolini y Rodrigo Chaves, un paralelismo histórico.

Benito Mussolini, fue uno de los más distinguidos dirigentes políticos de Italia, y de la Europa entre guerras mundiales, 1919-1945. Llegando al poder se impuso como dictador ejerciendo autoritariamente su gobierno, como dirigente del Partido Nacional Fascista, al que se le hacen himnos, exaltaciones, y discursos personalizados hacia su figura y su conducción política.

Mussolini se desarrolló a partir de 1919 impulsando un movimiento político que lo hacía descansar en organizaciones o comités populares llamados fascios, lo que hizo que a su movimiento se le llamara fascista.

Mussolini levantó su imagen política atacando violentamente a los socialistas y comunistas italianos y europeos. Acababa de triunfar la Revolución Rusa o Bolchevique en 1917, que culminó con la constitución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URSS, en 1922.

El impacto de la Revolución Rusa, a partir de 1917, y la constitución de la URSS, en 1922, hizo que Europa se sacudiera en levantamientos populares, y movimientos revolucionarios, tratando de implantar gobiernos populares, semejantes al Poder Soviético, bajo la forma de Comunas y movimientos revolucionarios entre 1917 y 1923.

En el interior de lo que se constituyó como la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se dieron las revoluciones que condujeron a las declaraciones de la Repúblicas Soviéticas de Ucrania en 1918-1919, de Lituania y Bielorrusia, en 1918-1919, de Letonia, en 1918-1920, el establecimiento de la Comuna del Pueblo Trabajador de Estonia, en 1918-1920 y la República Socialista de los Trabajadores de Finlandia, en 1918.

Como ola revolucionaria se dieron también el Biennio Rosso en Italia, el alzamiento de Pascua en Irlanda, el republicanismo radical en Grecia, con la batalla de Dumlupinar, que hizo que el rey Constantino I abdicara, aboliéndose la monarquía y estableciéndose la República Helénica en 1924.

También en Francia se impuso la Tercera República Francesa. España, por su parte, se sacudía en huelgas, entre 1916 y 1922 lo que condujo a la dictadura de Miguel Primo de Rivera hasta el establecimiento de la República Española en 1931.

En Egipto y Sudán se sacudían, en 1919, de la ocupación británica, independizándose Egipto en 1922. En Irak hubo, en 1920, movimientos contra la ocupación inglesa.

También se dieron los movimientos políticos que condujeron a la República Socialista Soviética de Persia, 1920-1921, la Semana Roja en los Países Bajos, en 1918.

Alemania fue sacudida por las Repúblicas Soviéticas de Baviera, 1918-1919, de Sajonia, 1918-1919, de Bremen, 1919, el levantamiento del Ruhr en 1920, el Levantamiento de Hamburgo en 1923. En Hungría se dio la Revolución Húngara que impuso la República Soviética Húngara en 1919 y la Eslovaca en 1919. En Georgia se dio un golpe de Estado en 1920 y en Polonia se impuso un Comité Revolucionario Polaco Provisional, en 1920.

De la misma manera, hubo una serie de movimientos insurreccionales y contrarrevolucionarios contra la URSS, entre 1917 y 1924, en Ucrania, el Cáucaso, Georgia, Polonia.

En Italia, el Biennio Rosso fue el periodo de las luchas populares que se dieron en el norte de Italia, en Turín, Liguria y otras ciudades y regiones, por los Consejos de Fábricas, bajo la dirección de anarquistas, anarcosindicalistas, del Partido Socialista de Italia, entre 1919 y 1920, y el Partido Comunista italiano a partir de 1921, que hizo que la clase obrera planteara su “asalto al cielo”, que era proponer el “poder obrero” en las fábricas, unido a sectores campesinos.

El movimiento sindical italiano era poderoso con su Federación Italiana de Trabajadores del Metal, la Unión Sindical Italiana, la Confederación General del Trabajo, donde se distinguieron grandes dirigentes como Errico Malatesta, Palmiro Togliatti, Antonio Gramsci, lo que explica en parte sus años de prisión en la Italia fascista.

Los Consejos de Fábrica surgieron como una alternativa democrática ante el Parlamento para impulsar un “Nuevo Orden”.

En Rusia, Lenin impulsaba la III Internacional como una organización para impulsar la creación de partidos comunistas y sindicatos y uniera sus luchas en el plano internacional.

Frente a toda esta situación, que rodeaba y afectaba a Italia, Mussolini impulsó su proyecto político, que le resultó exitoso. Parte de él fue la organización de la llamada Marcha sobre Roma que se llevó a cabo entre los días 27 y 29 de octubre de 1922.

La marcha fue contra el Parlamento italiano, con “escuadras de acción” encargadas de atacar y amedrentar violentamente a sus opositores en los espacios públicos en que los encontraran. Apedreamientos, pleitos callejeros, incendios eran prácticas que realizaban. ¿Fue el incendio del bosque de Santa Ana un aviso de estas actuaciones “chavistas”, cuasi fascistas, cuando se actúa contra decisiones del gobierno y de los diputados “oficialistas” que impulsan la eliminación de ese bosque con la intención de eliminar la protección natural que tiene y que se le dio por herencia? ¿Hubo mano criminal en ese incendio, que tenga vínculo con los intereses que se mueven en el gobierno, en la Asamblea Legislativa por medio de la diputada chavista Pilar Cisneros, y empresarios con el uso de esa área boscosa?

La lucha social en Italia llevó a Mussolini al Parlamento en 1921. Chaves es el presidente, pero para mantenerse como activista político necesita seguir a la fuerza en el gobierno, o por la vía de ir a la Asamblea Legislativa en el 2026, para lo cual tendría que renunciar el 31 de julio a la presidencia y postularse como diputado, de alguno de los partidos que impulsa, bajo el pin del jaguar.

Una élite menor empresarial, financiera y productiva acompaña al presidente. Por ahora bastante oculta, con un “apoyo” popular y político expresado en encuestas que trata de exhibir en actos como la marcha contra el Fiscal de la República, del pasado 18 de marzo.

Seguirán otras movilizaciones y marchas como parte de su lucha electoral, mientras los otros partidos no están en ese terreno. Mussolini lanzó, con una orden, a sus seguidores, en octubre de 1922, a las carreteras y a las vías ferroviarias para dirigirse a Roma a tomar el poder para su líder. Rodrigo Chaves llamó a tomar San José para provocar la caída, por destitución o renuncia, del fiscal general de la República, pensando o provocando, quizá, en tomar el edificio de la Fiscalía, con la marcha triunfal que anunciaban y realizaron, la que no les dio más fuerza de acción que la de su presencia de algunas centenas de personas ante el edificio.

Chaves como Mussolini realizan sus marchas en sus giras presidenciales. Allí las está impulsando en los cantones o ciudades que visita, movilizando gentes en su gira, aprovechando todas las veces para atacar los diputados, a funcionarios o regidores locales.

Mussolini en sus movilizaciones atizó la idea de la guerra civil si las autoridades le imposibilitaban su camino. Chaves atiza la idea de que, desde la Asamblea Legislativa, el Poder Judicial, la Fiscalía General de la República y la Contraloría General de la República, aliados a la prensa canalla, no lo dejan gobernar advirtiendo que quieren darle un golpe de Estado en lo que incluye al Tribunal Supremo de Elecciones señalando que no quieren dejar participar a sus partidos en las elecciones.

La Marcha sobre Roma de Mussolini fue para sitiar al gobierno. La marcha del 18 de marzo fue para sitiar a la Fiscalía, para exigir la destitución y renuncia del fiscal general, porque es un funcionario que él no nombra y que tiene en su manos más de 50 procesos judiciales contra el presidente en sus manos.

Después de la Marcha sobre Roma, el 30 de octubre Mussolini logró formar gobierno. Rodrigo Chaves no logró su propósito de destituir al Fiscal, pero se lanzó a la yugular de los diputados advirtiéndoles que no nombraran a Rodrigo Arias Sánchez como presidente legislativo.

Mussolini pudo nombrar un nuevo gabinete italiano. El presidente Chaves espera que el primero de mayo se integre un nuevo Gabinete Legislativo sin Rodrigo Chaves, a su medida, a su vestido, que siga servilmente los mandatos que le haga el Poder Ejecutivo Nacional.

Mussolini no pudo montar su dictadura inmediatamente a las jornadas de las movilizaciones de octubre de 1922 y de la Marcha sobre Roma, pero dejó las bases montadas. El presidente Chaves trabaja igual con ese propósito…impulsar varios partidos políticos con el propósito de que ganen por lo menos 40 diputados, y dejar su títere en el próximo gobierno tratando de ejercer y asegurar el control político de todas las instituciones de gobierno y de control administrativo público, así como dominar a los Poderes públicos, desde sus altas jerarquías de dirección institucional. Busca asegurar la continuidad de su autoritarismo y despotismo poco ilustrado, de características tiránicas y fascistas.

Para la Marcha sobre Roma, Mussolini tenía la consigna “o nos dan el gobierno o iremos a Roma a Tomarlo”. Para Chaves su consigna es: “o se someten a mi gobierno completo o mi dominio lo impondremos a la fuerza”.

Mussolini fundó el periódico “El Pueblo de Italia”. El presidente Chaves ha establecido una cadena de medios de comunicación y de prensa bajo su influencia económica, la del gobierno, que son como sus voces oficiales, y una política de desprestigio y aniquilación de los medios que se le oponen o critican.

Chaves quiere como Mussolini asumir los poderes políticos del Estado de manera completa y única.

Rodrigo Chaves Robles emergió de pronto a la vida política costarricense, sin ningún arraigo nacional, cuando fue nombrado por un breve plazo ministro de Hacienda del gobierno del Partido Acción Ciudadana, bajo la presidencia de Carlos Alvarado Quesada.

Rodrigo Chaves no tenía historia partidaria, no partido político propio. Salido del gobierno, buscó asilo en un partido político, encontrando eco, en uno nuevo para las elecciones del 2022, el Partido Progreso Social Democrático, sin ningún planteamiento político o ideológico conocido. Su planteamiento fue directo contra las instituciones pública, contra quienes habían gobernado anteriormente, pintándolos como las mafias corruptas entronizadas en todas las instituciones públicas y en el andamiaje del Estado.

Rodrigo Chaves no ha tenido una crisis como la europea, ni amenazas al sistema político venidas de la izquierda, de los socialistas o comunistas costarricenses, ni del movimiento popular organizado y del semi organizado que existe.

Esto le ha facilitado atacar la estructura política que ha encontrado, por lo que ha acusado a todos los presidentes de Costa Rica, del período de la II República, especialmente de 1953-2022, como dictadores y tiranos que gobernaron solo para enriquecer grupos de poder económico, financiero y empresarial que gravitaban alrededor de ellos y sus partidos, enfatizando que no gobernaron a favor del pueblo, cuya gobernanza la realizaron a base de la corrupción, aprovechando el Estado y los gobiernos, y montando en las estructuras de los poderes públicos redes de dominio institucional, con personajes y engranajes, que a él no le permiten gobernar, lo que ha llamado los mandos medios institucionales.

Rodrigo Chaves encuentra un movimiento sindical muy dividido, debilitado, con poquísima influencia en el sector privado de la producción y la economía, golpeado por las medidas que se han venido impulsando en los últimos gobiernos contra las instituciones laborales y sociales, contra la legislación laboral en el campo de las huelgas y las convenciones colectivas de trabajo, afectando jornadas de trabajo y salarios a la mínima.

En el sector público el presidente Chaves encuentra sindicatos importantes en la esfera del gobierno, en la educación pública y universitaria, en la salud, con alguna presencia en sector agrícola. sindicatos débiles hoy en el ICE, los bancos y otras instituciones públicas.

A ventaja del presidente Chaves los sindicatos hoy son débiles y para muchos efectos son casi inexistentes, de pocas luchas y sin movilizaciones, con casi ninguna resistencia al gobierno, con poca capacidad contestaria, de responder a los datos y cifras oficiales con visión política, sin raíces y vínculos políticos o ideológicos, como los que había antes de 1991. Las luchas populares y grandes movilizaciones tienen otras banderas, alejadas de las luchas de los partidos políticos.

Los sindicatos están golpeados indirectamente por el lenguaje político del presidente Chaves, que alude constantemente a la imagen de la guerra fría, de la lucha contra el comunismo, que no está en el orden del día pero que aún pesa en el inconsciente ciudadano, con sus ataques intimidantes contra personas y a autoridades de gobierno a las que pinta como si fueran delincuentes, así como por las medidas represivas de tipo institucional que ejerce contra funcionarios públicos y actores empresariales, debilitándoles en su resistencia, y obligándoles casi a una obediencia y sometimiento a base del terror reverencial que representa la figura del propio Chaves, que ha llevado con sus gritos, su soez y vulgar lenguaje, sus insultos, las degradaciones morales que hace de sus adversarios, a la convocatoria de ciudadanos para que vayan a la instituciones, que él ataca, a manifestar su apoyo a él, como lo ha hecho contra la Sala IV, contra la Asamblea Legislativa, contra la Corte Suprema de Justica y recientemente con la convocatoria que hizo, el 18 de marzo de movilizarse, contra el Fiscal General de la República, pidiendo su renuncia o su destitución.

No ha pedido la destitución del presidente de la Asamblea Legislativa porque sabe que tiene que ser nombrado en la sesión del primero de mayo próximo. Lo que ha hecho es pedir públicamente que no lo reelijan como presidente, y de amenazar a los diputados, lo que nunca ha hecho ningún presidente en los 200 años de existencia del Estado y la Republica de Costa Rica, de que si lo reeligen él, Rodrigo Chaves, no nombrará Ministro de la Presidencia, porque no tiene nada que ir a negociar con el presidente legislativo.

La lucha y ataque constante del presidente Chaves contra los partidos políticos, especialmente contra los que tienen asiento en la Asamblea Legislativa, y de manera más precisa contra los que han ejercido el gobierno, Liberación Nacional, la Unidad Social Cristiana, y por razones ideológicas contra el Frente Amplio. Su ataque y su lucha es de palabra contra la corrupción pública que la concentra en las imágenes de los presidentes de la Asamblea Legislativa, de la Corte Suprema de Justicia, de la Contraloría General de la República, de la Fiscalía General de la República, y de la prensa y medios de comunicación que critican su gobierno o exhiben su ineptitud y su falta de políticas reales de gobierno orientadas a resolver problemas nacionales.

Rodrigo Chaves no ha impulsado un partido propio. No lo tiene. No puede hacerlo porque constitucionalmente tiene prohibición de actuar en política de esa manera.

Su forma de actuar en política beligerantemente es atacando cotidianamente a todos los partidos políticos que han gobernado, a sus principales dirigentes políticos. Concentra su atención en el ataque a los dirigentes históricos del partido Liberación Nacional porque, guste o no, es la principal organización partidaria del país.

Rodrigo Chaves ha tratado de impulsar partidos políticos que se identifiquen con él como persona, como presidente, como líder político. No ha tenido éxito importante todavía. Los partidos políticos, que fueron varios, para participar en las elecciones municipales, todos fueron rechazados por incumplir formalidades de inscripción. En esa elección mostró ser la tercera fuerza en presentación de candidatos a puestos municipales.

Para las elecciones del 2026 tiene en proceso de inscripción media docena de partidos que se identifican con él y con su movimiento “jaguar”. Dos de estos partidos están en proceso de ser eliminados si no se ajustan completamente a las formalidades de inscripción, lo que pareciera que no han aprendido después de las elecciones municipales. Curiosamente, en este caso, les están llamando la atención porque en las provincias periféricas, Puntarenas, Limón y Guanacaste, no han cumplido esos requisitos, donde se supone que tienen más apoyo popular, lo que indica por ahora que es un apoyo de papel.

Un partido no se forma solo con convocatorias de manifestaciones, o con asistencia a la presencia de actos a los que llega el presidente, movilizando personas de la región como relleno publicitario pagándoles una cifra de dinero y dándoles una comida por asistir.

Los partidos se organizan por voluntad propia, por convencimiento e identificación con el candidato o las ideas del partido. Los líderes enamoran a sus seguidores. Rodrigo Chaves solo provoca los resentimientos de sectores que se identifican con su palabreja política, sin contenido alguno, llena de improperios.

Las personas movilizadas por el chavismo cuando las interrogan los periodistas sobre las razones y objetivos por las que participan, no saben decir o expresar por qué lo hacen, o señalan un interlocutor que lo haga por ellas. Eso no le da votos a quien así cree que los va a obtener.

Como no tiene partido ha impulsado a modo de movimiento de masas lo que llama el movimiento de los jaguares. Si Mussolini desarrolló “fascios”, al presidente Chaves le falta desarrollar sus “guaridas” de jaguares donde se concentren sus seguidores y activistas, como los partidos políticos tradicionales organizaban, u organizan, sus células o comités de partidos, para sus respectivas reuniones de capacitación y de vida partidaria, que deben tener vida propia.

La vida de los partidos es diaria. La vida del chavismo y de los “jaguares” es semanal por medio del montaje que tiene el presidente de sus alharacas que presenta como Mesas de Prensa, Conferencias de Prensa.

En las convocatorias contra las instituciones o funcionarios que convoca el presidente Chaves, o que estimula para que se hagan, han habido actos de amedrantamiento, agresión y violencia contra personas. Cuando fueron a la Sala IV hubo uno de los manifestantes y dirigentes del pequeño grupo que allí estuvo gritó para que al presidente de la Sala IV se le matara.

En las próximas semanas del cauce electoral probablemente el presidente chaves buscará otros pretextos de movilización popular a su favor, para dar la imagen de su futuro apoyo electoral en su candidatura a diputado, si así se decide, al 31 de julio, o para apoyar a sus jaguares.

Lo que está claro para mí es que el presidente Chaves todavía no tiene su candidato presidencial. Los que tiró al ruedo en enero, de su gabinete, tan solo son distractores del que presentará o surgirá, como un as bajo la manga del grupo poderoso que lo rodea y le da las personas importantes que debe nombrar. La caída de Mauricio Batalla le embarrialó la cancha. Igualó al caído con el superior en las acusaciones que se le han hecho. Ha mostrado la red de cuido del presidente para sus leales colaboradores.

Quedan pendientes de caer las manos criminales del incendio de Santa Ana, que seguramente están muy ligadas a los intereses del gobierno y de la diputada Cisneros. Ese es el camino de la violencia que desarrolló Mussolini y pareciera que bajo el chavismo se está gestando.

Aquí, en Costa Rica no habrá golpe de Estado contra el presidente. El pueblo le tiene los días contados. Terminará por la fuerza popular el 8 de mayo del 2026, o el 31 de julio por su propia voluntad.

Sala Constitucional acoge parcialmente recursos de ANEP contra Ley de Equilibrio Financiero

La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) informó que la Sala Constitucional acogió parcialmente las acciones de inconstitucionalidad presentadas contra la Ley 9635 de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, conocida como «Ley de Equilibrio Financiero del Sector Público».

Según declaraciones de Albino Vargas Barrantes, secretario general de la ANEP, y Rafael Mora Solano, de la Unidad de Asesoría Jurídica de la organización, la resolución restituye derechos laborales que habían sido modificados por dicha normativa.

«Las anualidades tendrán que seguirse reconociendo tal y como se venían aplicando antes de la ley 9635», manifestó Vargas Barrantes, quien calificó la resolución como un logro para las personas trabajadoras del sector público.

Por su parte, Mora Solano explicó los alcances de la resolución: «La sala está acogiendo parcialmente estas inconstitucionalidades y está diciendo que en el caso de las anualidades tienen que volverse a pagar como se pagaban antes». Detalló que quienes recibían el pago de forma porcentual volverán a ese esquema y que el reconocimiento se hará en el momento en que se cumpla el año laboral, no hasta junio como establecía la ley impugnada.

Según los representantes sindicales, otro aspecto relevante de la resolución es que se restablece el derecho a negociar convenciones colectivas en instituciones públicas, incluyendo aspectos salariales.

La ANEP indicó que está preparada para ayudar a su afiliación afectada a recuperar los derechos que les fueron limitados y extendió una invitación a personas trabajadoras no afiliadas para que se acerquen a la organización con el fin de iniciar los procesos correspondientes.

El sindicato había liderado protestas contra esta ley durante tres meses y argumentó ante la Sala Constitucional que la normativa violaba derechos humanos. Los representantes sindicales adelantaron que informarán sobre otros aspectos contemplados en la resolución próximamente.

Sindicatos enfrentan el estrés térmico: un asesino invisible para trabajadores agrícolas

El calentamiento global intensifica los riesgos laborales en el sector agrícola, con efectos particularmente severos para las mujeres trabajadoras

El estrés térmico se ha convertido en un «asesino invisible» que afecta a 2.410 millones de personas trabajadoras en todo el mundo, lo que representa el 71% de la población activa global. Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), este fenómeno provoca anualmente 18.970 muertes y 22,85 millones de lesiones.

En el sector agrícola, el impacto es aún más preocupante: se proyecta una reducción aproximada del 60% en las horas de trabajo para 2030 debido al calor extremo, según información compartida por Maikol Hernández Arias, de la Federación Nacional de Trabajadores de la Agroindustria, Gastronomía, Hotelería y Afines (Fentragh) de Costa Rica.

Temperaturas récord y sus efectos

El documento presentado en la reunión del Comité del Grupo de Trabajadores/as de la Agricultura (GPTA) en Bogotá, Colombia, el pasado septiembre, advierte que junio de 2024 fue el mes más cálido registrado y el duodécimo mes consecutivo en alcanzar el umbral de 1,5 °C.

«El estrés térmico se asocia con insolación, agotamiento por calor, lipotimia térmica (síncope o desmayo), calambres por calor y sarpullido por calor», indica el informe, que también destaca cómo la temperatura corporal humana debe mantenerse por debajo de 38°C para evitar la hipertermia. Temperaturas corporales superiores a 40,6°C implican riesgo de pérdida de conciencia, daños orgánicos y muerte.

Mayor vulnerabilidad de las mujeres

Un dato relevante del informe es que, durante el trabajo físico, las mujeres tienen 3,7 veces más probabilidades de ser intolerantes al calor que los hombres. «Las mujeres tienden a sudar menos que los hombres y, por tanto, tienen menor capacidad para liberar calor del cuerpo», señala el documento.

El trabajo agrícola es particularmente vulnerable, ya que se considera de intensidad alta (360-465 de intensidad laboral) y muy alta (> 465), en comparación con el trabajo de oficina. Esto implica que las temperaturas máximas para trabajar en agricultura deberían ser de 29-30°C para labores de alta intensidad.

Respuestas sindicales y normativas internacionales

Ante esta situación, diversos sindicatos han desarrollado iniciativas para proteger a las personas trabajadoras:

  • En Estados Unidos, la Asociación de Trabajadores Agrícolas (FLOC) estableció pautas sobre el calor que recomiendan abandonar el campo y buscar sombra y agua cuando la temperatura alcanza los 30°C/85°F y se presentan síntomas de estrés térmico.

  • En Australia, el sindicato UWU elaboró un modelo de cláusula sobre calor extremo que estipula que cuando la temperatura supere los 29,5°C, la parte empleadora debe proporcionar una pausa de 15 minutos con goce de sueldo cada hora de trabajo.

Varios países ya han implementado normativas al respecto:

  • En Sudáfrica, las empresas empleadoras están obligadas a mitigar el estrés térmico cuando el índice WBGT (temperatura globo y bulbo húmedo) medio por hora supera los 30°C.

  • En España, una ley de 2023 obliga a evitar determinadas tareas cuando hace calor y garantiza que no se reduzcan los salarios si se interrumpe el trabajo debido al calor.

  • En Grecia, la normativa exige una interrupción total del trabajo cuando el índice WBGT supera ciertos umbrales según la intensidad de la labor.

Instrumentos internacionales disponibles

La OIT cuenta con instrumentos específicos para proteger a las personas trabajadoras del estrés térmico, como:

  • Convenio 155 sobre salud y seguridad en el trabajo

  • Convenio 187 sobre el marco promocional para la seguridad y salud en el trabajo

  • Convenio 184 sobre salud y seguridad en la agricultura

  • Recomendación 194 sobre la lista de enfermedades profesionales

El informe subraya que según los convenios 155 y 184 de la OIT, las personas trabajadoras tienen derecho a retirarse de situaciones peligrosas cuando exista riesgo inminente y grave para su salud y seguridad.

Para consultar el informe completo sobre las repercusiones del calor extremo en trabajadores agrícolas y las respuestas sindicales, puede descargarlo desde el siguiente enlace: https://surcosdigital.com/wp-content/uploads/2025/03/06-Heat-AWTG-Board-Sept-2024-es.pdf

Avances en la corriente legislativa

Manuel Hernández

Sin que tampoco caiga uno en ilusionismos, no se puede dejar de reconocer que la Asamblea Legislativa, en los últimos días, dio algunas muestras, tal vez simbólicas, de algún atisbo, por lo menos, de recuperación parcial de la derrumbada institucionalidad pública.

Primero, fue el dictamen de mayoría de la Comisión de Asuntos Jurídicos, que aprobó la exclusión de la CCSS de la cobertura de la Ley Frankenstein, oficialmente denominada Ley Marco de (des)empleo público.

Luego, el martes de esta semana, la Comisión Especial de Educación, por mayoría rechazó el proyecto empresarial que pretende desguazar y privatizar el INA.

Y este miércoles 12, la Comisión de Asuntos Sociales, también por mayoría, aprobó la reforma del artículo 6 de la Ley Constitutiva CCSS, que pretende eliminar la insidiosa figura de la Presidencia Ejecutiva, por resultar absolutamente incompatible con la autonomía política de esa institución.

Ciertamente, sustanciales avances, en tiempos tan aciagos, de dura agenda neoliberal y antidemocrática, que no se pueden subestimar.

Ciertamente, cualquiera podrá replicar que aún les falta bastante trámite legislativo a esos proyectos tan importantes.

Así es y mucho menos se pueden lanzar las campanas al aire.

Ahora, sin duda, se vendrá la esperable y fuerte reacción de los conservadores y empresarios, que harán todo lo que esté a su alcance para abortar esas iniciativas legislativas.

Y, además, las advertencias de la OCDE y las imprecaciones del FMI.

Por esto es necesario e imprescindible que en este nuevo escenario los sindicatos y sectores sociales comprendan la trascendencia de los proyectos y se apresten a defender y consolidar los avances, hasta ahora, alcanzados.

La CCSS y el INA son instituciones fundacionales del Estado Social y Democrático.

Ahora el pueblo, el Soberano, tiene que responder.

“El movimiento se demuestra andando” afirmó Diógenes

Foro analiza la realidad laboral y sindical en Costa Rica

El miércoles 5 de marzo de 2025, en una transmisión en vivo a través del canal de YouTube de Sindicato Unitario de la UNED (SIUNED), se llevó a cabo un foro de análisis sobre la realidad laboral y sindical en Costa Rica. La actividad contó con la participación del Dr. Randall Blanco Lizano, académico y sociólogo, y la Lic. Ariane Grau Crespo, investigadora y activista social. Durante la discusión, se abordaron temas clave relacionados con la situación política, económica y social del país, así como el impacto del modelo neoliberal en el mundo laboral y sindical.

Costa Rica: una sociedad fracturada

El Dr. Randall Blanco Lizano expuso un análisis sobre la situación política del país, destacando la creciente desigualdad social y económica. En su intervención, criticó la construcción de una narrativa mediática sobre una “nueva derecha” y señaló que este tipo de categorizaciones desvían la atención de los problemas estructurales del modelo neoliberal. Asimismo, enfatizó que la actual administración de Rodrigo Chaves sigue profundizando las estructuras de acumulación de capital sin representar una verdadera ruptura con el modelo de gobiernos anteriores.

También se analizó el papel de los medios de comunicación y sectores políticos en la diferenciación entre una “buena derecha” y una “mala derecha”, lo que refuerza el status quo y mantiene intacto el modelo de acumulación económica y exclusión social en el país.

Impacto de las políticas neoliberales en el empleo y los derechos laborales

Por su parte, la Lic. Ariane Grau Crespo abordó las políticas laborales neoliberales implementadas en los últimos 40 años y su impacto en el mundo del trabajo. Destacó la reforma del empleo público, que ha reducido derechos laborales y debilitado la organización sindical en el sector estatal. Además, analizó la propuesta de flexibilización laboral, con énfasis en la jornada 4×3, la cual favorece a sectores empresariales, pero precariza aún más las condiciones laborales de la clase trabajadora.

Se hizo hincapié en el rol de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (UCCAEP) como actor clave en la formulación de políticas públicas que han debilitado los derechos laborales en el país. Se recordó que las élites económicas han impulsado leyes que restringen el derecho a huelga y limitan la organización sindical, favoreciendo un modelo de explotación y exclusión.

Sindicalismo y lucha laboral: desafíos y oportunidades

En el foro se destacó que, a pesar de los ataques al sindicalismo y las restricciones legales, los sindicatos continúan siendo los principales actores de protesta en el país. Se evidenció que las movilizaciones han disminuido en los últimos años, producto de una fuerte represión estatal y una campaña de desprestigio mediático contra los trabajadores organizados. Sin embargo, las organizaciones sindicales siguen liderando la defensa de derechos fundamentales como la educación pública, la seguridad social y la denuncia de actos de corrupción.

Entre los principales desafíos para el movimiento sindical, se mencionó la necesidad de combatir la narrativa de los “privilegios” de los empleados públicos, fortalecer la organización en el sector privado y promover un sindicalismo democrático e inclusivo que integre a sectores vulnerables, como mujeres, migrantes y trabajadores precarios. Asimismo, se destacó la importancia de la unidad entre los distintos sectores sindicales y movimientos sociales para enfrentar la precarización laboral y las políticas neoliberales.

Conclusión

El foro concluyó con un llamado a la reflexión y la acción colectiva. Se enfatizó la importancia de recuperar la memoria histórica y no caer en discursos que perpetúan el modelo de acumulación neoliberal. Además, se instó a fortalecer la organización sindical, la movilización y la articulación de estrategias de lucha conjunta para la defensa de los derechos laborales y sociales en Costa Rica.

La actividad reafirmó la relevancia del sindicalismo como herramienta de resistencia ante el desmantelamiento de derechos y la creciente desigualdad en el país. Finalmente, se hizo un llamado a continuar generando espacios de análisis y discusión que permitan fortalecer la conciencia y la acción colectiva en la clase trabajadora.

Les invitamos a observar y divulgar la grabación de esta charla, la cual se encuentra disponible en este enlace:

El papel de los trabajadores sindicalizados y sus organizaciones en tiempos de caos (2)

Gerardo Castillo Hernández / Frank Ulloa Royo
Instituto Sindical de Formación Política

Introducción

Hace días venimos hablando de esto, pero nadie parece reaccionar. Vivimos tiempos de caos. Las guerras abiertas y las guerras económicas redefinen el mapa del poder global, mientras las democracias se tambalean, las izquierdas se fragmentan y la derecha se radicaliza (Bauman, 2017). Todo esto ocurre en un mundo donde millones de personas huyen de la miseria y la violencia, encontrando fronteras cerradas y sociedades crispadas (Sassen, 2014). En este contexto turbulento, el papel de los trabajadores sindicalizados y sus organizaciones adquiere una relevancia especial y se hace necesario un nuevo pensamiento para problemas realmente nuevos, donde las viejas recetas no operan (Hyman, 2001).

Guerras abiertas y guerras económicas

El planeta está en llamas. Ucrania sigue siendo un campo de batalla donde se miden Rusia y la OTAN, con una guerra de desgaste que amenaza con extenderse (Mearsheimer, 2014). Medio Oriente arde con las masacres y la violencia en Gaza, mientras en el Líbano, Siria e Irak persisten conflictos olvidados y sin aparentes soluciones. África sigue siendo un escenario de muerte y desplazamiento de grandes poblaciones originarias por el cambio climático, el hambre y las luchas resultado de los espacios de poder dejados por Francia y otras potencias colonialistas europeas que expoliaron estos países hasta la miseria (Mbembe, 2017).

Pero la guerra no es solo con balas y misiles. Estados Unidos y China libran una batalla económica feroz por el control de la tecnología, las materias primas y los mercados globales. Sanciones, bloqueos, guerra de chips y manipulación de divisas son las armas de esta nueva guerra fría, donde los aliados se reacomodan y la multipolaridad es ya un hecho (Allison, 2017).

Reacomodo de bloques: El fin del mundo unipolar

El dominio absoluto de Occidente se desmorona. China, Rusia, Irán y otras potencias emergentes desafían el orden establecido (Kissinger, 2014). Los BRICS se consolidan como un bloque alternativo, mientras Medio Oriente busca autonomía del control estadounidense. América Latina, siempre oscilante, trata de encontrar un equilibrio en medio de presiones externas y crisis internas (Dussel Peters, 2016).

Europa, mientras tanto, se encuentra atrapada en su dependencia de EE.UU., con economías debilitadas y una crisis política que alimenta el auge de la extrema derecha. La Unión Europea, lejos de consolidarse, se fractura con el auge del euroescepticismo y la desconfianza entre sus propios miembros (Judt, 2011).

Derrumbe de las democracias y el desconcierto de las izquierdas

Las democracias se resquebrajan. El desencanto con los sistemas políticos es evidente: abstencionismo récord, gobiernos débiles, corrupción desenfrenada y una creciente polarización que convierte el debate público en una guerra de trincheras (Levitsky y Ziblatt, 2018). Las instituciones pierden legitimidad y los discursos autoritarios ganan terreno (Mudde, 2019).

Las izquierdas, que en otros tiempos canalizaron el malestar social, hoy parecen perdidas entre discursos identitarios, falta de estrategia y desconexión con las bases populares. Sin un proyecto claro, quedan a la deriva, permitiendo que la derecha radical capitalice el descontento y lo transforme en una reacción violenta contra el statu quo (Mouffe, 2005).

Radicalización de la derecha y los nuevos fascismos

La extrema derecha avanza en todo el mundo. Su estrategia es clara: explotar el miedo, la crisis económica y el fracaso de las élites políticas. Con discursos nacionalistas, xenófobos y autoritarios, líderes como Trump, Le Pen, Milei y otros prometen orden en medio del caos, aunque ese orden signifique la erosión de derechos y libertades (Stanley, 2018). Las elecciones en Alemania parece que nuevamente será la puerta de entrada del fascismo a uno de los principales países europeos donde se consideraba superado (Kagan, 2017).

Este fenómeno no es casualidad. Es el resultado de años de desigualdad, precarización laboral y crisis de identidad en sociedades que sienten que han perdido el control sobre su destino. Con un enemigo común –migrantes, élites globalistas, feministas, izquierdistas, etc.–, logran aglutinar a sectores descontentos en una ofensiva reaccionaria (Piketty, 2014).

El rol de los trabajadores sindicalizados y sus organizaciones

En este panorama caótico, los trabajadores sindicalizados y sus organizaciones enfrentan un desafío formidable: mantener la cohesión social, proteger los derechos laborales y promover la justicia social en un contexto de creciente desigualdad y polarización (Hyman, 2001).

  1. Defensa de los derechos laborales y ciudadanos: Los sindicatos deben redoblar sus esfuerzos para garantizar condiciones laborales dignas, salarios justos y la protección social de todos los trabajadores, independientemente de su origen o situación migratoria y asegurar espacios de poder político en las comunidades y la sociedad (Freeman y Medoff, 1984).

  2. Lucha contra la precarización laboral: La tendencia hacia la precarización del trabajo y la economía de colaboración entre empresas y personas (economía gig), obviando o neutralizando a los sindicatos, requiere una respuesta robusta de los sindicatos para asegurar la estabilidad laboral y la seguridad económica de los trabajadores (Standing, 2011).

  3. Inclusión y diversidad: Es esencial que los sindicatos promuevan la inclusión y la diversidad en el lugar de trabajo, protegiendo a las mujeres, migrantes y otros grupos vulnerables frente a la discriminación y la explotación (Freeman y Medof, 1984).

  4. Educación y formación: Fomentar la formación política para que los trabajadores puedan entender la nueva sociedad y sus estructuras de poder, así como la mejora de la educación y el reciclaje profesional, será clave para que los trabajadores puedan adaptarse a los cambios tecnológicos y económicos, y mantenerse con alguna vigencia en el mercado laboral, antes que la robótica avance más y sustituya a los humanos (Brynjolfsson y McAfee, 2014).

  5. Participación política y social: Los sindicatos deben involucrarse activamente en la vida política y social, defendiendo los valores democráticos y luchando contra el avance de los discursos autoritarios y xenófobos (Hyman, 2001).

  6. Solidaridad internacional: En un mundo globalizado, será necesario que los sindicatos pongan su barba a remojar, mejoren las propuestas solidarias a nivel internacional, construyendo redes de solidaridad global que no respondan con exclusividad a los intereses de los trabajadores de las naciones en donde se concentran los centros del nuevo poder mundial (Castells, 2010).

A manera de inicio de un debate:

En un mundo marcado por el caos y la incertidumbre, el papel de los trabajadores sindicalizados y sus organizaciones es más importante que nunca. Al defender los derechos laborales, luchar contra la precarización en las calles, promoviendo el nuevo pensamiento político, la inclusión y la diversidad, y participar activamente en la vida política y social, los sindicatos pueden ser un faro de esperanza y justicia en tiempos oscuros. Su capacidad para adaptarse y evolucionar será clave para enfrentar los desafíos del siglo XXI y construir un futuro más justo y equitativo para todos (Hyman, 2001).

Bibliografía

  • Allison, G. (2017). Destined for War: Can America and China Escape Thucydides’s Trap? Houghton Mifflin Harcourt.

  • Bauman, Z. (2017). Retrotopia. Polity Press.

  • Brynjolfsson, E., & McAfee, A. (2014). The Second Machine Age: Work, Progress, and Prosperity in a Time of Brilliant Technologies. W. W. Norton & Company.

  • Castells, M. (2010). The Rise of the Network Society. Wiley-Blackwell.

  • Dussel Peters, E. (2016). América Latina y el Caribe: Lidiando con la Trampa del Ingreso Medio. CEPAL.

  • Freeman, R. B., & Medoff, J. L. (1984). What Do Unions Do? Basic Books.

  • Hyman, R. (2001). Understanding European Trade Unionism: Between Market, Class and Society. SAGE Publications.

  • Judt, T. (2011). Postwar: A History of Europe Since 1945. Penguin Books.

  • Kagan, R. (2017). The Jungle Grows Back: America and Our Imperiled World. Knopf.

  • Kissinger, H. (2014). World Order. Penguin Books.

  • Levitsky, S., & Ziblatt, D. (2018). How Democracies Die. Crown.

  • Mbembe, A. (2017). Critique of Black Reason. Duke University Press.

  • Mearsheimer, J. J. (2014). The Tragedy of Great Power Politics. W. W. Norton & Company.

  • Mouffe, C. (2005). On the Political. Routledge.

  • Mudde, C. (2019). The Far Right Today. Polity Press.

  • Piketty, T. (2014). Capital in the Twenty-First Century. Harvard University Press.

  • Sassen, S. (2014). Expulsions: Brutality and Complexity in the Global Economy. Belknap Press.

Tres sindicatos presentan denuncia contra la empresa Chiquita Brands

Las organizaciones sindicales SINTRAPYBCR, SITRACHIRI y SINTRACOBAL, representadas por sus secretarios generales, han presentado una denuncia ante el Ministerio de Trabajo contra la multinacional Chiquita Brands y sus subsidiarias en Costa Rica.

Denuncian que la empresa utiliza contratos temporales en puestos de trabajo permanentes como parte de una estrategia antisindical. Esta práctica precariza las condiciones laborales, limitando el acceso a derechos fundamentales como la estabilidad laboral, la cesantía y la protección social.

Además, las trabajadoras enfrentan discriminación por embarazo, siendo despedidas al término de contratos temporales para evitar las garantías legales.

Las tres organizaciones exigen que se respeten las leyes laborales costarricenses y los convenios internacionales que protegen la libertad sindical y los derechos humanos.

La postguerra civil del 48 no fue un lecho de rosas

Por Juan Félix Montero Aguilar*

Dice Adriano Corrales Arias en su artículo “Costa Rica al borde del autoritarismo” publicado en la revista SURCOS que Costa Rica, después de la Guerra Civil del 48 “resolvió los conflictos acumulados de la crisis general del capitalismo durante la primera mitad de ese siglo, con una concertación nacional”.

Agrega Corrales Arias que “aquel pacto social inédito –la oligarquía, los sindicatos, la burguesía nacional, el partido comunista, la iglesia católica, sectores medios emergentes, se habían sentado a la mesa– representado por la Asamblea constituyente de 1949 que consiguió redactar una Constitución Política visionaria, amplia y robusta, la cual tuteló las grandes reformas y nacionalizaciones”.

Yo por lo menos tenía o tengo conocimiento de otra Costa Rica no tan idílica después de los hechos bélicos de 1948 del siglo pasado.

No voy a referirme a acontecimientos harto conocidos como los mártires del Codo del Diablo, el encarcelamiento de los principales dirigentes del PVP (Luis Carballo, Carlos Luis Fallas, Arnoldo Ferreto, etc.), la persecución de la labor de excombatientes, el exilio de Carmen Lyra y Manuel Mora.

Me referiré solamente a un episodio que tiene que ver con las afirmaciones de Adriano sobre la Asamblea Nacional Constituyente aprobada en noviembre de 1949.

Agradezco al historiador Gerardo Contreras, mi coterráneo de Alajuela y Turrialba, quien hace años con mucha paciencia me explicó estos acontecimientos.

Lo cierto del caso es que a esa constituyente no les fue permitido participar a los partidos que salieron derrotados en la guerra civil, así como tampoco a los sindicatos de la CTCR que fueron puestos fuera de ley.

Sin embargo, pese a todos los obstáculos, dicha constitución pudo llevar su sello gracias a terceros que fueron constituyentes, uno de ellos Celso Gamboa Rodríguez (Partido Constitucional), a quienes los dirigentes del Partido Comunista en la clandestinidad recurrieron para que en ella quedaran plasmadas las garantías sociales y el Código de Trabajo entre otras.

No fue sin embargo posible evitar que en dicha Constitución se incorporara el párrafo ll del artículo 98, mediante el cual mantuvieron fuera de ley, sin poder participar en elecciones a los militantes y simpatizantes del Partido Vanguardia Popular durante veintisiete años.

Después del 48 se abrió uno de los capítulos más oscuros de la historia patria, donde fueron conculcadas libertades individuales y colectivas y las organizaciones sociales y los partidos de izquierda se enfrentaron a un reto: luchar por recuperar la democracia.

Ni siquiera en procesos tan cruentos como lo fueron las guerras civiles de El Salvador, Guatemala o Nicaragua, la oposición beligerante fue sometida a tanta discriminación y represión como lo fue el partido comunista y los movimientos sociales que participaron en la lucha armada en Costa Rica.

Durante los años setenta del siglo pasado, el Partido Vanguardia Popular desplegó una intensa campaña dirigida a los sectores democráticos del país en la cual se recogieron miles de firmas y gestiones a nivel parlamentario lo que permitió recuperar la democracia en Costa Rica, entendida esta como el derecho de todos los ciudadanos a elegir y ser electos en los poderes del Estado.

*Juan Félix Montero Aguilar es profesor pensionado.

Gilbert Brown Young: un líder de Limón

Frank Ulloa Royo

I. Limón:

La belleza y la pobreza siempre han marcado a Limón. Este puerto principal, situado en el extremo oriental del país, es bañado por el mar Caribe. La pequeña península que se adentra en el mar es un puerto natural que ha marcado la historia de la región.

El 20 de diciembre de 1872, la goleta Lizzie, proveniente de Kingston, atracó en Limón con 120 hombres y 3 mujeres a bordo, los primeros inmigrantes afroantillanos originarios de Jamaica. Entre ellos, los abuelos de Gilbert Brown que vinieron del Caribe para nunca regresar, dejando aquí sus gritos y convicciones de lucha.

Desde niño, Gilbert vivió en una provincia destinada a la producción agrícola para la exportación y a los servicios de transporte, almacenaje y flete desde el puerto. Esta estructura servía a las necesidades de las empresas nacionales y transnacionales y del gobierno central, pero no a las de sus habitantes, forjando así su carácter.

II. La Infancia de Gilbert

Gilbert Clifton Brown Young nació el 7 de octubre de 1943 en la ciudad de Limón. Su infancia en los años cuarenta no fue como la de muchos otros niños, porque siempre se distinguía por su solidaridad con quienes más lo necesitaban. Su vecina Emma lo ocupaba para ir a hacer compras, y él iba siempre con buen modo a cambio de algún bocadillo delicioso que ella estuviera cocinando, porque siempre fue muy goloso.

Sus padres, Clarence Roach Roach y Myrtle Brown, tuvieron diez hijos. Es de suponer que cuando se sentaban a la mesa había que ponerse vivo porque unos comían más que otros. Allí se forjaron las ideas de justicia e igualdad que lo acompañarían toda la vida. Gilbert, como siempre, esperaba que todos se sirvieran.

Como a todos los niños, le gustaban el béisbol y el fútbol que jugaban en la playa. A veces, por las tardes, se iban al muelle a pescar, especialmente con sus hermanos y con su amigo Roland, con quien tendría muchas aventuras durante toda su vida.

III. Formación y Primeros Trabajos

Gilbert estudió en la Escuela de Varones Tomás Guardia y en el Colegio Diurno de Limón, donde fue un líder estudiantil activo. Continuó sus estudios en el Instituto de Estudios del Trabajo (IESTRA) de la Universidad Nacional, graduándose en Relaciones Laborales. Como joven trabajador del INVU, impulsó viviendas en varios barrios de Limón.

Existían altos niveles de pobreza, desempleo y bajos niveles de salud y educación. Pocos lograban estudiar: solo 3 de cada 10 niños asistían a la escuela, y solo 6 de ellos completaban el ciclo de enseñanza primaria, mientras que 2 concluían la secundaria. Gilbert Brown Young superó todos esos obstáculos y, a contrapelo de la historia, fue parte del 2 por ciento de su generación que asistió a la universidad y se graduó.

IV: Despertar de Conciencia

Gilbert nació el año en que los costarricenses obtuvieron por primera vez garantías sociales, como la libertad de huelga, el derecho al salario, la educación y la salud pública. Desde adolescente, tuvo sueños de conquistar una sociedad mejor. En su familia siempre se cocinaba y se discutía la situación en que vivían muchos de sus vecinos y cómo las pocas empresas explotaban a los trabajadores. Como muchas familias afrocaribeñas, reflejaban mejor el sueño revolucionario de igualdad de Marcus Garvey.

V. Fundación del Sindicato

En 1967, Gilbert y su amigo Roland comenzaron a trabajar en una refinería de petróleo propiedad de una empresa norteamericana. Las condiciones laborales eran duras, y un día, una piedra hirió a Roland, lo que llevó a Gilbert a decir: «No podemos aguantar esto más, aquí hay que fundar un sindicato para defendernos.»

Gilbert y sus compañeros fundaron el SITRARECOPE el 9 de marzo de 1969, que luego se convertiría en el Sindicato de Trabajadores de Petróleo, Químicos y Afines (SITRAPEQUIA). El sindicato se afilió a la Confederación Costarricense de Trabajadores Democráticos y logró su primera convención colectiva en diciembre de 1969, reconociendo importantes derechos laborales.

VI. Liderazgo Sindical

Durante su vida, Gilbert fue un referente sindical nacional, participando en importantes luchas por los derechos de la clase trabajadora y la unificación del sindicalismo. Fue parte de la creación de la Confederación Sindical de Trabajadoras/es de las Américas (CSA).

VII. Defensa de RECOPE

Cuando la refinería pasó a ser propiedad del gobierno, se lograron muchos avances en derechos. Sin embargo, cuando se intentó privatizar, Gilbert levantó nuevamente la bandera patriótica para evitar la venta de RECOPE, logrando que fuera la única empresa de CODESA que no pasó a manos privadas.

VIII. Legado de Lucha

Gilbert Brown Young fue una voz de lucha, un ejemplo de liderazgo y determinación, cuyo compromiso con la justicia y la igualdad dejó una marca indeleble en Limón y en todo Costa Rica. Su vida dedicada a la lucha sindical y a la defensa de los derechos laborales es una inspiración para futuras generaciones.

TRES HISTORIAS QUE QUIZAS OCURRIERON:

Conversación Familiar: Luchando Juntos

Una noche cálida en Limón, la familia Brown se reunió alrededor de la mesa para cenar. La pequeña casa estaba llena de risas y el aroma de una deliciosa comida preparada por Myrtle, la madre de Gilbert. Sus diez hijos se acomodaron en sus sillas, esperando ansiosos para empezar a comer.

Clarence, el padre de la familia, comenzó la conversación con una mirada seria pero amorosa.

—Familia, sé que estos tiempos no han sido fáciles para nosotros. Con mi salario en la plantación de banano, apenas podemos cubrir todas nuestras necesidades.

Myrtle asintió, sirviendo un plato de arroz y frijoles a cada uno de sus hijos.

—Es cierto, Clarence. Pero a pesar de las dificultades, debemos agradecer por estar juntos y por ser una familia unida. Eso es una bendición.

Gilbert, siempre observador y preocupado por el bienestar de su familia, intervino:

—Papá, mamá, he estado pensando mucho en cómo podemos mejorar nuestra situación. No es justo que trabajes tan duro por tan poco.

Uno de los hermanos menores, Samuel, añadió:

—Quisiera poder ayudar más. Tal vez cuando sea mayor, encontraré un buen trabajo y podré contribuir.

Clarence sonrió y puso una mano en el hombro de Samuel.

—Lo sé, hijo. Todos deseamos lo mejor para nuestra familia. Pero debemos ser pacientes y seguir luchando juntos.

Myrtle miró a sus hijos con ternura y determinación.

—Gilbert, siempre has tenido grandes ideas. ¿Qué piensas que podemos hacer?

Gilbert tomó un respiro profundo, sus ojos brillando con convicción.

—Podemos empezar por estudiar y aprender todo lo que podamos. Luego, podemos organizarnos y trabajar para mejorar nuestras condiciones laborales. No es justo que papá tenga que trabajar en esas condiciones.

María, la hermana mayor, agregó:

—Yo también creo que la educación es la clave. Podemos cambiar nuestras vidas y las de nuestros vecinos si trabajamos juntos.

Clarence asintió, orgulloso de sus hijos.

—Tienen razón, todos ustedes. La educación y la unidad son nuestras mejores herramientas. Siempre recuerden que, aunque enfrentemos desafíos, somos una familia fuerte y luchadora.

Myrtle sonrió y levantó su taza de té.

—Por nuestra familia, por nuestro amor y por nuestro futuro. Siempre juntos, siempre fuertes.

Todos levantaron sus tazas y brindaron, unidos por un propósito común. La conversación continuó, llena de esperanza y planes para el futuro, mientras el sol se ocultaba lentamente en el horizonte, iluminando la casa con un cálido resplandor.

Conversación en Limón

Una tarde calurosa en Limón, la familia Brown se reunió en la casa de Gilbert. Myrtle, la madre de Gilbert, había invitado a su amiga Amy Ashwood Garvey, una mujer extraordinaria, artista y luchadora social, junto con Marcus Garvey, el conocido líder del movimiento panafricanista. La casa estaba llena de aromas de la cocina caribeña, y los sonidos de la playa cercana se mezclaban con las voces de los presentes.

Amy, con su voz suave pero firme, comenzó la conversación:

—Myrtle, es un placer estar aquí y ver cómo has criado a tus hijos en estos tiempos difíciles. Sabes que siempre estoy aquí para apoyarte.

Myrtle sonrió y sirvió una taza de té a Amy.

—Gracias, Amy. Sabes que tu apoyo significa mucho para nosotros. La situación en Limón es complicada, y los trabajadores están sufriendo.

Marcus Garvey, sentado junto a Clarence, el padre de Gilbert, intervino:

—Las condiciones en Limón son inaceptables. Los trabajadores están siendo explotados, y sus derechos no son respetados. Necesitamos unirnos y luchar por un cambio.

Clarence asintió, con preocupación en su rostro.

—Es verdad, Marcus. Trabajo en la plantación de banano y veo cómo mis compañeros son obligados a trabajar largas jornadas sin las condiciones mínimas. Es agotador y desmoralizante.

Amy miró a Myrtle, quien acariciaba suavemente la cabeza de Gilbert y dijo: tiene que ser diferente: We are tired of hearing Negro men say, “There is a better day coming,” while they do nothing to usher in the day. We are becoming so impatient that we are getting in the front ranks, and serve notice on the world that we will brush aside the halting, cowardly Negro men, and with prayer on our lips and arms prepared for any fray, we will press on and on until victory is over.”

—Myrtle, ¿cómo ves el futuro de Gilbert en medio de todo esto?

Myrtle suspiró y miró a su hijo con ternura.

—Quiero que Gilbert tenga un futuro mejor. No quiero que pase por las mismas dificultades que nosotros. Sueño con que tenga la oportunidad de estudiar y luchar por una sociedad más justa.

Gilbert, escuchando atentamente, intervino:

—Mama, quiero ayudar. Quiero cambiar las cosas para todos nosotros. No es justo cómo nos tratan.

Amy sonrió y puso una mano en el hombro de Gilbert.

—Tienes el espíritu de un luchador, Gilbert. Nunca pierdas esa determinación. Juntos, podemos hacer una diferencia.

Marcus levantó su taza de té y dijo:

—Por nuestros hijos y por un futuro mejor, brindemos por la esperanza y la lucha. No permitiremos que nos quiten nuestra dignidad y nuestros derechos.

Todos levantaron sus tazas, unidos por un propósito común. La conversación continuó, llena de planes y sueños, mientras el sol se ocultaba lentamente en el horizonte, iluminando la playa de Limón con un cálido resplandor dorado.

Jugando y Soñando en la Playa

En una calurosa tarde de verano, las olas del Caribe se rompían suavemente contra la orilla, mientras un grupo de niños jugaba al béisbol en la playa de Limón. El sol brillaba alto en el cielo, y el sonido del bate al golpear la pelota resonaba en el aire, seguido de risas y gritos de emoción.

Gilbert, con su energía inagotable y su risa contagiosa, estaba en la base, esperando su turno al bate. Sus amigos, Roland, Marcos y Javier, corrían por la arena, disfrutando de cada momento del juego. Los pies descalzos de los niños levantaban pequeñas nubes de arena, y el aroma salado del mar llenaba el ambiente.

—¡Vamos Gilbert! —gritó Roland desde el campo—. ¡Haz un jonrón!

Gilbert se concentró, levantó el bate y esperó el lanzamiento. Con un golpe certero, envió la pelota volando por encima de la cabeza de Marcos, quien corría detrás de ella.

—¡Sí! ¡Lo hiciste! —gritó Javier, aplaudiendo.

Después de varias rondas de juego, los niños se sentaron en la arena, agotados pero felices. Mientras descansaban, comenzaron a conversar sobre sus sueños y aspiraciones.

—Yo quiero ser pescador, como mi papá —dijo Marcos, mirando el horizonte—. Me encanta el mar y la libertad que siento cuando estoy en el bote.

—A mí me gustaría ser maestro —comentó Javier—. Quiero enseñar a otros niños y ayudarles a aprender cosas nuevas.

Gilbert, con los ojos brillantes, compartió sus pensamientos:

—Yo quiero cambiar el mundo. Quiero estudiar y luchar por mejores condiciones para todos. No es justo cómo nuestros padres tienen que trabajar tan duro por tan poco.

Roland asintió, apoyando a su amigo.

—Tienes razón, Gilbert. Mis padres trabajan en la plantación de banano, y veo lo difícil que es para ellos. A veces pienso que si todos nos unimos, podríamos hacer algo para mejorar nuestras vidas.

—Eso suena genial —dijo Marcos—. Pero, ¿cómo vamos a hacerlo?

Gilbert, siempre lleno de ideas, respondió:

—Podemos empezar estudiando y aprendiendo todo lo que podamos. Luego, podemos formar grupos y hablar con más personas. Juntos, seremos más fuertes.

Los niños se miraron, sintiendo una chispa de esperanza y determinación.

—¿Te imaginas? —dijo Javier, sonriendo—. Nosotros, cambiando el mundo.

—Sí, ¿por qué no? —respondió Gilbert con firmeza—. Todo empieza con un sueño.

El grupo se levantó y retomó el juego, con el corazón lleno de aspiraciones y la mente llena de planes para el futuro. La playa de Limón, con su belleza natural y sus olas constantes, seguía siendo testigo de sus juegos y sus sueños, mientras la tarde se deslizaba suavemente hacia el anochecer.

Fundación del Sindicato

En 1967, Gilbert y su amigo Roland comenzaron a trabajar en una refinería de petróleo propiedad de una empresa norteamericana. Las condiciones laborales eran duras. Una noche, mientras cenaba con su familia, Gilbert compartió su preocupación:

—Mamá, hoy fue un día difícil en la refinería. Roland y yo tuvimos que cargar piedras todo el día. Una de ellas hirió a Roland —dijo Gilbert, frotándose las manos heridas.

Myrtle, su madre, lo miró con preocupación.

—Hijo, no puedes seguir trabajando en esas condiciones. Deben hacer algo para cambiar eso.

Gilbert asintió.

—Lo sé, mamá. No podemos aguantar esto más. Tenemos que fundar un sindicato para defendernos.

Esa misma noche, Gilbert y Roland discutieron la idea con otros compañeros de trabajo. La decisión estaba tomada.

—No podemos seguir así —dijo Roland, con determinación—. Necesitamos unirnos y luchar por mejores condiciones.

—Estoy de acuerdo —añadió otro compañero—. Si no hacemos algo, nunca cambiará.

El 9 de marzo de 1969, fundaron el SITRARECOPE, que luego se convertiría en el Sindicato de Trabajadores de Petróleo, Químicos y Afines (SITRAPEQUIA). El sindicato se afilió a la Confederación Costarricense de Trabajadores Democráticos y logró su primera convención colectiva en diciembre de 1969, reconociendo importantes derechos laborales.

Gilbert Brown Young: Una Historia de Determinación

Frank Ulloa Royo

  1. Limón: Belleza y Pobreza

Limón es tierra de mujeres y hombres libres hechos de carey, hule, zarza y bananos.  Saben bien que ser libres no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la condición de quienes han vivido marginados del desarrollo, —le diría al presidente Figueres con mucha indignación—.

—Señor presidente: —Yo creo que usted es diferente. Vengo de una familia que vota por su partido y que cree que en democracia podemos avanzar. —

La conversación fue cambiando de color de un rojo intenso a un azul cielo difuminado por el agua en la acuarela que Gilbert pintaba en la mente de los políticos josefinos. Quedaron perplejos porque Gilbert era de pocas palabras, pero sus gestos como lanzas penetraron la vergüenza de quienes lo escuchaban.

La belleza y la pobreza siempre han marcado a Limón. Siempre fue el puerto principal en el extremo oriental del país. El mar Caribe baña toda la costa, y la pequeña península que sobresale y se adentra en el mar es un puerto natural que marca la historia de la región. Nadie puede imaginar al ver la verde belleza del paisaje la triste realidad que esconde.

El Encuentro Decisivo

En una sala de reuniones de la Casa Presidencial, la tensión era palpable. El presidente, un hombre pequeño, de brazos nervudos, cejas pobladas y edad avanzada, estaba sentado al final de una larga mesa de madera. Frente a él, Gilbert Brown Young, un dirigente de Limón, muy serio, flemático y que hablaba con su silencio, se mantenía erguido y sereno. Su presencia imponía respeto, no solo por su estatura, sino por la calma y determinación que irradiaba.

Gilbert, conocido por su liderazgo silencioso y meditativo, había sido convocado para negociar el fin de una huelga que había paralizado la región. La huelga, marcada por disturbios y bloqueos de carreteras, había llevado a enfrentamientos con la policía y a un clima de incertidumbre en la provincia.

El presidente rompió el silencio:

—Señor Brown, agradezco que haya venido. Sabemos que la situación en Limón es crítica y necesitamos encontrar una solución.

Gilbert asintió lentamente, sus ojos fijos en el presidente.

—Señor presidente, la gente de Limón ha sido ignorada durante demasiado tiempo. No estamos aquí solo por nosotros, sino por las generaciones futuras. Necesitamos compromisos reales, no promesas vacías. Luchar contra la pobreza no es un asunto de caridad, sino de justicia. Debemos usar el tiempo sabiamente y darnos cuenta de que siempre es el momento oportuno para hacer las cosas bien.

El presidente suspiró, consciente de la verdad en las palabras de Gilbert.

—Entiendo su frustración, pero necesitamos encontrar un punto medio. ¿Qué es lo que piden exactamente?

Gilbert tomó un respiro profundo antes de responder:

—Queremos garantías de empleo para los trabajadores despedidos, mejoras en las condiciones laborales y una revisión de la política agraria. Además, exigimos que se atiendan las demandas de los campesinos y se proporcionen servicios de salud y agua en las comunidades más afectadas. Lo que cuenta en la vida no es el mero hecho de que hayamos vivido; es la diferencia que hemos hecho en la vida de los demás lo que determinará el significado de la vida que llevamos. —Señor presidente, usted puede hacer la diferencia—

El presidente, considerando las demandas responde.

—Esas son peticiones razonables, pero necesitamos tiempo. ¿Podemos acordar un cese temporal de la huelga mientras trabajamos en estas soluciones?

Gilbert mantuvo su mirada firme.

—Señor presidente, la gente de Limón ha esperado demasiado tiempo. Necesitamos acciones concretas y un cronograma claro. Solo entonces consideraremos levantar la huelga.

El presidente asintió, reconociendo la determinación de Gilbert.

—De acuerdo, trabajaremos en un plan detallado y lo presentaremos en una semana. Espero que podamos contar con su cooperación para mantener la paz mientras tanto.

Gilbert extendió su mano, sellando el acuerdo con un apretón firme.

—Confío en que cumplirá su palabra, señor presidente. La gente de Limón estará esperando. Piense que a usted lo van a juzgar por cómo trata a quienes tienen poco o nada, que somos la mayoría de los limonenses.

Con ese gesto, ambos hombres se levantaron, conscientes de que el verdadero trabajo apenas comenzaba. La reunión había sido un paso crucial hacia la resolución del conflicto, pero la lucha por la justicia y la igualdad en Limón continuaría.