Entre música en vivo y ricas comidas al fogón, la energía positiva se podía sentir en el aire. Fue un día para celebrar el poder de comunidades organizadas por la salud, la justicia y la sostenibilidad… Estamos creando el mundo en el que queremos vivir…
Así describe Verónica Sheehan para SURCOS la celebración del cierre de año de varias organizaciones que trabajan en conjunto por su calidad de vida. En Guacimal se dieron cita la Asada de Guacimal, la Alianza de Comunidades por la Defensa del Agua, la Asociación de Desarrollo Comunal, el Centro Demostrativo de Sostenibilidad Ambiental, Kioscos Socioambientales de la UCR y don Vicente Chavarría, regidor en la Municipalidad de Puntarenas por el Frente Amplio.
“Estuvimos grabando programas para radio gracias al apoyo de la Asociación Voces Nuestras. Se introdujo el proyecto que empieza con talleres de radio para mujeres en la provincia de Puntarenas en febrero gracias a Puntos de Cultura del Ministerio de Cultura. Se tocaron temas como el derecho a la semilla criolla, al agua, a la justicia social y económica, la Feria de Guacimal, entre otros”.
En el 2050 será necesario producir un 60 % más de alimentos
En algunos centros educativos se han incorporado actividades lúdicas que contribuyen al proceso de aprendizaje sobre la agricultura orgánica. Foto cortesía del Trabajo Comunal Universitario “Agricultura Orgánica Urbana”.
La agricultura orgánica no solo nos ofrece alimentos sanos y seguridad alimentaria, sino que, además, representa un medio sostenible económica y socialmente, que no perjudica al medio ambiente. Estas fueron las razones que la ingeniera Pamela Portuguez García, investigadora del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA-UCR), destacó sobre la importancia de establecer una cultura de siembra en la población.
El Trabajo Comunal Universitario (TCU) “Agricultura Orgánica Urbana” (TC-468) de la Universidad de Costa Rica trabaja desde hace más de 15 años en contribuir a la promoción del desarrollo de esta práctica y ha buscado transmitir a las comunidades las acciones que se generan desde el Programa de Agricultura Orgánica de la UCR.
El M. Sc. Oscar Acuña Navarro, coordinador del proyecto, afirma que la agricultura orgánica consiste en “la producción en espacios familiares o comunales de hortalizas de una forma orgánica, que garantice, por un lado, la seguridad alimentaria y, por otro, una alimentación sana”. Se estima que en el año 2050 habrá más de 9 000 millones de seres humanos en el planeta y será necesario producir un 60 % más de alimentos, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Esta entidad establece que el fortalecimiento de las actividades agrícolas sostenibles y el uso responsable de los recursos naturales es fundamental para la seguridad alimentaria y nutricional.
Por ello, Acuña afirma que es imprescindible dirigir la alimentación propia a espacios urbanos, en los cuales no necesariamente se tiene una gran cantidad de tierra para cultivar, y que esto esté orientado a una seguridad alimentaria, sin perjuicio del medio ambiente por la contaminación de agroquímicos. “Nosotros debemos producir nuestros propios alimentos a futuro, porque no vamos a tener garantía de obtenerlos por otros medios”, afirmó.
Es por esta razón que desde el TCU se ha buscado impulsar el aspecto urbano de la agricultura orgánica, en donde los espacios son reducidos. En este proceso se utilizan técnicas que permiten construir unidades de producción orgánica en cajones o botellas, se construyen huertas aéreas y se adaptan las condiciones.
Vínculos con centros educativos y para personas adultas mayores
La población con la que se ha involucrado el proyecto es principalmente centros educativos públicos, centros para personas adultas mayores y comunidades locales pequeñas. El TCU opera a partir de las solicitudes que estos sectores realizan y trabaja una estrategia y cronograma diferente en función de las necesidades de cada grupo. Además se ha desarrollado una metodología constructiva, en donde los estudiantes del TCU aportan el conocimiento sobre las técnicas y herramientas. Por su parte, el desarrollo de las huertas se realiza de manera colectiva entre las personas de los centros o comunidades.
En las actividades del proyecto se ha tratado de impulsar no solo la producción, sino también el uso de los productos cultivados, por ejemplo, en los comedores estudiantiles o en las cocinas de los centros de cuido. “Lo importante es recuperar las raíces que tenemos y brindar estos espacios que son una forma de aprendizaje distinta, donde la transformación más importante es establecer una cultura de siembra”, afirmó Pamela Portuguez.
De forma paralela al trabajo sobre la agricultura, se ha buscado impulsar talleres, charlas y producción de materiales visuales que aborden las temáticas de alimentación saludable y seguridad alimentaria.
Luis Navarro Zamora, estudiante de Zootecnia, desarrolló su trabajo comunal en el Centro de Adultos Mayores de Santa Ana. Para él, “la ventaja que tiene este TCU es que también el momento de sembrar y cosechar es muy relajante, trae mucha paz, entonces sirve como una terapia para los adultos mayores. Hay una interacción muy bonita y un intercambio del conocimiento.”
Por año, el TCU incorpora aproximadamente a 45 estudiantes. Actualmente se encuentra trabajando en el Gran Área Metropolitana, en tres escuelas públicas, dos centros para adultos mayores y un centro de educación especial.
Los 5 principios de la agricultura sostenible según la FAO
Mejorar la eficacia en el uso de los recursos es crucial para la sostenibilidad de la agricultura.
La sostenibilidad requiere actividades directas para conservar, proteger y mejorar los recursos naturales.
La agricultura que no proteja los medios de subsistencia rurales y mejora la equidad y el bienestar rural es insostenible.
La agricultura sostenible debe aumentar la resiliencia de las personas, las comunidades y los sistemas.
Una alimentación y una agricultura sostenibles necesitan mecanismos de gobernanza responsables y eficaces.
Laura Camila Suárez Rodríguez
Unidad de Comunicación, Vicerrectoría de Acción Social
Trabajo comunal apoya en capacitación y promueve una cultura de sostenibilidad
Grupo de mujeres piangüeras en el Humedal Térraba – Sierpe. Foto: archivo ODI.
En el Humedal Térraba-Sierpe se desarrolla la mayor actividad de extracción de piangua del país, estos moluscos usualmente se encuentran adheridos a las partes más bajas de las raíces de árboles de mangle y para alcanzarlos hay que hurgar de manera profunda entre lodo y ramas hasta dar con ellos.
Este es el trabajo de Rufina Gómez Zapata, piangüera y presidenta de la Asociación de Pescadores Artesanales de Ciudad Cortés (Asopescar). Como ella, muchos piangüeros y pescadores del cantón de Osa dependen del humedal para llevar sustento a sus familias. No obstante, la falta de planes de manejo y adversas condiciones climáticas amenaza con cambiar este oficio tal y como lo conoce la población.
“La mayoría de gente que trabaja son piangüeros y pescadores, […] hay días que las mareas son muy grandes entonces la gente esos días paran de pescar, o sea se dedican a las dos cosas”, explica Gómez.
El estado permanente informal de estos grupos afecta diversos procesos administrativos con instituciones estatales, desde la pesca hasta la certificación de guías turísticos y la organización de asociaciones comunales; todas estas iniciativas se vienen abajo por la falta de requerimientos y permisos necesarios.
Este es el escenario que describe Daisy Arroyo Mora, docente e investigadora de la Universidad de Costa Rica (UCR) que ha dedicado más de 10 años a la capacitación de estas comunidades costeras y al fomento de la coordinación interinstitucional con las mismas.
La mayoría de estas capacitaciones se han gestionado por medio del proyecto de Trabajo Comunal Universitario (TCU) Capacitación a pobladores de las zonas costeras en manejo y protección de los recursos marinos y costeros (TC-581), iniciativa que se vincula con líderes comunales como Rufina en materia de gestión de riesgo, sostenibilidad ambiental, tramitología, computación y aprendizaje del inglés.
TCU capacita y acompaña
El proyecto de TCU pretende promover una cultura de sostenibilidad entre los pescadores y la comunidad, así como el buen funcionamiento de las asociaciones de la región. A la fecha, el proyecto ha colaborado con las ASADAS de Sierpe, Caña Blancal y Olla Cero, la Escuela I.D.A. Caña Blancal, Asopescar, la Asociación de pescadores de Coronado, el Centro de Adultos Mayores de Ojo de Agua y la Asociación de Desarrollo Integral de Cortés.
Integrantes del TCU reunidos con representantes de la asociación de ASADAS. Foto: Facebook TCU Humedal Térraba Sierpe-581.
La investigadora y actual coordinadora del TCU, Margarita Silva Benavides, afirma que el trabajo con las comunidades nunca concluye, pues la formación de nuevas generaciones y el acompañamiento frente a dinámicas laborales cambiantes mantienen al TCU relevante en la zona.
De acuerdo con Silva, especialista en ecología en manglares y microalgas, la protección del humedal y la estabilidad laboral de los pescadores van de la mano. “Ellos protegen el manglar porque saben que si el manglar se muere, se muere la piangua, los peces, los camarones, entonces ellos más bien lo cuidan”, afirma la investigadora.
El estudiante de Antropología, Tony Urbina Vallejos, uno de los ocho estudiantes matriculados en el proyecto, ha trabajado junto con las escuelas de la zona en talleres ambientales, planes de gestión de residuos, de salud ocupacional y de gestión de riesgo. Además, ha colaborado junto con las ASADAS de la región en la elaboración de mapas de referencia y en la capacitación de personal.
Entre las prácticas positivas que se fomentan en los talleres ambientales se encuentran: el respetar las vedas de pesca, no extraer moluscos que se pasen del tamaño estipulado por ley, no verter el combustible de los botes cerca del humedal y no pescar en zonas de poca afluencia de piangua.
Aunque la preservación y fomento de una pesca sostenible siguen siendo puntos importantes para el TCU, la profesora Arroyo, comenta que el proyecto se tuvo que acoplar a las necesidades de los pobladores, incluyendo temas como la enseñanza del inglés, recursos humanos, computación y el ecoturismo.
Yen Picado Mora, presidente de la Asociación de Pescadores de Coronado de Osa, ha sido uno de los interesados en recibir capacitaciones sobre turismo rural y ecológico por parte del TCU. De acuerdo con el pescador, estas nuevas prácticas se están volviendo cada vez más necesarias puesto que muchos de sus colegas no pueden practicar la pesca de manera legítima y se arriesgan a diferentes tipos de agresiones.
Desde el TCU, docentes y estudiantes han abogado por el óptimo desarrollo de estas organizaciones y su relación el estado. Gracias a este trabajo se ha logrado concretar eventos como el Festival de los Manglares, la aprobación de planes de manejo de pesca y la creación de nuevas asociaciones piangüeras como la de Ajuntaderas de Sierpe.
Esteban Hidalgo Pena
Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social
EPER-Lab UCR cuenta con vehículo eléctrico para realizar investigaciones que respalden el cambio de la flota vehicular universitaria
El EPER-Lab UCR es un laboratorio dedicado a la simulación y análisis de sistemas eléctricos de potencia y las respectivas fuentes de energía; además, elabora algoritmos para el control de sistemas eléctricos, realiza procesamiento de datos para monitorear y estudiar los sistemas de potencia, se llevan a cabo cálculos del potencial solar y eólico, y se identifica el impacto que registran los sistemas de generación distribuida de las redes eléctricas. – foto Laura Rodríguez Rodríguez.
Costa Rica observó a su presidente para el periodo 2018-2022 llegar al traspaso de poderes en un autobús con hidrógeno como combustible, y el propio Carlos Alvarado Quesada dejó claro minutos después, en su primer discurso como gobernante, que el país buscará apartarse del uso de combustibles fósiles y apostará cada vez más fuerte por las energías alternativas.
Asimismo, la Ley 9518 «Incentivos y promoción para el transporte eléctrico», que entró en vigor el 6 de febrero del 2018, exige a las instituciones públicas que sustituyan el 10 % de sus compras anuales con vehículos eléctricos, o sea, desde ya el sector público debe de planificar cómo insertarse de manera certera y eficaz dentro de este cambio.
La Universidad de Costa Rica (UCR), por su parte, viene gestando proyectos e investigaciones que den soporte a esta evolución energética y la Facultad de Ingeniería es uno de los pilares en este campo, con iniciativas como la producción y utilización de biodiésel o la obtención de electricidad a partir de desechos orgánicos como la broza del café.
Pero ahora se unen varios proyectos que responden a la necesidad de relegar los motores de combustión interna que emiten gases con efecto invernadero y emplear los motores eléctricos, iniciativas que germinan en el Laboratorio de Investigación en Sistemas de Potencia (EPER-Lab UCR) de la Escuela de Ingeniería Eléctrica (EIE).
En el marco del proyecto para reemplazar la flota vehicular de esta Universidad por autos eléctricos, el EPER-Lab UCR ofreció a la Sección de Transporte de la UCR capacitar a todas las personas que tienen permiso para conducir vehículos oficiales, para explicarles los fundamentos y las características principales de este tipo de tecnología. – foto Laura Rodríguez Rodríguez.
Uno de los trabajos que se plantean allí es poder desarrollar, con criterio científico, una propuesta para que la flotilla de vehículos de la UCR vaya cambiando de manera paulatina y llegue a constituirse en su totalidad por vehículos eléctricos; esta estrategia se trabaja en conjunto con la Vicerrectoría de Administración (VA) y la Sección de Transportes de la Oficina de Servicios Generales (OSG).
“En este momento nos encontramos en el análisis del costo y la estrategia pertinente para la sustitución de los vehículos de la flotilla de esta Universidad y emigrar hacia los motores eléctricos; además, se evalúan los efectos del consumo de energía por parte de estos autos en el sistema eléctrico, para tener todas las variables estudiadas y colaborar para que las autoridades tomen las decisiones. Este proyecto está inscrito ante la Vicerrectoría de Investigación”, indicó el Dr. Jairo Quirós Tortós, profesor de la EIE e investigador y coordinador del EPER-Lab UCR.
Las y los estudiantes de la EIE también aportan su esfuerzo en estas labores por medio de los denominados “proyectos eléctricos”, resaltó el Dr. Quirós Tortós, los cuales abarcan un semestre y en los que se realizan tareas específicas.
Del viernes 27 al domingo 29 de mayo, el Dr. Jairo Quirós Tortós condujo el auto eléctrico hasta Puerto Jiménez para participar en un encuentro sobre movilidad eléctrica en el que participaron empresas e instituciones, como el ICE; de esta forma, la UCR recalca su compromiso con la protección del ambiente y demuestra que está en la mejor disposición de colaborar en la transición hacia la descarbonización de nuestra economía. – foto Jairo Quirós.
“En el tema de la aplicabilidad de la movilidad eléctrica, dentro del parque vehicular de la UCR vamos a desarrollar, en el segundo semestre del 2018, un trabajo con estudiantes para definir los puntos en donde se deberán instalar las estaciones de recarga rápida dentro del campus universitario, que permitirán recargar en tan solo 20 minutos; una de las variables más importantes que se tomarán en cuenta es que no tengan un impacto significativo en la infraestructura eléctrica de la Universidad”, aseveró el especialista.
De esta forma, la UCR está enviando un fuerte y claro mensaje sobre su compromiso con el medio ambiente, “tenemos un campus verde y hermoso, en el que se respira aire fresco, pero existe una flotilla de vehículos oficiales de combustión interna que llega a las mil unidades en total, de esos son 600 los autos que están en uso, por lo que, si hacemos una transición que sea costo-efectiva, la UCR estaría reduciendo su huella de carbono e incluso podría pensarse en una carbono-neutralidad y ser un ejemplo en la región”, mencionó el Dr. Quirós Tortós.
Insumos para la investigación
Para poder obtener datos reales y realizar los análisis cuantitativos y cualitativos necesarios en los trabajos sobre la implementación de los motores eléctricos, el EPER-Lab UCR cuenta a partir de mayo del presente año con un automóvil Nissan Leaf de motor eléctrico y batería de litio de 30 kWh con una autonomía de 250 km ypuerto de carga semi-rápida.
La inversión fue de $37 000 y se adquirió con fondos de la Rectoría; además, en la misma compra se obtuvo uncargador inteligente, paneles fotovoltaicos que están instalados en el techo del edifico de la EIE y una batería marca LG.
Aunado a esto, se instaló en el edificio de parqueos de la Facultad de Ciencias Sociales una estación de recarga que aportará datos invaluables para el estudio del comportamiento de la carga y el costo de la energía consumida, entre otras aristas.
Las tendencias actuales se dirigen hacia un uso racional de los recursos naturales y un entorno en donde prevalezcan las energías alternativas como fuentes primordiales para el desarrollo idóneo de nuestras sociedades, por lo que los esfuerzos de la UCR para aportar a esta visión se ven reflejados en la adquisición de este vehículo eléctrico y la instalación de una estación de recarga, que se utilizarán exclusivamente para investigación. – foto Laura Rodríguez Rodríguez.
“En Costa Rica van a existir tres niveles de carga que van a predominar: el Nivel 1 que se conecta como un televisor a un toma de 120 voltios y 16 amperios, es el tipo de cargador que va a tener el usuario regular en su casa y el vehículo lo trae; si la batería está completamente descargada entonces va a tardar entre 15 y 16 horas para llenarla de energía”, explicó el Dr. Quirós Tortós.
Sin embargo, no todos los usuarios van a esperar a que la batería esté vacía para ponerla a cargar, aclaró el investigador, pues sería un riesgo muy alto; por lo tanto, si se asume que en promedio el costarricense conduce 32 kilómetros diarios, entonces cargarán sus autos cada dos o tres días ya que ofrecen una autonomía que va desde los 130 km a 250 km.
El cargador de Nivel 2 se conecta a un toma de 240 voltios y da 32 amperios, con lo que la batería se carga de cero a 100 % en solamente cuatro horas. “Utilizar el Nivel 2 es equivalente a tener encendidos los cuatro discos y el horno en una cocina al mismo tiempo”, ejemplificó el Dr. Quirós Tortós.
En el Nivel 3 están las estaciones de recarga rápida que ofrecen una recarga de cero a 80 % en 25 o 30 minutos, “brindan 50 kilowatts de energía, esa es una gran inyección de poder, por lo que la batería del automóvil va a aceptar llegar hasta el 80 % de su capacidad como medida de autoprotección. En general, cuando una batería se carga de manera lineal su funcionamiento no se ve afectado”, comentó el especialista.
La conexión en una estación de recarga inteligente Nivel 2 como la que está en el edificio de parqueos de la Facultad de Ciencias Sociales es en realidad muy sencilla: el conector tiene una serie de pines con diferentes funciones: uno transmite la energía; otro funciona como bloqueador del auto para que no se mueva mientras se carga la batería; y otro pin es para comunicación, pues el cargador inteligente le pregunta al vehículo sobre su estado, cuánta carga necesita, cuánto tiempo se demorará en esta acción, entre otros datos. – foto Laura Rodríguez Rodríguez.
Cooperación interinstitucional
Precisamente, son 32 estaciones de recarga de Nivel 3 las que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) proyecta tener repartidas en puntos estratégicos por todo el país, como parte del proceso de diseño y planificación de la estructura necesaria para atender la demanda que generarán los vehículos eléctricos en el país.
Para definir la ubicación de esos puntos estratégicos, tanto el ICE como el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) colaboran con el EPER-Lab UCR, a través de varios talleres participativos con varios actores principales, para definir los lugares óptimos de acuerdo a criterios ya establecidos, “nosotros ya hemos hecho análisis similares, aunque un poco más simplificados, pero ahora contribuimos para llevarlo a una etapa de implementación”, subrayó el Dr. Quirós Tortós.
Dichas estaciones permiten recolectar datos, por lo que el EPER-Lab UCR podrá, entre otras cosas, analizar y establecer cuál es el consumo que tendrían los vehículos eléctricos y el impacto que llevarían a la infraestructura eléctrica del país; además, conocer si ese consumo es significativo en términos energéticos, “esta variable la venimos trabajando con el Centro de Control de Energía del ICE mediante una tesis doctoral, con la que queremos determinar si la conexión de muchos vehículos eléctricos causaría problemas en los activos de la red eléctrica, como por ejemplo en los cables o en los transformadores”, detalló el Dr. Quirós Tortós.
Finalmente, en cuanto a cuáles son los principales cuidados que debe tener el usuario de un auto eléctrico, el especialista respondió: “hay que planificar el trayecto antes de salir, pues hay que idear la mejor ruta y conocerlas características que tiene, en especial la altimetría (altura a la que se encuentra el destino final); entonces, si necesitamos ir a la Sabana, un destino relativamente plano, la relación autonomía versus distancia real no es tan dispareja, pero si vamos a Jacó la relación es inferior, o sea, ocupamos menos autonomía (cantidad de energía de la batería) para cubrir la distancia real porque vamos en descenso”, precisó el Coordinador del EPER Lab UCR.
Al volver de Jacó hacia San José (una distancia de 107 km) el cálculo cambia, advirtió el investigador, pues se debe proyectar más autonomía ya que en ascenso el vehículo eléctrico gasta más energía; caso contrario sucede en el descenso, pues estos autos cuentan con un sistema que les permite generar y guardar energía en la batería cuando el auto va en bajada.
“Con los resultados de las investigaciones derivadas de la experiencia de contar con este automóvil eléctrico, la UCR será capaz de predicar con el ejemplo y demostrarle a la sociedad los esfuerzos que hacemos para lograr una mejor convivencia, que sea libre de gases contaminantes para beneficio de nuestras futuras generaciones y del medio ambiente”, concluyó el Dr. Quirós Tortós.
Actividades de promoción de cultura de sostenibilidad se realizarán del 4 al 8 de junio próximos
Con el lema «Madre Tierra Libre de Plástico», la UCR celebrará el Día Mundial del Medio Ambiente. – foto Laura Rodríguez Rodríguez.
La Universidad de Costa Rica (UCR) conmemorará el próximo martes 5 de junio, el Día Mundial del Medio Ambiente con el lema «Madre Tierra Libre de Plástico».
Como una institución históricamente comprometida con el ambiente, la UCR atiende al llamado de las Naciones Unidas y del Ministerio de Ambiente y Energía de convertir a Costa Rica en una zona libre de plástico de un solo uso o plástico desechable.
La nueva política, que rige a partir de enero del 2018, exige a todos los comedores y sodas en el campus universitario, eliminar el plástico de un solo uso, y las provedurías internas deberán hacer compras únicamente de materiales biodegradables.
Durante la semana del 5 de junio, se realizarán diferentes actividades con el objetivo de generar conciencia en la comunidad universitaria, sobre la necesidad de realizar, en primera instancia, un consumo responsable al eliminar el plástico como pajillas, bolsas y botellas plásticas y sustituirlas por alternativas reutilizables como son las bolsas de tela y el vidrio.
Además, se está promoviendo una adecuada gestión de residuos sólidos para evitar mayor impacto sobre el medio ambiente mediante capacitaciones a diferentes públicos internos como son los conserjes, personal administrativo y docente y campañas de sensibilización.
Emilia Martén, coordinadora la Unidad de Gestión Ambiental señala que el objetivo prioritario de la UCR es promover el consumo responsable, informado y consciente dentro del campus universitario para disminuir y en el mejor de los casos, eliminar el plástico en nuestras actividades cotidianas. Nos referimos al plástico como pajillas, bolsas y botellas plásticas que duran minutos en nuestras manos porque rápidamente las desechamos pero duran años en descomponerse.
Martén hace un llamado a la comunidad universitaria para mantenerse informado sobre los productos que consume y su ciclo de vida para reducir el impacto al ambiente ya que no podemos ser indiferentes al hecho de que Costa Rica genera 14600 toneladas anuales de desechos sólido, de los cuales 19000 toneladas son de plástico.
Conozca las diferentes actividades
Diversas unidades académicas estarán participando de la celebración. El domingo 3 de junio, la UCR se une a la Ecocleteada a las 9:00 a.m., que inicia en la la Plaza de la Libertad de Expresión, frente la Escuela de Arquitectura.
Se realizará, entre muchas otras actividades, el lanzamiento de la campaña de la sustitución de plástico, un reto ambiental con la plantación de árboles y se organiza el «plogging UCR», que consiste en recoger residuos en los alrededores del campus universitario mientras se ejercitan.
El Cine universitario tendrá una amplia programación de películas durante todo el mes de junio con la temática ambiental. Por su parte, las sedes y recintos se preparan con charlas al público en general, huertas y hasta trueque de frutas y verduras por residuos eléctricos.
El 6 y 7 de junio, se llevará a cabo una campaña de recolección y disposición de residuos a partir de las 8:30 a.m. y hasta las 3:30 p.m. La actividad será acompañada de un taller denominado ¿Se recicla o no se recicla? Aprenda como gestionar los Residuos Sólidos adecuadamente en la UCR» para todo público, Se llevará a cabo de 8:30am a 11:45 am, en la sala #2 de la Biblioteca Luis Demetrio Tinoco.
Todas las actividades anteriores, se realizan en un ambiente libre de humo ya que desde hace una década, la UCR restringe el acceso a vehículos de combustible fósil, con la intención de promover el transporte sostenible y la movilidad activa.
Este próximo martes solo se permite el paso a medios de transporte alternativos como bicicletas u otros medios mecánicos. El espíritu de la actividad es hacer un llamado al uso responsable de los combustibles y la eliminación de gases de efecto invernadero.
El compromiso de la Universidad es crear un cambio de conducta para que esta práctica se convierta en un hábito cada vez más frecuente dentro de la comunidad universitaria y se contribuya a eliminar la congestión vial, la contaminación del medio ambiente y principalmente utilizar un medio que nos brinda energía y salud.
Del 5 al 7 de junio, el Estadio Nacional será sede de un importante evento dedicado a la sostenibilidad y el medio ambiente.
Cerca de 120 empresas e instituciones de todo el país estarán presentes en la décimo cuarta edición de la Feria Internacional del Ambiente. Es la primera vez que la actividad se hace en un lugar tan amplio como el Estadio Nacional, esto debido a que cuenta con la ya mencionada gran cantidad de participantes.
Conferencias y exposiciones, así como manifestaciones culturales y deportivas; serán parte de esta Feria que tendrá como lema: “¡Costa Rica hacia la sostenibilidad!”. Además, las instancias que participen contarán con su propio stand, en el que expondrán sus proyectos e ideas relacionadas con la temática.
El Tecnológico de Costa Rica (TEC) figura como parte de la comisión organizadora del evento en conjunto con otras importantes entidades estatales como el Ministerio del Ambiente y Energía (Minae), el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).
La Institución aportará la participación de su Orquesta de Guitarras en el acto inaugural. De igual manera, el ingeniero Carlos Meza –experto del TEC en energías renovables- brindará una conferencia sobre la importancia de la eficiencia energética para la preservación del ambiente. Esta tendrá lugar el miércoles 6 de junio a las 10 a.m.
La Feria Internacional del Ambiente está abierta al público y la entrada es gratuita. Puede confirmar su asistencia al teléfono 2297-5320, o bien, al correo electrónico: asistente@imagencomunica.com
Feria tendrá lugar del 5 al 7 de junio en el Estadio Nacional y contará con la participación de más de 100 empresas. Imagen: Afiche oficial del evento.
El Banco Nacional cuenta con una política de sostenibilidad que genera progreso socio-económico en diversas comunidades de Costa Rica. Gracias al trabajo coordinado con asociaciones de desarrollo integral, se han puesto en operación 22 proyectos productivos comunales que benefician a más de 1500 familias por medio de la generación de empleo y encadenamientos productivos.
Comunidades como San Luis de Monteverde, Carate-Corcovado, Sabalito, San Rafael de Abangares y Cahuita son solo algunas de las beneficiadas con un capital semilla no reembolsable que aporta el Banco Nacional. Gracias a estos recursos se ejecutan proyectos como lecherías, centros turísticos, restaurantes y hasta un novedoso laboratorio para la reproducción asistida de abejas reina en Sabalito, Zona Sur del país.
Silvia Chaves, directora de Responsabilidad Social del Banco Nacional indicó que “En total se ha destinado más de 441 millones de colones y se ha apoyado a más de 170 mil personas».
Foto: Asociación de Desarrollo de San Luis de Monteverde ganó premio por su gestión responsable. El Programa de Turismo Rural Comunitario se hizo acreedor del galardón “Territorios Sostenibles, Empresa Pequeña”. El Banco Nacional aportó capital semilla para el proyecto.
La iniciativa busca que las propuestas tecnológicas construidas desde la visión de las mujeres centroamericanas contribuya con la integración de esta región
El reto se basará en el tema de Sostenibilidad Urbana
El papel de la mujer en la tecnología se continúa fortaleciendo. La “Primera Hackatón Femenina Centroamericana” une a las mujeres entusiastas de la tecnología de la región en un reto de conocimientos y experiencias.
La competencia organizada por el programa TIC-as de la Cooperativa Sulá Batsú se basa en una aventura de 30 horas en las que los distintos equipos trabajarán para construir una propuesta tecnológica que luego será expuesta a un jurado de alto nivel.
Para esta ocasión los equipos de jóvenes desarrollarán el reto en el tema de Sostenibilidad Urbana, dividido en tres subtemas: a) la movilidad, b) el espacio público y c) la gestión de desechos sólidos, incluyendo los electrónicos. La aventura busca propuestas donde, desde la visión de las mujeres del centro de América, la tecnología puede contribuir con resolver necesidades de las ciudades de la región centroamericana para que sean más habitables y donde la diversidad de las personas sean más felices.
Como fechas importantes tenemos el 7 y 8 de octubre cuando se realizará la cita preparatoria que se enfocará en el desarrollo de diversas capacidades para que las muchachas tengan mejores herramientas para el evento principal de la Hackatón, que se celebrará el 21 y 22 de octubre.
Habrá tres categorías Senior, Junior y Mixta, además de un premio otorgado por el público.
Una hackatón es un término usado para referirse a un encuentro de programadoras cuyo objetivo es el desarrollo colaborativo de software. Esta es una edición exclusiva para mujeres de la región, con el propósito de fortalecer el liderazgo de las mujeres en el sector tecnológico y ofrecerles un espacio seguro de crecimiento profesional y personal.
Este tipo de actividad es un punto de encuentro del programa TIC-as para que las jóvenes aprendan, se conozcan, generen ideas juntas y para crear nuevas tecnologías desde la visión de las mujeres.
La inscripción está abierta para todas las mujeres interesadas en las tecnologías de todas las áreas de conocimiento, de todas las áreas de formación y de todas las regiones de las regiones de los países centroamericanos. La hackatón femenina estimula a los equipos diversos en edades, formaciones, conocimientos, experiencias, procedencias, entre otros. La convocatoria está abierta hasta el 30 de setiembre.
La competencia iniciará el sábado 21 de octubre a las 10 a.m. y concluirá el domingo 22 de octubre a las 2 p.m. El lunes 23 de octubre se realizará una feria abierta al público en donde cada equipo presentará su propuesta tecnológica a un jurado de alto nivel e internacional.
Para esta edición el Programa TIC-as le da continuidad a su expansión en Centroamérica, considerando que nuestra región comparte problemáticas similares y que hay pocas mujeres centroamericanas participando en el sector tecnológico. La cooperativa está convencida de que la creación de tecnología es una forma de darle voz a las mujeres del Centro de América.
La primera Hackatón Femenina Centroamericana se realiza gracias a la alianza del programa TIC-as con empresas, universidades, instituciones y organizaciones Centroamericanas.
La Escuela de Administración de la Universidad Nacional (UNA), y el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) realizó el pasado miércoles 14 de junio el evento “UNA esperanza, graduación de jefas de hogar en emprendedurismo y habilidades para la vida”, en el Auditorio Clodomiro Picado, UNA
Las graduadas provienen de La Carpio, León XIII, Desamparados, Tirrases, Purral, Patarrá y Goicoechea, las cuales forman un grupo de 100 jefas de hogar en condición de pobreza, quienes se preparan para desarrollar negocios sostenibles. Además 550 mujeres más han sido capacitadas en Guanacaste y Limón.
Las participantes han recibido formación técnica que aborda temas como diseño de un plan de negocios, mercadeo y estrategias de venta, y sostenibilidad del negocio; han recibido capacitación en “habilidades para la vida” como atención al cliente y pensamiento creativo e innovador.
La capacitación recibida por estas mujeres forma parte del proyecto “Fortalecimiento de capacidades y habilidades para el emprendimiento”, respaldado por el IMAS, en el marco de la Estrategia “Puente al desarrollo”.
*Para mayores detalles en la Oficina de Comunicación. UNA. Tel. 2237-5929 / 2277-3067.
*Imagen con fines ilustrativos tomada de www.fenatrahob.org.bo
Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR
27 unidades recibieron Galardón Ambiental en la UCR por sus buenas prácticas con el ambiente. En la foto, recibe Galardón Ambiental representantes de la Sede del Pacífico.
Realizar un bingo ambiental en donde las fichas de juego fueron las teclas viejas de computadoras en el Recinto de Grecia, utilizar la cosecha de agua llovida para lavar ropa en las Residencias Estudiantiles o utilizar el vehículo compartido, fueron tan solo algunos ejemplos, de la forma en que la comunidad universitaria de la Universidad de Costa Rica celebró la Semana Ambiental 2017.
En el cierre de la Semana y con una amplia gama de actividades, la Universidad de Costa Rica realizó este viernes 9 de junio un reconocimiento a las unidades de sedes y recintos que durante el año, impulsaron iniciativas orientadas hacia el uso sostenible de los recursos.
Uno de los reconocimientos es el «Galardón Ambiental», que por segundo año consecutivo se otorga a las unidades cuyas prácticas fortalezcan el equilibrio con el medio ambiente.
La Unidad de Gestión Ambiental, encargada de la organización de la Semana Ambiental, lanzó un concurso denominado Reto Ambiental, cuyo objetivo fue promover la integración de la comunidad universitaria, por medio de actividades donde se incentivó la participación y el trabajo colaborativo en equipo. Diferentes unidades se organizaron y conformaran un equipo para resolver los retos ambientales asignados para cada día de la semana.
El Vicerrector de Administración, Dr. Carlos Araya Leandro, durante el acto de clausura de la Semana Ambiental señaló que la UCR tiene que ser un referente en materia ambiental. Por ello, la academia no solamente debe generar conocimiento a través de amplia investigación, acción social y docencia sino que ese conocimiento tiene que verse reflejado en la gestión institucional.
De esta manera, durante el año se insta a las Unidades a implementar buenas prácticas y durante la Semana Ambiental tratamos de reflejar ese quehacer de todos los días y eso por esa razón, que la UCR cierra la semana con la premiación del Galardón Ambiental, puntualizó Araya.
Este reconocimiento es una valoración de buenas prácticas y estos parámetros pasan por un exhaustivo criterio de evaluación a cargo de un panel de expertos independientes. Este año aumentó el número de unidades participantes ya que pasó de 24 a 31 unidades con la participación de 1329 funcionarios.
La comunidad universitaria del Recinto de Grecia participa en el bingo ambiental con piezas de teclados viejos (foto: cortesía Rodrigo Rodríguez).
De acuerdo con los datos de la Unidad de Gestión Ambiental, este año, el 87% de los participantes, o sea 27 unidades, obtuvieron el Galardón Ambiental y los acredita como unidades amigables con el ambiente. De estas 27 unidades, 5 de ellas recibieron un reconocimiento especial al obtener el mayor puntaje. Entre ellas, se encuentra la Finca Baudrit, el Instituto Clodomiro Picado, el Recinto de Grecia , la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva y la Asociación de Estudiantes del Pacífico.
Estas unidades cumplieron con todos los aspectos evaluados como son gestión administrativa, educación ambiental, gestión de insumos, residuos, energía, recurso hídrico y gestión del aire, movilidad y compensación.
Activa participación de las sedes
Las sedes de Occidente, Atlántico y Pacífico obtuvieron el Galardón Ambiental al realizar un esfuerzo en áreas tales como recolección de residuos, uso de cosecha de agua llovida, eliminación o disminución en el uso del papel, entre otras.
El programa Galardón Ambiental inició con la celebración del 75 aniversario de la UCR en el año 2015 y el año pasado se entregaron los primeros galardones y en esta Semana Ambiental 2017 aumentó el número de unidades participantes.
El objetivo es que año a año el número de unidades académicas, administrativas y asociaciones de estudiantes se unan mediante un ejercicio diario de buenas prácticas ambientales, que van desde pequeños esfuerzos como apagar la luz y el computador cuando no se está utilizando hasta elementos macros como el cambio de iluminación convencional a iluminación Led en los diferentes campos de la universidad para disminuir el uso de energía. En materia de transportes se tiene un mayor cuidado en el uso de combustibles y cambio de flotilla vehicular que generen no solamente un ahorro económico sino también ambiental.
Todas estas iniciativas forman parte del compromiso asumido por la UCR, que se traduce en políticas de sostenibilidad ambiental aprobadas por el Consejo Universitario en la Sesión 5854 del 20 de marzo del 2015, para mejorar la calidad de vida de la comunidad universitaria y medir el grado de cumplimiento mediante prácticas sostenibles con el ambiente.
Recinto de Grecia con buenas prácticas ambientales
Para conversar con el gestor ambiental del Recinto de Grecia, Rodrigo Rodríguez Rodríguez, fue necesario interrumpirlo antes del bingo ambiental, donde las fichas de juego son teclas viejas de computadoras. La unidad académica está festejando su segunda Semana Ambiental, y Rodríguez nota una mayor participación de las y los estudiantes.
Su visión es que el personal administrativo, docente y el estudiantado deben vincularse para reciclar y llevar a cabo otros proyectos ambientales. “Creo que los estudiantes deben dejar de ver a los de administración como gente rígida y de oficina y que vean que también proponen cosas nuevas”, comentó.
El recinto instauró un Punto Verde para separar los residuos (papel, cartón, plástico, aluminio y vidrio), que la municipalidad lleva cada 15 días a una cooperativa de mujeres y capacitó a 30 personas, entre administrativas y docentes, en manejo de desechos