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Etiqueta: trabajo

Presentación en la UCR: Cinco trabajos sobre el impacto laboral y socioambiental de los monocultivos

El lunes 16 de septiembre de 2024, a las 4:00 p.m., en el miniauditorio del sexto piso de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica (UCR), el Dr. Mauricio Castro Méndez, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas, coordinará la presentación de los resultados del proyecto “Impacto laboral y socioambiental de los monocultivos en comunidades bananeras y piñeras de la Zona Norte y Caribe, en el marco de la Red Iberoamericana de Cadenas de Valor (REDIC)». 

Durante el evento, se presentarán cinco trabajos excepcionales que abordan temáticas clave sobre los derechos laborales en Costa Rica. Las licenciadas Naomy Vega y María José Naranjo Aragonés tratarán sobre la indemnización plena por riesgos laborales y las implicaciones jurídicas de la compensación parcial a trabajadores afectados. Natalia Oviedo y Claudia Campos analizarán la Ley 9808, conocida como ley antihuelga, y su relación con el principio de no regresividad de los derechos humanos. David Bermúdez Corrales expondrá sobre los condicionantes socioculturales en el Valle de la Estrella y cómo afectan la percepción de derechos laborales entre el personal administrativo en las plantaciones de banano. Mónica R. Víquez presentará un estudio sobre la sindicalización de personas privadas de libertad y las complejidades legales y sociales relacionadas con sus derechos laborales. Karla Fernández Ávila y Jouseth Cháves Rodríguez cerrarán la jornada con un análisis de las categorías de trabajo pesado, peligroso e insalubre en Costa Rica, especialmente en las plantaciones de piña, y su relevancia para los operadores del derecho en diversos sectores. 

Este evento ofrece una oportunidad única para discutir temas cruciales para el bienestar laboral en el país. En la imagen se informa los medios por los cuales estará la transmisión.

Proceso sindical histórico en el Ministerio de Hacienda

El viernes 23 de agosto se llevó a cabo un acto histórico en el Ministerio de Hacienda: la firma de un acuerdo de unidad sindical entre los gremios y sindicatos del ministerio.

El acuerdo tiene como objetivo principal luchar, promover y lograr una convención colectiva de trabajo que mejore las condiciones de empleo y trabajo de todo el personal del Ministerio de Hacienda.

Este proyecto también busca dignificar al Ministerio de Hacienda ante el país, resaltando una fuerza laboral unificada, organizada, decente, honesta y transparente.

Los representantes de varias organizaciones firmaron el acuerdo, incluyendo:

  • Sindicato de la Dirección General de Hacienda.
  • Sindicato de Empleados del Ministerio de Hacienda (SINDHAC).
  • Seccional del Ministerio de Hacienda de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
  • Sindicato de Trabajadores del Ministerio de Hacienda y del Sistema Aduanero Nacional (SITRAHSAN).
  • Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP).

Lo importante del documento es:

  • Firma de un acuerdo de unidad sindical: El documento destaca la firma de un acuerdo histórico entre varios sindicatos y gremios del Ministerio de Hacienda, con el objetivo de unificar esfuerzos en la lucha por una convención colectiva de trabajo.
  • Mejora de condiciones laborales: El acuerdo tiene como propósito principal mejorar las condiciones de empleo y trabajo de todo el personal del Ministerio de Hacienda, un grupo estratégico para la vida económica y política del país.
  • Dignificación del ministerio: El proyecto busca dignificar la imagen del Ministerio de Hacienda ante el país, resaltando la importancia de una fuerza laboral unificada, organizada y ética.

4 de agosto, Día del Trabajador y la Trabajadora Bananera

José Joaquín Meléndez González del comité organizador de la celebración del Día de Trabajador y la Trabajadora Bananera menciona que es una vergüenza desde el punto de vista humano, que aún se restrinjan las libertades sindicales, la negociación colectiva y la justa reivindicación del orden económico, social y profesional de los trabajadores. Asimismo, que exista una restricción a las huelgas, incluso señala cómo en la última Asamblea Legislativa decidió regular las huelgas o judicializar la huelga, lo cual él considera que es peor, por lo cual se sigue luchando.

Asimismo, Gerardo Vargas Varela expone cómo las nuevas generaciones deben darse cuenta que el sector laboral es altamente explotado, por lo cual solamente organizados y luchando se puede alcanzar la reivindicación que se necesita.

Los invitamos a ver el video completo:

Sector productivo rechaza declaraciones del señor Stephan Brunner, primer vicepresidente de la República

Declaraciones del vicepresidente Stephan Brunner no son de recibo y revelan un desconocimiento de la realidad productiva del país y nuestro modelo de desarrollo

12 de marzo de 2024. Desde las diferentes representaciones del sector productivo, Cámara de Exportadores de Costa Rica (CADEXCO); la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR); la Cámara Nacional de Turismo (CANATUR); la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA); la Cámara de Comercio Exterior de Costa Rica (CRECEX); la Asociación de Empresas de Zonas Francas (AZOFRAS); la Cámara de Exportadores de Raíces y Tubérculos (CERYT); la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (CANAPEP); la Cámara Nacional de Bananeros (CANABA); la Cámara de Plantas, Flores y Follajes (CPFF); la Cámara de Piñeros Unidos (CPU); la Cámara Costarricense de Navieros (NAVE); la Cámara Nacional de Transportes de Carga (CANATRAC) y la Cámara Costarricense de Transportistas Unitarios (CCTU) lamentan y rechazan las recientes declaraciones del señor vicepresidente de la República, Stephan Brunner en las que sugiere que las empresas que ya no son rentables ante el actual tipo de cambio deben de abandonar su actividad comercial. 

Las desafortunadas declaraciones del vicepresidente son incoherentes con la realidad económica y la estructura productiva del país. La estrategia del país, basada en la apertura comercial, viene desde hace muchos años, desarrollando empresas altamente productivas, que por efectos de las políticas aplicadas que han impactado la apreciación del colón, están siendo afectadas repentinamente en su capacidad de competir. Costa Rica posee una economía caracterizada por la diversificación tanto de bienes transados como de destinos; las exportaciones de bienes, servicios y el turismo representa un 41% del Producto Interno Bruto, siendo actividades económicas claves para el crecimiento económico y la generación de empleo en el país (más de un millón de empleos directos en conjunto).

No es tan sencillo para una empresa y mucho menos para un gran número de empresas de un sector cambiar de actividad de un día para otro como sugiere el vicepresidente. No se puede cambiar la estrategia de atracción de inversión extranjera directa y pretender que empresas que se instalaron en Costa Rica para producir aquí y ofrecer sus bienes y servicios al mundo, de un momento a otro dejen de exportar. 

Tampoco se puede pretender que el sector turismo se dedique otra actividad, o que miles de empresas del régimen definitivo que han sido impulsadas a exportar se dediquen ahora a otro negocio y a vender únicamente en el mercado local, el cual es un mercado relativamente pequeño; o por ejemplo, sectores como el agroindustrial, cuyos colaboradores en su gran mayoría tienen niveles de capacitación limitados y no se pueden trasladar de la noche a la mañana a que trabajen en otro sector con características productivas distintas que requieren trabajadores con mayores niveles de cualificación. En otras palabras, si esas empresas dejan de operar en el sector agroindustrial esos colaboradores quedarían sin empleo.

La dinámica productiva a nivel local e internacional funciona de una manera muy distinta a la que el vicepresidente propone. Las empresas antes de cambiar su línea de negocio, la cual es su fortaleza y donde posee el conocimiento, lo que pueden hacer es trasladar su operación a otro país. No parece interesarle al señor vicepresidente la generación y sostenibilidad del empleo formal en el país, pues una vez tomada esa decisión de relocalización en otra geografía, recuperarla de nuevo en nuestro país es sumamente difícil y representa un costo social alto.

Además, las cámaras empresariales y demás representaciones del sector productivo observan con preocupación las declaraciones del señor vicepresidente, dado que no solo es indiferente a las preocupaciones de miles de empresas que constituyen el tejido económico del país, sino que también minimiza las advertencias expresadas por otros jerarcas como el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX), Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER).

Costa Rica, ya es un país caro para producir por sus cargas sociales, el costo de la energía, la tramitología y los impuestos, entre otros. Esta política monetaria que ha apreciado el colón vino a profundizar esa desventaja competitiva. Estas declaraciones solo contribuyen a erosionar la confianza del sector productivo, un sector que también está conformado por ciudadanos que buscan asegurar su bienestar y el bienestar de las miles de familias que dependen de los empleos generados. En un momento en que la colaboración entre el gobierno y el sector privado son más cruciales que nunca para superar los desafíos económicos y sociales.

Quedamos a la espera de que aclare de forma oficial si la posición del vicepresidente Brunner es la posición oficial del Poder Ejecutivo en relación con este tema, dado que se contradicen con las posiciones expresadas por tres ministros del Estado. 

La crisis de Occidente y sus causas

Por Arnoldo Mora

La crisis global   que vive y sufre hoy en día la humanidad entera evoca la vivida hace un siglo a partir de la crisis del 29. Ambas provienen del modelo ortodoxo capitalista, que consiste en una absolutización del mercado, entendiendo por “mercado” aquellas relaciones comerciales que se rigen preponderantemente por la ley de la oferta y la demanda, la cual determina el valor fundamental de la economía. Con ello, se convierte el producto del trabajo en mercancía, el valor de cambio sustituye al valor de uso; lo cual implica la destrucción de todos los valores que hacen al hombre ser precisamente eso: HUMANO. La esencia del ser humano es el trabajo; el ser humano construye la economía porque trabaja; el hombre tiene, como actividad principal en toda su vida, que luchar por su sobrevivencia recurriendo al trabajo, entendiendo por “trabajo” toda acción transformadora de lo real; por lo que el trabajo no es solamente el esfuerzo físico, también lo es el intelectual; por lo que hoy con la IA podríamos hablar no tanto de trabajo físico sino de creatividad. Cuando el mercado es el que domina en todo y no el trabajo-creatividad, se le quita el valor humano a la economía, por lo que la economía deja de ser una fuente de vida, lo que lleva a que millones y millones de seres humanos sean marginados.

Volviendo al pasado, debemos hoy recordar cuál fue la respuesta dada por las grandes potencias a la crisis del 29: impulsar el ascenso incontenible de Hitler en una Alemania que era el país más golpeado por la crisis luego de haber perdido la I Guerra Mundial. Ahora nos corresponde indagar las causas de la actual, porque, si las comparamos entre sí, veremos que las diferencias son abismales. La crisis del 29 fue de producción, dado el todavía insuficiente desarrollo científico-tecnológico de la época; por el contrario, la crisis actual es provocada por la sociedad de consumo. El ser humano en su condición de trabajador cumple un doble rol: en su lugar de trabajo produce riqueza, pero cuando regresa a su casa, se convierte en consumidor de aquello mismo que ha producido; pero sus relaciones económico-sociales han cambiado, en vista de que, entre el trabajador y el consumidor, aun siendo la misma persona, existe el salario; el trabajador produce más de lo que su salario le permite consumir; esta diferencia pasa a manos del propietario de los medios de producción, en lo que se llama “plusvalía”; el capital no es más que acumulación de plusvalía; esa es la razón de ser del sistema capitalista: la acumulación en manos privadas de plusvalía. En consecuencia, se da un sobrante cada vez mayor de productos no consumidos, mientras un número considerable de trabajadores carece de recursos que le permitan satisfacer sus necesidades básicas; mientras en las vitrinas de tiendas exclusivas se exhiben artículos de lujo, en las aceras se atropellan las multitudes que sólo pueden contentarse con mirar. En consecuencia, la sociedad en su conjunto no puede consumir todo lo que produce. Este exceso de mercancía lleva al colapso del sistema en su totalidad; la amenaza de estallidos sociales y de revoluciones políticas se hace patente. Para enfrentar esa amenaza, los sectores dominantes sólo encuentran una “solución” (¿?!!): activar la industria pesada, es decir, la producción masiva de armas y provocar conflictos con otros países, a fin de unir a la población en lo que consideran una “lucha patriótica”; con ello, igualmente, justifican en caso extremo decretar un estado de excepción que les permita cercenar las libertades públicas y reprimir cualquier intento de revuelta popular. El recurso a la industria del armamentismo se vuelve una necesidad de sobrevivencia del sistema, la economía de punta y los mejores intelectos se ponen al servicio de la producción de los armamentos más sofisticados y mortíferos con el fin macabro de usarlos en seres humanos. Esto es lo que hoy la humanidad entera, contempla horrorizada y estupefacta en la Guerra de Ucrania. Además, con el desarrollo de la tecnología más avanzada la guerra impulsa a los gobiernos a renovar su armamento permanentemente; la guerra destruye el armamento obsoleto, por lo que debe probarse y consumirse en la guerra real con la consiguiente destrucción de vidas humanas y bienes materiales.

La sociedad de consumo sin control conduce a la destrucción de la Naturaleza con la consiguiente contaminación del medio ambiente, los océanos se contaminan, los bosques desaparecen, el 90% de la enfermedades que sufrimos los humanos no tienen un origen natural sino cultural, producto y consecuencia de la manera en que la sociedad de consumo nos obliga a (sobre)vivir. La economía capitalista está íntimamente ligada a la sociedad del despilfarro que priva hoy en día. Más aun, con la crisis se da una mayor concentración de la riqueza en menos manos, por lo que pequeños y medianos productores se reducen en número y poder político y económico; por lo que hoy vivimos estupefactos el mayor desequilibrio socio-económico que haya conocido la humanidad, pues 6 personas físicas (no familias ni empresas sino individuos con nombres y apellidos) poseen más riquezas que el 30% de los países más pobres del mundo juntos. Todo lo cual trae como consecuencia que más de mil millones de seres humanos tan sólo logran sobrevivir al borde de la miseria; esto explica igualmente el poder económico y político alcanzado por el tráfico ilegal de armas, personas y drogas, llegando hasta el extremo de que en algunos países la crisis llega hasta provocar Estados fallidos, como fue la Honduras de los gobiernos anteriores al actual, o el Ecuador de hoy; esta amenaza se cierne sobre nuestro propio país.

La única salida frente a este escalofriante panorama que se cierne sobre la humanidad entera es que los pueblos tomen conciencia de esta ominosa problemática y se organicen para enfrentarla mediante la construcción de un Estado planetario que busque la paz universal, inspirado en una democracia pluricultural, basada en el respeto irrestricto a las normas del derecho internacional y la justicia distributiva…Tal es la utopía que debe inspirar sin desmayo a todos los hombres y mujeres de bien en el mundo, sin diferencias de ninguna especie.

ANEP: Proyecto Jornadas 4/3 se va al cajón de la basura

Este 1 de febrero, la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) emitió un comunicado a partir de la decisión de la Sala IV donde se anunció que el proyecto de Jornadas 4/3, el que mataba la histórica jornada del código de trabajo, es un proyecto que está lleno de vicios de procedimientos que resultan insubsanables. 

En el video difundido, el representante Albino Vargas expresó su satisfacción ante la decisión, destacando que el proyecto pretendía desmantelar la sagrada jornada laboral de 8 horas, la cual ha sido producto de arduos esfuerzos y está consagrada en la constitución. Subrayó que el intento de esta propuesta era incrementar la explotación laboral, eludiendo el pago de horas extras.

Vargas afirma que ya no hay tiempo político para realizar actos en contra de la Constitución y en contra de los derechos humanos. A su vez, felicitó a las y los diputados que defendieron la Constitución, las garantías sociales, y el Código de Trabajo cerrándole el paso a este proyecto.

La inseguridad y los asesinatos que padecemos debe combatirse con oportunidades de estudio y trabajo

José Luis Pacheco Murillo

Es muy lamentable observar que jóvenes y casi niños son parte de la red de sicariato y parte de los grupos que distribuyen drogas. Lo lamentable es que esos casi niños y jóvenes deberían estar estudiando o practicando algún deporte.

Es necesario que las autoridades gubernamentales y municipales hagan lo necesario para crear oportunidades para estos niños y jóvenes. Hay que estimularlos para que logren interesarse en el estudio o en los deportes.

Lógicamente que eso debe venir desde el hogar, pero también ahí es necesario intervenir dando las oportunidades necesarias de educación y de trabajo. Las becas son urgentes para ayudar a los hogares a salir adelante con la educación de sus hijos.

Crear fuentes de trabajo también es urgente para evitar que hombres y mujeres tengan que acudir a la venta de sus cuerpos o a entregarse a los narcotraficantes.

Si se lograran esos dos propósitos, estaríamos llenos en la dirección correcta para atacar la inseguridad y los asesinatos que padecemos hoy en día.

Dios quiera que haya políticas encaminadas a abrir esas oportunidades y se les permita a niños y jóvenes forjar a través de la educación, del arte, de la cultura y del Deporte un futuro más próspero del que ahora se vislumbra.

Experto alerta sobre falta de rumbo en la política social costarricense

UNA Comunica. 5 de octubre, 2023. La conjunción de una serie de problemas políticos, sociales y económicos genera falta de claridad sobre el rumbo del país, lo cual afecta directamente la calidad de vida de las y los costarricenses, de acuerdo con el Análisis de Coyuntura de la Sociedad Costarricense, presentado esta mañana por parte del coordinador de este Programa, Carlos Carranza.

El experto, de la Escuela de Sociología de la Universidad Nacional, hizo una radiografía sobre los aspectos más relevantes de la realidad nacional.

Uno de los aspectos más destacados fue el señalamiento de que el país carece de una política social establecida. Lo anterior es producto de los aumentos de los índices de violencia en el país y el alto grado de desigualdad que afecta principalmente a los grupos de población de más bajos recursos económicos.

“Lo que estamos viendo es que se ha instalado en Costa Rica una violencia de carácter estructural donde no se prevén soluciones integrales a este fenómeno. La violencia estructural tiene un componente de distribución de la riqueza y el capital educativo, que en este país está en detrimento”, manifestó Carranza en su exposición.

Muestra de ello, es que en la agenda que convocó el Poder Ejecutivo el pasado 2 de octubre del Consejo de Seguridad, ninguno de los puntos se refiere a condiciones de reforma estructural en términos de equidad, educación y trabajo, sino a proyectos de ley vinculados a la contención del crimen.

Justamente, el tema educativo fue uno de los puntos centrales de la presentación. En este ámbito, el experto manifestó que el país requiere otras alternativas educativas para que pueda salir del bache en que se encuentra y que ha sido alertado, entre otros estudios, por el Programa Estado de la Educación.

Las discusiones públicas sobre el presupuesto que se le debe asignar a la educación pública, la falta de equipamiento para un proceso de enseñanza adecuado y el desfase que existe en el aprendizaje de nuevos idiomas, representan retos que deben ser abordados de manera integral por parte de las autoridades educativas.

La relación del Gobierno con otros poderes de la República, como el Poder Judicial, también fue parte de los resultados del estudio, donde se identificaron relaciones complejas que pueden afectar la propuesta de soluciones a graves problemas sociales, como el tema de la violencia.

Esa complejidad en las relaciones se puede ver acentuada además en la necesaria discusión que debe liderar el Poder Ejecutivo con otras fuerzas políticas para la búsqueda de alternativas a los desafíos fiscales del Estado costarricense, para atraer nuevos recursos a las arcas estatales que permitan una mayor estabilidad en las finanzas públicas.

Finalmente, Carranza señaló la preocupación que existe por la alta rotación percibida en los puestos de jerarquía del Poder Ejecutivo, lo que impide contar con un equipo gerencial permanente que permita atender estos retos que están enmarcados en ese “rumbo limitado y con contradicciones”, que detalla el estudio de Análisis de Coyuntura.

Enlace a la exposición de Carlos Carranza: https://fb.watch/nuDYwSB-Pc/

Adjuntamos los documentos del informe completo.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

«Ser la mamá que se levanta a la hora perfecta, que hace 50 tareas del día, que va al trabajo, le va bien y además es amorosa, tiene un costo personal enorme»

Diana Massis

Marcia Aguiluz

«Tengo 47 años, nací en Costa Rica, producto de una relación entre mi madre tica (de 35 años) y mi padre hondureño (de 63 años). De pequeña me decían que era «hija natural», porque mis padres no se casaron y no convivían juntos. Soy la menor de 13 hermanos y hermanas, la mayoría de los cuales no conocí por ser hijos de diferentes mamás», cuenta la abogada costarricense Marcia Aguiluz en el artículo «¿Qué significa ser mujer en Centroamérica?»

Como feminista y defensora de los derechos humanos, Aguiluz da un panorama crudo y certero de los muchos males, discriminaciones y violencias que azotan a las mujeres de la región.

Pero también pregunta y se pregunta, no solo en busca de respuestas sino para intentar empoderar a las mujeres y generar cambios. Sociales y personales.

Si pudiera desbaratar el patriarcado, dice, lo primero que desbarataría sería «la culpa que tenemos las mujeres y que llevamos en el cuerpo. La culpa de no ser perfecta. La culpa de no ser amada si no soy de tal manera. La culpa de tener hijos. La culpa de no tener hijos. La culpa de irme de mi casa. La culpa de quedarme. La culpa de trabajar fuera de casa. La culpa de quedarme en casa».

¿Cómo las violencias determinan a la mujer centroamericana?

En términos de homicidios, feminicidios, robos, los delitos tradicionales, Centroamérica claramente es una de las regiones más violentas del mundo.

A las mujeres la violencia nos cruza, nos atraviesa en el alma y lo vivimos de miles de formas.

Las cifras son escandalosas. Algunos ejemplos: sólo en 2022 hubo 1.128 feminicidios a nivel regional; en Guatemala entre enero y abril de 2022 se documentaron 1.013 casos de violación de niñas y adolescentes, y en Nicaragua cada 2 horas ocurre un caso de violencia sexual, alrededor de 15 por día.

Está además, la violencia del rol que se nos impone.

Lo digo siempre con mis amigas: ¡qué jodido!, ¿verdad?: cuando sos niña le debés obediencia a tus papás; cuando te casás, se la debés a tu marido; cuando eres madre a tus hijos y cuando envejecés, a tus papás porque tenés que regresar a cuidarlos.

¿Cuándo es el momento en que las mujeres somos libres?, ¿por qué siempre tenemos que estar al servicio de alguien más? Es tremendamente violento si lo ves en una línea de tiempo: ¿cuándo es el momento de nosotras?

Al hacer ese análisis en una mujer rural, en una que vive en Honduras, en una mujer lesbiana o trans, en una mujer migrante o con discapacidad, el panorama es aún más tremendo.

¿Y qué pasa con el estereotipo de la centroamericana voluptuosa, alegre, colorida? ¿Existe, convive?

Uno de los grandes problemas de los estereotipos es que nos imponen una forma de actuar.

Que se diga que la mujer centroamericana es alegre, que siempre está contenta, nos pone en un pedestal en el que es difícil caminar, aún cuando sea un estereotipo positivo. Tampoco nos da libertad, porque no tenemos derecho a enojarnos o a quejarnos.

El estereotipo de que la mujer centroamericana siempre está contenta también puede ser perjudicial, opina Aguiluz. Getty Images

Durante algunos años nos han hablado de que Costa Rica es el país más feliz del mundo y eso tiene su carga. Las trabajadoras de maquilas en Honduras ganan un salario que ni siquiera paga la canasta básica, pero aún así tienen que estar alegres.

¿Tenemos las condiciones para ser verdaderamente felices? ¿o se nos encasilla para que no rechacemos lo que nos está haciendo infelices?

Dices que te sientes profundamente centroamericana, ¿cómo es esa identidad?

Una identidad que hemos construído a lo largo de las amistades, de la lucha, los afectos, las rabias que nos da la injusticia de ver los comunes denominadores de los gobiernos, no importa si son de derecha o de izquierda.

Tenemos tantas raíces en común, a la vez tantos desafíos y una élite muy mezquina, ¿verdad?

Muchas veces hemos llorado. Yo conocí a Berta Cáceres (líder y activista indígena), trabajé con ella y recuerdo cuando me llamaron el día que la asesinaron en 2016 para decirme «mataron a Berta» y vos decís, pero ¿qué es esto?

Para mí ser centroamericana es sentir en la piel el dolor, los desafíos, las luchas y también las alegrías de mis hermanas y hermanos centroamericanos. Yo los siento en mi corazón y los vivo en mi piel.

De niña te decían que eras hija natural, ¿cómo te marcó?

Muchísimo porque siempre me hizo sentir menos.

Tenía una hermana mayor y ella era la hija del matrimonio, era la importante y todos los demás hermanos y hermanas hijos de mi papá, éramos de otra categoría.

Crecí con el inconsciente de que necesitaba ser más y debía destacar para ser digna de ser hija de papá. Por supuesto, una de pequeña no racionaliza, pero cuando lo veo en retrospectiva, sin duda alguna marcó muchísimo.

¿Se cuestiona aún que las mujeres que podamos tomar decisiones respecto de nuestra vida, sexualidad, maternidad?

Hay tres claves que guían mi trabajo como defensora: la lucha por la dignidad, por la igualdad y por la libertad, que no son iguales para todas las personas.

Como feminista no puedo decirle a una mujer «usted tiene que salir a trabajar y no hacerle la comida a su marido». Es una imposición violenta.

El tema es que las mujeres sean libres para decidir. Si su libre elección es quedarse en casa y tener diez hijos, aplaudo esa elección. Si quieren ser madres es maravilloso, pero de una manera consciente, no con la carga, la culpa y la señalización de que tiene que ser de esa manera.

La muerte de Berta Cáceres en 2016 tuvo un impacto regional e hizo que surgieran muchas preguntas sobre lo que estaba pasando en Centroamérica. Getty Images

Que las mujeres decidan lo que quieren para sus vidas, démonos esa posibilidad.

¿Cómo te has liberado en tu vida personal?

Es una lucha diaria. No llega un momento en el que uno dice: me liberé de todo esto.

Quizás empecé a transformarme hace unos 20 años, pero hace unos diez me convertí al feminismo y lo digo con orgullo: soy feminista.

Creo que es la primera liberación: reconocerme como una persona que cree en ciertas cosas.

Y antes que eso, la liberación de mí misma. He sido tremendamente estructurada, con metas muy claras y roles asumidos, y me llegó el cuestionamiento interno de decir, ¿qué es lo que hace que quiera esto?, ¿por qué cuando tenía 29 años dije es hora de formar una familia o me voy a quedar solterona? Y en efecto, lo hice.

Luego llegó el momento en el que pensé, esto no es lo que yo quiero.

Así que tomé decisiones que he considerado liberadoras, como un cierto estilo de vida familiar, criar a mis hijos bajo ciertos valores, crear una relación distinta con mi mamá.

Las mujeres tenemos esta cuestión con nuestras madres, donde les ponemos un peso muy grande.

Mi mamá era servidora doméstica, no tuvo acceso a la educación y yo crecí cuestionándola. ¿Por qué permitió esto? Una de mis liberaciones ha sido honrar eso, reconocer su fortaleza y que hizo lo mejor que pudo con lo que tenía.

¿Y con los hijos cuál ha sido la liberación?

Tengo mellizos, un niño y una niña, y hoy los crío equivocándome todo el tiempo y pidiéndoles disculpas, que no es cosa fácil, porque en los primeros años de sus vidas tenía que ser la mamá perfecta.

Era mi concepción, y el mensaje que les estaba dando les generó ansiedad porque en ese nivel de perfección también era tremendamente exigente.

¿Qué estoy haciendo colocándoles un ideal de mujer que no existe?, me pregunté.

Ser la mamá que se levanta a la hora perfecta, que se acuesta a la hora perfecta, que cumple las 50 tareas del día, que va al trabajo, le va bien y además es amorosa, tiene un costo personal enorme.

Entonces fue rebobinar y decir no, no, perdón, perdón, no soy la mamá perfecta. Y conversar con ellos desde la imperfección, algo tan simple como decirles, bueno, resulta que yo también tomé licor cuando era adolescente, también me enamoré de una persona, hice estupideces.

Creo que la peor trampa que nos ha jugado el patriarcado a las mujeres es este ideal de perfección que también estaba transmitiéndole a mis hijos y que no existe.

En el artículo te refieres al aborto en Centromérica, donde es ampliamente penalizado, ¿el cuerpo de las mujeres le sigue perteneciendo a otros?

Nunca ocurrió de otra manera en Centroamérica. Ningún país permite el aborto libre, solo en algunos está permitido en situaciones extremas.

Hace poco en Costa Rica tuvimos el caso de una niña de 12 años que tuvo una bebé y el presunto violador, que era su padrastro, parece que la secuestró. No solamente hay una bebé desaparecida, sino una niña de 12 años con una hija y el sistema no detectó que había un problema.

El aborto es un tema que genera divisiones y debates en Centroamérica. Getty Images

Los datos de violencia sexual son atroces. Decir que se quiere proteger la vida del feto es el discurso fácil.

Las estadísticas donde existe aborto seguro muestran que se hacen en etapas tempranas, que bajan las cifras de mortalidad materna, ocurren menos en mujeres adultas y si se acompaña de educación sexual y políticas de prevención, disminuyen.

Si el objetivo fuera reducirlos, las políticas serían de otra naturaleza, pero en Centroamérica son punitivistas, y la penalización es claramente castigadora: ¿cómo se atrevió usted a desafiar el mandato de maternidad?.

Cuando algunas personas dicen ‘es que las mujeres lo van a agarrar como deporte’, yo digo: ¿qué te hace pensar que las mujeres somos tan estúpidas, tan irresponsables?, porque si las creyéramos sujetas pensantes, tendrían la inteligencia para decidir qué es lo mejor para sus vidas.

Los grupos que se oponen al aborto se han apropiado de los conceptos de protección de la vida y de la familia, ¿cómo lo han logrado?

Es uno de los de los grandes desafíos, las narrativas que estos grupos han creado, porque quién va a estar en contra de la vida. Han tenido la habilidad de desarrollar en palabras sencillas temas muy complejos.

Recientemente aprobaron en Perú un proyecto de ley que le otorga protección al feto, derecho a la vida, a la salud, al desarrollo de la personalidad, una serie de cosas que uno dice, pero ¿qué es esto tan absurdo?, ¿en qué momento empezamos con estos retrocesos tan fuertes?

Y por lo menos en Centroamérica lo vinculo a la presencia fuerte de grupos fundamentalistas en la política y al desdibujamiento del Estado laico.

Antes podíamos tener a las Iglesias, la católica y algunas evangélicas, manifestando sus opiniones, pero ahora los tenemos en los partidos, están construyendo política pública. Y las élites políticas entendieron que tienen mercados cautivos y han generado alianzas fuertes con estos grupos, donde ellos también han pedido sus cuotas.

También hablas de la violencia que sufren las mujeres defensoras de los derechos humanos y las mujeres políticas, ¿se las ataca en su escencia más que en su labor?

Tiene que ver con con su identidad de mujer, con su cuerpo, con las palabras que usan. Los ataques son personales, se les va a cuestionar en relación a su personalidad.

Menciono el ejemplo de una diputada costarricense que es gordita, que decía que se lo pensaba antes de sacar una foto comiéndose un postre, porque si la mostraba iban a venir cientos a atacarla, a decirle que por ser gorda no tenía derecho a comerse ese postre.

Hay un impacto psicológico distinto, y es difícil desprendernos cuando están atacando lo central: nuestro cuerpo o nuestra familia.

En el caso de mujeres defensoras, la mayoría de los ataques son amenazas: ‘le vamos a hacer esto a tus hijos’ ¿Y qué hace uno cuando le dicen eso? Deja lo que sea.

Planteas que en las labores de cuidado la brecha sigue siendo inmensa y mencionas «la carga mental», ¿cómo la describirías?

Es toda la labor de gerencia y logística que hay que hacer para lograr algo. Ese tiempo que gastás en pensar y coordinar.

Algo tan sencillo como la entrada a clases de los hijos en febrero; pues desde que salen de vacaciones en diciembre, estoy pensando en qué fecha necesito pagar la matrícula, comprar los útiles, a dónde voy a conseguir los uniformes, si tienen el bulto escolar, y lo tengo que pensar dos meses antes para que estén listos, a diferencia del padre que sabe que van a entrar a clases en febrero.

Esto está completamente invisibilizado y las mujeres somos parte del problema, de cómo lo asumimos y cómo nos cuesta soltarlo también.

Si pudieras desbaratar algo del patriarcado, ¿qué sería lo primero en echar abajo?

Desbarataría la culpa que tenemos las mujeres y que llevamos en el cuerpo. La culpa de no ser perfecta. La culpa de no ser amada si no soy de tal manera. La culpa de tener hijos. La culpa de no tener hijos. La culpa de irme de mi casa. La culpa de quedarme. La culpa de trabajar fuera de casa. La culpa de quedarme en casa.

Imagínate un mundo libre de culpas para nosotras, es que sería maravilloso.

Esta entrevista fue elaborada para la versión digital de Centroamérica Cuenta, un festival literario quese celebró en República Dominicana entre el 16y el 21 de mayo.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-65603764

UCR, Voz Experta: Ley de Empleo Público, ¿por qué estamos aquí y hacia dónde vamos?

M Sc. Angélica Vega Hernández, directora de la Escuela de Administración Pública. Foto: Karla Richmond, UCR.

El país debería promover nuevas habilidades en la función estatal

Como todo cambio, esta reforma tiene adeptos y enemigos, gente que gana y gente que pierde.

Nuevamente nuestro país se encuentra en una discusión acalorada respecto a la Ley Marco de Empleo Público.

Quiero detenerme en el análisis del por qué ha sido tan complicada una verdadera modernización del empleo público. Es cierto que puede haber muchas visiones válidas; sin embargo, quisiera apuntar tres que veo con claridad: la mala calidad del servicio, los intereses de tercerización y la crisis presupuestaria.

En la primera tenemos responsabilidad todos los funcionarios públicos, quienes de una u otra forma nos hemos escudado en beneficios como la estabilidad y derechos adquiridos para mantenernos en el puesto, en algunos casos sin esfuerzo, calidad e incluso sin la ética necesaria en el servicio que prestamos. Evidentemente, la sociedad está cansada, e incluso nosotros mismos como empleados estamos hastiados de conocer personas en el trabajo que realmente son un gasto para la institución y generan sobrecarga a los equipos, mientras las jefaturas no pueden o no quieren accionar al respecto.

El segundo es la tendencia en nuestro país, desde hace ya más de 30 años, del traslado de los servicios públicos al sector privado, algo que ya se ha logrado en muchas áreas: la banca, la educación primaria y secundaria, las telecomunicaciones y el sector salud. La apuesta ha girado en torno a la premisa de que el sector privado da resultados de altísima calidad con respecto a la función pública, situación que – hemos constatado – está muy lejos de ser cierta… Pero la peor parte es la desigualdad que ha generado este fenómeno.

Como ejemplo concreto de lo anterior, hoy nuestra sociedad debe contribuir a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y además pagar por servicios tercerizados de salud para atención primaria, pero que en ningún caso atienden casos agudos de pacientes, operaciones delicadas y tratamientos de largo plazo; para este tipo de complicaciones, la persona debe ir a los hospitales de la CCSS. Al final el pago es doble y el sector privado no da una respuesta semejante a lo que ofrece el sector público hasta el presente.

Finalmente, la eterna crisis presupuestaria de nuestro país. Esta siempre es más grande y preocupante, y se ciñe en los recortes del gasto público. Por ende, todas las instituciones estatales han sufrido estos recortes en sus recursos desde los años 80 y, desde entonces, se ha creado una idea del funcionariado público como enemigo de la ciudadanía: personas vagas, incompetentes, desleales y poco preparadas.

Derribando mitos del funcionariado público

Los estudios muestran que los servidores públicos – en su mayoría – tienen grados universitarios y desarrollan efectivamente una carrera administrativa. Además, en el sector estatal los salarios mantienen paridad de género y políticas de no discriminación en las contrataciones, pautas difíciles de encontrar actualmente en el sector privado.

Esta es una realidad que persevera, a pesar de que hace más 30 años “se le vende” a la población que nuestro sector público es de pésima calidad. Si fuera así, la atención de la pandemia por el COVID-19 hubiera sido absolutamente diferente a lo que fue, pues dicho sea de paso, esta crisis sanitaria fue enfrentada casi en su totalidad por el sector público costarricense.

Los recortes y la mala imagen que se ha forjado del servidor público ha generado, sobre todo, un sinsabor de la población, en beneficio de sectores privados que reciben ganancias de esta dicotomía falsa que se le inculca a la población y que busca un “buen servicio”, pero que no resuelve las necesidades de nuestro país: salud de calidad, educación de calidad, trabajo de calidad, vivienda de calidad y seguridad de calidad.

Lo preocupante de este contexto es que la Ley Marco de Empleo Público se enfoca en un único elemento: el presupuestario. La consigna es recortar salarios, porque son desiguales y excesivos. Sin embargo, ni el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica, ni el de Hacienda, ni tampoco la Dirección General del Servicio Civil muestran estudios de mercado, con datos y evidencia, para establecer esa nueva escala global. Al parecer, la referencia es que las remuneraciones “se parezcan” a las del sector privado; sin embargo, olvidan que este se caracteriza por tener salarios bajos y desiguales. Parece imposible que con en esta ley podamos tener, cuando menos, un análisis de mercado de salarios respecto al costo de vida, que es el más alto en la región.

El destino incierto del empleo público

La pregunta final es: ¿hacia dónde vamos? Si no se percibe con seriedad que estemos frente a una reforma de toda la dinámica de empleo público y no solo de un ajuste de salarios a la baja, vamos a empeorar aún más las condiciones laborales de la población y esto impactará negativamente en el servicio público, de forma indudable.

En el corto plazo, las personas en la función pública desistirán de crecer en las organizaciones, las más preparadas probablemente se trasladarán a sectores privados o comenzarán a salir del país a buscar mejores condiciones (sí, en Costa Rica tenemos mucho capital humano de exportación en las instituciones públicas). En el mediano y largo plazo no habrá incentivos para permanecer en el servicio público, lo que traerá efectos adversos sobre la competitividad del país.

Este no es un asunto menor. Mientras en nuestro país se minimiza la función pública, en Europa no solo se potencia, sino que también se discute cómo se prepararán las personas para atender servicios con inteligencia artificial y qué otras innovaciones tecnológicas deberán implementar; además de cómo se perfilan para servir a las poblaciones de adultos mayores y cuáles nuevas habilidades de participación social van a requerir. Estos temas no se discuten en la Ley de Empleo Público, pues su texto se limita al recorte del gasto y esto es absolutamente preocupante de cara la tendencia internacional.

La función pública es responsabilidad de todos. Las personas funcionarias debemos tener claro que no trata solo de estar contratado por el Estado, sino de una posición estratégica desde donde se diseña y se construye el país día con día. Espero que las autoridades hagan una reflexión importante sobre la amplitud de las decisiones que se toman hoy y abran rutas de discusión que hagan de nuestra función pública una plataforma de innovación y desarrollo, porque realmente eso es lo que nuestra población requiere, pero que la discusión actual de la ley no lo promueve.

 

M Sc. Angélica Vega Hernández
Directora de la Escuela de Administración Pública, UCR