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Etiqueta: UCR

UCR: El jardín cuentacuentos de la Facultad de Educación se convierte en un espacio para el fomento de la lectura

Luego de su restauración, el jardín cuentacuentos de la Facultad de Educación será un espacio para fomentar el hábito lector. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

La artista Leda Astorga realizó la restauración del conjunto escultórico de su autoría

Con el objetivo de acercarse mucho más a la comunidad nacional y coadyuvar en los procesos que están establecidos en los programas del Ministerio de Educación Pública, la Facultad de Educación (FE) abre sus espacios para organizar actividades que fomenten el hábito lector. 

Según explicó Magda Sandí, decana de la FE, la idea es potenciar los espacios con los que cuenta la Facultad, así como la experiencia del cuerpo docente para desarrollar una serie de actividades que propicien y fomenten la lectura en diversos públicos. 

Enfatizó que se pretende ver la lectura más allá de una obligación, si no como un hábito que satisface otras necesidades personales y emocionales. La lectura permite alcanzar metas, tener más tranquilidad, a ser personas más creativas, entre muchos de sus beneficios. 

Como parte de esta iniciativa, se restauró el conjunto escultórico alusivo al cuento de Cocorí, que desarrolló la artista nacional Leda Astorga y que se encuentra a la entrada de la Facultad de Educación. Y también se está en conversaciones con la comisión de paisajismo de la UCR para mejorar los alrededores y hacer un sitio agradable y seguro. 

Durante los meses de diciembre y enero, la artista Leda Astorga trabajó en la restauración del conjunto escultórico Cocorí. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

De esta manera, el jardín cuentacuentos será un espacio en el que niños y niñas, jóvenes y personas adultas podrán participar, una vez al mes, en las actividades que organizará la FE. 

Además, se hace la invitación a que escuelas y colegios que requieran un espacio para estos fines, puedan utilizar el jardín. Asimismo, se pretende que pueda usarse para realizar actividades culturales. 

Para iniciar con este proyecto, en el marco de la Semana del Libro, se realizó la inauguración del Jardín Cuentacuentos con la lectura del relato “La mano peluda” y un taller de narración oral y teatro para la promoción de la literatura infantil. 

El conjunto escultórico Cocorí se desarrolló en el marco del proyecto Rincón de Cuentos del docente y escritor Carlos Rubio.  

Existe uno en la Escuela República de Nicaragua y otro en la Escuela República de Paraguay en Hatillo. El tercero se hizo en la UCR y los tres fueron elaborados por la artista plástica Leda Astorga, quien fue la que propuso hacer un cuento escultórico, es decir, que las esculturas contaran la historia del cuento que se escogió, que en este caso fue Cocorí de Joaquín Gutiérrez Mangel. 

Astorga señaló que la restauración que se llevó a cabo en el conjunto escultórico de la UCR, fue muy profunda, pues la estructura interna estaba muy dañada, se limpió la parte externa de los personajes y se rellenaron con material nuevo, por lo que ahora quedaron muy firmes, ya que es un espacio de alto tránsito y hay mucha interacción con las esculturas. 

 

Andrea Marín Castro
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

Pronunciamiento de la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica ante la crisis educativa

La imagen corresponde la Escuela El Rosario en Naranjo de Alajuela. Foto cortesía del Programa de Evaluación en Lenguas Extranjeras de la Escuela de Lenguas Modernas.

La Facultad de Educación (FE) de la Universidad de Costa Rica expresa su preocupación respecto a varias situaciones relacionadas con las últimas decisiones de la administración del Ministerio de Educación Pública. Por eso, emite el siguiente pronunciamiento. De igual manera, la FE reafirma su compromiso con el país y ofrece diversos apoyos que se indican en el documento.

Ante la crisis actual que atraviesa el sistema educativo del país, la comunidad docente de la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica desea expresar su preocupación respecto a varias situaciones relacionadas con las últimas decisiones de la administración del Ministerio de Educación Pública.

Considerando que:
  1. La problemática que hoy envuelve a la educación costarricense es un fenómeno social, cultural, político y económico de amplia complejidad, que requiere de la participación de diversas instituciones y disciplinas.
  2. La educación pública ha sido uno de los pilares fundamentales de nuestro Estado Social de Derecho. Esta institucionalidad en materia educativa ha permitido la creación de leyes, decretos, reglamentos, que han dado vida a entidades y órganos que regulan al sistema educativo costarricense, tal es el caso del Consejo Superior de Educación, la Dirección de Servicio Civil, la Ley de Carrera Docente, la Ley Fundamental de Educación, el Código de Educación, el Instituto de Desarrollo Profesional Uladislao Gámez Solano (IDP), entre otros.
  3. El Ministerio de Educación Pública cumple la labor más importante de nuestra estructura social educativa y sus directrices impactan la organización presente y futura.
  4. Es imprescindible gestionar e implementar una política de evaluación de la calidad docente, tal como lo han sugerido el VIII Informe del Estado de la Educación y Estudios Económicos de la OCDE: Costa Rica 2023, para un  verdadero mejoramiento de la educación costarricense.
  5. Es necesario lograr una formación docente, pertinente con la realidad nacional e internacional, por ello es necesario que los Marcos Nacionales  de Cualificaciones para la Educación Costarricense, presentados desde el 2021, se implementen para asegurar la calidad de la formación de formadores, tanto en la educación pública como privada. con estándares de calidad que así lo sustentan.
  6. El Consejo Superior de Educación no ha sesionado como apremia el contexto para la necesaria toma de decisiones en materia educativa, lo que ha producido una pérdida de oportunidades de superación personal a todas las personas estudiantes, pero sobre todo a los niños, las niñas y adolescentes  que emergen de la pandemia profundamente afectados en lo personal, lo social y lo académico.
  7. Los resultados de las últimas pruebas PISA siguen demostrando graves retrasos en las habilidades de lectoescritura, pensamiento matemático y científico en el alumnado y, sin embargo,  el Ministerio de Educación no ha mostrado una política educativa clara y diseñada bajo los parámetros científicos básicos ni las particularidades del desarrollo infantil y adolescente.
  8. El mejoramiento de la infraestructura escolar y la contratación de docentes sigue dependiendo de una excesiva burocracia, que deja sin horas vitales de aprendizaje a miles de estudiantes en todo el país.
  9. La actual administración del Ministerio de Educación Pública no parece estar tomando en consideración la experticia técnica dentro de su misma institución, ni los esfuerzos e iniciativas de administraciones anteriores en pro de la educación, cancelando así la continuidad de procesos de solución para los problemas graves que se venían trabajando (plan educativo relacionado con  los Objetivos de Desarrollo Sostenible y plan para una política para la promoción de idiomas, entre otros).
  10. La conducta autolesiva, el suicidio, los trastornos de la salud mental y la violencia, incluyendo el “bullying”, se han incrementado de forma dramática en los últimos años, lo que evidencia que en los escenarios educativos ni estudiantes ni docentes encuentran ambientes saludables para el desarrollo, la formación en valores ni modelos positivos para crecer y realizarse como personas. El sistema educativo debe asumir su responsabilidad en este aspecto procurando un cuerpo docente con vocación, fuerte formación académica y humanista, creativo y sensible a las necesidades de toda la población estudiantil.
  11. Es fundamental que desde el Ministerio de Educación Pública se gestionen nuevos espacios de diálogo con la comunidad educativa del país, para no afectar la dinámica y el beneficio de muchos programas académicos y de acción social que históricamente se han realizado en conjunto con su jefatura, en los cuales se encuentran exitosos proyectos relacionados como los de la Fundación Omar Dengo y cuya anulación contractual no ha sido clara y podría provocar un grave retroceso en el desarrollo de competencias digitales en la comunidad educativa.
  12.  Las directrices, rutas y las asesorías actuales en todos los niveles organizativos del Ministerio, generan confusión, falta de claridad, desinformación y por lo tanto, afectan la operacionalización de la gestión educativa, como puede ilustrarse con la realización de la “Prueba Nacional Estandarizada diagnóstica y sumativa año 2023, para población estudiantil que cuenta con el apoyo curricular significativo”, en la cual la población estudiantil con apoyo curricular significativo en una, dos o tres asignaturas, se vieron excluidos de la aplicación de esta prueba y han visto violentados sus derechos al privárseles de la oportunidad de demostrar los aprendizajes adquiridos, evaluándoles de la manera apropiada.
  13. En la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica, la cual incluye cinco escuelas especializadas y un Instituto de Investigación en Educación (INIE), existen muchos profesionales prestos para colaborar con el MEP y para aportar en los procesos de actualización para el profesorado, en programas educativos para fortalecer los aprendizajes de las personas estudiantes y para facilitar la transición a la vida universitaria de los estudiantes egresados de la secundaria.

Por tanto, ante las preocupaciones aquí señaladas, como Facultad de Educación urgimos a las instituciones involucradas y a la población costarricense en general a participar activamente en soluciones integrales, las cuales incluyen:

  1. Instar al Consejo Superior de Educación para que atienda como prioridad la valoración de estrategias para la evaluación de las personas docentes.
  1. Agilizar la implementación de los Marcos Nacionales de Cualificaciones para la Educación Costarricense y exigir plazos concretos para su aplicación, con una clara asignación de personas y entidades responsables en cada etapa, para que así todas las universidades que ofrecen carreras de educación participen en procesos de mejora. La calidad de las personas docentes es el primer elemento transformador del sistema educativo.
  1. Reactivar el diálogo y la gestión conjunta entre el MEP y las universidades estatales, en busca de un trabajo claro, asertivo y planificado, desde los aportes específicos que estas casas de enseñanza pueden aportar para  el mejoramiento de la calidad educativa.
  1. Recuperar el enfoque humanista y solidario en la educación, tal como se expresa en el Artículo 78 de la Constitución Política de Costa Rica, el cual es el propio de un régimen progresista y democrático, y abandonar la visión cortoplacista y utilitaria a la que se parece ir sometiendo la educación actualmente. Las artes, la filosofía, los deportes y las humanidades no son accesorios culturales prescindibles; son aspectos esenciales para construir personas sensibles, empáticas y plenas, y que, de paso, pueden enaltecer y ampliar la visión de los oficios científicos y tecnológicos.
  1. Establecer estrategias para dignificar el trabajo docente, con contrataciones expeditas, jornadas racionales, actualización y capacitación docente, reducción de trámites administrativos y salarios acordes con un trabajo que supera las horas institucionales.
  1. Generar más espacios para la recreación sana y la interacción positiva entre estudiantes y docentes. La educación integral también es parte indispensable de un plan preventivo contra la delincuencia.

La Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica cuenta con una trayectoria histórica de más de ochenta años al servicio de todos y todas las costarricenses y continuamos ofreciendo nuestra total disposición, como comunidad educativa y entidad pública, para colaborar con nuestra sociedad por el bien de la educación pública costarricense, en defensa de un modelo que enaltezca la dignidad humana y fomente el óptimo desarrollo de todos los niños, niñas y adolescentes a lo largo y ancho de nuestro país.

Por ello, además de las observaciones realizadas aquí por la comunidad de la Facultad de Educación sobre la situación actual de nuestro sistema educativo, esta ofrece al servicio del país, entre otros apoyos, los siguientes:

  1. Una plataforma académica para colaborar en la puesta en marcha de planes y programas de capacitación y actualización para el personal docente en servicio de manera presencial y virtual.
  2. Una infraestructura física, tecnológica y de gestión de la información para la puesta en marcha de proyectos académicos innovadores para el mejoramiento de los procesos educativos.
  3. Una trayectoria de investigación que puede contribuir con el desarrollo de investigaciones interdisciplinarias e interinstitucionales para abordar los aspectos esenciales de los problemas que aquejan a la educación costarricense con un enfoque dialógico y constructivo.
  4. Múltiples proyectos de acción social que benefician familias y diversas comunidades, dándoles oportunidad de continuar estudios secundarios, desarrollar habilidades científicas y artísticas,  brindar apoyo ante necesidades educativas especiales y brindar, a todos los grupos etarios, alfabetización digital e informacional para enfrentar los retos y desafíos de los procesos educativos virtuales y su mediación pedagógica.

La Facultad de Educación exhorta a las autoridades ministeriales a tender puentes para retomar el diálogo abierto, respetuoso y constructivo que nos ha caracterizado por décadas para plantear soluciones estratégicas a las diversas problemáticas de la educación costarricense.  La Facultad de Educación es una unidad académica de puertas abiertas, que reafirma su compromiso con las diferentes poblaciones y sectores de la sociedad costarricense con un enfoque inclusivo, diverso y equitativo.  La Facultad de Educación es un eslabón más de la cadena de personas, organizaciones y entidades que, unidas, podemos contribuir a cerrar la brecha educativa.

La Facultad de Educación exhorta a las autoridades ministeriales a tender puentes para retomar el diálogo abierto, respetuoso y constructivo que nos ha caracterizado por décadas para plantear soluciones estratégicas a las diversas problemáticas de la educación costarricense.  

 

Magda Sandí Sandí
Decana Facultad de Educación, UCR

Acto de donación de la biblioteca del Dr. Walter Antillón Montealegre

El día 20 de abril se celebró el acto de donación que realiza Walter Antillón de la Biblioteca material, que cuenta con 17.907 documentos y aportan a la docencia, a la investigación y acción social que estará a disposición de toda la comunidad universitaria y nacional que desee hacer uso de ella. Será distribuida entre las bibliotecas Arturo Agüero Chaves, recinto de Grecia, Sede de Guanacaste, la Facultad de Derecho y las bibliotecas del SIBDI. 

Walter menciona que comenzó su biblioteca con apenas 14 años, con el propósito de conocer y entender todas las cosas. Su interés en conocer cómo son las cosas en el mundo, en relación con la política, religión, moral, historia hizo que obtuviera las respuestas añoradas. Su biblioteca es el esfuerzo de muchos años, por lo cual no vende sus libros. “los libros no son libros, son personas” menciona Antillón. Además, hace un llamado a los jóvenes a aprovechar el momento académico, porque es el momento de encontrar la verdad, de buscar respuestas y enfrentar diferentes discursos.

Se comparte la siguiente información al respecto:

UCR: Autoridades universitarias resaltaron la importancia de la democratización de la educación superior

La actividad se realizó en el Museo Regional de San Ramón con la participación de autoridades universitarias, representantes de instituciones y comunidad universitaria. Foto Grettel Rojas Vásquez.

La conmemoración del 55 aniversario de la Sede de Occidente se realizó el pasado 20 de abril

La democratización de la educación superior pública, su importancia y los retos actuales, fue el tema que predominó en las intervenciones realizadas por las autoridades universitarias en el acto oficial de conmemoración del 55 aniversario de la Sede de Occidente, que se llevó a cabo el pasado 20 de abril en el Museo Regional de San Ramón.
 
Con una sesión del Consejo Universitario, se rememoró aquel 20 de abril de 1968, en el que el Centro Universitario Regional en San Ramón (actual Sede de Occidente) inició su labor, y que ha sido el punto de partida para el proceso de regionalización y democratización de la educación superior.
 
El Mag. Maynor Badilla Vargas, director de la Sede de Occidente, señaló que en esta celebración  “es fundamental dimensionar la envergadura de esta decisión, y reconocer en este proceso la huella indeleble que dejan las Sedes en los miles de profesionales que han podido optar por una educación superior de calidad cerca de sus comunidades, con procesos contextualizados a su entorno, y en espacios en los que se pueden desenvolver con mayor libertad”.

Badilla compartió con los presentes algunas cifras importantes que reflejan lo hecho por la Sede de Occidente en el 2022, y destacó que estos números reflejan los esfuerzos que se hacen a diario, la diversidad de actividades que se realizan más allá del ámbito académico, así como la relación permanente con las comunidades. 
 
Aseguró que “las Sedes permiten democratizar el conocimiento, contribuir con el acceso a la educación superior, y a su vez, fomentar que las personas puedan retribuir a sus comunidades de manera directa mediante los proyectos en los que participan en Acción Social e Investigación. La visión que hubo hace 55 años sigue teniendo eco, y se debe fortalecer para continuar el legado y el patrimonio que la Universidad ha procurado defender”.
 
El Dr. Carlos Araya Leandro, representante de Sedes Regionales y director a. í. del Consejo Universitario, destacó que “la regionalización universitaria se ha convertido en un elemento fundamental para la democratización del acceso a la educación superior pública y es un motor de oportunidades para la movilidad social y para la mejora en las condiciones de vida de miles de personas estudiantes, graduados, de sus familias y de sus comunidades”.
 
Explicó que para la Universidad de Costa Rica, la regionalización tiene un carácter estratégico que permite impulsar un proyecto de país consciente de su diversidad, acorde con un modelo de sociedad que contribuya a promover la equidad y la justicia social.

Araya aseguró que actualmente se enfrentan retos importantes, ya que se vive una época en la que la libertad de pensamiento es agredida por el poder, debido a que “los espacios de libertad siempre han resultado incómodos para quienes intentan imponer decisiones y acciones particulares como si fueran de todos, y para quienes disfrazan el interés singular como interés general”.
 
Ante esto destacó que “la pertinencia de las actividades académicas en nuestro país nunca ha sido tan evidente como ahora, cuando sobre nosotros se ciernen grandes amenazas y desafíos como el cambio climático, la seguridad alimentaria, la violencia social, la inequidad de género, la exclusión, la pobreza y la desigualdad, en cuya superación son igualmente importantes las contribuciones de las ciencias básicas, de la salud, las ingenierías, las humanidades, las artes y las ciencias sociales”.
 
Por su parte, el Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta, rector de la UCR, resaltó la importancia de contribuir a la construcción del saber desde perspectivas descentralizadas, atendiendo las voces comunitarias y las necesidades regionales, y especialmente, la labor de la democratización del conocimiento.

“Me quisiera detener en esta palabra democratización, puesto que en tiempos reciente se ha desvirtuado su significado y su esencia ante la opinión pública. Así como la autonomía, son términos que se han sometido a manipulaciones y tergiversaciones en detrimento del honor y el valor que realmente merecen, especialmente en un contexto de referencia hacia las universidades públicas” aseguró.
 
Gutiérrez mencionó que en este aniversario es relevante recordar que la democratización del conocimiento implica reconocer que no existen verdades absolutas y que la universidad es la primera que debe protegerse de tales. “El respeto por esta diversidad implica también un respeto por el conocimiento ancestral, el conocimiento empírico y los saberes tradicionales sin desmeritarlos ni desprestigiarlos ante el conocimiento académico. La combinación de todos ellos, sin duda, es un terreno fértil para crear nuevos puntos de vista y maneras de atender y entender el mundo”.
 
Gutiérrez aseguró que rememorar estos inicios es un ejercicio de muchísimo valor porque ayuda a poner en perspectiva todo lo que se ha logrado a lo largo de más de 5 décadas de trabajo continuo con y para las comunidades. “La regionalización, y su correspondiente democratización del conocimiento, no serían posible sin la autonomía que gozan las universidades públicas”.

El rector concluyó su intervención con un mensaje esperanzador para toda la comunidad universitaria “que estos 55 años de aporte al desarrollo regional nos sirvan de motivación, para seguir adelante con la delicada labor de  siembra, para que cada persona tocada por  la universidad, sea en sí misma, tierra fértil para seguir cultivando ideas, innovaciones y oportunidades”.

La actividad completa se puede ver en http://ucr.cr/r/V3lQe

 

Grettel Rojas Vásquez
Periodista Sede de Occidente de la Universidad de Costa Rica

UCR: Danzas con acento en luchas y rescate de la herencia cultural

Múltiples expresiones artísticas indígenas costarricenses rinden homenaje a la naturaleza, a sus luchas ancestrales en defensa de sus territorios y a su cosmogonía. Fotos Anel Kenjeekeva-ODI, UCR.

En el Día de la Persona Indígena Costarricense la compañía Danza Universitaria rindió homenaje a sus expresiones dancísticas y artes ancestrales

Autoría: Eduardo Muñoz-Sequeira (Vicerrectoría de Acción Social)

Con la presencia de agrupaciones de baile y producciones artísticas de cinco comunidades indígenas costarricenses la agrupación Danza Universitaria (DanzaU) dio un paso adelante en el reconocimiento de sus expresiones dancísticas como parte de la iniciativa Paréntesis Espacio de Danza, una plataforma que destaca los aportes de personas o instituciones a la danza mediante vivencias cercanas que tienen pocas posibilidades de vinculación en los circuitos culturales predominantes en el mundo.

La actividad realizada entre el 22 y 24 de marzo en el campus de la Universidad de Costa Rica (UCR) fue el preludio para la conmemoración del Día de la Persona Indígena Costarricense, establecido por decreto cada 19 de abril, con el fin de motivar a la reflexión sobre el trato y las condiciones que estas comunidades tienen en Costa Rica, así como en el resto de América. Aunque dicha celebración fue acogida por el Primer Congreso Indigenista Interamericano, celebrado en Patzcuaro, México, la fecha solamente fue acogida en ese momento por Costa Rica, Brasil y Argentina; y el Estado costarricense lo oficializó en 1971.

Cada 19 de abril se pone en relieve el aporte de las culturas indígenas del país, destacando su cultura. En ese sentido, la sétima edición de Paréntesis Espacio de Danza “la dedicamos a las danza indígenas costarricenses, concretamente a las comunidades Bribri, Ngäbes, Malekus, Borucas y Cabécares, como un homenaje a nuestros pueblos originarios, al aporte de su cosmogonía en la construcción de nuestra multiculturalidad; al reconocimiento de sus luchas por la recuperación de sus territorios y a la dignificación de su cultura y de sus condiciones de vida”, comentó la magister Carolina Valenzuela Hernández, productora de DanzaU.

Este encuentro artístico es parte de las iniciativas impulsadas por la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) de la UCR, que mediante la coordinación con la  Red Institucional para el Trabajo Conjunto con Pueblos Indígenas (RIPI) propone un diálogo entre la comunidad universitaria y los pueblos y territorios indígenas, desde una ética y práctica institucional que reconozca la autonomía de los pueblos indígenas y el reconocimiento, promoción, defensa y exigibilidad de sus derechos, con la finalidad de ser un vínculo o canal de comunicación que permita abrir espacios de diálogo interculturales e interdisciplinarios.

Según Valenzuela, esta fue la primera vez que Paréntesis se enfocó hacia las expresiones artísticas indígenas nacionales, lo que implicó una gran logística para lograr que las personas delegadas de estas cinco etnias compartieran con la comunidad universitaria sus saberes.

Entre las interpretaciones dancísticas presentadas estuvieron el Juego de los Diablitos, Cagrúv rójc en lengua boruca, un baile tradicional que rememora la lucha de este pueblo en contra de los invasores españoles durante la época colonial. Por su parte, el grupo Kigaribu Ngäbe presentó varias propuestas, entre ellas la Danza de la Madre Tierra; sus danzas se arraigan al diario convivir con los elementos de la naturaleza. Su esencia está en hacer homenaje a la preservación de las especies de animales, bosques, ríos, las cuales muchas veces están en peligro de extinción”, afirmó Wilfredo Montezma Rodríguez, integrante de dicha agrupación Ngäbe.

El grupo de bailarines bribris compartieron la Danza del Sorbón, un baile comunitario que simboliza la estructura social de una comunidad fuerte y capaz de enfrentar las adversidades bélicas, económicas y sociales. Además, el público pudo disfrutar de danzas cabécares como El Toro, La Serpiente y Siwá Pákö. Los maleku trajeron al campus universitario un espectáculo de teatro de sombras. La programación incluyó exposición de trabajos artesanales y un taller de máscaras borucas.

INTERCAMBIO DE SABERES

Para Carolina Valenzuela la danza contemporánea tiene cabida para múltiples propuestas artísticas, y en ese sentido la apertura a las danzas indígenas costarricenses permitieron un intercambio de conocimientos entre DanzaU, bailarines participantes en Paréntesis Espacio de Danza y las personas que vinieron desde las cinco etnias originarias costarricenses invitadas.

DanzaU ya ha trabajado el tema indígena con directores anteriores, como la coreografía creada por Rogelio López en los años ochenta con “Tierra de Maíz”.

“La participación de agrupaciones indígenas abrió una ventana de cooperación futura con Danza U, ya que estamos considerando incluir de manera permanente el aporte indígena en las siguientes ediciones de Paréntesis”, comentó la productora artística.

Incluso, consideró Valenzuela, se puede pensar en propiciar espacios más amplios como encuentros regionales donde grupos dancísticos compartan sus propuestas artísticas, ya que la experiencia de la sétima edición de Paréntesis se convirtió en una oportunidad de intercambio entre los mismos grupos participantes.

Finalmente, Justo Avelino Torres Layan, maestro de cultura bribri y habitante de Suretka, Talamanca, agradeció la invitación “porque pocas veces somos tomados en cuenta en estos lugares de mucha energía. Luchemos cada día por ser forjadores de la paz, tejedores de nueva esperanza, de una nueva humanidad porque al final todos somos hermanos, con diferente cultura pero es la misma inspiración de Sibö”.


COSTARRICENSES HASTA QUE MUERA EL SOL

Según el último Censo de Población realizado en el 2011 por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, en Costa Rica unas 105 mil personas costarricenses se reconocen como indígenas, habitando en 24 territorios que representan el 7% del país.  Este dato es el cálculo oficial según los decretos de creación de dichas zonas porque gran parte sigue invadida por ocupantes no indígenas, cuya lucha por su recuperación sigue atentando contra los derechos reconocidos por el Estado y ha ocasionado el asesinato de líderes que perdieron sus vidas en su afán de recuperar las tierras ancestrales de los pueblos que aún preservan su legado cultural. 

A la fecha se reconocen ocho pueblos indígenas, a saber Huetar, Maleku, Bribri, Cabécar, Brunka, Ngäbe, Bröran y Chorotega, que constituyen aproximadamente el 2.5 % de la población. 

El olvido estatal y la falta de políticas claras para brindarles igualdad de oportunidades a las personas indígenas se evidencia en sus altos índices de pobreza.  Aunque el 20% de la población nacional se califica como pobre, las personas de los pueblos indígenas superan alarmantemente dicho porcentaje, de la siguiente manera:  cabécares 94.3 %; Ngäbe 87 %; Bröran 85.0 %; Bribri 70.8 %; Brunka 60.7 %; Maleku 44.3 %; Chorotega 35.5 % y Huetar 34.2 %.

El Decreto Ejecutivo  Nº 1803-C, promulgado en 1971, estableció que cada 19 de abril será un día para que el pueblo costarricense reconozca sus orígenes, para rescatar y defender la herencia de sus antepasados. 

En agosto de 2020, el Consejo Universitario de la UCR reafirmó el compromiso en la defensa de los derechos fundamentales de las poblaciones indígenas, el reconocimiento de sus territorios, su cultura y sus identidades, así como de las formas en las que se organizan política, económica y socialmente.

Desde la Vicerrectoría de Acción Social se trabaja en unos 55 proyectos que tienen como fin cumplir con ese compromiso. Algunos de ellos, además de la RIPI, son Narrativas audiovisuales de resistencia de mujeres indígenas de Talamanca;  y Acompañamiento en el diseño de un modelo para el buen vivir en la comunidad Térraba-Brörán, Se’ Siwa’: cocreación del libro de historias bribris en el territorio KéköLdi,  Desarrollo de Capacidades en la Atención Primaria de la Salud en Población Ngäbe, Lenguas y tradiciones orales de Costa Rica y Escucha, expresión y acción: Ciudadanía en personas jóvenes de Talamanca, entre otros.

UCR: El impacto de los asesinatos en los pueblos indígenas provoca un giro en los proyectos de investigación en Ciencias Sociales

Día del Aborigen Costarricense

Grupo de trabajo institucional analiza a profundidad el conflicto interétnico y los ciclos de violencia por parte de personas no indígenas

El proyecto multidisciplinario “Conflictos territoriales e interétnicos en Buenos Aires, Costa Rica. Aportes interdisciplinarios para su resolución” (B8358), surge de la concertación de diferentes personas especialistas de la Facultad de Ciencias Sociales interesadas en indagar sobre los ciclos de violencia en el cantón de Buenos Aires. Pero también en transformar sus investigaciones académicas en acciones que contribuyan y respalden la reivindicación de derechos territoriales, culturales y políticos de los pueblos originarios del cantón de Buenos Aires, Puntarenas.

El cantón de Buenos Aires cuenta con la mayor diversidad cultural del país y concentra el mayor número de territorios indígenas, seis de los veinticuatro que existen, pertenecientes a cuatro pueblos: Brunkas o Borucas, Brörán-Térraba, Bribri y Cábecar.

Sin embargo, a pesar de la delimitación legal de estos seis territorios en promedio solo el 44,7 % de los mismos están en posesión de familias indígenas, producto tanto del auge desarrollista promovido por el Estado en las últimas cinco décadas, como de una evasión institucional, sistemática y discriminatoria contra las personas y las comunidades indígenas.

El proyecto está bajo la coordinación de la Dra. Denia Román Solano de la Escuela de Antropología y el Centro de Investigaciones Antropológicas (CIAN) y cuenta con el apoyo de personas investigadoras de la Escuela de Historia, Escuela de Filología, Lingüística y Literatura, Escuela de Geografía, Escuela de Ciencias Políticas, Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva, Escuela de Psicología, Facultad de Derecho, CIAN, Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericana, así como otras instituciones como Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica, la Universidad de Brasilia en Brasil, la Universidad de San Carlos en Guatemala y la Universidad de Viena en Austria.

Bajo la convocatoria de la Escuela de Antropología y el liderazgo del Dr. Marcos Guevara (fallecido en enero del 2021) este equipo considero pertinente analizar a profundidad el conflicto interétnico y los ciclos de violencia por parte de personas no indígenas ante nuevos procesos de reposicionamiento territorial de las familias indígenas, a través del movimiento de recuperaciones de tierras. Este movimiento emerge ante décadas de demandas legales y administrativas por parte de personas y organizaciones indígenas en diferentes instancias del estado costarricenses, sin soluciones concretas.

«Pretendíamos transformar la academia en un campo de interlocución con el Estado pero el impacto de los asesinatos transformaron esta idea inicial en indignación, en impases metodológicos y en una reflexión detenida sobre los límites del conocimiento ante el estudio de la violencia.

Aprendimos que seguir el conflicto de cerca, la violencia y el racismo nos fue cambiando el lugar desde el cual investigamos y el abordaje desde donde comprendemos las relaciones entre el Estado y pueblos indígenas, pero además del lugar que tiene lo indígena y las comunidades indígenas en la sociedad a la cual pertenecemos, así como las universidades en las que trabajamos …

Investigar un conflicto en desarrollo permite llegar a ciertas confluencias analíticas y a cierta disposición para “dislocarse” o “desarticularse disciplinarmente” con el propósito de comprender el acto de violencia…

Nos lleva a interpelar al Estado de manera más política… y nos interesa conocer al Estado más como un actor del conflicto, descifrar el sustento de la idea de nación, así como indagar el racismo regional y el papel de las instituciones estales ante ello».

Dra. Denia Román Solano de la Escuela de Antropología y el Centro de Investigaciones Antropológicas (CIAN)

En estos diez años han surgido constantes ciclos de violencia por parte de los poseedores no indígenas o de sus trabajadores y la acción estatal ha sido reactiva, inadecuada y sin un seguimiento a nivel local, lo cual provoca que la violencia se repita. Son tres administraciones gubernamentales que han establecido mecanismos para la negociación, protocolos para detener la violencia y planes territoriales, sin resultados concretos. Las amenazas y agresiones continúan, así como una lamentable impunidad, incluso en el caso de asesinatos relacionados con la lucha.

Dicha incapacidad por parte del Estado motivó a que organizaciones y líderes indígenas bribris y térrabas-brörán iniciaran un proceso en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), de la Organización de Estados Americanos (OEA). Así, en el 2015, esta instancia le interpone al Estado costarricense medidas cautelares a favor de los líderes, las familias recuperadoras y las personas indígenas de los territorios de Salitre y Térraba (Medida Cautelar N.º 321-12).

La respuesta del Estado fue muy lenta e ineficiente, y los asesinatos de Sergio Rojas Ortiz y Jehry Rivera Rivera se dieron justamente 4 y 5 años después de que se emitieran las medidas cautelares. Sin duda, estos homicidios evidencian la incapacidad del Estado, no solo para hacer cumplir sus propias leyes, sino para mediar en un conflicto que su misma incapacidad provocó. Muestra, igualmente, el declive de los derechos humanos en el país y la exacerbación del racismo en el Pacífico Sur, que se refleja en las acciones e inacciones de institucionalidad costarricense.

Al iniciar un nuevo siglo la preeminencia del multiculturalismo mostró sus contradicciones tanto en Costa Rica como en el resto de la región centroamericana. La antinomia entre la legislación, la movilización organizativa de los indígenas (respaldada por los organismos internacionales), por otro lado, la desaplicación de las leyes y la implantación de proyectos extractivos en tierras indígenas, generaron un progresivo aumento de conflictos territoriales, pero también de los litigios legales nacionales e internacionales que apelan a la legislación multicultural.

Equipo multidisciplinario

Coordinación:
Dra. Denia Román Solano, Escuela de Antropología y CIAN, UCR

Personas investigadoras:
Dra. Alejandra Boza Villarreal, Escuela de Historia, UCR
Sr. Alí García Segura, Escuela de Filología, Lingüística y Literatura, UCR
M.Sc. Francisco Solano Mata, Escuela de Geografía, UCR
M.Sc. Luis Mariano Sáenz Vega, Profesor jubilado e investigador ad honoren del CIAN, UCR
Dra. María Paula Barrantes Reynolds, Escuela de Ciencias Políticas y Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericana, UCR (proyecto vinculado)
M.Sc. Marvin Amador Guzmán, Escuela de Comunicación Colectiva, UCR
Dr. Roberto Castillo Vásquez, Escuela de Geografía, UCR
M.Sc. Xinia Zúñiga Muñoz, profesora jubilada e investigadora del Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo, Universidad Estatal a Distancia, Costa Rica.

Investigadoras temporales
M.Sc. Helga Arroyo Araya, Escuela de Psicología, UCR / Psicología UNA
Dra. Marcela Moreno. Facultad de Derecho, UCR.

Codirección científica:
Dra. María Eugenia Bozzoli, profesora emérita e investigadora del CIAN, UCR
Dra. María del Carmen Araya Jiménez, profesora jubilada e investigadora del CIAN, UCR
Dr. Onésimo Rodríguez Aguilar, director del CIAN, UCR

 

Marilin Agüero Vargas
Comunicadora Ciencias Sociales

Preventa de frijoles Upaleños

El PROESS, TCU 607 y el Proyecto ED3602 realizará una preventa de frijoles provenientes de las y los productores de Upala. Anuncian lo siguiente:

Desde el Programa de Economía Social Solidaria (PROESS), el TCU 607 “Comer Orgánico” de la Escuela de Sociología y el Centro de las investigaciones agronómicas (CIA)/Proyecto ED3602 “Acompañamiento en la potenciación de sistemas agroalimentarios en manos de pequeños productores ubicados en el cantón de Upala”, se está co-organizando una segunda entrega de deliciosos y frescos frijoles de productores y productoras de San José de Upala. Dicha entrega se hará en la entrada de la Facultad de Ciencias Sociales y en el Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA) DE LA Universidad de Costa Rica de la Sede Rodrigo Facio.

Los pedidos deben ser cancelados por medio de sinpe móvil al número 86150323 a nombre de asociación de productores y productoras de San José Upala. El comprobante de pago se debe enviar al correo proess@ucr.ac.cr indicando su nombre completo. El envío de comprobante y los pedidos cierran el jueves 20 de abril y la entrega será el 24 y 25 de abril.

Si está interesado en adquirir y colaborar con estos productores llene el siguiente formulario para agendar su pedido: https://forms.gle/DJeaRk9oPYSvnKc86

 

Información compartida con SURCOS por Fernando Zeledón.

Conversatorio: Sumando acciones hacia la soberanía y la seguridad alimentaria y nutricional desde los gobiernos locales

Tercer conversatorio de intercambio sobre gobiernos locales, en el marco de la Semana de la Nutrición: «Sumando acciones hacia La soberanía y la seguridad alimentaria y nutricional (SSAN) desde los gobiernos locales».

Temas del conversatorio:

  • Herramientas políticas que contribuyen con la SAN en CR:
    • Plan Nacional de Agricultura Familiar
    • Guías alimentarias basadas en sistemas alimentarios
  • Presentación de acciones desde gobiernos locales y su relación con organizaciones

18 de mayo, de 9 am a 11 am

Sala de Audiovisuales, Facultad de Ciencias Sociales, UCR

UCR, Voz Experta: Ley de Empleo Público, ¿por qué estamos aquí y hacia dónde vamos?

M Sc. Angélica Vega Hernández, directora de la Escuela de Administración Pública. Foto: Karla Richmond, UCR.

El país debería promover nuevas habilidades en la función estatal

Como todo cambio, esta reforma tiene adeptos y enemigos, gente que gana y gente que pierde.

Nuevamente nuestro país se encuentra en una discusión acalorada respecto a la Ley Marco de Empleo Público.

Quiero detenerme en el análisis del por qué ha sido tan complicada una verdadera modernización del empleo público. Es cierto que puede haber muchas visiones válidas; sin embargo, quisiera apuntar tres que veo con claridad: la mala calidad del servicio, los intereses de tercerización y la crisis presupuestaria.

En la primera tenemos responsabilidad todos los funcionarios públicos, quienes de una u otra forma nos hemos escudado en beneficios como la estabilidad y derechos adquiridos para mantenernos en el puesto, en algunos casos sin esfuerzo, calidad e incluso sin la ética necesaria en el servicio que prestamos. Evidentemente, la sociedad está cansada, e incluso nosotros mismos como empleados estamos hastiados de conocer personas en el trabajo que realmente son un gasto para la institución y generan sobrecarga a los equipos, mientras las jefaturas no pueden o no quieren accionar al respecto.

El segundo es la tendencia en nuestro país, desde hace ya más de 30 años, del traslado de los servicios públicos al sector privado, algo que ya se ha logrado en muchas áreas: la banca, la educación primaria y secundaria, las telecomunicaciones y el sector salud. La apuesta ha girado en torno a la premisa de que el sector privado da resultados de altísima calidad con respecto a la función pública, situación que – hemos constatado – está muy lejos de ser cierta… Pero la peor parte es la desigualdad que ha generado este fenómeno.

Como ejemplo concreto de lo anterior, hoy nuestra sociedad debe contribuir a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y además pagar por servicios tercerizados de salud para atención primaria, pero que en ningún caso atienden casos agudos de pacientes, operaciones delicadas y tratamientos de largo plazo; para este tipo de complicaciones, la persona debe ir a los hospitales de la CCSS. Al final el pago es doble y el sector privado no da una respuesta semejante a lo que ofrece el sector público hasta el presente.

Finalmente, la eterna crisis presupuestaria de nuestro país. Esta siempre es más grande y preocupante, y se ciñe en los recortes del gasto público. Por ende, todas las instituciones estatales han sufrido estos recortes en sus recursos desde los años 80 y, desde entonces, se ha creado una idea del funcionariado público como enemigo de la ciudadanía: personas vagas, incompetentes, desleales y poco preparadas.

Derribando mitos del funcionariado público

Los estudios muestran que los servidores públicos – en su mayoría – tienen grados universitarios y desarrollan efectivamente una carrera administrativa. Además, en el sector estatal los salarios mantienen paridad de género y políticas de no discriminación en las contrataciones, pautas difíciles de encontrar actualmente en el sector privado.

Esta es una realidad que persevera, a pesar de que hace más 30 años “se le vende” a la población que nuestro sector público es de pésima calidad. Si fuera así, la atención de la pandemia por el COVID-19 hubiera sido absolutamente diferente a lo que fue, pues dicho sea de paso, esta crisis sanitaria fue enfrentada casi en su totalidad por el sector público costarricense.

Los recortes y la mala imagen que se ha forjado del servidor público ha generado, sobre todo, un sinsabor de la población, en beneficio de sectores privados que reciben ganancias de esta dicotomía falsa que se le inculca a la población y que busca un “buen servicio”, pero que no resuelve las necesidades de nuestro país: salud de calidad, educación de calidad, trabajo de calidad, vivienda de calidad y seguridad de calidad.

Lo preocupante de este contexto es que la Ley Marco de Empleo Público se enfoca en un único elemento: el presupuestario. La consigna es recortar salarios, porque son desiguales y excesivos. Sin embargo, ni el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica, ni el de Hacienda, ni tampoco la Dirección General del Servicio Civil muestran estudios de mercado, con datos y evidencia, para establecer esa nueva escala global. Al parecer, la referencia es que las remuneraciones “se parezcan” a las del sector privado; sin embargo, olvidan que este se caracteriza por tener salarios bajos y desiguales. Parece imposible que con en esta ley podamos tener, cuando menos, un análisis de mercado de salarios respecto al costo de vida, que es el más alto en la región.

El destino incierto del empleo público

La pregunta final es: ¿hacia dónde vamos? Si no se percibe con seriedad que estemos frente a una reforma de toda la dinámica de empleo público y no solo de un ajuste de salarios a la baja, vamos a empeorar aún más las condiciones laborales de la población y esto impactará negativamente en el servicio público, de forma indudable.

En el corto plazo, las personas en la función pública desistirán de crecer en las organizaciones, las más preparadas probablemente se trasladarán a sectores privados o comenzarán a salir del país a buscar mejores condiciones (sí, en Costa Rica tenemos mucho capital humano de exportación en las instituciones públicas). En el mediano y largo plazo no habrá incentivos para permanecer en el servicio público, lo que traerá efectos adversos sobre la competitividad del país.

Este no es un asunto menor. Mientras en nuestro país se minimiza la función pública, en Europa no solo se potencia, sino que también se discute cómo se prepararán las personas para atender servicios con inteligencia artificial y qué otras innovaciones tecnológicas deberán implementar; además de cómo se perfilan para servir a las poblaciones de adultos mayores y cuáles nuevas habilidades de participación social van a requerir. Estos temas no se discuten en la Ley de Empleo Público, pues su texto se limita al recorte del gasto y esto es absolutamente preocupante de cara la tendencia internacional.

La función pública es responsabilidad de todos. Las personas funcionarias debemos tener claro que no trata solo de estar contratado por el Estado, sino de una posición estratégica desde donde se diseña y se construye el país día con día. Espero que las autoridades hagan una reflexión importante sobre la amplitud de las decisiones que se toman hoy y abran rutas de discusión que hagan de nuestra función pública una plataforma de innovación y desarrollo, porque realmente eso es lo que nuestra población requiere, pero que la discusión actual de la ley no lo promueve.

 

M Sc. Angélica Vega Hernández
Directora de la Escuela de Administración Pública, UCR

La Escuela de Trabajo Social de la UCR aportó 93 731 horas de trabajo a la sociedad en el 2022 por medio de las prácticas académicas

Actividad de intercambio de talleres I y II, Escuela de Trabajo Social (fotografía Daniel González Quesada)

Desde 1954 las prácticas académicas también denominadas “talleres” adquieren un papel fundamental en el proceso formativo de la carrera de Trabajo Social de la Universidad de Costa Rica.  Su desarrollo implica las posibilidades materiales para una aproximación crítica a la realidad nacional por parte del estudiantado y el cuerpo docente, condición que ha resultado esencial para generar procesos de articulación teórico – práctica que contribuyen a fortalecer e innovar el Trabajo Social, desde el ámbito formativo e interventivo.

Así, desde hace más de seis décadas, las personas estudiantes de Trabajo Social del tercer, cuarto y quinto nivel de carrera aportan 15 horas semanales a instituciones públicas, organizaciones no gubernamentales o comunidades en diversas partes del país, lo que implica un total de 450 horas por estudiante al año. 

Durante, el 2022 con el objetivo de  fortalecer procesos organizativos  con las comunidades de Desamparados, Upala, Caribe Norte, Heredia, Escazú y Belén de Heredia, 68 estudiantes de tercer nivel, aportaron 30.600 horas en procesos socio-educativos con infancias, adolescencias y juventudes, poblaciones migrantes y transfronterizas con énfasis en la lucha contra la violencia y la promoción de la paz, defensa del  derecho humano a vivir en un ambiente sano y sostenible, fortalecimiento de la economía social solidaria y la promoción de los derechos de las personas con discapacidad. 

En el caso de la práctica de cuarto nivel, las estudiantes se vinculan con 41 instituciones y organizaciones ubicadas en las provincias de San José, Cartago, Heredia y Alajuela que se dividen en los sectores: gobiernos locales, salud, justicia, derechos humanos y diversidades, niñez y adolescencia y asistencia social. 

Este año, 83 estudiantes realizaron su práctica de cuarto nivel de carrera en las diversas instituciones públicas y organizaciones sin fines de lucro, acompañadas por profesionales en Trabajo Social que fungen como co-supervisoras. Este proceso significó 37 350 horas de práctica académica.  

Maureen Collado, trabajadora social de la Oficina de la Mujer de la Municipalidad de Acosta, indicó que el vínculo con la Universidad de Costa Rica a través de las estudiantes de cuarto año Yerlin Gutierrez Garita y Keitty Cordero Chacon, quienes realizaron su práctica durante el 2022 en esta institución, ha posibilitado “una oportunidad de aprendizajes compartidos; ambas estudiantes brindaron un apoyo a las oficinas que se convirtió en crecimiento, profesionalismo, innovación, acciones concretas que pasaron del papel a ser una realidad; generando de esta forma mecanismos de acción para avanzar en temas sociales a nivel cantonal”. 

Por su parte, Yerlin Gutiérrez menciona que su experiencia de práctica académica en este gobierno local significó “un enlace directo con la realidad profesional a partir de la cual se comprende de forma más concreta la relación teórico-práctica que se nos enseña durante el periodo previo a las prácticas y además abre el espacio para cuestionar la realidad desde una dimensión ético-política del papel interno que se le asigna a las y los trabajadores sociales. También significó un gran espacio de crecimiento como futura profesional ya que tener el contacto con las diversas poblaciones y comprender sus necesidades desde las distintas realidades, a su vez, abrió un espacio para cuestionar el accionar estatal mediante el gobierno local con respecto a sus formas de atención a estas poblaciones y específicamente lo que corresponde a Trabajo Social».

Finalmente, en el nivel de Licenciatura de la carrera de Trabajo Social, 25 200 horas fueron aportadas por las más de 55 personas estudiantes que desarrollaron su proceso de análisis de la política pública, particularmente de la política educativa de Costa Rica, la política de seguridad social, la política de asistencia social, la política social desde la gestión de los gobiernos locales y la política nacional de responsabilidad social. 

Las reflexiones desarrolladas en este nivel permiten un diálogo con las profesionales que posibilita que la universidad pública aporte a comprender los procesos de producción y distribución de los servicios sociales, con el fin de construir respuestas efectivas a las necesidades, intereses y aspiraciones de las poblaciones usuarias, por parte de las instituciones u organizaciones y servicios sociales.

Así, las cosas, las prácticas no solo fortalecen la formación académica y profesional del estudiantado sino también adquieren una dimensión de acción social estratégica que favorece -desde cada centro de práctica- la construcción, de una perspectiva humanista del desarrollo, que pone en el centro, la justicia, la equidad y la inclusión social.

 

Laura Rivera Alfaro
Docente Escuela de Trabajo Social, UCR
 
Liliana Monge Sánchez
Docente Escuela de Trabajo Social, UCR