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Etiqueta: UCR

UCR: Madres de colegiales podrán prepararse para su bachillerato sin salir de casa y en horarios a su conveniencia

Proyecto: Juntas al Bachi

Según la Encuesta Nacional de Hogares 2020, en Costa Rica el 85 % de las familias en pobreza dependen de personas sin estudios, y muchas de esas personas son madres solas, que deben luchar día tras día para sacar adelante a sus familias y suplir las muy variadas necesidades de sus miembros.

Esas madres quieren estudiar, en algunos casos incluso ya ganaron parte de las materias de secundaria, pero no tienen la posibilidad de asistir a un centro educativo o a ingresar al Colegio Nacional de Educación a Distancia (CONED) para finalizar su bachillerato. Como una respuesta, nace el Proyecto “Juntas al Bachi” desarrollado con la colaboración del Trabajo Comunal Universitario de la UCR “TCU-089 Servicios Educativos Complementarios” de la Facultad de Educación, la empresa Cecropia, la Fundación Tejedores de Sueños, y el patrocino de la empresa Bayer.

Por su condición de jefas de hogar a muchas madres de colegiales de escasos recursos se les dificulta asistir a clases presenciales o en línea, también por ser cursos con horarios establecidos. Juntas al Bachi entonces viene a dar una mano a esas madres para que logren completar su bachillerato; es un programa gratuito y la estudiante podrá escoger el horario que mejor se adapte a sus necesidades, sea de día o de noche.

Son muchas las buenas razones por las cuales Juntas al Bachi se diseñó para madres de estudiantes de secundaria, entre ellas que el programa se dirige a madres de estudiantes de secundaria porque al tener estudiantes del mismo nivel en casa, pueden motivarse mutuamente; también porque si la madre termina secundaria, las y los hijos tienen mayor probabilidad de seguir estudiando y toda la familia tiene mejores opciones de salir de la pobreza.

Según manifestó la directora de la Fundación Tejedores de Sueños, Linda De Donder, “Se trata de aprovechar las circunstancias que propició la pandemia, donde muchos hogares hoy en día cuentan con dispositivos electrónicos e internet para la educación y también seguimos instando a las autoridades respectivas para hacer realidad en el corto plazo la propuesta de dotar de internet a todas las familias con estudiantes en la educación pública”.

Durante el acto de presentación del proyecto, la señora De Donder enfatizó que el objetivo  principal de la Fundación es evitar la exclusión estudiantil  y por ello les pareció que se debía de aprovechar el actual auge de la educación virtual producto de la pandemia y “generar la oportunidad de que las madres se convirtieran en apoyo y motivación para sus hijas e hijos  al ver su ejemplo de superación muchas veces truncado por las obligaciones familiares”.

La empresa Cecropia se encarga del software en el que las y los jóvenes del TCU de la UCR suben la materia para que las madres se preparen para los exámenes de Bachillerato por Madurez. De esa manera, las madres matriculadas pueden estudiar a su propio ritmo, desde su hogar y sin descuidar sus obligaciones. En una primera etapa, se ofrecerán los niveles de décimo y undécimo año para quienes ya lograron completar noveno, pero el objetivo es extender el programa para todos los niveles de secundaria.

¿Cómo funciona Juntas al Bachi?

Las madres  deben llenar y enviar la solicitud de matrícula por medio de este formulario. Una vez aceptada la matrícula la madre recibirá un video explicativo, elaborado por CONED, sobre cómo funciona el programa, así como una clave de primer ingreso. Posteriormente dentro del sistema la persona matriculada se inscribe para las materias que desea estudiar. Cada materia incluye textos, videos, podcasts, entre otros, y además puede contactar al personal docente si necesita alguna aclaración adicional.

El estudiante de cuarto año de Enseñanza de la matemática, Juan Durán Morera,  es parte de este TCU 089, él estuvo presente en el acto y  destacó que este particular proyecto para madres es una excelente oportunidad para poner en práctica lo que será su quehacer diario como docente, pero también le complace mucho colaborar en un mejoramiento de la calidad de vida de estas personas por medio de una mejor educación.

“La educación es una de las disciplinas que más deben de llegar a las personas en vulnerabilidad, porque son estas las que viven las peores situaciones económicas y  sociales debido, en gran medida, a que no han podido concluir sus estudios. Este tipo de proyectos como Juntas al Bachi son excelentes oportunidades para mejorar las condiciones de estas personas y sus familias. También para nosotros los futuros docentes es una gran oportunidad para acercarnos y conocer mejor a esas personas que no están dentro de un aula, de una institución; nos sensibiliza más sobre ese lado humano de la educación y del impacto de  la labor del docente”.

El país cuenta con una serie de estudios por parte del MEP asì como de otros entes especializados, en los cuales se refleja el bajo nivel educativo de los padres y madres en un muy importante porcentaje de familias.

En cuanto al hecho de que estas madres podrán encontrar apoyo en sus hijos colegiales a la hora de desarrollar los cursos, estudiar juntos, practicar para los exámenes, entre otros aspectos, Durán señaló que va más allá de ese acompañamiento. “Se trata de ese ejemplo que la mamá está dando a sus hijos, de su esfuerzo y su compromiso por salir adelante; de su mensaje a sus hijos de que no deserten del sistema educativo, como tal vez ellas tuvieron que hacerlo”.

Aparte de las materias, el sistema también ofrece herramientas, como consejos y estrategias para estudiar, consejos para el manejo del tiempo, consejos para combinar familia y hogar con los estudios, entre otros tantos. Cuando la alumna se siente lista puede inscribirse para presentar el el examen.

Para este 2022 Juntas al Bachi le permitirá a las madres matricular las siguientes materias y modalidades:

BB-01: Bachillerato por Suficiencia o Madurez de Biología

BQ-01: Bachillerato por Suficiencia o Madurez de Química

Un total de 35 estudiantes de educaciòn de la UCR, agrupados en el Trabajo Comunal Unibversitario TCU 089, brinda apoyo integral a estudiantes de la Enseñanza Secundaria Pública, de la Educación Abierta y diversos centros de ayuda social con necesidad de mejorar el rendimiento académico, con el fin de complementar los procesos de formación y propiciar la superación de sus dificultades académicas. La fundación tejedores de sueños les dio un reconocimiento a los estudiantes de la UCR que son facilitadores en Juntas al Bachi.

BF-01: Bachillerato por Suficiencia o Madurez de Física

BFR-01: Bachillerato por Suficiencia o Madurez de Francés

BM-01: Bachillerato por Suficiencia o Madurez de Matemáticas

BRO-01: Bachillerato por Suficiencia o Madurez de Español (Redacción y Ortografía)

Las madres interesadas pueden informarse con mayor detalle por medio de la página web de la Fundación Tejedores de Sueños y  solicitar información al teléfono 8440 0303.

 

María Encarnación Peña Bonilla
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR, Manos de inclusión ¡Celebremos el Día de la Lengua de Señas Costarricense!

Carlos Gutiérrez Vargas; Eric Chinchilla Araya, Carlos Gutiérrez Vargas primer estudiante sordo usuario de Lesco que se gradúa del Bachillerato en Derecho en la Universidad de Costa Rica (UCR).Eric Chinchilla Araya Intérprete LESCO – Lengua de Señas Costarricense – tanto en el área televisiva como en aula universitaria.

Tenemos el compromiso como sociedad de ser inclusivos, de respetar y respaldar cada día el derecho a la comunicación de la persona sorda

Las personas sordas tienen la Lengua de Señas Costarricense (LESCO) como  lengua materna, reconocida desde el 2012 a través de la Ley No.9049, así como desde el 2020 con la Ley No. 9822 en la que se reconoce como patrimonio lingüístico y cultural de nuestro país y se declara el 19 de julio el Día Nacional de la Lengua de Señas Costarricense.

Una fecha que reitera el compromiso como sociedad con la accesibilidad y medidas que deben adoptar las instituciones públicas y privadas, para que las personas sordas tengan acceso en igualdad de condiciones con los demás al entorno físico, el transporte, la información, la educación y las comunicaciones; incluidos los sistemas y las tecnologías de la información y las comunicaciones, y a otros servicios e instalaciones abiertos al público o de uso público.

Esta fecha nos convoca a   reconocer la LESCO, celebrarla y promover su aprendizaje. La Ley No. 9822 Reconocimiento y promoción de la lengua de señas costarricense reconoce y promueve en nuestro país “la lengua de señas costarricense como lengua de las personas sordas, que libremente decidan utilizarla, así como el uso de los medios de apoyo a la comunicación oral”.

La población con pérdida auditiva, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) para el 2016, fue de 70.000 personas, lo que corresponde a un 1,5% de la población total para ese año. Aquí el público muestra la ya muy conocida seña del aplauso. Foto, Luis Alvarado Castro.

Bien lo señala   la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad cuando busca “promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente”. Este 19 de julio nos convoca a luchar día a día contra la discriminación por motivos de discapacidad auditiva; “…contra cualquier distinción, exclusión o restricción por motivos de discapacidad que tenga el propósito o el efecto de obstaculizar o dejar sin efecto el reconocimiento, goce o ejercicio, en igualdad de condiciones, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales en los ámbitos político, económico, social, cultural, civil o de otro tipo

Aquí LESCOntamos…

Desde el Programa Recursos para la Sordera (PROGRESO) de la Universidad de Costa Rica, “reiteramos este 19 de julio la importancia del reconocimiento y concienciación  entre la  población del país sobre la Lengua de Señas Costarricense como lengua materna de las personas sordas, así como la trascendencia y  pertinencia, desde un enfoque social de derechos humanos, de que las personas oyentes aprendan  la lengua y aprendan sobre la cultura sorda para trabajar juntos y promover espacios laborales, sociales, recreativos y otros que sean inclusivos” señala  Laura Matamoros Rodríguez, profesora de la Escuela de orientación y educación especial de la UCR.

Por su parte, Ignacio Álvarez  quien trabaja en la formación de intérpretes en la lengua de señas costarricense,  destaca que PROGRESO nace hace 41 años, tras un convenio con la Universidad de Gallaudet, como un esfuerzo interinstitucional para trabajar y mejorar la oferta de la educación de la persona sorda. En su momento, un proyecto de corte regional, brindando atención a personas sordas, familias y personal docente de la región centroamericana.

La Universidad de Costa Rica, por medio de PROGRESO, logra la formación de intérpretes de Lesco para el país. Foto, Cristian Araya, UCR.

Actualmente PROGRESO es un proyecto nacional con una proyección de formación en la LESCO e Intérpretes de esta lengua. Es un programa de acción social de la UCR para la enseñanza de la LESCO por parte la Escuela de Orientación y Educación Especial, de la Facultad de Educación, que comprende una serie de proyectos adscritos a la Vicerrectoría de Acción Social de la universidad que apoya la enseñanza de LESCO como un medio para lograr la interculturalidad y la equiparación de oportunidades en los ámbitos del desarrollo personal y social de las personas sordas.

A lo largo de la existencia de PROGRESO se ha generado un grupo importante de personas que le reconocen como un ente sin fines de lucro, que busca concienciar e informar sobre la comunidad sorda, su cultura y la lengua entre la comunidad nacional.

El objetivo de PROGRESO es ser más que un ente que brinda cursos, es generar interés y fomentar la inclusión social. El público meta son personas sordas y oyentes, familiares de personas sordas, personal de instituciones públicas y privadas, mayores de edad, que deseen aprender la lengua de señas costarricense.

Hoy en día es más frecuente encontrar en diferentes actividades a intérpretes de Lesco que trabajan para fortalecer el derecho a de la personas sordas a la comunicación y a la información en toda clase de espacios y situaciones. Foto, Luis Alvarado Castro. UCR.

Se ofrecen cursos en los 6 niveles actuales de la lengua, volviendo paulatinamente a la presencialidad, aunque alcanzando a personas de todo el territorio, a través de las ofertas virtuales. Por medio del Programa de formación de intérpretes en la Lengua de Señas Costarricense, se preparan personas que puedan fungir como intérpretes de la comunidad sorda y oyente en los diversos entornos en los que se desenvuelven.

El equipo de trabajo se conforma por: Eugenia Córdoba, coordinadora del ED-693 Capacitación de la Lesco, Eugenia García, coordinadora del ED-3305 Capacitación de la Lesco para instituciones públicas, Laura Matamoros e Ignacio Álvarez, a cargo del ED-3595 Formación de Intérpretes en la lengua de señas costarricense. Se cuenta también con más de una decena de personas instructoras de LESCO certificadas por CRUSA y la UCR.

Conozca un poco màs sobre los derechos de las personas sordas en Costa Rica,  en el siguiente enlace de un programa especial en Canal 15 UCR:  https://www.youtube.com/watch?v=hK39pVX81cA  Aprenda y  practique las diferentes señas de Lesco en este enlacehttps://www.youtube.com/watch?v=Vw069dT12wU  Y siga los consejos del programa de Canal 15 UCR, Nexos,   si le interesa aprender LESCO aquì: https://www.youtube.com/watch?v=gFKGHmUo-f4

Según la Federación Mundial de Sordos, en el mundo hay más de 72 millones de personas sordas que se comunican  en Lengua de señas, formando una diversidad de más de 300 lenguas de señas distintas alrededor del mundo.

Autoritarismo, excepción y derechos humanos: El Salvador

La Facultad de Ciencias Sociales de la UCR le invita a participar de la jornada de este viernes 15 de julio de su Viernes de Cátedra, con el tema: “Autoritarismo, excepción y derechos humanos: El Salvador”.

Se contará con la participación de la M.Sc. Jeannett Aguilar, el Dr. Álvaro Artiga González y la moderación de Mario Zúñiga.

Les esperamos a las 4:00 p.m. por medio del Facebook Live de Cátedra Centroamericana (UCR) https://www.facebook.com/CatedraCentroamerica

 

Compartido con Surcos por Juan Carlos Cruz Barrientos.

UCR: Voz experta: ¿Cómo impulsar las publicaciones académicas de mujeres en la Universidad de Costa Rica?

Por: ​​​​​​​Dra. Tatiana Aguiar Montealegre, directora de la Red Institucional de Formación y Evaluación Docente RIFED.

Por: ​​​​​​​Dra. Tatiana Aguiar Montealegre, directora de la Red Institucional de Formación y Evaluación Docente RIFED.

La biblioteca de Éfeso, en la actual Turquía, fue construida en el año 117 A. C. Era la tercera más grande del mundo, tal como lo muestran ocho orgullosas columnas sobre pedestales a ambos lados de la entrada. Fue (y me atrevo a decir que lo sigue siendo) una de las edificaciones más impresionantes del imperio Romano. ¡Cómo no serlo si allí descansaban más de 12.000 papiros con el conocimiento de la humanidad! Me pregunto cuántos de ellos estaban escritos por mujeres… cuestiono, además, si hemos avanzado en lo que llevamos de este siglo para lograr que las mujeres validen y publiquen en mayor cantidad sus hallazgos en las distintas áreas disciplinares.

Las diferencias abismales entre la producción académica masculina y la femenina están ampliamente documentadas (Koffi, 2021; Ludine et al., 2018; Royal Society of Chemistry, 2019; Sharma & Poole, 2018). Solo por mencionar un ejemplo, el porcentaje promedio de mujeres que publica en revistas académicas sobre Economía es solamente el 7.5% (Hengel, 2022).

La Universidad de Costa Rica (UCR) no está exenta de esta disparidad. La producción académica enviada para evaluación en Régimen Académico en los últimos 3 años se compone de un total de 6304 materiales de diverso tipo. Entre ellos, un 36% proviene de solicitudes de calificación presentadas por profesoras y el restante 64% por profesores (Comisión de Régimen Académico, 2021). El detalle puede apreciarse en el siguiente cuadro:

Comparativo interanual de la demanda de evaluación de producción académica por género y área académica

ÁREA

2019

2020

2021

Género

Total

Género

Total

Género

Total

F

M

F

M

F

M

Artes y Letras

91

206

297

28

69

97

183

123

306

Ciencias Agroalimentarias

61

74

135

41

41

82

59

72

131

Ciencias Básicas

74

223

297

16

246

262

74

223

297

Ciencias Sociales

204

335

539

171

292

463

217

323

540

Salud

209

195

404

114

147

261

197

180

377

Ingeniería

49

206

255

49

111

160

28

218

246

Estudios Generales

60

108

168

9

27

36

53

63

116

Sedes Regionales

82

241

323

55

96

151

70

154

224

Otros

30

30

60

9

20

29

36

14

78

Total general 

860

1618

2478

492

1049

1541

915

1370

22

Fuente: Comisión de Régimen Académico (2021).

¿Qué efecto tiene la publicación? Dejan constancia de avances en las disciplinas del saber y promueven nuevas reflexiones con respecto a las múltiples realidades de las que formamos parte. Las publicaciones, además, impactan de forma significativa las trayectorias académicas: “La publicación de trabajos en revistas académicas arbitradas es, y lo será de manera creciente, un elemento fundamental de juicio respecto al desempeño de los miembros de la comunidad académica” (Belcher, 2019, p. 12-13). En otras palabras, desarrollar artículos y capítulos de libros permite el ascenso en las distintas categorías que tienen las estructuras universitarias. En la UCR existen cuatro: persona instructora, adjunta, asociada y catedrática.

La brecha de género se va ampliando conforme se avanza en Régimen Académico. Por cada 5 hombres instructores hay 4 mujeres; sin embargo, esta proporción cambia en el nivel más alto: por cada 2 hombres catedráticos hay solamente 1 mujer. El detalle de la cantidad de mujeres y hombres se aprecia a continuación:

Personal docente en Régimen Académico por género y categoría activo al 22 de noviembre de 2021

Género

Instructor (a)

Adjunto (a)

Asociado (a)

Catedrático (a)

Femenino

371

84

197

161

Masculino

464

104

263

321

Total

835

188

460

482

Fuente: Comisión de Régimen Académico (2021).

Cuando se comparan con los hombres en la academia, Erin Hengel (2022) advierte que las académicas suelen tener redes de investigación de menor tamaño y sus manuscritos son evaluados con mayor rigor. Además, la autora ha encontrado evidencia de que, cuando las mujeres escriben en conjunto con sus contrapartes masculinas, se les reconocen menos méritos pues se asumen que estuvieron en posiciones asistenciales y no como gestoras centrales de la publicación.

Por otra parte, se han detectado pocas diferencias en las horas en que hombres y mujeres necesitan para llevar a cabo una publicación; sin embargo, hay evidencias claras de que son los académicos varones quienes tienen concluyen con mayor frecuencia sus manuscritos y los envían a las revistas para publicación (Ceci et al., 2014).

El tema me atraviesa no solamente porque soy mujer, también soy docente e investigadora. Escribir textos académicos es un proceso que implica articulaciones entre conocimiento y experiencia. Se hace a puerta cerrada. Quizás por eso, las personas imaginan que es sencillo, automático y, sobre todo, rápido. Nadie podría haber sintetizado mejor el temor que se tiene a hablar de lo que realmente sucede cuando se escribe que Wendy Laura Belcher (2019): “Escribir es para la vida académica lo que el sexo era para la Viena del Siglo XIX: todos lo hacen y nadie habla de ello” (p. 29).

Enfrentar las dificultades de la escritura académica ha sido una prioridad en distintas universidades (Becker & Richards, 2007; Charmillot, 2013). Algunas de las experiencias más exitosas reportadas en la literatura giran en torno a crear grupos de trabajo en donde personas que se encuentran escribiendo sobre distintos proyectos, se reúnen para comentar avanzas e, incluso, trabajar en un espacio compartido.

¿De qué forma deseamos fortalecer los procesos de publicación de las mujeres? Desde la Vicerrectoría de Docencia y la Red Institucional de Formación y Evaluación Docente, queremos iniciar un proceso de diálogo en voz alta que repercuta en acciones concretas. Tal como advierte Daniel Cassany (2012), la formación que se recibe para escribir es escasa y este acto “se convierte en una tarea tan ardua como construir una casa, llevar la contabilidad de una empresa o diseñar una coreografía” (p. 14).

Para el II Ciclo 2022 planteamos el apoyo a 12 mujeres académicas. Esta primera iniciativa brindará un espacio de acompañamiento grupal durante 16 semanas para ahondar en los pasos necesarios para desarrollar una publicación académica y vendrá de la mano con la aprobación de ¼ de tiempo o 10 horas asistente para el desarrollo de una o varias publicaciones.

Cuando me imagino el conocimiento que se generará y publicará en los próximos 50 años, veo un altísimo estante de madera en donde se ven los lomos de las revistas y los libros que llegarán a existir. Quiero pensar que una gran parte de las voces dentro de las páginas son femeninas, y que esas palabras que las contienen son leídas por mujeres pero también por hombres.

REFERENCIAS

Becker, H. S. & Richards, P. (2007). Writing for social scientists: how to start and finish your thesis, book, or article. Second Edition. Chicago: University of Chicago Press.

Belcher, W. L. (2019). Writing your journal article in twelve weeks. Second Edition. Chicago: The University of Chicago Press.

Casany, D. (2012). La cocina de la escritura. Buenos Aires: Anagrama.

Ceci, S. J. et al. (2014). Women in academic science: a changing landscape. Psychological Science in the Public Interest, 15(3), 75-141.

Charmillot, M. (2013). Penser l’écriture de la science. En: Devenir Chercheur. Écrire une thèse en sciences sociales. París: Éditions de l’École des Hautes Études en Sciences Sociales.

Comisión de Régimen Académico (2021). Informe de Labores. Centro de Evaluación Académica, Universidad de Costa Rica.

Hengel, E. (2022). Publishing while female. Are women held to higher standards? Evidence from peer review. Revisión y publicación del tercer capítulo de la tesis para optar por el grado de Doctora en Economía de la Universidad de Cambridge.

Koffi, M. (2021). Innovative ideas and gender inequality. Memphis: Mimeo.

Ludine, J.; Bourgeault, I. L.; Clark, J.; Heidari, S. & Balabanova, D. (2018). The gendered system of academic publishing. Lancet, 391: 1754-1756.

Royal Society of Chemistry (2019). Is publishing in the chemical sciences gender biased? Londres: Royal Society of Chemistry Publications.

Sharma, J. & Poole, D. N. (2018). Gender bias in publishing. Lancet, 392, 1515-1516. DOI: https://doi.org/10.1016/S0140-6736(18)31998-6

 

Tatiana Aguiar Montealegre
Directora de la Red Institucional de Formación y Evaluación Docente RIFED

UCR: Un premio que ratifica la importancia de la producción tradicional de alimentos

Especial de seguridad alimentaria

Libro sobre el maíz de antropóloga de la UCR ganó el primer y tercer lugar en dos categorías distintas

Decir que una publicación costarricense ganó una categoría del Premio Mundial de Libro de Cocina Gourmand podría interpretarse como una simple noticia que habla de una compilación de recetas nacionales, pero en este caso se está reconociendo un profundo trabajo de investigación sobre el maíz en las culturas indígenas de tradición mesoamericana y chibchense de Costa Rica.

Se trata del libro “El maíz: semilla, trabajo, alimento, vida en las tradiciones indígenas mesoamericana y chibchense de Costa Rica” de Vania Solano Laclé, docente e investigadora de la Escuela de Antropología de la Universidad de Costa Rica (UCR), el cual obtuvo el primer lugar en la categoría de publicaciones universitarias en PDF y gratuitas del Gourmand World Cookbook Awards, un certamen anual que se realiza en Francia desde 1995 y que, en el 2022, otorgó reconocimientos a los mejores libros de cocina en 165 categorías.

Solano manifiesta sentirse complacida con el reconocimiento, sobre todo por tratarse de una investigación antropológica y no de un libro de recetas. En este sentido, le parece un acierto que exista este espacio gastronómico de puesta en valor de las prácticas alimentarias tradicionales y que trascienda el ámbito de la cocina especializada y exclusiva para un reducido grupo de la población.

“Me parece muy interesante que el certamen se haya abierto a otras categorías que reconozcan a otros países, el acervo cultural agroalimentario y la gastronomía local, tradicional de otros pueblos; en América Latina, en África, en Asia, en la misma Europa, donde hay comunidades y regiones a las que no se les ha dado lugar a sus alimentos”, puntualizó.

Más allá del premio, la autora e investigadora considera que es de vital importancia regresar a las formas tradicionales de producción de alimentos para garantizar la soberanía alimentaria del país, lo cual implica no solo disponer de los productos agrícolas, sino también que sean accesibles a toda población y tengan un significado cultural para quien los consuma. Aclara Solano que no se trata de un retorno folclórico o romántico a un pasado que nunca existió, sino al reconocimiento de las redes complejas de intercambio de alimentos que siempre han existido, pero a las que no se les ha brindado atención ni apoyo.

En esta línea, la antropóloga manifiesta que Costa Rica debe aprovechar sus altos niveles de biodiversidad reconocidos mundialmente para desarrollar policultivos agroforestales y de alimentos, en lugar de seguir los modelos de monocultivo que estimulan las propuestas neoliberales y que están conduciendo al planeta a procesos de desertificación y destrucción ambiental. “Seguimos en una única línea productiva como si hubiera solo un modelo agroproductivo en el país y ya vimos que ni siquiera ese modelo fue suficiente para garantizar la seguridad alimentaria”, agregó la galardonada.

El libro de Solano se clasificó a la ronda final de la categoría de publicaciones universitarias en PDF y gratuitas junto a otras 5 publicaciones procedentes de Chile, Italia, Suecia, Estados Unidos y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). El segundo puesto fue para la publicación titulada Starving Trigay, World Peace Foundation, de Tufts University, en los Estados Unidos; mientras que el tercer lugar lo obtuvo el libro NAFS workshop proceedings, foodways at a crossroads, de Örebro University, en Suecia; y el cuarto puesto fue para el título Recetario, cocina de integración chileno-haitiana, de la Universidad de Chile.

La publicación del Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericanas (Ciicla) de la UCR también fue postulada en la categoría Comidas Indígenas, donde obtuvo el tercer lugar entre libros de Brasil, Canadá, Chile, Sudáfrica y Estados Unidos. En el siguiente enlace puede acceder a la serie digital Tsirík y descargar gratuitamente el libro premiado: Serie digital Tsirík.

¿“Cómo está el arroz” con el maíz?

A pesar de haber sido un alimento fundamental en la dieta de la población costarricense durante siglos y de seguir siendo uno de los principales ingredientes para muchísimos platillos, Costa Rica no es autosuficiente en la producción de este grano, como tampoco lo es en arroz y frijoles, productos esenciales para una de las comidas que ha marcado la identidad costarricense desde mediados del siglo XX: el gallo pinto.

El reconocimiento internacional que obtuvo el libro de Vania Solano Laclé obliga a que el país repiense la ruta que está siguiendo en relación con la producción de alimentos para autoconsumo, sobre todo tomando en consideración las fluctuaciones del mercado internacional para productos agrícolas prescindibles en momentos de crisis y en los que el país ha cifrado su esperanza mediante grandes monocultivos que han sustituido el cultivo de granos básicos y hortalizas.

Es por ello que le consultamos a la antropóloga galardonada su criterio sobre la situación de la seguridad alimentaria en Costa Rica. Pero, antes de ello, resumió el objetivo de su libro y lo que significa para ella el premio recibido:

–Vania Solano Laclé: Me parece muy bien que pueda estar representado el país desde la UCR dando un lugar a las tradiciones indígenas de nuestro país. Yo sistematicé un trabajo donde hago una propuesta desde la puesta en valor de la memoria biocultural de los pueblos indígenas y el libro trata de dar a conocer la práctica de cultivo y preparación de los alimentos a partir del maíz, que fue un alimento domesticado en Mesoamérica por los pueblos originarios de este continente y que, además, fue adaptado por los diferentes pueblos americanos, en diferentes contextos, en diferentes altitudes y en climas muy distintos, a través de la experimentación, del intercambio de semillas, de esa transmisión cultural para perfeccionar el uso de este alimento y darle un sustento alimentario a los pueblos en América durante miles de años. Estamos hablando que los procesos de domesticación llevan al menos 8 000 años. El maíz no lo encontramos en su fruto, en su grano, de esa manera en la naturaleza. Fue un proceso de domesticación a partir de una espiga y esa diversidad de tipos de maíz es un producto de este continente.

El libro es un pequeño aporte para comprender la complejidad y la particularidad entre pueblos chibchas y mesoamericanos y sus nichos ecológicos. En él podemos ver que el maíz no tiene el mismo uso en los pueblos chibchas de zonas de bosque muy húmedo de nuestro país con respecto a los pueblos que habitan en las zonas más secas, de bosque tropical seco, y en otras zonas de vida que no tienen los niveles de precipitación que hay en las zonas de bosque muy húmedo. Eso genera formas de apropiación distintas que permiten contar con este alimento en las condiciones agroecológicas en donde viven estos pueblos, y esto solo es posible a través de mucha experimentación y conocimiento de la planta y de todo el ecosistema.

–¿Por qué es importante que conozcamos toda la historia del maíz, sus usos y que lo recuperemos como sociedad?

–VSL: Los grupos humanos vamos viviendo, pero no necesariamente somos conscientes del acervo de conocimiento que ha permitido contar con las condiciones que tenemos hoy. A pesar de que están pasando muchas cosas que están amenazando los ecosistemas, aún hay posibilidades de tener diversidad de vida y, como parte de ella, diversidad de alimentos que nos permite, a la vez, la diversidad de culturas y de grupos humanos en el mundo. Entonces, conocer las relaciones entre conocimientos, experiencia, acumulación, transmisión y producción es indispensable también para la reproducción de la vida futura.

En este momento se habla de cambio climático, pero de lo que deberíamos estar hablando es de destrucción de todas las cadenas ecológicas que permiten esa riqueza que, a su vez, permite alimentarnos. Es por eso que se está hablando de la posibilidad de regresar a grandes hambrunas globales y tener sequías cada vez más permanentes que pueden generar procesos de desertificación.

Entonces también el conocimiento del pasado, pero también de las formas como los pueblos han conocido lo que funciona, lo que hace posible la alimentación, es fundamental para que también pensemos nuestro futuro y nuestra relación con la naturaleza. Creo que sí ha habido una ruptura con esos conocimientos a través de un racismo muy grande acerca de los pueblos indígenas, los pueblos tradicionales de todo el mundo, no solo los indígenas que conocemos como tales en América, sino todos los pueblos tradicionales del mundo, en cualquier continente; incluso en la misma Europa ha habido un desplazamiento muy fuerte de los saberes tradicionales y los oficios que permitían también alimentos de calidad y ese es otro factor importante.

Ha habido, tal vez, un aumento de producción con un costo muy alto a nivel energético y en la ruptura de esos encadenamientos sistémicos y biológicos. También ha habido un deterioro de la calidad de los alimentos que también termina siendo perjudicial para la vida y la salud humana. Conocer formas como se cocinaba, algo que muestra el libro, es que las técnicas tradicionales fundamentales son el asado, el hervido y el cocido; lo frito casi no existía en el mundo tradicional, y eso tiene consecuencias en nuestra salud.

La combinación de alimentos también. Tal vez no se encontraban todo tipo de alimentos, todas las épocas del año, precisamente porque se hacía uso de los ciclos de producción; tanto cultivos anuales, como lo pueden ser el maíz, el frijol; como cultivos perennes, como la yuca y los pejibayes. Pero perenne no quiere decir que no tengan estaciones en donde hay la producción de los alimentos; y luego todo lo que es la combinación con quelites, brotes, hongos; es decir, donde tenemos una combinación donde contamos con proteínas, carbohidratos y hojas verdes que nos permiten los suplementos de vitaminas y otros componentes que son indispensables para la vida.

Ese tipo de complejidad que podemos ver en una milpa, porque la milpa es esta asociación de cultivos, donde podemos tener cultivos anuales, como el maíz, pero también tenemos frutos, árboles de frutas, podemos tener recolección de ciertos alimentos, permite abastecer algunos alimentos que también son nutritivos.

El libro galardonado está disponible gratuitamente haciendo clic AQUÍ.

Pensar a priori que los pueblos tradicionales carecían de buena alimentación, es racismo. Hay muchos relatos de personas que entrevisté, tal vez no está explícito en el libro, pero sí está en mi trabajo de campo, en donde se manifiesta una discriminación hacia los alimentos de origen indígena y también ocurre con ciertos alimentos de procedencia afrodescendiente, cuando debería ser todo lo contrario, cómo estos alimentos han enriquecido y forman parte de nuestra dieta.

Hasta hace muy poco el maíz fue una fuente muy importante de alimentación de Costa Rica y esto fue desplazado por el arroz. Es impresionante como en 70 años, prácticamente, desapareció el maíz como parte de la alimentación nuestra; y se ha posicionado el arroz, por dicha, como dicen las colegas nutricionistas, en combinación con los frijoles, porque se convierte en un alimento completo, muy bueno para nuestra alimentación. Lamentablemente los frijoles también están en ese imaginario de discriminación.

Tenemos referencias de decirle a las personas maiceras. En este país decirle maicero a alguien no es una virtud, hay una connotación peyorativa que refiere a su condición de persona campesina, familia campesina y también rural, como si eso también implicara ignorancia. Entonces ahí vemos que estos elementos de la milpa, en vez de haber sido posicionados como una alimentación sana y adecuada, en el constructo, en el imaginario, tenemos una asociación que no se considera tan moderna. Volvemos a nuestro colonialismo, donde pensamos todo en función de lo moderno y lo tradicional, pensado lo tradicional como atrasado o como pasado y no como un presente que podría constituir nuestra forma de vida, nuestra alimentación también y que, probablemente, nos hace aportes muy beneficiosos con respecto a otro tipo de alimentos que estamos consumiendo ultraprocesados, llenos de aditivos para generar sabores.

Lo terrible de la industria es que utiliza los conocimientos de sabores, olores, colores que son propios de las experiencias tradicionales para crearlas de manera sintética. Vemos documentales donde hay laboratorios que hacen pruebas para poder llegar a sabores y olores tradicionales que van a significar emociones en las personas que los consumen precisamente porque vienen de un arraigo de infancia, de algo que conocieron en su infancia, en su trayectoria de vida y eso es instrumentalizado a partir de la psicología, del mismo conocimiento antropológico, de las ciencias humanas, pero en detrimento de tener acceso a esos verdaderos alimentos.

Entonces tendríamos que estarnos concentrando en ver cómo estimulamos la producción de estos alimentos, estimulamos el mantenimiento y reproducción del conocimiento de cómo se procesan estos alimentos, cómo se mantiene la calidad de estos alimentos y cómo son accesibles y disponibles para la población. Este sería el gran reto de una política agroalimentaria, responsable, solidaria y culturalmente pertinente en nuestro país.

–¿Es realizable este camino para recuperar el consumo del maíz y de toda su herencia cultural alrededor de él más allá del tamal de fin de año y tomando en consideración el avance de una gastronomía globalizada e industrializada?

–VSL: Sí se puede si existen formas para estimular todos los procesos que involucra el cultivo de diversidad de maíces, porque no es posible hacer diversidad de recetas si no hay diversidad de productos, entonces todo está vinculado. Y si no hay diversidad de recetas, no hay diversidad de sabores. Entonces estamos hablando de que el proceso de homogenización ha sido incluso de los paladares y de los sentidos. Las nuevas generaciones no tienen diversificación de sabores y olores. Esa diversidad también se convierte en conocimiento sensorial de las culturas.

Yo creo que sí es posible estimulando encadenamientos internos locales, no centralizar todo, de manera que todo también se encarece al estar mediatizado. Un estudio de un investigador demostró que la capitalización de los productos no queda en el intermediario. Resulta que los traslados apenas dan para la sobrevida, para la ganancia mínima de la persona que traslada. La mayor ganancia se está dando en el mercado mayorista, en el Cenada. Creo que transformar esa lógica de concentración para redistribuir podría abaratar los costos y facilitar el acceso, porque no se pueden preparar los alimentos si:

1. no están disponibles (que estén ahí para poder comprarlos) y

2. que estén accesibles (porque pueden estar ahí, pero si están fuera de mi presupuesto, no los puedo comprar).

Entonces lo mínimo es que estén disponibles y accesibles. Si hacemos un esfuerzo importante a nivel regional, no solo a nivel de Costa Rica, hay muchas posibilidades de generar intercambios de otra naturaleza, pero empezar por lo local. Podríamos tener estos alimentos más disponibles y más accesibles y estoy segura de que muy rápidamente se van a retomar recetas, a hacer nuevas combinaciones y nueva experiencia, porque los seres humanos siempre seguimos creando. Las sociedades tradicionales han creado recetas, combinaciones, formas de trabajar la tierra, formas de combinar productos para tener disponibles y accesibles los alimentos.

Sí se puede a través de una política pública que apoye los encadenamientos de las familias productoras. Sí hay que dar apoyo, se sabe que desde los ochenta el crédito solo ha sido para la agroindustria. Es decir, lo que el Estado ha hecho es financiar las capacidades de producción de la agroindustria en detrimento de las capacidades de producción de la pequeña y mediana propiedad y de la diversidad de alimentos.

La propuesta no es un regreso folclórico o romántico al pasado porque ese pasado nunca existió. Es decir, se ve a los pueblos indígenas como si fueran formas tradicionales caducas que existieron en el pasado y eso es parte de ese racismo, incomprensión e ignorancia que tenemos de los sistemas complejos agroalimentarios que habían en el pasado. Que muchos de ellos se desestructuraron con los procesos coloniales y republicanos, con la privatización de tierra, acaparamiento de tierras, grandes latifundios que se hicieron a favor del ganado en nuestro país, es otra cosa. Pero, de que existían redes de intercambio complejas de alimentos, de condimentos, de especies, sí las habían y las hay hoy, quizás silenciosas, que no les hemos prestado atención.

El libro de Vania Solano Laclé también obtuvo el tercer lugar en la categoría de libros gratuitos de comidas indígenas.

–¿Cómo ve el futuro del maíz en Costa Rica, tomando en cuenta que lo sustituimos por el arroz desde hace 70 años y que el país no es autosuficiente en maíz y tenemos que importarlo?

–VSL: Ahí justamente es donde inició la no autosuficiencia del maíz, pero tampoco lo somos en frijol y arroz. También hubo un crecimiento importante de la población en los setenta. La persona millón en Costa Rica nació en 1959, si no me equivoco, y estamos en cinco millones y medio; es decir, también hay un desafío de crear nuevas formas de producción para satisfacer la demanda de alimentos para todas las personas, pero creo que el modelo que hemos buscado no fue el adecuado.

El modelo fue el agroindustrial; monopólico, tanto en producción como en el tipo de semilla y el tipo de engranaje, comercial; es decir, hay toda una monopolización de todos los procesos alimentarios, no exploramos otras formas de producción de menor escala, más bien nos fuimos a producción de otros tipos de monocultivo.

En lugar de seguir con esa lógica de producir postres, helechos y flores, podríamos estar pensando en otro tipo de formas de producir alimentos y árboles, creando diversidad, produciendo biodiversidad en el país. Si Costa Rica pertenece a una zona tropical megadiversa, con unas precipitaciones y con unas condiciones que permiten la reproducción de miles de especies, ¿por qué no aprovechar eso y, en vez de estar generando modelos de monocultivo, generar policultivos, policultivos agroforestales y policultivos de alimentos?

Esto es algo que no se ha propuesto. Seguimos en una única línea productiva como si hubiera solo un modelo agroproductivo en el país, y ya vimos que ese modelo no fue suficiente para sostener la soberanía alimentaria. Si en Estados Unidos hay planicies de miles de hectáreas subvencionadas para producir con tractores un solo tipo de maíz, obviamente, nunca vamos a tener aquí acceso a maíces de colores, que son indispensables para hacer el atol de pujagua, la mazamorra y los diferentes tipos de chichas y pozoles.

–¿Podríamos decir que una seguridad alimentaria amenazada también pone en peligro la identidad cultural de una nación?

–VSL: Primero tendríamos que ver que la seguridad alimentaria habla de la disponibilidad y acceso, pero no habla del tercer factor que es, precisamente, la pertinencia cultural. La seguridad alimentaria garantiza que la gente tenga alimento disponible y accesible, pero no que ese alimento tenga sentido para la gente, que lo considere especial, que lo considere parte de su tradición cultural, de su ascendencia, de su infancia, de su experiencia juvenil y de su compartir.

Los pueblos siempre van a crear nuevas identidades culturales. Entonces podemos crear una nueva identidad cultural, que creo que es lo que ha ocurrido, en donde nuestra experiencia sensorial es ponerle kétchup a todos los alimentos. Conozco jóvenes que no pueden comer nada si no le ponen kétchup a todo, ahí volvemos a las partes sensoriales y es que el kétchup es dulce; y no es por nada que sea dulce porque en las primeras etapas de nuestra infancia el dulce tiene un lugar muy importante porque es energía. Lo que pasa es que el dulce provenía de las frutas maduras, consideradas frutas o vegetales dependiendo de la cultura.

Es controversial lo que voy a decir: sí hay pérdida cultural, no en el sentido de que existen culturas superiores a otras y que hay pueblos cultos y no cultos, no, todos los grupos humanos tenemos culturas.

La gente dice: “es que las cosas cambian”, pero hay que ver hacia qué cambiamos. El planeta está cambiando y lo que estamos generando es un proceso de desertificación, y eso también puede pasar en la alimentación. No es cierto que el cambio siempre supone una transformación creativa. No necesariamente transformarnos significa una sustitución que también cree bienestar, que cree salud o que cree experiencias sensoriales ricas. Lo que hemos notado es que a mayor diversidad es donde más posible se pueden dar esas combinaciones que generen esos factores. A menor diversidad, las posibilidades son menores.

A mí me llama la atención cómo cuando los neoliberales hablan de los monopolios sí son superclaros en decir que los monopolios del Estado son malos porque quitan libertades, porque quitan diversidad y que hay autoritarismo, pero ¿por qué ese mismo argumento no se usa también hacia la diversidad cultural o hacia la diversidad culinaria, gastronómica o alimentaria? ¿Por qué ahí sí tenemos que seguir un modelo homogéneo? Entonces, el mundo de la diversidad no calza con el modelo neoliberal.

Si fuéramos más coherentes, si sostenemos esos discursos, estaríamos confirmando que una única línea empobrece, una única especie empobrece, una sola lengua empobrece, una sola religión empobrece. ¿Cuál es el otro escenario? Muchas. Muchas especies, muchos animales, muchos tipos de alimentos, muchos tipos diferentes de tipos de cocina regional y para eso tiene que haber muchos nuevos tejidos facilitados por el Estado.

Especial Seguridad Alimentaria

Presentamos

Costa Rica al desnudo ante la crisis alimentaria global 

La esperanza

El problema

 

Fernando Montero Bolaños
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR: Los tres científicos que derribaron barreras y revolucionaron la salud nacional

Costarricenses emblemáticos de la ciencia

Por más de 30 años, tres científicos costarricenses se dedicaron a cambiar la salud de Costa Rica con invenciones y aportes que todavía hoy siguen contribuyendo al bienestar de la población

“Nací el 18 de julio, sietemesino, pesaba tres libras y con un hermano gemelo. Recién nacidos ya estábamos en el campo de concentración en Costa Rica. De aquí nos mandan a Estados Unidos a otro campo de concentración y, en un intercambio de prisioneros civiles, nos mandan luego a Alemania. Llegamos ahí cuando estaba terminando la Segunda Guerra Mundial”.

De esa forma el Dr. Karl Schosinsky Nevermann, emblemático científico costarricense y profesor emérito de la Facultad de Microbiología de la Universidad de Costa Rica (UCR), recordó sus inicios en este diminuto país que en 1941 le había declarado la guerra a Alemania durante el conflicto bélico internacional.

Afortunadamente, esa etapa de su vida finalizaría y, desde sus propias palabras, “con nada de llanto y mucho aprendizaje”, para luego regresar a Costa Rica e iniciar una carrera vinculada a la ciencia.

Junto con él, otras dos personalidades prestigiosas, el Dr. José María Gutiérrez Gutiérrez y el Dr. German Saénz Renauld, también recordaban sus caminos y legados invaluables.

En un mismo auditorio cargado de sencillez pero de muchas memorias, estos tres hombres fueron homenajeados en una celebración que se lució por el respeto, la admiración, pero, principalmente, el agradecimiento. ¡Más que merecido! Estas mentes maestras de la ciencia abrieron el camino que hoy disfruta la sociedad costarricense con claras mejoras en diversos ámbitos de la salud.

Desde estudios revolucionaros que permitieron perfeccionar los diagnósticos en padecimientos como la enfermedad de Wilson ―trastorno hereditario que impide que una persona deseche el exceso de cobre―, liderada por el Dr. Schosinsky, hasta mejoras en los sueros antiofídicos por el Dr. Gutiérrez o, en el caso del Dr. Saénz, la confirmación de que en Costa Rica existía la drepanocitosis, una alteración en los glóbulos rojos que genera microinfartos y otros síntomas.

Si algo tuvo ese día de honra fue una gran algarabía mezclada con la sabiduría que solo los años, la experiencia y la humildad pueden otorgar. Más allá del auditorio, los fieles testigos eran sus miradas de serenidad y orgullo que provienen, únicamente, de la satisfacción por el deber cumplido al llegar a la edad dorada. Ningún año pasó en vano.

“Este es un acto en realidad sencillo, pero con mucho cariño. Es un acto de sentimiento de una Facultad que podemos llamar una familia. Por lo tanto, es un acto de gratitud y de reconocimiento”, manifestó el Dr. Norman Rojas Campos, director de la Facultad de Microbiología de la UCR.

“Realmente llena el alma de devoción el estar aquí. Es un honor estar presentes con ustedes, porque cada uno se ha distinguido por sus amplísimas contribuciones a la ciencia, al conocimiento, al país pero también, y mucho más importante, se han distinguido por su manera de ser, su amor y su dedicación por la Microbiología, a enseñar y a formar”, agregó la Dra. María Laura Arias Echandi, vicerrectora de investigación de la UCR.

Recorridos tan amplios no podían ser resumidos en unos pocos párrafos. Por eso, en la siguiente entrega, les presentamos los principales eventos de vida y los logros académicos que estos científicos recordaron durante su homenaje.

El Dr. Schosinsky, en el medio, junto con el Dr. Gutiérrez a su izquierda y el Dr. Saénz a su derecha. Foto de Anel Kenjekeeva, UCR.

Entre moléculas

Sin titubear en ningún momento y con una admirable lucidez mental a pocos días de cumplir 80 años, el Dr. Schosinsky llevó a la audiencia a un viaje histórico poco, o nada, recordado: la Segunda Guerra Mundial y el campo de concentración que tenía Costa Rica.

¿Quién recordaría ese pasado? Solo alguien que lo vivió de cerca, fue enviado a Alemania y luego decidió volver a Costa Rica para generar una nueva historia.

“Mi mamá, en Alemania, recogía colillas de cigarro que dejaban los soldados norteamericanos para vender el tabaco en el mercado negro, poder recibir un poquito de dinero y alimentarnos. Mi papá también estaba presente, pero la madre, que realmente se dedica a cuidarlo a uno, es otra cosa”, afirmó Schosinsky.

Al regresar a Costa Rica, la Facultad de Microbiología de la UCR sería su nueva casa y la carrera, que duraría en principio cinco años, se convirtió en siete.

“Al principio me fue pésimo. Pero luego un profesor, ‘Paco’ Chávez de Química Orgánica, dijo: ‘Quiero felicitar a un estudiante. Me duele que no sea de Química porque obtuvo un 90 en el examen parcial. Póngase de pie Karl Schosinsky y aplaudan todos’. Él logró que fuera un buen estudiante, porque no quería fallarle a él ni a mí”, memoró el científico.

El Dr. Schosinsky recibe su reconocimiento de las manos del Dr. Rojas y la Dra. Arias. Foto de Anel Kenjekeeva, UCR

Después de ese día, Schosinsky llegó a convertirse en uno de los mejores estudiantes, a ser responsable y jamás claudicar, inspirado por “Paco” González y el Dr. Rodrigo Zeledón, microbiólogo. Este último lo motivó a lograr en Estados Unidos, en la Universidad de Louisiana, su doctorado en Química Clínica que alcanzó después de cuatro años. Así, según menciona, se convirtió en el primer estudiante tico en alcanzar el título en esa área.

“El Dr. Karl Schosinsky entró a laborar a esta Facultad desde el año de 1969 y obtuvo la categoría de profesor catedrático en 1974. Su trabajo en el Departamento de Análisis Clínicos ha sido fundamental. Él es un forjador y un pionero de métodos, de sistemas de trabajo y de diagnóstico. Hasta la fecha, sus modificaciones y adaptaciones se siguen usando, son viables y referentes a nivel internacional en diferentes padecimientos”, contó el Dr. Norman Rojas.

Los aportes de Schosinsky impactaron a Costa Rica y al mundo en aproximadamente 75 contribuciones basadas en estudios científicos. No obstante, él considera cinco como los más relevantes.

La primera fue en la enfermedad de Wilson, al proponer usar una técnica que él había desarrollado en Estados Unidos basada en identificar ceruloplasmina ―proteína en el hígado que almacena y transporta el cobre―.

Antes de la técnica de Schosinsky, Costa Rica y el mundo solo reportaba cerca de cinco casos de la enfermedad de Wilson por cada millón de habitantes y el diagnóstico se hacía mediante electrofloresis, comentó. Con la ceruloplasmina se encontró que en Costa Rica no había cinco, sino 61 casos.

Eso revolucionó la detección de la enfermedad de manera importante. Científicos de Estados Unidos y otros países usaron la técnica y demostraron que funcionaba muy bien. “Después de este trabajo se reportaban entre 30 a 40 casos de la enfermedad de Wilson en el mundo. Costa Rica era el país con el mayor número casos de la enfermedad, no porque tuviera más, sino porque era donde mejor se había estudiado”, relató Schosinsky.

Posteriormente, impulsó el diagnóstico en saliva de la Helicobacter pylori ―la principal bacteria causante del cáncer gástrico―. Esto abrió las puertas para que otros científicos desarrollaran pruebas adicionales, como las que hoy el país usa con el objetivo de determinar ese mismo microorganismo en aliento.

Otro aporte sustancial estuvo vinculado en un análisis capaz de evaluar el grado de preparación pulmonar del feto antes de nacer (madurez pulmonar fetal). Conocer este dato es vital para saber si los pulmones del bebé se están expandiendo o colapsando. Aquí, Schosinsky impulsó un análisis en el cual utilizó veneno de serpiente para hacer la determinación.

También, ideó una técnica enfocada en cuantificar el cloruro en suero de pacientes internados. El cloruro ayuda, principalmente, a conservar el equilibrio de líquidos en el cuerpo, y Schosinsky logró hacer la cuantificación de una manera más ágil que los métodos tradicionales de la época. Finalmente, efectuó una investigación con el Dr. Manuel Jiménez Díaz, relacionada con las colinesterasas ―unas enzimas―, que ayudó a precisar plaguicidas en seres humanos y plantas.

El Dr. Gutiérrez recibe su reconocimiento. Foto de Anel Kenjekeeva, UCR

Contra el veneno

Con más de 500 publicaciones, casi siete premios y una carrera intachable, el Dr. José María Gutiérrez puede considerarse un baluarte de la ciencia costarricense y un gran maestro de las generaciones que han tenido la dicha de formarse bajo sus enseñanzas.

Su gran conocimiento lo caracteriza pero, si hay un aspecto que lo engrandece aún más, es la humildad, su lucha por la justicia social y el esfuerzo liderado para promover el acceso equitativo a los fondos de financiamiento para la ciencia en general.

“La trayectoria académica del doctor José María Gutiérrez es impresionante. Para nadie es un secreto 500 publicaciones no es algo que se hace de la noche a la mañana. Esto, además de las presentaciones en congresos que van desde manuales de trabajo de investigación, hasta libros y folletos de acceso global a todas las personas que necesiten saber algo sobre envenenamiento ofídico, antivenenos y, por supuesto, sobre la fisiología y lo que pasa después de una mordedura”, comentó el Dr. Norman Rojas.

El Dr. Gutiérrez, al igual que muchos jóvenes que han pasado por las aulas de la UCR, es producto de un aprendizaje que vino de grandes profesores “estimulantes y extraordinarios”. En efecto. “Chema” como le dicen sus allegados con cariño, llegó en la década de los setenta a una facultad cuya efervescencia académica y social estaba en su apogeo.

Desde movimientos políticos y sociales contra Alcoa, hasta notables avances notables científicos cultivados desde años antes por el Dr. Clodomiro Picado Twight y el Dr. Alfonso Trejos Willis, quienes dieron los primeros pasos para que Costa Rica se encaminara hacia la producción de sueros antiofídicos.

“Cuando yo iba a ingresar a la universidad en 1972, me estaba planteando qué estudiar. Tenía una idea de que yo quería, en la medida de lo posible, dedicarme a la investigación científica. Rápidamente, al recabar alguna información de la universidad, me quedó muy claro que la facultad pionera estrella en investigación en ese tiempo a principios de los 70’s era la facultad de Microbiología. De manera que me decidí por ella y me di cuenta que la selección había sido muy correcta”, narró el investigador.

Su amor por la inmunología, que lo movería años después apasionarse en el estudio del veneno de las serpientes, despertó en agosto de 1975. En ese año el Dr. Gutiérrez llevó el curso de inmunología impartido por el Dr. Roger Bolaños Herrera y el Dr. Luis Cerda Fallas. No obstante, su interés por esta área se afianzaría al ingresar como asistente de investigación al Instituto Clodomiro Picado (ICP-UCR).

“Fue un sábado cuando un amigo y yo fuimos al Instituto porque hacía unas exhibiciones que presentaban a las serpientes. De casualidad, viendo la exhibición, pasó en el serpentario mi compañero Edgardo Moreno que en ese tiempo era estudiante y estaba a punto de graduarse como microbiólogo. Edgardo y yo éramos amigos porque compartíamos actividades de movimiento estudiantil y a la salida me preguntó si me interesaría trabajar en el Instituto porque él iba a dejar la plaza de asistente. Yo le dije que sí, el Instituto ya tenía un renombre importante”, manifestó el Dr. Gutiérrez.

Con solo 26 años, el Dr. Gutiérrez vio al ICP-UCR como un lugar “fascinante” en donde se desarrollaba investigación de alto nivel, con gran estímulo y de gran proyección a la sociedad. En 1980, tuvo la oportunidad de recibir una plaza y, así, ese mismo año partió a Estados Unidos para estudiar un doctorado en Ciencias Fisiológicas, en la Universidad Estatal de Oklahoma, que concluyó en 1984.

Al volver, muchos sueños se hicieron realidad. Desde proyectar la labor del Instituto a nivel internacional, hasta lograr producir un antiveneno para África subsahariana e incidir en la Organización Mundial de la Salud para que se reconocieran las mordeduras de serpiente como un problema de salud desatendido.

También, ayudó a establecer un conjunto regional de laboratorios en América Latina y que Costa Rica se proyectara aún más a las comunidades con nuevos proyectos de investigación. Lo anterior, para el Dr. Gutiérrez, al inicio parecía solo una utopía y se logró, según dice, no por solo por él, sino por el trabajo colectivo que unía muchas ilusiones y esperanzas.

“Realmente puedo decir, y no con falsa modestia, que lo que haya podido construir con estos más de 40 años de vida institucional se debe, fundamentalmente, a que he participado en grupos colectivos académicos, sociales y políticos muy especiales, con gente muy especial. De ellos y ellas he aprendido muchísimo, me han enriquecido y me han ayudado a lograr las cosas que se han podido lograr”, cerró el científico.

El Dr. Saénz agradeció por el homenaje dado. Foto de Anel Kenjekeeva, UCR.

Ciencia por las venas

Un apasionado de la hematología, la docencia y la investigación. Así es el Dr. German Saénz Renauld, un pionero del estudio de la sangre que logró encontrar por qué, en la década de los sesenta, algunas personas de Guanacaste y Limón sufrían microinfartos de manera constante.

La razón se ocultaba en sus glóbulos rojos y tenía un nombre: drepanocitosis, un trastorno que entorpece la circulación, deteriora la oxigenación sanguínea y, en poco tiempo, provoca en la víctima serios cuadros de dolor, frecuentes infecciones bacterianas y un mayor riesgo de desarrollar necrosis ―degeneración de los tejidos―.

Con la ayuda de otros científicos, el Dr. Saénz comprobó que en Costa Rica existían dos de las hemoglobinas anormales causantes de la enfermedad: la drepanocítica S y la mediada por la hemoglobina C. Ambas anomalías estaban posicionadas en su época como las más frecuentes y perjudiciales del mundo.

“En 1960 se creó la única cátedra de Hematología del país y fue en la UCR. En ese momento nos enteramos de que las hemoglobinas anormales, trastornos hereditarios que comprometen el funcionamiento de la sangre, tenían su presencia en el país. Ahondamos un poco más en esa materia con una gran sorpresa: si había un problema serio a nivel nacional que no había sido tomado en cuenta, porque era una condición que experimentaban los de menos recursos económicos. Las personas afrodescendientes eran las más perjudicadas”, expuso el Dr. Saénz, en una entrevista dada el 29 de octubre del 2018.

Así es como este percusor de la ciencia, y fundador del único Centro de Investigación en Hematología y Trastornos Afines del país (Cihata-UCR), se enrumbó en un camino lleno de estudios científicos y docencia que llevó a otros importantes hallazgos: la talasemia. Si bien esta ya se conocían en el mundo, su presencia en el país era incierta.

“Así como encontramos hemoglobinas anormales que generan la enfermedad, como la S y la C, también en los blancos está la talasemia que, cuando se heredan dosis dobles, es muy grave. La persona requiere transfusiones desde que nace”, dijo Saénz en un reportaje elaborado por la UCR el 18 de octubre del 2018.

La talasemia se caracteriza por destruir los glóbulos rojos y generar anemia. Sus efectos se evidencian desde los primeros años de vida, cuando los menores tardan en crecer, llegan más tarde a la pubertad y el riesgo de insuficiencia cardíaca aumenta exponencialmente.

“Los aportes del doctor Germán Saénz en el campo de la microbiología y de la hematología son muy importantes para todos los laboratorios del país, puesto que dio las bases del estudio y del diagnóstico hematológico que se tiene actualmente. Prueba de ello son sus libros y ediciones revisadas que, a lo largo de los años, 2 600 microbiólogos de este país hemos usado en nuestros cursos y vida profesional”, rescató el Dr. Norman Rojas.

“Cuando hay un reconocimiento es porque algo hizo. Al igual que los otros dos compañeros, puedo decir que lo que hicimos fue con mucho amor y esfuerzo para que se llegara a cumplir el máximo objetivo de una unidad académica como lo es la Facultad de Microbiología. En el caso mío, y de los otros dos compañeros, estuvimos enamorados de la ciencia y, en mi caso, de la hematología, de la docencia como tal y de la investigación. Quiero agradecerles por ese momento”, compartió Sáenz.

 

Jenniffer Jiménez Córdoba,
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

El MOPT entrega oficialmente la homologación por un año a la carrera Marina Civil de la UCR

En el Auditorio de la Plaza de la Autonomía de la UCR se dieron cita algunos estudiantes y profesores de la carrera Marina Civil, quienes quisieron ser testigos presenciales de la entrega de la homologación por parte del MOPT a la UCR. Les acompañaron el Lic. Nelson Soto y el Dr. Gustavo Gutiérrez (al centro, ambos con corbata), y Otto Noack Sierra, director ejecutivo de la Comisión Centroamericana de Transporte Marítimo (COCATRAM, de último a la derecha). Foto Karla Richmond, UCR.

Las autoridades de Rectoría, Vicerrectoría de Docencia, Sede del Caribe y del MOPT, trabajan en conjunto para subsanar todos los contratiempos y cumplir con el compromiso académico asumido con las y los estudiantes

Paso a paso, con una labor en equipo y con el objetivo de que la carrera Marina Civil, que se imparte en la Sede del Caribe de la UCR, cumpla con todos los requisitos para que sus estudiantes sean reconocidos internacionalmente como profesionales, la Universidad de Costa Rica y el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) lograron completar uno de los requisitos primordiales: la homologación de la carrera.

Se trata de una certificación que entrega dicho Ministerio, por ser la entidad regidora de las actividades marítimas y portuarias de país, hacia aquellas instituciones educativas que pretendan formar a la gente de mar.

Como una primera etapa de este proceso, se entregó la homologación provisional, que tendrá vigencia por un año, mientras la UCR cumple con ciertos requisitos adicionales para poder optar por la homologación permanente, la cual se extiende por cinco años prorrogables.

El acto oficial de entrega de dicha certificación se realizó este lunes 4 de julio en el Auditorio de la Plaza de la Autonomía de la UCR, actividad a la que asistieron representantes de ambas instituciones públicas, profesores y estudiantes.

Voces de aliento, perseverancia y satisfacción

El Lic. Nelson Soto Corrales, jefe de la Dirección de Navegación y Seguridad del MOPT, aseguró que la meta es que Costa Rica desarrolle su potencial en cuanto a la formación de profesionales marinos, para que se desempeñen en diversos puestos de trabajo tanto a lo interno, como fuera del país.

Sin embargo, una vez que se cumpla el proceso de homologación, todavía existen ciertos requisitos para que la carrera esté reconocida en todo el mundo.

El Lic. Nelson Soto Corrales del MOPT, el rector Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta de la UCR (al centro), y Yeison Mora Díaz, presidente de la Asociación de Estudiantes de Marina Civil, muestran el documento que certifica la homologación por un año. Foto Karla Richmond, UCR.

“La certificación ISO 9001, que es una norma de estandarización que busca que el ‘producto’ siempre sea el mismo, y en temas de formación marítima es lo mismo. La OMI (Organización Marítima Internacional) y los países firmantes de sus convenios buscan que todas y todos los marinos tengan una formación estándar al final del proceso educativo, para que se puedan embarcar en cualquier parte del mundo y en cualquier buque, sin que existan diferencias de criterios. Esa estandarización se busca promover por medio del sistema de gestión, en donde todos los procesos de formación y administrativos sean los correctos e iguales”, señaló Soto.

Asimismo, esa certificación establece que el sistema que rige la carrera garantiza que los estudiantes siempre tendrán al profesor adecuado, que el equipo tecnológico de los laboratorios y simuladores funcionarán debidamente y tendrán el mantenimiento adecuado, que la bibliografía estará actualizada, que las metodologías serán las adecuadas, entre otras aristas más.

“Ese es el principal requisito que necesita la UCR para obtener la homologación definitiva, aunque también hay otros temas en los que la idea es que el programa académico esté muy claro para que las competencias incluidas en el convenio STconvenio ST se vean reflejadas allí. De esa forma nosotros, como administración marítima nacional, podemos comprobar que lo que hace la UCR es lo requerido por el estándar internacional”, indicó Soto.

El Director de Navegación y Seguridad hizo énfasis en que ha trabajado a la par de la UCR porque a ambas instituciones las mueven objetivos comunes, “lo que nos interesa es el desarrollo de Costa Rica y no establecer meramente un proceso de auditoría, y al final establecer si se cumplen los requerimientos o no. De eso no se trata, porque lo que queremos es impulsar el desarrollo, por eso el acompañamiento del MOPT será hasta el final para que la carrera de Marina Civil se consolide adecuadamente. Esta Universidad ha realizado un gran esfuerzo y los frutos vendrán”, destacó Soto.

Existe un tema adicional dentro del sistema marítimo internacional, que es la inclusión de Costa Rica dentro de la conocida Lista Blanca de la OMI, que reúne a los países que han consolidado los requisitos arriba descritos y mantienen la calidad en la formación de las y los profesionales marinos.

Tramitamos la solicitud a la Jefatura de Cooperación Técnica de la OMI, para que soliciten toda la información que requieran y que vamos a generar desde acá, como por ejemplo todos los procedimientos y una muestra del proceso de homologación. Una vez que la OMI califique este proceso como robusto, entonces vamos a poder entrar en la Lista Blanca, para que los marinos nacionales tengan ese plus.”, subrayó Soto.

La carrera de Marina Civil se imparte únicamente en la Sede del Caribe de la UCR. Foto Karla Richmond, UCR.

Por su parte, el M.Sc. Julio Brenes Arroyo; asesor de la Rectoría UCR, coordinador de sedes y quien ha liderado este proceso desde que se dio el cambio de administración universitaria en enero del 2021, dijo que trabajan continuamente en tres procesos que son fundamentales para el fortalecimiento de la carrera.

“El primero es la homologación, que por ahora es provisional pero nos sirve para consolidar los otros procesos y después obtener la homologación quinquenal. Esto inclusive nos permitió graduar a los dos primeros estudiantes en la Sede del Caribe. El segundo paso es la certificación 9001, porque al tener ese sistema de gestión de calidad activo nos permite tener garantía de que los procesos internos de la carrera caminan de acuerdo al convenio internacional. Además, ya contamos con la aprobación de la auditoría interna y en estos días la empresa Lloyd’s Register, contratada para que aplicara la auditoría externa y es una de las más reconocidas en todo el mundo, nos comunicó que la primera etapa fue aprobada con muy buenos resultados, y que la segunda etapa de la auditoría la harán virtual, pues les parece que no hace falta que sea presencial, dada la calidad que pudieron comprobar. Esperamos que a finales del mes de julio tengamos esa certificación. El tercer proceso es la reapertura de la carrera, que forma parte de la enseñanza y el aprendizaje, aspectos que son evaluados por el sistema de gestión de calidad, y por lo tanto hay que contar con promociones de estudiantes, para que no se caiga todo el proceso”, detalló Brenes.

Precisamente, Brenes manifestó que de la mano con la Vicerrectoría de Docencia, del Centro de Evaluación Académica (CEA) y de la Sede del Caribe, se busca subsanar los inconvenientes detectados en el plan de estudios de la carrera Marina Civil, para presentar la reapertura de la matrícula ante el Consejo Nacional de Rectores (CONARE) y que sea aprobada.

Finalmente, los estudiantes Fressy Bustos Castillo y Yeison Mora Díaz, vicepresidenta y presidente de la Asociación de Estudiantes de Marina Civil de la Sede del Caribe, se mostraron confiados en que ellos formaran parte de la primera generación de profesionales marinos de Costa Rica.

“Ha sido un trayecto muy difícil, pero sentimos confianza cuando entró la nueva administración de la UCR y nos dijeron que iban a rescatar la carrera. El trabajo está rindiendo los resultados que queríamos y estamos muy complacidos con las gestiones hechas desde la Rectoría. Aunque queda camino por recorrer, nos sentimos esperanzados”, expresó Fressy Bustos.

Llevamos 10 años de luchar y hoy me siento bien, nunca es tarde para ver los resultados llegar y de acá en adelante confío en la voluntad de la administración de la UCR para sacar esto adelante. Ha sido un proceso muy difícil y queremos disfrutar este momento, pero pensando en que hay que concretar lo que falta”, concluyó Yeison Mora.

 

Otto Salas Murillo
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR: La sexta edición del festival de danza Paréntesis rendirá un homenaje póstumo al bailarín Rolando Brenes

El festival de danza Paréntesis se ha caracterizado por acercar a la comunidad nacional a la danza contemporánea institucional e independiente, mediante presentaciones y talleres. En el 2019, el bailarín y coreógrafo keniano Fernando Anuang’a fue el dedicado de esa edición. Foto: Anel Kenjekeeva, UCR.

La actividad es organizada por Danza Universitaria y se llevará a cabo del 7 al 8 de julio en el Aula Magna de la UCR

El festival [ ]PARÉNTESIS Espacio de Danza llega a su sexta edición, en la que se presentarán muestras de danza contemporánea en modalidad presencial y videodanzas.

La presente edición es un homenaje póstumo al bailarín y maestro costarricense Rolando Brenes Calvo (1958- 2021), exintegrante de la compañía Danza Universitaria durante muchos años y que además tuvo una brillante carrera como bailarín en Europa, donde bailó en la Compañía de Pina Bausch. En nuestro país, fungió como docente de la Carrera de Danza de la Universidad Nacional y también enseñó en la Compañía Nacional de Danza, en Danza Universitaria, así como en algunos grupos independientes, marcando a una gran cantidad de generaciones de profesionales y estudiantes de danza contemporánea.

La actividad se realizará del 7 al 8 de julio en el Aula Magna, en la Ciudad de la Investigación de la Universidad de Costa Rica, de 5:00 p. m. a 8:00 p. m.

En esta ocasión se contará con la participación internacional de la compañía austriaca Body Architects, que presentará la coreografía The B Team e impartirá un taller de danza contemporánea a bailarines profesionales.

Body Architects visitará las Sedes del Atlántico y del Caribe de la UCR, donde darán talleres a estudiantes y a la comunidad, además de presentarse en el gimnasio de la Sede de Turrialba y en la Casa de la Cultura de Limón.

Por otra parte, el bailarín y músico Voland Székely, impartirá un taller de percusión al Ensamble de Percusión de la Escuela de Artes Musicales de la UCR.

También se contará con la presencia de la bailarina, coreógrafa y maestra hindú Suhasini Muthakrishnan, quien impartirá un taller de danza hindú Bharatanatyam a Danza Universitaria y a bailarines invitados, un taller abierto al público y un conversatorio/demostración sobre este estilo de danza. Se presentará con las obras Thillana y Keertanam durante el festival.

Durante la semana del 4 al 8 de julio se realizarán talleres abiertos para todo público.

Además, participarán grupos costarricenses de danza contemporánea independientes, que fueron elegidos mediante una convocatoria. Se presentarán las obras Otro lado del grupo Los innato; Zedah del Colectivo Clá; Inefable de Gabriel Rodríguez; y Primer estado sobre la muerte de Iván Álvarez.

De igual manera se proyectarán las videodanzas El arte del encuentro de Juliana Cabra y Vanessa de la O; Caracoles de Allyson Mykall; The gravity of water de Laura Cruz; y Distantes Ep. 1: Fracaso, del grupo Aquatic Movement.

Las compañías de danza institucionales, grupos estudiantiles y comunitarios también tienen su espacio en [ ]PARÉNTESIS. Junto a Danza Universitaria, estará la Compañía Nacional de Danza y la Compañía de Cámara Danza UNA.

Por su parte, UNA Danza Joven, Plan B de la comunidad de Hatillo, Danza TEC y TecAmón del Instituto Tecnológico, Dancerías de la Sede de Occidente y Danzú de la Sede Rodrigo Facio, se presentan en horario de 5:00 p. m. a 6:00 p. m. también en el Aula Magna.

Además de las presentaciones, durante toda la semana del 4 al 8 de julio, se impartirán talleres abiertos a todo público de diferentes estilos de danza como tango, baile popular, hip-hop, vogue femme, danza hindú Bharatanatyam y afroguineano. La inscripción se hace por medio del siguiente formulario https://forms.gle/1RZA7EYRnua5pzTF8.

[ ]PARÉNTESIS Espacio de danza es una propuesta cultural organizada por Danza Universitaria, que pretende generar un espacio para la difusión de la danza contemporánea institucional e independiente. Además, busca posicionar a la Universidad de Costa Rica como un espacio abierto, recreativo y sin fines de lucro, brindando a la comunidad universitaria y público en general, diferentes expresiones de danza contemporánea.

Para más información puede consultar las páginas de Danza Universitaria en Facebook e Instagram.

Autoría: Andrea Marín Castro ODI UCR.

Andrea Marín Castro
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR: El Instituto de Investigaciones Jurídicas emitió su criterio sobre el proyecto de reforma del artículo 176 de la Constitución Política

Inconstitucional por el fondo

La reforma pretende que prevalezca el principio de equilibrio financiero sobre autonomías constitucionalmente garantizadas

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS DE LA UNIVERSIDAD DE COSTA RICA

CRITERIO JURÍDICO

EN VIRTUD DE LA CONSULTA DE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA

REPÚBLICA DE COSTA RICA

SOBRE EL PROYECTO DENOMINADO: REFORMA DEL ARTÍCULO 176 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA PARA QUE PREVALEZCA EL PRINCIPIO DE EQUILIBRIO FINANCIERO SOBRE AUTONOMÍAS CONSTITUCIONALMENTE GARANTIZADAS, EXPEDIENTE No.22266.

El Director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad de Costa Rica, Prof, Dr. Gustavo Chan Mora, evacua la consulta hecha por la Asamblea Legislativa y presentada ante esta dirección por el Dr. German Vidaurre Fallas, Director del Consejo Universitario; esto de la siguiente manera:

1.- Que en virtud del artículo 88 de la Constitución Política, se le solicita criterio a la Universidad de Costa Rica sobre el proyecto denominado REFORMA DEL ARTÍCULO 176 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA PARA QUE PREVALEZCA EL PRINCIPIO DE EQUILIBRIO FINANCIERO SOBRE AUTONOMÍAS CONSTITUCIONALMENTE GARANTIZADAS; esto con el fin de que manifieste su conformidad o disconformidad con dicho proyecto de Ley.

2.- Que, según lo analiza este Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), respecto del proyecto de ley mencionado, deben detallarse al menos las siguientes objeciones esenciales:

2.1- Actualmente el artículo 176 de la Constitución Política contiene una regla técnica, que aconseja prácticas para el manejo razonable de las finanzas públicas y para el equilibrio del Presupuesto Nacional:los gastos autorizados no pueden exceder los ingresos previstos (Así, por ejemplo, voto 6859-96 de la Sala Constitucional de Costa Rica). Sin embargo, en sentido rigurosamente jurídico, no se trata de un principio o norma jurídica constitucional fundamental, ni mucho menos de una garantía normativa para la interpretación y/o restricción de los derechos fundamentales -sociales, económicos y culturales – de las personas.

Expuesto en otros términos, en una lectura sistemática de ese artículo, congruente con la tutela de Derechos Fundamentales propios del contexto del modelo de Estado Social y Democrático de Derecho por el cual optó el constituyente del 49, esto significa que una regla técnica como la descrita no tiene eficacia transversal alguna en relación con derechos fundamentales consagrados en la Constitución Política; ergo, no se le puede utilizar para limitar la vigencia, ni la eficacia de aquellos derechos, sino que debe ser integrada en armonía con ellos, para garantizar, priorizar y ampliar su vigencia formal y real.

El proyecto de reforma que se analiza, pretende darle un alcance diferente al artículo 176, que lo haría entrar en contradicción, por ejemplo, con los artículos 84 y 85 de la Constitución Política, y con los derechos fundamentales -sociales, económicos y culturales – de las personas.

2.2.- El artículo 84 de la Constitución Política consagra la autonomía de la Universidad de Costa Rica y de las demás instituciones de educación superior en el país. Se trata de un grado de autonomía especial asegurado constitucionalmente, al que conviene denominar como “autonomía universitaria plena”, del cual da cuenta el derecho constitucional comparado.

Los alcances de esta forma específica de autonomía, fueron entendidos y claramente delineados desde recién iniciada la actividad de la Sala Constitucional de Costa Rica:

“… fue la intención del Constituyente concederles a las universidades estatales un marco general de autonomía según lo que expresa el artículo 84 de la Constitución Política, y además, de un trato especial en lo que atañe al procedimiento legislativo para la discusión y aprobación de proyectos de ley, en materias que sin estar dentro del ámbito autonómico, tengan que ver con las universidades estatales (…) Si bien es cierto -como ya se comprobó- la Asamblea Legislativa puede regular lo concerniente a la materia de las universidades, le está vedado imposibilitar, restar o disminuir a esas instituciones, aquellas potestades que les son necesarias para cumplir su correspondiente finalidad y que conforman su propia Autonomía (…) Son estas las modalidades administrativa, política, organizativa y financiera de la autonomía (el destacado y lo que se subraya no son del original) que corresponde a las universidades públicas. La autonomía universitaria tiene como principal finalidad, procurar al ente todas las condiciones jurídicas necesarias para que lleve a cabo con independencia su misión de cultura y educación superiores (…)” (Sala Constitucional resolución número 1313-93, de 13:54 horas del 26 de marzo de 1993).

Con posterioridad, la Sala Constitucional se ha encargado de subrayar que dicha autonomía especial abarca las dimensiones administrativa, política, financiera y organizativa, en el sentido de que las Universidades Públicas gozan de todas las facultades y poderes administrativos para alcanzar sus objetivos centrales, los que no son otros que el aseguramiento de los derechos fundamentales a la cultura y la educación superior. Justamente para la consecusión de estos objetivos, es que las universidades tienen la facultad de establecer sus planes y programas, determinar su presupuesto y organización interna, así como fijar su propia estructura de gobierno (Sala Constitucional, voto 2012-011473).

Precisamente en consonancia con aquella dimensión de la autonomía económica de la Universidad de Costa Rica, en el año 1981 la Asamblea Legislativa aprobó el texto del artículo 85 de la Constitución Política vigente en la actualidad, según el cual se estipula que:

“El Estado dotará de patrimonio propio a la Universidad de Costa Rica, al Instituto Tecnológico de Costa Rica, a la Universidad Nacional y a la Universidad Estatal a Distancia y les creará rentas propias, independientemente de las originadas en estas instituciones. Además, mantendrá -con las rentas actuales y con otras que sean necesarias- un fondo especial para el financiamiento de la Educación Superior Estatal. El Banco Central de Costa Rica administrará ese fondo y, cada mes, o pondrá en dozavos, a la orden de las citadas instituciones, según la distribución que determine el cuerpo encargado de la coordinación de la educación superior universitaria estatal. Las rentas de ese fondo especial no podrán ser abolidas ni disminuidas, si no se crean, simultáneamente, otras mejoras que las sustituyan. El Poder Ejecutivo incluirá, en el presupuesto ordinario de egresos de la República, la partida correspondiente, señalada en el plan, ajustada de acuerdo con la variación del poder adquisitivo de la moneda.Cualquier diferendo que surja, respecto a la aprobación del monto presupuestario del plan nacional de Educación Superior Estatal, será resuelto por la Asamblea Legislativa

Independientemente de las desviaciones e incumplimientos reiterados que se han suscitado en la práctica en relación con este artículo de la Constitución Política; lo cierto es que en él se delimita la base económica-material con la que debe contar la Universidad de Costa Rica para lograr los objetivos antes mencionados. Sumado a ello, y para lo que resulta de mayor relevancia, la norma recién citada establece con rango constitucional, la obligación del Estado costarricense de incluir en el Presupuesto Ordinario de Egresos de la República una partida prioritaria para cubrir el Fondo Especial para el Financiamiento de la Educación Superior Estatal (FEES), necesario para que las Universidades sigan operando de manera tal que puedan asegurar los derechos fundamentales a la cultura y a la educación superior, para todos y todas las costarricenses.

Conforme se argumenta en la presente opinión jurídica, la autonomía económica o financiera de la Universidad de Costa Rica está asegurada desde normas de la Constitución Política misma; de lo cual se deriva que ni esta dimensión económica, ni otras manifestaciones de la autonomía, pueden ser derogadas directa o indirectamente por, ni quedar supeditadas a una ley formal.

Puede aceptarse que el artículo 176 Constitucional vigente debe integrarse en armonía con los numerales 84 y 85 de la Carta Fundamental, en el sentido de que deben implementarse mecanismos y prácticas de razonabilidad para el manejo de los dineros públicos previstos y asignados específicamente para la Universidad de Costa Rica desde la propia Constitución Política. Pero nunca que aquel artículo 176 permita limitar, reducir, debilitar o hacer nugatorio lo dispuesto por el constituyente originario para la autonomía financiera, absolutamente necesaria para que la Universidad de Costa Rica y otras casas públicas de estudios superiores puedan hacer efectivos los derechos fundamentales a la cultura y a la educación superior.

El proyecto de ley que se tramita bajo el expediente 22.266 sometido a consideración de la Universidad de Costa Rica, tiene como defecto central que pretende imponer una grave afectación y limitación de la autonomía universitaria, consagrada en una norma específica de la Constitución Política de la República, desde una regla fiscal establecida en una ley (la Ley 9635); un instrumento jurídico de rango inferior a la carta fundamental, que carece de validez para ello, si se atiende con rigurosidad técnica el esquema de jerarquía de las normas jurídicas, sobradamente conocido en cualquier democracia republicana.

Dicho sea mediante otros términos, con la reforma que se propone para el numeral 176 de la Constitución Política, lo que se busca es que este artículo se adecue a y obtenga todo su contenido de significado desde la regla fiscal, fijada desde una mera ley formal, la ley 9635 que la contiene. Pero además, lo que se busca en el fondo es modificar indirectamente el texto constitucional, – en especial los artículos 84 y 85 de este, referidos a la autonomía universitaria- desde parámetros fiscales establecidos mediante un instrumento jurídico normativo de rango inferior, la mencionada ley 9635, lo cual es un error evidente.

2.3.- Las autonomías institucionales garantizadas en la Constitución Política de la República de Costa Rica, entre ellas la autonomía universitaria plena prevista para la Universidad de Costa Rica y otras casas de estudios superiores, no lo fueron como un objetivo per se o en sí mismo; sino que fueron estipuladas como instrumentos o mecanismos para la protección acentuada de Derechos Fundamentales de las personas, asociados a un modelo de Estado Social y Democrático de Derecho.

El Constituyente costarricense de 1949, optó expresamente por esa protección acentuada de Derechos Fundamentales sociales, económicos, culturales y colectivos de las personas -entre ellos el derecho a la cultura y la educación superior – mediante el establecimiento de la autonomía universitaria plena, precisamente para protegerlos de los avatares de la política.

Desde este punto de vista, la interpretación acerca de los alcances y extensión de la autonomía universitaria plena (y con ello, de la autonomía económica o financiera) como instrumento insoslayable para la protección de los derechos fundamentales, únicamente puede realizarse de manera progresiva; es decir, de modo que permita un aseguramiento y eficacia material creciente de dichos derechos fundamentales.

En materia de autonomía financiera o económica de la Universidad, el constituyente originario previó una obligación del Estado en favor de la tutela del derecho a la cultura y a la educación superior como derechos sociales y culturales de todos los costarricenses. Esta obligación, y con ello la autonomía que permite que esos derechos sociales fundamentales se materialicen, deben estar marcadas por el principio de progresividad y no regresión.

En el derecho constitucional comparado, esto se ha defendido sin ambages, ni eufemismos por distintos Tribunales Constitucionales, desde modelos de Constitución Política muy similares a la costarricense. A manera de ejemplo, la Corte Constitucional de Colombia argumentó:

“ (…) al Colombia ser un Estado social de derecho implica que “las autoridades están obligadas a corregir las visibles desigualdades sociales, a facilitar la inclusión y participación de sectores más marginados y vulnerables de la población en la vida económica y social de la nación, y a estimular un mejoramiento progresivo de las condiciones materiales de existencia de los sectores más deprimidos de la sociedad.” Dicho mandato lo fundamenta en los artículos 1 (principio de la dignidad humana y de la solidaridad), 2 (fines esenciales del Estado),13 (promoción de condiciones de igualdad real y efectiva), 334 (acceso efectivo a los bienes y servicios básicos por las personas de menores ingresos) y 366 (prioridad del gasto social en los planes y presupuestos de la Nación y de las entidades territoriales) de la Constitución Política.” (Corte Constitucional de Colombia. Sentencia C 272 de 2009)

De esas normas y principios, también presentes en la letra de la Constitución Política de la República de Costa Rica, el Tribunal constitucional colombiano deriva tanto la obligación del Estado de satisfacer progresivamente los derechos fundamentales sociales, económicos y culturales; como también infiere la prohibición para el Estado de ejecutar cualquier tipo de medidas, programas o políticas que conlleven una regresión o desmejoramiento de esos derechos fundamentales (Así: Calvo Chaves, Néstor. Aplicación del principio de progresividad en la jurisprudencia constitucional colombiana. Visible en https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3851138).

Aún más allá del derecho constitucional comparado, la obligación de progresividad y la prohibición de regresión respecto de los derechos fundamentales a la cultura y la educación, queda impuesta para el Estado costarricense desde el artículo 26 de la Convención Americana de Derechos Humanos, que literalmente estipula:

“Los Estados Partes se comprometen a adoptar providencias, tanto a nivel interno como mediante la cooperación internacional, especialmente económica y técnica, para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos que se derivan de las normas económicas, sociales y sobre educación, ciencia y cultura, contenidas en la Carta de la Organización de los Estados Americanos, reformada por el Protocolo de Buenos Aires, en la medida de los recursos disponibles, por vía legislativa u otros medios apropiados.” (la negrilla se adiciona).

Se trata, sin lugar a dudas, de un mandato para el Estado costarricense, emanado del instrumento normativo central que rige para el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. El alcance y significado de ese mandato, no admite ambigüedades para implementar una regresión o debilitamiento de esos derechos, como se sigue también del artículo 1.1 del Protocolo de San Salvador:

“Los Estados partes en el presente Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos se comprometen a adoptar las medidas necesarias tanto de orden interno como mediante la cooperación entre los Estados, especialmente económica y técnica, hasta el máximo de los recursos disponibles y tomando en cuenta su grado de desarrollo, a fin de lograr progresivamente, y de conformidad con la legislación interna, la plena efectividad de los derechos que se reconocen en el presente Protocolo.”

Cada medida que se implementa desde el Poder ejecutivo costarricense en contra de ese mandato de progresividad y en contra de es obligación de no regresión, toda ley que así lo posibilita – y el proyecto de reforma del 176 constitucional y la ley 9635 así lo hacen- y cada resolución de la Sala Constitucional que las legitima, cuando obvia en desidia estas obligaciones, contraviene también el marco normativo del derecho internacional de los derechos humanos aludido.

El proceso de materialización de los derechos fundamentales sociales, económicos y culturales inició en Costa Rica con la Constitución Política de 1949, e incluso antes con las grandes reformas sociales que le precedieron. De ahí que, para el Estado costarricense, desde el principio de progresividad, no queda más opción que mejorar el goce y ejercicio material efectivo de esos derechos, por encima de y en mejora permanente de aquello que se logró originariamente con lo establecido con la Constitución vigente y sus reformas progresivas posteriores.

Ya desde ese marco constitucional originario, se estipuló un mínimo de protección básico, pero acentuado, de ese grupo de derechos: en el caso de las universidades, mediante el régimen de autonomía plena universitaria, y la obligación constitucionalmente establecida para dotar de un presupuesto adecuado a las mismas. De ahí que, desde el principio de no regresión, queda vedado para el legislador, y para el propio intérprete de la Constitución, establecer retrocesos, en comparación con ese nivel de protección originaria.

También por esto, el proyecto de ley sometido a consideración de la Universidad de Costa Rica, vulnera los principios indicados, y posibilita una franca regresión en cuanto a las condiciones económicas propias de la autonomía universitaria, en demérito de los derechos a la educación superior y a la cultura. En lugar de destinar el máximo de los recursos posibles, y de priorizar con ello estos derechos, la reforma de ley propuesta haría regresar a las Universidades, y colocaría la eficacia real de esos derechos fundamentales, a un deplorable estado, como el que existía antes de las grandes reformas sociales de la primera y segunda mitad del siglo pasado.

De nuevo, es necesario subrayar que esto ha sido tenido muy en claro en el derecho constitucional comparado. Tal como lo comenta Calvo Chaves (Op.Cit), en relación con el fallo C-391 2004, de la Corte Constitucional de Colombia:

“ el deber de progresividad aplicado al derecho a la educación superior “obliga al Estado a mantener actualizados los recursos financieros con los cuales alimenta a las universidades públicas para el logro de sus objetivos constitucionales.” En el caso allí estudiado se determinó que la ley anual del presupuesto general de la Nación que consagraba la “congelación” de los recursos asignados a las universidades públicas resultaba violatoria de la prohibición de regresividad (…)“.

2.4.- Con la reforma que se propone -valga aquí el tono coloquial, para mayor claridad – se busca destruir “a pellizcos” el Estado Social de Derecho y con ello, limitar y desmejorar los derechos fundamentales económicos, sociales y culturales que le son inherentes, para imponer un “Estado Neoliberal de derecho”; con la gravedad de que esto se hace sin establecer un Poder Constituyente para ello.

El proyecto analizado, al igual que otros en la misma línea, pretende de manera subrepticia la modificación de aspectos esenciales de la organización política y económica del Estado costarricense, vbgr. el régimen de autonomía universitaria plena, como instrumento de protección acentuada de los derechos fundamentales a la cultura y la educación superior. Estos aspectos estructurales esenciales del Estado costarricense, fueron trazados por el constituyente originario desde la hoja de ruta de la Constitución de 1949.

Una modificación de tal envergadura solamente está permitida mediante una reforma general de la Constitución Política, mediante un Poder Constituyente, y no por vía de reformas parciales. De modo que, reformas parciales de la Constitución, como la que propone, en tanto afecta la estructura esencial del Estado Social de Derecho, en este caso el régimen de autonomía plena de las universidades; son por sí mismas inconstitucionales por el fondo.

Así se sigue, por ejemplo, del siguiente antecedente jurisprudencial de la Sala Constitucional de Costa Rica:

“(…) La Asamblea Legislativa como poder reformador derivado, está limitada por el Poder Constituyente en su capacidad para reformar la Constitución: no puede reducir, amputar, eliminar, ni limitar derechos y garantías fundamentales, ni derechos políticos de los ciudadanos, ni los aspectos esenciales de la organización política y económica del país. Únicamente mediante el procedimiento de reforma general, regulado en el artículo 196 de la Constitución Política y en estricto apego a lo allí dispuesto, se podría intentar una reforma de tal naturaleza. Habiendo llegado a este punto del razonamiento judicial, es pertinente aclarar que la reforma parcial o total de la Constitución Política no se refiere a la cantidad de normas reformadas, sino que apunta a un aspecto cualitativo (…) en el sentido de que si al pretendida reforma implica variación de aspectos esenciales de la vida político-social y económica de la nación, o restricción a derechos y garantías fundamentales, y aún cuando lo sea de una sola norma constitucional -o de uno de sus incisos-, no podría la Asamblea Legislativa, mediante el procedimiento de reforma parcial, aprobar la reforma sin violentar toda la Constitución.”( Voto 2006-002288 de la Sala Constitucional de Costa Rica. de La negrilla y los paréntesis no están en el original.)

CONCLUSIONES

Por todo lo argumentado previamente, respecto del proyecto de REFORMA DEL ARTÍCULO 176 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA PARA QUE PREVALEZCA EL PRINCIPIO DE EQUILIBRIO FINANCIERO SOBRE AUTONOMÍAS CONSTITUCIONALMENTE GARANTIZADAS, EXPEDIENTE No.22266; este Instituto de Investigaciones Jurídicas concluye:

1. Que el artículo 176 de la Constitución Política debe interpretarse de manera sistemática con los numerales 84 y 85 de dicha carta fundamental, en el sentido de que deben implementarse criterios de razonabilidad en la construcción del presupuesto para la Universidad de Costa Rica, pero que a la vez aseguren la autonomía económica y la vigencia real y efectiva de los derechos a la cultura y la educación superior que esta pretende alcanzar.

Si el artículo 176 mencionado se reformase desde los parámetros que impone la ley 9635 sobre las finanzas públicas, esto implicaría el uso de un mecanismo espurio para la modificación del texto constitucional, ya que en el fondo ese numeral y los parágrafos 84 y 85, y con ello el régimen de autonomía universitaria plena, estarían siendo cambiados desde una ley formal, con rango normativo inferior al de las normas constitucionales.

2. – Que la autonomía universitaria plena (y entre ella, la autonomía económica), es un medio para la tutela acentuada de los derechos fundamentales a la cultura y la educación superior de los costarricenses.

Respecto de dicha autonomía, y de los derechos fundamentales que asegura, el Estado Costarricense tiene el mandato de garantizarlos y materializarlos progresivamente, así como también la prohibición de desmejorarlos o afectarlos regresivamente.

El proyecto de ley sometido a consideración de la Universidad de Costa Rica, vulnera los principios de progresividad y no regresión, y posibilita un franco retroceso en cuanto a las condiciones económicas propias de la autonomía universitaria, en demérito de los derechos a la educación superior y a la cultura. Esto contraviene lo establecido en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, en particular lo estipulado en el artículo 26 de la Convención Americana de Derechos Humanos.

3.- Que el proyecto analizado es inconstitucional por el fondo, en el tanto que en realidad, se busca modificar la estructura esencial del modelo de Estado Social de Derecho y con ello, limitar y desmejorar los derechos fundamentales económicos, sociales y culturales que le son inherentes.

Una modificación de tal envergadura solamente está permitida mediante una reforma general de la Constitución Política, mediante un Poder Constituyente, y no por vía de reformas parciales, como la que ahora se propone.

Dado en la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, a las 16:40 horas del 20 de junio de 2022.

Prof. Dr. Gustavo Chan Mora

Director

Instituto de Investigaciones Jurídicas

Universidad de Costa Rica

 

Prof. Dr. Gustavo Chan Mora Director
Director IIJ-UCR

UCR: Las orquídeas florecen en pasillos universitarios

Con 25 años de trayectoria la artista María Nielsen Alvarado presenta una selección de 12 obras en gran formato que muestra la riqueza natural de las “phanelopsis”, orquídeas muy populares en el mundo y que son originarias del sureste asiático. Foto Eduardo Muñoz, UCR.

Una nueva exposición pictórica llega al campus Rodrigo Facio

La flora costarricense está llena de colores y alberga cientos de especies que a lo largo del año enriquecen el acervo natural costarricense, y durante la carrera artística los lienzos de la pintora han plasmado la riqueza de los miles de matices que ofrece la naturaleza.

Como una exponente de ese inmenso cromatismo natural, María Nielsen Alvarado inauguró el pasado 20 de junio la exposición titulada “Armonía y color˝, que se exhibe en el vestíbulo de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS).

La muestra es una selección de 12 obras inspiradas en uno de sus temas favoritos: las orquídeas; pero al igual que en su otra pasión: la riqueza natural del caribe costarricense, la pintora igualmente llena de colorido y exuberancia cada obra.

Armonía y color˝ es vibrante no solamente por el recurso del color y el minucioso detalle con el que la artista retrata a la naturaleza, sino también porque sus obras de gran formato que recrea al espectador de su trabajo con amplitud, y en cada rincón encuentra formas de vida en sus múltiples formas.

Como creadora, en “Armonía y color˝ la artista se enfrenta a los grandes formatos sin temor alguno;  y posiblemente inspirada en sus evidentes habilidades desarrolladas con el tema natural, exhibe su interpretación tras una evidente investigación que data de años.

Y es que no existe una palabra más adecuada para interpretar la obra estas obras: investigación; ya que esta exposición en particular resume la fascinación de la artista por una especie de orquídeas introducida hace pocos años y que actualmente es una de las preferidas de las personas por su larga floración: las “phanelopsis”.

“Hace unos 30 años estuve en Singapur y ahí se veían mucho las “phanelopsis”, pero en Costa Rica no se veían mucho, mientras que allá eran muy comunes, y me dije a misma: ¡qué bellezas de orquídeas!.  “Cuando en el país se empezaron a importar y se hicieron cada vez más populares empecé a pintarlas. Tengo como 10 años de investigar sobre esta variedad que aunque al inicio solo se veían con grandes flores blancas, ahora es posible conseguirlas con flores de distintos colores, fruto de los procesos de hibridación de la especie”, dijo Alvarado.

Según Marianela Salgado Gómez, pintora nacional y en cuyo taller la pintora hizo sus primeros estudios formales, Alvarado no solamente es una excelente proponente del óleo en Costa Rica, sino que “se ha enfocado precisamente en el tema de la naturaleza, específicamente en flores motivada en buena medida por los años que vivió en la zona Atlántica, los cuales dejaron una profunda huella en su gusto por la fuerza de esas tonalidades˝.

Las “phanelopsis” son orquídeas nativas del sureste asiático, en su mayoría son epífitas y otras litófitas, es decir, que se adhieren a sustratos vegetales o piedras, respectivamente, y su floración es sumamente vistosa y de larga duración. Su nombre deriva del griego “phalaina” que significa “mariposa” y “opsis” que quiere decir “parecido”, debido a las flores que recuerdan a mariposas en vuelo, por lo que estas especies son conocidas también como las orquídeas mariposa.

La pintora Alvarado es oriunda de Palmares, Alajuela, pero siendo pequeña se asienta en Limón, cuya   riqueza natural aflorará en sus posteriores creaciones de pintura al óleo sobre tela. A partir de 1989 inicia sus estudios de pintura y xilografía de la mano de artistas como Marianela Salgado, Héctor Burke y la reconocida xilógrafa Xila Chanto. Desde el año 1990 ha expuesto en galerías nacionales e internacionales y su obra se ha exhibido en distintas ciudades estadounidenses, en República Dominicana y Guatemala.

Mediante la hibridación se ha logrado que las “phanelopsis” tengan floración de diversas tonalidades y pétalos de mayor tamaño, mismo proceso que ocurre en la naturaleza con mayor lentitud. Obra pictórica de Ma. Nielsen Alvarado.

Su exposición “Armonía y color˝ permanecerá en exhibición hasta el próximo 20 de julio. Para conocer más sobre el trabajo de la pintora se puede contactar al correo electrónico nielsenalva@yahoo.com.

Esta actividad es parte de la programación de las “Exposiciones y Asesorías Plásticas Curatoriales” (EC-270), un proyecto de Acción Social de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica.

 

Eduardo Muñoz Sequeira,
Periodista, Vicerrectoría de Acción Social, UCR