Conmemorando el Día del Ambiente, se invita a la actividad que se realizará en la Biblioteca Eugenio Fonseca Tortós, Facultad de Ciencias Sociales UCR, el próximo 08 de junio a las 5:00 p.m. El foro es titulado “Plaguicidas en Costa Rica, el Agua de Cipreses y el cuido del bien común”.
Entre las personas invitadas se encontrará Kifa Sasa (PNUD- CR), Rebeca Alvarado Prado (área de investigación PNUD), David Cambronero del Laboratorio Nacional de Aguas, Clemens Reupert (IRET-UNA) e Isabel Méndez (Frente Eco Cipreses). Moderará Isabel Avendaño, decana de la Facultad de Ciencias Sociales.
Se realizará una transmisión del evento en el Facebook Live de la Facultad de Ciencias Sociales y Programa Kioscos Socioambientales.
Entre los temas a tratar se encuentran los retos que enfrentamos como sociedad en materia de salud pública y ambiental ante los recientes hallazgos de productos de la degradación del clorotalonil en el agua de Cipreses Cartago.
Se le invita a la actividad “Plaguicidas en Costa Rica: El agua de cipreses y el cuido del bien común”, realizada en un esfuerzo conjunto entre la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR, Kioscos Socioambientales y Frente ECO-CIPRESES.
La actividad contará con los siguientes panelistas:
Sr. Kifa Sasa. PNUD C.R
Sra- Rebeca Alvarado. UCR
Sr.Darner Mora. Laboratorio Nacional de Aguas (Sin confirmar)
Sr. Clemens Ruepert. IRET-UNA
Sra. Isabel Méndez. Frente Eco-Cipreses
Moderadora: Isabel Avendaño Decana de la Facultad de Ciencias Sociales.
La actividad se realizará en el marco de la celebración del Día Mundial Medio Ambiente y tendrá lugar el miércoles 08 de junio a las 5:00 pm en la sala de la biblioteca Eugenio Fonseca en la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR.
Se transmitirá en vivo desde las páginas de Facebook de Kioscos Socioambientales UCR y Facultad de Ciencias Sociales.
El pasado martes 31 de mayo de 2022 a las 5:30 p.m. tuvo lugar el foro titulado “Regla fiscal y Estado Social de Derecho”, en una colaboración entre la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR y de la UNA y con la participación de los siguientes panelistas:
Roxana Morales Ramos- Vicerrectora de Administración de la UNA
Fernando Rodríguez Garro- Docente de la Escuela de Ciencias Políticas de la UCR.
Sofía Guillén Pérez- Diputada del partido Frente Amplio
Moderó: Isabel Avendaño Flores- Decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR.
El foro se realizó en la biblioteca Eugenio Fonseca Tortós y fue transmitida por el Facebook de la Facultad de Ciencias Sociales.
La Universidad de Costa Rica participa en capacitación a grupo de 15 pacientes cardiópatas del Hospital Calderón Guardia para permitir cambios en sus estilos de vida y empoderarles con información para la sabia toma de decisiones diarias.
Paciente cardiópata: »Esto es un nuevo amanecer, yo no sabía cómo vivir y esta rehabilitación me lo enseñó otra vez»
Proyecto conjunto CCSS, UCR y UNA ofrece capacitaciones para la toma diaria de decisiones favorables a la calidad de vida de pacientes y sus familiares
El primer ciclo del programa de rehabilitación cardiaca del Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia y la Universidad de Costa Rica concluyó el pasado 23 de mayo con una experiencia que a juicio de sus participantes “les devolvió la esperanza”.
Este fue el primer grupo de 15 personas, con enfermedad cardiaca, que se benefició del nuevo programa de rehabilitación para pacientes del Hospital Calderón Guardia, que incluye un abordaje interdisciplinario que busca impactar la calidad de vida de estos pacientes.
El Dr. Cristian Moraga Rojas, uno de los muy escasos especialistas en rehabilitación cardiaca en el país, explica que este modelo de trabajo promete a un paciente que haya sufrido un infarto, tener hasta un 30 % menos de riesgo de sufrirlo de nuevo.
El programa, liderado en la UCR por el Centro Nacional en Tecnología de Alimentos (CITA-UCR) y por la docente Marjorie Herdenson García, ofrece nueve semanas de capacitación en temas que incluyen nutrición, psicología, farmacia, enfermería y hasta economía agrícola.
“Aquí se le da una nueva vida al paciente, desde nutrición se le enseña a comer bien, el Centro de Investigaciones Agronómicas les capacita en huertas urbanas y Economía Agrícola tiene un material en costos de siembras, así que se les dice qué sembrar para cumplir con sus dietas y las ventajas en su salud y en su bolsillo”, comentó Herdenson.
A lo anterior se suma la Escuela de Educación Física y Deporte que más que una rutina de ejercicio ofrece una capacitación para una vida más activa; la Escuela de Farmacia por su parte ofrece un módulo necesario para el buen manejo de los hasta 18 medicamentos que deben consumir las personas con cardiopatías.
Se trata de empoderar a los pacientes sobre la toma de decisiones diarias, esto les permite sentirse más seguros, menos temerosos y ser resolutivos sin necesidad de tener que hacer siempre consultas a un especialista.
“Esto es un nuevo amanecer, yo no sabía cómo vivir y esta rehabilitación me lo enseñó”. Ese el testimonio de uno de los participantes que advertía que tras un evento cardiaco los pacientes dudan de todo, incluyendo lo más básico como cuánto caminar, qué comer, cómo vivir.
El programa de rehabilitación cardiaca con la UCR
El programa es uno de extensión docente y se titula “Desarrollo de estrategias de capacitación para el mejoramiento de la calidad de vida de la población con enfermedad crónica degenerativa no transmisible”, el mismo consta de nueve capacitaciones y tiene una duración de ocho semanas.
Las personas participantes reciben capacitaciones en nutrición, huertas, costos de la alimentación saludable, cuidados de enfermería, consumo de medicamentos y cuestiones de psicológica y filosófica sobre cómo abordar la enfermedad entre otros.
Actividad de cierre del primer grupo de Rehabilitación Cardiaca con participación del proyecto “Desarrollo de estrategias de capacitación para el mejoramiento de la calidad de vida de la población con enfermedad crónica degenerativa no transmisible”, de la UCR.
El proyecto se extenderá por todo el 2022 con la atención de cuatro grupos más de pacientes del Hospital Calderón Guardia y la idea es extender el proyecto a otras zonas geográficas de país. Se trata de una necesidad pues pese al buen pronóstico de los pacientes que participan de estos procesos, en el país solo cerca de un 15 % de los enfermos tiene la oportunidad de recibir rehabilitación cardiaca.
“Yo soy cardiópata y tuve la suerte de recibir rehabilitación debido a que era paciente de alto riesgo, fue en ese proceso que conocí al Dr. Moraga que sabía de la necesidad de ampliar los programas de rehabilitación, su necesidad no llegó a oídos sordos” comentó la docente universitaria, Marjorie Herdenson García, que dos años después logró el apoyo de un nutrido grupo de unidades académicas que al día de hoy participan del proyecto.
De previo a esta iniciativa en el Calderón Guardia la rehabilitación incluía solo la parte física, que atendía el fortalecimiento del corazón y se contaba con el apoyo de la Universidad Nacional en psicología, pero como los explica el Dr. Moraga desde una visión biologista la intervención médica puede ser suficiente, pero deja muchas cosas de lado; la visión integral de la rehabilitación debe considerar incluso la personalidad del paciente, hay estilos de vida que son más propensos a la patología.
Es información que impacta la vida, hay por ejemplo cinco grupos de alimentos que los cardiópatas deben eliminar de su vida o disminuirlo al mínimo, “en una charla explicaba por qué el pan blanco es más dañino que uno integral, con solo eso información una de las señoras que trabajaba vendiendo repostería empezó a usar harina integral” comentó Herdenson.
En general es información valiosa porque por definición la rehabilitación es una intervención muy interdisciplinaria porque la diversidad de visiones y de conocimiento no se puede tener completo dentro de un hospital. Además, esta experiencia permite contextualizar el programa a las necesidades locales de la población.
Son insumos que la UCR aporta a los pacientes sin costo adicional para ellos, un aporte que permite mejorar las estadísticas de la enfermedad que muestra la mayor mortalidad a nivel global sin ser Costa Rica la excepción.
Gabriela Mayorga López Editora digital y periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR
El pasado 16 de mayo se realizó la entrega del certificado oficial de acreditación con SINAES a las carreras de Bachillerato en Francés, Bachillerato y Licenciatura en Terapia Física y la reacreditación de Licenciatura en Ingeniería de Alimentos y el Bachillerato y Licenciatura en Educación con énfasis en Orientación, todas de la Sede Rodrigo Facio Brenes.
62 carreras tienen la condición de acreditadas, re acreditadas o certificadas
Para el resto del año 21 carreras proyectan tener las visitas de pares externos para sus procesos de autoevaluación con miras a la acreditación o reacreditación
Dos nuevas carreras han acreditado su calidad este 2022: el Bachillerato en Francés y el Bachillerato y Licenciatura en Terapia Física. Otras tres lograron la reacreditación: la Licenciatura en Arquitectura, el Bachillerato y Licenciatura en Educación con énfasis en Orientación y la Licenciatura en Ingeniería de Alimentos; y 21 más persiguen el mismo objetivo al tener ya las visitas de pares proyectadas este año.
La Dra. Gabriela Valverde Soto, directora del Centro de Evaluación Académica, instancia encargada de apoyar estos procesos dentro de la UCR, asegura que “la visión institucional es promover la autoevaluación de todas las carreras, incentivarles para que inicien estos procesos de reflexión y autoanálisis, con el propósito de identificar las áreas que requieren una mejora y así construir o consolidar la excelencia académica”.
Luego de un largo proceso de autoevaluación, finalmente muchas carreras van a recibir lo que se conoce como visita de pares evaluadores en los distintos modelos que tienen las agencias, si logran cumplir los estándares y criterios de calidad, el ente externo acredita la carrera. En la UCR una gran cantidad recibe este sello de excelencia con el Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior, quien analizará en los próximos meses a once carreras de la Sede Rodrigo Facio y a otras cinco de la Sede de Occidente. Las carreras de Informática Empresarial y Psicología optaron por acreditarse con el SINAES pero por conglomerados, lo que beneficia a los estudiantes de distintas Sedes.
El pasado 16 de mayo en la ceremonia de entrega del certificado de acreditación ante el SINAES, la directora de la Escuela de Tecnologías en Salud, M.Sc. Xinia Alvarado Zeledón indicó que “en el contexto actual donde parecieran predominar las lógicas de la acumulación, la inmediatez y la individualidad; resulta particularmente importante poner el acento en dos aspectos: el reconocimiento de un esfuerzo acumulado y el compromiso de la educación superior pública costarricense”.
La Licda. Heilyn Fernández Huertas, docente de Tecnologías en Salud y quien formó parte de la Comisión de Autoevaluación y Gestión de la Calidad, explica que “el sello certifica que la carrera se sometió a una verificación externa que incluye la evaluación del plan de estudios, infraestructura, cuerpo docente y otros muchos aspectos. Es por tanto, un garante de que la carrera cumple con estándares de calidad y excelencia académica. Además, en la Ley 8798 se declara de interés público la acreditación de las carreras; estableciéndose que el Estado y sus instituciones procurarán contratar personal graduado de carreras acreditadas”.
Las carreras acreditadas de la UCR cuentan con docentes preparados según los estándares definidos por el SINAES. La M.Ed. Julieta Solórzano Salas, directora de la Escuela de Orientación y Educación Especial, comenta que en su Unidad Académica “la mayoría tiene títulos a nivel de posgrado de la misma universidad y de otras universidades del país y extranjeras” y destaca como una fortaleza importante el contar con la Asociación de Estudiantes ya que participan en las decisiones que se toman y que impactarán su vida académica y desarrollo integral. Desde su acreditación en el 2012, la Escuela ha graduado 565 personas.
La M.Sc. Ruth De La Asunción Romero, directora de la Escuela de Tecnología de Alimentos entrega el certificado de reacreditación a la presidente de la Asociación de Estudiantes de la carrera de Ingeniería de Alimentos, Fiorella Chavarría Vargas. “Este momento significa para nosotros una mejora en lo que respecta a nuestro futuro, porque se puede continuar con una constante actualización de tecnologías que nos ayudan en nuestro proceso de formación, siendo parte del avance que se necesita para perfeccionar nuestras cualidades día tras día”, afirmó la estudiante.
De hecho, el papel de las direcciones de las Unidades Académicas va más allá de liderar el proceso, implica tender «un puente entre las necesidades de la carrera y las prioridades que tiene la Universidad revalidando constantemente la importancia del grupo de personas orientadoras en la sociedad costarricense quienes tienen a su cargo procesos de orientación con miras a contribuir en el bienestar de las personas en las diferentes etapas de su desarrollo, aspecto que reviste de especial importancia en estos momentos tan complejos como los que estamos enfrentado a nivel global”, explica Solórzano.
Competitividad
El impacto es tangible y positivo para las generaciones de graduados. Por ejemplo, la Embajada de Canadá contrata a estudiantes graduados de la carrera de Francés para desempeñar puestos administrativos o de servicio al cliente a nivel de la Sección Consular. La Oficial de Servicios Comunes, Especialista en Recursos Humanos de esta embajada, Iveth González Muñoz destaca que “como empleadores, es importante saber que el nivel de enseñanza que se está brindando es exigente y enfocado a la mejora continua del nivel de aprendizaje del idioma. Permite confirmar que los egresados de la carrera son personas que no solo han sido capaces de aprender y dominar otro idioma, sino que han podido demostrar responsabilidad y perseverancia, habilidades blandas que interesan mucho en la actualidad”.
En el caso de otras carreras este tipo de certificación de calidad les brinda a sus estudiantes otro tipo de ventajas, por ejemplo, el Servicio Civil en los concursos que se realizan para el otorgamiento de nombramientos y plazas a personas profesionales en Orientación, brinda 5 puntos dentro de la calificación final de los atestados. Esto beneficia a sus estudiantes, en comparación con personas graduadas de otras universidades a la hora de aplicar por un puesto, como explican la Licda. Viria Ureña Salazar y la M.Sc. Ericka Jiménez Espinoza, docentes de la Comisión de Autoevaluación de la carrera.
De acuerdo con datos suministrados por la Dra. Adriana Sancho Simoneau, coordinadora del Área de Desarrollo Curricular y Evaluación Académica (ADCEA) del CEA este año muchas carreras iniciaron los procesos de autoevaluación para determinar los caminos a seguir. Por ejemplo, optar por una primera acreditación con SINAES: Derecho en la Sede de Guanacaste, Enseñanza de los Estudios Sociales, Salud Ambiental e Inglés en la Rodrigo Facio.
Otras han mostrado interés en iniciar la acreditación con entes internacionales como la carrera de Derecho. También están aquellas que luego de evaluar sus posibilidades, inician el proceso de autoevaluación con miras a la acreditación pero por conglomerados como es el caso de Dirección de Empresas del Recinto de Paraíso, Contaduría Pública del recinto de Turrialba y Guápiles, Administración Aduanera y Comercio Exterior de las Sedes de Guanacaste, del Caribe y la Sede del Sur. Finalmente, dos más solicitaron una asesoría para iniciar su evaluabilidad por parte del CEA: Informática y Tecnología Multimedia de la Sede del Pacífico y Gestión Integral del Recurso Hídrico de Occidente.
Hacia la especialización
El caso de Arquitectura es particular, ya que se habían certificado con el SINAES en el pasado, sin embargo, decidieron acreditarse esta vez con la Agencia Centroamericana de Acreditación de programas de Arquitectura y de Ingeniería (ACAAI). Para el Dr. Olman Hernández Ureña la decisión de iniciar un proceso con esta agencia tenía mucho respaldo. Además de ser regional, es decir confería una acreditación internacional, contaba con el reconocimiento del Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA), la UCR, el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos de Costa Rica (CFIA), el Consejo Centroamericano de Acreditación de la Educación Superior (CCA) y otras entidades de tercer nivel, además de la integración con redes para fortalecerse en un contexto actual de articulación regional.
Por otra parte, ACAAI utiliza criterios de calidad específicos, por ejemplo, incluye aspectos relacionados con el medio ambiente, con el desarrollo de competencias específicas en el área de la arquitectura y la carrera también debe describir la forma en que el diseño de las edificaciones incide en el entorno físico y en el consumo de energía, como explican las asesoras en evaluación del Centro de Evaluación Académica de la UCR, la M.Sc. María Marta Jiménez-Picado y la Dra. Eugenia Gallardo-Allen, quienes acompañaron a la carrera.
Por lo pronto, la carrera de Arquitectura tiene en el horizonte la implementación de mecanismos para la mejora continua para garantizar la revisión permanente del plan de estudios, la introducción de la práctica profesional en la formación del estudiantado, la mejora de algunos espacios físicos de la carrera y el desarrollo de estrategias para promover la actualización de su personal docente. Al año la Escuela de Arquitectura gradúa aproximadamente 60 profesionales.
Bárbara Ocampo Hernández Periodista, Vicerrectoría de Docencia, UCR
Para Juan Armando Solano Calderón, orientador del Liceo Rural Jak Ksari, el TCU “Sikua Dtisö: Compartiendo aprendizajes” es: Apoyo y nivelación. Foto por Jorge Salmerón Ramírez. Apoyo y nivelación en cabécar.
21 de mayo: Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y Desarrollo
Autoría: Lillianne Sánchez Angulo (Unidad de Comunicación, UCR)
José Ariel Madriz Martínez tiene 23 años de edad. Es oriundo del territorio indígena cabécar de Chirripó en Turrialba, estudió en el Liceo Rural Uluk Kicha y está matriculado en la carrera de Enseñanza de las Matemáticas en la Universidad de Costa Rica (UCR), específicamente en el Recinto de Guápiles, en donde reside en la actualidad. Sin embargo, llegar hasta ahí no fue fácil, ya que como él afirma: “es demasiado difícil por la complejidad y la limitación que tenemos para salir” de la comunidad llamada Sharabata.
“Hay que caminar como 2 horas para agarrar el bus o es como 40 minutos si es en moto y después de allí, hay que viajar como 1 hora y 30 minutos en bus para llegar a Turrialba”, explicó Madriz sobre su recorrido para llegar al recinto universitario. Además de la lejanía geográfica, este distrito turrialbeño está ubicado en el último puesto (483) del Índice de Desarrollo Social (IDS) del Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica que realiza cada cinco años y el cual mide la economía, la participación social, la salud, la educación y la seguridad de los distritos de Costa Rica.
Estudiantes del TCU “Sikua Dtisö: Compartiendo aprendizajes” impartieron talleres de orientación e información en 7 colegios del distrito de Chirripó en Turrialba. Foto por Mónica Gutiérrez Hernández, UCR.
Proyecto de TCU apoya el camino hacia las aulas universitarias
Según las estadísticas de los últimos cinco años de la Red Institucional para el Trabajo con Pueblos Indígenas (RIPI) de la UCR, a pesar de estas limitaciones, 85 jóvenes provenientes de pueblos indígenas -incluyendo a Jose Ariel- han ingresado a esta casa de enseñanza universitaria, gracias a la articulación de oficinas administrativas, vicerrectorías y proyectos de Acción Social como el Trabajo Comunal Universitario de la Sede del Atlántico “Sikua Ditsö: Compartiendo aprendizajes”.
Desde el año 2009, este TCU se ha trasladado al Liceo Rural de Kabebata, Liceo Rural de Tsiruri, Liceo Rural de Uluk Kicha, Liceo Rural de Shikabali, Liceo Rural de Roca Quemada, Liceo Rural de Jak Ksari y al Liceo Rural de Kjakuo Sulo; con el objetivo de apoyar en los procesos educativos para que las y los jóvenes finalicen sus estudios de secundaria y participen en los procesos de admisión a las universidades públicas.
Datos suministrados por la Red Institucional para el Trabajo con Pueblos Indígenas (RIPI).
“Además de ayudar en la preparación para el examen de admisión(…) También se aporta en otras estrategias que favorezcan el desarrollo integral, como la convivencia con estudiantes de la universidad quienes desarrollan talleres del movimiento humano, por ejemplo o de arte; ya que son materias que en los colegios no se imparten dada la modalidad del Liceo. Se acompaña en otros procesos educativos en los cuales, los colegios detecten alguna necesidad”, explicó Mónica Gutiérrez Hernández, coordinadora del TCU.
Estudiantes de diversas carreras universitarias realizaban visitas constantes a los colegios, para apoyar esos procesos. Sin embargo, con la pandemia, la creatividad fue activada para crear videos, afiches y otros productos comunicativos que se pudieran copiar en dispositivos USB y enviarlos por medio de funcionarios del Ministerio de Educación Pública, cuando tenían que ingresar para dejar las becas de canastas alimenticias. De una u otra manera, las personas universitarias -estudiantes y docentes- buscaron la forma de enviar material para que las y los colegiales tuvieran material para prepararse para el examen de admisión.
“Siento que es bastante importante debido a que la Universidad de Costa Rica intenta garantizar la educación a todos nosotros como costarricenses y la población indígena merece esta información y que las oportunidades lleguen a ellos. Nuestra tarea es importante” enfatizó Bryan Garita Araya, estudiante de Enseñanza de Inglés y que forma parte del equipo de este TCU.
Bryan Garita Araya, estudiante de Enseñanza de Inglés y que forma parte del equipo de este TCU.
La virtualidad es parte del cotidiano de la sociedad, pero no todas las zonas geográficas cuentan con conectividad y Chirripó es una de ellas. Adicionalmente, la UCR tiene virtualizados casi todos los procesos, en especial, el de admisión, el cual está vinculado con otras universidades públicas.
“Se da todo el acompañamiento en el proceso de admisión, está muy de cerca con las personas profesionales en orientación, ya que por tema de conectividad no siempre pueden estar atentos o pendientes de las fechas. Entonces desde el TCU estamos siempre acompañándolos, si hay que realizar alguna gestión -que por tema de conectividad se les dificulta- desde el TCU se da ese apoyo y ese acompañamiento”, aclaró Gutiérrez.
Además de este apoyo, la elaboración de cada uno de estos productos comunicativos tienen un proceso de escucha, compartir de saberes de todas las partes y construcción en lengua cabécar y con respeto a su cultura. Una acción muy importante que valora Juan Armando Solano Calderón, orientador del Liceo Rural Jak Ksari.
“El trabajo [del TCU] es importante ya que las visitas [a los colegios] permiten que los estudiantes se sientan más identificados con los procesos de las universidades(…) Así mismo, la creación de materiales adaptados con una guía vocacional actualizada para ellos, según las universidades y carreras, que han mostrado mayor intereses. Para el futuro sería bueno pensar en trabajar en esa parte del vínculo de transición entre colegio y universidad. Esa es una de las recomendaciones que daría”, puntualizó Solano.
Después de dos años de trabajo virtual, la coordinadora junto con las personas estudiantes matriculadas al TCU realizaron la primer gira a los 7 colegios, el pasado 4 de marzo con el objetivo de orientar y brindar información sobre el proceso de admisión y el 18 de mayo, volvieron a ingresar a territorio indígena para empezar a preparar a la población de undécimo año para el examen de admisión de las universidades públicas.
Toda esta labor universitaria busca contribuir al desarrollo integral del distrito de Chirripó, creado en el año 2001, con un estimado de 4185 habitantes, según datos del último censo del 2011 y uno de los 24 territorios indígenas de Costa Rica. De esta manera, la UCR se une al llamado de la UNESCO, la cual declaró el 21 de mayo como Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, “con el propósito de animar a las personas y a las organizaciones de todo el mundo a que tomen medidas concretas de apoyo a la diversidad,” según lo afirma la página oficial de este organismo mundial.
Mientras todas las partes vinculadas al proyecto del TCU de la Sede del Atlántico siguen uniendo esfuerzos para lograr el desarrollo y el diálogo en la zona indígena cabécar en Chirripó de Turrialba; Jose Ariel, quien se benefició de la labor de este TCU, sigue esforzándose para graduarse como profesor de Matemáticas: “quiero regresar a mi comunidad a ejercer mi profesión” concluyó.
Después de 2 años de trabajo virtual, la coordinadora y estudiantes del TCU “Sikua Dtisö: Compartiendo aprendizajes” realizaron su primera gira el pasado 4 de marzo del 2022. Foto por Mónica Gutiérrez Hernández.
El Acompañamiento Terapeútico propone la desestigmatización y despatologización del paciente, para centrarse en la persona y reconocer la atención del sufrimiento psíquico como un asunto social. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.
UCR albergó a profesionales de diversos países en el marco de un Congreso Internacional, para compartir sus experiencias de trabajo y aprendizaje en la implementación de esta perspectiva de atención
El Acompañamiento Terapéutico (AT) es una nueva forma de abordar la salud mental, que lejos de la medicalización y el aislamiento de los pacientes, apuesta por acompañar sus momentos de vulnerabilidad sin alejarlos de los espacios y actividades cotidianas.
La Universidad de Costa Rica (UCR) albergó entre 16 y el 21 de mayo el XIII Congreso Internacional “Acompañamiento Terapéutico: nuevos aportes en el abordaje de la Salud Mental”, con el objetivo de dar a conocer las posibilidades que ofrece esta perspectiva de atención.
El espacio congregó a profesionales de diversos países, quienes a partir de distintos conversatorios y talleres compartieron sus experiencias de trabajo en la implementación del acompañamiento terapéutico en ámbitos tan variados como el educativo, institucional, judicial y hospitalario.
Aunque en naciones como Argentina, México y Brasil ya se implementa con regularidad el AT, en Costa Rica se abre camino y el Posgrado de la Escuela de Psicología de la UCR es pionero en la formación en este campo, que también puede ser implementado desde disciplinas como la enfermería, el trabajo social y la terapia ocupacional.
A diferencia de otras formas de abordar la salud mental, el AT evita cualquier tipo de institucionalización, es decir, que las personas tengan que ser hospitalizadas y por lo tanto, desvinculadas de sus entornos cuando experimentan crisis emocionales, depresivas, psicóticas o nerviosas.
Según la psicóloga y coordinadora del Congreso, Jessica Millet González, el acompañamiento terapéutico “es un dispositivo ambulatorio” que lejos de la cronificar la enfermedad mental, permite ofrecer al paciente un tratamiento desde sus vínculos, lazos sociales y singularidades.
Esta forma de abordaje terapéutico se vale de estrategias como el diálogo, la escucha y la observación para facilitar la revinculación social de poblaciones muy diversas, desde niñas y niños en centros de cuidado alternativo hasta personas en rehabilitación por el uso y consumo de sustancias.
Desde esta perspectiva de atención, los pacientes son abordados por medio de una relación horizontal de amistad. Millet advirtió que el “amigo calificado”, como se llama a quien acompaña, “no es un cómplice porque tiene una función específica” pero promueve una vinculación de igual a igual.
“Si una persona está en rehabilitación por consumo de sustancias no significa que van a fumar juntos como amigos, pero acompaña las ansias del consumo, le da contención emocional, interviene poniéndole límites frente a actos que pueden ponerlo en riesgo”, explicó la experta.
Millet destacó además que a diferencia del tratamiento asistencialista de “asumir al otro” o normalizar ciertas conductas, desde esta perspectiva de abordaje de la salud mental se promueve la vinculación social desde el reconocimiento de las singularidades de cada persona.
“No es asumir las cosas por el paciente, es acompañarlo para que lo pueda hacer. Pero no se busca que actúe como se cree que debe actuar, sino que actúe según sus capacidades y en este sentido se promueve una invención”, enfatizó la profesional.
Compromiso institucional con la iniciativa
La directora del Programa de Posgrado en Psicología, MSc. Marietta Villalobos Barrantes afirmó, en el marco de la inauguración de este Congreso, que Costa Rica tiene “una gran deuda con la atención del sufrimiento y de los malestares sociales”.
“Este reto implica superar paradigmas de institucionalización y medicalización abusiva, urge modificarlos, urge cambiarlos, urge consolidar dispositivos de atención que rompan con el orden psiquiátrico, es decir, el orden del encierro, de la insistencia en los diagnósticos y la medicalización”, afirmó la académica.
Por su parte, la Vicerrectora de Vida Estudiantil, Dra. María José Cascante Matamoros señaló el deber de la institución, como casa de estudios superiores, de “analizar y reflexionar sobre los avances que como sociedad y país son necesarias para el bien común”.
“Es clara la necesidad de que las políticas públicas a nivel país en materia de salud integral contemplen en su abordaje el enfoque de los derechos humanos, pero también una mirada de construcción colectiva y responsabilidad compartida de la salud” indicó la jerarca.
El espacio también contó con la participación de la Coordinadora del Dispositivo Comunitario del Hospital Roberto Chacón Paut, Dra. Melissa Molina Campos, quien compartió con las personas asistentes su experiencia en la implementación de esta perspectiva de abordaje en el país.
Molina compartió los esfuerzos que realiza, desde la institución especializada donde labora, por la desestigmatización y despatologización del paciente, así como por promover en el país una atención centrada en la persona y en el reconocimiento de la atención del sufrimiento psíquico como un asunto que no es individual, sino social.
La psicóloga e investigadora argentina Dra. Alicia Stolkiner brindó de manera virtual la conferencia inaugural de este Congreso Internacional. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.
Reflexión internacional desde Costa Rica
La conferencia inaugural del XIII Congreso Internacional “Acompañamiento Terapéutico: nuevos aportes en el abordaje de la Salud Mental”, realizado por primera vez en Centroamérica, estuvo a cargo de la psicóloga e investigadora argentina, Dra. Alicia Stolkiner.
La experta afirmó que la salud mental es un campo de prácticas sociales y desde esta perspectiva, la palabra “locura” no hace referencia a una enfermedad particular sino a un constructo social que asigna cierto espacio dentro de la sociedad a las personas con determinadas características y padecimientos.
Stolkiner aseguró que para transformar el modelo de atención de la salud mental se requiere una intervención, que lejos de ser exclusivamente técnico-científica, es política e implica una modificación respecto a la construcción de personas y sujetos de derecho dentro de la sociedad.
Según la experta, el enfoque de atención tradicional con respecto a las personas con sufrimiento psíquico coloca a los pacientes en “un lugar de impotencia” que también refuerza el modelo asilar manicomial, el cual más allá de un edificio constituye una forma social de relacionarse de manera estigmatizada y objetivante con la locura.
Frente a las prácticas tradicionales dominantes en el tratamiento de la salud mental, Stolkiner planteó el Acompañamiento Terapeútico como un dispositivo centrado “en que la persona viva una vida cotidiana en la comunidad, en lazo social y con una posibilidad de desarrollo que esté centrado en sus capacidades”.
“El éxito del campo de la salud mental sería su desaparición. Nosotros tendríamos que pensar en un futuro donde no atendamos la salud mental, sino que atendamos la dimensión subjetiva del sufrimiento, de los procesos de salud-enfermedad-atención-cuidado en su conjunto” concluyó Stolkiner.
Andrea Méndez Montero Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR
Este miércoles 25 de junio, 3 pm, en la Sala de la Biblioteca Eugenio Fonseca Tortós, Facultad de Ciencias Sociales UCR, se llevó a cabo el foro: “Agresiones en las recuperaciones y respuestas de los Pueblos Originarios”. Se realizó la Transmisión vía Facebook Live, Facultad de Ciencias Sociales, Programa Kioscos Socioambientales.
Participaron:
Lerner Figueroa, Clan Tuadiwak, Concejo Ditsö Iriria Ajkonuk Wakpa del territorio Bribri de Salitre.
Doris Ríos Ríos, Clan Julabulüwak, lideresa Cábecar de China Kichá.
Jorge Sivas, Recuperador Crun Shurín, Pueblo Brörán
Leonel Garcia, clan Siruruwak, Pueblo Cábecar de Bajo Chirripó
Luzmilda Delgado Morales del Consejo Iriria Sat Kök deYamabï Dí (Cabagra)
Moderó: Denia Román de la Escuela de Antropología.
Con la organización y el apoyo de:
Proyecto CONARE: Pueblos originarios-Universidades públicas
Decanato de Ciencias Sociales UCR.
Programa Kioscos Socio ambientales UCR.
Programa de Radio Voces y Política, Proyecto-EC-496 de la Escuela de Ciencias Políticas.
Geografía y Diálogo de Saberes, Proyecto ED-3526 de la Escuela de Geografía.
Un aumento en el consumo de productos, junto con una producción que no termina de despegar y los altos precios del petróleo, son tres de los factores que han elevado la inflación este año más allá de lo previsto. (Imagen con fines ilustrativos). Foto: Karla Richmond, UCR.
El IICE-UCR ve un panorama inflacionario complicado para los próximos meses
Las esperanzas de detener el fenómeno se cifran en el incremento en la oferta de productos y de la Tasa de Política Monetaria, así como en un eventual descenso en el valor del crudo.
Esto es una buena noticia para la reactivación económica nacional, pero tiene su efecto negativo: es la principal razón que impulsa a los precios de los bienes y servicios a crecer, o lo que es igual, hace elevarse la inflación, misma que durante los años de la pandemia ha tenido un incremento sumamente bajo.
El aumento en el consumo no es proporcional a la producción, es decir, hay mucha más demanda que oferta y eso dispara los precios. Además, viene acompañado de otros dos factores de coyuntura que potencian la inflación: con el incremento mundial del consumo de bienes y servicios, también se comenzó a elevar el precio del petróleo. Esto, junto con el conflicto ruso – ucraniano, subió su costo al máximo histórico en el país, que el pasado 18 de mayo llegó a ₡958 en el caso de la gasolina súper.
De ahí que llenar el tanque de combustible del transporte público, vehículos de empresas y carros particulares salga más caro que nunca. Por supuesto que estos gastos no se quedan ahí: repercuten en el precio de los alimentos que consumimos y servicios que requerimos.
Al no ser un país productor de petróleo, Costa Rica debe importar esta materia prima… y ¿qué necesita para comprarla? Correcto, dólares, lo que eleva aún más su valor. Y ante la devaluación también histórica de la moneda local (este viernes llegó a cotizarse en 677,39 colones, el pico máximo), se deben pagar más colones por cada barril que ingresa al territorio nacional. Lo mismo ocurre con cualquier bien que importemos: es necesario usar más monedas nacionales para adquirir eso que tanto necesitamos o queremos.
Y tampoco se puede olvidar el encarecimiento mundial del transporte de mercancía en los barcos (la crisis de contenedores aún no acaba y se prevé que sus efectos lleguen hasta el próximo año) y los aviones, porque todo se mueve con combustibles. Esto termina de encarecer los productos importados y su precio lo terminan pagando quienes los consumen.
Inflación en cifras
Los números evidencian la gravedad del asunto. Según el informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Abril 2022, del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), la inflación llega ya al 3,98 % en su versión acumulada de lo que va del año (hasta abril). Para evidenciar la gravedad de esta cifra, ya se superó la inflación acumulada del año pasado, que fue del 3,30 %. También dejó atrás la meta del BCCR para este 2022, que era de ± 1 punto porcentual con respecto a una estimación del 3 %.
Pero además, si se toma en cuenta la inflación interanual (mayo 2021 – abril 2022) esta alcanza ya el 7,15 % y es la más alta reportada desde junio de 2009. De hecho, solo en el mes pasado, este índice alcanzó el 1,58 %, el mayor en los abriles de los últimos cuatro años. También en abril, el 66 % de los productos aumentó de precio, el 24 % disminuyó y un 10 % no tuvo variación.
Y por supuesto, los productos que más se encarecieron el mes pasado ya fueron mencionados: la gasolina, el diésel, el gas licuado, los boletos aéreos, el aceite y el transporte en taxi. El factor común: los combustibles.
El Banco Central de Costa Rica (BCCR) tomó hace dos meses la decisión de aumentar la Tasa de Política Monetaria (TPM) al 2,50 % anual. Esta tasa es la que cobra el BCCR a la banca comercial sobre el préstamo de sus recursos. La estrategia es la siguiente: al subir la TPM, esa alza también es trasladada por los banco a sus clientes, lo cual reduce la inversión y el consumo, y por lo tanto, también baja la inflación. No obstante, esta decisión también afectaría el crecimiento de la producción de las empresas, debido a que la población tendría menos dinero para gastar y esto desincentiva la colocación de productos en el mercado.
Sin embargo, Robalino se mostró confiado en que estas políticas surtirán algún efecto para detener el encarecimiento de los productos. El experto recordó además que la inflación es un fenómeno sumamente regresivo, es decir, que el aumento aplica igual para hogares con altos y bajos recursos, con la diferencia de que estos últimos tienen menos capacidad económica para cubrir esas alzas. Es por eso que su freno se vuelve urgente cuando crece a niveles muy altos.
Entretanto, el director del IICE desaconseja una fuerte intervención del BCCR en el tipo de cambio, por más que siga aumentando de forma pausada e impulse la inflación. Él recordó que la función de esta entidad debe ser evitar que existan movimientos bruscos en el valor del dólar con respecto al colón, para no enviar mensajes de inestabilidad cambiaria al mercado.
Consultado sobre la posibilidad de subsidiar productos de la canasta básica que son requeridos por las personas con menor poder adquisitivo, Robalino señaló que esta tampoco es una buena idea, pues lo que más impulsa a la inflación en este momento es un aumento en la demanda junto con una producción que no crece al mismo ritmo.
De hecho, el economista señaló que una medida de este tipo puede “perderse de camino”, ya que eventualmente beneficiaría a las empresas productoras, sin que se traduzca en una reducción en el precio al consumidor.
En resumen, el director del IICE se mostró esperanzado en que los precios se estabilicen, una vez que la producción en el país retome su fuerza y aumente la oferta, así como la cantidad de productos de importación. Además, un eventual fin de la guerra ruso – ucraniana reduciría y estabilizaría el precio del crudo en el mercado, lo cual también ayudaría mucho a cortar este ciclo inflacionario.
Pablo Mora Vargas Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR
Estudiantes del TCU “Sikua Ditsö: Compartiendo aprendizajes” impartieron talleres de orientación e información en 7 colegios del distrito de Chirripó en Turrialba. Foto: Mónica Gutiérrez Hernández. UCR.
TCU »Sikua Ditsö: Compartiendo aprendizajes»
21 de mayo: Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo sä tkä, ka̱bikëtsä, ka̱pákë kjukjua bena jile tso̱ o̱na̱k sä ka̱ se̱ne̱wa̱ ja̱mí je ke̱í
osé Ariel Madriz Martínez tiene 23 años de edad. Es oriundo del territorio indígena cabécar de Chirripó en Turrialba, estudió en el Liceo Rural Uluk Kicha y está matriculado en la carrera de Enseñanza de las Matemáticas en la Universidad de Costa Rica (UCR), específicamente en el Recinto de Guápiles, en donde reside en la actualidad. Sin embargo, llegar hasta ahí no fue fácil, ya que como él afirma: “es demasiado difícil por la complejidad y la limitación que tenemos para salir” de la comunidad llamada Sharabata.
“Hay que caminar como 2 horas para agarrar el bus o es como 40 minutos si es en moto y después de allí, hay que viajar como 1 hora y 30 minutos en bus para llegar a Turrialba”, explicó Madriz sobre su recorrido para llegar al recinto universitario. Además de la lejanía geográfica, este distrito turrialbeño está ubicado en el último puesto (483) del Índice de Desarrollo Social (IDS) del Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica que se realiza cada cinco años y el cual mide la economía, la participación social, la salud, la educación y la seguridad de los distritos de Costa Rica.
Madriz tenía muy bien definido que quería ser profesor de Matemáticas. Sin embargo, tenía varias condiciones en contra; entre ellas, las secuelas de la pandemia del COVID-19 y la falta de conectividad en esta zona indígena.
Proyecto de TCU apoya el camino hacia las aulas universitarias
Según las estadísticas de los últimos cinco años de la Red Institucional para el Trabajo con Pueblos Indígenas (RIPI) de la UCR, a pesar de estas limitaciones, 85 jóvenes provenientes de pueblos indígenas -incluyendo a José Ariel- han ingresado a esta casa de enseñanza universitaria, gracias a la articulación de oficinas administrativas, vicerrectorías y proyectos de Acción Social, como el Trabajo Comunal Universitario de la Sede del Atlántico “Sikua Ditsö: Compartiendo aprendizajes”.
Desde el año 2009, este TCU se ha trasladado a los liceos rurales de Kabebata, Tsiruri, Uluk Kicha, Shikabali, Roca Quemada, Jak Ksari y Kjakuo Sulo con el objetivo de apoyar en los procesos educativos para que las y los jóvenes finalicen sus estudios de secundaria y participen en los procesos de admisión a las universidades públicas.
Para Juan Armando Solano Calderón, orientador del Liceo Rural Jak Ksari, el TCU “Sikua Ditsö: Compartiendo aprendizajes” es apoyo y nivelación. Foto: Jorge Salmerón Ramírez. UCR.
“Además de ayudar en la preparación para el examen de admisión […] también se aporta en otras estrategias que favorezcan el desarrollo integral, como la convivencia con estudiantes de la universidad, quienes desarrollan talleres del movimiento humano o de arte, ya que son materias que en los colegios no se imparten dada la modalidad del liceo. Se acompaña en otros procesos educativos en los cuales, los colegios detecten alguna necesidad”, explicó Mónica Gutiérrez Hernández, coordinadora del TCU.
Estudiantes de diversas carreras universitarias realizaban visitas constantes a los colegios para apoyar esos procesos. Sin embargo, con la pandemia, la creatividad fue activada para crear videos, afiches y otros productos comunicativos que se pudieran copiar en dispositivos USB y enviarlos por medio de funcionarios del Ministerio de Educación Pública, cuando tenían que ingresar para dejar las becas de canastas alimenticias. De una u otra manera, estudiantes y docentes de la UCR buscaron la forma de enviar material para que las y los colegiales tuvieran material para prepararse para el examen de admisión.
“Siento que es bastante importante debido a que la Universidad de Costa Rica intenta garantizar la educación a todos nosotros como costarricenses y la población indígena merece esta información y que las oportunidades lleguen a ellos. Nuestra tarea es importante” enfatizó Bryan Garita Araya, estudiante de Enseñanza del Inglés y que forma parte del equipo de este TCU.
La virtualidad es parte del cotidiano de la sociedad, pero no todas las zonas geográficas cuentan con conectividad y Chirripó es una de ellas. Adicionalmente, la UCR tiene virtualizados casi todos los procesos, en especial, el de admisión, el cual está vinculado con otras universidades públicas.
“Se da todo el acompañamiento en el proceso de admisión, está muy de cerca con las personas profesionales en orientación, ya que por tema de conectividad no siempre pueden estar atentos o pendientes de las fechas. Entonces desde el TCU estamos siempre acompañándolos si hay que realizar alguna gestión que por tema de conectividad se les dificulta. Desde el TCU se da ese apoyo y ese acompañamiento”, aclaró Gutiérrez.
Además de este apoyo, la elaboración de cada uno de estos productos comunicativos tienen un proceso de escucha, compartir de saberes de todas las partes y construcción en lengua cabécar y con respeto a su cultura. Una acción muy importante que valora Juan Armando Solano Calderón, orientador del Liceo Rural Jak Ksari.
“El trabajo (del TCU) es importante ya que las visitas (a los colegios) permiten que los estudiantes se sientan más identificados con los procesos de las universidades […] Asimismo, la creación de materiales adaptados con una guía vocacional actualizada para ellos, según las universidades y carreras. Para el futuro sería bueno pensar en trabajar en esa parte del vínculo de transición entre colegio y universidad. Esa es una de las recomendaciones que daría”, puntualizó Solano.
Después de dos años de trabajo virtual, la coordinadora junto con el equipo estudiantil matriculado en el TCU realizaron la primera gira a los 7 colegios el pasado 4 de marzo con el objetivo de orientar y brindar información sobre el proceso de admisión, y el 18 de mayo volvieron a ingresar al territorio indígena para empezar a preparar a la población de undécimo año para el examen de admisión de las universidades públicas.
Toda esta labor universitaria busca contribuir al desarrollo integral del distrito de Chirripó, creado en el año 2001, con un estimado de 4 185 habitantes, según datos del último censo del 2011, y uno de los 24 territorios indígenas de Costa Rica. De esta manera, la UCR se une al llamado de la Unesco, la cual declaró el 21 de mayo como Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, “con el propósito de animar a las personas y a las organizaciones de todo el mundo a que tomen medidas concretas de apoyo a la diversidad”, según lo afirma la página oficial de este organismo mundial.
Mientras todas las partes vinculadas al proyecto del TCU de la Sede del Atlántico siguen uniendo esfuerzos para lograr el desarrollo y el diálogo en la zona indígena cabécar en Chirripó de Turrialba, José Ariel, quien se benefició de la labor de este TCU, sigue esforzándose para graduarse como profesor de Matemáticas. “Quiero regresar a mi comunidad a ejercer mi profesión” concluyó.
Después de 2 años de trabajo virtual, la coordinadora y estudiantes del TCU “Sikua Ditsö: Compartiendo aprendizajes” realizaron su primera gira el pasado 4 de marzo del 2022. Foto: Mónica Gutiérrez Hernández. UCR.
Lillianne Sánchez Angulo Periodista de la Vicerrectoría de Acción Social, UCR