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Etiqueta: Universidad Nacional

La universidad del Siglo XXI

Desde una perspectiva intimista

Mis desgarramientos interiores

Alberto Salom Echeverría

Uno de los sentimientos más desgarradores que he experimentado en mi vida, es el del abandono, la separación física de alguien o de algo. Varias veces en mi existencia lo he vivido: lo experimenté intensamente a mis once años, con el temprano fallecimiento de mi padre tras un accidente automovilístico. Volví a vivirlo con la misma intensidad, pero de una manera distinta porque era más maduro, a la edad de cuarenta años, cuando se produjo la partida de un ser maravilloso en mi vida, en la de mis hermanos y estoy seguro de que en la de mucha gente más; ese ser maravilloso fue mi madre. Síntesis de una irremediable endeblez física, propiciada por una enfermedad que la atacó temprano, por una parte y de una inusual fortaleza intelectual y espiritual, por otra. Ella no podía vivir más de cinco años como promedio de la enfermedad. ¡Pero vivió treinta años más! por decisión propia, es decir, por su corazón inmenso y generoso que quiso seguir latiendo alimentado por nuestro amor y entrega hacia ella. ¡Qué sentimiento de abandono sufrí, de inefable orfandad, no obstante, mis cuarenta años! La tercera experiencia fue la muerte de Isabel, mi esposa por 26 años. Una compañera sin par, de gran solidez científica y académica, formada en la UCR, muy leal y de gran valentía también.

Todas estas pérdidas dejaron en mí, después de un primer desgarramiento interior, la enseñanza de que nada de lo espiritual se pierde de manera definitiva. Los cuerpos, lo físico se separa en toda relación en algún momento de manera irremediable, definitiva; los afectos entrañables en cambio, cuando la sinceridad ha sido cristalina en las relaciones interpersonales, trascienden los límites de la finitud de la relación física produciendo esa sensación de prolongación de la existencia, más allá de lo humanamente temporal. El filósofo Platón planteó en la antigüedad de un modo condensado la idea que he querido expresar, cuando postuló: “La unidad del universo es infinita porque no nace ni muere, pero las cosas que devienen son finitas.” Más recientemente, en la modernidad, el filósofo Danés Soren Kierkegaard señaló al respecto que, “el hombre (hoy hablamos del hombre y la mujer) es algo concreto, temporal, en un constante devenir, luchando entre lo temporal-terrenal y lo eterno.”

La huella de La Universidad Nacional en mi experiencia académica

En medio de este dilema, entre lo humano finito y lo eterno, barrunto que la vida cobra más sentido, cuando nos inquietamos y movemos por algo en lo que de verdad creemos. Ese algo por lo que vale la pena vivir para mí son los principios, aquello en lo que creemos profundamente de acuerdo con nuestros valores. Cuando se me prestó por cinco años la oficina de la Rectoría, quise colocar en ella, para verlo constantemente, un arreglo en sepia que me regaló mi hijo mayor, José Carlos. Se trata de una frase, que ahora conservo en mi habitación, muy cerca de mi corazón; el cuadro contiene la imagen de Abraham Lincoln y una frase suya que he querido hacer mía: “Si pudiéramos darnos cuenta primero en dónde estamos y hacia dónde vamos, seríamos capaces de juzgar qué hacer y cómo hacerlo”. Esta frase sintetizó una convicción muy arraigada con la que, desde muy joven he procurado caminar en mi vida. Todo en derredor nuestro adquiere más sentido, en cuanto logramos darle una dirección a nuestro accionar.

No obstante, todas estas convicciones profundas, cuando debí dejar la Universidad Nacional, al terminar mi ejercicio como Rector, junto a mis colegas en la gestión, por haberme acogido a la jubilación, me embargó en un inicio el mismo sentimiento de desgarramiento, y hasta de soledad quizás. Aunque la experiencia acumulada, junto a estas cavilaciones, me permitieron reflexionar pronto percatándome así de lo profundo que está inserta la UNA en mi corazón. Había quedado atrás mi paso por la emblemática Universidad de Costa Rica, institución pública a la que, como joven estudiante también me entregué con pasión. En el año 1976, ingresé como docente a la UNA, para iniciar una carrera académica noble y sublime, que terminó de formar mi personalidad.

La UNA me marcó de manera indeleble. En ella aprendí a reconocer la enorme variedad o pluralidad de la existencia, tanto derivado del conocimiento de los estudiantes provenientes de los más diversos rincones del país, como en mi relación con los colegas universitarios, con el personal administrativo y académico de la institución. La UNA me permitió además, junto a mis colegas y estudiantes, entrar en contacto con comunidades compuestas por mujeres amas de casa, muchas deseosas de asumir algún emprendimiento, algunas otras mujeres solas con hijos, jefas de familia, trabajadoras recién incorporadas a los mercados laborales con indecibles necesidades de capacitación y desde luego sociales, trabajadores de los ferrocarriles, obreros de la construcción, campesinos sin tierra, comunidades indígenas, decenas de jóvenes con discapacidad en todas ellas, deseosos de aprender algún oficio y de incorporarse plenamente a una sociedad poco preparada todavía para subsanar las barreras arquitectónicas, las cognitivas y de otros órdenes. ¡Qué reto tan formidable! Imposible acometerlo, aprendimos pronto, desde una sola perspectiva epistemológica.

Origen y evolución de La Universidad Nacional.

La UNA desde su origen se abrió al desafío de incursionar en el profundo y acaso insondable mundo de la multiplicidad de lo causal. El mismo concepto de “Universidad Necesaria” que, nuestro fundador Benjamín Núñez lo hizo vernáculo en diálogo con Darcy Ribeiro, sociólogo y pedagogo brasileño, nos obligó a recibir jóvenes estudiantes de diferentes culturas, orígenes étnicos, sin distingos de género ni de condición social. Este solo hecho, puso en entredicho una idea por entonces arraigada en el medio cultural del país: los estudiantes de condición social más vulnerable, provenientes en su mayoría del mundo rural, no estaban capacitados para incursionar con éxito en la educación superior, por carecer de las condiciones intelectuales, académicas o pedagógicas que solían adquirirse en los liceos o colegios que contaban con recursos de todo orden y que, por ese hecho otorgaban mayores ventajas educativas.

Entre todos los aportes de la UNA a la educación superior del país, en mi concepto este es uno de los más trascendentes. Nosotros quedamos obligados a modificar incluso el sistema de admisión, a fin de viabilizar el acceso de las personas estudiantes de origen más humilde. No solo eso, debimos crear las condiciones apropiadas a lo interno para subsanar sus carencias económicas y también el pobre nivel académico que muchos traían de la secundaria. Recordemos para empezar los propedéuticos; si bien luego debimos revisarlos. Todo constituyó un formidable reto: la estructuración del sistema de becas, las primeras residencias estudiantiles, casas antiguas enclavadas y dispersas por toda la ciudad de Heredia, como “La Moya”. Cada innovación debió ser sometida a examen crítico y debate interno, otra característica del modo de gestión de la UNA desde su nacimiento. La mejor prueba en el ámbito académico de que caminamos por una senda correcta, nos la proporcionaron algunos años después de la fundación de la UNA, los cientos de estudiantes que, independientemente de su origen social y étnico, o de su género, se graduaron y como nuevos profesionales se insertaron en los mercados laborales con bastante éxito. De hecho, nos sentimos orgullosos de que el porcentaje de subocupación haya sido muy bajo y la desocupación de la población estudiantil egresada de la UNA, casi inexistente.

No obstante, aquí es menester advertir que, una correcta lectura (solo el tiempo nos ha dado esta perspectiva), nos obliga a reconocer que los estudiantes que se han formado como profesionales en la mal llamada (en mi opinión), sede central de la UNA, pero que provenían de regiones alejadas de los principales centros urbanos, solamente en porcentajes bajos retornaron a los pueblos o cantones en los que se criaron. Ciertamente, el papel de las sedes regionales: Chorotega o Brunca y del campus en Sarapiquí, nos han ayudado a paliar los efectos perniciosos que ha tenido esta fuga de cerebros de los territorios locales o regionales hacia la zona central del país. Empero, el desarrollo desigual que ha tenido Costa Rica, favorable a esta región central, desde sus orígenes e incrementado a partir de la segunda mitad del siglo pasado, no favorece tampoco en ningún sentido la inserción de los profesionales en las regiones periféricas.

En tanto no se logre revertir esta tendencia “hipercentralista” a nivel del país, la universidad tiene posibilidades y el imperativo además de incrementar su aporte a los territorios o regiones, mediante al menos dos rutas importantes, que yo he bautizado como contra tendencias: 1-el apoyo a las sedes y campus regionales para que puedan ser dueños de sus propias carreras; esto implica el fortalecimiento planificado en la dotación de recursos a las sedes regionales, para consiguientemente poder otorgarle a estas la potestad de modificar el currículo o plan de estudios, apoyadas por la Unidad de Diseño e Innovación Curricular de la vicerrectoría de docencia y de acuerdo con las necesidades de los territorios y localidades; y 2-un mayor impulso a las carreras itinerantes, lo que nos obliga, acorde nuevamente con una perspectiva territorial, a abrir carreras en determinadas localidades rezagadas del desarrollo nacional, al menos hasta graduar una cohorte de profesionales o técnicos. Gracias a la iniciativa de la Dra. Ana María Hernández que, con tanto entusiasmo y empeño impulsó la propuesta de las carreras itinerantes, el Consejo de Rectoría acogió la propuesta basada en la experiencia de la División Rural del CIDE. Fue el Dr. Pedro Ureña quien la puso sobre el tapete de discusión en su momento. Este trabajo ameritaría un mayor esfuerzo de coordinación con las demás instituciones públicas de educación superior, congregadas en el convenio del CONARE. ¡Ojalá esto pudiera discutirse más en el seno de CONARE! En mi opinión se trata de un nuevo impulso a la Educación Superior del país, concentrando esfuerzos en los territorios y regiones rutinariamente más rezagados del desarrollo.

La organización multidisciplinaria en la UNA y el desafío de la revolución científico-tecnológica.

En lugar de organizar las facultades de acuerdo con los criterios tradicionales de la disciplinariedad creados desde la universidad napoleónica, lo que ha conducido y conduce a la fragmentación del conocimiento, cuando se agrupan las disciplinas básicamente según su afinidad, la UNA por contraposición innovó en la manera como se organizaron las facultades, acudiendo, aunque fuera en forma embrionaria, a la idea de multidisciplinariedad. Todavía no estaba presente ahí la perspectiva de interdisciplinariedad. Aquel otro criterio (el de la multidisciplinariedad) fue patente en la Facultad de Tierra y Mar, en la de Exactas y Naturales, en la Facultad de Ciencias de la Salud, en la de Ciencias Sociales, en la de Filosofía y Letras; así como en los Centros como son: el Centro de Estudios Generales, el Centro de Investigación y Docencia en Educación y el Centro de Investigación, Docencia y Extensión Artística.

A pesar de esta importante innovación en el campo de la organización académica en la UNA, hoy la revolución científico-tecnológica, especialmente en las TIC´s, en la robótica y la informática, en nanotecnología, tanto como en la biotecnología, ha inducido cambios acelerados en el conocimiento en todos los órdenes y ha sentado las bases para el desarrollo portentoso de la sociedad del conocimiento. Ninguna universidad que se precie de ser seria puede quedar ajena a todo ello. Sin embargo, es notorio el rezago de los países latinoamericanos respecto de esta revolución tecnológica, frente a los países desarrollados. De ahí que se haya levantado un extraordinario reto para los centros universitarios de educación superior pública, debido a que sobre ellos reposa la responsabilidad de impulsar la investigación de punta, la extensión o acción social como medio idóneo de contacto con las comunidades y sectores más necesitados del país y aunado a lo anterior una docencia de calidad. Desde nuestra experiencia universitaria, hemos sentido que el desafío es mucho más descomunal aún, al considerar el proceso de globalización que tiene lugar, tan desigual en sus progresos; así como el gigantesco reto que impone a todos los países de la Tierra, la grave enfermedad del calentamiento global y del cambio climático, derivados de la producción por el ser humano de los combustibles fósiles. La brecha digital y tecnológica abierta entre los países ricos y pobres es hoy más grande que nunca, lo mismo que en los órdenes económico y social.

Las “comunidades Epistémicas”.

Hemos llegado a la conclusión de que para que la universidad de hoy pueda acometer desde el punto de vista cognitivo este inmenso reto que nos acecha, es menester promover en toda la Universidad Pública una nueva organización de la academia, de modo que estemos en mejores condiciones para realizar un abordaje de los problemas desde una posición, ahora sí, inter y multidisciplinaria. Desde el punto de vista epistemológico, postulamos que no podemos seguir enfrentando fenómenos complejos y multicausales desde una óptica estrictamente disciplinar.

Postulamos que las disciplinas no se disuelven; al contrario, han de fortalecerse para desde esa base, forjar sinergias entre las diversas disciplinas. Implica un diálogo permanente, fecundo y vigoroso, tanto al interior de cada institución como, si fuera posible, entre todas ellas. No deseo hoy, queridas y queridos colegas y amistades aludir en detalle a la gestión que tuve el honor de encabezar con gente maravillosa, porque cada experiencia está a prueba. Además, porque esta disertación no es una rendición de cuentas. No obstante, solamente digo, para lo que pueda ser útil, impulsamos la idea de crear “comunidades epistémicas”, también conocidas como “comunidades de conocimiento”, cuya labor debería ser tomada en cuenta. Lo esencial, es el “diálogo entre los saberes”, como postularon Maturana y Varela, hace ya algunos años.

En el año 2018, el Dr. Itzkuauhtli Zamora Sáenz escribió sobre una experiencia en una comunidad de Guadalajara, México, muy aleccionadora. Cito “En las últimas dos décadas, es posible atestiguar una proliferación de modelos para la toma de decisiones políticas que abogan por la necesidad de crear mecanismos incluyentes que promuevan la participación multisectorial. Estas propuestas han recibido los nombres de ciencia posnormal, planeación participativa o gobernanza, por mencionar algunos de distintas corrientes (Funtowicz y Ravetz, 1993;Huitema, etal., 2009; Schmoldt, Kangas y Mendoza, 2001).

La premisa general de estas propuestas es que la solución de problemas complejos como los ambientales no puede ser resultado de una decisión exclusivamente técnica o científica que se imponga de manera jerárquica y vertical: requiere incluir el conocimiento y la postura de las comunidades locales que serán las principales beneficiadas o perjudicadas por la implementación de la política. Bajo esta perspectiva, tanto las decisiones como los procesos para tomarlas son igualmente importantes, esto es, no importa solamente alcanzar un buen resultado, sino que su formulación se haya dado bajo mecanismos abiertos, plurales e incluyentes.

Estos modelos participativos coinciden con lo que Mark Warren ha denominado democracia, expansiva, la cual se caracteriza por la ampliación de mecanismos participativos en pequeña escala y por la necesidad de incluir en las soluciones la voz de los posibles afectados por las decisiones gubernamentales (Warren, 1992)” […] -Un poco después agrega el Dr. Zamora- “Hay una gran cantidad de mecanismos específicos para favorecer la participación multisectorial como talleres de planeación, foros, mesas de participación, grupos promotores, paneles de expertos o consejos ciudadanos, por mencionar algunos. Todos estos mecanismos comparten la idea regulativa de favorecer el entendimiento común y la cooperación entre diferentes actores. Peter Haas, en 1992 Haas (1992)acuñó el concepto de comunidad epistémica para referirse a un grupo de personas que se reúnen periódicamente para generar acuerdos sobre un problema y su solución. El concepto lo utilizó Haas por primera vez para referirse a la emergencia de una red de actores gubernamentales, civiles y académicos de diferentes países que se congregaron para intercambiar información con el objetivo de revertir la contaminación del mar Mediterráneo.

El propio Haas agregó que el tipo de problemas que pretende resolver una comunidad epistémica se caracteriza por estar inserto en un contexto de incertidumbre en el que los diferentes actores reconocen que el conocimiento científico no elimina el riesgo de consecuencias no deseadas de una decisión determinada, sino que incluso los puede hacer más conscientes de las posibles secuelas (Haas, 2004).” (Cfr. Zamora Sánez, Itzkuauhtli. “Comunidades Epistémicas en la Solución de Problemas Ambientales. Tendencias en la Recuperación de Ríos Urbanos.” https://orcid.org/0000-0002-1554-6984). En nuestro caso, fue la Dra. Luz Emilia Flores la que tuvo a bien proponernos el fructífero concepto de “Comunidad Epistémica.”

La Universidad como “Bien Público” y su relación con el entorno nacional.

El desarrollo de nuevas carreras y áreas del conocimiento de base multi e interdisciplinaria y la creciente importancia de la internacionalización, constituye todo un programa de acción de la universidad contemporánea en la sociedad del conocimiento. En ella, es imprescindible que las instituciones públicas de educación superior se afiancen como un bien público en un momento en que las élites gobernantes en toda América Latina se han decantado por cuestionar este concepto, junto con importantes grupos del sector empresarial. Esto lo estamos viviendo en Costa Rica concretado en la Ley 9635, de fortalecimiento de las finanzas públicas, en particular en el título IV de la misma que quedó aprobada en diciembre de 2018. Hoy las cinco universidades públicas están viendo drásticamente restringidos sus presupuestos, como resultado del mandato de dicha ley, especialmente en el Título IV de la misma. Los rectores en su momento, agrupados en el CONARE presentamos un recurso de nulidad ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, en contra del Decreto Ejecutivo que amplió la cobertura del título sobre empleo de dicha ley. Adicionalmente, se planteó también una Acción de Inconstitucionalidad ante la Sala, contra el mismo decreto. Esta es la hora, ante un asunto tan, pero tan urgente y trascendental, en la que ni la Sala Constitucional, ni el Tribunal de lo Contencioso Administrativo se han pronunciado todavía, después de casi cuatro años de haber sido presentados ambos incidentes.

La actividad sustantiva en La Universidad.

Otro asunto que nos permitió crecer académica e intelectualmente tiene que ver con la conceptualización de la actividad sustantiva en el quehacer académico de la universidad pública. Siempre se ha entendido la actividad académica como la conjunción y concatenación de la docencia, la investigación y la extensión conceptualizada también como acción social. La situación actual requiere la integración de estos tres pilares para la formación de profesionales preparados para enfrentar los retos y cambios que la sociedad demanda. La actividad docente para que tenga calidad debe alimentarse de la investigación constante de las personas académicas y de la extensión que, como es sabido se produce cuando la universidad se vincula con la sociedad compenetrándose con las comunidades a las que apoya y de las que se nutre también. El verdadero reto estriba, por un lado, en lograr una real coordinación de las tres actividades (docencia, investigación y extensión) en el eslabón superior ejecutivo de la universidad, a fin de lograr un verdadero apoyo a las facultades y unidades académicas. Pero, por otra parte, cada unidad académica debe ser un hervidero de conocimiento que involucre a todo el personal docente de modo que se pueda transmitir al estudiante la experiencia académica adquirida. En nuestra experiencia todavía tenemos frente a nosotros el reto de alcanzar una mayor compenetración y simbiosis entre estos tres componentes de la actividad sustantiva de la universidad, tanto en el quehacer de las personas profesionales que apoyan a las facultades y unidades académicas desde el nivel ejecutivo superior y, sobre todo, en las unidades académicas mismas.

La Universidad Humanista con sentido social en el siglo XXI.

He dejado para la parte postrera de mi intervención, un tema que considero es uno de los más relevantes. El Foro Económico Mundial sobre «El futuro del trabajo 2020» analiza la disrupción causada por el COVID-19 y las perspectivas futuras sobre el empleo y las habilidades necesarias, en el contexto actual de recesión económica global y aceleración de la digitalización.

En el mencionado informe se plantea que, citó: “La  automatización junto con la actual recesión de COVID-19 está creando una ‘doble disrupción’ para los trabajadores: el informe estima que para 2025, la automatización y la nueva división del trabajo entre humanos y máquinas afectará a 85 millones de puestos de trabajo en todo el mundo, creándose 97 millones de nuevas funciones, a través de la creciente demanda de trabajadores para puestos de trabajo en la economía verde y digital (relacionados con la economía de datos, inteligencia artificial, computación en la nube…).” (Cfr. Foro Económico Mundial. “Informe Futuro del Trabajo 2020.” Sincrogo.com/blog/actualidad-laboral/informe-futuro-del-trabajo-2020-foro-económico-mundial/).

¿Qué hacer ante estas realidades? Creo imprescindible tener presente la importancia para una universidad que nació humanista, de no descuidar la visión humanista integral. De no hacerlo se puede incurrir en el error de adoptar una visión unilateral, acicateados exclusivamente por los criterios emanados de las tendencias del mercado. De acuerdo con estos criterios, las instituciones superiores de educación pública deberían transformar su currículo según lo que se denomina “carreras STEM” (Science, Tecnology, Engineering and Mathematics).

Una adecuada concepción humanista de la educación es incluyente de todas las disciplinas. Esta inclusividad en la sociedad del conocimiento implica poner en primer plano el sentido social del conocimiento y de la formación. Esta no puede desdeñar los valores éticos del bienestar colectivo, el énfasis constante en la democratización de la institución universitaria; es decir, la facilitación del acceso y permanencia de las personas estudiantes indistintamente de su origen social, a las oportunidades que brinda la educación superior. Junto a ello, la universidad pública no puede perder su orientación a contribuir desde la academia a esclarecer la ruta de un desarrollo sostenible, justo y equitativo, en consonancia con la Naturaleza, la preservación de los ecosistemas y de la vida en ella. Por ello es por lo que, la evaluación, la acreditación de las carreras y de la educación, así como el aseguramiento de la calidad, jamás pueden mimetizarse con los estándares de los llamados países centrales. Al contrario, abogo porque la universidad pública latinoamericana, cumpliendo con su misión, tenga en cuenta la realidad de los países en los que está inserta. De ahí la importancia de la autonomía universitaria, para pensarse a sí misma y tomar las decisiones estratégicas, sobre la base de los valores académicos consensuados entre la comunidad universitaria.

Desde algunos años atrás se nos viene induciendo desde afuera y desde diferentes posturas a que dejemos de lado las ciencias sociales y las humanidades (SSH, por sus siglas en inglés: Social Science and Humanities) para abrazarnos supuestamente a la “modernidad y el progreso”; se busca así, afiliarnos por decirlo de esta manera, a las STEM (Science, Tecnology, Engineering and Mathematics). Es decir, teóricamente quienes nos inducen por ese camino suponen que debemos subsumir a las universidades humanistas de hoy, en el mundo de la llamada “ciencia precisa”, que se puede medir, para colocarnos así, supuestamente, en la cúspide del desarrollo tecnológico.

Tal razonamiento supone las SSH arrinconadas en posiciones puramente especulativas y propiciadoras de un razonamiento cualitativo infértil. Esta cuestión así planteada nos remite a un viejo y trillado debate entre culturas científicas y humanistas. Hay que combinar las SSH con las STEM. No se debe por lo tanto renunciar a la ciencia, ni a la tecnología, ni a la precisión matemática. Pero no por eso se debe dejar de lado la educación, la filosofía, la filología, la sociología, el arte, la danza, la música; ambos conjuntos disciplinarios son imprescindibles para fortalecer las bases de universidades sociales y humanistas. Se trata de dos grandes conjuntos o componentes disciplinarios convergentes; no como desde cierta perspectiva errada se les quiere presentar como si fuesen más bien divergentes y excluyentes entre sí.

Está pendiente en la universidad latinoamericana y del Caribe asumir una reflexión a fondo, sin menoscabar lo alcanzado hasta ahora, intentando buscar (innovar) nuevas formas de organizar la academia que permitan un mejor entrelazamiento de los saberes, y una mayor cooperación que facilite recoger los beneficios del debate científico y cultural de la universidad en el mundo contemporáneo.

No en vano nos dice José Joaquín Brunner, investigador y académico chileno: “Un nuevo balance entre STEM y SSH se requiere también para salvar el futuro que hoy reconocemos amenazado por diversas fuerzas destructivas. En efecto, las disciplinas STEM —precisamente por su poder de incidencia en el control y la transformación del mundo— provocan una extrema racionalización científico-tecnológica de los entornos naturales, de las actividades productivas, de las relaciones sociales y de la propia esfera cultural […] Mas se trata de una racionalización de medios, regida por la funcionalidad y la eficiencia, el cálculo de costos y beneficios, y la continua expansión —ahora global— de la explotación de los recursos naturales y las capacidades humanas. Es ese proceso, con todos sus progresos y riesgos, el que las SSH ayudan a interrogar y analizar desde una racionalidad de fines y valores, manteniendo abierta así las puertas hacia la esperanza. Hay pues razones más acá y más allá de la economía —“Más cosas hay en el cielo y la tierra, Horacio, que las que se sueñan en tu filosofía”— que justifican apoyar resueltamente a las SSH, en pie de igualdad con las disciplinas que rigen la racionalización científico-técnica del mundo. Este es un balance que se requiere cada vez más patentemente y con mayor urgencia, para no terminar agotados por el progreso y aplastados por los escombros que deja tras de sí.” (Cfr. Brunner, J.J. “Humanismo: ¿Cuál es su Poder?” nuevo poder.cl/humanismo-cual-es-su-valor/).

 

Nota compartida con SURCOS por el autor.

EN SUS ZAPATOS

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Entramos a un espacio cerrado y medio iluminado en el que pende una figura en forma de capullo en el centro. Es un hombre atado con un arnés, simulando un ovillo. La imagen me recuerda el nacimiento, el dolor de lo desconocido, el concepto de borde. Nunca terminamos de viajar, pienso, mientras se va recreando el concepto de vez primera, de certidumbre en la incertidumbre, de ir hacia lo desconocido.

Transitamos de inmediato a otro momento. Otro lugar. En lo más alto de la sala, otra sala, el personaje recuerda que ponerse en los zapatos del otro no es tarea fácil.

Intenta calzarse una y otra vez distintos zapatos pero ninguna llega a sujetarse a sus pies. Luego, en un intento desesperado, trata de salir a la superficie emulando quizá la suerte del que intenta llegar al otro lado sin conseguirlo. Entiendo que todos quedamos en el fondo. Supongo entonces que el acto de imaginar y sentir lo que experimenta el que lo deja todo es un acto sensible y corporal. Todo nos tiene que pasar por el cuerpo si queremos construir empatía. «Tocar fondo» como metáfora, para entenderles. Si o sí.

En ese instante todos, todas, formamos parte de proyectos inconclusos, desesperados, vitales, de quienes deciden irse y dejarlo todo atrás. Nosotros, nosotras, somos a la vez proyectos inconclusos que no terminamos de llegar. Nunca.

Esa noche hemos caminado. Subido escaleras, bajado escaleras. Nos hemos enfrentado a la oscuridad, el control, el manejo del espacio (adentro/afuera), la distancia (cercanía/ lejanía) el extrañamiento (certeza/ incertidumbre).

Nos conminan a salir rápido de la sala: “salgan ya”, “salgan ahora”, mientras en lo alto de la estructura yace quizá un pez muerto, un cuerpo muerto, un migrante muerto.

Ponerse en sus zapatos jamás tendrá la dimensión del otro, pero nos permitirá entenderle. Cuando nos dicen “salgan ya” infiero que es así como funcionan los dispositivos de poder sobre los cuerpos que se movilizan. Los orientan, los dirigen. Solo que en la realidad migratoria global al grito xenofóbico de “salgan ya” le antecede una instrucción de “no entren”.

Y entonces se recrea el rigor inexpugnable de la porosidad de las fronteras.

Seguimos caminando. Pero no en el pesado tránsito de quienes caminan tratando de llegar, de cruzar. Arribamos a la última estación, el lugar de la estampida y la memoria, de los afectos activados por recuerdos, promesas, objetos impermeables al olvido.

Observo un pequeño dinosaurio de juguete estático en el piso. Comprendo que el rubor de la sospecha de los estados nacionales ante quienes se movilizan, jamás sabrá la dimensión subjetiva de aquellos que simplemente caminan como su principal acto de vida. Y en el trayecto van dejando todo a su paso. Son incontables los pequeños dinosaurios como actos reflejos de memoria encontrados en la ruta migratoria. Hoy son más. Millones.

Pueblan de nuevo La Tierra.

Caminamos esa noche invitados por una de las creadoras de una obra innovadora, la dramaturga costarricense Ailyn Morera, como observadores participantes de una puesta en escena sugerente, provocadora, cuestionadora, estrenada en la Universidad Nacional, Costa Rica.

Se trata del espectáculo denominado “Migrare. Evento artístico transmedial”, cuyo elenco cuenta con una participación importante de estudiantes de la Escuela de Arte Escénico, Danza, Música y Arte y Comunicación Visual, además de proyectos como: Teatro UNA, Web CIDEA – Laboratorio Escénico Digital (LED), CTO-Heredia, Teatro en el Campus de la Escuela de Arte Escénico y el programa Investigación, Arte y Transmedia (iAT) del CIDEA, todos de la Universidad Nacional.

Al llegar a las instalaciones donde se desarrolla la propuesta, absolutamente interactiva, las personas espectadoras se encuentran con una impresionante selección de imágenes proyectadas sobre las columnas del edificio donde se escenifican distintas rutas migratorias. Como en la realidad, no hay un único camino. Pero todos llevan al mismo sitio.

Todas las imágenes refieren al tema migrante, pero es un texto de Thenon que se estampa directa y definitiva como declaración de intenciones del espectáculo y que me atrapa: “Hay patrias pequeñas y patrias grandes pero todas son grandes, por eso no caben en una valija”. Mientras pienso en esa frase y en los zapatos que no calzo, pero que trato de sentir en mi acompañamiento desde la academia y el arte, renuevo mi compromiso con la comprensión de aquellos que hoy, incluso en la sociedad clausurada de la pandemia, deciden caminar sin descanso por una vida mejor. Entendámosles.

Autonomía universitaria en la investigación

El viernes 30 de abril se desarrolló la mesa redonda: Rol de la autonomía universitaria en el ejercicio de la investigación como áreas de acción sustantiva. Se abarcaron temas generales relacionados a la autonomía.

La mesa contó con la participación del doctor José María Gutiérrez quien abordó los orígenes de la autonomía desde el Manifiesto de Córdoba. También destacó la importancia de la autonomía para promover el pensamiento crítico e independiente para la democracia.

Esta mesa redonda es parte de un ciclo de foros gestionados por la Rectoría, Rectoría Adjunta y Vicerrectorías de la Universidad Nacional de Costa Rica sobre Autonomía Universitaria.

Para escuchar la exposición de José María Gutiérrez le invitamos a ver el siguiente video:

https://youtu.be/X5klXi5KqT4

Ciclo de foros sobre Autonomía Universitaria

La Rectoría, Rectoría Adjunta y Vicerrectorías de la Universidad Nacional de Costa Rica organizan un ciclo de foros sobre Autonomía Universitaria.

Este ciclo tiene cuatro fechas y abarcarán distintos temas que se comparten a continuación:

  • Autonomía como concepto vivo apuntes para la reflexión estudiantil. Miércoles 28 de abril 2021 a las 5:30 p.m. Puede acceder en el siguiente enlace: https://una-cr.zoom.us/j/84556360526
  • Rol de la autonomía universitaria en el ejercicio de la investigación como áreas de acción sustantiva. El próximo viernes 30 de abril a las 10am. https://una-cr.zoom.us/j/82986747544
  • Libertad de cátedra y Autonomía Universitaria. Esta charla será el 6 de mayo a las 3pm. Para participar puede unirse al siguiente enlace https://una-cr.zoom.us/j/81326721242
  • Autonomía universitaria desde la perspectiva de la extensión interdisciplinaria. La actividad será el martes 11 de mayo a las 10am https://una-cr.zoom.us/j/81149553694

Comunidades de Tamarindo y Sámara están listas para enfrentar tsunamis

El pasado 8 de febrero las comunidades de Tamarindo y Sámara recibieron el reconocimiento Tsunami Ready, cuatro más trabajan en cumplir con todos los indicadores.

SURCOS comparte la siguiente información de la Oficina Comunicación UNA:

El pasado 8 de febrero la Junta Nacional Tsunami Ready de Costa Rica (NTRB), por sus siglas en inglés), dio a conocer que, de las seis postulaciones, dos cumplen con los 10 indicadores para obtener el galardón y las restantes, deben trabajar en los próximos meses para que se les otorgue el reconocimiento.

El Programa Piloto Tsunami Ready de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO (IOC/UNESCO) está presente en los cuatro sistemas de alerta de tsunami del mundo: Pacífico, Caribe, Índico y Noreste Atlántico-Mediterráneo, cuenta con un logo unificado y su objetivo es reconocer a la comunidad sus esfuerzos para minimizar la pérdida de vidas y propiedad ocasionada por el embate de un tsunami y promover la preparación ante el peligro de un evento de este tipo.

Algunos de los indicadores que deben cumplir las comunidades son:

  • Señalar rutas de evacuación por tsunami.
  • Elaborar un mapa de evacuación por tsunami.
  • Elaborar y distribuir material educativo y divulgativo.
  • Realizar actividades divulgativas sobre tsunamis.
  • Preparar un Plan de Preparativos y Respuesta ante tsunamis.
  • Contar con mecanismos redundantes y funcionales 24/7 de recepción y diseminación de alertas de tsunami.
  • Realizar una simulación o simulacro de tsunami.

Las cuatro comunidades con indicadores pendientes a quienes también se les aprobó la entrega del galardón fueron:

  • Jacó y Quepos: solo falta la realización de la simulación o simulacro de tsunami.
  • Tivives tiene pendiente la simulación o simulacro y la realización de una actividad divulgativa de tsunami.
  • Uvita-Bahía (Osa) tiene pendiente colocar las señales de rutas de evacuación por tsunami y definir un tercer mecanismo de difusión de la alerta.

Las comunidades con requisitos pendientes deben cumplirlos en los próximos meses para la entrega oficial del reconocimiento.

Estas comunidades se suman a las de Ostional (reconocida en el 2017) y Playas del Coco (reconocida en el 2020). De esta manera Costa Rica se convierte en el país de América Central con más comunidades reconocidas Tsunami Ready. Este reconocimiento se debe renovar cada cuatro años.

“Este es un reconocimiento al trabajo de las comunidades y sus organizaciones que incluyen Comités Municipales de Emergencia (CMEs), Comités Comunales de Emergencia (CCEs), Asociaciones de Desarrollo Integral (ADIs), ASADAS, entre otras. Además, en algunas comunidades las escuelas y hoteles se han involucrado activamente en el proceso, por ejemplo, en Sámara y Tamarindo”, comentó Silvia Chacón, coordinadora del Sistema Nacional de Monitoreo de Tsunamis de la Universidad Nacional (SINAMOT-UNA).

En algunos casos las señales de rutas de evacuación fueron donadas por entidades internacionales, como en Sámara que fueron donadas por la Organización Internacional de Migraciones (OIM) y en Jacó, Quepos y Tivives, que fueron donadas por el Gobierno de los Estados Unidos de América junto con las sirenas. En el caso de Tamarindo la mayoría de las señales fueron compradas por la Asociación de Desarrollo Integral (ADI-Tamarindo), quienes además elaboraron un video informativo para los turistas. Algunas de las señales de Tamarindo y las señales de Uvita y Bahía fueron suministradas por la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE).

Para Chacón, el reconocimiento Tsunami Ready y el uso de un logo unificado a nivel mundial, “representan un plus para el turismo en las comunidades reconocidas, contribuyendo a la reactivación económica que tanto necesita el país, ya que los turistas nacionales e internacionales que las visiten saben que encontrarán comunidades mejor preparadas para enfrentar un tsunami”.

Quepos con buena nota

La Municipalidad de Quepos inició en el 2017 un trabajo conjunto con la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional (Edeca-UNA).  Uno de los múltiples frutos que ha dejado esta alianza, es la creación de la Comisión para el Cambio Climático, desde donde se realizaron las acciones para poder cumplir con los requisitos propuestos para obtener el Tsunami Ready.

“Hemos logrado trabajar sobre las dos amenazas más importantes del cantón: tsunamis e inundaciones, y ya la Comisión cuenta con una política sobre cambio climático aprobada por el Concejo Municipal que incluye protocolos para la atención de tsunamis y la afectación por inundaciones. En relación con los tsunamis con los estudiantes de la carrera de Ingeniería en Gestión Ambiental, logramos hacer videos informativos y educativos para el comercio, el sector pesquero, los hoteles, la comunidad y los centros educativos, explicó Vanessa Valerio, coordinadora del proyecto Estrategias participativas de cambio climático a nivel local, de la Edeca-UNA.

Para Warren Umaña, coordinador de la Unidad de Gestión Ambiental, este es un trabajo de voluntad y apoyo de distintos sectores. “Hemos tenido que implementar muchas acciones como la rotulación de puntos seguros, las rutas de evacuación, la divulgación de videos y otros. Ya estamos muy cerca de recibir este reconocimiento, vamos a coordinar cuanto antes con la CNE para hacer el simulacro que nos hace falta, porque esto es un orgullo: qué bonito que el turista nos puede visitar y disfrutar de la biodiversidad del cantón, y además puede hacerlo de manera segura. Esto es muy importante principalmente ahora que necesitamos la reactivación económica”, dijo Umaña.

Para el vicealcalde Ronald Sánchez, este trabajo se une a otros que se están realizando en materia ambiental como la distribución de composteras y las rutas de reciclaje. “Es bonito recibir este reconocimiento porque nos dice que estamos haciendo bien las cosas, es un trabajo de alianzas donde participa la municipalidad, el sector público, el privado, el comercio, y los habitantes trabajando por el bien y la seguridad de nuestro cantón”.

Más información con Silvia Chacón, 8309- 6690, coordinadora del Sistema Nacional de Monitoreo de Tsunamis de la Universidad Nacional (SINAMOT-UNA).

Piden a Conavi y Mopt cumplir mandato de Sala Constitucional

SURCOS comparte la siguiente información:

OFICINA DE COMUNICACIÓN
UNA
09-02-21
O.C-B.P-027-2021
Comunicado de prensa
Piden a Conavi y Mopt cumplir mandato de Sala Constitucional

Ante el incumplimiento de la orden que dio la Sala Constitucional de

construir y habilitar pasos de fauna en la ruta 32.

El Instituto Internacional de Conservación de la Vida Silvestres (ICOMVIS) y el Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (CINPE) de la Universidad Nacional encontramos altamente preocupante el incumplimiento por parte del Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI) y el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) de la orden dictada por la Sala Constitucional de construir y habilitar los pasos para la fauna en la ampliación de la ruta Nacional 32, manifestamos que:

  1. El atropello y muerte de los animales en carretera tiene impactos éticos, ecológicos, sociales y económicos negativos para nuestra sociedad y el ambiente.
  2. Según la misma Sala Constitucional, el CONAVI ha incumplido a pesar de que por resoluciones n.° 1239-2019-SETENA del 25 de abril de 2019, n.°2135-2019-SETENA del 5 de julio de 2019, n.° 2572-2019-SETENA del 8 de agosto de 2020 y n.° 1458-2020-SETENA del 19 de agosto de 2020, SETENA ha compelido la observancia de los compromisos en materia ambiental, lo que incluye la respectiva construcción y habilitación de los pasos de fauna.
  3. De acuerdo con estudios y cifras oficiales, en el 2014 se atropellaron 1245 animales silvestres y en el 2018 se reportaron 1230 animales salvajes muertos en la ruta 32. De igual manera, otros estudios en la Carretera Interamericana Norte que cruza el Área de Conservación Guanacaste mueren miles de animales silvestres cada año. Estos datos muestran uno de los tantos impactos que tienen las carreteras, adicionando que muchas son especies catalogadas en peligro de extinción (grandes carnívoros y herbívoros) y dicho impacto se acrecentaría al ampliarla la carreta a cuatro carriles.
  4. Impacto ético. El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) existente para esa carretera indica la necesidad de construir 51 pasos de fauna, 23 pasos aéreos y 28 terrestres. El incumplimiento a esta recomendación del EIA tiene un impacto ético negativo, pues en determinado momento se aceptó la obligación de cumplir con los valores positivos a favor de las especies de fauna silvestre. No cumplir con sus recomendaciones se convierte en un fracaso ético por parte de nuestras instituciones. El personal involucrado, instituciones públicas y privadas debe ser consciente del impacto que tiene la inacción, al ignorar los valores positivos que hemos desarrollado en nuestro país. Ignorar dichos valores mostraría una negligencia y un desprecio por la vida por la vida de estas especies, las cuales requieren el desarrollo de estos pasos despreciables por inacción la vida de especies vivientes que requieren de la mitigación de estos pasos de fauna para mitigar su muerte en carretera.
  5. Impacto Social. El impacto social negativo de la muerte de los animales en carretera se ilustra de manera clara cuando se va perdiendo la sensibilidad de las personas al constatar traumatismos y laceraciones de animales que quedan vivos después de un atropello o bien al comportarnos de forma indiferente ante la muerte de estos. Más aún, la sociedad es afectada de gran manera cuando se constata el ejemplo de las autoridades y de las instituciones que con desinterés y argumentaciones espurias evitan cumplir con los mandatos superiores. Esto afecta la imagen del país cuando los turistas que nos visitan observan muchos animales muertos, incluso en áreas silvestres protegidas.
  6. Impacto ecológico. Desde el punto de vista ecológico y ambiental, una de las amenazas a la biodiversidad más graves es el desarrollo de fauna silvestre. Además de causar muerte directa, la carretera aísla las poblaciones de fauna, impidiendo o dificultando el intercambio genético entre individuos, lo cual se traduce en reducción en sus poblaciones, especialmente de especies amenazadas de extinción y, cuyo impacto sobre el ecosistema circundante a las carreteras aún queda por evaluar. Por esta razón, los pasos de fauna son la mitigación adecuada en este tipo de infraestructura vial, porque restituyen de alguna manera la conectividad del paisaje que se perdió por causa de la carretera. Además, es importante normativa ambiental a nivel global, como lo es el principio precautorio, o también conocido en esta materia como el principio de “evitación prudente”, contenido en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, Declaración de Río (1992), que literalmente indica:

Principio 15. – Con el fin de proteger el medio ambiente, los Estados deberán aplicar ampliamente el criterio de precaución conforme a sus capacidades. Cuando haya peligro de daño grave e irreversible, la falta de certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces en función de los costos para impedir la degradación del medio ambiente.

  1. Impacto económico. La negativa a construir de inmediato los pasos de fauna aéreos y terrestres también tiene un gran impacto económico. Por un lado, no solamente se pierde la vida de los animales que cruzan la carretera, sino que, si se coloca la carpeta asfáltica, se deberá romperse el asfalto instalado, con la respectiva pérdida económica. Por otro lado, considerando la pérdida económica más allá de lo puramente crematístico o monetario, el impacto que desencadena la muerte de los animales implica afectación directa en la cadena trófica de las especies afectadas, con potenciales impactos en el surgimiento de plagas por sobrepoblación de otras especies de la cadena, afectación de los cultivos e impacto negativo en la imagen de conservación que tiene el país, lo que desde luego también afecta el turismo. Un tercer elemento del impacto económico negativo que tiene este incumplimiento es intentar justificar la construcción pretendiendo resolverlo a través de un arbitraje internacional, que de acuerdo con las experiencias que ya tenemos en el país el costo anual puede rondar en $1.5 millones al año, con el agravante que tendríamos que decidir si detener la obra sin terminarla, o bien terminarla para luego romperla y dar cumplimiento al mandato de la Sala Constitucional.

Por lo tanto, recomendamos:

  1. Que el CONAVI y el MOPT cumplan de inmediato con el mandato de la Sala Constitucional de construir la carretera y habilitar los pasos de fauna con el adecuado respeto a la protección ambiental que debe brindarse, aunque se deba entrar en un diálogo y negociación con la empresa constructora (CHEC) para cumplir con los requisitos de la obra.
  2. Establecer cuanto antes una normativa por parte del Poder Ejecutivo o legislación específica que establezca una clara aplicación obligatoria para la inclusión de pasos de fauna silvestre en TODAS las ampliaciones o construcciones de carreteras nacionales (debe incluirse las etapas de planificación, diseño, construcción y operación).
  3. La normativa o legislación debe incluir la obligatoriedad de realizar estudios y análisis técnicos para la colocación de los pasos de fauna aéreo o terrestres y deben ser realizados por profesionales de comprobada solvencia y experiencia en este campo. Además, debe contar con la participación de un panel de expertos en el tema.
  4. Incluir la normativa sobre pasos de fauna en el Manual de Construcción de Carreteras del MOPT, como requisito para la construcción o ampliación de carreteras.
  5. Aprovechar nuestra marca país, amigable y preocupado por la conservación de su fauna y el ambiente, para mostrar de manera efectiva nuestras acciones a favor de nuestra biodiversidad y promocionar a Costa Rica internacionalmente.

M.Sc. Joel Sáenz Méndez Ph.D. Olman Segura Bonilla

Director Director
ICOMVIS – UNA CINPE – UNA

****Mayor información con: Joel Sáenz, director Icomvis (8815-2845) / Olman Segura, director Cinpe (8709-0386) o con la Oficina de Comunicación de la UNA, (2277-3464).

UNA presenta siete ejes para reactivar integralmente el país

Con el propósito de contribuir con la búsqueda e implementación de acciones públicas que desde el Estado y el sector privado se puedan discutir para encontrar las soluciones necesarias a la crisis actual y a la que se avecina en los próximos años, el Consejo Universitario de la Universidad Nacional (UNA) dio a conocer un conjunto de recomendaciones para la reactivación económica y social del país, en el marco de la pandemia sanitaria del SARS COV 2.

Las iniciativas se presentaron esta mañana en conferencia de prensa, por parte de los investigadores, Pablo Chaverri, Enrique Capella y Rafel Arias. Además de Tomás Marino, presidente del Consejo Universitario y Francisco González, rector de la UNA y actual presidente del Consejo Nacional de Rectores (Conare).

En concreto, la propuesta de reactivación económica para un desarrollo integral “UNA visión con justicia social, equidad y solidaridad” plantea varias recomendaciones en las áreas económica, social, territorial, educativa, artística, cultural, ambiental y de salud. A continuación, un resumen de cada una de ellas.

Economía: Diseñar e implementar una estrategia firme y sostenida de reactivación económica y un agresivo programa de desarrollo de obra pública en infraestructura, tanto física como social, mediante la figura de concesión de obra pública. Entre algunos de los proyectos más importantes se encuentran: el proyecto del tren metropolitano, el fortalecimiento de la infraestructura aeroportuaria, puertos y carreteras regionales, escuelas, colegios, hospitales y clínicas de salud regionales. También, identificar actividades productivas dinámicas con capacidad de crecimiento, articulación y encadenamientos productivos para el desarrollo de clústeres y de otros esquemas territoriales de fomento y atracción a la inversión con encadenamientos productivos, sociales y fiscales.

Social: Los entes rectores y las instituciones que conforman el sector social deben ser garantes de una política social efectiva para la ampliación de las oportunidades de empleo productivo y reducción de la pobreza y desigualdad. Asimismo, es necesario hacer eficiente la coordinación interinstitucional del sector social, principalmente en las regiones y territorios fuera de la GAM, mediante la reducción de las duplicidades o procedimientos que no permiten la flexibilidad de las instituciones, la transparencia y legitimidad de su quehacer, con el fin de mejorar la inversión social y los mecanismos redistributivos de ingresos para reducir la pobreza y la desigualdad.

Territorial: Las posibilidades y oportunidades que el país posee para impulsar un proceso de transformación productiva con carácter territorial son muy amplias, por cuanto se cuenta con una amplia dotación de factores y capacidades competitivas en las distintas regiones, para generar economías de aglomeración en torno a actividades económicas para mejorar los mercados regional, nacional e internacional. En la Gran Área Metropolitana, así como en los demás territorios, se recomienda fortalecer la gobernanza regional con participación ciudadana para una gestión más eficiente y eficaz de los recursos, que permita la oferta y el acceso a bienes y servicios de calidad. En cuanto a recomendaciones sectoriales, se aconseja la identificación de actividades productivas dinamizadoras del desarrollo regional y nacional, que potencien el empleo productivo en las regiones.  Entre estas, se ha identificado el potencial del sector de energías limpias y actividades conexas. Asimismo, el país tiene potencial en actividades de agronegocios, logística de transportes y almacenamiento, desarrollo portuario, turismo diversificado, desarrollo inmobiliario y actividades relacionadas con la bioeconomía, en los distintos territorios.

Educación: En este eje se recomienda replantear la asignación del presupuesto nacional a partir del valor agregado de los distintos sectores económicos. En este caso, se propone partir de la consideración de la educación, el arte y la cultura como actividades con un gran potencial de valor agregado que Costa Rica no ha sabido aprovechar a plenitud. Por lo anterior, se busca realizar una redistribución a partir del valor agregado y la prospectiva de desarrollo futuro del país, que no debe ser entendido sin el papel clave de la educación, el arte y la cultura. A la vez, se recomienda un enfoque de economía positiva que aumente la cobertura de imposición sobre la riqueza, particularmente sobre el gasto suntuario o la posesión onerosa, y no sobre el capital de trabajo ni la renta de consumo, ya que estos dos reactivan la economía.

Arte y cultura: Debe existir una declaratoria nacional, oficial, pública e institucional, mediante una política pública que reconozca la economía naranja como un paradigma orientador y generador de desarrollo, sustentado en un modelo de desarrollo más equitativo e integral en la formación del ser humano. De igual forma, reformar la Ley y Reglamento del Sistema de Banca de Desarrollo, para que este se adapte e incluya de forma explícita, dentro de este marco normativo, el acceso a estos recursos por parte de los emprendimientos artísticos y culturales, así como el acceso al financiamiento para capital de trabajo y al fondo de avales.

Ambiente: El país puede aprovechar la infraestructura física e institucional para desarrollar clusters que articulen actividades agrícolas dinámicas con el suministro de insumos, maquinaria y equipo, transporte y almacenamiento, investigación y mejoramiento de especies y variedades y capacitación técnica, infraestructura de riego y tecnología sostenible de manejo de la comercialización nacional e internacional. A su vez, se deben promover las alianzas público-privadas con protagonismo universitario y de los sectores productivos para desarrollar procesos de enseñanza-aprendizaje, donde se vincule al estudiante con sectores productivos, se fomenten convenios marco entre sectores y se generen proyectos productivos financiados de forma conjunta.

Salud: En este último eje, los expertos de la UNA recomiendan crear impuestos a bebidas azucaradas, comidas rápidas y bebidas alcohólicas para financiar el seguro de salud o programas de prevención y promoción, o de atención primaria, así como potenciar las capacidades productivas del país en la industria médica, ampliando el parque industrial en la fabricación de dispositivos médicos, con investigación y desarrollo de nuevos dispositivos o productos médicos. Aprovechar al máximo las alianzas y convenios internacionales con instituciones globales o regionales, que se suman y potencian a las capacidades existentes, para prevenir las enfermedades y optimizar los costos por tratamientos.

Puede ver documentos completos en: http://bit.ly/Reactivación_EconómicaUNA

El vídeo de la conferencia de prensa en: https://fb.watch/3hgJNBpeDN/

 

Comunicado de prensa de la Universidad Nacional.

Aproveche su tiempo para acercarse a la música

La Escuela de Música de la Universidad Nacional le invita a inscribirse a los cursos de iniciación musical, saxofón, flauta traversa, guitarra, guitarra eléctrica, violín, viola, cello, contrabajo, bajo eléctrico, percusión, batería, clarinete, trompeta, piano, canto lírico, canto popular y solfeo, taller de coro y curso de preparación para las pruebas de ingreso universitario.

¿Cuáles son las modalidades?

Plan regular: La modalidad de Plan Regular ofrece una formación integral donde cada estudiante recibe semanalmente tres distintas clases: una clase individual de instrumento (50 minutos por semana), una clase de teoría musical (una hora semanal) y taller de coro (una hora y 40 minutos por semana). También se puede matricular cualquier otro taller por un monto adicional. El Plan regular se ofrece a niños de 7 años en adelante, jóvenes y adultos. No es requisito tener conocimientos previos para ingresar al programa.

Iniciación musical: curso para niños de 1 a 3 años, y de 3 a 6 años, que tiene como finalidad promover el entusiasmo, disfrute y la apreciación de la música. En este curso se utiliza el cuerpo como instrumento y se complementa con diferentes recursos didácticos. La música se trabaja desde un ámbito general y con temas fundamentales de la música, por lo tanto, no se trabaja la ejecución de instrumentos musicales (una hora semanal).

Cursos libres: Son clases de instrumento musical abiertos a todo público, sin límite de edad y no es necesario tener conocimientos previos de música. Se debe tener el instrumento musical para poder practicar en casa. Las clases de cursos libres se dan una vez por semana, abarcando únicamente la clase de instrumento. Los cursos libres se ofrecen en forma individual (45 minutos de clase) o de forma grupal (una hora). Los cursos grupales requieren un mínimo de tres personas del mismo nivel. También se ofrece curso libre grupal de solfeo.

Coro de niños y jóvenes: coros representativos del programa que entre sus objetivos busca compartir la música en conciertos de extensión cultural en diferentes comunidades, iglesias, museos y teatros. El repertorio incluye tanto del género sacro como del secular, así como pop y navideño. Este taller está incluido para los estudiantes del Plan Regular (una hora y 40 semanal).

Curso de preparación a las pruebas de ingreso universitario: Este curso está enfocado en preparar a aquellos estudiantes que desean presentar las pruebas de ingreso a las carreras universitarias ofrecidas en la Universidad Nacional.  Se imparte de mayo a septiembre de cada año (una hora por semana). Queda sujeto a cupo mínimo.

Todas las clases del Programa Preuniversitario se impartirán de forma virtual durante el I semestre del 2021.

Horario: los horarios de instrumento y las distintas clases están disponibles a través de la página

https://www.matriculaep.una.ac.cr/oferta/OfertaProyecto?proyecto=3404

Plan regular: matrícula ₡17.500, mensualidad ₡56.000,00

Curso libre individual: matrícula ₡25.000 ₡12.500, mensualidad ₡37.500,00

Curso libre grupal: matrícula ₡11.000, mensualidad ₡27.000,00

Iniciación Musical: matrícula ₡11.000, mensualidad ₡27.000,00

Coro: matrícula ₡11.000, mensualidad ₡27.000,00

Solfeo: matrícula ₡22.000 ₡11.000, mensualidad ₡27.000,00

Curso para Pruebas de Ingreso: mensualidad ₡27.000,00

Matrícula: toda la información de horarios, matrícula y pagos se realiza a través del enlace

https://www.matriculaep.una.ac.cr/oferta/OfertaProyecto?proyecto=3404

Matrícula estudiantes de nuevo ingreso: del 18 al 22 de enero

Inicio de clases: 1º de febrero

 

Comunicado de prensa de la Universidad Nacional.

UNA impulsará defensa del valor social de U Pública desde Conare

  • El rector de la Universidad Nacional Francisco González Alvarado ejercerá la Presidencia del Consejo Nacional de Rectores durante el 2021.

Al conmemorarse 46 años de existencia del Consejo Nacional de Rectores (Conare), el rector de la UNA Francisco González Alvarado asume la Presidencia de este órgano universitario con la firme convicción de llevar a cabo todas las luchas necesarias para defender a las universidades públicas de Costa Rica.

En su discurso inaugural, el rector insistió en los tres grandes retos que enfrenta actualmente la Presidencia de Conare: “El primero dar el impulso, el banderillazo de salida a la formulación del PLANES 2021-2025; el segundo apoyar a las universidades en los procesos necesarios para lograr un regreso gradual y seguro a la presencialidad, y el tercero, pero no menos importante, mantener la defensa de la universidad pública como bien público social en la situación de crisis y de restricción presupuestaria que enfrentamos”.

González reconoció que si bien Costa Rica enfrenta un panorama difícil, “confiamos en el potencial de la universidad pública para seguir fortaleciendo la democracia y seguir contribuyendo con el mejoramiento de la calidad de vida de todas las personas en el territorio nacional”.

Por ello pondrá énfasis en la defensa de la educación pública como pilar fundamental en la consolidación de la democracia costarricense, por lo que “debemos defender que se mantenga como un bien público social y un derecho humano, como un bien común de todas y todos los costarricenses. Ello implica pensarla como un espacio científico-cultural amplio, en clave humanista, desde donde se promueven acciones que contribuyen al mejoramiento del bienestar y que contribuye a mejorar las condiciones de vida de la población costarricense, a fortalecer la democracia, a promover la justicia social y superar las inequidades”.

El Consejo Nacional de Rectores fue creado mediante “Convenio de Coordinación de la Educación Superior Universitaria Estatal en Costa Rica”, suscrito por las Instituciones de Educación Superior Universitaria Estatal el 4 de diciembre de 1974 y reformado por éstas el 20 de abril de 1982. En él se regulan aspectos de coordinación para el ejercicio conjunto de la autonomía universitaria en diversos ámbitos.

Francisco González Alvarado será su presidente por un año. Él es bachiller en Historia, licenciado en Estudios Sociales y máster en docencia universitaria; asumió la Rectoría de la UNA en julio de 2020, institución en la que también se ha desempeñado como académico e investigador, subdirector de la División de Educología del Centro de Investigación y Docencia en Educación (Cide) y como vicerrector académico en el periodo 2010- 2015.

Video aquí

Comunicado de la Oficina de Comunicación UNA

Pronunciamiento del Consejo Universitario de la UNA ante exclusión educativa en Costa Rica agravada por la pandemia

Pronunciamiento del Consejo Universitario de la Universidad Nacional ante la exclusión educativa en Costa Rica que se ha agravado por la pandemia de la Covid-19

3 de diciembre de 2020

UNA-SCU-ACUE-290-2020

M.Sc. Carlos Alvarado Quesada
Presidente de la República
Lic. Eduardo Cruickshank Smith
Presidente de la Asamblea Legislativa
M.Ed. Guiselle Cruz Maduro
Ministra de Educación Pública

Señores
Consejo Superior de Educación

Señores
Estado de la Educación

Señores
Consejo Nacional de Rectores (Conare)

Señores
Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica

Señores
Consejo Institucional del Instituto Tecnológico de Costa Rica

Señores
Consejo Universitario de la Universidad Estatal a Distancia

Señores
Consejo Universitario de la Universidad Técnica Nacional

Comunidad Nacional y Universitaria

Estimados señores:

Les transcribo el acuerdo tomado por el Consejo Universitario de la Universidad Nacional, según el artículo IV, inciso III, de la sesión ordinaria celebrada el 3 de diciembre de 2020, acta n.o 3976, que dice:

Pronunciamiento del Consejo Universitario de la Universidad Nacional ante la exclusión educativa en Costa Rica que se ha agravado por la pandemia de la Covid-19

Considerando:

1.La educación es un derecho humano fundamental reconocido por la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 y en muchos otros instrumentos internacionales en derechos humanos suscritos por el Estado costarricense.

2.La Constitución Política de Costa Rica, en su artículo 78, establece la gratuidad (costeada con recursos públicos) y obligatoriedad de la educación preescolar, general básica y diversificada, y le otorga una importante dotación presupuestaria.

3.Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente el objetivo 4, establece los mandatos de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y de promover oportunidades de aprendizaje para todas las personas, durante su vida.

4.El Estatuto Orgánico de la Universidad Nacional, artículo 37, establece que una de las funciones del Consejo Universitario es “pronunciarse y manifestar la posición de la Universidad Nacional en asuntos de importancia nacional e internacional”.

5.Las alarmantes, aunque poco claras, cifras de exclusión educativa que han comunicado las autoridades del Ministerio de Educación Pública (MEP), de alrededor de 91.000 estudiantes (8,5% del total) que interrumpieron sus estudios, un dato inédito.

6.Las capacidades que tiene la Universidad Nacional de aportar a la problemática de la exclusión educativa mediante investigación, extensión y participación de la comunidad universitaria; por ejemplo, a través del Centro de Investigación de Docencia y Educación (CIDE), el Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia (Ineina) y el Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo).

7.La propuesta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional (Feuna), enmarcada en la campaña “La educación también salva vidas”, sobre planificar, ejecutar y dar seguimiento a una estrategia conjunta para combatir los alarmantes niveles de exclusión educativa agravados a raíz de la pandemia por la COVID-19, específicamente, en los ciclos de primera infancia, básico y diversificado; por medio de un equipo de trabajo integrado por especialistas del MEP, universidades públicas, Estado de la Educación, participación comunitaria y de otras organizaciones competentes, así como, recurrir a las iniciativas de extensión y acción social desarrolladas por las universidades públicas en los distintos territorios del país y el voluntariado estudiantil.

8.La anuencia manifestada por la Sra. Guiselle Cruz Maduro, ministra de Educación Pública a la propuesta, en la reunión del 16 de noviembre de 2020, con la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional (Feuna), el Consejo Nacional de Rectores (Conare), el Estado de la Educación y las asociaciones estudiantiles de nuestra universidad.

9.Los esfuerzos que el Ministerio de Educación Pública (MEP) ha realizado para mitigar los impactos negativos de la crisis ocasionada por la COVID-19, especialmente, a través de la Unidad para la Permanencia, Reincorporación y Éxito Educativo (UPRE).

Por tanto, se acuerda:

  1. Manifestar la voluntad de la Universidad Nacional de trabajar en una estrategia conjunta para combatir la exclusión educativa mediante la acción sustantiva y la participación de la comunidad universitaria. Acuerdo firme.
  2. Solicitar al Presidente de la República, el señor Carlos Alvarado Quesada, que respalde y priorice la construcción de una estrategia nacional para combatir la exclusión educativa en costa rica, en atención a la justificación de los considerandos de este pronunciamiento. acuerdo firme.
  3. Comunicar este pronunciamiento al Presidente de la República, el señor Carlos Alvarado Quesada, y a la Ministra de Educación Pública, la señora Guiselle Cruz Maduro; así como a la Asamblea Legislativa, el Consejo Superior de Educación, los Consejos Universitarios del Sistema de Educación Superior Estatal, el Estado de la Educación y la comunidad universitaria y nacional. Acuerdo firme.
  4. Solicitar a las oficinas de comunicación y relaciones públicas de la Universidad Nacional que comuniquen y divulguen, en redes sociales y los medios disponibles, este pronunciamiento. Acuerdo firme.

Atentamente,
Consejo Universitario
Tomás Marino Herrera
Presidente

 

Foto: UNED