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Etiqueta: violencia contra los pueblos indígenas

Continúan las tensiones y agresiones contra el pueblo cabécar de China Kicha

La casa de habitación de la mayora cabécar María Esther, madre de varias personas recuperadoras de China Kichá, ha sido objeto de ataques por parte de la familia Rivera. 

El pasado viernes 10 de junio, alrededor de las 10:30 a.m. un recuperador cabécar de Kono Jú denunció que las personas que pertenecen a la familia Rivera continúan afectando la casa de habitación de la mayor cabécar María Esther. En esta ocasión arrancaron la cerca, el portón y afectaron las cosechas de doña María Esther con cuchillos y el ganado. La casa de habitación de doña María Esther está ubicada en las inmediaciones de la entrada de Kono Jú y está al lado de una de las casas propiedad de la familia Rivera. 

Ya es la segunda ocasión en la que este tipo de afectaciones son denunciadas, siendo la primera el pasado 18 de mayo del presente año. Ese día se registraron tres ataques de la familia Rivera en contra de los y las recuperadoras cabécares y la tensión escaló hasta un ataque con gases lacrimógenos por parte de la Fuerza Pública. Ese día, la familia Rivera tiró piedras y quebró los vidrios de las ventanas de  la casa de doña María Esther.

Doña María Esther es una mayora del Pueblo Cabécar y es madre de varias personas recuperadoras de Kono Jú, Sa Ka Keglö Kaska y Yuwi Senaglö. Por ello, los ataques a su casa de habitación no pueden ser excluidos del conflicto ampliado sobre las recuperaciones de tierra-territorio y el rol de la familia Rivera como uno de los principales actores que atentan contra el Pueblo Cabécar de China Kichá.

Una vez más, denunciamos a la familia Rivera por su hostigamiento, acoso y violencia sistemática en contra de las personas recuperadoras cabécares y sus familias. La oleada de violencia que enfrenta el Pueblo Cabécar de China Kicha desde el mes de febrero es responsabilidad de la Fuerza Pública y el Estado costarricense en tanto omiten realizar acciones concretas y reales para garantizar la integridad física, territorial y patrimonial de las personas recuperadoras así como tampoco protegen la vida de éstas personas. 

Responsabilizamos al Estado costarricense de cualquier agresión en nuestra contra. La normativa internacional así como la nacional, demandan al Estado la protección integral de los Pueblos Originarios que habitan Costa Rica, cuestión que sigue siendo una deuda histórica. 

¡Justicia para Sergio, Jerhy y los Pueblos Originarios!

– Recuperadoras y recuperadores cabécares de Kelpego.

– Recuperadoras y recuperadores cabécares de Kono Jú.

– Recuperadoras y recuperadoras de Sa Ka Keirö Kaska.

– Recuperadoras cabécares de Sa Ka Duwé Senaglö.

– Recuperadoras y recuperadores cabécares de Yuwi Senaglö. 

– Coordinadora de Lucha Sur Sur (CLSS).

En el Día del Ambiente agarran a balazos carro de la ADI de Chirripó

Más de 13 balazos impactaron un vehículo de la Asociación de Desarrollo Integral (ADI) del Territorio Indígena Cabécar de Bajo Chirripó Matina

Este ataque amenazó la vida de más de 17 personas que venían en auto

Al igual que muchas comunidades que celebraron a nivel internacional el Día Mundial del Ambiente, la comunidad cabécar de Bajo Chirripó realizó, junto a otras comunidades cabécares de la provincia, un encuentro regional de mujeres indígenas en la comunidad de Namaldi de Matina Limón, en donde disfrutaron de una feria de artesanía, gastronomía, actividades deportivas, y otros eventos más.

La feria se desarrolló con toda normalidad y disfrute durante el fin de semana. No fue hasta el regreso en la noche del domingo, cuando las personas de las comunidades se devolvían en distintos transportes, que el vehículo propiedad de la ADI fue atacado con armas de fuego por individuos desde una loma cercana a la carretera, impactando el vehículo con 13 disparos.

El presidente de la ADI, Adrián Sanabria Payán, conducía el vehículo y narró que en primera instancia sintió como un desperfecto mecánico y se disponía a parquear. Por suerte, las personas que lo acompañaban que iban en el cajón, le advirtieron que se trataban de disparos y que debía acelerar para salir del alcance de los atacantes.

“Por milagro nadie salió herido o asesinado”, aseguró el presidente de la ADI, organización que interpuso las denuncias al 911 y ante el OIJ el día de ayer para recabar pruebas del suceso.

Contexto. En diciembre pasado, Leonel García Segura, dirigente indígena de Bajo Chirripó en Matina, fue brutalmente agredido, dejándolo internado en cuidados intensivos durante dos semanas en el Hospital de Limón.

A mediados de febrero, Leonel, por medio de un video denunció nuevamente amenazas de muerte para él y su yerno, testigo clave del brutal ataque. En aquel momento, Leonel asegura que el padre e hijo de apellido León son los responsables de las amenazas y uno de ellos siendo responsable del ataque que le hicieron a su persona. Leonel ha advertido “que me van a matar, que iban a darme dos meses de tiempo y al testigo también que lo quieren callar”. No es la primera vez que este sujeto de apellido León amenaza a Leonel. También ha procedido a amenazar de muerte a otros dirigentes comunitarios, además de haber deforestado y cazado ilegalmente dentro del territorio indígena (Bloqueverde, 16-2-22).

En el 2020, la ADI interpuso una denuncia contra el agresor ante tribunales por “tenencia irregular de tierras por un no indígena”, y el juicio se realizará hasta agosto del presente año. Sobre este caso, el Juzgado Agrario del I Circuito Judicial de la Zona Atlántica, emitió, en agosto recién pasado, una medida cautelar en contra del usurpador de apellidos León Gómez para frenar la “corta de árboles, construir otra cerca e introducir más ganado hasta tanto se resuelva el caso” (Voto 2021000200).

Desde BLOQUEVERDE y La Coordinadora de Lucha Sur Sur, hacemos un llamado a las autoridades para que actúen antes de que vuelva a correr la sangre. Al mismo tiempo que solicitamos a la fiscalía, OIJ e instancias judiciales respectivas a realizar las investigaciones y diligencias para establecer los responsables de este atentado.  Al mismo tiempo, se exige garantizar la protección de la vida de Leonel García y su familia, por quienes tememos que sufran un nuevo ataque.

Informes con Adrián Sanabria Payán, presidente de la Asociación de Desarrollo Integral (ADI) del Territorio Indígena Cabécar de Bajo Chirripó Matina, tel: 85445524 o también coordinadoradeluchass@gmail.com y bloqueverde@gmail.com

Ubicación del lugar del ataque, en Namaldi:  https://www.google.com/maps?q=9.980285,-83.324752&shorturl=1

ALERTA TEMPRANA: Ataque con arma y amenazas contra familia recuperadora en Yäbami Dí (Cabagra)

El martes 31 de mayo 2022 a las 5:30 de la tarde del lunes 30 de mayo, Elvin Picado Altamirano, Roger Castillo Segura y Geiner Torres Rojas peones de Luis Angel Pérez Jiménez, quien ocupa de forma ilegal un terreno en Di Bütuk Wúyïrké (Las Juntas) del Territorio Bribri Yäbami Dí (Cabagra) hostigaron, ofendieron y amenazaron a miembr@s de la familia Sandí Morales del Clan Duriwak, quienes recuperaron el terreno desde el 28 de abril de 2021.

Picado, Castillo y Torres amenazaron a la familia Sandí Morales diciendo que iban a traer gente de fuera del Territorio para sacarlos, que los iban a matar y hasta arrancarles la lengua (adjunta fotografía del incidente cuando realizaron amenazas).

Además, Araceli Nájera Quiel atacó con un machete a María Granados Morales del Clan Kurkiwak, quien se tuvo que defender con un palo para no ser herida.

Son constantes las agresiones y amenazas de Luis Ángel Pérez Jiménez y sus peones, quien también trae personas fuera del Territorio para estas agresiones y cuenta con el apoyo de la Asociación Multiétnica y Pluricultural, quienes fomentan el odio, planifican y ejecutan actos violentos contra los Pueblos Originarios.

Contra Pérez Jiménez existen dos causas judiciales, una por usurpación expediente 21-0003600-0634-PE y otra por agresión con armas expediente 21-00064900-0634-PE.

El Consejo Iriria Sat Kök y Lucha Sur Sur demandan los siguientes puntos:  

  1. Que el Estado de Costa Rica ejecute el desalojo administrativo contra Luis Ángel Pérez Jiménez quien ocupa ilegalmente un terreno en Yäbami Dí.
  2. Que la Fuerza Pública garantice la integridad y vida del Pueblo Bribri de Yäbami Dí.
  3. Que la Fiscalía Indígena, OIJ y Defensa Pública se presente lo antes posible en el terreno recuperado para tomar las denuncias y realizar las diligencias necesarias para establecer las responsabilidades respectivas.
  4. Que el Poder Judicial investigue el supuesto actuar delictivo de la Asociación Multiétnica y Pluricultural.

En el siguiente enlace podrá ingresar a la página de Facebook de Consejo iríria sat kök:  https://www.facebook.com/112372567940780/posts/161662369678466/

 

Compartido por Surcos por Consejo iríria sat kök.

Imagen de Facebook: Consejo iríria sat kök

La lucha de los pueblos indígenas

Alberto Salom Echeverría

La colectividad ciudadana de un país no puede aspirar a un desarrollo sostenible y justo, ni puede por tanto vivir feliz, mientras esa nación no cuente con reglas claras de convivencia y, además, todas las personas desde su niñez temprana se eduquen en una cultura de respeto a las diversas minorías étnicas que perviven a lo largo de todo el territorio.

En Costa Rica lo primero, es decir las reglas claras con respecto a los derechos de las minorías, tras mucho trabajo, se han venido por fin estableciendo mediante leyes y decretos en diferentes gobiernos. Aunque todavía falta mucho. Hoy me propongo hacer un recuento, el cual no pretendo que sea exhaustivo, de algunas de estas conquistas consagradas en nuestra legislación relacionadas con los derechos de los pueblos indígenas. Sin embargo, nadie puede pasar por alto que, aun cuando los derechos alcanzados son significativos e importantes, subsiste una resistencia a respetar y aceptar la legislación aprobada, por parte de personas no indígenas que, invaden recurrentemente sus propiedades, agreden y asesinan a los pobladores indígenas, atropellan sus derechos, ante la complaciente connivencia, en muchas ocasiones, de autoridades de policía, jueces y hasta el desdén de funcionarios públicos responsables de garantizar los derechos alcanzados por los pueblos indígenas.

Quiero decir con lo expresado que, desde mi óptica, la cultura de respeto y tolerancia carece de arraigo y por tanto de consistencia entre una gran parte de la ciudadanía costarricense. Si lo afirmado por mí es cierto, como con fundamento en hechos creo que lo es, advierto que ello vulnera como nada la solidez del nuestro sistema democrático. En efecto, desde el punto de vista politológico, no hay verdadera democracia sin una cultura de tolerancia hacia las etnias y poblaciones minoritarias que habitan el territorio, ya sea desde antes de la conquista española o más recientemente.

Hago un inventario pues de lo que tenemos en materia de leyes, convenios y decretos. Costa Rica tiene ya un amplio bagaje de leyes mediante las que se han reconocido los derechos de los pueblos indígenas. El conocido periodista costarricense, Msc. Eduardo Ulibarri, en calidad de Embajador permanente de Costa Rica ante las Naciones Unidas (2010-2014), presentó un informe ante ese honorable “Foro”, en el cual destacó: “…además del Convenio 169 de la OIT, del que somos Estado Parte, [existe] el artículo 76 de la Constitución Política que establece la obligación del Estado de velar por el mantenimiento y cultivo de las lenguas indígenas nacionales y la Ley Indígena de 1977 y su Reglamento que ha procurado hacer efectivos esos derechos. También hemos apoyado la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas desde su desarrollo y adopción.” Y continuó diciendo que: “Existe, además, una importante jurisprudencia en materia de derechos de los pueblos indígenas, especialmente de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, en temas tan diversos como el derecho a la tierra y la propiedad comunal, el acceso al agua potable y el derecho a la salud, por ejemplo. Igualmente, la Defensoría de los Habitantes, institución nacional de derechos humanos independiente, ha realizado un importante trabajo en la materia…” (Cfr. Ulibarri B, Eduardo. “Derechos de los Pueblos Indígenas.” Informe ante la Asamblea General de NNUU. 21 de octubre, 2013)

El propio Ulibarri afirma en este artículo que (parafraseo), el marco jurídico que establece derechos y la jurisprudencia que se haya dejado sentada por la Sala Constitucional, devienen insuficientes para proteger los derechos de las comunidades indígenas, mientras no existan políticas y acciones estatales que velen por su cumplimiento efectivo. (Ibid.) Por mi parte he expresado un criterio más exigente aún; puesto que, además de lo anterior, considero crucial que una sociedad avance en su nivel cultural inculcando, desde temprana edad, una formación civilista en la ciudadanía; lo que equivale al desarrollo en todas las personas de valores sólidos de tolerancia y respeto, así como una educación sustentada en el principio de igualdad entre todos los seres humanos, indistintamente de su nivel social, su etnia, sus creencias políticas, religiosas, su género o sus preferencias sexuales. Todos somos iguales en dignidad y poseemos el mismo derecho a tener oportunidades para una buena salud, una educación de primera calidad, obtener empleo y aspirar a un desarrollo con bienestar para toda la sociedad y para cada individuo; lo expresado, equivale al derecho a un desarrollo sostenible y sustentable con la Naturaleza y el medio ambiente, con justicia social, equidad y paz.

Uno de los más importantes requisitos de esa cultura integral civilista, es el imperativo de que cualquier proceso de desarrollo que afecte de una u otra manera la integridad de los territorios de los pueblos indígenas, debe merecer obligatoriamente la consulta con las mismas comunidades indígenas que vayan a resultar afectadas. Algo tan básico, no es sino hasta el 2018 que se estableció por medio de la directriz gubernamental No. 017-MP-MJP, el imperativo de la consulta indígena previa para el sector público, con el fin de comenzar el “Proceso de construcción participativa e intercultural de la Política Pública para los Pueblos Indígenas 2019-2024” (Cfr, Presidencia de la República. “Pueblos Indígenas Participan Activamente en Construcción de su Política Pública.” 15 de octubre del 2021.)

Este mecanismo de validación adquirió plena actualidad, a raíz del Proyecto Hidroeléctrico de Diquís, el cual se desarrollaría en una parte importante del territorio indígena sin haber consultado a esos pobladores, cuyas vidas se han desarrollado ahí desde “siempre”. Fue a raíz del conflicto que se produjo con los pueblos originarios de aquel territorio que, se buscó establecer una fórmula para normar el derecho a la consulta previa. En aquel momento, no existía una reglamentación siquiera para encausar el diálogo social y la consulta previa. No es por mera casualidad que esta reglamentación no existía. Ha prevalecido en la cultura nacional un enorme menosprecio hacia la cultura de las poblaciones indígenas. Tan es así que varias de las 18 etnias que provienen de los pueblos originarios, están a punto de extinguirse: sus lenguas en algunos casos han desaparecido o están casi por desaparecer debido a que, principalmente, a los párvulos el sistema educativo nacional no les ha ofrecido la posibilidad de aprender su lengua vernácula. El Embajador Ulibarri reconoció que fue hasta julio del 2013, que el Ministerio de Educación aprobó una reforma mediante la que se reconoció como lenguas maternas de los pueblos indígenas de Costa Rica, la Cabécar, Bribri, Ngöbe, Buglé, MaleKu, Teribe y Boruca.

Sin embargo, las matanzas e invasiones a los territorios autónomos de los pueblos originarios han continuado por parte de los no indígenas. Todo ello sigue ocurriendo, no obstante que, el país cuenta con la Ley Indígena de 1977, así como con los demás decretos y directrices emitidas más recientemente por diferentes gobiernos para proteger los bienes de los pueblos originarios y sus propias vidas ¿Cuál es la razón que justifique semejante desaguisado? No encuentro otra causa o explicación que no sea la discriminación, el menosprecio, hijo de los prejuicios de la cultura dominante contra las diferentes culturas de pueblos indígenas, a las que sometieron salvajemente para extraerles sus riquezas y pertenencias; primero fueron los colonizadores españoles y posteriormente las diferentes élites políticas y económicas de criollos mestizos que, en lo medular han gobernado Costa Rica desde la Independencia hasta el presente.

También, los pueblos originarios, sus diferentes etnias han sufrido el despojo de sus tierras de forma ininterrumpida durante la colonia, y después durante todo el período de la Independencia hasta el presente. Muchos debieron refugiarse en las montañas de Talamanca, por ejemplo, para no ser objeto de la esclavitud, o ser reducidos a las “mitas” y “encomiendas”, o al “yanaconazgo.” “Mita” era el trabajo de los indios en las minas, la “encomienda” por su parte en la agricultura y ganadería, y el “yanaconazgo” era un sistema de reclusión forzada que se aplicaba a los indios rebeldes. Los habitantes originarios, que hacían gala en muchos casos de un respeto sagrado por la naturaleza y el medio ambiente, fueron obligados a renunciar a sus valores culturales, a su cosmovisión, a sus creencias religiosas, a su idiosincrasia. Como dijera el poeta Arturo Agüero Chaves en su celebre poema: “Nicoya”, muchos fueron muertos por no renegar [de sus dioses y creencias] en las aguas del bautismo del cristianismo.

Toda esta tradición centenaria de maltrato, asesinato y despojo de las tierras ha penetrado en la ideología de muchos blancos invasores, por lo que la lucha de los indígenas no se torna fácil. Todavía se sigue irrespetando la ley indígena No.6172 de 1977, la cual reconoce oficialmente la propiedad y tenencia de los territorios indígenas en el país, basada en los derechos ancestrales de estos pueblos. Estos territorios miden cerca de 350.000 hectáreas, lo que constituye más o menos el 7% del total, estimado en poco más de 5 millones doscientas diez mil hectáreas.

Debo insistir, no es sino hasta muy recientemente que, se empezó a amojonar, es decir, a poner límites en los territorios indígenas, para proteger a los pueblos originarios de las constantes invasiones de grupos no indígenas. Ello ha sido fruto en gran parte, de la misma lucha de los pueblos indígenas, apoyados por la intervención de organismos de Derechos Humanos, nacionales e internacionales, y por los relatores de las Naciones Unidas. Para lograrlo, el gobierno nacional, debió echar mano del INDER, de las mismas organizaciones indígenas, y en ocasiones del Ministerio de Seguridad Pública. En el 2012, se comenzó con el pueblo de Salitre, en Buenos Aires de Puntarenas. Posteriormente, en 2013, se tramitaron decretos encaminados a asegurar los límites del Territorio Indígena de Matambú, la Reserva Indígena Cabécar de Chirripó y seguidamente el Territorio Indígena de Zapatón.

Por otra parte, en el reciente informe de la Administración Alvarado Quesada, el viceministro de la Presidencia, Randall Otárola, rindió cuentas de lo actuado en cuatro años (2018-2022) por esta administración con respecto a los derechos de los pueblos indígenas. Se produjo una alta inversión en conectividad en las distintas poblaciones, coordinando con instituciones como el ICE y FONATEL. También se trabajó en temas de vivienda específicamente para atender las necesidades de estos pueblos. Randall Otárola da cuenta de que se construyeron viviendas respetando la cultura y los derechos identitarios de los indígenas, o sea valorando las formas de convivencia de estas culturas ancestrales. Fue entonces que se emitió la directriz a la que se hizo alusión líneas arriba. Esta hace referencia al mecanismo general de consulta, se fortalece el Plan RTI para la devolución de las tierras que pertenecen a los pueblos originarios usurpadas por los blancos. Hubo apoyo además en la construcción de infraestructura en colegios, liceos y de manera importante en temas de salud. Todo lo cual representó una inversión de más de sesenta mil millones de colones durante los cuatro años. El viceministro insistió en que todos estos planes implicaron la incorporación de las dirigencias de las diferentes etnias indígenas en la elaboración del Plan de Desarrollo para los Pueblos Indígenas.

Para Randall Otárola, el mecanismo de consulta a los pueblos indígenas constituyó una prioridad de la administración y considera que “…la consulta representó un hito en el cumplimiento de los derechos de estos pueblos.” (Cfr. Otárolla, Randall. “Informe de la Presidencia de la República.” 2021-2022. San José, Costa Rica.) La fase de consulta previa implicó un proceso participativo, libre e informado, para facilitar el diálogo intercultural con los pueblos indígenas. Se visitaron 24 territorios para la construcción de Planes de Consulta, de acuerdo con el “Mecanismo General de Consulta Indígena”, aprobado en el 2018. Este proceso dio lugar a la elaboración del borrador y el documento final de la Política Pública para los Pueblos Indígenas 2019-2024. El trabajo para la elaboración del borrador de la Política Pública fue liderado por el mismo Randall Otárola en su calidad de viceministro de la Presidencia en Asuntos Políticos y Diálogo Ciudadano, según Decreto No. 40.993; contó para cumplimentar la tarea con el apoyo del Ministerio de Planificación y Política Económica (MIDEPLAN), así como con representantes de Naciones Unidas. Todo el proceso se realizó en forma mancomunada con líderes de las poblaciones indígenas y tratando de garantizar los derechos de estas poblaciones, según convenios y tratados internacionales ratificados por Costa Rica; de manera muy especial se ampararon en el Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo sobre Pueblos Indígenas y Tribales, y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. (Cfr. presidencia.go.cr “En Kéköldi inicia Histórica Consulta de Política Pública para los Pueblos Indígenas.” 17 de setiembre 2021).

Empero, sin menosprecio a estos esfuerzos recientes, el hostigamiento contra las poblaciones indígenas, sean estos bribris, cabécares, ngöbes o malekus no ha logrado controlarse, con lo que seguimos lamentando muertes y constantes violaciones a los derechos humanos. Este ha sido el caso de Jerhy Rivera, dirigente indígena térraba, quien fuera asesinado en el 2020 de cinco disparos contra su humanidad. En la misma región, el 18 de marzo del 2019, fue víctima de otro crimen el líder indígena Sergio Rojas. Ambos habían sido objeto de constantes amenazas de muerte.

La recientemente fundada Asociación para el desarrollo sostenible y sustentable Madre Tierra, ha incursionado en el territorio maleku de San Rafael de Guatuso, por iniciativa de la profesora Noemy Mejía (de extracción maleku), para unir los esfuerzos en el desarrollo de “ecocomunidades” con la población autóctona. La comunidad decidió iniciar los esfuerzos mediante la reforestación de la cuenca del río que la abastece de agua. En este caso también, invasores blancos invadieron partes del territorio maleku, provocando una gran deforestación arriba de la naciente con lo que acarrearon un grave daño desatando una considerable disminución del agua que consume la comunidad.

Este es el día a día de infortunio y desasosiego que padecen muchas comunidades indígenas en nuestro país. Aunque ha mejorado la actitud de algunas autoridades, la sociedad costarricense en su mayor parte permanece impasible ante las amenazas y delitos contra los derechos humanos y la propiedad de los primeros pobladores de estas tierras, cuyos ancestros estuvieron aquí mucho antes del descubrimiento, la conquista y colonización española.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Foro «Agresiones en las recuperaciones y respuestas de los Pueblos Originarios»

El día 25 de mayo de 2022, se llevó a cabo el Foro «Agresiones en las recuperaciones y respuestas de los Pueblos Originarios», organizado por el Programa Kioscos Socio-ambientales de la UCR, en el que se discutió sobre las acciones violentas en contra de los grupos de personas recuperadoras de los Pueblos Originarios y como ha sido el proceso a lo largo de los últimos años.

Le invitamos a ver la transmisión completa en el siguiente enlace: https://www.facebook.com/socioambientalesucr.kioscos/videos/517912453214763/ 

CONFERENCIA DE PRENSA: ¡Justicia para Sergio, Jerhy y los Pueblos Originarios!

Luego de la reunión con el Fiscal General de la República que se realizará a las 10:00 a.m. en el Primer Circuito Judicial de San José, para denunciar las agresiones y violaciones a los derechos humanos de los Pueblos Originarios y acordar la adecuada atención de esta situación por parte de la Fiscalía y tratar de hacer efectivo el derecho a acceso a la justicia para estos Pueblos, una delegación estará brindando una conferencia de prensa.

Fecha: jueves 26 de mayo de 2022.

Lugar: Centro de Amigos para la Paz (CAP) – AV 6 y 8, Calle 15, San José.

Hora: 11:30 am.

Con la participación de:

– Concejo Ditsö Iríria Ajkönuk Wákpa de Salitre.

– Concejo Iríria Sät Kök de Yabamí Dí (Cabagra).

– Personas Recuperadoras de Crun Shurin en Térraba.

– Personas Recuperadoras de China Kichá.

– Asociación de Desarrollo Indígena de Bajo Chirripó

INVITAN:

  • Bloque Verde
  • Coordinadora de Lucha Sur Sur
  • Asociación Costarricense de Derechos Humanos
  • Asociación de Desarrollo de Bajo Chirripó

Comunicado ante los acontecimientos recientes en el territorio indígena China Kichá

El pueblo indígena de China Kichá vive una constante agresión. Es lamentable e indignante ver los maltratos y agresiones físicas y psicológicas que sufren los y las hermanas cabécares. En el verano sus tierras fueron incendiadas, tierras cultivadas que habían iniciado un proceso de recuperación, no solo en la posesión de la tierra, sino también recuperando diversidad biológica, con variedad de plantas para alimentos y otros usos, árboles, habían iniciado un proceso de rehabilitación del suelo, reconstitución de equilibrio con los diversos seres de la Naturaleza. Estos incendios son una brutal manifestación de violencia racista contra el pueblo de China Kichá y contra todo el sagrado trabajo realizado por las mujeres y sus familias.

El Estado costarricense, sus instituciones racistas y los distintos gobiernos de turno, siguen órdenes de grupos de poder económico, cuando deberían cumplir las leyes y convenios internacionales firmados y ratificados, que parecen ser solo fachada internacional. 

En una Costa Rica que se dice pacífica y respetuosa de los Derechos Humanos, de los Derechos Ambientales y Declarada Pluricultural, no se debe permitir tanta violencia. Aquí siguen impunes los agresores, los asesinos de Sergio Rojas y Yhery Rivera, incitando a más violencia de los finqueros y de sus peones serviles, contra la población indígena que reivindica su tierra ancestral. 

Sabemos que el derecho internacional (Convenio 169 de la OIT) y la ley nacional (Ley Indígena de Costa Rica” (Nº 6172), respaldan la lucha de los pueblos indígenas por sus territorios. Sin embargo, el pueblo de China Kichá vive una gran injusticia, por defender su derecho a la tierra. Son violentados los derechos humanos de estos pueblos indígenas porque están defendiéndose del genocidio del Estado. Se supone que estamos en un «estado de derechos», pero a la población indígena se le han negado esos derechos, a tal punto de casi desaparecer al pueblo y su territorio. Es triste ver que nuestros niños y niñas crezcan viendo tanta violencia y no puedan vivir feliz y seguros en el territorio que les pertenece. 

La violencia se expresa de muchas formas hacia los pueblos que defienden su derecho a la tierra. Aunque existe un puesto policial en China Kichá, la familia usurpadora Rivera Hernández hostiga y agrede a diferentes compañeros y compañeras indígenas, han causado heridas y ha habido intentos de asesinato. Se supone que los policías están para dar protección, pero solamente protegen a los violentos usurpadores y dejan que mujeres, ancianos y niños sean expuestos a las agresiones y los mismos policías llegan a agredir, como sucedió cuando les rociaron gases lacrimógenos a población pacífica e indefensa. 

Como mujeres del campo organizadas, exigimos que los policías cumplan su trabajo, y que sean sancionados por actuar como espectadores y cómplices de las agresiones. Exigimos que el Ministerio de Seguridad garantice y cumpla la ley deteniendo y abriendo procesos para castigar a los agresores. Ya no más impunidad. 

Los finqueros matones agreden en lugares públicos como calles y plazas. Con piedras han herido a nuestros hermanos y hermanas de China Kichá. En las comunidades nos preguntamos: ¿Por qué la policía no actúa contra los agresores y no son detenidos? La semana pasada arremetieron con piedras contra la casa de una adulta mayor; causaron daños a la casa, además de romper el mobiliario del salón comunal en un acto de matonismo, que se alimenta con la impunidad. Cuando la población indígena pide ayuda al puesto policial, la policía llega, agrede y detiene a las personas que habían sido agredidas por los finqueros. Esto ya ha sucedido en dos ocasiones. 

Los y las compañeras indígenas han ido a denunciar a la Fiscalía las agresiones y amenazas de muerte, pero eso no sirve de nada, los procesos de investigación no se abren. 

Nos preguntamos y preguntamos a la población en general: ¿Por qué la justicia no llega para proteger a los pueblos indígenas? 

Como Red de Mujeres Rurales queremos que se detenga esta violencia y se castigue a estos violentos. Esta historia de racismo e impunidad se repite en los territorios Salitre, Térraba, Cabagra y China Kichá. 

También queremos comunicar que sentimos orgullo por las familias y los pueblos que defienden su derecho a la tierra, a su cultura e identidad. Nos solidarizamos con sus luchas.

¡BASTA YA DE IMPUNIDAD!

¡JUSTICIA ANTE LAS AGRESIONES Y ASESINATOS DE DIRIGENTES INDÍGENAS!

¡PROTECCIÓN REAL DE LAS MUJERES Y LAS FAMILIAS INDÍGENAS!

¡PROHIBICION DE ENTRADA DE LOS FINQUEROS A LOS TERRITORIOS INDÍGENAS!

23 DE MAYO 2022

Red de Mujeres Rurales de Costa Rica

Asociación Tinamaste

Familia Rivera vuelve a atacar y amenazar de muerte a personas recuperadoras cabécares de China Kichá

SURCOS comparte la siguiente información:

El día 18 de mayo del presente año 2022 en el territorio de China Kichá se reportaron tres ataques en contra de las personas recuperadoras por parte de la familia Rivera, entre las afectadas se encuentra una recuperadora y su bebé de 5 meses.

Los grupos, Recuperadoras y recuperadores cabécares de Kelpego, Recuperadoras y recuperadores cabécares de Kono Jú, Recuperadoras y recuperadores de Sa Ka Keirö Kaska, Recuperadoras cabécares de Sa Ka Duwé Senaglö,  Recuperadoras y recuperadores cabécares de Yuwi Senaglö, Coordinadora de Lucha Sur Sur (CLSS) y el señor José Francisco Calí Tzay, Relator Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de las ONU; denuncian los hechos ocurridos.

Se emitió una  alerta temprana debido a que los sujetos Antony Rivera, Noel López y Cristóbal Rivera se encontraban en el Territorio armados con un machete y amenazando de muerte a los y las recuperadoras cabécares de China Kichá. 

Los ataques comenzaron a las 10 de la mañana hora en que varios recuperadores cabécares se dirigieron a San Antonio a realizar diligencias como comprar leche para sus hijos e hijas. En el camino, a 500 metros de la entrada del Territorio Cabécar de China Kichá, fueron interceptados por la familia Rivera. Evelin, Jeilin, Karol y Darling Rivera, desde su casa ubicada en ese lugar, empezaron a tirar piedras y palos a las motocicletas en las que viajaban las personas recuperadoras. 

Como si eso fuera poco, alrededor de las 3 p.m. en las cercanías del salón comunal del Territorio, Yamileth Fernández (recuperadora de Kono Jú y Yuwi Senaglö) y su bebé de 5 meses fueron interceptados por Jeilin y Karol Rivera quiénes golpearon a Yamileth. Adriana Fernández (recuperadora de Sa Ka Keirö Kaska) intentó defender a Yamileth en lo que llegaron Mariela y Evelyn Rivera a tirar piedras a la casa de Doris Ríos (recuperadora de Sa Ka Keirö Kaska). Ambas recuperadoras respondieron al ataque para detenerlo y defender al bebé de Yamileth. 

La Fuerza Pública al llegar al lugar se mostró a favor de la familia Rivera y amenazó a los y las recuperadoras con tirar gases lacrimógenos si la situación de violencia no bajaba. En reiteradas ocasiones, las personas recuperadoras cabécares de China Kichá han identificado como la Fuerza Pública se encuentra a favor de la familia Rivera: las trasladan a distintos sitios del Territorio, en las agresiones amenazan a las personas recuperadoras pese a que son las víctimas y constantemente se les ve compartiendo amigablemente con la Familia Rivera.

Sin disminuir la tensión, alrededor de las 5:15 p.m. fueron divisados Cristóbal y Antony Rivera y Noel López con machetes y amenazando de muerte a las personas recuperadoras. Entre las amenazas, ambos sujetos enfatizan en el recuperador de Kono Jú y Yuwi Senaglö, Greivin Fernández. Greivin fue brutalmente atacado el 25 de febrero del presente año cuando Leandro Rivera lo agredió con un machete en su cabeza y en una de sus manos.

Alrededor de las 6 p.m. fueron informadas las personas recuperadoras que aún se encuentran en el centro del Territorio, de que la casa de habitación de María Esther (madre de varias personas recuperadoras) fue atacada por Darling y Harold Rivera. Doña María Esther es adulta mayor y se encontraba sola en casa cuando Darlin y Harold quebraron los vidrios de la misma.

Alrededor de las 6:30 p.m. La Fuerza Pública ataca con gases lacrimógenos a las personas recuperadoras cabécares que se encontraban en las inmediaciones del salón comunal. El ataque policial es realizado luego de que las personas recuperadoras cabécares se encontraran atendiendo la situación de agresión contra Yamilet y Adriana Fernández por parte de Yeilin, Mariela, Evelyn y Karol Rivera así como otros siniestros ocurridos en la mañana y en contra de la casa de la mayora María Esther. 

Las personas recuperadoras identificaron alrededor de veinte antimotines en el Territorio, así como la presencia del Grupo de Apoyo Operacional (GAO). 

Al ser las 7:10 p.m. las personas recuperadoras no tienen claridad de cuántos gases fueron arrojados por la Fuerza Pública y lo único que pudieron hacer fue correr hacia unos cafetales para resguardar su seguridad. En medio de los gases y de los gritos de niños, niñas y personas adultas mayores, el recuperador de Kono Jú, Berny Obando se dirigió a la Fuerza Pública para cuestionar el accionar policial en vista de que hay población vulnerable en medio del ataque de gases lacrimógenos. A ello, la Fuerza Pública respondió arrestando a Berny y sacándolo del Territorio.

Berny es el tercer recuperador cabécar detenido por la Fuerza Pública. Los dos compañeros anteriores también fueron detenidos de forma arbitraria. 

Ninguna de las personas de la familia Rivera que arremetieron contra las y los recuperadores cabécares de China Kichá ha sido detenida por la Fuerza Pública. Así, las autoridades continúan operando a favor de las personas agresoras.

Alertamos a la opinión pública nacional e internacional, así como a las organizaciones solidarias con nuestra lucha que la tensión en el Territorio Cabécar de China Kichá no disminuye.

Denunciamos al Estado costarricense y a la Fuerza Pública por no cumplir con lo que las leyes del país les demanda. El Estado lejos de cumplir con lo establecido en la Ley Indígena de 1977 y sacar a las personas no indígenas que ocupan ilegalmente nuestro Territorio, nos agrede con la Fuerza Pública; institución que no teme en demostrar su afinidad por la familia Rivera y cometer agresiones en contra de las personas recuperadoras cabécares de China Kichá. 

Cualquier agresión en nuestra contra es responsabilidad del Estado y de la familia Rivera, a quienes tenemos años denunciando por sus agresiones en nuestra contra. Denuncias que lejos de alcanzar la justicia, se quedan archivadas mientras que las instancias de justicia arremeten en nuestra contra cometiendo dos arrestos irregulares y múltiples agresiones. 

Si una tercera vez corre la sangre de una persona recuperadora y luchadora por los Pueblos Originarios que habitan Costa Rica es responsabilidad única y total del Estado en sus múltiples instancias. Las personas recuperadoras cabécares tememos por nuestra integridad física y vida por lo que alertamos a la comunidad internacional y nacional sobre el alto riesgo en el que vivimos cada día de nuestras vidas. 

Si un tercer líder de un Pueblo Originario es asesinado, es el Estado y la Fuerza Pública quiénes tendrán sus manos llenas de sangre e impunidad.

Nota elaborada por:

– Recuperadoras y recuperadores cabécares de Kelpego.

– Recuperadoras y recuperadores cabécares de Kono Jú.

– Recuperadoras y recuperadoras de Sa Ka Keirö Kaska.

– Recuperadoras cabécares de Sa Ka Duwé Senaglö.

– Recuperadoras y recuperadores cabécares de Yuwi Senaglö. 

– Coordinadora de Lucha Sur Sur (CLSS).

¡Justicia para Sergio, Jerhy y los Pueblos Originarios!

 

Fuente de imagen: Radioemisoras UCR.

Convenios a favor de los pueblos indígenas y tribales en Costa Rica: (Convenio No 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes derechos, y poder iniciar procedimientos legales)

ASOCIACIÓN COSTARRICENSE DE DERECHOS HUMANOS

San José, jueves 19 de mayo de 2022

“ Se´ ulitame dör añi ël… Sa tsá tsikime, e´r sa tsëwe bua´…”

(Todos somos hermanos… orgullosos de nuestro origen) Mensaje Bribri.

Señor Presidente de la República, señores Ministro de la Presidencia, Ministro de Justicia y Paz, señor presidente de la Asamblea Legislativa, señor Fiscal General y Tribunales de Justicia, como miembro de la ACODEHU, el que suscribe Trino Barrantes Araya, con cédula de identidad, número 2-0273-0798, de la manera más respetuosa, pero vehemente, hago llegar hasta ustedes y la opinión pública e internacional estas reflexiones, pues es urgente la intervención inmediata para darle una solución permanente y definitiva, a la violencia de los usurpadores contra los territorios originarios de China Kichá.

La historia de represión contra nuestros pueblos originarios es de larga data. Figuras perversas como el “requerimiento”, “el sínodo”, la “encomienda” el “almojarifazgo y la alcabala”, solo para citar algunos de estos instrumentos, siguen teniendo plena vigencia, aunque hoy, asumen nuevas formas jurídicas de aplicación. Esa larga y triste historia inició en 1492 y a partir de ahí nuestros antepasados han sido sometidos a la explotación, la indiferencia, el abandono, marginación, despojo y la represión. Pese a todo ello, nuestros pueblos ancestrales han dado al mundo un valor humano incuestionable: el derecho a la resistencia y a la defensa de su memoria histórica.

Las barbaridades heredades del “encuentro de dos mundos”, siguen en plena vigencia en nuestros territorios, de los que China Kichá, es un ejemplo claro. Rubén Chacón refiere de esta manera sobre el tema señalado:

“…el caso más dramático lo evidencia el territorio de China Qichá (sic) localizado en el cantón de Pérez Zeledón de San José, que fue derogado como territorio indígena en el año 1982 (por medio del Decreto Ejecutivo No.13570-G) en vista de que sus tierras fueron casi totalmente usurpadas por intereses no indígenas. Este territorio fue reivindicado en el año 2001 sin embargo sus problemas de tenencia de la tierra se mantienen…” (2007:38).

Autoridades gubernamentales, blancos usurpadores, cuerpos represivos y un sector de la iglesia y los poderes judiciales, tienen un nudo de complicidad para atentar contra los verdaderos dueños de la tierra de China Kichá. El Estado costarricense reconoce 24 territorios indígenas y 8 pueblos. De esos veinticuatro territorios, 9 pertenecen a los cabécares y entre ellos el pueblo de China Kichá. Antes de 1992, todos estos territorios recibían el nombre peyorativo y denigrante de “reservas indígenas

Debemos hacerle saber a la opinión pública nacional e internacional, a la prensa mediática y a las autoridades civiles y represivas lo que regula el artículo No.3 de la Ley Indígena, la cual declara que, en términos jurídicos especiales las

“…tierras de los territorios ancestrales y los pueblos originarios son: imprescriptibles, inalienables, no son trasferibles y, además, son propiedad exclusiva de los pueblos originarios que la habitan”. (Chacón, 1990)

Lo que se pide es muy poco, es el respeto a un derecho que históricamente nace aún primero que el Estado, el “Derecho a la tierra”.

Vale recordar en este largo tránsito que en el IV Congreso Nögbe – Buglé, los mal llamados en el discurso blanco “guaimíes” se aprobó “exigir al gobierno de Panamá…” que reconozca el 12 de octubre, como día de duelo; el reconocimiento inmediato y aprobación de la Comarca en un plazo no mayor de un año” (Jayán,1992:15).

Sin lugar a dudas, el aporte del historiador Carlos Meléndez respecto a la legislación indígena de Costa Rica, publicado en 1957, es un compendio obligado de leyes para defender a nuestros pueblos ancestrales y su derecho a la tierra. Trabajos del Lic. Ananías Matamoros Carvajal. Lic. Rubén Chacón Castro; los aportes de Luis Alberto Tenorio Alfaro y más recientemente los trabajos antropológicos del Máster Gerardo Alfaro y, finalmente, el compendio de instrumentos jurídicos de la CODEHU, son parte necesaria para instrumentar la defensa de los territorios ancestrales a beneficio de sus pobladores.

En la década de los treinta, del siglo XX, precisamente en 1939, se sancionó la Ley General sobre Terrenos Baldíos. Por primera vez se regulaba el derecho a la reserva indígena. Seis años después de haberse emitido esta Ley, en 1945, se creó la Junta de Protección de Razas Aborígenes. Con el Decreto Ley No.34, del 14 de enero de 1949, se le reconoce la personería jurídica a esta organización. (Tenorio,1988: 17).

Una de las tareas más importantes de este ente, fue la declaratoria a favor de las reservas indígenas de Boruca-Térraba, Salitre, Cabagra y China Kichá.

El mismo autor citado, Luis A Tenorio, señala al respecto lo siguiente:

Estas reservas resultaron ser invadidas por los colonos y China Kichá corrió con la peor de las suertes hasta desaparecer y ser derogada posteriormente en 1982” (Ibid.).

La antropóloga María Eugenia Bozzoli de Wille, en su texto: Localidades indígenas costarricenses 1960 – 1968, argumenta lo siguiente:

…en China-Kichá los blancos han comprado “derechos” a indígenas en estado de ebriedad. La compra se ha hecho por la mitad o menos de lo que pagaría un blanco a otro blanco allí mismo: también se reclama que los blancos no acostumbran pagar la cantidad estipulada completa, sino que, habiendo pagado una parte, alegan que eso es suficiente” (1969:21)

Tal vez un breve punteo en el ejercicio de las leyes que se han sancionado y que atienden a la problemática de los territorios ancestrales, nos de la fuerza necesaria del por qué el derecho a la tierra y al territorio, es un derecho consubstancial que pertenece a nuestros pueblos originarios. Véanoslo:

  • Ley 2825 del 14 de octubre de 1961. Crea el Instituto de Tierras y Colonización. En dicha ley se reserva un aparatado que delimita las tierras ancestrales y terrenos baldíos para los pueblos originarios. Esta Ley introdujo, en su artículo No.5, los trámites y mecanismos para la adquisición de las tierras ubicadas en la Reserva Indígena en posesión de los No Indígenas. Asimismo, remite a los procedimientos que establece la Ley No. 2825, del 14 de octubre de 1961, en sus artículos 141 al 155.
  • En el año de 1973 se sanciona la Ley de la Comisión Nacional de Asuntos Indígenas, la cual implícitamente tiene como objetivo central la declaración de nuevas reservas en los territorios ancestrales.
  • Para el año de 1977 se aprobó la Ley Indígena No. 6172, del 29 de noviembre, Gaceta No. 240. Esta Ley tenía como objetivo fundamental, restituir los territorios ancestrales a los pueblos originarios. (CONAI, 1977; Chacón,199; Matamoros, 1990, Tenorio, 1988)

En el Proyecto de Ley de Desarrollo Autónomo de los Pueblos Indígenas, con base en el tema en referencia, se aportan los siguientes elementos:

“…Proyecto de Ley de Desarrollo Autónomo de los Pueblos Indígenas, Expediente No. 14352; Ley Indígena (Ley No.6172; Ley de Creación de la Comisión Nacional de Asuntos Indígenas (CONAI); y el texto del Convenio sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes -Convenio 169- (Ley No.7316); a las Asociaciones de Desarrollo Integrales Indígenas (ADI¨s); Autoridades Tradicionales Indígenas; y, comunidad indígena en general. En el último caso jugó un papel muy importante la práctica ancestral de la trasmisión oral de la convocatoria” (FUNDAPEN,2007:22).

Nuevamente hoy día, 19 de mayo de 2022, grandes turbas, azuzadas por algunos empresarios, bajo el cobijo cómplice de la policía y muchos testaferros usurpadores de esas tierras, emprendieron un ataque inhumano, salvaje y con amenazas de asesinato contra los y las pobladoras de Chinca Kichá. De tal envergadura han sido estos actos de violencia estructural, que se debió de recurrir a la intervención de representantes de una delegación del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, in situ.

Es importante hacerles recordar a todas las autoridades de Pérez Zeledón que, La Presidencia de la República, los Ministerio de la Presidencia y el Ministerio de Justica y Paz, bajo lo que dispone el Mecanismo General de Consulta a Pueblos Indígenas No. 40932-MP-MJP, y

“…a la luz de lo dispuesto en el artículo 6 del Convenio Nº 169, sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la Organización Internacional del Trabajo, ratificado mediante Ley n. 7316 del 3 de noviembre de 1992 y, en uso de las facultades que les confieren los artículos 140, incisos 8) y 20) y 146 de la Constitución Política; 25, 28, párrafo 2), inciso b) de la Ley General de la Administración Pública, Ley Nº 6227 de 2 de mayo de 1978 y lo dispuesto en el artículo 7 inciso i) de la Ley Orgánica del Ministerio de Justicia y Paz, Ley Nº 6739 de 28 de abril de 1982…”

La Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica aprobó la adopción del Convenio n. 169 del 27 de junio de 1989, sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la Organización Internacional del Trabajo (en adelante «OIT»)…”

(http://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/nrm_texto_completo.aspx?param1=NRTC&nValor1=1&nValor2=86267&nValor3=111809&strTipM=TC#:~:text=II.,en%20adelante%20%22OIT%22).

Uno de los compromisos que asumen los gobiernos con la ratificación de este Convenio es que lo obliga a respetar la particularidad e importancia de la cultura productiva, los valores espirituales y el ethos cultural de los pueblos ancestrales y principalmente sus territorios; de tal suerte que este Convenio faculta al gobierno a

“…tomarse medidas para garantizar que los miembros de dichos pueblos puedan comprender y hacerse comprender en procedimientos legales, facilitándoles, si fuere necesario, intérpretes u otros medios eficaces…”

Pero, la fuente citada, otorga la misma importancia a lo que se señala en la Parte II. Tierras Artículo 13. Al respecto, y en extenso, podemos leer lo siguiente:

 “…1. Al aplicar las disposiciones de esta parte del Convenio, los gobiernos deberán respetar la importancia especial que para las culturas y valores espirituales de los pueblos interesados reviste su relación Convenio No 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes I 35 con las tierras o territorios, o con ambos, según los casos, que ocupan o utilizan de alguna otra manera, y en particular los aspectos colectivos de esa relación. 2. La utilización del término tierras en los artículos 15 y 16 deberá incluir el concepto de territorios, lo que cubre la totalidad del hábitat de las regiones que los pueblos interesados ocupan o utilizan de alguna otra manera. Artículo 14 1. Deberá reconocerse a los pueblos interesados el derecho de propiedad y de posesión sobre las tierras que tradicionalmente ocupan. Además, en los casos apropiados, deberán tomarse medidas para salvaguardar el derecho 36 I Convenio No 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes de los pueblos interesados a utilizar tierras que no estén exclusivamente ocupadas por ellos, pero a las que hayan tenido tradicionalmente acceso para sus actividades tradicionales y de subsistencia. A este respecto, deberá prestarse particular atención a la situación de los pueblos nómadas y de los agricultores itinerantes. 2. Los gobiernos deberán tomar las medidas que sean necesarias para determinar las tierras que los pueblos interesados ocupan tradicionalmente y garantizar la protección efectiva de sus derechos de propiedad y posesión…”1.

Señor Presidente de la República Rodrigo Chaves, a usted, principalmente, en este momento histórico le corresponde una gran cuota de responsabilidad. Si la tierra de China Kichá se enluta, si sus tierras sagradas son manchadas de sangre, el Tribunal de la Historia tendrá derecho a preguntarse: ¿Dónde estaban las autoridades frente a estos lamentables hechos, de violación sistemática a los Derechos Fundamentales de los pueblos originarios y territorios ancestrales?

Comunicado Escuela Comunitaria del Sur: acerca del conflicto de violencia en el mes de abril en China Kichá – 2 de mayo 2022

En el mes de abril de este presente 2022, hemos sido testigos como Escuela Comunitaria del Sur, acerca del constante hostigamiento, de las amenazas y de ataques graves en contra de personas indígenas integrantes de los procesos de recuperación territorial en el territorio indígena de China Kichá, a saberse estas agresiones provienen de integrantes de la Familia Rivera, quienes además han emprendido recientemente con ataques en contra de jóvenes indígenas recuperadores.

Así, ayer 30 de abril, Leandro Rivera, integrante de esta familia, arremetió en contra del joven indígena Darío Ríos, a quien provocó una herida con arma blanca y según testigos presentes en el momento, la intención del victimario fue agredir de muerte a Darío Ríos, quien logró esquivar el ataque y huir de la escena.

El 9 y 10 de abril Harold y Leandro Rivera amedrentaron al compañero Greivin Fernández y a su familia, a quien posteriormente amenazaron de muerte con arma blanca en la finca recuperada de Kono Ju, además, mujeres de la Familia Rivera amenazaron, ofendieron y cometieron daños en contra de Marcela y Jason en la Finca recuperada Kelpegö.

El 13 de abril quien sufrió de una agresión por parte de Leandro Rivera, fue el joven indígena Alonso Fernández de 18 años, quién además fue amenazado de muerte con arma blanca. Al siguiente día 14 de abril, Nelson Morales vinculado a la Familia Rivera, realizó amenazas, afirmaba andar armado y con la intención de asesinar a cualquier persona recuperadora. Como si no bastara, el domingo 24 de abril Katherine y Jonathan Ríos sufrieron de insultos y amenazas de muerte por parte de integrantes de la Familia Rivera, amenazando incluso a Katherine de cortarle la cabeza mientras blandían armas blancas.

Todos estos actos conforman una seguida de actos de agresión y violencia en contra de las familias indígenas recuperadoras por parte de la familia Rivera. Desde los incendios provocados durante los meses de enero a marzo, como otros ataques graves acontecidos en lo que llevamos del 2022, tal como el intento de homicidio en contra del compañero Greivin Fernández en el mes de febrero y de los ataques recibidos por la compañera Katherine en el mes de marzo.

Como cierre de esta escalada de agresiones ayer 30 de abril, posterior al ataque de Leandro Rivera, la Fuerza Pública intervino a su favor ante la demanda y presión por parte de los compañeros y compañeras recuperadores, quienes se mantenían a la espera de la detención y traslado de Leandro Rivera a la delegación para los respectivos procesos judiciales, por el contrario, arremetieron en contra de las personas recuperadoras con un ataque de gases lacrimógenos, de forma indiscriminada. No es la primera ocasión que la Fuerza Pública actúa de estas formas según informan las personas recuperadoras, la indignación y la frustración ante la inoperancia e ineficiencia del ejercicio policial, del resguardo de seguridad y el cumplimiento de las leyes, han conllevado a un malestar generalizado en la población indígena.

Bien sabemos que, en cada territorio indígena, las personas y familias recuperadoras experimentan formas diferentes de agresiones y de violencia, en común subyacen, como formas de violencia estructural y del autoritarismo del Estado, que operan de forma omisa, negligente y racista, fomentado un estado de impunidad e impotencia y facultando las condiciones de cultivo para la persistencia del conflicto de violencia contra los pueblos indígenas.

Ante esto, como Escuela Comunitaria hacemos un llamado a las comunidades, organizaciones y personas activistas aliadas, a sumarse en un tejido de solidaridad en apoyo a las familias recuperadoras del territorio de China Kichá por la defensa de sus derechos territoriales, culturales y humanos.

A la institucionalidad del Estado y las entidades del Gobierno de Costa Rica, asuman el deber constitucional y hagan valer el cumplimiento de la legislación nacional y de los dictámenes internacionales sobre el ejercicio del derecho indígena, asimismo al Ministerio de Seguridad, al Poder Judicial, a la Fiscalía de Asuntos Indígenas y demás entidades competentes, recae en su responsabilidad el velar por la seguridad de la ciudadanía, el cumplimiento de las leyes y el respeto a la institucionalidad democrática, la promoción de culturas de paz sustentadas en el respeto a una vida digna y a la propia cosmovisión del pueblo indígena así como del derecho a una justicia pronta y cumplida, contra toda impunidad, discriminación e injusticia, y por el ejercicio en pleno de los derechos humanos de las poblaciones indígenas de la Gran Región Brunca.

 

Compartido con Surcos Digital por Red Organizativa de la Escuela Comunitaria del Sur.

Fuente de imagen: Semanario Universidad.