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Etiqueta: Vladimir de la Cruz

Conversemos con el TEC: 50 años de la primera lección inaugural – con Vladimir de la Cruz

Tecnológico de Costa Rica

En el marco del 50 aniversario de la primera lección inaugural del Tecnológico de Costa Rica (TEC), ‘Conversemos con el TEC’ invita a la población en general, a participar de la transmisión y análisis del contexto en que surge esta institución de educación superior pública, junto al historiador Vladimir de la Cruz.

La actividad se transmitirá en vivo el próximo viernes 3 de marzo de 2023 a las 3:00 p. m., por medio del canal de YouTube y del perfil de Facebook de Conversemos con el TEC. Puede ver la exposición posteriormente en esos espacios.

Si desea ver la noticia completa, puede visitar el siguiente enlace: https://www.tec.ac.cr/eventos/50-anos-primera-leccion-inaugural-conversemos-tec

El hábito no hace al monje… pero lo distingue

Vladimir de la Cruz

La Presidencia de la República, sin lugar, a dudas es un honor, para quien la ejerza. Es un puesto de trabajo de enorme responsabilidad. Tiene que ver con el desenvolvimiento del Estado, de su Administración pública, con la seguridad del territorio nacional, con la seguridad de las personas, con la defensa de la Soberanía, con la preocupación diaria de velar por la Libertad de las personas que habitan el territorio nacional y con su derecho a disfrutar del régimen de libertades ciudadanas y derechos constitucionales.

Tiene que ver con las relaciones internacionales que, como país, cómo Nación, como organización estatal establecemos, relaciones que descansan constitucionalmente en quien ejerza la Presidencia de la República, y dentro de esa perspectiva el establecimiento de alianzas estratégicas para procurar un mejor desarrollo del país, en todos sus campos.

Tiene la enorme responsabilidad de velar por ver como se logra la mayor felicidad del pueblo y el mayor bienestar posible.

Los actos que realiza la Presidencia naturalmente pueden no satisfacer ni gustar a todos los ciudadanos.

En su ejercicio habrá actos, acciones, programas, poses de quien ejerce la Presidencia que serán aplaudidas por mayoría y que también serán rechazadas por mayoría.

Quien ejerce la Presidencia de la República se espera que conozca la Historia Nacional, sin tener que ser un especialista, que conozca las tradiciones históricas, culturales y populares para que las afirme y enriquezca desde su mandato.

En su ejercicio de la Presidencia el Primer Mandatario de la República, como se conoce a quien ejerce el cargo, simbolizando con ello que está obligado a cumplir el Mandato de sus Mandantes, del Pueblo Soberano, y que no puede separarse de ese Mandato, que está obligado a cumplirlo y respetarlo, que si se aparta de él, por convertirse en un tirano, un dictador, un sátrapa, un gobernante autoritario que no respeta el Estado de Derecho que le regula su gestión, que opera, actúa y reacciona contra el pueblo que le depositó su Mandato, ese mismo pueblo puede, y tiene el Derecho a hacerlo, quitarle el poder de su representación.

A quien ejerza la Presidencia de la República no se le piden grandes atributos. Los más importantes, su honradez, su honestidad, su capacidad de reconocer errores, y de enmendarlos, no ser arrogante, ser trabajador en las tareas que tiene encomendadas, en procurar hacer lo mejor de su trabajo, y ser ejemplo con ello, no ser hipócrita, no burlarse de la gente, ni de quienes lo adversan, respetar con humildad las posiciones u opiniones disidentes, sin burlarse o denigrar a quienes las sostienen, ser generoso y no actuar mezquina y avaramente, no ser codicioso, ni envidioso, ni egoísta viéndose en el espejo de la Patria con quienes anteriormente a él han ejercido el mismo cargo.

No se le piden títulos profesionales. Se le pide que no sea de mal humor, responsable y valiente para actuar en las responsabilidades que se le depositan.

Un rasgo de nuestra sociedad democrática es su sentimiento antimilitarista, que se expresa, en la fortaleza del régimen democrático que vivimos, y en la ausencia de un Ejército, con los males que su existencia provoca, la arbitrariedad, el matonismo, la violación de la privacidad, la restricción de derechos y libertades, la persecución, las detenciones arbitrarias, las torturas y maltratos de detenidos y privados de Libertad, y de sectores opositores, la desaparición física de personas, la prepotencia con que actúan quienes portan armas oficialmente, que intimidan, atemorizan, provocando temor reverencial, abriéndose paso a la fuerza, imponiendo la fuerza institucional del Estado y de los organismos de seguridad, amenazando la integridad física de las personas y su propia vida, imponiendo desde la práctica la pena de muerte, abolida desde 1882, e inaplicada, en varias ocasiones, desde los Gobiernos de José María Castro Madriz, a principios de nuestra vida Independiente.

El antimilitarismo se desarrolló, desde mi punto de vista, con más fuerza cuando militares que se habían distinguido en la Guerra Nacional contra los filibusteros norteamericanos, conspiraron contra el Presidente Juan Rafael Mora y actuaron contra él juzgándolo y asesinándolo, junto al General José María Cañas, en 1860, sin que ese Crimen de Estado haya sido reparado con el Funeral de Estado que se les adeuda. Desde entonces la institución militar existente empezó a debilitarse. En su lugar se fortaleció la educación pública. El último emblema militar, existente en el Escudo Nacional, un cañoncito en su base, fue eliminado hace ya 120 años.

Valores cívicos, ciudadanos, ejercicio de libertades y derechos, controles públicos de los gobernantes se fortalecieron.

La sociedad en todo este proceso entendió que quienes gobernaban debían ser protegidos en su seguridad física, ellos, sus familiares y los miembros de sus gobiernos. La sociedad especializó escoltas presidenciales de seguridad.

Las escoltas presidenciales, el cuerpo de escoltas de los Presidentes, se ha venido formando y especializando como un cuerpo muy destacado, por la enorme responsabilidad que tienen. A los escoltas presidenciales los han entrenado, porque los han enviado a entrenarse, a lugares de alto nivel profesional. Organismos de seguridad como el FBI, el Servicio Secreto de los Estados Unidos, los de Israel, los de China Taiwán, los de Corea del Sur, de la antigua Alemania Federal, y de algunos países latinoamericanos, han servido para el entrenamiento de los oficiales de la guardia civil costarricense que forma parte de ese grupo de Escoltas del Presidente.

Generalmente, en los países, estas escoltas son discretas en su presencia, visten muy bien, no exhiben armas, aunque las porten. Menos exhiben armas de combate o de guerra. Actúan alrededor de los presidentes, en círculos ejerciendo control de quienes se les acercan y de lo que portan quienes se acercan al Mandatario.

Hasta el Gobierno de Daniel Oduber en la Policía Militar, cuerpo policial existente en la misma Casa Presidencial, había un destacamento bien y elegantemente uniformado, de Edecanes que se le ponían detrás al Presidente. A partir del Gobierno de Rodrigo Carazo desaparecieron de la escena. Los guardaespaldas del Presidente se invisibilizaron sin abandonarlo. Vestidos de civil, generalmente de trajes oscuros y corbatas, les acompañaban con discreción.

A los Presidentes Rodrigo Carazo y Oscar Arias les gustaba con frecuencia manejar sus propios carros, seguidos de un carro de escoltas. Un poquito más atrás se cuenta de cuando al Presidente Otilio Ulate, en ejercicio de la Presidencia, caminando, lo atropelló una persona en bicicleta.

Las Primeras Damas de la República, de las que me consta, como las de Rafael Ángel Calderón Fournier, José María Figueres, Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado, con frecuencia me las encontré en supermercados haciendo sus compras sin escolta alguna, tan solo su chofer, o tomando un café en Giacomín, en los Yoses, también solas con sus amigas, experiencia que pudieron haber vivido otros ciudadanos con otras Primeras Damas. Igual podría hacer relatos de Vicepresidentes, Ministros y diputados en general, hombres y mujeres, que se desplazaban solos, sin escoltas.

Me impactó una vez en Venezuela, cuando el Presidente Lusinchi, entró a la Ciudad de Maracaibo, donde lo esperaban. Una caravana de carros de por los menos trescientos metros, con carros de bomberos, ambulancias, carros oficiales del Ejército y de las policías locales, oficiales de tránsito en sus motos a montón, sirenas por todo lado, calles y avenidas cerradas por donde pasaba la caravana…No estaba yo acostumbrado a ese espectáculo, que me impactó y me repugnó…

Hoy, en Costa Rica, empiezan a aparecer las orejas del lobo del militarismo, del autoritarismo, del abuso oficial expresado en las acciones que acompañan al Presidente Rodrigo Chaves Robles, que por su propia lengua, porque parece que en muchas ocasiones no liga su lengua con su cerebro, va a seguir haciendo desplantes militarotes como el recién realizado en su gira por la zona sur. Caravanas de vehículos, al estilo que describí de Venezuela, escoltas nada discretas. Al contrario. Un grupo de personas, que más parecía una guardia particular que un cuerpo policial oficial, acompañando de manera agresiva al Presidente en sus pasos. Sus armas eran de exhibición, ametralladoras, armas de combate y de guerra. El primer impacto de las fotografías que vi me trasladaron a los grandes líderes mafiosos de los carteles de las drogas, de paso muy metidos en el país, bajo la complacencia oficial, como se aprecia por los embarques que se hacen a Europa, entre otros detalles. Una de las fotos del Presidente con un armado hasta los dientes a su lado y otro flanqueándolo detrás, exhibiendo sus metralletas parecía no ser Costa Rica. Parecía una finca de un mafioso bien protegido por su cuadrilla militar, aparentemente no muy bien vestidos, sin trajes oficiales de policías, pero bien armados, uno de ellos hasta medio barrigón daba la sensación de la foto…

Si el país empieza oficialmente a desarrollar estos escuadrones militares, sin uniformes, o con uniformes, no estaremos muy lejos, con un déspota, con tiranuelo, con un dictadorcillo, con un gobernante autoritario, de introducir grupos organizados, que desde la Casa Presidencial puedan ejecutar, por la libre, o bajo tenebrosas directrices, amenazas, robos, sabotajes, secuestros, torturas, violaciones, asesinatos, desapariciones de ciudadanos, atentados para combatir no solo la delincuencia sino también para amedrentar o eliminar críticos del gobierno y de sus autoridades administrativas, así como a los disidentes políticos, en general, al margen de la legalidad y la constitucionalidad de nuestro Estado de Derecho.

El Presidente goza aún de simpatía expresada en las encuestas, aunque ya decrece su apoyo. Le encanta rozarse con la gente. En sus actos públicos no ha enfrentado manifestaciones ni movilizaciones en su contra. ¿Para qué necesita andar comportándose como un matón presidencial? ¿A cuál Presidente de la región quiere imitar o emular con esos desplantes militaristas, autoritarios, de engendro de dictador?

El hábito no hace al monje, pero lo distingue. Presidente, póngase el traje del Presidente de la República, no el traje del matón, del militarista, del gorila, del personaje autoritario, del irrespetuoso y se va a distinguir en su esencia… No me cabe la menor duda.

Un año de la guerra Rusia – Ucrania, con Vladimir de la Cruz y Manuel Mora Salas

El pasado viernes 17 de febrero de 2023, Vladimir de la Cruz, junto con Manuel Mora Salas, nos ofrecieron un análisis de lo que ha sido este año de la guerra entre Rusia y Ucrania en el proyecto Latinos Unidos.

Se tiene, a modo de introducción, el planteamiento de la posibilidad de que este conflicto bélico, de mantenerse, puede ser la antesala a una posible Tercera Guerra Mundial, así como también se atribuye los orígenes de esta guerra, estallada el año pasado, en los disturbios de Maidán que ocurrieron en el 2014.

Resulta relevante en este espacio un repaso histórico, a fin de comprender la complicada situación actual mundial, de conflictos que se remonta al cambio de orden que significó la Segunda Guerra Mundial y el desarrollo de la bomba nuclear, entre otros conflictos y coyunturas del siglo pasado y de este, como lo son no solo en el conflicto Rusia – Ucrania, también el liderazgo económico y militar que está asumiendo China. Este repaso es necesario pues no se puede entender la actualidad sin un contexto histórico que lo explique.

Volviendo al tema de la guerra en Ucrania, se expone que la idea de Vladimir Putin de realizar un ataque rápido pudo tener éxito pero requería mínimo de tres soldados rusos por cada soldado ucraniano, tomando en cuenta que algunas zonas del país requería hasta diez soldados rusos por cada soldado ucraniano. A pesar de que la idea de un ataque rápido no se llevó a cabo, y el aniversario del conflicto así lo evidencia, en todo momento Rusia se ha posicionado como superior en la agresividad realizando un golpe sistemático al sistema eléctrico ucraniano y a obras de infraestructura militar.

La guerra de desgaste por la que optó Rusia, ha demostrado ser exitosa, pues, por ejemplo, desde Ucrania hay una constante petición de tanques, pues la totalidad de estos fueron destruidos por el ejército ruso y esta constante donación de tanques a Ucrania evidencia, a los ojos de los señores Vladimir de la Cruz y Manuel Mora, un amplio negocio que se está gestionando alrededor de este conflicto, pues cada tanque donado es una compra a futuro que estos países Europeos van a realizar a los Estados Unidos.

Del lado de Zelenski, presidente de Ucrania, recientemente en la última semana anunció que se descarta cualquier tratado de paz con Rusia, por la posibilidad de comprometer cualquier territorio ucraniano que pueda ser anexado a Rusia. Parte importante de la capacidad que tiene Ucrania para posicionarse de esta forma, es la ayuda de armamento, de logística y demás que este país ha recibido a lo largo de este país no solo de potencias como Estados Unidos y Alemania, sino también desde la propia OTAN. Esta guerra, de forma no oficial, ha venido enfrentando a Rusia contra la OTAN.

Para finalizar, momentos que se consideran clave en el que fue un salto en la calidad e intensidad de guerra que estaba teniendo Rusia contra Ucrania fueron:

  • La destrucción del puente que conecta a Crimea con el territorio ruso.
  • La destrucción del Nord Stream 1 y 2 que fue un ataque a Rusia pero también a Alemania y a toda Europa.

Compartimos el programa completo para quienes deseen escuchar las intervenciones completas en los siguientes enlaces.

Parte 1: Play recording: #LatinosUnidosLU (Análisis) 1año de la guerra RUS-UK @vladimirdelacruz (twitter.com) 

Parte 2: Play recording: #LatinosUnidosLU Análisis. 1 año en Rusia y Ucrania @vladimirdelacruz (twitter.com)

Prensa Vendida, Prensa Canalla y Prensa Sicaria

Vladimir de la Cruz

A finales de la década de 1960, y a principios de la década de 1970, las protestas estudiantiles que realizábamos, de distintos contenidos, así como las marchas y movilizaciones que protagonizábamos, entre muchas consignas generales y particulares, destacaba una, especialmente cuando nos acercábamos a las instalaciones del periódico La Nación, de gritar a todo galillo “¡Prensa vendida!”, concepto asociado a señalar los intereses del medio periodístico tanto con los intereses comerciales que le financiaban como con los partidos políticos, que a criterio de los estudiantes de entonces, no representaban adecuadamente los intereses del pueblo ni reflejaban correctamente el contenido de las luchas políticas, estudiantiles y populares, en las que participábamos.

Por aquellos mismos años leí intensamente el libro “Los amos de la Prensa”, del destacado, reconocido y premiado periodista norteamericano George Seldes, que llegó a ser corresponsal de prensa en la II Guerra Mundial.

La primera edición de su libro de 1938, la leí, a mediados de la década de 1960, en su segunda edición de 1959. Allí Seldes analizaba el amarillismo y sensacionalismo del consorcio periodístico de Randolph Hearst, que apoyaba a los grandes monopolios norteamericanos, y atacaba todas las políticas de impuestos. Eran los días en que un Presidente norteamericano decía que si hubiera que enviar a la cárcel a los dueños y directores de periódicos, y por añadidura a los periodistas, que deliberada e intencionalmente falsean la verdad de los hechos informativos, al Gobierno le faltaría prisiones y celdas para meterlos. Acuñó Seldes el término de “plumarios” para esos periodistas a sueldo de esos intereses. Esto le faltó decir al Presidente Rodrigo Chaves Robles en su Mesa de Prensa en la que defendió apasionada y amorosamente la permanencia de la Ministra de Salud en su Gabinete, el pasado lunes. Su poca cultura le hizo vociferar contra los periodistas críticos de su Gobierno. Los humilló oral y gestualmente. Se burló hasta de sus nombres, ofendiendo e invadiendo su dignidad y personalidad de una manera denigrante con la pose autoritaria que le da al ejercicio de su Presidencia, emulando con Luis XVI casi diciendo “¡El Gobierno soy yo!”

La Prensa en Costa Rica tiene gran importancia desde los mismos días de la Independencia, desde los primeros pasos de la construcción del Estado y del Estado Nacional. La Libertad de Prensa desde los primeros periódicos se pregonó en la década de 1830 y años siguientes. El Dr. José María Castro Madriz, fundador de la República, en 1848, llegó a afirmar que era mejor tener una prensa crítica como Gobernante que una prensa dócil y sometida.

La sátira y la caricatura política despiadada se desarrolló desde el siglo XIX, afectando personajes y políticos, y denunciando situaciones políticas y negocios de Estado.

Los maestros y los estudiantes terminaron quemando el Periódico de la Dictadura tinoquista, de 1917-1919. como una de las protestas más importantes contra un régimen despótico y por la Libertad de Prensa y de Pensamiento, y contra la censura impuesta en aquella época. En la década de 1940-1948 igualmente hubo reacciones contra los diferentes medios de ese entonces debidamente identificados con los sectores políticos que se aglutinaban alrededor del calderocomunismo y del cortesismo. La prensa era política en el buen sentido, no solo identificada con partidos políticos, sino también con causas políticas, claramente a favor o en contra del Gobierno. Tenían los medios de comunicación una relación simbiótica perversa con el poder político cuando se casaron publicitariamente, cuando los medios se subordinaron a la publicidad oficial, estatal y con ello al acceso a los recursos económicos del Estado.

En 1946 surgió el periódico La Nación que desde entonces ha sido un baluarte informativo comprometido con los intereses económicos y políticos que le dieron origen.

Hasta esa década los Gobernantes tenían un papel protagónico en la vida política diaria. Era beligerantes respecto a la defensa de sus Gobiernos como la de sus intereses partidarios. La misma Prensa se encargaba de provocar y realizar grandes debates por las opiniones emitidas por ellos mismos o como resultado de entrevistas que les publicaban. La Prensa en esos años ejercía un gran control político de todo el mundo político nacional.

La prensa siempre ha sido Prensa Política, nos guste o no, lo aceptemos o no. Siempre ha estado al servicio de determinadas causas políticas, por más cristalina que se nos quiera presentar. La presencia pública más reciente de la simbiosis política y empresarial entre los medios de comunicación y el poder político quizá fue el Pacto Figueres Calderón, acordado en el Gobierno de José María Figueres Olsen, con el expresidente Rafael Ángel Calderón, donde Julio Rodríguez, Jefe Editorial del periódico La Nación jugó un papel preponderante.

José Figueres Ferrer, en su segundo Gobierno constitucional, 1970-1974, llegó a decir que debió haber quemado La Nación en 1946, recordando las luchas populares que tuvieron por objetivo la quema de periódicos.

El Presidente Rodrigo Chaves Robles ha llamado a la Prensa no complaciente con él como Prensa Canalla, despreciable por su comportamiento en el proceso electoral, que no le cubrieron adecuadamente su ruta electoral. Prensa malvada y ruin es su equivalente, porque por tradición histórica estaba esa “prensa canalla” más alineada con los partidos tradicionales y del bipartidismo, que con él, quizá, aunque no fuera tan evidente, más con Liberación Nacional y con José María Figueres, no sin razón, debido a que iban en la delantera como quedaron en la primera vuelta electoral del 2 de febrero.

Por su parte Rodrigo Chaves iba en un UBER político inscrito a última hora. Era un desconocido, ausente del país por 35 años, un verdadero desconocido, un “paracaidista”, como decíamos antes. El sentido común señalaba que era de muy difícil posibilidad de ganar, pero no imposible, como sucedió en segunda ronda electoral, pese a la debilidad partidaria del partido que lo había acogido como candidato, debilidad que se está haciendo ver en la fractura de la fracción legislativa que eligió, de la cual ocho diputados se están yendo a la fundación de un nuevo partido político “auténticamente rodriguista” o “auténticamente chavista”, según le llaman, que están tratando de inscribir, en cuyo seno también ha habido discordias de arranque entre sus principales dirigentes partidarios.

Pero, con la fundación de este partido, es evidente que Rodrigo Chaves saboreando las mieles del Poder y del Gobierno, está pensando en una posible reelección y para ello tiene necesidad de hacer su propio partido y de impulsar su propio movimiento político, “rodriguismo” o “chavismo”, todavía no sabemos.

La Prensa costarricense desde hace muchos años, varias décadas, ha asumido el papel de control político que deberían tener los partidos y al cual han renunciado, en tanto que también han desaparecido como organizaciones políticas permanentes y vigilantes de la actuación pública. Los partidos políticos actuales son en mucho meramente estructuramente decorativas, como cuadros pegados en las paredes.

Es a la prensa, y no a los partidos políticos, a la que le debemos el conocimiento de escándalos, de negocios o matráfulas gubernativas, en sus diversas formas de “malos” personajes que acompañan a gobernantes y partidos, mentiras, trampas, fraudes, embustes, negocios y contratos públicos, engaños que se impulsan desde los gobiernos y sus autoridades políticas. Por este motivo los gobernantes en general, de estas últimas décadas, no han simpatizado con los periódicos nacionales, con sus Directivas y directores ni con algunos de sus destacados periodistas.

Los presidentes y autoridades gobernantes del país más respondían, en una época, a salir postulados, como se decía, del Club Unión, que de las juntas directivas de los periódicos, aunque algunos directores y directivos pertenecieran, por sus intereses económicos o capital y por sus relaciones sociales, o fueran cercanos, a algunos políticos de los partidos del bipartidismo nacional. En la década de 1970-1980 se estudiaron vínculos empresariales de políticos y vínculos políticos de empresarios, estudios que no se han repetido.

Es más fácil que políticos destacados aparezcan en juntas directivas de clubes deportivos de primera línea, que se muestren en sus intereses económico empresariales.

La fuerte frase que pronunció el Presidente Rodrigo Chaves que con él se había acabado la época en que los grandes medios, o la “prensa canalla”, como la llama, escogieran y nombraran presidentes, estaba superada, exige mayor análisis. Dijo, aunque no con estas palabras, que él respondía a una nueva situación de medios de comunicación, los electrónicos o digitales, a la democratización de la comunicación, a la época en que esta brecha de medios viejos y nuevos provoca una crisis económica en los grandes medios, una disminución de sus ganancias y de sus lectores, y una disminución de sus páginas de información. No casualmente alardeó con que el periódico La Nación había tenido pérdidas en el año 2022 de 2300 millones de colones, contando seguramente el golpe bajo que le dio con la intervención gubernativa que hizo al Parque Viva, empresa del Grupo La Nación, y por la disminución de propaganda y publicidad gubernativa en ese medio.

Para Rodrigo Chaves la contra información de las pequeñas empresas es más importante, lo que remarcó, y es evidente en su gobierno, apoyándolas en todo el territorio nacional, especialmente en zonas rurales, acabando por falta de publicidad con pequeños programas de periodistas o comunicadores sociales, que por sus raíces tenían más afinidad a otros partidos que al suyo. La contra información que impulsa el Presidente Chaves es la de enfrentar medios de comunicación pequeños apoyados por el Gobierno contra los grandes medios tradicionalmente conocidos. Claramente el Presidente le tiene la puntería de su Gobierno, y de los troles oficiales a La Nación, a Teletica y a CRhoy.

En este escenario informativo estamos ante un juego limpio o un juego sucio comunicacional e informativo, que afecta a lectores de periódicos, a radioyentes y televidentes de programas noticiosos especialmente. Aquí siempre nos vamos a encontrar con la subjetividad y objetividad que mueve a ambos bandos, a los del gobierno y al de los medios informativos en determinar qué es lo destacable e importante, cuál es la noticia del día, o qué se obliga informar.

En este mismo escenario todos nos comportamos como observadores de la realidad, y como comunicadores, cuando con nuestros medios electrónicos, cada vez más popularizados y alcance de masas, filmamos eventos, nos comunicamos al instante en diversas plataformas informáticas, provocando “noticias”, “alarmas”, “información” y “desinformación”.

El lenguaje periodístico de los ciudadanos, como comunicadores populares y democráticos, se trastoca por el lenguaje vulgar, populachero, por el ataque soez, por la difamación, la mentira, la ofensa, la calumnia, la alteración de la verdad, por la personalidad anónima que envía un mensaje o un video, por esos llamados “trols”.

La comunidad de los Trols, que también tiene diversos escenarios de actuación y de ataque, que se ha desarrollado en todas las plataformas digitales permite que personas intencional, o malintencionadamente, provoquen, instiguen conflictos, denigren personas, generen hostilidad en temas y personas, falseen discusiones y opiniones, alteren datos o cifras, mal informen, mientan en sus mensajes, “bajen el piso” como decimos en Costa Rica. Con estos troles se empobrece cualquier nivel de conversaciones, de intercambios de opiniones, se convierten en distractores de la esencia de la discusión. En forma divertida o irónica ponen todo en entredicho falseando la realidad o haciendo dudar de ella. Usualmente, y no en pocas veces, el tono y el estilo de los troles es agresivo, amenazante criminalmente y atentatorio contra la vida misma.

Hay troles que son contratados para determinadas causas. Operan con varias baterías a la vez, procurando lograr un efecto negativo en los usuarios de las redes sociales, una asfixia y un agotamiento emocional. Por ello los hay insoportables, sádicos, peligrosos, agresivos. Desde el Gobierno también se pueden impulsar, operando electrónicamente, como se hace ahora, desde regiones fuera de Costa Rica, con troles, debidamente “pagados”, como se ha reconocido que a “algunos” se le ha pagado “caritativamente”. La inmensidad de los troles tienen una identidad falsa, o desconocida. Excepcionalmente dan la cara, cuando “algo” le ha fallado en su “relación” contractual.

Algunos trols son para exaltar, levantar pisos, también, esto es evidente a favor del Gobierno y de la figura de Rodrigo Chaves, el Presidente. Estos son los trols fanáticos del Presidente, “caritativos” del Gobierno y de sus Ministros y Ministras, y de su fracción legislativa y su principal diputada.

A los trols que atacan al Gobierno, y a su staff, el Presidente los ha llamado “Periodistas Sicarios Políticos”. Los sicarios son asesinos a sueldo. Son personas contratadas para acabar físicamente con personas. Es un lenguaje, generalmente usado, de los carteles mafiosos de las drogas y el narcotráfico. El sicario es el contratado, por una persona, para que actúe contra otra persona, en este caso un trol, a modo de periodista, contratado por alguien para que ataque, en este caso al Presidente, a sus actuaciones, a su gobierno y a sus fieles servidores ministeriales. Los sicarios son pagados.

Los “periodistas sicarios políticos”, de conformidad a lo expresado por el Presidente también son “pagados” para ejercer su oficio de sicarios. Las armas de los “periodistas sicarios” son las palabras, el lenguaje, los medios informativos, no son obviamente las pistolas, las armas y la agresión física, que sí las podría emplear el Gobierno con sus aparatos represivos, sobre todo cuando se impulsan políticas y actuaciones gubernativas autoritarias. La actuación de los sicarios es inteligente, planeada, fría emocionalmente, sin remordimientos pudiendo enfocar su ataque contra quien le paguen para atacarlo.

La denuncia que se hizo de los trols oficiales provocó que el Presidente atacara a estos denunciantes como “sicarios políticos”. El Colegio de Periodistas debería actuar de oficio ante esta denuncia, pero sobre todo para llevar a cabo una digna lucha contra los trols en los medios de comunicación, y una digna lucha por elevar el papel de la profesión y la dignidad del periodista y de los comunicadores sociales, en esta época de grandes medios digitales, especialmente para fortalecer la tradición de la Prensa costarricense desde el siglo XIX en la formación y gestación de la sociedad y el Estado democrático que tenemos y disfrutamos.

Compartido con SURCOS por el autor.

¿Es necesaria una Asamblea Constituyente? Vladimir de la Cruz en “A la Historia… ¡Por Media Calle!” opina al respecto

El programa “A la Historia… ¡Por Media Calle!” con Vladimir de la Cruz transmitido el pasado 03 de enero de 2023, continúa explicando qué es una Constitución Política para realizar un análisis de nuestra Constitución, esto en aras de plantear la posibilidad de impulsar un proceso de Asamblea Nacional Constituyente.

En el programa se trae a discusión, la opinión del señor de la Cruz, la problemática actual de la distribución territorial en siete provincias, la innecesaria reciente creación de varios cantones, las necesarias modificaciones a los tres Supremos Poderes entre otras críticas dirigidas específicamente al Poder Judicial y como todo esto lleva a la necesidad de convocar una Asamblea Constituyente.

Puede ver el programa completo en el siguiente enlace: https://fb.watch/hQEVCkCP00/ 

¿Es posible una salida negociada a la crisis política de Nicaragua?

El pasado 03 de enero de 2023 el programa “La Mesa Redonda”, presentado por Sergio Marín Cornavaca, invitó a participar al historiador Vladimir de la Cruz, en busca de situaciones de similitud entre Costa Rica en alguna situación como la actual en Nicaragua, que requiere de alianzas políticas para lograr una reforma a la Ley Electoral y la observación internacional en los procesos electorales, con el fin de establecer, si es posible, una salida democrática e institucional a la crisis política de Nicaragua.

Puede ver el programa completo en el siguiente enlace: https://fb.watch/hQEmUjWXWz/

 

Compartido con SURCOS por Vladimir de la Cruz.

Con el actual gobierno todos los días se salta al vacío

Vladimir de la Cruz

En la campaña electoral pasada el Partido Liberación Nacional hizo un video publicitario donde se ve un joven saltando, de una supuesta altura, sin saber adónde cae. El video causó inmediatamente una reacción especialmente del Partido Progreso Social Democrático, contra el cual estaba dirigido ese video, y de los partidos que rechazaban a Liberación Nacional, y a su candidato José María Figueres, como posible ganador electoral, valorando que era una exaltación al suicidio. Hasta del Colegio de Sicólogos se llegó a pedir pronunciamiento en ese sentido, sobre el contenido del video.

Generalmente el suicida piensa unos momentos antes de realizar su acto, buscando detenerse en el mismo, o llamar la atención sobre la decisión que va a tomar. En el video, si no recuerdo mal, es un salto que parece más deportivo en la forma que se realiza. Por supuesto que no hay vista de lo que sucede después del salto, si la persona que saltó se salvó, cayó bien, la altura era baja como para no suicidarse y solo llamar la atención.

La forma más simple de ese acto de salto es simplemente saltar sin saber dónde se va a caer, lo que hace que esa frase “saltar al vacío” sea casi un costarriqueñismo, que es usada en el país, como una frase para indicar que no se sabe a ciencia cierta, ni incierta, a dónde se va. Es decir que se está sin rumbo, sin hoja de ruta, que se viaja sin instrumentos que conduzcan sobre una ruta conocida o trazada para llegar a un destino. Es como apretar un jabón, que no se sabe para donde puede salir.

De paso digamos, que las condiciones de la pandemia, por su encierro obligado de la población, crearon condiciones sociales para el suicidio de personas. Sería interesante que se digan los datos exactos de suicidios de personas en Costa Rica, que incluye niños, adolescentes, personas mayores, trabajadores sin empleo o que lo han perdido, y los que se suicidan por razones pasionales. Acaso no han puesto mallas especiales en puentes como el del Saprissa, y otros, para evitar que desde allí se lancen contra el río personas, considerando que es uno de los puentes más altos que hay en el país.

El suicida de alguna manera valora la posibilidad realmente de morir o de llamar la atención sobre su situación emocional, que lo impulsa a tomar una decisión de ese tipo, de acabar con su vida o de intentarlo.

“Saltar al vacío” es una frase que se usa en distintas culturas con igual contenido. Encierra la frase cierto miedo ante lo desconocido, que era el miedo que se trataba de establecer frente a la candidatura de Rodrigo Chaves Robles, por su improvisada candidatura, por sus posturas populistas y autoritarias, que empezaban a asomarse en su figura partidaria, por sus poses antipartidos tradicionales especialmente.

Cuando en campañas electorales se ataca a los partidos de izquierda con sentimientos anticomunistas es por la misma razón, para influir con el miedo ante sistemas políticos que se han estigmatizado negativamente en una serie de valoraciones, que giran casi todas respecto al concepto de libertad en sus diversas manifestaciones, individual, social, de prensa, de producción, de partidos políticos, y de limitaciones a libertades públicas o derechos individuales etc.

“Saltar al vacío” no es avanzar a una zona de confort, de comodidad, de lugares conocidos donde podemos movernos como peces en el agua. Es saltar, así simplemente, a situaciones de cambio que no conocemos o que producen desconfianza, de que se puede perder lo que ya tenemos.

Cada gobierno que se produce en el país, cada cuatro años, es también en cierta forma, un “salto al vacío”, es pasar etapas, de continuos políticos partidarios y continuos políticos económicos. Aún cuando un mismo partido se reelige de manera inmediata en el siguiente gobierno, la realidad es que el presidente que sucede al anterior, del mismo partido, le imprime su propio sello a su gobierno, no hay continuidad política de los programas anteriores del partido en gobierno. Los programas que se presentan en las campañas electorales son programas para cuatro años. En el país no hay educación, ni cultura política, ni ciudadana de ofrecer planes electorales de gobierno de mediano y largo plazo. En la práctica gubernativa hay en cierta forma improvisaciones constantes, de un gobierno a otro, en propuestas políticas, en iniciativas políticas, en planes de gobierno y en prioridades a ejecutar, en la conformación del gabinete del Gobierno y en las políticas que, de igual manera, cada ministro, trata de imprimirle a su Cartera de Gobierno de acuerdo a los intereses que se mueven de apoyo alrededor de cada candidato, de cada candidato ganador, como de cada ministro. En todo esto, en política, siempre haya “saltos al vacío”.

“Saltar al vacío” puede ser también arriesgar, pasar a la acción, para saltar los huecos que han dejado los gobiernos anteriores. Esta dimensión pudo haberla usado y explotado Rodrigo Chaves justo para enfrentar a Figueres, al Liberación Nacional y todo lo que alrededor de ellos se representaba, especialmente para la segunda ronda, pero no supieron sacarle punta a esta perspectiva y prefirieron asustar con la idea de la promoción del suicidio, y de presentarse como víctimas, como todavía los hacen ver en toda la parafernalia que se ha mantenido alrededor de este video. Todavía hoy se trata de asociar el video a una incitación al suicidio, lo que está muy alejado de la realidad. Saltar al vacío no es una excitativa al suicidio, ni en Costa Rica ni en ninguna cultura o país donde esta expresión también se usa. Ni tampoco la sicología o la ciencia médica tratan esa frase de esa manera. La discusión del video gira más en torno al financiamiento del mismo que al contenido del video, que no produjo ninguna mella en el resultado electoral.

El video no fue insensible, fue una llamada de atención a lo desconocido que podía ser el gobierno que surgiera de Rodrigo chaves en la posibilidad de que ganara. Todavía es desconocido este gobierno de lo que puede ser. Todavía es también desconocido el manejo financiero de los partidos políticos grandes, más allá de los controles que establece el propio Tribunal Supremo de Elecciones, especialmente con los partidos que tienen derecho al financiamiento electoral de sus campañas. El tribunal también ejerce mucha presión, y a veces más, sobre aquellos no favorecidos de este financiamiento.

Ante el supuesto suicidio que se promocionaba el Partido de Rodrigo Chaves debió haber lanzado una campaña de esperanza, y no la de miedo que se impulsó ante un harakiri colectivo nacional que se dedujo de ese spot publicitario. En este caso era una idea de suicidio colectivo. Los que se apuntaran con Rodrigo Chaves se suicidarían colectivamente, y con ellos el país se moriría.

El triunfo electoral de Rodrigo Chaves no fue contra ese suicidio, fue contra lo tradicional que estaba representado en José María figures y su Partido Liberación Nacional, que eran la suma de todos los miedos que se agitaban en ese momento, que alcanzó a la llamada izquierda nacional que se abstuvo irresponsablemente de votar en la segunda vuelta.

Con el suicidio no desaparece el miedo o la desesperanza que produce el acto del suicidio.

En el libro “Saltar al vacío” de Sergi Torres, que venden en librerías nacionales, se invita a cruzar la frontera de la propia personalidad y lanzarse al vacío de nuestro ser y nuestro corazón. Es un libro que trata con humor e inteligencia, cómo y cuánto se niega la vida, cómo la gente se la pasa construyendo falsas realidades que impiden sentir emociones, vivir la felicidad y disfrutar de la experiencia de nuestra condición humana.

Saltar al vacío es una forma de huir de nosotros mismos, del instante actual que vivimos. Saltar al vacío es una invitación a cambiar la mirada, la vista.

La frase “saltar al vacío” se relaciona con la vida, con la vida política, como se quiso hacer con el spot publicitario, con saltar obstáculos.

Liberación Nacional con esa frase publicitaria se metió en un laberinto de negatividades, por no haber tenido un horizonte claro de qué perseguía políticamente llamar la atención con su publicidad contra el improvisado, emergente y sorpresivo candidato Rodrigo Chaves. El equipo publicitario obviamente no analizó con mayor cuidado la frase “saltar al vacío” para haberle impreso un valor positivo a sus campaña.

Con “saltar al vacío” fomentó el miedo a las alturas, con la imposibilidad de desplegar alas y volar, con no correr riesgos, con no ponerse a prueba, con no tener sueños, con no brincar obstáculos, no fomentó la intrepidez.

Liberación Nacional con esa frase publicitaria se quedó congelado, se presentó miedoso, sin alas, sin vuelo, sin querer correr riesgos políticos, aunque Liberación Nacional era en sí mismo un riesgo político. Para Liberación Nacional el mayor riesgo, era realmente no correr ningún riesgo.

El momento electoral exigía salir, saltar por el precipicio político que había y arriesgarse con los candidatos, fueran Rodrigo Chaves o José María Figueres, y volar con ellos, tratar de alcanzar las estrellas, pero lo que se pintaba era un horizonte nocturno sin estrellas, un firmamento oscuro y tenebroso, sin estrellas, sin siquiera estrellas políticas.

Liberación Nacional se presentó sin sueños. No invitó a soñar. Se presentó con un pasado pesado a cuestas, sin futuro prometedor. Liberación Nacional se quedó temblando en la orilla del salto. Liberación no se puso a la altura del candidato Rodrigo Chaves, a quien apreciaron más alto, y lo pusieron a saltar de altura mayor.

El riesgo para Liberación Nacional era también “saltar al vacío”, con alas, con optimismo, con sueños mirando las estrellas y no al piso. Toda la vida y todas las vidas,tratan de riesgos y se requiere de saltos constantes, cotidianos, sorpresivos para avanzar, para superarse, para progresar. También con Liberación Nacional había un salto al vacío. “Saltar al vacío” pudo ser también no quedarse quieto ante la situación política que se presentaba.

Era un spot publicitario que podía usarse en doble dimensión, para atacar la incertidumbre que podía presentar Rodrigo Chaves o para mostrar el miedo de Liberación Nacional de asumir gobierno, de quedarse quietos con lo que tenían y representaban, que no era nada novedoso. Chaves señalaba a Figueres como el atraso, el pasado. Chaves se presentaba como el futuro, el riesgo, sí, pero como el futuro luminoso.

El riesgo de no arriesgarse estaba en Liberación Nacional, no en Chaves. El riesgo de saltar de la zona de confort que se tenía, con posibilidad de no perder ese confort, y de mejorarlo, lo proponía Chaves.

Para Chaves, la publicidad de Liberación Nacional, le sirvió para llamar a la decisión de la gente, de analizar y reflexionar, sobre el riesgo positivo qué podía representar. Porque nadie sabe a ciencia cierta de qué es capaz si no se arriesga. Si se quiere progresar, superar, lograr metas o cumplir con deseos soñados, necesariamente hay que realizar saltos en la vida.

“Saltar al vacío” puede no ser una pérdida, puede ser una oportunidad de esperanza, para encontrar el camino correcto.

En deportes extremos como el de la gente que practica parapente donde se salta al vacío a veces sin tener certeza de donde se va a aterrizar, de igual manera los que se lanzan en paracaídas. Pero, se tiran, se lanzan al vacío con la confianza y la esperanza de que volarán y llegarán a su destino. El que no puede saltar es el que no está listo ni preparado para hacerlo.

El político también se prepara para esos saltos, pero pueden haber políticos improvisados en capacidad de hacer esos saltos con éxito.

“El salto al vacío” que se quiso usar contra Rodrigo Chaves, en cierta forma, le ayudó, le creó el ambiente político de quienes le quisieron acompañar en ese salto, que Chaves se presentaba como la esperanza, la renovación de una Nueva Costa Rica, con el sueño de borrar el pasado político negativo, que representaban los otros partidos, especialmente los tradicionales, los que habían gobernado, con sus imperfecciones, antes que Chaves.

La gente que votó por Chaves no tuvo miedo de “saltar al vacío” en la posibilidad de lo que él representaba. Ese salto fue también un acto de valor para quienes se lanzaron con el actual Presidente al vacío que decía Liberación Nacional.

El grupo de propaganda de Liberación Nacional no midió ni analizó correctamente las conductas de ánimo, los síntomas de depresión, los niveles de ansiedad y los niveles de ideación suicida de la población electoral costarricense, para lograr con el spot publicitario que hicieron un efecto positivo en el miedo que querían provocar. Ni siquiera han podido defender con honradez, con honestidad la hechura de ese video y de justificarlo políticamente. Se han metido en una maraña de sinrazones y de estupideces financieras, alrededor de la confección del video, que les puede ocasionar sanciones hasta penales a algunos de sus responsables.

Los pajaritos desde sus nidos aprenden a volar saltando. Los monos también aprenden a saltar lanzándose desde los árboles. En la jungla política nacional muchos actúan como los monos, saltando, de un árbol político a otro árbol político, de un gobierno a otro, a veces del mismo partido o de otro partido político. Los monos políticos saben saltar. Aquí se han presentado como aprendices de monos políticos quienes se están enredando en la discusión financiera de ese video. El video hay que atenderlo de mejor forma en su contenido político, lo que se quería decir. Todavía Liberación Nacional no ha podido decirlo, ni tampoco los que desarrollaron ese video ni los que lo financiaron. Todos se quitan el tiro.

“Saltar al vacío” puede ser también tomar decisiones, a veces irrenunciables, para ir detrás de ciertos propósitos, con todas las consecuencias y responsabilidades que ello tenga. No necesariamente es un deseo de morir o un impulso para morir. El “saltar al vacío” puede ser también una señal de seguridad, de que todo puede salir bien.

“Saltar al vacío” es una forma también de apreciar la vida, el “vértigo de la posibilidad” que llamaba el filósofo francés Jean Paul Sartre, que es la decisión que toman los seres humanos cuando contemplan o ven un peligro, pero en total libertad, y asumen su decisión, que es lo que nos hace humanos, porque la sensación de “vacío” es compartida, es colectiva, no es solo individual, ya que en general todos los seres humanos la han tenido, la han experimentado, la han vivido o la tienen.

“Saltar al vacío” es una afirmación de la voluntad de vivir, más que la intención suicida de acabar con la vida. La sicología moderna estudia “las llamadas al vacío”, que se dan entre los suicidas y los no suicidas, reconociendo que se producen más entre los no suicidas. Sicológicamente entiendo que los estudios realizados son más una señal malinterpretada del cerebro, para alertarnos, marcarnos límites y alejarnos del peligro. No todos los que se imaginan la posibilidad de saltar al vacío lo hacen, por lo que “saltar al vacío” no lo consideran una patología, ni un deseo de muerte oculta. Hasta se puede soñar con saltar o caer al vacío. Es frecuente que se produzcan sueños con estos saltos o intentos de saltos al vacío.

No se nos enseña ni se nos prepara para enfrentar riesgos y de que todo saldrá bien. Al contrario se nos prepara y enseña el temor, el temor a perder algo, a fracasar, al ridículo, a sufrir o hacernos daño.

Por eso, “saltar al vacío” no es fácil de asimilar, porque requiere fe en uno mismo, seguridad personal, fortaleza en las creencias propias y capacidad de enfrentar retos, confianza en uno mismo.

Como comunidad nacional, como pueblo costarricense, todos los días se “salta al vacío” con el actual gobierno.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

¿El corazón o el cerebro? Entre la vida, la muerte y el amor

Vladimir de la Cruz

Cuando el Dr. Chistiaan Barnard, a sus 45 años de edad hizo el primer trasplante de corazón en el mundo, el domingo 3 de diciembre de 1967, hace ya 55 años, inició una verdadera revolución en la medicina y en la ciencia médica. Aunque su primer trasplante tan solo duró18 días con vida hoy los trasplantes que se hacen garantizan la vida por varios años. Hoy en la lista de órganos en posibilidad de ser trasplantados, además del corazón, están los pulmones, riñones, hígado, páncreas, intestinos, estómagos, piel, córneas, un hijo mío se lo ha hecho, médula ósea, huesos, sangre, lo que es muy frecuente …

En Costa Rica se hace todo esto y con mucho éxito. El primer trasplante de corazón en el país estuvo a cargo de un alto equipo profesional de médicos, enfermeros y personal hospitalario, bajo la Dirección Médica y Científica del Dr. Longino Soto Pacheco, en el Hospital México, en 1991. Las operaciones de este tipo en Costa Rica han sido muy exitosas, lo que pone muy en alto la Medicina Costarricense, al cuerpo médico nacional, a la ciencia médica del país, a las instalaciones hospitalarias y al Sistema Nacional de Salud y de la Seguridad Social, que ha permitido que a esta costosa cirugía, la de trasplantes, puedan acceder personas de bajos recursos.

Desde el 2019 se hace tan solo una cirugía anual de este tipo, de trasplante. Pero, en el corazón todo tipo de procedimientos quirúrgicos se hacen, frecuente y cotidianamente, con un personal médico cada vez mejor formado, en el país y en el extranjero. Entre los procedimientos quirúrgicos que se hacen en el corazón están la Ablación cardíaca, la Ablación de aleteo auricular, la Ablación de la fibrilación auricular, la Angioplastia carotídea y la colocación de stents, el Cateterismo cardíaco, la Cirugía cardíaca mínimamente invasiva, la Cirugía cardíaca neonatal y pediátrica y la Cirugía de bypass de la arteria coronaria. También se hace revascularización coronaria, cirugía de válvulas cardiacas, incluida una para corregir defectos cardiacos en el nacimiento, cirugías de derivación cardiaca para arterias bloqueadas en el corazón. A ello suma el llamado marcapasos, que es un procedimiento muy común y muy generalizado.

En los problemas de arritmia cardiaca, que tiene que ver con el ritmo de los latidos de corazón, causados por señales eléctricas que controlan esos latidos, se colocan marcapasos o un desfibrilador cardioeversor implantable en el pecho para corregir esos latidos. Cuando se trata de la fibrilación auricular se interviene el corazón con pequeños cortes en el músculo cardiaco, que forman pequeñas cicatrices, que abren caminos para las señales eléctricas del corazón.

Así la arritmia es considerada una enfermedad del corazón. Tiene que ver con la velocidad o el ritmo de los latidos del corazón, siendo la fibrilación auricular la más común de las arritmias. La ablación cardiaca es entonces el procedimiento empleado para crear esas cicatrices en zonas del corazón que tienen que ver con ese ritmo cardiaco. Es una cirugía en la cual se meten dentro del corazón, lo que la hace un procedimiento invasivo, para interrumpir las secciones defectuosas del corazón. El resultado exitoso de esta operación, en la mayoría de las personas, es volver a tener un estilo de vida normal, activo, y mejorado.

Se acude a este procedimiento cuando los medicamentos no están controlando este ritmo cardiaco, lo que puede ser peligroso si no se trata. Con la ablación se crean lesiones, con calor o frío, alrededor de las desembocaduras de las venas pulmonares en la aurícula izquierda para que la actividad eléctrica se corrija. Se le llama ablación al procedimiento porque se extrae o destruye una parte del tejido cardiaco. La duración de la cirugía puede estar entre las dos y cuatro horas.

El corazón tiene cuatro cavidades, que son las dos aurículas y los dos ventrículos, con un tabique entre las dos aurículas y otro tabique entre los dos ventrículos. Las arterias y las venas entran y salen del corazón, las arterias llevando la sangre hacia fuera y las venas llevándola hacia adentro. En lo que entiendo para la ablación cardiaca entran al corazón pasando uno de esos tabiques desde un extremo del corazón al otro.

Todo esto tiene que ver con que a mí me han detectado una fibrilación auricular que fue necesario atender con una ablación, para usted, que está leyendo hasta aquí, ayer entre las cuatro y las ocho de la noche.

Era una cirugía que estaba planeada para hace casi un mes que por razones tecnológicas, del instrumental médico que faltaba y debía emplearse, primero, y luego por haber aparecido con Covid, a pesar de las cuatro vacunas, me la atrasaron hasta ayer.

De manera que aunque espero estar vivo cuando usted esté leyendo esto, porque estoy en muy buenas manos médicas, y gozo en general de buena salud, cuando a uno lo duermen totalmente para una operación, todo puede suceder.

Como la operación es en el corazón, donde tienen que meterse puede haber riesgos, que en la tasa mundial de este procedimiento quirúrgico que me hicieron ayer, son menores al 0.5%, pero son riesgos, por lo que confieso públicamente que morirse en una sala de operaciones es la muerte más deliciosa que pueda ocurrir, para uno, no para el personal médico a cargo.

Si esto me llegara a suceder eximo, libero, al cuerpo médico que me atendió, que es de lo más calificado que tiene el país, de cualquier responsabilidad de mi fallecimiento. Sencillamente me tocaba. Morirse en el quirófano es como quedarse dormido sin despertarse.

No le tengo miedo a la muerte. No creo en otra vida después de la muerte. No creo en el cielo ni en el infierno. El Papa Juan Pablo II ya había dicho que ambos estaban aquí, en La Tierra. Tampoco en los santos, aunque mi querido tatarabuelo Lico Rodríguez haya hecho las imágenes religiosas más bellas del país. Para mí la materia tan solo se transforma. En cuanto a los Santos y divinidades agradezco las buenas intenciones que han expresado quienes se enteraron de mi internamiento de ayer, y me encomendaron a diferentes Santidades o me enviaron sus positivas vibras, para salir bien en la operación. Todo eso suma.

Me cremarán si muriera porque es mi decisión. Pondrán mis cenizas en el patio de mi casa a la par de las fosas de mis fallecidos y leales perros que durante años me cuidaron, hoy a la sombra de un bananal de muy buena cosecha. Mis nietos están preparados para esa ceremonia donde ellos dicen que me van a sembrar. Esa es su visión del depósito de cenizas. Uno de ellos, Marco, de 5 años, ya me dijo, hace pocos días, que pondrá atención para ver qué fruto voy a producir.

Si esto llegare a suceder esta será la última columna que estará leyendo mía. Si las ha leído anteriormente, que las escribo desde 1998, mi agradecimiento por su tiempo, atención y seguimiento a mis escritos, opiniones y reflexiones. A quienes las han compartido más agradecimiento y afecto por su tolerancia a mis excesos literarios que pudieran no haber compartido.

Para quienes han compartido mi amistad y me han brindado la suya seguiremos amigos, mientras me recuerden. Las personas y los parientes siempre vivirán si se les recuerda. Lamentablemente no podré levantarme del suelo, donde depositen mis cenizas, para darles la mano o un abrazo porque estaré descansando. A las personas que he querido les mantengo mis sentimientos. A nadie he malquerido ni le he deseado ningún mal. De mi parte nunca le hecho mal a nadie. A mis seres queridos todo mi amor.

Frente a una operación como la que he tenido ayer, en el corazón, con los riesgos que eso tiene, que no fue un trasplante de corazón, ni nada que se le parezca, aunque me invadieron y se me metieron, en el corazón, hice una última reflexión. Se las comparto.

Lo que no se puede trasplantar todavía es el cerebro. Tampoco la vesícula biliar. El cerebro, el corazón, el hígado, los pulmones y los riñones son considerados los órganos más importantes del cuerpo humano. Hoy se puede vivir sin un pulmón y sin un riñón, y casi sin el hígado, pero no se puede vivir sin corazón y sin cerebro. El hígado es el único órgano del cuerpo que se puede regenerar, puede volver a crecer, aunque algunas enfermedades le pueden causar daños severos e irreversibles.

Cuando el Dr. Barnard hizo el primer trasplante del corazón desató una polémica, filosófica terrenal. ¿Dónde descansa la vida? ¿Cuál es el órgano vital por excelencia? ¿Cuál órgano maneja el amor? ¿Si se podía trasplantar el corazón se podría llegar a trasplantar el cerebro? Estas entre muchas preguntas que desató.

En estos 30 años la cirugía del corazón ha avanzado muchísimo. Se han hecho frecuentes y ya casi no son noticia de periódicos, aun cuando algunos procedimientos quirúrgicos de este tipo duran hasta 20 horas, como cuando se trasplantan corazón y pulmones de un mismo donante a dos pacientes.

El cerebro sigue siendo parte de esta discusión. El cerebro incluso fue objeto de atención de las culturas precolombinas americanas. Se han encontrado cráneos con trepanaciones, con agujeros, como técnicas quirúrgicas antiguas que se hacían. Desde aquella época hasta los avances en la neurocirugía actual estas operaciones siguen siendo delicadas pero mucho más seguras.

Hoy las craneotomías se realizan con pequeños orificios para extraer parte del encéfalo como del cerebro, como para introducir una aguja fina para realizar una biopsia, como hacía mi esposa, la Patóloga Anabelle Picado.

A través de la craneotomía se llega al cerebro a través del cráneo. La cirugía de la cabeza se hace obviamente para atender males en la cabeza, desde tumores hasta sangrados o hematomas.

Hasta hoy la ciencia médica no realiza trasplantes de cerebros. Probablemente lo que más se llegue a aceptar es la posibilidad de trasplantar cabezas antes que solo cerebros, lo que sería injertar la cabeza de un humano en el cuerpo de otro humano. Esto plantea muchos dilemas, incluso morales. Parte de esa discusión es el mantenimiento de la vida. No ha sido posible reconectar la médula espinal. Es en la práctica decapitar a un paciente.

El cerebro es la estructura biológica más compleja del cuerpo, de allí la dificultad de conectar el cerebro con la médula espinal, los nervios y los vasos sanguíneos.

Trasplantes de cabezas se han hecho en animales. En 1954 lo hicieron con perros. En época del Dr. Barnard se conoció que lo hicieron con monos. Hoy la discusión científica entre médicos se plantea hacerlo con humanos. En la República Popular China se dice que hubo un trasplante de cabeza que duró con éxito 18 horas.

Hay otra discusión asociada planteada. ¿Qué es más importante el cerebro o el corazón? ¿Quién manda, el cerebro o el corazón? Cerebro y corazón están íntimamente vinculados.

El control nervioso de la actividad cardiovascular la realiza el Sistema Nervioso Autónomo, por medio de los Subsistema Simpático y Parasimpático, con ello se controla a la vez la frecuencia cardiaca, la tensión arterial, la capacidad de contracción del músculo cardiaco y el flujo de sangre que alimenta al corazón. Dentro de la corteza cerebral se ubica la ínsula, que es una zona que está relacionada con las emociones, conectada al llamado Sistema Límbico. Al mismo tiempo el cerebro para poder funcionar depende del flujo de sangre que le envía el corazón, con la debida presión para evitar mareos o la pérdida del conocimiento.

En la vida diaria decimos que tomamos decisiones con la cabeza y con el corazón. Es un binomio de razón y emoción. Por Aristóteles tenemos la idea de que el corazón es sensible a las emociones, que se expresa en la alteración de los latidos, y que el corazón es caliente.

El cerebro se sabe y conoce que no puede sentir dolor ni tiene sensibilidad por sí mismo, aunque analiza los datos que recibe para reaccionar. El cerebro permanece activo constantemente. Es el órgano que nos define como seres humanos.

Desde el siglo XIX ha predominado la tesis que el cerebro, y no el corazón, es el que manda y controla el cuerpo y su comportamiento. Hoy se afirma que el cerebro es el órgano responsable del enamoramiento, aunque la sensación fisiológica esté en el corazón. Se dice que el corazón orienta y la cabeza decide.

De esto se puede desprender la generosidad de las personas, sus sentimientos de solidaridad, su amor por el prójimo en la filosofía cristiana. En una época como la actual de navidad, con todo lo que ella encierra, es un buen momento para pensar en esas otras personas que necesitan de ese amor, de esa solidaridad y de esa generosidad. En este sentido son mis mejores deseos para todos los que hasta aquí han llegado con su lectura.

Como ayer tocaron mi corazón en la operación que me hicieron, si quedo bien, espero que mis sensaciones afectivas fisiológicas no se alteren y no me hayan producido un corazón de piedra…

¿Salvarán los cambios políticos a Liberación Nacional?

Vladimir de la Cruz

El Partido Liberación Nacional, de los actuales partidos activos, en la vida nacional, es el más viejo y el que más ha impactado el desarrollo institucional del país desde 1951, cuando se fundó, y desde 1953 cuando empezó a ejercer gobiernos. Si se retrotrae su historia a sus raíces desde la Junta de Gobierno, 1948-1949, cuando su fundador, José Figueres gobernó, a la fuerza, de facto, con los Decretos Ley que aprobaron, en ese período de Gobierno, que sentaron las bases de la Costa Rica de la segunda mitad del siglo XX, más importancia se le puede reconocer en el desarrollo institucional nacional al Partido Liberación Nacional, que dirigió el país en 9 ocasiones, 9 gobiernos, 1953, 1962, 1970, 1974, 1982, 1986, 1994, 2006 y 2010 de los 18 gobiernos que ha tenido el país desde entonces, incluido el actual.

El resto de los gobiernos se los han repartido 3 coaliciones en 1958, 1966 y 1978, de tradición opositora liberacionista con ribetes socialcristianos, 3 del Partido Unidad Social Cristiana, 1990, 1998, 2002, dos del Partido Acción Ciudadana, 2014 y 2018 y el actual Gobierno de Partido Progreso Social Democrático, 2022-2026.

De esa acción de gobiernos liberacionistas se desarrolló el Estado asistencialista, benefactor y el Estado Social de Derecho que se construyó especialmente hasta 1978, fortaleciendo un conjunto de instituciones públicas poderosas, claves y estratégicas para el desarrollo nacional, como han sido la Universidad de Costa Rica, las universidades públicas que se impulsan en los Gobiernos de Figueres y Daniel Oduber, 1970-1978, la Universidad Nacional, el Instituto Tecnológico, la Universidad Estatal a Distancia, el Instituto de Vivienda y Urbanismo, el Consejo Nacional de la Producción para sirvió para asegurar precios justos a los productores nacionales, asegurar sus cosechas para el consumo y para regular precios para los consumidores, la Banca pública estatal que se puso al servicio de distintos sectores empresariales, comerciales y productivos y del público, la Caja Costarricense del Seguro Social, que fundada en el gobierno de Rafael Ángel Calderón Guardia, 1940-1944, se desarrolla, amplía y universaliza sus servicios por el impulso que le da Liberación Nacional, el Instituto Costarricense de Electricidad, el motor del desarrollo y de la economía nacional, y el Instituto Nacional de Seguros, por citar algunas de las instituciones que durante los gobiernos liberacionistas se fortalecieron, al menos hasta 1978.

Fue la Liberación Nacional el que impulsó y fortaleció la clase media nacional, que a pesar de los embates económicos con que se ha venido golpeando a toda la población del país, sigue siendo fuerte, poderosa y sobreviviente, una parte de ella y la otra, sectores amplios de la clase media amenazados en su estatus de vida, con tendencia a ser excluidos y expulsados de esta clase media, reduciendo su tamaño, y a pasando, parte de ella, a formar parte de la composición social de los sectores pobres del país.

Con el Gobierno de Rodrigo Carazo, 1978-1982 se empezó a desmantelar el Estado, se empezaron a privatizar instituciones que eran empresas públicas. A partir del Gobierno de Luis Alberto Monge se impulsaron los Planes de Ajuste Estructural y al inicio de la década de 1990 se impuso la política de Tratados de Libre Comercio, que han atendido todos los gobiernos desde entonces, entre otros cambios importantes que afectaron estructuralmente el desarrollo institucional del país.

El proceso de desmantelamiento estatal no ha cesado. La apertura bancaria, o la desnacionalización que se impuso en el Gobierno de José María Figueres, 1994-1998, culmina no solo con el sector bancario financiero nacional gobernando el país, sino que conduce ahora a deshacerse de más instituciones bancarias públicas, como es el intento de vender el Banco de Costa Rica y el Banco Internacional de Costa Rica.

La descentralización por la privatización de servicios en las instituciones estatales ha debilitado su esencia, camino cada vez más seguro hacia su total privatización y desaparición de las mismas. Es la pinochetización fina, que se ha venido haciendo de la atención primaria de los servicios públicos esenciales, para imponer la privatización de todos los servicios públicos.

La educación pública la han debilitado, la han disminuido en su papel estratégico. La tendencia es hacia la privatización de toda la enseñanza.

La salud pública la han debilitado, fortaleciendo la atención de la salud en manos privadas, y sometiendo a la Caja Costarricense del Seguro Social a depender en diversos servicios de esa salud privada, con grave desatención a los asegurados. Las listas de espera son su mejor emblema.

Al ICE le llevan ganas desde hace muchos años. Del Consejo Nacional de Producción mantienen sus viejos edificios por avenida 10 como símbolo del abandono que se hizo de los productores y consumidores nacionales. Las Universidades son sujetas de ataques constantes en sus finanzas y en su autonomía institucional y funcional, como de reducirles su papel hasta donde puedan. El sector cultura, desarrollado institucionalmente desde el Gobierno de José Figueres, 1970-1974, lo tienen en capilla ardiente, casi artículo mortis en algunas de sus expresiones.

En este breve escenario se han fortalecido unos pequeños grupos nacionales, pero la inmensa población se ha empobrecido. Los índices de pobreza y pobreza extrema crecen. De la misma manera los índices de riqueza se concentran cada vez más en menos manos. A mayor riqueza nacional, concentrada en pocas manos, según los datos, se produce mayor pobreza y pobreza extrema, se reduce fácticamente el volumen de la clase media. Esto es más dramático en las regiones rurales y en las regiones de polos turísticos de desarrollo, donde esto se evidencia más.

La pobreza, la pobreza extrema, el trabajo informal, el desempleo creciente, el desempleo de mujeres cabeza de familia, el ausentismo forzado del proceso educativo, en parte por la pandemia, la no recuperación de los empleos perdidos por la pandemia, las casi 1000 instituciones escolares y educativas paralizadas sanitariamente son apenas una ligera foto del país más feliz del mundo que tenemos…

El asunto es que el Partido Liberación Nacional es parte causal de todo esto. Las banderas sociales que Liberación Nacional tenía las arriaron hace mucho tiempo. Liberación Nacional perdió su memoria histórica, ya ni celebran sus fechas emblemáticas, en las campañas electorales carecían de historia y de conquistas institucionales impulsadas por ese partido. En las últimas campañas electorales se olvidaron de los sectores sociales, que fueron sus bases de apoyo histórico. La renovación de sus liderazgos partidarios se hizo cada vez más alejado de las bases y del pueblo. Se incrustó en Liberación Nacional una verdadera mafia administrativa, desde las instancias cantonales que impusieron cambios que controlaron la vida interna de ese Partido, descabezando a sus líderes históricos, y desmemorizando al Partido.

Las tres derrotas consecutivas electorales que arrastra Liberación Nacional, 2014, 2018 y 2022, a pesar de que en el 2014 y en el 2022, lograron inscribirse para la segunda vuelta electoral, no les alcanzó porque carecieron de mensaje, de identificación con sectores sociales, no pudieron levantar una sola propuesta social frente a un pueblo electoral necesitado de soluciones a los graves problemas que los aqueja, volcándose más fácilmente por nuevas opciones políticas, aunque les fallaran, porque los partidos tradicionales ya les habían y estaban fallando, y era preferible confiar, ensayo y error, en nueva opciones por peligrosas que pudieran ser. El canto de sirenas fue válido hasta el 2022.

Liberación Nacional fue cómplice del descrédito con el que se empezó a cuestionar a los políticos, a los dirigentes políticos, a los líderes tradicionales de los partidos, a los partidos políticos, a la Política como tal, al sistema político, al sistema democrático que lo han desacreditado facilitando las tendencias políticas autoritarias anti todo. En su propio seno se han comido a sus dirigentes históricos y las bases de su propio Partido.

Las medidas que han impulsado no son salvadoras. De no desmantelar la estructura mafiosa que controla el Partido para la escogencia de sus dirigentes y candidatos, desde las asambleas cantonales, no van a salir adelante.

El Partido dejó de ser un Partido Político hace mucho tiempo. Su Directorio Político era simbólico, de papel. En los últimos 20 años, me atrevo afirmar, que no se ha pronunciado públicamente de manera importante sobre ningún tema nacional.

La cabeza del Partido terminó siendo su cola, mientras las fracciones legislativas de Liberación Nacional se convertían de hecho en varias cabezas que trataban de gobernarlo.

No se sentía por ninguna parte que el Directorio Político fuera un baluarte de dirección política partidaria, hacia fuera del partido y hacia adentro.

En su Directorio llegó a mantenerse representantes de expresidentes que públicamente se habían retirado del Partido. Se aceptó a personas que se habían ido del partido, que se les habían enfrentado políticamente y electoralmente, de nuevo en el Directorio, como si nada hubiera pasado.

El Partido fue tomado por sectores bancario-financieros más que por políticos, respondiendo en ese sentido a esos otros intereses, más que la visión política que debe tener una organización que se precie de ser un partido político. Se ha impuesto una visión financiera de hacer negocios con el partido. 

El discurso manejado contra los líderes históricos, los poquillos que le quedan, es errado. Los nuevos que han sido nombrados no son menos tradicionales que los que se han convertido en blanco de los ataques, y quizá si el pensamiento político que los otros tienen.

A Liberación Nacional le faltan líderes políticos. Deberían tener espejos de los líderes socialdemócratas europeos y latinoamericanos que están en la lucha política, al lado de sectores populares.

A Liberación Nacional lo ha perjudicado mucho los vínculos con la corrupción y la narcomafia con que se ha vinculado a dirigentes suyos, de todo nivel, sin que el Partido haya podido hacer nada. No hay en este momento ninguna propuesta para modificar los Estatutos de manera que se permita actuar contra este tipo personas, y dirigentes de distinto rango, que se enquistan en el partido y sus estructuras internas, como públicas en las que participan, municipales, diputadiles o partidarias. Si eso no lo corrigen están manteniendo al paraguas que les filtra agua por todo lado.

Liberación Nacional dejó de ser un Partido pensante, ideológico, teórico doctrinario, visionario del país. En cierta forma dejó de ser un Partido político, como existían los partidos socialdemócratas. Carece de una perspectiva política, ideológica o teórica, y social para trazar el camino de la Costa Rica de los próximos años, carece de banderas sociales y políticas. Carece de identidad con sectores sociales.

Las renuncias de Laura Chinchilla, de Fernando Zamora y de Claudio Alpízar, parecieran ser las más importantes de los últimos meses en ese Partido. Por ahora son solo dirigentes y destacadas figuras del Partido.

Vienen las elecciones municipales dentro de un año. Este será el reto de Liberación Nacional, mantener las casi 50 alcaldías que tienen en su poder hoy.

El alcance de la última Asamblea Nacional solo ha trascendido en el nombramiento de dos de sus principales dirigentes del Directorio del Partido, apoyados por José María Figueres y Oscar Arias. Pareciera que esa Asamblea no dio para más.

Si es así, no ha habido más que un cambio cosmético, y en esa foto siguen siendo los más importantes dentro de ese Partido, guste o no, José María Figueres y Oscar Arias.

Está pendiente el Funeral de Estado para el presidente Juan Rafael Mora Porras

Vladimir de la Cruz

Esta Semana la Academia Morista Costarricense está realizando la Semana Morista, como todos los años, coincidiendo con el 30 de setiembre, que nos recuerda el asesinato de Estado perpetrado contra el Benemérito de la Patria, Juan Rafael Mora Porras, Presidente de la República, Gran Conductor Político y Estratega de la Guerra Nacional contra los filibusteros norteamericanos, que querían hacer de las Repúblicas centroamericanas Estados anexos y sometidos a los Estados sureños de los Estados Unidos, y convertir a nuestros pueblos en mano de obra esclava de los estados sureños esclavistas.

Esta Semana, las conferencias programadas, se realizan con colaboración de la Biblioteca Nacional, a las 4 p.m., actividades que se pueden seguir en el Facebook de la Biblioteca. El lunes pasado Susana Trejos Marín disertó sobre las “Ideas y valores del Padre de la Patria”, y ayer martes lo hizo Ana María Botey Sobrado sobre “La salud pública en la década de Mora. Desafíos y avances”. Hoy miércoles lo hará Álvaro Ramírez Bogantes sobre “La política fiscal del presidente Mora”, mañana jueves disertará Manuel Araya Incera sobre “La política exterior de Costa Rica en tiempos de Mora”. El día viernes 30, en Puntarenas, por la mañana se realizará una actividad oficial especial.

El 30 de setiembre, el día del asesinato del presidente Mora, nos llama a recordar que tenemos una deuda pendiente con él, con su Memoria, la realización oficial de un Funeral de Estado.

La sociedad costarricense, el mundo político nacional, tiene esa gran deuda histórica con el Benemérito de la Patria, con el Héroe y Libertador Nacional, con el gran conductor, gran estratega y táctico, de la Guerra Nacional contra los filibusteros norteamericanos, en 1856 -1857, el tres veces presidente de la República, el Capitán General Juan Rafael Mora Porras. Es hora de saldar esa deuda.

Su tercer período fue interrumpido por un Golpe de Estado, el 14 de agosto de 1859, en un acto traicionero que realizaron los militares, que también se habían distinguido en los combates de la Guerra Nacional, el coronel Lorenzo Salazar y el Mayor Máximo Blanco, que tenían a la sombra a José María Montealegre Fernández, conspirador e instigador del Golpe de Estado, quien había estado casado con una hermana de Juan Rafael Mora, a esa fecha ya fallecida.

Como premio del Golpe de Estado el presidente José María Montealegre Fernández, que sucedió a Juan Rafael Mora, ascendió al grado de Generales a los militares traidores, Máximo Blanco y Lorenzo Salazar.

El Golpe de Estado obligó a que Juan Rafael Mora, su hermano José Joaquín, y su cuñado, José María Cañas, ambos Generales, y su sobrino Manuel Argüello Mora, tuvieran que marchar forzadamente, por extrañamiento, hacia El Salvador, la Patria del General José María Cañas Escamilla.

En las nuevas elecciones, en 1860 quedó electo José María Montealegre Fernández. El presidente Mora se aprestó y preparó para regresar a recuperar el Mandato Presidencial que le había sido arrebatado. Buscó el apoyo correspondiente.

El 17 de setiembre de 1860, de regreso en Puntarenas, quienes le apoyaban tomaron el Puerto de Puntarenas hasta el Río Barranca. Traicionado, nuevamente, por falsa información que había recibido, fue derrotado en la llamada Batalla de la Angostura, por fuerzas leales al gobierno de José María Montealegre Fernández. Terminó siendo capturado y sometido a un juicio militar sumario, condenándosele a la muerte. En la negociación de su fusilamiento se había eximido de igual desenlace al General José María Cañas.

Junto al presidente Mora fue fusilado el General Ignacio Arancibia, de origen chileno, distinguido militar que también había participado en la Guerra Nacional contra los filibusteros y acompañaba al presidente Mora.

El acto traidor e infame del fusilamiento se llevó a cabo el 30 de setiembre de 1860, a las 3 de la tarde, en el sitio conocido como Los Jobos, en Puntarenas. Quienes ordenaron su fusilamiento, su asesinato, lo hicieron a conciencia, sabiendo el crimen que realizaban, como un crimen de Estado, por ello es más importante rectificar su muerte con un Funeral de Estado.

Allí fueron asesinados Juan Rafael Mora Porras e Ignacio Arancibia, después de que se entregó bajo el compromiso, del ministro de Relaciones Exteriores, Francisco María Iglesias Llorente, de respetarle la vida a quienes lo acompañaban. Su muerte, informó el ministro al presidente José María Montealegre, “fue con dignidad y valor”.

El Consejo Militar, que actuó como Consejo de Guerra, y Consejo de Asesinos uniformados, que lo fusilaron tres horas después de su entrega, estuvo integrado por el General Máximo Blanco, el General Florentino Alfaro, el coronel Pedro García, Francisco Montealegre Fernández, que era el Primer Designado a la Presidencia de la República y el ministro de Relaciones Exteriores, Francisco María Iglesias.

La tradición cuenta que los soldados que participaron en el acto del fusilamiento lloraban con dolor al momento de recibir la orden de disparar.

Violando lo pactado, al General José María Cañas lo fusilaron dos días después, el 2 de octubre, en el mismo lugar, a las 9 de la mañana. La orden de fusilamiento del General José María Cañas había sido por el Consejo de Gobierno. La comunicación de este acuerdo la llevaron a Puntarenas los Capitanes Ramón Castro Araya y Pablo Quirós.

El trato que le dieron a los cuerpos fusilados del presidente y del General Arancibia fue de desprecio total. Los dejaron expuestos, a la intemperie, con el ánimo de que las aguas del estero se los llevaran, y los animales hicieran de las suyas.

Gracias a un grupo de entrañables amigos, y parientes, del presidente, entre ellos los Cónsules de Gran Bretaña y de Francia, los señores Richard Farrer y Jean Jacques Bonnefil, junto con los yernos de Bonnefil, Santiago Constantine y Julio Rosat, y el Capitán Francisco Roger, se impidió que los cuerpos acabaran en el estero.

Una vez que recuperaron los cuerpos procedieron a enterrarlos en el cementerio del estero, en una fosa cavada por ellos mismos, donde depositaron también el cuerpo de General José María Cañas, y resguardada por los siguientes seis años.

El 20 de mayo de 1866 el Cónsul francés Jean Jacques Bonnefil, con cuatro personas, marineros, Carlos Leonara, Enrique Ligoneff, Francisco Hervé y Guillermo Noubée, exhumaron los cadáveres, los recogieron y mantuvieron durante un breve período de tiempo en la residencia del Cónsul, en Puntarenas, de donde los trasladaron después a San José, a la residencia del Cónsul, que estaba frente al Hospital San Juan de Dios.

En su casa se guardaron los restos de los Héroes hasta que el 13 de mayo de 1885 fueron depositados en el Cementerio General de la ciudad de San José, sin que se hubiera hecho nunca, a partir de esta fecha, ningún ceremonial oficial de Entierro de Estado, de Funeral de Estado, al presidente de la República, Benemérito y Héroe de la Campaña Nacional de 1856 y 1857 contra la presencia filibustera en Costa Rica y en Centroamérica.

Sobran los méritos de sus administraciones de Gobierno, que dejaré para comentar en otro artículo.

Lo que está pendiente desde aquel Asesinato de Estado es un gran acto nacional, que debe realizarse con un Gran Funeral de Estado, donde se cumpla, con el reconocimiento oficial, a la figura del Presidente Juan Rafael Mora Porras, y que se realice con toda la pompa, ceremonia y desfile que merezca, y donde resultado de este Funeral de Estado, se celebren las Honras Fúnebres Oficiales, y se reivindique, de esa manera, su memoria depositándolo oficialmente en su sepultura, en el Cementerio General, o en el Mausoleo, que con ese motivo se podría erigir de manera distinguida en el mismo Cementerio.

En su memoria, en el Gobierno de Federico Tinoco Granados, el 8 de diciembre de 1918, en el período de la Dictadura, se erigió un Monumento, en el sitio del magnicidio, en la esquina sur oeste de la actual Plaza llamada Mora y Cañas, ubicada en el Barrio El Carmen, entre avenida 1 y calle 9 de la ciudad de Puntarenas. Allí están los bustos, desde 1960, de los Héroes Juan Rafael Mora Porras y el General José María Cañas Escamilla, esculpidos por Juan Rafael Chacón.

El Funeral de Estado comprende un acto, en este caso, el acto de exhumación, de exequias o del cortejo fúnebre que debe realizarse acompañando los restos, los actos oficiales que se realicen en su Memoria en la Asamblea Legislativa, bajo capilla ardiente, u otros sitios que se dispongan a este efecto, incluyendo un acto ceremonial religioso, católico, que también se le podría tributar, por razones de su credo y de la tradición de mediados del siglo XIX, y el de nuevo depósito de sus restos en el Cementerio General.

La exhumación de los restos del presidente Juan Rafael Mora, a los efectos del Funeral de Estado, deben sacarse del Cementerio General en un acto absolutamente privado, y llevado al sitio donde se le rendirá el Funeral de Estado.

El Funeral de Estado es la ceremonia pública que en Honor de la figura política del presidente Juan Rafael Mora Porras debe realizarse.

Un Funeral de Estado no es un funeral religioso. Con el Funeral de Estado se decretan por lo menos tres días de Duelo Nacional, con el Pabellón Nacional y la Bandera Nacional a media asta, en todos los edificios e instituciones de la administración pública, de las Escuelas y Colegios, en que se exhiban banderas en el exterior. A esas banderas no se les deben poner crespones o lazos negros.

Cuando las banderas están en el interior lo que procede es enrollarlas en el mástil de manera que se evite cualquier ondeo, y en la base de estas banderas, se debe poner una corbata negra, un lazo negro con cabos largos.

Las fuerzas de escolta que acompañen el féretro deben ir a pie, no a caballo, de manera que nadie esté por encima del féretro.

En el Funeral de Estado que se organizare para el presidente Juan Rafael Mora Porras se puede contemplar la realización de una Vela Pública, de uno a tres días, con Guardia de Honor, de la Fuerza Pública y de civiles que quieran participar de ella, donde los costarricenses, escolares, estudiantes, ciudadanos, sean invitados, a acompañar los restos del Héroe, antes del ceremonial oficial y de su entierro definitivo, resultado de este Funeral de Estado.

La Guardia de Honor, debe estar en absoluto silencio, durante unos minutos alrededor del féretro. Su silencio es para manifestar el respeto y el afecto hacia la persona a la que se le está rindiendo el Homenaje. La Guardia de Honor se hace por turnos de varias personas, dos, cuatro o seis.

La Vela Pública es para que el Pueblo de manera directa pueda despedirse del presidente Juan Rafael Mora Porras, el presidente más amado, más querido, más admirado de la Historia Patria.

El Funeral de Estado, en todos los países, corresponde a un jefe de Estado, a un presidente, o a una figura de alta relevancia para el país, como último homenaje que se le tributa.

Un Funeral de Estado, para el Presidente Juan Rafael Mora Porras, servirá no solo para reivindicar el acto de su muerte, sino para fortalecer su Memoria, el culto y el respeto al Héroe, para fortalecer la identidad nacional en lo que el Presidente Mora evoca y significa, para enriquecer la conciencia histórica, pero sobre todo para hacer Justicia Histórica con el Héroe Nacional, que no tuvo su Funeral de Estado, su Funeral Oficial, con el que estamos en deuda nacional, quien le aseguró la Soberanía y la Independencia nacional al País, a la Patria, al Pueblo costarricense y centroamericano.

Este Funeral de Estado no será de despedida, es de bienvenida y de inserción oficial a la Memoria Histórica nacional.

Respecto al presidente Juan Rafael Mora no son suficientes los actos que se han hecho recordatorios de su insigne figura. Falta este acto, el del Funeral de Estado.

De no hacerse este Funeral de Estado pesará todavía en la Historia Nacional, y en la conciencia de los Gobernantes actuales, y de la clase política vigente, el bochorno, la mala conciencia o la conciencia cómplice con el asesinato y magnicidio, de no haber hecho este reconocimiento y homenaje, como ya se debió haber hecho.

En el Protocolo del acto funeral, y el desfile que se organizará para llevar sus restos de nuevo al Cementerio General, se tomarán en cuenta, para participar, a las Autoridades de Gobierno, en el cual el Presidente de la República encabeza la actividad, las autoridades de los Poderes Públicos, a los Representantes del Cuerpo Diplomático acreditado en Costa Rica, a los descendientes del Presidente Juan Rafael Mora Porras, y a sus familias, a los miembros de las Juntas Directivas de las instituciones estatales, a representantes de los Gobiernos locales, a los miembros de las Academias de Historia y Geografía, de la Academia Morista Costarricense, de la Tertulia del 56, a los Consejos Universitarios de las Universidades públicas, representantes de los Partidos Políticos, a Representantes de las Iglesias oficiales reconocidas en Costa Rica, y de los movimientos sociales que deseen participar desfilando. El Funeral de Estado puede acompañarse, además, con desfile de escolares, estudiantes y representantes de la Fuerza Pública, simbolizando el Ejército Nacional que el presidente Mora dirigió.

El Protocolo de un Funeral de Estado es complejo por la organización que debe desarrollarse a su alrededor. El Funeral de Estado puede realizarse en día laborable o no laborable.

El féretro del presidente debe cubrirse con el Pabellón Nacional, para indicar en este caso, además, que el Estado se hace responsable de lo que ocasionó su muerte.

Flores, ramos y coronas se entienden como un símbolo de amor, de sensación de la vida, hacia el difunto, y de expresar dolor y condolencia.

El Funeral de Estado es el máximo respeto a su memoria, el que no se le tuvo en el acto vil de su fusilamiento.

El desfile del Funeral de Estado debe hacerse con el simbolismo de protegerlo, en su morada final, de cualquier agresión externa.

Si hoy no es una cuestión de Estado saber dónde estuvo enterrado y dónde está enterrado el presidente Juan Rafael Mora Porras, sí es una cuestión de realizar el Funeral de Estado que el Benemérito presidente se merece para la posteridad.

La deuda nacional es también con el hermano del presidente Juan Rafael Mora, con el General José Joaquín Mora Porras y también se tiene con el General José María Cañas Escamilla.

Que el acto que pueda organizarse de Funeral de Estado para el presidente Juan Rafael Mora Porras, sirva también para exaltar las figuras de los Generales José Joaquín Mora Porras y José María Cañas Escamilla, ambos Héroes de la Guerra de 1856, ambos también víctimas de ese Tribunal Asesino.

El Funeral de Estado como expresión, también, de tristeza ante la muerte del presidente Juan Rafael Mora Porras, es a la vez la oportunidad de brindar el respeto y cariño, en la magnitud de la ceremonia que pueda organizarse, y de agradecimiento a quienes defendieron leal y dignamente al país y a Centroamérica de la amenaza filibustera.

Qué mejor momento el Funeral de Estado para que de fondo estén los Himnos, compuestos por Manuel María Gutiérrez Flores, jefe de Bandas militares y combatiente de la Campaña Nacional, el Himno Nacional y la Marcha patriótica alusiva a la Batalla de Santa Rosa, del 20 de marzo de 1856, surgida y escrita al calor de la Batalla, himnos con los que regresaron triunfantes las tropas.

De igual modo, para esta ocasión del Funeral de Estado, debe tenerse presente la obra musical el “Duelo de la Patria”, un Himno que evoca la tristeza, la pena y el dolor nacional, de todo el pueblo, del Maestro Rafael Chávez Torres, discípulo de Manuel María Gutiérrez, y sucesor de él en la Dirección de Bandas Militares, Himno que por primera vez se entonó en el Funeral del Presidente Tomás Guardia Gutiérrez, quien también se había distinguido en la Campaña Nacional, bajo las órdenes del General José María Cañas Escamilla.

 

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