SURCOS recibió un comunicado en el cual se señala que “el sábado 5 de enero del 2019 mientras había una manifestación a las afueras del redondel de Zapote, diez activistas por la liberación animal realizaron una acción directa pacífica en el interior del redondel para denunciar la explotación animal y en este caso las corridas de toros como una actividad que gira en torno a la violencia, ya sea hacia otros animales, toreros improvisados, y como podemos ver, también a quienes nos oponemos a la explotación animal”.
Las personas activistas entraron al redondel y una vez adentro un compañero sacó una manta durante las corridas de las 3:00 p.m. En ese momento la seguridad privada del redondel golpeó violentamente a las personas que ejercían su derecho a la protesta social. Producto de esto un compañero se encuentra internado en el hospital; debido a los golpes el sábado por la noche lo tuvieron que operar.
Además, otras personas fueron golpeadas, agarradas a patadas, macanazos y también quedaron lesionadas producto de las golpizas. Mientras que robaron el celular de una las activistas. En las afueras del redondel la represión continuó y se unió la fuerza pública que legitimó las agresiones sufridas en el interior del redondel.
Hubo una compañera que se encontraba acompañando al compañero agredido dentro de la Cruz Roja del redondel de Zapote, dos policías ingresaron exigiendo sus cédulas de identidad y al mismo tiempo agrediéndola, tomándola por los brazos mientras le gritaban “Aquí no hay cámaras, esto no es la UCR hijueputa”.
El comunicado agrega: “Denunciamos la violenta represión hacia activistas antiespecistas por parte de la seguridad privada, fuerza pública, la policía municipal de San José, y la invisibilización por parte del medio que transmitió la actividad. Denunciamos la violencia especista ejercida hacia los demás animales”.
“Luego de una vida en esclavitud se les obliga a participar de un espectáculo en el que las dinámicas son asustar y estresar tanto al toro hasta que este intente huir de su tortura, donde el miedo se camufla de bravura. Estos animales viven largos viajes hacinados sin alimento y sin agua, electrocutados y golpeados para que bajen de los camiones y en ambientes hostiles y desconocidos donde se les impone participar de las corridas. Recalcamos que la esclavitud y explotación animal están éticamente mal, aunque sea normada y legitimada por leyes y tradiciones, pues sin importar la especie animal tenemos en común nuestro deseo de vivir en autonomía y libertad, con nuestra capacidad de sentir y entonces evitar el dolor y sufrimiento”, agrega la denuncia.
“La explotación animal y corridas de toros tienen que llegar a su fin, es entretenimiento basado en la violencia animal y humana. No vamos a parar de luchar hasta que esto pase, hasta que la libertad sea la norma y no la represión hacia quienes luchan, tampoco la esclavitud animal”.
Enviado por Frente de Resistencia Animal y de la Tierra.
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