La promoción del uso de herramientas tecnológicas en colegios de zonas vulnerables es una de las características de este programa. Simrit Montano Rojas, quien asiste al Liceo de San Miguel y cursa el quinto año de colegio, forma parte del taller de robótica (proyecto UCR). Este proyecto le ha ayudado a asesorarse mejor con temas tecnológicos como la robótica mediante distintas herramientas como los legos; esto incentiva a que la población de colegios del país, y sobre todo de zonas vulnerables, quieran estudiar esta carrera. Gracias a esto durante estos años la joven ha adquirido mayor conocimiento del tema y ha aprendido distintas técnicas.
Por otro lado, Luis Enrique Sánchez es productor de papa, cebolla y zanahoria de la zona norte de Cartago, quien mantiene un proyecto con la UCR: “Fortalecimiento de la Calidad de Vida de la Sociedad Productiva Agrícola”. Este esfuerzo ha ayudado a mejorar los métodos productivos con el uso de energía específicamente de sensores de humedad y de temperatura. Gracias a este avance Luis Enrique garantiza un mejor producto.
Le invitamos a ver el video de Simrit Montano Rojas y Luis Enrique Sánchez quienes nos cuentan cómo su relación con la UCR ha cambiado sus vidas y la de sus comunidades.
Los hallazgos de esta investigación resaltan la importancia del recreo escolar para la promoción de estilos de vida saludable.
Por: Johnny Núñez Z. O.C-UNA
Un estudio elaborado por la Escuela de Ciencias del Movimiento Humano y Calidad de Vida (Ciemhcavi) de la Universidad Nacional (UNA) determinó que, durante los recreos, los escolares de zonas rurales son más activos y menos sedentarios en comparación con estudiantes de centros educativos de regiones urbanas. Las escuelas rurales presentaron un porcentaje promedio de sedentarismo de 21,6%, mientras en las escuelas urbanas fue 28,19%. Asimismo, en los niños de escuelas rurales se evidenció un 36% de Actividad Física Vigorosa (AFV) en los recesos vs. 27% en los estudiantes de escuelas urbanas; mientras que en las niñas fue de 19% en escuelas rurales y 18% en escuelas urbanas.
El estudio “Actividad física en el recreo escolar: mediciones de actividad física y la perspectiva de personas menores de edad pertenecientes a centros educativos de zona urbana y rural”, fue producto de una tesis de maestría desarrollada por la estudiante Jennifer Vargas, como componente del programa académico Psicomotricidad Infantil (Psicomi) de Ciemhcavi-UNA, en colaboración con los académicos de Ciemhcavi-UNA, Grettel Villalobos, Gerardo Araya, Emmanuel Herrera y Carlos Álvarez y publicada en 2023 en la revista científica MHSalud, volumen 20, número 2.
El objetivo de la investigación, realizada en 2019, consistió en examinar la cantidad de estudiantes que realizan actividad física durante el recreo escolar y los que mantienen una actitud sedentaria durante periodo de recreación, así como sus percepciones de motivación y barreras que impiden la práctica de la actividad física, tanto en escuelas rurales como urbanas de la provincia de Heredia.
La investigación contó con una muestra de 1462 escolares (385 escolares en escuelas rurales y 1077 en escuelas urbanas), con edades comprendidas entre 7 a 12 años, los cuales fueron observados en las visitas a los 6 centros educativos participantes: 3 rurales y 3 urbanos; catalogados de esta manera por el Ministerio de Educación Pública (MEP), cuyos directores avalaron para ejecutar el estudio.
Descansar y liberar estrés
Vargas explicó que el recreo se puede concebir como un espacio que permite el desarrollo integral de las personas menores de edad, para socializar y aprender a convivir con pares; pero, también resulta fundamental en el proceso educativo, pues según lo manifestados por algunos escolares, este espacio les permite salir de la seriedad requerida durante las clases y liberar estrés de estas e incluso descansar.
Agregó que resulta esencial cambiar la percepción que se tiene del receso y no verlo únicamente como tiempo de ocio, sino como una oportunidad de promover estilos de vida activos. “Es de suma importancia contar con el apoyo del cuerpo docente y demás personal de la institución para organizar actividades que se adapten tanto a los gustos como a las preferencias de los diversos grupos de edad y sexo de los escolares”, precisó la investigadora.
Niñas más sedentarias
Los resultados señalan que en las escuelas rurales se registró un porcentaje promedio de sedentarismo de 21,6%, mientras en las escuelas urbanas fue 28,19%, en donde las niñas tuvieron 31,80% de casos sedentarios en el recreo y los niños 21,05%.
Por otro lado, en los escolares de zonas urbanas se observó más Actividad Física Moderada (AFM), en comparación con los de escuelas rurales. En cuanto a la Actividad Física Vigorosa (AFV), las diferencias estadísticamente significativas fueron únicamente entre sexo (mayor en los niños que en las niñas).
En relación con la motivación para hacer actividad física, lo más mencionado por los estudiantes fue aprender, jugar y socializar; mientras que las principales barreras mencionadas fueron los espacios, la infraestructura peligrosa y la violencia o matonismo.
También, se hallaron diferencias estadísticamente significativas en los porcentajes de estudiantes que practicaban AFM en los recreos, según la zona de la escuela y el ciclo; dicha cifra fue mayor en las escuelas urbanas (62,39% realizaban AFM en los recesos vs. 55,83% en las rurales). Además, independientemente de la ubicación de la escuela, más estudiantes de primer ciclo realizaron AFM en el recreo.
En cuanto a la AFV, indistintamente de la zona de su escuela, los niños tuvieron un porcentaje mayor de casos de AFV en los recreos, en comparación con las niñas (56,25% vs. 32,86%).
Vargas agregó que en los estudiantes de escuelas rurales se evidenció un 36% de AFV en los recesos vs. 27% en los estudiantes de escuelas urbanas; mientras que en las niñas sus porcentajes de AFV fueron 19% en escuelas rurales y 18% en escuelas urbanas.
A la vez, el porcentaje total de actividad física de moderada a vigorosa fue de 69%, mientras un 26%, se mantiene sedentario.
Oficina de Comunicación Universidad Nacional, Costa Rica
Una de las características que más resaltan los estudiantes de esta iniciativa para su aprendizaje es la combinación de las tecnologías con la docencia. Foto Karol Cubero.
Cristian Chaves Jaén para UNA COMUNICA
Habitantes de las playas del Coco, Hermosa, Panamá, Sardinal y alrededores, interesadas en la atención al cliente utilizando el idioma inglés para comunicarse, reciben esta herramienta gracias a la actividad académica UNA English Training del Campus Liberia de la Universidad Nacional (UNA).
Desde mayo y hasta diciembre de este año se brinda la capacitación a personas de las zonas rurales y costeras de los cantones de Liberia y Carrillo que trabajan en el sector hotelero, restaurantes y emprendimientos locales o se encuentran desempleados y buscan cómo capacitarse.
“Esta actividad académica fomenta y desarrolla habilidades lingüísticas en inglés al fortalecer la competencia comunicativa de los trabajadores en un idioma extranjero. También involucra a estudiantes en la realidad y contexto empresarial del turismo, reconociendo la importancia de la comunicación en inglés como herramienta para el éxito comercial y el servicio de la calidad”, indicó Karol Cubero, académica del Campus Liberia de la Sede Regional Chorotega, responsable de esta actividad.
Las capacitaciones, que tienen la intención de impulsar la economía local mediante estas oportunidades de formación, se imparten en forma de talleres. A la fecha se ha capacitado a 95 trabajadores del sector en el primer módulo, y actualmente se imparte el segundo módulo a más de 40 personas, puntualizó Cubero.
El proyecto también cuenta con el apoyo de la Fundación Mission en Acción, ubicada en Sardinal, que facilita sus instalaciones, para que las profesoras Lucía Villanueva, Gabriela Ortiz, Jenny Rodríguez y Karol Cubero impartan los módulos de instrucción a tres grupos de personas, una vez por semana.
Gaby Preston, coordinadora de la Fundación Mission en Acción, puntualizó que dicha organización apoya con aulas modernas acondicionadas con aire acondicionado e internet, proyector o pantalla electrónica para impartir los cursos. “La carencia de oportunidades académicas de alto nivel en la zona es una realidad, y ha sido la causante de “cortar las alas” de muchas personas que sueñan con salir de la pobreza extrema y tener un trabajo decente cerca de sus hogares”, indicó.
Proceso innovador
El objetivo de que los estudiantes desarrollen y fortalezcan sus habilidades lingüísticas con mayor confianza, seguridad y eficacia comunicativa en diversas situaciones se cumple a cabalidad, según expresan algunos de ellos.
“Con los conocimientos adquiridos he aprendido a comunicarme fluidamente, también a diferenciar muchos conceptos de otros, y puedo redactar textos en inglés fluidamente, gracias a que aprendí a cómo usar la estructura gramátical”, comentó Fiorela Lara, una de las participantes del curso.
En el mismo sentido, Álvaro Brenes, destacó los beneficios de este método de enseñanza innovador. “He estado en academias comerciales de inglés y no me ha funcionado, quizás por la metodología que tenían. Sin embargo, ahora mi avance ha sido muy significativo, pues lo aprendido lo pongo en práctica en el trabajo”. Brenes es un trabajador independiente y se dedica al transporte de turista estadounidenses, para lo cual requiere comunicarse con fluidez.
Wendy Navarro Abarca, Hellen Bonilla Rivera, Carlos Zúñiga Álvarez
El Estado costarricense, cómo organización política, fuera de desempeñar un papel protector a lo largo y ancho del territorio nacional, desvirtúa su función cara a las periferias, mismas que a través del recuento histórico han permanecido invisibilizadas; ya que las diferentes manifestaciones de gobierno reflejan el enfoque hacia el centro del país.
Es así, como ciertas transnacionales han entrado al país aprovechando los vacíos de poder estatal, con el objetivo de malversar recursos naturales, aprovechando estos para la producción piñera, misma que genera deterioro ambiental. También, da a cambio a las personas menos de lo que les corresponde. Con ello han logrado implantarse dentro del territorio nacional para fines capitalizados de agricultura extensiva, al mismo tiempo que sacan beneficios de la mano de obra barata (explotación) en las periferias. De manera que, el abandono del Estado ha minimizado la protección de los ciudadanos y sus necesidades, representando así una región que se adhiere a los precarios beneficios de la hegemonía piñera.
Este último ente, que se adjudica con una vehemente participación en el desarrollo socio-económico, para la estructura de carácter relacional llamado territorio nacional. Ha desamparado principalmente a sectores encarecidos atinentes a zonas rurales, donde la industria piñera se posiciona como “benefactora” de la población rural, debido a la contribución que realiza como parte de la “Responsabilidad Social Corporativa”. El abandono ha desencadenado un proceso donde los actores locales están siendo desplazados y poseen poca capacidad de ejercer en su territorio, debido a procesos de dominación de empresas capitalistas “desterritorialización”.
Ejemplificando cómo esta desterritorialización inherente a la práctica capitalista, es parte del debilitamiento del Estado y la ausencia de fuerza dentro de las fronteras. Se refleja la inoperancia estatal, como pacto de intransigencia Estado- multinacional, que fundamenta el daño colateral del impacto socioambiental de la actividad piñera, cediendo a la entidad multinacional el rol que por deber le corresponde al gobierno.
Claramente, el Estado como organización protectora/paternal será el principal señalado por invisibilizar estas regiones periféricas (rurales en su mayoría). Pero ¿realmente se puede adjudicar al Estado la responsabilidad completa de este “abandono”? o ¿la población -generalizando- de estas regiones también deciden, de cierto modo, darle la espalda al Estado en presencia de estas industrias extranjeras? En este caso, en la actualidad muchas de estas zonas le dan la espalda al Estado debido a que están cansados de buscar ayuda, buscar oportunidades donde no se las han dado.
Por ello, se han presentado casos en comunidades piñeras y de palma, donde la población reafirma su apoyo a las industrias transnacionales, pues ven en ella una fuente de ingreso segura, una contribución al desarrollo como comunidad. El Estado se había mantenido completamente ausente de brindarles una oportunidad. Se resalta que, estas ayudas representan migajas para la totalidad de ganancias que estas trasnacionales perciben.
Por un lado, tenemos la inacción del Estado en términos de la libertad que brinda a estas compañías, por otra parte, el apoyo/respaldo que estas compañías encuentran en las comunidades abandonadas. Se da lugar a un proceso de reterritorialización, por medio de procesos de reconfiguración socio-económica, político-cultural y simbólico-cultural.
Ahora bien, conociendo los factores económicos como el motor de casi todos los sistemas y organismos presentes, podemos ver la relación Estado-transnacional como un mutualismo entre ambas organizaciones; es decir, hay un beneficio para las diferentes partes en cuestión. Esto no implica que la relación sea la correcta o adecuada, pero es una que ha funcionado tanto al Estado como a muchas comunidades que se sostienen con la presencia de estas compañías de gran envergadura e importancia.
Siendo así cómo este fenómeno social destituyó al Estado de su función, para poder conciliar los derechos naturales de todo ser, implicando una crisis ambiental, como daño colateral. Donde el ente protector además de abandonar su ejercicio en zonas altamente susceptibles, redirige las funciones a trasnacionales. Los cuales no tienen responsabilidad social propia con el país, pero terminan siendo apoyadas por las masas periféricas y el Estado, descuidando la política verde y la marca país bajo una repercusión de peligro ambiental.
Generando una frontera socio-política de la industria piñera vs el Estado, para las poblaciones periféricas excluidas del ojo estatal que se resguardan en una trasnacional que les ofrece más garantías y mayor compromiso comunal. Estos procesos están repercutiendo en la desterritorialización capitalista del Estado al ceder poder y responsabilidad, abriendo las puertas a la reterritorialización multinacional como método de escape a problemáticas socio-económicas y ambientales.
De esta manera, este ente por descuido provoca más problemas de los que está resolviendo. Y aunque quisiera arreglar la situación, en cierta forma no puede, en este punto hacer algo con conciencia social, que mejore las condiciones, es poco creíble y probable. Estas poblaciones seguirán venerando a aquellos que sí les brindan “apoyo”, esto sin importar que sean migajas y tenga como consecuencia una crisis ecológica inminente. Al final el principal culpable es el gobierno por desasistir a su población.
La socióloga feminista Chiala Zamora, presenta los resultados de su investigación sobre género, poder y liderazgo, del programa “Mujer Semilla” del Centro de Agricultura de Cartago.
Esta investigación presenta una perspectiva de la participación de las mujeres campesinas e indígenas que son parte de este proyecto y que, además, vienen de varias regiones del país.
La idea central de la investigación recae en la situación de las mujeres en las dinámicas comunitarias, conjuntamente, de poder observar qué está ocurriendo con las mujeres en las zonas rurales y los pueblos indígenas.
El programa de agricultura orgánica surge del acoplamiento interinstitucional entre el IMAS, INA e INAMU, es intensivo y consta de 3 meses de duración y en el cual se han graduado más de 100 mujeres.
En UPANACIONAL, vemos con preocupación las decisiones anunciadas que podría tomar el Gobierno de la República respecto a la reducción del arancel en el arroz, dicho ejercicio debe ejecutarse tomando en cuenta los argumentos técnicos del sector arrocero nacional y las repercusiones que ello generaría sobre toda la cadena directa e indirecta, desde que se baja el arado de ésta importante actividad productiva desarrollada principalmente en las zonas rurales de mayor desempleo y pobreza.
Es por tanto que en apoyo y solidaridad, con los productores de arroz de nuestro país, laUnión de Pequeños Productores Agropecuarios Costarricenses (UPANACIONAL), semanifiesta, solicitándole al señor presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles, undebido y concienzudo análisis sobre las implicaciones socioeconómicas, en zonas rurales,que tendrá la variación abrupta de las condiciones y características que han imperado en laactividad arrocera costarricense desde hace más de 20 años y que hoy en día, fomentan lasiembra de más de 33,000 hectáreas de este cultivo así como un claro beneficio, con precios justos, para el consumidor nacional.
La actividad arrocera costarricense se desarrolla en 27 cantones rurales del país, en loscuales se genera una cosecha anual que supera los 150 millones de kilogramos, a partir delesfuerzo que realizan 518 productores nacionales. El recibo del grano verde lo realizan 10agroindustrias nacionales que por muchos años han apoyado al productor con el recibo delcereal.
Un sector que fomenta más de 33,000 empleos directos e indirectos en todo el país, debido a su gran potencial para la generación de encadenamientos productivos, es un sectorimportante a los intereses de la patria.
Señor presidente, lo que conviene a los intereses de Costa Rica es el fomento de lasactividades agrícolas en zonas rurales marginadas que fortalezcan nuestra seguridadalimentaria en momentos de incertidumbre global en que el país requiere del agricultornacional.
Somos del criterio que no hay nada más importante que la comida y el abrigo y la mejorforma de defenderla es con producción local y no tener tanta dependencia de la producciónajena en medio de los vaivenes de una crisis mundial.
UPANACIONAL solicita que, para cualquier decisión de política pública en torno al cultivo eindustrialización del arroz en granza, sea considerada la opinión del ente rector de laactividad arrocera, según ley 8285, y que las importaciones de grano sean efectuadas enconcordancia con la producción nacional, según requisito de desempeño y según los criterios técnicos vinculantes.
Las poblaciones costeras subsisten con actividades como la recolecta de
pianguas.
German Masís
La semana anterior el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (EEs-UCR) presentaron los resultados del Atlas de Desarrollo Humano Cantonal de Costa Rica, 2021 (Atlas 2021), instrumento que incluye datos de indicadores de desarrollo humano en los 82 cantones del país y que presenta un mapa desigual e inequitativo en el país.
Es importante mencionar que Costa Rica muestra resultados positivos en la medida en que ninguno de los cantones está ubicado en las franjas baja o muy baja de desarrollo humano.
No obstante, al hacer un ajuste por desigualdad de las personas que residen en los cantones, se encuentran diferencias en los logros alcanzados en materia de salud, educación y bienestar material, tal como lo muestra el Índice de Desarrollo Humano ajustado por Desigualdad.
En cuanto a los índices que consideran el tema de género (IDGc e IDG-Dc), se observa que disminuyó la cantidad de cantones con menor desarrollo de género (pasó de 14 a 9).
Sobre el Índice de Pobreza Multidimensional, para el año 2020 los cantones más rezagados se encontraban en las zonas fronterizas del país. Si este análisis se hace por provincias, se observa que Limón presenta una condición particular al ubicar la mayoría de sus cantones por encima del promedio nacional. (ElPais.cr,16-2-2022).
El Atlas de Desarrollo Humano Cantonal revela como los cantones costeros, fronterizos y rurales que pertenecen principalmente a las provincias de Limón, Puntarenas, Guanacaste y Alajuela son los que muestran los peores indicadores de desarrollo humano. Así en lo que respeta al Índice de Desarrollo Humano por Desigualdad, los 10 cantones con los indicadores más bajos son Matina, Talamanca, Buenos Aires, León Cortés, La Cruz, Los Chiles, Tarrazú, Hojancha y Dota, de los cuales 3 son costeros, 3 son fronterizos y 4 son rurales.
A su vez entre los 25 cantones con los indicadores bajos de IDH-D, a los 10 anteriores se suman Sarapiquí, Turrubares, Osa, Upala, Guácimo, Golfito, Nandayure, Río Cuarto, Turrialba, Corredores, Guatuso, Siquirres, Quepos, Pococí y Acosta, 7 son costeros, 8 son fronterizos y 10 son rurales y de ellos por provincias, 6 son de Puntarenas, 5 de Limón, 5 de San José, 4 de Alajuela, 3 de Guanacaste, 1 de Heredia y 1 de Cartago.
En este panorama del desarrollo humano cantonal, a la tradicional apreciación sobre los cantones costeros y fronterizos como los que ostentan los peores indicadores de DH, se debe agregar la participación de los cantones rurales de León Cortés, Tarrazú y Dota de la provincia de San José entre los 10 de más bajos indicadores, junto a Hojancha de Guanacaste y entre los 25 mencionados en el IDH-D, se suman los cantones rurales de Acosta y Turrubares en San José, Pococí, Guácimo y Siquirres de Limón, Río Cuarto de Alajuela, Sarapiquí de Heredia y Turrialba de Cartago.
La presencia de los cantones costeros, fronterizos y rurales, también se confirma en el Índice de Pobreza Multidimensional, que se incluyó por primera vez en este Atlas, en donde los cantones con el índice más alto de pobreza, son Los Chiles, Talamanca, Upala, La Cruz, Coto Brus, Buenos Aires, Guatuso, Turrialba, Sarapiquí y Osa, de los cuales 5 son fronterizos, 2 costeros y 3 rurales.
Se incluyen entre los 25 con el índice más alto de IPM, Matina, Golfito, Siquirres, Limón, San Carlos, Corredores, Bagaces, León Cortés, Aguirre, Dota, Pococí, Puntarenas, Nicoya, Nandayure y Parrita, de los que 10 son costeros, 7 fronterizos y 8 rurales.
También es oportuno indicar los cantones que aparecen entre los primeros 10 lugares tanto del IDH-D, así como del IPM, que son Talamanca, Los Chiles, La Cruz, Buenos Aires y Coto Brus y entre los 25 de ambos índices, están Matina, Upala, Osa, Guatuso, Corredores, Golfito, Quepos, Sarapiquí, Siquirres, Pococí, León Cortés, Dota y Turrialba, todos ellos costeros, fronterizos o rurales.
En esta clasificación de cantones por IDH-D e IPM, llama la atención la gran riqueza natural y económica que poseen, en sus extensiones y actividades agrícolas, pecuarias, boscosas, hídricas y pesqueras, así como en infraestructura social, productiva y de servicios y sobre todo en su población, comunidades y cultura.
Vale la pena señalar en la coyuntura actual, que estos cantones costeros, fronterizos y rurales, no sólo se encuentran en buena medida excluidos y marginados del desarrollo nacional y de la acción del Estado, sino que también lo están del sistema político.
La información de la participación electoral de la población de estos cantones y los niveles de abstencionismo lo confirman; en estos cantones con el IDH-D más bajo y el IPM alto, la participación política en el 2018 fue muy baja, en donde Talamanca y Golfito apenas tuvo el 50%, Corredores, Osa y La Cruz con el 51%, Buenos Aires y Garabito con el 52%, Los Chiles con un 53%, Matina, Limón y Quepos con 54%, Coto Brus y Upala con el 55%.
La democracia económica y política tiene una deuda con estos cantones de las regiones periféricas. La expresión referida a la existencia de dos Costa Ricas sigue vigente, hay “una especie de geografía del desarrollo que parte el país en dos zonas: el centro con mayor desarrollo productivo y una mayor urbanización, frente a la periferia (ubicada en las costas y las zonas fronterizas) que no logra disponer del dinamismo adecuado para generar el empleo y los ingresos suficientes que permitan eliminar la pobreza. (Esquivel, F.,2021, p.222).
El día jueves 19 de agosto a las 9:00 a.m. se llevará a cabo un conversatorio virtual en el que se expondrán las oportunidades para atender la brecha digital en zonas rurales. Contará con la participación de:
Sr. Patricio Solís, gerente general Coopesantos R.L.
MSc. Isabel Róman, directora del Informe Estado de la Educación, Programa Estado de la Nación (PEN).
Dra. Paula Villalta, Viceministra de Planificación y Coordinación Regional del Ministerio de Educación Pública (MEP).
MSc. Hannia Vega, vicepresidenta del Consejo de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
Ing. Harold Molina, director a.i de la dirección de Desarrollo Región Central, Instituto de Desarrollo Rural (Inder).
Sr. Eduardo Navarro, presidente del Consejo de Administración de Coopesantos y presidente del Consorcio Nacional de Empresas de Electrificación de Costa Rica (Conelectricas).
En la moderación estará:
Sr. Juan Castro, Coopesantos
Este evento se realizará vía zoom al siguiente enlace:
La Escuela de Geografía desarrolló la tercera edición del «Rally» Femenino de Tecnologías Geoespaciales, en una versión adaptada a la virtualidad impuesta por el COVID-19
El espacio de capacitación promueve que las participantes pongan en práctica el conocimiento adquirido mediante el desarrollo de iniciativas que respondan a las diversas problemáticas de sus comunidades en temas como reforestación, gestión del recurso hídrico y cambio climático. La foto corresponde a una edición anterior de la iniciativa. Foto: Anel Kenjekeeva, UCR.
Jóvenes de diversas zonas rurales del país podrán mejorar sus prácticas agrícolas cotidianas y la gestión del agua de sus comunidades, tras aprender junto a geógrafas de la Universidad de Costa Rica (UCR) respecto al uso de tecnologías geoespaciales.
Las tecnologías geoespaciales combinan el uso de componentes electrónicos con el conocimiento geográfico para crear herramientas que mediante la recolección de datos permiten ejercer una mejor toma de decisiones en campos como el ordenamiento territorial.
Las 25 mujeres, oriundas de Guanacaste, Puntarenas, Cartago y la zona norte del país, participaron de la tercera edición del Rally Femenino de Tecnologías Geoespaciales organizado por la Escuela de Geografía, en una versión adaptada a la virtualidad impuesta por el COVID-19.
El espacio se desarrolló durante cuatro semanas a partir de videotutoriales y espacios de capacitación grupales e individuales, durante los cuales, las participantes aprendieron sobre diversas herramientas digitales gratuitas que pueden implementar de manera sencilla.
Según la docente y coordinadora de esta iniciativa, María José Molina, el espacio busca que las jóvenes pongan en práctica el conocimiento adquirido mediante el desarrollo de iniciativas que respondan a las diversas problemáticas que enfrentan cada día al trabajar en el campo.
Las propuestas generadas a partir de este proceso de trabajo aprovechan el uso de la tecnología para impulsar proyectos que promueven la reforestación, mejoran la gestión de las asadas, impulsan la lucha contra el cambio climático y velan por la seguridad alimentaria.
“Cuando hablamos de tecnologías geoespaciales la gente se imagina algo muy complejo, pero son herramientas muy sencillas con un impacto ambiental muy alto. El éxito de esta iniciativa radica en sumar a estas herramientas el conocimiento de ellas sobre sus territorios” enfatizó Molina.
La académica destacó que, más que pensar en intereses particulares, las jóvenes se preocuparon por implementar proyectos que benefician a sus comunidades desde diversas perspectivas relacionadas con temáticas de medio ambiente.
“No hay un pensamiento egoísta, ellas podrían haber pensado en algo que las beneficiara directamente o a sus familias, pero pensaron en beneficiar el ambiente y a sus comunidades” afirmó la docente.
La joven Nancy Casanova Burgos propuso la creación de un mapa virtual que facilite a los fontaneros de la Asada Santa Cecilia la localización de los medidores de agua y con esto, facilite los servicios de mantenimiento y reparación. (Foto. Nancy Casanova Burgos)
Iniciativas responden a necesidades de las comunidades
Nancy Casanova Burgos es vecina de la Cruz en Guanacaste y fue parte del grupo de mujeres que participó de manera virtual de este espacio de capacitación, donde desarrolló la iniciativa denominada “Mi medidor en el mapa”.
El proyecto planteado por la joven de 31 años se vale de tecnologías geoespaciales para mejorar la gestión de la Asada de Santa Cecilia, que en la actualidad cuenta con 1 300 medidores instalados y abastece de servicio hídrico a unas 5 000 personas.
La instalación de los medidores para proveer del servicio se ha ido dando de manera paulatina desde la creación de la Asada en 1982 y en la actualidad, se carece de un registro formal de su ubicación en las propiedades, lo cual, dificulta de manera significativa los servicios de mantenimiento y reparación.
Burgos ideó la creación de un formulario web que permitirá a los vecinos de la comunidad registrar la ubicación exacta del medidor de agua que hay en sus propiedades y de esta forma, crear de manera colectiva un mapa con toda la información que requiere la Asada para continuar brindado el servicio.
“Cuando hay fugas los fontaneros de la Asada pierden mucho tiempo para ubicar los medidores y necesitamos maximizar el tiempo para que la gente no pase sin agua y ayudar a los fontaneros nuevos para que puedan hacer su trabajo de manera más sencilla” enfatizó la vecina de Guanacaste.
La joven Kyara Cascante Suarez también se sumó a este espacio de capacitación virtual sobre el uso de tecnologías geoespaciales desde su casa en Miramar de Puntarenas. El conocimiento adquirió la inspiró a desarrollar el proyecto “Mapeo de productores locales”.
La estudiante de bachillerato internacional reconoció que el contexto de la pandemia redujo los puntos de venta de los agricultores de su comunidad y que, al mismo tiempo, diversas personas tienen limitaciones para salir de su casa para adquirir algunos productos.
Cascante creo un formulario donde los agricultores pueden compartir información sobre los productos que ofrecen, sus puntos de venta y sus rutas de entrega. Estos datos se integran en un mapa que informa a los consumidores sobre la oferta de productos a su alrededor y les pone en contacto con los vendedores.
“Muchos agricultores que no vienen a la feria, pero producen y tienen dificultades para vender sus productos. En este momento debemos aprovechar lo que se produce en nuestras zonas y es importante darles soporte a los productores” concluyó la joven activista ambiental.
La Escuela de Geografía dará seguimiento a los proyectos generados en la tercera edición del Rally Femenino de Tecnologías Geoespaciales, el cual fue desarrollado con apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD).
Andrea Méndez Montero Periodista, Oficina de Divulgación e Información
Las propuestas de los diputados para modificar el presupuesto nacional del 2021, pretende rebajar 6,480.000 de colones destinados al financiamiento de las actividades de investigación y desarrollo agroindustrial que realiza la Universidad de Costa Rica (UCR) en las zonas rurales más golpeadas por la crisis económica.
Con los recursos que podrían ser eliminados del presupuesto del próximo año, el Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CITA), lleva a cabo el financiamiento de procesos de investigación y desarrollo en valor agregado para beneficio de las actividades productivas en la región bananera y otras zonas rurales necesitadas, por medio de su Programa de Desarrollo Agroindustrial Rural (DAIR). (ElPaís.cr,21-10-2020).
Este programa, ha sido la continuidad del programa que este Centro de investigación impulsaba en las décadas de los 80 y 90s denominado Modelos Agroindustriales Rurales, que promovía el establecimiento de pequeñas unidades agroindustriales para enfrentar las pérdidas poscosecha de la producción agrícola, desarrollar alternativas de procesamiento de materias primas y generar ingresos en las comunidades rurales.
Con un total de 33 millones que el DAIR recibe anualmente, se paga gran parte de la operación que beneficia directamente a organizaciones, pequeñas y medianas empresas ubicadas en el Caribe, Región Huetar Norte y Región Chorotega. A través del programa se realiza el desarrollo de nuevos productos, la incorporación de valor agregado a la producción agrícola de estas zonas y la transferencia de tecnología, actividades que son fundamentales para promover y fomentar la reactivación económica de las diferentes regiones.
El año 2019, el CITA efectuó un desarrollo de productos y transferencias exitosas de tecnología a pequeñas empresas rurales, tales como:
– una mezcla de harinas para la producción de pancakes a base de maíz pujagua (maíz morado) para un grupo de productores de maíz en la zona de Nicoya, región Chorotega. – una bebida innovadora tipo jugo o vino aprovechando el musílago del cacao producido en la región Huetar Norte, una bebida fermentada agradable para el consumidor y que contiene los antioxidantes y fibras presentes esta materia prima. – un queso tipo ricotta a partir del suero del queso de la región Huetar Norte a una empresa de productores de queso con el fin de darle un uso al desecho del suero quesero. – La transferencia de una pasta a partir de cacao con castañas producidas en la región Huetar Norte a la empresa Sibaeli, un producto untable de cacao con la mantequilla de la castaña con un muy buen sabor y muy aceptada por el consumidor.
Otros grupos beneficiados en 2019 y en el presente 2020 han sido:
-el grupo Sun Branch formado por ex-empleados de JAPDEVA, que buscaron alternativas agroindustriales con los productos y platos tradicionales caribeños (jugo de caña saborizados, rice and bean, akee, y macarela en platos tradicionales). – el grupo Procari, grupo de mujeres de Cariari de Pococí que producen yuca, camote, jengibre , plátano y palmito. Y el grupo está produciendo harinas de yuca, camote y jengibre y comercializa en fresco plátano y palmito. – la cooperativa CoopeAzaria maquiladora de banano y plátano para Industrias Bermúdez (Soldanza), en la que el Centro de Acopio tuvo que remodelarse para instalar los procesos de pelado y de patacones y se instaló la línea de frituras. – la cooperativa de productores de banano dátil de Camuro, Cariari, en la que el CITA le dió apoyo para la industrialización del banano pasa, en la instalación del centro de acopio y lineamientos para definir la línea de proceso y el equipamiento – la cooperativa Coopecuna que se ubica en Cartagena de Cariari, y su proyecto de mejorar las instalaciones de extracción de aceites esenciales a partir de plantas medicinales. – Coopehorquetas que es una cooperativa de productores de palmito, que recibió apoyo tecnológico para el desarrollo de productos y para la conceptualización de la infraestructura y equipamiento de la planta agroindustrial. – productores de guanábana de Siquirres a la que se les desarrolló néctar y jugo clarificado por método enzimático y se dieron lineamientos para la adecuación de la infraestructura y equipamiento.
En este año 2020 el CITA está en proceso de asesoría en:
– el desarrollo de dos productos de las empresas Curubanda y la Dorada que se inició con la capacitación sobre las condiciones del proceso y los equipos necesarios. – la evaluación y desarrollo de dos productos nuevos para Coopepitaya en Guanacaste. para la valorización de la pitaya en el país, con un trabajo de estabilización de la pulpa y valorar las oportunidades para la exportación de la pulpa de pitaya. – la empresa Industrias Orgánicas del Norte P y Z, ubicada en Upala de la región Huetar Norte, mediante el proyecto deshidratación de tubérculos no tradicionales para la producción de harinas con alto valor biológico. (ElPais.cr,21- 10- 2020)
Los recursos que el Estado transfiere a la Universidad de Costa Rica permiten, según Carmela Velásquez directora del Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CITA), una operación de alto rendimiento e impacto, por lo que su reducción afectará considerablemente al potencial de reactivación y desarrollo de las regiones rurales del país, de ahí que la Universidad hace un llamado a los diputados a mantener dichos recursos que son vitales para la reactivación económica en zonas que demandan trabajo y alternativas productivas para superar la crisis.