UN MOTIVO
Carlos Meneses Reyes. 30 de junio de 2022
Hoy cumple años mi hijo, ya médico y en especialización. Hace 28 años me encontraba en la vorágine de la persecución política por parte del DAS y el ejercito Made in Usa. Lo tomé en mis brazos, teniendo un mes de nacido, pero por el frío de la noche sabanera, no pude levantarlo, en medio de la noche, para ofrecérselo a la Pacha Mama, como lo hice con mis dos hijas, al vaivén de los vientos alisios que desde el Lago de Maracaibo bañan de frescura el valle cucuteño. Lo besé a un mes de nacido y partí al exilio. Ubicaba mi nacimiento, en mayo de 1948. En el efecto causado, cuando en el vientre materno, padecí la tragedia del asesinato de Jorge Eliecer Gaitán. Mi hijo nació en correspondencia a otra generación, las cuales estimo renovadas cada 15 años, llevándome a redactar el Ensayo “Acerca de una Teoría de lo Generacional en Colombia”. En ella ubico a los nacidos en la década de 1.940, como a los de la generación de la violencia (La II guerra mundial, el asesinato de Gaitán, la respuesta armada a la violencia estatal). Pasé al exilio-digo yo- sin nostalgia; ¿pero que sería la imperturbable presencia del “olor a la guayaba”? Continué en México y sobre todo en Costa Rica, la función docente universitaria, moldeando abogados(as) honestos y responsables. Ya había pasado la etapa de la formación política en Grupos de Estudio y Trabajo Político, cuando en las escuelas sindicales y campesinas moldeaba los cuadros de luchadores y activistas del movimiento popular. La guerra popular en Colombia, revertió en muchos esos valores inculcados, pasándose a las filas del oficialismo conservadurista, reaccionario y lamentablemente corrupto. Años después lo asimilé como un aporte. Aunque no creció la mies regada, quedó la tierra abonada, en consideración a un país en el que, desde hace 70 años, están dadas las condiciones objetivas para los grandes cambios estructurales e institucionales de fondo, que la nación colombiana reclama.
Sonríe, sonríe la vida / resuena el aplauso acompasado / los pensamientos cual flores multiplican / los pétalos de logros y alcances abren / la dignidad y soberanía de los pueblos mantenida / a raya los perros de la guerra /no ronda el águila rapaz del imperio / que permanece sin la vista agudizada / Regresan a la Colombia profunda los votantes / aquí enseñorea el sentimiento y el paisaje / con fuerza y tenacidad organizada / mantendremos la esperanza alcanzada/.