¿Alguien puede estar contra el fortalecimiento de la Caja?

¡Pues sí!: los mercaderes de la salud e ignorantes

Luego de impulsar una ley que era el “sueño mojado” de los neoliberales enemigos de la seguridad social, se impuso el criterio según ellos flexible, que restringe el crecimiento del gasto público en todas las instituciones, conocida como regla fiscal. Con la complicidad de la Sala IV esa ley se hizo extensiva incluso a otros poderes de la república e instituciones autónomas como es la Caja Costarricense del Seguro Social, violentando la autonomía constitucional.

El impacto de la Regla Fiscal en la inversión social que se define como gasto público, nos parece que se usa como propaganda para estigmatizar el concepto del uso de los fondos públicos en el bienestar social, es un atentando contra la salud de las personas o bien la calidad de vida, pues impide el crecimiento de programas o servicios en determinados momentos de crisis fiscal, en la CCSS es más bien una política criminal pues sus consecuencias son mortales para pacientes presentes y futuras generaciones.

Hemos apreciado la molestia que provoca en los usuarios perder citas en clínicas y hospitales, sin embargo ese sentimiento debería multiplicarse por diez veces cuando se trata de políticas que restrinjan, limiten, corten o dañen la institución, vengan esas de decisiones de la propia junta directiva de la institución, de la Asamblea Legislativa a través de las leyes, pues las huelgas son temporales mientras que los daños a nuestro país se convierten en permanentes.

Las acusaciones de medios de comunicación contra los valientes trabajadores de la Caja pueden ser ingratas, pues ellos luego de intentar solucionar en la mesa de negociaciones no tienen otra opción que protestar para detener el deterioro o para defender sus derechos dejan de lado la actitud pasiva de la mayoría de la ciudadanía contra el daño en sus servicios por parte de los políticos.

Para nosotros, quienes deberían ser los primeros “huelguistas manifestantes” son los usuarios de la institución o sea el pueblo en general, que los ricos que no la utilizan sigan asistiendo a sus clínicas y hospitales privados y dejen de manipular opiniones con ayuda de los grandes medios de comunicación.

Tenemos otro gobierno que parece poco importarle el presente y futuro de la Caja, razón por la que tendrá la bien merecida condena histórica, en la pila de otros gobernantes que no honraron su juramento ni sus discursos, promesas que no valen el papel donde se escribieron.

Carlos José Cabezas Mora

SECRETARIO GENERAL

CENTRAL GENERAL DE TRABAJADORES

 

Enviado por el autor.

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