ARRODILLADO

Llegará la tarde,
y ella traerá consigo misma
ese hasta mañana del Sol
que antes del crepúsculo, será
un recuerdo enamorado del
último Arco Iris concebido
para nuestros ojos. Sé que
seremos felices porque la
felicidad es un encuentro
de verdades. Sos mi verdad:
Soy tu verdad. Mis pupilas
conocen la realidad por tus
retinas. Mi luz resplandece
en tus ojos. Tus ojos en mi
luz resplandecen. Somos
tiempo eterno. Brisa perenne.
Sos mi lengua. Soy tu palabra.
Mi lenguaje nace en tu pecho.
Tu boca es mi corazón abierto.
Somos una verdad histórica:
una máxima axiológica que se
nutre de semillas nuevas y de
tierras buenas. Las lluvias
y las aves nos guían por
senderos estrechos pero
con espíritus anchos y nobles.
No hay temor en esta vida que
me impida abolir de tu alma
las angustias y las zozobras
porque mi libertad se fundamenta
en la certeza de saberme tuyo
hasta más allá del más allá
de mis cenizas y mi tiempo.
Amarte es mi religión, y ella
me ha devuelto la cuarta hoja
que le faltaba al trébol de
la existencia. Soy el
axioma que la Vida
puso en tu camino.
El artesano
dueño de las manos que el Cielo
puso sobre la arcilla que
moldeará el tiesto para el agua
que nos dará la vida nueva
cuando al fin aceptemos que
la ruta correcta es jamás
dejar de amarse. Sos la miel.
Soy tu colmena: mariolas
eternizando el amor
que germinamos
para brindarnos
siempre la cosecha
y ser eternos.

ClaMo
ZURQUI