Miguel Ureña Cascante
Como decía la canción, ayer ya pasó…
A veces llorar por el pasado es como llorar por la leche derramada, metafóricamente señalando hechos.
La semana anterior, le dimos santa sepultura de Tatiana, adulta mayor de Rio Azul, en el cantón de la Unión, después de luchar contra el flagelo del cáncer, enfermedad a la que mucho costarricense está expuesto.
No dudamos que este tema; pueda resultar para algunos ajenos a nuestro quehacer diario; pero les vamos a justificar quizás que no.
El Código Tributario, señala entre sus fines, la seguridad y salud misma; es decir cobrar los tributos es solo una parte del proceso, pero la última es que se haga efectivo ese pago en las cuentas del Ministerio de Hacienda.
Este dinero, servirá para salud, para seguridad y para educación, además de pagar los compromisos y otras dos áreas más que algunos privilegiados disfrutan, como mejores pistas o carreteras, los “de a pie” viajamos en bus, al hueco de la calle que administra la muni, pues ese es problema ajeno, mientras lleguemos a tiempo a marcar, no hay problema, más que la cantidad de vehículos que circulan, muchos con placas color verde o de alta gama, dichosos esos, que andan hasta en los conciertos de los tigres del norte…
Pero bueno, al tema, Tatiana ya dejo de sufrir, que ironía, tendrá acaso que morir más personas, para que la nutrida planilla engorde el ego de pocos, aunque buenos galenos, ese nutrido pago, realizado por la CCSS, aunque justificado por una especialista de la vista, hubiéramos deseado que Tatiana, también hubiese tenido un tratamiento caro y de calidad en la enfermedad del cáncer.
Se señala que la medicina que otorga la CCSS, en este tratamiento es muy oneroso para el país mismo, pero como somos solidarios, yo desearía, que las camas de hospital estuvieses vacías, no por muertos, sino por personas en un país vigoroso y saludable.
El qué, para qué o para quién, es la premisa siempre presente en la realidad económica de una nación; trabajado en la CCSS durante algún tiempo atrás, me resulta muy extraño, que todo el fondo de enfermedad y maternidad se agote, el fondo del IVM, se utiliza para el pago de las pensiones actuales, y generar la reserva de las pensiones futuras, aunque seguimos con riesgo de no percibir una pensión digna, las malas decisiones socaban dicho fondo.
¿Qué tiene que ver la CCSS con los fines de los tributos?, pues; si en la CCSS esto es mal administrado, Hacienda, sale como el “chapulín colorado” a disminuir esa presión financiera.
Queremos mejores hospitales, es un hecho, queremos mejor medicina, es un hecho, queremos… que queremos o a que debemos darle prioridad.
Los tributos tienen su fin mismo, las cargas sociales de enfermedad y maternidad, en la CCSS, tienen un fin mismo, mantener vigoroso y activo el espectro de la seguridad misma, pero cuando observamos que llegamos al Ebais a retirar un medicamento, el cual es casi generalizado en la población nacional, como para el tratamiento de la presión arterial, el azúcar en sangre y algunas otras patologías más, waw, entonces, uno se pregunta, si la seguridad social de manera saludable se sostiene por si misma, pues no deberíamos tener hospitales tan saturados o mala atención médica, si los Ebais y el medicamento ahí otorgado disminuye los efectos hacia los hospitales o quirófanos.
En la CCSS es mucho el dinero que ingresa mes a mes, igual que en Hacienda, desde la perspectiva de la riqueza de una persona, pero cuando ese ingreso se diluye entre la población a la que hay que atender, se diluye tanto, que parece que falta y lo irónico de todo, los que trabajamos por falta de tiempo no tenemos acceso a medicina de calidad, no tenemos tiempo, simple excusa, pero vienen los migrantes, a través d convenios internacionales, y ellos si tienen o gozan de ese privilegio, instituciones nacionales, creadas desde 1942, ahora es copada toda su capacidad, o un alto porcentaje, por migrantes amparados a esos convenios internacionales, o los ticos que si tienen tiempo, y muchas veces acuden hasta 3 o 4 veces en una semana para obtener medicina, de calidad, porque una medicina de calidad cura, y evita que la persona reitere o repita su solicitud de un derecho universal, pero parece que el medicamento que se le aplica, apenas es un paliativo.
Seguimos sin aterrizar, el asunto tributario, terminaríamos quizás esta verborrea social, con que, todos esperan del Estado mismo, integrando CCSS, Hacienda, Municipalidades, IFAM, FANAL, RECOPE, y otras instituciones del Estado, conceptualizadas como administradoras tributarias, a integrar el Dinero en caja única, aquí voy a meter la JPS, negocio millonario en manos del Estado, pero parece ser que los viejitos del hogar de ancianos ubicado en barrio la Tolima, de San Rafael Arriba de Desamparados, estén expuestos a orden sanitaria para cierre, por no tener lo recursos para seguir operando.
Que ironía, el Ministerio de Salud, ordena su cierre, pero no sugiere a la Junta de Protección Social, le destine un piquillo de lo que de los sorteos se queda por no reclamos, o bien poner en el tapete de la Junta Directiva ese problema, para que los ancianos tengan calidad de vida en su vejez, una camita digna o un techo que los abrigue, y que no suceda lo de Tatiana, la de Rio azul, que muere en estado de abandono casi deplorable, porque aunque el amor de familia le sobraba, faltaban recursos en medicina de calidad y el IMAS al rato, ni poder darle para reconstruir su cuartito, que difícil, en ocasione hasta tragar grueso cuesta, tanto caso de gente pobre es esta Costa Rica, rica para algunos, pobre para otros.
Quienes subsistimos del salario, sabemos que cuesta mucho terminar a veces la quincena, damos gracias al universo por tener salud y que los nuestros igual, pero vivimos con ese temor, que alguien se saque la lotería, y un día deba confirmar la mala o pésima o deficiente calidad de la seguridad social de esta mi linda Costa Rica, tenemos agua potable del grifo, pero; aún falta mucho por hacer y para llenar esos baches está el actuar hacendario. Dándole recursos para cumplir los fines de su creación. La calidad en los servicios de la CCSS, va muy ligad a la mala gestión quizás del presupuesto mismo, cuanto para salarios, cuanto para guardias, cuanto para extras, y cuando para hospitales, para mantenimiento preventivo, para especialistas, para camas, es toda una paradoja o una caja negra, pero a todos se les debe atender, y muchas veces lo malo traga más pinol, que lo bueno, los buenos funcionarios son hostigados o dejados de lado, los que tienen vocación, no resisten trabajar y ejercer para cumplir su juramento, para al final una acetaminofén sugerir o prescribir, mientras en la calle la medicina privada de calidad cuesta y sugiere solución a una semana de sufrimiento, por el bendito dengue que se pegó, cuando fue en bus el puerto, ya ni eso se puede hacer.
Así es, todos si faltan colones, aunque ellos administren recursos si los administran mal, vuelven después sus ojos a la Hacienda Pública, para pedir más recursos, y aun cuando tenemos la Ley 8131, de larga data, debemos profesar por un Ministerio de Hacienda más robusto y vigoroso, ya no es suficiente la contingencia de la Policía Fiscal, debemos dotar a los auditores fiscales del estatus de comisionado fiscal, sin límite de materia o competencia territorial, para que su actuar no sea penalizado como en la actualidad, por actuar quizás fuera de su jurisdicción a pesar de observar flagrante delito de defraudación aduanera o tributaria.
Debemos paliar una serie de limitaciones legales, que nos ponen censura previa en la denuncia de delitos tributarios o una camisa de fuerza quizás, por no tener recursos para ampliar el espectro de control fiscal.
Si el Estado Hacienda- y Administradores Tributarios, se ponen de acuerdo, se cumple el principio de caja única, pues en la olla en que se guarde ese dinero o la tinaja, y sea resguardada o administrada con celo, tal cual duende de los cuentos de Disney…
Un sin fin de paradojas, en un Estado complejo de gobernar, donde las prioridades o los problemas económicos nos abordan día con día, para mantener ese balance, que sea un balance razonable, que no caiga en el óptimo Pareto de la actuación social, pero que todos pongamos las barbas en remojo; que se ocupa, cuantos están muriendo en los hospitales, cuales con esas situaciones o pandemias que deben atenderse, y con la mano en el corazón, no lucrar con la enfermedad de una nación, porque eso tampoco se vale, aprovecharse del enfermo, crear un órgano, sea desde un Ebais o una clínica pero que al final no resuelva en nada el malestar de la comunidad, pues señala quizás un mal uso de esos recursos limitados al fin.
Y quizás, debamos traer más artistas a los conciertos, brindar con esas actuaciones sociales, ayudar a que el habitante, genere más dopamina, oxitocina o endorfina, para en una salida, destinar recursos a ser más felices y gastar menos en medicina, pero al final evadiendo la realidad misma en las que estamos inmersos, y no tomamos ¡el toro por los cachos” y proponemos quizás, la elección del Ministro de Hacienda o los miembros de las Juntas Directivas de la CCSS, de la JPS y otros entes que administran mucho dinero, pero que no está llegándose a cumplir el fin mismo de la institución que dicen representar. El mando político, debe ser más controlador de esa área, parece ser el área social, la más impactada.
No resto méritos, el Ministerio de Hacienda mismo, en la actualidad, paliar con tanto problema, que me piden dinero por aquí, me piden dinero por allá, pero se les da el dinero y siempre resulta insuficiente, porque los administradores de los recursos no tienen claro el papel, pues, seguiremos siendo en Hacienda los responsables del bienestar nacional y social de esta gran nación, y el apaga incendios por la mala gestión de esos dineros, en especial cuando la gran porción de concentra en salarios de unos pocos, y esos pocos hasta horas extras con cifras millonarias, aquí si eso pasa; algo no está bien, ya que como defensor del principio de solidaridad, si eso pasa y me quedo callado, pues estoy siendo parte del problema también, y eso no se vale.
Recuerde Tatiana ya se le dio santa sepultura, una mártir más quizás de un sistema económico desordenado y alguien debe alzar la voz, y dejar en evidencia que eso está sucediendo, pero ese desorden yo no lo provoque y lo denuncio en pro de los “de a pie”. Exoneraciones, evasión, fraude tributario, en fin la morosidad misma en la CCSS, y quizás cobros excesivos de los gestores de cobro, todo eso debemos revisarlo y que la Contraloría ejerza su función, porque no se vale, salarios tan altos y nosotros en Hacienda hacerles el trabajo.
Mientras tanto, ¿que va a hacer usted para prevenir en su vejez ese efecto?