El claro oscurantismo que extermina al agricultor

Rafael Ángel Sánchez
Setiembre del 2024

Según la historia de este mundo milenario, desde el Neolítico el agricultor ha sido y será por siempre el trabajador de más trascendencia humana, en tanto del ejercicio de su trabajo, es decir, de la única profesión (la agricultura) que, se plantea como un estilo de vida1, el fruto principal está en función de la producción de alimentos de origen vegetal y animal; sin los cuales, sería imposible la existencia y evolución de las civilizaciones. La misma actividad que, acorde con su elocuencia y sabiduría, Marco Tulio Cicerón definió como “la profesión del sabio, la más adecuada al sencillo y la ocupación más digna para todo hombre libre”.

En los tiempos actuales, corresponde destacar que, para la economía general de cada país y sobre todo los que transitan por la llamada modernidad, la versatilidad de la agricultura comprende diferentes aspectos determinantes del perfil del trabajador. Unos, enfocados a la oferta de servicios en el ámbito de la recreación y el ocio, así como, el mantenimiento de la naturaleza; otros, a la preservación y el mantenimiento del paisaje cultural. Por lo tanto, como principio, dicho perfil es garante de otorgar un valor especial al uso más apropiado de los recursos naturales; por ejemplo, el suelo, el agua y el aire, así como la observación y protección de las formaciones ecológicas.

Así que, aún sin remontarnos a tiempos lejanos, una atenta observación general a la memoria histórica, permite comprender que, a la agricultura forjada por el agricultor y su familia campesina, se deben las raíces más profundas de la identidad y cultura de Naciones como la costarricense. Por eso, no resulta extraño determinar que, en la adopción y creación símbolos, por ejemplo, en el himno nacional, los valores de estos protagonistas le dan contenido en su más justa alabanza y fiel testimonio de quiénes somos y de dónde venimos. No obstante, en este país, cada vez más, el panorama nacional se muestra incierto al observar hacia dónde vamos2. Pues no entender ni comprender que, si para el agricultor observar los colores del campo y sentir sus aromas lo recrean, tanto como su realización se transforma en máxima felicidad física y espiritual al degustar en familia los frutos de su cosecha; es innegable la falta de capacidad por parte de quien pretende gobernar una Nación cuyo desarrollo ha dependido de la agricultura.

Como honra a los más connotados exponentes costarricenses de la cultura y las artes, es deber reconocer que, la frecuente evocación a la figura del agricultor, además de revelar sus elevadas capacidades artísticas, muestra también el arraigo a la identidad e historia nacional. Territorio donde desde la independencia y avanzado el siglo XX, para los agricultores, gracias a su sabiduría y esfuerzo en el aprovechamiento de los recursos naturales, la agricultura del café en primerísimo lugar, fue la base de la riqueza del país. Determinante quizás de la época más gloriosa del desarrollo nacional, regido por un Estado de Derecho y de Servicio Social, más fuerte, justo, libre y democrático que, el actual.

Por consiguiente, la crisis nacional que actualmente afecta al país, es el producto más evidente del asalto al Estado por parte de la devenida casta política que sustituyó y olvidó a nuestros próceres; con el único objetivo de insertarse en el mercado global, liquidando los bienes públicos atesorados. Acciones anti estatales iniciadas en la llamada “década perdida” de los años ochenta3 y siguientes contra los Ferrocarriles, el Banco Anglo, CODESA, etc.; todas encubiertas con eufemismos como “Volvamos a la tierra” y “Modernización del Estado”. Más luego otros, entre los que destacan “Paz con la naturaleza”, “Libre comercio”, “Modernización de Japdeva”, “Equilibrio financiero”, “Le dejamos trabajar”, “Ruta del arroz”, “Armonización del sistema eléctrico nacional”, etc. Es decir, transcurridas cuatro décadas, las depredaciones continúan con nuevos actores, empujando otro descuaje del Patrimonio y motor del desarrollo costarricense: el ICE.

Acerca de nuestro Instituto Costarricense de Electricidad, no olvidamos que, en el año 2009, el presidente Arias, llegado a Madrid aparentemente patrocinado por Unión Fenosa, ante ávidos explotadores trasnacionales de recursos estratégicos como telecomunicaciones y energía; declaró que, gracias a su hazaña del primer referendo, uno de los principales legados al país que se proponía su gobierno, era acabar con el ICE e INS4. A los cuales, desde allá, acorde con su dogma, los llamó “dinosaurios”. Y aunque paz y bronca sean conceptos opuestos, respectivamente la verborragia del entonces y actual líder gubernamental, refieren a “comandantes” de la misma guerra contra el Estado.

Si bien para el Siglo XX, la historia describe adelantos trascendentales y beneficiosos para la humanidad, periodo donde se plantea que nuestro país vivió sus mejores momentos poscoloniales; no se ignora que, también hubo acontecimientos críticos como las dos guerras mundiales y otros hechos de menor envergadura. A nivel nacional también hubo guerra y algunas crisis menores total o relativamente superadas; pero, el país avanzó y cosechó glorias significativas. Sin embargo, esa llamada crisis de los años 80, se acepta como determinante de un parteaguas, a partir del cual, transcurridas 10 administraciones de gobierno y lo que lleva la presente, no ha existido un solo gobierno digno y con la voluntad necesaria para asumir la continuidad del modelo de desarrollo trazado por nuestros próceres.

En ese contexto, es significativo citar el cuatrienio 1978-1982, sobre el cual, el doctor Oscar Aguilar Bulgarelli con la maestría que le caracteriza, escribe “Carazo, el último presidente”. Obviamente referida al gobierno del Dr. Rodrigo Carazo Odio, insigne abanderado de la soberanía nacional y acérrimo crítico del neoliberalismo y capitalismo salvaje hasta su muerte. Repito, ningún nuevo presidente volvió a levantar estas banderas; lo contrario sí. Por tanto, para consumar el asalto al Estado y con ello revertir a toda costa el avance del desarrollo nacional, se han empleado las estrategias más propias del oscurantismo; como son, las actuaciones contra la memoria histórica de la Nación, el patrimonio natural y el cultural; aunque quizás sean estas las menos visibilizadas.

En cuanto a la memoria histórica y lo que la Ley 7555 denomina Patrimonio Histórico y Arquitectónico de Costa Rica, damos una observación a lo que acontece con el emblemático Parque del Agricultor y su majestuoso Monumento al Agricultor. Bienes demaniales que, acorde con dicha Ley, poseen características que clasifican de hecho, tanto bajo la categoría de monumento como de sitio del Patrimonio Histórico y Arquitectónico Nacional. Obviamente por lo que fueron, antes de que se les dejara en el abandono (incumplimiento de deberes) y consecuentemente expuestos al vandalismo, hasta quedar subsistiendo en el evidente desprecio como se muestra hoy día5: desmembrados, ultrajados, invadidos y menguados. No obstante, su profundo simbolismo en el contexto histórico y sociocultural de nuestra Nación. Paradójicamente, el área del parque, aún bajo tales condiciones, muestra evidencias de constituir uno de los parques urbanos más observados y visitados por parte de la población del país y la visitante, aunque la mayoría desconoce su nombre.

Según la ley No. 4096 promulgada en 1968, el 15 de mayo de cada año fue constituido como el “Día del Agricultor Costarricense” (Artículo 1); tema sobre el cual, estableció responsabilidades directas para los Ministerios de Educación y de Agricultura y Ganadería. Y también, de acuerdo con el “Artículo 3º.- El Poder Ejecutivo deberá erigir un monumento que simbolice a los primeros colonizadores costarricenses. El Ministerio de Agricultura y Ganadería creará una comisión, que recomendará el tipo, presupuesto y ubicación del monumento”. Luego, para cumplir esta disposición, con la Ley 4584 del 04/05/ 1970, se dictaminó la forma de garantizar el financiamiento para la obra.  Así mismo, el decreto ejecutivo No. 30 del 29 de febrero de 1972, creó la Comisión antes citada, compuesta por 13 miembros representantes de diferentes organismos, en mayor medida vinculados con la vida rural; su encargo fue gestionar el proyecto hasta su etapa final.

De manera que, una vez instalada dicha Comisión, consciente de su alta responsabilidad, atinadamente, agenció el sabio consejo de historiadores, sociólogos, artistas y personas compenetradas de la vida del agro nacional; a fin de justificar la construcción de la obra, acorde con sus bondades y los aspectos fundamentales que debía representar. En cuanto al tipo de obra a erigir (el monumento), fueron expuestos trascendentes ideas y valoraciones de insignes hijos de esta Nación. Por ejemplo, las que describen al agricultor como el labriego que, desde los albores de la independencia, consagrado a la consolidación de su hogar, así como dueño de la tierra y de sus frutos y por tanto, amo de su propia vida; se echó en sus espaldas la gran tarea forjadora de la nacionalidad costarricense (Profesor Carlos Monge Alfaro)6.

Por su parte, el Dr. Luis Barahona Jiménez y el Lic. José Obdulio Cordero Solano, fueron coincidentes en resaltar el valor de la familia campesina como unidad sociológica con fuerte sentido de propiedad arraigado en la tierra; elementos de excepcional peso en la integración de la nacionalidad costarricense. Clara evidencia de que la nobleza de sus rasgos, así como actitud de emprendimiento y acción creadora, entre otros elementos; deberán estar representados en el monumento. Virtudes de esa histórica herencia que, a todos los miembros de la comunidad costarricense, nos corresponde resguardar celosa y apasionadamente, pero sin descuidar el deber de superar los defectos (Eugenio Rodríguez Vega). Y no ajena a las consideraciones anteriores, Doña Emilia Prieto Tugores, dijo, se trata del labriego sencillo que también, defendió con su vida un suelo y con el mismo “un sitio bajo el sol”. Además, si bien el Himno Nacional le rinde un merecido honor, “…hoy Costa Rica le debe al sembrador que nos dio patria, la consagración de un monumento”.

Una vez valoradas esas motivaciones la Comisión concluye que, en tanto el campesino “…seguirá siendo por muchos años, el brazo y corazón de la Patria, más que el hombre público o político más eminente tiene merecimientos para que su figura, se eternice en bronce para admiración y ejemplo de todas las generaciones de costarricenses”. Del cómo debería ser el monumento para honrar al agricultor y lo que representa su actividad en la vida nacional indefinidamente, en el documento final presentado quedó explícito: “Se sugiere que sea una escena viva, que al contemplarla, pueda dictar a todos un mensaje de aprecio y reconocimiento para los esforzados agricultores del ayer y para los sufridos y tenaces de hoy y del mañana, que arrancan de la tierra los alimentos básicos para la vida”.

Bajo esas premisas, la Comisión prosiguió su tarea comisionando un viaje a México hasta la propia residencia del más universal escultor costarricense: Francisco Zúñiga Chavarría (Don Paco); a proponerle personalmente que fuera el artífice del tipo de monumento ideado. Y si bien, se reveló que el proyecto tuvo adversarios aparentemente por el presupuesto a invertir, aunque no se conoce si también hubo opositores a la designación del artista; a pesar de las escazas referencias a esos hechos, está escrito acerca de los agravios contra el joven artista por parte de propios conciudadanos, respecto a una de sus obras expuesta en 1935. Hablamos de las acciones específicas contra la premiación al imponente Monumento a la madre y también, la destrucción de una pintura sacra que había creado en una pared de la Iglesia Santa Teresita7. Sin duda alguna, fueron heridas profundas que indujeron a su destierro, el cual, voluntario o no, paradójica e históricamente ha sido el destino de otros hombres y mujeres que, con su arte han horado el nombre de Costa Rica por el mundo.

Para regocijo de la misión viajante y honra de la Nación, en el mismo México, don Paco, plenamente consciente del significado y destino de la obra que le propusieron y convino, entre los años 1973 y 1978 dio forma y espíritu a dicha escena viva que como se dijo, al observarla tanto de cerca como a distancia, hace brotar profundos mensajes de gratitud y reconocimiento al agricultor de todos los tiempos; como sólo él supo crearla. Así nació el Monumento al Agricultor costarricense que, quizás como una añoranza del artista migrante de visita a su tierra natal, vino a rendir tributo a las raíces culturales de nuestra nacionalidad; una vez instalado por él mismo y luego inaugurado el 05 de mayo de 1978 en el idílico entorno natural de 3,48 ha; jurisdicción del cantón Alajuela.

Ese fue, o es parcialmente hoy, el espacio público que, cedido por el MOPT se constituyó en el parque urbano bautizado Parque del Agricultor; incomparable ventanal de Costa Rica hacia el mundo frente al aeropuerto Juan Santa María. Algo así como ante la mirada permanente del campesino Héroe Nacional Juan Santamaría, el que “nació en Alajuela y…”, cuya estatua (obra de Fernando Calvo), también tuvo un entorno natural que engalanaba su posicionamiento, antes de que al sitio llegara la “modernidad líquida”8 que, lo confinó a una esquina; quizás el rincón más apropiado para escombros de la onerosa nueva infraestructura aeroportuaria bajo explotación extranjera.

A partir de la anterior reseña, se da cuenta de que, con la inauguración de este Monumento, culminó exitosamente el mandato de gobierno, promulgado al más alto nivel en 1968; bienes ante los cuales alguna autoridad local o nacional, debió haber asumido la inmediata responsabilidad del mantenimiento y preservación óptimas tanto de la obra escultórica como su entorno natural (el parque urbano). Sitio de incesante visitación pública pero que, quizás pocos imaginarán del abandono hecho al mismo, pues a partir de algún momento, quedó a merced del incumplimiento de deberes por parte de deficientes administradores públicos y presa del hampa. Es decir, su corta existencia, también ha representado la tragedia incesante a la que han llevado al agricultor nacional. Más aún, cuando en el 2011 al cumplirse 33 años de inaugurado, las acciones ejecutadas que, parecían una rectificación para rescatar lo que estaba quedando de la obra escultórica; acabó semejando la mayor desmonumentalización9 que conocemos hasta hoy en este país.

Concretamente, a trece años de lo que parecía una hombrada tripartita por parte de los funcionarios que prometieron diligencia, presupuesto para restaurar y hasta la osadía de un nuevo sitio para reubicar parte de la monumental obra a la que llaman “el bronce”; todavía está en duda la legitimidad del acuerdo oficial y quién es el propietario del monumento10. Además, sobre lo que dejaron o quisieron hacer con el Monumento y su Parque, o el Parque y su Monumento; se supone que la Municipalidad de Alajuela, autorizó a un Club instalarse dentro del Parque, el cual, por gestionar el espacio recibe algunos dividendos y donaciones. Y durante el presente año, su área fue reducida por parte del gobierno para ampliación de la Ruta 1; también, se dice que, por la misma razón el Parque está destinado a desaparecer y hasta que lo “trasladarán” al Parque Metropolitano de Alajuela11, nueva obra ya planificada y presupuestada. Creemos que tal vez sea inaugurado el próximo milenio.

Acerca de la ampliación vial a costa del Parque, consultamos sobre la evaluación de impacto ambiental que debió mediar para determinar las alternativas que debieron valorar, pero, según las autoridades competentes, no hubo esa evaluación; en tanto, lo faculta las más recientes normas de efectiva regresividad, como la reforma a la ley general de caminos y el nuevo Reglamento de la EIA. Entiéndase que, ni siquiera el impacto ambiental por el movimiento de tierras fue técnicamente previsto.

En conclusión, si bien el Parque del Agricultor no ha desaparecido, queda demostrado que fue abandonado y menguado, así como, invadido; hecho “claro” y muy visible mediante una gigantesca valla publicitaria, la cual impacta dañinamente el paisaje12. Mientras el Monumento, desmembrado, mutilado, manchado y confinado a “mediana seguridad” en el MAC; donde la esperanza por recuperar en primer lugar su territorio, parece que trece años no son nada de tan agraviante situación. Los daños ambientales para el Parque en su área de influencia directa, tan solo por las obras viales, ya son irreparables, no obstante, se proyectan otras que conllevarán a la eliminación total del Parque.

Como deber moral, vale imaginarnos si aún estuviera físicamente don Paco, qué pensaría al ver lo sucedido con esta su monumental obra, o el también recordado historiador Osvaldo Valerín, quien con su característica pasión narró el agravio antes citado que recibió el artista, luego de la premiación a la obra Maternidad, Monumento a la madre13. Tal vez ya sea difícil creer que, en Costa Rica, haya autoridades sensatas que, ante este caso de evidente vandalismo criminal; ordenen una investigación profunda hasta dar con los responsables. En cuanto a la reacción a nivel oficial, decimos que algo similar a lo aparentemente sucedido hace pocos meses en Países Bajos, porque alguien escribió la palabra Gaza en el pedestal del monumento de Ana Frank14. Un legítimo recuerdo a la memoria histórica de la humanidad, pues en cualquier parte del mundo, escribir hoy este nombre, representa un “¡Basta ya!” contra el actual genocidio israelí estadounidense. El mismo grito que, en el plano nacional lo elevamos contra las oscuras rutas que destruyen a los Agricultores.

Referencias

  1. https://efe.com/andalucia/2024-04-18/la-agricultura-la-unica-profesion-que-es-un-estilo-de-vida-en-efeagro-punto-de-encuentro/
  2. https://www.puntoyaparte-ca.com/la-agricultura-un-oficio-sin-herederos/
  3. https://surcosdigital.com/en-tiempo-de-pademia-volvamos-a-la-tierra
  4. https://www.youtube.com/watch?v=H87sM_mmzKA

5.https://www.facebook.com/p/La-Agonia-del-Monumento-al-Agricultor-100067790345410/?locale=gn-PY

  1. Gobierno de Costa Rica, 1980. Ministerio de Agricultura y Ganadería. Informe Comisión Pro-Monumento al agricultor costarricense. Biblioteca-caja de publicaciones varias No.5.
  2. https://www.museocjv.com/franciscozunigasaboriobejarano.htm
  3. https://www.redalyc.org/journal/267/26745428014/html/
  4. https://museoroca.cultura.gob.ar/noticia/debate-sobre-la-desmonumentalizacion/
  5. https://musarco.wordpress.com/wp-content/uploads/2022/05/informe-jerry-gonzacc81lez.pdf

11.https://www.munialajuela.go.cr/cms/api/File/DownloadFile/OtherFiles/Perfil_Proyecto_Parque_Metropolitano_18-09-2023_13_25_30.pdf

12.https://www.reddit.com/r/Ticos/comments/ws3c1t/odio_con_todo_mi_corazón_tener_que_ver_una_valla/

  1. http://www.artecostarica.cr/artistas/zuniga-francisco/maternidad-monumento-la-madre
  2. https://www.crhoy.com/mundo/vandalizan-monumento-de-ana-frank-en-amsterdam/