Cacería de brujas contra los matrimonios de parejas del mismo sexo
Luis Paulino Vargas Solís
En el currículum del juez Francis Porras León, los galardones más vistosos tienen que ver con su activismo como ferviente militante de ideologías religiosas muy conservadoras. Primero, sus dos recursos –ambos fallidos– ante la Sala Constitucional: uno contra la norma técnica del aborto terapéutico; otro contra la píldora del día después. A lo cual suma su beligerancia homofóbica en Facebook, y los rendidos elogios que ha recibido por parte de diputados que comparten esa misma ideología religiosa.
El día ayer, un nuevo galardón se suma a tan pintoresco currículum, y, en este caso, un galardón tan refulgente que opaca todos los demás: su sentencia contra el abogado Marco Castillo que, por desproporcionada y abusiva, desnuda una saña impropia de ningún juez que tenga un mínimo respeto por su investidura.
Pero, además, lanza una cacería de brujas contra los notarios que hayan casado parejas del mismo sexo, y contra las propias parejas, aparte que incurre en actitudes, que, de tan ridículas, serían risibles sino fuera porque son sumamente irresponsables: como regañar al Registro Civil, y exigirle que le pase la lista de los notarios involucrados, como si esa no fuera una información pública.
Mi pareja Jonathan y yo somos una de las 33 parejas del mismo sexo que, con nuestro notario, presentamos nuestros papeles ante el Registro Civil. Nos casamos el 9 de junio de 2018, y, muy ilusionados, hoy estamos a la espera del 27 de mayo de 2020, para que, de acuerdo con las resoluciones de la Corte IDH y de la Sala Constitucional, nuestro matrimonio sea plenamente válido ante la ley.
Nos sabemos parte de esta absurda cacería de brujas, y la asumimos como un escollo más en una lucha que ha durado tanto como han durado nuestras vidas. Como pareja, con 18 años de convivencia bajo el mismo techo, Jonathan y yo hemos dado mil peleas, y jamás nos dejamos intimidar, mucho menos vencer.
Nuestro mensaje para el activista juez Porras León: somos mucho más fuertes que su homofobia y sus prejuicios.
Tomado de la página de Facebook del autor.
Sea parte de SURCOS: